Experimento de Asch
Experimento de Asch
Experimento de Asch
Los participantes -el sujeto verdadero y los cómplices- estaban todos sentados en
la sala de una clase en donde se les pidió que dijeran cuál era a su juicio la
longitud de varias líneas dibujadas en una serie de exposiciones: se les
preguntaba si una línea era más larga que otra, cuáles tenían la misma longitud,
etc. Los cómplices habían sido preparados para dar respuestas incorrectas en los
tests y determinar si ello influía en las respuestas del otro estudiante.
Procedimiento[editar]
Del grupo de participantes, todos excepto uno eran en realidad cómplices del
investigador, siendo el restante (sujeto crítico) el foco del experimento, al cual se
le colocó en la posición de tener que dar su respuesta después de haber
escuchado la mayoría de las respuestas de los demás. El experimento consistía
en realizar 18 comparaciones de tarjetas teniendo los cómplices la instrucción de
dar una respuesta incorrecta en 12 de ellas.
En las dos primeras tanto los cómplices como el sujeto crítico respondieron de
forma unánime la respuesta correcta. Sin embargo, a partir de la tercera prueba,
los cómplices indican intencionalmente una respuesta incorrecta. En ésta, el sujeto
da la respuesta correcta al final, mostrándose sorprendido por las respuestas
previas (e incorrectas) de los cómplices. En la prueba siguiente la situación se
repite: los cómplices dan de forma unánime una respuesta incorrecta y el sujeto
crítico disiente dando la respuesta correcta pero mostrando un desconcierto
mayor. Al repetirse la situación, el sujeto crítico eventualmente cede a la presión
de grupo e indica también una respuesta incorrecta.
Resultados[editar]
Esto fue pensado con el fin de permitirle a Asch el determinar cómo las
respuestas del sujeto iban cambiando con la influencia de la presión de
grupo.
A diferencia del grupo control, los resultados de los otros grupos fueron
muy interesantes; demostrando que, cuando los sujetos estaban rodeados
de gente que daba respuestas incorrectas a las preguntas dadas, más de un
tercio de los sujetos se dejaron llevar y manifestaron una opinión o
respuesta errónea.
Al menos el 75% de los sujetos dieron la respuesta equivocada a por lo
menos una pregunta, a pesar de que el error experimental puede haber
tenido alguna influencia en esta figura. No había duda, sin embargo, de que
la presión de los compañeros puede causar la conformidad en un individuo
inmerso en este tipo de situaciones.