Gobiernos Militares en Bolivia..
Gobiernos Militares en Bolivia..
Gobiernos Militares en Bolivia..
En 1966, el régimen militar organizó unas cuestionadas elecciones en las que resultó
elegido el propio Gral. Barrientos. Llevó adelante un gobierno de desarrollismo
económico, se acercó a los campesinos y se enfrentó a los mineros y obreros.
Entre 1964 y 1969 gobernó el Gral. René Barrientos, que llevó a cabo el Pacto Militar-
Campesino, pues este Presidente tenía una gran simpatía por el sector indígena del
país, y gracias al apoyo de éstos llevó una política muy dura contra la izquierda
boliviana, con persecuciones, arrestos arbitrarios, etc.
Durante 1967, la guerrilla y el ejército sostuvieron varios combates que terminaron con
el aniquilamiento del grupo comandado por el Che Guevara, incluyendo torturas,
desapariciones y entierro clandestino de los cuerpos.
Según Amnistía Internacional entre 1966 y 1968 se ejecutaron en Bolivia entre 3000 y
8000 asesinatos por parte de escuadrones de la muerte. Incluida la "masacre de San
Juan", cuando la noche del 23 al 24 de junio de 1967 un grupo de trabajadores mineros
que estaban reunidos en Siglo XX para pasar la noche de San Juan fue atacado
militarmente, este golpe militar dio muerte a todos los mineros que estaban allí. Como
en todo acto de violencia sin justificativo se buscó una justificación y el gobierno de
Barrientos señaló que trataba de eliminar un foco subversivo.
El gobierno de Ovando, como una típica dictadura, eliminó a una parte de los
revolucionarios de la guerrilla de Teoponte (un grupo de universitarios que inspirados en
el Ché habían tomado la zona de Teoponte) la otra parte murió por falta de alimentos y
por la inexperiencia guerrillera, como quedó testimoniado en el diario de uno de ellos,
Néstor Paz Zamora. La guerrilla de Teoponte es una muestra de la lucha de la clase
media boliviana por ampliar la democracia, por inspirar con valores humanos al
gobierno, y son estos jóvenes guerrilleros junto con otros que veremos más adelante,
los mártires de una democracia que estaba naciendo en un largo proceso de gestación.
El Gral. Juan José Torres se caracterizó por adoptar una posición explícitamente
antiimperialista y llevar adelante medidas que significaban profundos cambios
económicos y sociales, como la nacionalización de la Mina Matilde, la reposición
salarial de los mineros, la nacionalización de Colas y Desmontes, la expulsión del
Cuerpo de Paz Norteamericano, el incremento del presupuesto asignado a las
Universidades Bolivianas, la creación de las Corporaciones de Desarrollo (incubadoras
de las empresas estatales), la creación del Banco del Estado (Banco de Desarrollo).
En 1971, el Gral. Torres fue derrocado por un cruento golpe de estado de extrema
derecha, dirigiéndose al exilio. Cinco años más adelante sería secuestrado y asesinado
en Buenos Aires en 1976, en el marco denominado Plan Cóndor.
La dictadura de Banzer.
Se trató de uno de los golpes de Estado más duros y sangrientos de la historia y fue
protagonizado por el Gral. Hugo Banzer Suárez contra Juan José Torres el año 1971,
siendo uno de los gobiernos dictatoriales más largos de la historia de Bolivia.
Una de las razones del golpe era el temor de la instalación de un gobierno socialista, el
cambio de la bandera tricolor boliviana y una próxima reforma agraria, entonces en
busca de preservar el orden, de preservar irónicamente la democracia y el statu quo se
dio el golpe de Estado del General Banzer.
El lema de Banzer fue "Orden, Paz y Trabajo", y es una de las enseñanzas más
grandes de la historia acerca de la posibilidad del orden y lo que podemos llamar paz,
es decir a una forma de continuar con la violencia a partir de los aparatos de Estado.
La cifra de muertos del golpe de Banzer fue un mínimo de 80, aunque en círculos
militares se habló de hasta 200 bajas. Un soldado testimonió que "en Tolata habían
montones de cadáveres amontonados como leña" (APDH, 1979).
Este golpe de Estado contó con el apoyo del MNR y de la FSB hasta 1974, luego
Banzer gobernó con apoyo de las Fuerzas Armadas. Durante ese gobierno se pisoteó la
Constitución y los derechos humanos, se mantuvo campos de concentración, se
prohibió la deliberación pública y política.
Los movimientos campesinos, sobre todo kataristas, que estaban cada vez más
organizados, hicieron llegar un conjunto de pliegos de peticiones a los militares, en
especial a Banzer; en Cochabamba el año 1972, debido a estos largos pliegos, ocurrió
la masacre del Valle, con decenas de muertos y heridos.
Unos días antes de la navidad de 1977, cuatro mujeres, esposas de dirigentes mineros
presos, comenzaron una huelga de hambre histórica, entre ellas se encontraba la
recordada Domitila Chungara que ejemplificó el valor de la mujer, pues el reto de estas
cuatro mujeres no sólo era contra un sistema de gobierno sino contra una dictadura que
pudo eliminarlas, y que sin embargo se derrumbó por la fuerza de la gente.
Luego de 22 días de huelga y más 1.000 personas que se habían sumado a la huelga,
Banzer tuvo que ceder. Las organizaciones de derechos humanos fueron las instancias
que mayor presión ejercieron, pues los derechos humanos son un paso y un
componente de la Democracia.
Fue derrocado en 1978, y una junta militar liderada por Juan Pereda Asbùn se hizo con
el poder.
Las elecciones se llevaron a cabo y triunfó la UDP con un 39% de los votos, seguida
por el MNR con un 20%. La Corte Nacional Electoral hizo conocer la lista de los nuevos
congresistas, conocidos por los historiadores como "El congreso del 80", sin embargo
todos estos nuevos parlamentarios se quedaron con sus credenciales de diputados y
senadores y no pudieron ejercer este mandato popular porque el golpe de Estado que
más heridas dejó en la población estaba a punto de suceder.
El 17 de julio de 1980, fue derrocada Lidia Gueiler por el último golpe de Estado en la
historia contemporánea de Bolivia: el protagonizado por Luis García Meza, quien
desconoció el triunfo de la UDP de Hernán Siles y Jaime Paz.
Al gobierno de García Meza le siguió el del General Celso Torrelio, que cedió la
presidencia al General Guido Vildoso, quien convocó al Congreso de 1980 para
reanudar el camino a la construcción democrática.
Así, el 5 de octubre de 1982 el Congreso de 1980 eligió a Hernán Siles Suazo como
Presidente y a Jaime Paz Zamora como Vicepresidente, restaurando con la complejidad
del caso la democracia en Bolivia, pues se reconoció el resultado de las elecciones de
1980 dos años más tarde y en un escenario político muy distinto.
Desde octubre de 1982 a la fecha hemos vivido y aprendido a vivir en democracia por
más de 25 años.