La Cigarra y La Hormiga

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La cigarra y la hormiga.

Fbula sobre el esfuerzo

La cigarra era feliz disfrutando del verano: El sol brillaba, las flores desprendan su
aroma...y la cigarra cantaba y cantaba. Mientras tanto su amiga y vecina, una
pequea hormiga, pasaba el da entero trabajando, recogiendo alimentos.
- Amiga hormiga! No te cansas de tanto trabajar? Descansa un rato conmigo
mientras canto algo para ti. Le deca la cigarra a la hormiga.
- Mejor haras en recoger provisiones para el invierno y dejarte de tanta
holgazanera le responda la hormiga, mientras transportaba el grano, atareada.
La cigarra se rea y segua cantando sin hacer caso a su amiga.
Hasta que un da, al despertarse, sinti el fro intenso del invierno. Los rboles se
haban quedado sin hojas y del cielo caan copos de nieve, mientras la cigarra vagaba
por campo, helada y hambrienta. Vio a lo lejos la casa de su vecina la hormiga, y se
acerc a pedirle ayuda.
- Amiga hormiga, tengo fro y hambre, no me daras algo de comer? T tienes mucha
comida y una casa caliente, mientras que yo no tengo nada.
La hormiga entreabri la puerta de su casa y le dijo a la cigarra.
- Dime amiga cigarra, qu hacas t mientras yo madrugaba para trabajar? Qu
hacas mientras yo cargaba con granos de trigo de ac para all?
- Cantaba y cantaba bajo el sol- contest la cigarra.
- Eso hacas? Pues si cantabas en el verano, ahora baila durante el invierno-
Y le cerr la puerta, dejando fuera a la cigarra, que haba aprendido la leccin.
Moraleja: Quien quiere pasar bien el invierno, mientras es joven debe aprovechar el
tiempo.
Fbula: El conejo y la liebre

"El conejo y la Liebre"

El conejo pis algo fro y duro y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba sujeto a una
trampa de un cazador. Aunque se haba prohibido hace ya algunos meses que los
cazadores dejaran tiradas estas mquinas para matar, seguramente haba sido
olvidada por uno de ellos. Afortunadamente iba pasando por ah una liebre que a
pesar de no tener buena fama, debido a su egosmo, era el animal ideal para ayudar
al conejo.

-Liebre!- alcanz a gritar el conejo mientras aguantaba el dolor.


De pronto, la liebre se detuvo y se acerc al conejo mientras sonrea.
-Pero que tonto- dijo mientras analizaba la situacin.
-Aydame!- suplic el conejo.
-Me encantara ayudarte -mencion la liebre a carcajadas- pero el da de hoy estoy
fatigado, as que suerte.
Y as lentamente se fue alejando del moribundo animal.
El conejo con mucho valor y casi sin fuerzas, tom una bocanada de aire y con todo
el podero que le quedaba abri la trampa y logr liberarse.
Ms tarde ese mismo da, el conejo se diriga a su casa, pero de pronto escuch a lo
lejos un grito de auxilio y rpidamente se acerc al lugar de donde provena.
Habiendo llegado ya al lugar, fue tal su sorpresa que lo dej boquiabierto, se
encontr con la liebre enredada en una red de caza suplicando por su vida y pidiendo
clemencia al conejo. ste sin pensarlo dos veces, mordi con sus largos y afilados
dientes las sogas de las que estaba armada esta trampa, liberando as a la liebre.
A partir de ese da la liebre fue tan cooperativa que incluso ayudaba ms que el
conejo.
Moraleja. Siempre has el bien sin esperar algo a cambio

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