Casos Combinados. PPR
Casos Combinados. PPR
Casos Combinados. PPR
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
SECCIÓN 8
Tutor: Bachilleres
López, Nadiyana
Montiel, Ileana
INTRODUCCIÓN
A continuación, se explicaran varios problemas que surgirán a pesar del correcto diseño y que
afectara tanto como la biomecánica, como a la posición de los dientes en boca y el mayor o menor
grado de movilidad que presenten.
COMPLETA SUPERIOR ANTAGONISTA CON PPR. SINDROME COMBINADO DE KELLY
Existe dos formas de presentarse: el retrognatismo mandibular y el maxilar. Al igual que esta
situación puede presentarse de manera invertida, es decir, la completa inferior como antagonista
de una PPR superior. Aunque de esta última se presenta una gran destrucción ósea inferior y de
forma rápida que transforma al paciente en un ser invalido con grandes dificultades funcionales
masticatorias.
La influencia ejercida por las fuerzas oclusales sobre el reborde alveolar y que en este caso son
traumáticas siguen un patrón de reabsorción del reborde residual con un crecimiento de los tejidos
blandos que producen una encía móvil, inconsistentes y disfuncional. Los cambios son:
Viendo el caso anterior el síndrome combinado de Kelly demuestra las ventajas que tiene el paciente
que conserva la mayor cantidad de dientes naturales posibles en la arcada inferior. Esto facilita la
función y evita la basculación del aparato superior, si sucediera al contrario, la presión que se ejerce
en el grupo incisivo anteroinferior acelera la reabsorción ósea del mismo al mismo tiempo causando
una basculación posterior de la prótesis provocaría una hipertrofia de las tuberosidades.
Implantes osteointegrados
Los pacientes que presentan grandes reabsorciones óseas en la mayoría de los casos no pueden
llevar satisfactoriamente una prótesis debido a que se presentan dificultades en la adaptación de
las bases. La implantología combinada con PPR ha resuelto esos casos dando anclajes de resultados
muchas veces superiores a los propios dientes de los pacientes.
1. Selección del paciente. No todos los pacientes tienen una indicación de implantes y en caso
afirmativo, hay un porcentaje de ellos que tienen una precisa contraindicación de una
prótesis fija sobre estos implantes por lo cual puede ocurrir una sobredentadura, siendo
esta una prótesis parcial o total que recubre y se apoya en uno o más dientes remanentes,
raíces y/o implantes osteointegrados.
2. Es imprescindible la palpación e inspección de la boca no solo de las zonas que deberán
alojar implantes sino también del estado de los dientes remanentes para observar si deben
o no permanecer en boca. Se recomienda la conservación de los mismos ya que esto servirá
como guía de la dimensión vertical y en la fase de cicatrización después de la instalación de
las fijaciones permite un soporte provisional de la prótesis hasta la segunda intervención en
cuyo momento se procede o no la extracción de piezas dentarias.
Al momento de observar una ortopantomografía se debe visualizar los senos maxilares, la amplitud
de las fosas nasales y la apófisis pterigomaxilar en el maxilar ya que el desarrollo excesivo de los
senos maxilares puede dificultar o incluso impedir una solución fija y determinar la sobredentadura.
En la actualidad cuando este tipo de cosas ocurre, se coloca el implante en la apófisis pterigomaxilar.
En la mandíbula la altura del nervio dentario inferior puede dificultar la colocación de implantes y
en los casos de prognatismo puede terminar la prótesis inferior a la altura de los premolares
superiores y los molares superiores sin antagonistas. La zona ideal para implantes es la comprendida
entre ambos agujeros mentoniano y en el superior la zona correspondiente es al canino y la incisiva.
La trama ósea maxilar es menos densa que la mandibular por lo tanto la integración precisa puede
dificultar la osteointegración. La cicatrización total se produce hasta los 18 meses pero a los 5-6
meses el maxilar ya se puede considerar apta para soportar las cargas mientras que en la mandíbula,
el tiempo de espera es de 4-5 meses.
Implantes pterigomaxilares:
Desde un punto de vista anatómico, la apófisis está formada por hueso esponjoso y por lo tanto, es
un hueso de muy mala calidad para integrar implantes. No obstante a nivel posterosuperiorinterno
se inicia un macizo de excelente calidad ósea, muy denso y formado por hueso cortical, constituido
por la apófisis pterigoides del esfenoides y por la lámina perpendicular y el proceso piramidal del
hueso palatino.
En algunos pacientes este macizo óseo presenta una longitud insuficiente pero en la mayoría de
ellos está bien desarrollado ofreciendo un anclaje de excelente calidad.
Existe un gran número de pacientes que tienen necesidad de reponer los molares posteriores y la
existencia de senos maxilares excesivamente desarrollados hace que sea imposible la extensión
distal de la estructura fija. Estos casos deberían solucionarse con una sobredentadura. Los implantes
en la apófisis pterigoides nos permiten ofrecerles una solución totalmente fija con unos anclajes
potentes posteriores.
Complicaciones: