Anales de La República Chile
Anales de La República Chile
Anales de La República Chile
REPUBLICA
TEXTOS CONSTITUCIONALES DE CHILE Y REGISTRO DE
LOS CIUDADANOS QUE HAN INTEGRADO LOS PODERES
EJECUTIVO Y LEGISLATIVO DESDE 1810
Compilacin de
PRIMERA PARTE
1~ edicin, 1951
Inscripcin N 62.424
Se termin de imprimir esta segunda edicin
~ e 1.000 ejemplares en el mes de abril de 1986
I .
e
ACTA
y derechos que a los de Espaa para fijar un gobierno igual, la eleccin de dos Secretarios en los Doctores don Jos Gaspar
especialmente cuando no menes que aqullos se halla amena- Marn y don Jos Gregario de Argomedo, que por su notoria
zado de enemigos y de las intrigas que hace ms peligrosa la literatura, honor y probidad se han adquirido toda la satisfac-
distancia, necesitado a precaverlas y preparar su mejor de~ cin del pueblo . Se concedi a los Secretarios el voto informa-
fensa; con cuyos antecedentes, penetrado el Muy Ilustre Seor tivo, acordn.dose que el mismo Escribano de Gobierno lo
Presidente de los propios conocimientos, ya ejemplo de lo que fuese de la Junta. Se concluyeron y proclamaron las elecciones,
hizo el Seor Gobernador de Cdiz, deposit6 toda su autori- fueron llamados los electes, y, habiendo prestado el juramento
dad en el pueblo para que acordase el gobierno ms digno de de usar fielmente su ministerio, defender este reino hasta con
su confianza y ms a prop6sito a la observancia de las leyes la ltima gota de su sangre, conservarlo al Seor D~n Fernan-
y conservacin de estos dominios a su legtimo dueo y des- do VII y reconocer el Supremo Consejo de Regencia, fueron
graciado Monarca, el Seor Don Fernando VII. En este so- puestos en posesi6n de sus empleos; declarando el Ayunta-
lemne acto todos los prelados, jefes y vecinos, tributndole miento, prelados, jefes y vecinos el tratamiento de Excelencia
las ms expresivas gracias por aquel magnnimo desprendi- que deba corresponder a aquella corporacin ya su Presidente
miento, adamaron con la mayor efusin de su alegra y armo- en particular, como a cada Vocal el de Seoria, la facultad de
niosa uniformidad, que se estableciese una Junta presidida proveer los empleos vacantes y que vacaren, y las dems que
perpetuamente del mismo Seor Conde de la Conquista, en dictase la necesidad de no poderse ocurrir a la soberana na-
manifestacin de la gratitud que mereca a este generoso pue- ciona1. Todos los cuerpos militares, jefes, prelados religiosos
blo, que tenindole a su frente se promete el gobierno ms y vecinos juraron en el mismo acto obediencia y fidelidad a
feliz, la paz inalterable y la seguridad permanente del reino; dicha Junta, instalada as en nombre del Seor Don Fernando
resolvieron que se agregasen seis Vccales que fuesen interines VII , a quien estar siempre sujeta, conservando las autorida-
mientras se convocaban los Diputados de todas las provincia!"; des constituidas y empleados en sus respectivos destinos. Y
de Chile para organizar la que deba regir en lo sucesivo. Y habindose pasado oficio al Tribunal de la Real Audiencia
procediendo a la elecci6n de stos, propUEsto en primer lugar para que prestase el mismo reconocimiento el da de maana,
el Ilustrsimo Seor Doctor don Jos Antonio Martnez de diecinueve del corriente (por haberse concludo las diligencias
Aldunate, se acept, con universal aprobacin del congreso. relacionadas a la hora intempestiva de las tres de la tarde) ,
Sucedi6 lo mismo con el segundo Vocal, el Seor don Fernan- resolvieron dichos Seores se extendiese esta acta y publicase
do Mrquez de la Plata, del Supremo Consejo de la Nacin; en forma de bando solemne, se fijase para mayor notoriedad
con el tercero, Doctor don Juan Martnez de Rozas, y cuarto en Jos lugares acostumbrados, y se circulasen testimonios con
Vocal el Seor Coronel don Ignacio de la Carrera, admitidos los respectivos oficios a todas las ciudades y villas del reino.
con los mismos vivas y aclamaciones sin que ,discrepase uno As lo acordaron y firmaron, de que doy fe.-EL CONDE DE
ms de cuatrocientos cincuenta vocales. Y procediendo luego LA CONQUISTA.-AGUSTiN DE EVZAGUIRRE.-DIEGO DE LA-
a la elecci6n por cdulas secretas de los dos miembros que de- RRAiN.-JUSTO SALINAS.-JOS ANTONIO GONZLEZ.-FRAN-
ban completar la Junta (porque se advirti alguna diferencia CISCO DIEZ DE ARTEAGA .-JOS JOAQU!N RODRiGUEZ ZORR!-
en los dictmenes), result la pluralidad por el Seor Coronel !.LA.- PEDRO Jos GONZLEZ ALAMOS.-FRANC!SCO ANTONIO
don Francisco Javier de Reina y Maestre de Campo don Juan P REZ.-EL CONDE DE QUINTA ALEGRE.-FRANC!SCO RAM!-
Enrique Rosales, que, manifestados al pblico, fueron recibi- REZ.- FERNANDO ERRzuR!z.-AGUST!N DIAz, Escribano de
dos con singular regocijo; con el que celebr todo el congreso S" Majestad.
6 ACTA DE 18 DE SEPTiEMBRE DE 1810
ACTA DE 18 DE SEPTiEMBRE DE 1810
7
j
...
Este ltimo desengao les ha inspirado, naturalmen- prometemos nuestra palabra, la dignidad de nuestro
te, la resolucin de separarse para siempre de la Mo- empleo y el decoro de las armas de la patria; y man-
nrqua espaola y proclamar su independencia a la d.amos que co~ !os libros del Gran Registro se depo--
faz del mundo, reservando hacer demostrables oportuna- sIte la Acta OngInal en el Archivo de la Municipalidad
mente, en toda su extensin, los slidos fundamentos de de Santiag~, y se circule a todos los pueblos, ejrcitos
esta justa determinacin. Mas, no permitiendo las ac- y corporacIOnes, para que inmediatamente se jure v
tuales circunstancias de la guerra la convocacin de quede sellada para siempre la emancIpacin de Chil~.
un Congreso Nacional que sancione el voto pblico, Dada en el Palacio Directorial de Concepcin a 1. o
hemos mandado abrir un Gran Registro en que todos de enero de 1818, firmada de nuestra mano, signada
los ciudadanos del Estado sufraguen por s mismos, con el de la N acin y refrendada por nuestros Minis-
libre y espontneamente, por la necesidad urgente de tros y Secretarios de Estado en los Departamentos de
que el Gobierno declare en el da la independencia, o Gobierno, Hacienda y Guerra.-BERNARDO O'HIG-
por la dilacin o negativa. Y habiendo resultado que GINS.--:Miguel Zaartu.-Hiplito de Villegas.-Jos
la universalidad de los ciudadanos est irrevocable- 1gnactG Zenteno.
mente decidida por la afirmativa de aquella proposi-
cin, afianzada en las fuerzas y recursos que tiene para
sostenerla con dignidad y energa, hemos tenido a bien,
en ejercicio del poder extraordinario con que para este
caso particular nos han autorizado los pueblos, de-
clarar solemnemente, a nombre de ellos, en presencia
del Altsimo, y hacer saber a la gran confederacin del
gnero humano, que el territorio continental de Chile
y sus islas adyacentes, forman, de hecho y por dere-
cho, un Estado libre, independiente y soberano, y
quedan para siempre separados de la Monarqua de
Espaa y de otra cualqutera dominacin, .c on plena ap-
titud de adoptar la forma de Gobierno que ms con-
venga a sus intereses. Y para que esta declaracin ten-
ga toda la fuerza y solidez que debe caracterizar la pri-
mera Acta de un pueblo libre, la afianzamos con el
honor, la vida, las fortunas y todas las relaciones so-
ciales de los habitantes de este nuevo Estado; com- MCHIVO DEl, SENADO. Vol. 2.
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I
MANIFIESTO
QUE
INDEPENDENCIA.
L,______ -----~~---- ____ ~ ~
IMPRESO
J.
EN SANTIAGO DE CHILE:
la accin de recobrar su libertad hacindose ms poderosos, diente que habiendo enriquecido ms que su habilitador y re-
o no eran legtimos los medios que le despojaron de ella. compensado con exceso su proteccin, se halla en circunstan-
Este es el caso de la Amrica. La Espaa, invadiendo nues- cias de franquersela. Todos estos ejemplos aun tienen menos
tras costas al pretexto simonaco de una religin profanada fuerza que la de nuestro derecho. Recibido de la Providencia
por los pseudo-apstoles que para predicarla buscaban las el del nacilniento, podemos llamar NUESTRA PATRIA a este
vetas de los cerros como el cirujano la vena para sangrar, no suelo en que vimos la primera luz y hemos alcanzado la de la
ha procurado legitimar despus este ttulo horrible, a lo me- civilizacin del siglo.
nos por medio de esa ratificacin de los pueblos con que algu- Todo el empeo de la tirana jams ha podido combatir este
nos polticos han pretendido valorizar el clebre diploma de la derecho de naturaleza. En fuerza de l componemos una aso-
conquista. Lejos de eso, la Amrica, sin la menor participacin ciacin tan libre cnmo la de los antiguos conquistados. Pero
en esas Cortes formadas y vendidas al capricho de los reyes, la Espaa, no menos cruel con nosotros que con ellos, siempre
ligada a la supersticin de un juramento prestado sin poderes consecuente a sus planes de muerte y desolacin, ha consuma-
por un regidor que haba comprado en .hasta pblica el ejer- do en nosotros, por medio de su legisla tura, todos los horrores
cicio de esta farsa fantica, inhibida de entrar en cliscusiones que apur la espada en la conquista. Nosotros no queremos
sobre la causa de su obediencia, sen ten ciada en fin sin ser hablar de ese Cdigo de Indias dictado para educar los nefi-
oda a sufrir en silencio la esclavitud, hubiera perdido con el tos de la esclavitud bajo el feudalismo eclesistico de los doc-
uso de la lengua la memoria de sus males si fuese tan fcil trineros y el seoro inhumano de las encomiendas. Ya no
. olvidarlos como enmudecer. Pero ellos se repetan por un existe, ya no tiene vida alguna civil esa porcin abyecta sobre
sistema sostenido en la poltica de sus verdugos, que tanto quien se recopilaron los crueles decretos de las Isabelas, los
ms se saboreaban en el portento de nuestra tolerancia, cuanto Fernandos, los Felipes y los Carlos. Pueblos ms ilustrados
los odos deban ensordecer al ruido de las cadenas. se substituyeron a esa devastacin, para que gravitasen en
Ese miserable resto de indgenas, que ha podido sobrevivir ellos con ms sensibilidad los tres siglos de infamia que nos
a tantos millones de vctimas y que agitado en diversas tribus han precedido. Las provincias hermanas, que antes que nosotros
errantes, como los montones de arena en el desierto, conserva se han constitudo en Estados independientes, tambin han
en sus elegas los fastos de su triste persecucin, no est acre- expuesto al juicio de las naciones el cuadro extenso de esas
ditando su repugnancia al yugo de los agresores en esa guerra desgracias, que ellas mismas haban mirado con tanto asom-
discontinua que mantiene siempre en movimiento las fron~ bro como nuestro sufrimiento, y nos han excusado el trabajo
teras de nuestras poblaciones? Qu argumento, pues, podr de trazarle, cuando ha sido univer5a:1 este sistema de opresin,
deducir en su favor la Espaa, cdiada por los naturales y re- de concusiones, de depredaciones, de todos los males de una
pulsada por los hijos de los conquistadores en el momento que servidumbre estudiada y sostenida por todos los inventos del
pudieron abrir los labios sin temor de que se les cerrasen con una fiero despotismo.
tenaza incendiada? Nosotros reclamamos el derecho con que Si la institucin de los gobiernos no conoce otro origen que
el siervo se aparta del amo que le maltrata; el derecho del el de procurarse los hombres un apoyo a su seguridad y a la
que, emancipado por la edad, se encuentra en aptitud para prosperidad de la asociacin, cmo ha podido suponerse que
manejarse por sus propias facultades y es dueo de sus ac- los pueblos de Amrica confiriesen sus poderes para ser ms
ciones; el derecho del que sale de pupilaje (y tenemos la ge- infelices y humillados? Quin podr creer que los americanos,
nerosidad de no exigir cuentas al tutor); el derecho del depen- poseedores de la tierra ms frtil y preciosa del universo, qui-
22 M I\ NIFIESTO DE LA INDEPENDENCIA MANIFIESTO DE LA INDEPENDENCIA 23
siesen habi tarla para regar slo con sus lgrimas el sacrlego Amrica por su importancia a las tres partes del mundo-cono-
entredicho impuesto a la naturaleza para que no produjese? Que cido? Aun no ser tiempo de cancelar la hipoteca otorgada
los olivos y las vias, mandadas arrancar de Chile (a), deban a las alhajas entregadas por doa Isabel para la expedicin
obligarnos a recibir el aceite y los caldos de la Pennsula? de Coln? An seremos deudores, despus de los millones
Que en las columnas de Hrcules debamos ir a registrar la que se han exportado a Madrid? No; la revolucin de Esparra
tarifa escrita a nuestro comercio puramente pasivo? Que y la indocil idad de nuestros verdugos han puesto en nuestras
en este mercado exclusivo debamos recibir la misma ley que manos la palanca para separar el peso insoportable. No po-
los gobernadores de Juan Fernndez imponan por medio del demos despreciar el momento sin ser responsables a la poste-
situado a las necesidades del presidario? Que al paso que ridad. Que conozcamos sus derechos por las lecciones que nos
nuestras costas quedasen abandonadas a la tentativa de cual- ha dado la misma Espaa y no los dejemos afianzados en la
quier invasor se absorbiese la Espaa cincuenta millones del slida INDEPENDENCIA, sera un crimen digno de la execracin
derecho de almojarifazgo, al pretexto de guarnecedas con bu- de n",estros hijos y del oprobio de la edad presente. La hemos
ques, que slo aparecieron en ellas cuando han venido a ha- declarado; y los suspiros que nos arranca la hostilidad de nues-
cernos la guerra? Que prohibidas al trfico de las dems po- tros injustos rivales sern endulzados con la satisfaccin de
tencias, se nos estrechase a comprar por diez lo que ellas nos garantir para la descendencia de los conquistadores la LIBER-
vendiesen por uno, y excomulgados al trato de ].os extranje- TAD de que los espaoles despojaron a sus abuelos.
ros se mandasen expulsar todos ellos de Chil con los libros Queremos .. .
de su lengua? (b) . Que monopolizadas las ideas como los Podemos .. .
intereses, se proscribiese la libertad de la imprenta y del pen- Luego, debemos ser libres.
samiento, hasta privaren nuestra Universidad la defensa del He aqu una consecuencia emanada naturalmente de esas
pretendido imperio del Monarca de las Indias, porque no lle- premisas, tan evidentes en el hecho como en el derecho.
gase el caso de entrar en discusin sobre esos ttulos de un Ya no preguntemos a la Espaa cul es el que puede alegar
dominio tan nulo como vergonzoso? En fin, que erizados sobre nosotros. Echemos la vista a los que ha promulgado en
nuestros archivos de resoluciones terminantes a la etiqueta favor de su soberana despus de la prisin de Fernando, ob-
y ceremonias, al x.jto de los recursos de mil y quinientas, com- servemos su conducta, comparmosla' con la nuestra, no olvi-
prados con el sudor o la desesperacin del querelloso, a los demos su localidad y su situacin: el resultado ser la justi-
premios de gracias al sacar que a tres mil leguas de distancia cia de nuestra causa.
se distribuan en el mejor postor, fusemos espectadores indi- La coronacin de Fernando VII se nos anunci casi a un
ferentes de nuestro propio destino y debisemos aceptar en tiempo con su prisin y con ~a historia misteriosa de las esce-
silencio el que nos donasen nuestros amos .. . ? nas del Escorial, Aranjuez y Bayona. A un t iempo mismo la
Ni, cmo podran stos conservar su carcter en el da de Ju nta de Sevilla nos convidaba al envo de Diputados que
la luz, cuando salidos ya de esa infancia terrible, padecemos entrasen al Gobierno Central (como que no merecera ese
el rubor de tantos aos de paciencia y somos ms admirados nombre, si la Amrica no compusiese un rayo de aquel cen-
por esta fatal habitud del respeto, que lo fu la conquista de tro) ; se la declara por primera vez parte integrante, igual en de-
rechos al reslo de la Monarqua. y que no es ya una colo'na o Jac-
(al Por cdula de 15 de octubre de 1767. loria como las de las dems naciones; se le c~munica la instala-
(b lOrden de 1.' de septiembre de 17 SO. cin de las Juntas provinciales, su instituto, su forma y las
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atribuciones con que deban conservarse; se promulgan esos callar a la esperanza y la seguridad individual ocupaba todos
altos derechos del hombre, los principios sagrados del pacto los sentimientos del pueblo. El comienza a dudar de la fidelidad
social, las prerrogativas de los pueblos y la retroversin a s- del gobernante, cuando por una parte observa su conducta
tos del ejercicio de la soberana que antes se desempeaba en contradiccin con las promesas del Gobierno espaol, y
por el Rey como un apoderado suyo, imposibilitado ya de ad- ste le previene por otra que el mayor nmero de sus Minis-
ministrarla en el cautiverio; se nos promete, en fin, la gloriosa tros, de sus Consejeros, de sus Generales, de sus Grandes, de
perspectiva de una Constitucin que, refrenando la arbitra- sus Obispos, haban adherido al partido francs (d). Mirba-
riedad del gobierno, sea el antemural de la libertad del ciu- mos la remocin de los mandatarios peninsulares, la amovili-
dadano Ilamdo a darse a s mismo la ley por medio de sus dad de los que se suplantaban y la medida adoptada por aque-
represeGtantes en un Congreso Nacional (e). llos pueblos de consultar su conservacin erigiendo las Juntas.
Este golpe de luz era demasiado fuerte para no penetrar Llega la noticia de la que se haba establecido en Buenos Aires;
el nimo ms oscurecido y crear espritus pensadores. Empeza- Chile se conmueve; Carrasco piensa aquietarle fingiendo que
mos a reflexionar. La idea de la soberana excitaba ese ins- vuelven los desterrados; descbrese el engao; l es depuesto;
tinto a la INDEPENDENCIA que nace con el hombre. El se en- los espaoles avecindados en Santiago cooperan con ms em-
trelazaba con la suerte de la Pennsula, formando en el cora- peo a esta separacin; el mando se deposita en el Brigadier
zn un contraste de esos deseos habituales por la prosperidad Conde de la Conquista, como de mayor grado, siguiendo an
de la metrpoli y el de quedar en aptitud de hacer nuestro la escala de sucesin. Los Oidores tiemblan en el presenti-
destino si aqulla sucumbiese a las armas victoriosas de Fran- miento de esta novedad, que les pareca una intimacin de ha-
cia. La tenebrosa y amenazadora vigilancia de nuestros man- tier caducado su rango cuando la conciencia les acusaba de
dones inclinaba la balanza a esta parte, y nos obligaba a rece- haber concurrido con su voto consultivo a las felonas de Carras-
lar que las generosas confesiones de los liberales de ultramar co; creyeron que era sta la oportunidad de promover la dis-
fuesen un mero artificio para mantener la Amrica uncida a cordia conforme a la orden reservada de 15 de abril de 1810; se
su carro en todos los lances de la fortuna. Igualmente se cali- incendia entre americanas y espaoles; se propone una confe-
ficaban de traicin la menor crtica sobre los sucesos de Espa- rencia de os hombres ms respetables de ambas facciones; el
a o el repetir las proclamaciones halageas de su Gobierno, resultado de ella fu la convocacin del pueblo para el 18 de
que en nuestros labios tenan el sonido de alevosa. As vea- septiembre. En este da memorable, la unanimidad de sufra-
mos espiarse nuestras reuniones y ponerse a cada hombre de gios instal la Junta Suprema Gubernativa que rigiese al pas
talento un centinela de vista. Este era un plan combinado en en nombre de Fernando VII, con sujecin a la de la Regencia
el retrete de la tirana subalterna. En Venezuela son arranca- que en Espaa se haba levantado sobre las ruinas de la Cen-
dos por Emparn del seno de sus familias los ' ciudadanos Or- tral. La sensibilidad a las desgracias de un Rey infortunado, la
tega, Rodrguez y Sanz, como por Carrasco en Chile, Rojas, habitud del respeto y el espritu de imitacin fueron ms po-
Ovalle y Vera. Aqul hace recibir por la fuerza a su Asesor; y derosos que los derechos que habamos reasumido, y no deja-
aqu Carrasco da posesin al suyo en la primera silla del Ca- ron escucharse las voces de la INDEPENDENCIA a que llamaba
bildo cercado por las bayonetas. Ya entonces el temor hada el orden de los acontecimientos, la poca de la ilustracin v el
inters de nuestro destino. -
(e) Cdulas de 19 y 20 de marzo, 30 de septiembre 1808: la de 1.' y 22 (d) Ordenes de 28 de julio de 1808, de 14 de febrero, 23 de marzo y 24 de
de enero y manifiesto de 28 de octubre de 1809. mayo de 1809.
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Nuestro nuevo Gobierno fu aprobado por la Regencia. lIa emana del pueblo espal10l y ste no tiene poder alguno
Pero esta resolucin pblica era la red que se tenda al candor , sobre los de Amrica, que como l son parte integrante y la
y generosidad de los chilenos, para que fuesen presa inerme principal. de la nacin, por qu no podremos nosotros re-
de la sangrienta invasin encomendada al Virrey del Per. presentar al Rey y obrar en su nombre, como lo hacen esos
Nosotros debamos ya temerla cuando veamos conducirse la , mismos que nos declaran rebe/des? Han recibido ellos algu-
tea incendiaria contra nuestros hermanos de Buenos Aires , na comisin especial del cautivo que no llegase hasta noso-
declararse a Caracas en riguroso bloqueo y encargar al t irano tras? Si no es la de Bayona, para admitir la nueva dinas-
Melndez la hostilizase por todos los arbitr:os del furor e: ta de Napolen, que resisten con tanta heroicidad, en naso-
(e). As fu que en medio de nuestras mejores relaciones con o: tras no puede ser un crimen lo que en eIlos es una virtud y
Lima, en la estacin en que se exportaban nuestros frutos ai < un derecho. Si Espaa no obedece a l francs, aunque M-
Callao, cuando acababa de recibirse la contestacin (f) de tente mandarla en nombre de Fernando, presentndole su
120.000 pesos remitidos a Espaa por este Consulado y 200.000 renuncia, con ms razn repulsaremos nosotros a Jos que
de las Cajas Generales (en que se comprenda una contribu- nes traen la guerra bajo de ese mismo nombre, porque lo he-
cin voluntaria para auxiliar los empel10s de la Pennsula), mos conservaclo a la frente de nuestro Gbierno y prodigado
como si aguardasen estos socorros para realizar el noble pro : un reconocimiento desmerecido a Jos que traicionan 's us
psito de exterminarnos, Pareja desembarca en San Vicente propios principios.
con el ejrcito devastador en 1zombre de Fernando VI l. Entonces acabamos de desengal1arnos del verdadero obje-
Entonces recordbamos que la Regencia nos haba dicho to de esas teoras tan brillantes como seductoras , y que a vuel-
(h) que a este nombre quedarfa para siempre uttida la poca tas del talismn horrible, al pretexto de restituirle al trono
de la regeneracin y felicidad de la Monarqua en uno y otro usurpado a su padre, se esconda el designio fraudulento
mundo; que nuestros destinos no dependan ya de los virreyes y de sel1ar en nosotros y nuestra posteridad una servidumbre
gobernadores, que estaban en nuestras manos; y nos pregunt- ms funesta que la antigua; que ste era el urgente motivo de
bamos por esa igualdad de derechos con que nos haba lison- mandarse. cerrar las escuelas y que no se hiciese ms que remi~
jeado, para que al usarlos nos juzgase reos de una innovacin t ir a Espaa hombres, dinero, vveres y ciega obediencia (,).
de lesa majestad. Echbamos la vista al principio que ella haba Entonces fijamos Jos ojos en el mapa, los convertimos a la
tenido en Espaa y discurramos: .Los pueblos de la Penln- pcsicin natural y poltica de Espaa, y nos asombrbamos
sula no han fundado su revolucin en otro ttulo que en de no haber corrido en tanto tiempo el teln a esta comedia,
la necesidad de las circunstancias. Por qu los de Amrica en que los actores , desde el pequeo teatro de un ngulo penin-
c: no han de poder ser jueces, como aqullos, para decidir si sular de Europa, mantuviesen en silenciosa admir~ci6n a todo
estn o no en esa necesidad? Desde que la Regencia y las un mundo, sin fastidiarle con la unidad de una accin sosteni-
Cortes han proclamado por nica base de su autoridad la da por tramoyas de pura cbala a que no se divisaba otro
soberana del pueblo, ellas han perdido todo pretexto para desenlace que la descarga de mil rayos sobre los espectadores.
mandar a ningn pueblo que quiera ejercer la suya. Si aqu- Entrbamos en nosotros mismos y nos decamos: cVeinti-
ds mil leguas cuadradas y un milln de habitantes animados
(e) Ordenes de 2 de agosto y 4 de septiembre de 1810. de la ndole y sobriedad de los araucanos, conservarse de-
(f) Comunicacin del gobierno espaol de 15 de agosto de 1810.
(h) Manifiesto de 14 de lebrero de 1810. (i) Orden de 30 de abril de 1810.
MANIFIESTO DE LA INDEPENDENCIA MANIFIESTO DE LA INDEPENDENCIA 29
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pendientes de un punto del Viejo Hemisferio, que mendiga < jeras, las producciones de los literatos, las ideas liberales de
sus recursos de nosotros, que perece sin ellos, que vive por los estadistas y de los fil6sofos, antes sofocadas por el terror
ellos, y que trata de acabarnos con ellos? De cundo ac se desptico y hoy rindiendo homenaje a la naturaleza y a los
e ha cambiado el destino a las relaciones sociales, que el tu- e elementos de la asociacin; aqu se proscriben an los escritos
!liCIo sirva a sus muletas, que la boca del infante convierta nacionales, la libertad de imprenta y todo papel relativo a
e la leche en sangre para arrojarla al rostro de su nodriza, e la revolucin espaola, que no sea de los ministeriales de la
e que el menesteroso se levante y quiera imperar en su be-
e Regencia, encargando a la Inquisicin una v igilancia la ms
ndactor? De d6nde ha salido esta legislatura por la cual escrupulosa y responsable (m); porque para ilustrar a Chile
basta que se le remitan veinte misioneros que llenen el n-
t:ni la edad proYecta, ni el juicio maduro, ni la opulencia, ni
e la aptitud administratoria, ni la superioridad de fuerzas, ni mero de los de Chilln, para que no se pierda la religin san-
e la por falta de ministros. Este es en mil ochocientos diez el
< acontecimiento alguno de los que favorecen la libertad in-
dividual, ha de ganar la suya a un pueblo entero? Quin ha lenguaje de la Regencia, que manda abonar a estas Cajas el
dictado ese cdigo que autoriza al falso y al ingrato para pasaje de estos fanticos con tanto honor de nuestros eclesis-
< ticos y de la piedad y luces del pas (n). Este es el gran siste-
que sobre la impunidad de sus crmenes. se hagan adorar del
< ma de igualdad y elevacin que se nos ofrece; ste el idioma
ofendido? Y, quin nos ha vendado las potencias para no
< de la lisonja que se ha substitudo a las brujeras con que se
< distinguir las felonas de la Espaa en el favor impudente
< robaban los tesoros a los sencillos indios, y con el cual hoy
de sus halagos? Llamados a las Cortes con representacin
e igual, vemos un Diputado por cada treinta mil peninsulares.
, se intenta despojarnos hasta del sentimiento y del instinto,
< y para nombrarle nosotros apenas basta un mill6n. All el acompaando a las palabras las bayonetas para ser ex ter-
e sufragio es popular; aqu se consigna al voto de un Presi- minados por stas si consentamos en la fe de aqullas. Qu
< decencia, qu circunspecci6n la de estos pretendidos so-
< dente bajo la firma de los ayuntamientos. All no vara la
c beranos/>
e forma de las elecciones; aqu vienen diversas normas en
cada correo, para que jams llegase el da de ser representa- Cuando as discurramos, y a la luz del fue"o de la guerra
dos por otros poderes que los de esos suplentes introducidos que ellos encendan , nos hicieron avergonzar de nuestra impre-
con la misma legitimidad que los del Congreso de Bayona, visi6n y generosidad, un clamor universal por la INDEPEN-
los unos desconocidos a los mismos pueblos que figuraban, DENCIA fu el resultado de este remordimiento, arrancado por
los otros repugnados expresamente por stos, ninguno con la justicia y por la presencia de nuestros males. El menor de
, credenciales suyas, y todos suplantados por la preponde- los motivos que meditbamos era suficiente para declararla.
< rancia peninsular (j) . All se comercia libremente con todas Sin embargo, contentos con la esperanza de un triunfo que
las naciones; aqu se vedan nuestros puertos an a los bu- desengaando a nuestros agresores los redujese por el conven-
ques de la Inglaterra, a cuya alianza debe la Espaa todo su cimiento, reservamos ese paso majestuoso a que nos impelan
poder, y no se tiene rubor de declarar ap6crifo y nulo un la naturaleza, el tiempo y los sucesos. Peleamos y vencimos.
decreto de 17 de marzo de 1809 que se supone concesivo del Nuestras armas, cubiertas de gloria en las jornadas de Yer-
comercio libre (J) . All circulan todos los peridicos extran- bas Buenas, San Carlos, El Roble, Concepcin, Talcahuano,
I
(j) Ordene. de 6 de octubre de 1809 y 29 de marzo de 1810. <m) Cdula de l." de enero de 1809 y rdenes de 31 de abril de 1810.
(1) Ordenes de 10 de julio y 27 de junio de 1809. <n) Ordenes de 13 y 19 de julio de 1810.
30 MANIFIESTO DE LA INDEPENDENCl.~
MANIFIESTO DE LA INDEPENDENC IA 31
Cucha, Membrillar y Qucchereguas, sealaban ya el momen-
to en que aniquilada la fuerza del nuevo general Ganza, es~ del estandarte de la guerra. Ya sabamos los efectos de esos
trechado al recinto de Talea, impusisemos la ley al que vena indul tos en Mxico, Venezuela, Quito, Hunuco y Alto Per ...
a conduQrnos la de la Constitucin espaola, ese artefacto La intimacin vuelve a aJ~rmarnos. Pero, en qu circunstan-
que bajo las apariencias de libertad slo trala las cond iciones cias? Cuando con la noticia de la restitucin de Fernando al
de la esclavitud para la Amrica, que tampo~o haba concurri- tr,:,no acababa de llegar a nuestras manos su decreto anulato-
do a su formacin ni poda ser represcntad~ por 31 suplentes rio de la Regencia, las Cortes, sus providencias y su Constitu-
que suscriban al lado de 133 Diputados espaoles. Deseara- cin, manteniendo las autoridades constitudas en ambos he-
mos pasar en eterno olvido esta poca fat~l en que se dispu~ misferios.
tan el lugar todas las intrigas de la perfidia espaola y la mag- No quisimos reconvenir a estos satlites de la tirana con
nanimidad y franqueza del carcter chileno. Quin creyera qu.derecho haban derramado la devastacin en el pas, sino,
que en una crisis tan favorable a nuestros empeos como fu- cul era el que apoyaba su presente agresin, que otra vez
nesta al titulado ejrcito nacional haban de celebrarse las capi- converta su ejrcito real en ejrcito NACIONAL? Si ellos tenan
tulaciones del 3 de mayo de 1814 .. . ? frente serena para ser el juguete de un Gobierno verstil
Es necesario se nos excuse la vergenza de analizarlas. Bas- pos pueblos deban tambin rendirse a la cuchilla y caprich~
te recordar que, ratificadas por nuestro Gobierno. garantidas Implicado de sus asesinos? Ya no poda alegrsenos la Cons-
por la mediacin del Comodoro Hillyar con poderes del Virrey titucin, cu)'a bondad tampoco les daba accin sobre la Am-
del Per, aceptadas por el jefe de las tropas de Lima, retiradas rica, as como la que hubiese dictado Jos Napolen no se la
las nuestras, restitNdos al enemigo los prisioneros y obligado dara sobre la Pennsula, por benfica y admirable que fuese.
el pueblo a reconocer la paz solemnemente publicada, fu Fernando reasumiendo el cetro para despedazar esa clebre
preciso auxiliar a los invasores imposibilitados de moverse, y ley? Pero, cul era el nuevo acto con que los americanos ha~
disimular que su misma nulidad valiese por pretexto para ban hecho convalecer la autoridad del hijo de Mara Luisa,
demorarse negociando traiciones en TaJca, que a 1as 30 horas que sobre ser nula en su origen, l haba abdicado y desmerecido
deba evacuarse. Apenas salieron de esta ciudad y repasaron por sucesivos y posteriores hechos de infamia y de crueldad?
el Maule, cuando Ganza toca todos los resortes para rehacerse; Permtasenos renovar la memoria de las escenas del Esco-
convoca, recluta, disciplina un segundo ejrcito, que esparce rial, Aranjuez y.Bayona. En 1807, Fernando es declarado
por toda la provincia de Concepcin , emplea en el enganche traidor a su padre e indigno de la sucesin. En 1808, cambia
los caudales que por su mana deban destinarse a reparar las el teatro en Aranjuez y, violentado Carlos IV por la faccin
quiebras de aquel vecindario, se echa sobre los de su tesoro, que haba sido sofocada en el Escorial , cede la corona al hijo
nombra jueces y, en fin, se erige en un seor propietario del proclamado entre la turbulencia de la corte. Huye a Francia
terreno que haba pactado desocupar a los dos meses; hasta el viej o pupilo de Godoy a buscarse la proteccin del Empra-
que llega Ossorio a renovar las hostilidades a sangre y jllego dor, que en las conferencias de Bayona le hace restituir la
si no cedemos a discrecin (o) entregando el pecho a' las pro- diadema, para aceptarla l mismo y ceirla a su hermano
clamas y perdones de su visir (p). Ya era tarde para darse a J os. Esta transaccin regio-cmica se nos representa por la
las caricias del len que esconda las uas entre los dobleces Junta Central y la Regencia bajo el veb de exclamaciones
exaltadas y dirigidas a mover toda nuestra sensibilidad en
(o) Intimacin del 20 de agosto de 1814 desde ChiUn.
(P) Proclama e indulto del Virrey de Lima, de 14 de marzo. obsequio de las desgracias del joven cuyo partido les preocupa-
ba. As es que expiden rdenes ejecutivas a la Amrica para
32 MANIFIESTO DE LA INDEPENDENCIA 33
MANIFIESTO DE LA INDEPENDENCIA
que sean presos los reyes padres y su comitiva, si arribasen a tar la infamia de un denuncio semejante para desconocer en
estas costas, remitindolos a Espa'a en partida de registro el delator el carcter de un Prncipe? Aun habr osada para
(q). Evaporado aquel tierno entusiasmo a que nos arrebat reconvenirnos con ese juramento prestado sin poder nuestro
una sorpresa de compasin y de esperanzas, quin es el que para obligar nuestras conciencias, en una poca erizada de in-
distingue menos violencia en las renuncias de Bayona que certidumbres y afecciones tumultuarias, al aspecto de pro-
en la de Aranjuez? Era acaso ms importante para Fernando mesas que han sido defraudadas, y de circunstancias que tan-
la presencia de Bonaparte que para Carlos IV la de un pue- to tiempo hace que dejaron de existir? Mas para los comisa-
blo amotinado a las puertas de su palacio? Contra la voluntad rios del exterminio de Amrica nunca el teatro vara: el ob-
de todos los de Espaa, abandonan la nacin los Barbones, jeto es aniquilarla, importa lo mismo hostilizar en nombre de
y pierden por este hecho aun aquellos derechos oscuros sGbre la Constitucin que del dspota que halla la misma que vienen
que se levant su dinasta. No poda pertenecer a estos emi- a ntimarnos.
grados una nacin acfala por sus resentimientos domsticos. Tal ha sido la conducta de Ossorio en Chile. Es necesario
No poda Fernando desde Valenzay conservar en su mano el repetirlo: entra con la espada en una mano y el cdigo en la
extremo del lazo, mejor diremos, de la cadena que por mera otra; se le hace ver (o ya l lo saba) que era anulado por
habitud amarraba a la Amrica. Fernando; con igual facilidad pelea por la ley que por el ene-
Cuando los espaoles declararon la guerra a Dinamarca, migo de la ley. La justicia, esa virtud una siempre en todos
dedan en su manifiesto: ,Si esta potencia est oprimida y tiempos y en todos climas, puede sostenerse sobre bases opues-
, sujeta a la voluntad de Napolen, la Espaa le declara la tas e intereses implicados? No, no ha sido ella quien di al
guerra como a una provincia de Francia> (r). Por qu no
tirano la victoria del 2 de octubre de 1814. No ha sido ella
se usa del mismo lenguaje con Fernando preso, o ms bien, quien le inspir el brbaro incendio del hospital de nuestros
entregado voluntariamente a disposicin del Emperador? Se heridos. No fu la justicia quien prendi la mecha del can
olvidar jams el mundo de la alevosa , horrible y sacrlega sobre las vctimas refugiadas a los templos de Rancagua. Ella
delacin con que vendi al Barn de Kolli, compromet;do a no autoriz las violaciones con que se profanaron estos asilos
salvarle del castillo con la intervencin y credenciales de Jor- de la religin y de la inocencia. E lla no brind a los sacrlegos
ge III? (s). Cuando fuese una impostura la relacin de Mr. los vasos del sacerdocio para que sirviesen a .sus bacanales.
Berthemy, Comandante de aquella fortaleza, de que Fernando Ella no reg de sangre los caminos desde Talcahuano hasta la
en el parte se atrevi a exponer que ,los ingleses todava con- capital, para que por estos rastros de la muerte pudiese ha-
e tinuaban derramando sangre a su nombre, engaados con llarse el cuartel general de los sicarios, donde deblan presen-
I~ falsa idea de que estaba detenido all por fuerza>; cuando
tarse nuestros mejores ciudadanos, prfugos por los montes,
sea apcrifa su carta impetrando de Napolen que le adoptase para ser deportados a la roca de Juan Fernndez. La justicia
por hijo (1) (acusaciones de que no se ha vindicado), no bas- no afil el pual para el cuello de los nueve asesinados den-
tro de las crceles, al pretexto de una fingida conjuracin;
(q) Cdula de 12 de agosto de 1808, y orden de 1.' de marzo de 1809 y sin ms proceso que la ferocidad de los renovadores de la ca-
26 de junio de 1810. tstrofe de Quito. No es ella la que sumi en Casas Malas (v)
(r) Cdula y manifiesto de 4 de o<tubre de 1809. a tanto benemrito extrados sin figura de juicio del seno de
(s) Vanse los documentos de esta increfble escena en el Espaol N,o 2,
30 de mayo de 1810. (v) !i0rrible m:l2morra en el Callao de Lima.
(1) Carta de 4 de abril de 1810, inserta en el citado N.O 2 del Espaol.
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,\ I.I.Y/Fnsm /W I..I/.\Du'/.. sm. .\u.\
sus familias, q ue aun lloran su orfandad, y la negacin de un t0sa esf uerzo le proporciona el envo de algunos gladiadores,
canje a que el vis ir del Per( sacrifica la suerte de sus propios ni 6stos pueden ser indiferentes al senti mien to de abando nar
mercenarios a tr ueq ue de no mejorar la de nuestros compa- el !Rlelo r:atal para encontrar sep ulcro ta n lejos de su cuna. , ni
triotas. :Ka es la justicia quien levant los cuatro cadalsos en d ejar n de conocer que son arrojados l una empresa en que
que se recreaba la cobarda del moderno Bapto (u), y que cualq uiera triunto efmero apenas los har semej.lTltes a la
mand precipitadamentE' arrancar de la plaza a la soJa notl- ave que surca el aire y vuelve d cerrarse luego que ella pasa.
cia del triunfo de 12 de febrero de 1817, cuyo aniversa rio l\'lorillo (con el n:ejor ej rcito que ha remitido la Espaa) y
celebramos (x). t od:1s sus ckms divisiones presenta n el ejemplo, Mientras
La justicia quiso dar a Chile ese da de gloria y de esplendor, ocupan UIl pueblo, se repite la insurecci6n en los otros; y a l
ya satisfecha d e q ue en los padecimien tos <,le dos aos y me- fin toda la mJsa diseminada de los conquistad ores viene a
din h ubisemos purgado nuestra indeb ida tolerancia , o la ce- co ns um irse en medio elel incendio. La conflagracin es univer-
guedad de no co noce r que ella tra icionaba los santos derechos sal; el espacio inmenso; el fuego de b. re vo luci6n inexting uible.
de la P:\TRLJ\ , la necesidad de la I NDii:PENDENCIA, y el ardiente No queremos pertenecer a una naci n nula, a quien para nada
voto de los pueblos, que la proclamaban con tanta ma yor necesitamos, y tiue necesitando de nosotros, s6lo nes busca
ansia cuan to acabahan .de aprender en la esc uela de la tirana, con la muerte; a una nacin falsa en sus promesas, retractaria
que aqul es e l lllli co y s uspi r:ldo trm ino de coSta sangrienta en s us pactos, contradi ctQria en sus principios, q ue pretende
lu cha rl e siete aoos, que era llegado el s u yo a la impotencia de hacer valer bs de su caduca usurpacin, k,s de un) din.Jsta
nu estros agresores Y d el dspota .u quien sirven, que haba cado despojada por s misma hasta de I(';s apar iencias del derecho,
por tien'a e l dolo y su nombre, y que no debamos por m.s y que seam('l S esponsnblrs al resto d e nuestros hermanos digna
t iempo ha cernos reos de la bajeza de invocarla, cuando la miS- mente emancipados; a la cultura del siglo, que respeta a la
ma Espa;" des pu('s de helada por su ingratit ud en el nuevo 1.1 BER TA D con~ () la di osa d e la civili zacin; a nu es tra poster :dad,
ascenso al trono, se despedaza en las convulsiones del parlisis que desde el signo de su futura existencia tlg uardl el turno
que la lleva a s u litima consuncin . venturoso en que Ila de entrar ~in ta ba jo a gozar los das de
Tal es la crisis de esa in feliz naci6n, La fiereza elel mons- la ley , del h(mor y de la paz tranquila que le com praron sus
truo no la hace tan miserable, cuanto la inflexible tenacidad de p adres C() !l su sangre; a todo el gnero humano, que puede
empearla (' 11 esta lid asoladora, en que, despus de haber ya conUlr co n un refg io de segu ridad y de abundancia en
perdido todas las adquisiciones de la primera conquista, va a estas regiones bendecidas del Creador y antes ved adas por la
quedar excluda para siempre de las (nicas rela ciones con o rgull osa ambic in a la hospitalidad d e los dem s hombres
que poda repararse de los estragos de 25 aos. IEspaa sub- qu e no quisiesen ser esclavos; a la naturaleza, que puso en
sista d e la Amrica, ho y nada recibe de ella, y tiene que apu- nu es tro cspri tu los grmen es de la eleccin y del mri to in-
rar el vaco de S lI S fondos para combatirl a. A nadie puede ya compatibles con la servidumbre; en fin, )1 C ielo mismo, que
alucin ar en el e~tad() de pobreza que la devora. Si un porten- ha dese nvu elto el rol de las poten cias y se a lado el asiento que
debemos ocupar a la par d e los ind ependie ntes.
(11) No es menos conoc ido rvrarc, sucesor d e Ossorio, por sus cr~leld:ldcs
que por su a r"min<tcin, semejante a la de los B.aptos, ta ~ dcs~recl~dos en
Chi le ha obedecido a su voz. La solemne a cta d e 1. 0 de enero
13 Greci:l. La s tiranbs relacionadas const;1n de InformacIOnes ] uddlcas en de 1818 es la expresi6n del sufragio indi v idual , la su ma d e to-
nuestros archi vos. das las voluntades part;culares. No ha querid o deferir su re-
(x) Hoy cUlHple \I n ao la victoria de Chacab uco. solucin a la d ilatada convocatoria. de un Cong reso difcil de
36
}'fiu"-el Zafarfll
M illi stro de Estado.
1810
congregaci6n; pero na est en sus alcances una abdicaci6n tan absoluta antes 10. Las de Hacienda tendrn sus alzadas ordinarias a la Junta de ella
de constituir la forma s6lida de gobierno en los tres poderes, cuyo deslinde es y slla de ordenanza, y las de Guerra por el recurso de la ley de Indias con
el paso prolijo y ms esp inoso en todo Estado. Por tanto, ha resuelto dele- la variacin que en adelante formarn la J unta de Hacienda, el Vice~resi
gar interinamente el conocimiento de negocios y trasgresiones particu- dente del Congreso, Ministro ms antiguo del Tribunal de Justicia
lares de la ley, a un cuerpo colegiado que se instalar con el titulo de Au- Contador Mayor, Ministro de Real Hacienda y Fisc!'lI; y la alzada de auerr;
toridad Ejecutiva provisoria de Chile bajo las declaraciones siguientes, y el mismo Vicepresidente, Subdecano del Tribunal de iusticia y A~ditor
que progresivamente se fueren dictando. de Guerra.
1. 10 El Congreso, como nico depositario de la voluntad del reino, cono- 11. las provisiones, resoluciones y sentencias del Poder Ejecutivo se sus-
cer exclusivamente del cumplimiento o infraccin general de la ley. cribirn, para ser cumplidas, por todos los miembros que la compongan,
o al menos por dos, anotndose en ellas mismas, can fe del Secretario, el
2. Por la misma raz6n no pertenecer al Ejecutivo el vice patronato real
que por enfermo o ausente no lo hace.
que antes ejerda.
12. La arbitrariedad con que se ha usurpado el crimen de alta traicin
3. 10 Las relaciones exteriores son privativas del Estado en su entable, y. su n~turaleza misma, exigen que COnozca de estos dclitosel Poder Ejecu-
cuya representacin s610 reside en el Congreso i por consiguiente y para tIVO, S1n quedar enteramente inhibido este Congreso para formar causas
atender tan deUcado objeto con el inters a que empea, deber corres-
de ~sta clase, cuando lo teng~ por conveniente. Para la ejecuci6n de penas
ponder al Congreso la apertura de la correspondencia exterior, llevndola cap1tales falladas por cualqUIer poder o juzgado del reino, se impetrar
al Poder Ejecutivo, como la interior del reino que consultar s6lo en los del Congreso el permiso instnldo.
casos de gravedad.
13. La Autoridad Ejecutiva llenar Sil objeto conforme a la ley vigente;
4. El Congreso por la representaci6n inmediata y general del reino, se compondr de tres miembros con su Secretario y Asesor; y entre aqullos
asegura su confianza y d.emanda la seguridad de opini6n que se reserva turnar la presidencia por meses, siendo su dotaci6n dos mil pesos anua-
les, y las de stos mil quinientos.
RECLAMENTO CONSTITUCiONAL DE 1812 43
42 RcCLtIME NTO DE LA AUTORIDAD EECUT/VA DE 18 11
lif:ias del Pdn cipe.-Francisco Prals, Interventor de Correos.-Francisco - Joaqun Garda, Subteniente de Dragones de la Reina.-Jos Riveros,
J[ardones y Valvino, paisano.-Francisco de la Lastra., Aiferez de r-iavio Alfrez del Regimiento del Pdncipe.-Jos Ignacio JOfT, ide;n.-Juan
de la Real Armada.-Francisco de las Cu,evas, pisano,--Frat~c.:sco Javier de Dios Jofr, paisano.-Jos Jim'nez de Guzmn, Capitn del Regimiento
Vide/a, Cap itn de Milicias del Regimiento de la Princesa.-Flix An- del R.ey.-Jos Paciente de la Solta, Teniente de idem.-Jos! Zapatero,
tonio Vial Alfrez de dern.-Francisco Caon;., Sargento del Cuerpo de Teniente de Artillerfa.-Jos Agustn de Herrera, paisano.-Joaqun Alon~
ASJ.mblea .~ Francisco Ambrosio Len de 1(' Barra, Teniente de MiEcias so Toro Gamero, Teniente del Regimiento del Prfncipe.-Juan Fermn
del Regi mien to del Rey.-Francisco de Laforest, empleado en el Consula~o. Brunel, Sargento de ArtilJerfa.-Juan NefJomuceno Morla, Sargento de
-Francisco Brochero, Ensayador de la Real Casa de Moneda.-Francuco dern.-Jos Domingo Valds, Alfrez del Regimiento del Prfncipe.-Jos
del Ro, Teniente de Dr:\gones de Cor.cepci6n.-Fermin Fabres, empleado },,fanuel Borgoa, Cadete del Batalln de Concepcin.-Jos Domingo
<C!l la Real Cas:l de Monedo..-Francisco de Barros, paisano.-Francisco Mu;xica, paisano.-Juan Francisco de Cijucntes , Tesorero de Tabacos.-
.Uanuel de la SoUa, Teniente de Milicias del Regimiento del Prncipe.- Jos Antonio Castro, empleado en la Moneda.-Jos Andrs de Gavin, paj-
Feliciano Jos de Letelier , Diputado del Tribunal de Minera y Tenien te sJ.no.-Jos A1llonio de Manchea, empleado en la Real Casa de Moneda.
Coronel de M ilicias.-Fr(l1tcisco Ruiz Tngle, Capitn de Milicias del Prn -Jos Antonio de EchatleZ, Alfrez del Regimiento del Rey.-Jos Santia-
<:.ipe.-Felipe Cceres, Oficial de Milicias.-Francisco del Barrio, paisano. go Guzmn.-Jos Manuel Tun, paisano.-Jos :Manuel Gmez, idern.-
-Francisco Lazo, illem.-Franc-isco Parca.- Francisco Mulet, pa isano.- Julin Jos Fretes, Alfrez del Regimiento del Rey.-J~s Toribio Torres,
Francisco Aros, idem.-Francisco Javier Caldc1'fl, eclesistico jesuta.- pais<lno.-Juan Manu.el Correa, idem.--Dr. Jos Ureta, Administrador de
Francisco Estebat' Oli!lera, paisano.-Femando Olivares, paisano Procura- !'vIinera.-Jos Mara Tocornal, Diputado de dem.-Jos de Murillo,
dor.- Francisco Javier Ovalle, idem.- Fr.tncisco Javier de Trllc1os, idem.- paisano.-Jos Nico16s de la Cerda, paisano.-Jos Ignacio de EyzIJguirre,
Fra1/Cisco Javier Sandoval.-Gabrid Jos de Valdivieso, Administrador de Ensayador de la Real Casa de Moneda.-Jos Ju}in de Villegas, Fun~
TabJ.cos de Renca y Capitn Agregado a l Regimiento de la Pr i:lcesa.-- didor de idem.-Jos Ramn de Argomedo, paisano.-Jos Antonio de Ro.
Gabriel de Larran, paisano.-Hiplitn Oller, Capitn de Artillcrfa.- jas, idem.- Jos Mara de Roza.s, paisano abogado.-Jos Antonio Pri eto,
Dr. Hiplito de WUrgas, abogado y Contador de Temporalidades.-En. empleado en la Aduana.-Joag,u.n de Trucios, paisano.-Joaqun de lzarra,
rique de Campino, paisano.-Hip6lito de Amaya, idem.--Hermcne;!.ildo idem.-Jos Anwnio Ros, idern.-Jos de Bravo, dern.-Jos Miguel
jl1ardones, idern.-Hilario de Vial, iciem.- Ignado de Silva, empleado de Sierra.-Jos Luis Gava.-Jos Fortunato de Mesas, paisano.-Jos de
Tabacos.-Isidoro Errzuriz, Oficial del Regimiento del Prlncipe.-Isi. Trucos, dern.-Dr. Jaime de ZudafJez, paisano abogado.-J os Santiago
.doro de Ureta, puisano.-Isidoro Antonio de Castro, idem.-Igtta-cio ele To .de Campino, idem.-Jos Antonio de Badiola, abogado.-Jos Agustin de
Tres Esrribano del Consulado.-Isielro Verdejo, paisano.- Isidro Novoa, Arcos, paisano.-Joaqun Larrat" dern.-Dr. Jua,n Francisco de la Barra,
ide~.-.Juan Jos de Carrera, Cttpitn del Regimiento del Prncipe.- abogado paisano.-Jos Miguel Mulet, paisano.-Juan de Dios de La
Jos Miguel Clrrera, dern.-Jos Samaniego y C6rdnfH1., Ministro Conta forest, idern.-Jos Gabriel de Quezada, eclesistico.-Juan Tadeo de Silva,
<lor de las Cajas Reales.-Juan de Dios de Gata, pa isano abogado.- Capitn del Regimiento de la Princesa.-Jos Ignacw de Zentetl0, paisa.
Juan de Dios Vial del Rio, idem.-Dr. Jos Antonio Errzuriz, Can6nigo no Procurador.-Juan Lorenzo de Urra, idem.-Jos Hernndez.-Juan
<le esta Catedra l.-Dr. Juan Pablo Freles, idern.-Jos Santiago RoelrigHez, Crisstomo de los Alamas, dem Escribano.-Joaqun de la Barra, paisano.-
Obispo Electo de dem.-Juan Bautista de Aeta, Administrador Principal Jos Ignacio de la Cuadra, Teniente de Milicias de Rancagua.-Jorge Godav,
de Correo s.-Juan de Dios Vial, Teniente de Asamblea.- Jos Antonio jdem del Fegimiento del Pdncipe.-Jos Mar!a Goly.--Jos Matas D~z
BC'tarro, Teniente del Bata~16n de Concepcin.--los Maria de Guzmn, Aldcrete, empleado' en la Aduana.-Juan Jos Vargas.-1os Joag,wn
Capit,n de Milicias.-Fra)' Joaqu1n Gorriti, Maestro Prior de San Agus- Daz, paisano.-Jos Antonio BaraTtona, dem.-Juan de Dios Gara'), Te~
tn.-Jos Marcial Vigil, Teniente del Regimiento del Pdncipe.-Jos niente de Milicias de la Concepci6n.-Juan Lavia, paisano.-Joaqun de
Mara ele Villegas, paisano.- Juan Antonio Nieto, empleado en Aduanas. Echeverr!a, idern.-Jos Agustn Ugalde, idern.-Jos Antonio Daz, idem.-
-Juan .1ntonio Olalquiaga, dem.-Juan Nicols Correa , paisano.-Jos Jos Ignacio Snchez, idem.-Jos Eugenio Doria y Saravia, idem.-
Joag,1ln VaIenzuela, Alfrez del Regimiento del Rey.-Jos Migflel. Valds, Jos Mar!a Argandoc, eclesistico.-Dr. Juan Jos Urivi, idem.-Jos
Tenien te del Regimiento de la Princesa.-Jos }[aria Carrera, patsano.- Santiago Nava, paisano.-Jos MMiano Lafebre, empleado en la Aduana.-
luan de Dios Ureta, idem.- Joaqu'n de Aguirre, Comandante del Regi- Joaqun de Echeverria y Larra!n, paisano.-Jos loag,un Fabres, empleado
miento del Prncipe .-Jos Antonio Ramos, paisano.-Juan de Dios Vial .en la Real Casa de Moneda.-Jos Santiago Pae" de Garcta, paisano.--
Arcaya, idern.-Jos Antonio A vtndao, dem.-Jos Sa.ntiago Gmez, idern . Dr. Jos Silvestre Leso, idern.-Jos .Manuel de Astorga, dern.-Jos Gre.
46 REGLAMENTO CONSTITUCIONAL DE 1812 REGLAMENTO CONSTITUCIONAL DE 1812 47
gorio For.t:cilla, dern.-Juan de Pasos, idem.-J1tan Francisco P1Ulma, 1UZ.- M:Jnud Donoso, paisano.-.. Nicols ,M,m::n, empleado en 19. Cas.:l.
pJ.is::mo,--]usto de la Barrera, idern.-Jos Maria de los AJamos, idem.- de l\Iloneda.-Nt'cols },{atorras, paislno.-Nicols Antonio Lois, idern. --
J ulin Gorma.z , empleado en la Real Aduan<l,- Jos de P,ado.-]004.tdn Dr. Pedro Vivar , Cannigo de esta Catedral.-Pedro Lurquin, Adminis
BCll'slez, Capitn de Milicias de Aconcagua.-Jos Ztnltno, Receptor.- trador de Temporalidades.-Ped1o Antollw de Villar y Dia::, Teniente ccl
Jos Ma1,uel Menares, paisano.-Jos Mara VillarrecJ, abogado.--Jos Regimiento del Rcy.-Pedro Allende, pais;no.-Pel1ro Garda de la Huerta,
Antonio Campino, p.1is::mo.--Jos Gregario Calder6n, paisano Procurador. Oficial de Milicias de Caballerfa. -Pearo Jos de Ureta, Sargento de Dra
,)1an Jos Ra.mil'ec,--L1lis de Carrera, Teniente del Regimiento del Prn- gones de la Reina.-Pu.lro No/asco de Astorga, pais:lno.-Pedro Juan Bar.
cipe.--Lorcr.zo Jos~ de VillcltL, Relator de 13. Real Audiencia.-Lucas fles .-Pedro Nolasco VidaJ, paisano.-Fedro Jos Valen zuela, paisano.-
de Arriarn, Capitn del Regimiento del Rey.-Lorcl1zo 5~,hc%. Sar- Pedro Posse, paisano.-Pedro PIJscual Rodrig!Jez, emplead o en 1:1 Moneda.
gento de Artilleria.--Lorenzo Jofr.-Larenw FuenzaJida, paisano abogz - -Pedro del Solar, p3.iSallo.-Pedro Nolasco Mena.-Pablo G'1.rriga, pai
do.-Manml Daz }'!uoz, Capitn del Regimiento del Rey.-Ma-nttel s1no .-Pedro Notaseo VaJds, idem.-Pedro Tom.s de Qu'oga, Teniente
il1at,as Fernrulez de VaJdivieso, Coronel de J\.Iilicias de San Fernando.- del Regimiento del Rey.-Pedro Jos PaJacios, pJ.isano.-Pedro Notasto
MfJnuel Antonio L1/jl!, Teniente de Milicias y Oficial de la Sccret2rfa de Videla, Dragn de la Reina.-Pablo Riveras, pJ.isano.-Pedro Nola.seo de
Gobie:no.-Dr. Ma1wr.l de Vargc:..5, Cannigo Magistral de esta Catedral.- T'iclorwno.-Pedro VidaJ, empleado en el Consulado.-Pedro Palazuelos
Dr. Miguel de Palacios, idem. -Marin Prats, paisano.-Ur.tl,uel A l1lonio idern.-Pedro L'l-fehre, paislno.-Pedro NoJasco NogarerIa.-Pedro Pascual
Arco:, idem.-iltlanuel Manso, Administrador de la Real Aduana.-Fray Chac6n.-Dr. Rafael Diez de Ar~aga, eclesistico Promotor Fiscal del
.~a1tuel Lpez, Guardin de la Recoleta Fri!nr.isc2.na.-].[anuel Fernndez, Juzgado.-Rafael de la Mata Linares, paisano.-Ramn de la Cavareda,
:\'linistro Tesorero de Cajas Reales y actual Contndor Mayo r.-.ManUt'l it.lem.-Ram6n Rodrigue:!, Alfrez del Regimiento del Rey.-Ramn de
de Cm14ros , Tesorero interino de la Real Aduana.-- ,Manuel Jos de las Aeta, Ofici:tl del Regimiento de idem.-Ram6n Ravs, S3rgento de Arti
Cuct'as, paisano.-Manuel Valcnzuela, Teniente de Milici2s del Rey.- Heda de Concepcin.- Ramn Err:.uriz, paisano.-Rofad Eugenio Abe.
.~{iguel Pinto, paisano.-Jlamul Quezada, idem.-Matts Garda, Teniente oz, Capitn de Milicias de San Fernando.-Rafael Correa, empleado en
del Regimiento del Prncipe.-.~1an-:lel Antonio de Muxica, paisz.no.- la Real Adu:lna.-Rafael Bilbn.o, paisa no.-Ramn VaJero, idcm.-Ramn
Ua.nucl Francisco Valdovinos, idem.-Manftel de Aeta, paisaho.-ManlltL .Mariano de Ar, Teniente del Regimiento del Rey.-Ramn Allendes,
de la Vega, Teniente del Regimiento del Prncipe.-,M anuel Prez de Ca paisano.-Rafael Daz AlJerete, dern.-Rafael Bcl,rreda., idem. Escribano.-
mino, empleado en Tabacos.-Miguel de Rivas, paisano.-Manuel Dioni- Rafael de MorglUl, pa isano.-Ramn Yvar, idern.-Santiago Ascacibar
sio de Lisardi, paisano.-MMl:!lel de Aldur.ate, Teniente Coronel de 1\rili- },{urube, Ministro Contador ce las Reales Cajas de la CO:1cepcin.-Sa1t.
cias de Illapel.-Mariano de EgaikJ, pais:lOo.- ,Martn Toribio de M1IXica., tiago Vicente O'Rjan, Contador de la Real Casa de Moneda.-Silveslre
dern.-Mateo de Labra, empleado en la Real Casa de Moneda.-Mat1as de ],[arlnez de Ochagavia, Tesorero de idem.-Silvestre Valdivieso, pais:mo.--
}.1uxica, paisano.- Manuel Ramrez de A reUatto , paisano.-Manvel Ruperta Servando Jordn, idem.-5antiago Prado, idem.- Toms Lurquin, emplea
de Orezco, idem .-Marcos Frar.c-isco de Sierralta , pa isano.- Dr . Mariano Mer- do de Tabacos.--Toms Jos de GoyenecJea, paisano.-Toms Gaviln,
cado, eclesistico.- Manuel Chacn, paisano.-Martin Segundo de Larrain, idern.-Tadeo Gormaz, empleado en la Real Aduana.-Timoleo d~ Busla
dem.-Manuel Domingo Lo-is, TenielHe del Re~miento del Prncipe.- mante, p:tisano abogado.- Vicente de Guzmn, paisano.- Vicente Dvila,
Manuel Antottio Recabarren , paisano.-Migud de Cvalle, iderr..- -Manuel idem.- Vicente de Urbistondo, idem.
de PaJacios, idem.-Miguel de Silva.-Mantul SoUs, paisano.-Manu.el de
Salas, idem.-Mettuel del Ro.-Manuel Rifleros, paisano.--Manuel Con,- PREMBULO
treras, idem.-Man"el Gormaz, paisano.-.Momul Guerm, idern.-.Modes
/0 Antonio de Villegas, abogado Relator de la Real Audiencia.-:-Mcrtin de Los desgraciado!> sucesos de la Nacin espaola, el conocimiento de
Lurra!n, Capitn del Regimiento de la Princesa.-Manuel Muflo! y Ur- su origen, y de las circunstancias que acompa:ln sus dC's3..stres, obligaron
za, paisano. -Ma.nuel de Castillo y Saraflia, iclem., d(>pendiente de la a sus provincias a precaverse de la general ruina a que las conducan las
Re.:l.l Aduar.a.-\>fanuel Jes Martne::., paisano.-Manuel Jos( de As- caducas autoridades emanadas del antiguo corrompido Gobierno; y los
lorgo, paisano.-Miguel }Jorales, idem.-Miguel de Astorga, Oficial reti- pueblos recurrieron a la facultad de regirse por si o por sus representantes,
rado de Milicias.-Manuel Jos de Salamarlca, paisano.-Miguel de Gar- como al sagrado asilo de su seguridad. Chile con igual derecho, y necesi-
cia.- Manuel de la Cruz Mllffoz.-Migucl de Prado, paisano.-Melchor dad m'lyor, imit un a conducta, cuya prudencia han manifestado el atroz
Roml1, Escribano de Cmara de la Real Audiencia.-.Manud Jos Corl-- abuso que han hecho en la Pennsula y en la Amrica los deposit<:.rios del
Q;
I
I
poder y la confianza del soberano; los reiterados avisos de los que toman para que la firmen y s.lncionen. Las ausenc ias y enfermedades de los vo-
verdadero inters por la Naci6n, para que esta parte de ella no sea sor cJ.les se suplirn por el Presidente, y Decano del Senado.
prendida por las asechanzas de sus enemigos encubiertos; la aprobacin ART. 5. Ningn decreto, providencia u orden, que emane de cualquiera
de los respetables cuerpos e individuos de carcter y probidad; y sobre todo, autoridad o tribunales de fuera del territorio de Chile, tendr efecto algu-
el xito conforme al honor e intenciones que la gu iaron, y que re1:lnieron no: y los que intentaren darles valor, sern castigados como reos de Es-
en un punto todas las vol uotades de los habitantes de este vasto reino. tado.
Ni en l, ni en los dems que le sirvieron de modelo podfa ejecutarse ART. 6. 0 Si los goberna ntes (lo que na es de esperar) diesen un paso
una resolucin tan urgente con toda aquella detenci6n que era forzosa para contra la voluntad general declarada en Constituci6n, volver al instan-
que fuese perfecta desde el principiO, y s610 se trat6 de atajar el mal inmi- te el poder a las manos del pueblo, que condenar tal acto como un crimen
nente del modo que permitfan las circunstancias, sin prescribir a los que de lesa Patria, y dichos gobernantes sern responsables de todo acto, que
se creyeron dignos de la alta confianza de gobernar a sus conciudadanos, directa o indirectamente exponga al pueblo.
ms reglas que las que les dictase su virtud; ni a los que deben obedecerlos
ART. 7. o Habr un Senado compuesto de siete individuos, de los cuales
otro trmino que el -de su docilidad, dejando el establecerlas para cu~ndo
el uno s~r' Presidente, turnndose por cuatrimestres, y otro Secretario.
tranquilamente pudiesen hacerlo aquellos a quienes diputasen los pueblos.
Se renovar cada tres aos, en la misma forma que los vocales de la junta.
Su congregaci6n es uno de los objetos que o~upan con preferencia al Go-
Sin su dictamen no podr el Gobierno resolver en los grandes negocios
bierno, que observando dificultades que inceSantemente trata de remover,
que interesen la seguridad de la Patria; y siempre que lo intente, ningn
pero que no espera conseguir con la prontitud que demanda la necesidad
ciudadano armado o de cualquiera clase debern auxiliarlo ni obedecerle.
de disipar la incertid umbre consiguiente a la falta de publicidad y fijeza
y el que contraviniere, ser tratado como reo de Estado. Sern reelegibles.
de los principios adoptados para el orden y seguridad,cuyo efecto ocasiona
juicios y conj eturas contrarias a la unin, de que pende la salud comn; ART. 8. 0 Por negocios graves se entiende: imponer contribuciones; de-
ha credo deber proclamarlos anticipadamente, persuadido de su confor- clarar la guerra: hacer la paz: acuar moneda; establecer alianzas y tra-
midad con la volunt ad general, por la opini6n pblica, que es el verdadero tados de comercio: nombrar enviados; trasladar tropas, levantarlas de
garante de h pluralidad de sufragios, reservando a aquella asamblea la nuevo: decidir las desavenencias de las provincias entre s, o con las que
imprescriptible facultad de variar el siguiente estn fuera del territorio; proveer los empleos de Gobernadores y jefes
de todas clases; d:tr patentes de corso; emprender obras; crear nuevas
autoridades; entablar relaciones exteriores; y alterar ~ste Reglamento; y
REGLAMENTO CONSTITUCIONAL PROVISORIO las facultades que no le estn expresamente declaradas en esta Constitu-
ci6n, quedan reservadas al pueblo soberano.
ART. 9. El Senado se juntar por lo menos dos veces en la semana
ARTicuLO PRIMERO. La religi6n Cat6lica Apost6lica es y ser siempre
o diariamente si las circunstancias lo exigieren. Estar exento de la auto~
la de Chile. riclad del Gobierno en el ejerciciO de sus funciones.
ART. 2. 0 El pueblo har su Constitci6n por medio de sus representantes.
ART. 3. Su Reyes Fernando VII, que aceptar nuestra Constitucin ART. 10. A la ereccin del Senado se proceder en el da por suscripcin,
en el modo mismo que la de la Penfosula. A su nombre gobernar la junta como para la eleccin de los vocales del Gobierno. El Senado ser repre-
Superior Gubernativa establecida en la capital, estando a su cargo el r- s~ntativo: correspondiendo dos a cada una de las provincias de Concep-
gimen in terior y las relaciones exteriores. Tendr en cuerpo el tratamiento cin y Coquimbo, y tres a la de Santiago. Por ahora los electos son su-
de Excelencia, y sus miembros el de los dems ciudadanos. Sern tres que plentes.
slo durarn tres aos, removindose uno al fin de cada ao, empezando ART. 11. El Senado residenciar a los vocales de la junta, y los juzgar
por el menos antiguo. La presidencia turnar por cuatrimestres en orden en uni6n del Tribunal de Apelaciones. Cualquiera del pueblo podr acu-
inverso. No podrn ser reelegidos hasta los tres aos. Todos sern respon- sarlos por traicin, cohecho y otros altos crmenes; de los que siendo con -
sables de sus providencias. vencidos, los remover el mismo Senado, y los entregar a la justicia ord-
ART. 4.0 Reconociendo el pueble de Chile el patriotismo y virtudes n:tria para que los castigue segn las leyes. Promover la reuni6n del Con-
de los actuales gobernantes, reconoce Y sanciona su elecci6n: mas en el greso. Tres Senadores reunidos formarn el Senado. Llevar diarios de los
casa de muerte o renuncia, se proceder a la elecci6n por medio de una negocios que se traten y de sus resoluciones, en inteligencia que han de
suscripcin en la capital, la que se remitir a las provincias y partidos szr respons:tbl?s de su conducta.
50 REGLAMEN TO CON STITUCION AL DE 18 12 REGLAMEN TO PARA EL GO/JItR NO PROVISORIO Di!' 18 /4 51
ART. 12. Los Cabildos sern electivos, y sus in dividuos se nombrr.rn degenere en licencia nociva a ]a religi6n, cost um bres y honor de los ci uda-
anualmente por suscripcin. danos y del pais, se prescribirn reglas por el Gobierno y Senado.
ART. 13. Todas las corporacione~, jefes, magistrados, cuerpos militares, ART. 24. Todo habitante libre de Chile es igual de derecho: s610 el m-
.eclesisticos y seculares, empleados y vecinos harn con la posible breve- rito y virtud constituyen acreedor a la honra de funcionario de la Patria .
dad ante el Excmo. Gobierno juramento solemne de observar este Regla- El espaol es nuestro hermano. E l ext ranjero deja de serlo si es til; y todo
m.;:nto Constituciona l, hasta la formacin de otro nuevo en el Congreso desgraciado que busque asilo en nuestro suelo, ser objeto de nuestra hos-
Nacional de Ch ile, de obedecer al Gobierno y autoridades constitudas, y con- pit~l idad y socorros, siendo honra.do. A nadie se impedir venir al pas, ni
'Currir eficazmente a la seguridad y defensa del pueblo, bajo la pena de ex- retirarse cuando guste con sus propiedades.
traamiento; y en el caso de contravencin despus de prestado el jura- ART. 25. Cada seis meses se imprimir una razn de las entradas y gas-
m ento , se impondr a los [ras~esorcs las penas de reos de alta t raicin. tos pblicos, y previa anuencia del Senado.
Los voc:lles del Gobierno prestarn igual juramento en la parte que les ART. 26. Slo se suspendern todas estas reglas invariables en el caso
toca, en manos del Senado. En las capit ales de las provincias y partidos se ~e importar a la salud de la Patria amenazada; pero jams la. responsabi-
prestar el juramento ante los jueces territor iales, verificndolo stos pri- lIdad del que las altere sin grave motivo.
mero en loa Cabildos. ART. 27. Este Reglamento Constitucion al se remitir a las provincias
para que lo sancionen, y se observar hasta que los pueblos hayan mani-
ART. 14. Para el despacho de los negocios habrn dos Secretarios, el uno
festado sus ulteriores resoluciones de un modo ms solemne como se pro-
para los negocios del reino, y el otro para las correspondendas de fuera.
curar a la mayor brevedad. Se dar noticia de esta Constit~cin a los Go-
ART. 15. El Gobierno podr arrestar por crmenes contra el Estado; pero biernos vecinos de Amrica, y a los de Espaa.
el reo podr hacer su ocurro al Senado, si dentro de tres dias no se le hi-
'Cien:! saber la causJ. de su prisin, para que ste vea si la hay suficiente para Santiago y octubre 26 k 1812
-continuarla.
El Gob ierno acepta el Reglamento Provisional que presenta el p ueblo
ART. 16. Se respetar el derecho que los ciudadanos tienen a la seguridad
de esta capital, que sub8cribe. Espera en la tranquila: elecci6n de un Vocal
de sus p ~rsonas, casJ.s, efectos y papeles; y no se darn rdenes sin caUS:1S
de la Junta, que. su~stituya :'\1 seor don Ignacio de la Carrera, que por
probables, sostenidas por un juramento judicial, y sin designar con claridad
su salud val~tudJnala se r et~ra , y de los miembros del Senado en que se
los lugares o COS..l.S que Se han de examinar o aprehender.
afian~a el aCI~rto d~ las ms Justas intenciones, que es\ el objeto de esta re-
ART. 17. La. facultad judic iaria residir en los tribunales y jueces ordina- s?lucln que inmed iatamente se pasar a la sa ncin de bs dems provin-
rios. Velar el Gobierno sobre el cumpl imiento de las leyes y de los debe- <: ~a~. Reconocemos en la n ueva confianza que supone gratos nuestros ser-
rt"6 de los magistrados, sin perturbar sus {unciones. Queda inhibido de to- V! CIOS 'Jn estimulo a. I.os esfuerzos por sacrificarnos tilmente por la segu-
do lo contencioso. rtd~d, decoro y fehctdad de la Patria .-Prado.-PortaJes.-Vial, Secre-
ART. 18. Ninguno ser penada sin proceso y sentencia conforme a la tano.
ley.
ART. 19. Nadie ser arrestado sin indicios vehementes de delito, o a lo
menos sin una Semi-plena prueba. La causa se har constar antes de tres 1814
das perentorios: dentro de ellos se har 5J.ber a l interesado.
ART. 20. No podr estar alguno incomunicado despus de su confe- REGLAMENTO PARA EL GO BI ER NO
sin, y se tomar precisamente dentro d e diez dias. PROVISORIO
ART. 21. Las pr isiones sern lugares cmodos y seguros para la deten-
-cin de personas, contra quiene s existJ.n fundados motivos de recelo, y SANCIONADO EN 11 DE MARZO DE 181 "
mientras duren stos; y de ningn modo servirn para mortificar delin
cuentes. ARTiCULO PRIMERO. Las criticas circunstancias del da obligaron a con-
ART. 22. L:l infamia afecta a las penas no ser trascendental a los no- centrar el Poder Ejecutivo en un ind ividuo, con el ttulo de Director Su-
oCentes. premo, .por residir en l las absolutas facultades qUe ha tenido la Junta
ART. 23. La imprenta gozar d e una libertad legal; y para que sta no de Gobierno en su instalacin de 18 de septiembre de 1810.
-;,
52 REGLAM"NTO PARA EL GOBIERNO PROVISORIO DE 1814 REGLAMENTO PARA EL GOBIERNO PRO\"ISORIO DE 1814 53
54 PLA N DE HA CI ENDA Y DE ADMINlSTRACION PUBLICA DE 18/7 PLAN DE HA CIEND\ y DE ADMIN ISTRA ClON PUBLICA DE 18/7 55
Importa demasiado el que sin olvidar la seguridad d e las Rentas, se alivie a los
1817 pueblos de esos g ra vm enes, y de los ms que se ran consig uientes, a ll e nar las
cargas del Estado, si no se evitara una administracin dispendiosa. Conducido
PLAN DE HACIENDA Y DE ADMINISTRACION por es~os princ,ip i.os, y desp us de un madu ro acuerdo, he resue lto el arreglo de
PUBLICA la HaCie nda pu bli ca, sus Rentas. Tribun ales}' oficin as d el Estado, en la ma ne ra
sigu iente :
56 PLAN DE HACIENDA Y DE ADMINISTRACION PUBLICA DE 18/7 PLA N DE HACIENDA Y DE ADMINISTRACION PUBLICA DE 181i 57
ART. 67. La ordenanza de esta casa queda en todo su vigor en cuanto no sea oficina, el nuevo arreglo envuelve el ahorro constante de la demostraci n
contraria a la presente, o al desenlace de la antigua dependencia, cuyo lugar respectiva.
ocupa la Supremaca de Chile.
ART. 94. De toda com isin que perc iba caudales o intereses d e la Haciendu
Tesorera Grneral pblica, ha de tomarse razn en el Tribunal de Cuentas, para q ue las r inda ante
l precisamente, sin que pueda excus rsele de ello en el d es pacho. Sin esa lOma
de razn y circunstancia no se cubrir en las Tesoreras, libramiento alguno, bajo
de responsabi lidad.
ART. 76. No perteneciendo por derecho alguno al Cabildo Eclesislico los ART. 95. Todo presupuesto de gastos de Hacienda ha de pasar previamente
cuatro novenos beneficiales de los diezmos, y siendo por lo mismo su detenta- por escrupu loso examen del Tribuna l de Cuentas, a quien se encarga la ms
cin contraria a las supremas disposiciones especiales contra el de esta dicesis, exacta economa, y que represente enrgicamente a la Superioridad cualqu ier
que sin ejemplar de Olro los detenta en [Oda ella, a excepci n de Coquimbo, y exceso, di spe ndio o desarreglo que notaren respecto de lo propuesto, y su
antes en toda la provincia de Cuyo: el contador de diezmos en los cuadrantes, consiguiente ejecucin. Debe siempre este Tribunal entender que toda cue nta y
separar estos cuatro novenos, para que se cobren po r la Tesorera ge neral , a presupuesto no se le pasa para el simple examen del guarismo, sino para conocer
efecto de que se les d el destino po que por las leyes corresponde, sobre la veracidad y justicia de cada partida , a efecto de quejams se dispendien
los fondos pblicos. Su objeto ha d e ser evitar los fraudes que se maquinan
ART. 77. En el m ismo cuadrante pondr el contador de diezmos, la renta de la contra stos por el inters ind ividual , y el velar principalmente que ninguno
canonga supresa para el antiguo Tribunal de la Inquisic in, igualmente que los omita o retarde las debidas cuentas.
mil cuatrocientos pesos que sobre la mitra y Cabildo Eclesistico cargan para la
Orden de Carlos 111.
ART. 91. Habr un Tribunal de Cuentas que tome la de todas las Rentas y
Intendencias
derechos pertenecientes al Estado, a todas y cualesquiera personas en quienes
hubiere entrado, o entrare hacienda pblica, sin perjuiciode las que los subalter- ART. 105. Las Intenden cias de Concepcin y Santiago tendrn en primera
nos han de dar a sus principales. Los negocios de Hacienda han tomado un instancia el conocimiento de las cuatro causas, Justicia, Polica, Hacienda y
incremento que no pu eden exped irse por un solo contador. No lo permiten' Guerra, en los trm inos prevenidos en el Cdigo de Intendentes. El Intendente
tampoco las circu nsta nc ias del Estado. La vigilancia sobre las ofic inas de Hacien- de la provincia metrpoli lo ser tambin general, y de l dependern los dems
da , y su suerte, no es ya para confiarla a un hombre slo; y con el establecimiclllo conforme a los anculos l" Y2 del mismo cdigo; pero no tendr la Superinten-
del Tribunal est mejor consultada esa direccin , despacho )' justicia de los dencia subdelegada de Hacienda como suprimirla, y reasumida por el Alto
interesados , al mismo tiempo q ue lejos de aumentar el costo de la antigua Gobierno.
58 PLAN DE HACIENDA Y DE ADMINISTRAC/ON PUBLICA DE 1817 PLAN DE HACIENDA Y DE ADMINISTRACION PUBLICA DE 1817 59
ART. 106. El conocimiento de los negocios contenciosos del fuero de Guerra 'co n asistencia de los Min istros de Estado se tralarn todas las materias importan-
que tena el antiguo capitn ge neral de provincia, pertenecer al Intendente tes, sin perjuicio de ser tlarnados cuantas ocasiones tenga por conven ie nte.
general en la propia forma que aqullo ejerca y expeda. Siempre tendr la facultad y ministerio de proponerme cuanto juzgue condu-
ART . 107. Las ca usas meramente militares se entendern con el general en cente a la felicidad pblica. Mis Ministros de Estado (a quienes declaro miembros
jefe, segun ordenanza y por su falta, o variacin de circunstancias, con el natos de este Consejo, pero co n s610 vOto infonnalivo) pasarn a l cuando lo
Intendente general. juzgue oportuno, o me lo pida por billete para inslru irlede las matcrias consu ha-
ART. 108. La Intende ncia no slo dar los pasa pones necesarios pa ra viajar das, desamparando la Sala al tiempo de sus acuerdos.
por lo interior de Chile, sino tambin las licencias para fuera de l, a reserva de ART. 129. Se tendr precisa mente por materias graves. y de consu lta la paz, la
las patentes de navegacin y licencias para los buques, que reserve en s la guerra, los pactos y alianzas con otros pa ses; las embajadas o dipu taciones, los
Supremaca. impuestos y toda especie de contri bu cin d irecta o indi recta: las orga nizacio nes
ART. 109. La Alta Polica queda refundida en los Intendentes, pues no deben terriLorialcs, los tratados de comercio; los rcgl<Jmemos genera les o de ramos
multiplicarse las autoridades si n verdadera necesidad, ocasionando intiles parti culares, como sean pblicos ; la creacin de magist raturas o com isiones con
gastos al Erario, cuando hay un jefe aUla rizado, y con los auxil ios competentes, au toridad pblica; los privilegios exclusivos; la libertad de imprenta: los cultos y
para velar sobre la seguridad pblica, y con el cual se ev itan las graves competen- moralidad pblica; todo rgimen civil. eclesistico o monacal; todo es tableci-
cias que gelleralmente se experimentan separando aquella au toridad. miel1lo ti obra pblica: el modo y fo rma de todas y cualquier reunin de la
voluntad general ; los grandes empeii.os del Estado con otras potencias, o parti-
culares; la extincin. alteracin, o creacin de Ren tas pblicas; los cuilOs , ley y
peso de moneda: las armas. blasones. banderas y cualesquiera distintivo nac io-
ART. 114. Los Intendentes de provincia se entender n con la Juma Superior nal; la creacin d e cuerpos militares y jefes de ellos; las gra ndes reuniones de
de Hacienda en todo lo relativo a sta en los casos que segn la o rd enanza lo tropas en algn pu nto del Estado; tOda conmocin civil; las confiscacion es
hacan con la Superimendenci3 subdelegada. genera les; las frmulas de p rotestaciones, homenajes yjuramen tos de fidelidad,
ART. 115. La Juma Superio r de Hacienda se compondr dd Presidente y y causa nacional ; sobre todo, los decretos legislativos de Gobie rno y cuantos
Decano del Tribunal de Justicia, el Fiscal, Comado r l11a)'or de Cuentas y Minis- negocios graves ocurran, y tenga por conveniente el consultarme.
lro de Hacie nda ms antiguos. ART. 130. Como supr emo Consejo de J usLcia conocer de todos los recursos
judiciales, qu e por segunda sup licacin . y dems ex traordinarios de gracia so n
perm itidos por las leyes corrientes wmo adm isibles ltimamente a la soberana
Tribunal Superior di Justicia y Apelacin en todas y cualesquiera malerias de Justicia, Hacie nda , Guerra, Polica, Palrona-
tos como sean contenciosos, y en que versndost! derecho entre partes, eran
ART. 123. Este tribunal lo compondrn un Presidente, y tres miembros, todos suplicables en el antiguo rgimen a la misma persona del Rey .
letrados, un Fiscal co n un agente de canciller, Alguacil mayor, dos Relatores, dos ART. 131. Su tratamiento en cuerpo de magistratura, ser el [nis mo d el
Escribanos de cmara y un Portero. Tendr el Capell n acostumbrado. Su Gobie rno que le preside moral o fsicamente; y a cuyo nombre despacha.
tratamiento en cuerpo y oficialmente el de Sen aria. Su autoridaclla de la antigua
Chancillera.
ART. 133. ESle poder propondra al Gobierno las reglas de su organizaci n ms
convenientes, como tambin la de los recu rsos y negocios de que ha de conoce r.
ART. 127 . Este conservar la Su perintendencia del ramo de Ba lanza, segn y
procurando siempre todo el mayor ali vio de los pueblos.
como la tena la antigua Audiencia .
ART. 134. Estos Ministros suplirn las fa llas y e[lrermedaclcs de los Secretarios
de Estado.
Supremo Poder Judiciario
ART. 138. El Gobierno se desprende d el poder judicial. Ningn ciud adano ni Gobernadores, a no ser en algn caso de guerra extraordinario y urgentsimo,
podr ser juzgado sino por los Tribuna les de Justicia, legalmente establ ecidos. que no admita espera, quedando siem pre responsables. a ms de dar inmed ia ta-
Las providencias del Gobierno en estas materias podrn ser econmicas o mente cuenta a la Supremaca tanto ellos, como los jefes de Rentas que entre-
precautorias. Pero una semencia definitiva , en que se decida de la vid a, hacienda garen.
o libertad del ciudadano en particu lar, slo corresponde a los Tribunales de ART. 152. Slo puede librar contra el Erar io la Suprema autOridad , por quien
Justicia. se despacharn las libranzas y decretos de pagos o abon os por la Sec retaria
respectiva en el modo d ispuesto al artculo 148. De otra suerte las T esoreras no
Secretarios de EstadQ y del despacho universal podrn cubrir sin reato. Y si alguna autoridad bastante j uzgase en la materia,
oficiar al efecto a la Supremacla con autOs.
ART. 139. El Supremo Gobierno tendr los Secretarios de Estado n ecesarios, y ART. 153. Todo libramiento co ntra el Erario, aunqu e sea para objetO de la
acostum brados en toda Soberan a , y por ahora a virtud de las ci rcuns tancias guerra, o el ms grave, ha de exp resar necesariamente su destino para que as
siguien tes: p uedan exigirse las respectivas cuentas a quien corresponde, y no se sufran
ART. 140. Un Secretario de Estado y del despacho de Gobierno y de Relacio- usurpaciones o dilapidaciones. Asl, ni se duplicarn las pagas, ni los com isarios
nes Exteriores, y encargado por ahora del despacho de Mari na. de guerra en campaa se evadirn del d ebid o cargo.
ART. 141. O tro Secretario de Estado y del despacho de Gracia yJusticia, al cua l
se rene el d espacho de Hacienda.
ART. 142. Otro Secretario de Estado y del despacho de la Guerra .
ART. 143. La Secretara del despacho de Estado tendr tres oficiales para e! ART. 160. Todo secuestro o confiscacin que d e cualquier modo haya de
desempeo de sus funcio nes. pertenecer al Erario, se ente nd er precisamente con los Min istros, a cuyo cargo
ART. 144. En la del despach o de Gracia y Justicia y Hacienda, habrn cuatro ser el inve ntario, tasacin y promover las rentas y arriendos, cuyos remates han
oficiales. Uno ser al cargo de la mesa de Gracia y Justicia; otro al de la de de hacerse s610 en la Junta de Almonedas, segn las leyes, sin que en nada d e lo
Hacienda, sin que se mezclen los ramos de cada mesa, para no complicar el dicho pueda mezclarsejucz ni fuero alguno, ya procedan por s, ya po r comisin,
despacho, ni la pronta y hbil expedicin de los negocios. Los otros oficiales yen tal grado, que aunque para el acto de! secuestro ha de prestarse interven -
auxiliarn las tareas d e los primeros, y cuidarn del Archivo. cin a dichos Mini stros, a efecto de qu e como partes defiendan vigorosamente el
ART. 145. La Secretara del despacho de Guerra para facilitar sus tareas, perjuicio de la Hacie nda pblica: lo cual ha de observarse aunque el fuero que
dividir los asuntos del Reino en dos departamentos que regirn de las orillas del decret el secuestro, con tine procesando las personas.
Maipo al Sud , y el otro al Norte hasta los confines de Chile. Para cada departa- ART . 161. LaJunta d e Almonedas se compondr de los dos Ministros men os
mento tendr una mesa servida co n oficial l y 2. El arch ivo se r al cargo de uno antiguos del Tribunal de Justicia , el Fiscal y los dos Ministros generales de
de los segu ndos con cuyas tareas ruere ms compatible. Hacienda , a cuya satisfaccin han de ser las fi anzas d e todo remate .
ART. 162. Todo depsilO o emba rgo que di recta o indirectamente emane de
causa pblica, ha de estar precisamente sujeto a los Ministros de Hacienda, sin
que persona alguna pueda co n ningn pretexto retener alhajas o especies, ni
ART. 148. Cualesq uiera pago abono q ue se decretase segn derecho por Olra stas sacarse de la Tesorera sin un forma l mandato del Gobierno por esc rito. Y
vla que no sea la de Hacienda, se comun icar al Secreta rio de Estado y de lo mismo se observar en los deps itos que perteneciesen a as dems Tesoreras
despacho de ella, para que disponga su cumplimiento, sin cuya cualidad no del Estado .
podr cumplirlo Ministro alguno de los de la Haciend a Pblica. Lo mismo regir ART. 163. Ninguna com pra o contrato podr celebrarse po r el Gobierno sin
en cualqui er nombram iento de e mpleados de la lista civil. audiencia de los Ministros generales de Hacienda, Fisca l y dems que convenga n
segn la naturaleza d el asunto. Y si la materia fuere urgente, e! Gobierno
nom brar un com isionado que proceda con los Min istros de Hacienda.
Reglas generales
que fueren de rigu rosa justicia, los interesados gestionarn ante el Intenden le, I concluyendo con pedir se proceda al correspondiente sumario. En la causa se
quien substanciando el expediente hasta el estado de definirlo, lo pasar con su oir al jefe, quien en los casos graves se dirigir para la previa aseguracin del
dictamen a la Supremaca, donde se resolver lo ms justo y conveniente. Esta
disposicin no es extensiva a las asignaciones, y emplearlos hechos por el actual
1 delincuente.
ART. 215. Las propuestas para la provisin de las p lazas subalternas compete a
los jefes responsables, que en terna las dirigirn al Intendente, y este a la
ART. 177. Todo deudor del Erario declararlo por tal, y de plazo cumplido, secretara de Estado respectiva con el informe correspondiente. En esta clase se
queda inhbil para todo empleo de hacienda civil, militar o cargo pblico, comprender n las Aduanas y Resguardos subalternos, a quienes se reserva la
contndose en stos aun los cuerpos particulares, como Minera y Consulado. propuesta de las p lazas de su cargo, co n slo la calidad de remitirse por el rgano
Pero satisfecha la deuda se extingue la inhabilidad; y si durante sta obtuviere e! de los jefes principales para que informen lo conveniente.
sujeto alguno de dichos destinos, deber en todo tiempo cobrrselc las rentas o
emolumentos, que para ello hubiere percibido. que desde luego se aplican al
Fisco.
ART. 218. Los empleados subalternos ascender n en su renta por el orden de
escala, a la que slo pod r perjudicar la ineptitud y mala conducta, como que el
primer objeto ha de ser el mejor desempeo de! servicio. Los oficiales mayo res
Empleados optarn sus ascensos aun fuera de sus oficinas segn los talentos y meritas, pero
sin perjuicio del que corresponda a la clase de j efes.
ART. 191. Atendiendo al mejor servicio de todas las oficinas de Hacienda
pblica, a los derechos del ciudadano, y a evitar los efectos de la srdida
ambicin, como contrara al orden, y a la tranquilidad comn, se establece que
ningn empleado pueda ser removido sin precedente causa legtima, y juzgada Santiago y sepliembre 2 de 181 7.
conforme a las leyes, a no ser que el destino sea temporal o amovible ad nutum . Aprubase interinamente el Plan de Hacienda que ha presentado el Minis-
En caso de contravencin o violencia, el funcionario se entender siempre con tro-Contador de la Tesorera genera l, don Rafael Correa de Saa. con 240
un derecho positivo y eficaz a su destino: por lo que el subrogante no le hace artculos y 19 E.stados de as ignaciones de sueldos y demostracin de las ven~ajas
suyo, sino que queda responsable respecto del removido para cuando ste pueda de su p lantificacin. Squese cop ia y remtase al Excmo. seor Supremo DIrec-
reclamar por los sueldos, y empleo que ilegtimamente le arrebataron. tor para su confirmacin O rcctificacin.--Quilllmw.-Dr. Villegas.
ART. 209. Los jeres de oficinas tendrn el fuero pasivo de Hacienda en todas
sus causas, aunque no sean de oficio, y los subalternos lo gozarn slo en los
negocios oficia les; pero si las Justicias o rdinarias aprehendieren alguno de stos,
lo comunicarn prontamente a su oficina, dando ideas de la causa, a fin de que se
consulte el bien del se rvicio.
ART. 21 O. Ningn empleado podr ser preso por deudas civiles, y habiendo de
pagar con los sueldos, slo podr em bargrse les la cuarta parte en los menores y
ellercio en los mayores, entendindose por stos de seiscientos pesos para arriba
exclusive.
ART. 9. ParJ. el ClSO de S::'T sancionada esta Constituci6n provisori~ ART. 8. Slo s~r castigado con la pena in fa me de azotes, el qu e por
por la voluntad general , y deseando que tamb in lo sea el nombramknto b repet icin o publicidad de sus deli tos, haya perd ido la honr::t, y el juez
del Senado, elijo condicionalmente por Senad ores al Gobernador del Obis- que esto no observe ser responsable.
pado de Santiago don Jos I gnacio Cienfuegos, al Gobanador Intendente ART. 9. No puede el Estado privar n. persona alguna de h propied 3.d
de esta capital don Francisco de Borja Fontccilla , a l Decano del Tribunal y libre uso de sus bien es , si no lo exige la de fensa de la Pa t ri a, y aun ell
de Apelaciones don Francisco Antonio Prez, a don J uan Agustn Alca I- ese caso, con la indispensable cond icin de un rateo proporcio nad o a h:s
de y a don J os !\,L:;r!a Rozas; por suplentes , a don Mo.rtn Calvo Encalada , facultades de cada individ uo, y nt!nca con tropelias e insultos.
a don Javi ~ r Errzuriz, a don Agustn Eyz aguirre, a don Joaqun Gand3.- ART. 10. A n inguno se le puede privnr de la librr tad civil, que consiste
rillas y a don J oaqufn Larra!n . e n hacer todo lo que n o da a a la religin, sociedad o a sus indi viduos, y
I mprma!Oe a la cabeza del proyecto constitucional, pc..ra que, public n- en fi jar s u reside ncia en la p.1rtc que sea de s u ngrado, dentro o fUHa del
dose por bando en todas las ciudades, v illas y pueblos del Estado, surta Estado.
los efectos convenientes.-Dado en el Palacio Director ia l de Santiago de ART. 11. Todo hombre tiene libert:ld para public<lr sus ideas y cxaminnr
Chile, a 10 d as del mes de agosto del ao de 1B1B. -BER NA RD O Q'HIGGINS. los objetos q ue estn a su alca nce, con ta l que no ofenda a los derechos
- Anton io Jos de Irisarri. p Jrticulares de los ind iv iduos de la socieda d, a la tranqu ilidad pblica y
Const it ucin del Estado, conser va cin de la reli gin crist i:.. na , p ure za de
su mora l y sagrados d ogmas ; y en su con sec uenci;!. , se debe permitir la
EN EL NOMBRE DE DIOS OMNIPOTENTE, CREADOR Y
libertad de imprenta, conforme al regla mento que p~Lra ello Cormer el
SUPREMO LEGISLADOR
Senado o Congreso.
ART. 12. Subsistir en t odo v igor b declaracin de los v ientr es libres
TITULO PRIMERO
de las esclavas, d.1da por el Congreso, y gozarn de ella t odos los de esta
DE LOS DER ECHO S Y DEBER E S DEL nOMBRE EN SOCIE;DAD
cla se nacidos desde su promulgacin.
ART. 13. Todo ind iv iduo de la soci~dad ti r-ne incontestable d erecho a
ser grantido en (. 1 goce de S'J tranquilidad )' fel icidad por el Director Su-
CAPITULO PRIM ER O
premo y dems funcion arios 'pblicos del Estado, quienes estn ese ncia l-
D e los derechos del hombre en soct:edad
mente obligados a alivi:lr la miseria de los desgrac i:ldos y proporcion::J. r1cs
a todos los caminos de la prosperidad.
ART, 14. No hay pena t rascendental para el que no concurri al delit o.
ARTicULO PRIM ERO. Los hombr es por su na t ura leza gozo.n de un dere-
ART. 15. Es inj usta la pena dirigida a au ment ~ r la sensibilidad r dolor
cho inajenable e in a misible a su seuridad ind ividuo.l, honra, hacicnd3,
liber tad e igualdad civ il. fsico .
ART. 16. Deben evitarse las penas de efusin de sangre en cuanto lo per -
ART. 2. Ninguno debe ser c3stigado o desterrad o, sin q ue sea oido y
legalmente convencido de algn deli to contra el cuerpo socil l. mit a la seguridad pbl ica.
ART. 17 . Todo juez puede ser recusado con arrcgl.o a las Icyes.
ART. 3. Todo hombre se repl.ta inocente, hasta que legalmente sea
decbrado culpado. '
ART. 4. El hombre que a fianza b existe ncia de su persona y biC'nes, CAPITULO 1 I
a satis faccin del juez , con una seguridad suficiente, n o debe ser preso
ni embargado, a no ser ql!e' sea por d eJito que merezca pena afl ictiva. De los dtberes l hombre social
ART. 5. La casa y papeles de cada ind ividuo son sagrados, y esta ley
s610 podr suspenderse en los casos urgentes en que lo acuerde el Senado. ARTicULO PlUMERO. Todo hombre en socieda d , po. ra afianzar sus de-
ART. 6. 0 Un juez que mortifica a un preso ms de lo que ex ige su segu- rechos y fortun a, debe li no. completa sumisin a la Constituci6n del Es-
rida d y entorpece la breve concl:Js i6n de su causa es un delincuente, como t ado, s us estatutos y leyes, haciendo lo que ellos prescriben, y huyendo
igualmente los magistrzdos q ue no cuidan del <,sea de las crceles, o. li- de lo que proh iben.
mento, y al aliv io de los presos. ART. 2. Debe obedecer , honrar y respetar a todos los magist rados y
ART. 7. N in guno puede ser v ulnerado en su honra y buena opinin, funcion arios pblicos, como ministros de la ley y primeros ciudada nos.
que no.ya adqu irido con la rec titud de sus procedimientos . ART. 3. Debe igualmente ayudar con alguna porcin de sus bienes po.ra
68 CONSTlTUCION DE 1818 CONSTlTUCI ON DE 1818 69
los gastos ordinarios del Estado; y en sus nece si dades extraordinarias y ART. 2. Se nombrarn tambin cinco suplentes, elegidos en la misma
peligros, debe sacrificar lo ms estimable por conservar su existencia y forma, para que por el orden de sus nombramientos entrtn a ejercer el
libertad. cargo de los propietarios en ausencia, enfermedades u otro cualquiEr impe-
ART. 4. Est obligado a dirigir sus acciones respecto de los dems hom-
bres, por aquel principio moral: No hagas a olro lo Que no guieres hagan 1 dimento,
ART, 3. Los vocales de l Senado gozarn del sueldo anual de dos mil
contigo. pesos, y si obtuvieren algn otro de igual cantidad por empleo pblico,
I
ART. 5. Todo individuo que se glodc de verdadero patriota, debe lle- en servicio de la Nacin, elegi rn el que les convenga, y si fuere menor ,
nar las obligaciones Que tiene para con Dios y los hombres, siendo virtuo- recibirn el aumento hasta llenar la cuota designada.
so, honrado, benfico, buen padre de familia, buen hijo, buen amigo, buen ART. 4. 0 Habr un Secretario con voto consultivo, y un portero, elegidos
soldado, obediente a la ley y funcionario fiel, desinteresado y celoso. por el Senado, con la dotacin que acordase con el Director, la que se pa-
gar de los fondos del Estado, com.o as imismo los gastos de la oficina, con
arreglo a las razones que pasarn firmadas por el Presidente y Secretario.
TITULO 11 ART. 5. El Senado tendr tratamiento de Exulencia; los Senadores se-
rn inviobbles; sus causas sern juzgadas por u na comisin, que con este
DE LA RELIGIN DEL ESTADO objeto nombrar dicho Senado.
ART. 6. 1 Sus sesiones sern dos veces en cada semana, en los das que
CAPITULO UlilCO acordasen, siendo privativo del Presidente sealar las horas de en trada y
salida.
La religin Cat6lica, Apostlica, Romana es la nica y exclusiva del A:aT, 7." Tambin ser facultativo a l Presidente convocar a sesiones
Estado de Chile. Su proteccin, conservaci6n, pureza e inviolabilidad, ser extraordinarias, en los das y horas que las circunstanci<ls ocurrentes lo
uno de los primeros deberes de los jefes de la sociedad, que no permitirn exijan, o porque lo pida a lguno de los vocales con causa.
jams otro culto pblico ni doctrina contraria a la de Je~ucristo. AltT. 8. Los Senadores dehern ser ciudadanos mayores de treinta aos,
de acendr:1do patriotismo, de integridad, .:rudencia, sigilo, amor a la
justicia y bien pblico, No podrn serlo los Secretarios de Gobierno, ni
TITULO 111 sus dependi entes, ni los que inmediatamente admin istran int(feses del
Estado.
DE LA POTESTAD LEGISLATIV .....
CAPITULO III
CAPITULO PRIMERO
Atribuciones del Senado
ARTicuLO NICO. Perteneciendo a la Nacin chilena reunida en sociedad,
por un derecho natural e inam isible, la soberana o facu ltad para instalar ARTicuLO PRIMERO. El instituto del Senado es esencialmente celar
su Gobierno y dictar las leyes que le han de regir, lo deber hacer por me- puntual observancia de sta Constituci6n.
dio de sus Diputados reunidos en Congreso; }' no pudiendo esto verificarse ART. 2. 0 La infraccin de la Constitucin por algn cuerpo o ciudadano,
con la brevedad que se desea, un Senado sustituir, en vez de leyes, regla- ser reclamada por el Senado al Director Supremo, quien deber aten-
men tos provisionales en la forma que ms convenga para los objetos ne- derla bajo su responsabilidad.
cesarios y urgentes, ART. 3 . En todas las ciudades y villas del Estado habr un Censor ele-
gido por su respectivo Cabildo, y con asiento despus de los alcaldes, el
CAPITULO II que en toda aquella jurisdiccin cuidar como el Senado en todo el Estado,
de la observancia de esta Constituci6n, con forme a los dos artculos an-
De la eleccin, nmero y cualidlUl de los Senadores teriores; y en las transgresiones que notase, as en los funcionarios del pue-
blo como del campo, oficiar por primera y segunda vez al Gobernador
ARTicuLO PRIMERO, El Supremo Director, con arreglo a lo que se pre- o Teniente para su remedio, y en caso que stos no lo hagan eficazmente,
viene en el articulo 8. de este captulo, elegir los vocales del Senado, dar parte al Senado,
que sern cinco, )' uno de ellos Presidente, turnando por cuatrimestres. ART, 4. Sin el acuerdo del Senado a pluralidad de votos, no se podrn
70 CONSTITUCJON DE 1818 CONSTlTUC10N DE 1818 71
resolver los gn.ndes negocios del Estado, como imponer contribuciones, no de los vo;:ales del Senado, patenecer l. ste elegir el sucesor a plura-
pedir emprstit os, dcelanr la guerra, hacer la paz , formar tratados de lidad de votos, el que deber sc:r del nmero de lo,> suplen tes, s i alg,mas
alianza, com ercio, neutralidad; mandar embajadores, cnsules, diputados graves circunstJ.ncias no exigen lo contrario.
o enviados a potencias extra njeras; levantar nuevas tropas o mandarlas ART. 12. Si discordasen en igualdad de votos los cuatro rest:o.ntes miem -
fm:ra de.l Estado, emprender obras pblicas y crear nuevas autoridades o bros del S::!nado, se decidir por el Director Supremo.
empleos.
ART. 5. EstJ.r autorizado el Senado para limitar, aadir y enmendZCf
estJ. Constitucin provisoria, segn lo exijan las circunst~nciJ.S. TI TUL O 11"
ART. 6. Toda nueva ley o re;lamento provisional que haga el Senado;
toda abolicin de las leyes incompatibles con nuestra independenci.:l: todJ. DEL PODER EJECUT IVO
Hfoi"ma o nuevo estahlecimiento en los diferentes CUErpos, institutos, de-
XlrtarnS'n tos y oficinas del Estado, como tambin las adiciones, y correc- CAPITULO PRIMERO
ciones de los reglamentos que han regido y rigen, se consultarn, antes de
publicarlos, con el Supremo Director, quien en el trmino de ocho das, De la tZeccin y facultades el Poder Ejecutiva
a ms t::,rdar, deber cxpres:!r su consentimi'2nto o disenso para su publi-
cacin, exponiendo oficialmente al Senado las razones fundamentales de A.R'fCULO PRr:mmo. El Supremo Director del Estado ejercer. el Poder
su oposicin. En el caso de aprobacin, se publ icar inmedi:J.tamente el Ejecutivo en todo su territorio. Su eleccin ya est verificada, segn las
nuevo reg-bmento, adicin, etc., E'n la forma siguiente : El Excmo. Supre- circunstancias qu':! han ocurrido; prro en lo sucesiv o se deber hacer so-
mo Director del Estado de Chile, de acucrdo con el Excmo. Senado . En bre el libre consentim iento de las provincias, conforme al reglamento que
el de dis:::nso renovar el Senado, si lo tuviese por onveniente, la presen- para ello formar la potestad leg isb.tiva.
tacin del nuevo reglamento, adicin, etc., al Director Supremo, con las ra- ART. 2. o Recaer la eleccin precisamente en ciudadano chileno de ver-
zones que dcsvanezcm la oposicin; y si ste disiente, en el mismo trmino dadero patriotismo, integridad, talento, desinters, opi nin pblica y bue-
se rever el proyecto por el Senado, el que, si presentado la tercera vez nas costumbres.
fuere repulsado, se ptlblicz.r en la forma siguiente: cEI Excmo. Supremo ART. 3. 0 El s:.leldo del Director Supremo se r el que act ualmente goza.
Director del Estado, habiendo recibido del Excmo. Senado la resolucin Ser' facultativo al Senado a\.!mentarlo o disminuirlo oportunamente; pero
siguiente. > no gozar algn otro emolumento ni derecho.
ART. 7. En los casos pJ.rticulares que ocurran sobre la inteligencia de ART. 4. Su trata.mi:=nto s:::r el de Excelencia: sus honores los de Capitn
lo ya establecido o que nuevamente se estableciese, o defecto de preven- General de ejrcito, conforme a las ordenanzas militares, guardndose en
cin en cualquier estatuto, reglamento, etc., que el Se nado diese, resolver
l por s slo las dudas, sin las consultas de que habla el artculo antece-
j las concurrencias pblicas el ceremonial que deber formar el Senado o
Congreso.
dente. ART. 5.0 El m3.ndo y organizacin de los ejrcitos, armada y milicias, el
ART. 8. Tendr el Senado especialsimo cuidado de fomentar en la ca- sosiego pblico y la recaudacin, economa y arreglada inversin de los
pital y en todas las ciudades y villas, el establecimiento de escuelas pbli- fondos nacionales, son otras tantas atribuciones de su autoridad.
cas e institutos o colegios, donde sea formado el espritu de la juventud ART. 6.0 Nombrar los embajadores, cnsules, diputados o enviados p2.fa
por los princip ios de la religin y de las ciencias. las naciones y potencias extranjETas, con acuerdo del Senado sobre la ne-
ART. 9. Deber nombrar una comisin, compuesta de uno de sus vo- cesidad, o conveniencia de su misin, como se previene en el ttulo 1 I I,
cales y dos individuos del Tribunal de Apelaciones, para que con toda capitulo 111, artculo 4 .o de esta Constitucin; pero la eleccin de las perso-
integridad 'y la brevedad posible, tomen residencia a todos los empleados nas ser privativa del Director, el que igualmente recibir todos los que
del Estado, que por delito o sin l terminan la CQ.rrera de sus funciones de esta clase viniesen a. este Estado .
poBticas. ART. 7. Podr con stos, por s slo y su respectivo Secretario, y por el
ART. 10. Ser privativo del Senado, cuando juzgue oportuno indicar el rgano de sus embajadores, diputados, etc., en las potencias extranjeras
tiempo y sealar el dia, la apertura del Con greso; y formar el reglamento entabb r y seguir negociaciones, tener sesiones, hacer estipulaciones preli-
para la eleccin de Diputados. minares sobre tratados de treguas, paz, alianza, comercio, neutralidad y
ART. 11. Por muerte, renuncia o deli to probado en juicio legal de algu- otras convenciones; pEro para la conclusin y resolucin, deber acordar
72 CONSTITUCION DE 1818 CONSTITUCION DE 1818 73
con el Senado, como se ha dicho en el ttulo I JI, captulo IIJ, artculo 4.0 por clases y ramos los ingresos, las inversiones r existencias de dichos
de esta Constitucin. fondos.
ART. 8. Procurar mantener la ms estrecha alianza con el Gobierno ART. 19. Teniendo el D irector la s uperintendencia general de todos
Supremo de las Provincias Unidas del Ro de la Plata, a que concurrir los ramos y caudales del Estado, de cualqu iera clase y naturaleza q ue sean,
eficnzmente el Senado por la importancia de nuestra recproca unin. se arreglar por ahora a las disposiciones y ordenanzas que actualmente
ART. 9. Cuidar del fomento de la poblacin, del de la agricultura, in- rigen.
dustria, comercio y minera, arreglo de correos, postas y caminos. ART. 20. Las causas contenciosas de cualquiera clase que sean, las remi-
ART. 10. Es privativo del Supremo Poder Ejecutivo el nombramiento tir a los Tribunales de Justicia a que correspondan; pero las senten-
de los Secretarios de Estado, de Gobierno, Hacienda y Guerra, quien ser cias contra el Fisco no sern ejecutadas sin mandato expreso del Director.
responsable del nombramiento, como stos de sus respectivos empleos. ART. 21. Podr confirmar o revocar con arreglo a ordenanza, en ltimo
ART. 11. La provisin de empleos de cualesquiera ramo que sean, y que grado, las sentencias dadas contra los militares en los consejos de guerra.
no estn exceptuados en esta Constitucin provisoria, la har a propuesta ART. 22. Tendr facultad de suspender las ejecuciones capitales ordena-
de 105 respectivos jefes del cuerpo a que correspondan, por escala de an das, y conceder perdn o conmutacin de pena. ,
tigedad y servicios, publicndose dicha propuesta en la oficina o depar- ART. 23. En caso de renuncia o muerte, entrar a reemplazar su lugar,
tamento, ocho dfas antes de remitirla al Director; quedando as a los agra hasta la celebracin del Congreso, el Que inmediatamente nombrar el
viadas franco el recurso de sus derechos a la autoridad que corresponda, Sp.nado.
y se deber expresar en el despacho o nombramiento la indispensable cali- ART. 24. En el de ausencia de la capital, por ms de ocho dfas (lo que
dad de prop~sla, sin la cual no se tomar razn en el Tribuna l de Cuentas nunca podr hacer sin acm:rdo del Senado), enfermedad u otro impedi-
y oficinas, ni se ac udir con el sueldo al que de otro modo fuere provisto; mento legitimo, q ue le embarace el desempeo de sus deberes y despa-
y en el caso que alguno justamente deba ser postergado, lo signific2r el cho de los negocios pblicos, har sus veces para lo diario y urge nte el Go-
jefe en su propuesta . bernador Intendente, sin ms distinciones de las que corresponden a Sll
ART. 12. Los colegas y dems f uncionarios pblicos, que deban tener empleo. Pero si saliese del Est ado, reemplazar su lugar, durante su au-
la calidad de letrados, sern nombrados por el Director a propuesta en sencia, el que el Director nombre de acuerdo con el Senado.
tena, que harn las respectivas Cmaras de Apelaciones.
ART. 13. La duracin de todo empleo, a no ser de los exceptuados en CAPITULO II
esta Constitucin, ser la de su buena comportaci6n, y deber ser remo-
vido, siendo inepto o delincuente con causa probada y audiencia suya .
Limites del Poder Ejeculivo
ART. 14. Los recursos de esta naturaleza y los de que habla el artculo
11 de este capitulo, se harn por los interesados a la Junta compusta del
Presidente del Tribunal de Apelaciones, con el Contador Mayor, Ministro ARTfcuLO PRIMERO. No podr intervenir en negocio alguno judicial,
ms antiguo del Erario y el Fiscal, quedando concl uida con la determina- civil O criminal contra persona algun~ de cualquiera clase o condicin que
cin de esta Junta toda instancia, sin ms recurso, y procedindose en ello sea, ni por' va de apelacin, ni alterar el sistema de administracin de jus-
sumariamente. ticia, ni entender en los recursos de fuerza, que sern peculiares al Tribu-
ART. 15. Esta misma Junta conocer en grado de apelacin , los pleitos nal de Apelaciones.
sobre contrabandos y dems ramos de hacienda, observando En la sustan- ART. 2. Cuando la urgencia del caso obligue a arrestar alguna persona,
ciacin, la disposicin de las leyes no revocadas. deber ponerla dentro d e veinticuatro horas a disposicin de los respectivos
ART. 16. Tendr el Director especial cuidado de extinguir las divisiones magistrados de justicia, con toda la independencia que corresponde al
intestinas, que arruinan los Estados, y fomentar la unin que los hace im- Poder Judicial, pasndoles los motivos para su juzgamiento.
penetrables y felices. ART. 3. No presentar para las raciones, canonjas o prebendas, sino
ART. 17. Cu idar con especialidad de mantener el crdito de los fondos aquellas personas que hayan servido ejemplarmente, por lo menos seis aos,
del Estado, consultando eficazmente su recaudaci6n y el que se paguen en alg:n curato del Estado, precediendo el informe del Diocesano, Cabildo
con fidelidad las deudas en cuanto lo permitan la existencia de caudales Eclesistico, y dems persona5 que juzgue oportuno; y los ascensos en los
y atenciones pblicas. Cabildos Eclesisticos, se proveHn por la escala de antigedad y servicio.
ART. 18. Har pasar al Senado cada mes una razn prolija, que demuestre Pero si concurriesen algunas graves circunstancias o conveniencias de Es-
r
74 CONSTlTUCION DE 1818
oliciales de 1<:.5 Secretaras ; pErO esta separacin no infe ri r not a a sus per-
requisitos .
son as, no sie.ndo por delit o probado en juicio formal; y debern los sepa-
ART. 4. No podr detf empleo algl1no poltico, ni presentar pafa algn
r ados ser ate ndidos para otros destinos con form e a su capacidad y mitos.
beneficio eclesistico, sino a los ciudadanos chilenos residentes en el Es-
tado.
CAP IT L' LQ IV
ART. 5. S i las circu nstancias polticas, mritos contra dos en el Estado,
relaciones ext ranjeras, cualidades r ecomendables de cicncil, etc., e~igie
De los Gobal1adorcs ce provincia y S11S Te1Jiwles
sen colocar en algunos empleos de los referidos en el art culo anten or, a
los que no fu eren ciudadanos ch ilenos, o que au n s indolo se duda de su
ARTicULO PRB{ERO. El Estado de Ch ile se halb dividido por ahora en
opinin polit ica , podr hacerlo con acue rd o del Senado. . . tr es provincias : la capita l, Concepcin y Coquimbo.
ART. 6. No exped ir orden n i comun icacin a lgu na, si n que sea SUSCri-
ART. 2.<) La jurisdiccin d e cada Gobernador In tendente es extensiva
ta del respectivo Secr etar io del Departamento a que corr ('s~o nde el ne-
a codo su distrito, y sus Teni entes Gobernadores deben sujec2rse a stos
gocio, so cargo de que no debern scr obedecidas. . .
como a sus inmediatos jefes, en materias de gobiern o, y que se dirigen a
ART. 7. No podr var iar las ordenanzas que han regido y rtgf: n e~ los la seguridad, bien y felicid ad del Est<:do.
c uerpos, dep<lrtament os y oficinas de ~od~s los ra~os de l Estado. SI los ART. 3. Los Gobernadores In te ndentes y sus T en ientes son unos jue-
' efes de ellos , enseados por la ex perienCIa, estuvlcsen plename nte con -
~'en('idos de la necesidad de alguna reforma, ocurrirn al Senado, el .o ue
ces ordi narios, a cuyo conocimiento pertenecen los negocios contenciosos,
y d ebern dirigirse por el cdigo respectivo, En laque no se oponga a csta
no innovar cosa alguna, si no t iene pleno conocimiento de la neces;dad Constitucin , ni al sistema establecido; pUE S en est e C3S0 se consultor con
del remedio; y en este caso proceder conforme a lo prevenido en el titu lo el Senado.
III , captulo IIJ, artculo 6." . ART. 4. o Ser privativo de los Gobernadores Inte nd entes el conocimirn-
ART. 8. No podr en ningn caso por si slo Interceptar la correspon- to de 1.:s causas de polica y haciend.:l, que resolvern en primEr.:l in s-
dencia ep istolr de los ciudadanos, que debe respetarse co~o sagrada; y tan<.i::l..
cuando por la salud general y bien del.Estado, f~ese pr~c l so la apertura ART. $.0 Propondrn al Director Supremo un Asesor y Secretario para
de alguna correspondencia, lo verificar a presenc ia del Fiscal , Pr~curador el despacho.
General ~e la ciudad y Administrador de Correos, los que deberan h3ccf ART. 6. o Quedar el Asesor sujeto a residencia, como los Gobernadores
jramento de 5ecreto. y Tenientes , conforme a 10 prevenid o ( n el ttulo 111, cap itulo III, artculo
9." de esta Constit ucin.
CAPITULO !l[ ART. 7. Las apelaciones ele las In tendencias en causas contenciosas de
polica, se d irigir n a la Cmara de Justic ia; y en las de hac ien da a la J un-
De los Depa.rtamentos o Secretaras del Poder Ejecutivo ta Superior, sin que en caso alguno puedan ocurrir al Director en negoci os
de justic iJ .
ARTCULO PRIMERO. Los t res Ministros o Secre ta ri~s de Estado , !'1a- AR T. 8. Aunque los Tenientes Gobernadores son su balternos d e los
cien da y GUE rra, entendrn en t odos los negocios rela.ttvos a .SU8 destlflos I ntendentes de provincia, no por esa p ueden stos conocer en los agravios
con aquella fidelidad, integridad y pr udencia, qc c eXige el bIen de la so- <,!ue aqu ll os hagan en su administ rz.cin, y debe t oda especie de recursos
cied ad y el honor del Director. . ' . con tenciosos dir igirse a la Cmara de Ape lacion es.
ART. 2." No podrn por si solos en ningn caso, dIctar prOVIdenCia al- ART. 9. A los Tenientes Gobernadores corresponde el nombramiento
guna sin prev io mandato y anuencia del Director, y cuanta~ rdenes co- ele los jueces diputados de su p~rt ido, y observarn escr upulosa mente la
municasen por escrit o a su n ombre a las corporaciones, ma~lstrados, ofi~ cond ucta de stos y sus cela dores, a fin de hacerlos cumpl ir con sus de-
cinas o in div iduos particulares, quedarn estampadas en el libro de acuer - beres, y que no sean oprimidos los pobres, cuya in digencia exige con pre-
dos, y a utorizadas en l con la rbrica de a,qu \ ' . , o ferencia la proteccin de los Gobiernos.
ART 3 Ninguno de los Secretarios podra autOrizar ordenes, decret?s AnT. 10. Debern observar la mejor armona con los prrocos y juecrs
provid~n~ias, contrarias a esta Constitucin provisor i:l) so car go de I~fi~ eclesisticos, o.uxilindolos y protegind olos segn lo exijan las circuns-
t ancias.
delidad <t I Estad o y responsabilidad. . .
ART. 4 ." Sern amov ibles a voluntad del Director, como Igualmente los
r
1
ARTCULO PRIMERO. Los Gobernadores y Tenientes tratarn a los Ca- De la esencia y atribuciones de esta autoridad
bildos con la atencin debida. Ninguno de sus individuos podr ser arres-
tado o preso, sino por orden expresa del Supremo Director, quien s610 la ARTicULO PRalERO. Reside la autoridad judicial en el Supremo Tribu ..
podr librar en materias de Estado, y en las de justicia la Cmara o Tri- nal Judiciario, que se debu formar en [a actual Cmara de Apelaciones,
bunal de Apehciones; pero si la naturaleza de la causa exigiese un pronto yen todos [os juzgados subalternos que se hallan establecidos en el Estado
r emed io, se le arrestar por la autoridad competente en lugar decente y y estableciere el Congreso Nacional.
seguro, y avisJ.r inmediatamente al Director. ART. 2. 0 rn~egridad, amor a la justicia, desintHs, literatura y pru~
ART. 2. Los Cabildos debern fomentar el adelantamien to de la pobla- dencia deben ser las cualidades caractcrfsticas de los miembros del Poder
cin, industria, educacin de la juventud, ho!picios, hospitales y cuanto J udkial, quienes nterin se vcrifica la reuni6n del Congreso, juzgarn to-
sea interesante al beneficio pblico. das las causas por las leyes, cdulas y pragmticas q ue hasta aqu han re~
ART. 3. Ser privativa de ellos la recaudaci6n y dep6s ito de los propios gido, a excepcin de las que pugnan con el actual sistema libaal de go~
de las ciudades y villas, que se debern invertir en beneficio pblico, con- bierno. En este caso consultarn con el Senado, que proveer de remedio.
forme a las necesidades ocurrentes y reglamentos que actualmente rigen:
y en el caso que la utilidad comn exija nuevos gastos en obras pblicas, CAPITULO 11
informarn a l Supremo Gobierno, donde reside la superintendencia.
ART. 4. o Corresponder tambin a los Cabildos la polica urbana, de Que Del Supremo Tribfmal Judiciario
queda exonerado el juez subalterno de alta polica.
ART. 5. El Cabildo de la capital elegir asesor y secretario de! cuerpo, ARTicULO PRn.~ER~. Se compondr el Supremo Tribunal Judicia rio de
que podrn ser confirmados, o no, por el Director. cinco Ministros, de los cuales uno ser Presidente, y el Fiscal 10 ser el
ART. 6. Elegi rn asimismo dos asesores letrados, uno para cada alcalde del Crimen de la Cmara, que no puede tener impedimento legal en los re.
ordinario, con quinientos pesos de sueldo, que se pagarn de los propios cursos que all se eleven.
de la ciudad. ART. 2. Los relatores y porteros de la Cmara, como sus escribanos lo
ART . 7. Estos asistirn diariamente al juzgado en las horas de despacho , sern igualmente de este Tribunal. t
a or y dar dictamen en los juicios verbales, asistir a la formaci6n de bs ART. 3. El nombramiento de los individuos que han de componer este
causas criminales, y dictar providencias en los negocios contenciosos PQr Tribunal, corresponde al Director del Estado en su creacin, y en vacantes
escrito, sin exigir de las partes derechos de asesora. ha de preceder propuesta en t.erna del cuerpo, en la que la colocaci6n nu-
ART. 8. Si alguno de estos asesores fuese recusado, entrar el otro en meral no arguye preferencia.