No Hay Hechos, Sino Interpretaciones
No Hay Hechos, Sino Interpretaciones
No Hay Hechos, Sino Interpretaciones
ISSN: 0120-0062
revideva_fchbog@unal.edu.co
Universidad Nacional de Colombia
Colombia
se dirige desde hoy a sus lectores, se provee al lector con una impor-
promete ofrecer en adelante repeti- tante clave para convertir a su vez
da ocasión para un despliegue se- en objeto de interpretación a aque-
mejante. “Las interpretaciones lla urgencia reflexiva del interpre-
deben proliferar”, escribe Luis tar, propia del mundo contemporá-
Eduardo Gama (25), en lo que pue- neo.
de interpretarse como un comenta- Avancemos entonces al hilo de
rio involuntario al texto que recién esta sentencia. En ella se hace no sólo
he extraído de la primera página del visible la universalidad que se le otor-
libro. ga al interpretar (sólo hay interpre-
taciones: todo es interpretación). En
** ella queda además insinuada la si-
tuación ante la cual surge esta rei-
Pero ¿por qué habría de ser hoy la vindicación del interpretar como re-
interpretación el asunto primero de acción: la situación del pretendido
una Razón en situación, de una colec- imperio universal de los hechos.
ción como la que hoy sale en busca Aunque el libro no pretende ser
de sus lectores? O mejor ¿por qué una extensa interpretación a muchas
habría de ser, pues, aquí y ahora el pri- voces de la sentencia de Nietzsche
mer impulso de esta razón el de la que le sirve de título, en él se en-
reflexión, el de convertirse para sí cuentra, en todo caso, aquí y allí, un
misma en objeto? ¿Es este el momen- intento de establecer su significa-
to oportuno de convertir a la inter- ción. Es así como el ensayo de Feli-
pretación misma en lo que es asun- pe Castañeda comienza:
to? Así lo creyeron en su momento y
desde su propia situación Nietzsche,
No hay hechos, sólo inter-
Heidegger y Gadamer, a quienes por
pretaciones” es una afirma-
tanto cabría calificar en este particu-
lar respecto no sólo como coterrá- ción que no sólo abre y justi-
neos, sino como coetáneos entre sí. fica de por sí la posibilidad
¿Pertenecemos nosotros hoy y aquí de múltiples interpretacio-
a su misma circunstancia, a su mis- nes, sino que, a la vez, exige
mo tiempo? ¿Compartimos con ellos alguna si se pretende deter-
acaso una misma situación? minar su sentido (289).
Con miras a una respuesta a es-
tas preguntas podría uno en primer Con este mismo propósito, el en-
lugar proponerse una interpreta- sayo de Carlos Gutiérrez comienza
ción de las necesidades que han sus- reproduciendo el contexto inmedia-
tentado, y acaso puedan todavía to en el que se encuentra la afirma-
estar dando sustento a la sostenida ción de Nietzsche en sus cuadernos
preeminencia de la interpretación póstumos; una afirmación reactiva
como asunto filosófico y a la pecu- que, como bien se puede ver, busca
liar orientación reflexiva de lo que delatar de inmediato cuál es la si-
aquí se venía caracterizando como tuación ante la cual se define como
razón en situación. Ella se presenta respuesta oportuna: “Contra el po-
a sí misma como el asunto primor- sitivismo que se detiene ante el fe-
dial, y al hacerlo eleva la preten- nómeno “sólo hay hechos”, yo di-
sión de hallarse a la altura de la ría: no, justamente hechos no hay,
actual circunstancia. sólo interpretaciones”.1
Pues bien, con la lapidaria y pro-
vocativa sentencia que se ha esco- 1 Friedrich Nietzsche, Kritische
gido como título del libro, esto es, Studienausgabe, DTV & De Gruyter,
con la afirmación nietzscheana “no Munich, 1980, 12 vols., vol. 12, 7[60]:
hay hechos, sólo interpretaciones”, 315.