Placenta Previa

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PLACENTA PREVIA

Definición:

La placenta es un órgano materno fetal, que existe solamente durante el embarazo. Su función
es proporcionar oxígeno y nutrientes al feto a través del intercambio de sangre con la madre
y producir hormonas que son importantes para el mantenimiento del embarazo.

La placenta tiene dos caras, una que se inserta en la pared del útero, conectada a cientos de
vasos sanguíneos maternos, y otra dedicada al feto, que es donde se conecta el cordón
umbilical. De esta manera, este órgano actúa como una comunicación entre la circulación de
la sangre de la madre y del feto.

La placenta puede adherirse a cualquier parte del útero. En la mayoría de los embarazos, la
placenta se encuentra en la parte posterior alta, que es una región opuesta al cuello, que es
donde debe salir el feto en caso de parto natural.

La placenta previa se refiere a una implantación placentaria en el segmento uterino


bajo, ya sea muy cerca o con algún grado de cobertura del orificio cervical interno.
Suele presentarse como sangrado indoloro hacia finales del 2do trimestre.

Tipos de placenta previa:


 Marginal: la placenta está al lado de cuello uterino, pero no cubre la abertura.
 Parcial: La placenta cubre parte de la abertura cervical.
 Completa: La placenta cubre la totalidad de la abertura cervical.
FACTORES DE RIESGO: La causa exacta de la placenta previa es desconocida. Sin
embargo, ciertos factores facilitan su ocurrencia, denominados factores de riesgo; los
principales son:

 Cesárea previa
 Haber tenido múltiples embarazos anteriores.
 Embarazo de gemelos.
 Episodio de placenta previa en un embarazo anterior
 Edad materna superior a 35 años.
 Embarazo obtenido mediante a tratamiento de infertilidad
 Antecedentes de aborto.
 Historia de cirugía uterina previa.
 Tabaquismo
 Uso de cocaína por la madre.

SÍNTOMAS DE PLACENTA PREVIA

De un 1 a un 6% de las mujeres embarazadas presentan placenta previa entre la 10ª y 20ª


semana de gestación. El diagnóstico se realiza, generalmente, a través de la ecografía
obstétrica. La mayoría de estas mujeres es asintomática, y en el 90% de los casos la placenta
deja de ser previa pontáneamente a medida que el útero crece.

Los síntomas de placenta previa se presentan generalmente en mujeres embarazadas que


llegan a la segunda mitad del embarazo aún con una placenta con inserción baja. En estos
casos, hasta un 80% de las embarazadas presentan al menos un episodio de sangrado vaginal
sin dolor. Entre las mujeres, que sangran, el 30% tienen el primer episodio antes de la 30ª
semana, el 30% entre la 31ª y 36ª semana y otros 30% entre la 36ª semana y el momento
del parto. Solamente el 10% de las mujeres embarazadas con placenta previa no presentan
sangrado vaginal durante el embarazo.

TRATAMIENTO DE LA PLACENTA PREVIA

El tratamiento de la placenta previa depende de algunos factores, siendo los más importantes:
 Si la paciente tiene una hemorragia abundante o en gran frecuencia.
 La edad gestacional.
 El tipo de placenta previa.
Mujeres embarazadas asintomáticas o con sangrado discreto
En estos casos, se indica la abstención sexual y reposo. El parto generalmente es inducido en
la 37ª semana.
La vía del parto depende del tipo de placenta previa. Placenta previa completa o placenta con
obstrucción incompleta, pero cuyo borde es inferior a 2 cm del orificio de salida del cuello
uterino, son indicaciones de cesárea. Por otro lado, las mujeres embarazadas cuyo borde de
la placenta está a más de 2 cm del orificio de salida del cuello uterino pueden someterse a
parto vaginal, porque el riesgo de sangrado es bajo. Si durante el parto, sin embargo, hay
sangrado, se debe cambiar la vía para cesárea.
Mujeres embarazadas con sangrado vaginal moderado a grande
En estos casos, la mujer embarazada debe ser hospitalizada y tratada con transfusiones de
sangre. Si el embarazo ya tiene 36 semanas, se realiza una cesárea.
Si el embarazo tiene menos de 35 semanas, el tratamiento inicial es generalmente
conservador, con interrupción del embarazo por cesárea solamente si el sangrado no para o
si el bebé comenzar a presentar signos de sufrimiento.
Complicaciones.

 La principal complicación de la placenta previa es el sangrado que pueda surgir antes,


durante o después del parto. La pérdida de sangre puede ser voluminosa y poner en
peligro la vida de la mujer embarazada y el feto.
 Las mujeres embarazadas que tienen placenta previa tienen más probabilidades de
tener una placenta que se implanta profundamente en el útero y termina por no
despegar fácilmente en el momento del parto. Este tipo de placenta se llama placenta
accreta. El riesgo de hemorragia masiva es alto y puede requerir una histerectomía
(extirpación quirúrgica del útero) para su control.
 Parto prematuro. El sangrado intenso puede dar lugar a una cesárea de emergencia
antes de que tu embarazo haya llegado a término.
DESPRENDIMIENTO PREMATURO DE PLACENTA.

DEFINICIÓN: El desprendimiento de la placenta es una complicación seria que ocurre en


alrededor del 1% de las mujeres embarazadas. Este problema es más común en el tercer
trimestre, pero puede ocurrir a cualquier momento después de 20 semanas de gestación.

El desprendimiento prematuro de la placenta (DPP), también conocido como placenta


abrupta o separación placentaria, es una complicación poco común, pero grave en el
embarazo, donde la placenta se separa parcial o totalmente del útero antes del nacimiento

El DPP es un problema potencialmente fatal debido a la pérdida de contacto entre la placenta


y el útero no sólo puede privar al bebé de oxígeno y nutrientes, sino también causar sangrado,
llevando a una pérdida masiva de sangre de la madre.

El DPP suele ser clasificada de acuerdo con la severidad de la sintomatología de la siguiente


manera:

 Grado 0: pacientes asintomáticas y diagnosticadas sólo después del parto a través del
examen de la placenta.
 Grado 1: La madre puede tener sangrado vaginal leve malestar o hipertonía uterina,
pero sin peligro para la madre o el feto.
 Grado 2: La madre está sintomática, pero no en estado de choque. Hay alguna
evidencia de sufrimiento fetal evidenciada por frecuencia cardíaca fetal.
 Grado 3: Las hemorragias graves, que pueden ser ocultas, conducen al choque
materno y muerte fetal. Puede haber coagulación intravascular diseminada materna.

FACTORES DE RIESGO: Nadie conoce la causa del desprendimiento prematuro de la


placenta. Sin embargo, estos factores aumentan el riesgo de que ocurra:

 Desprendimientos prematuros de placenta. Si has experimentado desprendimiento


de la placenta antes, tienes mayor riesgo de experimentarlo nuevamente.

 Presión arterial alta. La presión arterial alta, sea crónica o resultado de un embarazo,
aumenta el riesgo de desprendimiento de la placenta.
 Traumatismo abdominal. Un traumatismo abdominal, como una caída o algún otro
tipo de golpe al abdomen, hace que el desprendimiento de la placenta sea más probable.

 Abuso de sustancias. El desprendimiento de la placenta es más frecuente en mujeres


que fuman o consumen cocaína durante el embarazo.

 Rotura prematura de las membranas. Durante el embarazo, el bebé está rodeado y


protegido por una membrana llena de fluidos llamada «saco amniótico». El riesgo de
desprendimiento de la placenta aumenta si el saco pierde fluidos o se rompe antes de
comenzar el trabajo de parto.

 Trastornos de coagulación sanguínea. Cualquier enfermedad que impida la


coagulación sanguínea aumenta el riesgo de desprendimiento de la placenta.

 Embarazo múltiple. Si estás gestando más de un bebé, el parto del primer bebé puede
ocasionar cambios en el útero que desencadenan el desprendimiento de la placenta antes
del parto del otro bebé o bebés.

 Edad de la madre. El desprendimiento de la placenta es más frecuente en las mujeres


de mayor edad, especialmente después de los 40 años.

SIGNOS Y SÍNTOMAS: El principal signo indicador del desprendimiento prematuro de la


placenta es el sangrado vaginal de color rojo oscuro. Este sangrado puede ser leve o bastante
profuso. No obstante, algunas mujeres que sufren desprendimiento prematuro de la placenta
no experimentan sangrado visible. En lugar de ello, los coágulos de sangre se esconden detrás
de la placenta, dificultando enormemente su visibilidad y detección. Otros síntomas son:

 Sangrado vaginal.
 Dolor abdominal.
 Contracciones uterinas.
 Malestar.
 Náuseas.
 Disminución de los movimientos del feto.
 Sangre en el líquido amniótico.
 Hemorragia posparto.

TRATAMIENTO: Una vez que se ha establecido el diagnóstico, la embarazada debe ser


hospitalizada. El tratamiento habitual es reposo absoluto, a menos que la pérdida de sangre
represente una amenaza para la vida, exista sufrimiento fetal o el embarazo esté próximo a
finalizar. Este reposo prolongado puede disminuir la hemorragia. Si la hemorragia continúa
o empeora, el procedimiento que normalmente se utiliza es acelerar el parto para no poner en
peligro la salud tanto de la madre como del feto. Si el parto vaginal no es posible, se realizará
una cesárea.

COMPLICACIONES: Para la madre, las posibles consecuencias del desprendimiento se


relacionan principalmente con la gravedad y el grado de separación de la placenta, mientras
que los riesgos para el feto están relacionados tanto con la gravedad de la separación como
con la edad gestacional en la que se produce el episodio.

 Consecuencias maternas:

 La repercusión hemodinámica materna es variable, desde una leve hipotensión hasta un


cuadro de shock hipovolémico por pérdida sanguínea grave.
 Coagulación intravascular diseminada que puede desencadenar una insuficiencia renal,
síndrome de distress respiratorio del adulto, fracaso multiorgánico y muerte (La muerte
materna es siete veces mayor que la tasa general de mortalidad materna en gestantes).
 Aumento de la tasa de cesáreas urgente por interés fetal o materno.

 Consecuencias fetales y neonatales:

 Aumento de morbilidad y mortalidad perinatal relacionada con la hipoxemia, la asfixia,


el bajo peso al nacer y el parto prematuro.
 Restricción del crecimiento fetal en los casos de desprendimiento crónico. El
desprendimiento es una causa importante de morbimortalidad materna y perinatal.

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