CSJ - Expediente 426 e
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CSJ - Expediente 426 e
Expediente: 426-E
VISTOS
ANTECEDENTES
La presente causa tiene como gnesis la solicitud de apertura de las sumarias por la
muerte del seor Gerardo Olivares V., iniciativa formalizada por la Comisin de la Verdad, a
travs de un extenso escrito visible de fojas 1 a 31, ante la Fiscala Superior del Segundo Distrito
Judicial de Panam. Luego de acopiar documentacin pertinente al caso, la mencionada agencia
de instruccin remiti al Tribunal competente el expediente junto con la solicitud de reapertura
del proceso.
Contra lo decidido por el tribunal primario se alz la Fiscala Superior del Segundo
Distrito Judicial de Panam, acotando que el homicidio agravado al que hace referencia el fallo
impugnado, "tuvo un momento de consumacin y uno de materializacin, pero que para su
transcendencia en el Universo jurdico penal, ese hecho adquiere valor jurdico nicamente
cuando es conocido como tal en la vida social y no antes, por lo que si la accin punible se
ignora, sta no existe en el mundo penal, prueba de ello aunque parezca inocuo lo anotado, es
que se no se acciona el rgano jurisdiccional por un hecho punible no conocido o, lo que es igual
ignorado" (fs. 646). Afirma que el hecho criminoso no dejar jams de perder ese calificativo, o
sea, que no deja de considerarse como tal por el transcurrir del tiempo, por lo que en buena
tcnica jurdica no se puede hablar de prescripcin en cuanto al ilcito en s.
Aade que en la investigacin penal que nos atae, "no se debe decretar la prescripcin
penal, tomando en cuenta las normas penales que regulan esta materia, ya que stas se refieren
a aquellos delitos de homicidios dolosos que se dan entre personas comunes, siendo que la
muerte del seor Olivares se dio en situacin distinta, pues eran momentos de la vida nacional
que se caracterizaba por la inestabilidad que se viva en el pas, por estar en el poder un rgimen
de facto, donde se dieron desapariciones forzadas de personas que quedaron sin investigar, fruto
de fenmenos polticos propios de la poca".
Indica que, para evitar que los inculpados en estos hechos quedaran impunes cuando el
Estado volviera a su normalidad, al producirse el fenmeno de prescripcin de la accin penal, se
aprob la Convencin Interamericana sobre Desaparicin Forzada de Personas, suscrita en
Belm Do Par, Brasil, el 9 de junio de 1994, aprobado mediante Ley 32 de 28 de junio de 1995,
en la que se define la desaparicin forzada como la privacin de la libertad a una o ms
personas, cualquiera que fuera su forma, cometida por agentes del Estado, seguida de la falta
informacin o de la negativa a reconocer dicha privacin de libertad o de informacin sobre el
paradero de la persona, con la cual se impide el ejercicio de los recursos legales y de las
garantas procesales pertinentes.
Subraya que en el artculo VII de la citada Convencin, se indica que la accin penal
derivada de la desaparicin forzada de personas y la pena que imponga judicialmente al
responsable de la misma no estarn sujetas a prescripcin, siendo as le asiste el derecho a la
sociedad a conocer que sucedi con las personas que desaparecieron del entorno, como
consecuencia de sus ideas polticas, por lo que en estos casos, bajo ninguna circunstancia
operarn los principios penales de legalidad e irretroactividad de las leyes penales, sostiene el
recurrente.
Seala el apelante, que si bien la investigacin que se adelant por la muerte violenta
del seor Olivares, fue cerrada mediante un sobreseimiento definitivo, debe tomarse en cuenta
que para esa fecha imperaba un rgimen que sistemticamente impeda el libre acceso a la
justicia, sobre todo cuando se vean involucrados militares, adems que no haba la
imparcialidad y objetividad de las autoridades de ese entonces, dando como resultado
investigaciones poco detalladas y parcializadas.
CONSIDERACIONES DE LA SALA
Previo a resolver el fondo del recurso, es importante identificar el cauce procesal por el
que transita la presente iniciativa, precisando que el tema de la prescripcin de la accin penal
es de obligatorio examen, por cuanto constituye uno de los presupuestos legales que deben
agotarse para determinar la viabilidad de la reapertura de una investigacin sumarial, segn los
artculos 2210 y 2211, ambos del Cdigo Judicial.
En el presente caso, consta en autos que los presuntos responsables de la muerte del
seor Gerardo Olivares V., o al menos a quienes se mencion en las primeras investigaciones,
fueron favorecidos con un sobreseimiento de carcter definitivo, lo cual impide que con respecto
a ellos, se reabra el proceso; sin embargo, al mismo tiempo, el Tribunal de la causa sobresey las
sumarias de manera impersonal, lo cual, de acuerdo con el artculo 2206 del Cdigo Judicial,
implica que las investigaciones podran ser reabiertas respecto a otras personas no mencionadas
en el auto de sobreseimiento, de fecha 23 de enero de 1978 (fs. 504 y ss) .
Sobre este punto, el fallo del Tribunal Superior expresa que la accin penal resulta
prescrita al aplicar el trmino de prescripcin de 20 aos que estableca el artculo 86 del Cdigo
Penal de 1922 (con sus modificaciones), norma que resulta aplicable en razn del principio penal
de preferencia de la norma ms favorable al reo. De este modo, el Tribunal Superior resuelve el
conflicto de aplicacin de la ley en el tiempo, haciendo imperar el principio constitucional de la
irretroactividad de la ley, decisin que la Sala comparte.
En efecto, la Sala comparte el criterio del recurrente en cuanto a que existen normativas
internacionales en materia de proteccin de derechos humanos, a las cuales Panam se ha
adherido, especficamente la Ley 32 de 1995, y que son de obligatorio cumplimiento; sin
embargo, a los hechos investigados en el presente caso, no es legalmente aplicable las normas
supranacionales citadas, por las razones que ms adelante se explican.
De otro lado, tampoco se puede pasar por alto que la figura de desaparicin forzada,
como la define el artculo II de la Convencin, no encuentra an tipificacin autnoma en el
Cdigo Penal patrio, y si bien este instrumento internacional deviene en norma interna
directamente aplicable a partir de su ratificacin, su aplicabilidad se ve limitada ya que no existe
la norma penal especfica que establezca la sancin de dicha conducta; con lo cual el Estado
panameo incumple, en desmedro de los derechos de quienes habitan su territorio, el
compromiso adquirido en el artculo III de la Convencin, de tomar las medidas legislativas
pertinentes para tipificar como delito la desaparicin forzada de personas.
En resumen, el hecho que los delitos de lesa humanidad estn reconocidos desde la
mitad del siglo XX, no lleva necesariamente a determinar que a stos se les haya otorgado en el
derecho panameo la condicin de imprescriptibles, pues sto slo sucedi, para el caso de las
desapariciones forzadas, luego de la ratificacin de la Convencin, y con efectos hacia futuro.
1.Nadie podr ser condenado por una accin o una omisin que, en el momento
en que haya sido cometida, no constituya una infraccin segn el derecho
nacional o internacional. Igualmente no podr ser impuesta una pena ms grave
que la aplicable en el momento en que la infraccin haya sido cometida.
Con esta decisin, la Sala Penal es consciente de que la justicia para los deudos de las
vctimas, tal vez slo se retarde y transcienda a mbitos internacionales, ya que la oportunidad
para resolver el asunto a nivel interno, no fue utilizada cuando era temporalmente viable.
Con base en las razones arriba explicadas, debe la Sala confirmar la resolucin que
deniega la solicitud de la apertura de las investigaciones por la muerte del seor Gerardo
Olivares V.
Notifquese.