H Sagrada - G Mazo - I

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1 Biblioteca Nacional de Espaa
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85613

Biblioteca Nacional de Espaa


Biblioteca Nacional de Espaa
..

Biblioteca Nacional de Espaa

HISTORIA
PARA LEER EL CRISTIANO
DESDE

LA. NIEZ BASTA LA VEJEZ;


SEA

CJO~IPENDIO
DE LA

HISTORIA DE LA RELIGION',
.
5acado de los libros salltoa
POR EL LICENCIAOO

CON LJS l.lCBNCIJS NECJ!SJlliJi:

V.UL.DLID lliii.'RENTA DE Al'A.iU10.


~o nil i8~0 .

Biblioteca Nacional de Espaa


,
Es prop iedru l tlel autor, ?/ nadi e
porlr l'eimprimil'la sin srt licencia.

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(m)

PRLOGO.

En esta historia, Ttasfa el prlogo ser hist-


rico: Cuando esibia el Catecismo esplicado pro-
curaba ~Jalerme, lo mas posible , de pasajes de la
Sagrada c;critaia, yct porque amenizan la lec-
tura, y y a" porque hacen resplandecer la verdad;
pero sobre todo desatiba dar en l wta breve ltis-
toria de la religion, sacada de los libros santos.
con este deseo trabaj un trozo de ella, qtte com-
prenda desde la creacion del nmnclo hasta la
cautividad de Israel en Egipto, pero result
lnas voluminosa de lo que permita el libro , y
Ju preciso tetirarla J' trabajar otra mas ctre-
vicirla, J' 'tal como se halla en el dicho Catecismo.
'Viendo la aceptacion ;rmeral qtw este habia mc-
'recicZo, se crex qne con?Jendria ltace1 un ex-
tracto de l, )' formar w~ compendio, Clt)'O
coste no pasase de dos reales, para que fuese,
como el Catqn r el Fleitri, un libro de surtido,
en el que los hiios aprendiesen un tt:empo,
1ectttra, doctriita T reli;ion , x se desterrasen

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(IV)
tle ms inocentes rnano .r la.r coplas de los ciegos,
los libros de los doce pal'OS de Franc ia , las no-
?>t:las de trniciones y de amores, y otras lectu-
ras peores. Se me invit que hiciese el extra ct()
y .form ase el compenrUo; y como me pareci
bello el pensa mient o, me deter min entra r !lit
1 este nuevo traba ja, pero, lo confieso .francamen-
te , p or mas qne escrib y borr , no acert salir
r,:oJL dl. Sin duda m.i celebro no quiso redu.cir el
molde ;ande, en que liabia sido vaciado el Ca-.
t ecism o , al molde pequcio ele un comFendio .
Enton.ces me acord de el tror.o de llistoria
que tenia traba jado r que sin saber porqu e, no
!labia roto, ui quemado ; y acordcindome tam~
bic1~, que los n.ilos, por un ras/ ro d e granrlez(t.
quc Ita queda do e1~ el lwmbre despues del pri-
mer pecad o, son en estremo aficionados los
cncntos y 1arrctciones d e cosa.r gran des .r ma.,.
ravlosas, me pareci rue nada mas gran.tle y
mara villos o, al paso que verda dero, poda pre~
senta r m nilia 71ista , que wt compendio d e
la historia sagra da, princ ipin dola desde la
fl'cacion del tmmd o, y sigui ndola /asta m fin.
En efect o, empr end le composicion del tal com-
p endio , y para d ar princ ipio, saqu mi olvida,..
rlo tro;;o , le repas y retor~t, y me !a servido

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(v)
para fomutr el principio ol cttadem~ que pr6~
senlo, acaso wt tanto abreviado , porque lo que
6rn mucllo para poner en el Catecisnw podr
ser poco para formar n compmd io; pero ya
he dicfto que mi celebro no quiere reducir sus
molde.r, y ahora aado.' qtc tat!tpoco quiere a.u-
mentarlos, y se acomoda mejor formar otros,
ljlte deshacer los que una vez Ita formado. El
resto de este cuademo desde la cautividad de
Israel en Egipto, sale con mas estension.
Lo bueno es que, procurando el bien de los
niiios, !te entrado en un trabajo que podr ser
tmn mas til para los que 110 lo son. Porque...
cuanrlo w cristiano, leyendo los libros scmtos,
contcm.pltt al Eterno, al Omnipotent e, su Dios
y Criador, sacando de la nada el numdo, crian-
do cielos y tierra, y cnmto en ellos se contiene,
mandando al mar que se retire de sobre la tierra,
los astros que ocupen m lttgar, al sol que ilumi-
ne en el clia y la luna que alumbre en ltt noche...
Cuando considcra al hombre criatlo por Dios r..
sn im.gett, heredero de tt gloria por ltt gra-
eia, precioso sus dicinos ojos por la inocencia
y colocado por su di11ina mano en un paraiso
d e delicias... Cuaudo lo contl!mpla despues, des-
ob~dir:ntc d m Dios, tlcspojCido por su desobe-

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(VI)
diencia de la gracia y la inocencia, liecho el
blanco de it~ justicia, arrojado del paraso,
mjeto trabajos J' miserias sin cuento , des-
heredado del ciclo J' condenado at inficmo...
Cttantlo va que este mismo Di<1S ofendido, se
apiada del mismo que lo ofendi J' determina
Clt?Jiar su Santsimo r Eterno Hijo d sati.ifa-
CCI' y pagar este delito... Cuando lec en todo
el QlttfJUO testamento los SttCeSOS de cuatro mil
mios, que en sttma no son otra cosa que los pre-
1
mralh>os de esta inefable 71enida... Cuando se
?le qtte encarna en el seno de w ta Vrgt>n, que
so hace lwmbre, qnc ?Jn>c .Y co1wersa con los
!t ombres, qtte predica lcJ.r ltombres el reino de
Dios, )' que d espues de ettstuXarles el camino del
cielo, muere J191' elios, para franquearle s Sil-
entrada , remcita J' se ?Jttcl-vc al cielo, al seno
de m ' Padre, de d onde !tabia ?Jenido... Cuando
cl cristiano lec todo esto en los libros santos,
cmo puede dejar de pencttarsc de w1 stwto
p avor, de un mm o re.rwto stt Dioi Criador,
j de wt cntrruialtle J' tierno amor m Dios
Redentor! Pues he nqui los sentirnientos qttc
CIL COIIIJICildio CatUal'fi en l, mediante la di-
1J1ta gracia, la lectura de este compendio. Por
esto he diclta , qtte p otlrci ser aun mas ttil

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(VIl)
los q1te no son nznos, que los mos mismos.
Y le he llamado His1oria pa,ra leer e.l cris1iano
desde la niiiez hasta la veje:t, puesto que la
historia sagrada de la religion es p ara leerse
en todas las edades de la 11ida.
Saldr este cornpendrmt cuadernos de ttnos
die:;; pliegos, en oi:ciwo :r rstica; :r se ven-
der cada cu,dernd' dos reales c1t esta
. . Cin-
dad: Un precio tan moderado facib:tar lM
padres la compra de los <t~e necesiten sus lt.i-
jos para aprende/: .d leer en ellos, d fjan do el
ltimo regularmente. .en estado de sel"lJir para
unirle otro.r .r formar libro; y proporciona-
rd todos el medio de irse haciendo cr-n
cste compendio d ,~ coste insensible y casi in-
significante, pttdi,czdo formar de catla tres
cuadernos un libro de .tamao regular. En el
cuaderno que complete libro, se dard el ndice
de los pasajes, personas y cosas mas JWtltblcs.
No se puede j(jar el tiempo de sus pttblicacio-
lles porque pende de lct "ida, disposicion y sa-
lud del anciano que le escribe.

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( '1'111)

FE DE ERRATAS.

'Fol. Lit~. Dice. Debe deci r.


. .. jusi icia
IUSLI CJa.
7 . .os. . . . o o vecic n tos
9 novec1em
Id. nove cien tos na- ocho cien tos .no-
vent a y cinc o. , vent a y CJDC~
Id. 33 e' . . . . . . . . . . . . .
13 32 trci n te. ... ... . . trein tll
J5 26 Azarat. ... ... . . Arar at
23 4 llom arse. . . . . . . llam a no
5g 5 infic cion . . . . . . . infeccio n
6g I pusa linim idad pusi lanim idad
85 3r ento nces.. ... ento nces;
92 3r hom bres . . . . . . hom bros
!1o6 d7 vage aron... ... vagu eo ron
Id. 8 mur mur a .. .. mur mur ara'
.. .

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Ptg. '
~~~~--""-&~~~0 ~~~~-~---o-

HISTORIA
PARA LEER EL CRJSTfAKO

DESDE I JA NI EZ HASTA LA VE JEZ.

'o -)4
\:;;,1,. ..: .
D os uno y trin o , infinitam ente bue no y sbi o;...:z,
inm enso , omn ipot ente , eter no, cri6 , cuun do fue .__
(

ty
~-

su volu ntad , el mun do y c uau to e n l se con tie-


ne. Le cri en seis das . En el prim ero cri el
cielo , la ti.en~, las ugu as, el fu ego y la luz. En
el segu ndo CJi el li,m ame nto, y di vid i las
agu as que c~taban bsj, del firm ame nto <le las
agu as que es taba n .obr e l. En ct tercero reun i
las agu as que esta ban bajo del firm ame nto, y
apar eci el lid o que cub ra n; y al slido ll am
tier ra, y las reu 11iones de las og uas nwre.dl izo
tam bien qu e la ti erra prod ujes e en este da pl an-
tas y bo le. E1t rl crtarfo c ri el sol, la luna 1
las eslle!la s, para ! ]Lt e sciinlasen l<>s Jins y las
noc hes, las esta ciones y los a iios. En el uin to
hizo que las agu as prod ujes e n peces y aves. En
el sext o man d la t icna e u e prod ujese las bes-
tias y los rept iles , vivi ente s que arr:t<tran so-
bre la tier ra; y con esto fuer on acabado> los cie-
los y la tietr a , y todo su odo rno. Ta l es en com -<
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pcndi o la sencilla rclaci on que nos lHI~C la Sa-
grada Escri tura de 1~ creacion delm unilo . Pero
en su sencillc~ qu porte ntos no encie rra ! Hga -
se el cielo , dijo, y el ciclo fue hecho ; h6gase la
la tiera , y In tierra fue hecha ; h:gase el sol, la
luna , las csucl las... y el sol, la luna, las estre -
llas... fueron hecha s; h;)gaose todas las cosas , y
todas las co>as fcero n hechas. O poder omoi po-
tnte ! Con un hgase lo l1ace todo. Con un hga-
se cia esw enorm e mnsa de tiena e u e pisamos,
esos asom broso s globo s que ''olt can sobre nues-
tras cabez as, y esa inmen sa b"cd a de los ciclos
que nos rodea por todas partes. Obra s cstup co-
<lns cuc asom bran < todos los sbio s, y e u e de-
ben llama r 1~ ntcncion y llena r de admir acion
todos los hombres! Y para quin hizo Dios esas
estup endas obras ? Esto os aun mas estup endo.
Las hizo para el hon1brc.
Crcacion del Hombre. En efecto., luego que
Dios hubo criad o el uni,c rso, dicien do luigase,
y habla ndo como uno en esenc ia, habl como
trino en perso nas, y dijo: Hagamos al homb re
nuest ra imgc n y seme janza , y cri al homb re
su imge n y semejanza. F orm del barro un
cuerp o de carne , el mus pro(ligioso de todos los
Cllcpos poo su ognnizucin, el mas hermoso por
u scm b!.1111C, y, e l mas noble poo su postu ra J'CC-
la y dispu esta para mirar al ciclo, su patria eter-
n:., difcrcnci:o de la de los animales que mira
l1~ cia la tienn . Cri de la nada un alma sin scme-
j~nte en el mund o,y solo se meja nte ; Dios, como
los ;i ugeles. Uni ele un modo inefab le este cue-
po y alma y <ucd hecho el homb re. Para este

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homb re, pues , para este ngel hum~ no, para co-
locat esta im~"cn de su divin idad, cri cluni "cr-
so esa multit~d de vivien tes, que deba n obcde -
cet~lc co mo su s~bet ano, y esa multi tud de seres
que debia n contr ibuir Sll felicid~d. 1\Jas no p.u
aqu la li bendi dacl del Seiior. Al mism o ti tm oo
qu e le forma hu, infun ditt en su ~lma la grac ia
sa ntilica ote, la adotuab.J con las VIrtu des) oncs
del Espr itu Santo , y le dcclar~ba con dtt echo,
dcspues de .h aber rein ado tempo almc nt c en la
tict't'a rciua r etern amen te en el cielo. T'"' "C-
b
u croso , para no decir prdi go, anduv o Dios .:on
el homb re en su creac ion.
Halia plant ado el Sciior un paras o de deli-
cias, y en l todo gner o de t aholcs heaan o,os
la vista, y que llevab an frutas d~licadas y s ua ,es
para el gusto . Tam bieo babia plama do en medio
de este paraso el rbol de la vida, y el rbol de
la ricnci a del bien y del ma l. E u este ddic ioso
jardn coloc Dios Atlan , al homb re que Acaba
de forma r , paaa que se recrea se en eultiv ade, se
alime ntase con sus fnttos y fu ese all tan fcli1.
cuant o podiu ocrlo sobac la tierra , hasta e o e le
plu g uiese trnslad~rlc a l c ielo ; pero quiso proba t
antes su fideli dad, y darle la gloria ttulo de
Ul(:rito; quiso proba t' y prem ia r su obedicnci:t.
P:tm esto le puso ut t prece pto. De lodo (lrho l del
ptuui ;o come rs, h: dijo, pero del rbol de la
ciencia del bien y d el mal no come rs; porcne
j!n cualq uier di;I tille comie res de l, it rcmis i-
hl cmen te moairs. El Seiior su merg i desptacs
Adan en un wofu ndo sue 'o , y mient ras cuc dor-
m a, tom una de sus costil las, y ponie ndo ('arnc

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en su luga r, form de ella una mug cr. Vuel to
Atlnn de su mis terio so sue o, se la prese nt el
Scito t, y al ''erla , dijo: Esta e~ hues o de mis
hues os, y carn e de mi carne. Esta se llam ar
'1/arona, porq ue rle varo n Ira sitlo toma da. El
mism o Adan la llam rlcspues Eva, porq ue haba
de ser la primea madr e de todo~ los homb res:
Eva, pues , fu form ada no ue barr o, co mo Adan ,
sino de la ca rne de ste, ni fuera del pntaiso,
sino en l; y asi decim os en la salve : los des ter-
Nulos, Mjos de E m y no de Ada u; porq ue el
pas na tivo d e Adan fu e l Cam po Dam ascen o, y
el pataiso lo fu t\nic amen te de Eva. Esta recib i
en su crenc ion las mism as grac ias, done s, virtu -
d es y pr ivilegios C(lle el homb re de quien fu
form ada, y tamb icn el. mism o mand am iento de
no come r del r bol pi'Obihido. Con la creac ion de
Ev: conc luy el Seo r la del uni,ctso en el dia
sexto , y desca ns en el stim o; esto es, ces , por
que en Dios no hay ni pued e habe r ca nsanc io.
Esta do de la fnocencio. Estab an desn udos
Arlon y Evn, advi erte aqu el histo riado r sagr a-
do, y ~lo se averg onza ban. Esto eaa el'ecto de la
ju,aic ia oaiinal en que habia n sido ctiad os, y de
Ja inoce ncia en que se halla ban. E stado felicsimo
qu~ so lo e llos poclian pintn r con acier to, pero
no sns inl'cli ces dcsce odicn tc5 qu e peacli mos por
el f>"Cado lns ideas exact as del pudo r y la ino-
cenc ia. i\tl,n y Ev:~ ~ran enton ces como clos o-
;r lt~, dice Su o JuAn Cais stou\0. Ten ion cuerp os,
(WI'f romo sino los tuvic rall. Su alma estab a obe-
dionte en torio Dios , y dulce ment e ocup ada en
nma. le. Su cuer po e~ taba suje to stt alma , y se-

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gu ia sin la menor resi stencia sus impresiones.
Los ~pet itos obetlecian < la razon, y )a carne e1:a
una Gd compaliera del espritu, d6cil siempre
sus insinuaciones. El entendim iento estaba lleno
de luz, conoca toda la naturaleza, y se recreaba
en con templarla y adorar al a utor de tantas ma-
ra villas. La voluntad lo estaba de rec titud y bon-
dad. Era seliora <.le todos sus movimientos , y go-
zaba de un reposo siem pre igoal, trancuilo y
dulce. Para colmo de su Jicba sabiao, cue la fc 7
li cid ad que ellos poseian , pasaria toda entera ;i
sns descendientes, porcne no la posean solamen-
te como personas particulares, sino tambie n como
padres de todo el gnero humano. Tal era el es-
tado en que fueron cri<~ dos nuestros primeros
pndres y que se ha llamado astado d a la inocen-
cia, .Y de la jtuticia Ol"iginal.
Estado da la Culptt. Pero Adan y Eva deso-
bedecieron Dios, comiendo la fruta del rbol
prohibido; cometieron un de lito. Y quin poc!.
inH1giuar el estado lastimoso{, que les redujo este
delito! Por l pel"Ciierou la amistad de Dios, ll\
justici;t original, la inocencia, las ' 'irtudcs, los
doues del Espitu Santo, todas las gr~cias que
hahi3n ccihido del ciclo. En el mo111en to C)llC
ellos dcsoheclcc;ietou ;i Dios, todo se rebel contra
ello~ . El e uepo dc:;conoci el dominio del alma,
la car ne se rcbel6 contra el espritu, las pasioue~
se Jtnotinaron contta la razon, los apetitos se ue-
garon ohedecct < la voluntad: en suma, e(
l1ombre inferior y caroai se rehcl6 contra el hom~
bte superior )' espiritual, y desde entonces prin-
cipi esta locha interior de que tanto se lamen-:

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t~ha San Pablo , y roc todos por >1tlCStrn desgr a-
cia csper iment amos rlcmasiadHmcnte. l'ero aun
no tcnian fin aqu i sns dcsgrar i~ s. Veian qnc no
solam ente ellos b!lbiJn perdido la feli cidad en
que hnbian sido criAdos, sino qnc en ellos la ha-
loian penlitlo tambicn todos 5t1S descendientes.
Sabia n que~~~ pecado con todas sus fatales conse-
cuenc ias habin de pasar toda s u poste ridad , por
' c1ue no era solam ente un pPcntlo perso nal, sino
1
tarnbicn un pecado ca pital. Ellos habian pecado,
r o solo como personas particulates, sino tambien
como padres del gner o huma no. Ellos en fin co-
noci:~ o que unos padres tleshccdados no podian
trasm itir sus hijos In herencia que ellos habian
Jletdido; y si fu grnnrlc su go1.o al sabet que su
felicidad pasaria toda sn poste ridad , ;wn fu
n1ayor su desconsuelo al ver que con su delitc
la habian privado de ella. Sobre lodo esto el
Seo r ft>lmin contr a Pilos sentencias tcrrih les
l es conde n cnJti,nr un~ tierra ingra ta que le:
fii'Odu ci ria camb rones .v espin as rnas que alirnen
tos; ad<luirir el pan de su suste nto con el sndo t
tic su ro>tr o; tener s us hijos en penalirlndcs :
dolores de las maclres y en cniclados y dPs,elo:
de los padte s; < sul'tit todo gc!nero de enfer me
<l ades y ltirn amen to la mu er te; y dcspncs d
pronu ncia contr a cli<IS estas tcrribles sentcnci:u
cubri sn desnu dez con pieles de be~tias y lo
arroj del paraiso. Tan lastimnso fu el estad
CJl qne vncron para r nuest ros pri mero s padrf
des pues de su delito y por su delito !
Sin embar::o, el Seo r, coya misericordia n
reconoee limite s, dej cntre l'er que aun podria
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...
salva rse los homb res por la mecliacion ele (,n
hom bre Dios , y estos pimeros pecad ores del
mun do, anim ados de esta vislu mbre de cspcr ana ,
y penetrado: del mas profu ndo arrep entim iento ,
volvieron sus llorosos ojos al c ielo, ol'rccicroro ;.
Dios su dolo r y sus copiosas lgr imas , irnploa-
ron sus mise ricor dias, y al fin cons iguie ron vol-
ver su g racia y amis tad, aunq ue no al estad o
de la just icia origi na l que habi1n ped itlo; mas
esto les impottaba poco en compaacion de la
pdida de la graci a y ami~tad del Seiio r, y se
tuvieon por muy dicho sos de habe r cons eguid o
la econcil iacion con su Criclot'. Se some tiero n
resignados < sns ador ables decre tos; se conf or-
maro n con sus clc;gatias y casti gos, y se enu e-
g~ro n al traba jo y al al'an para m a ntene rse con
el sudo r de su rostr o.
lilas como de sn desce nden cia babia de nace r
el Rede ntor de su peca do, pesat del estad o do-
loroso y extre mam ente a fli ctil'o en que se halla -
ban, arroj ados del para iso, les f u preci so pens ar
en tener su ces ion, y tuvi eron Lijos Lijas. El
p 1'imer o fu Ca in, y se ent reg labra r la tierra .
El segm vlo Abe! , y se ocup e n upace nt ar los
ganados. Cain )' Ahcl ofrec ieron al Seiio r sacri fi-
cios en reconoci micn1o de su supr emo domi nio
como esr ~ban obligndos. Ca n ofreci prcse n1es al
Sciio r de los fruto s de la tierr a, y Abel de los
lll'imognitos de sus :-anados y de la3 gros uras
de ellos ; y el Seior nw Abel y sus prese ntes;
pero Can y sus presen tes no mir. Cain se en-
f,.'reci al ''Cre sta prefe renci a, y como la envi -
dia no entie nde de iust icia. ctuiso mas ''cnga se.

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S
en su inocente hermano que confesar la r uind ad
de su sacrificio que era la causa de esta di l"cren-
~ia. Vamos al campo, dijo Can sn hermano,
con un semblante tan disimulado como traidor.
Vamos al campo, y salieton al campo; mas
cuando ya le vi distante de la casa de sus padres
:~e arroj sob re l y le mat.
La tierra recibi entonces por primera vez la
sangre humana, derramada por un fraticida, y
no pudie ndo sostener tonta maldad, clam al cielo
por venganza. Dios oy este clamor, y manifes-
1 tndose Caio, le reconvino de un modo terri-
ble. Qu has hecho? le dijo. La voz de la sangre
de tu hermano clama mi desde la tierra. Maldi-
to, pues, sers sobre la tiel'la <ue recibi la san-
gre de t u hermano, y prfugo andars sobre ella.
Des pues de esta ma!dicion de Dios, Can trmulo
y agit ado de erneles remordimientos, hny de
llua tierra qu~ le daba en cara continuameh te
con su a troz delito, dejaudo :i sus de>;raciados
pa<hes traspasados de dolor y anegados en un
lnar de lgrirn ~s. Ca in vivi en la tierra oriental
de Eden como uo criminal que tema cada
paso la_muerte; pero el Sciior' que, pesar de S Ll
enorme crimen, no quera condenarle sino pe-
nas temporales, l e <'onccdi muchos aiios de vida .
para que se arrepin tiese y evitase las penas eter-
nas; mas Ca in fu un obstinado y cont inu su
reprobacion . Cuando huy de sus padres estaba
ya casado con una hermana, ( pues no babia otra
muger menos po.rienta eu el mundo) arrastr
cons igo su i ol'cliz hermaoa y esposa, y vino
11er cabeza de una descendencia perversa, que

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form basta el tiempo del diluvio la raza de los
mal ""dos. .
DeMlc la muer te del inocente A!;cl y la fuga
de su del incuellle hcrm aoo, AJ.. u y E"a plluetra-
(los del mas profund o sen timi ento al I CI' en esta
mu et tc att'o?. la corru pciou y fiereza que su peca-
do habia introd ucitl o en el coraw n hunwno , solo
pensaron en llorar sus desgr acias y cu implo rar
p~ra si y sus descendientes las misericordias del
cielo: pero Dios que1ia tener adoradores fieles en
la ticrm , y uabie11do muer to Abel sirt hijos y
pcr,etdose Caio y su descenden cia, era preciso
que descendiesen de Adau esto3 fieles adoradores .
En efecto , la edad de ciento treint a aiios tuvo
Adao un tercet' hijo, quien su mad re E1a llam
Selh, diciendo: Dios me ha dado otro hijo en lu-
gar de Abel; y no se eogaii en su esperanza,
porfu e Seth imit admirablem ent e la inocencia y
picd:1d de Abel.
A dan, dcspues que tuvo Scth , tu vo hijos
hijas, y muri de novecicutcs treint a aiio~. Setlt
tu vo :i Enos los ciento y cinco aos , y dcs pues
hijos bijas , y muri de no,ccicotos doce aos.
E nos tuvo I Caiuan los noven ta aos, y des-
pues hijos hijas , y muri de novcc ienio s) cinco
aos. Cain rm tuvo ; ~la l alccl los setenta uos,
Y. dcspucs hijos hij;1s, y umri de no,ec irntos
dr cz ai'ios. Malal eel tuvo < Jarcd t los sesen ta y
cinco aiios, y dcspu c, hijos hijas, y muri tfe
novecientos noventa y cinco aos. Jarerl tuvo
Honod~ los ciento sesen ta y dos aii oR , y des-
pues lnj?s hijas, y muai de novecientos sesen -
ta y dos :~os. Henoc!t tu1o Matusalcn t los se-

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JO
senta y cinco aos, y des pues hijos hijas , y
los trescientos sese nta y cinco desapa reci po1
q ue le llev Dios. Se cree <u e ,,,,e, y que es t
r eservado para predicar el Evang<'lio al {in del
tn nndo . lffn.tu salcn tuvo ;1 Lamct h : los ciento y
oche nt a y siete nios, y despucs hijos l ijns , y
llluli de novecientos sesenta y nucc aos; este
f u el homb re que ma~ ha ~iido en el mu1ulo;
m uri pocos das antes del di luvio . f.anu tft los
cient o oc henr n y dos aios tuvo un hi.io, al que
llam No, diciendo : este nos cons<lar conser-
var; porcue, en efecto , No fu el <')llC con~crv
el gnco huma no para <'JliC no acahnse en el di-
lu vio. Dcspu es tuvo La me ti\ hijos hijas . y mil -
ri de setecientos setenta y sitte aos. No, sicn-
tlo de c1nini cntos aos, l\li'O Sem, Cham , J.1phet.
1\esu lta, pues, que fueron solo dic1. los Patria r-
c:as <')U C hu bo en el tliscuso de mi l seiscient os
cincuenta y seis aiios <'JUC mcrliaron desde la crea-
cion del mund o hasta el diluvio en la rama de
Seth, inclusos Adan y No.
Asom hra cier tamente la nn1ltit ucl de aiios cpre
vivin los homh res anles del di luv io comp anda
con la brevedad de los que vivimos nosotros:
pero los motivos de esta enor me clirerencia uos
~on incier tos, por<')ue no los di ce n los libros s~ n
t os. Sin emba rgo . los intrpretes de la Sagrada
E>criiUra alega n varios y principalmente los tres
siguientes : , 0 La poblacion. del ttlliverso. Todo '
el gc:ncr o huma no hahia de tra er su orige n y
clesccncler de un solo homb re. El muud o estab a
dispuesto para ser habitado desde su creacion , y
como espetando su poblacion; y nada era ll1ai

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1T
ase qu e los vi -
ap rop 6s ito pa ra qu e esta se ' 'erillc
ho mb res , tan to
da s la r:;~s. Cu an to ma s viian los
111 a' se mu lti pli ca ba n; y
como la multiplic<cion .
n ge om t,ica,
de desce nd e ncia s cro ce en pr op or cio
nd o co n oc ho
se hacia ca si inn um era ble co nta 0
2. Lo.
en ca da ind ivi du o.
nu eve ~iglos de vid a l di lu vio er a
sanirlatl de l globo. La tie rra an tes de
co mo ha ba sa-
vr g-c n , po r de cir lo a si. Se ha lla ba
od uc a los fru -
lid o de las ma no s de l Cr iad or y pr
asi de sp uc s
tos puos y sin mezclas. No su ce di
an tos a pr eci -
de l dil uv io. Aquella inu nd ac ioo esp
al les y fo r-
pit gr an pa rte de los mo nte s en los
mo nte s. To da
m en los valles gr an pa rte de los
as su s su sta n-
la tie rra se co nf un di , y me zc lad
co mo an tes de l
cia s, ya no pro du jo fru tos pu ro s,
ir mu cho pa ra
diluio. Es ta mezcla clebi co ntr ibu
la. Atlemas se
alt era r la sa lud y ab rev iar la it
co m a ca rn e ni
cree qu e an tes de l dil uv io no se
ali me nto s fru -
se be ba vin o, y solo se us ab an los
na y de bia n se r
ga les , qu e pro du cin un~ tie rra sa
sab em os <ue se
mu y sanos. 3. La. Tradicion. No
0

na da nos di -
esc rib iese an tes de l dil uv io, po rq ue
s, la mo ral , el
cen los lib ro s snntos. Lo s mi ste rio
ion y de la rc -
cu lto... toda la his tor ia de la erc ac otr os po r el

lig ion pasaba de un os bom br cs
s fn se a bn n
?o nd uc to de la tra dic ion . Lo s pact.e
s hijos lo qu e
un pr im ian en la me mo ria de su
de s us pn<lre ~;
ellos t.a hia n ap ren did o y rec ibi do
no ti cias de
y la tra dic ion era la qu e llevaba las
gen~rarion cu ge nc rac ion po
r el ca na l de la me -
ra esta tra di -
n:'ona. Na cln era ma s ap rop s ito pa
pntlres con su s
c.on qu e viv ir mu ch o ti em po los
ed ad es qu e \'e -
h 'JOS, y esto se co os cg nia con las

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12
mo s ant es del dilu vio . Adan lleg viv ir con l\fa
-
tus ale n, su sex to nie to, dos cien tos cua ten ta y dos
ao s, y tuv o sob rad o tiem po par a com uni car
le
tod o lo que bab ia pas ado , tan to en el p~raiso,
com o fue ra tle l, has ta su tic m po. Ma tusa lcn vi-
vi seiseieutos aiios con su nie to No , y nov ent
a
y ocho con su biz nie to Sem . As que pnra lleg a r
las not icia s de Adan Sem , que vivi a o tes
y
des puc ; del dilu vio , solo se nec ct la int crp osi
-
cion de una pesona que fue l.\Iatusa len . Est os son
los motivos prin cip ales que se al<'gan, y par ece
n
b ien func.f,d os, pam que fuesen tao larg as las
eda des ant es del dilu vio .
Este se ver ific en la vid a de No y sm ttes
l1ijos Sem , Cha m y Jap bet , y la cau sa que
le
mo tiv fu !.1 cot-rnpcion de cos tum bre s. El ::-
ncr o htlmrono se div idi deodc el prin cip io eu dos
fam ilia s, IJUe vinic.ron for ma r dos gra nde s na-
cio nes , g aa nclemente dist inta s en cos tum bre
s.
Los des cen die nte s de Sct h. los que llam a laS
a-
gr::d~ Esc ritu ra hijos de Difls, for ma ron
un: na-
cion de jus lM ; y los de Co in, los qne llom
a
ljn de los kom(wes, otr a de pec ado res. Mu cho s
siglo:> sigu icro u sep ara dos esto s dos pu ebl os, per
o
al fin vin iero n uni rse con lazos mat rint oti :dcs
,
y esta uni on f,ltal cau s la pcr dic ion drl g~11cro
lJUmano. Vi end o los hijos de Dios, dic e el sag r:al
o
tex to, las hijas de los hom bre s, que era n her
-
mosas , se esc ogi ero n mu ge res d e enu e ella s,
he a<ui y.. su ruin a. Cua ndo una nac ion ju~ta
y
y
piadosa se mezcla con otra imp a y coarompid
a,
la jus ta se per vie rte y la imp a no se convio:rte.
Las ti mosa , per o ins epa rab le con sec uen cia tle to-

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13
lerantismo, dice San Cirilo! Desde que principia
ron estos enlaces funestos, pr incipi tambieo la
)erversion de la descendencia sa nta, y habindolos
continuado, la perversion se consu m, y el mundo
no fu ya otra cosa que una masa de criminales.
Viendo Dios que era extremada la malicia de
los hombres, y que todos los pensamien tos ele su
corazon esta bao em pcado s en el mal, borrnr,
dijo , de sobre la tier ra al hombre rue cr i. l\1e
pesa de haberle hecho. Aunque en Dios no cabe
pcsat, qu iso dar co nocer con esta expresion el
ex tremo de m<~ldad que haba ll egado el gnero
lwmano. No obstante, en medio de es ta corrup-
cion gene ral fu hallado justo No. Haba uaciuo
este justo el alo de mil cincuen ta y seis de la
crcacion del mundo; estaba solteto, y tenia ya
cerca de qu iuien tos aos. Acaso no se babia casa-
!lo temiendo aumentar con su familia el m'r mero
de los perversos : pero i ns11uido de que l y sus
h ijos habian de volver ::1 poblar el mundo dcspues
de un dihnio un ersal, que iba anegarle, se
cas, y n> tuvo mas e u e los t res h ijos Se m, Cbam
y Japhet.
Y como vi Dios que la tierra estaba corrom-
pida, porque toda carne habia corrompido 'su ca-
mino sobre la tierra, dijo No : lleg<Hlo es de-
lante de m el fin de todo carne: la tiena est
llena de la in iquidad ele los hombres, y Yo los
dcstm ir con la tiena . Hazte una arca de made-
ras 'labradas, y la embetunars por dentro y
fuera . La hars de t rescieotos codos de br_:a, c in-
cuenta de ancha y treinte de altt . (Cada ~odo co-
mun es media vara). Hars tres pisos e n el! a y

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4
l os di,id irs en aparta dos. Yo envia r un diluv io
d e aguas sobre la tiCI'I'a para (juCdestru ya todo
lo (]UC tiene vida bajo del cielo. Enton ces cmra rs
en el arca tt, tu muger y tus tres hijos con sus
.m ugcre s, (porq ue ya se habia n casad o pero aun
no tenan fumil ia ). Tamb ien meter s en ella de
cada clase de anima les un par, mach o y hemb ra,
para que 5C conse rve su espec ie, y adem as ali-
'IDenlos p~ra que OS SUStcntcis tll y tu famil ia 1 y
tambi en los anima les. No hizo Jo que Dios le
lMnd aba; y estan do ya concl uida el arca y pro-
vista de alime ntos, cuand o solo faltab an siete
dios pa ra come nza r el di! u vio, dijo e l Seiior
No: entra t y toda tu fam ilia en el arca. Mete
tambi en en ella de cada espec ie c.le anill)nles un
par, macb o y hemb ra, pero de los anima les lim-
pios, (]u e se me ofrec en en sacrif icio, meter s siete.
L os tres apare ados , y el restan te sin comp aero .
Todo se egecu t en los siete dias segun la tuden de
D ios, cuyo poder irresi stible hizo venir la puer-
ta del arca de todas las espec ies de anima les, y
No los meti en ella. Lueg o qu e estuv ieron en el
arca las ocho perso nas, de las que ba bia de nace
u n nuevo mund o, y el nme ro de anima les que
l1abia n de conse rva r la s espec ies, y sevir para
los sacrificios 1 cer el Sciior por ruera la puert a
1ara que no cu1raseo las aguas .
. El ao de mil seisci entos cincu enta y seis de
]a creac ion del mund o, el seisci entos de la ''ida
d e No , y el dos mil tresci entos cuare n ta y
cuotr o antes del naci mien to de Jesuc risto; el dia
d ie>. y siete del mes scgu ndo se rompici'Oil todas
las fuentc 3 del g rande abism o, dice la Sagra da

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r5
Escr itur:t , y se abrie ron las catar atas del ciclo.
Los rnar~s salta ron sus hnrreras y se ex tendieron
coo una rapide:r. espan tosa sobre la tiena. Las
nube s se abrie ron, y estuv ieron ' 'crtic ndo tor-
rente s de agua cuar enta dias y cua renta noch es
sin cesa r. Las agua s inun uaro n lu ego todos los
valle s, y creci enuo cooti nua y espan tosam ente cu-
brier on hasta lr.s mas altos mont es que hay bajo
del cielo , y se eleva ron quin ce codo s sobre ello~.
Los hom bres, las bestia s, las aves , todo cua nto
respi raba en la tierra y en el aire fu aneg ado y
pereci. Sola ment e se sa lvaro r1 los que estab an en-
cerra dos en el arca. Esta mcmorable nave se ha-
ba ido eleva ndo sobre las agua s al paso que ellas
subia n, y oave gaba tranq uila sobr e un mar que
en su futo r se !rabia tm gado el mund o.
De~pues de los cuar enta dias y cuare nta no-
ches de iuun dai' on, se ce rr;no n las fuent es del
abism o y las catar atas del cielo. Lns agua s deja -
ron de eleva rse, pero perm anec ieron cient o y c in-
cuen ta dias cubr iend o la tierra sin bajar n i dis-
minu irse. Al cabo de este tiem po, Dios envi un
fnert c vient o, y ias agua s, yend o y volvi endo , co-
lllenz aron baj~r. El dia vcntisiete del mes spti -
mo el arca dej de n;we gar y enca ll repos
11obrc el mont e Azatat en la Armnia. Cont inua -
ron mov indose las agua s y dism inuy ndo se lra5ta
el r~1es (lci mo, y el dia prim ero de este mes apa-
recreron las Cultlbres de los montes. Cuar enta das
despues abri l'\o una venta na <ue habia hecho
en la cubie rta tcclro del Hca y solt un cue r vo
que (ceba do regu larm ente en los cuer pos mue r-
tos) no volvi. Envi dcsp ues una palom a para

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1
JG
''Cr si se haban retirado las aguas, y no hallan-
do donde hacer pie, se volvi al arca. E sper No
otros siete das, y volvi enviar la palomu, la
cual vino por la tarde trayendo en el pico un ra-
mo de olivo con hojs verdes. Conoci 1\u c11
esto que haban cesado las agua s. No obstante,
cspe otros siete dias, y Cll\' i tercera vez la pa-
loma, la cua l no vo lvi ya mas al arca.
E l ao seiscientos uno de la vida de No6, el
primer clia del primer mes las aguas se haban rc-
1ir:lllo enteramente , y abriendo No la cubie1ta
del arca, vi que la tiera esta ha sin agua, pero
l odosa y cenagosa. Pasaron aun cincuenta y siete
das , y ya entonces la tierra se hall llrme, enju-
1a , y en sazon para el cu ltivo. Un ao y diez dins
l~aiJia que No, su fimilia, y una multitud de
animales estaba n enceados en aquella prmli g io-
sa na ve, que les haba sa lvado de un dilui'O que
haba anegado el mundo, c uando habl Dios
No diciendo: sal d el arca t( y tu mt ge r , tus
l1ijos y las mugeres de tus hijos contigo. Saca
1ambicn todos los animales. Estendeos sobre la
1ierra, multiplicaos y llenad la otra YCZ de vivicn-
1es. Sali, pues, No y sn familia del aca, y sa-
lieron tambien todos los animales que haba en
el la. Apen~s el santo Pntriarca volvi lijur sus
p lantas sobre ocuclla ticna que hahia contem-
p lado con asombro sumergida en un dilu vio,
cuando lleno ele f, de piedad y del ma s profun -
do reconocimie nto &\t bienhechor soberano, cri-
ri un altar y le ofreci en sacrificio los a u ima-
lcs limpios que bnbin metido en el arca sin com-
paeros. El Seot recibi este saGJ'iicio en olor

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7
- suav1'el a d y d..Jo: no vo1vere' a' ma lle ecu"
de 1a tier-
.'
ra por causa <le los hombres, porque los senri-
mienlos del corazon humano esln propensos al
mal desde su ju,'entud. Mientras durare el mun-
do, la sementera y la siega, el foio y el calor, el
verano y el inv ierno, la noche y el dia se suce-
dern y no cesarn. Despues de estas poomcsas de
tanto con;uclo pa1a los que h<tbian presen c>lllo
los eslragos del diluvio, les bendijo Dios dicien-
do: creced y multiplicaos y llenad 'la rienn.
Torre de JJahel. ( 1) Es la bendicion do> Dios
atr ajo tal fecoodidad sobre los nuevos pobbclc" es
del mundo, qoe apenas habrian lrascurrido ci en
ai'os despues del diluvio, cuando la tico'!'a de Se-
naat' que habiraban, no poda ya sostcucr s us nu-
merosas fami l ias. Trataron , pues, de separat se,
pero antes entr aron eo el mas' soberbio y desati-
nado proyecto. Venid, 5e dijeron los unos loll
otros. Edifiquemos una ciudad y una rone, cuya
cumbre ~oq ue en el ciclo, y hag<Huo; clebre nues-
tro nombre antes que nos divi;nnos por todas .las
tierras. Ell efecto, ellos emprendieron su obra y la
&iguieron con tall tO empeo, que si bemo$ de dar
crdito los viageros que han procurado ver y
examinar este monnmeoto de) ;~ soberbia humana,
aun se encuentra, des pues de mas de cuarcnta si
g los, en la tierra de Se naar nna mole enorme, ma&
parecida una montaiia que un,\1 torre; pero que
---------------------------
( ) Des pues do impreso d pl'imrr plirgo, se ha juz-
g;u]Q COUVl'lliCJllC pOilt' 1' algo nos C' pigra ft~S f'U IJ~sla ni j IJ:
para retener mejor ru la memoda: los pincil1ales >a sa. ..
g~ de la hi~loria y descans>r rn su lut:hll'a.
!1

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18
exam inad a con aten con , y sabi endo disti ngui r
1as ruina s de lo que resta del edili cio, se v que
efect ivam ente es una torre de form a cuad rada y
fabri cada de ladri llo, caa y betu u, que, mez -
clado s, form an una arga masa suma ment e dura .
Su eleva con es todav a de cuar enta y tres varas
y el circu ito de mas de tres mil y tresc ienta s. No
se sabe cuan to hicie ron de la ciud ad, ni que
altur a lleg la torre , pero si qne lleva ban ya em-
plead os como unos trein ta aos en su obra y que
segu an con empe iio su necio proy ecto, cuan do
e l Seo r hizo paar de repcn te esta loca empr esa,
conf undi endo su lengu aje. Todo s los homb res ha-
blab an enton ces el de Adan y Eva; y Dios hizo
cu e en este mom ento olvid asen esta lengu a pri-
lnitiv a y habla sen otras nuev as. Asi los homb res
se halla ron de impr oviso en una confusion espa n-
tosa , porq ue habla ba n y no se enten d an; y poP
esto se tl la ciuda d el nomb re de Babi lonia , y
la torre el de Babel que signi fica confusion. De
este modo casti g Dios la soberbia de los hom -
bres y les oblig al mism o tiemp o sepa rarse
muc ho antes de lo <u c ellos haba n pens ado.
Eran seten ta las ca bezas de las fami lias y se di-
vidie ron en otros tanto s pueb los que exte ndi n-
dose por todas partes volvi eron pobl ar el uni-
ve rso.
P or desg racia los delit os babia n vuelt o
manc har una tierra purif icad a por la divin a jus-
ti cia con las agua s de un diluv io, y se habia o
mult iplic ndo con los homb res. Cham , segu ndo
hijo de No, fu quien di el prim er egem plo,
bud ouus e de su ancia no padr e. Los hombes

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rg
fueron ya viciosos antes de la dsperson, pero lo
fueron mucbo mas des pues de ella. El conoc-
miento del ''erdadero Dios se borraba cada da;
la idolatra se propagaba la stimosamen te, y la
corrupcion lleg ser general. No aun viva e11
este tiempo y tuvo el amargo sentimien to de \er
extendida entre sus descendien tes aquella mi>~na
corupcion que babia visto con do lor apodc1 a da
de todos los hombres antes del diluvio. E, te ~c
gundo Adan, escogido por Dios para cooscnar la
especie humana, mari los novecientos y cin-
cuenta aos de su edad, habiendo vivido seiscien-
tos antes del diluvio, uno en el diluvio y tres-
cientos cuarenta y nueve dcspues de l. Su lar"a
vida estuvo toda entera consagrada Dios, y N~c
fu un justo de nueve siglos y medio.
Abrn. Cnando Dios abnndonaba los hom-
bres la corl'tlpciot de su cornzo n, se reservaba
uno para que fuese el pad1e y la cabeza de una
nacion escogida y destin.tda conservar el verda-
deo culto y dar al mundo el Salvador de los
hombres. Este justo era Abrn, hijo de Tares y
undcimo descendiente de No po la lnea de su.
primognito Sem. Haba nacido en la Mesopo ra -
Jnia, e11 la ci udad de Ur de los Cal deos, el ao de
dos mil y ocho de la creacion del mundo, el tres-
cientos ci ncuenta y uuo despues del diluvio, dos
aos tlespues de la muerte de l\'o, y ciento cin-
cuenta notes de la muerte de Sem. Cas con Sa-
ai, parienta muy cerch na, y muger muy llcrmo-
sa, pero estril. Ya babia pas~do Almn de los >C-
teota aos de so edad, cuando el Seior de la a lo
ria, como dice San ~,tvban , se le apareci o; La

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20
Meso potam ia y le dijo: Sal de tu tierra y de tu
pare ntela y de la casa d e tu padre , y v la tierr a
que te most rar. Abrn obedeci al mom ento. Al-
z su casa y sali de ella con su mng er, su fa mi-
lia y todo lo q1e posea sin saber dond e iba;
pero el Seo r no perm iti que su ciega obed ien-
cia diese pasos incie rtos y le most r luego la tier-
r a de Can a n para que se dirig iese ella. Esta
era cava lmcn te la tierr a que, desd e el princ ipio
del mun do, habit y culti v Adan , Seth , y los de-
mas Patri arcas husta No, que tamb ien la l1abit y
cu ltiv ant es del diluv io. Es te herm oso pas, que
pesa r de los extra gos del diluv io babia qued ado
el mas sano y mas frtil de toda la tierr a, era la
l eencia patri arcal que perte neca Sem , prim o-
g:nito de No : pero Can an, hijo de su h erma no
(.;ham , se la babia usur pado apod ernd ose de ella.
L a babia dado su nom bre y repar tido entre sus
once hijos , cuya s desce nden cias form aron las na-
cione s cana Msas. Abr n era el P atria rca quie n
D ios llam aba Yivir en la heren cia de 5U$ ilust res
a scend iente s.
Al cabo de mas de dos meses de jor nada s, en-
t r en ella, y habi ndos e tller nado hasta el valle
il ustre , se le apare ci el Seiior y le dijo: tu
posteridnd dnr esta tierra . Ahr n llen o de reco-
n ocim iento edific all un alta r y ofrec i Dios
sacrificios. Eo atenc ion esta prom esa del Seo r,
come nz llama rse desde enton ces la tierr a pro-
mot'ida de promision. Abrn vivi en ella como
un pere grino , y aunq ue, prote gido del Seo r,
lleg ser tao pod eroso , que venca los Reye s,
y estos proc urab an su alian za, jam s habit en
Biblioteca Nacional de Espaa
21
ciuda des sino en c.1mpamentos bajo de pabellone~;
porqu e no era l 1 sino sus descc uuien tes 1
quien es se prom eta la pose~ ion de esta ti erra.
Abrn fu muy fa,or ecido del cielo. El Seiior se
le apa1eci moch as "eces y le habl y trat con
tanta famil iarida d colllo se trata un amigo . Hi-
zo con l u na solen ne alian1.a que f u sellad a
con la circu ncisio n. Esta alianz a con~istia en
grand es prome sas de parte de Dios y eu grand es
obli~acioues de agrad ecimi ento y corre spond en-
cia de parte de Abt n y sus descendientes. Dios
por su parte prom eta dar Abrn una rlescc n-
denci a nume rosa, forma r de ella un puebl o pri-
' 'ilegia do, posesionlll'lc de aquel la tierra prom cti-
''da 1 comu nicar le y hacer le d eposi tario de sus ' '0-
lunta des, de sus profe cas y miste rios; en suma
hacer le el puebl o de prepa racion de la ,en ida de
su sants imo hijo, que nacer a, segun la carne ,
de una sants i ma ' 'rgcn , hija de este feliz puebl o;
y Abrn y sus desce ndien tes por la suya qued a-
han obliga dos concs pood er con sumo agrad e-
cimie nto y fidelidad estas m~;nficas prome sas
y amar Qios y servir le con una constan ci:l.
Jnaltetable.
El Seor rumi el nomb re de Abl"tIL padre
excelso 1 en el de Ar(l /um pad tc de unn m u hit ud
excels a; porqu e lo seda de una nacio n excel sa; y
el de Sarai Seor a mia, en el de Sata Pt in-
cesa, porqu e P rncip es y Reyes tendr n en su des-
cende ncia; y eles pues de haber proba do su f 1
au confianza eo las divin as prome sas con una pro-
longa da calctilidad , les concedi un hijo, cuand o
ya Abrah an tenia cien aos y Sara noven ta. Este

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::12
hijo fu Isac fruto de una fecundidad milagrosa.
Ahr ohao lrdsportado de gozo al ver en sus bra1.os
este hijo de las promesas de Dios, le llam Isaac
que quiere decir risa. nlegria, placer; porque fu
inexplicable el que tuvieton estos venerables au-
cianos al ver que les lt ahia nacido un hijo. A pe-
sat de s u ancianidad tuvieron tambien el consue-
lo de que creciese su ludo y llegase sin desgra-
cia la edad perfecta este hijo de bendicion, en
el que se babia de con tinuar su descendencia
ha,ta que naciese de ella hecho hombre el hijo
am,,do de Dios. Sara aun vivi treinta y siete
ailos despues de h.. hcr dado luz Isaac, y mu-
l' los ciento veintisiete de su edad. Esposa fe-
.liz por haber tenido por esposo un gran amigo
tic Dios y mas feliz todava por habet imitado su
1'6 , su piedad y sus virtudes ! Madre dichosa por
lt.d>ct daolo al mundo nn heredero de las il'tu-
<les de Abrahan y mas dichosa todava por haber
merecido ser madre de este precioso hijo, fruto
de las divinas promesas y en cuya dcsccnden-
cia habia n de ser benditas todas las naciones.
Abrnhan vi casado este hijo del milagro y IIP.-
g tener en sots brazos dos hijos de su hijo. Mu-
l' este gran Pat rintca los ciento seten l ~ y cin-
co uilos de su e<laol, hahientlo practicado en el
di scuro de su latga vida todas las virtudes con
qu e deba respbndccc r un hombre llamado pot
Dio~ paa-a se la cabeza de la nacion santa, el
r imc. hombre del pueblo escogido uno de lns y
m 1s ilustre; ascendientes del Mesas. Mereci ser
por su g ran r el modelo de los verdaderos fieles
de todos los siglos y el Patriarca que diese su

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23
uorr. bre la mansion limb o de todos los justc1s
del antig uo testa mento llam ado seno de Alll'altan;
y en fin ba tenid o la glori a de que el Seiio r baya
quer id o llomar~e Dios de Abra han.
Isaac . La form acion de un pueb lo nu evo, que
ocup ase ti em ro la t iena prom etida y prep<tra~e
la ' 'en ida delll fesa s, era la obra de Dios. Esta ha -
bia prm ci piado e n la vocac ion de Abra han y dC'bia
conti nnar en sus descend ientes. Isaac hen~d e o de
la f de su augu sto padr e, fu , para dec ido a~i ,
la segu nda piedr a fund amen tal de esra "ran de
obra. Casad o con la virtu osa R ebec a, sufri Z tam-
bien , como su pad re , la prue ba ele la estcr ilidacl
de su esposa. por veint e aos , pero pasad os estos ,
le con cedi el Seiio r dos hijos en un solo parto .
El pim ero era berm ejo y todo bello5o y por
eso se le llam Esa u. El se(i'u ndn naci uaye ndo
asido con su mano un pie del prim ero, y po eso
se le lla m Ja cob. E l Seiio r favoreci : Isaac con.
sus visitas, le renov lns prom esas f( u e ha bia he-
cho su padr e y le colm d e bend icion es. Fu
tamb ien un ilustr e y pode roso Patri arca en aque -
lla ti ert~, que reco ni, sigu iend o casi toclas las
marc has de su aug usto pad re. Ceg6 los c iento
trein ta y siete aiios de ednd , y satisf echo el Se-
iior con lo que haba trah~jado ha sta enton ces ea
el cnmp limic nto d e sus desig nios, solo le dej el
cuida do de santifica rse mas y mas asi misru o.
Vivi aun cuar enta y tres aos y tuvo el cons ue-
lo de ahra1.<1r en los ltim os d as de su vida doce
l1ijos de s u qucrido .Tacob. Mui d e c ien to y
ocbe nta aos , ha hiend o ,.j, ido cinco mas cue su
ilust re padr e, de c1 uicn fu una perfe cta copia ,

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?.4
tencntlo tambieo la gloria de que el Seiior se lla-
ma se IJios de Isaac.
Jucob. Jacob sucedi en el 6rden de los Pa-
triarcas so abuelo y padre, y fu favorecitlo del
ciclo co n mu ltitud de prodigios, como lo babian
sido ellos; mas con respecto al nuevo pnchlo se
advier te ya en Jaco b una notable diferencia; por
tl ue Abraban lsnac mas parece que existieron
para ha cet ilustre el nacimiento de este nuevo
pueblo que para forntarle con sus familias.
A brallan no tuvo mas que Isaac, y Isaac sola-
mente Jacob, que perteneciesen l; pero Ja-
c ob ya t'u padre de una familia numerosa que
toda perteneci al tnte,o pueblo, le form y au-
ment con una rapidez asombrosa. Jacob tu,o
bula doce hijos que fueton 1\ubu, Simeon, Le-
'V , Jud , Da o, Nphta l i , Gacl, Asr , Isaca r , Za-
])u l6n, Jos y Benjamin. Estos fueron los padres
Je las doce tribu s que compusieron este pueblo
e3cogido y fueron ta u famosns en adelantr.
Jacob fu , como su, padres. un peregrino en
la ti erra de Canaan , y sufri la prueba de los
trah~jos, como ello~. F.legiclo por Dios aun nntes
d o nacer para ser el pl'inlognito de la familia, y
p uesto en posesion tlo esta prerrogativa por la
b codicion de su :111ciano pndte , se a trajo el od io
le su herma no Eso u, que como mayor se creia el
h credc to de una pimogcn ituro que Dios le ne-
gnba, y que l mismo habia despreciado , ven-
dindola su hermano por un plato de lentej~s.
Para evitar la muerte <ue Esa u le preparaba, se
'Vi6 precisado ausenta<se de In casa de sus pa-
dre y refugiarse eu In Mesopolami a en casa d e

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~
2:>
Lab n su to mate rno. All se cas y tu,o todo s
sus bijc s, exee pto Benj amn . A los Y~i nte aos
emp rend i su vuel ta la tierr a de c~na a n con
toda su familiR y los muc hos bien es que Dios le
hahi a conc edid o. Aplac en el cam ino con su hu-
mild nd y sus rega los su herm ano , que le sali
al encu entr o con cuat rocie ntos hon bres arma dos.
Volv i ve y abru ar su anciano padr e, qu e
se baila ba en los ltim os das de su larg a vida ;
pero no tu vo el cons uelo de enco ntra r ya su
quer ido mad re , que hab a mue rto en su ause ncia .
Reco ncili ados lo3 dos herm anos , asist ieron l a
mue1te de su vene rable padr e, le cerr aron loa
ojo<, y le dicon honr osa sepu lt ura.
Jos. Cua ndo Jaco b volva de la Mes opot amia
la tierr a de Cana an , se le apar eci un ange l del
Seo r, y dc~pues de habe r hech o prue ba de su va-
lor , le mud el nom bre, dicie ndo: ya no te lla-
mars Jacob si no Isra el, que quie re deci r el ven-
cedo r P rnci pe de Dios . De aqu vino el llam ar
se los desc endi ente s de Jaco b lsrac liras , el pueb lo
esco gido Isra el , y la s die-L (ribu ; que se sepa ra-
roo de Jud en. tiem po de Rob oan , hijo de Salo -
mon , Rein o de Lrra cl. Bien necesitaba Jaco b sel"
' 'aron fuer te para supe rar los tra bajo s que le res-
taba n. Casi al tiem po de la mue rte del an cian o
Isaa c, su padr e, fu vend ido el jowncito Jc>s , su
hijo. Era este el mas nio de todo s los herm a nos,
exce pt o Benj amn que aun mam aba. Sn r ostro
era he~moso y Sll sem blan te lleno de grnc ia y
mod cstra . El ca ndor y la inoc encia crec an con l,
Y en la tiern a edad de diez y seis aiios era el j -
v<:n mas com pleto . Jaco b no pudo deja1 de ama r

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26
con tern ura un hijo tnn ama ble, y esta tern ura
1ater nul vino ser un moti vo de cnvdsa para
l os diez herm anos . El mism o Jos la aum ent y
conv irti en un odio mor tal, cont ndol es con se n-
ci ll ez unos sue os mi.tc sioso$ que habi 1 ten ido,
y que daba n ente nder que algu n dia todos ellos
se arro dilla ran sus pies. 1ndignaclos con es to
l1asta el extr emo , ap.-ovcchaso n la prim era oca-
sion para d esha cerse de l.
Su 11e1~ta. A una jorn ada del camp an1e nto de
su pads e, apa cent aban los diez hijos s us ga nado s,
y habi ndo se pasa do algu nos das sin sabe r de
ello s, dijo el buen anci ano Jos : anda , hijo
mio , sabe r co mo es t n tu s h etma nos y los ga-
nado s, y traem c razo n de totl o. Jos a l mom en-
to se dispts$0, abr az su ama do padr e , y sa li
sabe r de s us hesma nos. Esto s apen as alcan -
zaro n ver Jos co men zaro n deci rse unos
otro s: all vien e el soa dor. l\lat mosle y de
jmo sle en esta ciste rna vieja . Desp ues dire mos
que una p> itna !lera le d evor . Eoto nces vere -
mos que le apro vech an sus sue os. Oye ndo esto
Ru bn, que csa el m ayor , se extr emc ci, y tra-
baja ba por libra rle ele sus man os. No le mate is,
l es d eca , ni dcrr ame is su sang re; si n o echa<lle
en este po1.o sin agua . El se mor ir solo .y vo-
sotro s no ensa ngre ntar eis vues tras man os. Esto
l o dec a pos libsa rl c y volv rse le su padr e.
Entre tanto el a mab le j)ven cor ra arro jarse cu
los braw s de sus h erma nos v nosa bia que iba
celtasse en los brazos de su; verd ugos . Al mo-
m ento se apod erar on de l, "y ni su nie z, ni
'us cati cias, ui sus lgr imas , o el respcta~>le

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27
nom bre ele su ama do pau re... nad a bast pata
abla nda rlos . Le desp ojar on de su preciosa t-
nica y le echa ron en el pozo sin agu a. A poco
ato pasa ron por alll uno s al'licros que baja ban
al rein o de Egip to, y Jud s ente rnec ido al esta1
oyen do los clam ores lastimosos y el tiern o llan to
de Stl herm ano qu saca rem os, dijo los otro s,
con hace r que pere7.ca este nio ? Al cabo es
nues tro herm ano. Mejor ser que le vend amo s
estos arri eros . Con sint iero n los dcm as y sac ndo le
del pozo se le vend iero n en cien to cinc uen ta 1
seis reales , y ellos se le lle\' aron <i Egip to.
Par a ocu har estos crim inal es su aten tado , ma-
taro n un cabr ito y con su sang re tioe ron la t-
nica de que hab an despojado Jos y la env iaro n
rasg ada y ensa ngre ntad a su padt e, dici endo :
esa tni ca hem os enco ntra do tal com o la ' 'cis.
Rec ono ced, si es la de vue stro hijo Jos. Solo Ja-
cob pod ra exp lica r la prof und a y anch uros a lla-
ga que abri en su cora zon la vista de la tni ca
de su hijo rasg ada y emp apad a en sang re. Conoz
co, excl am , aneg ado en llan to al verl a; conoz.co
dem asia do esta tt'tnica. Es la tni ca de mi que ri-
do hijo. Una fiera ci'U elle Ita despedazado y de-
vorado. Rasg ento nces sus vcst idos en sea l de
su prof und o sent imie nto, se visti de cilicio y
llora ndo inco nsol able , repeta sio cesa r; si, una
fiera ha dev orad o mi hijo. Los auto res del ct-
men acudietoo con sola rle, pero el afligido an-
cian o, igno rant e de su aten tado , no, hijos mios,
les clecia, no os emp eei s en cons olar me. Yo ba-
jar llora ndo al sepu lcro junt arm e con mi ama -
do hijo ; y fu tan ama r;a la pen a de es le t iel'llo

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28 .
pad re, q ue el esp acio de vein te a os no bas t
par a m itig ar la ente ra m ente .
Jos fu "en d ido en Eg ipto al gen eral do las
trop as del r eino . Su gall a rda di$posici on , su roo-
cl esti a, SL\ com por tam ien to , y sohrc todo la pro -
tecc io n del Seii or que le aco mpa liab a e n tocio s
su s pa~os , le hici eron bien pro nto ~ma blc su
due o y toda la fam ilia . Tod o sa lia bien en ma -
n os de Jos , y su amo lleg con oce r que Dio s
~'Sta ba con l. Le fi ent er ame nte el gob iern
o de
]a casa , y d esde ent onc es los neg ocio> de su tlue -
o siem pre estu ,ieron en el mej or rd en , y los
bien es s~ aum enta ron pro digiosa men te. Diez aiios
b abia que rodo pros pera ba exuaor d in nria m cnr e
en aqu ella casa bajo de la clirecc ion de Jos c uan -
d o una p ru eba tetrible de su hones tida d l e obl ig
hui r de ella . Por d esgr acia la cs po~a d e s u due -
o puso en l los ojos , y n o solo le d ecla r su
J1as ion , sino q ue le imp ortu nab a todo s l os das .
R ech aza ba el cast sim o j,c n co n adm i ra ble fir-
m c?.a y con stan cia su nu.l vad o inte nto ; pero un
d a que J os e nt rab a en su cua rto de d espacho ,
ella le sig u i6 r esue lta l ogr ar cou la violenc ia lo
q ue uo pod a con seg u ir con las instan cias . Asio le
de la cap a, pero este m rri r de la pur eza, com o
l e llam a San Ag ust n , dej la capa en sus man os,
Y. todo sob resa ltad o huy prec iptt ada me nte para
l ibra rse de ella.
.!\'l as esta inferna l mu ger al verse despreci ada ,
con .-irt i el amo r en otl io y trat de perd er al j-
' 'Cll ud mitable que no hab ia pod ido sed
ucir. Co-
m enz g r ita r des afor ada men te y llam ar los
cr iado s, q ue lue go acu dier on l os grit os , y l~ ba-

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29
liaro n llora

ndo v t>:tclamanclo : i Desdichado de mi
esposo! El recibi en su casa un esclavo, se ha
fiado enter amen te de l, y no sabe que es un mal-
vado. Este infame ha tenido atrevimie nto para po-
ner los ojos en su esposa, y acaba de quer er pro-
/';marla. Vindome en tan duro lance comenz
grita r y ; llamaros. El entonces hecb hu ir; yo
quise sujet arle, pero no pude , y solo consegu:
qued arme con la ca pa que veis entre mis manos.
No se sabe si los criados que tena n tan conocida
la castidad de Jos, dara n crdi to su ama ; lo
cierto es qne cuan do el amo vino casa esta ma-
la hemb ra supo hace r bien su papel. Se prese nt
l con un semb lante entre turba do y colrico,
y mezclando los suspiros con las lgri mas, tu no
sabes, le dijo, lo qtJe es ese hebreo que comp ras-
te. Ha inten tado profa nar tct espo sa, y solo mis
grito s, llamando los criad os, pudi eron oblig ar-
le huir , deja11do su capa entre mis manos. Las
lgrimas de este vasilisco cc rrnton el tliscmso, y
la capa que presentaba fu el nico testigo para
condenar al inocente. Jos sin otra averi guac ion
fu puesto en un calabozo y crga do de cade nas
en premio de la fidelidad que babia guar dotlo
un mari do crdulo. Mas Dios , que prob aba lan
exquisitamente la virtu d de su sierv o, no le de-
sampar en las prisiones. Jos entr luego en la
gracia del Alcay dc, y libre de SU5 cade nas, fu en.
adela nte el que en id de todos los presos.
Habra ya cerca de un ao que Jos estaba en
la crce l, cuan do fueron puestos en ella el co pe-
ro _del Rey y el pana dero mayo r, y entre gado s al
cuda do de Jos, que les serva como pcr~onas

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3o
princip ales. En una misma noche tuvier on cada
uno un sueiio extrao rdinar io y mistctioso, que
les puso en sumo cuidad o. Los contar on Jos
p or la maan a, y Jos, intrp rete de las volun -
tades del ciclo , los declar uno y otro. Tres
das faltan , dijo al copero , para que vuelvas
acrvir la copa al Rey, como antes. Esto significa
tlt sueo ; solame nte te suplic o que te acuerd es
de Jos en tu prospe ridad, y te compa dezcas de
l , para que sugier as Faraon que me saque de
esta c rcel, porqu e hurto fu arreba tado de la
ti ena de mis padres , y aqu, estand o inocen te, he
sido echado en calabozo. Despu cs dijo al pa-
nader o: al cabo de tres das el ncy quitar tu
cabeza y te colgar en una cruz, y las aves des-
p edazar n tus carnes. EstG signilica el tuyo. Todo
sucedi conw Jos habia dicho; pero el ingrat o
copero , ocupa do de su nu eva elevac ion, se olvi-
d entera mente de Jos su bienhe chor y su in-
trpre te. Tan dificil es que el hombr e en la pros-
perida d no se olvide del que sufre en la desgtacia!
006 aos despue s tuvo Farao n otro sueo
igualm ente mister ioso, pero de mayor es conse -
cuenci as. Parecale que se ballah a las mrge -
nes del Nilo, y que vea salir del rio siete vacal
l1crmosas y muy gruesa s, que se daban pacer
por la rivera , y que en seguid a salan otras siete
t an feas y tan U:1cas, que estaba n en los huesos.
Mas lo que sobre todo asomb r al Rey fu, qne
la s flacas se ttagar on las gotdas . Despe rt en-
t onces asusta do, pero volvi luego dormi rse y
tuvo otro sueo que aclara ba mas el primer o y
le confirm aba. Vi siete espiga s muy grauad aa 1

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31
lozanas que brotaban ele una caa, y otras siet4!'
dbiles y agost3das que devornon la lozana de
las primeras. Volvi despertar a sustado, y ape-
n;s vino el da mand llamar todos los sbios
del reino para que le explicasen estos sueos. Se
reunieron en gran nmero, pero ningun.o se ha-
ll que supiese interpretarlos. En este apuro fu
cuando el copero, despues de dos a iios, se acord
de Jos, y acercndose al Bey le dijo: confieso
Serior mi pecado. Yo soy tm ingrato. Cuando el
panadero y yo camos en vuestra desgracia y fui-
mos puestos en la crcel, ttn>itnos cada uno un
sueo que nos caus grandes inquietudes. Haba
en ella un jven hebreo e u e 'mereca toda la con-
fianza del Alcayde, y que con su discreccion y
\'I'tnd lleg merecer tambieo la nu estra . Noso-
tros le contamos nuesttos sueos, y l nos los in-
terpret tan rerfectamente qtte todo cuanto dijo
se cumpli a pie de la letra. Yo le promet soli-
citar con vos su libertad y he faltado mi pa-
labra.
Su elevacon. Al or esto Faraon bizo que in-
mediatamente sacasen Jos de la crce l v le
trajesen su presencia. Le cont sus su e os, y
habiendo escuchado Jos al Il.ey con un profundo
respeto, dijo ': los dos suelios, Seio, sigoifican
una misma cos,, Dios ba mostrado Faraon lo
que quiere hace Las siete vacas gordas y l~s
siete espigas llenas significan siete aos de ahun-
dancia. Y las siete vacas flacas y s iete espiga!
solauadas otros siete ~'os de esterilid<d y ham -
bre. Ahora pues, prove(o el Il.ey de un baton s-
hio f industriolio, que po11iendo gobernadolea

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32
en todas las prov incia s de Egip to, com pre la
q uint a part e de los frutos en los siete ai\os de
abun danc ia, que van lueg o comenzat, y los
recoja en pane ras para los siete aos de este -
rilid ad , que han de su cede rlos. Asi se evita r
que pere zca el reino de ha mbre . Ag rad el con-
sejo Fara on y sus mini stros , y le$ dijo el
Rey Po r vent ura lodrcmos baila r un baro n
com o ste , que est 1 eoo del CSfrit u de Dios ? Y
dirig ind ose en segu ida Jose , le dijo : puesto
que Dios te ha man ifest ado todo lo que ha s ha-
blad o acaso podr yo halla r otro mas sbi o
que t, y que te sea seme jante ? T pues sers el
que gobi ern e en mi rein o, y al impe rio de tu voz
obed ecer todo el pueb lo. Yo mism o solo te pre-
cede r en lleva r la coro na y ocup ar el tron o. Di-
cho esto , sac el Rey el anill o de s u dedo y le
puso en el dedo de Jos ; le cubr i con un topa ge
de lino fins imo ; rode su garg anta un colla r
de oro; hi zo que subiese en su segu nda carroza
y que un preg oner o la precediese grita ndo: do-
blen todos la rodi lla dela nte de Jos y sepa n que
c:s el gobe rnad or de toda la tierr a de Egip to.
Trei nta aos sola men te tenia Jos c uand o fu
p rocl ama do, y lueg o prin cipi d esem pea r su
nuevo y elevado mini steri o. l\eco rri6 todas la~
))rov incia s del rein o, puso inten dent es eu todas
)as ci udades , y prep ar6 en ellas g rand es pane ras.
Com eu1.a ron los siete aos de abun danc ia y la
quin ta part e de las mieses fuer on reco gida s en
gavi llas ( para coo sena r m ejor el gr3~to y tene r
paja ) y puestas en las pane ras que ha boa prep ara-
do; y fu tan gran de la abun danc ia tic trigo que

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33
exeeJia todA tnedida . Pasados estos siete aiot
de abundancia principiaron los siete de esteril i-
dad, y bien pronto se dejb sentir el hambre por
todas partes. El pueblo obligado de la necesidad
acudi Faraon pidiendo pan, y Faraon les con-
test, id Jos y haced Jo que l os d ijer e. El
pueblo ac ud i Jos, y ent onces Jos abri todas
las paneras y venda 1wecios mu y mod erados
todo el gra no que necesitaban los egipcios, exte n-
diendo este beneric io aun las naciones ''ccinas.
Primer -via;e de ms hermanos Egipto. Desde
el primer aiio de la escasez se haba apode-
rado el hambre tle la tierra de Canaan, donde
vi va el Patriarca Jacob, padre de Jos. Noti-
cioso el venerable anciano de que en Egipto se
vend a el trigo a un l os extra ngcros, en ,i all
I com pra rl o sus di ez hijos, her ma nos de Jos,
dt:ja ndo solame nte I Benjamfn en su com paia.
Jos era el Principe en toda la tierra de Egipto,
y por su rden se venda el trigo los pueblos.
Los cliez hermanos se presentaron Jos y se ar-
r odillaron , como todos, sus pies, dando con
esto cnmplimien lo sus sueiios sin ad,ertirlo,
porque no le conocieron: mas Jos les conoci
l uego todos, y hcchando menos su hcr mnnilo
Benja m n, temi si le h abran tratado como l
en otro tie mpo. Par~ sa lir d e sus IClllO I'CS, l es ha-
b l con much a seriedad, y aun con duaeza, obli-
gndoles que le diesen cuenta exacta de su pa-
d re y de su hermano; y auocue ~e la dieron bue-
na,. no se fi de so relato, y mond poner preso
Suneon y que permaneciese en la crcel basta
que trajesen su presencia ni jven s.. ojam!l.
3
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.34 iales
:Con esto les des pac h, ma nda ndo ss ofic
e vol -
.q ue les llen ase n los costales ele uigo y <1u
a uno
,ieseo pone sec reta me nte el din ero de cad
ena ba
l!n Sll cos tal. Toc.lo se ejecut com o lo ord
tivos
Jos , y los nue ve her ma nos tris tes y pen sa
de su
tom aro n la vue lta 6u tier ra y la cas a
pad re.
El san to anc ian o IIJs esp era ba con nsa y los
lue go
rec ibi con la ter nur a de padre. Qu iso que
en m
le die sen cue ntn de lo que les hab a pasado
el Se-
lar go viage; y ellos se la die ro n , dic ien do:
eza ,
o r de aqu e lla tier ra nos ha tra tad o con dur
de
no s ha ob li gad o qu e le demos raz oo exa cta s-
nue
vos y de nue stro her ma no, y no lindose de
sto
tra rela cio u, ha tom ado Sim eoo , le ha pue
ni
preso, y nos ha pro t cxw do; que no le sol tar
l si n
:nosotros pod rem os vol ver prese nta rno s :
iar el
llev ar Benjamn. Dicho est o, pas aro n vac
com -
gra no y hal lan do cad a uno el din ero de la
m-
p ra ata do la boca del cos tal , que daron aso
Jac ob,
.hra dos . No dej de hac er imp resioo esto en
tra s-
p ero la tr isle rel aci on que le bab ian hec ho,
Jos
pas su cor azo n. lile dcjais s in hijo s, exc lam .
JIO exi ste ya. Sim epn que da en
pri sio nes , y aun
on si-
.qu erc is lle var me Ben jam n? Ell os g uar dar
e el
le ncio y die ron tiempo cue se des aho gas
euo
tier no pad re. Cu and o Ru bn le vi ya alg o ser
lre -
se ace rc l , y se de~crmin dec irle : cn
ver.
gad nns , Se or, Bcnja m n. Yo os le vol
que
Sin o, La y que dan mis dos hijo s, haced lo
o , no
q u era is de ellos. No , rep lic el san to anc ian
:ir .mi bijo con vos olr os; por que , si lleg ara
su -
ccd ed e alg un des ast re, yo mo rii'a de pen a,
y vo-

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35
So tros lleva rais con dolo r m:s ca nas al sepn lcro.
En el discu rso de ccc de un ao no pu die ron
r edu<'i : Jaco b que cond escen diese ; pe ro ' el
'linje de fienjam!n E""ipto era una disposicio a
del delo y deba cump~irsc . En cs!e ticnp o se
aca b el pan c1uc habia o t rado , y el hamb re con-
tinua ba aflig iendo mas cada dia. E ntonc es J&cob
dijo sus hijos: volve d Eg ipto y Lra edno s l ll1
poqu ito de alim ento, No pode mos, tespo nd i JuM
ds, porcue aque l hom bre nos amen;~z con la
mue rte, si no llev bamo s este herm a no. Ya ha~
briam os hech o o tro ''iaje si hubi era is condcscco ~
11ido. Entr egd nosle y a l mom ento nar cbal' cmos .
Yo me enca rgo de volve ros fienja mn y pong o
mi vida por la suya . Ento nces dijo el afligi tlo pa-
dre: si es preci so que asi sea; haced lo que que~
ais. Tom ad de los mejo res fruto s de esta ti er ra ,
r lleva d prese tlles aque l homb re. Llev ad el di-
neto que se bail en los sacos , y ot ro tanto para
l a nuev a comp ra; y pes to que no hay otro re~
medi o, lleva d tam bic vues tro herm ano, id
aqu l homb re. ~J Dios todo podCIo;o os le ha-
ga favor able y me vuelv a con ' 'osot ros v11es t ro
herm ano Si.me on'y este amad o fienja mn. Yo
entre tanto qued ar como un llngusLiado padr e
que perdi todos sus hijos .
Segundo viag e. Con es to elfos tom aron los
prese ntes, la canti dad dbl e de diner o y Ben-
jam n, y marc haro Egip to. Apen as se pr esen-
f~'ron Jos, y vi qu e trai:m so hcl'ln anito ,
sm espear que l e lwbla seu, di rdc n su
myo rdom o de casa para que les recib iese e n
ella, y tuviese preparado ttn hunt uete ; po11 ct~e
..
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3(5
h aban de oomer con l al medio da. El may or-
dom o intro dujo en casa con agrad o los diez
herm anos : pero ellos al verse all como ence r-
r ados y encarcelados se llena ron de temor. Esto
se hace , dijeron entre , si, para pedirnos cuen -
ta del dine ro que hallamos en los sacos. Se
nos v 11atar como reos de un hur to. Estam os
perdidos. En este apu ro, y si n habe r pasad o del
ptio , se acercaron al mayo rdom o y le supli ca ron
que les oyese. Ya otra vez, le dijer on, hemos ve-
nido comp rar tri go. Lo pagamos fielmente, pero
cuan do abrim os los sacos, encontramos eu ellos
el dine ro, siu que hasta ahor a hayamos podido
aver igua r quien hizo esto. Traemos aquel dine ro
y otro tanto para hace r la nueva comp ra. Noso -
t ros no somos unos crim i nales. Ento nces el ma-
yord omo les dijo: la paz sea con vosotros. No te-
mais. Vnestro Dios, el Dios de vuestros padr es os
tli los tesoros en vuestros sacos, y traye ndo al
mi~mo tiempo su herm ano Simeon se le entre-
g. Ellos le recibiero n en sus brazos tlerra mand o
tiern as lgri mas, y animados con esta prue ba de
})1Z y de cons uelo pasar on adelante. El may ordo -
mo les puso en la habitacion que se les desti na-
ha , y les advir ti que esperasen al Gobe rnad or
que vend ra al medio dia.
Entr etan to pt'ep3ra ron los presentes que traa n
y cuan do <'Dtr Jos, le estab an todos esperando
con los prese ntes en las mano s, y arrod illn dose
incli naron su rost to hcia la tierra , y se los ofre
cicroo. Jo. les salud con afab ilida d, y en se- .
guirla les preg unt vive todava vuestro anciano.
pau.re ? Que da buen o ~ Y ellos, le r espondie.-

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37
r on: queda bueno vuestro siervo, nuestro padre,
y volvieron arrodillarse y inclinar~e. Eoton-
ces al tondo Jo. los ojos, los fij en su hermanito
Benjamn, y dijo: D ios tengn misericordia de t,
hijo mio, y se retir apresuradam ente porque so
le enterneciero n las e ntraas al verle, y ~e le sal-
taban las hgrimas. Retirado su apo>ento las
dejl> corter libremeu te, y despues de haberse de~
sahngndo, vol vi salir , y mand pone la mesa.
Culoc sus hermanos por el rden de ma)'ora,
y l mismo baca plaros abundantes todos, pero
cuando ll egaba Benjamn le pon a una porcion
cinco veces m3yor que cada uno de los otros.
Ellos eslaban en extremo manvillado s; coman y
beban y se aleg raban con Jos, pero no le co-
n ocan. Concluido el banqu ete, Jos se n tir, de-
jando rden secreta su mnyorclomo de que lle-
nase l os sacos de trigo cuan to cupiese, y pusiese
la boca de cada uno el dinero que entregasen,
y en el de Beoj<omin, mas del dinero, la copa
de plata en que l beba, y asi se egecut.
A la maana siguiente se despidieron y par-
tieron alegres y gozosos al ver <ue todos r euni-
dos y bien despachados , volvan la casa de su
anciano padre, y ll evaban la abu ndancia al seno
de sus familias afl igidas del h am bre; pero no sa-
ban que aun ten an que ~uftit la \tltima y mas
rigurosa prueba con que Jos quera asegnrarsa
de su arrepentim iento , y del afecto que pmfesa-
ban su pad1e y su h ermano. A poco de habel'
salido de la ciudad, dijo Jos al mayordomo :
mar cha en seguimiento de esos hombres, y l uego
que lc3 alcances, les dirs porqu h abeis vuelto

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"
1'

38. .
mal por bien? La copa q ue !le vais es en la que
bebe mi amo, m npyordomo sali inmediata-
rnente en su segu imi ento, y alcanzados, comenz
reprenderles agriamente la maldad ingtatitud
de llevarse la copa de plata de su amo. Ellos se
sorprendieron extra01d i nariamen te, pero contes-
taron con l!tmeza. Porqu no_s hablais de esa ma-
nera? Hemos vuelto traer desde la tiena de Ca-
naan el d inero que encont ratnos en los sacos y
lHtrtariamos oto plata tu Seot? M.ueta aquel
en cuyo poder se encuentre, y los de mas queda-_
temos por esclavos. No exijo tanto, dijo el mayor-.
domo.. Ostame que aquel, en cuyo saco se halle,-
sea mi esclavo. Los demas quedarn li bres )ara.
scgJJir su camino, Al momen to echa ron eo tierra .
los sacos, y abriendo cada uno el su yo, el m a
yotdomo )os fu registrando comenr.aodo pot el
del mayor de los hermanos has ta llegar al del
menor que era Benjamn, donde se encontr!~
copa, .
Al verla, tod os rasgaron sus vestiduras en se-
iial de su profundo sent imient o, y cargando otra
, -ez sus bestias se volvieron ; .Jos, y tocios juntos
se atojMoa en tierra del~nte de l , implotamlo
su. clerl]cnQia; pero Jus, manifestando un aire de
a.utor idad, capaz de intimidar aun los inocen-
tes ;-les dijo; porqu ha beis quctido portaros de
esa manea? lgnora is acaso que no hay quierr
me iguale en la ciencia, de conocer los secretos?
Los hijos .de Jacoh, postrados delan te de Jos,
gua-r daban !' q prof4ndo si)encio ,. hasta que el
;mimoso Jud <ls se levant y .habl por todos, di-
ciendo: qu responderemos mi Seor? Es muy

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3g
.
cie rto que somos ino cen tes, per o hay una pru eba
que nos declara culpados. Dio s, qui en antes
hemos ofend ido , es q uie n aho ra nos cas tiga . \'ed -
nos nqui esclavos ' 'ue stro s, tan to nos otro s, com o
aquel en cuy o saco ha sido hallada la cupa. Lt>jos
de m hacer tal cos a, dijo Jos. El que Ira Jlcvado
la copa ese ser mi esclavo. Mnrchad libr es los
demas vuest ro padre.
Aqui Juds se extremeci por Benj~mn, y
reu nie ndo tod o su e~fuerzo, se a<~e rc mas Jos,
y prosig u i dic ien do: mi Se or, oid siq uie ra
una pal abr a, y no os enogcis con vue stro esc la\'O,
Cuando vinimos la primen~ vez , pre gun tasteis
vuestros siervos: ten eis pad re her ma no? Te-
nemos un paa re anc ian o, o resp ond imo s, y un
her ma no pequeito que le naci en -su vejez, y le.
am a tiem am ent e, y d ijistcis: tracl mele oc;. Ten -
dr mu cho gus to en ''cr ic. Ent onc es os hicimos
presen te, que nuest ro pad re no pod ria separar de
s su niio sin que le cos tase la ' 'ida , y a ad ih
teis : sino viene ' 'ucstro her ma no el ma s peqnciio
con vosotros, no vereis mus m i semblante. Ha -
hiendo Yuelto nue stro pad re le contamos lo que
vos nos habi~is dic ho, y afligido con esta noticia,
.
se neg con stan tem ent e scpa rar de s 6 su hijo
Al caho de alg un tiempo SP con sum i el pan t1u e
com pra mos , y el luim bre con t inu aba . Eut onc es
dijo nue.stro pad re: voheJ Egi pto y com pra d-
nos un poco de t1ig o, y nosotr os le rcs pondi1Hos:
,
no podemos ir, si nuestro her ma no el ma s pe..
r1neiio no fuere con nosotros. Afligicln sobrcma-,
,
nera el ti<> rno p:d ro, ''oSOl i'OS sn bei s, nos dijo
que dos hijo ~ sola me nte me di mi que rida 1\a -

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4o
' c1nel. Sali el uno de mi lado, y dijisteis: una lie-
i
ra le devor , y basta ahora no ha parecido. Si
llevareis tambi en ste, y le sucediere algun de-
sastre en el camino, couducireis con tristeza mis
canas al sepulcro. Pues ahoa, Seor, si fura-
., xnos nuestro padre, y su hijo no fuese con no-
sotros, morira de sentimiento, y vuestros siervos
llevaran con dolor sus canas al sepulcro. Sea yo
,. p or l vuestro esclavo, pues que soy su fiador.
Yo quedar ent re los sienos de mi Seiior, y que
vaya llenjamn con sus hermanos. Yo no volver
mi pobre padce, si no le llevo conmigo, por no
eer reo y testigo de la muerte de mi padre.
'1 Hasta acui Jos babia logrado contener sus
lgrimas por miramiento su dignidad, y los
que le acompaaban; pero no pudiendo detener
ya su torrente, mand que todos se retirasen y le
dejasen solo con los extrangeros. Entonces alz
la voz de su llanto y solo pudo art icular estas
cortadas palabras: yo soy Jos, v ive mi padre
todava? Los sollozos ataton su lengua y no le
fu posible continuar. Sus hermanos, aterrJdos,
nada pudieron responder. Los e-i pcios oyeron el
ll anto de Jos y ent endieron el motivo, y bien
pron to lleg la noticia al palac io de Faraon. Ha-
bindose recobrado Jos, continu diciendo: yo
soy vuestto hermano quien vendisteis. No te-
rnais; pot vuestra salud me envi Dios Egipto
dehon te de vosotros, y me ha hecho como el pa-
dre de Fraon y el Prncipe de toda la tierra de
Egipto. Apresuraos, id mi padre y decidle: vive
tu hijo Jos, y esto te en vi a decir: Dios me ba
hecho dueiio de toda la tierra de Egipto. Venid ac

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4t
sin' det ene ros. Hab itar eis en la tier ra de Gcs em
y
esta reis cer ca de m, vos y vuest ros hijos y los
l1ijos de vue stro s hijo s, vue stro s ga nadGs y tod
o
r
lo que poseeis. Yo os alim eut ar , y no per ece
vue stra casa y tod o lo qu e pos ceis , por qu e aun
a.
resta n cin co ao s de un ham bre ext erm ina dor
Noticiad le al mis mo tiem po tod a mi glo ria, y to-
do lo que hab eis vist o en Egi pto . D.1os pris a,
y
se
traer! le m. Al ac-abar Jos esta s pal abr as,
arroj(> su que rido Ben jam n, y abazndo sc los
dos estr ech am ent e, per ma nec iero n abr aza dos lar-
go ra to, der ram and o uno y otro tier nas y dul ces
lg rim as. Bes des pue s todos sus her ma nos
y
ya
llor sob re cacla uno de ellos. A este tiem po
se deca pb lica me nte en pal aci o: han ven ido los
y
her ma nos de Jos ; y Far aon se hol gab a de ello
tod a su fam ilia . Al pun to llam Jos y le dijo
:
da rd en tu s her man os par a que , car gan do las
i-
bes tias , vay an la tier ra de Cao aan y me tra
les'
ga n cua n to ant es tu pad re y par ent ela. Yo
ra .
alim en tar con los mej ore s fru tos de es ta tier
rte
.Ma nd a ta mb icn que llev en car ros de traspo
a
par n que lo trai gan tod o sin que que de a ll cos
.
alg u na. T odo se ege cut com o ma nda ba Far aon
-
Jos ent reg sus h erm ano s los can os nec esa
rios y vlv eres par a el cnm ino . Di cad a uno
s
dos ves tido s y cin co llcnjami11 con trescie nta
mo ned as de pla ta. Envi otro s cin co su pad re
y
os
otra s trescien tos mo ned as, y diez asn os car gnd
os.
d e pre sen tes y con esto des pid i sus ber mao
Pctelta la tierra de Cmzaatt. Est os en'l wen -
ra
die ron su via gc y lll'g aro n feli1.me ntc la tier
GP. Can aan y la casa de su p adr e, qu e les rec i-

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'42 1
bi todos en sus brnzos, y part icula rmen te :i su
quer ido Benjamn, causa prin cipal de sus penas
y sobresaltos. Era ahota bien disti nta la nueva
que le traia n, de la que le ha bian dado la vucl -
Ht del primeP viage, y asi no esperaron ser pre-
gunt ados com o entonces , sino que torios se apre -
sura ron decitle: vuestro bijo Jos vive, .Y es el
que ruanda en toda la tierr a de Egipto. Jacob al
oido qued abso rto, le pareci que soita ba, y no
acab aba de dar crd ito sus hijos. Ello s, para
co nven cerle , refcoian todo lo rue les haba suce -
dido ; y cuan do vi lo~ catT OS y los presentes
magnficos que le envi;ba su hijo, revivi su es-
prit u y arreh atatl o de gozo excl am : bstame,
Dios mio , si vi'e aun Jos mi hijo. Ir y le ''er
ante s que mue ra. Lne ;o se dier on las disp osic io-
ne.; para el viage. El son to Patr i~rca hizo reun ir
toda la fam ilia, todos los gana dos, y todo cuan to
poseia y podia set tras port ado, y part i con toda
su familia y bienes clel valle de ~tambt, dond e
hal>ia vivido mas de veinte aiios. Habiendo lleg a-
do los confines de Can aao, no quiso dejar aque -
lla tierr a de las promesas sin co nsuhm prim ero
al Seioo acerca de su salida y viage. Para esto
le ofreci victimas y le rog <1ue !e ~ics e con~..:
cer su volu ntad , y su peticion fue atda. En el SI-
lencio de la noche dijo el Seo r \ Jaco b, no temas.
llJja Egip to, porq ue all te har cabeza de un
gran pueblo. Jos cerr ar tus ojos, y su tiempo
yo sacao de aiH trJ descendencia y la tra er
esta tietta de Canaan , como lo teng o prometido.
BajtUla de Jacob d Eg ipto con toda srt farn i-
lia y . biciLlJs . Con e~ta. segu rida d . de . tant.o con-

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43
baj :i Eg ipt o
suel o, con tinu .f.1cob stt ina rcba 'y
a de sesen ta
co n toda su familia qu e se compon
y una pe rsonas, Envi deluutc
Jml s para c1ue
ar la ti err a
d ije.; e Jos qu e le viniese en co ntr
l re no. Ape-
de Gcsern , q ne estaba al prioci pi o de
po ne r su ca r-
Jlas recibi .Jos la noticia, mand Gc seru. No
r oza y s~li en co ntr ar su padre
pr im era vista,
es fcil pintar lo qu e pas en esta
ausen cia. Jos
dcspues de ma s tic veinte aos de
ado pa dr e, le
se arroj so bre el cu ello de su am
tie rn as y ar -
cli mi) ab ra zos y besos , y co n sus
era ble. Jacob
dientes lg rim as , reg su ro str o ven
tre sus brazos
tra sp or tad o el e gozo al estrecha r en
llo rad o po r
un hijo tan amado y qu e babia ca , reg n~
de
mu erto ta ntos a os , ya hijo m o,
nte nto ; pues
do le co n sus lg rim as , ya morir corte y ab raz ar-
!te l<'nido el consue lo ele vo lver ve
la ma yo r sa-
te. En seg uid a Jos reconoci con a y la ex pr e
tisfaccion y alegria toda su pa ren tel
ng re de su
s todo el ca ri o q ue pr ofesaba la sade las mas
ita
3111ado r~dre; y des pues de una vis
volv i Jos
ti ernas CJUC ha visto el mu nd o, se ndo: ha n
la c01te y se pr eson16 ~ Fa1ao n, di cie
toda mi fam i-
llegado mi pa dr e, mis he rm an os y
e n la ti en a
lia co n los ga nad os , y c uan to pose an
de Ge se m, es-
de Cana~n. y estn detenidos en b ale gr mu -
peranclo vues tras rdenes. Fa rao n se
ilia de Jo : ,
cho de tener ya en su reino la fam
un a nu ev a
quien tan to de ba , y tra t de da rle
vis ta, le dijo,
pr ue ba de su ogrndecim icn to. A tu e hahiten f'n
est 1oda la tierrfl de Eg ipt o. Haz qti
lo mejo r de ell a, y si les agr~cl a el
trn ito rio de
G~scm , dasclc. Jos des pu es de
ha be r pr es en tad o

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'44
al Rey su anciano padre y :t cinco hermanos en
nombre de toda la familia, volvi con ellos la
tierra de Gesem, y se la di en nombre del Rey
para que habitasen en ella. All les visitaba
coo1 frecuencia, pooque no estaba lejos de la cor-
te, y les provey de todo lo necesario en los cin-
co aos que aun durb el hambre desoladora.
llfucrte de Jacob. Tenia ya este Patriarca cien-
to y treiota aos cuando entr en la tierra de
Gesem , y vivi en ella diez y siete , en los que se
multiplic prc;~digiosamente su descendencia. Lle-
garon en Gn los ltimos dias del santo Pauiarca
y Jos fu avisado del peligro en que se hallaba.
Al punto corri vi>itarlc, llevando consigo
" sus dos hijos Manass y Efr<~n, los que adopt
su abuelo y cont en el nmero de sus hijos, y
dijo Jos: ya ves hijo mio que yo muero, pero
no te desconsueles. Dios ser con vosotros y os
-vol ver la tiena de Canaan como lo ha prome-
tido vuestros padres. Lhm despues los de-
mas hijos, v bcndicindoles todos, log hiw Ul\
admirable cliscurso en el que manifest la digni-
dad de un Patriarca y la ciencia de un Profeta
anunciando cada uno lo que haba de suceder
su descei'Jd encia tribu en la serie de los siglos.
Concluido su discurso mand sus hijos que no
le sepultasen en Egipto, sino que llevasen su ca-
dvet la tierra de Canaan y le enterrasen en el
sepulcro de sus padres, y apenas bubo hecho este
encargo, cua!ldo recogindose en su cama como
un hombre que iba dormirse, entreg su gran-
de alma en manos de su criador. Luego que Jos,
este hijo tau querido, vi que babia espirado su

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45
am ado pad re, se arro j sob re su rostro , le
bes y reg con un torr ent e de lg rim as, y
cer r los ojos al san to Pat riar ca, como Dios se
lo habi~ pro metido. Desahogado alg u n tan to Jos.
trat de cumpl el lti mo enc arg o de su am ado
pad re, y ma ud sus mdicos que embalsamasen
el cadver para pod er con scn arle y tras lad arle
Can aa n.
S1' entierro en. Ca11aan. A la noticia de la
mu erte del pad re de Jos todo Egi pto se vi sti de
lulo y le llo r por sete nta da s, hac ien do al pad re
del min istr o casi las mismas hon ras fnebres que
sus reyes. Con clu ido este htt o, Jos con el be-
neplcito de Far aon y aco mp aa do de sus her -
ma nos , y de los primeros Seores de In cor te y
del rein o tom el cad ve r del ilus tre dif unt o, y
ponindole eo una car-roza le llev la tier ra de
Canaan y le di bom osa ep ultu ra en la cue va
dob le sepu lcro en que 1eposaban las ceni zas de
sus abu elos Abr uha n y Saru, y ele sus padres
-
l saae y R ebe ca, y se ' 'ohi Egi pto con sus her
ma nos y Se ores que le haba n acurnpaiiado. Asi
mu ri y fue sep ulta do el terc er Pntria rca del
pueblo de Dios los cien to cua ren ta y siete ao s
de su edad. Tuv o al mo rir el consuelo de que ro-
deasen su lech o sus que rido s Jos y Benjamn y
lodos sus am ado s hijo s, de co nta r co n una des -
cendencia mu y num ero sa, y de ver que la obr a
-
de Dios se aclelant aba pro dig iosa me nte , y el pue
blo de las llro m esu se l'orm aba con rap idez. Ja-
cob fu e Patiarca ma s ~(ligido con dur os y
largo> trab ajo s, pero In~ pru eb1s de su suf rim icn-
lo fue ron mezclad~! co n frecue(ltes Yi$itas
del

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'46 .
Seior, que las dulcificaban . .Muri lleno c1e vr~
tu des y d~ mrit.o~, y tuvo tambien la gloria de
que el Seuor qmstese llamarse el Dios de Jacob,
como el Dio de Abra/tan y de lsaalf.
Muerte de Jos<!. J\1 tiempo de la muerte de
Jacob teoia ya Hubn, su hijo mayor, sesenta y
dos ao, y Benjamn, c1ue era el menor, cuaren-
ta y uno. Jos tenia cincuenta y seis y vivi des~
pues c incuenta y cuatro, cuidando s iempre con:
el mismo esmero de sus hermanos, y de sus nu~
merosas familias, amado siempre tle todos con
ternura, y honrado sobre man era del Rey, de la
corte y de todo el reino, al que habia sahda
con sus prevenciones y admitable gobierno, Cuan
do advirti que llegaba el fin de su pereg rinacion
sobre la tierra, y que se acercaba la muerte mau
d llamar sus hermanos y les elijo: despcs d~
mi muerte , Dios os visitar y os har subir d~
esta tierra la tierra prometida Abtahan , Isaac
y Jacob. Llevad mis huesoscon ''osotros y no los
dejeis en esta tierra. Todos se lo prometieron co11
enteta y firme voluntad, y poco despues 1~ vieron
espirar como un hijo digno de Jacob, y heredero
principal de sus virtudes: I:t~bia ,cumplido ciento
y diez aos, y pasado los sets 1mmeros en Meso-
potamia de Siria, diez en la.tierra de Canaan, y
noventa y cuatro en Egipto, donde fu' el padre
de los pueblos, el amparo de su fam ili a, el prn-
cipe de sm hermanqs, el apoyo de su nacioo; el
cimiento de su pueblo, y el milagro visible de la
}JrovidenGia. Jos fu on modelo de paci nci< en
las aflversidades, d.c caridad en las p1ospcri d:desf
y de castidad: toda pr!J.eba eu l.a l~!!W\cio\i. mas

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. "41
violenta: Aies:ir-de'h abe r ocu pad o cerc a de ochen~
ta aiio s la prim era diguida"d tlel rein o, de hab er
sido con stan tem e nte el due io del cora zon de Fa-
rao n, y de bab er man dad o en todo este tiem po
com o Rey , llev su hum ilda d toda ente ra al se-
pttlcto. Su cue rpo emb alsa mad o y dep osil ado en
una caja , fu teni do en muc ha vcn crac ion y cus -
todi a por los Isra elit as has ta la sali da de Egi pto,
que lo llev aron co nsig o en toda s sus mar cha s y
le dier on bon orl ica sep ultu ra en la tier ra do
pro mis ion y sep ulcr o d e sus pad res.
Cmnien;a el crwtiverio. Los hijos de Jac ob 6
Isra el fue ron felices mie ntra s que vivi Far aon .
y acas o alca nz su feliciclad todo el tiem po de
su inm edia to suc eso r, que con oce ra Jos
tend ra noti cias indi vicl uale s de los por tent oso s
' ervi cios que hab a hec ho al re ino. E n este tiem -
po de su felicidac.i que dur mas de cinc uen ta
aiios se aum enta ron y mul tipl i caro n com o la yer -
ba , dice el sag rad o text o pero ent r rein ar
otro Far aon que no hab ia con ocid o Jos , y
aqu i con cluy su feli cida d, y com enz su rigu -
roso cau tive rio. Vie ndo el nue vo Rey que se ba-
bian mu ltill icad o tan pro dig iosa men te, dijo los
egip cios : e pue blo de Isra el es ya mas our oero so
y mas fue rte que nos otro s: ven id, opr im mos le
con arte y maf ia pata que no siga aum ent udo se,
y en caso de gue rra se pase uuesllos ene mig os
y se mar che de Egi pto. Los I srae litas eran hom -
bre apli cad os al trab~jo, hb i les en la cra de
~anados, iml ustr ioso s y rico s. Far aon que r ia
con -
serv arlo s en el rein o por la util idad cue le tra an,
peto tem a su pod et y par a dism inu irle tom el

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'48
inicu o medio ele hacer los miserables. Come nt
condenndolos ll'abajn t en obras pbli cas, como
si fuera n unos cri minales. l'uso sobrestantes que
les anigiesen con tareas desmedidas y les hicies en
pasar una vida amarg a en los duros trabajos de
sobar barro , y hacer ladrillo~ . Les hi1.o fabticar
dos ciuda des que se llama ron Fll.iton y Rameses,
y en fin les oprim i con todo gnero de carga s y
traba jos; pero cuant o mas les oprim a, tanto mas
se multi plicab an y crccia n. Viendo que nada con-
segu a por este llledi o, ech mano de otro mas
propi o de una fiera que de un homb re. Mand
las muge res que asi sta n los parto s de las He-
breas Israel itas, que matasen todos los nioa
1'' qu e naciese n, conse rvand o tni ca mente las ni-
iias; pero ellas temie ron Dios y no hicier on lo
que el Rey quer a. Enton ces Farao n llevan do
adela n te su brba ro inten to, mand al puebl o
que arroja se en el rio Nilo todos los ni os que
na ciesen de las Hebteas.
Nacim efllO de Moiss. Amram bijo de Cath .
ni eto de Lev[, y viznicto de Jacob babia cuad o
con Jacobed y tenia una bija de como nueve aos
llama da ll'far[a , y un hijo de mas de dos llama do
Aarn. Cuan do la perse cucion era mas viva y en-
cami zada, di luz un tercer hijo que conse rv
esco ndido por tres mese s, y no pudie ndo ocul-
tarle por mas tiempo , le puso en una cestilla de
juncos que cerr y embe tun lo mejor que pudo,
y le t>xpuso en un canveral de la orilla del rio,
d eja ndo en observacion su herm anita Mara
p ara que viese el parad ero del nio. Y he aqui
que bajab a la hija de Farao o baar se en el ro

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1 .1
49
y ' 'iendo la cestilla, mand una de sus c riadas
que se la trajese. Abriola y vi en ella un her-
moso niiio que estab.t llorando y compadecida de
l , dijo: de los nios hebreos es >te. Entonces su
h ermanita , que se babia acercado, dijo la prin-
cesa: quereis que vaya llama t una muget hc-
bea CJUe le cric? Anda, la res pondi, y Ja niila
fu y llam su madte. Col'l'i esta presentarse
y la dijo la pr incesa: toma ese nio y erial e pnnl
m. Yo te pugar tu salario. T om la madre su
querido hijo y le cti, no ya como hijo suyo, sino
como hijo de la divina providencia ; y en ando era
ya adulto, lo entteg la hija de faraon, y :ta
le adopt por hijo y le llan1 Moiss, pon1ne le
habia sacado del agua. Se c tee que tenia catorce
aos cuando pas pal ac io, bien in stouido ya en
la relig ion de sus padres, en la historia de l9s
Pnuiarcas, y en la de su mila grosa conservaciou ,
y bien in formado de las es pcran<t~s que tenian
los hijo~ de Israel de salit algun d ia de su escla-
vitud y establecerse en la tierra de Canaao, pro-
metida por Dios sus padres. En la corte fu
instruido en toda la sabidura de los egipcios, y
se hi zo admirar por s u habilidad y su con-
ducta. .
Cuando hubo cumplido cua renta aos de
edad, se sinti movido tlr:l es plrilll de Dios dar
priu cipi o la o bra de la libertad de hrael. De-
c lar r u e no era ltijo de la hija de Faraoo , sino
un descen diente de Jacob, y sali de la corte
unitse con sus hern,anos en la ti('rra de Gesctn,
queriendo mas vi,-ir afligido con el pueblo de
Dtoa qu e ocupar el trono de Egi ptc. Un da, que
4
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:1 '5o
1
.se h~llaba con ellos en ~1 cnn;;o, vi qtle un
egipcio golpeaba uno de los hebreos sus her-
:ina_los y con! defenderle, y en la defensa
mat al eg ipcio y le escondi en la arena. Moiss
sabi~ bien que estaba nutorizado para esto, y
crey que en.este hecho conoceran sus herma-
nos que Dios le destinaba para sacarles de la es-
clavlnid en que se hallaban; pero ellos no lo en-
ten'd ieron. El dia si'g u iente vi teir dos he-
breos, y procur ponerlos en paz dicindoles:
l1ermanos sois : porqu os maltratais el uno al
ot~o? Pero el 'q uc injuriaba su prgimo, le re-
sisti, diciendo: quin te ha ptt'esto por prncipe
'1 1 'y juez sobe nosotros? Por ventura quires ma-
tarm'e, como ma ta ste ayer al egipcio? Temi
Mo,i~s, y dijo: cmo se ha hecho ya esto pbli-
co ?. La not:cia lleg luego Faraon, y le hu.sca-
h<\ pa.-a matarle. ,
Su hida r~e Egipto. Moiss huy de Egi pto
y se fu' vivit en la ti erra de Miu1in sobre la5
J'iveas 'del ma1 rojo. All se cas con Sefora hija
.~e Jetr y tu1o dos hijos, . E iicze~ y Gersm'. Al
cabo 'de mucho .tiempo niuri l Rey'quc queria
matar i Moiss, ) el que le sucedi, le ex'c edi
tanto en las persecuciones , qu<; por mas acos-
iumhn>dps <mi est.uviese'n sufrir los lstaelitas,
rio pudieron)'" sopotarlas. Gimiendo e este ex-
tremo de alliccion clamaron al cielo desde el Ju-
ga r de sus penaiidades, y el Seor oy sus gemi-
dos y det!!m in poner en libertad su pue!1lo,
como lo haba prometid9 3 su~ liadres Abr~liail,
Isaac y h cob. Para.esro pin cipi el inti'mo Cra'to
ld Seor con Moiss, 'hacie'ndo a un hombre

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5r
,lilortal ei depo'sIHO de Jos COOSPjOS de SU Sa i.Ji-
uu ra )' de Ja Ot\lll ipotencia de SU bruzo.
U n dia que Moiscs pastoreaba los ganados de
su suegro, (esta era su oco pac ion des pues de ha~
bcr \ivido tantos aos co mo un prncipe en la
corte) lleg hasta el monte Horeb 1 y. vi una
zarza qu e ardia y llo se quemaba. Quiso inl'o r~
marse de aquella ma1avilla, pero oy una toz
que le decia :. no te acerques ac. Deja el c:d?:<tdo
de tus pies, porque la ' ti erra .en q ue est.> santa
es. Yo soy .el Dios de Abrahan, lsaac y Jacob.
En tonces Mo iss cu hri w rostro, porq" e no se
atrevia' mirar h:.cia Dios. Estoy compadecido clt<
]os hijos de Israel, le dijo el Seii6r, y he es.c udra-
do slis clamores. Veo, te enviar' Faraon pata
que saqnes de Egipto mi puebl'<! y le cou'tluzcas
una tierra abuodan'te y espaciosa ; una jena
que maua' leche y mie l , (esto. es fru!s aLuudao
tsimos y cuya dulzu ra com petia con ' la leche .y
la miel) la tierra de los Canaucos. Pero Moises
pes1u de saber que era el escogido para sacar'.
l sraeLde su cau ti verio, cuando vi acerca rs'c el
IDOilaento 1 , SC C<!I'ClllcCi, y qui'n soy yo; dijo,
parajr, . Farao n y saca r los hijs de J. , ael de
Egipto? Ve, le dijo el Seor. Junta los ancianos
de Israel y les di rs : el Se.1<!r Dios de V<!<':.iros
pad res se,me ha aparecido y ne ha cli'c-111>: lo e vis-
to todo lo .q ue os ha acontec ido e,n Egi pio y he
r;suelto sacaros de la all iccion de E{ipto 6 la
llena del Cananeo; He teo , Amorreo, .Phet~rco,
H ~lieo y Jebu~eo, , ooa tie rra CJU C maon ledoe y
~u el. No me creer;n ; espondi il'lois,. Qu
trenas en la mano? Dijo entonces el Seor. Una
..
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~1
5:&
vara , respondi Moiss. Arroja la en tierra, y
arrojla y se con,irti en serpiente. Y le dijo el
Seor: extiende tu mano y tomala por la cola.
Tomola Moiss y se convirti en vara. Mete t u
mano en tu seno, le dijo el Seor, y habindola
metido, la sac cubierta de lepra. Vuelvela
meter, aadi, y volvindola meter, la sac sa-
na. Si no te creyeren al primer prodigio, te cree-
rn al segundo, y si aun asi no te creyeren,
toma agua del rio y viertela en la tierra, y cuan-
ta sacares se coo,crtir en sangre. Perdonad, Se-
or, dijo Moiss. Yo no tengo elocuencia ni len-
gua expedita, y desde que me ha beis hablado roe
"' hallo mas tartamudo. Quin hizo la boca del
homb1e? dijo el Seor, quin form al que
y y al ciego? No soy yo? Pues anda, yo estar
en tu boca y te ense'lan Jo que has de ha blar.
Rugote Seor, dijo Moiss, que enves al que
has de enviar. Aarn tu hermano es elocuente,
dijo el Seor. El viene encon trarte ; pon mis pa-
]abras en so boca. Yo estar en la boca de ambos,
y os mostrar lo que ha beis de hacer. El be blar
por ti al pueblo, y ser tu boca. Toma tambieo
en tu mano esta vara en la cual has de hacer los
prodigios. Desapareci el Seiior, y Moiss se vol-
vi cou sus ganados Jetr su suegro, quien
l1izo presente: qnc se alegrara ir { Egipto visi-
tar sus hermanos y saber de su salud, y Jetr
convino gustoso en ello y le dijo: ve en paz.
llloiss tom su muge1 y sos dos hijos y se di-
r igia al monte Horeb para pasar de alli Egipto,
pero le sali al encuentro el Aogcl del Seor y
queria matarle. Al instante Sefora su muger

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5J
tom un a pi ed ra m uy ag ud a
y cir cu nc id
usa d e la am e-
su ni oo . cu ya om isi on era la ca
e, lle va nd o su s
na:w. Sd or a se volvi su pa dr
s hij os , se a po r qu e tem ies e nu ev os lan ce s,
do
r qu e juz ga se ne -
si se gu a co n su ma rid o, sea po
cu nc ision de su
cesaria la vu elt a pa ra cu ra r la cir
qu isi es e po r es te
tiern o hi jo , s ea qu e el Se iio r
iss en su co mi -
medio d eja r dese mb a raz ad o Mo
mi no y Aa r n stt
sion sa gr ad a. Moiss sia ui su ca
he rm an o ba bia sa lid o 3e Eg ip to po ma nd ad o de l
al pie de l mo nt e
Se o r y vin o un irs e con l
bia es pera rse en -
Ho reb . El en cu en tro fu cu al de
r de n de Dios,
tre dos sa nto s qu e se bu sc ab an de
y en tre do s he rm an os qu e, de s pu es de cu a re nt a
vean. Aa r n be s
a os , er a la pr im er a vez qu e se
as las pa lab ra s
Moiss y Moiss co nt Anrn tod or de na do , y
ba
del Se o r y los pr od igi os qu e ha
sem. Ya en es te
ae vinieron ju ntos la tie rra de Ge
as un a fam ili a,
tie mp o no fo rm ab an los Isr ae lit
ue sto de ca si do s
sino un cu er po de na cio n, co mp
aq u ha b a cu i-
mi llo ne s de pe rso na s, y si ha ua r los hijos de
ica
da do la pr ov id en cia de mu lti pl
po ten cia de m ul -
Ja co b; de sd e aq ui cu id la om ni
s de l ca ut iv er io
tip licar su s po rte nto s p ara sa ca rlo
de la his tor ia de
de sus tir an os ; y a si esta pa rte
un a setie co nti -
los he br eo s, no es ot ra co sa qu e e pu ed en m i-
cu
nu ad a de su ce so s ma ra vi llo so s,
in cr ed ul id ad , se
ra rse co mo el es co llo en qu e la
div ini da d.
es tre lla , rin de bo me oa ge la
tod os ~~~ an -
. Moiss y A_arn co ng reg ar on
n les refil'lo to -
canos de los hjos de Isr ae l. Aar y Moiss hiz o
b,
do lo qu e ba bi a pa sa do en Ho re
co nv er tir la va -
en su presencia los pr od igi os de

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54
~ en serpiente y la serp ient e en var a, ele met er
san.< su m~no en ti seno y sac~l'la leprosa y de
vo,l verla owt cr IPprosa y saca rla san a; y de con -
vertil' ep san gre cl ogua rue sacaba del rio , con
los cu:dcs prodigios le babia pro met ido el Seior
que pro bar i" su rni.sion y esta bloc ia su aut ri-
tl,,tl ent re los' Israelitas. Los ancianos y el pueblo
crey ero n por estos milagros que Dios se babia
compadecido de ello s, y que etn llegado el tiem -
po de su libe rtad , y pos trad os, le adotaron lle-
ltOs de ngradecimiento. Moiss y Aar n, cum -
pliendo ).ts rd ene s de Dio s, fueron pre sen tar-
se por prim era vez Far aon con aqu ella firmeza
que cunvenia su caracter de enviados del Seor,
"' y lu dije ron : esto dice el Se or Dios de Israel:
dcj ir mi pue blo para que me ofrezca sacririci o
en el des ierto. Sor pre ndi do Far aon con s~mejan
te dem nnd a, conte>I con enfa do qu in es el
Se or p~ra ue yo obedcz oa su voz , y deje ,.
J <rael ? No conozco al Se or, ni 1leja r ir Israel.
En efec to F'ltl' aon no conoca , ) Seor. Era un
id latm IJUC ado;al.>a' por dioses hasta las mas ,.i ..
les c:rintnras, y solo no ado rab a al cria dor ; y as,
1lcs pues de hab er hablado mal do Dio s, trat con
de.>prccio sus n1inistros y Jes ce b de su pre-
sencia. Ochenta aos tenia Moi ss , y och enta y
tres AM n, cua ndo halilaron Far aon ; y este
pri'm er p1s_o f u com o la declaracion do la gue~:
ra tic metlio nio qur. sost uvieron de una par te
Moi >s. arm ado con el poder del Se or, y de otra
F'araon sostenilo por los esfuerzos del infierno.
Ape nas s11 lieron de p'alcio Mois s ) Aai'n,
di 1d cu ellt cy los.. sobr~stantes de la~ obras

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55
lo de Is ra el , qu e en ad el an te no di es en
de l pu eb
ja lo s Is ra el ita s pa ra lia ce r lo~ la dr ill os', y
pa y dat hech o ca Ja
ob lig as en bu sc ar la ,
qu e les
la d l'illos qu e an te s; ro
d a el m is m o n m er o de po r es o a lza n el
qu e es t n ho lg an do , ai ia di , y
of re zc am os sa cr ifi ci os al
gr ito , di ci en do ,: va m os y
La or de n de l R ey se t>gecu t co n rig ot.
Se o r.
el it as tu ,ie ro n qu e de tn un ar se po t lo s .
Los Is ra
m po s bu sc ar pa ja , y no si nd ol cs pooible da r
ca ja do s y lll.Ot ad os
as ta re as , er an ul tra
<'Onc(uicJ SU S
m o vi le s es cl av os . Su si tu ac io n er a ca da \ cz
co as o Fa ra on ig -
i ch ad a. Cr ey et o n qu e ac
m as de sd
nl ria el tr at o c ru el qu e se les da ba , y ac nd ie -
no s el paja y se no s
l , ,cl nm a od o: no se no
ro o I
ill os . lll ira d qu e so tn os
m an da ig ua l ta re a de la dr
os co n az ot e> , y se ob ra in ju st at'ne tll e co nt ra
he rid
fe lic es rio O) e ro n ot ra
vu es tro pu eb lo . P er o los in
es ta qu e la co nf irm ac io n de s u se nt en ci a.
r es pu
sc ~ p~ ra do s se di ri gi er on Moiss y
Eo_tonces de
y le s di je .o o: '' al o el Se iio r y ju zg ue. V o-
Aarn
da Fa ra on pa ra qu e
so tro s ba be is ~ado la es pa
s m~ te . M pi s s, vi n do se a cusa do co m o au t or
no r y le di jo : D io s
s m al es , e !o lv i al Se o
d e ta n to
io ! Po rq u ha be is aA ig ido eSte pu eb lo ? po11
m
Ita be is en ,ia clo , pu es de sd e qu e m e p re -
qu m e
le e n v uest ro no m br e;
se nt Fa ra ou pa ra ha bl ar
o pu eb lo ?
ha afli g id o ( m as ) vu es tr
lo qu e ha r co n f'a '-
Y a ve r s, d,ijo el Se o r,
. El lo s de ja r ir , l m ism o lo s ec hi de su
r ao o
tacl: Y o el Sc iio r os sa-
rc i no. Di lo s b ijo s d e Is
de lo s Eg ip Cios y os lib ra r de
car~ de l ca la bo w
la tie rra q ue juo ~
la ~ervid um br c y os po nd r en
n,
1
y co b. Co .nt Moiss to ~
m et Ab
.r~ h~ l$ aa c Ja
.. . . .

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1
!6
do esto los hijos d e }sael y ellos no se aquieta-
r on, porque estaba u 6umcrg idos en amargura
c:111 s: de sus dorsimas ta re~s. El Seor mand
?lloiss que volviese h aolar Faraon para tue
deja se salir los hijos d e Israel, pero Moiss, des
con liado de poder conseguirlo , respondi: veis,
Seor, que los hijos de Israel no me oyen pues
cmo me oir Faraon, ma)'Ormente siendo yo de
lengua trabada? ffe hay, dijo el Seor, que yo te
l1 e constituido Dios de F~traon, y Aarn tu her-
mano ser tu profeta. T le dirs todas las cosas
que yo te mando y l dir Faraon que deje ir de
su tierra los hijos de Israel. Moiss y Aarn se
presentaron Faraon otra vez insistieron en la
libertad del pueblo. El Rey les pidi seales de su
mi; ion y ellos las dieron al mom en to. Ech Aaro
dela nte del Rey la vara de Moi os en el suelo y
se co nvirti en serpiente. Entonces el Rey llam
(t sus hechiceros y ell os ccluro n tambien sus va-
ras en el suelo y se conirticro n en dragones;
pero l.1 serpiente en <ue se haba convc:rtido la
vara dtl Moiss se en~ull los dragones de los he
chiceros, y volvi eonertirte en vara.
Los hechiceros , de qu~ nbuodaba Egipto,
acaso mas que otro al~un pa1s del mundo, tenia n
y1ara sus hechiceras boen asentado el trato con el
nlierl')o y los esprit us infernales, que los ayuda-
ban g ran demente para mantener los pueblos en la
idolatrla, echaron ahora el resto para obstin ar
faraon y desacreditar Moiss. Usaron de todo su
JlOder y astucia, y convirt icron las varas en dra-
gones; sea que esto lo hiciesen arrebatando las va-
r as y presentando los dragones con una prontitud

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57
ujesen poi vo
ma yo r qu e la de l ra yo ; sea qu e red
los dag oncs de
inv isibl e las varas y pro du jesen
ran do c;omo el
su s mi sm as se mi lla s; sea qu e, ob
fantas~ de los
su ei o, el delir io la locur a e o la
ve r op ar ieo -
qu e est ab an pre sen tes , le~ hiciesen
ma n drag ones;
cias de dr ag on es , y cree qu e
es qu e todo
fu ese ell o co mo qu isies e, lo cie rto
ra los ho mb res ,
es to, au m ue fuese ma rav ill os o pa
cio ne s an gli-
qu e no alc an za mo s ' 'er las op era
ur ri tan ta di -
ca s, no era mi lag ro so. Ade mas oc
te de Moiss y
fer en cia en tre la va ra y la se rp ien
ros , qu e de bi
las va ras y dr ag on es de los he ch ice
ers e. La se r-
co no ce rla Fa rao n pa ra no en du rec
y sin em ba rg o
pie nte de Moiss era un a so la,
ag on es de los
pu do ma s y se en gu ll tod os los dr
os , po rq ue era n
he ch iceros qu e de bie ron se r mu ch
gu nd o mi lag ro
ellos mu ch os ; Moiss hizo un se co ntr ah ac er,
do
qu e nin gu no de los he ch ice ros pu
rp ien te, y re ti-
cu al fu co n,erti en vara la se
sn va ra en la
r arse de la pre sen cia de l Re y con
on a'crg on za -
ma no , cu an do los hech ice ro sal ier
ma no s en la ca -
dos y, como su ele d eci rse , coo las
ros sig u ier on
beza. Ape sar de es to , los he ch ice
ros de Moiss
pr oc ur an do co nfl ah ac er los mi lag
e aOigi Di os
en las do s pr im e1as pla ga s con qu
de las ag na s en
Eg ipt o, qu e fue ron la co nv ers ion
; pe ro Jam hie n
sa ng re , y la mu lti tud de las ran as
su s he ch ice ros
de bi ad ve rti r aq ui Fa rao n qu e si
s, nin gu na de
ap 3r eo tar on op era r estas dos pla ga
si la pr im era
ellas pu die ron ha ce r cesa, y qu e,
, Fa ra on tuvo
tuv o su tr mi no sei ial ad o po r Di os
iss pa ra v~:rse
qu e ac ud ir co n su s rue go s Mo
ad mi rab le qu e
lib re de la se gu nd a, sie nd o bie u

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58
padeciendo tanto .los egipcio~, nada padecan los
hebreos, aunque vivian muchos en tre ellos. Por
ltimo en la tercera plaga ya no qui~o el. Seor.
permitir -los hech ice ro;; , ni la apa iencia de imi-.
t arla, y se vieron p<c is;ulos . decir Fa raon:
que aquello era cosa de Dios, y que era necesa-,
rio rendirse. .
Des pues de es.tos primeros p.rod igios comen-.
zaron las diez plagas co.n qu e Dios ani.g i Egipto
hasta que di libertad al pueblo de Israel; la~
que vamos referir .aunque sumatiamcnte por no
, permitir otra cosa esta narracion.
Pl'illlel'a plaga. Moiss y Aar6n .se presenta-
ron por tercera vez Faraoo.y le inti.maro!l de
parte de Dios que diese libertad .al pneblo de Is-
la el. Faraon se niega, y viene sobre su rei.no . la
primera cdam id ad . Al rontacto de la vara de
Moiss todas las aguas de Egipto se convirticroq
en sangre por espacio de siete dias, y los egipcio&
precisados, perecer abrasados de la sed, \
beber de est~s aguas espantosas, corrieoo ha-
cer cscavacione:> las orillas del rio par'\ sacar
agua, que filtrada y .trasmanada por la arena, pu-
diera beberse; pero aun as i salia ens;~ngrentad<!
Y causaba recios dolores; de modo que todo el
reino se ,. afligido .en extremo por la sed \
po el e~p<lnto y dolores que el agua ensangren-:
tada les causaba. Ces los siete dias es ta terrible
plaga, y con esto c 'c orazon de .Faraon se endu-;
reci y Mo iss y Aarn no fueron od os . .
Segunda. Moiss ppr orden del Seor se pre-;
sent la cuata'.vez Faraon pidiendq la .liberi<!d
de.lsrael, y.. negodo~e eU\ey eo'!_cederla, Mq~;

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5!)
bri ese
ss y Aar n hicieron qu e lod o Eg iplo se cu
Ilcy,
de ranas, y ie llco de ranas el palacio del
sas y,
sus apo sen tos , sus cam as, su uo no , sus me cor te:
sus ali mc nros. Lo mismo sucedi en toda la
y e n lodo el reino. El asc o, la inGccion y el erb hor-
io
r o qu e causaban era iot ole rah le, y el sob
a
FM:ton se vi6 precisado humi llasc llam
en al
Moiss y Aarn , y ; sup lic arl es qu e pidies
plaga;
Seor que lilwase l y stt r eino de est a
y mu -
y cleja ria ir al pueblo. l\loiss or 01l Seor
se vi
rie ron tod as las mn as. Lu ego qu e Fa raon
y no
lih re de ellas , end ureci mas su corazo n
dcjC. sal ir al pueblo. pre-
T ercera. Moiss por ord en de Dios, y si n
ubr ies e
sentar se es la vez f?a raon . hizo qu e se c
ni los
todo Eg ipt o de ru ifc s tan molestos, q ue
do el
hom bcs ni las bes tias pocl ia n suf rid os. To
polvo de Egipto se eonvi1ti en cnifes y cub
rie -
Aq u
r on como tr ita cpesn nichla lod o el rein o.
te: qu e
los hechiceros de F~r~on le hicieron pre sen
o en-
a<ucl lo era cosa de Dios . y q ue era precis
s y 110
dirse. Pe ro F?r aon ~e end ure ci mas y ma
rli libert ad ni pue Li o.
una,
Cu art a. La plaga ant eri or no fu sino cho
mu
pecuso ra de esta c uar t a qu e iba t se
pe -
ma s violenta. i\loiss por ord en de Dios se
ber tad
scnt la qui nta vez Far ao n pidie nd o la li
soh re
de Israel , y negndose Far aon hizo veo ir
rei no
el pa l ~ cio , sob c la co rl e y sob re todo el
enosas
un a pinga de mo<cas pesadsi mas y lan ven ar
y pest~ r.._,u, qu e Ft~rao n se vi precisado ci llam cs
tcd
por ~egu oda \ez Moiss v A ~ n y pru mc
pla ga
la libcrtad de lsl'(~el , s~ le lib ra ban de esta

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6o
nlolerahle. Or Moiss al Seor, y ces este cas-
tigo; pero Faraon se endureci de nuevo y no
di liberlad al pueblo.
Quinta. Moiss por orden de Dios se present
la sexta ve~ vez Faraon pidiendo la liberlad del
1
pueblo de Israel, y negndose Faraon, hizo ve-
ni r la pesle sobre los animales del cam po, y mu-
rieron todos los ganados del campo, los caballos,
jumentos, camellos, vacas y ovejas de los egip-
cios; pero ni una sola bes1ia muri de los he-
breos. Ninguna de las pla~os qne ' '311 referida&
1
ni de las que restan toc al pueblo de Israel. Fa-
rano envi saber y supo qne ni una sola re5
1 de lns hebreos babia muctto. Sin embargo de este
p rodigio, su corazon ~igui en su endurecimie n-
to y no dej salir a l pueblo.
Sexta. Moiss y Au..tm se presentaron Fn-
raon por orden del SciiCJI" la s ptima vez, y sin
hablarle de la li bertad del pueblo, .Moiss arroj
ceniza hcia el cielo, y en todo Egipto, los hom-
bres y los animales caseros se hallaron cubiertos
de t'llceras cancerosas que les causaban dolores
agudsimos y de asquerosas llagas que hacan de
ellos un espectculo de horror. La Sagrada Escri-
tu ra no nos dice si toc la persona de Farnon
esta plaga, y es regular que no le comprendies e,
porque no hi1.o caso de ella, y leuiendo poca cuco-
la con los inmensos dolores 1]\le sufra ti sus subdi-
tos, continu en su codurecimic nto y no dej
sa 1ir a 1 pueblo.
Sptima. 1\Ioiss por orden de Dios se pre-
sent Faraon por la octa,,a vez. pidieodo la li-
hertad de Israel, y negnuose Faraon, levant6

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6r
cie lo d e un a
Mo iss su va ra y lue go se cu br i el
en os esp an to-
n eg ra nu be , co me nz aro n orse tru
r ay os so bre
so s, ca er pct lris co y : cru1.arse los
ise urr ian me z-
la tie rra . El g ran izo y el fue go d
o cos a se me -
cla do s. Jam s se ha bia vis to en Eg ipt
qu e se ha lla -
jan te. Los ho mb res y los an im ale s
, las pla nta s se
ron en el ca mp o, tod os pe ec ier on
a ron . Co n est o,
de str uy ero n y los rb ole s se des gaj
po r ter ce ra vez
ate rra tlo Fa rao n , ma nd lla ma r
au n est a
.Moiss y Aa rn y les dij o: he pecad o
lo som os im -
vez. El Se o r es jus to. Yo y mi pu eb
en os de Di os y
plas. Ro ga d pa ra qu e ces en los tru
e ni og un mo -
el g a niz o, pa ra qu e os d eje ir y d
se lo pro me ti ,
do pcrmnner.ca is ma s aq ui. Moiss
sier1o s tem eis
pe ro ve o, au ad i , qu e ni t , o i tus
au o Dios. Moiss or al Se iio r
y ces aro n los
n , al ver qu e
t rue no s y los gr an izo s; pe ro Fa rao
end ure ci nd o -
ha ba n ces ad o , au me n t sn pe culio
hijos de Isr ael .
se mu ch o ma s, y no dej ir los
on po
Oc tav a. Moiss y Aa rn se presen tar
ve:r. y le di -
ord en de l Se o r Fa rao o la no ve na
los he bre os:
jer on : est o ti ice el Sc iio r Di os de
m ? Deja ir
has ta cu n do no qu ier es suj etM tc
rili cio : ow s
mi pu eb lo pa ra <(UC me o frezca snc
le ir, he aq u,
si au n res istes y no qu ier es de jar
tus tr mi no s,
<ue ma a na en via r la la ng ost a
rra de mo do
la cu al cu bri n la su pc dl cic ti c la tie
e sea co mi do
qu e na da de ell a a pa rez ca , pa ra qu
l gr an izo ; po r
lo qu e hu bie re q uedgtlo dc spu es de
y en los cam -
qu e roe r tod os los rb ole s <JU e ba
sie rvo s y las
po s y lle na r tus casas y los de tus
a vie ron t us
tle tod os los eg ipc ios , c ua nta nu nc
ron has ta est e
pa dre s y ab ue los tlesde qu e na cie

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.
6?. . . . . ..
da; y se apart Moiss .y sali de con Faraoll.
Entonces sus sier,os le dijeron: basta cur1do
sufriremos este escndalo? Deja ir esos hombres
para que sacrifiquen a1 Seor su Dios. Acaso no
ves que ha perecido Egipto? Y volvieron lla-
' mar Moiss y Aarn delante de Faraon, el cual
les dijo : id, sacrificad al Selior v~,~estro Dios. Pero
quin
,
son los que .han
...
de ir?. Tremos,. dijo Moi-
.
ses, con nu estros lllllOS y ancranos, con nuestros
hijos hijas, con nuestras ovejas y vacas, porque
.1
es uon solemnidad del Selor oue>tro Dios. Tan
as, dijo Faraoo, con una im precacion llena de
irona y bu da, tan asi sea el Se~r con ''OSotros,
como yo os dejar ir con vuestros nios. Quin
eluda que pensais p.simarnente? No ser como lo
ped'is. Mas id solamente los hombres y sacrifi~ad
al Seor, pues es to es, dijo, aadiendo la ne-
gativa la mentira, lo que \'Osotos mismos ha beis
pedido, y con esto Mois.s y Aarn fue1'0n echa-
dos de la vista de Faraon. Entonces extend i Moi-
ss su vara sobre la tie1-ra de Egipto y vino tina
multitud ta~ asombrosa de langosta, que no ~C'
babia ' ' $10, ni se vo lver ver jams. Cubrieron,
manera de una. espantosa nube, todo el reino,
Cayeron sobre l y ocuparon de tal suerte la
tierra, que nada se "eia de su sopetfide. Todo lo
devastaron. Devoraroo la yerba, las planls, las
hojas de los rboles, y sus frutos ... cuanto babia
perdo nado el granizo; y no qued6 cosa i'erde en
toda la tierra de Egipto. Se llenaron' de langosta
Jos palacios y las casas y cuhierou sus paredes,
sus techos y sus ra'' imiento~. l\lord ian los hom-
lll:es y les causaban agudsimos dolores, y aun

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63
rir
bac iat mo ri r m ho ,, Far aon no pud o suf
m
tan tos est rag os y tan gen era l devastacion. Lla
tod a pri sa Mo ios y Aa n y les dij o: he pe-
do-
cad o con tra vue stro Dios y vosotros. Mas per
ior
nad mi pecado a un esta vez , y togad al Sci
Se-
qu e apa rte de mi est a mu ert e. Or Moiss al
iente
o r, y lu ego sopl un recio vie n to del pon
sin
y sep ult tod a la lan gos ta en el ma r roj o. aon
qn e quedase ni una sola en Eg ipto . Per o Far
'Jc end ure ci y no dej ir Isr ael.
Nona. Moiss por ord en del Se or, y sin pre-
ia el
sen tars e Far aon . ex ten di su ma no hc
en
ciclo y al n10mento que d Eg ipt o en,ue ho
en
llotri ble s tini ebl as por tre s dia s, y su me rg ido
qu e
una noche imp ene tra ble . Su osc uri dad era tal
gul
solo podia com par ars e co n la del infier no. Nin
egipcio vi otr o egi pci o en aqu ella lar ga y
es-
sit io
pan tos a noche. Nin gu no pud o mo >crse del
a luz
en que le sor pre ndi la osc uri dad . Nin gun
s y
pud o alu mb rar sino unos fuegos rep ent ino
de
pavorosos que les llen aba n de lrol'l'or . A la luz
es-
estos ray os ent rev ea n esp ect ros y ani ma les
no
pan tos os, y est aba n con los ojo sc erm d os por
idos
ver aqu ella s hor ren das fl~ur;r.;. Oia n los silv
o de
d el ,-ie nto y de las scp1e nte s, y el bra m id
las bes tias , que resona udo por los mo nte s y
pe-
cai a
ascos les haca n c11c r des ma ynd os; y el c1ue
er
tucda'b a cono ptc,; o ata do con cad ena s sin pod
ri ble
vohers'c mo'l'cr . Era en fin una noche bo.-
esto
venida de lo 111a s pro fun do de l abi<mo. To do
que
llo es mas' que una cin tur a abrt>viada de la
nos hace el Esp rit u .San lo en 1'1 li bo de la
sab i-
as,
dur a. Apenas ces aro n estas hor rib les tini ebl

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64
que tenan espantados y aprisionados totlos los
egipcios, desde el Rey ha sta el ltimo vasallo,
F araoo llam Moiss y Aarn, y les permiti la
salida de Israel y de cuanto les perteneca, excep-
tuando las ovejas y l~s vacas, que quedaran en
Egipto; pero Moiss contest con firmeza, que no
quedara ni siquiera una psua en Egipto. Fa-
taon se endureci con esta contestacion, y sobre
negarse permit ir la salida de Israel, dijo Moi-
ss: retrate de m y gu~rdatc de ver man mi sem-
b lante. En cualquie1 da que te present~res de-
lante de m, mori1s. As ser como lo has dicho,
tespondi Moiss. No ver mas tu semblante; per o
antes de separarme de ti, oye lo que di ce el Se-
or : en medio de la noche saldr por E g ipto, y
n1orir todo primognito en la ti el'l'a de los egip:
cios d esde el prinwg nito de Faraon hasta el pri-
m ognito de la esclava, y tambien los primog-
nitos de las bestias, y se leva n tar gnm cla7
mor en toda la tierra de Egipto, cual nunca
hubo ni ha de habe1' des pues. Entonces bajarn
mi, dijo Moiss , todos tus siervos y me instarn
Fara que salga con todo mi pueblo. Y con esto Moi-
ss sali muy enojado de la presencia de Faraor..
Dcima .r ltima. M oel'IC de todos los pri-
mognitos de Egipto. Moiss di aviso todos los
Israelitas, hombres y mugeres, ancianos y nios,
para que se reuniesen en la tierra tic Gesem, en
la ciudad ele Rameses y sus contornos, llevando
cons igo todos sus ganados y bienes. Luego qu0
estuvieron reunidos, public el modo co n que
el Sei1cH' quetia que celeb t'ascu la pascua paso
del Seor , <tuitanclo la vida los primog~':'

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65
nitos. En l se ordenaba qu e cada cabeza de fa-
milia tomase el dia diez un cordero de un aiio v
sin mancha, y, en su defecto, un cabrito tanrhie~L
de un ao y sin mancha; y cue el dia catorce
d el misnto mes le sacrificase al Seor y roci ase
con su sangre los postes y el dintel Je la porta-
da de su casn; c ue si la fam il ia no fuese sufi cien-
te pa ra toma d e todo en una comida, conv iJse il
la familia mas cercana para comed e, que no le
comiese n ni cmdo , ni <:ocido, sino asado, y q m:
ai aun sobraba, lo consumiesen en el fuego; que
solo usasen en esta com ida de pnn ricimo sirt
levad ura, y de lechugas amargas; <1ue para co~
mcrle se vistiesen de caminantes, se ciesen bien
sus ropas, se calzasen sus zapatos y botines , ro-
mase n vculos en las manos, y le comiesen de
pie y tle prisa; q ue e o acuella noche pnsa ria el
Seor qu itando la vida todos los primognito s
de Egipto pe ro que no toca ra e n las casas cuyas
port.adas csl u ,ie;en rociadas con la sangre del
cordcro. Los hiJOS de Israel lo hi cieron como lo
haba dicho l\loi~s , y cuando estu ''eron seala-
das con la sa ngre del cordero la s portadas de las
casas <le los hijos de Israel y concl uida la cena
pascual , en medio de la r1 ocl1e hiriI de muer te el
Scior todos los primog nitos Je Egipto, desde
al prim ognito de Fa rA o~' que se sentaba en S il
trono, IHtt.la el prim(Jg uito de la csclan que es-
taba en la crce l , y tambi cn hiri6 todos lo9
primognito s de las bestias.
La muerte de esta multit ud se egccut de un
modo espantoso, segun la pinturR que de ella
os hace el libro de la sabidura. El Angel estcr-
5
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66 ros o Gi-
mi nad or se pre sen tab a com o un aso mb
, toc aba
ga nte , qu e, ten ien do sus pie s en la tie rra
do de un a
con la cab eza en el cie lo, y ' 'en ia ar ma
erm inio .
tenibl e esp ada qu e llev aba con si go el ext
est a vi-
' Se hal lab an sor pre ndi dos de r epe nte de
hotrib les.
sio n esp ant osa y cer cad os de tem ore s
o po r to-
Lu ego r eci bia n el gol pe mo rta l, cay end
ent re las
das par tes m edi o viv os, pata mo str ar
erm ini o.
ago na s de la mu ert e la cau sa de su est
fam ilia s
Lo s pad res , los hcn nan os , y tod as las
las tim o-
acu dia n sus g rito s, y pre sen cia ban el
o Eg ipt o
so es pec tc ulo de s u mu el'l e. En tod
hijos qu e
se oia un ticn lpo el lam ent o de l os
qu e llo -
mo ra n , y los ala rid os de los pad res
ror mu -
r aba n. En me dio de aq uel la noc bc de hor
qu e era n
r i tod o lo nas escla rec ido de Eg ipt o
sus pri m og nit os. Ta mb icn gem iau y
bra ma ban
ani ma -
mo rib un do s los pri mo gui tos de tod os los
nta ban el
l es qu e mo ra n en tod o elr eio o y au me
el cla mo r
bnro con sus bra mi dos. Era esp ant oso
nd e oo se
eu tod o Eg ip1 o, por que no bab ia casa do
o reg ado
na li ase U ll mu el'lo. ' Far aon vi su pal aci
con l en
con la san gr c del hijo qu e se sen tab a
i n tro no , y co n la de los pri
mo gnit os de tod os
oja do
sus co rt esa no s; y ! pesa de hab er arr
cn tc vis ta,
Mo i >s de su presen cia en la \dt i ma
tar se, se
con de nn dol e m oi r si vl)l vi a pre sen
pm tes tad o
"i pre cisado lla ma rle . illoiss h~ bia
ver ; Fa-
en aqu ell a oca sio n qu e uo ' 'oh cri;
l por su
rao n , <Jll e no volvci,, prc ,en tnr se
lll'Cscn ta
'\lol u nta d ; per o sie ndo aho ra llam ado se
r e,p aci o
con clu it la pel ea <(\l e ha sos ten ido po
de me dio aiio par a ~acar los hij os de
Im .c1 de

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67
su cautiverio. Far:.oo ll~m< en aquella noclw nn
solo l\lois:; ;ino tambi en Aaro y les diju:
Daos prisa. Salid de mi reino, vosotros y los hijos
de Israel y llevad vuestros gaundos. Los egipcio;
tambien por su parle, temiendo morir toclu;, es-
trechaban los Israelitas para que s;,Ji,.cn ol
momen to, y estos se vieron prcci.ados cnvol-
ve en mantas el arina que tenan med io ama,acla
y 5 emprender su viage, cargndola sobre sus
hombros.
Salida del cautiverio. El niio de dos mil qui-
nientos catorce de la creacion del mundo, cua-
trocientos trei nta de la ' 'Ocacioo de AI.Jr&h~n, y
doscientos quince de ), hajatla de J~cob Egipto,
sali toda la multitud de los hijos de hracl de la
cindad de 1\ameses, cerca dol sci~c icntos mil hom-
bres de ve in te aos y arriba, sin conta r los an-
cianos y las mugcrcs, la juvent,uJ de vein te aos
abajo, la niez, ni una multitud de alienig~>n<~s
qte se haban unido ; ellos y les s<'guian; de mo-
do que todos vendran formar un pue!Jio de
tres millones lo menos, siendo hicn prodigioso,
que no babia en tan gr;~ndc multitud, ni un ,oJo
enfermo impedido, que no pudiese s<'guir. las
marchas: Al apuntar el alba, y mientras que los
egipcios estaba n ornpados en cntetr:t r sus muer-
"'s, snc el Seor los hijos de ls racj de la ca u-
ti~idnd de Egipto, t'ornwdos en esquadroncs de
tnbus, casas y familias. Prcccdi~n los rebaos de
tod_<t clase de ganado~ en muy gran .nmero. S<-
g.uran armados los l10mbrcs de veinte aos y ar-
rtba, y despues iba el resto del pueblo, todo con
el111as bello orden. 'Moiss cuid tambien de !le-

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. 6S
nr los hue sos de Jos , seg un se le hab a p rom e-
tido al tiem po de mor ir. Su prim era jorn ada fu
Soc oth \ don de lleg aro n tem pra no, y pas aro n
el testo del di a y toda la noc he; y hab iend o par -
tido de Soc oth bue na hor a, aca mpa ron en la
ciud ad de Eth m , en los lti mos con liues del da-
1'

sier to. El Se or iba dela nte de ello s mos trn dole s


el cam ino por el da eo uua colu mna de nub e
que les hac ia som bra , y por la noc he en una co-
l umn a d e fueg o que les alu mb rab a; y nun ca fal-
t la colu mna de nuh e de dia y la de fuego de
noc he, hast a que ent raro n en la t.iel'ra pro met ida.
De Eth m pas aron Fhi hah irot h y sen taro n su
cam po jun to al mar rojo . Aqui se hal laro n los l s-
r aeli tas cerr ado s por el mar y los mon tes del de-
s icl'to. Se di avis o Far;~on, no solo de que ha-
bia sali do el pue blo heb reo , sino tam bicn de la
situ acio n en tue se bail aba . Su cora zon se mu d
y tam bien el de sus cert csn nos y dije ron : qu
l1emos que rido hac er deja ndo ir Isra el para qu e
n o nos si tviese? I nme diat ame n te man d Far uon
u ncir su caoooza, y tom con sigo toda s las fue r-
zas de su rein o, que seg nn uno s, snb ian dos-
cien tos mi l sold ado s de \ pie , y cinc uen ta mil tl e
cab allo , y seg un otro s , un mil lon de toda s
arm as, y sigu iend o el can1ino cuc hab an llev ado
los lsra elit us , les encontr~ ron ucam pad os sob re la
oril la del mar . Cua ndo los Isra elita s vier on Fa-
:rao n y todo su cg rcit o, tem iero n en extr emo ,
porc1ue se hall aba o ' ent re dos cad ena s de mou tes
dt:techa izqu ierc la; teni nn dela nte el ma r, y
11 espa itla el eg tcit o de Far ooo . Su pr ime mo -
Tim ient o fu clam ar al Se or; per o dej ndo se Jle-

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. . ' ~9
. . 'd d d IUJ Ust rsrm a
1 su pus~ l mr mr a y e un a
v~r <e
y le di-
descol llia uza , se Ji rig ier on con tra ll'loiss
ulc ros en
jeron : <1niz no bab ia bas tan tes sep
en el de -
E gip to y po r eso nos has tra do mo rir
e ofe nd a
sie rto ? E~tc len gua je ir nic o ins ult ant
stro . Sin
m uch o al Seor y ult raj aba su mi ni
os con el
em bar go , Mois s exc us Los cul pad
s les dij o:
exc eso de s u tem or, y par a ani ma rlo
las ma -
no que rai s tem er ; est ad Gr me s, y ver eis
qu e aho ra
ra vill as del Se or ; pue s los egi pci os,
o r pel ea-
vei s, ya jam s l os vol vereis ver . El Se
est o, les
r pot vos otr os y vos otr os cal lar eis. Con
onc es la
ma nd qu e sig uie sen su ma rch a, y ent
se lev an -
col um na, cue les preced a y gu iab a,
bri ud ole s
t y fn pon ers e det ras de ello s , cu
r cit o de
de tal mu do , qu e no fu pos ibl e a l eg
t des de
Far aon vol ver ved es. La nu be se pre sen
e mi rab a
este mo me nto ten ebr osa pot la par te qu
ael itas ,
los e-ipeios, y lum inosa pot la de los lsr
fue ra ca
los cua les cnl lrin aba n con su luz com o si
me dio de u u cla ro y her moso da .
ori -
Paso del ma r rojo. Cu and o lle gar on la su.
ten di
11~ del ma r, ll!oiss a Iz su var a y ex
Sci ior l as
mo no sob re l, y ent onc es div idi el
agu~s, abr ien lo po r me dio del
m ar un cam ino
izq uie rda
espacioso y mu ral lad o ,\ la der ech a
s en tra -
por dos mo nta as de ag uas . Lo s lsr acl ita
and o tod a
ron por est e cam ino mi lag ros o y ma rch
a
l,a noc he por rncclio del m ar sec o, ll ega ron com
a, ha -
a. las trcs de la m aa na la riv era op ueH nas ,
co l~g
bre ndo hec ho un a jor nad a com o de c in
pun to. La
qu e e.; lu traes ia del ma r roj o en est e
os, J h a-
col um na caminabt~ sie mp re det r as de ell

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70 .
hiendo dejado lihre la costa, pudieron advenir los
egipcios que el pueblo de Israel hab a marchado.
Siguieron ~1 momento sus pisadas, y por uua ce-
guedud inconcebible, entaron sin. detenetse en
l camino del mar, que no ~e haba hecho para
ellos. 1\qui los esperaba el Seor para desca rgar
el ltimo golpe sobre el endurecido Faraou y
todos sus ;artesanos y egrcito. Cuando ya podan
halk11se cerca de la rivera opuesta, la columna
~ue guardaba los Israelitas se abri de repente
y comenz arrojar rayos que d.e rrivabao los ca-
ballos y giuetes, incendiaban los carruajes y los
carros, y todo lo destr~zaban . Entonces comenza-
roo gritar de tod;s partes , huyamos de Israel,
porcue el Seiior pelea por ellos contra nosotros.
l?er<i ya era tarde. Su exterminio estaba ya sobre
ell os. En este momento mand Dios Moiss que
cxtentliese su mano sobre el ma1, y las montaas
tl e agua, que se haban levan tado la derecha
izqu icrdil del camino milagmso, cayero n de re~
p"nte sobre los eg-ipcios y los sepultaron en sus
uhismos. Fa t'aon, sus ccutcsauos ,. su .e grcito, sus
carros .l' sus caballos, todo qued suu1ergido en
lo profundo del lll'J'P, sin quedar un solo hombre
l]ue pudiese llevat Egip1o la notic ia del ester-
mioio. As i libr el Seor paa siempre al ptisio-
nero Israel de sus tiranos c;uceleros. Los Is..aeli-
tas acampaon e n la rivera opuesta y al volver
los ojos al roa, por cuyo abismo babia u pasado,
poscidos de un aso mbro que solo ellos podriau
C>plicar, adoraron postrados al Dios ~le los por-
lentos, y hcndijcnm Je mil modos su omuipo-
t eocia. M.ts el Seor, aadiendo prodigios pro-

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?t
en la co sta
dig ios , hiz o qu e las ola s arr oja sen
i tas , los ca d -
do nd e est abnn ac am pa do s los Isr ael
'e'~!S d.: los e~ipcios, y vie
ron los eg ipc ios
tor de tan la rg o
mu ert os y al mi sm o Fa ra on , au
cie ro n co n la
y ter rib le ca uti ve rio . Se en riq ue
s de a~ombro y
mu lti tud de su s de sp ojo s y lle no
ev o ni Se iio r y
1le ~g radecimiento ad or aro n de nu
ce s fu cu an do
bendi.ieron su pro vid en cia . En ton
gr ia y rec on oc i-
Moiss, en la efo sio n dt! su ale
y pr im er him no
mi en to , co mp us o aq ue l pre cio so
e lee mo s en Jos
c nti co de ac rio n de gr ac ias , qu
eb lo en do s co -
lib ros san tos . Di vid i tot lo el pu
ge res ; y pu es -
to s, un o de ho mb res y otr o de mu
, y s u he rm an a
to l la cabe1.a de los ho mb res
J\Jara la de la s mrr<> eres, en ton aron los do s
o
he rm an os su ad mi rah le him no , co me rn an do co n
al Se iio r. Y el
estas hermos~s pn lab ras : ca n tem.os
. Mo iss y Ma -
pu eb lo rep et a: ca ntem os (ll Sc1ior
bal ga do r an o-
ria co n tin ua ro n: al ca ba llo y al ca
a: ca nte mos nl
j en el ma r; y el pu eb lo rep et
est e mi ste ri os o
Sc1ior. As i sig uie ro n ca nta nd o
ala ba nz as de l
lri mo o y oc up aro n aq ue l dia en las
nto so s po rte n-
Se o r qu e en tre tan tos y tan po rte
igo s.
tos les ha ba lib rad o de su s en em
ui en te po r la
EM ra dn en el de sie rto. Y el sig CJUC ha ba
na
ma iia na , al mo vim ien to de la co lum
cb lo , pa rti es te
Vtr.cltn sit na tse de lan te de l llr
rier as de l ma t
r crno via jan te ele las rn em or ab es
po r e 1 de sie rto ,
r?j o, y ca mi n tres da s seg uid os
nd e la en e on tr
srn hallar ag ua ha sta Ma r , do
arg a qu e no pu -
e~n ab un da nc ia, ma s era tan am
ro es un bc th o.
drc ron bc he rla . Pa rec e incrcib)P. pe
sin o so b re pr o-
Los Isr ae lit as qu e no ca mi na ba n

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i'~
1ligios, y que acaba han de pnsnr por los nhismos
de un ma r , se ol vid:. ron dtd Sea y comentaron
murmurar contra Moi, y alborotarse por que
no tcniao agua. Ellos d ehian haberse dirigido
pedir agua a l Seor que les llevaba entre porten-
i
tos y les di ,igia e n una colum na de nu be, y so
di rig ieron con tra Sil siervo, d icindole co n enojo:
a qu behetemos!' No se port asi Moiss. Levnnt
s us manos a l cielo, y el Seioor le mostr un leo.
Mois> le tom, y habindole echado en el a~ua
al momento se volvi dulce, y bebieron los lujos
de Israel cuanta qui sieron. De Mar pasaron 1
Elirn, siguiendo el movimiento de la columna, y
aqu i encontraron setenta palmas y doce fuentes
d e buenas aguas. Eo este sitio tan cmodo des-
ca nsar on al g u nos tl ias. De aqui pasaron al de-
s ierto de Sim. Haci a ya u n mes que habi nn sa li-
d o ele Eg ipto , y corno e an ta ntos, habi ~ n con-
~ u mielo en este tiempo IM comes ti bles que sacn-
ro n do aquel reino. A')ui "olvieron su pecnclo
capital, que era la murmoracio n y el tumulto.
Se dirigieron ~l oiss y .\ar1jn y les dijeron con
insolencia: ojh que hubiramos siclo mue1tos
por In mano del Seor e n la tierra de Egipto,
cuando nos sentbamos jtlnlo las ollas J e carne,
y com iamos el pan on ;~~tn la ! Porqu n os hn-
beis sac,Hlo este de~ ierto para ma ta rnos de hnn-
brei' Y q u i n e~ somos n oso tros , rcspo nrlieron
Moiss y Aarn, pa ro que nos insulteis con vues-
tras c1ucjas sediciosas? Vuestra mn r muracion no
es contra nosotros, sino contra el Seor. Enton-
ee> apareci el Sciior cercado de gloria en una
pnb!) y habl llloiss, diciendo: he oido las

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?3
esta
mu rm ura cio nes tic los hijos de Israel. DiJes:
is de
tarde CGmert:is car nes , y ma an a os :ll'tare
Dios.
pan y ~abrcis qu e yo soy el Se or vuestr o
lti-
Et Jlfanr. En aqu ell a tar de vino un a mu
me n-
tud de codomices qu e cub ri todo el campa
por la
te , cuy as ca rn es com ier on su pl<rccr , y roco
ma an a cayr al redor del cam pam ent o un
re l
e ue cub ri la su perfit.:ie de la tie rra , y sob
ao de
un a mu ltit ud de g ran ito s blancos del tam
otr os,
la g-rana del cilan tro , qu e, pegados unos
vieron
formaban un go cro de escarcha. Cuando
irados:
esto lns Israe litas se pre gu nta ban adm
te es,
Ma nhu ? 'IUC qu ier e decir qu es est o? EsSe or
les dijo i\lo is s, el pan qu e os ha dado el
ta par a
par a comer. Recoja cad a un o lo qu e bas
r ca-
el dia , un gom or (co sa de un cel em n) po
po r los
da ~rsona. Luego se der ram la mu ltit ud
lo qu e
con tor nos del cam pam ent o y recogieron
hab ioln-
pudiero n , unos ma s y otr os me nos ; perG
r pc-
dolo rnecl id o clrspues, hallaron un go mo r po
s~na sin qu e sob rase los qu e hab an
cogido ma$
1\Joi~s,
"' falta se lus qu e haban cog ido menos.
dia si-
lcs_ad vi rti qu e nada guardaSl'll para el
~cr
guoenre; mns no f.Jta ron codiciosos qu e con
la ron
varon pa rte de ell o; per o ni otr o c.lia lo hal
les ad-
pod~ ~do hinicn do de gusano!. Ta mb icn
,, ~ rt ro, qo c no cae nn los sb
Ado s, po rqu e cra n
dr as san tos y no se podia tra baj ar en ell os,
y qu e
rsona,
el 'rernes recogeran dos gomores po r pe
n hu-
re- er- and o un o para el sbado: ma s tamhie
on el
h" en t'Sio muchos dcsobcdic rlles , qu e salier ieron
s.,h,)clo ri rec nje rlo , pero no lo hallaron y tuv
CJ nc volverse llenos de con l'us ion
sus tiendas. A

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1 ? /
p esa r de que se r()(l r<'l l o que r ecogi... n d emas en
In semana, el gonwr que cogan el vierucs pa ra
el sbado, uo se podra ni p<~tl~cia la menor mu-
da nza. Era neces:trio rcrosedo todas las mnii"nn
tempra no, porque en comenzando c;d cnta r el
sol, se derre ta lo e u e cs1.1ha e n el ca mpo, pero
no lo c1ue llevnl>a n ri sus ti end as , aunqu e el sol
l o ca lcntrse ig ualnrc ntt" en ell as. Para co mcrlo, lo
mo la n con pi ed r:rs lo m ac hac,,ba n en nrottctos,
Jo cocia n en ollas, y h aca n de ello unas tol'litas
q ue saba n : p~n masado con aceite y m iel. Este
era eu el principio su gusto y sabo r, pero d rs-
p ues va r i, perdiendo este del icioso gusto pa ra
los ma los l;raclitn~, y ha~:in dose mas <lelic oso
par a los bu co os. Es l e pa n el el c:ie lo , qu e d e lftmlll'
se l la m Jllrtncl, estu vo cayendo constant c rn eu-
t e rodas l;r ~ noches ul rededo r de los dive rsos
r :unpamen tos y m a nsiones q ue hiw el pu eblo de
l "Ael en el cl esie rto po r es pacio d e cuarenta oos
lnsta q ue co menzaron ;i a liment arse con los fru-
tn~ ele la tierra de promiion. Para q ue las gene-
r Aciones venideras en todos los siglos co nociesen
e:! p;r n m ilagroso co n que fu sustentado Isr ael
en la soledad despues de la salida d e E gi pto,
tnvnd Di os l\1os< ( jli C ll enase de m an un
gmnor , que lo echase <! ll un v<1so de oro, y <n e
lo custiJdiasc hastn (]li C se erig-iese el tabern;c ulo
)' se fa bri case el a rca , d o ude ha ba de con serva r-
se; y todo se egecu I como lo o rdenaba el Sciio r.
Piedra. de lforcb. Con esto la columna se pu so
en mo,irnieoto , y e l pueblo levant su ca mpa
mcuro de Si rn, d o nde haban becho mansio n bas-
l arlt es d as , y se ad elant b~cia los desiertos del

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75
cie nd o
~inai, siguindola cu an do ca mi na ba , y ha
p . en Dt,p c-
alto do nde pa rab a. Una no r.be ncam
lleg rl te r-
ch a, otr a en Al us , y veris imil mc ntc
en los conliues
re r dia fia ph id m, qu e estaba
Hoeb, pero
de los Amalecitas, y cc cn J el mo nte
''o hieron
no habia ag ua en Hnphidm y lue gona rse co ntr a
su pecado de mu rm ur a y am oti
ra qu e bc lm -
ll'loiss. D<inos ag ua , le dijeroo, pa
Eg ipt o pa ra
mos. P or qu nos has hecho sa lir de
cblo de poca
ma tar no s de se d? Ea isl'ael un p~ ce rv iz, la
f, in gr ato , mal su fri do y de du ra
iss clam al
qu e no do bla ba n los podigios. Mo
pu eb lo? Fa ila
Se o r, dic ien do : q u ha r este
Sciior le dijo:
poco p.1ra cue me ap ed ree n; y el
l. Lleva en
Loma contigo de los a ocia no s de Is rae
la piedra de
tLt mano In va ra: he rid s co n C'Jla el pueblo.
lforeh y sa ldr acr na para qu e beba
ll"olo nsi i\loios dt~lnnte ele los la piedra un a
0
an cia no s, y al
golpe de la vara sal t del se no de
solo sa tisfizo
fuente nh un da nlc deag ua , qu e no
to, sino qu e
la sed del poeblo en oq'ue l c~mpnmen
am entos hasta
le sig'ui en sus n~:uch,ls y cu mp
ua .
<1ue lleg do nd e no ha bin falta de ag
do en estn
Gu er ra de lns ,1m oll'citn.< . Es tan alecitas
Am
mans ion de Ha phidm vin ieron los
oiss ma nd
hace r In g'Ucrra los Israe lita s. 1\f s del pueblo
Josu qu e escog iese los mns vnlic nlc
, le dij o, es -
Y salie'.e t pelea conr<~ Amalee. Yo
lla do , ten ien -
tar maii~n~ sn hr e In cu mb re del co
n lo hizo co -
tlo la vara de Dios en mi mano . Jos
lea. Entonces
mo . ~e le ord en a ha y sali la pe collado de s-
M(m s, Aa rn y H:ur su bie ro n un
s. Lu rno o qu e
de c.lunde se vean los do.; cn, rcito .

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?6
conoenz el con,ate, Moiss teniendo la vara en
los manos, las lebantaba hcia el cielo, impl o-
r and o el socorro y la victoria para su pueblo, y
observ que cuando las tenia levantadas vco1cia
Israel , y c uando, cansado, las dejaba caco vcneia
Amalee. Esta altel'llutiva hacia mas ohsti n~do el
conva te. Moiss nocuta ba tener sus manos le-
' 'a ntadas cuanto ticrnpo le era pos ible , pero :o l firt
le era preciso bajarlas para desta nsa r. y volva
vencer Amalee. Al ver esto Aarn y Hur , empi-
n aron una pied ra, y hacindole sentar sobre ella
sustentaban cada uno su brazo , v de esta suerte

p udo tener siempre J e,:~ntadas las manos al ciclo
l1astn ponet.;c el sol, que se decidi la vi crooia
favot del pu eblo de Is rael. ~land el Sdor
:Moiss que escribiese es te suceso para memor ia
en 111: libro (esta es la prime oa vez que se habla
de escritura en los li bros sa ntos) y que lo pusie-
se en odos de J osu. Concluid a esta guerra co n
tanta felicidad, Moiss edific un altat a l Seo r
y le. ofreci el sacrificio de alabanr.a y accion de
gra<!tas.
Habiendo o ido Jet r todo lo que Dios hJ bia
l techo con Moiss y con Is rael su pueblo, y que
el Seor le babia sacado ue Egipto, tom :1 S\t
hija Scfora, mugcr de Moi,s , y :,\ sus dos hijos
Geosnm y Eliezcr y vino co n el los ni desie oto,
dontle estaba acampado lsracl , y envi dccio ;\
Moiss! yo Jetr tu pariente vengo t , y tu mu-
l?l' r y tus dos hijos con ella. Al mom ento sn li6
\Joiss al encuentro de su suegro y familia, hizo
< aquel una profu nda reverencia y le bes; ahm-
z y be; despues 111.1 amada esposa y queridoi

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77
bijos, y entraron todos juntos en el pabellon
pequei10 taberncu lo del Seor, le ador~on y
d ieon g racias, y pasaron dcspues la tienda de
i\1oiss, c1uieu cont su suegro todo lo que el
Seo babia hecho con Faraon y los egipcios po1
amor : Israel, y todos los Ira b<~jos que les habi<J n
acaecido en el camino, y como el Seor les lJabia
librado de ellos. Jetr sea lcv de todos los bie-
nes que el Seiior habia hecho : lo~ hijos de J:;rael,
y ele cue los hubiese sacado ele! poder de los
egipcios, y dijo: bendito sea el Seor que os libr
de mano de los egipcios y de ruano de Faraon.
Ahora conozco que el Seor es grande sobre todos
los dioses; y ofreci, como sacerdote, holocaus-
tos y vctimas Dios. A este tiempo vini eron.
Aarn y todos los ancianos de lsael vi5itar la
fami li a de Moiss y tene r parto en su alegia, y
:Moiss les con vid \ uu bllnquctc sagrado que
todos reunidos celebraron delante llel Seor. Jct
estuvo algun tiempo <lisl'nllando de la amable
compaa de su yerno, le di varios consejos, poi"
que no solo era un anciano de mucha cxperitn-
cia, sino el sumo sacerdote en la nacion t.le i\la-
dian, y el uinci pal consejo fu que repartiese la
carga t.lel gobierne, porq u e no era posible de-
scmpciinl'le b ien por si solo; y para esto que
nombrase hombres de va lor y temerosos de Dios,
cue amasen la erdad y aborcciesen la mentira,
y que estos ju1.gasell la s causas menores, rescr-
vudosc para s la t.lccision de las mayores. 1\Ioiss
hun1ildc y dcil, como l mismo, se conform
gustoso con el consejo de su suegro hizo lo que
le aeonsojaba. Dcspues de haber empleado la n

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,s
bien el tie mp o, Jet ro abr az su bija y
sus dos
nie tos y se despidi de Moi> s, el c u~l le
env i
to y del
su pai s adm ira do de tod o lo qu e hab ia vi>
do So-
bu en hos pedaje c1ue bab ia rcci bid o, que dan
to pad re.
for a y sus hijos en la com pa a de su sau
del
Lle ga da al molltc Sinal . Al ter cer diu
en mo -
tercer me s de la sal ida de Eg-ipto se puso
gu ia, y
vim ien to .Ja col um na qu e le:; scrvia de
, la si-
lev ant and o su cam pam ent o de lbp bid m
des ier to
gu ier on y lle gar on aqu el mis mo dia al
fam o-
de Sin , y acam pu ou ; cor ta dis tan cia del
qu e ba -
so mo nte Sin a. Est e mo nte era el tea tro
los ma s
bia esc ogi do Dios par a presentar eu l
des de
por tcr uoS'os espectculos. Moiss se ret ir
su ora -
lu ego orar en est e mo nte , y est and o en
aba qu e
cio n, oy la voz de l Se or qu e le mard
n sus
dij ese los hijos de Isr ael : qu e si gu ard aba
por cio n
ma nda mi ent os, ser ian par a el Se o r un a
sac er-
esc o.,.id:l cu tre tod os los pu ebl os, un rei no
saber al
dotaY y uua nncion san ta. !11oiss lo bizo
lo qu e
pu ebl o, y os te res pon di un a voz: tod o
cia de
)ta el icho el Sei ior , har em os. En con sec uen
n sus ro-
est a res pue sta , Moiss ma nd CIbe lavase
uie nte ,
pas y so poriricasc n en aqu ell: lia y el sig
po rqu e el ter cer o baj ari a el Se or sobtc
el mo n-
irli q11e
te, vi ndo lo to do el pue blo ; per o les ad,
lmites,
se gu ard ase n de sub ir : l ni toc ar sus
a, fuese
po ntu c tocio el <1uc los tra spa sar e mo rir
lrornbte foesc bestia.
la
Pr om tdg aci o" de los die z ma ndamientos deo y
cer
ley de Dios. Ya !rabia lleg ado el dirt ter
cub rirs e
ncl ant ba la ma an a, cua nd o rom cnz
loi
d mo nte uc un a nu be nw y den sa, brillat

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?9
relmpagos, y orse los truenos. Se oy tambilm
el agudo y penetran re sonido Je una trompeta
q~te convocaba al pueblo !'ara 1ue se ac.e1case al
monte , pero ste, a temorizaclo, no se atrevi sa-
lir de sus pabellones y tiendas basta que i\loiss
le anim y condujo la lla nura que haba al pie
del monte, sin permitirles toca en sus lmites.
Humeaba todo el monte, porcue haba bajado el
Sciior sobre l en ruego, y subia el humo como
de un horno. Todo el monte pie:;entaba un espec-
tculo tetrible. Continu el monte cubierto de la
n ube, humeando y ardiendo; pero cesaron los
truenos y la ttompeta, y todo qued en un pro-
fundo silencio. En tonces el Seior que babia baja-
do sobre su cu mbre, habl oyndolo el pueblo,
todas estas palabras: yo soy el Seiior tu Dios cue
te saqu de la tierra de Egipto de la casa de es-:
clavitud. No tendrs Diose~ ~gen os delante de m 1
ni los aclorar:s. Yo soy el Sciior, tu Dios, podero-
so y celador de mi gloria. No lomars el nombre
del Seor, tu Dios, en vano, porque no dejar
el Seor sin castigo al que lo prO"fanase. Acurda-
te de santilicar el d ia del s;bado. Seis d ias traba-
jar.s y hars todas tus obras. El sptimo es sba-
do del Seo, tu Dios. Nada trabajar~s en l, ni
t, ni tu h ijo, ni tu hija, ni t u siervo, ni tu
sierva, ni tu bestia, ni el extrangero que est
dentro de tus puertas. Ho nra tu padre y tu
~nadre para que 5eas de larga vida, que el Se-
nor, t u Dios, te dar. No matars. No forniaars.
No _hurtars. No d irs contra tb prgimo f:tlso
t~sttmonio. No codiciars la casa de tu prgimo,
nt dese:us su n1uger , ni su slervo, ni su sterva,

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So
ni su buey , n i su asno , ni cosa que sea suya . To-
do el pueb lo oy estos die~ mn dam iento s del
Scot , imp resos en el cora zon del ho10bre por su
Jnan o crea dora ,y repe tidos aqu por su voz divin a.
Ces de habl ar el Sco y vol viero n brill ar
los relm pago s, ha hace r retem blar el mon te los
tru enos , y orse el ngud o y pene tran te soni do
de la t1empeta. El mon te cont inua ba cubi erto de
la nube , hum eand o y ccnt cllea odo por toda s
1
part es, y el pueb lo atem oriza tlo retro cedi y se
fij lejos del mon te, J icicmlo Mois s : hbl anos
t y oirem os. 'o nos habl e el Seo r , no sea que
nnu anoo s, porq ue qui u es el hom bre para oit'
la vot. de Dios vivo y vivir dcsp ucs de orla ? TCt
Moi ss que eres un hom bre tan quer iJo de Dios
oirs lo que orde ne el Seio r, nos lo com un icar i
y noso tros hare mos lo <1ne ~ande. Moiss les ani-
m, dicie ndo: que no termcseu , pue!t el Sclio r
con nque l apar ato babi a quer ido infu ndit en ellos
au sant o tern or pal'a que no peca ran. E l pu eblo
estu vo lo lejos y Moiss pene tr en In sant a os-
curi d ad y ent r en com unic acio n con Dios. Eo
esta com uuic acio n le decl ar el Seo r una gran
1arLe de las leyes po las que se hab a de gobe r-
1
uar el pueb lo, y le man d que se las intim ase.
Moiss sa li ele la pres cnci~ del Sei'i or, y de Ja '
sant a oscu ridad en que hab a entn Hlo; vino al
pueb lo y le intim lns leyes y orde nam iento s que
},abia recibi do, y todo el pueh lo resp ond i una
voz; que las gua rd.Hin. ~loiss esco'ihi toda s co-
t as leye s en un libro ; edili c al pie del mon te uoi
alta r de doce pierl ras en repr escu tacio n de las do-
CIC tribu s , y ofrec i sobr e r.il vkt imas pndf
icas al

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g,
Seor. Dettam sn ngr e ele las vctimas sob re el
aha r y sou re el pue blo paa con6 rma r el pacto
que hac ia este con Dios de g uatd ar sus ord e-
nam ient os, y ley el libr o en que los Ltabi9 es-
crit o, oyudolos todo el pue blo , que rqoiti
una vor. : todo lo <JUe lw ordt:uodo el S!'or har e-
mos y seremos obc Jicn tc;, Luego veremos cu1\
mal cumpli sus palabras y JHote& tas Cote pueblo
ingr ato.
Gloria del Seflor. Concluido el sacr ifiri o, se
retir sus pab ello nes , y Moiss se dispuso pata
volver la ma ana sigu ient e >ubi al nooute.
Llev< consigo su fiel mini;ti'O Jo,u , y e u~ u-
do hub ieron sub ido un a pal'le de l se dej ve t
1
sob re su cum bre la glo ria del Sciior. E a estn
como una especie de fuego que levantaba su her..
mosa llam a sobre la nube que cubra la cima del
monte; y se alcan?.aba er desde todos los cam -
pam entos de los hijos de Israel. Seis das ha bit
la glo ria del Seor sob re la cum bre del mon te y
otro s tantos estuvieron .Mnis; y Josu dete nido s
en su ladera: mas al sptimo Hum Dios ~l oiss
qui en, dejando Josu en aqu el siti o, sub t 1~
cum bre y entr otra vez en comunicacio n co n
Dios, en la que estuvo c uar enta di as y cua ren ta
noc hes sin com er ni beber en todo este tiem po.
Tablas de la ley. All declar el Se or Sll
siervo los cultos y sacrific ios que le agraciaban,
el tem plo y los altares en que se le babia n rle
ofre cer, los ministos y sacerdotes que los ha-
ban de ofre cer , y en fin, todo lo C]U e pcdia el
culto que que ri a que le rindiese s11 pue blo : mos -
trlc al mismo tiempu uu motlclu que deba
6
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82 reg 6
ser vir le de ege mp lar , y por lt imo le cnt
su
c,los tablas de pied ta escritos en ellas por la
uel
di,ino ded o los diez. ma nda mie nto s de aq
hab a
ley ete rna , <1ue con tan ter rib l e apa ra to
os y
int ima do al pu eblo e n me dio de relm pag
que
ttuenos desd e la osc uri dad de la nube, par a
tu-
ni pot olvido , ni por nin g un otr o mo tiv o,
un\-
viese el me nor pre testo par a dej ar de c
pli rla .
Ad ora cio n del becerro de oro. :Mi ent ras que
qu e
1\'loiss est aba en el mon te, vie ndo el pue blo
tar dab a , se am oti n con !ra su her ma no Aa rn
y
estos
yen do al. fre nte (co mo suc ede sie mp re e 11
nta te,
cas os) los ma s alb oro tad os, le d ijer on : lev
por
ltaznos Dio ses que vayan del ant e de nosotros,
, ese
que no sabe mos que hab r suc edi do Moiss
rn
lwm bre que nos sac de la tier ra de Egi pto. Aa
a,
n o tuvo bas tan te valot par a resistirse co mo deb
pe.:.
aun que le cos ta se la vida , y se con ten t con
oro
d irles par a hacer los Dioses , las arr aca das de
do
tl e las orejas de sus mu ger es bija s, cre yen
l'idos
sin duela qlte no q uer ra n sus pad res y mtl
en -
d espojarlas de sus ma s ricos ado rno s; per o se
glll, pOI'<Ille al mo me nto se las prcsan tar on e ti

i
podi.a. t.ar n d err iti tud o est e oro , lo vac
\ lll mo lde , !tizo d e ello un
becerro. Cu and o
g rito ,
aqu el pue blo amot inado le vi , leva nt el
te
dic ien do : estos son tos dioses oh Isra el! cue
nc i
saca ron ele la ti er ra de Egi pto . Lu ego se anu la
a
voz de pre;ooc ro una gra n sol em nid ad par
ri i~
m a'tana sig uie nte y se o l'rc<ier on en ella sac
co-
cio s a l bec err o; y mu y satisfechos con hab er
~1tHido esta ho ncn da ido lat ra , se sen
tar on co-

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S~
1ner y 1Jcbcr y se lebantaron clanzar y bailar
al rededo1 del Dios becerro.
Anda, dijo este tiempo el Seor Moiss
baja; pec tu pueblo, el que sacaste de la tierra
de Egipto. Se han hecho un bcCCI'I'O de rundicion
y le r.an adorado. Moiss traspasado de dolo COl\
tan runesta noticia _, baj6 clel monte lle"antlo m
sus manos lns dos tablas de la ley. Se teuni co11
Josu, que haba permanecido en la ladera todos
los cuarenta das, y cuando llegn i'On la r.1lda,
oyendo Josu el tumulto del pueblo que d3ba vo
ces, dijo l\loiss: alarido de combate se oye e11
los campamentos. No, le dijo P.loiss, no es cla~
tJlor de gentes que exhortan al combate, ni gri~
teria de los que obligan la huida; lo que ya
oigo son voces de gentes que Ga ntan. Siguieon
su camino, y cua ndo Moiss alaam. . ver el bc-
eei'I'O colocado sobre una gran columna; y ri los
hijos de Israel que caniaban y bailaban al red e~
dor de l, pcoar de se el m~s pacifico y m a nsu
de los hon1bres, no putlo sufri el insulto que
hac an Dios, dando su glori~ de adoraciou un
becerro, y Jlc~ado de un furor santo, arroj lns
tablas que traa en sus manos y lAs cncbt, pre~
fi,ientlo ha cerlas pedazos entregarlas un pue-
blo idlatr~. Corri al ido lo, le tlnriv1 de la c:o~
Imna' y mand eclwrlc Cll el rurgo ltn ~ lll redu-
ci.le \1olvo. Ech en una grnn poc t<JI) de agua
este r o vo, t. izo que la hcbicscn los iJ la; ras;
para que lrag;~sen reducido;\ polvo eJ Oios que
habiao Adorado. Pa. luego n ], pnrrta del cam~
pameuto y exclam: , alguno e, tic( St'iior, jto-
tese ml, y se juntaro.n <iltodos los hijos de Le'
. .
'
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84
v , que no le hab an adorado; los cual es dijo: es
to man da el Seo r, Dios de Israel. Pon ga el varo n
la espada sobr e su muslo. Id y volved de puer ta
puer ta por medio de los cam pam entos , mat an-
do dies tra y si nies tra; y mutieron en aque l da
com o veinte y tres mil idlatras. El Seo r no se
apla c con este cast igo, y quer a esten nina t el
p ueblo y escogerse otro nuev o; pero Moiss or
ta nto y con tanto ferv or, q ue al fin le lib r del
exte rmin io, aunq ue no de otlos casti gos, con que
l e hiri el Seo r por este gnn delit o.
Segw zdas eablas. Reconciliado al fin el Seo r
con s u pueb lo por la mediacion ele Moiss , era
preciso tenovar las tablas que ste hab a queb ra-
do, y el Seot, en su bond ad, cuid de esta te-
no vacio n. ~'land Moi:;s <ue se preparase para
subi r de nuev o al monte llevando dos tabla s, co-
m o las prim eras , para escr ibir en ellas los mis-
mos prec eptos. Moiss las man d cor tar, y levan-
tnd ose de noch e, su bi al mon te, llev~ndolas
cons igo. El Seo r baj en una nube y Moiss pra-
finroso se cnco rb , inclinallo hasta el suel o, le
ador , y entr e n su co mun icacion. Cua re nta dias
y cuarenta noches estu vo tamb ien ahor a con el
Seo r, sin comer ni bebe r en totlos ellos. Recibi
mu chos prec eptos lega les , y los diez manda m ien-
tos escritos por la man o del Seo r e tl las dos ta-
blas que llevaba. Baj del mon te, tray endo con-
sigo las tabl as, pe1o ig nora ndo que salan de su
rost ro respland ores , ca usados esta vez por la co-
mun icac ion que habia tenido con el Seor. Vien -
do Aarn y los hijo$ de Israe l los resplandores
que salia n <iel rostr o do l\1oi ss, temi eon acer -

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85
carse l , y aun diero n pasos a tras; pero llama -
doA por Mois s, vol vieron a si Aarn com o los
pruc ipes de la Sinag oga, y despn es qu e les ha-
bl , ''ioer on tamu en todos los hijos de Israel ,
quien es comu nic lo que haba odo al Se-
ot c u el mont e. Concl uidas estas comu nicac io-
nes, ech sobre su rostro un velo que retira ba
cuand o eotra ba habla r con el Seor , y voh,ia 1i
ecJ.rsele para hablat con los hijos de Is rael.
Primer taber nculo. Moiss desde muy al
prin cipio de su viaje pot el desie rto, babia man-
dado hacl'r un peque o taber ncul o y coloc arle
en medio de los camp amen tos, al que se retira ba
ornt , interc eder por el puebl o, consu har al
Seor , y recibi r sus o n culos. Cuan do el puebl o
idola tr, adoran<lo a l becerro, !\lois s, por orden
del Seo r, mand sacar de entte los idla tras y
trnsla dar fuera de los ca mpam en tos e;re taber n-
culo; y esta trasla cion fu uno de los cnstig os
mas sensibles para ellos. En es te taber n culo se
haba colocado y custo diaba el vaso de oro que
conte na un gomo r d e man y en l coloc ram-
bi en 11born Moiss las r ~blas para su c ustod ia.
Cuan do Mois s iba al tabern cu lo, todo el puebl o
$3lia : la pueta de sus pabel lones y se estab a
n indo le por la espald a basra que entra ba en l,
y enton ces vea que la colum na de n uhe cubr a
su ent rada todo el tiemp o que estab a Moiss en
comu uicac on con Dios, y no se retira ba basta
que vohia ; salir. llloss se echab a enton ces el
velo que h aba retira do al entra r, y comu nicab a
al puciJlo las rden es que babia recibi do del
Seiior.

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86 ..
Ofrendas. En una de estas comunicacio nes
les tliju, de orden del Seiior, que era llegado el
t icrnpo de hacer todas las obras pertenecient es su
<livino culto , segun el cgcmplar que el mismoSe-
iior le babia manifestado sob re el monte, y que,
p ara hacer tantas y tan ricas obras, se recibirin11
ofre nda s de todas c lases. Mas devotos los Israeli-
tas que fteles la ley, apenas oyeron esta invita-
cien, todos se prestar o n ofrecer con la m ejor
' 'O iu ntacl, y c01ricron presentar cada uno lo
rue tenia mas precioFo. Hombres y mugeres ofre-
cieron por6a oro, plata , cobre, jacinto, pr-
purot, grana, lin o fino, maderas de Setim, pieles
azul es y enca rnadas, vasos de oro y plata y toda
clase de pied ras preciosas , ofreciadolv todo con
JH'O ntsima voluntad y nimo devoto; siendo lo.
mns admirble, que, continu(lndo en ,presentar
mas y mas todos los di as, fu preciso echar pregon
p nr lo< ca mpan) entos, di ciendo: que ni hombre,
ni m uger llevase mas pnra las obras que haba
ordenado el Seor porque lo presentado era ya
b~stante y aun sobr,rba. i Qu leccion para los cris-
1 i.uros de estos tiem pos! i Tanto oro, tanta platn,
tanto adorno, tanto luju en s us casas y tanta po-
l>rezo e o la casa del Seiior!
Pr1rica de las piazas del segundo tabelnd-
culo. Para hacet estns ricas obras di d Seor
todo varon in struido en sn arte sabiduda inte-
li gencia, y especialmen te llam Besebcl y Olinb
y les llen del espritu de sabidu ra , de inteli-
geucia , de ciencia, y de todo saber para inventar
v egecutar obras en oro, en plata y en cobre
pal'a gravar en piedras preciosas , y para hacer
1
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8... . /

obrns ele prim or en carp in\e ra, e11 tcgidos y en


bordados. Moi ss les entr eg todo lo que hab a
ofrecido el pue blo ; y ellos hici eron todas las
obras que haba n>tondndo el Se or, saber: un
tabe rn:iculo par a su cul to, una preciosa arca par a
cus todiar eltC $1monio de In alia nza , un cande.:.
lcro de oro mazizo par a coloca r en l las lm pt-
ras del tabe rn culo , un alta r par a que mar los
per fum es, una mesa paro pon er las ofre nda s, y
otoas riqusimas obr as que aso mbr an cua nto s
leen los libr os san tos; y concluidas , las presenta -
ron l\loiss fabr icadas con un ~usto ex trem ado
y sum ame nte exquisito. Moi ss ' ' I que todas es-
tuba o l11:c has , seg un el egc mpl ar que Dios le ha -
hia mos trad o en el mou tc y con sab idu ra, y las
bendijo en el nombtc del Se or.
Stt ercccion. El r ime d ia Jel prim e mes del
segundo aiio de la salida de Egi pto , se arm y
erig i el tabe rn culo del Seor en med io de los
campamentos de Ista cl, com o palacio de Dios en
medio de su pueblo. Se llev Jo mas inte rior del
tabern~ culo el arca de la ali anz a, se exte ndi
de-
lante del arca un magnfi co velo que la ocu lt, y
delante de este velo 9e coloca ron el candeleo de
oro , el alta r de los rerf um es y la mesa de las
ofrt!ndas; se cer r e tabe rn culo con otro pre-
cioso ''elo, se puso en s u en trada una go u vac a
de bronce paa las purificaciones y en seg uida un
alta pna ofrece los sac rific ios, y po lti mo se
form al red edo r del tabe ru culo co n Ct>lumnas y
cortinas, un e-spacioso tri o que tarobien que d
cerra rlo. Cuando lo!lo estuvo concl uid o, Moiss
hizo la consagraciot\ con el blsamo que bau ia

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88
mJenado el Seor. Pas 1u ego ni pequeo tabet-
nculo que estuba fuera de los campamento s;
tom el vaso de man y las tablas de ) ley
que se custodiaba n en l, y lle estos testi-
monios de los prodigios de Dios, y los depo-
si t en el arca de la a li anza. Al momento 111
columna de nube que haba conducido y cu-
bier to < Israel desde que sali de Egipto y t1ue
estaba fij ada sobre es te pequeo taberncu lo, le
desampar, y vind olo todo el pueblo, pas al
nuevo y le cubri enteramen te; la 1nagestad de
Dios comenz brillar en medio de la nube , ma-
uifestaodo con esto que toma ba posesion del nue-
vo tabernculo ; y cuando la magestad del Sciior
d ej de brillar , la nube se fo recogiendo hasta
q oc se coloc sobre el ta beroculo en la forma,
ord inaria y acostumbrad a.
Sa belleza y hcrmoml'ft. Eua exige qne ha ga
m os aqu una pinturn, a unque sea brebc, de l
y de las precioss ima> obras que le ocu pahan y
todea bao, y tambien de los ministros que e n l y
fu era de l servan a l Seor. Era el tabernculo
un bermos:;i:uo san tuario de quince varas de lar-
go, seis de ancho y cim~o de alto, formado de ta-
blones qe mad era de Set im (cedro inco r-ruptible)
cubie rtos po r dentro y fuera de planchas d e oro
y fijados sobre fu ertes basas de plata. Su techo
era un riqusioo manron formado d e diez oorti-
llns primorosam e nte bord;1das, y rec.:~ madas y
u tl idas con prc:;illas de hermoso jacinto y cin-
cuenta anillos de oro. Sobre este mant on que cu-
bra todo el tabermculo , excepto el frontis de la
pntra4a, se extendan otros ~res de pieles de ca-

Biblioteca Nacional de Espaa


8g
es , pa ra de -
hrn y de ca ro er de preciosos co lor rics. To -
mp
fcu dc de <le las ag ua s y de mas i ntc
do~ cuerpos
do el tabernculo estaba dividido en
cu atr o co -
po r un ricusimo velo pendiente de n capite-
co
lumrHIS, cubiertas de planchas de oro
sas de plat~.
les tambi cro de or o, y fijadas sobre barfecto <le ~cr s
El cu erp o intc rior era un ouadro pe
de nueve. El
varas y el ex ter ior un cu ad ril on go
o y en est e
iut eri or se llama ha el lu ga r santsim , fuera de l
les
lu ga r impcneflablc todos los morta
al aii o, cs-
sumo Sacerdote qu e en tra ba un a vezpiciatorio. El
tba el arca de la alianza y el pro
y en l estaba
exterior se llamaba el lu ga r sa nto
perfumes y
el candelero de or o, el alt ar de los tra ba n los
en
la mesa de las ofrendas, En est e
Sacerdotes.
de Setim,
El arca de la n.lianza era de madera a y tres
an ch
<le cinco cuartas de hr ga , tres de
y fnera de
de alt a, y estaba cu bie rta por den tro estaba el
a
planchas de oro ptuimo. Sobre ell
gr an plaocba
pr op ici ato rio , qu e consista en una
s hertnos,i -
de or o, lijada sob re su t~pn y eo do oc up ab an
e
mos qu eru bin es tambien de or o, qus un pret:io-
SU $ ex tre mo s y formaban
con dos ~la
del Seiio r,
ssimo tro oo , do nd e brillaba la glo ria s onlculos.
. y desde dond e da ba sus td en
es y su
El candelero era un :1 rbol ele oro
con seis brazos
e remataba el
sobre los cuales , y la pu nta en qu bien de or o,
trono, se Gjahan siete lamparit as , tam ta r de los
al
para luci r de no che en el templo. El
, de un a va ra
p er fu me s era de madera de Se tim
nte y lo mi s-
de alt u ra , media de nnchura po r fre has de or o
nc
Dlo po r costado, cu bie rto todo de pla

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t
go
y guarocci<lo con un en rej~do coro naci on de
oro prim oros ame nte traba jado . Sobr e cte alia r se
quem aba el incienso de fraga nei3 por la mai nna
y el perf ume perp etuo por la tai'Cie. Lrt mesct de
las ofre nda s eta tam bien de mad era de Setim , de
11na vara de latg a, Jos cuar tas de anch a y tres
de a ha, e u biert a de pl ~nchas de oro y g uan cci-
dn tamb ieo de un elll'cjttdo coro oaci on de oro
Jrim oros ame ntc traba jada . Sobr e esta mesa se po-
Jtian los doce pane s que llam aba n dt: la ptoposi-
cion y eran las ofre ndas que hacan rcrp ewa -
men le las doce tribu s de Israe l. T anto el arca co-
mo d caud elero , el altar y la mesa tena n cada
lado dos anil los de oro, por los cual es se pasa ban
las Yaras cubi ertas de plan chas ele oro paa lleva r
estos prec ioso s mon ume ntos en las marc has. Cer-
raba el tabe rnc ulo 'una corti nu velo muy ri co
aunq ue no tant o com o el que Ot'llhaba el luga r
sant sim o.
Atri o. Estaba rode ado el tnbe rnr nlo lle un
espacioso dtrio de cinc uent a vnras de larg o y
vein te y cinc o de anch o, fonu ado por sesenta co-
lumn as de cinc o ' 'aras do altu ra, cubi ertas de l-
111nas de plata con capi teles ele plata y lljadas so-
bre basas de bron ce. T odos los espa cios de co-
lum na colu mna estab an cenaclos con vistosas
<!Ort inas , tejidas man Pra de red para pode r ver
1lescle fuer a el sant uari o que ocup aba la mag es-
tad del Seo r, ador ar al Seiiot de la mag estad ,
l>cndccitlo y alab arle. En el ttio y del ante de la
entr ada del tabe rnc ulo esta ba, prim ero el gran
baiiu para las puri llcac ione s, llam ado tamb ien el
mar de /;ronce, y des pues el ahar de los bolo -

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. gr
sacrificios. En
caustos y dcmas necesario pa ra los
ele 'labcllo nes
rcdcdot del tr io aca mp ab an bajo nes lo me -
las doce tri bu s de Isroel ( tres millo
ones, tres al
no s) pot el otdcn de sus escuad nte y tres
uie
or ien te, tre s al me,Jio di a, tre s ni po
tab ern c ulo
al no rte , tenien<lo en su ce ntr o el
qu e ha bit ab a
qu e era como el pabelton de Dios ,
su pueblo.
de un modo pa rti cu lar en medio Je
ll'nfico, sor -
Este espectculo era ad mi rab le , marle fla lan ex -
pr ende nt e, y no es mu ch o q ue al ve
b! tus tab er -
clamase: qu e hermosos son ob J~eo
C om o valles
n cu lo , y tus tie nd as o h lsr ae l!
en m rg en es
ftondosos! Como gr an jas regadas
fij el Seilor!
de rios! Como tab~rnculos qu e
Como ced ros ec ca de las ag uas! de mi nis tro s
Jliinistros de l Seor. La mu lti tud
ec in do le sa -
dest inarlos tlat cu lt o al Seiiot , ofr
ida nd o de sn
crillc ios , di tig indol e oraciones y cn
ra cio n qu e el
sa ntu ari o, no era de menos conside Le v, cue se
sa ntu atio mi , mo. To da la ttibu de
de Isr ae l, fu
compona de la dcima tercin patte
s u ser vic io, y
sepa mela y dest tlnda po r el Sciior ::
mponan esta
ele ~ntr<' todas las familias qu e co
el sacerdoc io
tri bu , fu lla ma da la de Aarn pa ra
l sacerd ocio
y el mismo Aa rn pnra cabeza de
agrados res-:
sumo Sa rcr do te. Todos fueron co nshab a sido el
pectivamentc pot Moiss, como lo
o en el luga
tem pl o, <'1 atca y dcmas co nte nid
haba n sido
santo V de ntr o de l trio. Ta mh ien lo
rti eula rm cn -
las ''Csti clu ras de los Sacetdotcs , y pa riqusirnas.
te las de) su mo $~cerclotc, qu e Cl'
an
.vian e n l
Los Levitas c ustodiaba n el tr io y se.
tab em c ulo ,
los S.1cerdot.:s, y estos gu ard ab an el

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92
y egerc ian en el luga r santo y su entra da las
princ ipales funci on es de su min isterio.
Salida del Sina. r.Jas de un mes se haba em-
J>leado desp ues de la erecc ion del temp lo en su
cons agrac ion y la de sus mini stros y en ofcc er
sacrificios y prese ntar ofren das, hasta que e l dia
veint e del mes segu ndo del segu ndo ao ele la sa-
l ida de Egip lo, desp ues de habe r acam pado mas
de once meses al pi e del fam oso mon te Si na!, de
l1abe r recibido del Seo r en este tiernpo las leyes
que le haba n de dirig ir en su gobi erno , y las
cerem onias que se haba n de obse rvar en su tlivi-
no culto , ll eg el tiemp o de conti nuar su viugc
la tierra tanta s veces prom etida sus padr es; y
la colu mna de nube di la seal del movimi ento,
trasl adn dose de sobre el taber ncu lo sobre el
pabe llon princ ipal de la tribu de Jud que haba
de romp er la marc ha.
Apenas se vi esta seal de la vol u otad de
Dios , todo ol pueb lo se puso en movi mien to; do-
lJl sus ti endas y pabe llone s, y se prep ar Jllll'a el
viage. l\loiss y Aar n, y los bijos de este EleM.a ~
Itam a t desco lgaro n el velo que cerra ba el luga r
sant simo , y en l se envo lvier on el arca santa y el
rop iciato rio y lo cubr ieron con pieles de colo de
' 'ioleta y con otro velo deco lorde jacin to para que
n ada padeciese en ln marc ha. Lo mism hicie ron
con el cand elero de oro, el altar de los perfu mes
y la mesa de las ofren das, pasan do las varas por
los anill os para ll eva r estas ca rgas san ta s sohre
los hom bres. Salie ron en segu ida al tri o , quita -
ron las cenizas del altar de los holoc austo s y le
en vol viero n en una cubi erta de pieles de color de

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v1eron 1a gran vac1a e
.93d
vtoeta y tam >ten envo
las purif icaci ones y lo dema s que se tvia paa los
sacrificios. Se desa rm el rabcr ncu lo y el ritr io y
se envo lvier on en piele s sus rabio nes, colum nas,
basas v capit eles; se dobl aron sus corti nas, man -
tones y velos , y se cubr ieron con piele s para
prese rvarl o de las agua s y dcma s intem pr ies.
Los Levit as de la famil ia de Caat h (t la que pcr-
teoec ia Moiss y Aar n, tu viero n el hono r de
lleva r, como mas cerca nos la famil ia sacer dotal ,
el arca sant a, el cand elero , el a ha de los perfu -
mes, In mesa , el ahat d e los holoc austo s, la gratt
vacia y !u dema s que servi a los sacri ficio s; todo
lo ClJal, y prin cipal ment e el arca 1 deba n lleva r
los Sace rdote s, cuan do se hubie se aume ntado s u-
Ji cientcrnen tc su nme ro. Los de la fami lia de
Gers on lleva ban las cortitl~s, velos y mant ones ,
y los de la de l\lera ri los tablo nes, colum nas, ba-
sas y capit eles.
Continuacion deL viage la tierr a prom etida .
Disp uesta s asi todas las cosa s, l\loiss se acetc a l
arca santa y al pone rla sobre los homb ros de los
Caa thitas or y dijo: lc11tmlaos, Scor, y sean
disip ados vuestros eucm igos, y fllt)'a n de 11/tcstra
preseucia los que os aborrecen. Al conc luirla s par-
ti el arca , acom paa da d e Mois s, Aar n y sus
dos hijos , nico~ Snce rdotc s, y ungid os ya por
Moiss , y fu pone rse al frent e de lsraf l. Ento n-
ces princ ipi la marc ha Que espec tcul o tan ad-
rniablc y form idubl e al mism o tiemp o! Acaso
jam s le vi el mun do seme jante !
Un pueb lo de mas de dos millo nes marc haba
en medi o de un eg~ rcito de mas de 'eiscic11to s

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g4
mil combatientes. U n Angel, envuelro en una co
lumna de nube le guiaba y la ma"estad del Se-
or iba su frente entre los qo.eru~ines del arca
santa. Se caminaba un paso magestuos y pro-
porciopado al mismo tiempo niii.os y ancianos,
hombres cargados con el tabrnaculo del Seor
y con sus propios pabellones, y mugeres que
lle,;ab?n sus hijos en su seno en sus brazos, .Y
se hac1a n pausas regulares para el descanso y ali-
mento. La columna se fijaba en los sitios mas
apropsito para pa sar la noche uo pueblo t.in nu-
meroso, y despues de haberle cubierto todo el
dia con su fresca sombra, le alumbraba toda la
noche con su hermosa luz. El man cont inuaba
cayendo todas las madrugadas al rededor del
campamento, proveyendo de nn abundante y
gustoso alimc1ito, y nunca les faltaba <::1 agul.
Los ,,estidos, el calzado, las tiendas y los pave-
llones con todos sus pertrechos se conservaban
sin el menor deterioro. Todo conia por cuenta
de Dios en este portentoso viage. Nada tenia que
hacer el pueblo mas que eaminar un paso su-
mament.c sosegado.
Incendio. Tres dias haba que marchaban co1~
tan admirable orden, cuando un nmero de
hol(:azanes (que np nca faltan _en Jos. pueblos
y los reinos) acostumbrados a la voda pol-
trona en el .e spacio de casi un ao que haban
acampado al pie 'del monte Sina, poin cipi
quejarse de cansancio, y mur:murar contra
el Sciior. Estos criruin;.Jes .dej, on sus lneas,
se rezDgaron iban corno anas trando detras
del egrci Lo, queriendo al parecer, preci~

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g5
sar los gcncr~les que cor tasen stt marcha,
exci tar uua scdicion con tra ellos. Al "er el Seor
un portc tan inju rioso su paternal cuidado ea
unos l10mbres rodeados de sus prodigios, se irri-
t contra ellos y un repentino fu ego, atizado por
el soplo de stt ira, cay sobrc este rezago in-
cendi y alwas los murmuratlores. Se di
e:~te s itio el nombre de incendio. Apesa r de url
castigo ta n pronto y tan terrible, y de los gritos
de tantas personas que se abras~ ban , e l egrcito
no hiLo alto, antes bien, posedo del espantn,
continu marchando y alcjrldose de aquel lugat
terrible, hasta <tue al caet la tard e hizo la colum-
na seal, no solo de p~s~1 all la nocbe, sino de
perrnancce t' all por algun tiempo.
Primera mawion despues de la salida del
Si11a. Moiss , e u e nun ca se a purtuba del arca
san ta, tnH luego de descargrrla de los hombro.s
de los Caatitlras y. dijo al bajarla: 11olveos, Seiior,
la multitud del egrcito de Israel. Estas pala-
bras y las que babia dicho a l car;ada sobre ellos,
l e repetan siempre en seowjantes oca$iones. Luego
se bajaron todos los cargamento s, tanto del cam.-
pamento de Di os, como d e los campamentos de
los hombres , se erigi el tabernculo y form
el :itrio. Se colg el gran velo que di,iJia el lu-
gar san to clcl luga r san t simo. Se meti en ste el
arca con el propicia torio , y SI! col oca ron en aquel
eL candelero de oro, el altar de los perfumes, y
la mesa d e las ofrendas. Se cerr con su velo el
tabernculo, y delante de l se pu>i~ton el gra n
bao de las purilicacion es,) el ahar de los holo-
cau.tos y por ltimo,.se form el uio al rcde-

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g6
dor del taber nculo y se cerr la entra da con su
cortina. Todo se puso en disposicion de ofrec er
los sacrificios y de conti nuar el servicio ordin a-
r io. Entre tanto el pueblo lij sus pabellones y se
acamp en reded or del trio por el orden que el
Seor tenia ma nd.ado. Es ta era la pri mera mau-
sion despues de haber salido del pie de la mon-
taa, y esto se hito en todas las mansiones si-
g uiente s , difere ncia de las dorm idas en las que
se desca rga ba, pero no se desen farda ba.
Parec er incre ble, pe ro ello es cic1to. Aun
lmme aba el fuego que habia _abrasa_do los mur-
muadores en el lugar del wcen tllo, uand o se
p rese ntaro n provoca r la ira del Seo r otros
u uevos. El vulgo de los ext range ros que ha ban
salido de Egipt o con los hijos de Israel , fastidia-
dos del man ( sin duda u o era sabro so para ellos )
fu crou los pri meros que man ifesta ron un deseo,
un usia por las vi andas mas despreciables de
E gipto . Lueg o les siguie ron los Israel itas de me-
nos cousid caci on, y unos y o tros lamen tndo se
y lloran do , decia u l qui n nos dar ca rn es que
come r ? Nos ncotdao1os de los peces qtic co ma-
m os en Egipt o por nada , y se nos ''icoe al pen-
samie nto lo; cohom bros, los pepin os, los puerr os,
l as ceboll ~s y los ajos. Nuest ra alma est ya fasti-
diada , y nuestros ojos no ven sin o ese mnn que
nos sigue po toda, panes . Moiss cuand o vi llo-
rando al pueblo los puert as de sus tiend as,
J)Csa r J e su extre mada pacien cia, le pareci esto
una cosa in tolera ble. Un pueblo qu e se lamen ta
y llora por las viand as mas despreciables de Egi p-
to, tenien do para su alime nto el pau que le llue-

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ve el ciclo tod os los das, es iosopo rtal,lc. Yo no
91
puedo ya sufrirl o. Yo solo oo pu edo sos tener
todo este pueblo .
Sanedrn. Aqu i el Se or se i ndign en gra n
m anera contra los murm uradores , pero se com-
padeci de su siervo. J ntame , le dijo, setenta
varone s de los an cianos de I srael, de aq uellos
qu e tu conoce s que so n l os ancian os y m aest ros
del pueblo ; los llevar s la puerta del tabern -
culo de la alianza y los hars estar all contig o,
para que yo descie nda y tome d el esprit u tu) o,
y se lo d ellos, fin d e que sosten ga n contig o
el peso del pueblo. Dirs tambie n al pu eblo: san
tiGcaos. Ma ana comer cis ca rnes, y las comer eis,
no solo un di a, ni cinco, ni diez, oi veinte sola-
mente , sino hasta un mes, y basta que sal ga 11.
por vuestr as narice s y os causen vmilo s, po1
c uanto habeis desech ad o al Seor que est e n
medio de vosotr os, y ha beis llorad o del.wl e de l
dicien do: porqu salimos de Egipto ? Junl , pues,
Moiss l os setenta varone s de los ancia nos de Js-
tncl , y les cond ujo la pu erta d el tabern culo.
Entonc es d escend i el Seor en un a nube, ,v to-
mando del esprit u que babia en i\Ioisrs , le di 4
los sete nta ancian os, y lurgo que npos sobre
ellos el espiri lo , profet iznron e n prn eh,c de que
Dio~ les babi a e lcgido pa ra ayuda r Moiss en
su gobier no. En este cousej o de los setenta ancia-
nos , cuyo frente e.tu,o i\loi>-s , se decid an
los negoci os de la reli g-ion y de l e~lnclo, y era
d que en ti em po ele ' J es clcristo se lla ma ba Sa-
nedrn Sinedrio. Hecha por Dios la con-
iirmacion de los setenta ancian os para ayu~
7
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d~~ Moiss enestoels degobsuiern o del pueblo , y par -
mis mo esp irit u, se vol -
tici pan tes ya
vier on de la pue rta d el tabe rn cu lo sus cam-
pam ento s.
Codornices .r sepulcros de la concupiscencia.
El di a sigu ient e env i el Seo r un vien to, que,
sop land o del occ iden te, traj o del otro lado del mar
una pro digi osa mu ltitu d de codorn ices que en la
~x tens iou de un dia de cam ino , vola ban e
n red e-
dor de los cam pam en tos la altu ra de una vara .
El pue blo al ve rlas sa li de sus tien das y cad a
un o cog i cua ntas qui so en aqu el di a, en aqu ella
noche y en el dia sigu ient e, y el que menos J1e,
de ella s diez gra nde s med idas , que hac an com o
dos cien tas libr as de carn e y las seca ron al rededor
de los cam pam ento s. Des de el prim er dia com iero n
d e las cod orn ices y con tinu aro n com iend o d e ella s
p or el espacio de un mes , pero al fin lleg aro n
110 reo llar sino cod orn ices y cau sarl
es nau seas,
seg un bab ia dich o el Se or. Mas aun ten an las
car nes ent re los dien tes, cua ndo l1e uqu i que , in-
fl ama do el furo r del Scii or con tra los mu rmu ra-
dor es , que hab an pref erid o al pan del ciclo Jos
ajos y cebollas de Eg ipto , les cast ig con una
plag a en gra n man era g ran de, sin que que das u
con vida ni uno de los que hab ian ans iado co-
m er ca rn es; y se llam aqu el luS'a r scpulcrns
de la concupiscencia, por que en l fuer on sep ul-
tad os los que co n des prec io del man , hab an
~petecido carn es. Su ceso form idab le, que
deb e
h ace r tem bla r todo s aqu ello s que obli gan en
cieto mod o al Sci10r que con des cien da con sus
ape tito s desord.enados! Por eso las riqu ezas , !os

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99
honores, los placeres, cuando se encuentran en
hombres malos son una seiial terrible de muerte
eterna.
Qc,ejas de Jlfarla .7 Aar6n. Despues de esta
larga y funesta maosion, se parti para Hseooth,
donde se lleg e n el mismo di,t. No se excitaron
aqu nuevas murmu raciones po u n pueblo tan
reciente y seve ramente castigttdo; pcto n o por
eso faltaron Moiss . nuevos di sgustos que rger
citasen su pa cie ncia. Maria y Aarn sus herma-
nos, hablaron contra l por causa de su muger.
Regularmen~c s~ habra esta e~orgullecido i! a
de la gran dtgoulad de su mando y de los conti-
nuos favores que le dispensaba el Seor, y re-
sentidos de esta altivez los cuiiados, la dijeron:
Pues qu? Ha hablado el Seiiot por solo Moi-
ss? Acaso no nos ba hablado tambien no;o-
tros? De aqu pasa ra n mu rmurar d e s u her-
mano, porque, a' su parecer, no rcprunta. . su or-
gullo. Mara, como mugcr, pudo dejarse llevaL'
mas de la envidia; como hermana mayor, se cree1 ia
mas ofendida, y como fa.,orecida tambien del Se-
or, quizs hizo vanidad de los favores. Lo cier-
to es que fu la mas castigada. Como Moiss era
el hombre mas manso de todos los qllC moraba n
sobre la tierra, y no habri a tomado su propia de
fensa, el Seor , por decirlo as, se encarg de
ella. Cuando au n duraban estas qucjns, el Seor
dijo los tres hermanos: salid solos hria el ta-
heanctdo. y habiendo ido, baj el Seor en
una columna de nube, se Gj su entrada, y
llamando Aarn y Mara, les dijo: si algu-
Jo fuere enlre vosotros profeta, me aparece-


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roo
r l en vision , le habla r por ensue os; mas
no sucetle nsi con mi sici'Vo Mois s, que es el mas
fiel en toda mi casa. Uoca boca le hablo , y l v
al Seor claram ente y no bajo de enigm as ni fi-
guras . Po rqu, pu es, o o h a beis temid o habla r
mal de mi sier vo Moiss? Y se retir initad o
contr a ellos. Se retir tambi en la nube que estab a
6obre el taber ncul o, y be aqui que Mara apa-
r eci toda cubie rta de lepra. Aarn , asom brado al
v erla, corri Moiss y le pidi con nsia que
les perdo nase este pecad o, que haba n come tido
contr a l necia mente , y que rogas e Dios por su
herm ana, porqu e ya en pocos mome ntos la lepra
h aba devor ado la mitad de sus carne s. Moiss
r og Dios por ella, pero , si bien consi gui que la
lepra no siguie se consu mind ola, no pudo a lcan-
zar que desap areciese, y que no fuese arroja da de
los camp am entos como lepros a , ni evitar tam po-
co que no su friese por siete dias este castig o. Un
escarm iento tao pront o , tan terrib le, tan pblic o,
tan ignom inioso para la herm ana del legisl ador
y condu ctor de Israe l, fu el remed io ma s eficaz
para curar su orgul lo, para dar un escar mient o
su berm ano y un egem pla l' mas al puebl o; y
aun<tn e es vcrdad que aprov ech poco este, co-
mo vere.mos despu es, !tizo felizm eote "n !liarla y
Aaru todo su efec to. Asi no vemos que en ade-
l an te l\Ia ra volviese propa sarse , ni q u e Aarn ,
cuy o respe to para con su herm ano haba sido
siemp re tan prof~tndo y tan const ante , volviese
tan poco dcjnr Je guarchi rselc. Al fin de los siete
das de separ acioo de Mara , curad a esta , tanto
de la binch azon del espiri to , como de las lla-

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101
gas del cuerpo, la columna hizo movimiento en
sea 1 de marchar.
E:y;ploradores de la tierra de promision. El
dia segundo del mes cuarto salieron de Haseroth
y llcgaron por la tarde Retbma, punto muy
cercano ya la tierra prometida. El Seor quera
dar en esta mansiou las ltimas disposiciones para
que principiasen la conquista bajo de su protec-
cion; pero este pueblo ingrato y sin f , tuvo etl
poco la proteccion del Seor, y quiso primero es-
plorar la tierra que iba conquistar. El Seor en
sn enojo condescendi con sus deseos, y dijo
Moiss: enva hombres que reconozcan la tierra
de Canaan, uno de los principales de cada tribu. ,(,':'/"A
Hizo Mo iss lo que ordenaba el Seor, y envi (.'tf(.(";)':.:::_
los doce hombres, encargndoles que averiglta- ',~ ,.0.'- ~
sen: que ttetra
. era aque11a y que' puc bl os 1a 1ta- ,~<-'~:.::..:
, , \. '

hitaban: si estos eran no fuertes, y si sus ciu- -~ -~~'.<.":~


dades estaban muradas sin muros: s i el terreno -~
era pinge estril, y si estaba sin ;hboles ar-
bolado; y por ltimo, les encarg que trajesen
algunos frutos de aquella tierra para muestra. Los
exploradores hicieton cuanro se pod ia esperar de
ellos. Atravesaron el pais de medio dia : norte y
de oriente ponienre, exam inndolo todo in-
fotmndose cuidadosamente de cuanto les impor-
taba saber , pues la lengua de esta tierra, que ha-
brao habitado sus padres por tanto tiempo, no les
era desconocida, y asi en todo su viage no se en-
tr en sospecha alguna contra ellos. Se pasaron
la v_uelta por el torrente, que despues se llam del
racuno, y trajeton de all gruesos higos y her-
mosas STanadas, y sobre todo un racimo de ubas

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102
tan grande que fu necesario atravesarle en un
baral y traerle entre dos hombres.
Su 'Vuelta. E l viage dor6 cuarenta dias hasta
volve la nransion de doooe haban salido. Lue-
g'! se presentaron Moiss y Aar6n y toda la
reunioo de los hijos de Israel, y poniendo su
vista el prodigioso racimo y demas frutos que
l1abian traido, dijeron: juzgad por estos frutos
cual set la fertilidad de aquella tierra que aca-
bamos de reconocer. li'Ioiss estaba enagenado al
ver tan prodigiosos frutos; pero cul s~ria su
sorpresa y sentimiento, cuando oy6 diez de los
doce exploradores explic~rse en estos trminos!
Seria para nosotros , aadieron, el colmo de la
di cha , si pudisemos entrar en la poses ion de este
admirable y envidiable pais; pero est lleno de
ciudades fuertes y muradas, y defendidas por
hombres fuettsimos. All hemos visto la raza de
l!:nac, de estatura enorme y gigantesca, cuya so-
la vis ta infunde horror en los corazones mas in-
trpidos. Amalee habita al medio dia, el Heteo,
Jebuseo y Amorreo en las montaas, y el Cana-
lleo en las riveras del mar y cercanas del Jordn.
Todas las entradas es tan cerradas, y no es posi-
ble abrir camino por patte alguna.
Conmocion del pueblo. Qu imptesion no
causara esta pintura, hecha por diez de los doce
exploradores en un pueblo tan mal dispuesto de
antemano y pronto revelarse? Vi6 Moiss el
caimiento en el semblante de todos, y oy6 luego
la murmuracion que empezaba por todas partes.
Caleb entoncs a compaado de Josu, nicos ex-
ploradores fieles, clam6 voz en grito: lastimo-

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103
mo riz an.
sam ent e os eng aa n y sin raz on os ate
Resol vm osn os con qu ista r esa ti err a y
ser em os
por que el
due os de ella. T odo lo con seg uir em os
nos otr os.
Se or v nu est ra fre nte y pel ear po r
aca so ha-
La exo rta cio n viva y ani ma da de Ca leb ,
en ra-
br a con ten ido la mu rm ura cio n y ent r ado
os com -
:zon al pu ebl o, per o sus cobardGs ind ign
ma s alt o,
pa ero s, co mo qu e era n die z, gri tar on
blo con
dic ien do: Ca leb es un tem era rio . El pue
ma s fue r-
qui en ten dr am os qu e pel ea r es mu cho
rri do se
te qu e nos otr os. La tie rra qu e hem os r eco
i hea1os
tra ga sus hab ita nte s. El pu ebl o qu e all
os vis ~
visto es de un a est atu ra mu y alt a. All hem
raz a de
to cie rto s mo n str uo s, hijos de En ac, de
s par ec a-
gig ant es, y nos otr os com par ado s con ello
mos com o lan aos tas .
Alboroto. ~n est o la mu ltit ud com enz

l\loiss y
llo rar gr itos y mu rm ura r con tra
e hu bi -
.Aarn , dic in dol es en su car a: oj al q11
se mo s en
semos mu ert o en Eg ipt o qu e per eci
Se or
est a sol eda d, y qu e no nos int rod u zca el
de esp ada
esa tie rra , por que no per ezc am os filo
os.
y nue str as mu ger es hijos sea n llev ado s cau tiv
vam os
P or ventu~a no es me jor qu e nos vol
os par a
Eg ipt o? Y se dij ero n un os otr os: elij am
nos otr os un cau dil lo, y vol vm osn os
Eg rpt o:
pos tra ro n
Cu and o Moiss y Aa rn oye ron est o, se
los hij os
en tie rra del ant e de tod a la mu ltit ud de
o Sa cer -'
de Isr ael . El San to con du cto r, y el sum
s de est e
dot e del pue blo de Dio s, pos tra dos los pie
deb ia en-
mis mo pu ebl o, eran u n esp ect cu lo qu e
e en ter~
ter nec er tod os, per o nin gu no par ece qu
ro ten an
neci. Al mi sm o tie mp o qu e Moiss y Aa

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104
sus ro,tros pegados con la tierra, Josu y Caleb,
que por s mismos babian recorrido el pais, ras-
g .orun su; vestiduras y gritaron toda la multi-
tud: la tierra que hemos dado la vuelta es muy
h11ena: no querais ser rebeldes contra el Seor,
ni temais los hombres de esa tierra, por que,
como e l pan, a si nos los podemos traga r. Es tan
si n d efensa. E l Seiot est nuestro favor y con-
Ira < ll os. ~o !ema is. La contestacion la justa y
ferv .. rOJsa exortacion de los dos fieles Israelitas fu
r edohlr sus clamores y tratar de apedrearlos.
A parece la gloria del Scior. Mas cuando se
prevenan para hacerles morir pedradas, apa-
r eci la gloria del Seior sobre el tabernculo. La
colum na de nube que estaba sobre l se convirti
en una col umna de fuc~o, que manifestaba estos
furiosos la ira de un Doos irritado contra ellos y
resuelto es term i narlos. El car cter de lo Israe-
l it as era l a insolen oia, cuando D ios disimulaba sus
a11evimient os, y la bajeza al primer asomo de su
ira. A vi.ta de los rayos que salan de la nube se
tlcshizo y disip la muhitud como el humo, cor-
J'icndo cada uno ocuharse en su tienda.
DiM quiere acaba'' con el pueblo y llfoiss ora
por l. Entonces dijo Dios Moiss: hasta
c uando m e desacreditar ese pueblo? Hasta cuan-
dn no m e h~n de cree1' con todos los prodigios
que he obrado Jelante de ellos? Los herir, pues,
con pestilencia y los consumir; mas t te har
prncipe sobre una gente grande y mas fuerte
que esta. Moiss era e1 homlire mas sufrido y ma.s
amante de su puebl o, y tembl al oir esta sen
leQcia. Se postr de nuevo delante del Seor y

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Jo!>
con una san ta libe rtad le hhw pre sen te; que los
-
egi pci os, de ent re qui ene s bab ia sac ado en por
tent os este pue blo , y las gen tes de esta tier-ra que
hab ian oid e que el Se or esta ba en med io de su
pu ebl o, que se dej aba ver car a c.1ra, que le de-
la
fen dia por el dia de los ard ore s del sol con
le
som bra mil agr osa de una col um na de nub e, y
tl
alu mb rab a por la noc he co n la her mosa clar ida
de una col um na de fu('go... que tod as esta s gen tes,
cua ndo oye sen que hnb ia dad o mu erte todo su
pue blo , com o si fue ra uD solo hom bre , diri an: que
su Dios les hab ia con duc ido has ta la ent rad a de
o
la tier ra que hab ia pro met ido sus pad res ; per
que Do hab a pod ido intr odu cirl es en ella , y por
s
eso los hab a ma tad o en esta sole dad : que esto
e-
seri an los inju rios os disc urs os que har an aqu
-
llas gen tes con tra su sob era na mn ges tad ; y con
e-
clu y dic ien do: Se or suf rido y de mu cha mis
r ico rdia que qui tais la niruid~tl y las mal dad es;
que nin gun o hall ais vue stra vist a ino cen te ; que
-
visitais los pecados de los pad res en los hijos has
os
ta la terc era y cua rta gencrncion ... per don ad ,
-
rue go, el pec ado de este pue blo seg un la gra nde
za de vue stra mis eric ord ia, nsi com o le loa beis
sido pro pic io des de que sali de Egi pto has ta este
sitio. Una ora cio n tan fun dad a en la mis ma
a
hon ra del Se o, tan tier na , tan viva , tan llen
-
de am or par a con un pue blo que que ria ape
e-
dre arle , con mo vi las e ntra as de la div ina mis
ricoJ'di a.
Dios le per don a, pero condena los de vei nte
aos y arriba no ver la tier ra pro met ida . El
Sei ior se dej a pla car de la ora cio n de su sic no,

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106
y le dijo : qu eda perd ona do el pue blo por tu s-
Jllic a; mas todos los bom brcs que vieron mi ma-
gest ad y los prod igio s que obr en Egip to y en el
desi erto , y que me han tent ado ya pot diez veces
y no han obedecido mi voz , no ver n la tierr a,
p or la cua l jur sus pad res, ni la ver algu no
de aque llos que me han desa cred itad o. Has ta
cua ndo mur mur a este pueb lo con tra mi ? Dles,
me s: en esta sole dad yace rn vues tros cadveres:
todos los qu e habe i s sido cont ados de vein te ao s
y arri ba, y que babeis mur mur ado con tra mi,
11 0 entr arei s en la ticn a sobr e la c ual alc
mi
lllan o para ha crosl a hab itar ; pero entr ar n vues
tros peq ue uelo s, de los cual es dijis teis que se-
rian despojo de vue stros en emi gos, para que vea n
ellos la tierr a que os desa grad vosotros. Vue s-
t ros hijo s ,agc arn en el desi erto bast a <JUe sean
co nsum idos en l los cad vere s de sus padr es
porq ue as com o lo he dich o , as lo har con toda
esta mul titu d perv crs sima que se ha leva ntad o
oontta m. En esta soledad desfallecer y mor ir.
Moiss com unic lo$ hijos de Isra el todo lo
que bab ia di cho el Se or, y cuan do supi eron que
qued aha n excl uido s de la ti erra prom etid a, en la
que ell os mis mos no bab ian que ri do entr ar , tu-
' 'iero o esta cxcl usio n por un cast igo insu frib l e.
Llo raro n muc ho en extr emo , pero el Se or lo
ltab ia jura d o y sus llan tos no bast aron para que
revocaRc la sent enci a. En el mi sm o inst ante que
llor aban sus desd icha s, vi~ron con s us ojos lloro -
sos la prim era egec ucio n de la sent enci a. Los dier.
di put ados que h aba n ido ex plor ar la ti erra de
prom ision y hab iao amo tina do al pue.blo, hab lan-

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10 7
r Dios y ca ye -
do mal de ell a, fueron he rid os po Se poda es -
.
ro n mu ert os de lan te de la mu lti tud
r-ible se ap la-
pe rar qu e desp u es de este go lpe ter
r, y qu e la
ca ra alg u n tan to el enojo de l Se o
te co n los se n-
mu ert e tta tur al ac ab ar a len tam en
qu e ellos mi s-
ten cia do s, pero no sucedi a si, po r
ec uc ion de la
mos ac ele rar on en gr an pa rte la eg qu e les de -
a
sentencia. En fad ad os co n la <:ob ard
eti da , cu an do
tuv o pa ra en tra r en la tie rra pr om
de M ois s, y
se lo or de na ba el Seior po r bo r.a
em pe a ro n en
excitados ah ora po r la tem eri da d , se
r y resist in -
en tra r en ell a sin or de na rlo el Se o
las espadas de
do lo Moiss, y mu rie ro n al filo de
ro tan crecid o,
los Amalecitas y Ca na ne os un n me
mi lla res de
qu e de un eg rc ito co mp ue sto de
era rio s, so lo
co mb ati en tes tan valientes como tem
eados. Un su -
volvi un a tro pa de fugitivos estrop
to la mu ert e
ceso tan tetrible y <ue ac ele rab a tan
ren tes de sa n-
de los .s en ten cia do s, so br e co sta r tor
s'O t'. Se to ma -
gr e y lg rim as , llen todos de ter
y rep ara rse de
ron alptnos da s pa ra de sca ns ar
cu rad os y sa -
tan inlt:li1. co mb ate , y des pues de
ados vol ver,
no s los he1'idos, se vieron precis
sde las or ill as
posedos de l do lor y de sc on su elo , de
e en el de sie rto
de la tie rra pr om eti da int ern ars
a y ocho a os
pa ra qu e en el espacio de tre int
lla s soledades
mu rie se n y se en ter ras en en aq ue
qu e se ba bia n
ma s de un millon de pro scr ipt os
rra pr om eti da .
hecho ind ign os de en lra r en la tie
Se ria dificil
Vu elt a lo interior de l de.rierto.
, las dis tan cia s
se a lar pu ntu alm en le la si1uacion
mansiones qu o
Y las du rac ion es de las dif ere nte s
llo s ardiente&
hic ier on los hijos de Isr ae l en aq ue

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108
are nal es y vas tos de; iert os, que atra ves aro n, cru
-
zar on, y por decitlo as , ar~ron en el esp acio
de
trei nta y ocb o aiios . Lo ciert o es que este larg o
pen oso mo vim ien to de una mu ltit ud de del
y
in-
cue nt es , que iba n que dan do sep u ltad os en aqu
e-
llas sole dad es, con tien e poc os hec hos , y estos re-
feri dos sin se a lam ien t o de lug are.s , ni dat a
de
ao s, po r que el hist oriad or sag rad o Jos cue nta
,
al par ece r, con dis gus to, por no con serv ar la me
-
mo ria del ma l por te de su pue blo , y los hub iera
om itid o tod os de bue na gan a, si el hon or y
la
glo ria del Se or se lo hub iera per mit ido . Sin em-
bar go, el prim ero que o os refi ere des pue s de
su
sepan cio n de los con lluc s de la tier ra pro met
ida ,
man illc sta SLt celo por la obs erv anc ia de la l ey,
si esta obs erv anc ia hJhiera sido mas gen era
y
l y
ma s con stan te, hub iera con sola do mu cho al con
-
duc tor de Isra el y al pue blo que con duc a en
los
trei nta y och o ao s de su pen oso des tier rq.
Castigo por tra baj ar en dia de fies ta. Esta n-
clo en la sole dad los hiji)S de Isra el y hab ien do
ha-
l lado u n hom bre que rec og a leii a en da de
s-
bad o (de fiesta ) le presen taro n l\Ioiss y Aar
y !.od a la mu ltit ud, los cua les le cnc errn ron n,en
la cr cel, y no sab ien do lo que d eb an de hn
cer
de l, con sult Moiss al Sci ior, y e l Sei ior le
di-
jo: mu era do mu erte ese hom bre . Cb tale de pie
-
dra s tocio el pue blo fue ra del cam pam ent o. Y
ha-
bin dol o s:~cado fue ra, le cub rier on de pie dra
s y
mu ri com o el Se or lo hab a ma nda do. Por este
pas agc se " que la ley cle gua rda r el sb ado
es-
tab a en sn vig or en el desiert o, aun que no
se
ofre cies en e n l por falt a de pro por cio n los
sa-

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109
crificios ordenados para este dia. Dios habla di-
cho en el Exodo: guardad mi sbado, por que
santo es para vosotros; el que le profanare m01i-
r de muerte. El que hiciere en l obra, perecer
su alma de en medio de su pueblo. Seis das ha-
res obra, mas el da sptim o sbado ' es , reposo
consnndo al Seior. Todo el que hiciere obra en.
este dta, morir. Tal fu la pena que decret ali(
el Seor, y la que mand aqu poner en egccuciou.
Este suceso trgico, que fu una leccion para los
Israelitas , y una prueba de su celo por la obser-
vancia de la ley, debe serlo mucho mas para los
cristianos que profesa mos una reli gion mas espi-
ritual, y por consiguiente , estamos obligados
dar un culto mas pttro y cumplido la divinidad,
par ticu larmen te en los das de fiesta , cesando c r1
ellos de los tabajos d el cuerpo y emplendolos
en los ege,cicios del alma.
SerUcion deCor, Dawn, Abirny Han. E ste
cE!lo que mostr el pueblo por el cumplimien to
de la ley, despues de tantas prevaricacio nes, con-
sol mucho l\loiss; pero le dur poco este con-
suelo; pues apenas principiaba disfrutarle,
cuando se levaut contra l y su he rmano Aarn
la mas pelig rosa y menazador a tem pes tad de
cuantas babia n sufrido lu1 sta entonces. El levita
C01, primo her mano de :Moiss y Aarn, los do3
h ermanos Datan y Abirn de In fam il ia de Ru-
hn, ptimognito de Jacob, y Hon descendiente
tambien de 1\u bu, se levanta ron contra Moiss,
! habiendo seducido basta ciento y ciucuenta hi-
JOS de Israel (todos cabezas de gnoodes familias
y personas taa pl'incipalcs que eran llamada$ ex-

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110
presa mente las juntas generales) hicieron fren-
te Mois~s y Aarn y les dijeron: bsteos ya, por
que de santos es toda la multitud y en ellos C>l
el Seor.. Porqu os altais sobre el pueblo del
Seor? Que fu decirles: este es un pueblo san-
.tificado. por la presencia de Dios que habita e u
medio de sus pabellones. Quin o.> autoriza para
mandar un pueblo como ste? Dejad ese gobier-
p.o que habeis usurpado. Bastante babeis mnda-
do hasta aqu. Ya es tiempo de que os retireis y
:vivais como meros particulares. Dios haba lla-
Jnado Moiss que fuese librar este pueblo
de la cautividad de Egipto y tomase su gobierno
para conducirle la tierra prometida sus pa-
dres, y tall!bien babia elegido Aarn pua que
le acompaase y ayudase delante de Faraon y del
pueblo, y su tiempo fuese el sumo Sacerdote
entre todos les Sacerdotes. La rebelion quera
trastornar este orden establecido por Dios. Datan
y Abirn intentaban derribar Moiss de la au-
toridad y apropirsela ttulo de primogenitura
que no tenan, y Cor quera despojar Aarn
del sumo pontificado, porque descenda tambien
de la familia de Lcv aunque en inferior grado.
Moiss al or los conjurados, se postr sobre
su rostro para suplica al Seor que le asistiese
en tan peligroso lance, y odo benignamente del
Seor, se levant de su oracion lleno de valor y
confianza. Mas ya no vi sino Co con sus dos-
cientos y cincuenta compaeros. Datan y Abi-
rn haban ido sus cuarteles procurarse la re
hclda del mayor n1mero posible de las gentes
del pueblo, y'Hon, segun parece, no pudo .ufril

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11 1
la presencia de Moiss y Aar6n, y horrorizado de
su atentado, se l'etir, porque no se vuelve ha-
blar de l. Moiss entonces se dirigi Cor y
los que le rodeaban, y les dijo: maana bar pa-
tente el Seor cuienes son los que pertenecen
l, y aplicar s los santos; y los que eligiere
se acercarn l. Haced, pues, esto, Tome cada
uno su incensario; t Cor y todos tus allegados;
y tomado ma ana fuego, poned timiama sobre l
delante del Seor, y el que escogiere, ese ser el
santo.
Concluido este gnero de desafio el mas ter-
rible que poda datse, porque no se entenda con
Moiss ni Aarn, sino con el mismo Dios, Moiss
que conoca el horrendo peligro que se expo-
Jlian, sigui6 procurando cue entrase Cor en ra -
zon con todos aquellos Levitas que haba seduci-
uo y extraviado, y les dijo: mucho os engeis,
hijos de Lev, y encarndose Cor, ''olvi de-
ci r: oid uijos de LevL Acaso os parece poco que
el Dios de Israel os haya separado de todo el pue-
blo y acercado as mismo para que le sirvieseis en
el culto del tabernculo, estuvieseis delante del
concurso del pueblo y egercieseis su ministerio?
Qu? ha hecho que t , y tus l1ermanos los hijos
de Lev, os acerqueis l, para que os apropieis
tambien el sacerdocio, y que toda tu tropa se su-
bleve contra el Seor~ Porque quin es Aarn
para que murmurcis contra l ? Fueron int iles
todas estas reconvenciones: Cor tenia tan bien
asegurados los que le seguan, que ninguno le
desampar pesar del espantoso peligro que iban
correr.

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112
No coosigttienclo el celo y la caridad de 1\foi..;.
ss fruto alguno con el obstinado Cor y sus se-
cuaces, se dirigi Datan y Abirn, por si poda
separados de su intento y su peligro. E ligi hom-
bres de ascendiente y prudencia y les envi sus
tiendas para que les convidasen una conferen-
cia, donde se oiran sus quejas y se procurara
satisfacerlas; pero acaso nunca hubo nn convite
:recibido con mayor altanera, ni con mas burla y
desprecio. No vamos, respondieron. Le parece
poco Moiss habernos sacado de una tierra (el
canti,erio de Egipto) que manaba leche y miel
1ara hacernos morir en el desierto, si no sigue
dominndonos? Por cierto que nos ha metido en
una tiena que mana arroyos de leche y miel y
lJOS ha dado posesiones de campos y de vias.
Quiere tambien sacarnos los ojos? No vamos.
Una respuesta tan soberbia, tan insultante y tan
enormemente ingrata, una respuesta en que se
quejaban de que Dios les hubiese sacado de la es-
clavitud, llamando tierra que les manaba leche y
miel la que fu para ellos un horno de hierTo,
segun la expresion de la Sagrada Escritura; una
respuesta en fin, compuesta de la burla, de la
inision, del mas completo <les precio de los por-
tentos de Dios y de los trabajos que habian cau-
sado su ministro, turb por a lgunos instantes
al hombre de la mansedumbte: sin embargo,
Moiss fu bastante dueo de si mismo para no
quejarse mas que D~os, y ~ejando en s?.s divi-
nas manos este negociO ternble, se ' 'olv1o ver
con Cor y sus allegados y les intim las ltimas
disposiciones para la prueba emplazada. T Cor,

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tt3
dijo, y toda tu tropa presentaos maana delante
del Seor una parte, y Aaro se presentad
la otra. Llevad cada uno ''u estros incensarios, y
poned incienso en ellos, ofreciendo al Seor dos-
cientos y cincuenta incensarios , y que tenga tam-
bien Aaru su incensario y ,eremos lo que hace
el Seor. Moiss intentaba con este ltirno aviso
que al ver la cercana del peligro entrasen en
cuentas aquella noche y no se presentasen en la
maana siguiente, pero nada consigu i su ca ti-
dad. Acompaado de su hermano Aarn fu por
la maana al trio , y ya se encontr all con Co-
r. y sus doscientos y cincuenta conjurados. Esta-
ba aquel lleno de una mul titud de Israelitas que
habian concurrido, unos por ver el suceso de ~ste
peligroso desafio, y otros ganados por los sedi-
ciosos para apoyar y fortificat st rebdda.
Castigo de los sediciosos. Prin cipi esta lasti-
mosa tragedia con aquel magnlico aparato que
acostumbraba presentar el Seor la vista de ;u
pueblo, cuando quera llamar su atencion hci<ia
algun asunto g r ande. La opaca nube que cubri<t
el tabernculo, se manifest de repente luminosa.
y centellean te , apareci la gloria del Seor , y
hablando el Seor Moiss y Anrn les d ijo: se-
paraos de en medio de esa reunioo para acabar-
los en un momento; mas aqui Moiss y Aarn es-
tremecidos, cayeron postrados sobre sus os tro~
y dijeron: fuertsimo Dios de los espritus de to-
da carne acso por el pecado de nno se ensaa-
r vuestra ira contra todos? Y dijo el Seor
Moiss : :m anda todo el pueblo qne se sep~re de
las le~ ~~.' de.Cor y t!e D~tan l,
Abir6Ja, Lel'aq-

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1 4
tose Moiss y salientlo del trio se dirigi, segui-
do de los ancianos de Israel , al cuartel de la tri-
bu de Robo. Acercse los pabellones de Datan
y Abi1 o , y dijo la multitud que se haba agol-
pado en rededor de ellos por ' 'er el paradero de
tan r uidoso negocio: apartaos de los pabellon es
d e estos impos; nada toqueis de cuanto les per -
t enece, no sea que os lagais cmplices de sus de-
litos y participante s de sus casti gos. La multitud
t embl a l oir esta amenaza, y ninguna precau-
cion les pareca suficiente. H uyeron mas correr,
y dejaron desocu pado un grande espacio al r ede-
d or de las tiendas de Datan y Abiro, y estos,
obstinados ya en su r.ebclion, salieron y se pre-
sentaron fieros las puertas de sus pa bellones
con sus mugeres hijos y con toda su tropa, r e-
sueltos defenderse todo trance, si se intenta-
ba acometerlos , pero no er11 d e Moiss ni de loi
que le acompalaba n de quienes se haban de de-
fender, sino del mismo Dios, quien babia n de-
clarado la guerra , intentando tr astornar el go-
bierno que su sabidura y bondad babia esta-
blecido.
Castigo de Datar~ .J' /Jbirn, sus j'anu1ias y
cmplices. En esto conoceocis , dijo enton ces
l\'loios al pueblo, qu e ~ 1 Seiior me envi para
C(UC hiciera todo lo yuc veis, y que no lo he sa-
cado yo de mi propio co rawn. Si estos hombtcs
n1uiesen de la aco>tu mbrada muerte de hombres
no me envi el Seiior, pero s i hiciere el Seiior
una cosa nueva, de manera que abriendo' la tier-
ra su boca se los tr ague con todo lo que ellos
.pertenece y desccnc.licren vivos al inlierno, sa-

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J 1 5
h reis que h an blasfe maJo contl 'n el Sri'io1. \pe-
na$ dej de habla r tlloi,s cuun do se cuoupli >ll
anun cio delan te de todo el pu~blo. Se abri la
tierra bajo de los pies de e$tos desdi chad os rot
1111 pavo roso cst r ucllt.lo, se ensa udw o011 sus cn-
traila s y los trag lodos vi\I>S. H<m ures , mu-
gercs , nio s, 111ueblcs, ticnd s, pabe llone s... todo
qued sepu ltado e o >US , hismos. De" pnec ic r o n
todos los sed iciosos, y sus famil iJs qued aon t'X-
tiogu idas paa .iemp e ,in ,.o( verse conta r ja-
ms e n el pueb lo de l.ne l.
Mientru s q ue tan tos cul plllo s, lan visib leme n-
te herid os por la mano del St'o r, b:ojah au
los abism os, llena ndo el aire de sus goi1o ,, tu<lo
el pueb lo h ua deso rdena dame nte, temi endo se~
tambien eng ullid o pot Id t icrr;~ . i Que ltO rt'o t'!
Pero esto no era mas que el prim er acto de c>ta
nngr ieota trage dia, que 110 acab ara de repre -
senta rse sino co n la muer te de l ltiru o sed icio>O
Castigo de Cor y sus tlvsd entos y CicU 61tla
compaeros. Vohi flloiss al trio cuan do au11
no se babia n acaiJdo de ceba r los dosci entos y
cincu enta ioceosasios <u e habia n de serv ir para
cgcrcer los profa nos un mini sterio sagra do; por
que ten ia n que llenu rlos de carbo nes ence ndid os
y \Omados del altar de los holoc austo s , uno des-
pues d e ot ro, y pone r el incie nso sobre ellos .
Aar6 n babia perm anec ido en el trio , y estnb a
prepa rado con su incen sario ll eno de car bones
encen didos im puest o so bl'c el los el in cirns o.
Lueg o que Cor y todos sus ~ecuacPs hubi eron
conc luido de prep arar los suyo s, SE' clio igifoo un : el
alta1 d e los oerfu mes , pero h e aHu i q ue un f ue-
.
'
Biblioteca Nacional de Espaa
n6
go venga dor encend ido por el soplo del Seor les
iale al encue ntro y e n un mome nto reduce car
hon es los doscie ntos y cincue nta amotin ados,
tragn dose la tierra Cor, cabeza de este fu-
nesto motin. Egecu tado un tan espan toso castigo ,
dijo el Seor Mois s: que maoda se Elcaza ro,
l1ijo de Aaro , que tomase los incens arios que
haban perdon ado las llamas , y estaba n esparc i-
dos entre los cadv eres, que d erramase el fuego
que babia en ellos por unas y otras partes , que
los reduje se planch as, y que las clavase la
fronta da del altar de los holoca ustos para que en
lo sucesivo sirviesen de aviso y escarm iento los
l1ijos de Israel , 1 ningu no, que no fuese de la
familia de Aarn , tuvies e la osada de llegars e
ofrece r incien so al Seor. Tom , pues, el Sacer:.
dote Eleaza ro los i occusa rios y los redujo plan-
chas que clav en el altar, segun el manda to del
Seo
Otra sedicion. E sto se hizo delant e de todo el
pueblo para su instrnc cion y egemp lo, pero el
esprit u de frenes se lolabia apode rado de los
hijos de Israel, y lo que tlebia senirl es de un
escarm iento terribl e, solo sirvi para provoc ar de
nuevo la ira del c ielo. Desde la maan a siguieot~
este espa ntoso dia, se'l lado c,on tantos estrago s
y mue rtes , vol vieron emp~zar las sediciooe~, y
apenas se hahia vengad o el Seo1, cuaod o le obli-
gaon. por decirlo a si, toma r otra vez las ar-
mas. l\11)iss y Aarn fueron , como tantas otras
veces, los objetos del descon tento pblic o y deJas
murm uraciones. Los dos babian ido por la maa
na al uio la hora clellia<:rificio, y Aarn re~e>

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ll7
tid o de su s orn am en tos po nti fic ale s
se est ab a dis -
s de su ro nt i-
po nie nd o p ara cg erc er laG fun cio ne
e po r e ve s-
ficado, cu an do de repen te se ex tie nd
un a mu lti tud
tb ulo y ve cin da d de l san tua rio
am igo s y ali a-
atr cida y alb oro tad a de pa rie nte s,
I un tie mp o
do s de los sed ici oso s. So dejan' oir
Vosot ros , gr i-
mi l voces qu e se rep ite n co n fur or.
, vo sot ros soi s
tab an , vo so tro s, Moiss y 1\ar n
ros he rm an os.
los ' 'erdacleros ve rdu go s de vu est
Dios. Vo so -
Vo sot ros hac eis pe rec et al pu eblo de
are is has ta qu e
tro s le va is de str uy en do y no ces
im o de sce n-
,ea is mu ert o vu est ros pie s al lt
tum ult o y el
die nte de Jac ob . Cr ece en ton ces el
r tod as pa rte s.
co nta gio se ex tie nd e co n rap ide z po
au me nta n y
Los mu rm ull os sor do s y cou fosos se
s; y de cier to
se co nv ier ten ~n cla mo res y g 1ito
a co om oc iot\
n me ro de pa rti cu lar es res ult a un
eb lo. En tal
ge ne ral y un a sed ici on de tod o el pu
otr o r em ed io
est ad o n o qu ed Moiss y Aa rn
de la ali an -
cue un a pro nta hu ida al tab ern c ulo
de l Se o r.
za , po ne rse ba jo de la pt ote cci on
nu be le
Su castigo. Apenas en tra ron en l, la\'er irr i-
de j
cu bri y la ma ge sw d de l Se o r se
no cie nd o qu e
tad a. En ton ces Moiss y Aa rn , co
na ron s rli ca s
el Se o r iba e ng~rse , no pe rdo
Pe ro e Se -
ni l;g rim as pa ra ab lan da r su eno jo.
o r no se dej su av iza r, y ad vir ti
los su pli ca n-
de la mu lti -
tes qu e no se pre sen tas en en n1edio
e iha exter~
tud pa ra no pe rec er co n ell a, po rqu
fel'Vor de l os
rui na da . No se en tiv i po r est o el
po str ad os de -
me dia do res y seg ua n su pli ca nd o
is s po r un a
!an tc de l Se o r, ma s ad ve rti do Mo
a CA re4 led or
1n spi rac ion div ina de lo qu e pa sab

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118
el el raheJ'nl culo y sus cercanas ha y her man o mio!
cxlam6: le<;nlale al mom eulo , loma 1u ince n-
sari o, llnalc tic ascuas del alia r, pon sob re el las
in cie nso y COI'I'C al pue hlo, arr jalc enlr c las lla-
ma s, y r uega Dio~ por l. La ira ba salido del
Se or y la moa nda d se encruelece. Col'l'c Aar n
en lrbir o ponliical y con el in censario en la ma-
no se precipita en medio de la mu ltitu d, qui en
rodean furi osas llam as y abrasa hor roroso fu ego,
se para cnte los vivos y los mue rtos , ofrece el
incienso sa nto , invo ca los poderosos nombres de
Abr a han , Isaa c y Jaco b, ru ega Dios y Dios le
oye. El fuego cesa , pero es despues de hab er
ab.1~ado cato rce mil y setc cie nlos rebe
ldes,
qu e h~bian que dad o de la prim era sedicion . Ter -
r ible f u la saveridad del Se or, per o log r Sil
efec lo, y con tuvo los mur mur ado res por mas
t.le trei nla y sic le aii os en su deb er, despues de
11aber pasa do cerca de 1res en contnuas mur nlll -
r acioncs y albooros.
Florece la 11ara de Aar n. Aarn se fu i
jun tar con su herm ano la me na del tabern -
cu lo, lueg o que ces la mue rte de hacer estragos,
y des pues de ha ber (Jecho ver el Se or con tan-
t os y tan 'rerr ible s c.1st igo s, que Aaro y su fa.-
mil ia era n los escogidos para sen ir en todo tiem-
po en su san rua rio, y que nin gun o tom nria el in-
censa rio imp une men te, qui so dar otra pru eba y
clcj ula testimoniada en el arca san ta. Mand,
pue s, Moi ss: que tomase doce varas de mano
tic los doce prncipes de las trib us, y que esc ri-
biese en cad a una el nom bre de su prloci pe ; que
la trib u de Lev presentase tambien su vara y <fue

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T 19
rn: qu e pu sie-
escribiese en ella el nom1Jre de An la ali;nza de-
se estas varas en el tab er n culo de
un a sola Oo re-
lante del nrca del testimonio; qu e
qu e escogiese el
ce ria , y qu e seria la de aque l
hij os de lsacl lo
Seiior. Moiss hi w sa be r los o de los pr n -
qu e or de na ba el Se o r, y cada un
n tacion de su
cipes le presen t su ' 'ar a en re pr ese no mb re de l
a el
tri bu . Moiss esc rib i en cada un
~ista. Ta mb ien
prncipe qu e la pr ese nta ba y su la tibu de Le-
esc rihi el de Aarn en la va ra de
fueron pues -
vi y su presencia. To da s las varas de lan ie de l
mo ,
tas po r Moiss en el lu ga r sa nt si
por tod a la no -
arca de la ali an za , qu ed an do all so rp resa , y ase-
ch e, y para qu e no pudiese ha be r
, se pu so un a
gu ra r ele tod os mod os el su ce so
en re de do r de
gu ar di a nu me ro sa y vi gilante na qu e en tr
iia
tod o el sa nt ua rio hasta po r la ma
ll qu e solo la
llloiss eo el lu ga r sa nt simo , y ha
qu e estaba g ra -
vma de l.1 tri bu ele Le v, sob re la
tue ltabia !Jore-
vado el no mb re de ,\a r n , era la
de hojas; y qu e
cido: qu e estaba vcuc y ves tida
tambieo ~lmen
tenia ye ma s, votoncs, llores , y
vara$ de la pr e-
dras. Moi$S, pu es , sac touas las
totlos los hijos
sencia de l S<'iio y las prese nt
Isr ae l, qu e l.ts rec ihi cro u co n veoeracion po r
de o, y uo se sa -
ha her estado en el luga r sn ot si m
y co nt em pl ar en
t'isfocinn de miar la de Aaro
da un o de Jo,
el b los prodig ios de l Sciior. Ca
Aarn ma nd
pl'nc ipcs llev su vara ; pero la deal tabero;e ul o
el Sc-iitll' Moi :> s rue la volviese
ar ca de la ali an -
del testimonio y lle>O silase en el
pa m cue en tod o ti em po f1.1ese un testigo in -
za ,
~ontcstable de la cleccion
uc Aarn y su de se en -

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120
d encia para el sacerd ocio. San Ambrosio fu de
sentir que esta vara se conse rv en su verdo r y
con sus Oorcs y frutos todo el tiemp o qu e estuv o
dentr o del orca, que fuero n much os aos.
Enmienda de los Israelitas y vuelta las cer-
cana s de la tierra prom etida despues de t rci,lta
y ocho aos. Despu es de la terrib le couju racion
deCo r y Abir n, y de los espa ntosos castig os
que desca rg el Seo r sobre estos conju rados y
todos sus cmp lices, los hijos d e Israel se enme n-
da ron, y si hemos d e hacer juicio por el sil encio
d e los libros santo s, su enmie nda fu durad era,
p orque nada nos vuelv en decir de cooju racio-
n cs ni murm uraci ones en mas de treint a y siete
aos que gasta ron viajan do pot aquellas soled a-
des y sepul tando en ellas casi todos los que ha-
hi an despr eciad o la tierra prom etida ; y no las
h a bran callad o como no callar on las que hahia n
.!luced ido h.tsta aqui y las que vamo s luego ; re-
f erir. P or Gn el tiemp o corria , el decre to del Se-
or q ue conde n los despr eciad ores tic la tierra
J1rom etida no entra r e o ella, se iba cump liendo
con celer idad, e l mome nto de poseerla se ocmca-
h a. y el prime r mes d el ao de cuare nta de haber
s alido los Israel itas del ooutiv erio y entra do en el
d esiert o, se hallar on en la mi sma soled ad de
Cad s, de dond e ha bian sal ido los explo rador es
d e la tierra prom etida , y d onde habia n vuelt o,
dicien do que era incon quista ble.
Jlfuel'tc de Mara. En esta soled ad muri de
edad de ciento y treint a aos Mara , herm ana de
l\'Ioiss y Aarn y fu enter rada con la distin cion
que corre spond a una herm ana del libert ador

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1:11
blo de
de Isr ael y del sum o Sac erd ote del pue
ma s ilu s-
Di os. M ug er ilu st re por su fam ilia , y
ad de su
tre por la par te qu e tu~o en la lib ert
res ent
pue blo y los ''iv os col ore s con qu e rep
or! En
bas ta en el nom bre la ma dre del Sal vad
dar del
la eda d de die z ao s tuv o la dic ha de cui
ere san te
par ade ro y coo sen aci ou del ni o ma s int
moso y
qu e ten ia la nac ion beh rea , de aqu el her
de habct
per seg uid o Moiss qu e los tre s meses
ntc s del
nnc ido hu a ya de Far aon po r las cot rie
, y tuv o
Nil o , em bar cad o en un a nav e de jun cos
bra zos de
tam bie n la feli cid ad de vol ver le los
sus pe -
so inc ons ola ble ma dre par a qu e cri ase
suf ri la
cho s esre lib ert ado r de su pue blo . Ma ra
ip mu y
escJa,i tud en me dio de su nac ion , par tic
ma nos ,
par tic u la rm ent e de los tra baj os de sus het
r roj o,
y can t con ell os, des pue s del paso del ma
de tod as
las glo ria s del Se o , pue sta la cab eza
I qu ien
l as hij as de Isr ael . Ma ra fu un a pro fet isa
com un i-
fav ore ca el Se or al~unas veces con sus
rm ura -
cac ion es, y si viv ien do en un pue blo mu
ege mp lo,
do r se dej lle var un a vez de su ma l
hu mi lda d
satisfizo cum plidam ent e con la ma yo r
cie nto y
est a sor pre sa. Ma ria fu un a virgen de
fal ta de
trei nta aio s en uno s ti em pos en qu e la
Y en fin
sue esi on se mi rab a com o u o opr obi o.
ert e de
Ma ria tu,o la dic ha de mo rir con la mu
tos bel -
l os jus tos ent re los bra zos de sus san
m ano s.
le qu e
Nue11ns mu rm ura cio nes. Ma s po r sen sib
her ma na
fuese Moi ss y Aa rn la fa lta de una
o , pa rti -
tan qu eri da , y tam bie n tod o el pu ebl
es te el
eul arn len te las hij as de Isr ael , no fu

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122
. . .
aco ntecm11ento ma s tns te y penoso que 'paso, en
el cam pam ent o de Cads. .No habi:t en l agu a,
y
lu ego renovaron los hijos de lsrn d la,; mu rmu ra
-
cio nes del cam pam ent o de Ua ohid m. Se jun taron
lo~ ma s aca lora dos tom uli J osa men tc al
rededo r
de Moiss y Aa r6u , se sub lev aro n contta ellos
les fu preciso oir sus inju stas y des tem pla das
y
quejas. Po rqu , les decia u , nos hicisteis su bir
de Egi pto y nos ha beis tra do este lug a r pimo
que no se pu ede sem bra r, que ni cria hig os, ni
vi as, n i gra nad as; y mas de esto no tien
e
agu a par a beb er? Est as cuejas era n irri ta ntes
y
afli ctiva s, per o lo que mas irri t aba al s~iior
y
110igia sus min istr os era , que un pne i,Jo, que
e n todas sus necesidades con seg ua el rem edi
o
con milagr os, falta~e siem pre la confianza. Mo
i-
ss y Aar n saliend o de ent re la mu ltit ud se cn-
to'aroo en el tab ern cu lo de la alia nza , y post ra-
dos ros tro por tier ra, sup lica ron. al Seiior dic ien
-
do: Sel or oye el cla mo r de este pue blo y br eles
~~~tesoro, una fue nte de agu a viva
par a que sa-
cia dos , cese su mu rmu ra cion . Lue go apa rec i
la
g lori a del Se or sob re Moiss y Aar n, y dijo
el
Se or : Moiss : to ma la var a y con g reg a al pue
-
blo , t, y Aar6n tu her ma no , hab lad la pie dra
del ant e de ello s, y ella dar agu as. T om , pue
s,
Mo iss la vara con que hab ia obr ado tan tos pro
-
dig ios y qu<' ten ia al lad o del arc a del Se or,
y
con gre gad a la mu ltit ud del an.te de la pied ra , les
d ijo : oid , reb eld es inc rd ulo s: po dr mo s aca
so
hac er sali r agu a de esta pie dra par a vosotro s?
Y
alza ndo ent onc es Moiss su ma no, hiri dos vec
es
co n la var a el ped ern al y sali ero n agu as ab11n-

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1'13
dantsimas de las que bebi todo el pueblo y to-
dos sus gn8dos.
Una falta de confianza en Moiss .r Aarn y
Slt exclttsio" de entrar en la tierra de promision..
Con esto quedaron satisfechas las <1uej~s de aquel
pueblo ingato; pero no asi la que form el Se-
or con1ra Moiss y Aarn. Ellos en esta ocasion
no parece que procetl ieron con aquella confianza
que ot1as veces. El Seor les mand solamente
que llahlaran la piedra y ello~ pasaron heir-
la con la vara como haban hecho en Horeb. No
quera tanto el Seor, y se neg dar el agua al
primer golpe. La hirieron segu oda vez, y el Se-
or di agua, pero agua co n la que man el cas-
tigo de ~u clesconG~nza. Por cuanto no me habeis
credo, les dijo el Seor, para san1iGca rme ( glo-
riGcamc) dclanle de los hijos de Israel, no los
introducircis ''osotrO$ en la tierra que les dar.
Golpe tcl'l'ible! Mois; se llallaha ya en la edad
de casi cienlo y veinte aos y Aarn tenia tres
mas. De>de que fueron llamados por el Seor
para libertar Israel y llevarle t la tierra prome-
tida, se coosolab '" en sus trabajos con la espe-
ranza de poseer algun dia esta tierra amable. A
duras penas y en medio de mil con tradiciones,
con paciencia y trabajos increbles, haban fi-
nalmente vencido la dureza de Faraon , la indo-
ci lidad de Israel , y aun la indi gnacion del Seor.
Se miaban ya en el trmino y la v[spera de en-
trar con su puehlo en la t.icrra prometida, y se
ven ahora de repente excluidos de su posesion
p nr una fa lla, en que ptdo rene mas parte la
inadverten cia cue la voluntad. Que sentimiento

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124
para estas dos cabeUls clcl pueblo del Seor! Que
mol ivo para adorat y temer los altos juicios de
Di101s! As lo bicieroo los dos Lermanos. Pene tra-
dos de la mas profunda vcneracio n las dispnsi-
ciones del cielo, abr(lzaron humildemen te sus dis
JlOsiciones, y continuaron cumpliendo sus mi nis-
terios con el mismo celo cuc habiau manifestado
hasta este desgra ciado suceso.
llfuerte de A ar6n.. Despucs de haber estado
los hijos de Jsrel mas de tres meses en la man-
sion de Cads, levantaron el campo y pasaron
?lloseta al pie del monte Jlor, donde llegaron
el cuarto mes del ao cuarenta de la salida de
Egipto. Estando en estA ma nsion llam Dios
1\loiss el primer dia del quinto mes para inti-
nadc In egecucion de una rclen ptofundame nte
sensible para sn fraternal co razoo. Toma Aarn,
le dijo, y sn hijo con l, y condtcelos al mon-
te Hor , y despues de desnudar al padre de sus
' 'estiduras, se las vestirs El cazar su hijo. Aar6n,
11adi el Seor, ser recogido y morir all.
Jlloiss, abogando sn natural sentimiento , hizo
como mandaba el Seor, y vista de toda la
tnultitud de los hijos de Israel, subi al monte
Hor llevando consigo Aaro y su hijo Eleazar;
y all con sus propias manos tom la tiara de la
t:abeza de Aarn, y le desnud del ephod, del
racional y de la t1nica pontirical, y revisti de
todo esto su bijo Eleazar. En todo este tiempo
-~arn, sin debilidad , sin flaqueza, sin enferme-
dad, y sin otros antecedentes ni seales de su
muerte que la palabra del Seor, esper en paz
y tranquilidad el ltimo momento, y apenas se

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12 5

ne nt e ce re m on ia , es p irt en tr e
co nc lu y la im po o y de ~u hi jo , y fu re -
rm an
los b ra:r.os d e su he el S e io r, y re u n id o
ba bi a di ch o
co gi do co m o g ra n pa tr ia rc a A brab a n
no de l
su s pa dr es en el se
su q u in to ab ue lo . er su m o Sa ce rd ot e de la
Asi m u ri el p ri m
, de sp ue s d e m as d e tr ei nt a y oc ho
na ci on sa n ta
rd o ci o ta n g lo ri os o co m o ll en o d e
a os d e un sa ce y ve in ti tr es , de los cu a-
en ia ya ci en to
t r abajos. T en el ca ut ie ri o
oc he nt a y tr es
l es ba bi a pa la do ta re st an te s ha b a n es ta -
ar en
d e Eg ip to , y los cu de l Se o r p ro cu ra r,
os p o r or de n
d o co n sa gr ad st a d e m il trab aj os ,
. s y co
en u n io n co n Moi o es ta bl ec im ie nt o, del
Is ra el u n l" c
los hijos de d e go za r. S ie m p re am
co ns ue lo
q u e no tu vo el de qu ie n expeim cu t
te su p ue bl o ,
'ti er na m en ne s, y p o r el cu a l en
co n tr ad ic io
la s m as fu er te s cx ce 3o re pr en si bl e d e
n co m et i un
u n a oc as io fin co us ev p ar a co n
a. H as ta el
co nd es ce nd en ci o r, la m as al ta es ti m a-
, au nq u e m eu
su herm a no r es pe tu os a, d e la cu a l u o a
c.i on m as
ei uo y la at eo , pa ra vo lv er el la co n
u n po co
sola vez se ap a r t vi 6 fie l im it ad o r y re n-
S ie m pr e se le
m as fi rm ez a. e la na ci o n , po ni en do Sll
ge fe d
di do d is d p u lo de l s y co pi ar su s vi rt ud es .
i su s pa so
gl or ia en se gu m o n te , ba j lll oiss co n el
br e el
M ue rt o A ar n so de na do su en te rr am ie n-
o po nt f ic e, y or
nu ev o su m on te y le di er on al li m is-
b ir nl m
to , vo l vi er on su
. T od o el pu eb lo ll o r la
nr os a se pu lt u ra
m o m uy ho ev lu to po r tr ei nt a di as.
ar n , y ll
m u er te d e A ra d . N o pe ns ab an to -
ey tl. c A
Gu.er ra con el R ci pi ar la g u er ra , pe ro
el it as en pr in
da v a los Is ra R ey d e A ra d , q u e er a
tndo au n en l\l as er a , el
es~;

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J~6
uno de los Cananeos, vino declarrsela , 6 por
mejor decir, : presentarles la batalla sin decla-
racion de guerra. No tenia este Rey otro motivo
para hacerla Israel, que el terror general que
todos infunda un ueblo poderoso, cuyas in-
t enciones no penetraban, vista de anras mar-
chas y contramarch as, realmente ex tra ordinarias,
para los que ignoraban el objeto. El vea que los
Israelitas ''enau por el mismo camino que ha-
ban llevado en otro tiempo los exploradores. Sus
estados eran los primeros por aquella parte, y si
trataban de destruir los Cananeos, como se ase-
guraba, seria su reino el primero quien ataca-
sen. Esto le determin salirles al encuentro para
arartarles de su frontera' de la cual distaba poco
e campo de Mosera. Los Israelitas en el primer
acometimien to fueron sorprendido s y pelearon
en des rden. El Rey tucd victorioso y les tom
algunos prisioneros. En tonces Israel hizo un voto
al Seor, prometiendo destruir las ci.udades de
este cananeo, si le entregaba en sos manos; y
agrad al Seor el voto, porque tenia decretado
el exterminio de los Cananeos; de esta raza del
crverso Cana n , maldecido por No; de esta rna
mas perversa que su padre Can; de esta raza en
fin, que tenia usurpada la ti erra patriarcal que
haba ocupado Adn, Scht y sus descendientes
por la lnea de primogenitu r!l basta No, y que
su nieto Caoan babia aHebatado la descenden-
cia del primognito Sem, de quien descenda
.Abra han, Isaac y Jacob y todo el pueblo de Is-
rael, y quien perteneca por herencia esta tie-
l'a de los primo~nitos.

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127
En efecto, los Israelitas contaron con el au-
silio del Seor; pero no por eso dejaron de ar-
marse (para no tcnta d e) y sali t en buen orden
de batalla pelear con el Caoanoo, que pesar
de s us muchas y buenas ttopas fu vencido a l
primet cho!]ue y derrotado, porque peleaba con-
tra l y en favor de los l>raelitas el Dios de .las
batallas y las victotias. Muri el Rey en la pelea
y fueron d~struidas sus c iudades etl cumplimien-
to del voto.
Ultimas murmuraciones en el desierto. Pocos
dias despues de esta batalla, se pusi~ron en mar-..
cba, por orden del Seor, costeando las monta-
as de Seir y bajando hcia el mar rojo, para to-
mar la vuelta los montes, dirigirse despues h~
cia .Moab, y pasar el jordan por frente de Jeric;
pero estas marchas ex.tl'av iadas que en lugat de
conduci rles al trmi no les apartaban de l, pu-
sieron de mal hu11or . un pueblo que al parecer
no sabia consolarse, sino con murmura~iones.
Hablaron contra Dios y contra Moiss, y diri-
gindose este le dijeron: porqu nos sacaste
de Egipto pa'a que mmisemos en el desierto?
Falta el pan, no h!IY aguas, nuest a alma padece
nuseas sobre este pan (el man) sin susta ncia.
Tal era siempre la cantinela de estos ingratos;
pero se babian castigado tantas veces y tao seve-
ramente, que .Moiss no esperaba ya orlas. Mas
era tal en los Israelitas la costumbre de mur-
murar C]Ue nada pareca alcanzaba corre-
girles. Sin embargo, el castigo que recibie1on en
esta ocasion termin sus murmuraciones, sea que
a~abaron aqui los antiguos murmurt1dores, ~ea

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l28
que los nuevos quedaron tan atemorizados que
no se atrevieron repetirlas.
Castigo de las serpientes. En vista de estas
quejas tan injustas, tan ingratas y tan impas,
envi el Sem sobre el pueblo serpientes de fue-
go, que abrasaban y etnenenaban al mismo tiem-
po con sus picadas, causando una muerte tan
pronta como espantosa y dolorosa. La mortandad
que hicieron en poco tiempo estos ministros ven-
gadores de las injutias de Dios, fu espantosa y
todos corr an Moiss que era su nico refugio,
cuando Dios descargaba sus golpes. Hemos peca-
do, le dijeton , porque bemos hablado contra
Dios y contra t. Ruega (al Seor) que quite de
nosotros estas serpientes. Moiss que no vea los
castigt~s de su pueblo, aunque tan necesarios,
sino con gran sentimiento, no deseaba otra cosa
que descubrir la primer sea l de arrepentimiento
para suplicar pot los culpados. Corri la pre-
sencia del Seor, or con el fervor y empeo
rropio de este su grande amigo y consigui que
cesase el castigo, pero no en aquel momento. Had,
l e dijo el Seior, una serpiente de metal, Y. pnla
po sea l. El que herido , la mirase, vivir. Sali
aceleradamente Moiss de la presencia d el Sciio, y
no vea los momentos de- concluir la fundicio11
de la serpiente, porque cada instante de deten-
cion era una mortandad para el pueblo. Pero el
Seror quera conc'luir aqu con los que despre-
+:aton la tierra de promision coudenados uo
entrar en ella, y di tiempo su justicia para
cumplir la sente ncia. Al fin se concluy la fundi-
ciQH de la serpiente y se fiJ en un lu g<u eminen-
.
Biblioteca Nacional de Espaa
J2S
te para que- todo s y de toda s part es alca nzas en
mit atla ; y en efec to todo s los que eran heri dos
de las ser pien t es, ~:n mir nd ola, san aban . l\las los
hijo3 de Isra el, que fuer on testi gos de e~te pro di-
gio , regu larm ente no ente ndie ron ba:.ta don de
se este ndia su sign ifica cioo , y solo cua ndo vino
Jesu cris to se supo clar ame nte pot la npli caci on
que l mis mo hizo : que esta serp ient e, exa ltad a
en el desi erto para cura r las heri das de los cue r-
pos, hech as por las serp ient es de fueg o, repr e-
sent aba su exah aeio n eu la cruz par a cuta r lu
heri das de las alm as, hech as por la serp ient e
infe rnal .
Caminan en derechura la COII<jUista. .Al mo
vim ient o de la colu mna , leva n taro n de aqu i los
lsra elita s su cam po , tant o mas con tetit os, cuan lo
St! alej aban de una mau sion que les hab
a sido
tan fune s ta y se acer caba n una tierr a, cuy a
posesion tant o dese aban . Sigu iero n cost eand o bs
mon taa s de Scir y fuer on acamp~r en Obo th.
De aqu i , cam inan do bci a el nort e y deja ndo la~
mon tan s de Seir al occi den te, subi eron Jeab a-
rim , pasa ron el torr ente Zar ed y acam paro n en
fren te del torr ente de Am on, qu e di1i de l os
Moa bita s de los Amo rreo s. Des de que salieoo ~t
de Cadeshaome hast n el paso del torr ente de Za-
red med iaro n trei nta y ocbo ao s, y ning uno
qu~daba ya de los que el Se or hab a con den
ado
mor ir en los desiettos.
Pata lleg ar las rive ra s del torr ente de Ar-
noo se bab ia cost eado por la izquicoda el pais de
Mad iao, bijo cua rto de Abr a han y de Cet ura, si u
nolelltar 1Gs Mad iani tas , ni tom ar cosa algu na
9
Biblioteca Nacional de Espaa
130
ia
qu e no fu ese por sn jus to precio. El Se or hab
,
pro hib ido Isra el que toca se en nad a este pais
p or ate nci on a l g ran Pat riar ca. La mi sma pto bi-
o
hi cion ten ia con resp ecto los Moa bita s, cuy
pai s cos tear on por la der ech a, y los Am oni tas,
,
en cuy as fton tcra s hab an de toc ar mu y pro nto
por que esta ban en seg uid a de los Mo abi tas , ca-
se
min and o al nor te. E~ta pro bib icio n tam bien
a-
l1 abia hec ho po r aten cio n Lot , sob rin o de Abr
-
)an y pad re de l\lo ab y Amo o , de qui ene s c.les
cen dia n los Moabitas y Amonitas. Ent re lllo ab
y
Am on de un lad o , y la rive ra orie nta l del rio
o,
Jor dn del otr o, sub ien do bai la su nac imi ent
o-
ltabil\ un pais exc elen te, ocu pad o por una col
nia de Am orr eos des cen die nte s de Can a n ; y
la
concui sta de este bello pai~ bab ia tra do el Se-
or Ista el rod ean do mo nta as par a tom arle an-
tes de pas ar el Jod:n.
Pri mer a gue rra con Se!t o~t, Rey d e Hesebo~t, )"
con')uista de s1' reino. Par a una con qui sta taa

imp DI' tan tc, com o era la prim era que se iba
ia
h ace r por el pue blo de Isra el, y que tan to deb
e-
inOuir en todas las dem as, di el Se or sus rd
nes , esta ndo aun aca mp ado en la sole dad de Ca-
d emo t h sob re las m rse nes Jel tor ren te Arn on,
que d iviJ in los Am oni tas de los Am orre os. Lev an-
or
tao s y pasad el torr ent e de Aro on , dijo el Se
el,
los hijos de Isra el. He ah , pue blo de Isra
que he pue sto en tu ma llo Seh on amo t're o , 11ey
a
de lles ebo n. Comienza pos eer su tier ra y pele
~:ouua l. Hoy prin cip iar prm er tu
te i'I'OI' y es-
p~nto en los pue blo s qu e hab itan bajo de
tod o el
cicl o, par a que od o tu nom bre s111Jene n de pa-

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J 3'
vor. Gon esto l\Ioiss envi mens agero s desde el
des ierto de Cadem oth i Scho n, Rey de Hesebon 1
dicin dole: que iban d pasar por su tierra ; que
no saldr an del en mino real, ni : la derec ha ni
la izqui erda; que les vendi ese alime ntos pata co-
me y agua para beber , todo por su dioer o; y
que no <u~riau mas que el paso basta e l Jord n
para ir la tierra que ei Seor su Dios les babia
de dar; pem Sehon no solo se neg, ~ino c1ue reu-
lli todo su cjcito y vi no acom eter ls rael en el
desie rto de Cadc motb las n1trge nes del tortc ntd
Arnon . Mas aqu no fu sotpr enditl o Israel po
Sehon como lo haba sido en Mase ra por Arad;
porqu e esta ba preve nido del Seor y prepa ra->
do para la batall a, Apena s haba llegad o Scl10n
Jass , cuand o los Israel itas en nm ero de ma~
de seiscientos mil comb atient es jvenes , c riado s
todos y nacid os la mayo r par te e n el desie rto, cn-
dutecdos por la intem perie y la inclem encia , y
llenos de robus tez y va lor, y sobre todo ::nim n-
dos y fortalecidos por el Seor , saltan el torr<'n~
te, se arroja n sobtc Schon y todo su eg rcito, le
desva ratan al prime r eocuellll'O, le dc~ trozan y
pasan filo de espad a; o cupan sus pue blos , to-
man sns ciuda des, y se ha cen dueos de todo
el reino.
Segul!dr~ gue1ra con Og, Rey de lJasd n, y
ugwu ia COII'}U isla. Los Amor reos eran de;ce n-
diente s de Amor rco, cuart o h ijo de Can~ o, y en
la distri bucio n de la tierra que este pn<ire usur-
pador hizo entre sus on ce hijos, to6 esta \
A morre o, la que con el tiemp o se fu c)i,tli enda
e11tre li US fami.li u , y en el de que va mo ho!blan-

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J3a
do, lo estaba ya en dos reinos que eran el de Hc-
sebon y Basn . Sehon , c uyo r eino acaba ban de
conqu istar los Israel itas, lo era de Heseb oo, y
Og lo era de Basn , cuya conqu ista iban em-
prend er. Segu a este reino despu es de el de Hese -
boo, subie ndo bcia el norte , hasta cerca del
nacim iento del Jord n; y Og, su Rey, e>taba bien
preve n ido en vista de lo que haba sucedido Se-
hon , y muy prepa rado para hacer la defensa. Era
Og un mons truo de la taza de los g igante s y de
u na estatu ra enorm e, si se h a de hacer juicio por
su cama , que era de yerro y tenia cuair o varas
y medi a de larga y dos de ancha . Un Rey de este
talle, y sobre todo si los solda dos se pareca n
su gefe, ,hubi era podid o espan tar los hijos de
J~rael; pero no hay homb res que teme r cuand o
se pelea contr a ellos en nomb re y por mand ado
de Dios. No temas Og, dijo Dios Mois s, por
q ue en tu mano est entre gado co n todo su pue-
blo y su tierra . Og vino prese ntarse con un
egrc ito poder oso y acam p6 en Edra i, sobre las
front eras de la nueva co nquis ta de los hijos de
Ist;el , para dispu ta rle la entra da en sus tierra s.
La ba talla se le di con la mism a valen ta que se
b abia dado Sehon y con el mism o xit o. Og fu
ven ciilo-y mu er to en el comb ate junta ment e con
sus hijos , y e11 segu ida se forzaron y tomar on lu
ciuda des hasta el nme ro de sesen ta, todas defen-
didas coo muro s muy altos y cerra das con puer-
tas y barra s, y u na multi tud de puebl os que no
tena n muro~. Todo se venci y tom la fuerz a,
.y la C'>nquista r1ue babia pr.inc ipiado en el tor-
rente de Arno n se estend i l lo la rgo del Jord~n

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1
133
rm n . Con e u is-
b cia el no rte hasta el mo nt e Hc
s o, na Ja qu ed
tad os los rei no s de Hesebon y lla izquie rd a de l
la
en po de r de los Am or rco s
ba il duei'io de
Jo rd n , y el pu eb lo de Dios se
do en l las tro -
un be ll sim o pas. Moiss, de jan
tle la co nq uis ta,
pa s necesa ria s pa ra la se gu rid ad
vic tor ios o y ' 'oo
tom la vu elt a con su e9 rc ito
lla nu ra s lla m a-
se gu id o de tod o el pu eb lo las
tie mp os t.a bi an
da s de M oa b, po rq ue en otro~
an estas lla nu ra s
pe rte ne cid o los Mo ab ita s. Er
or ill a el el Jo rd n
un precioso ter re no sit ua do la
Aqu lij aro n la
y enf,cn tc de la ciu da d de Jeric.y do s qu e hic ie -
l tim a ma ns ion de las cu ar en ta
an ec ier on ha sta
ro n en el de sie rto 1 y en ell a pe rm
en la tie rra pr o-
el pa so de l Jo rd n y la en tra da
ses .
me tid a, qu e fu ero n co mo dos me
. Noticioso
Temol'es do l1n1uc, Re y de !lfoab vi .ta , de
tig o de
Balac , Re y de 1\foab 1 y casi tes
ae l ha b a con-
las vic tor ias qu e el eg rc ito de Isr
seguitlo so br e los Reyes Se ho n
y O g, y de la
do su s re in os ; y
rap ide z co n qu e ha ba co nq ui sta
rm ida ble eg r ci -
vind os e am en az ad o de aq ue l fo
n po did o so ste-
to 1 cu yo pr im er m pe tu no ha ba
Lg pe rd id o, si
ne r los ,alientes Amo rre os , se ju"
mo riz ad os su s
llega ba ac om ete rle . Vei(l ate
csmotosas no -
soldados y su s pu eb los co n tan
re in o se ria de s-
ticias , y se co nv en ci de qu e su
de los Am or reo s,
tru id o co mo lo ha ba n sid o los
ar ma s. En es te
si tra tab a de de fe nd er le co n las
sa tan ex tra va -
ap ur o, to m un me di o de de fen
qu e ' 'io o. ha ce r-
ga nt e co mo de sp re cia bl e, pe ro
ec uen cia s pa ra el
se ser io y de las tim os as co ns
e con l y to -
pu eb lo de Isr ae l. Co nv id un irs

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134
mar el mismo expediente los Madianitas que se
l1allabau en el mismo peli gro de ser acometidos
y en la misma imposibilidad de defenderse.
IJaln Profeta. Vivia entonces un famoso
adiv ino, llnmodo Baln, que cotria con crd it o
~le tener vir tud para beodec it y maldecir, hacicn-
clo que queda~e beodito lo que bendeca y mal-
dito lo que maldeca. Era natural de Beor, ciu-
dad de la Meso pota m ia, y resida en Pcthor, ciu-
!lad de la misma regio u, al norte-de Moab, y no
muy di5tante de este reino. Era tan grande la
fama de lh ln y tan universalmen te extendida en
aquellos paises, que Balac crea poder resistit '
los Israelitas y .Jun des tru irles, si lograba cne
lla ln los maldijese; y este era el exped iente que
l1abia tomado, y en el que entraron tambien lo3
:Madianitas. :Reunidos estos con Balac, dispusieron
enviar una diputacion de pesonas ptincipales Ba
ln con el encargo de dec irle: que un pueblo que
)1abia salido de Eg ipto y que hac ia mu chos aos
~ue andaba errante por los desiertos, hab ia lle-
rado sqs fronteras; que su multitud era ta l que
~:ubria la super Gcie tle la tierra; que se vean
menazados de una pr. xima invasion; que ''nie-
se mald~cirle, y que contase con buena recom-
]lensa. llal n no era ind iferente a l inters, ni
sordo al sonido dPJ dinero. Sin embargo tema
maldecir un pneblo quien Dios bendeca con-
cedindole una m u !ti pl icacion asombrosa y un
valor sin iguaL Galn , medio religioso y medio
idlatra, alteroat\amcnte oftecia sacrificios
Pos y los [d olos. Haba nacido y vivido en el
pas d!i1de viviq Abrahan con su familia oye!lte

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135
e de j un he rm 11 no su sa li da , y tl e
a os , do nd m ug er es Isaac y Jacob,
ha bi an lo m ad o su s
donde un Dios ornnipolenle;
y no po di a de sc on oc er
L ab n qu e er a de l m is m o pais ju -
pero asi como an , des pues d e pe di r
r el D io s de A br a h
ra ba po pr es lo re nd a cu ho s
i B aJ u ta n
sus d ol os ; as hA cia in l rp re le de lo;;
po lc nc ia , co m o se
la om ni po de r, y este es si n <~ u
demonios in vo ca nd o su
su s co n tr ad ic io oe s en este fa -
da el roolivo de
moso negocso. ta do s como co rr es po n-
Bn ln r ec ib i lo s di pu
pr es en ta nt es de do s re in os , pe ro no
da los re lu d qu e el los espe ra -
la pr on li
les de spach con aq u i, les di jo , y re s-
os es la no cb c
ba o. Queda di je re el S eor. !\ o q u ie -
lo q\ le m e
ponder todo po r la m a an a, qu e y o
or , le s re sp on u i
l'e el S e ie ro n los di pu ta do s y
tr os . S e vo lv
vaya con ,oso a de fi al n , mas no po r
ac la re sp ue st
di~ron B nl
E n, ic ) ol ra comi~ioa
al ac de n im o.
eso cay B pr ncipes del re in o,
c o sa co m pu cs la de
mas n u n ; qu e no se dc tu ,iese en
para qu e d ije se n u .l n
Is ra el , po rq ue es ta ba re su el to
ve ni r mald ecir ez as y de ho no re s, y
ll en ar le de ri qu
y pr on to id a; pe ro B al n re spon -
a su m ed
que su boca seri io na do s: qu e si , u Rey
se g- un do s co n1 is
di eslos do de or o y pi al a n e
o ll en o to
le diese su pala ci br a de las qu e le dijese
ar ni un a pa la
J1otlria m ud pa sa se n al l la n or be y
pl ic qu e
el Sciior. Les su S ei io r, po r si le p er m it ia
vohcria co ns u lta t al
. 83 l n se ha ll ab a co n,atido de d.o
acompaarlos er ia exponerse los
nt ra ri as . N o qu
pa~iones co
qu er a pc r de r la
e or , y ta m po co
castigos de l S e? .as y de hono re s, y
de ll en ar se de ri qu
ocas\on

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136
el Sel or le rlej e~ ma nos de sus des eos , per mi-
tien do que fue se pre sen tars e Ualac.
Ba rra de /Jal dn. Con esta per mis ion , Bal n
se le,a nt mu y tempr~no, di par te los env ia-
dos dd per mis o que ten ia. y de su det crm ina cio
n
de it prc .en tars e su Rey par a que se ade lan
-
tasen com uni car le la not icia ; y apa reja ndo
.sn
bor ric a, les sig u i con pas o m as sos ega do.
Se
pre sen t en el cam ino un ng el con tra Bal o,
q ue iba sent:Jdo en su hun a. Viendo la asn
a,
~iendo ani ma l , lo que no veia Bal n, sien
do hom -
b re, esto es , el ng el que esta ba del ant e y cer ra-
b a el cam ino con esp ada en ma no, se sali de
l
y ech p or el cam po. Baln la apa leab a par a vol -
''erla al cam ino y, ten ien do qu e pas ar un ca lle-
jon ent re vi as, el ng el se pus o del ant e. Al ver
-
le la asn a se arr im fue rtem ent e la par ed par
a
pas ar y estr eg con tra ella el pie de Bal n, qui
en
por esto gol pea ba de nue vo la pol lina . El n-
gel se volvi presen tar , ma s en un estr ech
o
p or don de no pod a pas ar la asn a ni la der ech
a
ni la iz!li !el 'da, y esta , vi ndo le, cay bajo
de
los pie> de Baln, qui en enf u rec ido la apa lea
ba
ma s rec iam ent e. En tonces el Se or our aqu
un
por ten to, tan to mas sor pre nde nte , cua nto ma
s
rar o y aca so sin ege rnp lar. Abri la boc a de
la
h o1Tic a y la bor rica hab l. Q u te hec ho? dijo
Bal.n. Porqu me hie res ? Y has ta terc era
vez ? Bl llln esta ba tan cieg o de cl era que no ad~
ver tia el por ten to de esta rlo hab lan do una bur
ra,
y resp ond i al ani ma l, com o lo haria cua l,u iel'
l1omb re: por que lo has me rec ido y te has bur
-
lad o de m. Oja l, aa di , tu viese una esp ada

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137
nu ha bla nd o y
pa rn tra sp as art e! La bo rri ca co nti , so br e
sti a tu ya
le dij o: a c so no so y yo un a be
mp re mo nta do
la cu al ha s ac os tum br ad o ir sie
he he ch o cosll
ha sta est e da ? 1. D me si yo jam :s
nu nc a. En est e
semejAnte? y lla lin res po nd i:
de lla lo y vi
mo me nto ab ri6 el Se io r los ojos
n esp ad a de se n-
al :n ge l de lan te en el ca mi no co
rra y le ad or .
va ina da . Baln se po str en tie
ga s ter ce ra \'C ll
P or qu , le dij o el n ge l, ca sti
op on erm e t,
tu as na ? Yo be ve nid o pa ra
co ntr ari o m(
po rq ue tn via ge es pe rve rso y
Isr ae l) y si la.
(es te u ge l era el pr ote cto r de
de l ca mi no , ce -
bo rri ca no se hu bic ra de svi ad o
a, yo te hu bi e-
die nd o el lug ar al qu e se la op on
mo de cir le qu e
ra mu ert o y ell a viviaia; y fu~ co
tan to go lpe ab a.
de ba ht vida la bu rra qu e
nd o! He pe ca do ,
C u nto de est o su ce de en el mu
qu e tu est ab as
dij o e nt on ce s Ba ln , no sa bie nd o
da qu e ' 'ay a, me
co ntr a m , y ah or a, si te d esa gra
co n es o , ma s
voJ.,er. Pero el :ln ge l le elijo: ve
gu~rdate de hablaa otr a co sa
qn c lo qu e yo te
ui su ca mi no ,
m an<lar e , y desa pa rec i. Ba ln sig
la em ba jad a, y
se inc or po r co n los pr nc ipe s de
Rey Ba lac , qu e
en cn ntr en Ra ba ta de M oa b al
ca mi na ro n ju n-
ba bia ve nid o rec ibi rle . De all
ltJs un a ciu da d ve cin a al
ca mp o de los He bteos,
y C'l el!~ se ap os en tnr on . za. Ba lac
Bendice Oaldn Israel y pr ,fcti vi pr e-
s, y en
bizo m~r~r lue go bu ey es y ov eja
s~n les : lla l6n y los pri nc
ipe s qu e le ac om pa a -
L." E,t>~ha im pa cie nte Ba lac po r vea ma lde cid o
r la ma a na
31 pu d,J o d e Isr ae l, y al ot ro dia po
alt o mo nte , co n
lle , Ootl n la cu mb re de un

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, 38
sagoado Baa l, J esde donde se descubria todo el
campo de los Heboeos, que contio:Hiaban en las lla-
nuras de .Moab. B.ln tenia soboatla hl ena vo-
luntad para con Moab, pero no se atrevia ha-
blar contra Israel. Instaba el Rey, y flaln le di-
jo, que hiciese levantar all siete altares y traer
siete becerros y s iete carneros pata sacrificar un
beceno y un carnero sobre cada altar. A~i se b"i-
to, y Bal~n despnes de eocargar al Rey que se.
estuviese ~le pie junto la v ctima, fu regular-
mente hacer sus encantamienoos, pero el ngel
del Seor que le habia prohibido hablar oooa cosa
que lo que l le mandase, le sali al encuentro,
j)USO palabras .en su boca y dijo: vulvete llalac
y le dirs estas cosas. Habiendo vuelto Baln ha-,
J.l Balac que estaba junto su holoc:tnsto,
acompaadoda todos los prncipes de Moab, y
dirigindose hcia el campo de lsoael, tom su
parbola y dijo en aquel estilo enftico y miste-
rioso CJUe supone acompaa ordinaoiamente la
inspiraciou: de Ar:lm me ha toaidt) Balac, l\ey de
los Moabitas, de los montes del oriente. Ven, me
dijo, y maldice Jacob. Date prisa y detesta
Lrael. Cmo maldecir yo 'quien no maldijo
Dios ? Cmo he de detestar quien el Seor no
detesta? Desde las mas altas rocas le ver, y des-
de los collados le contemplar. Este pueblo habi-
tar solo y no ser contado entre los pueblos
gentiles. QJin podr contar el polvo de Jacob?
y conocer el nmero de la descendencia de lsoael?
:M uera mi alma con la muerte de los justos , y
~ean mis postrimeras semejantes estos. Aqui ya
no pudo contenerse el Rey y dijo Baln: qu

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13 9
lo qu e 11 ace s? T e he lla m ad o pa ra coe m~ldi
es
co nt ra rio Jos be n-
jer as mi s en em ig os y tu al
s! a l qu e re sp on di Oa ln ; p ue s qu ! pu ed o
di ce
e m an da re el Se o r?
yo ha bl ar olJ'a co sa que lo qu
do . En to nces
Si gu e bcndicie11do y pr of ct i:; an
ot ro lu ga r de sd e
le dijo Ba la c: ven co nm ig o
, y no pu ed as ve r-
do n ele veas un a pa rle de Is ra el
ha bi n do le lle va-
le todo. 1\laldce le desd e all. Y
a de l m on te Ph ns -
do un lu ga r al to so br e la ci m
ta re s y se hizo lo
ga ; edi!ic(> tam hi cn all siete al
teJio1, y to m an do
mi sm o <ne en la co ns ul ta an
ln su pa r bo l; , di jo : lev n tat e, Balac , y es-
Ba
es Di os co mo el
cu cha. Oy e hi jo de Se ph or : no
m br e pa ra <u e m ie nt a, ni co mo el hijo de l
ho
jo , pu es , y no lo
ho m br e pa ra qu e se mu de . Di
? Ra bi y no lo cu mp li1 ? He sid o tra id o
lm
ib ir la be od ici on.
pa ra be nd ec ir, no pu ed o pr oh
y d ol o en J ac oh , ni se ve sim Hi ac1o en
No ha
n l , y so ni do de
lsruel. El Seio1' su Dios es t co
to ria de Re y ha y en l. Dios le sa c de
vic
jan te la del Rhi-
Eg ip to , cu ya fo rta le zq es se me
Ja co b, ni ad iv in a-
no ce ro nt e. No ba y ag e ro en
se di r Ja co b y
cion en Isr ae l. A su s tie mp os
ni el pu eb lo qu e se
lsiae l lo qu e Di os ob r . He nq
ir co mo leo n. No
leva nt ar co mo leo na y se er ig
a y beba la sa n -
se ec ha r ha sta qu cd e,- or e la pr es Ba ln : ni m al -
~re de los ma tad os . Y di
jo Ba lae
te di je , co nt es t Ba-
di ga s, ni bend ig as . P ue s no
r m e m an da se es o
l n, qu e to do lo qu e el Se o
ha ria ?
s. Ve n, ' d ij~
NueJ,as bendiciones y pr of ec a
r, po r si pl ug u ier e
Ba lac , te lle va r 5 ot ro lu ga
Se o r qu e de sd e all los m ald ig as y ha bi lin -
al

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r 4o
dote llev ado sobr e la cum hre del mon te Phogor
que mira al desi erto , cclilicar o n tam bien los al-
ta res hi cier on lo que en lns dos cons ulta s an tc-
rio res. Sol o que ahora no fu ildl n dem and ar
el ag ero com o ante s, sino que enca rnd ose h-
cia el desi erto , y alza ndo los ojos , vi I.ra el en
la s tien das pot sus trib us, y vini end o el esp ritu
de Dios sobr e l, tom and o lA par bola , dijo : Dijo
Dalu hijo de Beo r: dijo el hom hre cuy o ojo est
cerr ad o: dijo el que oy las pala bras de Dio s, el
que mir la visio n del Tod opo deroso, el que cae
y asi son abie rtos sus ojos : l'ln herm osos son ton
)abe llon es, Jaco b, y tus tien das Isra el! Com o va
f les con bosq ues, com o hue rtas de rega do junt o
los ros , com o tien das que llj el Seo r , com o
cedr os cerc a d e. las agu as; corr er el agu a de su
pas y su desc end enci a ser en muc has agu as.
Ser quit ado su Rey por caus a d e Ag g, y se le
J,riv ar de su rein o. Dios le sac de Egip to cuy a
fort al eza es sem eja nte la del 1\hi noce ront e. De-
Yota rn las gen tes sus enem igas , y quc bran tal' n
sus hues os y los atra vesa rn con saet as. Aco stn -
dose dur mi com o leon .V co mo leon a qui en
ning uno osar d espe rta r. El que te bend ijere ser
l tam bieu ben dito . El que te mal dije re en m al-
dicion ser repu tado . Irri tado Bdla c con tra IJal n,
palm eand o m a no con man o, dijo : te he llam ado
j1ara que m aldi gas mis en emi gos los cue por
el con trar io' h as ben deci do ya tres veces. Vnlve~
te tu lu ga r. En verd ad que ha bia resu elto hon -
rart e mag nfi cam ente , pero el Se or te ha pri-
vado de la hon ra prevc nida . Pu es no dije tus
env iado s, r-esp ond i B, ln: .si Bala c me dier e u1

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t4J
la
casa llen a de plata y oro , no pod r tra spa sr
mi
pal abr a del Se or mi Dios par a pro fer ir de
~ ino
corazon cosa alg una 6 de bue no 6 ele ma l,
l ar?
que tod o lo que el Se or me dij ere , eso hab
un
Sin em bar go, al ret ira rm e mi pue blo , dar
blo
consejo 5obre que cosa hag a por lt imo tu pue de
con este pueblo. Est e fu t>l consejo inf ern al
ab y
que en viasen las mu ger es hermosas de Mo
le
de 1\ladia n al cam po de los Isra elit as par a que
cor rom pie sen hi cies en ido latr ar.
f/uclvo pro fet iza r. Y voh ien do Bal6n to-
le
Dtar la par bo la, dij o: le ''er , ma s u o aho ra; a
mir ar mas no de cerca. De Jacob nacer
1111
y
estrella , y de Israel se leva11tar una 'lJara,
to-
her ir los cau dill os de Mo ab, y des tru ir
e-
dos los hijos de Sct h, y ser la idu me a su pos
o~;
5ion: la heren cia d e Sei r ced er sus enemig
ob
ma s Isr ael poceder val ero sam ent e. De Jac
ias
sal dr el que dom ine y des tru ya las rel iqu la
o
de la ciu dad . Y como viese Am ale e, tom and
a lee,
par bo la , dij o: pri nci pio de las gen tes Am al
n
c:uyas pos trim era s ser n perdidas. Vi tam bie
ror
Cin eo; y tom and o la patbola , dijo : rob ust a
md o
cie rto es tu mo rad a, ma s aun que pus ieres tn
Cin:
en l'a pie dra y fue1es escogido del lin age de
Pu es
po r cu nto tiem po pod rs per ma nec er?
la,
.Asur te opresor. Y tomada otr a vez la par bo as
est
dijo : i ah! Q ui n vivir cua ndo Dios hag a

cosas? Ve ndr n ~n ga leras de Ita lia, vencern
los Asirios y des tru ir a los He bre os, y por
\a!ti-
ose
mo ellos mismos tam bie n per ece rn . Y levnt
n se
Bal n y se volvi su lu gar . Balac tam bie
volvi por el cam ino que hab ia vc:nido.

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Ji{2
Comparacion de stas profc {as con los mee-
sos. Solo pot la serie de las hi storia s sagtadas y
profa nas puede conocere todo lo marav illoso de
estas profe cas. Cualq uiera de los fieles que en
nuest ros dias coteje los s ucesos con los anunc ios
que aqui se hacen , no pod r dejar de exper imen-
tar un santo asom bro al ver como el rbitr o del
uni,e rso prese nta los homb res tant os siglos
antes los sucesos para su instru ccion y gobie rno,
ni de admi rar y adotat su 'infin ita sabid ura quo
tiene su vista todos los 1iem pos. Batn , siend o
un adivin o y un miuis tro de los dioses falso
viene set, pesar suyo , un 6rgan o del Dios
verda dero. Ptofe tiza acerc a de los reyes de Israel
rnuch o tiemp o antes que Israel venga tener re-
yes, y anun cia la destru ccion de su reino cator ce
sig los antes de ser destru ido. Al oir liabla r B~
l n de lo porve nir y anunc ia tanto s nnmb tes
entou ces desco nocidos , se creer a: que habia vi-
vido despu es que Sau l prime r 1\ey de fsrael fu
desec hado ro su falsa comp asioo con Aga; , Rey
<le los Ama lecita s; que habia sido commiiem de
Davi d, cuand o este valero so prnc ipe se ocupa ba
en domi nar los Idum eos y sujeta r : los Moa-
hitas ; y qnc babia visto con sus propios ojos
los Clneo s aptesados por los Asirios y lle vtt\os
la cautiv idad con las diez tribus . Se juzga da que
b abia ido el Asia en las galer as de ft alin y q ue
l1abia prese nciad o la dcJ'fOta d e los Asirio s y la
destru ccion de los Hebre os p ar las annns de 1~
repb lica roma na, y despu es la dcstrn ccioo de
esta misrua repb lica. Segun parece n o habr a
l1ablado Balo COD mas 'segu ridad de la l'St Fel!a

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r43
que gu i los reyes al por tal de Rel.n, si hub i era
vivido com o los pas tore s eq sus cer ran as, ni de
la vara que se leva m de ISra el, si hub iera sido
un apstol de los doc e de Jesu cris to.
Ba(ll es tm m al lwm hre , p ero buen. prn .fet a.
Dal n no dab a de suy o esra s graneles noticia s tan~
tos sigl os ante s que suc edie sen las cos as, y solo
Dios que todo lo tiene pres ente hab a pod ido dt-
selas. Mas 13aln era un perv erso , y co mo que se
resi ente la piedad de que siva de iost um ento un
hom bre sem ejan te; mas es preciso ve aqo i, que
si el wccioso don de la wofeca es com unm en te
una pru eba de san tida d e n el que le tien e, no
aicm pre est un ido con ella , y que algu na vez
han pas ado las pro fec as, aun que sin per der n;,d a
de su ce rteza, por la leng ua de un ma had o , co-:-
mo vemos en llal n y se vi tam bien e n Cai fs en
la noc be de la pas iou de Jew cris to. Asi es que
Bal n no fu un hom bre de bien por habet sid&
el rg ano d el Dios ''erd adc ro. Despues de pro fe_.,.
tiza r ta nto s, tan aso mbr oso s .y tan dist ante s su,-.
ccso s, inspi t'ado pot Dio s, no (a(J en hab lar el
leng uag e de la mal dad , sug erid o por el diab lo.
Pet?,erso consejo de Bttltn. No hb iend o te-
DiJo efec to el med io de las mal dici one s, por qlle
no las perm iti el Se or , se ent reg B~l n al de
los consejos y di Bala c uno que por des gro e ia
le sali6 dem asia dam ente hie u, por que sus ma$
terr ible s imp reca cion es, si se le hub iera n permi~
tido , nun ca ha btia n cau sad o tant os mal es :\ los
hijos de l srae l com o su ~ou ~ejo. No ign ora ba
este mal vad o que el pu eblo de Jsrnel esta ba
bajo ele una pro tuc: io_n esp~i al de Dios , mi~o-

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t44
tras la merecia su virtud, y que solo perdien-
do esta proteccion por sus culpas poda ser
vencido y destruido. Con este conocimiento
dijo Balac: que para rlcsbacerse de la ve('in-
da d de l:;rael que tnnto le incomodaba , veia
un arbitrio que seria mas seguro que el de las
Jnaldi cioues :que los Israelitas tenan una prohi-
bicion ri g urosa de comuoicat con las demas na-
ciones, sobre todo en asuntos de religion , y de
t ener comercio algllllO coo mugeres extrangetas:
Que, pesar de esto, eran m uy propensos los
cultos de los dolos, y que no seria u indiferentes
los atractivos de las mugeres Madianitas y .Moa
h itas: que su consejo cta, que se les convidase
sus diversiones y ta mbien sus sacri6cios que
sus mugeres bijas se dejasen ver con todos sus
adornos y atJactivos ; y rue conseguido una vez
que se prendasen de ellas, luego serian sus idla
tras y tambien de sus dolos; y q ue desampara-
dos tle Dios por estos delitos, facllmente serian
vencidos y destruidos.
Egecucn del consejo. T&m Balac el consejo
y los hijos de Israel que no saban el la~o que se
l es armaba, cayeron en l en gran nmero. Aun
ee hallaban en las campias de Moa b, sin pensa r
en las maldiciones de Baln, ni en las inquietu-
des de Balac, cua nd o las mugercs mas hermosas
de Moab y de Madian , adornadas al descuido y
con cuidado, se presentaron la vista de los ca m
pamentos de Israel con pretexto de vender y co-
merciar , y convidaron los Israelitas, segun el
consejo de Baln , que concurriesen sus di ver-
sioue&y fiesta&. Al principio fueron al ~ unes

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r45
ellas por curiosidad, pero poco poco se fu .a u-.
mentando la concurrenci a por la iucitacioo y mal
egcmplo de los primeros. Se pas de las divcrsio-
nc~ los tratos, Je los trato> las fol'lli~aciones
y de estas _, idolatra. Concurriero n sus lt'm-
Jllos, comietou de las carn es sacrificadas los
dolos y los ado raron, y en lin so consagra1o n
llcclphcgo t sLt Dios pri ncimL Mncli~n y ftloa b en-.
traron en lus tientl <tS de bael , y la di.oluciou se .
el:.teudi por los campamento s y ll<g tocar en
las cerca nas del taberncul o. . .
Castigos del Se1ior. Entonces irritado el Seor.
dijo l\loiss: toma todos los pdncipes del pue-.
blo y culgalos en patbulos delante del sol l'ara
qne se apal'le mi furor de Israe L Estos prnc ipes
no llabian detenido el contogio, castigando
los que le extendan, tal vez algunos d~ ellos le.
propagaban , y el Seiior quiso exponer colgados
1 sol del mediodi;1 los caudillos escanda losos
6 descuidados de cortar el escndalo, para que
todo el pueblo viese el castigo y se contu,icse.
Quiso atlcmas castigar todos los que ya se ha-
bian entregado la disolncion idolatra, y para
esto mand l\Ioiss que dije>c los jueces de
Israel: mate cada uno sns pr6gimos que se ha~
cons~grado al dolo llce lplwgor. Mas cuando se
tllimuba esta prden, 6 ac<so ya se egccutaba , he.
~qui c. u~ unQ de los hijos de Israel, llamado
Zambri, caudillo de la tribu de Simcon , entr,
' ista de sus hermanos, una muger .Madianita,
llamada Cozbi, bija ti e Sur, prncipe nobilsimt~
de lus Madianitas, ~ indole Moiss :y todos los
4ij?s do Israel que llo.raban la p uert_a de! tem-
JO

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4G
plo los extragos que este tiempo hacia en loi
criminales la peste con que Dios les castigaba.
Celo de FMnces. Entonces Fhinccs, hijo del
sumo Sacerdote Eleauu, arrebatado del celo de
la honra y gloria de Dios, se levanta de en me-
dio de la multitud, y tomando un pual, entra
tras del lstaelita en el burdel, y de un golpe
atraviesa los dos, Zam bri y Cozbi, y los
cose con la tierra que sostiene su delito. Este va-
liente echo del celoso Phinces aplac la ira del
Seor, desarm su br~w justiciero y mereci que
cesase la plaga que desolaba los hijos de Is rael:
mas ya babian muerto este tiempo veinticuatro
mil criminales, colgados unos en los patUlllos,
acuc hillados ott"<lS por los Jueces tle Israe l , y vc-
titn(t$ llls reHantes de; la peste que habia enviado
el Seo r fHra acaba rlos.
Encargo de castigar los Jllladianitas. Con
esto babia castigado el Seor los delitos de su
pueblo, pero no los de los 1\faclianitas y l\Joabilas
que les babian provocado acometerlos ; y estos
idlatras merecan bien I(Ue se les pidiese cuen ta
de la sangre de Israel , derramada por sn causa.
Encarg, pues, el Seiiot Moises que castigase
los 1\faJiaoitas porque habian tratado enemig;-
mente los hijos de Israel, ponindoles asecltan-
~as. Nada se dice aqu i de los Moabitas compae-
ros de los Madianitas en la seduccion de Israel.
.Acaso fueron menos criminales, porque no
e u viaron otra Co1.bi los campamento s,
qui ts dilat el Seor su castigo por atencion
al sobrino .del gran Patriarca; pero fnesc el mo-
tivo que qui>iese, lo que &abemoa es, c1ue

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47
Moiss fn enca rgad o de casti gar solam ente los
Madi anita s.
Recue11to de Israel. Mas quiso el Seo r que
hicie se antes el r ecue nto de los hijos de hrae l de
veint e niios y arrib a, parn sabe r el nm ero de
comb atien tes que iban conq uista r la tierra pro-
meti da, y propo rcion ar el r epart imie n to de ella
al nt11ncro de cada tribu y resul t3 r on seiscie n-
tos y un mil setec i entos y t rein ta. Eo el cue se
hizo en el desie rto del Sioa i el prim er dia del se-
gund o o1es del a o segu nd o de la salid a de Egip -
to, se halla ron seisc ien tos tres mil <1uinientos y
cincu enta, y todos , exce pto Josu y Cale b, ha-
ban muer to ya en el desie rto por el desp recio
qu e hicie ron de la tierra prom etida , prefi riend o
ella la ca ulivi dnd de Egip to. Lo que admi ra
aqu es que solo rcsul raron en este r ec uento mil
ocho cient os y "cint e comb atien tes meno s que en
el ante rior, habi endo muer to tanto s en los casti -
gos que hubia n pro1ocado e n el tiem po que me-
di6 de un o otro , con sus murm urac iones , re-
hclio oes, idola trias y prost ituci ones ; pero el Se-
fior cuid de man tener en buen pie el egrc ito
que desti naba la conq uista de la tierra pro-
met ida.
Jl/(md nto Jlfoist!s de mhir al mont e Ahar ilt.
Co nclui do el recue nto y d eclar ados los casos en
que deba n e otrar las mu geres en el repar t imie n-
to de ell a, dijo el Sei\o r Moiss , que subiese al
mont e Abar in para ver y cont empl ar desd e aque -
lla ni tura la tierra que babia de dar' los hijos
de Isr ael , y des pues que la hubi eres visto , aiia-
di, irs tu tamb ien tu pueb lo, como fu tll.

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r48
hermano Aaro, 'J'lOrque me ofendisteis en el de-
sierro del Sin en In conrradicion lle la muhitud
y no me quisisteis santificar (glorificar) vi.ta
de ella sobre (mana r de una peiia) las aguas.
E>ta era la sentencin lastimosa cue ya haba cos-
tado Aarn la vida 1 y < Moiss tantas );g rimas
y spl icas, y ~obre la cual no le era ya permi ti-
do vo hcr suplicar. Reconoci Moiss la justicia
de estA sentencia y que deba expiar c/ln la pri,a-
cion de entrar en la tierra prometida, cuyas
mrgenes se bailaba 1 el agra,io que babia hclho
su fldqueza la gloria del Seiior, se humill en
su di vi na presencia 1 ador sus justos juicios 1 y
no pens6 ya en otra cosa que en concluir, en el
mes que le re01aba de vida 1 los preparativos para
In entrada de Israel en In 1ierra prometida.
' Eteccion tle Josl/.c: Como Mo iss i ba ya mo-
r ir, era de Jos mas urge'ntcs elegir nn succsoL'
para que su amado pueblo no quedase aban
donado, como ovejas sin pastor. Se dirigi,
pues, al Seor y le suplic que proveyese de un
hombre que dirigiese actnclla muhitud, la intro-
dujese en la ticna pro m el ida, la gobernase, ca-
minase su frcntc y la llevase las victorias en
h multitud de bat'allas cue exiga su conquista.
El Seor' oy benignamcn to su o racion y le d ijo:
toma Josu, hijo de N un, va ro n en cuicn hay
esplritu y pon tu mano sobre l. La clcccion no
poda ser mas conforme los deseos de Moiss,
ni mas conveniente los hijos de Israel. Clr'arentn
.;iio; haba que Josu era ministro, discipn lo y
confidente del santo legislador. Siempre babia
procurado imitar sus virtudes y se babia presen-

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!49
tado dercnsor de su hono r y de su glori a: Siem-
pre babia viv ido uni do su san to maest ro y en
todas las ocasiones impo rlanlcs se le babia ''ISto
su lado, para egecuta1 sus rden es, para par-
ticipa r de sus trabajos. Siendo ya <le noven1a y
tl'es aiios habi a lcnido huen tiempo pua estudia r
en la escuela de llloiss el. modo de gober na r
los hijos de Israel. Su valor en las guerras conlr a
los Amaleci1as, contr a el Rey Arad , y contr a los
lteyes de Sebon y Og, le tenia acreditado de tln
consu mado ge neral , y su fidelidad en la honro sa
comision del rcconocimi enlo de la tierra de Ca-
naau le babia merecido la eslimacion de todos los
Israelitas. Con ocia el genio de la na-cion y era ama-
do de ella. Una apli caci<tn conslante y una conti -
nuada experiencia le hnbian hecho capaz de todoi
los negocios, y habie ndo de perde r la nacion
Moiss, no se podia lwllar o u o mas a propsito para
gober narla y condu cirla con la prude ncia, celo,
paciencia y amo que lo hacia su gran maestro.
Por eslos anlcccdentes se puede hacer juicio
del consuelo con que Mois~ cjecularia la orden
"del Sei'o1 pata la inau;uracion y posesio n de un
suces or de csle car<c ter. Decla r, pues , Josu
que la muer te ib11 juntarle co n sus padres y
herm anos; pero qu e moria conso lado, porqu e de-
jaba por condu ctor de su amad o pueblo al bom-
hre que mas amab a, y quien babia iustru ido
con mas esme ro. Que l era el dichoso quien ha-
hia tocado la gloria de concl uir la obra del Seiior
que habia princ ipiado y condu cido hnsla aq\1el
mome nto su maes tro, y que ann pedia la em pre-
sa hasta concl uirla grand es afanes y trabajos, y

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1 5o
el genio de la nacion UM prudencia consumada
J una paciencia invencible; pero que todo ten-
li r ia un suceso feli~, .si caminaba con una con-
li an:ta sin lmites en el Sciior, y observaba un
cumplimien to exacto ~c. su~> tlivi:as rde_n~s.
Despues de estos sabos conseJOS, l\IoJsos con-
voc al puebl o, y luego rodear on al sa n to legis-
l ador el g1an Sacerdote El ea zar, los anci~nos de
Jsrael y los prncipes de lt~s tribus. Entonces pre-
sent Moiss Josu delante de toda la multitud,
y declar la eleccion que Dios haba hecho de l
para sucesor suyo. Hizo presente Josu la vigi-
lancia con que deba cuidar del pueblo, y este
la sumision con que deba obedecer su nuevo
conductor. T ambien encatg Josu y Eleazar
rue viviesen cxtrccbamen tc unidos , porque de la.
n nion del ge l'c y del Saoerclo te pe nda el b ien de
la n acion. Finalmen te Moiss puso sus manos so-
llre l a cabeza de Josu, y con esta demostracio n
l e asoci consigo para el gobiento de I srael, que
antes de uo mes pondra enteramente en sus ma-
nos. La nacion entre el consuelo que la causaba
la cle:cion de Josu, quien principiaba mirar
ya como su dueo, y el dolor ()Ue sen tia de verse
privada de Moiss , qui en no empez estima t
bas tantemen te hasta que se vi en ' 'spe ras de
perderl e, se q ued con su nuevo cond uctor, lo
nncianos y l os prnc ipes en el recin to del templo,
y Moiss se entr en el santuario ofrecer al Se-
or con entera resignn cion el sac1ificio de su vi-
da: pero el Seor le dijo: venga primero los
hijos de Israel de los lll adianitas y despues ser5
recogido tu pueblo.

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I 5I
Castigo de los Madianitas. Moiss sali del
tabernculo y luego trat de cumpl la rden:
que reciba del Seiior. Mand, pues, que se ar-
mase el egrcito para castigar los Madi~n itas,
pero no todo, po<l'le bastaran para aqu ella
;ner-ra mil soldados de cada tribu. Solamente fu
dilicil la eleccion por el apesu ra01ien to <:on que
cada uno se ofreca para ser escogido. Se hizo,
pues, la eleccion con !oda pesteza, y luego se
presentaron Moiss doce mil valientes, sacados
de todas las tribns y bien armados . .Moiss encar-
g esta guerra Phinces que, en cieno modo, la
haba principiado CL~ando traspas con su puia l
:i Zambri y la Madianita. Em Phinces jven celo-
50 y valiente, lle lo que tenia dadas solemn e~
pruebas. Se puso al frente de su tropa de do<.:c
mil hombres, y llevando delante el arca santa,
1egun habia dis.puesto Moiss, fu buscar sus
enemigos. No los sorprendi, porque el temor los
tenia siempre pevenidos y prontos defenderse.
Regularmente supieron el corto nmero qne iba
contra ellos, y teniendo para hacer frente, y ha-
tirios , un eg.cito incompaablemente mayor,
contaron por tan segura la victoria, que creye-
l'On los cinco prncipes, pequeos Reyes de
:Madian , que ningun peligro corian en poners6
d f rente de su numeroso egrc ito. Hasta el mis-
mo Baln, que ha bia vuelto de la Mesopotamia
recoger el froto de su detestable consejo, se in-
corpor con las nopas para tener el gusto de ve r
derrotar en las ll anuras un pueblo, que no ha
hia podido maldecir desde los montes. Se di la
b atalla y la victoria no eituvo dudosa ni un solo

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1!z
momento. Fueron deshechos los Madianitas, y
qu ed el campo sembrado de cadveres. Entre
ellos se encontraron los cinco Reyes, siendo uno
el padre de la 1\ladiauita. quien, mas del in-
teres comun, habia trado el particular de ven-
garse de Fhi nccs por la muerte vergonzosa que
l1abia dado su hija. Tambien se hall l}d;n.
muerto fi lo de espada: justo castigo de un
hombre, quien no haban becbo un santo las
santas profecas, que Dios haba puesto en stt
boca.
En seguida se extendi el egrcito por sus
ciudades, pueblos y castillos. Tom prisione
ras sus familias, se apoder ele sus muebles y
ganados, y se volvi al campamento con un
l>otin inmenso; pero en el camino tuvo el mas
agradable encuerll ro. Moiss, Eleazar y todos l os
pdn cipes del pueblo , que ya saban su triunfo,
salieron recibirle y darle la enhqrabuena de
tan completa victoria. Y los generales, les sa luda-
r on con el mas profundo respeto y les presenta-
ron los ricos despojos y ncmerosos rebaos 'de
t odo gnero de ganados, <1ue haban tomado los
Modianitas en una guerra tan justa. El egoci to
]oizo alto y permaneci siete dias fuera del com-
]'nmento para pnrifica rse , segu n mandaba la ley.
En este tiempo tambi eot purificaron con el fu e- .
go las alhajas cue podan sufrirle sin des-
truiose, y co n el agua di! la purificacion todas
las demas. Cumplida en este punto la ley, entr
el egrcito victorioso y triunfante .en el campa-
mento y recibi de todo el pueblo los para-
bienes y las a.clama ciones ma1 viva,& y afectuosas.

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i53
Hubo , si n emba rgo, en esta jorna da un hecho al
parec er riguro so. Se emple el hierro tambien en
las mugeres. Fuero n pasadas filo de espad a to-
das las que hab an conocido homb re, y solo se
perdon las que se haban conservado vrge nes
y las nias. Esto fu terrib le , pero muy justo.
Ellas eran las que haba n hecho pecar Israel y
su sangre impu ra era la que prin'cipalmente ba-
bia ido verte r el egrcito.
Inventario r repal 'timie nto de lo toma do loi
Madianitas. Tuvo Moiss orden del Seo r para
hacer , en un ion con el sumo Sacerdote Eleazar
y los Prncipes del pueblo, un inventario de las
cosas que haban sido cogidas , y de dividirlas en
dos parte s iguales :. una para los qu e fuero n la
guerr a y otra para los que queda ron en el
campamento. Tamb ien le tuvo de separ ar una
de cada quini entas cabez as, tanto de .personas
como de buey es, asnos y ovejas que hubiesen to-
cado los que fuero n la guerra y de entre-
aarla al sumo Sacer dote Eleaz ar, porqu e era n,
~ice el sagrado texto , las primicias del Seo r; y
otra de cada cincu en ta qu e tocasen al resto del
egrc ito y de drsela los Levitas que estn ,
aade , de centinela en las guardias del taber n-
culo del Seo r. Hizose el in venta rio y apenas se
comprende como subi tanto el nmero en una
guerr a hecha flOr doce mil homb res solamente y
concluida en unos cua ntos dias; porqu e r esult a-
ron seiscientas setenta y cinco mil ovejas, seten ta
1 'Y dos mil bueyes r sesenta y un mil jume ntos.
Las esclavas, reduc&das lns doncellas. y nii&as,
erau treinta y dos mil.
11

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154
Ofren a militar. Por lo que toca oro, rlata,
r icos mueb les, vestidos y demas toma do, fuera
de las personas y los animales, todo qued los
oficia les y soldados que lo haban cogid o, sin que
entra se en la particion este gnero de despojos;
pero el reconocimiento de los combatientes con-
sagr al Seo r la mas preciosa parte de ellos.
Habindose hecho la revis ta de su pequea di,i-
sion, se hall que ni un solo homb re faltaba de
l os que haban ido la guerr a, y entonces los
P rncipes del egrc ito,lo s Tribu nos y Centu rio-
nes vinieron Moiss y le dijeron cnagenados de
gozo: nosotros, vuestros siervos, hemos revisado
el nme ro de combatientes que hemos tenido ba-
jo de nuest ra mano ( nues~ras rden es) y ni
u no solo ha faltado. Por esto cada uno de noso-
t ros ofrecemos en don al Seo r el oro que hemos
podido hallar en el despojo, collares y brazeletes,
anillos y mar;lillas, gargantillas y demas para que
lo ofrezcais al Seo r y rogueis por nosotros. Ad-
mirad o Moiss de los sentimientos de religion de
estos valerosos militares, recibi sus dones de par-
te y en nomb re del Seo r, los prJso en manos del
P ootHice, y se hall que pesaban diez y seis mil
setecientos y cincuenta siclos de oro ( un millo n
t rescientos y cuarenta mil reales). Ofren da, tanto
mas grata su mage stad, cuant o era de la pot-
cion que cada uno tenia derecho I reserv ar, co-
mo fruto de su valor y precio de los peligros en
que habia puesto su vida. Moiss y Eleazar lleva-
r on este precio so don al tabernculo del testim o-
ll iO para que fuese una memoria de las miseri-
cordias del Seor sobre su egrcito , y de la gra-

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r55
titu d de los soldados por la proteccion que le~
bab ia dispensado.
Estado de Israel. Hallndose en tan feliz si-
tuac ion los negocios y 'teniendo tan bue nas tro -
pas qu sucesos tan dichosos no pud iera pro me-
t.ers e Moiss, si hub iera que rido el Seiior con ti-
nua r sirvindose de l par a la con qui sta de la
tier ra pro met ida? P ero el san to hom bre no se
alim enta ba ya con estas esperanzas, y solo vea
acercarse el dia en que bab ia de ent reg ar al nue -
vo Gefe y al Pontfice de la nacion el gob iern o
de lsra el y la con qui sta de Caoaao. Ya esta ban
exterminados arrojados los Amorreos de la tier-
ra Jlro metida que haba ante s del Jor dn , cast i-
ga os los Mad ian itas , intimidados los Moabitas y
atem orizados todos los pueblos qu e les rod eab an.
La mu ltitu d de los combatientes de Isra el se ha-
ba renovado ente ram ente. Mas de seiscientos mil
soldados que la com pon an, estaban hechos ya
la gue rra en repetidos combates y bat alla s, so
halfaban en el vigor de su edad y solo esp erab an
enemigos que vencer y tier ras que con qui star .
Tenia Isra el un bue n con sejo , excelentes gen era-
les, el camino abi erto , y lo que era sobre tod o,
su Dio s favorable. Tal era el estado en que iba
Moiss ent reg ar Josu el pueblo que hab a
gobernado cua ren ta aos con una sab idu ra y,
pru den cia mas que hum ana , y con duc ido por un'
camino lleno de portentos.
Peticion de las triblls de llub!l y de Gad . Per o
aun que restaban Moiss pocos das en que Yivir,
le faltaban gra nde s asuntos que term ina r. La lri-
bu de Rub n y de Gad ten an mu cho s gan ado s,
.
Biblioteca Nacional de Espaa
i 56 . . . ..
y la \ierra Cananea que se habia conquistado d
este lado del Jordn era montuosa y muy apro-
jlsito iara su mantenimiento: Con este motivo,
los Prn? ipes de estas tribus se presentaron '
Mois$s, al sumo sacerdote Eleazar y los demas
Prncipes del pueblo, y dijeron: la tierra que hi-
ri el' Seor vista de los hij~s de Israel es un'
p i~ ferasimo para pasto de ganados y nosottos
tenemos muchsimos. Te rogamos , aadieron, di-
rigindose Moises: que nos la des para habitar'
~n ella y que no nos hagas pasar el Jordn. 1\'loi-
Us al o ir que' no quedan pasar el Jordn les res-
pondi lleno de sentimiento y enojo : pues qu!
.!irn vu estros hermanos al e&mbate y vosotros
os quedareis aqui sentados? Porqu trast.o rnais .
los nimos de los hijos de Israel para que no se
atrevan pasar al lugar que les ha de dar el Se-
or ? Acso no hicieron lo mismo vuestros pa-
drs cuando envi desde.Cadesbarne reconocer
la tierra (prometida)? La reprension era fuerte,
pero justsima. Todo Israel haba conquistado !.os
reinos de Hcscbon y Basn que estos Diputados
queran para s, sin tratar de pasar el .Jordn con
su's hermanos conquistar con ellos las tierras
~ue estos haban de poseer' y esto 'era harto .in-
JUSto. Por otra parte, introducan la desunion en
el egrcito y daban motivo que no pasase el
Jordn y entrase en la tierra de .Canaan, conio
)Jabian becbo los diez cobardes exploradores en
Cadesba~ne. Pero los Prncipes de ias dos tribus,
sea que realmeute no quisiesen pasar el Jordn,
sea que se hubiesen esplicado mal, al o ir una
~o.ntestacion <an terrible, volvieron tomar la

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5
. ,) f
.. ' : qu e e11os de
l\101. ses mogu~
pa1abra y dJe ron a
rc ito : qu e es,.:.
mo do tra't ab ao de se pa rar se de l eg
el Jo rd n , ma~
~aban dis pu estos pa sa r arm ad os
Isr ae l su s be r--
ch ar al co mb ate co n los hijos de e~
jna oo s ~ lyno de jar las arm as ' ba sta po ne rlo s
SU S po ses ion es: qu e lo qu
e s up lic ab an er: t qu e se
er an tan ap ro 7
les diesen aq ue llo s do s rei no s qu e
qu e de sd e lu e-
psito pa ra ma nte ne r su s ga na do s:
lol.emas qu e se
go ren un cia ba n tod o de rec ho lo
~nquistasc al ot ro lad o de l
rio ; pe ro qu e de -
en qu e su fri r
se ab an qu e su s fam ili as no tuv ies
se rv ir de peso
las pe na lid ad es de la co nq uis ta, ni
los mu ro s
los ,conqui sta do res : qu e leb an tarniande rri ba do a l
de las ' ciu da de s fue rte s qu e ba bia
ell as qu eda ria n
tie mp o.d e la co nq uis ta: qu e en
os y todos los
su s pa dr es , su s mu ge res , su s hij
to de l eg r ci to -
qu e no 'p ert en ec ian al ali sta mi en
se n su s en em i-
sin pe lig ro de qu e les .so rp ren die
y ba jo de est as
go s; y qu e en est a int eli ge nc ia
d.
co nd ici on es se en ten dia sn so lic itu
a co sa ma s
Co11cesi o" de la p eticioll. Ni ng un la de cla ra -
e
pu est a en raz ou ni ma s ge ne ro sa qu
iss qu ed gu s-
cio n qu e ha cia n las dos tri bu s. Mo
los hij os de
tos am en te sat isf ec ho co n ell a, y di
scbon y de Ba -
Gad y de Ru b n los rei no s de He
nto rn os . En se-
sn co n tod as su s ciu da de s y co
tre las do s tri-
gu ida se pas al rep art im ien to en
an de la po rci on
bu s y se ha ll qu e era mu y gr
lo qu e re s-
qu e toc ab a ca da un a co n respecto
die z, y Moiss
tab a qu e rep art ir en tre la~ otr as
n un ter re no
se pa r b cia el na cim ien to de l Jo rd
le di la m e-
co rre sp on die nte me dia tri bu y
el ma s se ten tri o-
.di a de M an ass. Er a est e ter ren o

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.J 58
Jlal al orie nte del Jord n y se llam aba el pais de
Gala ad, cuyo nom bre man tuvo siem pre y algu -
nas veces se di todo lo conq uista do t;ste lado
del rio llam ndo lo Pais de Galaad. Asi disp u-
so Moi ss de los dos reino s tomados los Amo r-
reos la izqu ierd a del rio, y dej Josu regl as
r,ara la disuibucion de los dcmas reino s que se
1ban conq uista r la derecha.
Segu nda ublicacion de la ley. Como el pue -
blo de l srae era casi todo nuev o, y por consi-
guie nte, no babia estado pres ente en el Sin a
)a pub) icacion de la ley, no se babi a pene trad o
bien de ella en una edad poco ca paz de refle xion
cual era la de veinte aos ahaj o, pues to que Jos
de vein te aos y arrib a , todo s, excepto Josu y
Cale b, hab an mue rto en el desi erto , quis o el
Seo r que en la soledad y quie tud de las cam pi-
as de Moab , y ante s que principiase el estr pito
de las arm as, se hiciese una segu nda publicacion
de la ley toda la mul titud de los hijos de lsrue l;
que se les reen carg ase enca recid ame nte su cum-
plim iento del que penda su felicidad temp oral
y eter na; y que se colmase de bendiciones los
que la guar dase n, y ca rgase de maldiciones los
que la queb rantasen. Esta publ icac ion aun deb a
l1acerse por el sant o legis lado r; porq ue asun to de
tant a impo rtan cia y consecuencia no pedia menos
que la gran de auto rida d que le daba n sobr e Js-
ael una edad de cien to y veintilres aio s, un go-
}ierno de cuar enta , una cond ucta llena de pro-
digi os, una sabi duri a )' prud enci a cons uma da, y
sobre todo su familiaru.lad ntim a con Dios.
Se co11greg, pues , todo Israe l desde el rua-

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lt g
ni tg er es , los j -
yo r al me no r, los ho mb re s y las
venes y los an cia no s 1 los pa dr es
y los hi jo s, to do
mb re : en to n-
el pu eb lo co mo si fu er a un solo ho mu lti tu d y
la
ces Mois s se coloc en me dio de un tem or sa n-
n
pa ra pr ep ar ar les de sd e lu eg o co
te y fiel cu m -
to y un sa nt o am or al co ns tan
ien to de la ley qu e iba pu bl ic ar , les re -
pl im
l desie rto , lo s
firi los pr inc ipa les sucesos de
nt in uo s po rte nt os qu e el Se o r ba bia ob ra do
co
nc ia, sus m ur -
en su fa vo r, su tu ala co rre sp on de
ra cio ne s, su s qu eja s, su s rev eli on es , y los cas-
mu
di vi na jus tic ia.
tig os qu e ltabinn ob lig ad o su
ev en ido s de es te m od o, en tr el sa nt o leg isl a-
Pr
do r en la pu blica cion de la ley 1
y esforzando su
z di jo : o id , hij os de ls. .ac l, las ce rem on ias y
vo
s oid os : ap re n-
juicios qu e yo hablo ho y en vuestro nu es tro , hi -
os
de dlo s y cu mp lid los . El Se o r, Di re b. No hizo
Ho
zo ali an za co n nu es tro s pa dr es en
sin o tam bi en co n
pa cto solo co n nuestos pa dr es ,
os. Yo so y, di jo
nosotros qu e ah or a somos y vivim
de fu eg o y nu be ;
todo Isr ael de sd e en me dio sa qu de la tie r-
Yo soy el Se io r, tu Di os , qu e te
rv id um br e.
ra de Eg ip to , de la casa de la se No ten dr s
Man da mi en to s de la le_y de Dios.
te ha r s es t -
Dioses ag enos en mi presen cia. No
de las qu e es tn
tu a ni semejanza de cosa alg un a
es tn ab ajo en la
ar rib a en el cielo , ni de las qu e
de la tiel'ra en
tie rra , ni de las qu e es tn bajo
da r s cu lto ; po r
las a.s::uas. No las ado1ars ni las
Dios celoso, qu e
qu e lo soy el Se o r, Di os tu yo , so br e los hijos
es
re to rn o la in iq ui da d de los pa dr
cio n en aq ue llo s
lta sta la ter ce ra y cu ar ta ge ne ra
se ric or dia en
que me ab or re ce n, y que ha go mi

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'r6 o
mu ch os miles los 'qu e me am an y gu
ard an mi~
ma nd am ien tos . No tom ar s el no mb re
de l Se o r,
tu Dios,. en vano. No qu ed ar sin cas tig
o el qu e
sob re una cosa van a tom re su no mb re.
Gu ard a
el dia de l sb ad o pa ra santificar lo, co
mo t.e lo
ma nd el Se o r, tu Dios. En sei s dias tra
bajars y
ha rs todas tus ob ras . El sp tim o es dia
de sba-
do , esto es, descanso del Se o r, tu Dio
s. Ni ng un a
ob ra ha rs en l, ni tu, ni tu hij o, ni
tu hij a, ni
sie rvo , ni sie rva , ni bu ey , ni asn o, ni
alg un a de
tus bestias , ni el ex tra ng ero qu e es t
de ntr o de
tus pu e1ta s, pa ra qu e descanse tu sie
rvo y tu
sie rva igu a lm ent e qu e tu. Ac u rda te qu
e tam bie n
tu fui ste siervo en Eg ipt o y qu e te sac
de all el
Se o r, tu Dios, co n ma no fue rte y bra
zo ex ten di-
do . Po r eso te ma nd qu e gu ard ase s
el dia del
sb ado . Ho nra ' tu pa dre y ma dre co
mo te lo
ma nd el Se o r , tu Di os, pa ra qu e
vi vas lar go
t iem po y te vaya bie n en la tie rra qu
e el Se o r,
tu Di os, te ha de da r. No ma tar s, ni
for nic ar s;
y no ha~s b~rto, ni d_i~.s co ntr a tu
.falso test1mon1o. No cod1c1ars la mn pr~imo
J g~ r de tu
pro gu no , m su ca sa, n1 ca mp o, 111
s1ervo, nt
sie rva , ni bu ey , ni asn o, ni cosa alg
un a de las
qu e son su y as.
Es tos ma nd au tie nto s int im el Se o r
vu est ra mu lti tud eu el mo nte des de en
tod a
me dio de l
fue go y de la nu be con voz gra nd e , y
los esc rib i
J!n dos tablas de pie dra qu e me en tre
g , y des!.
pu es qu e oye ron vuestros pad res la voz
de l Se o r
qu e salia de en medio de las tin ieb las
y vieron
ard er el mo nte , se lle ga ron m todos
los Pr n-
cipes de las tri bus y lo~ anc ian os y dij
ero n: He

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16 1

el Se o r no s ha m os tra do su nagestad y
aM qu e
qu e salia de en m e-
gr andeza. Hemos oido su vo1. r es ta. vez qu e,
fu eg o, y he m os vi sto po
dio de l
e, ha 'l!ivjdo el ho m -
ha bl an do Dios co n el ho m br , vo1. de l Se o r,
ro si oy s em os ot ra ve z )a
br e ; pe
ns um id os en aq ue l
nu es tro D io s, m or iremos co es to do bo m br e
si m o fu eg o; po rq ue q u
gr an d
, qu e hablq en m ed io
pa ra o r la voz de Di os vi vo m os oi do , y qu e
o, co m o no so tro s la he
de l fu eg
ur am os , si nos ha bla
pu ed a vivir ? Pa ra qu e no m to das las cosas qu e
r, ll ga te tu , M oi s s , oy e
el Se o
uo$ la s cu m pl ire m os .
te di je re , d oo sl as , y noso ie nt os de l pu eb lo
o o al Sc o t es to s se nt im
Agradat
tal en te nd im ie nt o
y di jo : q ui n les d tenP.r todo tiempo todos
en
q ue m e te m an y gu ar de n
m an da m i en to s pa 1a qu e les vaya si em r,r e
m is Moiss~ y d es:
lo s y su s hi jo s! V ,
bi en el m as tu es t te aq u i
volveos vu es tra s tie nd as ; m an da m ie nt os y
o y te ha bl ar to do s m is
co nm ig
m on ia s y ju ic io s, lo s qu e les en se a r s pa ra
ce re e le s da r en po -
ar de n en la ti er ra qu
qu e los gu
n. G ua rd ad , pu es , di jo aq u Moi ss esforzan -
sesio tit ud qu e le ro de a-
nu ev o su vo z la m ul
do de
gu ar da d y cu m pl id lo qu e el Se o r Dios os
.h a, di es tra ni la si-
m an d . No de cl in ar ei s ni la
r el ca m in o qu e el
ni es tr a, si no qu e an da re is po qn e ''vais y
os vu es tr o , os m an d pa ra
Se o r, Di
va ya bi en y se pr ol on gu en vu es tro s das e n la
os po seer.
tie rr a pr om et id a qu e vais 1tar Dios. Con-
En ca rg o m uy enrgico de a1
pr om ul ga ci on de la le y y las pr in ci pa -
cl ui da la
rie ro n cu an do se pu -
les ci rc un st an ci as qu e oc ur
e.xplica el sa nt o lcgis-
blic. so br e el m on te Si na ,

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16~
la do r la extension de l pr im er m
andamiento y en -
ca rg a su cu m pl im ie nt o en los t
rm
gicos. O ye , Is ra el , les di ce , el Se inos mas en r-
un Se o r es. Am ar s al Ser7or, o r Dios nuestr~
tu Dios, con to do
tlt corazon y con to da
tZt al ma
fo rt al ez a, y estas palabras es ta r y con to da tu
y las meditars sentado en tu casanyen tu corazon
el ca m in o, al irt e do rm ir y al an da nd o po r
le
at ar s como seal en tu mano y va nt ar te , y la s
estarn en tre tu s
oj os , y las escribirs en el um br
de tu ca sa , y cu an do el Seo r, al y las pu er ta s
tu
r e introducido en la tierra qu e pr Dios, te hubi e-
ometi co n jn ra -
m en to tu s padres Abra ha m ,
Isaac y Ja co b, y
t e di er e (c om o du e o de to do )
cindades gr an de s
y bellsimas qu e tu no has edifi
cado, casas llenas
de toda sn er te de riq uezas qu e
tu
do , cisternas qu e tu no has ca no has fa br ic a-
ol ivares que tu no has pl an ta do vado, viedos y
, y comieres y te
saciares... cuida entonces diligen
te
vi da rte de l Se o r qu e te sac mente de no ol -
de ,l a tie rra de
Eg ip to , de la casa de la sei'Vidu
mb
Se o r, tu Di os , y l solo serv re. Temers al
irs. Gu ar da los
preceptos del Se o r, tu Dios, y
lo
ceremonias qu e te ha m an da do s testimonios y
,y
ag ra da bl e y bueno en la ptes ha z lo qu e es
en
pa ra qu e te vaya bien y enttes cia de l Se o r
poseer la tie rra
su m am en te bu en a so br e la cu al
ju
tus pa dr es , como lo habia pr om r el Se o r
et
tru ir a todos tu s enemigos de la id o, qn e de s-
nt e de t y te la
da ra en posesion.
Cananeos. La tie rra de Canaan
da , despues de l di lu vi o, po r un estaba oc up a-
a raza ta n pe r-
ve rsa como fn la de Cain an tes
de l diluvio. Lo s

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x63
raza. C an , del cu al
Cananeos er an esta pe rv er sa
jo de No y el pr i-
de sc en d an , fu el segu nd o hi e la tie rra despues
br
m er impo qu e vi el cielo so bu rl impa y
vi o. Es te m al va do hi jo se
de l dilu
er go n za da m en te de su mi sm o pa dr e, y su pa -
desv o esta im pi ed ad , no
dr e maldijo po r r deo del ciel
ndecido ju nt am en te
en Ca n, por<ue ba bi a sido be
del ar ca , sin o en
con su s he nn an os cuando sali se lla m ab a Ca -
qu e
el l tim o de sus cu at ro hijos, y el m as se m e-
y er a el de pe or co nd uc ta
na o,
na o , pu es , se ap o-
ja nt e {t su malvado padre. Ca
esl\lvo el paraso
der de la tie rra e11 qu e se cr ee
s co nt or no s (y qu e, pe sa r de los estragos
y su
pa s mas sa no , el
de l di lu vi o, ba bi a qu ed ad o el
de l m un do ), y la
mas fe rti l y el mas ag ra da bl e e tu vieron nu m e-
r epar ti en tre sus once hijos qu esente las na ci o-
pr
r osas descendencias, y er an al po rq ue de sc en -
e se lla m ab an Ca na ne as ,
nes qu
ales iban ha ce r
d an todas de Ca na n, la s cu en tra r poseer
ra
la g ue rr a lo s hijos de Is ra el pa
nc ia de su s padres,
esta tie rr a qu e er a la he re dicho al fo -
da po r Cn na n , co m o se ha
us nr pa
lio 1 2.6.
pe rv er sid ad . Es ta s na ci on es er an la s m as
Su
b e, po rq ue er an las
petvesas qu e oc up ab an el pe rversion co m o
tig ua s en el ca m in o de la
mas an
erso qn e se vi des-
descendientes de l pr im er perv
de l di lu vi o. Lo s de sc en di entes de Ja fe t ha -
pu es
m po el C{)nocimien-
bi an ido perdiendo con el tie at ra . Lo m ism o
Di os y de cl in an do la id ol
to de
exce pt ua nd o la des-
l1abia sucedido los de Se m , el pu eb lo esco-
ci a de Ab ta ha m qu e fo rm
cenden
abanzado siempre en
gi do pe ro los de Can haban

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J64
el ca mi\~ o de la impiedad que lj!s ,abri 6 su imp q
p~dre_ ,, y al presente los habi tante s de las ciud a-;
des y publos de la tierr a de Can aan eran tan
corr omp idos como los ante dilu vian os 'J com 0 lo~
sodomitas. .
. ~"carga el Seiior d Isra el su cast igo y e::r:ter~
mi"io. Dios no q ueria sufr ir por mas tiempo so-
l>rc la, ; ti~ITa el peso de sus mald ades ; y si como
envi .un diluvio univ ersa l para abog ar en l ~
todos los corr omp idos de los prim eros tiem pos, y
un fuego voraz para r educ ir cenizas las 'ciu -
dades nefa ndas , asi envi aba ahor a el acer o de lGs
Isra elitas para pasar filo de espada todos los
Cananeos. Los l staclitas , pues , eran los destina,
dos pgr Dios para cum plir este decr eto de su di-
vin justicia y debian no perd onar ni un solo
Can aneo , siendo fieles en cum plir la volu ntad
del Se or, como lo haban sido el dilu vio uni-
vers al y el _fuego de Sod oma ; y esto era lo qu!l
tant o tema Moiss que no cumpliesen fielment-e
los hijos de Israe l. Con oca la inconstancia in-;-
docilidad de este pueb lo, Y. como la falta de su
ente ro cum plim iento les haba de ser tan fune sta,
no cesaba de adve rtrs elo. Era esta la ltim a vez
que les babi a de hacer este encargo y nun ca se lo
hizo con mas empeo y celo.
Reencarga Moiss Israel el fiel cwn plim ien-
to de este encargo. Cua ndo el Seo r, dijo to-
do Israel que le escu chab a, cuan do el Seii or, tu
Dios, te intro duje re en la tiena en que vas en-
trar plra po;eel'ia ,_y dest ruye re delantt! de t
muc bds gent es, al Heteo, al Gergeseo, al Amor-;-
co, al Can aneo , al Pere ceo, allie beo y al Je-'

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i65
se o, s iet e na cio ric s ~l u ch o rilas n um er osas y
lu
ro bu sta s qu e tu , te las en tre g re el Se o r, t u
o de es pa da sin pe rd on ar
Di os , las pa sa r s fil
el la s, ni ten d r s de
na di e. No ha r s al ian za co n
as eo mp as io n. No da r s tu hi ja su hi jo en
ll
a pa ra tu hi jo , po r
tn tt rim on io , ni to m ars su hij
e se du ci r tu hi jo pa ra qu e no sig a al Se o r;
qu
ita r el fu ro r de l
y si rv a Dioses ag e no s , y .seAlirrco nt ra rio , derri..:
Se o l' y lu eg o te de str ui r
s es ta tu as , ta la r s
va r s su s al ta re s, q u eb ra r s su
s bo sq ue s sa er J e,. os , y qu em ar s su s es cu ltu -
su
la s ab om in ac io ne s
r as , lim pi an do asi Ya tie rra de
lo s Ca na ne os , pa ra vi vi r pu ro en el la ; m as s
de
s los m or ad or es de
no qu i sie re s da r m ue rte to do
tie rra , lo s qu e qu ed ar en se r n pa ra t co m o
esa
lo s co sta do s. Moiss
clavos en lo s ojos y la nz s en
a co n su m o do lo r es tas ca lam id ad es de su qu e-
' 'ei
de un a c:ompa.ion
rid o lsr ae l. Veia qu e usa ria
im ioa l co n los Ct ~n au co s y de u na pi ed ad im -
e1
os lo seri~n ta m -
p a; qu e es tos en e mi go s de Di
en d e su pu eb lo ; qu e le ar a str ar ia n ; su s ab o -
bi
co m o ell os ; y qu e
mi na ci on es y le ha ria n id olatar
ap ar ta ra n de l Se o t y es cit ar ian su fu ro r co n-
le
to el sa nt o lt>gis-
tra l. Po r de~gracia en to do es
do r ma s er a un pr of eta qu e un predicado 6
la
l d iscn rso de es ta
co nseje ro , e o mo ~e ver en e
sto ria , )' es ta pr ev isi on de sn s i nflde lid ad es y
hi
na ba de un pr of un -
su s ca sti go s, er a lo qu e le lle
ilo se nt im ien to .
la le y de Din.r .
BendiciMes los tue cum pl at ldo con tn nl o ~ ,,_
1

rta
Moiss , de sp ue s de ha be r ex ho
as en Dios "" "
lo lo s hijos de Is ra el qu e am co sa s, y u e c 11
las
to da su alm a y so br e to da s
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166
prue ba de sua mor cumpliesen todos sus prec ep-
tos; des pues de hab erle s prevenido con tra la fal-
sa com pasi on, y adv ertid o de los males que les
acar rear a esta fatal pied ad; pasa reco men dar
el cum plim ient o de la ley por medio de los pre -
mios y los cast igos , prom etie ndo todo gn ero de
ben dici one s los que la cum plie sen, y de mal di-
ciones los que la que bran tase n. He aqu i en sus-
tanc ia y en com pendio como sees plic el Ministro
del Seor. Esc uch adm e, excl am , hijos de Isra el.
Si gua rdai s la ley del Se or, vue stro Dio s, sereis
el mas gran de y mas glorioso de los pueblos de la
tier ra y os colm ar ele bendiciones el cielo. Seaeis
ben dito s en la ciud ad y benditos en el cam po,
ben dito s en vuestros hijos y benditos en vu~str0s
gan ado s, ben dita s vuestras cosechas y ben dita s
vue stra s trog es, ben dito s cuan do entaeis en casa
y benditos cuan do salg ais de ella. El Seiior har
que caigan dela nte de vosotros vuestros enemigos.
Por un cam ino ven dran con tra vosotros y por siete
huir n de vues tra pesencia. Sereis el pueblo sant o
de Dio s, si gua rdr cis sos man dam ient os y an-
duvireis en sus caminos. Todos los pueblos de la
tier ra vern que esttl el nom bre del Se or sobr e
vsotros y todos os tem ern . Se abri rn para vo-
sotr os los tesoros del cielo. Las lluvias y los roco
caern sus tiempos para fertilizar vuestros ca m
pos. Dar eis prestatlo muchas gen tes y vosotros
de nad ie nece sitar eis tom ar prestado. El Se or os
pon dr por cabe1.a y no par pies, y estareis siempe
' en lo alao y no en lo bajo co n tal que obed ezcais
los man datos del Se or, los cum plais, '1 no os
desvieis de ellos ni la dies tra ni la saniestra.

Biblioteca Nacional de Espaa


167
llfaldiciones los iuc no cumpla n la ley de
Dios. Per o si no escuchareis la voz del Seor,
sus
vue stro Dios par a g uar dar. y cum pli r todos
al-
ma nda mie nto s, ven dr n sob re vosotros y os
can ~arn todas estas ma ldiciones. Ser
eis ma ldit os
tas
en la ciu dad y ma ldit os en el cam po, ma ldi
l-
vuestra s cosechas y ma ldit as vuestras troges , made
dit o el fru to de vue stro vie ntr e y el fru to
vuestra tier ra , vue stras manadas ele vacas y vu
es-
rci s
tros a tos de O\ejas. Sereis ma ldit os cua ndo ent
ella.
en vue stra casa y ma ldit os cua ndo salgai s de
os.
Sereis ent reg ado s al fur or de vuestros ene mig
tin
Po r un ca mino los acometereis y ellos os bar
las
hui r por siete. El hambe, las enfemeda des ,
, la
pestes , los ri gores del frio , los ard ore s del sol
o-
cor rup cio u ~el air e... todo se reu nir sob re vos
ver
tros par a ven gar Dio s y castigaros. Se vol
ezas
de bronce el cie lo que est sobre vuestras cab iar
y de hie rro la tier ra que pisais. El Se or env
ia,
sobre vuestras tiera s polvo en .lug ar de lluv
y sobre vosotr os ceniza en vez de roco. Cae reis os
del ant e de vuestros enemig os y ser cis dispersad
-
por todos los rein os de la tier ra. Vuestros cad
las
ver es sern pas to de las aves del cielo y de
n-
bestias de la tier ra y no hab r qui en las ahu ye
en
te. Os her ir el Se or con ce9 ued ad. Ancla reis
as
medio d<l dia com o en medio de las tiniebl is
y no enc ont rareis Yuestros caminos. Suf rire por
en todo tiempo cal um nia s, seeis opr imi dos
a.
la violencia y no ten dre is q n ieo os hag a jus tici
vi-
EdiGcareis casa y no la hab itor eis ; plantareis
s-
as y no las vendimiareis. Os arr eba tar n vue
s
tros gan ado s, y vuestros ojos ser n ent reg ado

Biblioteca Nacional de Espaa


168
\ otr o pue blo vue stro s hijos y vue stra s hij
as: Os
con sum irc is ele pena vi uJo los llev ar en me
dio
del dia , y no habt fuerza en vosotros par a
li-
bra rlo s. Un pue blo desconocido com er Tos fru
tos
de vuest ra tier ra y estareisa to itos por el ter
ror
de las cosas que ver n vuestros ojos. Sereis llev
a_.
dos vosot ros y el Re y que eligiereis las tier
ras
de gen tes que no con oce is, ni con oci ero n vue
s-
t ros pdd res ; senireis all Dioses age nos ,
los
pal os y las piedras y sereis el opr obi o y la bur
la
de los pueblos. Ve ndr n sob re vosotr os y os
al- '
cao zar n todas estas maldiciones y cal am ida
des ,
por que no os teis la voz del Se or, vuestr o
Dios,
ni gua rda ste is los pre ceptos y cer em oni as que
os
tna nd 6. Ve ndr sob re vosotros una gen te de
lejos,
semejanza del gu ila que vuela imp etu osa me n-
te, cuy a len gua no eot end ere is, gen te mu y etr
e-
vicla que oo respetar al anc ian o ni se com pad
e-
cer del ni o, y de,orat vuestros gan ado s y
los
fru tos de vnesttas tier ras . No os dejar ni trig
o,
ni vin o, ni ace ite, oi vac as, ni ovejas. To ma
r
vuesttas ciud~des y der riv ar los mu ros en
'qu e
ponais Yucstra confian1.a . Sercis sitiados den
tro
de vue stra s pue rta s y lleg are is com er la nar
ne
de vue stro s hijos. El bom bre delica do y ent reg
a-
do los pla ce res se g uar dar de su herman'o
y
su mu g er par a con .er so lo las car nes de
sus
hijo s, por que nin gun a cosa ten dr en el cer
co
v j)l'emu:ra cu cue le hab r'n puesto s us ene mi-
gos ; Y.Ia mu ger me lind ros a q.ue no poda da~
paso nt sen tar la pla nta del pte por su dem asi u~
ada
hla odu ra, se gua rda r de su ma rid o par a cor
oe1
sola las car nes de :.u hijo rue naci eu aqu el
roo -

Biblioteca Nacional de Espaa


t6g
ment o, y come r hasta los sucie dade s del parto
por la fuhn de todo alim ento. Todo s estos hort o-
res vend rn sobr e voso tros, sino guar dre is y
cump lire is los pteceptos c.lel Seo r y temi reis
su nomiJte glo ri oso y terri ble y, los pocos que
qued reis , aoda reis dispe rsos por todos los pue-
blos de uno otro extre mo de la tierra .
Cumplimiento de estas maldiciQnes. Terr ibles ,
espan tosas , casi incre bles etan estas predi ccion es,
y si las calam idade s temp orale s basta sen para
oblig ar al cump limie nto de la ley, nada poda
anuucirseles mas calam itoso puu oblig arles
cump lirla. Sin emba rgo, ellos no la cump liero n,
las calam idade s se verif icaro n, y cuan do flloiss
creia que so lo amen azab a su pu eb lo, profeti7.a-
.ba sus desgracias. Ning uno que lea la histo ria de
Israe l, desde el tiemp o en que asi se le amen aza-
ba hasta el 1wese nte, podr dejar de ver una cor-
r espo nden cia admi table en tre las umenazas y los
s ucesos. Sin haol ar de mi l desd ichas que vinie ron
sobr e este pueb lo sing ular, ya mayo res, ya me ...
nore s, segu n eran nnyorcs meno res sns infid e-
lidades y tebelclias , sin habla r, digo , de sus des-
dicha s frecu entes , se ha visto <(ue lo mas fuert e
<(Ue aqui se le anun cia y que solo poda ser cre-
do desp ucs de visto , se verific en los sitios de
Sam.aria y Jerus aln , Jond e los padre s se comi e-
ron sus hijos basta llega r al extremo do pedi r
justic ia al Rey en el prim ero sobt e la prcl' cn' ncia
~e com erlos ; y lo que es todav a mas fuert e por
su gene ra lidad y dura cion , se est verifi ca ndo
desde su espan toso deici tlio; por que los pocos
israe litas cue ~scaparon c.ld hierr o de los Rom a-
12
Biblioteca Nacional de Espaa
170
nos, cuanclo fu destruida Jerusaln y las ciuda-
des de Jud, andan hace ya die.e y ocho siglos
dispersos por todos los pueblos de uno : otro ex-
tremo de la tierra como lo predijo aqui Moiss su
conductor y profeta.
Ultimas actos y encargos de Jlfoiss. Concluiclo
este discurso terrible que debi du rar 1ilgunos
di as, hace que todo el pueblo hasta las mu ge res
y nios renueven el pacto que sus padres habia11
hecho con Dios en Horeb al pie del monte Sina,
de guardar sus mandamient os y demas ordena-
ciones. Traslada su autoridad las manos de Jo-
su su sucesor y le anima la conquista de la
tierra prometida por el Seor. Pronuncia una
oracion sea un admirable cntico en que vuel-
ve insistir con los trmi1os mas vehementes 'Y
patticos sobre el cumplimien to de la ley y los
motivos de guardarla. D su bendicion al pueblo
y profetiza lo qne acaecer cada una de las tri-
bus. Acaba de escribir el Deuteronom io que con-
tiene la segunda ley 6 sea la repeticion de la pri-
mera. Manda que los Sacerdotes pongan este li-
bro al lado del arca de la alianza, y qne cacla
siete aos le lean todo el pueblo reunido, y con
esto .concluye su ministerio.
Su muerte. Al llegar aqui Moiss, le dijo el
Seor: sube al monte N bo que est en frente de
Jeric ; y v la tierra de Canaan que yo ent .. egar
los hijos de Israel para q~>e la posean, y muere
en l. Recibida esta divina orden, va ~loiss no

piensa en otra cosa que en disponerse para morir.
Junta por ltima vez al pneblo y teniendo sus
lados al sumo Sacerdote Eleazar, su sobriuo, y

Biblioteca Nacional de Espaa


1
171
su ama do disc pulo Josn , Sil iu ceso r, se des-
pide Je sus quer idos hijos con toda la tern ura
de un padr e y de un padr e qlle va mor ir. Sale
de en medio de la mul titud cons terna da al ver
ause ntar se para siem pre de su vista s u ama do y
sant o cond ucto r, y se enca mina al mon te acom-
paado sola men te de Elea zar y Josu , nicos que
deb an pres enci ar su mue rte. Ll ega con ellos la
cum bre y all le mue stra el Seo r la tierr a de
Canaan uno y otro lado del Jord n y le dice:
esta es la tierr a que prom et dar AIHa han , Isaa c
y Jaco b. La has vi sto con tus propios ojos , mas
no entr ars en ella. Al conc luir el Seo r estas
pala bras , Moiss en la edad de cien to y veint~
aos , tan sano y tan vigoroso, que ni se babi a de~
bilitado en nada su vista , ni se babi a movido ni
uno solo de sus dien tes, desf allec e, cae entr e los
braz os del sum o Sace rdot e y el Gefe supr emo del
pueb lo, muc re, y su g rand e alm a Sil be al cielo
tecibi1 el premio do sus ber icas virtu des. ,
S1t Sepu lcro . Nad ie era mas apro psi to para
honr ar la sepu ltura del ilust re difu nto que las
dos cahez.as de la nn cion , y en efec to estos dos
amados discpulos del hro e que aca baba de espi-
rar , se disp ona n en medio del prof undo sent i-
mien to que les caus aba su pd ida, hacerle lo~
ltimos hono res con magnficas exeq uias ; pero el
S!!or, por rezones que l solo cono ce, les relev
de este cuid ado, y quit , por deci rlo a si, esta
eomision los hom bres para drsela los uge 7
les. El Arca ngcl San Mig uel fu el enca rgad o de
dar sepu ltua al conducto~ del pueb lo de Dios , y
este Pdn cipe del ciclo ente rr el cu.crpo de Moi -
..
Biblioteca Nacional de Espaa
72 .
s5 en el valle de la tierra de Moab en frente de
Phogor, sin que hombre alguno haya sa bid o has-
ta ahora el lugar de su sepulcro. Se cree que el
Seor no quiso que .fuese conocido para evitar
que el pueblo de Israel le adorase y cayese en la
abminacion de la idolatra, la que estaba tan
propenso; y t.ambien se cree que ste fu el mo-
tivo del altercado, de que nos habla San Judas,
entre el Arcangel y el diablo, queriendo ste que
fuese conocido el sepulcro de Moiss del pueblo
ae Israel paia incitarle la idolatra.
Su elogio. 'P ero si el sepulcro de Moiss que-
d en un secreto eterno, la memoria de Moiss
qued en una beodicion ete!'Da. Moiss fu un
amado de Dios y de los hombres. E l Seor le di
parfe ri la gloria de los mayores santos y le hiz
formidable los mas terribles enem igos. A su \oz
venan las plagas mas espantosas y su voz se
:ret'itaoan. Le glorific delante de los Reyes, le
entreg el gobierno de su pueblo escogido y le
nanit'est su gloria. Por su f y su mansedumbre
le siHific y leescogi de entre todos los hom-
bres de su tiempo para formar y dirigir su
pueblo. Moiss oy la voz de Dios y Dios se dig-
\l oir la de Moiss. Le introdujo dentro de la
'nu~e y le di preceptos en su di"ina presenc ia, y
leyes de vida y de doctrina parn cne ensease
'Jacob su testamento y sus joicios l'sracl. El Se-
nor le hablaba boca boca y como un amigo .i
otro amigo; y no por enigmas y figuras, sino cla-
'r amente veia al Seiior. .Moiss fu el gefe, el con-
'duco'r, el hisroriadq.r, el -legislador del pueblo
de Dio$, su pontfice extraordinario y su profeta
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., ?3
lev ant al q
po r ex cel en cia ; po rqu e nu nc a se hab a
Dios carq.
en Isr ael otr o com o Moiss 1ue .v.iesc
de. Eg ip-
car a. Cr iad o com o Pr nc ipe en la co rte
: sus ven as
to, do nd e no se olvi~ IJne CQr rin pot
pr de su
la san gre de hr ae l, y red uc ido po r el amfor ma ba
se
pu ebl o la vi1la de pa sto r, en la qu e
ec a pa ra
par a los ma yo res em ple os y se rob ust
me nto e n
los ma s du ros tra baj os, fu com o ins tru
illa s y pot-
las ma no s del Se o r pa ra ob rar ma rav
el 'deposi:..
ten tos . De cla rad o Dios de Fa rao n, fu
ael . Ve n-
tur io de la om nip ote nci a d el Dios de Isr
, libert ad or
ced or del tir an o de los hijos de Jac ob
na nd o po r
de la ~escendencia de Ab ra ha n, cu mi
Fa rao n
lo r~('!ndo del ma r y sep ult an do en l.sol edfld~.s

y tod o su cg rci to... dao,Jo vu elt as pot
du ras co n-
y des ier tos y suf rie nd o fre cue nte s y ael has ta la
tra d icc iones ... llev los hij os de lst
pro me tid '!
en tra da de la tie rra qu e les est aba
n de su f,
Di gn o hij o de Ab rah an po tl: l im ita eio
sus S!-cri;-
sem eja nte Isn ae en la gen ero sid ad de
en los tra -
foctos, igu al Jac ob po r la con s tan cia
de nc ia de
baj os, y ad mi rab le com o Jos en la pru
mu y dis -
su go bie l'll o, me rec i oc up ar un l ugat
de Dios y
tin gu ido en tre los hr oes de l pu eb lo
cio nes de
ser no mb rad o co n glo ria en las geo cl'a
los siglos.
edi ql
La mu ert e de est e gra nd e ho mb re suc
si mo d e la
fin del mes un d ci mo del ao cu ad rag
de l c.out ivc -
sal ida de Isr ael , bajo de su coo tlu cta ,
raon tie r-
rio de Eg ipt o. Los hijos de Isr ael le llo
las ca m-
na me nte pn r esp aci o de tre int a da s en
eron est os
pi as de Mo ab , y cu an do . se Co!Jcloy
ob ra de la
dia s, Jos u su suc eso r em pre nd i .la

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' 74 liSta
con<[l . d e 1a tterra
. prom ett'd a qumt
. entos cua-
renta y seis nitos despu cs del nacim iento de
Abraha n y seteci entos y noven ta y siete des pues
que esta tierra patria rcal babia sido usurp ada
por Cana ao.

CONQUI STA
DE LA 'tiE RRA DE C A N AA No
Atlo del mund o :~.554.

Cuare nta aos de vuelta s y de revue ltas por


el des ierto, de leyes y de ins trucc iones , de cas-
t igos y de porte ntos, tpeoas haba n sido bas-
tantes para for mar de los hijos de Israel un
puebl o fiel y diroo de entra r en la posesion de
)a tierr!l prom cttda sus padre s. Por todo este
largo tiemp o babia tenido el Seot <1ue comb ati r
contr a la incre dulid ad, la durez a, la iosub ordin a-
cion y las rebeld as de esta desce ndenc ia ingra ta;
mas ya en fin se haba docili zado Y. respo nda fiel-
ment e sus divin os llama mient os. La ley se le ha-
hin publi cado segun da vez y babia sido recibi da.
Israel estab a dispu esto obede cer y lleva r ade-
lante .los intent os del Seor y solo se esper aban
sus ltim as 6rden es y divin a prote ccion . P eto el
puebl o Ele Israel hasta aqu babia necesitado prin-
cipalm ente de un padre , un legisl ador y un con-
ducto r; mas dcstlc alto'a neces itaba princ ipalm en-
te de un gener al y un guerr eo. .
Pintu ra de Josu.. Tal era Josu , hijo de N un,
de la tribu de Efrai n, minis tro antig uo de l\1oi-

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1 ,,..g
de su am ;b le
s s, qu ien des pu es de la mu ert e
he red ad o su
ma es tro y res pe tab le Se o r, ba bia
En la ed ad de
nntotidntl so br e In na cio n he bre a.
nt ab a la ex pe -
noventa y ttcs a os cu mp lid os ju
la 'a len tla de
rienc ia de un ca pil nn ve ten no
1111 jv en rob us to , y el
m rit o d e las ha la as m i-
rec tit ud de las
lit are s al ce lo de la rcl igi on y la
cto de la na -
co stu mb res . Te nia su favor el afe
s y so br e tod o
cioR , la rec om en da cio n de Mois
su ceso feliz qu e
la ele cc ion de Di os , y no h ab a
o.
no pu die ra esp era rse de su go bie rn
ba rg o, con -
Tc me rid or l de su em pr esa . Sin em
nt e , na da de -
sid era da s las co sas solo hu ma na me
em pre sa de qu e
ba pa rec er ma s tem era rio qu e la
na ciones Ca na -
se en ca rg ab a. Ih destr ui r las
y era pre cis o
.neas, pu eb los ricos y be lic os os ,
oa bit as , Am o-
co nte ne r al mi sm o ti em po los M
ale cit as, na -
nit as , 1\'Iadianitns, Id um eo s y Am
ba n cad a un a
cio nes enemil?'ls y ' 'ec ioa s q ue de sea pr oy ec to de l
el
po r su pa rte ampcdit y tra sto rn ar
sm o pu eb lo si
uehlo de Dios y de str uir es te mi
r. ia Jos u su
es fue ra da do . Es ve rda d qu e ten
na ciones y en -
disposicion , pa ra co nte ne t estas
ien tos mi l co m -
tra r en la co nq uis ta, maa de sei sc
batiente s; pe ro era precis o su jet ar
igu al m a-
cio ne s qu e le
yo r n me ro de gu err eros de las na
so lda do s qu e
rodeab an , y ata ca r un mi llo o de
ne as qu e iba
podan re un ir las na ciones Ca na
la co nq uis ta al
COI}((Uista r. Er a nece sar io lleva r
co n mu ch as y
cen tro de su s pai ses tl efe od ido s
os en ter ren os
hu enas fo rta lez as , sit ua do s mu ch
mu ch o t iem po
mo ntu os os y pre ve nid os tod os de
ae lit as. R ab ia
an tes co ntr a la invasiou de los Isr

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176
tnm bien el embnrn1.o de ]as mug eres y los nio s,
los ga nado s y los ba~;agcs, que 1 en pases extr a-
os y enem igos 1 no se pod an tene r apar tado s
del grue so del egrcito. Era prec iso dar prin cipio
la conq uista vadeando el Jord n que e n aqu ell a
temp orad a veoia muy c recid o, y se deb a teme r
los enem igos que se opon dra n al paso por Slt
fren te y los que qu ed:ra11 su espa lda. T odo
esto hacia har to teme raria la emp resa de' Josu,
mira da so lo hum a nam ente ; pero cuan do semeja n-
tes emwesas son cond ucidas bnjo la protecco11
del Seio r, desaparece la teme ridad 1 mas bien ,
estas diGcu hade s son las mas pode rosas razon es
p<~ra alen tar la confian za y aseg u rar el buen x i-
to, com o vere mos en el disc urso de esta historia.
llfan da el SCiior la conqrtista y la prom ct.
C':'ando aun estab a el pueb lo ucampado en las
lla nura s de Moab y ocupad o en el luto de su
ama do y sant o legi slad or, ba bl el Seo r Josu
y le dijo : m siervo Moiss ha mue r to. Dispo nte
y pasa el Jord n tu y todo el pueb lo cout go la
tierr a que yo dar tos hijos de Israel. Os entr e-
gar toda la ticn a q ue pisare la plan ta de '' ues-
tro pie, como lo dije Moiss. Oede el desie rto
y el Liba no bast a el gra n rio Efr ates , toda la
tier ra de los Heteos bast a el mar g rand e h ca el
)on iente del sol 1 ser o ' 'uest ros tr minos. Nin gu-
no podr resistiros en todos los clias de tu ,,ida .
~o~o .fui con Moiss a~i ser? contigo. No te de-
Jare n1 te deso rnpa rarc. Anun ate y ten firm eza,
por que tu repa rtir s por suer te este pueb lo la
tierr a cue prom et con jura men tu que dar a sus
pad res. Anmate y se muy fuer te para que gua r-

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l? ?
pl as to da la le y qu e te m an u M oi ss,
de s y cu m
i si er vo . N o te ap ar te s de el la ni la de re ch a ni
m e haces. N o se
ie rd a pa ra sa be r lo qu
ln iz qu
ar re de tu bo ca el lib ro d'e esta le y, si no qu e
ap gu A rd ar y cu m -
s en l d a y no ch e pa ra
m ed ita r
ir to do lo qu e es t es c1 it o en l . En to nc es di ri -
pl He ah qu e yo te
ca m in o y le co no ce r s.
g ins tu
an do qu e te es fo er ce s y seas ro bu st o. Np te m as
m r', tu D io s, es t
m ie do , po rq ue el Se iio
ni te ng as
nr ig o en to da s la s co sa s qu e empre!H]i(lres.
co bl o pa ra pa sa r
lo m pr r.p a. ra r al pM
111mula
Jo rd n . Ll en o de va lo r Jo su co n las ex ho r-
el , pu so lu eg o m an o
y pr om es as cle l Sc iio 1
taci ones
ob ra , or de na nd o lo s Pr n ci pe s de la s tr i-
do su s re ~pec~ivos
eo la
e pa sa se n po r m ed io
Ln s qu
m pa m en to s y m an da se n lo s hijos de Is ra el
ca re s, porq11e de s-
es en pr ov is io n de vl ve
qu e hici
de tre s d as pa sa r an el Jo rd n y en tr ar a n
pu es
er 'la ti crT a qu e el Se o r, su D os , le$ ib a
po se
us de R ub n , Gacl,
dar. Dijo ta m bi en la s tr ib or da se n qu e ha -
y m ed ia de 1\Ian ass: qus e se ac
s en qu e su s mugcres,
b an co nv en ido con Moi
y su s be sti as <1 ue da rian en el l(lrr,ito rio
~us hi jo s
es ta P~ l' lc de l Jo rd ;n al sa lie nt e de l so l' y qu e
d e te de su s he rm ,o os
pa sa r an ar m ad os . al fr en
ellos
e pacfica posesion de
1lasrn qu e el Se o r le s di es
a qu e ih an co nq ui st ar , como se ,Ja ba bi a
la rie rr
su s he rm an os .; y re s-
da do ellos ay ud ad os de
ie ro n Jo su : qu e ha r an to do lo qu e le s
po nd
s eoviase. As co m o en
m an da se ir a n do n1le lo
ob ed ec im os M oi s s, a ad ie ro n, de l mis mo
to do
bi en 1i. So lo de se a-
m od o re ob ed ec er em os ta m
qu e el Se 1i or se a co nt ig o co m o fu con M oi -
m os

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'78
s>. El que contrad ijere tu palabra y no obe-
deciere todas las rdenes que le dieres, muera.
Solo deseamos que tu tengas bro y te portes va-
ronilme nte. Nada de mayor consuelo para Josu
que esta ~enerosa y valiente determi nacion de
las dos trtbus y media, pero Josu us de esta
dctermi nacion con la moderacion que le dict
su gran prudencia. Se co ntaban entre ellas mas
de cien mil hombre s en estado de maneja r las
armas, todos obligados y resueltos juntars e
con el grueso del cgrcito para la conquis ta de
Canaan , y Josu se content con tornar solos
cuarent a mil de los mas valientes, dejando la
eleccion los Prncipes de las respect i,as tribus.
Todos los demas q uedaton en sus casas para
defende r sus familias y sus bienes contra cual~
q~iera invasion que qui siesen intenta r sus eoe-
mgos.
Em1ia l om esploradores Jeric6. Dadas
estas rdenes los Prncipes de las tribus, y ha-
llando las dos y media tan bien dispuestas para
marcha r al frente del egrcit o, escogi dos hom-
bres valeroso s, de buen entendi miento y cora-
zon esforz.ad o, y les di orden de pasar secreta -
mente el Jordn , entrar en Jeric, examin ar la
situacio n de la ciudad y la disposicion de los ni-
mos, y volver lo mas pronto posible informa r-
le de todo. La comision era demasiado peligro sa
y desde luego se present aba la dificultad de pa-
sar el ro que en aquella estacion venia siempre
crecido , pero sn astucia y valor hall vado y
modo de pasatle, sin que fuesen adverti dos, y al
anochecer de aquel c.lia llegaro n las puertas ele

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1 79
ciu da d. En tra ro n en ell a co n b ca ut ela qu e
la
se oc ul tar on en
exiga su ar rie sg ad a comision y
pr im er a ca sa qu e ha lla ro n qu e er a de un a m e-
la
a pegada la m u-
re tri z, lla m ad a Ra ba b, y estab
la. a pe sa r de . es tar la po sada ta n c~rcana
~al M as
qu e entraroan en
a la pu er ta de la coudad y de
do se r ta n se cr eta
ella de no ch e, no ba bi a podi
tra da qu e no se hu bi es e ad ve rti do , y co no -
su en
e er an espas de
ci do , 6 al menos so sp ec ha do , qu
al Re y y el Re y
los Israelitas. Se di esta noticia
ha b, di cie nd o: sa -
envi tropa de su gu ar di a Ra
do t y en tra do
ca esos ho m br es qu e han veni
ha n venido re -
en tu ca sa , po rq ue so n espas y
conocer toda la tie rra . ores. Mas la
Escoud e Ra!tab los csplorad los escondi
br es ,
mu ge r, to m an do los dos hmn
m i, pe ro yo no
y dijo: confies o qu e ' 'in ier on
bia de do nd e er an , y cu an do se ce rra ba la
sa
sa lie ro n al m is -
pu er ta , siendo ya os cu ro , 'ellos
o tie mp o. No se po r do nd e fueron. Seguidlos
m
de re is. Los en vi a-
sin pe rd er m om en to y los pr en
s de l Ue y no pa sa ro n re gi str ar la casa de
do
, y entonces all
Ra ha h, como de b an ha ce rlo
sm o les ha br a n en co nt ra do y pr en di do , sin o
mi
ha b, po r m ejo r
qu e sig ui er on el consejo de Ra
ci r, el de l Se o r qu e as i lo di sp on a , y to m a-
de
en do qu e por all
ron el ca m in o del Jord n , cr ey
br an hu id o. Ap en as sa lie ro n los cue venan
ha
cerr la pu er ta y
buscando los dos es p as , se ad o de su casa,
br
Ra ha b hacindolos su bi r al so
lino. Aun no se
los cu br i y oc ul t co n tascos de ab y les dijo:
1\ah
loabian do rm id o, cu an do su bi
esta tie rra , po r
s qu e eJ Se o r os loa en tre ga do

Biblioteca Nacional de Espaa


180
que h caido sobre nosotros el terror ele vuestro
nombre y han des ma ya do todos sus .habitadores.
Hemos oitlo que el Seor sec las aguas del mar
l'Ojo al entrar vosotros en l., cuando s.alisteis de
Egipto, ylo que ha beis hecho los dos Reyes de
los Amorreos, Sehon y Og, que es tapan al otro
lado del Jordn, los que quitas~eis }a. vida; y
cuando. ~JS to oimos, tuvimos miedo y desmay
nuesti'O corazon, y no qued9 aliento en nosotros
~ vuestra entrada, potque el Seor, Dios vues-
tro, el mismo es el Dios all ar'!'iba en el cielo y
ac abajo en la tierra. Ahora, pues, juradme pot'
el Seot, que asi como y.o he hecho miset:icordia
con vosotros, asi tambien vosottos la hareis con
la casa de mi pad re, y me dareis una seal segu-
ra de que salvareis mi padre y m i madre;
mis hermat\OS y hermanas , y todas las coss que
son de ellos y que librarei~ nuesttas almas de la
muel'le; los CtJales la respondieron : nuestra alma
sea por vosotros para la muerte con tal que no
nos bagas traicion, y cua ndo el Seor nos eqtre-
gare esta tie rra, haremos contigo misericordia y
verdad. Dadas .y tomadas P.stas ptomesas co,n re-
cproca alegra, Rahab ato un cordel fue !'te y hu-
go una de las v:ntanas de su casa que caia fuer
ra de la muralla p;ra qne bajasen los dos Israeli-
tas; peo ants ele despedirles les advirti: que no
fuesen por el cam ino del Jonln, s ino que toma-
seo el de las montaas y se ocultasen en ellas has-
~a que .cansadas las tropas del Rey' de buscarles se
retirasen . sus cuarteles: que entonces podria n
bajar y caminar sin peligro jun!arse con su
pue~lo. No dudes, respo11die'ron los espas, ad-

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181
..
n1irados ele la pru den cia de R aha b y de la pro:
videncia del Sei or par a con ello s, no dud es que
nos nco rda rem os de tu car ida d y tus con sejo s,
y
o-
que tod o Isra el te ma nifesta r por ello s su rec
noc imi ent o; per o ten cui dad o de reu nir en e~ta
tu casa tus pad res y her ma nos y tod a tu pa-
ren tela , y de pon er pen die nte de la ven tan a por
don de vam os baj ar un cor don de col or de es_,
-
car lata par a que nos sirv a de se al cua ndo aco
es
me tam os la ciu dad . Cua lqu iera que ent onc
l
sali ere de tu cas a per ece r , y su san gre sob re
cae r y no sob re nos otro s; per o si per eci ere al-
re
gun o esta ndo en tu cas a, su san gre ser sob
o
nue stra cabeza. Hg ase , res pon di llah ab, com
a
lo ha beis dic ho, y les d esc olg pot la ' 'en tan

par a que en la osc uri dad de la noc he fuesen
ocu ltar se en la s mo nta as .
Salido de los esploradores de la casa de Rah ab
y melca al cam pam ent o. Los esp lora dor es ca-
s.
min aro n escondetse en lo mas frag oso de ella
All per ma nec iero n el res to de aqu ella noc he
y
-
todo el dia y noc he sigu ien tes ; has ta rue los sol
dad os que hab an ido en su seg uim ien to, can sa-
i-
dos de vus car los por tod os los cam in os que dir
-
jian al Jol'<lo sin pod er enc ont rad os, se vol vie
,
ron la ciu dad . Lue go que estos ent rar on en ella
,
los espas rne los obs l'n aba n d esd e sus altu ras
baja ron ele ella s, se enc am ina ron al Jor dn ,
y
pasand o el rio com o ant es, se ne sen taro n . Jo-
s
su , qui en los rec ibi con sum o con ten to y ello
Con el mis mo reG rier on circ uns tan cia dam eut c to-
das las cosas que les bab ian suc edi do' y con clu
-
yer on dic ien do: el Sc ot Lta pue sto en nue st ras

Biblioteca Nacional de Espaa


J8:l
man os toda esta 1ier ra, y todo s sus habi tado res
estn aba tid os de temo r.
Ctmtento de Israel con las /Jue1ws noticias. Si
Moiss hubi era sido tan feliz en la elecc ion de
dipu tado s trein ta y ocho aos ante s en los de-
siert os de Cade sba rne, com o lo fu ahor a su dis-
cpu lo Josu en las llan uras de Moa b, ya habr ia
muc ho tiem po que el pueb lo de D ios se halla ra
en la pose ;ion de su here ncia . Josu desp ues de
habe r serv ido tan fielm ente .Moiss en la com i-
sion d e espl orad or, mere ca tamb ieo que le sir-
viesen fielm ente sus dos com ision ados . Para dar
Josu nuev o brio al valo r de sus sold atlos , se
apro vech babi lmen te de la fidel idad de los es-
pas. Hizo que se esten dies eu por los cam pa men -
tos las buenas. notic ias q~e hab an trado~ y quis o
que ellos mISmos refir1 ese n en los el d eren tes
cuar teles toda s las circu nsta ncia s de su viaje. To-
do Israe l las oy cou jbi lo y supo la s obli gaci o-
nes que los esplo rado res habi an cont rad o con
Rab a b, y este nom b re com enz ser cle bre en-
tre los hijos de Jaco b, y no se toma ba ya eu
boca sino co n adm iraci on y agra deci mien to.
Consider acion acer ca de Ralwb. Acaso adm i-
r ar que el Se or, que dirig in todos los pasos de
los es plor ador es, no eligiese para sus fieles Isra e-
litas otra casa que la de una me retri z, pero sobr e
que a l hom bre no toca regi stra r la prof undi dad
de los juici os de Dios , si no ador arlo s, es n eces a-
rio ten er pres en te qu e en un pais d onde se san-
tific aban los excesos mas in fa mes , nada sign ifica -
ba e l nom bre de mere triz. Adcm as es bien creib le
<ue R uhab habr a renu nc iado al des rrlen de sus

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183
primeros ao s, y ya hem os visto que ella cono ca
al Dios cria dor de los cielo s y la tier ra, y que
refe ra con el mas prof und o resp eto su pod er y
los port ento s de su diestra. Esto s sent imie ntos de
su alm a, en med io de una naci on idl atra , me-
rec an su prem io, y el Se or, con duc iend o su
casa los dos Isra elita s, mir por la salu d eter na
de eSta Can anea y su fam ilia, que toda fu in-
corp orad a al pue blo del Scii or, y por la seg uri-
dad de esto s dos hijos de Jaco b, pon ind olos en
una casa pega da al mu: o y_ al abri go de una mu-
ger tan prud ente y can tatt va.
Ultimas disposit:ione.< par a el paso del .Jor dn .
Lue go que Josu recibi una s noti cias tan grat as
y favorables la con quis ta, di<i orde n de leva n-
tar el cam po de las famosas llan uras oe i\1oab,
don de hab an hech o los hijos de Isra el su lti ma
y larg a man sion . Desde el ama nece r disp uso el
movimie nto de todas las trib us, y dad as las sea -
les los Sace rdot es y Levitas de tom ar el arca y
el tabe rnc ulo, salie ron de Seti m llan uras de
Moa b, se este ndie roo lo largo del Jord n, en
fren te del para je por don de hab an de pasa r el ro,
y estu vier on all tres das , aun que inco mpl etos ,
porq ue lleg aron 1:~ tard e del da que salie ron de
Seti m, estu vier on todo el da sig11iente y al otro
pasu on el Jord n. \ prov ech Josu este tiem po
para arrc glnr el mov imie nto de la mar cha , que
segu n las rde nes que hab a recibid o del Se or,
deb a ser el da siguient e. Hab an de ir dela nte
los Sac erdo tes, llev and o sob re sus hom bros el
arca del testa men to y entr ar los prim eros en el
Jord n. Deb a segu ir todo el egr cito y desp ues

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r84
el pu eblo, p er o todos separ ados dos mil pasos ,
sea medio cuart o d e legua , del arca sa ntn, ca mi-
nando en orden de bat alla y llevan do su frente
l os cuare nta mil homb res de las dos tribus y me-
dia. Aneg lada as la marc ha, Josu dijo todo el
puebl o: santif icaos , porqu e ma ana har el Se-
or marav illas entre vosot ros. Enton ces habl el
Seo r Josu y le dijo, hoy princ ipia r eusal -
zarte delan te de todo lsrael para que sepan , que
asi como fu con Mois s, as soy tambi e n conti ;o.
Mand a los Sacer dotes que llevan el al'ca de la
alianz a y di les: Lueg o que hubic reis entra do en
parte del agua dello rdtin , parao s all.
Paso del Jord n. Josu , en cump limie n to de
esta orden del Seo r, junt los bijos de l srael
y les dijo : el arca del Seor de toda la tierra ir
delan te de vosot ros por el Jord n. Estad pront os;
porqu e luego que l os Sacer dotes cue la ll evan
hubie ren senta do sus plant as en Jas aguas del
Jord n, las aguas de la parle de abajo segui rn
su curso y faltar n , y las que viene n de arrib a
parar n y fo n nu!' n una gra n masa. A pocas ho-
ras y acaso pocos mom entos clespu es de estas prc-
' 'encio nes el puebl o prin cipi su movim iento para
pasar el Jo'rd n. Iban delan te los Sacer dotes que
llevab an el arca del Seo r, segui dos ele los Levi-
tas que iban ca rgado s co n el t~bcrnculo. .i\lar-
clraba o la distan cia seal ada de los dos mil pa-
sos la vangu ardia del egrc ito comp uesta de los
cuarcnta >nil solda dos e,;cog idos de las tribus de
Uub n, Gad y media de Mana ss. Cam inaba des-
pues todo el egrc ito en orden de batall a y se-
guia e;te todo el pueb lo, sus ~ngagcs y gana-

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t85
dos. Era por el mes de Marz o , tiem po en que s.e
derri ten las nieve s del Lba no, y e l Jord n venia
fuera de madr e. lilas apen as los Sace rdote s, que
lleva ban el arca del Seiio r, entra ron en el Jord n
y se moja ron sos pies, las agua s que bajab an se
detu viero n. y elev ndos e mane ra de una mon -
taa , se dejab an ''er lo lejos desd e la ciud ad
llam ada Adon hasta el l ugar de Sart an, esto es,
por espac io de unas veint e legu as; y las de nbajo
corri eron al mar del desie rto mar mue rto, has-
ta qued ar el rio en seco , desd e este mar hasta
dond e pataton las agua s.
Ento nces los Sace rdote s que lleva ban el arca
del Seo r se adela ntaro n al medi o del rio, ya se-
co, segu idos de los Levit as que lleva ba n el ta-
bern culo , y se Gjaron a!H, tenie ndo siem pre el
arca santa sobr e sus homb ros; y el egrc ito y el
pueb lo (cerc a de tres millo nes de reso nas) pa-
saron con sus baga ges y ga nado s pot el dilat ado
.espacio que haba qued ado seco , que lo meno s
fuero n tres legua s. Lu<'go que hubo pasad o la
mult itud de los hijos de Israe l, dijo el Seo r
Josn : 'que eligicoa doce varo nes, uno de cada
tribu , y les man dara que toma sen de en medi o
de la madr e del Jood n, dond e cst~ban los pies de
los Sace rdote s, doce piedtas muy dura s para llc-
''arla s al camp amen to. Llam Josu los doce
varon es y les dijo: id delan te del arca del Seo r,
vueslto Dios , al medi o del Jord rln, y traed de
aiH soboe vuest ros homb tos una piedr a cada uno,
segu n el nm ero de los hijos de Israe l para que
sean un signo entre voso ttos; y cuan do el dia de
maa na os preg unta ren VliCStros hijos qu quie -
13
Biblioteca Nacional de Espaa
186
reo decir estas piedra s? Les respondereis: falta-
ron las aguas del Jordn delante del arca de la
alianza del Seor , cuand o pasbamos por l; por
eso fueron puestas estas piedras en monum ento
de los bijos de Israel para sic m pre. Hiccrou, pues,
los doce varones, co mo Josu les haba mandado,
llevando de en medio de la madre del Jordn
doce riedra s hasta el luga r en que haba hecho
alto e egrcito. Tamb ien hizo poner Josu otras
doce grande s piedras en medio de la madre del
Jord n donde estaba n parados los St~ccrdo tes que
llevaban el arca de la alianz a, pa ra qu e vindolas
en lo profun do del rio, cna ndo sus aguas baja-
ban en verano, se acordasen de las mara \illas que
babia obrado el Seor y bendijesen su omniv o-
tencin.
Los Sacerdotes que llevaban el arca perma ne-
cieron ftrmes en medio del Jordn basta que fu
entera mente cumpl ido lo que el Seor babia
mandado , egecutado lo que Josu babia dispuesto
y concluido el paso del pueblo. Entonces saliero n
del Jordn los Sacerdotes lleva ndo siempre sobre
sus hombr os el arca santa, les siguieron los Le-
vitas cargad os con el tabern culo y se incorpora-
ron los doce varon es llevando las doce piedras,
tom adas de la madre del ri o , y todos fueron ~
ponerse delan te el el pueblo para contin uar la
marcha. Apenas sali el arca de las marg nes del
r io, cu~ ndo la monta a de aguas que se halla-
b:~n detenidas por la mano del Seor , queda ndo
li bres para seguir su curso , se desplomaron so-
bre el dilatad o espacio de rio que estaba en seco,
y corrie ron con mpet u sepultarse en el mar
Biblioteca Nacional de Espaa
187
del desierto. Todo Israel sigui su marcha gui ado
por el arca del Seiior y fu acampa r aqu ella
noche como una legu a de distancia del Jod11
y como otra de cercan a de Jeric en las dila -
tadas llan uras que rod ea ban esta populosa
ciudad.
Campam ento en las llan uras 4e lcr1c. All
fijaron su cam pam en to con la misma qui etu d que
si los Canane os, que ya tenan su vist a, fuese o,
sus aliados sus amigos ; y estando rodeados
por todas par tes de naciones tan recelosas y ene -
migas, com o numerosas y gue rrer as, obr aba n en
campo abie rto con tant a seg urid ad y satisfaccion
como si estuvieran en una ciud ad bien mu rad a y 1
defendida. Esto era por que el mis mo Se or que
babia tenido susp ensas las agu as par a que pas a-
sen el rio, tenia suspensa~ tam bicn las naciones
para que no fuesen mol estados ni derenidos por
l
ellas. Josu , luego que se form y ase nt el ca m--
pam ent o, mand colocar en l las doc e pied ras
que haba hecho trae r del med io del Jord n y
volvi decir los hijos de Isra el: cua ndo os
pre gun tare n el dia de maiiana vuestros hijos qu
significa n estas pied ras? Les inst ruir eis y dircis:
pie enju to pas Isra el este Jord n hab iend o el
Se or, Dio s, secad o .sus aguas su vista has ta
que pasase, as com o lo bab ia hecho en el ma r
rojo , al que sec has ta que passemos, par a que
todos los pueblos de la tier ra r econozcan la man o
fuertsim a del Se or, y tam bien ,osotros tcm ais
ni Se or, vue stro Dios , en todo ti em po. Jos u
deseaba que jams se olvidasen de los porten ros
que bab ia obr ado el Se or en favo r de sn pue blo
.
Biblioteca Nacional de Espaa
t88
y por eso no se cansaba de repetirlos y de consig-
narlos en monumento s duraderos.
Temor de los Amorrcos y Cananeos. Cuando
los Reyes de los Amorreos que habitaban el occi-
dente del Jordn, y los lteyes de Ca.naan que po-
scian los lugares vecinos al mar grande al me-
~iterraneo, oyeron que el Seior habia secado las
aguas del Jordn para que pasasen los hijos de
I srael, desfalleci su corazon, y no qued en
ellos aliento la vista de su entrada en la tierra
de Canaan. Y en verdad que tenian sobrados mo-
tivos l1ara desmayar y temerlo todo de un pueblo
que es iba acometer, precedido de un poder
omnipotente . Ellos habian observado todos los
movimientos de Israel desde que levantaron sus
tiendas de las llanUJ'aS de Moab' y babian visto
venit un pueblo de cerca de dos millones con
seiscientos mil combatiente s al frente en rden
de batalla; mas esto importaba poco unos pue.,.
blos que contaban con mas de un millon de sol-
dados aguerridos y con la defensa de un rio inva-
deable en aquel tiempo; pero cuando vieron que
.
un corto
. nmero
. de Israelitas
. que precedia al
egercllo sm mas armas nt mas puentes que un
arca que llevaban sob1e sus hombros, se en tl'a
sin detenerse en el rio: que este huye, por decir-
lo asi: que su vista se dividen sus aguas para
darle paso: que unas se pl'ecipita n en el mar y
otras, r etroceden asombradas , se contienen
en respeto formando una dilatada y alta monta-
a de cristal que se deja ver muchas leguas de
distancia; cuando vieron que aquel corto nmero
de Israelitas avanza con su arca al medio del rio

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189
y que este que da seco en el espacio de algu~as
legu as; cua ndo vier on en segu ida cam inar todo
el egr cito y todo el pue blo por med io del rio se-
co, ocu par la ri,era opu esta y prin cipi ar tom ar
poses ion de su terr en o; cua ndo vieron desplom ar-
se aqu ella mon taa de agu as que se hall aban re-
valsadas y vol ver tom ar su curs o, despue s de
l1ab er dad o paso un nue vo rein o; cua ndo le vie-
ron avan zar y acer cars e una de sus mej ores
plazas, llevantl o siem pre aqu ella arca cuy a pre-
senc ia se bab ia para do el rio y pres enta do seco su
suel o; cua ndo , en fin , vean ven ir co ntra ellos un
poder al que nad ie pod a resistir , un pod er in-
menso ... cua ndo todo esto vier on, no es de adm i-
rar que cayesen de n imo y tem blasen. Lo mas
1
l
adm irab le es cue no aban don asen aqu ella tier ra
que el omn ipot ente iba da1 la descend enci a
de Abra ha m su legi timo due o, y se huyesen
otros rei nos para no ser ' 'ctimas del victorio so
Isra el, co mo lo acab aban de ser los rein os de Se-
bon y Og amo1reos.
Circuncision . Josu se apro vech de este pa-
hor y espa nto de sus enemigos para dar cum pli-
miento dos prec epto s cere mo niales ante s do
prin cipi ar la conq ui$ta. Era u no el de la circ un-
cisio n. Esta dch ia verifica rse el da octa\'O del na-
cimie nto del nio , pero se hab a omi tido desd e la
sa lida de Egi pto, fuese porq ue esta ope raci on do-
lorosa pcd ia en el circ unc idad o lo m enos doc e
das de cu ietu a pa ra cu rars e y sana r de s u heri -
da, y no se poda con tar en aqu el ti empo con se-
mej ante quie tud por esta r suje tos en todo inst an-
te segu ir el mo\ 'imi cnto de la colu mna ; fuese

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'90
pot'que no sejuzg necesaria esta marca que dis-
tingua los descendientes de Abraham de toda$
las naciones del mundo, en aquellas soledades
que les tenan separados del resto de los hombres;
fuese por lo que quisiese, lo cierto es que mas
de dos terceras partes de los hijos de Israel esta-
ban sin circuncidar y fueron circuncidados en
este primer campamento de la tierra prometida,
que por esta circuncision se llam Galgala.
Pascua. Otro era el de la pascua. Esta solem-
nidad, grande por su origen, que le traia del sa-
crificio aeJ Cotdero pascual al salir el pueblo de
Israel del cautiverio de Egipto, y sin compara-
cion mas grande porque significaba el sacrificio
del cordero celestial para sacar al gnero huma-
no del cautiverio del demonio: esta solemnidad,
repito , principiaba en la tarde del dia catorce del
primer mes, y este dia se hallaban los Israelitas
en el dicbo campamento. Josu la hizo publicar
por todas las tiendas y el pueblo .oy el anuncio
con gran regocijo. Era la tercera cue se celebraba
despues de su institucion, y la primera para la
mayor pate del pueblo, porque las otras dos se
haban celebrado la salida de Egipto y al pie del
Sna cuando la mayor paTte de los Israelitas pre-
sentes aun no babiau nacido. Eu la dicha tarde se
sacrificaron los corderos, uno por familia, y se
comieron con los panes cimos, sin levadura, de
Jos que nicamente ~e usaba en toda la pascna; se
orreci al Seor el manojo de espigas segun la
ley; se sacrificaron las hostias pacficas y los ho-
locaustos, y se celebr la pascua por siete dias.
Cesa de caer el Man. Lo <ue hubo de sin-

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rg t
e despues qu e se
gu iar en esta celebracion fu : qu
on los Istaelit as
ofrecieron las espigas y comenzar
fru to s de l pais,
ali me nt ars e con sn s gr an os y los les su ste nt
el m an , aq ue l pan del cie!o, qu e ades de l de -
led
po r cu ar en ta aos en las vastas so
o co mo sie mp re
sierto y haba co nt in ua do ca ye nd
en to s, ces en
en re de do r de sus diversos ca mp am l a lim en -
ae
esta so lem ni da d, y ya no volvi Isr n esto el Seo r
tarse con pan llovido del cie lo. Co
procu1arse en
hizo en ten de r lsael qu e debia ometida qu e
pr
adelante su su ste nt o de la tie rra
pi sa ba , y qu e si su bo nd ad lo babia su ste nt ad o
ya
do su ne ce si-
tantos aos con mi lag ro s, ate nd ien
d, no tra tab a de co nt in ua rlo s cu an do la ne ce -
da
di Josu qu e
sidad haba cesado. Ta mb ien en ten Jm es to <ue
dcbia pr in cip iar h1ego la co nq ui
sta , 1
pan el ci el o, y
habia cesado de caer el ma n ,
e er a pr ec iso ali me nt ar ya su pu eb lo co n pa n 1
qu 1

de la tie rra .
ta la pr im er a
Modo de to ma r Jeric. Er a es
nq ui sta y la ma s
ciudad qu e se pr es en tab a su co
e di sta ba poco
cercana al ca mp am en to , de l qu
er a un a de lns
mas de un a leg ua ; pe ro Je ric
ertes plazl\5 de
mas populosas ciudades y mas fu
tes no du da ba n
la tie rra de Cannan. Su s ha bi tan los Israe lit as
sen
qu e se ria la pr im er a qu e en vistie
su s pu er tas , y
qu e tcn ian ya la vista y casi en tre ga do s al
n
que si lle ga ba n to ma rla seria
de los reinos de
exterminio como los Amorrcos
to ha b an pr o-
SeLon y Og. Con este conocilllien
tar su s fo rti fi-
eu ra do re pa ra r sus m ur os , au m en
de alimentos. Su
caciones y prevenirse de ar ma s y
blaciones ce rc a-
gu ar ni cio n er a nu me ro sa y las po

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192
n as hab ian env iado par a aum enta rla sus mej ores
sold ado s, con tan do con def end er su cau.s a en una
ciud ad tao gua rne cida y fort ific ada . Asi es que
esta con qui sta ped ia toda la aten cion de Jos u, ya
por que era dificil y ya prin cipa lme nte por que no
co nven a d la glo ria del Se or que el Gen eral de
Isra el se estr ella se con tra la prim era plaz a de la
tier ra pro met ida. Josu con fiab a en las pro mes as
de Dios y no in tent aba pele ar sino bajo de su
pro tece ion ; pero no que ra ten tarl e, y crei a de
su deb er no om itir nad a pot su par te pa ra con se
guit un bue n suce so. A este fin quis o info rma rse
por s mis mo d e la situ acio n de la ciud ad y de los
p u ntos mas flacos por don de pod ra aco met erla .
Su valo r no le per mit i llev ar esco lta con sigo
esta avc rigu acio n, pero hab iend o llelfado -la s
cerc ana s de Jeri c, alz los ojos y vio en fren te
de s un varo n pue sto en pie y con esp ada des -
nud a. Nad a le imp uso este enc uen tro, . y ade lan -
tnd ose hc ia l con paso intr pid o ere s t, le
dijo , de los nue stro s, de los ene mig os? Ni
de uno s ni de otro s, resp ond i con ton o gra ve
el varo n d esco noc ido. Yo soy , aa di , el Pri n-
cipe del eg rcit o del Se or. Cay Josu sob re
su rost ro en la tier ra y ado ran do Dios en
su min ist ro, le dijo : qu es lo que mi Se or
man da s u $ier vo? Qui ta, le resp ond i, el cal -
zad o de tus pie s, por que ellu !'ar en <toe ests
san to es; hit.o Josu como se le
man dab a. Lo
mis mo bab ia hec ho Moiss, su mae stro , cua n-
do se ace rc ''er la zarz a de Hor eb que ard a
y n o se fJUemabn. ln co r'po taclo Josu y pre stan -
do la mas resp etuo sa aten cion : h ah , le dijo el

Biblioteca Nacional de Espaa


.'
. . Ig3
Se or ha pu es -
mi nis tro de l Se o r: h ah i qu e el
to en tu ma no Je ric , su R ey
y tod os su s
cre y qu e Je ri-
va ron es fue rt es. Josu al oir esto
a viva fue rza
c ser ia en vesti da , as alt ad a, tom ad
lo ha ba n
y en tre ga da en ma no s de Isr ae l, co mo o de l rio ;
lad
sido las ciu da de s ca na ne as de l ot ro
o r en tre ga t-
pe ro no era asi co mo dis po na el Se
ln en su pode1. Esta co nq uist:t ha bia de se r en te-
vis ta ni oid a.
ram en te extrao1dinaria y nu nc a
di a, dij el n -
Dad vu elt a la c iud ad un a vez al
s po r sei s dia s,
::-el de l Se o r Jo su . Asi lo ha rei
'tr om pe tas qu e
ll cando los Sa ce rdo tes las se t o de lan te de l
nd
sirve n en el Ju bil eo i1 n toca
re is sie te vu el- 1
arca de la ali an za . En el s pti mo da
ar n las to m-
tas la c iudarl y los Sa ce rdo t es toc
mp eta po r ma s
pctas. Cu an do so na re la ''0~ de la tro hi rie re en 1
;
tie mp o y mas int er ru mpida me nte 1
tod oe l pu eb lo
vu est ros oid os , en ton ce s cla ma r
1

se a l'l'anc a-
un a en voz mu y al ta ; y h ah qu e c y ca er n
.Je ri
rn de su s cim ien tos los mu ros d e
d~str~zados ,vuestra vis ta. De
sapa rec i el_ Pd n-
se vo h1 su
Cipe del egrc ito de l Se o r y Jo su
de l mo do de
ca mp am en to IJe,ando las no ticias
ilia ad qtriri r
tom ar la' ciu da d, no c om o l las
ha bia da do un
po r si mi sm o, sin o co mo se las '
os.
ngel Cle r de n y : no mb re de Di
tomiu Je -
DisposiCione s y diligm cias ja ra
3m e.n to, lla -
ric. Apen as en tr Josu en el ca mp \ii sfiosicio n
' la
m los Sa ce rdo tes y les com u ~iC
d~l Se o r. Ma nd lue go los
Pr n ci pes de las
lo. La ma a na
tn bo s qu e la cq mu nic as en al pu eb
cin co de l pr i-
de l dia sig uie nte : qu e era el vei nti
pa ra pr e,cn ir-
me r me s, se lev an t an tes de l dia

Biblioteca Nacional de Espaa


1 94
lo todo, y se pa rti ele) campamento
bie n tem -
pra no y en buen orden. Los sol dados
armados y
mandados por su s oficiales caminaban
al
sus band era s. Todo el egrcito mandad frente de
o
su marchaba en ord en de batal la, y po r Je>-
era co mo
la vanguardi a de esta espedicion ex tra
ord ina ria .
Se gu an siete Sa ce rd otes cada uno co
n su
peta. A cierta dis tancia venia sob re los tro m-
d.e otros cu atr o Sace rdotes el arc a hombros
de
Di os de los eg rcitos y de las victor l Seor,
ias. A otr a
d.istancia del avca segua el pu eblo en
tod
como si fuera un disciplinado egrcito o ord en
.
ba n todos un profundo silencio, y sol Gu ard a-
o
ru mp a por el sonido de las trom petas se int er-
qu
ba n de tiempo en tiempo los siete Sa e toca-
cerdotes y
cuyo sonido se dejaba oir por aq uellas
vastas J.la-
nu ras . Despues de ha be r dado co n este
misterioso
ap ara to una vu elt a la ciudad en ba
sta
tancia de sus mu ro s, se volvieroa al ca nte di s-
mpamento
colocando los Sa cerdotes el arc a del
Seor en el
san tua rio.
La pri me ra vez qu e los moradores de .
vieron desde su s mu ros esta especie de Jeric
mi lit ar, creyeron reg ula rm en te qu e los pro cesion
solo preten da n hacer un a osteotac I sraelitas
ion
fuerzas y asustarles con su muclledum de sus
bre ; pero
cu an do por seis dias seguidos vi ero
n est
ma proccsion al ededor de su s mu ros a mi s-
saliese ni un a palabra de su bo ca , ni , sin ,q ue
de su s manos; este espectculo qu e un a saeta
al pr inc i-
pio les pareci misterioso im po ne
nte , vino
parecerles ex trava ga nte y rid cu lo;
po r q~e
la verd ad , jams ha bia n odo qu e
se de rn va -


Biblioteca Nacional de Espaa
Jg5
o paseos
sen los mu ros de las ciu dades , da nd
ando de
en silencio al red ed or de ell as, y toc
em ba rgo
tiempo en tiempo siete tompetas. Sin
, seg un
asi babia de suc ed er con los de Jer ic
est as pro -
la pa lab ra del Seiior. El dia sptimo de
religiosas,
cesiOnes, en pa rte militares y en pa rte
de mu y
se f!Stuvo ale rta en el cam pa me nto des
eg rc ito
temprano. Jun t Josu los oficiales del
n no un a,
y les pre vin o: qu e en aquel dia se da ra
qu e los
sino siete vueltas la ciu da d en el rdcn
ido de las
an ter ior es: qu e en la lt im a ser ia el son
entonces
tro mp etas ma s lar go y mas ag ud o: qu e
con las
cada un o levantase su voz y, uni ndola
tos , po r 1
voces de todo el pu eb lo, d icsc gra nd es gri
los mu ros
qu e en aq ue l mo me nto ha ba n de caer
idos sus
de Jeric: qu e cada oficial tuviese preven
, y ac o- \
soldados con las amas. en la ma no 1
iese de -
metiese la ciu da d po r la pa rte qu e tuv 1
.espada,
'la nte de si: qu e todo lo pasase n filo de
con vida
asi hombres como bestias, sin dej ar nada
nio : qu e
po rqu e todo estaba con den ado al ex ter mi
en tre ga -
se prendiese fuego la ciudad y todo se
co bre y
se las lla ma s, excepto el or o, pla ta,
osi tar ia
hie rro qu e se consa~raria al Seiior y dep casa
un a
en el templo: qu e b~en saban qu e ba bia
era la de
en Ja ciu da d qu e deba res pe tar se, qu e
has ta qu e
Ra ba b, en la qu e no se haba de toc ar
hu bie sen
su du e a y todos los parientes qu e se
con todos
ref ugiad o all , hubiesen sal ido de ella
reservase
sus bie qe s; y en fin, qu e na da mas se
nio y al
de aq ue lla ciu da d co nd en ad a al ex ter mi
an ate ma .
nes, se
To ma de Jeric. Hechas estas prevencio

Biblioteca Nacional de Espaa


196
comenz el movimiento en 'el mismo orde~ que
los di as anteriores. Los Ca na neo s, aco stu mb rad os
ya estas vueltas dia rias , mir aro n con ind ifer en-
cia la prim era de este dia , per o cua ndo las vie ron
repetit y seg uir repitiendo hasta siete vec es, de-
bie ron ent rar en cuidado. Mas como no ve an ni
ann zar trabajos mil itar es hcia la ciu dad , ni
ace rca r m qui nas sus 1nuros, ni hac er la me -
nor pre par aci on par a com bat irla y a$a ltar la, aca -
so lo mir aro n tocio como la consumacion de una
loc ura . Pero las vueltas cada vez era n mas cei-
das y cetcanas la ciu dad y la hi ma toc aba ya
con sus mu ros . Ent onc es lleg el mo me nto , se
aum ent a, se ala rga , y se hace mas pen etra nte el
sonidode las trom pet as. Se oye al mismo ti em po
una gri ter a espantosa en red edo r de toda la ciu -
dad ,. y los mu ros caen y los soldados arn iad os
ent ran pot todas par tes y el filo de sus espadas
traspasa todos los habitantes. Nada que da con
vida. Desde el Rey hasta el lti mo vas allo , y des-
de el bue y hasta la lti ma bes tia, todo cae , tod o
esp ira los gol pes de su -aee'to. Cuando se ent ra-
ba por todas par tes en la ciu dad , advirti Jos u
los dos Israelitas que hab an sido enviados

ella de esplora'dores: cor red la casa de Rah ab
y sacadla con todo lo que es suy o, asi corno se lo
asegurasteis con jura mento. Los esplo~adores vo-
laro n en alas de su agr ade cim ien to, saca ron de
ella: Il.ahab, sus' .rnitltes, hermnhos ly parientes
con todos sus bie nes , y les llt;varon al lad o del
c~mpamento lara !da rles enttada 1ett' l', lue go que
'
fuesen purificados. Ent reta nto la c.iu4ad bab ia si-
do cnt reg ada al fuego y las' llam as sub an ha's ta

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..,
el cielo. Todo fu reducid o carbones y pa~~~s
l1asta los cadveres de sus habitan tes y las carnes
de )as bestias. Solo se reserv el oro,, la. plata., .el
cobre y el hierro que fu consagu clo para' el,, tel-
soro del Seiior. Josu en el ardor de su celo po!-'
la gloria de Dios, fulmin entonces contra Jeric
esta terrible imprecacion. Maldito delante del Se_
or el varon qu e levan tare y reedificare Ja ci udad
de Jeric. Su primog nito muera cu~ndo, echar~
sus cimientos y perezca el ltimo de sus hijos
cuando pusiere sus puertas . Poco tiempo dcspues
de este anatem a se edific otra ciudad co n el
nombre de Jeric corta distanc ia de la que aca-
b en este di a; pero nadie se at rcvi en mas de
l
quinien tos aos levan tar sob re sus cimienros la 1
que el Seor haba destruid o, hasta qu e en el 1
reinado de .Acab, un tal Hi el trat de reedificarla

y aunque vi este temerar io que al echar los ci-
miemos muri su primog nito Aviran, fu tan
obstinado que sigui edificando la ciudad y per:..
diendo sus hijos, hasta llue al poner las puer tas
muri Segub el ltimo de todos, cumpli ndose
todo la letra como lo haba dicho el Seor por
boca de Josu. P urificada Rahab y su parcute la
segun mandab a la ley, fu conduc ida con todos
los suyos al campam ento, donde recibi los para-
bienes y congrat ulacion es de lotlo Israel. Adjur6
pblica mente con todos sus parient es la idolatr a
que detestab a hacia tiempo en su corazon y fu
incorpo rada con ellos los hijos de Abraha m,
Isaac y Jacob. Cas con uno de los hijos de Israel
y tuvo la glorin de dar al pueblo de Dios 1\eyes
de su sangre y padres del l\lesas.

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98
J La toma d e Jerrco
. ' 11 evo' por todas partes e1
nombre de Josu y acab de llenar de espanto
todos los Cananeos que ya estaban aterrados con
la noticia del paso asombroso del Jordn; y si un
prevaricado r de Israel no hubiese irritado al Se-
iior contra SU pueblo, acaso los Cananeos se hu-
bieran acogido la clemencia del Dios de Abra-
h am como Rabab, su familia y una multitud de
proslitos que venan incorporados ya desde Egip-
to y se incorporaba n cooti nuamente al pueblo
escogido; al menos, coosultando con su e:otis-
teocin, hubieran buido : otros paises como los
Amorreos del reino de Basn que se salvaron en
las alturas del Libano. Cualquiera de estas reso-
luciones habra ahorrado Israel una ' mul titud
de batallas y conservado los idla tras un mi llou
de vidas. Pero un Acan desconcert estas :espe-
r anzas, caus por algunos clias un oprobio en Is-
rael, hizo que corriese la sangre de los hijos de
Jacob, anim sus enemigos para recoger las ar-
mas que se les haban cado de las manos, y les
empe y obstin en resisti r al pueblo del Seor,
' creyendo que despues de haber sido vencido y
derrotado por una de las menores ciudades de
Canaan, seria desecho y reducido polvo por los
numerosos y aguerridos egrcitos de los Reyes
Cananeos.
Se trata de tomar lfal. Despues de la rui-
na de Jeric, determin Josu la conquista de la
ciudad de Hai, situada mas dentro de la tierra
de Canaan que la primera y poco distante de ella.
Tenia su Rey y sus dependencia s, y era mucho
menos fuerte que Jeric; pero el delito oculto de

Biblioteca Nacional de Espaa


1 99
un Isra elit a bab i a irri t ado al Se or y per mit i
que los mor ado res de Hai , en vez de estr eme cer-
se y aba tirs e con el estr uen do de la ca da de Je-
ric , se end ure cies en y emp ea sen en una def en-
sa mas que tem erar ia. En vi Josu algu nos ofi-
cial es del eg rcit o reco noc erla , y vist as sus for-
tificaciones y defe nsa s no les pa reci que la ci uda d
de Hai mer eca un s itio form al. Asi lo info rma -
ron al Gen eral cua ndo volv iero n, aa d iend o , que
su en tend er , bas tar a env iar esta con qui sta
dos tres mil hom bres esco g idos sin nec esid ad
de mol esta r todo el egcito.
So pier de la accion. Con ven ido Jos u con el !
consejo de sus oficia les, env i tres m il hom bre s 1
esco gido s bajo las rd ene s de un gcfe de su con -
fianza la con qui sta de una ciud ad que solo en- 1

cerr aba un pu ado de Can ane os en u nos db iles
mu ros ; y en efec to la tom a de esta ciud ad se ha-
brin veri fica do al pim er aco met imi en to, pero el
Dio s de las bata llas esta ba eno jado con Isra el y
no sost uvo sus sold ad os; asi es qu e los defe nso -
res de Ha i hici eron un a sali da y at rop ella ron
los Isra elit as, llev nd olos de bati da hast a el vall e
que se llam de Sab arin , qu e sign iftc a rom pi-
mie ntos , por haber sido rotos en l los escu ad ro-
nes de Isra el.
Consu.lta .Tom al Sctior sobre esta desgracia.
La bum illa cion que cau s6 Isra el esta der rota
fu sin com par ac ion mas con si.de rub le que su
prd ida. Tre inta y seis hom bre s mue rtos y alg u-
nos h erid os nad a sign ific aba n en un eg rci to de
seiscien tos mi l com bati en tes , y los ojos de la
pru den cia h uma na el des qui te esta ba en su ma -

Biblioteca Nacional de Espaa


200
no: pero en el campamento del pueblo de Israel
se pensaba de otro modo. Se cey desde luego
q ue haber sido abatidos por los incircunciso s
significaba estar desamparad os de Dios, y esto
conste~n al pueblo y liquid su corazon como el
ag11a , dice , el sagrado testo. El General <ued6
Maspasado. de pena .Y su espr~tu se sinti ocupa-
do de las mas mqutetas reflexones. No se detuvo
en repr eender ni al ocial ni al soldado, porque
se persuadi que no lo merecan. Lleno de f,
tanto sobre las amenazas como sobre las prome-
sas del Seor, fu buscar el remedio de este
mal en donde crea hallarle. Rasg sus vestidu-
ras, cubri de ceniza su cabeza, y fu postratsc
en la presencia del arca santa, acompaado de
los Prncipes y ancianos de lstael, que rasgaron
tambien sus vestidos y cubrieron sus cabezas de
ceniza. En esta hutitilde y aOictiva postura so
atrevi Josu ditigir al Seor sus respetuosas
quejas, d icieodo: Ah Seor, Dios! Dios y Scilor
mio! Qu dir viendo Israel volver la espalda
vuestros enemigos! Lo oirn los Cananeos y
todos los habitadotes de In tiena, y unidos nos
cerca rn y borrarn nuestto nombre de la tierra.
Y qu hareis de vues.tro g rande nombrci' .
El Seor le descubre el motivo. Ha pecado Is-
rael , dijo el Seilor. Se ha Lrasiasado mi pacto. Se
ha_tomado del anatema. Se ha robat)o y escondi-
do el robo. No podr Israel mantenerse firme de-
lante de sus enemigos y huir de ellos p"-'r ha-
berse contaminad o con el anatema. No estar
mas con vosotros hasta cue destruyais el reo de
tsa maldad. Deja de estar po; trado. Levntate:

Biblioteca Nacional de Espaa


20l
Santillca los hijos.de Israel y diJes: estad san-
tificados para maana, porque esto dice el Se-
.or. Anatema hay en medio de t oh Israel! No
.podrs subsisti t delante de tus enemigos hasta
que sea quitado de en medio de. t el que se ha
contaminado con esta maldad. l\laana os pr~:
sentareis cada uno por ' 'uestras tribus,. y la
tribu sobre que cayere la suerte, se presenta-
r por sus parentelas, y cada paren te)~ por sifs
casas, y c.ada casa por sus personas;.y" el que
se averiguare que es reo de esta maldad ser
quemado con todo lo que teng<~; porque ha t-ras;.
Pasado el pacto del Seior y hecho la maldad , .~
r ~ ""o4\
en Israel. .(.-1~~\',~j .,
El _castigo ~r~ severo, per~ se tu~o. por unaf~ ~:":>]
gran pt~dad_del ctelo que el Sc_nor qutstese r?m:- ,;,: :,~,
per el stlenco, declarar el mollvo de su enoJo. y .,) :~.~-~~
su retiro., y salvar .costa de una sola familia la "=;;:..;):-"
nacion entera, pLles desamparada del Seot ha-
bria perecido indudablemente en medio de tantos
y tan poderosos enemigos. Josu, los Prncipes .de
las tribus y los ancianos se levantaron de delante
del arca y juntando los hijos de Israel en aque-
lla tarde, les dijeron: estad purificados para ma-
ana, porque esto di\:e el Seior: anatema hay en
medio de t! oh Israel! y no podrs subsistir de-
lante de tus enemigos hasta que sea quitado de
en medio de t el que se ha contaminado con es-
ta maldad, Maana os presentareis cada uno pot
vuestras tribus, y aquel sobee quien cayerea
su ete ser quemado con todo lo 110e tenga. , E~
esta ocasjon se us de la suerte, pero fu por or-
den expresa del Sei1.ot, potque no se puede :usar
. J 4
Biblioteca Nacional de Espaa
202
de ella para descubrir el autor del hurto ni de
cualquiera olro delito.
Se averigu.a por la suerte que Acn es el mo-
til'o de esta desgracia. Levantndose, pues, Jo-
su de maana, hizo que se presen tase el pueblo
por orden de sus tribus, se ech la suerte y cay
sobre la tribu de Jud, y presentada esta pot el
orden de sus familias, cay sobre la familia de
Zar, y presentada tambicn esta por el rden de
sus casas, cay sobre la casa de Zabdi, y toman-
do separados los hombres de esta casa, uno
u no, cay sobre Ac;ln. Y dijo Josu Ac o. Elijo
mio, d gloria al Scot, Dios de Israel, y conf.e-
sa y manifistam e lo que has hecho; no lo encu-
bras. Entonces dijo Acn :\ Josn: venladerame n-
t e yo he pecado contra el Seor, Dios de "Israel.
Vi entre los despojos una ca pa de gra na muy
)mena, y doscientos siclos de plata, y una barra
de oro de cincuenta siclos, y codicioso lo tom y
enterr en medio de mi tienda. Josu entonces
envi ministros, los cuales corri endo la tienda
de Acn lo hallaron todo escondido en aqnel mis
mo lugar y juntamente el dinero, y sacndolo de
la tienda lo llevaron .Tosu y todos los hijos
de Isra el, y lo arrojaron delante del Seor.
Castigo de Act~. Josu, pues, y con l todo
Israel, tomando Acn, el dinero, la capa y la
b arra de oro, sus hijos bijas, sus bueyes y as-
n os, sus ovejas, la misma tienda y todo cuanto
encerraba, lo llevaron al valle de Acor donde di-
jo Josu Acn : por cuanto nos has pert nr bado
el Seor te confunda en este dia. Apedrcole all
todo Israel y fu consumido de las llumas con

Biblioteca Nacional de Espaa


:203
todo cuanto le perteneca, y echnron sobre aquel
lugar un grnn monton de piedras, que se mira-,
han alli mucho tiempo despues como un monu-
' mento de In justicia de Dios; y con esto ces eu
divino enojo. Por la turbacion que caus Acn en
el pueblo de Israel, se llam aquel sitio: valle
de Acor.
Toma de Hai. Aplacada asi la ira del Seol'
y reparada su gloria, dijo Josu: toma contigo
la multitud de los combatientes y sube la ciu-
dad de Hai. En tus manos he puesto al He y, al
pueblo, la ciudad y la tierra, y tratans la ciu-
dad de Hai y su Rey como trataste Jeric y
Slt Hey; pero aqu repartireis entre vosotros la
presa y todos los animales. Levantse, pues, Jo-
su y con l todo el egreito para subi r contra
Hai. Envi de noche treinta mil hombres escogi-
dos y valientes para que se emboscasen espal-
das de la ciudad, advirtindoles que no se aleja-
sen mucho de ella y que estuviesen prevenidos;
que l con toda la gente que tenia consigo se
acercara 6. la ciudad por la parte opuesta, y
cuando salgan, elijo, contra nosotros, volvere-
lnos la espalda y huiremos hasta que persiguin-
donos se alejen mucho de la ciudad, y mientras
que nosotros vamos huyendo y ellos siguindonos
el alcance, saldreis vosotros de la emboscada y el
Seor, vuestro Dios, pondr en vuestras manos
la ciudad, y luego que bubieeis entrado en ella
incendiad lo necesario para <ue se "ea de lejos el
fuego. Con esto los despach y ellos fueron
emboscarse al lado occidental de Hai.
Josu se qued aquella noche en medio del
. ...
Biblioteca Nacional de Espaa
!104
e~rcito, y leva ntn dose de mad ruga da pas re-
vtsta y emp rend i el mov imie nto puesto al fren -
te de las trop as , acom paa do de los anci anos y
prec edid o de una gu urdi a do buen os soldados.
Hab iend o llega do ce rca de Hni, hizo alto e n
el lado sept entr iona l de la ciud ad, te nien do u n
valle de pot med io. Hab ia escogido ot tos cinco
mil hom bres y les habi a man dado emb osca r en-
tre Bete l y Ha i. El res to del cgr cito mar chab a
form ado en bata lla h.cia el scpt ent~ion y acam p
aque lla noch e en med to del valle . Cua ndo el Rey
d e Hai le vi por la ma ana , se apre sur salir
de la ciud ad con toda s sus trop as sin sa ber quo
1 d ejab a enem igos la espa lda. Josu y todo Israe l
f uero n cedi endo el terre no, m anif esta ndo O\iedo
y retitndose por el cami no del desierto. Vien do
esto el egtcito de Iiai , alz el grito y a u i mn ~
dose un os otro s los sold ados , fes fuer on pers i-
guie ndo y alej ndos e de la ciud ad, sin que hu-
biese qued ado en ella ni un solo sold ado que no
saliese perse~uir Israe l. Ento nces dijo el Se-
or Josu : al?.a el broq uel que tiene s e n la ma-
no hcia la ciud ad de Hai por que te la e ntre ga-
r. Y habi endo a lzado Jos u el broq uel hcia la
ciud ad, sali eron al mom ento los que esta !Jau em-
b osca dos y corr iend o ella , la tom aron in cen-
d iaron en el mod o que se les habi a prev enid o.
Vi endo los de Hai el hum o que su bia de su ciu-
41ad conociero n que babi a sido toma da ioce u-
t!iad a. Quis iero n volv erse soco rred a , pero ya
no bnbo lu gar. A un tiem po se halla ron acom e-
t id os.por la espa lda de los que habi an ince ndia do
la ciud ad y carg ados de fren te por todo el egr -
Biblioteca Nacional de Espaa
~o5
so.-
cito de Isr ael qu e, volvi end o car as, se arr oj
ue se
brc ellos con fur or y les hit o tro zos , sin e
dad
salvase ni un solo sold ~do . En tra ron en la ciu
los
y la ent reg aro n al filo de la esp ada ; y tod os
Jos u,
que mu rie ron en est e dia fue ron doc e mil .
ten ia
com o otr o l\loiss, no baj la ma no con que
todos
alzado el bro que l has ta que fue ron mu ert os
nda d
los hab itad ore s de Hai. Oespues de la mo rta
aro n
se ent r en el saq ueo de la ciu dad. Se tom
a-
tod as sus riq uez as, se rec ogi ero n tod os sus gan
art ir-
dos y se sac de ella tod o el bot in par a rep
Lu e-
le, com o lo hab ia ma nda do el Se or Jos u.
tes y
go se peg fue go la c iud ad por tod as par
to ce-
en poco ti em po <1ued red uci da un vas
me nte rio .
Ma nda to de !tfoiss. No fu sol o la cer can a
Jos u
al cam pam ent o de Ga lga la qui en em pe
o de
en la tom a de Hai. Ha ba tam bie n un mo tiv
sta .
fidelidad y eligion par a hac er est a con qui
, qu e
Dej ma nda do Moiss los hijos de Isr ael
bal ,
pas ado el Jor dn , erig ies en en el mo nte He
la-
con tig uo al de Ga riz in, u n alt ar de pe as sin
hra l', y ofr eci ese n sob re l vc tim as y hol oca
us-
sen
tos : que grn bas en en las pe as que le for ma
sei s
los ma nda mie nto s Je la ley , y qu e, col oca das
trib us sob re el mo nte Ga ri7 .in, ben dije sen
los
mo nte
que los gua rda sen , y otr as seis sob rc el
n. La
llc bal ma ld ijesen los que los <uebrantase
s dos
con qui sta Jc Hai abr i el cam ino de esto
os los
mo nte s sob re los cua les deb an hal lar se tod
os y
hijo s de hr acl , hom bre s y mu gcr es, anc ian
par a
ni os y tam bi.en los est ran ger os y pro sl itos
o de
oir las pal abr as de la ley , rati fica r el tra tad

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206
la alianza del pueblo con Dios y confirmar de un
modo solemne imponente las bendiciones de los
que guardasen la ley, y las maldiciones de los
que la quebrantase n, y este encargo del santo
maestro es el que trata de cumplir ahora su Gel
disc pulo.
Bendiciones los que guardan la ley de Dios
..Y maldiciones los que la quebrantan. Converti-
da en ruinas la ciudud de Hai, pasaron toda la
multitud de los hijos de Israel y todos los estran-
reros y los proslitos las llanuras que rodea-
ban los famosos montes de Hebal y Garizin; edi-
ficaron en el monte Hebal el altar que babia
mandado l\loiss; ofrecieron sobre l holocaustos;
saCI"ificaron vctimas pacficds, y celebraron un
banquete religioso. Escribieron punta de 'buril
6 punzon en las peas, que formaban el altar, los
diez mandamient os de la ley. Todo el pueblo, los
ancianos, los Prncipes de las tri bus, los Jueces...
todos, asi naturales como estrangeros estaban e n
pie u no y otro lado del arca de la alianza del
Seot, en presencia de los Sacerdotes que la te-
nian sobre sus hombros. Concluida la escritura
subi al monte Garizin la mitad de las doce tri-
bus, y fuero~ Simeon, Levi, Jud, lsact, Jos
Y. Benjamn. Estas seis tribus, que eran las mas
Ilustres por que desceudian de l\a<fuel y Lia mu-
gcres libres de Jacob, fueron destinadas conrir-
mar sobre el monte Gari1.in, que era muy frtil
y ameno, las bendiciones que se echasen los
que cumpliesen la ley. Al mismo tiempo subi al
monte Hebal la otra mitad de las doce tribus, y
fueron Rubo, Gad, Asr, Zabulu, Dan y Nph-

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~~l-
2

'-",n d esccnd'a t l e L'ta y era e1 prt.mo geD


tal .t. R u...
po r su
to, pero babia per did o la pri mo gen itu ra
n de
delito de incesto. Ta mb ien descenda Za bul
res , y
Lia , mas era el sptimo de las mugeres lib
tad de
no cup o en el n me ro de la pri me ra mi
Oala y
las trib us. Los otros cua tro descendan de
tri-
Ze lfa , cri ada s de Ra que l y Lia , y estas seis
mo nte
bus fue ron destinadas confirmnt sob re el
ma l-
Hebal , qu e era escabroso y peiascoso, las
pli ese n
diciones qu e se echasen los qu e no cum valle
la ley. El arc a de la ali atn a reposaba en el
los Sa -
que divida los dos mo nte s, rodeada ele
est a-
cerdotes y Le ,itas , y los dos montes
. En
han cub ier tos de dos millones de Israelitas la
oy
medio de este asombroso espectculo se
vo~ son ora y rob ust a de los Sacerd
otes y Levitas
qu e decia.
Se -
Bendiciones. O Isr ael ! Si oyes la voz del
amien~
o r, tu Dio s, par a cu m plit todos sus mand
gen tes
tos , el Se or te ensalzar sob re todas las
est aba n
qu e ocu pan la tic na ; y las trib us qu e tiempo,
sobre el monte Garizin res pon die ron un
y con un a voz qu e estremeci los cer ros ylosresami o n
~
po r los valles. Am efl . A si sea n pre mia dos
ven -
gos de Dios que cw np lan su san ta ley . Y
y Lcvi~
llr;\n sob re ti, con tin uar on los Sacerdotes
las , todas estas bendiciones con tal cue
escuches
res-
y cum pla s sus ma nda mi ent os; y las trib us la ei u~
pondieron. Amen. Y sers ben dit o en
Y ser
dad y ben dit o fue ra de ella. Am m.
to de
ben dit o el ftuto de tu vie ntr e y el fru
ma na -
tus tie rra s y el fru to de tus bestias y las
~as de tus vacas y los apriscos de tus
cvejas. Y

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208
ser n benditos tns ;raneros y benditos tus so-
brantes. Amen. Y sers tu bendito cuan do en-
trar es y salie res y en todos tus pasos. Amen.
Y ha1 el Seor ue caigan dela nte de ti
los enemigos que se evanten con tra ti; por un
cam ino vendrn y por siete huir n de tu pres en-
cia. Antf JII. Env iar el Se or bendicion sobre
tus cillas y sobre todas las obra s de tus ma-
nos , y te bendecir en la tier ra que reci bie-
r es. Amen. Te leva ntar el Se or como un pue -
blo sant o para s, segu n te lo ha jura do, si
gna rdr es los mandamie ntos del Se or, tu Dios.
Ame n. Y veri n todos los pueblos de la tier -
ra que ha sido invocado sobr e ti el notn bre
del Seor, y te tem ern. Ame n. Te har el Se-
or abu nda r en todos los bien es; en el ' frut o
de tu vien tre, en el f1uto de tn s best ias, y en
el frut o de la tier rn, que jur el Se or tus
adrc s, que les darl a. Ame n. Ab1i r el Se or
r. os tesoros del cielo para que den llu vias tu
tier ra al tiempo conveniente y bendecir todos
los trabajos de tus man os; y dar s prestado
muc has gen tes, ~tu de nadie. tomars pres tado.
Ame n. Y el Sen or te pon dra por cabe1.a y no
pot pie, con tal que obedezcas los man dam ien-
tos del Se or, tu Dios, y los guardes y cumplas,
y tlo te desves de ellos, ni la dies tra, ni la
sini estr a, ni sigas Dioses agen os, ni les des cul-
t o. Am rn.
Jlfalt licioncs. P e1o si no quieres e~cucbar la
\ '07. del Se or, tn Dios, contin uaron los Sace
rdo -
tes y Le,itas , para gua rdar y cum plir todos sus
man dam ient os y cere mon ias, Yendrn sobr e t y

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209'
te lcan zarn iodas est'as maldiciones. Sers mal-'
tlito en la cida d y maldi to fuera de ella; y res-.
pomlieron las tribu s que ocupa ban el mot e He-
ha! un tiemp o y con la misma voz. Am.erl.. Asi
seah. astig ados los enemigos de Dios que no,
cttmp lan m ley santa . Ser mald ito tu grane ro;
conti nuaro n los Sacerdotes y Levi tas, y rnaldiios
tus s_o brant cs, y respo ndier on las tribus . Amen .
Y ser maldi to el fruto de tu vient re y el
fruto de tu tierra y las mana das de tos vacas
y los rebaios de tus ovejas. Amet i. Y sets mal-
dito cuand o entra res y cuand o salier es, y el
Seor envia r sobre ti hamb1e y :nsia por come r
y maldi cio n sobre todas las obas qu e hicie res
hasta qne te muela y pierd a \ causa de tus mali-
slsimas invenciones por las que le aband onast e.
Amen . El Seo r te herir con miser ia, calen -
tura, frio, ardor , bocho rno y aire corro mpid o
y te pescguir hasta que peezcas. Amen . Y
se volver de bronc e el cielo que est sobre
ti, y de hierro la tierra que pisas. Y dar el
Seor tu tierra polvo en vez de llu via, y des-
cende r del cielo ceniza sobre t hasta que seas
consu mido , y har que caiga s delan te de tus
enemigos. Amen. Salgas por un camin o con11a
ellos y huyas po siete, y seas dispe rsado por to-
dos los rc1nos de la tierra . Hira te el Seo r con
locur a, ceA'uera y frene s; y andes tienta s en
rn~dio del dia como el ciego en sus tinieb las ! y no
ac1ertes con tus caminos. Ten gas en todo uemp n
c?lum ni as <u e sufrir . Seas orri mido co n la violen -
Cia y no tenga s quien te libre. Amen . Y tomes
nJUgei' y otro la posea , y fabriq ues casa y no la

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2.10
habites: Pla ntes viiiasy no las vendimi-es. Sea ae-
gollado tu buey delante de t y no comas de l.
A tus ojos sea robado tu asno y no te le vuelvan.
Sea n dadas tus ovejas tus enemigos y no haya
qui en te ayu de rescatarlas. Sean entregados tus
hijos y tus hijas otro pueblo , vindolos tus OJOS
y desfalleciendo de mirarlos todo el dia , y no ha-
ya fuerza en tu man o para librarlos. Un pue blo
.quien no conoces coma los frutos de tu tier ra
y todos tus afanes. Am en. El estrangero , que vive
contigo en la tier ra, subir y estar mu y alto y
tu descenders y quedars mu y bajo. El estar
por cabeza y tu por pie y hab r en t seales y
prodigios y en tu descendencia para &iempre, por
cua nto no serviste al Se or,. tu Dio s, con gozo y
aleg ria del corazon en la abu nda ncia de to<.tas las
cosas. Am en. El Se or te llevar t y al
Rey que establecieres sobre t una gen te que
no conoces tu, ni conocieron tus padres, y serv i-
rs all Dioses a gen os, los palos y las pie-
dras. Sers el proverbio de la bur la y la ~efa de
los pueblos donde el Seor te llevar. Am en.
Y ven dr n sobre t y te perseguirn. y alc an-
zar n todas estas maldiciones hasta que pe-
rezcas, por cua nto oo oiste la voz del Se-
or , tu Dios, ni gua rda ste los preceptos y ce-
remonias que te mand. Am m. Servirs
tu ene mig o, que el Se or enviar con tra t,
con ham bre y con sed y con desnudez y con
todo gnero de mis~rias, y pon dr un yug o de
hier ro sobre tu cervrz basta que te aca be, srno
gua rd res . y cumplie~es todas las palabras de
esta ley: que estn escritas en este libr o, y te-

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2 11'

tnieres el nomb re glorioso 'y terrib le oel Seor ,


tu Dios. Amen.
Toda s estas bendi ciones y maldiciones que he
mos referi do en comp endio , haba n sido pronu n-
ciadas esten same nte por Moiss en las camp ias
de Moa.b , y ahora lo fuero n en estos famosos
montes, en cump limie nto de lo que el Santo Le-
gislador babia encar gado de rden del Seo r
Jsrael. Nada mas propsito que este espectculo
para mant ener al pueblo en el cump limie nto de
su ley santa: Graba da en las peas de un altar
que deba n resist las destru ccion es de los si-
glos; colmado~ de bendiciones sus fieles obser va-
dores por un m ilion de voces e u e las pedan al
cielo ; carga dos de maldiciones sus atrevidos in-
fractores por otro millon de voces que tambi cn
las implo raban de la justic ia divin a; testigos to-
dos los hijos de Israel de la puhli cacio n de tanta s
y tao preciosas bendiciones y de tantas y tan t~r
ribles maldiciones; actor es y espectadores al m.s-
mo riempo de esta impo nente escen a; fijos 10-
mobles parn ser tes tigos hasta la consumacion de
los siglos aquellos espinados mont es sobre cuya
cima se babia dado un solem ne Amm todas las
bendiciones, y otro solem ne Amen todas las D1al-
diciones ... Pod a darse un monu mento mas pode-
toso pata co nse!'Var en todos tiempos y en. todos
partes el pacto , las promesas y los juram entos
que haban hecho los hijos de Israel de ser fieles
al Seiior y forma r en aquel la tierra , tantas veces
prom etida sus padre s, ttn pueblo santo que
prepa rase la venida y recibiese en st seno al san-
to de los santo s, al santo hijo de Dios huma nado?

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!\12
l:>u.es sic{ mhrgo' lo~ hijo's e. Israel DO corres-
pondieron estos cuidados del cielo como vere-
mo's en.la contin'uacion de esta historia. Conclui-
do, en in, este famoso espectculo , to<lo Israel
se :Vplvi acompaando al a~ca del Seor su
campamento ele Galgala, sin que ni uno solo , de
cuantos enemigos le observaban por todas. partes,
se hubiese atrevido turbar su solemnidad, ni
aun respirar, por decirlo asi, en su presencia y
a' .
SU VISta.
Liga de los Cananeos contra lsrael. La toma
y la destruccion de los reinos de Hesebon y de
Dasan; el paso milagroso del Jordn; la repentina
caida :d e los muros de Jeric y su exterminio, y la
segunda: envestida de Ha i y sn reduccion escom-
bros y cen i~as' tenian puesta cada una de las
naciones de Canaan e u silencio y en espanto, y no
era mucho que no les hubiesen inquietado. en su
famosa :ex,pedicion los montes de Hebal y Gari-
zin, internado5 algunas leguas en el pas. Sin em-
bargo , como los, cananeos eran gentes valerosas y
aguerridas; creyeron que si cada reino, obrando
pot s so1o, no podda resisti r Israel, sin duda
le resistiran, l.e venceran Y le aniquilaran,
obrando
todos reunidos.
1
Con esta idea

y esperan-

za se citaron mutuamente, se reunreron, y convr-
nieron en hacer causa comun contra el enemigo
comun. No se sabe el punto fijo donde tuvieron
su junta ; pero .st; q ue coneunieron ella de la
parte delnted iodia, donde reinaban los Jebuseos,
Amorreos y Heteos; de la del occidente y rive-
ras del mar grande, ocupadas por los Sidnios y
Filisteos; y de las de!' norte y tierras vecinas al

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.213
mon te Ub ano , don de se hab an establecido par te
de los Cananeos. Tod as esta s naciones se con vi-
nieon , con estrecha un ion y n imo dec idid o , e n
hac er la gue r ra al pue blo de lsael. Y con esto se
rean ima ron del ab tim ieot o que les hab an cau -
sado los primeros sucesos de los exllaogeros.. Re-
Aexionaron, ade mas , que estos no eran invenciJ.
bie s, como lo pro bab a la dcrrota que hab an su-
frid o dela nte de la peq ue a ciud ad de liai , y:
se glo riar on de que Isra el seri a des troz ado por
un m illon da soldados vale roso s, que com pon inn
las trop as de tant os Rey es reun idos . Con esta sa-
tisfaccio n se separaron de la jun ta, y fueron ca-.
da une prepaaa su cgicito paaa emp ren der la
cam pa a, lueg o que apu ntas e la prim ave ra, que
era el tiem po de la gue rTa en nruellos paises.
Acaso Jos u DO tuvo noticia de esta liga que se
form aba con tra l , y si la tuv o, no le pus o en
cuit ludo , pue sto que nin gun as disposiciohes tom
par a des hac erla .
Gabaonitas. Per o mie nuas que tan tos Reyes
y naciones se preparabau par a una gue rra, que
los por ten tos dec lara ban tem erar ia , los Cana neos
de una ciud ad pop ulosa y los de otra s tres de su
dep end enc ia bus cab an con dili gen cia los med ios
de libr arse del terr ibl e gol pe que ame naz aba
tod a aqu ella tier-ra. Esto s pru den tes Can ane os
eran los hab itan tes de Gab aon , ci uda d gra nde ,
bien poblncla, muc ho mas fuer te que Hai , y dis-
tant e de ella una s cinc o leguas. Era c<~pital de un
peq ue o pais don de hab a otaas tres ciud ade s que
dep endan de ella. Los hab itan tes de estas cua tro
ciud ade s tem idos por su valo r y des trez a eu el

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214
arte de la guerra, no enviaron representantes
l a junta general, sino que tomaron pa ra s deter-
minaciones separadas y mas saludables, por que
discurrieron sobre mejores principios.
Su estratagema. Despues de la toma de Jeri-
c6, y aun mas, des pues de la de Hai, eran ellos
los primeros quienes am enazaba la te m r es tad.
El medio de libase de ella ocupaba todos los
nimos, por que si no le hallaban era inevitable
su ruina. Ellos sabian que el Dios de los Hebreos
babia prometido la tierra de Canaan los hijos
de Israel , y que estos tenian orden de esterminu
de ella todos sus habitantes, para quedar sus ni-
cos poseedores. Discu rriendo, ademas, sobre la
multitud de maravillas que se obraban haca mas
de cuarenta aos en favor de este puebto privile-
giado, y particularmente so bre las que acababan
de suceder su vista, vi ni eron concluir qu e el
Dios de los Hebreos era el Dios o m ni potente, y
que seria una locura querer combatir contra un
pueblo que tenia por protector y defensor un
Dios Todo-poderoso.
Pero cal era el partido que se debia tomar?
Esto era Jo que ellos oo sabian. Tratar de dcren-
clerse era tratar de perderse; rendirse ea entre-
garse la muerte, porque Josu nin gun Cana-
neo habia dejado hasta ent onces con vida , si se
esceptuaba Rahab y su ramilia; quedar neutrales
no se les permitia; unirse Israel les estaba pro-
hibido; abrazar la reli gion del Dios verdadero ,
lo que se hallaban ya tan dispuestos, baria creer
que era valerse de ella para salir del peligro y
luego abandonarl a; huir otros reinos les era ya

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:n5
com o imp osib les en su situ acio n , y adenils se r e-
sistia una gen te que des eab a vivi r en la tier ra
en que se iba ado rar al Dios verd ade ro. E n
med io de tant as Jifi cuh ade s y sin ace rtar con el
cam ino par a sali r de -ellas, les ocu rri un ard id
estr atag ema , que ~odos apr oba ron y reso lvie-
ron ponet en ege cuc ton. ,
Consist ia en ver com o pod ian sorp ren der Is-
rael y desl um bra de. E scog iero n par a esto u n n-
mer o de aqu ello s hom bres que les parecie ron
mas avis ado s, sagaces y pru clen tes, y les dije ron:
que tom asen cier to nm ero de bestias y carg ase n
sob re ella s sacos viejos y roto s con pan es mu y
aejos 1 pedazos de pan es, D1en dru gos muy dUllOS
y pellejos con vino m u y usados y reco sidos, y
que sus vest idos y calzados eslltvi!Jsen rem end a-
dos par a man ifes ta r en todo que ttaian muc hos
dias de cam ino : que con este traj e y equ ipaj e se
pre sent asen Josu , Gen eral de Jos Heb reo s, y le
hab lase n com o emb ajad ores de una uac ion es-
tran gera y mu y leja nl\, que inst ruid a del pod er
del Dios d e l srae l y de las mar avil las que obr aba
con su pue blo , que ria hac er alianza con l y los
enviaba pedi r su ami stad ; y en fi n , que procu-"
rase n disp one r de tan bue n morlo al Gen eral y su
con sejo, qu e obtu vies en un trat ado de rec pro ca
ami stad , ractiGcado con los juralliCll tos aco stum -
brad os. Ello s, les aa die ron , no pod rn tard ar
en sab et quie nes somos nos otro s; pero una vez
que consi;amos que jure n por el Dios ver dad ero
qui en ado ran , nue stra s vidas , lo men os, que -
dar n seg ura s.
Pre para dos los Dip utad os de todo lo con ,e-

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u6
-niente la repres entaci on de embaj adores de una
nacion muy distan te , empre ndiero n su viaje y
como estaba n ,tan ccrca llegaro n en pocas horas
al campo de Galg~ la. Se ptesentaron Josu y
juntam ente todo Israel y dijero n: nosotr os ve-
-nimos de un.a tierra distan te con el deseo de ha-
cer paz co vosotros. Tal y tan breve fu su pro-
puesta. Mas los hijos de Israel desde luego ehtra-
r on en sospecha y les dijeto n: No sea que habi-
teis en la tierra que se nos debe por suerte y no
podam os hacer alianz a con vosotr os.? Pero ellos,
dirigindo~e Josu, le dijero n: siervo s tuyos so..,.
mos. Enton ces les pregu nt Josu quin es sois
.vosot ros? De una tierra muy distan te, respon die-
r on, han venido tus siervo s en el nombr e del Se-
or, tu Dios, por que oimos la fama de su po-
der y todo lo que hizo.e n Egipto , y con los dos
Reyes de los Amorreo s que estaba n la otra par-
te de). Jord n, Schon Rey de Hesebon y Og Rey
de Basn ; y nos dijero n los ancian os y los habi-
tad ores de nu estra ti erra: tomad con vosotr os
provis iones para un viaje muy largo, id al en-
cueo.uo de ese pueblo y decidl es: siervos vues-
t-ros somos : haced alian:ta con nosotros. Vcd los
panes que toma mos calien tes de nuestr as casa$
para ,venir voso tros, como se han secado ya, y
desme nuzad o por muy aejos. Estos pellejos que
llenam os de vino eran nuevos y estan ya I'Otos y
tri wdos. Las ropas que vestim os y los zapato s
que calzam os se ha n gaMado y casi deshec ho en
un cnmin o tao largo . .Ya lo ' 'eis. Asi conclu yeron
los d esconocid&s su relacio n. ,
Tanta sincer idad mani festaro n estos hombr es

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?.17
en su discurso, que se jn1.g f'xce>o de descon -
fianza no admitirles su amistad . No obstante se
registraron sus provisiones, y todo se hall con-
forme con la re lacion que habian hecho, y Jo-
su, que cuidaba tanto de co nsulta' al Seor en
los asuntos graves, corno era este , se hall tan
sat isfecbo de su esplicacion y estado de sus pro-
visiones, que no le qued la menor duda, y cre-
y importuoa la consu lta. En consecuencia el
general hizo la paz con ellos, y establecida la
alianza, les d i palabra jurada de no <juitarles la
vida, y lo mismo les juraron los Prncipes del .
pueblo. Entonces los Gabaonitas se volvieron muy
contentos llevar sus gentes la noticia de su
feliz negociacioo.
Se descubre el en.gmlo. Pero tres dias despues
de concluido el tratado se supo que los descono-
cidos, que se habian presentado, como gentes de
unas tierras muy lejanas, ei-ao Cananeos, y de
los mas cercanos al campamento. Todo Israel
qued sorprendido con esta notici~, y particula"r-
mente Josu y los Prncipes de 1115 tribus , que te-
mieron con razon haber dado un paso de malas
consecuencias, prometiendo la vida hasta con ju-
ramento unas gentes que estaban comprendi-
das en el exterminio general. Inqui eto Josu con
este temor, quiso averiguar por s mismo toda
la extenson de su engao' y ver s haba algl.f!l
modo de reparar sus consecuencias aminor-
las. Torn coosig un fuerte destcamento., y
acompaado de los Priqcpes de las tribUs y ge-
fes del egrcito, se dirigi las ciudades de los
Gabaooitas . .!). su lll'gada se les abricro.n por to-:
15
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218
das partes las puert as, y hall , as en la ciuda d
de Gaba on, como en las de Caflra, Bcrot y Caria -
t iari n , q ue dependan de ella, toda la sumision
que poda desea r; y con esto calma ron en parte
sus inquietudes. Sin emba rgo m umuraba el vul-
go porqu e no se quita ba la vida estos Cana -
neos, y ni aun se les tocaba en nada. Lo advir ti
Josu y lo.; Princ ipes de las tribu s; pero se estu-
vieron firmes y prohibieron de nuevo que se
usase de la meno r violencia con unas gentes que
estab an bajo la salva guard ia de los mas solemnes
juramentos. Se lo hemos jurad o en nomb re del
Seo r, Dios de Israe l, dijerqn la multi tud, y
n o podemos tocarles. Dejar emos que vi van ' para
que no venga sobre nosot ros la ira del Seo r si
somos perju ros; pero vez aqui lo que baremos.
Vivirn entre nosot ros, MUS con la obligacion de
p roveer de lea y agua todo el pueblo.
Enton ces Josu llam los Gabaonitas y les
dijo! por qu tratasteis de enga arnos con este
fraud e, di ciend o: habitamos muy lejos de voso-
tros, siendo asi que estais en medio de nosot1os?
Qu quer ais c. ue hiciesen vuest ros siervos? res-
pond ieron los ancianos de Gabaon. Se nos haba
dicho que el Seo r, tu Dios, habia prom etido
su siervo Moiss que os entregara toda esta tier-
ra y que destr uira todos los qu e la habitamos.
Esta noticia nos hi:to temer much o, y obligados
del terro r que nos causaba vuesua cercan a, to~
mamos este pal'tido para salvar nuestl'aS vidas.
Jifas aq ui estamos tu disposicion. Had de noso-
tros lo que te pareciere bueno y justo. Hizo, pues,
Josu lo que se babia deten ninad o, y les destin

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219
que sirviesen al pueblo y al altar del Seor,
cortando lea y acarreando agua para el gasto.
Con esta determioaci on ces la murmuracio n y
les libr Josu de las manos de los hijos de Israel
que querian quitarles la vida.
G1uJrra de los Amorreos rllos Galmonitas. Es-<
tal)a tan cercana Jerusaln la ciu dad de Ga-
haon, que, habiendo adquirido esta plaza los Is-
raelitas por la sumision de sus habitantes, tenian
abierto el camino para aquella famosa capital, y
nada haba que pudiese dc1cncrlcs, si intentaban
conquistarla . Por otra parte el egemplo que ha-
biao dado los Gabaonitas era muy pernicioso al
designio que tenian los R eyes de Canaan de unir
todas sus fuerzas para destruir Israel en la pr
xima campaa. Tambien era de temer que si-
guiesen otros estados el egemplo de someterse
los Israelitas y que con es to se deshiciese la liga
que tenian formada. Poseido de estos temores
Adonisedec, Rey de Jerusaln, y no atre,indose
esperar los Israelitas, ni declararles la gtler
ra hasta que se le reuniesen los dcmas Reyes, de
termin cerrarles el paso tomando Gabaon, y
castigar al mismo tiempo los Gabaonitas por
haberse sometido Israel y hchosc .de su parti-
do. Era Gabaon una de las plazas mas fuert es do
Canaan y sus soldados muy valientes. Con este
conocimiento y para asegurar el golpe, envi
.Adonisedec embajadores los Reyes de Hebron,
Jerimot , Laruis y_Eglon, sus vecinos por la par-
te del mediodia, para que le ayudasen con sns
tropas en la toma de Gabaon. Luego acudieron
IerusalJl estos cuatro 1\eyes y reu nieron sus

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220
e Jos u
tro pas con las de Arloniscdcc. Sab ien do qu
lga la , se
se ba bia vue lto su cam pam ent o de Ga
har on,
dir igi ero n Ga bao n y la cer car on y est rec
bat in dol a co n tod as sus fu erz as.
ton -
Lo s Galmonitas piden socorro Josu. En
pid ier on
ces los Ga bao nit as, vi ndose est rec bad os,
un ido
soc orr o Jos u, dic i ndo le: qu e se hab ian
os qu e
con tra ello s tod os los Reyes d e los Amo rre
, y qu e
hab ita ba n en las mo nta a s del me dio da
fue rzas:
no pod an po r si solos rc,;istir tan tas
sin o qu e
qu e no les des am par ase en su pel igro,
oianos.
acu diese pro nta me nte lib rar les de sus
los e ne-
Josu llen o de deseos de hab rselas con
s bditos,
mi go s de Dio s, y de sa lva r sus nu evos
ent ado
tom lue go sus dis pos ici one s; per o esc arm
habe r
d el en ga o qu e aca bab a de suf rir po r no
pas o, y
con su ltad o al Se o r, fu est e su pri me r
be en-
el Se or le dij o: no les tem as , por qu e los
isti rte.
tre gad o en tus manos. Nin gun o pod r res
u
Jo. u der rot a los A morreos. En ton ces Jos
com ba-
sub i de Ga lga la con tod o su eg rci to de
do ca-
tie n tes , ho mb res mu y vali ent es, y hab ien
\'is o a l
m ina do tod a la no che , se arrvj de im pro
ord ena -
am ane cer sob re los cin co Reyes , qu e des
ita s, hi-
dos po r el Se o r la vis ta de los Isr ael
tes qu e
cieron estos g ra nde est ra go en ellos an
pu die sen hu ir hcia Beteron y lleg a r
Azeca y
tebacc r-
Ma ced a, plazas fue rte s don de esp era ban
red edo r
se y de fen der se. Qu ed un a mu ltit ud en
ada del
d'c Ga bao n pas ada po r el Glo de In esp
ndo en
eg rci to de Isr ael , qu e les seg uia acu ch illa
y i\l a-
la sub ida y hajada de Beteron ha sta Azeca
po otr o
ced a; per o les per seg ua a l mi sm o tiem
Biblioteca Nacional de Espaa
22t

ven gad or de sus crim ines infi nita men te inas po-
dero so. Era la just icia de Dios que desde que ba-
jaro n de Betc ton arro j aba so bre ello s peas muy
dura s de gran izo, sigu ind oles esta terr ible llu-
via hast a A1.cca que esta ba mas de cua tro legu as
de Bcteron. Era nad a el d estro zo que cnusaba el
acer o de los Isra elita s com para do con el estr ago
que haci a la espa ntos a lluv ia de pied ras que caia n
sobr e ellos. Mas com o un egr cito tan num eros o,
cual era el de cinc o Reyes reun idos , se bnb ia
derr ama do e n su huid a por toda s part es, aun
que dab an cue rpos los que no hab ia tocado
ni el pedr isco ni la espa da, y Josu dese aba
con clui r con este num eros o egr cito en aqu el
da.
Se par an el Sol y la Lun a por man dad o de
Jom . Con este deseo y nsi a leva nt los ojos al
ciel o, y le di una rde o que solo Dios podia ins-
pira r y solo Dios pod ia cu mpl ir. Man d al Sol
que se para se sobr e Gab a on , y la Lun a que se
detu vi ese sobr e el vall e de Aya ln, y el Sol y la
Lun a se para ron sob re Gab aon y Ayaln. En me-
dio del cielo se detu vo el Sol, dice el libr o de los
just os, y no cam in pon erse por el espacio de
un dia, no hub o ante s ni desp ues dia tan larg o,
haci end o Dios lo que deseaba el hom bre , y pe-
lean do por lstael. Josu teni a tant a f y tant a
confianza en el Se or que con t co n ser obed eci-
do de los astr os , mas cua ndo vi el Sol y la Lu-
na para dos , tam bien l qu ed para do y es ttic o
adm iran do la man o del omn ipot ente que dete na
el curs o de los ciclos su voz, y ado rand o aqu e-
lla bon dad inm ensa que se dign aba or la YO:t. de

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222
un hombre 1 y obrar un prodigio inaudito en fa-
vor de su pueblo. Pero vinieron sacarle de su
dulce enagenamiento con la noticia de que los
ci neo Reyes haban sido hallados en la cueva de
1\faceda 1 donde se haban escondido. Entonces el
General que vea parado el Sol por su mandato,
no quiso<perder ni un solo momento del tiempo
milagroso que se le conceda para acabar con sus
etlemigos 1 y mandando rodar grandes peas so-
bre la boca de la cueva , y poner una guardia al
rededor de ella, anim todos los cuerpos
del egrcito que continuasen sin descanso la
persecuciou de los que huian por todas partes.
Seguid; les dijo, los enemigos; matad los que
alcanceis, y no dejeis entrar guarecerse en sus
ciudades los que el Seor ha puesto en vuestras
manos. Hicieron, pues, todos los cuerpos del
egrcito en aquel milagroso da tan grande ma-
tanza en los euemigos, que fueron muy pocos los
que quedaron con vida y pudieron refugiarse en
las ciudades fortificadas; El Sol se estuvo parado
y esperando, por decirlo as, que concluyesen
la victoria para bajar su ocaso, y los cuer pos
volvieron dormir al campamento ele Maceda,
donde estaba .Josu, sin haber perdido ni un sol-
dado. Asombra que en tantos encuentros, tantas
embestidas, tantos combates y tantas batallas da-
das en aquel dia, no falt del egtcito ni un solo
soldado 1 ni tampoco entr en el campo ni un so-
lo herido. El Dios de los egrcitos que daba la
victoria su pueblo con prodigios que ~ams se
haban nido, no quiso qne le costase ni una sola
gota de su sangre.

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2:13

Sigue la comuista del medioda de Canaan.


Habiendo descansado aqu ella noche el egr cito ,
Josu , persuadido que debia aprovecharse de la
consternacion en que se hallaba todo el med ioda
ele la tierr a de Can aan , para bacet la conquista
de ella con facilidad l pron titu d, la emprendi
la maiiaoa sigu ient e, ando pr incipio por el cas-
tigo de los cinco Reyes que se hallaban enc erra -
dos y custodiados en la cueva de Maceda. Les
mand saca r, quit ar la vida y colg ar en cinco
maderos don de estuvieron todo el dia hasta po-
nerse el Sol , que los man d desc olga r, arrojar en
la cueva don de fueron hall ado s, y cer rar la en-
trada con gran des peiias que se vean alli despues
de muchos aos .
Josu usaba de este rigo r para ater rar sus
ene mig os, y obligarles que , dejasen de serlo
del Seor renu nciando la idol atrl a, abando-
nasen aquella tier ra que no era suy a, huy end o
otros pais es, se les cayesen las arm as de la
mano por el espa nto, y acabasen por el este rmi -
nio que ped an sus abominaciones, como las de
Sodoma en otro tiempo. Por otra part e que ra
con este espectculo anim ar los hijos de Israel
para que no temiesen los pueblos Can aneo s, ni
sus Reyes y egrcitos reunidos ; para que no
guardasen con ellos miramie ntos criminales y fu-
nestos; para que no les dejasen con vida , de
cual quie r clas e que fues en, con tra el orde n del
Se or, y no viniesen ser algu n dia, sus cor -
ru ptor cs, sus tiran os. Dios quera que la tier ra
de promision quedase limpia de idlatras , y Jo-
su que tenia este que rer del Seor muy entr e los

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224
ojos . p roc raba imp rimi rle por todos los medios
en el cora zon de sus l$raelitas.
En este mismo dia en que se hiw el egem -
plar con los cinc o Rey es, se com bati la ciu-
dad de Maceda cuya vista se halla ban des-
de el dia ante rior , se tom y fn pasa da
filo de espa da. y trata do su Uey com o lo babi a
sido el de Jeri c. De Maced a, avan zand o al
med iod a, se pas al sitio de Leb na, se pele
algu n tiem po cont ra ella, y el Seo r la en-
treg con su Rey las man os de Israe l y fu
pasada filo de espa da y trata do su Rey co-
mo lo bnbia sido el de Maceda. La ciud ad de
Laq uis, cuyo Rey era uno do los cinc o de la
cueva de Mnc eda, fu sitia da en segu ida de la to-
ma de Lebn a. Se resisti dos das , pero al fin fu
asal tada y pasa da filo de espada como las ' de
.Maceda y Leb na. Con cluid a la toma de Laqn is se
enco ntr Israe l co n un egr cito de Cana neos <uc
veuia defe nder la. Le man daba l:Io an, Rey de
Gacer, quie n los habi tante s de Laqu is babi an
avisado del pelig ro en que se hall aban , y supl i-
cado que viniese defe nder les. Josu le presen t
al mom ento la bata lla y le derr ot y pas filo
de espada con todo sn cgr cito. Eglo n era ot ra
ciud ad la part e del mediod a, y su Rey Dab ir,
otro de los cico de la cueva de Maceda. Eglo n
f u toma da en el mismo da que fu sitia da y
trata da com o las dem as ciud ades.
Oeopues de M~ceda, Leb na, 'Laq uis y Eglo n
q ncda ban en la part e meri dion al dos plazas fuer-
tes po si y cons ider able s por sus depe nden cias.
Eran Heb ron y Dab ir. Hebron , llam ada en otro

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1
225
tiem po Car iata rbe, tra a su nom bre de Arb e su
fund ado r y pad re del giga nte Ena c. Fu patr ia de
los Enaceos 6 giga ntes , que !ant o mie do imp usie -
ron los di ez de los uoce espl orad ores que env i
Moiss info rma rse de la tier ra de prom isio n.
Car iata rbe, 6 Heb ron, sign ifica ba, segu n S. Ge-
roi mo, ciud ad de los cua tro, por hab er sido en-
terra dos en ella cua tro gran des pers onaj es , Ad n,
Abra ha m, Isaa c y Jaco h. Sus ceni zas reco rdab an
los hijos de Isra el el dere cho que ten an la tier -
ra de Can aan , com o desc endi ente s por Abr aba m
de la lne a prim og nita de Sem , y esta con side -
raci ou les infu ndi un oUC \'O ardm y bro por la
con quis ta de esta plaza. Su Rey Oan hab a mue r-
to con los otro s cua tro com pa eros la boca de la
cueva de Mac cda los das ante rior es; pero com o
la cons erva cion de esta plaz a era de la prim era
imp orta ncia para todo el p11is, se hab ia eleg ido ya
otro l\ey que la defe ndie se cua ndo Josu se pre-
sent con quis tarl a: mas pesa r de esto , y de
set la ci uda d de los giga ntes , ni el nue vo Rey , ni
lo$ giga ntes , ni las gran des defe nsas que la ro-
deab an pud iero n resi stir al mp etu y brab ura que
el Se or infu ndi en el cora zon de los lsra eli tns,
y al acie rto, valo r y fueg o <1ue com unic al Ge-
nera l que los diri ga. Hel>ron tuvo que rend irse ,
como las dem as ciuu ades , y fu pasa da junt ame n-
te con su Rey filo de espa da y lo mis mo suc e-
di las ciud ades de su dep end enci a. Dab ir que
era la otra ciud ad fuer te que rest aba por con -
quis tar, com o no lo era tant o com o Heb ron , hi-
zo men os resi sten cia y cay lueg \l en man os de
Josu , y com o bab ia hech o con Jieb ron y Leb na y

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22 6
con sus Reyes, asi hizo co n Dabir y su Re
das estas conquistas fueron onsecuen y. To.:.
cia
victoria de Gabaon, y fru to de un a bre ve de la
ca
a ptotegida por el Seor co n portentos mp a-
de
clase qu e no se habian visto hasta entonces un a
.
pu es, Josu todo el ter rit ori o de los Hiri,
montes
y del mediodia, y no dej reliquia alg
de idlatras como se lo babia mandad un a
o
o r, Dios de Israel. Desde Cadesbar el Se -
ne hasta
Gaza, todo el ter rit ori o de Gosn hasta
Gabaon,
y todos sus Reyes y sus tierras... todo lo tom
su en esta sola cspedicion, por qu e Jo -
Dios de Israel pele por l. Concluida tan el Seor,
fel iz-
mente esta cam pa a , Josu se volvi con
todo el
egrcito su campamento de Galgala.
En tra da d el egrcito en el campameuto
Galgala. No es fcil pin tar la alegria con de
pueblo de Israel recibi su egrcito vic que el
tor
Los ancianos abrazaban sus valientes hij ioso.
e$ posas sus amados esposos, los ni os, las
os
queridos padres, las tiernas hermanas sus sns
dos he rm an os, y todo Isr ael todos sus hij am a-
dos rebosaban gozo y de rra ma ba n lg rim os. To -
as de la
mas pu ra ale gri a, sin qu e corriese un
a
sentimiento, porque no babia, ni padres, sola de
ni
sas , ni he rm an as, ni nios qu e tuviesen esp o-
despucs de tan tas batallas sangrientas , pa motivo
ra llo -
rar la mu ert e, ni au n la me no r berida de
sus
jos , he rm an os, padres, ni ma rid os, y com bi-
solo puede suceder en las gu err as qu e o est o
dir ige y protege el Se o r, todos, asi el ord en a,
eg
como el pu eb lo, fueron ren dir delante rcito
del arc a
san ta las mas entraables y tier:as g~a
cias al

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Dio s de las batallas y de las vic tor ias , cuy a !~
es.
2
..
gestad hab itab a ent re las alas de los Qu eru bin
os
Con clu ido este deb er sag rad o, y primero de tod
-
los deb ere s, el pueblo llen de alabanzas y ben
al
dic iones tod o el egrcito , par ticu lar me ntecon
venera ble anciano y valiente Ge ner al, que
en
tan ta dic ha y glo ria habia llevado de batalla
de
bat alla y de victor ia en victoria los hijos
Israel.
r
Espedicion al nor te. A la vista y en red edo
el
del arc a del Se or repos todo Ism el, tan to
de
eg rcit o como el pue blo , -en su cam pam ent o
-
Galgala aquel invierno. El guerre ro Jos u con
en
vertido en un Pr ncipe pacGco 1 gobernaba
el
uni on con el sumo Sacerdote Eleazar todo ia
pue blo , y Gal gal a era el rein o mas feliz que bab
esta
en el uni verso; peto no pud o Israel dis fru tar
co-
paz y ale gria gen era l por mu cho tiem ro Al al
me nza r la primavera los enemigos ob iga ron
es~
General y al cgrcito em pu ar otr a vez la
re-
pad a, separa rse del seno de sus familias y
en
nun cia r la q\ti etu d y sosiego que gozaban
o
medio de su pueblo. La liga genera l, tue, com
los
ya dij imo s, ltabian formado ent re s tod os
la
Reyes de Canaon deb ier a haberse deshecho
el
vista de los pri me ros y rui dosos golpes que
pue blo de Dios bab ia desca rga do so bre Jeri c
y
Re -
Ha i, y de la der rot a y mu ert e de once de los
de-
yes de su alia nza ; pero los Can ane os, aun querzas
bilitados, se sen tian todavia con bas tantes fue
par a arr oja r de sus tier ras estos nuevos inc
-
s.
modos huspedes , hac er que pereciesen en ella
re
Su etro y su desdicha consista en que siemp

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228
com par aba n las fue rza s hum ana s de Ca naa n
cu
las de Isr ael y no con tab an con la fue rza irre
sis -
tibl e del Dio s de Jacob. En tre los mu cho s Rey
es
qu e ten an sus est ado s en la par te sep ten trio
nal
de la .tier-ra yro me tid a, era sin dis put a Ja hin
, Re y
de As or, e ma s con sid era ble . Est e Pr nci
pe se
pu so al fre nte de la liga d el nor te, com o
el
Jer usaln se hab a pue sto en el ao ant eri de
or al
fre nte de la del med ioda. A sus rd ene s, 6
por lo
me nos , con su avi so, se jun tar on los Rey es
con -
fed era dos . El eg rcit o se com pus o de Am orr
eos ,
He teo s, Ph ere ceo s, Jeb use os, y Heveos de
las
mo nta as y valles del ori ent e y occ ide nte ;
eg r-
cito en g ran ma uer a gra nde , com o la are
na de
las ori llas del ma r, y de una mu ltit ud inm ens
a de
cab allo s y d e ca rro s. Los Reyes ma s dis ting
uid os
que se pus ier on al fre nte de sus res pec tiva s tro
pas ,
ma s del de Asor que , com o ""eneralsi mo ,
ma n-
dab a tod o el eg rci to, fue ron los de Sem ero
n, de
Ac saf , de Ten ac, de Magedo y otr os, cuy os
nom -
bre s se refieren en la list a de los Rey es vencid
os por
el eg rcit o de Jos u. Acaso no se bab ia visto
has ta
ent onc es un e~rcito tao for mid abl e; ya por
el ca-
r ct er y dig ntd ad de los gen era les , qu e tod
os,
casi tod os, era n Re yes ; ya por el nm ero
de los
sol dad os, los que com par a el sag rad o tes to
con
las are nas d e las orillas del ma r, y ya por la
r.n ul-
titu d inm ens a de cab allo s, de que no usa ban
los
He breos , y de car ros arm ados de los qu e no
sa-
bia n el mo do de def end ers e. Ja m s, ni los Ge
fes,
ni los soldados deb an hac er la gue rra con ma
s
bl'i o, pues se tra tab a de sus bie nes , de su pat
ria,
de s u vid a y la de sus fam ilia s; per o les falt
aba

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229
una cosa para vencer i nfaliblem ente y era que la
pelea no fuese con el egr cito del Dios de Israel.
f/ictorias de lom. El punto de reunion de
las tropas idl at ras fueron las cercanas del lago
de !VIeron, entre el mar de Galilea y el nac imien-
to del rio Jordn, desde donde debian bajar si-
gu iendo la corriente para presentar la batalla en
el sitio que les fuese mas fa"orable. Avisado
inst ruido Josu del lu ga r y tiempo que se ha- en
ban de r eun ir sus enemigos, tuvo esta reunion
por una seal de las nuevas victorias que el Dios
de Israel preparaba s u pueblo. Determin salir-
les al e ncuentro y sorprenderles si le fuese posi-
ble. Orden su egrcito y march su frent e con
gran d il igencia y secreto. Lleg felizmente una
jornada del lago sin que los Ca naneos tuvi ese n la
menor n oticia. Aqui hizo :.lto Josu esperando las
rdenes del Seor para entrar en el combate, y
el Seiior no l e falt. No los temas, le dijo, porque
maana esta misma hora te entregar todos
estos pua ser heridos delante de Israel. Des-
jarretars sus caballos y quemars sus carros:
Asegurado Josu con la palabra del Seor y an-
sioso, como siempre, de hacer su voluntad, mar-
ch luego cargar sus enemigos. Estaban estos
enteramente desprevenidos y , cuando se vieron
acometi dos de r epente por el egrcito de Israel,
entr 1~ confusion en todos sus campamentos y
no hicieron resist encia. Todos pensa ron en huit
cada cual por donde pudo. El Seor, segun
su prom esa, los entreg en las -manos de Isra el ,
que les fu acuchill~odo hasta Sidon la grande,
y hasta las aguas c;l.e Masereft y campo de Masf

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230
por espacio de quin ce legu as, y fu tal la mor -
tand ad que caus en ellos , que pare cia no habe r
qued ado ni aun reliquias de un egr cito innu me-
r able. Cayeron en pode r de Josu los caballos y
carr os de sus enemigos y Joso hizo como le ha-
bia man dado el Seo r. Desjarret las corbas de
los caballos y entr eg al fuego los carros.
No tene mos noticias mas circu nsta ncia das e
esta inmensa derr ota; pero sabemos que las con-
secuencias en esta part e del nort e fueron sem e-
jante s lus del ao ante rior en la part e del me-
diod ia, y que la derr ota del lago de Me ron se pa-
reci la de Gabaon y la supe r mucho. F.n se-
guid a de esta mor tfer a persecucion, volvi Josu
sobr e la ciud ad de Asor cort e del Rey Jabi n, quo
habi a hecho de Generalsimo en aque lla liga.
Huy endo este Rey de enniedio de la dispersion,
logr entr arse en ella y trat de defenderla. Jo-
su la puso el cerco y la bati con todas sus fucr -
?:RS. No se pued e deci r punt o Gjo, cuan to tiem
-
po resisti esta ciud ad, acaso la mas fuerte de los
Cananeos; pero al fin fu asal tada y pasada con
Slt Rey filo de espa da, saqu eada y quem ada.
Tom Josu toda s las ciudades del co01orno y
sus Reyes y todo lo pas filo de espa da, como
se lo babi a man dado .Moiss , siervo del Se or; y
se apoder de todo el terri torio montuoso y de
la tierr a de Gosen y de la llan ura y de la part e
occidental y del monte de ls1ael y de sus cam~
pias y de la part e del monte Sei1 hasta Baal gad
y de las llan uras del Lbano basta el mon te Hcr -
mon . Cogi tod os sus Reyes y los pas Glo de
espada. l'l'lucho tiempo pele Josu cont ra estos

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231
Reyes. No hubo ciudad que se entregase por s
los Israelitas, fuera de los habitantes de Gabaon,
sino que todas fueron tomadas fuerza de armas.
Y quit la ida Josu los Enaceos de las mon-
taas de Hebron y de Dabir y de Anab y de
todos los montes de Jud y de Isra el , y arruin
todas las ciudades. Nin gu no dej dellinage de los
Enaccos en la tierra de los hijos de Israel. Tom,
pues, toda la tierra, como el Seor babia pro-
metido Moiss, y la entreg los hijos de Israel
para que la poseyesen, segun sus porciones y tri-
bus, y la tierra repos de guerras. Veinte y nueve
R eyes vencidos y pasados filo de espada por Jo-
su, y millones de Cananeos tratados del mismo
modo, dejaban los hijos de Israel despoblado
un vasto terreno que deban ocupar.

DIVISION DE LA TIEnnA J.lROJIIETIDA,

Las contin uas victorias de los hijos de Israel,


durante el espacio de seis aos de una guerra la
mas sang rienta que jamas se babia conocido, lle-
varon la conquista al estado en que Dios la quera
para hacer su distribucion . No estaba, es verdad,
subyugado aun todo el pais de Canaan, pero la
mayo parte de l estaba ya despoblada. Aun haba
Cananeos en la tierra de Abra ha m, Isaac y Jacob,
mas se hallaban encerrados en un
corto nmero
de plazas , de cuyos r ecintos no se atrevan sa-
lir. No haba punto en toda la Palestina, consi-
derado lo largo y lo ancho de ella, tanto por
medioda y norte, como poi' or iente y occidente,

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23 2
do nd e el Ge ner al de Isr ael no bubit>.se ext
erm ina -
do bas ta nte nm ero de id lat ras par a
reparar
bab itaci on cm oda las trib us qu e iba
n ocu -
par la. Ha sta aqu i la guerra se bab ia hec
ho por
tod a la n aci on reu nid a, per o ver ific ada
la rep~r
ti cio n, cad a una de las 11ibus d cbia laac
y red uci r sus ene mi gos al paso qu e ell aerl a suy a
se fue se
aum ent and o , has ta ext erm ina do s ent e
ram ent e,
cua nd o ell a se hal las e en est ado de ocu
par tod a
su sue rte.
Jos u eo la eda d de cien ao s, qu e
hab ia
lle gad o fel izm ent e, ten ia cum pli da con
tnn ra di-
cba com o glo ria , la pri me ra par te de u
comi, ion ,
qu e era la con qui sta de la tie rra de Ca
naatl. Ya
n o se le ped ian ma s bat all as ni ma s
vic tor ias;
p ero se le peda quP. eva cua se la seg und a
qu e era
el rep art im ien to de la tier ra con qui sta
da ent re
los hijos de Isr ael . Oc upa cion im por tan te
y pro -
pia de su lar ga esp eri enc ia y del gra n cr
dit o qu e
le hab ia n adq uir ido en todo Isr ael los fav
ores del
cielo. T odo est aba ya qui eto en el pais y
la gu er-
ra se bab ia hecho de un mo do tan ter rib
le, qu e
los res tos Ca nan eos no habi an que dad o
con gan a
de vol ver ella. Se con ten tab an con rep
a rar y
for tifi car las poc as plazas qu e les bab ia o
que dad o,
y c ult iva r sus cer can as par a ma n ten ers e,
dej and o
tod o lo dem as sus ven ced ores.
Pr ime r sorteo. De est e tiem po de pnz qu
val ers e el Seo r 'pa ra la repar ti cion , y dijo iso
Jo-
su : h as env eje cid o y ere s de mu cha eda
d , repa r~
te la ti err a qu e d eben pos eer las nue ve
trib us y
m edia q!Je no tien en su~rte; y Jos u ent
r l ~o~ego
en est a dificil ope rac ion con la m ism a bu
ena vo- '

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233
Junta d y con el mism o celo que haba tomad o so-
luc s la conq u ista de la ticl'l'a <ue iha )rep artir.
Moiss haba hecho yo parle de esta ohra, sea-
lando las dos tribus de ltub n y Gad y la media
de Mana ss las tierras <ue habi~n sido concJ uista-
das, al otto lado d el Jord n, de los Hevcs Amorre os
Schon y O~p pero ha ba que repurti~ la tiena de
esta parte del r io entre las nueve tt ibus y media
restan tes, y esto era lo que se mand aba aqu
Josu . Unid o como s iempr e ul sumo Sacer dote , y
au xi liados uno y otro pot. lo3 Pt nci pes de las fa-
milia s de cada una de las tribu s, pusie ron luego
la mano en esta grave opcra cioo. Se empe z por
mcd it toda la tierra y conoee t las divetsas cali-
dades de ella, y hec ha esta aeri guaci on, en 1"
que se emple much o tiemp o, se pas 6 divid irla
en las nueve partes y media que el Seiio r haba
mand ado.
Cuan d o esta segun da opera cion, que tambi en
ocup basta nte tiemp o, estuv o concl ui.Ja, se con-
voc u na reun ion de toda la nacio n al reded or
del taber nc ulo , que estaba en el cnmp amen to
.de Galga la, y se proce di al so rteo. Se habia n es-
crito por su orden los nomb tes de las nuc\'e tri-
bus y medi a, que eran intere sadas en este gran
ncgo.cio. Lns cd ula s de los nomb res no se encan -
tarab an, si no nica mente las de las porci ones de
tierra . Jud estaba en la posesion de ser la prime ra,
des1le que la fu prom etido rl cetro y el sumo ho-
nor de desce nder algun dia de su san gre el Salvn -
clor del mund o, y t ella se haba de adjud ica r la
wime ra porci on que saliese por suerte . A esta ~e
segu an Efrai n y ~l anass, hijos de J os y Jo.,_
16
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~34
tados por su abuel o Jacob para comp oner dos tri-
bus. llenja mn, el herm nni1o queri do de Jos, bijo
segun do de Uaqu el , esposa muy amad a de Jacob ,
ene raba despu es. Segui 3n Si men , Znbu ln Isa-
cr, hijos de Lia ; Asr, hijo de 13la su criad a, y
ltim amen te Nph tali y On, hijos de Zel fa cria-
da de Raqu el. Se present el prime ro el nomb re
de Jud ; se sac la SUIU'Ie prime ra y se hall qu e
le cabia la porci on mas merid iona l de la Pales ti-
na, la mism a q ue en tono proftico habia anun ciado
Jacob y Moiss, poco antes de morir , t esta tribu.
Bien se vi6 enlon ces lo que despu es se eseri -
bi e n el libro de los proverbios. Es to es, que las
suerte s se ceban en el seno cn ta ro, pero c1ue
el Seo r es quien las orde na. Sigui eron prese n-
tndo se en segun do y lcrccr l ugar los nomb res
de Efrai n y de la media tribu de Mana ss, que se
llama ba n la casa de Jos, y les cup iero n en suer-
te dos porci ones ,ecin as la nna lu otra, subie n-
do de medio da al serlc nt rion' y lermi nndo se
ambas al orien le por e Jord n y ~1 occid cute por
el ma r. No se pa~ mas adela nl c por es te da
en la distri buc ion de la tiena con quis lado de
este lado d el Jord n, y se disoh i6 la gran rcu-
nion con vocad a en el camp amen to, de Galga la,
remit i endo la co ntinu acio n de esla g rave ope ra-
cien I la qne se verili c algun 1iemp o despu cs
en Silo, adond e se babia trasla dado el arca del
Seor .
i)cmanda de Caleh. Disue lta la junta gener al,
se suscil a ron al g unas conte stacio n es acerc a de los
terren os sorlea dos. La prime ra fu movida por la
tribu de J ud con moti 1'0 de las jus tas pretc nsio-

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?.35
nes de Caleb . Habia sido este buen Israel ita com-
paier o de Josu cuand o Mois~, cuare nta y cin-
co aos antes , envi estos dos grand es homb res
cou otros di<n de los priuc ipales del puebl o re-
conocet la tierra tle prom isioo. Ya se ha dicho
extensamer1le lo que suc'cd i en acuclla triste
ocasi on, y enton ces fu cuand o el Seo r, tan
justic iero para con los diez Israel itas cobar des
que desan imaro n al pueb lo, como gener oso para
con Josu y Caleb que le an imaba n In conc uih
ta, no solo les prom eti la entra da en la tierra
de prom ision , que ningu n homb re de veinte aiios
y arrib a, ni aun Ar6n y illoiss consi guier on,
sino tambi en una posesion panic ular en ella,
mas de la que les tocase como l'amilias de sus tri
bus; y esta poses ion que el Scio r hahia prom et i-
do enton ces Caleb , era la que este fiel Israel ita
y val ien te veter ano queri a ahora se le seial ase ert
las ciuda des de H chron y Dabir . Habin n tocad o
eslas la tribu de Jud y se resist ia despr en-
derse de ellas. El vener able ancia no de edad ya
de ochen ta y cinco aios, llev su dema nda al
tribun al de Josu , y la apoy en pocas palab r as,
pero con aquel aire noble y guerr ero que en sn
mism a sencil lez lleva 1m no se qu de persu a sion
y conse ntimi ento.
Bien sabes , dijo i Josn , que el Sciior habl
Mois s, homb re de Dios, de t y de m en Cades -
barne. De cuare nta aos era yo cuand o me envi
Mois s, sien o del Sciio r, de Cades barne para '1110
consi detas e la tierra , y yo le dije lo que me parr
reci verda dero; pero mis herm anos que babja n
sorvid o conm igo, hicier on desm ayar el nim o d el

Biblioteca Nacional de Espaa


236
pueblo, y pesar de esto yo seg-u al Seor, mi
Dios; y en aquel dia me jur Moiss, diciendo:
la tierra que holl tu pie ser tu posesion y la de
tus hijos r.ara siempre, por cuanto has seguido .al'
Seor, mi Dios. El Seor me ha concedido vida,
l1asta el dia presente, segun me lo prometi. Cua-
renta y cinco aos ha que el Seor habl esto
Moiss cuando.andaba Israel por el desierto. Hoy
tengo ochenta y cinco aiios con tan robusta salud
como la tenia en aquel tiempo en que fu es-
plorar la t ierra; y el vigor de aquella edad se
conserva en m hasta hoy, tanto para combatir,
como para caminar. Dme, pues, este monte
(era el de Hebron) que me prometi el Seo1,
oyndolo tambien tu, en el que estn los Eoaccos
y hay ciudades grandes y fuertes. El Seor ser
contigo y podr estermioados, como me lo pro-
meti. Aqui ces el buen anciano y esper la re-
solucion. Una defensa hecha cou este aire, debi
ser muy del gusto de Josu, que tambicn era
guerrero, franco y semejante Caleb. Por otra
parte, le constaba personalmente la verdad de to-
do lo q ue alegaba, y los Pdncipes de Jud nada
hallaron que decir contra unas pruebils tan pa-
tentes. Por consiguiente Josu decidi en favor
del valeroso anciano y le adjudic el monte de
Hebron con sus dependencias, bendicinJole y
pidiendo al mismo tiempo al Seor que bendijese
todas sus empresas. Desde este dia fu Hebron de
~leb, hijo de Jefonte, por que sigui al Seor,
Dios de Israel.
Demar1da de las tribus de Efrain y llfanass.
A la demanda de Calcb, tan felizmente concluida,

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"37
se sig ui la de las trib us de Efr ain y l\la
nass,
qu e com pon an la casa de Jos. Estas dostrib us se
has
presenta ron Josu , dic ien do: po r qu nos
no -
dado un a sola sue rte y un a sola par te, siendo li cad o
sot ros tan ta mu ltit ud y habindonos mu ltip
os qu e-
el Seot con su bcndicion ? Bien saban est
las dos
josos qu e se les bab ia dad o poseJion de
o qu e-
partes qu e les hab ian tocado po r sue rte , per
n si no
r a n deci r co n est o, qu e las dos 11 0 vala
e cua l-
por un a , en atcn cion su mu ltit ud y qu
o qu e
qu iera de ellas bastaba par a pob lar el ter ren
S qu e
estaba desmontado y lib re de Ca naneos.
Josu.
componeis un pue blo num ero so , les dijo
ter re-
Su bid eso s ceros mo ntu oso s, des mo nta d ita s,
nos en la tie rra de los Fereceos y Ra fain
es es-
puesto qu e la posesion del mo nte Efr ain
jaba n
t rec ha par a vo~otros. Las trib us qu e se que
esten-
saban tam bie n como Josu este medio de
o no
der las porciones qu e les hab an cab ido , per e,
, qu
qu er an en tra r en este tra baj o y esp era ban
uit ari a
perteneciendo Josu la casa de Jos , q
rlas
algunas ti ena s las otras trib us par a aplica
son de
ella s, per o los qu e ma nd an bie n, nu n ca
No se
fa mili a, cua nd o se tra ta de hac er justicia.
puesta
aqu iet aro n estas trib us porGa das con la res
ir
del Ge ner al, y le dij ero n: no podemos sub -
los Ca
las mo nta a s, usand o ue car ros arm ado s
rod ea n
naneos qu e vivon en b s lla nu ras qu e las
y son due1ios de la fortaleza de Bes n u y sus
in-
de perule neias y del valle de Jez rae l; per o Jospro pio
srsti& en su resolu cio n, y con un air e mu y
exc u-
para. dar les ent end er la tle!:Jilidad de sus
sas~ l'es dij o: vosotr os o~ gforia is de
ser un pu c-

Biblioteca Nacional de Espaa


238
blo muy n umer oso y ''alien te, pues vosot ros
toca ad'q uirir os otra sucl'l c y no conte ntaros con
una. Ataca d esos Canan eos que llama is fuert si-
mos, y pesar de sus carro s armad os qued arn
venc idos y deshe chos, por que el Seor ser co n
vosottos. Rnton ees os poses ionareis d e los valles y
despu es subir eis la s mont aas, las desm ontar eis
y cultiv areis y csten dereis admir abl emen te vues-
tras suerte s. Cono cieron las do; tribus que era el
Gene ral muy perspica~ para que Jo deslu mbra sen
razon es apare ntes, y muy firme y enter o para no
llevar adela nte sus deter minac iones y desist ieron
de su tl eman da, conte ntos con mita r como parte
tic su poscs ion el terren o qu e >e les mand aba
conqu ista r.

TRA SLA CIO N DEJ , ARC A SAN T,\.



DE GAL GAL A A SILO .

Con esto se concl uyero n los negoc ios sobre


l os terren os sortea dos y adjud icado s las tres
prime ras tribu s, pero faltab a so r tear los terren os
que se haba n de adjud icar las siete r estan tes.
Para esto juzg Josu que conve na dejar el ca m-
po de Galga la, si tuado la entra da de la tierra
de Cana an, y pasar estab lecerse e n su centr o,
para que el puebl o pudie se acudi r all de todas
parte s .con m as facili dad y ser m ejo r gober nado,
tanto en el asunt o del SOI' teo, como en todos los
dema s negoc ios. Se eligi6 el punto d e Silo en la
tribu de E frain , distan te como unas quinc e le-

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239
la tra sla cio n.
gu as de Ga lg ala , y se em pr en di
n qu e ob ser va ba
En ell a se gu ar d el mi sm o or de
tes lle va ba n so -
:Moiss en sn s vi11jcs. Lo s Sa ce rdo
, y los Le~itas "el
br e su s ho mb ros el ar ca sa nta
Sa ce rdo te El ea -
tab ern c ulo y el tr io. El su mo
ota l y Le vt ico ,
zn r pr esi dia est e cu erp o Sa ce rd
qu e ma rch a-
y el Ge ne ral Josu tod as las tri bu s ca. Des pu es
l a.-
ha n po r ba tal lon es en red ed or de
ca mi na r un pu e-
de alg un os dia s, oe res ari os pa ra
ge res y ni os ,
blo en ter o co n su s an cia no s, mu
ida d co mo si el
lle ga ro n Sil o co n tan ta tra nq uil
desie rto ha bi-
pa is hu bie ra es tad o en tca am en te
el e5 pa nto qu e el
tad o so lo po r Isr ae lit as. Ta l era
tro pa s, inf un da
Ge ne ra l, pu est o al fre nte de su s
ba un cre cid o
en su s en em igo s; po r qu e au n ha
alg un as pla7.as
n me ro en las mo nta a s y en
mo les tad o en la
fu ert es , y qu e pu die ran ha be rle s
en Ga lga la el ar -
ma rch a. Sie te a os ha ba est ad o
y en me dio de
ca sa nta en me dio de pa be llo ne s,
l~s mi sm os pe rm an ec i en Sil o
ce rca de cu atr o-
caen tos.
te tri bu s
Segundo sorteo. Ha ba n qu ed ad o sie la tie rra
on es de
qu e au n no rec ibi ero n su s po rci
so lo se so rte aro n
pr om eti da , po r qu e eaJ Ga lga la
He s qu e tocaaon Ju d , Ef roi n
y M an as s, y era,
tan ind isp en sa -
ya tie mp o de co nc lui r op era cio n
en tou ces r ec ia-.
ble ; pe ro h ab a n oc ur rid o de sd e
macionc~ y dif icu lta de s qu e
ba cia n ne ce so ria un a
las tierans. Jo su
n"ue va me dic ion y r cp art ici on de
ele gid tacs va 'o -
j qp iso qu e se hic ies e y l es dij o:
en ve y va ya n
ne s de ca da tri bu pa ra cue yo los
n su de ma rca ,..
da r 'un a vu elt a la tie rra , ba ga
en sie te pa ri Ps,
cio n y me la tra iga n. La div idi rn

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24 0
pu es Jud qu ed ar en sus tr mi no s y
lo mi sm o la
cns a de Jos , y ven dre is m pa ra
qu e del an te
del Se o r , vu est ro Dio s, os ech e aq ui
las sue l'tc s.
fue ron ele gid os los de ma rca do res y
vi cu mp lir su en car go. Re co rri ero
Jos u6 les en - 1
n la tie rra
po r tod as pa rte s sin qu e nad ie les im pid
ies e ni es -
tor ba se; no po r qu e los id lat ras , de
los qu e ha -
La au n en el pa s un nu ne ro mu y
con sid era ble ,
no mi ras en con un a pen a r abi osa la
de ma rca
y div isi on de la tie rra de Ca na an , sin o po cio n
rqu e se
ve an pre cis ado s cal la r; pu es con
oc a n qu e el
w im er mo vim ien to ho sti l tra er a sob
re ell os su
tot al rQna. Vo lvi ero n los enc arg ado s
y pre ser lln -
ron Jos u la de ma rca cio n de lu r ier
ra qu e pe r-
ten ec a las sie te tri bu s, div idi da en
sie te par tes .
Jos u reu ni los Pr nc ipes y an cia no
s de las
tri bu s y ceb lus sue rte s de lan te del
Se o r. A la
tri bu de Bcn jam ln toc su pu te en tre
la de Jud
po r me dio da y _la de Efr nin poo no
rte , y se c>-
teo dia desde el Jor d n po r ori en te ha
sta cer ca clt>l
me dit err ne o po r po nie nte . La de Sim
eon se hal l
col oca da po r la sue rte lo lar go de
l me dit err -
neo 1 sub ien do de me dio da no rte ,
en un ter re-
no qu e se co rt la tri bu de Jud , po
r qu e se la
con sid er dem asi ada me nte gra nd e con
r esp ect o
las der oas , y tod av a qu ed de t<~nta
ext ens ion ,
cue se pu do scp at'a r otr o ter ren o hc
ia las cos tas
de l ma r toc and o los Fil ist eos , par
a la tri bu de
rl. La s de Isa c r, Za bu ln , N pb
tal i y Asr l-
gra ron sus pos esi one s m as al no rte
qn c las tle'
Efoain y Ma nas s , las cu ale s vin ier on
oc up ar el
cen tro .
To das las tri bu s ten an ya sus
sue rte s,

Biblioteca Nacional de Espaa


241
dn , y
una s al ori ent e y otr as al occidente del Jor bab ia
est aba n con ten tas con ella s. La de Lev no
sin em -
ent rad o en el rep art im ien to del ter ren o;
n todos
bar go era la ma s favorecida. La per!en ecia
os los
los diezmos y pri mi cia s, la red encion de tod
os, y
pr im og nil os, todas las ofr end as y los vot
adc ma s
un a g ran par te de tod os los sacrificios, y
tier ras
c uaren ta y ocho ciu dad es con sus egidos y
l pasos
qu e las rod eab an bas ta la dis tan cia de mi
tam bie n
varas fu era de mu ros . Calcb tenia ya
la ha-
su por cio n par tic ula r, tal como el Se o r se
eg rci -
hin .pr om eti do; solo Jos u, General de los
ier no
los del Se o r, y sucesor de Mo iss en el gob
ar olv i-
del pue blo escogido po r Dios, parecia est
qu e al
dado eo la dis trib uci on de un ter ren o
qu ista-
foc nt e de los valientes de Israel hab ia con
ner al y
do. Na tlie par eci a aco rda rse de qu e su Ge
de Dios
su Gefe ten ia co mo Caleb unn pro me sa
tri bu,
par a poseer un a por cio n par tic ula r en su
a, y el
qu e perten eciese especi alm ent e su per son
e tar -
no la recordaba. Los hijos de Isr ael , aun qu
r dad as
de , se aco rda ron de las rd ene s del Se o
su sie rvo Moiss de pre mi ar Jos u , y le
ofr e-
qu e le
cie ron con la me jor vol unt ad el ten en o
dad de
agr ada se escoger. Jos u se inc lin la ciu
y "e -
Ta nat Ra raa , situ ada en su trib u de Efr ain
con ce-
cin a al cam pam ent o de Sil o, y esa le fu
did\1 par a sie mp re.
d de
Te nat snr aa se ll am asi po r la est eril ida
i .de s-
su !er ren o. Er a un a ciu dad peq ue a y cas
recrnb le
tru ida , y la eleccion de esta ciu dad d esp
o, la
manifiesta la mo des tia , el des pre ndi mi ent
. De s-
piedad y la religi on de est e gra nd e hom bre

Biblioteca Nacional de Espaa


24 2
pu es de ha be r re pa rt id o
to
to co m un es co m o pa rt ic ul dos su s su er te s, ta n-
ar es , re ci be el l tim o
la su ya y se co nt en ta con
la qu e er a in t il pa ra
lo s ot ro s; pe ro est ce rc a
de Si lo , ci ud ad sa nt a,
do nd e resi de el ar ca de l Se
o r, y su pi ed ad y re -
lig ion pr ef ie re n to do
esta ce rc an a . Jo su la
reedific, fij en el la su re
si de nc ia y pr ep ar su
se pu lc ro . Es ta de sp re ci ab
le ci ud ad lleg se r co n
el tie m po un a de la s m
as c le br es de la ti er ra
sa nt a, y se lla m Ta m na
sem es , qu e qu ie re de ci r
im ag en de l So l, po r qu e
los Is ra el ita s pu si er on
so br e el se pu lc ro de Josu
, qu e estaba en el la , la
im g eo de l So l, pa ra pc
tp et ua r la m em or ia de
ha be rs e pa ra do el So l, m
an da
Fu de gr an co ns ue lo pa ra do po r Josll.
P ontfice El ea za r te ne r su este y pa ra el su m o
s ha bi ta ci on es ta n ce r-
ca na s po r qu e les pr op or
ci on ab an re un ir se co n la
facilidad y fr ec ue nc ia qu
e pe d an la g raved ad y
m ul ti tu d de lo s negocios
qu e de b an ev ac ua r y
de ci di r. May or au n fu
el qu e tu vi er on al ve r
co nc lu id o ta n fe liz m en te
el en ca rg o qu e el Se o r
les babia hecho de re pa
rt ir , en un io n con los
Pr n ci pe s de las familias
y tr ib us de lo s hijos de
Is ra el , la tie rr a pr om et id
a, y ha be rl e ev ac ua do
satisfaccion de ta nt a m ul
ti tu d de in te re sa do s. T o-
do se ba bi a te rm in ad o en
Si lo , ce rc a de l ta be r-
n cu lo y d el ar ca sa nt a, do
nd e con un m od o se n-
si bl e presidia el .S e or la
s lib er ac io ne s.
Ciudades de Asilo r /Javide ticas . Aun no se ha -
b an se a la do ci ud ad es de
Asilo !\ ef ug io ( este
la do de l Jo rd n , y se de st
in ar on la de Ca.cls en
la tr ib u de N p bt al i, al no
rt e; la de Si c he n en la
de Ef ra in , en el ce nt ro ,
y la de H eb ro n en la de

Biblioteca Nacional de Espaa 1


243
otr o
Jud , al me dio da . Moiss ltab ia se ala do al
u de
l!1do del rio la de Ga ulo n en la me dia trib
d, en
llfanass, al nor te; la de Ra mo t en la de Ga
me -
el cen tro , y la de Bosor en la de Ru bn , al
des -
dioda. Asi que dar on en Isra el seis ciu dad es
inv o-
tina das al ref ugi o de los r eos por mu ert es
en la
lun tar ias y otr os casos que se exp res aba n
ren -
ley. Tu m bien se pro ced i la eleccion de cua
no
ta y ocho ciu dad es par a la trib u de Lev que
ra,
hab a ten ido par te en la dis trib uci on de la tier
ciu -
y la que esta ba dec ret ado est e nm ero de
per -
dades con sus egi dos par a bab itac ion de las
ya se
son as y ma nut enc ion de sus gan ado s, com o
rso n,
ha dic ho. Era n tre s los hijos de Lev. Ge
me r
Caat y Me rar i. La familia de Caat tuv o el pri
iss,
lug ar ent re las familias Levticas. Aarn y Mo s
ma
que era n de esta fam ilia , fue ron la por cio n
Jlr~ncipal d e la des cen den cia de Lev
. Moiss fu
el
el legisla dor y con duc tor de Isr ael , y Aarn
Sa-
sum o Sac erd ote del Altsimo y la cabeza del
des -
cer doc io, seg un el ord en de Melquised ec. Se
es
tina ron , pue s, en pri me r lug ar tre ce ciu dad
rte
par a la fam ilia Sac erd ota l, que seal la sue
que
<lirigida por la ma no del Se or en la trib u en
Sa-
hab a de est ar alg un da el famoso tem plo de
. Las
lom on , y en las dos mas cer can as ella
t~cinta y cin co res tan tes , des tina das par
a lo~ Le-
en
vtt as, fue ron se ala das tam bie n por la sue rte
de
el res to de las trib us. As todas las ciu dad es
las
los Lev itas que dar on der ram ada s ent re tod as
trib us de Isra el.

Biblioteca Nacional de Espaa


,
JO SU E DESPI DE LO S CU AR EN TA Ml
f, SOL
DA DOS I SR A EL ITAS DE L OT RO LA DO
DE L JO RD N .

-------~~ ---------
La con qui sta gen era l y los neg ocios com une s
toda la nacion est aba n con clu idos , y solo qu e-
dab an con qui sta s y negocios parcia les que deb
an
hac er y eva cua r por s cad a una de las trib
us.
Lle gad as las cosas este pu nto , Josu tra t
des ped ir y env iar con la bendicion de Dios de
los
cua ren ta mil soldados de las trib us de Ru
bn,
Gad y mit ad de Manass , que hab an ven ido
de
van g uatdia la con qui sta de la tier ra de Can
aa n,
dejando todas sus familias la otr a par te del
rio.
Lla m , pues , Josu los R ube nitas y Ga dit
as y
la media trib u de Manass y les dijo : Ha
beis
cum plido todo lo que os ma nd Mois s, siervo
del
Se or. T am bien m me ha beis obedecido en
todas
las cosas. Ni dejasteis vuestros her ma nos en
tan
lar go tieinpo com o ha pasado basta el dia de
hoy ,
cum pli endo el ma nda mie nto del Se or, vu
es tro
Dios ; y puesto qu e el Se or , vuestro Dio s,
ha
concedido vuestros her ma nos qui etu d y
paz,
com o se lo pro me ti , vol vcos, id vue
stra s
tiendas y la tier ra de vue stra posesion q ue
os
di Mois s, siervo del Se or , la otr a par te
del
Jor dn . Sol am ent e os enc arg o qu e gua rde is ate
n-
tam ent e y cum pla is de hec ho el mandamiet1to
y
la ley que os di l\1o is s, siervo del Se or,
de
que ameis al Se or, vue stro Dios, y and cis en
to-

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z45
s; y
dos sus cam ino s y gua rde is sus ma nda mie nto
co-
que os una is l y le sirv ais con tod o vue stro
u su
raz on y con tod a vue stra alm a; y di les Jos
cho s
bcn dic ion y les des pid i dic in dol es: con mu
con
bie nes y riq uez as vol veis vue stra s cas as,
ves-
pla ta y oro , cob re y hie rro y tod o gn ero de
pojo
tid os; rep art id con vue stro s her ma nos el des
de vue stro s ene mig os.
-
Co n esto les de; pid i el Ge ner al, y ellos des
cau -
pue s de ma nif esta rle el sen tim ien to que les
pro-
sab a su sep ara cio n, y de pro testa de el ma s
tie -
fun do res pet o y cor dia l agr ade cim ien to, par
par a
ron de Sil o, y tom a ron el cam ino del Jor dn
ilia s,
ir la tier ra de Ga lad uni rse co n sus fam
s de
de las que se hab an sep ara do haca ya ma
que
siete ao s. An duv iero n ma s de qui nce leg uas
uie -
hab a des de Sil o hasta el Jor dn , sin ser inq
eda do
tad os por los id latr as, que aun hab an qu
cuy as
en las mo nta as de Efr ain y de Dctel, por
en-
faldas pas aro n;'( bie n que el est ado de im pot
a in-
cia que se hal lab an red u cidos no era par
ban
(uietat' cua ren ta mil Isra elit as <lle cam ina
arm ado s, sin o par a tem bla r su vis ta) y
lleg a-
ron con todn feli cid ad la riv era del rio .
Ercccion de un mo num ent o y esc nd alo que
-
caus. Aqui fu don de tomaoon aqu ella res olu
pa-
cio n que cau s tan ta inq uie tud e n los cam
re so1
me nto s de Sil o. A fin de con sen ar sie mp
rd n ,
uni ou con los her ma nos de es te lad o del Jo
y viv ir en el mis mo cul to del Se or, lev ant aro n-
pro
en la m rgc n del rio , ant es de pas arl e, un
ndc za
mo nto rio sea un alt ar de eno rm e gra
abl e
que fuese ~n tod os tiem pos un tes tigo irre cus

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2q6
de su relig io n y su u nion. Cont entos con dejar
este colos al mon umen to en la tierra de sus het-
mano s, pasar on el Jord:n y conti nuat on su mar-
cha. I ban lleno s de satisf accio n y cotls uelo , por
bu ber ayud ado ta n efica zmen te la conq uista de
la posesion de sus herm anos ' po ucjar coloc ada
el arca santa en el centr o de la tierra prom etid a
sus padre s y rodea da ue los vabc llo nes de Is-
rael y en lln , por qtie vol via u sano s y sa l vos,
desp ues de tanta s y tao sang rient as batal las,
repos ar en el seno de sus famil ias que les esper a-
ban co n los brazos o bier tos pa ra, estre cha l'l es en-
tre ellos. Los para bien es, las lgri mas , el rego -
cijo y los mas tiern os y ,dulc es afect os fuero n
mtu os y solo espli cable s los que los oxpc ti-
me ntao n. T a n feliz venid a debia celeb rarse po r
much os dias con fiestas pbli cas y r eligi osas; pero
no fn asi. Cuan do princ ipiab an sus egoc ijos les
lleg la n oticia de <p e su relig ioso y coloM l mo-
num ento habi3 caus ado un escn da lo en su~ her-
mano s del otro lado del rio y t u rbad o la paz y
quie tud en que habia n <ued ado su salid a de Si-
lo. Se crey all <JUC aquel altar , se babia eri-
gido pa ra ofrec er sacri ficios los Dioses falso s, y
esto era una horri ble idola tl'a, al Dios verd a-
dero , y esto era levan tar a ltar co ntra altar , por
que sola ment e se podia n ofrec er sacri ficios a l Se-
or e n el taber ncu lo de Silo.
. Se exten di con rapid ez esta notic ia por todas
las tribu s, y l uego se ba il con gregado en Silo
u n egrc ito enteo de Israe litas para ir casti ga r
al otro lado del Jord n los que mira ban como
unos id latra s , como unos sacr legos. El celo

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247
de estos hijos ele Israe l cm gene roso y laull able,
pero etn celo de much edum bre que regu larm en-
te es arreb atado impr uden te. El de Eleaz ar y
Josu y el de los Prnc ipes de las tribu s si n ser
meno s gene roso y laud ab le, fu mas cons idera do
y prud ente. No juzga ron que se deba cond enar
con tanta lijere1.a unos herm anos que haba n
visto marc har pocos das antes lleno s de f y re-
ligio n, y deter mina ron envia r una dipu tacio n,
que se infor mase de todo. Esta se comp uso de
diez, cada uno de los princ ipale s de cada tribu ,
lleva ndo al frent e Phin ees, hijo de Elca1.ar, que
como Sace rdote y sucesoc del sumo Sace rdote era
de una gran rcpresen ta cion. P asaro n los comi sio-
nado s la tierra de Gala d, y se prese ntaro n Jos
hijos d e Rub n, Gad y medi a tribu de Mtmass.
Fhin ees lle la voz, y les habl con tales demo s-
traci ones de dolo r y de ama rgun que atem oriz
cuan tos le oan. Qu trasg resio n es esta? les dijo\
Por qu ha beis dejad o ol Seo r, Dios de lsrae l,
edifi~udo un altar sacr lego y retir ndoo s de su
culto ? Voso tros hahc is dejad o hoy al Seo r y ma-
a'na se enfu recer la ira del Seilot conua todo
Israe l. Si os parec e impu ra la tierr a de vues tra
poses ion, volveos nues tra tiecra en la que es t
el taber ncu lo del Seo r y habit ad con noso tros.
Solo dese~ mos c. u e no os apart cis del Seo r, ni
de nues tra comp aa, edifi cand o otro a llar fuera
del altar del Seo r, nues tro Dios. Por desg ra cia
no trasp as Acn , hijo de Zar , el mand ato del
Seo r y vino su ira sobr e todo el pueb lo de Is-
rael ? Y l un solo hom bre era! y ojal que l
solo hubi era perec ido en su mald ad!

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248
' Estos recuerdos tan amargos, estas rcpremio-
nes tan vivas y tao sentidas, estas comparacion es
que eran las mas propias de uo Saccr1lotc abrasa-
do del celo de la honra y gloria de Dios, y las
que debiao sufrir los hijos de Galad, si fucran
culpables, les causaron un profundo sentimien to,
por que eran inocentes. Asi fu que respondieron
la comision eo los trminos mas valientes, aun-
que !leo os de respeto. Fuertsimo Seor, Dios!
exclamaron. Fuertsimo Seor, Dios! Ello sabe
y tambieo lo sabr Israel. Si nosotros con tinimo
de prevaricacio o hemos levantado este altar, no
nos ampare el Seiior, sino que nos caotiguc nhora
mismo; y si nosotros lo hemos becho con desig-
nio de ofrecer sobre l holocaustos y sacrificios y
vctimas pacficas, el Seor nos lo demande y
juzgue. Desp ues de pronunciar contra 6 tan ter-
ribles juramentos, para deshacer desde lu ego el
error con que se proceda y apartar de s lr astn la
menor sombra de sospecha contra su f y &11 rc-
ligion, pasaron sosegar las inquieiUdes de los
diputados, dando ra1.o n de los motivos que ha-
ban tenido para edificar aquel enorme altar en la
mrgen del Jordn.
Cuando bamos p~sar el rio DOS ocu rri un
p ensa miento qu e c rcimos conven ient e poner eu
cgecucion y vedle aqu . Maana dirn vucsiros
hijos los nuestros: r1u tcneis vosotros con el
Seiior, Dios de Israel ? El Sciior puso el rio Jor-
dn por trminn entre nosotros y Yosotros, hijos
de Rubo y de Gad, y por eso vosotros no tencis
parte en el Seor; y con esta ocasion vuestros hi-
jos apartarn nuestros hij?s del temor del Se-

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~t'49
ior '; yasi tvimos por mejor y dijimos: edifique-
mos aqui un altar, no para ofrecer holocaustos
, o

nt vtcllmas, smo para tesllmomo entre nosotros


y vosotros, entre nuestra estirpe y la vuestra , de
que servimos al Seor y de que tenemos derecho
de ofrecct holocaustos y vctima$ y sacrificios de
paz; que el d ia de maana no digan vuestros hi -
jos los nuestros : no teneis vosotros parte en el
Seor; por que si lo quieren tlecir, les replicarn:
ved aqu el altar del Seor que hicieton nuestros
padres, uo para holocaustos ni sacrificios, sino
como un testimonio entre nosotros y vosotros.
Gunlcnos Dios de la maldad de que nos aparte-
mos del Seor y abandonemos sus caminos edifi-
cando altar para ofrecer holocaustos y sacrificios
y vctimas, sino en el altar del Seor, nuestro
Dios, que est erigido delante de su tabernculo.
Asi concluyeron los hijos de Rubn, Gad y
mitad de Manass su relato, ha ciendo una defen-
sa triunfante de su porte, y dando una razon la
mas justa y religiosa del motio que haban teni-
do para erigir aquel glorioso monumento . Fioees
y sus compaeros oyeron, no solo con atencioo,
sino coq un gozo inesplica ble la r elacion que les
hi cieton las tribns de Galad; recibieron con el
mayot placer su justificacion, y Finees, hijo del
sumo Sacerdote El cazar, les dijo: ahora si que
sabemos que 'est con nosotros el Seior, . pu e~
to que vosotros estais agenos de esta l)revarica-
cion y habeis librado de In ira del Seor los
hijos de Israel. Con esto Finees y los Prncipes,
sus compaeros de comision, trataron de despe-
ditse de los hijos de Rubn, Gad y media tribu
17
Biblioteca Nacional de Espaa
2to
de Manass y volverse con toda diligencia dar
al gra o Sacerdote Eleazar , al santo General Jo-
su y todos los hijos de Israel del otro lado del
Jordn, la feliz noticia de la religiossima disposi-
cion en q ue haban ha llado todos los hijos de
I srael de la otra parte del rio. Su tdtimo Dios
f u exhortarles que viviesen en paz, temiesen y
amasen Dios y guardasen sus santos manda-
mientos. Al concluir esta exhortacioo tomaron su
camino, y el deseo de llevar una noticia de tanta
co nside racion y consuelo, les di las de diligen-
cia y en muy poco tiempo llegaron Silo sin la
menor novedad.
No se puede esplicar el gozo que recibieron el
sumo Sacerdote, el anciano General, los Prnci-
pes de las tribus y todos los hijos de Israel que se
haban reunido en Silo y se hallaban con las ar,...
ma-s en la mano para castigar en sus hermanos
este delito que no haban cometido, cuando oye-
ron los comisionados: que el altar, que les ha-
ba puesto en tanto cuidado y hecho tomar las
a rmas, no era obra de una preva ticacion, sino
de una precancion digna de toda alabanza y que
no eta u n altar de vctimas, sino tln monumento
de religion y de union entre los hijos de Israel.
L uego dejaron las armas con tanto gusto como
atdietlte babia sido el celo con que las habian to-
mado. Y los Sacerdotes llenaron el templo, y los
L evi tas cieron el Santuario, y el pueblo todo se
reuni en el trio dar gracias Dios, y todos
uBa voz bendijeron, ala ha ron y glorificaton al
fuertsimo Seor , Dios de Israel, que haban in-
vocado en su defensa los hiJos de Galad, sus re-

Biblioteca Nacional de Espaa


25 1

ligiosisimos herm anos . Este suceso que tuvo ua


fin tan dic hoso y lleno de consuelo pa ra los hijos
de Israel y de glori a para el Seo r, ofrec e gra n-
des egem plos de celo, de mode racio n, de justic ia,
de carid ad y sobr e todo del mas ardie nte deseo
de evita r por todos los medios la division e n rua'-
teria de religioo.
Ex/ortaciort del anciano Josu. Pasa do nlu-
cho tiemp o (com o unos diez aos ) des pues que
el Seo r babia dado la paz Israe l, sujet as todas
las naciones de en rede dor, y siend o ya Josu de
edad muy avan zada , convoc los ancia nos ,
los Prn cipes , los caud illos , los magi strad os,
todo Israe l, y les dijo : yo he erwejecido y me
hallo en una edad muy adela ntada . Vosotros veis
todo lo e lle el Seo r , vu estro Dios , ha hech o en
vuestro rededor con todas las nacio nes; como l
mismo ha peleado por voso tros, y que ya os ba
r epaotido por suert e toda In tierra desde la parte
orien tal mas all del Jord n hasta el mar gran de
(el medi terr neo ) ; pero os q ueda n au n much as
naciones que conq uista r, esto es, mucb os restos
por.c ion es de las naciones conq uistadas. El Seoo;
vuest ro Dios , las exter mina r. y disip ar de vues -
tra prese ncia, y poseereis la tierra como os lo loa
prometido. Solo se neces ita que os revis t ais ele
valor y que seais m u y cu idadosos de guar dar to:..
das las cosas que estn escritas en el libro de la
ley de Mois s, y no os desvieis de ella ni la de-'o
rec ha, ni la izq ui erda. Desp uesq ue entre is en la
tierra de esas geht es, no jurei s por el nombte de
sus Dioses, ni los sirva is, oi los ador eis, sino es-
tad unidos al Seo r , vuestro Dios , como lo h a_.,.
.
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2..5'.1.
beis tJstado basta este- da., Y entonces :.el ser
disipar~~ vuestra pr~sencia .esas .g~ntes .~randes
y robustlslmas, y nad1c poclra res1sllros. Uoo solo
de vostros perseguir. mil e nemigos, por que
el Seor, vuestro Dios, combadr l mismo por
vosotros, como lo tiene prometido. Est.o solo pro~
curareis con muchsima dili ge ncia q~te anuis al
Sei'ior, vuestro Dios. Mas si qttisieeis adbcri1os
los errores de esas gentes y mezclaros con ellas
por matrimonios y amistades, tened entendido
desde ah01a: que el Seor, vuestro Dios, no las
exterminar de vuestra presencia, sino que scru
para vosotros una hoya y un lazo y un tropiezo
vuestro lado y un dardo clavado eu vuestros
ojo.s, hasta que os extermine y disipe de esta ex"-
.c elente tierra. que os ha dado. Yo estoy ya para
m orir; vosotros reconocereis que el Seor no ba
dejado sin cumplir ni una sola palabr<\ de las que
os prometi que cumplira; pues as como ha
cumplido todo lo que. promciio y rodo .os ha su-,
cedido prsperamente, asi tambien enviar sob1e
vosotros todos .los males que tiene amenazados
hasta qu itaros y extermina ros de esta tierra pti1
ma que os ha dado. . ..
Otra del mismo. Despues de este discurso tan
interesante ya por las grandes promesas, ya por
las tcrri.bles amenaza$ que con tiene, desp)Jes de
este discurso que tiene todos los visos de, ltima
despedi-da, aun vivi Josu varios .meses.. ocupa-'
do de los temores que. le c ausaban las amenazas
del Se. or , si su querido pueblo llegaba. ser in.,.
.fiel. El le relejaba en paJ. , lle no <le fevo y. entre-
~a.do, a: excacto cutl}plimiento de lps mandatos del

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253
Seor; pero como 'babia 's ido testigo . ocular de
sus ioftdclidndes en el tiempo de su predecesor, y
siervo de Dios, Moiss, sus temores pasaban mas
all que sus esperanzas, y acaso estos temores
fueron la causa de querer hablar otra ve1. su
amado pueblo antes de separarsc ue l para siem-
pre. En efec to, de acuerdo con el gran Sacerdote
Eleazar, CJII C siempre fu sn consejero, convoc
la ciudad de Siq uen, poco distan te de Silo, otra
junta general de toda la nacion, y esta era la l-
tima en que. haba de hablar su pueblo el santG
anciano. Se hallaron en Siquen el da sealado los
ancianos, los Prncipes de todas las tribus, los
jueces , los magistrados y todo el pueblo, .espe-
rando lo que tendra bien decirles su Gencnl.
Todos le amaban como padre , y' cada vez. escu~
chaban con mas r espeto y atencion sus palabras
temiendo que fuesen las ltimas que le oyesen.
En esta ocas ion, des pues de hace rl es presente los
principales prodigios qu e haba obrado el Seor
su fa,.or desde q ue sac Abrabam, su padre,
de la Caldea hasta este di a en que les hablaba, y
despt1es de haberles conmovido con la relacion
de tantos portentos obrados su favor , les dice
con a(]oel celo de la honra y gloria del Seor
que ardia siem pre en su peclro.
. Ah ora, pues, hijos mios, temed al Seor y
servid le con un corazou perfecto y sincersimo; y
queriendo el venerable anciano obligarles una
protesta solemne de que serviran siempre al Se-
or, les pregunta : quereis vosotros servir en
al gun tiempo los Dioses de los Amorreos en
cuya tierra habitais? ,Lejos de noso tros, .res.pon-

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254
cli todo el pueblo al orlo ; lejos de nosotros que
dejemos al Seor en ning un tiempo y si r vamos
Dioses agenos. El Seor , nuestro Dios, l mismo
sac nuestros padres y nosotros de la tierra
de Egipto, de la casa de la esclavitud, hi zo
nuestra vista gandes prodigios y nos guard en
todo el camino por donde anduvimos y en todas
las poblaciones por donde pasamos, y a'rtlj
todas Jas gentes, y al Amorreoqu e habitaba en la
tierra en que hemos entrado. Seniremos, pues,
al Seor, por que l es nuestro Dios. Esta pro-
testa era la que deseaba or Josu de boca del
pueblo; pero Josu quera que se asegurasen mas
y mas en su protesta, y les replic: no podreis
servir al Seor, por que es un Dios santo y no
perdonar vuestras maldades. Mas el pueblo con-
test' con una fimeza que tocaba en resentimien -
to. No, no ser asi como vos lo decs, sino que
nosotros serviremos al Seor. Josu, quien
agrad sobre manera esta respuesta , les ton1 la
palabra y dijo, vosotros sois testigos de que voso-
tros mismos habcis escogido servir al Seiio, y
ellos respondiero n: si , somos testi gos. Josu en-
tonces se aprovech de es ta 6me resolu cion en
qu e se hallaban para animarles . cles tui los
d olos de Canaan al pase que fuesen co nqui.s-
tando los terrenos que nun posean los Canncos,
y les dijo: pues bien; qui tad los Dioses ngenos de
e u medi o de vosot1os, inclinad ' 'uestros cora-
zones al Seor. Si, contest el pueblo, si,
nuestro Dios seniremos y sus mandatos obede-
ceremos. Aqu Josu , siguiendo el modelo 1lc su
il u$tre predecesor Moiss, qujso que estas solcm-

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255
nes y repetidas prote stas que los hijos de Israel
acnbaban de hace r, se conservasen para siempre;
y fin de conse guirlo , hizo que se escri biesen y
\lnieseu como un aditam ento al libro de la ley
que habia escri to Moiss y se consenaba en el
arca de la alianz a; y para conclui r estos prom e-
timientos con uno de aquellos actos que dan gol-
pe lot sentidos y fijan las ideas de Jos pueblos,
l1izo rodar y celoc ar bajo de una encin a, que
haba en el paaje de la reun ion, una enorm e pe-
iia, y dijo: ved ahi eRa pea. Ella dar testim onio
contr a vosotros si acaso en adela nte quisiereis ne-
gar vuest ras protestas y ment ir al Seo r, vuest ro
Dios. Con esto despidi Josu al puebl o para que
cada u no se vol viese su posesion. Nada mas po-
da esperarse ya del celo de un santo ancia no, que
si, duran te su vida, f u el guerr ero mas hbil de
Israel , en los ltim os das de ella, fu el Israel ita
n1as religioso de su tiempo.
St< muer te. Lueg o que despidi al puebl o,
muri en la paz del Seo r y con su muer te per-
di Israe l un Gene ral inven cible, un angel de
consuelo y fortaleza, un an1irro de Dios, un con-
fidente de sus secretos y un J'epositario de su po-
der. Fu grand e hasta eo el nomb re, por que Jo-
su es lo mism o qu e Jesus , y nsi le llama el Ecle-
sistico. Todo s saben cue Jesus significa salva dor
y Josu lo fu del puebl o de Israel , repre senta n-
do aquel que en la sucesion de los siglos lo ba-
bia de ser de todo el mund o. Josu fu sucesOl'
de Mois s en la profeca , dice el mis:no Ecles is-
tico, y mxi mo en salva r los escogidos de Dios,
y en derro tar los enemigos que se le opon an
.
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256
t;ara que' lsrellograse la herencia. Cunta glo-''
r.ia no alcanz ahando su mano y revolviendo su
espada contra las ciudades? ,Qun antes de l
combati asi? Por ventura no se detuvo el sol
para .dar tiempo su ira (v'ictoria) sobre sus ene-
migos y fu u u dia como dos? El in,oc al Alt-
simo cuando combata los enem igos por todas
partes, y Dios, grande y santo, le oy en,.iand o
piedras de granizo m uy duras y pesadas. Se at-
roj con mpetu sobre sus e'nemigos y les deno-
t' en la cada, para que conociesen las gentes su
poder, por' que.fu en pos del omnipotete, y no
es cosa fcil pelar contra Dios. Despues de este
magnfico elorio .q'ue hace el Esphitu santo del
valiente y r ehgioso Josu, solo resta dar una re-
lacion abrebiada de su vida.
Naci en Egipto, cincuenta y tres aos antes
que saliesen de all los hijos de Israel. Pas cua-
renta en el desierto, .siendo constantemente un
ministro fiel de Moiss. Al entrar en los noventa
y cuatro de s.u edacl fu pues to al frente de su
nacion, y desde este tieinpo, por seis aos ente-
ros, estuvo siempre con las armas en la mano y
en mo,imiento para hacer la conquist de la
tierra prometida, y establecer en ella, segun el
encargo del Seor, los hijos de Israel. Los diez
aos siguientes de su vida ya fueron d.e paz, y el
que no era menos poH tico que valien!e, 'los em- .
ple en arreglar, de concierto con el gran Sacer-
dote Eleazar, el-gobierno civil, y en poner en to-
da observancia las ceremonias de la religion. No
se babia de sus hijos ni descendientes en la Sa-
grada .Escritura, . ni ~autos Padres , y
es sen-:

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1'

257
la vi'tgi ni-
ten cia co mu n de est os, qu e con ser v
dad tod a su vid a .
en -
Su sepulcro. Mu ri en Siq ue o, pe ro fu a
cu e l hab
ter rad o en a ciu d ad de T enn tsa raa
sep ulc ro. El
ree dif ica do , pre pa ran do en ell a su
on ser m ag-
aco m pa a mi en to y l os fun era les deb ier
rle de Isr ael
nif icn s, hal ln do se tod av a la ma yo r pa
posesion ars e
reu nid a en Siq ue n sin hab er pas~do
la sue rte .
de los ter ren os qu e les hab a se ala do Ac aso
En terramien to de los lut osos de Jos.
mp aii am ieo -
al mi s mo tie mp o y con el mi sm o aco
ien to de los
to y magnifice1i cia se hiz o el ent er. .am
e Pa tri ar-
hu eso s de Jos . Es tan do par a mo rir est
an os qu e
ca, ob lig co n jur a me n'to sus he rm
de Ca naa n
lle vas en consi..,o su s hu esos la tie rra
ir Jos fu
pa ra sep u lta r7os en ell a. Ap ena s esp
en un a caj a
em bal sam ado su cue r po y d epo sita do
era cio n
y cus tod iad o en Eg ipt o con mu cha ven itu d, y
lav
po r tod o el tie n1p o qu e du r la esc
ra la Liena
Mois s tuv o b uco cu ida do , al sal ir pa
tos mo rta les
de Ca na an , de lleva con sig o los res
s enteg
del am ad o de Jac ob . Al mo ri t Mo is
u , co nq u is-
Jos u est e res pcthle d ep sito , y Jos
de Ga lga la,
tad a la tie rra de Ca na ao , le taslad
seis aios de
do nd e hab a est ado en cus tod ia los
cu ya cer-
la gu err a, su pos csi on de Siq u cn en
pad re Jac ob
can a se h al lab a aq uel cam po qu e su
r po r cie n
hn bia com pra d o los hij os de He mo
ert os. Y en
COI'(Ieras pa ra en ter rar eu l sus mu
ala do en los
efe cto , el sep ulc ro de Jos se ba ila se
m apa s las cer can as de Siq ue n. Ac aso
Jlfnerte de l sum o Sa cer do te Ele aza r.
tre int a dia s
no ha br a Isr ael con clu itlo el lut o de

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258
que se hac ia en la mu ert e de los 'gra nde s per
so-
naj es, cua ndo tuo que pri nci pia r otr o con
ti-
nua r el pri me ro pot la mu ert e de otr o person
aje
ilu stre . Este fu el gra o Sacerdote Ele aza r,
que
sig ui mu y de cerca al General Josu eo el cam
i-
no del sep ulc ro. Ele aza r fu hijo de Aarn y el
se-
gun do PootiGce de lsracl. Suc edi su pad re
en
el pontificado el ao cua ren ta, des pues de la sal
i-
da de Egi pto , y egetci la sob era na por esp
aci o
de die~ y ocho. De e~e sum o Pon tfi ce se ref
ie-
ren pocas acciones ind ivi dua lme nte , pero
co-
mo tuvo tanta par te en las de Jos u, de qui en
el
Se or le hab ia dec lara do consejero y gu ia, y
en
cie rto modo sup eri or y pad re, las gra nde s haz
a-
as y los gra nde s elogios de Josu son tam
bie n
de este san to Pontfice. Su eda d no se sabe pun
-
to lijo. Lo que consta de los libr os santos es,
qu e
f u el me nor de los tre s hijos de Aa ro , y
que
lleg al pontificado por la tem pra na mu ert
e de
sus dos her ma nos . En cua lida d de Ponlifice ten
a
sob re los hijos de Israel una aut ori dad sup rem
a.
En las jun ta s ocu pab a el pri me r lug ar y en
las
actas pblicas se ponia su nom bre ant es que
el
de Josu.
Su !tifo y saesor Fi11ees. El cazar f u sep ul-
tad o en Ga baa t, ciu dad cue se hab a dado en
po-
sesion ;) su hijo y sucesor Fin ees , sin dud a
por
consideracion al celo que este valiente Isr ael
ita
hab a maoi!'cstaclo cua ndo prevaric6 Isra el
con '
las hijas de i\'ladian, idolat? en el tem plo
de
Beclfeg-or . Finecs .sucecli6 su pad re Ele aza r
en
la dig nid ad de gra n Sac erd ote , per o nad ie suc
e-
di Jos u. En la con stit uci on , dada por
Dios

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259
tuv ies en es tos
ir los Isr ae lit as , er a es en cia l qu e bie rn o es pi i-
un a au to rid ad su pr em a paa el go
el su mo Po nt -
tu al , y esta er a la qu e re sida en
tuv ies en pa ra el
fic e, pe ro no er a esen cia l qu e la
r en la se rie de
go bie rn o tem po ra l , co mo se ve
esta his tor ia.

_.,.,.._
GOBffiRNO DE IS RA EL .

d el ca u tiv eri o de
. Moiss ha b a sa ca do Isr ae l
en ta a os pot el
E gi pt o, le ba bia co nd uc id o cu ar
en es de l Jo rd n .
desie rto y lle va do ha sta las m rg
rg ad o de Dios , le
En tod o es te tie mp o, co mo en ca
ba bia an eg la do
ba bia da do ley es y ce re mo ni as ,
cu an to pe rte ne ca la religi on
y al es tad o y
lor ia de Dios y
cu an to co nv en a la ho nr a y g
eb lo qu e se hn bia
la pa~ y fel ici da d de aq ue l pu
ar as e los ca mi nos
es co gid o el Se iio r pa ra qu e pr ep
la ve nid a de su sa nt sim o hij
o. Ha b a es cri to un
ut os reli g iosos y
lib ro qu e con ten a tod os los es tat
civiles qu e ha ba n de go be rn ar
es te en i dia ble
he cho sa be r en
pu eb l o, y des pu es de ha b rse los
posit ad o el lib ro
las ca mp i as de M oa b, ba bia de
de l ar ca de la
en el lu ga r sa nt si mo , de nt ro
ali an~a , y ba jo de aq ue l mi
ste rio so pr op ici ato rio
er ub in es , do nd e
<ue fot'mnban las las dt1 los qu
o r y ele do nd e
se de jab a se nt ir la gl or ia de l Se
es tas. Josu co n-
da ba su s ot:cnlos 6 diinas res pu
veces pr om eti da
qu ist la ti er ra de Ca na an tan tas
m , Isa ac y Ja co b,
po r Dios :. los Pa tri ar cas Abra ha
de Isr ae l, y en
di la po sc sio n de ell a los hijos

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260'
dje z aos que vivi des pues de la con qui sta ,
no
ti'at sino de que se pusiese n en egecucion tod
os
los reg lam ent os qu e babia dej ado escritos Mo
y que pertenecan al tiem po de esta posesion. iss Al
mo rir que d concluido este an eglo y era tan
aca-
bad o y perfecto par a el pueblo escogido por Dio
s,
que las alteraciones que en lo sucesivo se hi
cie-
ron en l, solo sirvieron par a imp edi r su feli
ci -
dad y ocasionarl~s g randes in felici~ ades. Po~
eit!a
en plena sob era ma esta uer ra pat rta rca l, fue
dt-
vidida en doce par tes , adjudicadas por sue rte

las doce trib us. Cada una de estas tenia en
su
pri nci pal ciudad ll n senado com puesto de
an.:
cianos y padres de fa mi la y de un presid
en-
te elegido de ent re ello s, y este trib
una l
se llevaban los negocios genera les de la trib
u.
Cada ciu dad tenia sus ancianos por jueces y
las-
causas de los pa rti cul ares se termi naban por
su
par ece r. La cap ital cen tro ele tod o el estado
era
la san ta ci udud qu e escoga el Se or par a asi
ent o
del tab ern cu lo y del arc a san ta. El suruo Po
nt-
fice y los sete nta ancianos componi11n alH el
tri-
bun al sup rem o, don de se ter min aba n los ple
itos
q ue no se hah ian pod illo concl uir en las trib
us
por sus jueces ord ina rio s. Tam bie n 6e celebraba
n
en esta ciudnd sag rad a las jun tas generales com
-'
pue sta s de los Pr ncipes de todas las trib us y
de
sus anci~nos y ma gis tra dos , las que presid
ia
siempre el Pontfice del Seor ; y en ellas se
de-
ter min aban los gra nde s negocios petenecieot
es
toda la nacion. En fio , en esta ciudad pri vile
-
gia da, y solo en ella y en su tab ern cu lo y
trio ,
podan ofl'eccrse Dio s vc tim as en sac rifi cio
y
Biblioteca Nacional de Espaa
261
holocau sto, incienso s y timiama s por el ministe -
rio de los Sacerdo tes y del soberan o Pont fice.
Su Monarca. Mas los hijos de Israel go berna-
dos de este modo, no estaban sin Monarc a. Eran
la nacion escogid a y el pueblo de Dios, y Dios
era su .Monarca. Asi es que el gobiern o de Israel
no era, ni ari stocrti co, ni democr tico, ni repu-
bli ca no, ni monrq uico humano , ni otro alguno
de cuan tos se han conocido. Era un gobictn o
monrq uico divino. Era un g obiemo teocrti co,
es decir, que tenia por l\lo narca al Seiior que
haba querido hacer con l las veces de l\lo na rca
humano . Asi es que cuando los Israelita s pidie-
ron tener un 1\ey, como las demas nacione s, el
Scltor se quej y dijo Samuel , que gobetn aba
entonce s el pueblo: no, Sanuel , no es t, sino
m, quien han desecha do para que no reine
sobre ellos.
Sus Jueces. Sin embarg o, este Rey del cielo
se elega , cuando era su divina volunta d , sus ,.-:
.cegercntes en la ti erra, y estos eran los que lla-
mamos Jueces de ' Israel, y cuya historia , aunque
muy compen diada, ocupa uno de los libros san-
tos con el ttulo de libro de los Jueces. Compr en-
de trece que fueron Otonicl , Aod, Sang r. D-
'Vora con Bar, Gedeon , Ahirncl ec, Tola, Jairo,
Jept, Abesn , Ah iln, Adn y Sa nsn, porque la
llistoria de Hel y Samuel , que tambien fueron
Jucces de Israel, se baila en cllibro primer odelos
Reyes. Todo el tiempo que dur este gobiel'Do,
que fu corno d e trescien tos niios, csperim enta-
ron los .Israelitas sus alterna tivas, ya humill ados
i>aJo el poder de sus enemi gos, cua ndo pecaban

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1.!62
-contra erSeor, y ya levantados de ' su humilla.:.
cion por medio de estos Jueces que les env iaba el
Seor cuando se volvian l y le pedian miseri-
cordia. De este modo les hacia ver que el nico
medio de triunfar de sus enemigos y asegurarse la
proteccion de su Monarca divino, era mantener
en su pureza la celestial religion de sus padres y
guardar s us santos mandamientos, y que de lo
conttario, no debian esperar sino el desamparo de
Dios y la dorninacion tenible de sus encarnizados
enemigos. Aunque la mayor parte ele estos Jueces
les fueron dados para librarles del yugo que por
sus prevaricaciones les habian puesto, ya u nos, .ya
otros enemigos, algunos no tuvieron otro encar-
go que, como enviados extraordinatios de Dios,
administrar jLtsticia en Israel con una autoridad
supetior y mas firme que la del consejo de los
Prncipes y ancianos de las tribus. En fin, este
libto contiene, por decirlo asi, la historia de la
justtcia y la ntiseticordia de Dios para con todos
los hombres y particularmente para con los hijos
de Is rael.
Gobierno de cada tribu. Moiss y Josu fue-
~, ron los dos grandes hombres que se eligi el Se-
iiot para trasplantar su pueblo escogido de la
esclavitud de Egipto la tierra de pron1ision.
Moiss le sac de Egipto, le cood njo cuarenta
aos por el desierto y le llev hasta las mrgenes
del Jordn; y Josu conquist la tierra de Ca-
naan y le puso en poses ion de ella. Aqui concl u-
y la obra de la promesa hecha por Dios tantas
veces sus padres. Asi que, Josu, al ver ll egar
su muerte, no trat'! como Moiss, de pro:veer de.

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263
un suce sor Israe l, porq ue acab ada la obra ,
no era ya necesatio, y en adela nte, segu n el
6rde n que el Seo r haba dado la nacion por
medio de Moiss, cada tribu deba ser gobe r-
nada por sus princ ipale s ancia nos y padre s de fa-
milia ; y toda la nacion por el Sane drn 6 gran
Consejo, comp uesto de seten ta ancia nos esco gi-
dos de todas las tribu s, y presi didos por el sumo
Sacetdote. Tam bien deba n celeb rarse , cuan do
ocur ran nego cios difciles y de gra n cons ecue n-
cia y grav edad , junta s gene ra les, compuestas de
los Prnc ipes de las tri bus, y de sus ancia nos y
magi strad os, y wesi didas pot el gran Sace rdote
para deter mina rlos; y como era el Seo r su Mo-
narca se le cons ultab a cuan do se duda ba del
acierto.
Conquista de cada t ribtt. Tal fu el caso e11
que se enco ntr lsra l despues de la muer te de
Josu. Este nclito y valiente gene ral haba exter -
mina do los Cannueos en nm ero sufic iente , co-
mo ya se ha dich o, para dar habit acion cmo da
y espaciosa los hijos de Israel , pero qued aba
cada una de las tribu s el debe r de idos exte nni-
nand o al pa~o que se aume ntase , y en diez aos
que ha bian pasado desd e el fin de las guer ras de
Josu hasta su muette, se habia n aume ntad o mu-
cho y necesitaban volvet toma r las arma s para
ensa ncha r sus posesiones irlos acab ando bdsta
su total e~terminio, en cump limie nto 'del decre to
del Seiio r; pero se dud cual de las tribu s deba
abrir la camp aa para acab ar con los Cananeos
que haba n qued ado en la tierr a de Israe l. Para
esto se tuvo una junta gene ral y se crey que la

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264
.de Jud debi principiarla, por que babia mu-
cho tiempo que es taba en la posesion de ocupar
el prime lugar. Ella haba ido la primera en las
.marchas de Israel por el desierto, se la babia se-
alado por la suerte la primera y mejor porcion
de la conquista, y era considerablemente supe-
.rior en nmero todas las demas tri bus. Estas
razones parecan suficientes para poner Jud
.antes que otra algnna las armas en la mano;
pero como las goenas de Israel se haban de ha-
cer bajo la {)I'Oteccion del Seor si haban de
conducir a victoria, quiso la Junta que. se
consuhase su divino Monarca para conta con
su proteccion desistir de la empresa. Se consul-
t, pues, al Seor por medio del ~ran Sacerdote
F inees, diciendo: cul subir delante de no-
sot ros contra el Cananeo , y ser la que gue en
esta guerra? Y respondi el Seor: Jud subir.
He ah que yo he puesto la tierra en sus ma nos.
Jud y Sirneon . Asegurada la tribu de
J ud de la proteccion del Seor, se prcpar
para romper la campaa. Mas como la tri bu
de Simeon tena su suene con la tribu de
J ud, se crey que estaba comprendida en la
pro teccion que el Seor haba prometido esta,
y se la couvid que se uniese con ella. Unete
conmigo, dijo la tribu de 1l1d la de Simeon.
P elearemos contra el Cananeo en mi suete y en
la tuya, y.Simeon fu con' Jud y pelearon juntos.
Estas dos tribus reunidas se pusieron en campa-
a, m ie ntras que las otras observaba n los ene-
migos que haba en las suyas, tenindolos en res-
peto para que no acudiesen la defensa de las

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265
que combatan Jud y Simeon. Estas subieron
contra el Cananeo y Ferecco y el Seor se los
ctreg. Acomelieron en seguida Bezec, ciudad
fuerte, bien guarnecida y defendida por su Hey
Adonibczec en persona; la tomaron y dieron la
muerte todos los idlatras que no pudieron
lJUir de ella. El Rey huy, pero le siguieron
fuertes destacamen tos, le alcanzaron y trajeron
al campo de los vencedores. Luego se le habra
hecho morir, como tantos oti'OS Reyes que no
perdon Josu; mas el Seor le destin ser un
egeruplar de su divina justicia. Se le cortaron las
extremidade s de las manos y los pies, y cuando
se vi Adonibezec mutilado y en tan lastimoso
estado; bien merezco, exclam, este tratamiento.
Setenta Reyes, cortadas por mi orden las extre.:..
midadcs de sus manos y sus pies, tecogian bajo
de mi mesa las sobras que calan de mi comida.
Asi como yo hice, as ha hecho el Seor conmigo.
Castigo justo que jams deja de imponer el Se-
or los crimiuales 6 en esta en la otra vida!
El egrcito victorioso !le, consi~o Adonibezec
la conquista de Jerusaln y alh muri.
Jerusaln tan famosa en adelante por ser tro-
no de la eligion y del imperio, y tambien pot
.)os obstinados sitios que sos tuvo contra los l'rn-
.cipes l)'las poderosos del mundo ; no eta .al presen-
le mucho mas fuerte que las oi utlades qllC ya se
l1abiar conquis tado. Se bati, se asalt y fu to-
rnada, pasada filo de espada, sa<1ueada y. entre-
gada las llamas; pero tenia esta ci udad robre
.un monte, el mas alto. de todo el pas, una ciu.,.
~ladela llamada.la fortaleza d e Jebu_s. Esta no fu
. 18 - .
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~66
tomada con la ciudad , y es bien creble que en
esta omision principi la prevaricacion del man-
da to que todos tenan de exterm inar los idlatras
y no permiti r que viviesen entre los hijos de Is-
rael. Estas dos tribus debieron tomar la fortaleza
por mas defendida que estuviese, puesto que con-
tra el poder del Seor que les llevaba de victoria
en victoria no babia defensa. Sin emb:11g o el Se-
or no dej de proteget estas dos tribus en to-
da la campa a por esta falla, y de aqu infieren
alguno s que tenia particulares designios acerca de
la rendici on y extermi nio de estos Jebuseo s, y
que nunca permiti que tratasen con. los Hebreos.
P ero sea de esto lo que fuere, no puede dudarse
que estas dos tribus continua ron su campa a con
la misma protecc ion, y consiguieron cuanto em-
prendie ron. Por la parle orienta l de Jud bajaron
al medioda y todo lo conqui staron, habiendo pe-
recido en estas guerras un gran nmero de id-
latras. A su vuelta del mediod ia em ptendieron la
toma de dos ciudades fuettcs Hebron y Dabir que
pertene can al valeroso Caleb y que babian sido
Lomadas por Josu y vuelto al poder de los hijos
de Enac.
Caleb, en la edad de noventa y cinco aos
asista en (lersona estB conquista y regular men-
te manda n a en ella. Hebron fu envesti da, asal-
tada, tomada y pasada filo de espada pesar de
la defensa que hicieron Sesai, Abimao y Tolmai,
todos tres hijos de Enac, de una estatura mons-
t r uosa y fuerzas gigantescas. Hebron estaba en el
nmero de las ciudade6 Sacerdotales y Culeb t u-
vo por grand.e honra que vi viesen los Sacerdotes

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267
del Seo r en la hered ad de su familia. La toma
de Hebron facilit la de Dabi r, llamada antig a-
mente Cariatsefer y perteneciente tambi en la
propiedad de Caleb. En la toma de esta ciudad se
us de un medio del que no se haba echado mano
en la de las otras ciudades. Acaso quiso la divin a
providencia propo rcion ar por este medio el pri-
mer Juez Israel. Caleb propu so un premio. Yo
dar, dijo, mi hija Axa por muge r aquel que
hiriere Cariatsefcr y la destru yere. El premi o
de esta victoria mereca sin duda que se despr e-
ciasen los peligros del asalto. Era Caleb el hon-
bre mas distin guido entre los hijos de Israel y la
mano de esta ilustr e Israelita era de muy allo
hono r para no hacer que aspirasen ella los mas
valientes del egrcito. Otoniel fu el dichoso en-
tre los valientes que tom la ciuda d y que r eci-
bi pot muge r la hija del famoso Caleb. Este
vener able ancia no tuvo un gran place r en dar
su hija en matri moni o un valiente de Israel ,
pero lleg al colmo su alegr ia cuand o vi que
este valiente era su sobri no, hijo de su herm a-
no Ceoez.
Colocacio" de las famil ias Cineas. Despues de
poner Calcb en la posesion de .us ciuda des, se
trat de la colocacion de las familias Cineas des-
cendientes de Hobab , hijo de Jetr , que traia su
orige n de los pueblos Cineos, y fu suegr o de
Moiss. Cuando el puebl o de Israel levant su
campamento del pie del mont e Sina para conti -
nuar su viaje la tierra prom etida , dijo Moisi
Hoba b, su cuad o: nos partim os la tierra que
Dios uos ha de dar. Ven con nosotros para que
.
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~68
te baga mos bien, por que el Seor ha prometido
bienes Israel. Hobab se neg y dijo que quera
volverse la tierra en que haba nacido que era
la de Madian; pero Moiss le inst diciendo: si vi-
nieres con nosotros te daremos lo mejor que hu-
biere de las riquezas que el Seor nos ha de dar.
Hobab se rindi y camin con Mois~s, incorpo-
r ado en sociedad y rcligion al pueblo de Is-
r ael. Esta promesa hecha Hobab por Moiss, es
la que se trata de cumplir abora. Los descendien-
t es de este Cineo se haban establecido en la ciu-
dad de las Pal mas, cercana Jeric, y all per-
manecieron mientras que vivi Josu; pero ellos
queran vi vir en las campias 6 desiertos de Jud
situados al medioda de esta tribu. Para cumplir
sus deseos y la promesa de Moiss, fu preciso ir
lo ltimo de la tierra prometida y cleotruir los
Cananeos que quedaban por aquella parte. Esto
se egecut con tanta mayor actividad y contento,
cuanto proporciona ba el entero cu mplimieoto del
voto que babia hecho hrael al Seor de entregar
al anatema todas las ciudades del Rey de Arad,
q ue les sali hacer la guerra en el desierto,
cuando caminaban la tierra prometida, porque
solo pudieron destruir entonces las que hallaron
al paso. Las tribus de Jud y Simeon seguidas de
los Cincos abanzaron hasta la ciudad de Sefat
que era la mas fuerte del Reino, y la tomaron,
saq uearon y entregaron las llamas. Se estendie-
ron en seguida por las campias y exter minaron
los Cananeos, sus pueblos y ciudades tan com-
pletamente, que se llam aquel pais y principal-
mente la ciudad de Scfat, Horma. Esto es anate-

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. 'Og
ma, por que todo qued 6 exterminado. Libr e de
Cananeos aquellos terre nos, se establecieroa ea
ellos los Cine os, hijos de Hoba b, y vivieron coa
la tribu de Jud ~n lo sucesivo.
Recabitas. De estos Cineos descendieron tres -
cientos aos despues aquellos famosos Recabitas
que fu eron como los Anacoretas Solitarios del
antig uo testamento. Jona dab' , hijo de Reca b , les
di las reglas y ordenaciones que observaron con
tant a fidelidad y constancia. ' ' ivian en soledades
bajo de tiendas 6 en caba as, y se ocup aban en
leer los libro s sant os, estudia r en ellos la ley de}
Seo r, adm irnr , bend ecir y adora!' sus bond adea;
ensalza r sus glorias , can tar sus alabanza~ y ; v.ivili
de su sant o amo r. Su fund ador Jona dab prohibi~
entr e otra s cosas, el uso del vino , tant o ellos
como sus fam)lias ' y fuer on tad exactos en el
cum plim iento de este man dato , que el mism
Dios les puso por egem plar los Judlos para re-
rend erles la falta de' cumplimiento C:lc su' divi na
t ey, com o 1o vamos a ver.
1 o

Con motivo de la guer ra que hacia el Rey ~a


bucodonosor .Joaquin , Rey de Jud , se viero n
precisados los Recabitas dejar las chozas ca-
baas en que vivian en aquellas soledades, y re-'
tirar se Jeru saln para no caer en manos de SU$
tropas, que todo lo tal;1bau. Por este tiempo prit.>.
fetizaba Jere mlas , mas bien llora ha la cautivi!.
dad de los Jodl os, que iba verificarse en cast i-
go de sus enormes prev aricaciones. El Seo ~ mi-
sericordioso por si, y justiciero por .nue stfa cul-
pa, se vali del egem plo de los Reca bita s, que en
la actu alid ad se hall aban en Jeru saln despues de

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270
tresciento~ aos de vida solitaria, para reconve-
. orles, reducil'les la penitencia y perdonarles ,y
para esto dijo Jeremas: vete la casa de los
Recabitas, llvales la casa del Seor y dles vi-
no beber. Y tom, dice el Profeta, Jezonas y
sus hermanos y todos sus hijos y toda la
casa de los Recabitas y los introduje en In ca-
sa del Seor y puse delante de ellos copas llenas
de vino, y les dije: bebed; pero ellos respondie-
ron: no beberemos vi110, por que Jooadab , hijo
de Recab, nuestro padre, nos mand, diciendo:
no bebereis vino, vosotros, ni vuestros hijos ja-
ms, y casa no edificareis y semillas no sem-
brareis y vias no plantareis, ni las poseereis;
mas en tiendas ,habitareis todos los das de vues-
tra )'ida. Hemos, . pues, obedecido la vot de
.Jonadab, hijo de Recab, nuestro padl'e, en todas
las cosas que nos mand.
Anda, me dijo aqu el Seor, d los varones
de Jud y los habitadores de Jerusaln: han si-
do obedecidas las palabras de Jonadab, hijo de
Recab, que mand sus hijos que no bebiese\
vino y no lo hao bebido basta el dia de hoy poi.'
que hao obedecido el precepto de su padre, y yo
os he hablado vosottos y no me obedecisteis,
y os envi mis Profetas y no inclinasteis vuestro
.odo ni me escuchasteis. Los hijos de Jonadab,
hijo de Recab , han obedecido el mandato de su
padre, mas este pueblo no me ha obedecido; por
lo cual har venir sobre Jud y sobre todos los
habitadores de Jerusaln toda la afliccion qne he
dicho contra ellos, por que be hablado y no me
han.e,~uchado, he mandado y no me han obede-

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27 1

'1 y d" J er em '


a s '
a 1 a ca sa de Recab : po r
cc o; IJO
iento de Jonada b
que ha beis obedecido el mandam
be is he ch o to da s la s co sas qu e os man d6 ; esto
y ha
de la descenden-
dice el Se o r: no falta r Ya ron
de Io na da b, hijo de Re ca b, qu e est de lan te
cia
de m t'odos los dias.
Nin~un elogio mas gr an de
de l a obediencia
convencioo mas
de los Recabitas y ni ng un a re dios. Jo na da b
s Ju
ter rib le de la inobediencia de Jo
ediencia, vivia en
fundador de estos hijos de la ob
se merecia ta nt a
tiempo de Je u, Re y de Israel, y
qu e subiese su
consideracion qu e este Rey hizo
en tr6 por pr i-
carroza y le acompaase cu an do dan de estos
scen
m era vez en su corte. Acaso de
rosos Esenos qu e
famosos Recabitas aq uellos fervo caron con lo s
vo
al gu nos P ad res de la Iglesia eq ui mpos del cr is-
tie
fervorosos fieles de los primeros
n Ger6nimo dice :
tia nismo. Lo ci er to es qu e Sa
ia s, Elseo y \os
qu e asi estos Recabi ta s, como El
modelo de los
hijos de los Pr of et as , fueron el
o.
Monjes de la I~lesia de Jesucr istspues de la colo-
Guerra con los Filisteos. De
da de Ju d , pa -
cacion de los Cincos en el medio
ca qu e iba ce nc lu irs e la gu er ra de estas dos
re
t ri bus. Al no rte se haba tomado
Bezec y Je-
ln . Po r m ed io d a ba bi ao sid o ex te rm in ad os
ru sa
sesio n de su he -
los gigantes y pues to Caleb en po
nc ia. El re in o de Ar ad ac ab ab a de se r co nq ui s-
re
to rio los Cincos.
tad o y establecidos en su te rri s qu e combatir ,
Po r el or ie nt e no haba enem igo qu e ocupaban
s
solo restaba de str ui r los Filisteo ente. Se em -
occid
las ribera$ del medite rr ne o al
pr en di es ta l ~ima co nq ui na
y se to m ar on las

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2 72
p 1a~as de Ga1.a, Asea1on,
' Acar6n y sus . ternt.or10
. s;.
pero sea que los Filis teos, como colon ia de Egip -
cios, no en traba n en el anate ma pron unci ado
cont ra los Cana neos ; sea que las dos tribu s des-
confi aron de pode rlos venc er al ver en las llanu -
r as sus carro s arma dos (desc onfia nza inju sta
l
inexc usab le, pues hahia o visto ellos mi;;mos Jo-
su destr uir el gran de egrc ito de la liga, toma r
y quem ar la mulli tucl de sus carros arma dos y
desja rreta r sus caba llos) la conq uista de los Filis-
teos no se llev cabo . Ya verem os en el discu rso
de esta hi stori a cuno impo rtan te habr a sido al
r epos o de Israe l la enter a destr uccio n de estos
enem igos del pueb lo de Dios.
Efra in f Maru us. Serra cosa dificil de-
term inar punt o fijo cuan tas bMal las d icron
y cuan tas camp aas hicie ron estas dos tribu s
unid as; y no lo seria menos averi gua las pe-
l eas de las otras tribu s, ni el ti empo que du-
raron las guer ras obsti nada s que todas se viero n
prec isada s hace r, por que apen as habla n los li-
bros santo s. Sin emb argo , nos dicen que las dos
t ribus de Efrai n y Mana ss, que comp onan la
casa de Jos , subie ron toma t Betel que antes
se llam aba Luza , y qoe fu el Seo r con ellas.
En efect o, expe rime ntaro n bi en su divin a prorc c.-
cion , pot que cuan do ya babia o pues to cerco
la ciud ad, viero n un hom bre que salia de
ella y le dijer on: mani fisra nos la entra da de la
ciuda d y u sarem os con tigo de mise ricor dia , y
habi ndos ela l most rado entra ron en la ciud ad
sin que les costa se ni un solo ataq ue, la pasa -
rol!. lilo de ~spada ; pero dejar on ir lib~e al

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273
hom bre que se la l1abia man irest ado con todo s
sus pari ente s y sus bien es, el cue pas mor ar
en la tierr a de Het in, fuer a de la tien a de pro -
misi on, y edific all una ciud ad que llam Luz a,
para con serv ar la mem oria de su patr ia en la
cual no espe raba volv er pon er jam s los pies.
Ho mbr e infe liz que pud iend o incorpo1'arse con
su familia al pue blo del Se or, sigu iend o el
cgem plo de la ven turo sa Rah ab y su pare ntel a,
ado rar en l al Dios verd ade ro, serv irle y UlCI'e-
cer la vida eter na, prefi ri aba ndo nar s u ama da
ptr ia y fund ar en tierr a estr a a ttna ciud ad para
dar cult o al dem onio en sus dol os y perd erse
eter nam ente ! Per o ado rem os aqu i los inco mpr en-
sibl es juic ios del, Se or que reci be en el seno de
su pue blo 1\ah ab y deja ir cam ino de su per di-
cion este Amor reo.
Rclojacion de Israel. Has ta aqu todo iba bien
y el Se or man ifc taba esta r satis fech o de la obe -
dien cia de su pue blo en la prot ecci on que le dis-
pensa ba en sus con quis tas, y vict oria s que conc e-
da sus arm as: mas entr etan to que Isra el con -
segu a triu n fos glor ioso s, sufr a prd idas irre pa-
rabl es. Un Hecioso nm ero de anci anos , que ha-
bia en los ca mpa men to> y en los egr cito s, iba de-
sapa reci end o. Esto s re>pe tabl es isra elita s, test i-
gos ocu lare s en s u juventud de las mar a,il las
que hab a obra do el Se or en Egi pto y desp ues
en el desi erto , cuid aba n con muc ho celo <1ue se
cum plie sen con toda exac ti tud las Ol'()enaciones
del Dios de los port ento s, y era o mira dos corn o
los orc u los de la nac ion; pero no pasa ba dia en
que la hoz de la mue rte no sega se algu nas de es-

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274
tas venerables ca'b ezas, como espi~as sazonadas
ya por los aos. La juven tud insen sablemente iba
domin ando y aqui princ ipiaro n el desrdeo y las
d.esdichas de Israel. Este aflojaba cada dia en la
rectit ud de sus principios. La juven tud quer a la
libert ad y las co nd escendencias. La guerra variaba,
y ya en vez de segui r exter mi nando los idla tras
segun el mand ato del Seo r, y acaba r de lim-
piar la tierra prom etida de adora dores del demo-
nio, paaa qu e la ocup~sen nica mente los ado.-
radores de Dios, no solo no se les exter minab a,
sino que se llegaba contr aer alianzas con ellos.
Pri ncipia ron por hacer les sus tribut arios y aca-
baron por hacerles sus aliados y vivir con ellos.
De este modo fuero n camin ando de mal en peor
pesar de los clamores de los pocos ancia nos que
queda ban. En vano gemi an, exhor taban y ame-
nazaban estas ancianas cabez as; ya era muy d-
bil su voz para logra r impresion. Una huma ni-
dad mal enten dida, una huma nidad contr a el
mand ato de u o Dios, due o de todas las vidas y
de rodos los terren os, era el pretesto para las pre-
varicaciones que se bacian en Israel.
UTL Ange l/e corrige. Cuan do ya los ancianos
nada pudie ron alcan zar, el Seo r se di por en-
tendi do, y aunq ue esta ''CZ no ecb6 mano de Sll
justic ia, se vali6 de la ame naza y el teno r para
correrrir un pueblo al que aun no quer a casti-
gar. Estando reuni da la nacion en Silo, sin duda
para celeb rar algun a Gesta reli giosa , por que es-
taba all el arca santa , se present de improviso
uu Angel y les dijo en nomb re del Seo r: yo os
saqu de Egipt o y os introd uje en la tierra qu_e

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2?5
s pa dr es ; yo
p.romet co n jur am en to vu es tro
cto co n vo so -
ofrec qu e jam s inv alida ra mi pa
s no bicieris
tro s, pe ro co n tal de qu e vosotro
ta tie rra , si no
alianza co n los ha bit ad or es de es
sotros no b,a -
qu e de rri va rai s su s alt are s; y vo
babeis he ch o
beis qu eri do oir mi voz. P or qu
bo rra rlo s de
esto? Po r lo mi sm o no he qu eri do
se an ' 'llestros
vu est ra pre sen cia pa ra qu e ell os
in a; y co n es to
en em igo s, y su s Dioses vu es tra ru
sio ne s y am e-
desapareci el Angel. Estas rep ren
un Angel, ca u-
Jjazas, he ch as de pa rte de Di os po r
wo es de tod os
sa ro n gr an de im pr esi on en los coa
y po r tod as pa rte s no se oia o ab sin o su sp iro s, ni ee
vean sin o lg rim as en tan ta un da nc ia, qu e el
lla m el lu ga r
pa raj e do nd e es tab an reu nid os se
ios al Se o r
de los lloradores. Ofrecier on sa cri fic
y pr oc ur aro n aplacar su jus to enpe ojo con su ar re -
sar en esta oc a-
pe nti mi en to y su s lg rim as . Su
os sin ce ro s, y
sio n fu ve rd ad ero y su s pro p sit
el Se o r. De s-
asi co ns igu ier on qu e se ap lac ase
os co ns tan te-
pu es de este su ce so sir vie ro n Di
ne racion pr e-
me nte ha sta qu e la fiel y pia do sa ge
sente fu reu nid a su s padres.
la tie rra de
Principia la itl ola tr a de Israel en
promisi11n. En to nces un a nu ev
a ge ne rac ion qu e
o r y qu e, in-
no ha ba visto los pro dig ios de l Se
veia pa ra pode
cr d ul a, solo co nta ba con lo qu e
s de todos los
se im pla co mo todos los inc rd ulo
lo de lan te de l
tie mp os , se en tre g ha ce r lo ma
n viv ir co n los
Se o r y no se co nte nt6 ya co
i~61atras, co me rci ar y ba ce
r alia01.a s con ellos ,
ae l po r esp o-
srno qu e pas6 da r las hij as de Isr
, y los hijos Jc
.sas los inc irc un cis os de Ca na an

Biblioteca Nacional de Espaa


!1.'}6 . . .
Jacob las mugeres 'Amorreas; -de donde se si-
gui que las Israelitas perdan su religion vivien-
do con los idlatras, y las idlatras robaban Sil
religion los Israelitas. De este modo maridos y
mogeres, padres hijos vin ieron precipitarse en
la idolatra ~ adoraron Baalim y Astar ot y sir-
'l'ieron los dolos.
Patcce incre ble que los ltijos de aquellos Is-
r aelitas que delante de Josu protestaron tantas
'l'eces y de tantas maneras que jams dejaran de
senir al Seor y que nunca serviran Dioses
ageoos, pudiesen en tan poco tiempo caer en la
idolatra. Parece increible que un pueblo escogi-
do por Dios para depositario de su divino cofto,
un pueblo que naci, se cri, camin y acababa
de estab lece rse costa de portentos , pudiese dar
al traves co n todo, ol vidarse de todo, despreciar- .
lo todo, atropeHar por todo y caminar ofrecer
incienso tos dolos. Esto, repito, parece incre-
ble; pero es necesario tener presente que las he-
ridas en materia de religion son cancerosas y si
no se aplica luego el cauterio acaban por dar la
muerte. No hubo en la tierra de Israel como en
las campias de .1\loab, ni Finees ni Jueces que
cortasen el contagio; no hu bo caudillos colgados en
pblicos pa t bulos, ni ''cinticua tro mil cri min a-
les sacrificados pot ta justicia di vi na, y el mal
lleg al thimo extremo. Consecuencias 1 resulta-
dos, frutos amargusim os de la tolerancia l'eli-
giosa. Se principia por cosas que parecen peque-
as; se pasa mas adelante, y se disimula; se va
soca bando el edificio, pero no se advierte 1 porque
el pblico continua en la misma religion &e des-

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2')7
cubre n algun as de sus herid as y aunqu e al princ i-
pio asusta su vista, la costu mbre de verlas
sosieg a el susto ; al princ ipio escan dalila n, pero
con el tiemp o se llega n mirar como noved ades
de que nadie debe escan daliza rse; cesa por ge-
neral el enojo contr a los impo s; se clama cari-
dad, sufrim iento , tolera ncia, y en esta situacio11
de los espri tus el meno r m, ,,imie nto trasto rna
ceba por tierra el edificio. Se trasto rna la religi on
y al fin cae. Se atribu ye su cada la ltim a
causa visibl e, pero esto es un C<1gao. Poco po-
co se babia o ido socab aodo sus cimie ntos y el l-
tiu~o golpe no hizo otra cosa que verifi car Stl
ruma .
Esto suced e en las nacio nes que romp en la
unida d de la f. Mezclan la verda d con la ment i-
ra y camin an al templ o del error ofrec er in-
cienso al dolo de la hereg a. Esto mism o suced i
Israel para venir caer en la sima de la dola -
tra. Se princ ipi conse rvand o los Cana neos por
falsa comp asion en vez de exter mina dos por
comp asion verda dera; se pas vivir cou ello1>,
entra r en alianz as basta contr aer matri moni os y
se acab por toma r su reli gio o, cami nar los
templ os de sus Dioses y adora rlos. Por eso no es
de estra ar que de1pues de tan solem nes prote s-
tas se verificase tan terrib le ca ida, de la t ue no
se babri an levan tado, si Dios no hubie se toma do
uno de aquel los medio s de que usa su misrr icor-
dia cuand o quier e conse rvar su divin a religi on en
Un puebl o, un reino una nacio n.
Su castigo. Asi fu que el Seo r Jl3ra corre -
gir este pueb lo, que no quer a aband onar, pa-

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278 .
s de las amenazas los castigos. Entreg al pre-
varicador Israel en manos de Cbusan Rasatain,
Rey de Mesopotamia. Ocho a~os gimieron en la
mas vergonzosa servidumbre unos hombres que
habian nacido paramandar Reyes y obedecer
solo Dios. Nada nos dice el testo sagrado de lo
q ue pas entre Chusan y los Hebreos para venir
estos ser sus esclavos y este silencio nos mani-
fiesta que era el Seor quien armaba poderosos
enemigos contra ellos para castigar sus delitos.
A los ocho aos de sus idolatras se sigoieron
otros ocho de luto y llanto en la mas dura escla-
vitud. En este tiempo sus miserias y su vergon-
zoso estado les hizo volver en s mismos y cono-
cer que haban sido desamparados de Dios, por
que ellos ha bian desertado de sus di vi nas bande-
ras y los babia entregado tan pesados castigos,
por que haban sido infieles sus promesas y
jurmeotos. Reconocieron su culpa, detestaron su
prevaricacion , se volvie~n al Seor y clamaron
con un corazon contrito y humillado el perdon
de su dese rcion. Entonces el Seor, que solo que-
ra ver arrepentido y enmendado su pueblo, le
envi el primer Juez de Israel para que le librase
de su cautive1io sacndolo tlel podet de Chusan,
.
su llrano. '
Los libertadores y gobernadores de Israel,
quienes se d el nombre de Jueces, ern unds
hombres que enviaba el Seor se elegia
reciba el pueblo en ciertas circuustancias para
que le sacasen del poder de sus enemigos, le
librasen de caer en l, y tam bien para que le
gobernasen. La forma de 'Gobierno que Moiss,

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2 79
de orden del Seor; babia dado al pueblo de
Israel no necesitaba tle estos Jueces, y solo
sus extravos eran los que les hacan necesa-
rios. Cada tnbu en patticular tenia sus ancia-
nos, sus cabezas de familias y sus magistrados
que la gobernasen; y la nacion en genera 1 tenia
sus Sacerdotes, su Pontfice, sus leyes santas por
regla, y su Dios por Monarca: Tal era la forma
de Gobierno del pueblo de Dios. Pot ella se haba
dirigido desde que muri Josu 'en.un buen n-
mero de aos, y si los hijos de Israel no hubieran
abusado de la libertad que disfrutaba n en esta
monarqua div ina, habrian sido siempre felices.
Gobetnados y protegidos por un Monarca omn i-
potente in finitamente bueno y sbio, nunca
habran tenido necesidad ele estos Jueces en-
viados extraord inarios, cuya historia vamos
. . .
pnnc1 p1ar.

niSTORIA. DE LOS JUECES DE ISRAEL.

E sta 110 se hallar siempre tegida tle gran n-


mero de sucesos, tal vez una sola batalla incluye
toda la historia de un J uez, y tal vez se halla re-
d ucida estas precisas noticias: el pueblo preva-
ric, fu castigado con la opresioo, s'e reconoci,
Dios se apiad de l, le envi un Juez liberta-
dor que le sac de ella y en su muerte le dej en
paz; pero tambi en hay casos en que esta histo;ia
~~ rica y abundante en sucesos extraordinarios y
.stempre en nstl'Ucciones salutlables. .

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.280
Sct autoridad. Un Juez en Israel no era un
Rey ni tampoco un mero General. Tenia autori-
dad para format egreito, mandar las armas y
hacer la paz la guerra. Esta autoridad no se li-
mitaba al ramo militar, era ademas el Juez de las
direreoc'ias, el proteetor de la religion y las leyes
y el vengador de las infidelidades; pero no tenia
fa cu ltad para dar nuevos reg lamentos Israel, ni
derecho al trono, ni elegir sucesor de su san-
gce, ni de la ag~na. Mien tras duraba su judica-
tura era el pr;mero y mas distinguido en Israel,
pero no era su Rey ni su Monarca; por que su
Rey y su Monarca era Dios. La ramilia de un
Juez de Israel, des pues de su muerte, no salia del
estado en que se hallaba al tiempo de su eleva-
cion, y toda su autoridad desapareca con su per-
sona. El poder de estos Jueces duraba tanto corno
su vida, y su puesto rcgulacmente no se ocupaba
luego que llegaba vacar. La eleccion era de
Dios, mas que del pueblo. Algunos Jueces rueron
honrados con una vocacion sealada con prodi-
gios, y todos tuvieron de ella pruebas bastan te
sencillas para hacerla incontestable. Casi siempre
la conceda el Seor varones respetables por
sus auLecedentes como lo fu el fiel Israelita de
cuya breve historia vamos i ocuparnos.
Otoniel, pmer Juez. Era de la tribu de Ju-
d, bijo de Cener-, hermano menor de Caleb. Era
aquel famoso Otouiel que asalt y destruy la cill-
dad de Dabir y mereci en premio de su valor la
mano de Axa, hija de Caleb y su prima carnal. El
Se'or, que ya en esta ocasion babia dado ent.en-
det que tenia, designi~ particulares sobre Otoniel,

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?.lh
clefl'am ahora en su alma. el esprifu de sabdu-
ra y fortaleza y le di : Israel por libertador de,
la e~clavitud en que le tenia Cbusan l.tafatain., Rey>
de Siria. El valiente Otoniel sali contra L
c<~mpaa, le acometi, le bati, le derrot., y el
Seor le puso en s os manos. Con la muerte de
Chusan recobr Israel su libertad y sir.v.i fiel-.
mente al Seot todo el tiempo, de Otoniel. La
tierra q ned en paz cuando muri esle p riimer li-
bertadot de la ptimera esclaYitud qq sufrieron
los hijos de Israel en la tierra prometida ;eJl cas\i-
go de sn primcrt idolatra. .
Segunrla idolat ra. No se puede sealr fija-.
mente el tiempo que lo.s Israelitas gozaron' tle es-;
t-a libertad; pero se puede as~gurar q.ue fu tanto.
cuanto dur su fidelidad. Mas al.firi desa.pareci
esta de lsraP.l. Volvieron hacer lo malo..<;lelaute
' del Seor. Se entregaron de nuevo la .id.olatra
y el Seor di fuerzas ont ra ellos Eglon, Rey
de Moab, por que lsrael habia ' hecho. Jo malo en
su divina presencia. Tenia el Seor .guardados,
por decirlo asi, en las cercanas de 1~ Palestina, .
' 'eng.adores ae su gloria, y. cuan.tos vecinos ro-
deaban . ilsrael etan otros tantos ltigos que te-
n-ia en sn d ivina mano para castiga r s~s rebeldas.
Cuando Israel era fiel, el Selor onfrnaba St\5
enemigo~, pero cuando este pueblo inconst.aute
in grato vol vi a ' sus prevaricaciones .el.Se.or :sol:-
taba el freno y dejaba cargar sobre Israel el peso
de sus terri'bles vecinos. .. .
S1 ca.rtigo. Eglon , Rey de los 'Moabitas y su.,
cesor de a e u el pervers_o Balac q'u e por consejo del.
malva,do Baln hizo caer los hijos .de brae,l
19
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'~s ~
en Jos lus tle las hijas tle Mn<lian y en' la ido.:.
latrl a de Belf egor , $6 uni lo> Arnooitas des-
cendientes de Amo n, herm ano de .Moab, con los
d~bles lazos del intera y la sa ngre y con igua l
deseo de destrui1 al menos dom inar los h-
raelitas. Tam bien se coligaron con estos ene migos
los Amalecitas, descendientes de Amalee, nieto
de Esa u, enemi~os constant es de los hijos de Is-
rael desde las d1sensiones de Esau con su herma-
no Jcob. Eglo n fu quie n se puso la ca beza de
esta reun ion de enemigos. .Nada habr a impota-
do esta conj ura al pueb lo de Dios , como no
imp ort Josu la de los Cananeo.;, si hubi era
tenid o Dios cont ento como le ten ia Josu , pero
este pueb lo infiel babi a vuelto sus prev arica cio-
nes, hab a enojado al Se or, se hallaba sin su
prot ecci on' y cual quie r eom igo pod ia ataca de
sin iesgo y venc ede con facilidad. Eglon al fren -.
te de las trop as confederadas le derr ot en el pri-
mer encu en tro, le hizo tribl l tari o, y le redu jo :
la serv idum bre por diez y ocho aos , agrav ando
el Seo r los castigos al paso que se aum enta ban
los delitos. La primera esclavit ud dur ochQ aos
y esta segu nda diez y ocho , y sobr e larg a fu
dura y llena de opro bio, por que &olo el emb ru-
tecim iento qu e babi an redu cido Israel sus
idolati'as poda hace rle sopo rtab le el . yugo de
aquellos Reyes infieles quie nes babi a ater rado
9l sojo nom bre de Israe l hacia pocos aos : pero
ellos estab an ta sum ergi dos en sus abom inac io-
nes que ape11as bastaron diez y ocho aos para
que trata se n de sali r de tan vergonzosa hum illa-
ciou y vol viesen su corazotl a[ ~cor, de quic tt
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~s3
le haban apartad o y por cuya causa haban sido
desamp arados y dejados las manos de sus ene-
migos. Al {in renunci aron la infame idolatr a y
rogaron al Seor que les mirase con piedad, nas
era necesar ia su inagota ble miseric ordia p ara oir
unos ruegos que no nacan sino del seno de la
opresio n y tlel castigo ; pero admi remos y adore-
mos aqui una piedad infinita y . u na miseric ordia
que n o tiene l1!11ites como la del homb re.
Aod, segund o Juez. El Seor recibi el a r-
repenti miento y la enmien da de su pueblo y le
concedi otro salvado r, como Otoniel , que lesa-
case de las manos ile sus enemig os. Este fu Aod ,
hombre valeroso y sobre todo fiel Israelit a. Era
de la tri bu de Bejam n , descend ien te del amado
Benjam n por Gera y cuarto hijo de este Patriu ca.
Aod era ambide stro, es decir, que usaba de am-
bas manos con igual fuerza y destrez a, y esto lo
advierte el testo sagrado , por que contrib uy e11
algun modo al :.:ito de su arriesga da empres a.
Desde que se aceptar on las verg onzosas co n-
dicione s que los idla.tras quisiero n poner allllle-
blo de Dios, se enviaba todos los aos Eglon
una comisio n que le present ase los tributos con-
venidos ; y fin de evi tar este nombre tan odioso
y depresiv.o para el pueblo de Israel , los llama-
ba n presentes 6 regalos. Aod fu este ao al fren-
te de la comisio n; pero antes de empren der el'
viaje se hizo una peque a daga de dos cortes con
su empu adura, y se la ci bajo del vestido so-
bre el moslo derecho para mayor disimul o. Con
esta preveoc ion sali Aod de la ti erra de Israel al
fente de la comisio n y se dil"igi la Corte d e


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~84
Eglo11 en la tierra de :\Toah. Presetrt sus regalos
al Rey y se volvi con sus compaeros la tierra
de Israel.
Nada hizo en esta ocasion para la libert~J de
su pueblo, pesa de ir ya prevenido con el nce-
ro que le babia de sacar de la esclal'itnd; f'll ese
esto por que no se le presentase oportunid ad,
fuese. por que no se halla&e con todo el corazon
que necesitaba la arriesgadsima a.c cion que me-
dital:ia; mas bien por que el Seor que gober-
naba sus pasos no quisiese permitir el golpe en
aquel lance. Lo cierto es que Aod se volvi sin
lwce t nada. Mas luego que lleg Ga lgala des-
pidi sus compaeros y se qued en aquel pun-
to. Era Galgala el lugar mas apropsito para io-
:llamar su celo y fortalecer su corazon. All hahia
estado por espacio de seis aos el arca del Seor
en medio de un pueblo fiel, y all veia ahora los
idlos de Moab colocados por Eglon par:~ f.'S(:an-
dalizar y hacer que idolatrasen Jos h ij os de Israel.
Galgah babia sido de donde el valiente Josu
haba salido en el d iscurso de los mismos seis
aos destru los idlal ras y la idolatra en el
intctio r ~e la tierra de Canaan, y ahora era el
centro donde se acuda adorar los idlos. Las
pied as que Josu babia mandado sacar, por or-
den del Seor, de lo hondo del Jordn y fijar en
Galgala para testigos de los prodigios del Seor y
da la fidelidad de S.u pueblo, eran ahora testigos
de los idlos y de las mas infames idolatras. Na-
da poda inllamar mas el celo de un verdadero
Israelita: Aod se tlcj penctrnr profundamenre de
estos sentimientos y no pudo sufrir que se ul-

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:135
trajas e por mas tiemp o la gl<.lria del Seor por el
tirano Je su puebl o.
Volvi tomar el camin o de la ('Orle de Eglon
y se prese nt otra vet al Hey. Teng o, le dijo, un
secret o que comu nicaos; y habie ndo salido to-
dos l os que estab an con l, se entra ron cu su c -
mara . Era Eglon dema siatla mente grues o y se
sent para oir el secret o. Aod aqui leva!)t sus
ojos al cielo, por cuyo impu lso obrab a, pidien do
valo1. Teng o , elijo Eglou , una pa)aQra que.
anunc iareis de parte ele Dios. Eglon se levan t y.
Aod sacan do la daga que traia ocult a al nu;lo
derec ho, la clav con la nano izquie rda en el
vientr e de Eglon con tanta fue~za que yerro y
cmp iiadu ra qued; roi dentr o. Aod cerr bien las'
puert as de la cma ra, ech las llave s, y sali por
un postig o. Esta accio o tan arr ojada y valero sa de
Aod >Cr in un regici dio si Aod no hubi era proce - .
di do po orde n del Seor , dueo ele todos las vi- ,
das y de todos los tirano s, quien es sufre ex-
de sus adora bles de-
. . na seg11n las miras
termi
sgmo s.
Mieutr~s que Aod se aleja ba del palac io , los
criado s de Eglon se acerc aron la puert a de su
cma ra y halln dola cea da dijero n: :~caso est
ocupa dn en sus necesidade s nt~turales. Esper aron
much o t ieropo hasta que lleg pesad es de ha-.
ber esper ado tanto , y enton ces fonar on las lla ves .
y hallar on su amo moer to. Entre ta.nto Aot.l.
tuvo tiemp o para pasar el Jord n y ll('gar hasta
la ciuda d de Seira t en el mont e de Efrain . Mand
tocar la tromp eta de "'U erra, y
como yo estab an
preve nidos los valieut~ t.le Efrai o y dcma s Jsrac -

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286
litas de los contorn os, luego rodearo n Aod su
lib~rtador, quien pues t.? su frente les dijo: se-
guidme , por que el Senor ha entrega do en nues-
. tras manos los Moabitas nuestros enemigos.
Ellos signiero n con un ardor extraor dinario su
libertad or, tomaro n los vados del Jordn por
donde se pasa l\'loab y nadie dejaron vadearle.
A pesar de esto, encontr aron la otra parte del
r io u o cuerpo de egrcito compuesto de cerca de
diez mil hombre s todos fuertes y . robustos con
quienes tuviero n que pelear; pero elSeo r los
~abia entrega do en sus monos y luego les derro-
taron y pasaron filo de espada sin que se esca-
pa~e ni uno solo.
En este da qued bumilb do Moab bajo la
mano de Israel , y ni Moab ni sus coligados los
Amonitas y Madianitas trataron ya de empren -
der cosa alguna contra Israel, vindole reconci -
liado con su Dios. Aod gobern por largo tiempo
Israel y los Israelitas fueron fieles al Seor y go-
zaron de la paz y del reposo todo el tiempo de su
gobiern o. En su preciosa muerte continu aban los
Israelitas siendo fieles al Seor y disfruta ndo de
la misma paz.
Sangar , tercer Juez. Al valiente Aod, segun-
do Juez de Israel, sigui Sangar , hijo de Ana t.
Se ignonn su edad, su profesi on, sus circunstan-
cias y basta la tribu que pertene ca, y solame n-
te se sabe que defendi Israel como Aod, y que
mat con una reja de arado seiscientos Filisteos
.que eran los enemigos que tenia Israel aliado del
ponient e, como lo eran los Moabitas, Amonitas y
.Madianitas al lado del oriente. Una accion tan
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:i87
-
eJtt rao rdin ar ia y aso mb rs a fu obr ada por aqu
lla fue rza om nip ote nte que asis ti des pue s

-
San son par a ma tar c>tros mil Fili steo s con la qui
jad a de un asno. Nin gun a otr a not icia nos da
A

los libr os san tos de este terc er Jue z de Isra el.


Tercera ido latr la. Dcs puc s de su rilUerte . loi;
Israelitas vol vier on ha ce r lo ma lo del ant e del
Se or. Vol vie ron sus ido latr ias y 'el Se or los
-
ent reg en ma nos de Jab i n, Rey de Can aan . Nin
g una dom ina cio n ma s ' 'erg oozosa y llen a
de
opr obi o par a los hijos de Isra el que la de uri Rey
Can ane o; per o nin gun a mas jus ta ni ma s pro pia
i-
par a con fun dir su org ullo y cas tiga r sus pre var
caciones. Ell os, con tra el ma nda to del Se or, ha-
a-
bia n dej ado con vid a los Can ane os y los Can
neos fue ron los tira nos que vin iero n escJ a,izar-
a
los. Sin dud a era una ign om inio sa' ign om ini
-
par a la san gre de Jac ob ser dom ina da por la san
gre de Can aan , y par a los des cen die nte s de Sem
de
ven ir ser los esclavo s de la des cen den cia
Can ; per o ello s se teo ian la cul pa y de nad ie po-
a-
dia n q uejarsc. Con hab er ext erm ina do los Can
;
neos com o les ma nd el Se or, se ha bri an lib ra-
la
do de este opr obi o. Cua ndo Josu con qui stab a
so
tier ra de C~naa n, Jab in , Rey de Aso r , era aca
le
el ma s pod ero so de tod a la Pal esti na. Jos u
-
der rot , tom Asor su cor te, la que m y des
tru y l~s prin cip ales ciu dad es del Rei no. Jab in
y
su eg rcit o ru pas ado filo de esp ada y que
d
of
t an poc o qu e hacer par a aca bar con los Cao an.e
en la par te del nor te, com o en las d ema s en que
hab a bec bo la gue rra el Gen era l. Sol o falt aba

te
los Isra elita s una vol unt ad resu elta y con stan

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28'8 '
para acabar con t'ooos los Cananeos; pero falt
esta voluntad y aqoi esw vo la desgracia de los
hijos de Israel. i\loiss les haba exhor tado con 1:1
mayor vehemencia que no dejasen cou vida ni
un solo a naneo como mandaba el Seor, y les
dijo que si no lo hacia u, los Cananeos serian co-
mo cla vos en sos ojos y lanzas en sus costados , y
esto se vino verificar en elle cautiverio.
Su castigo. Asor fu reedi'ficada y Jabin, des-
cendiente de aquel otro Jabin quien quit la vida
Josu, reinaba ya en ella por la fa lsa compasion
de Israel. Los Cananeos de todos los puntos de la
tierra prometida hicieron causa co mun con Jahin
conlra Israel, y Jabin lleg tener un egrcito
numeroso y novecientos de aquellos carros arma-
dos de hoces, que tanto te u1ian los iolieles y co-
bat'des Israelitas. Jabin , vindose tao poderoso,
se atrevi tomar el ttulo de Rey de Canaao, es
decir , Itey de la tierra promet ida y poseda ya por
los descendientes de Abrabam, y trat de recon-
qui starla. Tenia un Gen era l famoso por su des-
treza en la guerra, y rnuy a propsito para hacer
la contra el pueblo de Dios por el dio implaca-
ble que le tenia. Se ll amaba Sisara, y mereca to-
da la confia nza de su amo. No vino la desdicha
los l sraclita.s ni por el poder de Jabio, oi po la
desll'Cza y dio de su General, sino por <uc se
hallaban eo desg racia de Dios y desamparad os de
su proteccion. A si es que fueron vencidos, por
mejor decir, &ubyugadns por Jabio, si n comba te,
ni batalla, por que en nin9uoa parte Icemos que
se d~fend i~seo , ni que bicresen resi;;tencia al po-
!urles las cadenas de la esclaYilu<l. Si n duda el

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:189
temor tle los novec ientos carro s ar mado s les hizo
renun cia t desde luego al derec ho de sober ana
que tenan sobre los Canan eos, y entre garle
estos idla tras, queda ndo reduc idos :1 la clase de
esclav os de aquel los mism os esc lavos de <uiencs
eran Scoo rcs. Qu ig nomi nia pa ra los primo.ge-
nitos de Sem y la desce ndenc ia de Abrab am]
Pero la bruta l idola tra con todo se acom odaba .
l.;a e;clav itud que queda ron reduc idos fu sin
co mpar acioo mas ignom iniosa q ue las anter iores
y el Ltcmpo mas prolo .. gado. La prime ra que su-
friero n en la tierra de ptomision dur ocho aiios,
la segun da diez y ocho , y esta les desho nr pot
vei n te aiios eote oos. ,
Dbora con Bara c, cuart o Jtez. llas ta des-
pues de una esclav itud tan prolo ngada ignom i-
n iosa los Israel itas no se volvi eron, ni clama ron
al Selior co n aquel cooazon co ntrit o y hum illado
que nunca despr ecia. Es verda d que babia u tt
buen nme ro de Israel itas fieles que peda n oon
fervo r la libert ad de su pueb lo, pero 1~ gener ali-
d ad de In n acio n non no la me reca . Si 11 emba r-
go, e l Sciitn iba dejan do entre ve r algun os rayos
de e3peranza. Una muge r habia de ser en esta
ocason el instru ment o princ ipal de la salud Jc
su pu eblo. Era es ta la c leb ce Qbo ra , de la tri-
h u de Efon o, muge r de La pidol y Profe tisa Ctl
l srael. El Seo r la haba comu nicad o con el do n
de p rofec a, el de consejo y estab lecido Juez de
l soael. Aun oo IMbia n vue lto en teram ente los Is-
raelit as e sus p ocvari cacio ncs, cuand o ya Dbo -
ra los ju1.ga ba bajo de una palma <1ue ll(lbia en-
tre Rama y Betel y que se llam despu es: palm a

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290
de Dbora. Cua ndo lleg el tiem po en que el
Se or (uiso libr ar su pue blo ya recono cido,
D bor a, inspitada del Se or, envi llam ar
Bar ac, bijo de Ab ioo an, vecino de la ciu dad de
Cads, de la trib u de Np hta li, y le dijo : el Se-
or , Dios de Isra el, ba ma nda do que lleves al
mo nte Tab or un eg rcit o de diez mil comba ti en-
tes tomados de los hijos de las trib us de Npb tali
y Zab ul n (y ha dic ho) que l llevar por el tor -
ren te Cisn (qu e se de pea pot ell a do me rid io-
nal del Tab or) Sis ara , Gen era l del eg rcit o de
Jab in y sus car ros y toda w gen te y los pon dr
n tu mano. 13drac, de cuy a virt ud hac
e la Sag ra-
da Esc ritu ra gra nde s elo gio s, .no desconfi de la
pal abr a del Seot, pero tem i su Oaqueza y dijo
O bo n: si vi enes con mig o, ir, mas si no qui ere
s
veni1 con mig o, yo no . Est bie n, respondi
Db ora ; ir con tigo ; mas esta ve:~. no se atr ibu ir
t la vic tori a, por que en ma no de una mu ger
( Jahe l ) ser ent reg ado Sisara. Lc ant ose , pues,
Dbora y par ti con Barac Cad s. Lla ma dos
Zab ul o y Nphta li sub i aco mp aa do de D
-
h ora con die:~. mil combatientes. Sup o Sisara que
Barac hab a sub ido al monte Tab or, y jun t sus
noecientos car ros arm ado s de hoces y tod o su
eg rcit o, y se enc am i n al tor ren te do Cis6n. En-
ton ces dijo Db ora llar ac: and a, este es el dia
en que el Se or ha pue sto Sisara en tus manos.
Mir a que el Seilo1 es tu gui a. Oaj, pue s, llarac
clcl mo nte Tab or y con l los diez mil com ba-
tien tes; en este mo me nto el Se or lleu de terr or
Sis ara , y ya no pud o suf rir ni aun la vista de
Bar ac, llcg aqd o tan to su p<!v~J", ffUe ~alt de su

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29
a pc '.
c:Jrroza y se ent reg o a 1a hu1'd a, cor rcn o
Los
cua nto alcan?.a ban s u lijereza y sus fue rza s.
ito to-
noveci en tos car ros y aqu el esp ant oso ~>;lc
ca rg
do se des ord en , tod o se tra sto rn y llar ac
tro pas
con tod o e l mpc!D de sus en atd ec illa s
-
sus ene mig os y les ru acu chi llan do hastn Ha
r~ie t , y tod a la mu lti tud per eci has
ta no que da
01 uno .
de
Jahel. Sis ara lleg hu yen do la tien da
de
Jah el. mu ger de Hc ber , Cin eo, des cen die nte
, cu -
aqu ello s apr eciabl es Cin cos , hijos de llo bal
Jo-
ad o de Mo is s, los que hab ia int rod uci do
tid a.
su con los hijos de Isra el e n la tier ra pm me
en la
E sta r.. mil ia Cinea vivia bajo de pab ello nes
bie n
cam pi a, lejos d el comer<:io de la s ciu dad es,
por
fu ese por evi tar e l con t agi o de est as, bi en
vi-
imi ta r el mo do d e los ant igu os Pat ria rca s que
Cin ca
via n bajo de pab ello nes en el cam po. La
con
Jahel sali al enc uen t ro del Ge ner al de Jab in
rad
qui en vivia en pa7. su ra mil i a. y le di;o : ent
ent r
a c , .Se or mio . En tra d y no tem ais . Sis qra
n un
en la tie nda , y des pues 11ue ella le c u b1i co
o de
ma nto , la d ijo Sis ara : d:ime, te rut>go, un poc
i un
ag ua , por que ten go fue rte sed. Ell a abr
vi
odr e vas ija de lec he, le di de be ber y vol
dijo
cub ir le. P ont e la pu ert a d e la tie nda , la
hay
Sisa ra, y si alg u no te p egu nta re dic ien do:
Ha s-
aqn i alg uno ? res pon der s : no hay nin gun o.
ida d
fa aqu i Jab el pud o pro ced er g uia da de la car
ent re
p!!ra con llll ani gic lo. y de la paz e u e hab a
e1al
el lle y Ja bin y sn ma rid o Hcber ; per o e l Gen
lec he,
can sad o de la bu ida , y ref rigera do con la
la de
se dur mi pro fnn tl.a me n le , . y _aq ui en tr

Biblioteca Nacional de Espaa


29 2
Ja bel. C on si de ra ba en su s
m au os al m as en ca rn i-
za do en em ig o de su rc
lig io n, y lo s da o s qu e
au n po dr a ha ce r este en em
ig o de Di os al pu eb lo
de l Scio r, y te nia pr es en
te qu e er a un C an an eo
co nd en ad o co m o tol al ex
te rm in io , fu lm in ad o po r
Di os co nt ra to do s los C an
an
au nq ue se hall;~ba so la , se eo s; po ota pa rt e,
se nt a co n ba st an te \'a -
lo pa ra qu ita la vida ;i un
Se o r qu e qu er a hu m ill ar G en er al en em ig o. E l
al so be rb io Ja bi u pr i-
v nd ol e de su G en er al po
r
y hace co no ce r Barac su smasan o de Ul 'li\ m ug er ,
o mos de co ba rd a ,
da nd o ta rn bien cu m pl im ie
nt o : la pr of ec a de D -
ho ra , lle n Ja he l de va lo
r en es te la nc e. A rr an ca
es ta Ci nc a un o de los g rues
os clavos de qn e es ta ba
co lg ad a su tie nd a, to m a un
m ar til lo , ap lic a la
si en de Si sa ra el te rr ib le
ye rr o y d so br e l ta n
vali en te m ar til la da qu e no
solo pasa de pa rt e
pa r te la cabeza d el G en
er al , si no qu e se c la -
va en la tie rr a y Si sa ra qu
er la co~ido con el la .
Mas he aq u qu e Barac ve
ni a en se gu im ie nt o
d e Si;,ata ; pe ro Ja he l le
ru al en cu en tr o pa ra
da rl e un a no tic ia , qu e si
le er a en gr an m an er a
in te esa nt e y g us to sa , no
de ja ba de re pr e od er el
m ie do de no ha be rs e at re vi
tlo : combat lo s en e-
m ig o; de Di'ls si n la co
m paiiia de un a mu,rer,
vi n1lose su pe ra do po r ot
ra . V en , le di jo Ja hc l,
yo te pr es en tJ r el ho m br
e qu e bu sc as ; y ha bi en -
do en tr ad o Bara c en la tie
nd a de Ja be l vi :1 Si sa -
ra te nd id o, m ue rt o y co n
el clavo at ra ve sa do po r
la s sienes. Es te es pect c ul
o fu im po ne nt e, ad -
m ir ab le y ag ra da bl e al m is
mo tie m po pn ra Barac,
qu ie n reco no ci el po de r
de l Se o r en la de Li li-
da d de un a m u ge r, ad or
su s in co m pr en si bl es

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293
juicios sobre los hijos de los hombres y b end ijo
sns inago tables bondades r~ra co n su pueblo.
'Cntico de Dbora. Uoa victoria, pol' decido
asi, toda divina, deb~ ser celebrada con trnspor-
tes de alegria; y en efecto, lo fue e n medio de
las tropas que cubran la campia y rodea-
ban su piadoso General. Dbora, Profetisa
tlel Seor , compuso en el colmo de su gozo un
su blime cn ti co de acc ion d e gracias imitacion
del que babia compnesto Moiss des pues del paso
del mar rojo, y fu ca ollado e n dos coros como
aquel. D ho ra, Jahel y las mu geres que concur-
rieron celeb_rar la vi ctoria formaba u u no y ean-
taban su VC7. , y I.la rac con sus soldados forma -
han otro y contestaban en su turno,_ Este modo
de cele l)l'a t la victoria y rendir Dios las gracias
eta encantado r y emogenan te, y no lo era menos
~~ C<ntico en s mism o. A pesat de lo mu cloo cue
pie "den los ori g inales en el tra slado < otra leo-
gua' y mucho mas todavia e n la redncion de
verso prosa, este co tico est lleno de las belle-
zas de una poesa santa y en todo l resplandece
aquel fuego d ivino que brilla en l os escritos d e
los Profetas. En l se ven las alabanzas del Dios
~e los cgrcitos , un idas las roas ' ' i vas ex presio-
lles d e agradecim ieo lo del pueblo de lsrael, los
elogios del General Barac, con los de la valerosa
Jahel, y los tiernos afectos de Dbora para con
su pu eblo, de quien se llama aqu madre. Asi
esta prudente y virtuosa bija de Israel traslad
la memor ia d e In poste rid ad las maravillas de la
diestra del Seor en el cntico con que se cclcbr
tan ins igne vi-c toria en este c\i;r.

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294
Conclu ida una ac<'o n de gr:tcias tan agrada -
ble al Sciio1' y de tanta nlegria _rara el pueblo, e~
egrcit o, sin desunir se cout.i uuo la gue rra cont ra
Jabin y el St:iior humill al Rey Canane o delan-
te de los hijos de Israel. Cada dia se aumen taba
el egrcito . De todas lns tribus acodian Israelit as
hacer la causa como n, y las tropas de llarac,
cada ver. mas unmero sas, cargaba n :\ Jabin y sos
Cananeos co n tanto b1io y eonstanciu r1ne al fin
logl'aro n exterm inados. Barac aqu no bizo sino
imitar Josu, cumpli endo con el precept o del
Seor, de acabar con la descend encia de Canan.
Los Cannne os que quedab an esparci dos en los
otros puntos de la tiera de Israel, no pensaro n
ya en reu nirse vista de este motal golpe, y
aunque sus idolatr as fueron siempre uu escn-
dalo para los Israel ilas, nunca vol vieron tratar
de hacerles la guerra ; pero in1ilm ente se exter-
minaba n de la Palestin a los hijos de Canaan , si
los hijos de Israel les sustitu an en el espri tu de
la idolatd a. No se poda agotar entre ellos este
veneno so manant ia l de manera que no se estu-
viese siempre en _riesgo de volver verle brota
La vigilancia de Barac y Dbora suspend ieron el
curso de es ta corrien te ''enenos a por espacio ele
veinte aios que ellos vivieron despucs de resta-
blecido el cu lto del Sciior y la libctad de Israel;
pero ambos, por desgrac ia, murier on en este
tiem po, esto es, cuarent a aos des pues de la
muerte de Aod y Sangar sus predecesores en la
judicat ura.
Nuevas idolatr as y ntte11os castiffo. r. L a muer-
te de llarac y Dbora , de esto.s dos hl'oes de ls-
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"95
blo y
rae !, fu el tr min o d la feli cid ad del pue
cas ti-
el pri nci pio de nue vas id ola tra s y de nue vos
cio nes
gos . Vo lvie ron los Isra elit as sos pre var ica
lllltl,o s
y la ira del Se or vol vi cas i iga r sus
so g ra-
del itos . H icie ron los hijo s de Isr ael , dic e el
do tes to, lo ma lo de.l ant e del Se or, y el
Sei or
aiio s.
les en tre~ en ma nos de Ma uia n por s iete
le que
Est e cas llgo fu en cie rto mo do ma s ter rib
bat a -
l os ant erio res . Es tos ene mig os no les da bao
la vid a
lla s, ma s uo por eso d tjaban de pertle1
au toi-
cua nto s hab ian SllS m ano s. No les imp oui
da ba u
hu tos, pero les qui tab an los alim ent os. No
per o les
dec retos que les pri vasen de su lib ert ad,
hac e r-
pri vab an del rep oso y d e los !Jieocs has ta
bab ian
les mo rir de ham bre . Cu and o los Isra elit as
hec h sus sem ent e as y los se m brn dos est~
han e n
Am ale -
su loz an a, sub ian los \J~d ianitas y los
t11 ndo
cita s y la s d e ma s nac ion es do or ien te y sen
tal a-
sus tien das en las tier ras de l:1rael , tod o lo
ide n-
han has tn. lJeg o o Ga za que os1oba en el occ
es ne-
te, y nad a d ~jaba n los Isra elit as de lo que
bue~es, ni as- .
c~sario paa la vid a; ni ove jas , l}i
tos 1le
nos, por que tod o se lo arr eba 1ab an; m fru
pot que
la tie rra , ni pan , ni vin o, ni l egu mb res ,
de nu -
'l'e ian con tod os sus gan ado s y ma ner a
de,o-
bes de lan go> tas lo cub ia n tod o y tod o lo
de to-
r a bau , dej and o des ola dos los en m pos don
cab an. Lo.s hom be s .y cq.mcll~s era n,
dic e la
le. Is- .
San ta Esc n tur a, una multt~ud 1nn um e1ab
llfa dia u
rae l fu en ext rem o hum illa do del ant e d.e
y com o est aba das am pa -ad o de In pro tec cio n delr,
re> isti
Se or pot sus ido latr as , en nad a pod ia
y se vi pre cis ado hui r los m ont es, hac er
Biblioteca Nacional de Espaa
2fJ.6
;rua~ . y-,cabernas en t>llos: ~ foN [ficnr las
.~~~tUf~~ ,par;t poder ,.i,.it-. Lo mas terrible era que
!C?ns las primaveras volvan los enemigos ha -
ACF su~ ir-rupciones y ,reprcseotar -l a Ulsmn tra-
gedia. N; se sabe como pudieron vivir siete ailos
~.in cc;sechas, sin ga nados y sin otros alimentos
nue los que pod an ocultar la rapacidad de
tu1os enem igos que por st1 mu ltitud todo Jo ocu-
,aban y de todo se apoderaban , sin retirarse
hasta conclu ir con ClHtnto hab a en el pas.
Lo~ hijos de Is rael, reducidos la {tltima mi-
seria, se reconocieron al lin , y clamaron al Seiior
pidiendo misericordia y auxilio contra sus terri-
bles enemigos, y el Seor les envi u o Profeta
que pres~n tndose la moilitud, exclam: esto
~!,ice ei ,Seor; :Dios d e lsrael: yo .os .hice su.b ir de
:f,gi).l<,> Y oss<\cn d~Jln 1easa 'd e . la serv.idumb re.
),':: jOS l.iJbr,:,d~ p.ode:r de los .Eg ipcios y . de todos
l91 ~n~migoJ! : q~~.os.: (l'ialtT~taban y. los. arroj :i
Yl;!e~t.ra l.!!t~a.~a y. os :entre:cuEi su tier.ra y os dije:
)'Q, el'Sei(~,. .PiO:S -vlJc:stro, ho temais tos Dioses..
9tr ,los-;J\~lQ_rfeos, '4l~ c uya )\resencia ba:.bitai;, y
t:!At{JJisist~is Qi 1 m1 vo1fl No :pas~ mas adelante-, ni
s~bemos mas de este P i:ofeia; pero .esta. rex:onven-
cio.n,, que hiz~ Israel d e su io:gr.atitud ,. Je .exoit
~ la penitencia que requera el r emedio3e' sus.
ma les. . : : .
Getleon, ']ttinto Juez. ' En efecto' , mientras que
es te Profeta bac a ~onocer Israel la indignacion
d el Seor, le rcdu cia la penileocia y se retira
ba, otro ministro suyo, un Angel le prepalaba el
]ibettadl)r-q tte le babia de sacar .del podet de sus
~'1!-imigos. J:ste Angel del S1>ior tom la apa'rien-

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' d . . b . d .297'
. c1a e pregrmo y vmo a sentarse 3JO e una
encina que haba en Efra y perteneca ]oas, de
la familia de Ezri. Tenia Joas un hijo, hombre
ya hecho , llamado Gedeon, el cual se hallaba
all ocu)ado en trillar y limpiar el grano en
su lagar para escondel'lo de los l'll adianitas.
El Seor es con tigo , va ron fuertsimo, dijo el
Angel Ged~on. Mir Gedeou al peregrino y su
presencia y su continente le hicieron creer que
era un hombre extraordinario, algu n Profeta,
y asile di el tratamiento. Decidme,Seor mio,
le coules t: si el Seor es con nosotros por qu
nos han tomado todos estos males? Dnde es tan
aquellas sus ma1avillas que nos contaron nues-
tros padres, diciendo : el Seor nos sac de Eg\p;-
to ? Cmo ahora nos ha entregado en la ma.n,o
de Madian? Anda, le dijo el Angel, y con esa tu
fortaleza libl!lrs Israel de la mano de Madiari .
Y cmo , Seor mio, replic Gedeon, podr yo
librar Israel? Mi familia es la ltima d Mana-
ss y yo el menor en la casa de mi padre. Yo se-
r contigo, dijo el Angel, que ya aqui hablaba
en nombre del Seor; yo ser contigo y tu der-
rotars Mad ian como si fuera un solo hombre.
Si he halla<!o gracia delante de vos, dadme, su-
plic Gedeon , una seal de quien sois y no os ro
.tireis de aqui Justa que yo vuelva, traiga un pe-
sente y os le ofrezca. Y dijo el Angel: yo espera-
r hasta que vuelvas. Ent1ose , pues, Gedeoo .en
su habitacion, coci .un cabrito y de m modio
medida de arina hizo panes zimos , lo llev todo
.bajo de la eoci na , se lo present al tlesconocido y
.
:este dijo: tQola. la l:'arne_y los paucs y pnlo sob_,r,e
~o
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s
2!) . . . .
el ca ldo. Asi lo
aq ue lla pie dr a y de rra ma en cim a
o el pe reg rin o
hiz o Ge de on , y ha bi nd olo toc ad
, sal i fuego <le
co n la va ra qu e tra ia en la ma no
y el pe reg rin o
la pie dr a y to do lo co ns um i,
de sap a scci.
A y de m ! ex cla m en ton ce s Ge
de on , vie nd o
ha bia es tad o
qu e ha ba sido un An ge l c<;>n qu ien
os , qu e be visto
ha bl an do . A y de m , Se iio r Di
en cia en tre los
un An ge l ca ra ca ra! Er a un a cre
Angel era pr e-
Isr ae lit as qu e de sp ue s de ve r un
; pe ro el Se o r
cis o mo rs , y est o tem i Ge de on
mo rir s. Ed i-
le dij o: paz co nti go . No tem as , no
e la pie dra en
fic Ge de on un alt ar al Se o r so br
ne s c im os tu e
qu e ha ba pu est o el ca br ito y pa
pie dr a y le lla -
co ns um i el fue~o qu e sali de la
co ns erv la
m : pa:; de l Serior, c uy o no mb re
;po ~te l'idad la mem~ria de
est e ad mi rab le su ce so .
s~or Ge de on :
En la no cb e de aq ue l dia dijo el
te a os : qu e de s-
rqu e tom as e do s Loos , un o de sie
de su pu eb lo de
-tr uy es e el alt ar' de Ua al, do lo
'ano qu e lo ro -
E fra ; qu e co1taso el bo sq ue Hol
da y la en ce n-
de ab a : qu e lle va se le a de la co rta
ed ifi ca do en la
di es e so br e el nl lar qu e h a hia
tor o en sa cri fi-
pi ed ra ; y qu e ofl'eciese el pr im er
au sto. El io ro
cio de pa z y el ~egundo en holoc
ho loc au sto era
de los sie1c a os qu e, ofrecido en
nif ica ba qu e se
to do qu em ad o y co ns um ido , sig
de :a op res ion
ha bia n co nc lui do los sie te aii os
e iba el Se io r
qu e sufsian de los Madiani1as y qu
sac arl os de cita.
igo dicr. de su s
Ge de n , ha hie nd o tom ad o co ns
ba bia man da do .
tri ad os , hiz o lo qu,e e l S.cor le
pa dr e y ~e lo s
l\Ia s po r tcu tot de Ja lH\1ilia de su
Biblioteca Nacional de Espaa
299
hombres.de aquella ciudad que adoraban Baal,
'n o lo quiso hacer de di a, sino que lo egecut t-
do rle noche; y la maiiana, levantados los hom-
bres de aquel pueblo, vieron destruido el altu
de Baal, y cor tado el bosque y el uno de los to-
ros sobre el altat que se babia erigido en la pie!-
dta, y dijeron los unos los o tros: quin ha he-
cho esto? Y como hiciesen las mas vi vas diligeu.-
cias por averiguar el autor de este atentado, se
les d ijo: Gedeon, hijo de Joas , ha hecho todo es-
to. Furiosos contra l, d ijeron < su padre: saca
tu hijo para que muera, pot que ha destr uido el
altar de Baal y cotado el bosque. Parece incre-
b le que hubiese h ijos de Israel, que no pudicnda
desconocer al Dios de la verdad, defendiesen los
Dioses de la mentiaa hasta intentar la muerte de
un fiel Israelita y querer matarle como sacdlego
aquellos mismos que seguu la ley deban morir
como idlatras! Pero tal era la corrupcion y la
cegne'ra de los Efrai ra'J . Joas no solo !H) en-
treg su hijo aquellos apstatas de la ley
'santsim a de Dios, sino que les res pondi con
vna burla y desprecio del dolo 'que, sino les con-
fu'n dl y avergonz, al menos les a plac, y deja-
' ron de pedir su muee te. Desde aquel dia Gedeon,
"por este hecl,!o, se llam tambien Jernboal, liti-
. gaddr col1 Baal. Gedeon Jerohoal se aprove~h
-de la sens~cioai que haba causado su arrbjo par:.
' di s'pon~r ' sus hermanos y familias que renun~
cisen l idolatra y ' 'ol viesen entrar en 1<is
' caminos de la religion. Acaso les dcsc'ubrie ia
-tam~i im l~s comun icaciones que la bondad del
-s eiiot le habia !techo y ~u destino libr el
..
Biblioteca Nacional de Espaa
-
3oo adi ani tas
pu'bl o.d e lsr ael .de las ma nos de los M
y 'de ma s 'naciones' ori ent ale s: Lo cie rto es qu e po -
cos di as des pue s de est e ruidoso~ suce~o,
SU$ he r-
.ras . de
ma nos y stis pri nci pal es pai san os los . dla~
,co ope,.
Efr a era~ ya los pri me ros'Y ma s ard ien tes
rad ore s 'los int ent os de Jerobo~l. ,
.. ' ;
al y -s~
Mien tras qu e s'e des tru ia el ah ar dll Ba
."r'euiatt
cor tab a el in fame bos que en. Efr a , se
ent ale s
Ma dia n , Amale e , y tod os los pue blo s ori
ael co -
par a hac er su irr up cio n e n la tierTa tle Isr
pas aro n
mo todas las pri ma ver as, y pocos dia s
. y cio co
el Jor d n en n me ro de cie nto tre int a
de sus
mi l hom bre sc on la mu ltit ud inn um era ble
her mo so
bes tias y <>'anados, y se aca mp a ron e o el
el fr til
val le de .fezrael par a est end ers e por aqu
cia tle
pai s; per o Isr ael no est aba ya en la des gra
ono cid o
Dio s; el ~rne>o de la nacion se bab ia rec
vue lto al Se -
Y: ren unc tad o la ido lat ria ; habseria ico
o r sus ojos im plo rad o sus mi rtli as; y ya
de ha -
los ~enemi gos e u el aiio oct avo no ha bia n
cob ard es
lla r, com o en los ant eri ore s, Isr ael itas
y
y pu sil nim es qu e les aba ndo nas en sus cam pos
sus sem bra dos sin res iste nci a.
nd o
E l esp rit u del Se o r rod e Ge deo n cua
ael , y le
ellos aca mp aba n ya en el val le de I ezr
bat a-
com un ic aqu el val or qu e pid en las felices
deo n de
lla s y las gra nd es vic tor ias . Pos ed o Ge
eta de
est e esp rit u de for taleza , tom la tro mp
la cas a
gu err a y toc lla ma da los hom bre s de
go se
de Abiez er, qu e era la de su fd mi lia , y lue
jeros
un i l. Al mi sm o ti em po env i me nsa
nle si-
tod os Jo$ .pu ebl os d e Ma o uss qu e tam bie
gu ier op y las tribu~ de As r, Za bul o
1. N ph -
Biblioteca Nacional de Espaa
- 3or
tal i"cyue vin iero n su enc uen fro; 1 en pocos das
se hall al fren te de trei nta 1 dos m! hom bre ,
pro nto s seg uh al Gen eral que Dios hab a esco.,-
gd o paa-a libr arle s de la s irru pcio nes y taTas de
Mtfd~n . No con vid esta gue rra . las
trib us-
mer id ion ales , reg ular men te por que los ene mi-
gos no lle~aban sus tier ras. Tam poc o con vid
la de Efr nm , aun que era su vecina y alia da, por
que esta trib u al paso que vali ente era org ullo sa,
y com o el Gen eral no era de ella sino de la de
Ma oas s, pod ra rese ntir se, y Gedeon juzg que no
le con ven a tene r bajo de su man do uno s hom -
:'~
b-res ind cile s, por bue nos sold ado s que fuesen. _..
!.,
P or otra par te, ten a ya bas tant es y aun mu-/~\:-1.,_.-i
.[.,\o
cha s mas trop as de las que hab a de emp lear er/;
\_ .;,\ ;
el com bate . P ero Gcd eon , as com o no cuid ub;i .
,:- 4~
mu cho de aum enta r sold ado s, con nad a se dab a\._
por sa tisfecho en cua nto la prot ecci on del Se- ':.\Q>-'
'or . Qu era esta r bien aseg urad o de ella y hac er
' 'er sus sold ado s que era eleg ido por Dios par a
esta gue rra, 11 n de que con tasen tam hien ellos
sob re todo con esta di,,oa pro tecc ion , y par a ello
se dete rmi n ped ir mil agro s. Rod ead o de sus
trei nta y dos mil hom bre s, leva nt sus ojos al
ciel o y dijo al Se or: s ha beis de salv ar Isra el
por mi man o, con ced dm e una wueba. Yo pon -
dr un vellon de lan a en la eta. Si el roc o cay e-
se en solo el vellon y toda la tier ra estu vies e seca ,
sab r que salval'eis Israel por m man o. Dej?
Ged eon un vellon aqu ella noc he co la era y le-
van tnd ose mu y de ma ana hall que hab a su-
ced ido com o lo pidi. Esp rim i el ,ell on y llen
una taza de roco. Gcd eon dc~confiaba muc ho de

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'
Vf!!
s ~ mismo y se atrevi, como Moiss, pedit otro
mlagro en sen tido opuesto al primero, diciendo
al. Seiior : no se encienda vuestro furor contra m,
si intentase otra prueba en el mismo vellon. Rue
gpos que solo el vello u quede seco y toda la t ier-
ra mojada del roco, y el Seior lo hizo tam bien
aquella noche como lo babia pedido Gedeon. Solo
en el vellon hubo sequedad y roco en toda la
t\erra. Sin duda que en esta ocasion llegaron
hasta una especie de exceso la libertad de Ge-
d,eon para con Dios y la condescendencia del Se-
or para con Gedeoo; pero si su magestad repiti
los.milagros de su omnipotencia por la importuni-
dad de un hombre, no tard tampoco en pedir
este mismo hombre milagros lle su confianza.
Durante la noche inmediata parti Gedeon de
:r;fra al frente de sus. treinta y dos mil hombres y
f~1 acampar sobre el valle de Jezrael, junto
1,1na fuente llamada Harad, tocando muy de cer-
ca con los Madianitas que en nmero de ciento
treinta y cinco mil se extendan en el valle la .
varte septentrional de un collado. A la verdad .
que era necesaria una resol ucion de arrojo para .
atreverse acercar so lo treinta y dos mil hombres
un egrcito de c iento treinta y cinco mil con
nimo de acometerle ; pero no fu esto lo mas.
El Seor quiso hacer pruebas de la confianza
que exiga Godeon. Tienes muchos soldados, le
dijo. Madian no ser entregado en tos manos por
q.ue no se glo.rie contra mi Israel y diga : por mis
fuerzas me libr. Habla al pueblo y ma oda dar este.
pregon para q'ue le oigan todos. El medroso. y el
tmido vuelvase; y se volvieron veinte y dos mil,
1
Biblioteca Nacional de Espaa
3o3
eon
que dan do solo s die z mil . No esp era ra Ge4
-
que un nm ero tan gra nde de sus sold ado s reu
la-
nid os l sin ser forz ado s, y test igo s de dos J11i
gro s que ase gur aba n su elec cio n de Gen era l y
li-
l-
ber tad or de .l sm cl, se apr ove cha sen tan gcn era
rtad
llle nte y con tan ta prc<'ip itac iMl de la libe
es-
que se les coo cet \ia; per o la firmeza y el val or
1(\n en. man os c.lel Se or y su~ de> ign ios d1j
aron
ent reg ado s tocios estos cornzo oes la cob ard a.
No hizo vac ilar Ged eon una deserc '
ion tan
su .
last imo sa, y esta ba pro nto ir al com bat e con
de
rld uci dn eg rcit o, mas esta prim era pru eba
-,
su con stan cia y su f, aun no cor r esp ond a bas
o .
tan tem ent e los dos pro dig ios que hab a exi gid,
-
<\e su Dio s, y le dijo el Se or: tod av a hay mu
cho s sold ado s con tigo . Ll val os las agu as y
yo
a
los pro bar all . El que yo te dije re que ''ay
ir,
con tigo , ese ha de ir; y al que yo ''ed are
un
vue lvas e. Lle v Ged eon su peq ue o eg rcit o
arro yue l o que nac a de la fue nte tl<uad , y cua
n-
-
do ya esta ban su ori lla, le dijo el Se or: pon
la,
d.s un lad o los que lam iere n el gua con
que
hm gua , ma ner a de los per ros , y otr o los
los
dob lare n las rod illa s pan1 beb er; y fueon
a
que hab an lam ido el agu a ech nd ola en la boc
to
con la ma no, tres cien tos hom bre s. Tod o el res
er.
de la gen te hab ia dob lad o las rod illa s par a beb
s-
En ton ces dijo el Se or Ged eon : en los tre
li-
cien tos hom bres que han laruic.lo el agu a os
M,IS
l?ra r y pond1 Ma dia n en tu ma no. .
to-
t.9da la clemas gen te vue lva,se; y hab jen do
de
mad o v\eres y trom pet as seg un el num ero
que tod os los
. nd
spld ado s e u e le que dab an , ma

Biblioteca Nacional de Espaa


3o4 .
<lemas se fuesen asus tiendas. Sufrida esta se-
gunda prlteba, correspondi ente al segundo mi-'
fa gro que babia exigido del Seiior, se dispuso,
lleno siempre de obediencia y confianza, ir al
combate con sus trescientos hombres.
El campamento de Madian estaba abajo en el
valle. Aquella misma noche dijo el Seor Ge-
dcon: levntate y bajn al campamento de los Ma-
dianitas, por que los he entregado en tus manos,
y si tienes miedo de ir solo. baje contig-o Fra, tu
criado, y oyendo lo que b~blan, se fortalecern
tus manos y bajars mas seguro al campamento
de los enemigos. Baj, pues, Gedeoo y Fara,
su criado, hcia la parte del campamento don-
de estaban las centinelas del egrcito. Los Ma -
diauitas, Amalecitas y todos los pueblos del
oriente, se bailaban extendidos por el valle como
una multitud de langostas, y sus camellos eran
asimismo innumerable s como la arena que est
en la playa del mar. Habindose acercado Gcdeon,
oy que uno de ellos contaba su inmediato
un sueo y le refera en esta manera: he vis-
to un sueo y me pareca que se rodaba un
pan de cebada, como cocido bajo de la ceniza, y
cala sobre el campamento de Madian, y que ha-
biendo ll egado la tienda la di un golpe, la
trastorn y la ech cntcamente por tierra, y le
respondi aquel quien lo contaba: esto no si:-
nif1ca otra c05a que la espada de Gedeon, htjo
de Joas, va ron lsraelito , por que el Seor ha
puvsto en su poder i\1adian y todo su campa-
mento.
Cuando GedeoR oy el sueo., ador al Seor

Biblioteca Nacional de Espaa


3o~
y volvi al campamento de Israel, diciendo: le-
nntaos, por q ue el Seor ha puesto el campa-'
mento de .Madian en nuestras manos. Dividi Ge-
deon en tres partes sus trescientos bombres y pu-
so en las manos' de cada uno de ellos una trom-
peta ,Hn cn taro vaco, 'y una hacha encendida
en medio del 'cntaro, y' dijo: lo qlle viereis que
yo h11go, haced lo vosotros. Yo entrar por un ' )a:.:
do en el campamento . Imitad lo que yo hi ciere,.'
Cuando sonare la trompeta que tengo en mi ma-
no, haced sonar tambicn las vuestras y clamad
tod os, dando grandes voces y diciendo: al Seor
y Gedeon. Por un lado del ca mpamento se acerc'
Gedeon con su tercera parte de cien hombres, y
lo mismo hicieron las otras dos por otros lados;
situndose todas tres partes en igua.Jes distancias
unas.de otras y cercando con trescientos hom -'
bres . un cgrcito de cien to tteiota y cinco mil;
Esto era la media noche, cua ndo se mudaban
las guardias. Di la seal Gedeoo tocando str
t(ompeta y luego tocaron las suyas los cien hom-
bres que teoia consigo, y los doscientos que se
hallaban en los otros puestos, de modo que un
ti c m po se oy el clamo de guerra en rededor
de todo el campamento. Quebraron los cntaros,
dndoles fuertemente unos contra otros y ca u-
sando un ruido extraodinario que jams se ha-
ba odo en los asaltos. Tomaron las hachas en-
cendidas en la mano izquierda, y las levantaron
en alto, y continuando con las trompetas en la
derecha, no cesaban de tocar lo mas alto que po-
dian, y de gritar: la espada del Seior y de Gc-
dcon. No se movian de sos puestos ; pero no cesa-

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3o6
b;lll de grit-ar unas veces-y tocar otras las trom-
petas, ni de ten er en alto las hachas encend idas._
Con esto, el pavor , la con f usion y el desrd en ,
se apodet del campa meoto . Todos clama ban y .
C<!do uno huia por donde podia en medio de
aquell a teoebr osa noche , sin descub rir otra lut:
que _la tetneosa de hs hachas que tenan lcbaot a
das sus enem igos; ni otra vo- d e rden para la
defens a que las terribl es palabr as de: la espad a
_ el Se1ior y de Ged~on , ni otro toque llamad a,
que el cont inuo ruido de las trompe tas. Se atro-
pellab a n los unos los OII' OS; caan en tierra
dando gritos y ahullid os y querie ndo defend erse
de sus enemi gos, que creian ya extend idos por el
campa mento ' se matab an y destro zaban unos
otros sin datse cuarte l. En esta matan za se pas
el resto de la noche , y en pocas horas el Jermo so
campo de Jezrae l qued teiiido de sange de los
Madia nitas, sin que Israel verties e de ellos ni
una ,sola gota.
_ Ll eg d dia y apesar de toda su clarid ad el
espant o y el tefl'or no les permi tan vet que no
tenan sobre s mas que trescien tos enemi gos, y
solo pensab an en correr con mas fuerza y ligere -
za' luego que tuviero n lu z rara ver por donde.
podi~n buir. Dejaro n sobre e campa mento , que,
s,e haba ~onve rtido en un campo de batrJila san-
grient a, un espant oso tHmcro de muert os y cor-
r ieron en disper sion por todas partes , anhela ndo
pasar el Jordn iara salvar se en su tierra. Lle-
guon las cercan as de 13eseta y Abelm ehulo,
ciudad es poco di stantes del ro, _pero al ruid.'! de
la derrot a habian acudid o y cargab an sobre ellos

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3o7
las 1rop as que desp idi Gede on en nm ero de
mas de trein ta y un mil hom btes; las que, no
haba n solta do las arma s, espe rand o la victoria de
so Gene ral, no haba n tenid o tiemp o de solta r-
las. Por todas parte s volaba la notic ia de la der-
rota y ele todas acud an los bijos de Israe l car-
garlos y destr uirlo s. Ged eon y sus tresc iento s va-
liente s tiran do las ha cha s y ec~1puando las espa -
das pcrSl'guilcn y acuch il laban los fugit ivos con
furo r, y la mort anda d d e los Madi anita s era es-
pant osa. El Gene ral, sin perd er mom entos , ba-
ha dado avisos la tribu de Efra io, que era la
If!.as cerca na al punt o por dond e podr an pasar el
Jord n los enem igos, para que ocup ase todos los
vado s y les corta se la retira da. Todo Efrai n gri-
t y corri las nrma s, y ocup los vados tao
tem po, que de la asom brosa mult itud de Madia-
ni_tas, Amalecitas y dema s orien tales que babia11
acam pado en Jczra el, solo quin ce mil homb res
IQgr:uon pasar el rio. Todo s los dema s, eu n -
mero de cient o y ''cint e mil, fnero n muer tos,
p~rte por ellos mi smos en el camp amen to, parte
por Gede on y s us vali entes que les persi gu ieron
e_n la huid a, pat'tc por las tribu s que le$ carg a-
r.on por los costa dos, y parte en fin por la de
Efcain que les acom eti de frent e al quer er pasa r
los vados. Los de esta uibu halla ron Oreb y
Zcb , dos de los cuat ro 1\eye s de Madi an que se
haba n esco ndid o, el prim ero bajo de una pea
y el segu ndo en un laga , y Jos deca pitar on all.
Por la muer te de estos dos Prn cipes se (icieron
notab les aque llos dos sitio s, y se l.J amar oo en
adela nte Pied ra de Orcb y L(lg(lr de Z cb. Los

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3o8 .
Efrai mitas conti nuaro n en persea-uir los Madi a-
nitas hasta el otro lad del Jord n y llevar on .
G edeoo , que ya tambi en se hallab a all, las ca-
bezas de los dos Reyes.
Con motivo de haber prefe rido el Patri arca
.Jacob Ef,ai o, hijo meno r de Jos , I Manases;
qne era el mayo r, en la bendicion que les eche)
al tiempo de mori r , estaban los Efrai mitas tan
orgul losos , espec ialmente con los Manascitas, que
no pudie ron ahoga r aun entre el gozo de la vic-
t oria la envidia y enojo que les causa ba ver .
Gedeoo, que era Mana seita, ocupa ndo el prim er
lugar en tan glorioso triu.nfo: asi es q ne'se acerca-
roo l y le dijeron con una altivez insufrible
impe1donable: qu es lo que has queri do hacer
con no llama rnos cuand o ibas comb a tir contr a
l\1adian? Habla ban tan recio que manif estab an
estar dispuestos llevar sus qu ejas la decision
de la espad a, y si Gedeon les hubie ra conte stado
como mere can, babri a sido preciso que lo deci -
diese n las arma s ; pero el Gene ral tenia otro ne-
gocio mas urgen te que conclu ir , y supo conte ner
su justo enojo dejando al Seo r el castigo que
exig a esta insole ncia, y que se verific medio si-
glo des pues en tiempo de Jept , nono Jo ez de Is-
r ael , por otro insuh o semeja nte, como veremos
en su historia. Gedeon se babia mostr ado valero -
so y obedi ente Dios en la batal la, y ahora se
mues tra humi lde y sufrid o con loa homb res en la
vi ctoria. Y cmo , r es pondi ls Efrai mitas,
podri a yo hacer una cosa igua l la que ' 'osotros
ha beis hecho ? Pues qu no vale mas un racim o
de Efrai n que las vendi mias de Abiez cr? (Esta
Biblioteca Nacional de Espaa
~09
era la cas.a de Ged eon ). El Se or pus o en vu~
tras man os los P r nci pes de l\lad ian Ore b y Zeb .
Qu .c,os a pud e yo hac er ig ual la que vos otro s
ha beis hec ho? Y coi es to calm la ira d e los
~'\~imitas que se hab an irri ta do con tra l. Si'n
cm, barg o no se le in cMp~r~r()O par a co nclu ir l.a
d~slfucoioo d e los Mad iani tas, ni Geileon teni a m .
. '
cha gan a de que le sigu iese n una s trop as ta o peli -
g rosas. T a mpo co pasa ron el JoriJn las otas trib us.
Ged eon se con tent con sus trescients vali en-
tes , de los Cloa les no le fa lt ni uno ~ole en ~a ~
g lori osa vict oria ; mas esta por g loriosa q~,te hu-
bies e sido hast a aqu , no la juzg aba com plet a
mie n tras que dase n ene migos que det-rota r. Ten a n
aun los Mad iani tas qui nce mil homboes can tan-
d ado s por dos de sus Prn cipe s, los cua les no
b abia pod ido alca nza en la huid a. Su des eo era
no so ltar las atm as de la man o bas ta aca ba con
este est o de ene mig os y hace rse due o de los dqs
Rey es que los com and aba n; pero esta ba ren did a
su <>ente de can sa ncio y ham bre . No bab ian dor-
mid o, ni com ido , ni deja do de trab aja y p elear
en la n och e y en el dia , ni rra do lom ar vv e-
r es po1 no perd er ni un mom ento de tan pre~ ioso
_tie mpo . Se bail a ban las puetas de Soc ot , y di-
jo Ged eon los de aqu ella ciud ad: dad me, os rue -
go, pan pua la gene e que es l co nmi go , por q ue
est mu y des f.Jie cida , para que pod;o mos pers e-
gui r Zcb ee y Sal man a, Reyes de Mad iao. Cre a
el Gen era l que los Isra elit as de Socot se juzg ara n
o blig ado s y . dar an po r. serv idos en soc orre r
unas :tro pas q.ue hab ian hec ho, ya tant o par a la
libe rtad de toda la' nac ion y que iban cou clui !

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3 ro .
esta inapreciabTe obra, pero se enga. El atrc,i-
miento de los Efraimitas babia ya llegado Socot
y sus vecindades. La impunidad babia formado
atrevidos; y Gedeon no sac de su indulgencia
mas que nuevos in sultos. Los principales de So-
cot tu vieron la inhumanida d de negarle el socor-
ro debido de toda just icia, y la desvergucnz a de
co nt estar le con una indi g na bu da. Pues qu, le
d ijcron, tienes ya en tu poder las palmas de las
man os ' de Zebee y Sallllana para pedirnos que
demos pan tu egrcito? E sta inhumanida d y
ultraje reuuidos n o deban quedar sin castigo:
pero era necesario tiempo y Gedeoo no le teuia
sin exponerse no acabar con sus enemigos, y
asi solo les dijo esras breves pero terribles pala-
bras : cua ndo el Seor pusiere eo mis manos
Zebee y Salmana, yo tril lar vuestras ca r nes con
las espinas y abrojos del desierto. P as de alH
Fanuel y babl los de aquella ciudad las mis-
mas palabras, y ellos le respondiero n como los
vecinos de Socot, y tambien les dijo: cuando vol-
viere vencedor en pa:r., destruir esta torre, que
fu decides: vosotros confiais en esta torre qu'e
defiende vuestra ciudad; yo la derri bar cuando
vuelva victorioso y entonces castigar vuestra in-
humanidad y atrevimiento .
Ello, al fin, el Genera l se v'i precisado su-
frir la falta del socorro que peda pa ra si y para
su tropa; mas tuvo bastan re ascendienre para lo-
gra r que sus trescientos nlieoles no solo le si-
guiesen animosos lo restante de aquel dia, si no
que asaltasen y derr otasen los enemigos en
aquella misma noche..

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.
. . . '3 1 1
Zehee y Salman a haban recogido, como ya
dijimqs, quince mil homb~es del egrcito derrota-
do y haban huido tierras bastante distantes para
creerse seauros y libres de las arruas de los He-
breos. Gedeon tom el camiuo por desiertos, don-
de solo habitaban tribus errantes hajo de sus ticn -
das. Estns serian acaso los '\lLC le proporciona -
sen el socorro 'ltte necesita >a , en otro caso
Dios, qtte preparaba la victori;r, supli eia las fucr-
7-as. T.o cierto es que avanzando por aquellas sole-
dades, Gedeon ocult tan completame nte stt mar-
cha los fu~itivos, que sin ser advertido carg so-
bre ellos en la oscuridad de la noche, y no solo les
desorden, persigui, ncu ehill y derrot, sino
que alcanz hizo prisioncrO$ el dia sigu ien te ;\
Zebec y Salmana , cue se haban huido al tiempo
de In derrota.
F.n aquel mismo dia tom la vuelta Gedcou
'Con sus prisioneros, y el siguiente, antes de sali'r
el Sol , se ballabil ya la vistn de Socot. Cogi un
mozo que salia de la ciudad, le preguut el nom-
bre de los Prn cipes y nneianos de ella, y escribi
setenta y siete. En.t r en Socot con su tropa y pri-
sioneros, y dijo los principnlcs: nqui teneis Zc-
hee y Salm~na, sohre los cutlles me in sultasteis,
l:l icicndo : acso estn en tu pocler las manos el<!
Zebcc y Salma~a para pedir nos qnc demos pan .i
tus tropas que estn cansadas y desfallecidas? Tom,
pu es, setenta )'siete principnl~s de la ciudad y con
espinas y abrojos clel desierto triz y desmenuz su's
ca~nes, egecutando el castigo ron que les habia
"amena~do. Pas Fanuel, bati la torre, y la derri-
b despues de laber.pasado Glo de espada los

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-
312
principales ciudadanos que se haban certadi> -n
e~.
Ya no restaba mas Gcdeon que determi\tl ia
St!er.te de ~ebee y S.aln'laoa; t :los.qne ltb1ia sar-
.ficado .la' justiia divina en el acto misnio de su
pr!sion , sino .hub_iet:a sido en cierto modo t.ecesario
presel1tm>los vivos ~ los insultadores de Socot y Fa-
nuel para egecutar cl c.~stigo merecido. como este
se hahia ya verificado f era asunto concluido, los
.conden muerte; como enemigos capitales del
~ucblo del Seor; pero antes quiso saber si haban
s1do ml!ertos por ellos algunos de sus hermanos
que desaparecieron en las ltimas irrupciones que
haban hecho en la tierra de Israel estos Madiani-
tas, y les pre<>unt6: cmo eran los varones que
matasteis en e1 Tabor? Purecidos t, r espondie-
ron, y uno de ellos nsi como bijo de un llcy. Her-
manos mios eran, bijos ele mi madre, exclam
aqu Gedeon, conmovido indignado: vive el Se-
or que si les hubierais conservado la vida, yo
conservara la vuest ra. Gcdeoo poda conservrsela,
por que los Ma~ia.nitas no estaban condenados por
Dios al extermmto como los Amorreos, y acaso
fu este un segundo motivo de conservar vivos
estos dos Prncipes fin de cangearles con sus her-
manos, sino haban perecido en la mortandad del
Tabor; pero salieron fallidas sus esperanzas y Ze-
hee y Salmana fueron muertos alli mismo. Con la
muerte de estos dos Reyes concluy la derrota de
los Madianitas y demas naciones orientales y prin-
cipi la libertad, la paz y el descanso de Israel.
Era ya tiempo de que este grande hombre, des-
pues de haber librado al p1.1eblo de I)ios como

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. a,J
gnerr~ro. , de la,opresion de susenemigos, entrase
gol~ernarle como J~tez, en nombre del Seor que
le babia .elegido. Re.~ el . Jo.l'dn y se volv
~f~i'-~ ;su:.ciudad, con sus, t..:esci~ntos valiente$! que
,qut?-as, Ja -mayor., parte eran btjos de ella y de su
.;m~sma familia, acaso l\quellos mismos, que con tant<:>
,~tlor .le signieron cuando toc llamada esta des-
)g:ual y. asombrosa guerra; y" Gede<?n, aquel Jero4
,hoal que con tanto empeo fue, pedido para .Ja
muerte porque babia .d estruido el altar de . Baal y
.cortado el h9sque profano, fue ahora recibido co.n
.un regocijo muy superior al 6dio que. entonces le
.manifestaron. Luego vinieron Efra los Prncipes,
)os Anciat!OS; y los Juec~s de todas las tri~u~ y
.una multltutl de pueblo a presentarse su tnSlg-:
J:ll'! libertador, y rendir en nombre de todo Israel
~l . m~s profu"ndo agradecimiento los inmensos
beneficios que acababa de concederles el Se.o1 po.r
su valeroso brazo,
,.. En -vista de las muchas y grandes hazaias que
.~;haJ?a, de egecutar este hombre prodi~ioso con
tan .pPcos socorros humanos, no era nosible dejar
:el~ conocer.que el valiente Gedeon er~ .el hombre
- P.e:la,"dicst~a del~Se?r, y .que dcspues de i.V~oiss .y
~qsue., .. no: sehabta. v~sto en Israel ,otro quien de-
~iesen- los Israelitas mayores. obligaciones . .Asi es
. <me eL.I{]I'adecimiento de todo el. pueblo fue tal,
.que habna llegado -un exceso, .si el" humilde varon
,(le Efa .!;o hl!b~era poseid 0 ui1a modestia igna.l
. ~lJ . !alent1.a . QulSie~on hacerle Rey, y .qu.e ta;nbten
r einase sobre IsraeL su descendencia. S t nuestr11
~;ilicipe~ le d~gero~, .Y .tu "hijo y el hijo Q.e tu hijot
..., ~.. ,~ ~.. .. .. \ ~~

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3t.{
porqlle nas has llbrac1 dc1 iodi: de 1\adldri. A '1l
v~rdaa qe si' los hijos de Israel hubt eran podld
totfuit Rey, o podran habe r elegido mjo r; pr
que Gdi;oo 11\erccia serlo ; pero este virtu oso !Srelita
:hose clej\S dslumor'ar del brill de la cot'ona qtle
ha cegad tantos mortales. Sal>ia que no debi
ocup ar este puesto, y lo sabia mejor qu lc>S 'qu
se le ofrcc i:nr, y asi les respondi: no ser jl
vuestro Pl'incipe, ni tainpoc lo ser m'i hijo, siiio
que ser el Seor qttietl mand r sobre vosatroS.
Qeda dicho que Dids por su bond ad hca el pu'-
hlo que se haba escog ido ,. qtt iso ser su Monarca,, y
Gedeon en su negativa record los bijos de ls'raet
que era de Dios su i\'[onar qua; que l era .un metb
cg(:'utor da sns orclcnaciones, y que se dara pdr
satisfecho y bieu pagad o, s'i logtaba, siendo Juei;
que abaildoasen par" siempre 1!1 idola tra, adr a:
sen y amase al Seo r, y guardasen s'us manda ..
:mientos: mas parec indol e que podran qud ar
inortificados sino reciba :~l gun otro obsequio, ya
que no le era dado toma r la corona, les dijo: que
para 110 aparece ingra to recibira los zarcillO$
f(ue habia h tomado en esta guilrra los i'!'Oi't'iig~
1--a mult itud 'de Israel que "hltba concurriilo, 'oy
},.. proftucsta con sumo gusto , y al mofu!nto te_.
8icro'i1 una capa en el su~lo y echaron eh 'clln, n
si:>lo los Mrcillos, si no iari1bien los adorho's, joye.!
l es y ve5tidos dt: prr ura que habi~it tm'do a 165
~fndiatiitos, y los collares de oro dll sus camellO's;
hahindo pesaao solamente los zarcillos 'lllil y stf!.::
cientos siclos de oro, que equivalen unos do.s.!
cientos treinta y odo-mil Teales. Gedl:on, dcsintc~
~ t

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3)5
l:l"sa.do y, despren~ido , nQ. <>cept esta cU.l.l)llos..,
~>f.ren4a de tan preciosos tesoros por enriquecerse~
:('l:f~nc;l hacer 4e ellos un Efod !llilgoiiico y colo~
cade en su casa de .Efra.
. No se sabe cnl era el. vestido adomo de dis-
\o;io~. q~e usal;an los Jueces" de Isr;el , ni las dc-r
c;:Rr.a.ciones propias de su dignidad, ni el uso q~
W!.O (;!!.d.e<;m de este magnifico ropage. El Efocl er~
\loa de las ptiocipales piez.as que componan las
yestiduras del gran Sac.e rdote; y de aqu ~lau na-:-
f,do l~s dudas acerca d~Jl Efod ele W:t\e!),n, l"os qu,~;
!).r~en que este Elqd era el ornamen\O (fue us.a,Jj~
!l~ gan Sacerdote cuaud~ consulta!)!\ al Seor,,
~liccn: que Gedeon no le hizo sino p~ra .Cta~~
~.ie'"ll[lre en estado de consultarle, aun en s~.;~ cas;!,
pero no por s, siuo por medio del Sumo S\lcerdo 7
te Los que .piensan cuc este Elod naqa tenia de
s.ag~udo, di<;;el: <uc le mand hacer para Jos dia:;
pe gran c:remonia, en que tenia q ue prc~eut;~st?
~omo JUC"? al frente de Israel. Esto parece 1~. ma~
Heible, potque el Efod del Sttmo Sacerdote era
pn ropage sin ll!angas, eorto y estrecho, y que suh~
cu}?.ria el pecho y la espalda, y no era pe uas po ;-
siblc acomqdar tauta cantidad c.\c oro sobr~: llll<t
tela tan pe<tteia. :Uero sea de esto lo <ttc ftere,
J:lO se mtedc dUilar: que G;cleon tuvo inteu ciune~
l\lUY rectts en la hechura de este Efod : e ue no
l\Jus de l en stt vjdt , ni otra pcrsqtit al"
g~ma; ( q11e en nala se le pt~ede imputar el
crirr1in~l desti110 cuc despu~ dp su muerte 1\!
~icron. los icl<latras de Israel, vistiemlo y adooan,
~lo sus abominables dolos co.t} ~1 Elod ~~ ~!!<\cott ~

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1
3 r6 .
lle fue siempre el enemigo mas llcclnrado ele los
dolos. Mas como Gcdcon fue inocenteen la he.
chura del Efod, el Seor le excus6 el dolor de "V~r
su bominable <!huw.
. ' J.os largos nos d su judic atura fueron ruros ,
religiosos y pacHicos, Isrnel sirvi nl Seor solo y con
fidelidad, y los pueblos de Madinn y sus aliados que..
daron tan debilitados y humillados qlte ya no vol~
vieron k vanta r cabeza. Establecl<lo Gedeon en su
ciudad de Efra, de qu ien era el a<lorno y la gloria;
querido y respetado de todo Israel, de quien era el
salvador y el santo Juez, no se ocup en otra cosa el
resto de su viel a lte en llenar l<~s altas obligaciones
de su car go; en hacer que se adornse y amas al
Seo r; que se acatasen y cumpliesen sus ll ivinas
leyes, y que triunfase la rcligon.
!rluerte de Gcdeou . Cuare nta aiios se cuentan
desde la muer te de Ilnrac , tfuien sucedi Ge..:
deon , hasta la de este grand e homb re, llcro como
entrp estos dos Jueces mediaron los aos de los de-
srd enes de Israel y los de su castigo, no se pueden
;worlguar , pun to fijo los de Sl\ jll(licatma. Por lo
monos fuero n treinta y debieran ser trescientos
para dicha de Israel. Tatnbien se ignora la edad en
quo muri y solo sabemos lle fu en una ~anta y
-ve11erable ancia ni<lad y en su ciudad ele Ef'nt, de-
jando una familia numerosa compuesta de setenta
l1ijos, y un pueblo : qnien hi1.o dichoso en todo el
liemp o de sn gobierno, y qtJc lo habra sido siem~
pre si hubiese imit).(lo sn condncta y tomado sus
JecciQnes V consejos. Fm! enten ado en su ciu-
..,latl , !lll l sepulcro ele su paclt' C Joas. San Pablo

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317
cuenta Gedeon con Samucl y con David, con los
que conquistaron reinos y obraron justicia y con
los que fueron fuertes en la guerra y pusieron en
llllida los egrcitos enemigos. Los fieles Israelitas
sintieron y Uoraron mucho la mue1tc de su famoso
libertado y de su amable Juez, y lo habran sen-
tido y llo.-ado mucho mas, si huLicran previsto la
r
renovacion de la idolatra los desrdenes del es-
tado cuc se iban segwr a esta preciosa Jnuerte.,

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.,

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l. Biblioteca Nacional de Espaa


FE DE ERRATAS.

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Fol. Lin. Dice. Debe decir.

17 1 19 sube al cielo re- baja al lim.bo es


cibir perar
.?.?9 J5 malissimas 1nallsimas
.711 23 espinados empin ados
215 1. imposibles impo sible
id. 27 ractificado ratific ado
21 8 16 ''e~ ved
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264 33 las los
2j8 21 humi llado humi llado


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1

HISTORIA
PARA LEER EL CRISTIANO
DESDt

LA
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NINE~ HAS'l'A .L,&_ VEJEZ;
O' SEA

c o1IPENDIO
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,
. .HISTORlA DE !JA RELIG-lON
.

sli'cdo d.e
'
los li\iros sa'.tos
.
l'OB. EL LICENCIADO
.'.

' ':HI>ADOL!D. 184{. "''


ll\tPll 'EN'X'). DE lllANUEI. A'(>AI\ICIO.

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