La Cocina de La Escritura Párrafos
La Cocina de La Escritura Párrafos
La Cocina de La Escritura Párrafos
CAJONES Y ARCHIVADORES
Tener las ideas en un papel no es suficiente; hay que organizarlas para dar una estructura adecuada al texto.
ORDENAR IDEAS
Se pueden agrupar según la relevancia, la clase, los temas, etc., usando conectores gráficos o alfanuméricos.
Procedimiento: Valorar (jerarquizar) y seleccionar lo más apropiado; clasificar por apartados; ordenar según un plan
establecido por una superestructura, un propósito encaminado a la circunstancia y el lector, cronológicamente…
MAPAS CONCEPTUALES
Reorganizar la información en mapa conceptual (jerarquización-categorización-conexión). Por ser gráfico es más fácil de
recordar, tiene la extensión que requiere el escritor y el texto y tiene la posibilidad de agregársele algo más si es necesario.
Útil para ordenar ideas, hacer un esquema, resumir un texto, ampliar un tema, etc., con la flexibilidad al estilo y necesidad.
Para algunos tipos de texto (cartas, descripciones, narraciones, etc.) existen superestructuras que pueden ayudar en la
estructuración. Para otros tipos de texto, hacer falta construir especies de árboles que ayuden en el trabajo:
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PÁRRAFOS
El párrafo sirve para darle estructura a un texto, jerarquizar las ideas, relacionarlas y organizarlas, además de ser la primera
imagen del texto. Por ello su correcto planteamiento es fundamental. Se considera la unidad significativa supraoracional.
LA TEORÍA
Definición: Conjunto de frases que desarrollan un único tema y, por lo tanto, tienen una unidad significativa. Tiene valor
gráfico (se distingue en la página) y significativo (u. significativa). Se representa con los símbolos //, ¶ 1 y §2
Función externa: Introducción, conclusión final, recapitulación, ejemplos o resumen. En textos breves (no mayor a 2 pág.),
son unidades jerarquizadoras, por lo tanto, de ellos depende la estructura.
Estructura interna: Entrada inicial, conclusión, desarrollo, marcadores textuales, etc. La primera frase, en lo posible, debe
ser la idea principal del texto o por lo menos lo más importante pues es lo primero que el ojo ve. La última debe recapitular y
cerrar lo dicho. En medio, desarrollo, argumentación y/o ejemplos, frases subordinadas en general. Lo recomendado es
que tengan estos elementos. Se puede ubicar la frase subordinada al inicio siempre y cuando no sea muy extensa y
proporcione las herramientas necesarias para comprender la idea principal; también puede ir la idea principal al medio,
siempre que no irrumpa con las ideas secundarias y no cree la necesidad de más incisos sino que se convierta en uno muy
importante.
Tipología: Depende de la superestructura del texto. Asimismo, su estructura interna deriva de ello y los categoriza.
Extensión: Varía según el tipo de texto, la época histórica o el soporte (tamaño, letra, interlineado…). Lo más recomendable
es de 3 a 5 frases, de 100 palabras o 20 líneas.
Recomendación: Entre 3 y 8 párrafos por página, aceptando las excepciones cuando se requiera. No tan densos ni extensos
pues deben invitar a la lectura.
Faltas principales:
Desequilibrios (párrafos de extensiones similares siempre)
Repeticiones y desórdenes (unidad significativa rota: se repite en párrafos pudiendo estar unidos, ideas vinculadas en
párrafos distintos, ideas que se repiten en párrafos aparte…)
Párrafos-frase (omisión de puntos seguidos entre frases inconexas que forman el significado; constituido por una sola
frase muy larga).
Párrafos-lata (muy largos que contienen varias unidades significativas juntas)
Párrafos escondidos (párrafos que requieren de explicación previa o de uso de marcadores pues no es muy evidente su
buena estructura)
Truco: Ponerles título resumiéndolos en dos o tres palabras. Si guardan adecuadamente relación con su título, su unidad
significativa y con párrafos vecinos, se mejora la comprensión.
Evitar el uso de adverbios que no sean marcadores y que terminen en el sufijo ~mente al principio del párrafo.
EL TERMÓMETRO DE LA PUNTUACIÓN
El adecuado uso de la puntuación implica la construcción correcta de estructuras sintácticas; un error puede cambiar el
sentido total del documento.
IMPORTANCIA
Por el correcto uso de los signos de puntuación en una ojeada se puede determinar la calidad de la prosa:
“Las funciones de la puntuación son diversas: estructura el texto, delimita la frase, marca los giros sintácticos de la
prosa, pone de relieve ideas y elimina ambigüedades, modula la respiración en la lectura en voz alta, etc. Las reglas
de puntuación no son anárquicas ni personales, pero sí variables y no siempre simples. Puede que haya más de
una manera de puntuar correctamente una oración, pero todos los manuales coinciden en condenar ciertos errores
inaceptables.” (176)
JERARQUÍA DE SIGNOS
Los signos jerarquizan, relacionan y organizan las ideas; por ello, también delimitan unidades textuales y unidades
significativas:
(178)
MODA E HISTORIA
Entre los siglos XVIII y XX, se observa la tendencia a acortar las oraciones. Se mantiene el uso de puntuación fuerte (puntos
que se incrementan y comas que disminuyen). Aumento de diálogos y discurso directo (marcadores de modalidad - ¡! - ¿? )
Punto y seguido: finaliza la oración que la mayúscula inicial abre (incluso dentro de paréntesis).
Coma: Pueden ser reemplazadas por otros signos si la estructura sintáctica lo amerita, dentro de los usos expuestos a
continuación:
COMA-1 COMA-2
coma sola pareja de comas
Introduce incisos:
Separa ideas y conceptos: aposiciones
enumeraciones cambios de orden
omisión del verbo subordinadas
fórmulas: Señora, circunstanciales
fechas: Córdoba, 1 de enero... causales
relativos
marcadores textuales
SINTAXIS Y ENTONACIÓN
Es usual relacionar la puntuación y la entonación con fines didácticos pero puede generar confusiones a largo plazo, pues
desorienta frente a las verdaderas funciones de la puntuación (sintácticas). Adicionalmente, este hecho implica la
oralización; leer oralizando, aunque sea en voz alta, es una manía por eliminar porque afecta la velocidad y la comprensión.
Por otra parte, las construcciones sintácticas de la oralidad son diferentes de la escritura y, al querer imitar la primera en la
segunda, se habla de una escritura paleográfica3 (que no es cotidiana)
DESUSOS Y ABUSOS
El desuso de la puntuación conlleva a una mayor dificultad en la comprensión, ya que no se ven marcados pequeños
períodos sintácticos (y semánticos), sino uno muy extenso. El abuso hace una lectura pausada en exceso, que también
afecta la velocidad y la comprensión.
1. No empieces a escribir inmediatamente. No tengas prisa. Date tiempo para reflexionar sobre lo que quieres decir y
hacer (el texto, el propósito, el lector…)
2. Utiliza el papel como soporte. Haz notas, listas y esquemas. No te preocupes si están sucios, mal hechos o si no se
entienden.
3. Emborrona, borrajea, garabatea todo lo que haga falta. No tengas pereza de reescribir el texto una y otra vez.
4. Piensa en tu audiencia. Escribe para que pueda entenderte. Que tu texto sea un puente entre tú y ella.
5. Deja la gramática para el final. Fíjate primero en lo que quieres decir: en el significado.
6. Dirige conscientemente tu composición. Planifícate la tarea de escribir.
7. Fíjate en los párrafos: que se destaque la unidad de sentido y de forma, que sean ordenados, que empiecen con una
frase principal…
8. Repasa la prosa frase por frase, cuando hayas completado el escrito. Cuida que sea comprensible y legible. Busca
economía y claridad.
9. Ayuda al lector a leer. Fíjate que la imagen del escrito sea esmerada. Ponle márgenes: subtítulos, números,
enlaces…
10. Deja reposar tu escrito en la mesita. Déjalo leer a otra persona, si es posible.
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