Aspector Economicos de Allende
Aspector Economicos de Allende
Aspector Economicos de Allende
2006
Jos C. Valenzuela Feijo
EL GOBIERNO DE ALLENDE: ASPECTOS ECONMICOS
Aportes, septiembre-diciembre, ao/vol. XI, nmero 033
Benemrita Universidad Autnoma de Puebla
Puebla, Mxico
pp. 5-26
http://redalyc.uaemex.mx
El gobierno de Allende: aspectos econmicos
Aportes, Revista de la Facultad de Economa, BUAP, Ao XI, Nmero 33, Septiembre - Diciembre de 2006
The article examines the economic aspects of the government of Allende. History in Chile
as everywhere is written by the winners, but the defeated ones who also come it writing,
do it with a perspective that does not defer from the one that the winners write, because
they have been assimilated to the ideology of dominant conservatives, where the last
reasons of the Coup detat and the consequent dictatorship, would reside not as much in
the behaviour of the conservatives but in the one of the liberals, where it reaches the
conclusion that the workers must accept the capitalist matrix of the system and leave their
eagerness to overcome it, its fight must be limited to certain reforms which, allow them
to improve his economic condition and in addition are accepted by the dominant class.
In this perspective, the critical and objective study of the experience of the Chilean
Popular Unit cannot be accepted. By our side, the eagerness is very different, is to call
to study thorough that experience, trying to learn of the errors, that means, trying to study
not to bend the head but to return to rebel itself.
[5 ]
6 JOS C. VALENZUELA FEIJO
mticos y que slo la comprensin del tampoco era capaz de desplegar una gran
lector podr ayudar a completar el contex- capacidad exportadora.
to que el tema exige. En tal contexto, en los sesenta se busca
avanzar en el proceso de industrializacin,
Algunos antecedentes apuntando a bienes de consumo duradero y
sobre el desarrollo previo ciertos intermedios. Lo cual, dio lugar a
Durante los sesenta, la economa chilena problemas y consecuencias que podemos
exhiba las insuficiencias tpicas del modelo recordar. a) Las ramas industriales (cono-
de industrializacin sustitutiva en su fase cidas como metal-mecnicas) que pasan a
terminal. Siendo muy selectivos, podemos jugar el papel de dinamizadoras del creci-
mencionar los rasgos (y problemas) que si- miento, se encuentran con un delgadsimo
guen. mercado interno. Por ejemplo, el rubro
Primero, estructuras agrarias en que medios de transporte slo encontraba de-
todava domina el latifundio tradicional, manda desde el 4.9% de la poblacin, la de
de corte semi-capitalista. Lo cual, se tradu- ms altos ingresos. Como bien apuntara
ca en una oferta muy inelstica con el Anbal Pinto, se busca producir bienes que
consiguiente impacto negativo en la infla- exigen un mercado de masas, pero sin
cin, el balance de pagos y las ganancias masas que, en efecto, lo sustenten y lo
industriales. Y cabe recordar que ya duran- amplen progresivamente hacia el futuro
te la administracin de Frei (1964-1970) se (Pinto, 1975: 85); b)esas ramas de creci-
aprob una ley de reforma agraria ms o miento preferente, tenan una escasa capa-
menos radical, aunque se proces con len- cidad de absorcin ocupacional. Se acen-
titud. tuaba, por ende, el problema del desem-
Segundo, se mantena el perfil exporta- pleo; c) la estrechez del mercado interno y
dor primario propio del modelo previo la importancia de las economas de escala
primario-exportador. Adems, el sector ex- en tales rubros, provocaba una consecuen-
portador (gran minera del cobre, en espe- cia automtica: la constitucin inmediata
cial) estaba en manos del capital extranje- de fuertes y cerradas estructuras oligopli-
ro. Lo cual, implicaba consecuencias co- cas; d) al poco andar, esas ramas se ven
nocidas: un crecimiento lento y muy ines- invadidas por el capital extranjero el que
table de las exportaciones ms un drenaje pasa a ocupar las posiciones claves.
significativo de divisas, tanto por el inter- El ltimo punto nos conduce a sealar
cambio no equivalente que afecta a los otro gran problema: el del capital extranje-
productos primarios como por las ingentes ro. Este, amn de controlar el sector expor-
remesas de utilidades (visibles u ocultas) tador, pas tambin a controlar lo bsico de
de las empresas extranjeras afincadas en el las ramas industriales ms dinmicas. Ade-
sector exportador. ms, dada la crnica propensin al dficit
Tercero, un proceso de industrializa- externo, por la va del capital de prstamo
cin trunco. Es decir, un avance indus- y el crecimiento de la deuda externa, gene-
trial que no lograba abarcar a los bienes de r renovados lazos de dependencia. En el
capital e intermedios sofisticados y que perodo, conviene recordar, se efectuaron
8 JOS C. VALENZUELA FEIJO
supona una desviacin del comercio al los grupos sociales ms postergados. Con-
rea socialista de la poca (la URSS y viene recordar algunas de las metas cuan-
Europa Oriental, en lo bsico), se supona titativas que se manejaron para mejor di-
que tal encuadre no iba a originar proble- mensionar los citados propsitos.
mas ni econmicos ni polticos. Al contra- Para el PIB se postulaba un aumento del
rio, se supona, un tanto ingenuamente, que 51% para el sexenio. Como tasa anual y
ese desplazamiento iba a ser favorable tan- comparando con perodos anteriores se
to en trminos econmicos como de auto- tena:
noma poltica.6 1959-64 4.0%
Cabe agregar: dada la pequea dimen- 1965-70 3.9%
sin de la economa chilena, las posibilida- 1971-76 7.0%
des de desarrollar una industria de bienes Para la inversin se postulaba un incre-
de capital nacional que fuera rentable, era mento relativamente moderado del coefi-
y es muy escasa. A menos de pensar en un ciente de inversin (IGB sobre PIB). Como
salto cuasi continental al socialismo que lo indicaron algunos voceros destacados,
posibilitara una especializacin dinmica se trataba de evitar las penurias de la acu-
en cierto tipo de bienes de capital, el nfa- mulacin socialista originaria . Las cifras
sis tena necesariamente que ser puesto en eran:
impulsar la dinmica exportadora del pas. 1960-64 16.4%
Lo cual, como lo mostr la experiencia 1965-70 15.6%
ulterior, no era nada sencillo. Y si en los 1971-76 18.0%
mercados mundiales capitalistas el sabo- Valga agregar: si el esfuerzo de inver-
teo a las exportaciones chilenas fue bastan- sin suba en un 15%, la tasa de crecimien-
te estricto, por el lado del campo socialista to anual lo debera hacer en casi un 80%.
la ayuda fue muy insuficiente. Como sea y Implcitamente, esto supona un muy fuer-
antes que nada, no hubo capacidad interna te incremento en la relacin marginal pro-
para dinamizar las exportaciones. Mas bien ducto a capital. Salvo a muy corto plazo, se
al revs, la estampida del consumo junto trataba de una meta de factibilidad ms que
con disparar las importaciones, dej me- dudosa.
nos excedentes exportables. En cuanto al esfuerzo ocupacional se
buscaba un drstico descenso de la tasa de
3.- Principales metas macroeconmicas desocupacin, quedando sta al nivel de la
En lo que se refiere a las metas de creci- friccional:
miento, se estableci un plan cuyos objeti- 1959-64 7.5%
vos centrales traducan los grandes linea- 1965-70 5.7%
mientos antes reseados: elevar el creci- 1976 2.0%
miento del PIB y volcarlo en beneficio de Este descenso implicaba crear un mi-
lln de nuevas ocupaciones en el sexenio.
6
Las advertencias que hiciera el Che en su Finalmente, recordemos las metas de
clebre discurso de Argel, por lo visto, no fueron distribucin del ingreso. Tomando pie de
asumidas con la seriedad del caso. la participacin salarial, se tendra:
EL GOBIERNO DE ALLENDE: ASPECTOS ECONMICOS 13
nes y consolidar lo ya logrado;14 ii) im- en 1972. Por ltimo, tenemos que el des-
pulsar la expansin de la produccin, ele- equilibrio externo asumi caracteres alar-
var la productividad y la disciplina fabril. mantes: hacia 1973, se sealaba que para
Asimismo, en el plano poltico, se buscaba mantener los actuales niveles de abasteci-
evitar la unificacin de la oposicin, lograr miento a la poblacin, se requieren impor-
una alianza con la Democracia Cristiana y taciones de alimentos (incluyendo mate-
as aislar a la derecha ms golpista. rias primas alimenticias) del orden de los
Esta segunda lnea estratgica fue la 500 millones de dlares. Para mantener
que triunf. Examinemos rpidamente sus funcionando a plena capacidad la indus-
resultados. tria, se requieren importaciones cercanas a
En lo general, el balance fue claro: los 600 millones de dlares. Para pagar la
acentuacin de los desequilibrios y ten- deuda externa, alrededor de 400 millones
dencia al estancamiento econmico. ms. Todo esto, que no considera importa-
La inflacin se aceler y se torn explo- ciones de bienes de capital, suma mil 500
siva: si en abril de 1972 llegaba al 39% millones de dlares. Frente a ello, en el
anual, en abril de 1973 lleg al 199% bienio 71-72 los ingresos por exportacio-
anual. Los salarios reales empezaron a nes no superaron los mil millones de dla-
descender (si hacemos enero de 1972 igual res anuales (Mistral, 1974: 86) Y como el
100, en abril de 1973 se llega a 87). En financiamiento externo resultaba mnimo,
1972, el PIB creci al 3.6% y la produccin se comprende la tremenda gravedad de la
industrial en un 3.0% (en el segundo se- situacin.
mestre de 1972 cay en un 5%). El coefi- En resumen, no hubo ninguna mejora.
ciente de inversin sigui cayendo, 16.3% Por el contrario, la situacin empeor y se
(1970), 14.0% (1971) y en torno al 10-11% arrib a un estado muy cercano a la parli-
sis y descomposicin. Es decir, la repro-
ms nucleares del poder obrero. Valga tambin agre- duccin capitalista se descompuso casi por
gar: en el plano personal, Millas fue un hombre completo sin que pudiera emerger y desa-
terriblemente abnegado, muy laborioso y de honra- rrollarse una nueva forma de gestin eco-
dez acrisolada. Como que se le llamaba, amistosa-
mente, la monja alemana. Por decirlo de alguna nmica, de carcter socialista, que fuera
manera, en l se sintetizaban buena parte de las capaz de sustituirla.15
virtudes y deformaciones del PC chileno. En el plano poltico las cosas fueron
14
Nada menos que en junio de 1973, Vuskovic
sealaba que las reas social y mixta distan an de 15
haber alcanzado la amplitud prevista y requerida (...); En la coyuntura, la economa no poda resolver
de las 93 empresas industriales que el gobierno ha por si misma. Esto pasaba a ser resorte de la variable
reiterado en su proyecto reciente que deben incorpo- poltica. Pero como sta no se movi en la direccin
rarse a las reas social y mixta, en la actualidad slo adecuada, la economa entr en estado de descompo-
8 pertenecen a ella, mientras que 48 estn requisadas sicin. Pensar que se poda reactivar la economa sin
o intervenidas y 37 permanecen bajo propiedad y resolver el problema poltico central el del Po-
control privado. (Vuskovic, 1973). Se debe tam- der fue el supuesto errneo bsico que manej el
bin recordar que el programa inicial hablaba de 252 enfoque conservador de Millas et al. En los ltimos
empresas industriales y que luego del golpe de dos meses del gobierno de Allende, algunos dirigen-
timn la lista se redujo a 91. tes del PC, como Insunza y Luis Figueroa, empeza-
18 JOS C. VALENZUELA FEIJO
minada rea de Propiedad Social, la cual de la cual, los excedentes del antiguo seg-
deba funcionar como ncleo del ulterior mento monoplico fueron transferidos al
sector socialista. Para evitar fugas de capi- sector privado.19 Con lo cual, ese exceden-
tal, sabotajes e incertidumbres, este proce- te que as se privatizaba, no se aplic a
so debe ser muy rpido. Lo cual, tambin inversiones productivas. Amn de que la
permite iniciar cuanto antes la coordina- inversin estatal se vea seriamente entor-
cin del sector, lo que asegura las sinergias pecida. Al final de cuentas, el sector estatal
y eficacia del caso. Es decir, se posibilita el funcion perversamente, como una mqui-
avance a un sistema nacional (i.e. del nue- na que se aplicaba a subsidiar al sector
vo segmento) de planificacin. privado en trminos de su consumo perso-
En lo indicado, surgieron serias insufi- nal y, sobremanera, de sus gastos impro-
ciencias. Una: el proceso fue torpedeado ductivos. De aqu tambin se desprende
por el Parlamento y avanz con gran lenti- otra leccin ms o menos elemental: el
tud.18 Dos: por lo mismo, se crearon incer- control inflacionario no puede darse por la
tidumbres adicionales (a las inevitables) va de precios estatales congelados sino
en el sector privado. Tres: el excedente se por un control popular de los mecanismos
esfum y la acumulacin productiva ter- de precios y distribucin del mismo sector
min por descender. Este, pensamos, fue el privado.
punto bsico y conviene detenerse en l. Junto a lo indicado est el problema
En los tiempos previos, el grueso del real. Es decir, lo que tcnicamente se
excedente era apropiado por los grandes conoce como capacidad material de
monopolios, industriales, exportadores, fi- acumulacin. La idea es sencilla: para
nancieros y comerciales. Por lo mismo, acumular no basta contar con cierto ex-
una de las razones bsicas de la estatiza- cedente disponible para la inversin.
cin era pasar a controlar ese excedente y Junto con ello, se trata que en ese agre-
aplicarlo a la acumulacin productiva con gado econmico existan los bienes que
la orientacin ya mencionada. Pero cuando por su valor de uso pueden funcionar
esa estatizacin se dio, el excedente pare- como sustrato material de la acumula-
ci perderse. Lo que sucedi fue un cambio cin. Si vg. en el excedente slo hay
drstico en las leyes de formacin de los bienes de consumo, la acumulacin
precios relativos. El nuevo sector estatal ya que exige mquinas y similares no
no aplic la poltica de precios oligopli- puede tener lugar. Esto, nos conduce al
cos sino otra de congelamiento de precios problema de los determinantes de la ofer-
con el fin de abatir la inflacin. Apareci, ta de bienes de capital. Para el caso,
entonces, una tijera de precios por medio
19
Un estudio de la poca sealaba que en 1971
16
En realidad, las trabas de todo tipo que puso el nivel general de precios subi un 13% ms que los
tanto el Congreso como el Poder Judicial a las precios del sector estatal; y en 1972 en un 42% por
iniciativas del Gobierno, obligan a pensar en la encima de los precios estatales. O sea, las tijeras
necesidad de su disolucin. Claro est, este eventual desfavorables se fueron acentuando y, por lo mis-
tipo de medidas rompa completamente con los m- mo, descapitalizando completamente al rea estatal
todos declarados de la va chilena al socialismo. (Mistral, 1974: 73).
20 JOS C. VALENZUELA FEIJO
y productividad del trabajo, como regla los la produccin y del conjunto de la vida
resultados han sido espectaculares. poltica y social) y su nexo con mayores
Ahora bien, cuando esas relaciones de niveles de productividad, nunca podr triun-
produccin tienden a disolverse, por lo far. Y hay que decirlo con mucha claridad:
menos en un primer momento la disciplina hasta ahora, la experiencia histrica slo
fabril se suele deteriorar con el consiguien- nos muestra fracasos en este muy decisivo
te impacto negativo en los niveles de pro- frente. Los afanes socialistas no han logra-
ductividad. Ante esta situacin, surge la do transformar a la clase obrera en una
disyuntiva: a) impulsar nuevas relaciones clase libre y duea de su destino.22 Por lo
sociales de produccin (de carcter socia- mismo, tampoco se ha logrado pasar a un
lista-comunista) y en el marco de estas nivel de productividad histricamente supe-
nuevas relaciones, generar un nuevo tipo rior. En suma: cmo traducir el ideal en una
de disciplina, conciente y auto-impuesta. realidad material concreta, sigue siendo el
Por ejemplo, se trabaja con ms cuidado e gran desafo de los movimientos populares y
intensidad no por el ltigo que esgrime el de los trabajadores que luchan por un nuevo
capataz sino porque el obrero entiende que orden, socialista-comunista.23
la fbrica es suya, de l y de sus camaradas
de fbrica. Ms an, del conjunto de la Un comentario final
clase con la cual teje fuertes relaciones de Se dice que la historia la escriben los ven-
solidaridad; b) restaurar la disciplina ca- cedores. En el caso de Chile, tambin es
pitalista y evitar as el derrumbe de la cierto. Con un agregado: los derrotados, en
productividad. Digamos que en los proce- su gran mayora, tambin la vienen escri-
sos de transicin (e inclusive de construc- biendo y lo hacen, con una perspectiva que
cin) del socialismo, sta ha sido una ten- no difiere, en lo ms sustantivo, de la que
tacin permanente. Sobremanera cuando manejan los vencedores. O sea, han sido
cunden los desequilibrios y la productivi- asimilados a la ideologa de derechas do-
dad del trabajo se estanca o tiende a caer. Y
esto no slo por el natural desorden pro- 22
Amn de la dificultad objetiva, incide tambin
ductivo que genera toda transicin de gran la falta de preparacin de la clase obrera para actuar
profundidad; tambin por cierta tendencia como fuerza dirigente: ya Bujarin sealaba que la
a la anarqua, a la indolencia e irresponsa- clase obrera podia ser muy eficaz en las tareas de
bilidad que emerge en algunos grupos de destruccin del orden burgus pero no lo era en el
trabajadores. campo de la construccin del nuevo orden. La expe-
riencia histrica usualmente le ha vedado formar
Este problema es absolutamente decisi- adecuadamente estas capacidades. Pero, sobretodo,
vo pero aqu slo podemos mencionarlo. ha incidido la usual falta de confianza de los dirigen-
Como sea, debemos recalcar que en l se tes en la capacidad creadora y de iniciativa de la clase
encierra todo el destino del nuevo orden. Si obrera. Esta, pudiera ser una de las peores herencias
el socialismo no es capaz de resolver este que dej el estilo estalinista en las filas de la izquier-
da.
problema de las nuevas relaciones sociales 23
Empleamos las dos categoras en el sentido
de produccin (relaciones que deben trans- ms primigenio: entendiendo al socialismo como
formar al trabajador en efectivo dueo de una fase previa y preliminar del comunismo.
EL GOBIERNO DE ALLENDE: ASPECTOS ECONMICOS 23
ciones. Esta es la estructura que se debe opuesta y enfatiza lo que la UP hizo de ms.
transformar pues es ella la que determina En este caso, se sostiene que los afanes
la actividad que deben desplegar los que anticapitalistas tenan que provocar, inelu-
ocupan ese aparato. Si hablamos de Esta- diblemente, el quiebre institucional. Claro
do burgus, lo que all encontramos en una est, esta afirmacin llega a ser tautolgica
estructura de mando vertical, que viaja y no es ella per se, sino lo que de ella se
desde arriba hacia abajo, asumiendo la viene deduciendo lo que nos interesa resca-
forma burocrtica clsica (en lo militar y tar. Para los que ahora manejan esta pers-
en lo civil). Luego, si ese Estado es ocupa- pectiva, lo que corresponda era evitar esos
do vg. por obreros, sin destruir su forma afanes rupturistas y respetar las bases capi-
orgnica, esos obreros empezarn tambin talistas del sistema, limitndose por
a mandar a los de abajo. Amn de separar- ende a una poltica de reforma democr-
se-aislarse de ellos y, por lo mismo, co- tica. En este contexto, algunos sealan que
menzar ms tarde o ms temprano a no el eventual avance a un orden no capita-
reflejar esos intereses.26 Por el contrario, lo lista podra darse pacficamente slo en
que el pueblo necesita es una estructura- el caso de una mayora electoral aplas-
cin del Estado que obligue a mandar tante, del 75% o ms. Como a la vez, en
obedeciendo como muy grficamente lo esta postura se debe respetar el control
han dicho los zapatistas. Esto significa una privado vigente de los medios de comu-
lnea de mando del todo opuesta a la que nicacin masivos (como TV, radio, etc.)
exige el Estado actual : aqu, en el Estado que y tambin dejar intactos el ordenamiento
expresa el Poder Popular, la autoridad y el y estructura de las Fuerzas Armadas, la
mando suben desde abajo hacia arriba y los citada meta electoral y poltica, deviene
dirigentes deben ser revocables en cualquier algo fantasmal y se muestra como un puro
momento por la base que los ha elegido.27 tartufismo poltico.28 Amn de que se des-
La segunda interpretacin es del todo conoce el factor o dato clave: la burguesa
jams entregar pacficamente su po-
26
Con lo cual, tambin se siembran las condicio-
nes para la emergencia de una nueva clase, la que en
nombre de la clase obrera termina por dominar y la funcionalidad, para los de abajo, del principio de
explotar a esa clase. revocabilidad.
28
27
La actual coyuntura mexicana permite ilustrar La mayora electoral slo sirve para legitimar
muy bien la importancia del principio de revocabili- ciertos comportamientos, pero incide muy poco en
dad. Se sostiene que las llamadas reformas estruc- materias que tienen que ver con el poder. Este, tiene
turales todas ellas de corte neoliberal- no sern que ver con otros mecanismos que superan en mucho
aprobadas si en el horizonte inmediato se deben al dato electoral. Y si no hay poder, no hay cambio
efectuar elecciones pblicas. Por lo mismo, se pro- social. En esta propuesta se deja casi el cien por
pone agrupar todas las elecciones y distanciarlas ciento del poder en manos de la clase dominante. Por
todo lo posible en el tiempo. De este modo, se lo mismo, el citado electoralismo se transforma en
podran aprobar reformas antipopulares. Con ello, se una pura farsa. Por cierto, no se trata de reeditar
reconoce primero que esas reformas perjudican al ninguna forma de blanquismo; s de dotar a la
pueblo; segundo, que se teme el control popular; mayora del poder necesario para imponer su volun-
tercero: que se busca evitar ese control y trabajar tad. En breve, se debe entender lo que es la poltica
contra el pueblo. En este contexto queda muy claro real y no creer en cuentos de Caperucita.
EL GOBIERNO DE ALLENDE: ASPECTOS ECONMICOS 25
der.29 Despus de todo, para eso ha cons- clara: los trabajadores deben aceptar la
truido y organizado el aparato estatal bur- matriz capitalista del sistema y abandonar
gus.30 sus afanes por trascenderlo. Su lucha, por
Lo que esta postura termina por aceptar ende, debe limitarse a ciertas reformas que
es el derecho de veto de la burguesa a los junto con permitirles una mejor condicin
cambios sociales (econmicos, polticos, econmica, sean aceptadas por la clase
etc.) que el gobierno de turno pudiera im- dominante.31
pulsar. En otras palabras: si emerge un En esta perspectiva, el estudio crtico y
gobierno ajeno a los intereses de la burgue- objetivo de la experiencia de la Unidad
sa, solo podr transformar lo que la clase Popular chilena no puede ser aceptado:
dominante (i.e. la burguesa) decida acep- resulta peligroso. Para la ideologa domi-
tar. Si se cruza esta raya, se estara provo- nante esta experiencia debe ser olvidada y,
cando un golpe de Estado y el consiguiente si algo de memoria queda, debe ser defor-
rgimen dictatorial. Luego, esta raya no se mada y presentada como lo que no fue. Por
debe cruzar. nuestro lado, el afn es muy diferente: se
En esta postura, segn se puede adver- trata de llamar a estudiar a fondo esa expe-
tir, se asume tambin el axioma bsico de riencia. Sobremanera, se trata de aprender
la democracia burguesa: aceptamos el ve- de sus errores, que es uno de los requisitos
redicto de la mayora en tanto ese veredicto para transformar las derrotas en victorias
concuerde con nuestros intereses. Es decir, ulteriores. Es decir, se trata de estudiar no
en tanto la mayora vote por la minora. para agachar la cabeza sino para volver a
Pero si la mayora vota por la mayora, se rebelarse, esta vez esperamos con
acaba la democracia. mejor suerte.
La moraleja que se desprende es muy
29
En este punto, para nada debe olvidarse el
crucial papel que juega el Estado imperial (EEUU).
Este no slo suplementa las funciones coactivas del
Estado nativo. De hecho, las dirige y, si es necesario,
las suplanta. Una seleccin de documentos oficiales
sobre la escandalosa intervencin de EEUU en el
golpe militar y durante todo el perodo previo (Opa-
so, 1991).
30
Para el caso chileno se ha hablado de traicin
de los militares. Esto es engaar al pueblo y mistifi-
31
car al ncleo del aparato estatal. Muy al contrario, los Prcticamente toda la actual direccin del
generales se limitaron a cumplir muy bien la funcin Partido Socialista chileno, se sita en esta posicin.
que el sistema les ha encargado. Desconocer que los De hecho, este partido ha perdido su antigua dimen-
aparatos armados estn para preservar las bases de sin clasista y se ha transformado en un partido del
sustentacin del sistema y pasar a hablar del pueblo todo burgus. Inclusive, con muy fuertes afanes
uniformado result criminal. Ni siquiera ayud a neoliberales. El gobierno chileno dirigido por Ricar-
impulsar alguna mnima divisin en las filas del do Lagos es una muestra hasta escandalosa de los
ejrcito, aunque las condiciones para ello hubieron afanes de esta nueva y advenediza burguesa, cnica,
estado presentes. trepadora y corrupta.
26 JOS C. VALENZUELA FEIJO
BIBLIOGRAFA