Crisis Financiera Internacional y Sus Consecuencias
Crisis Financiera Internacional y Sus Consecuencias
Crisis Financiera Internacional y Sus Consecuencias
Revista
Latinoamericana de Economía
ISSN: 0301-7036
revprode@servidor.unam.mx
Universidad Nacional Autónoma de México
México
Dabat, Alejandro
LA CRISIS FINANCIERA EN ESTADOS UNIDOS Y SUS CONSECUENCIAS INTERNACIONALES
Problemas del Desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía, vol. 40, núm. 157, abril-junio, 2009,
pp. 39-74
Universidad Nacional Autónoma de México
Distrito Federal, México
Alejandro Dabat*
Resumen
El presente artículo considera la crisis internacional basada en el sistema financiero
RTÍCULOS
estadounidense desde una perspectiva analítica que trata de unir tres aspectos ínti-
mamente ligados en la generación y el desenlace de la misma: 1) La naturaleza de la
crisis situada esencialmente en el sistema financiero de Estados Unidos, su relación
con la especulación inmobiliaria y sus consecuencias internacionales, 2) El deterioro
preexistente de la competitividad sistémica y la hegemonía de Estados Unidos desde
comienzos del siglo actual; y 3) Los cambios neoeconómicos y geopolíticos mundiales
de los últimos que determinan el actual reordenamiento del contexto internacional. En
ese sentido, trata de unir los aspectos financieros, tecnoeconómicos y sociopolíticos de
la crisis con la naturaleza de los grandes cambios mundiales que la misma implica.
Palabras claves: Estados Unidos, crisis financiera, orden mundial, sistema financiero
y crisis.
Abstract
This article looks at the international crisis based on the U.S. financial system from an
analytical perspective that tries to bring together intimately linked aspects in the gene-
ration and outcome of the same: 1) The nature of the crisis situated essentially in the
U.S. financial system, its relationship with real estate speculation and its international
consequences, 2) The pre-existing deterioration of systemic competitiveness and the
hegemony of the United States since the beginning of the present century; and 3) The
worldwide neo-economic and geopolitical changes in the latter which determine the
present reordering of the international context. In that sense, it tries to bring together
the financial, techno-economic and socio-political aspects of the crisis with the nature
of the broad world changes this implies.
Key words: United States, financial crisis, world order, financial system, crisis.
Résumé
Cet article envisage la crise internationale découlant du système financier américain
sous un angle analytique, tentant d’englober trois aspects étroitement liées dans son
origine et son dénouement: 1) la nature de la crise touchant essentiellement le système
financier des États-Unis, sa relation avec la spéculation immobilière et ses retombées
internationales; 2) la détérioration préexistante de la compétitivité systémique et de
l’hégémonie des États-Unis depuis le début de ce siècle; 3) les changements néoécono-
miques et géopolitiques mondiaux qui déterminent l’actuel réagencement du contexte
international. Dans ce sens, l’article tente de faire le lien entre les aspects financiers,
techno-économiques et sociopolitiques de la crise et la nature des grands changements
mondiaux qu’elle entraîne.
Mots clés: États-Unis, crise financière, ordre mondial, système financier et crise.
Resumo
O presente artigo considera a crise internacional baseada no sistema financeiro es-
tadunidense de uma perspectiva analítica que trata de unir três aspectos intimamente
ligados à geração e ao desenlace da mesma: 1) A natureza da crise situada essencial-
mente no sistema financeiro dos Estados Unidos, sua relação com a especulação imo-
biliária e suas consequências internacionais, 2) A deterioração pre-existente da com-
petitividade sistêmica e a hegemonia dos Estados Unidos desde o começo do século
atual; e 3) As mudanças neoeconômicas e geopolíticas mundiais dos últimos anos que
determinam o atual reordenamento do contexto internacional. Nesse sentido, trata de
unir os aspectos financeiros, tecnoeconómicos e sociopolíticos da crise com a natureza
das grandes mudanças mundiais que a mesma implica.
Palavras-chave: Estados Unidos, crise financeira, ordem mundial, sistema financeiro
e crise.
Introducción
E
l presente material tiene doble objetivo: a) estudiar los aspectos funda-
mentales de la actual crisis financiera centrada en Estados Unidos (eu) y
de sus repercusiones productivas e internacionales; y b) situar a la misma
y a sus posibles consecuencias dentro del marco más amplio y de más largo pla-
zo de las transformaciones en curso de la economía mundial. Este segundo aspecto
nos parece de gran importancia porque permite incluir en el análisis el papel de las
nuevas condiciones internacionales en la gestación y el desenlace de la crisis actual,
así como considerar las probables consecuencias de esta última en el curso futuro
de la economía mundial y los trascendentales cambios que la están transformando de
manera acelerada.
Por tal razón dividiremos la exposición en dos partes: la primera, referida preci-
samente a la crisis en sí misma y las más probables consecuencias de la crisis sobre
la economía mundial y los países en desarrollo y a su contexto económico general,
y la segunda, la evolución general de la economía mundial durante la última década,
incluyendo el comportamiento de Estados Unidos dentro de ésta y la relación de este
último fenómeno con la crisis actual. Como se trata en todos los casos de problemas
complejos que requieren cada uno un estudio particular, nos limitaremos a presentar
someramente los mismos, apoyándonos en estudios anteriores y en la serie de inter-
venciones que hemos tenido en encuentros recientes sobre los temas señalados.
Primera parte
La actual crisis financiera y sus consecuencias productivas inmediatas
Vista desde una perspectiva espacial, la actual crisis internacional es sobre todo una
gran crisis de la economía de Estados Unidos, difundida ampliamente en el ámbito
mundial en un nivel aún muy incierto, cuya magnitud dependerá tanto del grado de
exposición de los diferentes países y regiones a los fenómenos que la generaron,
como de las políticas defensivas que los mismos adopten y del aprovechamiento de
las ventanas de oportunidad abiertas por la propia crisis. Pero también es un colapso
del orden internacional que engloba y cuestiona aspectos económicos, sociales, polí-
ticos e institucionales propios del rumbo actual de la globalización, de la supremacía
internacional de neoliberalismo, del propio curso de la economía del conocimiento
(de la relación entre sus lados luminosos y oscuros) y, muy en particular, de la hege-
Por lado oscuro aquí nos referimos a innovaciones financieras como las obligaciones colate-
ralizadas de deuda (cdo) basadas en el modelo Cúpula de Li, que posibilitaron el proceso
Esta contradicción interna de la globalización había sido ya claramente percibida por Cox y
Sinclair (1996, cap. 15) en su feliz expresión de ”gobernancia sin gobierno”. Con otras formas,
numerosos autores, la han considerado, incluidos Dabat y Toledo (1999) y Dabat (2002).
Para los no economistas no resulta fácil comprender la naturaleza de los instrumentos “deriva-
dos”, porque se trata de instrumentos muy complejos cuyo valor se basa (deriva) en la evolu-
ción del precio de otro activo “subyacente” (acción u otros títulos de deuda, cestas de acciones
o títulos, bienes o incluso precio de otros instrumentos derivados, etcétera), cuya relación se
establece mediante un acto especulativo de apuesta. Los derivados se multiplicaron de forma
amplia desde la penúltima década del siglo pasado, supuestamente como medio de protección
del contratante contra los riesgos de incertidumbre (cobertura) generados por la volatilidad de
los precios en la época de la desregulación de los mercados (swaps, futuros, opciones), pero
terminaron siendo los principales instrumentos de la especulación financiera, como lo demues-
tra la conversión de los llamados Fondos de Protección (Hedge Funds) en las instituciones más
fuertemente especulativas de la época.
La crisis de comienzos de siglo en Estados Unidos (2001-2002) generó tanto las condiciones
económicas de expansión del mercado inmobiliario (reducción de tasa de interés por debajo de la
tasa de inflación impulsada por la fed para reactivar la economía), como la reorientación de
los fondos especulativos desde el mercado bursátil a los mercados inmobiliarios, aprovechando
los niveles históricos relativamente bajos de los precios de los activos inmobiliarios en com-
paración a otros activos. Para Marshall (ibid.), ello resultó de una estrategia explícita de la fed
y otras entidades gubernamentales para “guiar el capital especulativo hacia el sector de bienes
raíces, mediante incentivos fiscales e impositivos, y la innovación financiera que permitía ex-
tender créditos hipotecarios en nuevas formas a nuevos agentes”.
La especulación financiera internacional se concentró a fines del siglo pasado en operaciones “de
arbitraje” entre los diferentes tipos de cambio y tasas de interés de las economías nacionales en
proceso de integración a la globalización, encabezado por los Hedge Funds. Sucesivos ataques
contra las monedas nacionales se centraron respectivamente en Inglaterra y Europa Occidental
(1992), México y Argentina (1995), Asia Oriental (1997) o Rusia (1998). Pero la estabilización
monetaria de esos países redujo su exposición ante tales ataques especulativos, al conducir la
especulación internacional hacia los mercados bursátiles de “alta tecnología” (“exuberancia
irracional” que culminó en la crisis de 2001-2002). Como pasó con los mercados monetarios
nacionales, la persistente caída de los valores bursátiles desde 2001 redujo los beneficios espe-
culativos, lo cual provocó un nuevo desplazamiento hacia los mercados inmobiliarios.
Como resultado de la altísima renta del suelo que prevalece en Estados Unidos, los precios de
la propiedad inmobiliaria en ese país son muchísimos más altos que los prevalecientes, por
ejemplo, en México, para un mismo tipo de edificación.
salto de 4.4% del producto interno bruto (pib) estadounidense a 6.3% entre los mis-
mos años (The Economist, 2007).
Gráfica 1
Mercado inmobiliario en Estados Unidos, ventas e inventarios
16 0
14 0
12 0
10 0
80
60
40
20
0
1985 1987 1989 1991 1993 1995 1997 1999 2001 2003 2005 2007
Rising burden
Fuente: Hermes, economic Situation & Outlook, Quarter 4, 2007.
Gráfica 2
Elevamiento de los precios de la vivienda en Estados Unidos entre 2000 y 2006
200
180
160
140
120
100
80
60
40
20
0
1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008
Precios deQuarter
Fuente: Hermes, Economic Situation & Outllok, la vivienda
4, 2007.
financiera, también el país que contó con los mayores índices de profundización
financiera (relación entre activos financieros y el pib, mayor peso de los instrumen-
tos derivados y, en particular, a partir de la crisis de 2001-2002, de sus formas más
peligrosas de contagio carácterísticas del shadow banking system que incorporaron
letales mecanismos de diversificación y transmisión de riesgo sistémico en gran es-
cala en el conjunto del sistema financiero y la economía, conforme veremos en el
apartado Colateralización y “estructuración” del crédito, sistema bancario oculto y
dinámica de la crisis de esta primera parte).
El peso del nuevo sistema financiero en Estados Unidos queda patente en el cua-
dro 1 expresado en relación con el pib, al nivel de los activos financieros y no tra-
dicionales (monto de acciones, bonos, derivados en general y otros instrumentos
titularizados de crédito tales como las hipotecas convertidas en documentos nego-
ciables). El Fondo Monetario Internacional (fmi) subestima considerablemente los
montos de las columnas B y, sobre todo, C. Pero a pesar de ello, el cuadro sirve para
demostrar tanto la enorme magnitud relativa de los activos financieros y los instru-
mentos derivados frente a la economía real en Estados Unidos y el mundo, como la
enorme concentración de los mismos en el país del norte que sólo se encuentra en
magnitud cercana de muy pocos países del mundo, como es el caso de Gran Bretaña
y Australia.
Cuadro 1
Activos financieros e instrumentos derivados en relación con el PIB, 2006
(miles de millones de dólares)
Según el Banco Internacional de Pagos, hacia finales de 2007 el valor notional (supuesto) del
conjunto de los instrumentos derivados mundiales alcanzaba 596 trillones de dólares estado-
unidenses (596 miles de millones en español), que es una cifra cerca de 10 veces superior al
del pib mundial y acorde con las relaciones establecidas en el cuadro 1, cerca de 20 veces para
el caso de Estados Unidos.
Cuadro 2
Flujos externos de capital hacia Estados Unidos 1996-2006
(miles de millones de dólares)
En la terminología del nuevo sistema financiero, se denomina “notional value” al valor teórico
(ficticio o supuesto) del instrumento original de crédito que se utiliza para calcular los pagos
realizados sobre el mismo. Esta cantidad, generalmente, no cambia de manos y, por tanto, sólo
es teórico. En el contexto de un swap de tipos de interés, el importe teórico del principal es la
cantidad especificada en la que se basa el intercambio de los pagos de intereses derivados de los
instrumentos principales. Durante cada periodo, las tasas se multiplican por el importe teórico
del principal, para determinar el valor de cada contraparte.
10
En 2008 China era el principal poseedor de títulos del Departamento del Tesoro de Estados
Unidos seguido por Japón con 19 %, el Reino Unido con 12 %, los centros bancarios del Caribe
con 7 % y los exportadores de petróleo con 6 %.
Los cdo son un tipo de títulos sintéticos, consistentes en paquetes estructurados de títulos de
11
deuda de origen y calidad crediticia muy distintas, con los cuales los emisores (grandes inter-
mediarios financieros) distribuyen el riesgo entre los compradores, sin que éstos puedan dis-
tinguir dentro de los mismos los tramos senior (de primer nivel o aaa), de los instrumentos de
baja o muy baja calidad crediticia. Los vis son títulos sintéticos más flexibles, también emitidos
por grandes intermediarios financieros (introducidos por City Group en 1998), que admiten
reinversiones en sus activos en portafolio y que se construyen al combinar la toma de créditos
a corto plazo con tasa de interés baja, con colocaciones a largo plazo a tasas más altas.
Ese tipo de relación cenagosa se extiende mucho más allá de los títulos “contami-
nados” por los créditos hipotecarios sin pagar o en peligro de default, en la medida
que extiende la incertidumbre a lo largo de toda la cadena de pagos, incapacitada
para conocer la localización de dichos títulos. En el ámbito de los intermediarios
financieros tiene mucha importancia el reingreso masivo de la banca comercial al
mercado del crédito titularizado, del que habían sido marginados por los fondos de
inversión durante la primera etapa del proceso de titularización de fines del siglo pa-
sado, también denominado, por esa razón, de “desintermediación bancaria” (Dabat y
Toledo, 1999, cap. 1).12 Los grandes bancos comerciales regulados, por entidades for-
malmente independientes, afiliadas o patrocinadas por los propios bancos (Gilliany
David, 2007), se suman a los nuevos fondos de inversión encabezados por los edge
funds y los equity funds, junto con la vasta red de jugadores que operan al margen de
toda regulación pública (emisores, titularizadores, empaquetadores, compradores,
canjeadores, calificadores, aseguradores).
La suma de los viejos y nuevos jugadores dentro del nuevo tipo de juego especu-
lativo a gran escala conforman el denominado shadow banking system (o sistema
bancario desregulado y oculto),13 que se caracteriza por operar fuera del sistema fi-
nanciero reglamentado por el Estado e, incluso, al margen las hojas de balance de
gran parte de sus principales participantes (caso de los afiliados descentralizados
de los grandes bancos regulados) (Gillian y Davies, 2007). Con esas características,
este sistema bancario paralelo y oculto pasó a convertirse, por la magnitud de sus
activos, en el principal sistema bancario del país con activos que en 2007 alcanza-
ban los 10,500 miles de millones de dólares (Barr, 2008), superiores a los menos de
10,20014 de la banca comercial regulada y equivalentes a aproximadamente unas tres
cuartas partes del pib estadounidense.
12
Entre 1970 y 1993, la participación de los bancos comerciales en el sistema financiero de Esta-
dos Unidos cayó de 39% a 25% del total, mientras la de los fondos de inversión pasaba de 22%
a 47 % (Dabat y Toledo, 1999).
13
Según el connotado periodista de Financial Times, Bill Gross, cabeza del Pinco Assets Mana-
gement Group, al nuevo sistema se le llama “shadow banking system (traducimos del inglés)
debido a que ha permanecido oculto por años, intocado por la regulación, y ha sido capaz de
empaquetar mágica y místicamente préstamos de baja calidad, de modo que sólo los brujos
de Wall Street lo pueden explicar” (Gillian y Davies, ibid.).
14
Según el US Statitistical Abstract, los activos de la banca comercial (regulada), incluyendo los
activos de las sucursales en el exterior de la banca estadounidense, alcanzaba en 2007 11,176
miles de millones de dólares. Como los activos de los bancos estadounidenses en el exterior
eran de 1,004 miles de millones en ese mismo año (Board of Governors de la fed, 2008) los
activos de la banca regulada en el país alcanzaban la cifra mencionada de 10,172 miles de mi-
llones de dólares.
15
La especulación en los mercados de commodities comenzó en 2004, y siguió la tendencia ascen-
dente de la demanda y los precios internacionales, para elevarse fuertemente desde 2005, cuando
comenzaron a caer los precios de los inmuebles. Como parte de ese proceso, los fondos invertidos
en los mercados especulativos de futuros se elevaron desde cantidades que fluctuaban en cifras
cercanas a los 10,000 miles de millones de dólares entre 1999 y 2003, a 40 en 2004, a cerca de 90
en 2005, a 120 en 2006, 160 en 2007 y a bastante más de 180 en el primer trimestre de 2008 (The
Wall Street Examiner, 2008), lo que implica un crecimiento cercano a 2000% en sólo una década
que condujo a una cifra cerca de tres veces superior al pib mundial. En lo que hace a los merca-
dos de productos agrícolas involucrados, la inversión especulativa habría pasado de 25,000 millo-
nes de dólares en noviembre de 2007 a 55,000 en abril de 2008, afectó a más de la mitad del valor
de las cosechas de maíz, soya y trigo de Estados Unidos (Wilson, 2008).
16
A pesar de esta caída generalizada del petróleo y las commodities, los precios internacionales
continuaban siendo altos en 2008 en relación con los anteriores de 2003.
Segunda parte
El contexto internacional más amplio de la crisis económica de eu
Partimos de la hipótesis de que la crisis actual de Estados Unidos tiene lugar dentro
del marco mucho más amplio de la decadencia de su economía nacional y de su hasta
hace muy poco indiscutida hegemonía mundial, ante sus propias limitaciones estruc-
turales e históricas para afrontar la competencia de nuevas potencias ascendentes o en
proceso de resurgimiento, como son los casos de China, India, Rusia o del conjunto
de los países de Asia Oriental y de otros en desarrollo (Dabat, 2005). Por dicha razón
consideraremos por separado el proceso histórico que dio lugar a ese proceso, las
bases tecnoeconómicas, financieras y sistémicas (de su modalidad de capitalismo na-
cional), para concluir con la erosión de su hegemonía mundial en la que se condensan
los fenómenos anteriores.
17
Nos referimos aquí a la rearticulación de la división global del trabajo desarrollada en la última
década, para incorporar nuevos procesos de integración regional y los nuevos requerimientos
mundiales de productos básicos, energéticos y alimentos.
dejó de crecer por obra de sus inversiones y redes internacionales (sólo aminora su
dinamismo), dichos logros se ven en gran parte neutralizados por la creciente pérdida
de competitividad del conjunto de la economía estadounidense frente a los países
orientales y asiáticos comandados por China, en un proceso que también arrastrará a
los socios comerciales de eu, integrantes del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (tlcan), con particular inclusión de México.
La pérdida de posiciones comerciales de Estados Unidos incluye también la
mayor parte de las industrias de alta tecnología, como a casi todas las del sector
electrónico-informático (Dabat y Ordóñez, 2009), al software (Export IT, 2008)18 o
a los servicios de telecomunicaciones (Ordóñez, 2008). En lo referente a industria
electrónica en especial, la continuidad de la caída es particularmente fuerte frente
a China y los países más dinámicos de Asia Oriental. Ello resalta sobre todo en el
caso de las computadoras (en las que el nivel de producción nacional bajó 42% entre
2000 y 2007), y alcanza a otros sectores de importancia estratégica central como el
instrumental electrónico (caída del orden de 12% entre esos mismos años) e incluso
(en términos relativos a la producción mundial) a semiconductores (el sector estrella
de la industria electrónica estadounidense), en el que la producción estadounidense se
mantiene en 2007 al mismo nivel de 2002 (el año más bajo de la crisis de 2001-2002)
a un nivel del orden de los 35 mil millones de dólares (Export IT, 2006).
La pérdida de competitividad internacional, sobre todo si consideramos a los sec-
tores de alta tecnología en que se produjo, provocó un creciente déficit comercial
como se muestra en el cuadro 2.
Pero el mismo fenómeno también condujo a un crecimiento más lento del cre-
cimiento económico, especialmente en lo que se refiere a sus principales, nuevos y
formidables competidores, que implicó fuertes pérdidas de posiciones del país den-
tro de la economía mundial en el nivel del pib (fuerte reducción de la participación
de Estados Unidos dentro de la producción mundial). En el cuadro 3 se muestra
la dimensión de esta pérdida en general (porcentaje de disminución), y en relación
con Asia Oriental e India (niveles y porcentajes comparados), presentamos las cifras
18
En 2007 las exportaciones registradas de software de eu (2,676 millones de dólares) no habían
alcanzado aún el nivel del año 2000 (2,728 millones) y su crecimiento se concentra completa-
mente en los países del tlcan, India (como parte del creciente intercambio sectorial con ese
país) y otras naciones de América Latina, sin que ello llegue a contrarrestar el déficit con Asia
Oriental y Europa, que es algo completamente consistente con la información que suministran
Dabat y Ordóñez (2009). Como se plantea en este último, los montos de las exportaciones re-
gistradas son mucho menores a las reales, pero sirven como un indicador de tendencia, especial-
mente en comparación con el vertiginoso crecimiento de las exportaciones que registra India.
Gráfica 3
Exportaciones e importanciones de bienes y servicios de Estados Unidos 2000-2007
(millones de dólares a precios corrientes)
2 ,5 0 0 ,0 0 0
2 ,0 0 0 ,0 0 0
1 ,5 0 0 ,0 0 0
1 ,0 0 0 ,0 0 0
5 0 0 ,0 0 0
0
2000 2001 2002 2003 2004 2005 200 6 2 007
- 5 0 0 ,0 0 0
- 1 ,0 0 0 ,0 0 0
- 1 ,5 0 0 ,0 0 0
años
Exportaciones
Importaciones
Balanza comercial
del producto en precios de paridad adquisitiva (ppp) para eliminar la distorsión que
genera la gran subvaluación de la mayoría de las monedas asiáticas respecto con el
dólar.
Cuadro 3
pib-ppp de América del Norte y Asia Oriental e India 2000 y 2007 (billones de dólares)
2000 2007
Montos % Montos %
19
En nanotecnología, las universidades estadounidenses llevan de lejos la delantera en registro
de patentes (Toledo, 2008). Pero este indicador podría no ser el más adecuado por el carácter
prematuro o de baja calidad de muchos registros en muy diversos sectores (epo, 2009) o por la
desmedida importancia que se da a patenttes en el sistema institucional de eu. Pero al pasar a
otros indicadores reales más conectados con la producción, no se advierte claramente tal supe-
rioridad. En nanoelectrónica, el sector más importante de la economía mundial por volumen de
demanda e importancia estratégica (Dabat y Ordoñez, 2009), predominan Fujitsu, Samsung,
la Agencia Japonesa de Ciencia y Tecnología, Hewlett Packard y Phillips. En energía lo hacen
Japón, Corea y eu en ese orden, En salud, la Unión Europea, eu, China y Rusia (Toledo, ibid.).
En cuanto a inversión pública, a pesar de la disparidad de información existente, parece claro
que desde los primeros años del nuevo siglo Asia Oriental marcha a la cabeza (Lux Research,
2004; Commission of the European Communities, 2004) y que, según la segunda de las fuentes
citadas, la Unión Europea habría sobrepasado a Estados Unidos.
20
Ernst sostiene que China podría superar en número de doctores a Estados Unido hacia 2010.
Gráfica 4
Consumo en Estados Unidos
8 .0 %
7 .0 %
6 .0 %
5 .0 %
4 .0 %
3 .0 %
2 .0 %
1 .0 %
0 .0 %
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Fuente: www.bea.com.
La reducción del ahorro de las familias en los últimos años adquiere dimensiones
enormes como puede verse en la gráfica 5, especialmente a partir de fines de la déca-
da pasada y, sobre todo, de 2005.
La acentuación de la desigualdad social es producto del enorme enriquecimiento
de una amplia capa de la población, favorecido por el neoliberalismo y los recortes
impositivos de George W. Bush, junto con el estancamiento o caída de los ingresos
de los trabajadores y miembros de las distintas minorías de la población. Según The
Gráfica 5
Ahorro de Estados Unidos como porcentaje del ingreso disponible
9
8
7
6
5
4
3
2
1
0
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Fuente: www.bea.com.
Economist (2008), 20% de la población elevó sus ingresos de 44% a 50% del ingreso
nacional entre 1973 y 2000 y 1% de mayores ingresos controlaba hace pocos años
17% de la riqueza nacional, contra 17% de 80% de los hogares. La misma fuente
señala que los ingresos de los más altos niveles gerenciales (ceo) pasaron a ser de
40 veces más elevados que el promedio de los trabajadores en 1980 a 400 veces más
altos en la actualidad. Éste es sin duda un gran factor de descontento social y una de
las fuerzas que explica el amplio triunfo electoral de un candidato negro y reformista
como Barack Obama a la presidencia de su país.
Al debilitamiento del mercado interno, cabe agregar el deterioro de la infraestruc-
tura (puentes, carreteras, redes eléctricas, represas, aeropuertos, canales, edificios
públicos o redes de comunicación) estudiado por Dalton (2008) o GAO (2008 y
2009), que incluye la nueva infraestructura informática (Irons, 2008; Baller y Lide,
2006). Ello estuvo directamente vinculado a la caída del gasto público total en el
sector, desde cerca de 2.5% del pib en 1950 a casi la mitad en 2006, a costa de catás-
trofes como la ruptura de los diques de Nueva Orleáns, del colapso del gran puente
de Minneapolis, de los grandes cortes de energía entre el Medio Oeste y Nueva York
o de la pérdida de posiciones internacionales en la extensión y calidad de las redes de
comunicación de banda ancha.21
Pero el factor central que cada vez más debilita al país en el ámbito internacio-
nal es la acentuación de los aspectos más negativos de la modalidad de capitalismo
21
Según Baller y Lide (2006), el indiscutible predominio de Estados Unidos a comienzos de los
noventa del siglo pasado concluyó en la era de la banda ancha y la extensión de la fibra óptica,
cuando su posición internacional cayó al cuarto lugar mundial en 2001 y hasta el lugar 19, según
ciertas encuestas, a mediados de la década (lugar 15 en velocidad en 2006 según la ocde).
22
Según Wikipedia, Estados Unidos contaba en 2007 con 71% del capital mundial invertido en
equity funds.
23
Aunque encabezado por eu, el fenómeno expuesto tuvo un alcance internacional muy amplio
asociado a la acentuación de la desigualdad social en el mundo entero, promovida por la globa-
lización neoliberal, que generó el enorme excedente improductivo de riqueza que estuvo en la
base del descomunal crecimiento del capital-dinero especulativo en el ámbito mundial, elevado
muy por encima de las demandas internacionales de inversión productiva.
24
El nuevo conservadurismo intelectual de eu de fines del siglo xx fue muy distinto al conserva-
durismo populista-aislacionista de Pat Buchanan y la derecha republicana de los años setenta,
en la medida en que vinculó la seguridad internacional del país a la creación de regímenes
políticos nacionales afines a las instituciones y valores estadounidenses, haciendo caso omiso
del derecho y la organización internacional vigente, y del mantenimiento de la paz. Tal concep-
ción, desarrollada originalmente por el filósofo político de origen alemán Leo Strauss, fallecido
en los años setenta, se extendió ampliamente en los principales círculos de poder del país, y se
fortaleció por la adición del componente militar incorporado por Albert Wohlstetter, el teórico
de la guerra limitada con armas “inteligentes” de extraordinaria precisión, y con el desarro-
llo de una industria bélica altamente innovadora. Parte fundamental de la política internacional
de esta nueva derecha fue el apoyo incondicional a Israel y a su política regional subimperialis-
ta, vista como bastión fundamental de la difusión del capitalismo neoliberal en Medio Oriente.
Ésta es una de las razones fundamentales por las que se jerarquizó la invasión del Irak de Sadam
Hussein (que carecía de vínculos importantes con el fundamentalismo islámico), por encima,
incluso, de la intervención en Afganistán, mucho más vinculada al combate contra Al Qaeda.
dencia contraria que siguió en el fin de la guerra fría durante los gobiernos de Clinton.
En el ámbito interno, sobresalieron las reducciones generalizadas de impuestos para
los ricos y capas medias promovida por Bush, convertidas en instrumentos proseli-
tistas fundamentales para la preservación de la base política del Partido Republicano,
en un país donde sólo participaba no más de 40% de la población en los procesos
electorales.
El conjunto de lo expuesto dio lugar a una sucesión de grandes déficit fiscales que
se tradujeron en montos crecientes de endeudamientos público y externo, fuertemen-
te relacionados entre sí. En 2007, tales déficit crecieron a niveles muy grandes, sobre
todo en relación con el producto bruto interno del país: cerca de 10,500 billones de
dólares de deuda pública (76% del pib) que se estima alcanzarán en 2008, incluyendo
la deuda privada, a bastante más de 16,300 billones de duda externa total, que es una
cifra muy superior al pib estadounidense.
Ambos factores implicaron una fuerte dependencia financiera en relación con
las naciones asiáticas acreedoras, sobre todo de Japón, China y los países petroleros
de Medio Oriente, que fue un factor acentuado considerablemente en 2008 con el
impacto de la crisis económica.
El resultado de todo ello, en conjunción con las políticas monetarias de la Reserva
Federal desde la crisis de 2001-2002, fue el desmoronamiento del valor internacional
del dólar a niveles jamás alcanzados: 1.5 de dólar por euro hacia mediados de 2008
frente a una relación de uno a uno en los primeros años de la década, que comenzó
a revertirse en la segunda mitad de 2008.25 El derrumbe del dólar tuvo una enorme
importancia mundial, en la medida en que el dólar es la principal moneda mundial
de reserva y la base del actual sistema monetario internacional, que es un fenómeno
que parece haber entrado en franca declinación a partir de su depreciación, según el
reconocimiento del propio Fondo Monetario Internacional.
En política internacional, el gobierno de eu debió pagar los costos económicos,
políticos y militares de su cruzada mundial contra el fundamentalismo islámico, las
intervenciones militares en Irak y Afganistán, el respaldo incondicional a Israel en el
En los meses finales de 2008, el dólar comenzó a recuperar parte de su valor hasta alcanzar en
25
diciembre cerca de 1.3 por euro. Pero esta recuperación parece ser un fenómeno coyuntural,
producto de la conjunción de factores como la entrada de Europa en la crisis financiera con la
consiguiente desvalorización del euro, el pánico de los inversionistas internacionales que se
refugiaron en los bonos de largo plazo del gobierno estadounidense o la repatriación de fondos
desde el exterior por transnacionales estadounidenses desesperadas ante la imposibilidad de
obtener financiamiento interno en eu.
conflicto con el mundo árabe o la cruzada diplomática contra Irán. Una cuestión cen-
tral en este sentido es la crisis de las organizaciones internacionales como el fmi, la
Organización Mundial de Comercio (omc) o las propias Naciones Unidas vinculadas
directamente a la hegemonía internacional de eu.26 Habría que agregar el colapso de
las políticas neoliberales impulsadas por Estados Unidos en América Latina y otros
países en desarrollo, como el fracaso del Área de Libre Comercio de las Américas
(alca), el rechazo casi generalizado del Consenso de Washington (Stiglitz, 2006)
o la crisis del pensamiento económico oficial (ortodoxia neoclásica), cada vez más
afectado por su imposibilidad para explicar los cambios de la economía mundial y
la crisis financiera emergente. Además de la creciente dependencia energética de eu
de países actual o potencialmente hostiles como los del mundo islámico, Rusia o
Venezuela.
26
El fmi, por ejemplo, tras sus enormes fracasos en Asia Oriental y Rusia, sustituyó sus políticas
de ajuste aplicadas durante los años noventa (defensa de los acreedores y grandes rescates de
los deudores) por políticas erráticas carentes de rumbo, completamente rebasadas por fenóme-
nos como la crisis o la negativa argentina a pagar más de 25% de su deuda externa (Dabat, 2004
y 2005). Por su parte, la omc ha quedado completamente rezagada respecto de los grandes
cambios de la economía mundial que impone la globalización, como la protección a la propie-
dad intelectual, exigida por países industrializados o las exigencias de países en desarrollo por
terminar con los subsidios a las exportaciones agrícolas de los países desarrollados.
mercio mundial, las regiones y países emergentes mencionadas presentan tasas mu-
cho más elevadas de crecimiento de sus ventas externas. En el caso de China, las
exportaciones crecieron a una tasa media de 25.8% anual entre 2000 y 2007 y 30.3%
entre 2003 y 2007, mientras que las de India y Rusia lo hacen a tasas de 24.2% y
27.2% respectivamente, entre los dos últimos años mencionados (omc, 2007).
Al creciente peso comercial de los países emergentes encabezados por China debe
agregarse la importancia de sus grandes empresas transnacionales nativas que juegan
un papel fundamental en el comercio exterior de estos países y han comenzado a incor-
porarse a las listas más reconocidas de las principales firmas del mundo (Dabat y Or-
dóñez, en prensa). Tales grandes compañías privadas, junto a las públicas, a las filiales
de las empresas transnacionales radicadas en esos países y a las grandes joint ventures
con participación pública, estarán entre las principales bases del boom exportador.
Otra cuestión central será la creciente capacidad financiera de esos países, resul-
tante de los grandes superávit comerciales, reservas nacionales en divisas y los di-
versos instrumentos de manejo internacional de las mismas. Respecto de las reservas
de divisas, como hemos visto, destaca ampliamente el lugar de China con reservas
superiores a los dos mil millones de dólares en 2008, y su papel ya señalado de gran
acreedor de Estados Unidos. Pero se trata de un fenómeno mucho más general tra-
ducido en indicadores como la balanza de cuenta corriente, la naturaleza del finan-
ciamiento externo o la acumulación general de reservas de los países en desarrollo
(véase el cuadro 4).
El principal instrumento activo de movilización y valorización de los exceden-
tes externos acumulados serán los llamados fondos soberanos, constituidos sobre
todo por los países petroleros islámicos, por China y otros países de Asia Oriental
Cuadro 4
Balanza de cuenta corriente y financiamiento externo de las ped
(miles de millones de dólares)
Cuadro 5
Principales fondos federales
Actos Año de
País Nombre (Mn $) creación Origen
Emiratos Árabes Unidos Abu Dhabi Investment Authority (adia) 875 1976 Petróleo
Singapur Government of Singapore Investment Corporation (gic) 330 1981 Otros
Noruega Government Pension Fund-Global (gpfg) 322 1990 Petróleo
Arabia Saudí Varios 300 NA Petróleo
Kuwait Kuwait Investment Authority (kia) 250 1953 Otros
China China Investment Compañy Ltd. 200 2007 Petróleo
Hong Kong Hong Kong Monetary Authority Investment Portfolio 140 1998 Petróleo
Rusia Stabilization Fund of the Russian Federation (sfrf) 127 2003 Otros
China Central Hujin Investment Corp. 100 2003 Otros
Singapur Temasek Holdings 108 1974 Otros
Australia Australian Government Future Fund (agff) 50 2004 Petróleo
Libia Reserve Fund 50 NA Petróleo
Qatar Qatar Investment Authority (qia) 40 2000 Petróleo
Estados Unidos Alaska Permanent Reserve Fund Coperation (aprf) 40 1976 Petróleo
Brunei Brunel Investment Agency (bia) 35 1983 Otros
Irlanda National Pensions Reserve Fund (nprf) 29 2001 Petróleo
Argelia Reserve Fund 25 NA Otros
Corea del Sur Korea Investment Corporation (kic) 20 2006 Otros
Prinipales fondos en construcción
China State Foreign Exchange Investment Corporation (sfeic) 200 2007e Otros
Rusia Future Generations Fund of the Russian Federation (sfrf) 32 2008e Petróleo
Total de montos involucrados 3.422,00
Fuente: D8 Research.
e: estimación.
como Singapur, por Rusia y por algunos pocos industrializados incluido el estado de
Alaska, en Estados Unidos. El cuadro 5 muestra una lista de los principales fondos
petroleros entre los que destaca el de Abu Dhabi por su enorme volumen. Pero tam-
bién en este rubro resulta muy importante la participación de los fondos chinos que,
sumados al fondo de Hong Kong, presentan una cantidad bastante superior a los 600
mil millones de dólares.
Otra cuestión relevante para el futuro orden mundial es el mayor peso económico
mundial que han comenzado a tener las relaciones intrarregionales de los países en
desarrollo, que se manifiesta tanto en los acuerdos de integración regional como en
la orientación del comercio internacional entre diferentes países en desarrollo o co-
mercio sur-sur, como puede verse en la gráfica 6. De entre esos procesos se destaca la
fuerte tendencia hacia el proceso gradual de integración regional del este y el sur de
Asia, que de hecho empezó a manifestarse en torno al mercado chino y ya tiene im-
portantes amarres en términos de integración formal.27 Este proceso condujo a un giro
gradual del comercio exterior en países como Japón, Corea o los países de la asean,
del mercado estadounidense hacia el mercado chino, así como la creciente vincula-
ción del mismo con India. La progresiva integración de Japón, Singapur, Corea y
Taiwán contribuyó productivamente para lograr altos niveles tecnológicos en estos
países. Lo mismo sucede con los procesos sudamericanos de integración regional a
variados niveles (comercial, financiero, energético), o las relaciones de Rusia con los
países de Asia Central vinculados a la Comunidad de Estados Independientes, o a las
de China, Rusia o India con África o Sudamérica, o al fortalecimiento de los países
islámicos de Medio Oriente o de Sudáfrica como parte de una importante dinamiza-
ción económica de gran parte de África.
Gráfica 6
Exportaciones de las economías emergentes % incremento con respecto al año anterior
40
35
30
To other emerging economies
25
20
15
To EU
10
5
0
2004/1
2006/1
2007/1
2007/4 *
2003/3
2003/4
2004/2
2004/3
2004/4
2005/1
2003/2
2005/2
2005/3
2005/4
2006/2
2006/3
2006/4
2007/2
2007/3
El proceso de integración económica formal de Asia Oriental comienza en 1999 con el acuerdo
27
de cooperación asean Plus Three (Japón, China y Corea) que aún opera hasta ahora e impulsa
diversos tipos de proyectos. Los acuerdos de liberación comercial que se sucedieron desde
entonces fueron los de Japón y Singapur (2002), asean y China (2005), Corea, Singapur
(2005 y asean y Corea, 2006), hallándose en trámite los de asean y Japón, y Japón y Corea (
Lee, 2008). La incorporación de India a este proceso es mucho más reciente y ha comenzado a
darse a partir de acuerdos con países de la asean, pero no ha podido superar todavía las viejas
diferencias geopolíticas con China (Parker y Shaffer, 2008).
28
Salvo el caso de Brasil, con un gran mercado de derivados (Bank For International Settlements,
2007), el peso de los nuevos instrumentos financieros pesa bastante menos en los demás paí-
ses. Todos ellos cuentan con sistemas bancarios muy regulados y en gran parte públicos, débil
profundización e internacionalización financiera y grandes reservas internacionales de divisas
(Lane y Schmukler, 2007). Tales factores amortiguan sensiblemente la difusión de los meca-
nismos generados por el nuevo sistema financiero.
29
Tal tipo de perfil de las grandes potencias emergentes tiene grandes similitudes con el de otros
países exitosos de características muy distintas. Ése es el caso, por ejemplo, de naciones muy
desarrolladas como Suecia o Finlandia (Dabat y Almanza, 2008), que también realizaron gran-
des reformas sociales a lo largo de su historia y tienen sectores públicos muy fuertes. También
en buena medida de Corea o Taiwán, de los países dinámicos de América del Sur o, sobre todo,
de Vietnam, el país de Asia Oriental que sigue a China en dinamismo económico, que ha co-
menzado a incorporarse a la economía del conocimiento y ya cuenta con sectores productivos
de alta tecnología, como la industria de semiconductores.
Principales conclusiones
Las diferentes cuestiones consideradas en el presente trabajo conducen a por lo me-
nos cinco grandes conclusiones, que pasamos a exponer a continuación.
La primera tiene que ver con la naturaleza histórica de la crisis y de su profun-
didad. ¿Estamos ante una crisis terminal de las bases tecnoproductivas del nuevo
capitalismo surgido de la revolución informática y la globalización, como fue el caso
de la gran depresión de los años treinta del siglo pasado en relación con el capitalismo
monopolista-financiero clásico nacido a fines del siglo xix? ¿O estamos más bien
ante una crisis de desarrollo del capitalismo informático global, que contrapone su
base productiva a su superestructura financiera e institucional neoliberal de origen,
especialmente en el país que dirigió y modeló el proceso en su primera etapa histórica
de desarrollo? Nuestra respuesta va en esta segunda dirección, si partimos de la idea
30
En ese sentido, y a pesar de las diferencias señaladas en la primera sección de la primera parte
de este trabajo, la actual crisis tiene muy importantes puntos de contacto con la anterior. La de
2001-2002 tuvo que ver con un problema crucial para el desarrollo del capitalismo informático,
como fue en su momento la tendencia al agotamiento de la ley de Moore (continuidad del pro-
ceso de miniaturización, complejidad y abaratamiento del semiconductor), que pudo superarse
por la entrada en acción de la nanotecnología (Dabat, 2008 y Dabat y Ordóñez, 2009). La crisis
actual también está vinculada a otro tipo de obstáculo que limita la continuidad y profundiza-
ción de la revolución informática, como es el caso tanto de la superestructura financiera e insti-
tucional de inicio de la misma, como de la cada vez más débil base energética en que se apoyó
hasta ahora, basada en los combustibles fósiles no renovables y contaminantes. La remoción
de tales obstáculos requieren, en ambos casos, un nuevo tipo de reestructuración institucional
y tecnoeconómica que posibilite el despliegue a un nivel más amplio de las potencialidades de
las nuevas tecnologías.
31
Nos estamos refiriendo a una disminución no muy grande de sus tasas insostenibles de creci-
miento y comercio exterior (pasa, por ejemplo, de tasas de 11% y 30%, a otras más moderadas
de 7-8% y 20-25%, o a sólo breves caídas de mayor dimensión).
ternos, así como el acceso nacional a las rentas económicas extraordinarias derivadas
del comercio internacional (Dabat, Rivera y Sztulwark, 2007).
La cuarta conclusión apunta al futuro y a las formas espaciales e institucionales de
la globalización. ¿Estamos ante una crisis terminal misma o ante un cambio histórico
de su modalidad de desarrollo? Se trata de una cuestión vinculada directamente a la
primera conclusión, en la medida en que la globalización es, en lo fundamental, la
configuración espacial del nuevo tipo de capitalismo surgido de la revolución infor-
mática (Dabat, 2002). Por tanto, conforme hemos planteado en otros trabajos (Dabat,
2005, por ejemplo) y en este mismo material, la crisis de Estados Unidos y de su
modalidad nacional de capitalismo no implicará el fin de la globalización ni cam-
bios mundiales que apunten tanto al fortalecimiento de los procesos de integración
regional y de regulación internacional, como al desplazamiento del centro cíclico de
la economía mundial hacia Asia Oriental, y a reformas socioinstitucionales naciona-
les y regionales, más acordes con las del tipo de economía de los países emergentes
exitosos más importantes.
Finalmente, una quinta conclusión conduce al lugar en que se encuentra Estados
Unidos en la economía mundial y el orden internacional, y a sus perspectivas futuras
como país. A pesar de su crisis, eu sigue siendo la nación más poderosa, rica e influ-
yente del mundo, especialmente por su capacidad tecnológica, empresarial, militar y
de involucramiento en la arena mundial. Pero ya no como única superpotencia hege-
mónica32 capaz de imponer unilateralmente sus propios objetivos al mundo. Ello la
obligará a reconocer las nuevas relaciones mundiales de fuerza y a emprender gran-
des reformas en el sentido ya esbozado por el gobierno de Obama. Tales reformas
vivificarán su economía a mediano plazo, generarán importantes logros en energía,
infraestructura o ambiente y restablecerán gran parte de su competitividad internacio-
nal. Pero ello será a costa de una colosal deuda externa y de una reducción del nivel
Según Gramsci, hegemonía significa poder (sea militar, económico o político), y también capa-
32
cidad de liderazgo en las cuestiones más importantes de una comunidad política (en este caso el
orden internacional). Capacidad de liderazgo, a su vez, implica políticas que apunten de alguna
manera a la resolución de los principales problemas de dicha comunidad, así como también
capacidad práctica para imponerla en los hechos, no sólo por medios político-institucionales,
económicos o militares, sino también capacidades culturales, vistas como superioridad relativa
de determinados aspectos de la cultura del país hegemónico en aspectos centrales del desarrollo
de las naciones. En las actuales condiciones históricas, tal tipo de peso internacional implica
bastante más que el nivel científico-tecnológico de las universidades o la extensión internacio-
nal de la lengua del país dominante (en este caso la inglesa), como es también el nivel de la
cultura ambiental o del respeto a los derechos humanos, civiles o de autodeterminación de otros
pueblos.
33
Éste es, sobre todo, el caso de China, la gran potencia mundial emergente, cuya política interna-
cional ha estado orientada hasta ahora hacia el aprovechamiento de las condiciones internacio-
nales anteriores para su propio crecimiento, con preocupaciones mucho menores sobre el futuro
del mundo y el papel dirigente (en sentido de codirección) que el país debería jugar dentro del
nuevo orden mundial. Ello no sería igual en el caso ruso, pero habría que agregar que Rusia no
está en condiciones objetivas de cumplir un papel tan importante como el de China dentro del
nuevo orden mundial.
34
En Dabat (2009) se señala que el pleno aprovechamiento de las potencialidades de la revolu-
ción informática requiere de la ampliación de los espacios públicos, tanto en el ámbito tecno-
económico como socioambiental, para dar respuesta a los crecientes requerimientos de infra-
estructura moderna, investigación básica, educación y aprendizaje en general, gasto social y
reconstrucción ambiental que presupone la llamada economía del conocimiento.
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