Una Breve Historia de La Iluminación
Una Breve Historia de La Iluminación
Una Breve Historia de La Iluminación
• El Fuego
• Lámparas de aceite.
• Velas
• Lámparas de gas
• Lámparas eléctricas
El fuego
La primera forma de iluminación artificial se daba lograba con las fogatas utilizadas
para calentarse y protegerse de los animales salvajes. Las chispas que saltaban de estas
fogatas se convirtieron en las primeras antorchas. Durante muchos milenios la antorcha
continuo como una importante fuente de iluminación. Durante el medievo las antorchas,
portátiles o ancladas en soportes metálicos de las callejuelas y plazas, se convirtieron en
el primer ejemplo de alumbrado publico.
Lamparas de aceite.
Las lámpara de terracota mas antiguas, que datan de 7000 a 8000 A.C., han sido
encontradas en las planicies de Mesopotamia. En Egipcio y Persia se han encontrado
lámparas de cobre y bronce que datan aproximadamente de 2700 A.C.
En 1000 A.C. la eficiencia de las luminarias se debía a sus mechas vegetales que
quemaban aceites de olivo o nuez. Para el quinto siglo antes de nuestra era, estas
lámparas ya eran de uso común domestico. Los romanos desarrollaron lamparas de
terracota con o sin esmaltar y con una o mas salidas para mechas. Con la introducción
del bronce y posteriormente del hierro, los diseños de las lamparas de aceite se fueron
haciendo mas y mas elaborados.
El físico suizo Aimé Argand patento una lámpara con un quemador circular, una mecha
tubular y una columna de aire con la que dirigiría y regulaba el suministro de aire a la
flama. Argand descubrió que la columna circular de aire reducía el "parpadeo" de la
llama. En 1880, Bertrand G. Carcel añadió a este diseñó una bomba con mecanismo de
reloj para alimentar el aceite a la mecha. La lámpara Argand se convirtió en el standard
de fotometría debido a la constancia de su luz. Posteriormente, Benjamín Franklin
descubrió que dos mechas juntas daban mas luz que dos lamparas de una sola mecha.
El descubrimiento del petróleo en 1859 por Edwin L. Drake produjo una nueva fuente
de gran eficiencia luminosa. Durante los próximos 20 años, el 80% de las patentes
anuales se destinaron a este tipo de luminarias. Durante el resto del siglo XIX y
principios del siglo XX, estas lamparas registraron numerosas mejorías, haciendolas de
uso común en los ambientes domésticos, industriales y de alumbrado publico.
Velas
Lamparas de gas
Lamparas eléctricas
En 1650, Otto von Guerike de Alemania descubrió que la luz podía ser producida por
excitación eléctrica. Encontró que cuando un globo de sulfuro era rotado rápidamente y
frotado, se producía una emanación luminosa. En 1706, Francis Hawsbee invento la
primera lámpara eléctrica al introducir sulfuro dentro de un globo de cristal al vacío.
Después de rotarla a gran velocidad y frotarla, pudo reproducir el efecto observado por
von Guerike.
William Robert Grove en 1840, encontró que cuando unas tiras de platino y otros
metales se calentaban hasta volverse incandescentes, producían luz por un periodo de
tiempo. En 1809, uso una batería de 2000 celdas a través de la cual paso electricidad,
para producir una llama de luz brillante, de forma arqueada. De este experimento nació
el termino "lámpara de arco".
Edison hizo su primera instalación comercial para el barco Columbia. Esta instalación
con 115 lamparas fue operada sin problemas durante 15 años. En 1881, su primer
proyecto comercial fue la iluminación de una fabrica de Nueva York. Este proyecto fue
un gran éxito comercial y estableció a sus lamparas como viables. Durante los
siguientes dos años se colocaron mas de 150 instalaciones de alumbrado eléctrico y en
1882 se construyo la primera estación para generar electricidad en Nueva York. En ese
mismo año, Inglaterra monto la primera exhibición de alumbrado eléctrico.
La primera lámpara con filamento de tungsteno, qué se introdujo a los Estados Unidos
en 1907, era hecha con tungsteno prensado. William D. Coolidge, en 1910, descubrió
un proceso para producir filamentos de tungsteno "drawn" mejorando enormemente la
estabilidad de este tipo de lámparas.
En 1913, Irving Langmuir introdujo gases inertes dentro del cristal de la lámpara
logrando retardar la evaporación del filamento y mejorar su eficiencia. Al principio se
uso el nitrógeno puro para este uso, posteriormente otros gases tales el argón se
mezclaron con el nitrógeno en proporciones variantes. El bajo costo de producción, la
facilidad de mantenimiento y su flexibilidad dio a las lamparas incandescentes con
gases tal importancia, que las otras lámparas incandescentes prácticamente
desaparecieron.
Durante los próximos años se crearon una gran variedad de lamparas con distintos
tamaños y formas para usos comerciales, domésticos y otras funciones altamente
especializadas.
Jean Picard en 1675 y Johann Bernoulli sobre 1700 descubrieron que la luz puede ser
producida por al agitar al mercurio. En 1850 Heinrich Geissler, un físico Alemán,
inventó el tubo Geissler, por medio del cual demostró la producción de luz por medio de
una descarga eléctrica a través de gases nobles. John T. Way, demostró el primer arco
de mercurio en 1860.
Los tubos se usaron inicialmente solo para las experimentos. Utilizando los tubos
Geissler, Daniel McFarlan Moore entre 1891 y 1904 introdujeron nitrógeno para
producir una luz amarilla y bióxido de carbón para producir luz rosado-blanco, color
que aproxima luz del día. Estas lamparas eran ideales para comparar colores. La primera
instalación comercial con los tubos Moore, se hizo en un almacén de Newark, N.J.,
durante 1904. El tubo Moore era difícil de instalar, reparar, y mantener. Peter Moore
Hewitt comercializó una lámpara de mercurio 1901, con una eficiencia que dos o tres
veces mayor que la de la lámpara incandescente. Su limitación principal era que su luz
carecía totalmente de rojo. La introducción de otros gases fracaso en la producción de
un mejor balance del color, hasta Hewitt ideó una pantalla fluorescente que convertía
parte de la luz verde, azul y amarilla en rojo, mejorando así el color de la luz. Peter
Moore Hewitt coloco su primer instalación en las oficinas del New York Post en 1903.
Debido a su luz uniforme y sin deslumbramiento, la lámpara fluorescente
inmediatamente encontró aceptación en Norteamérica.
La investigación del uso de gases nobles para le iluminación era continua. En 1910
Georges Claude, Francia estudio lamparas de descarga con varios gases tales como el
contienen neón, argón, helio, criptón y xenón, resultando en las lamparas de neón. El
uso de las lamparas de neón fue rápidamente aceptado para el diseño de anuncios,
debido a su flexibilidad, luminosidad y sus brillantes colores. Pero debido a su baja
eficiencia y sus colores particulares nunca encontró aplicación en la iluminación
general.
En 1931, se desarrollo una lampara de alta presión de sodio en Europa, 1931. A pesar de
su alta eficiencia no resulto satisfactoria para el alumbrado de interiores debido al color
amarillo de su luz. Su principal aplicación es el alumbrado publico donde su color no se
considera critico. A mediados del siglo XX las lamparas de sodio de alta presión
aparecieron en las calles, carreteras, tuneles y puentes de todo el mundo.
El fenómeno fluorescente se había conocido durante mucho tiempo, pero las primeras
lámparas fluorescentes se desarrollaron en Francia y Alemania en la década de los 30.
En 1934 se desarrollo la lámpara fluorescente en los Estados Unidos. Esta ofrecía una
fuente de bajo consumo de electricidad con una gran variedad de colores. La luz de las
lámparas fluorescentes se debe a la fluorescencia de ciertos químicos que se excitan por
la presencia de energía ultravioleta.
Cuando uno piensa en instalar alumbrado para seguridad o para visibilidad durante el
noche, es normal comprar la lámpara con el más vatiaje, y encenderlo de sol a sol. De
hecho, la mayoría de la gente opina que un sistema de varios focos y faroles de alta
potencia sea ideal. Sin embargo, la idea que más alumbrado es mejor es nada más que
un mito. En la realidad, las características de cada sistema de alumbrado debe cumplir
con sus metas y nada más.
o Una lámpara debe alumbrar solamente los áreas donde se necesita, cuando se
requiere - algo más es un desperdicio de energía, ¡y dinero! Para seguridad las
instalaciones más eficaces se enciendan por presencia.
o El alumbrado excesivo compromete la seguridad porque crea áreas de mucho
brillo juntos a áreas de oscuridad. Usar lámparas apantalladas de bajo vatiaje.
o El ojo humano adapta bien a la oscuridad cuando no hay iluminación directa.
Por lo tanto, la instalación o uso de lámparas es a veces completamente
innecesario.
o Luces potentes que iluminan otras propiedades o ventanas molestan a los
vecinos.
Tipos de bombillas
El vapor de sodio es el menos contaminante. Entre los dos
presiones de vapor de sodio, baja y alta, la baja presión es el mejor
fuente de iluminación para seguridad y lo general de visibilidad. En
particular, vapor de sodio a baja presión es muy eficiente porque emite
todo su luz en una porción estrecha del espéctro visible.
Algo diferente ocurre con las lámparas de vapor de mercurio.
Este tipo de bombilla emite una porción de su luz a una longitud de onda
no visible que interfiere con la observación de los astros. ¡Que
desperdicio! Además, lámparas de vapor de mercurio se oscurecen con
edad, mientras usan la misma cantidad de electricidad.
Diseños de instalaciónes