El Impacto de La Tecnologia
El Impacto de La Tecnologia
El Impacto de La Tecnologia
DE LA TECNOLOGIA
EN LA
TRANSFORMACIÓN
DEL
MUNDO
EL IMPACTO DE LA TECNOLOGIA
EN LA TRANSFORMACIÓN
DEL MUNDO
INDICE
INTRODUCCIÓN................................................................... 4
Capítulo 1:
LA TÉCNOLOGIA COMO INSTRUMENTO DE
DESARROLLO
Algunas precisiones conceptuales................................................. 6
Consideraciones generales sobre el tema..................................... 9
Evolución histórica y dinámica actual de
la industria y los servicios............................................................... 10
Las tendencias globales.................................................................. 14
El contexto de las empresas........................................................... 25
Los factores de la competitividad................................................... 27
Los mecanismos de la gestión participativa................................. 29
El proceso de cambio cultural organizacional.............................. 33
La gestión de la producción como ventaja competitiva............... 34
La empresa que aprende................................................................. 40
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACIÓN........................................ 43
Capítulo 2:
LA TECNOLOGÍA, EL CRECIMIENTO Y LOS
RECURSOS NO RENOVABLES
Principales enfoques tecnológicos para gestionar
la producción.................................................................................... 44
La “administración científica”. El taylorismo y el fordismo......... 44
De la producción en serie a la producción flexible....................... 46
Del toyotismo a la empresa horizontal y las redes
empresariales globales.................................................................... 48
La “manufactura de clase mundial”y otros avances.................... 50
Estrategia de operaciones y decisiones operativas
Estratégicas..................................................................................................... 50
La tecnología y el uso de recursos no renovables........................ 73
3
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACION........................................ 76
Capítulo 3:
CONTRIBUCIONES DE LA CIENCIA A LA
BÚSQUEDA DE EQUILIBRIOS:
EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Capítulo 4:
LOS CAMBIOS SOCIALES EN EL MUNDO
TECNOLÓGICO
El contexto global actual y su impacto social................................ 108
Cambios y rupturas. Características de la gerencial actual.......... 116
Trabajo en equipo, liderazgo y toma de decisiones
por consenso.................................................................................... 118
La organización flexible................................................................... 126
Modalidades y problemas en la gestión de los
recursos humanos........................................................................... 128
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACION....................................... 140
CONCLUSIONES.................................................................. 141
BIBLIOGRAFÍA..................................................................... 142
4
EL IMPACTO DE LA TECNOLOGIA EN LA
TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO
INTRODUCCIÓN
En el texto que sigue vamos a recorrer, dentro de las limitaciones del espacio gráfico y
del tiempo asignado, el tema central de la TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO
por obra, al menos en una significativa proporción, de la tecnología, mediante la
consideración de cuatro aspectos principales:
Se ha tomado esa opción por considerar que es la más adecuada para comprender
esta “sociedad del conocimiento” y también “del riesgo” en la que vivimos, en esta Era
de la Comunicación, donde se da la paradoja de que los más grandes desequilibrios y
daños sociales y ambientales coexisten con la capacidad potencial, a nivel de
conocimiento, de construir una sociedad humana próspera, en armonía con la
Naturaleza.
EL AUTOR
6
Capítulo 1:
LA TÉCNOLOGIA COMO INSTRUMENTO DE DESARROLLO
Algunas precisiones conceptuales
Recursos naturales: Todos los ”dones de la naturaleza” –el aire, la tierra, el agua,
los bosques, la vida silvestre, la capa fértil del suelo, los minerales– utilizados por la
gente para la producción o para el consumo directo. Pueden ser renovables o no
renovables. Los recursos naturales comprenden el capital natural más los dones de la
naturaleza que no se pueden acumular (como la luz del sol) o no se pueden utilizar con
fines productivos (como la belleza de un paisaje). Tenemos entonces:
Bienes públicos: Son bienes cuyo consumo por una persona no reduce en principio
la cantidad existente para otras, y no tienen carácter exclusivo, es decir, que no se
puede evitar que la gente los consuma. Por sus propias características, es imposible
cobrar este tipo de bienes a los consumidores, de manera que el sector privado no está
interesado en suministrarlos. En la mayoría de los casos los proporciona el Estado. Los
bienes públicos pueden ser nacionales o locales. La defensa es un bien público
nacional: beneficia a toda la población de un país. Los caminos rurales son bienes
públicos locales, que benefician a un grupo más pequeño de gente. También existen
bienes públicos mundiales, que benefician a la mayor parte de la población del mundo,
como la paz y la seguridad internacionales o la información necesaria para prevenir el
cambio climático mundial. Las organizaciones internacionales tienen la misión de
proveer estos bienes (y servicios).
Externalidades: Son los efectos de las actividades de una persona o una empresa
en otros, por los cuales no se otorga ninguna compensación. Las externalidades
pueden perjudicar o beneficiar a otros, es decir, pueden ser negativas o positivas. Una
externalidad negativa surge cuando una compañía contamina el medio ambiente para
producir sus bienes y no compensa a los pobladores locales perjudicados. La educación
primaria, por ejemplo, produce externalidades positivas, pues beneficia no sólo a los
alumnos del nivel primario sino también a la sociedad en general. Los gobiernos pueden
reducir las externalidades negativas reglamentando y gravando la producción de bienes
con externalidades negativas, y pueden aumentar las positivas subvencionando la
producción de bienes con externalidades positivas o, directamente, suministrándolos.
Faltas del mercado: Son aquellos casos en los que una economía de mercado no
proporciona a la población la cantidad deseada de determinados tipos de bienes y
servicios. En una economía de mercado puede haber deficiencias de este tipo si no se
producen suficientes bienes públicos y bienes con externalidades positivas; si se
producen demasiados bienes con externalidades negativas; si, por la existencia de
monopolios naturales, los bienes tienen un precio excesivo; y si los agentes del
mercado carecen de acceso a información suficiente, por ejemplo, acceso a la
información sobre la calidad de algunos bienes de consumo. Normalmente, estas faltas
del mercado justifican la intervención del Estado en la economía, aunque siempre se
corre el riesgo de que esta intervención no resulte eficaz, es decir, que las medidas
adoptadas por las autoridades no logren mejorar el bienestar social debido a la
existencia de fallas en las estructuras institucionales o los procesos políticos.
En el mundo intelectual hay una viva polémica sobre la técnica como instrumento de
desarrollo...o de destrucción, entre aquellos optimistas que ven en la tecnología la
solución de todos los problemas, hasta aquellos críticos que alertan sobre las nefastas
consecuencias del uso indiscriminado de las técnicas, pasando por aquellos que
claman por la implantación de normas que encaucen la creación científica y tecnológica
hacia fines útiles para la Humanidad, mientras otros afirman la “neutralidad” de la
tecnología y echan las culpas de su mal uso a quienes toman las decisiones políticas.
No faltan quienes, como Lewis Mumford2, se niegan a exonerar de responsabilidades
morales a los científicos y tecnólogos, respecto de las consecuencias humanas
negativas de sus descubrimientos e inventos.
Queda, como alto ejemplo de la conciencia moral del científico, la valiente actitud de
Robert Oppenheimer, que se negó a desarrollar la bomba de hidrógeno y fue por ello
aislado y escarnecido prácticamente hasta su muerte, mientras la bomba se desarrolló
lo mismo por obra de uno de sus discípulos, más astuto en aceptar las oportunidades
que ofrece el Poder a sus fieles servidores en el campo de la ciencia y de la técnica.
1
Ortega y Gasset, J.: Meditación de la técnica y otros ensayos sobre ciencia y filosofía, Revista de occidente,
Alianza Editorial, Madrid, 1982, p. 16.
2
Munford, Lewis: El mito de la máquina: las técnicas y el desarrollo de la humanidad, Emecé Editores, Buenos
Aires, 1969.
10
descubrimiento del cultivo de vegetales, de la domesticación de los animales y de la
cerámica; y luego a la Revolución Urbana, con la aparición de los primeros
asentamientos y la división y especialización de las funciones sociales de los hombres;
y ya cerca de nuestro tiempo, a la Revolución Industrial, con su cambio profundo en el
uso de las fuentes de energía y en la organización del trabajo humano para la
producción de bienes y servicios, como dice Gordon Childe, en su magistral síntesis3
Este artesano recibía el encargo directamente de quien requería sus servicios, o sea
que estaba en contacto directo con los requerimientos del cliente, y realizaba su obra
aplicando sus conocimientos técnicos a la satisfacción de esos requerimientos, con la
ayuda de aprendices y oficiales que se iban formando a su lado y aseguraban así la
perduración de los oficios.
3
Childe, Gordon: Los orígenes de la civilización,
11
La Revolución Industrial del siglo XVIII rompió el esquema que hemos intentado
describir y aportó varias novedades: el uso de nuevas fuentes de energía (las caídas de
agua, el vapor, la combustión interna, la electricidad), el desarrollo de nuevas máquinas
y herramientas de mucha mayor complejidad que las sencillas herramientas manuales
de los artesanos; y sobre todo una nueva organización del trabajo: la fragmentación del
largo ciclo artesanal en pequeñas operaciones repetitivas, que no requerían mayor
entrenamiento ni capacitación y que alejaban al operario individual del producto
terminado.
Este segundo aspecto no fue atendido: más bien eran los clientes quienes se
adaptaban a las características de los productos. “Yo le pinto el auto del color que
quiera…siempre que lo quiera negro…” solía bromear Henry Ford al respecto.
Un capataz era una persona con especiales dones de mando (sobre todo una buena
capacidad de hacerse temer) y el inspector era una persona con cierta formación
técnica, capaz de verificar el cumplimiento de las especificaciones de los productos y en
su caso, indicar que hacer con los productos fuera de norma: retrabajarlos, desecharlos,
etc.
Esa ineficiencia del sistema se fue poniendo cada vez más en evidencia a medida que
la industria fue encarando proyectos de más alto nivel de sofisticación técnica, como
autos, relojes, conmutadores telefónicos, etc.; o fue enfrentando condiciones más duras
de competencia. El costo del control y la inspección, las horas de trabajo perdidas, los
materiales desperdiciados, los trámites burocráticos de descarte, etc., era
verdaderamente muy grande y, para colmo, tampoco se lograba asegurar plenamente
que nunca algo fallado llegaría a manos del cliente final, del comprador, situación esta
en la que el costo (o sea, las posibles consecuencias económicas para la empresa) se
volvía francamente impredecible y ciertamente muy alto.
Se dice que las grandes empresas disponen de más recursos de Marketing, sobre
todo de más habilidades y posibilidades para la publicidad, la promoción de las ventas,
etc., lo que las coloca en ventaja, y ello es cierto, pero también es cierto que hay
algunos factores, como la creciente segmentación de los mercados que reducen
mucho esa ventaja. También se ha esgrimido la razón de la mayor disponibilidad de
13
recursos financieros, y sobre todo de mayor facilidad para acceder al crédito, y esto
es cierto, pero también es cierto que la relativa escasez de esos recursos puede
compensarse con una sólida cartera de clientes satisfechos y fidelizados a la propia
empresa, lo que se consigue más fácilmente en una empresa pequeña.
Es imposible iniciar una reflexión sobre el tema del entorno global y sus tendencias, que
impactan sobre las organizaciones de todo tipo y nivel, sin hacer algunas referencias a
la situación coyuntural, a partir de esa “bisagra de la historia contemporánea” que
fueron los hechos terroristas ocurridos en Nueva York el 11 de septiembre pasado.
Esos atentados, que han provocado miles de víctimas inocentes, son crímenes atroces,
que merecen una condena unánime, pero al margen de las reacciones del sentimiento
humanitario y de la ética universal, es deber de los analistas políticos tratar de
explicarlos, buscando los factores causales que originan este tipo de situaciones, con
miras a sugerir respuestas adecuadas, que no resulten contraproducentes. El hecho de
que esos crímenes sean desde todo punto de vista injustificables, no quiere decir que
no se los pueda explicar y señalar las complejas causas que los han producido, causas
que no están de un solo lado de los actuales contendientes.
Es un hecho, lamentable pero real, que después de siglos de lenta evolución hacia una
actitud de tolerancia, mutuo respeto y colaboración entre religiones e ideologías (que es
hoy la actitud dominante en la gran mayoría de las personas), en nuestro tiempo ha
resurgido esa intolerancia excluyente, que genera un nuevo tipo de conflictos, una
extraña forma de guerra con enemigos evanescentes, escenarios virtuales y acciones
psicológicas, combinadas con fulminantes golpes destructivos, muchas veces
indiscriminados en cuanto a sus destinatarios.
En ese hecho (sin que sea causa única) tiene mucho que ver la profundización de los
desequilibrios de todo tipo que caracterizan a nuestro tiempo: desequilibrios
tremendos en la densidad de los asentamientos humanos, en el nivel de desarrollo, en
la distribución de la riqueza, en el acceso al trabajo y a la posibilidad de desarrollar una
15
buena calidad humana de vida, en el acceso al conocimiento, en la inserción o
marginación del consumo y de la vida social.
También tiene mucho que ver en la actual situación, la manera en que se ha manejado
Occidente, y en particular los Estados Unidos, en las últimas décadas, durante la guerra
fría y con posterioridad. En síntesis se puede hablar de “violencia que engendra
violencia”: comportamientos internacionales violentos, arbitrarios e ilegales, con
diversas justificaciones, pero que han lesionado el sentir de otros pueblos de manera
importante. Hay que analizar porqué Occidente es tan odiado en el resto del mundo, sin
caer en la explicación fácil de que los actos terroristas son “obra de locos” que deben
ser simplemente eliminados.
Durante la guerra fría, por ejemplo, para contener la expansión soviética, se fomentó y
apoyó a grupos extremistas y a ideologías ultraconservadoras y excluyentes, que hoy
aparecen como “el enemigo” pero que en su origen fueron de Occidente: El régimen
iraquí de Sadam Houssein, los talibanes, Osama Ben Laden...y en América Latina, los
sangrientos regímenes del terrorismo de Estado, desde Guatemala y El Salvador hasta
Chile y Argentina.
Uno puede preguntarse: Cómo comenzó esta historia? Conviene buscar una
explicación múltiple: un factor muy importante (pero no único) es la revolución científico-
tecnológica, y esto tuvo que ver con la Segunda Guerra Mundial, con la Guerra Fría que
le siguió o el conflicto Este-Oeste; tuvo que ver con la carrera espacial, en una serie de
compromisos y juegos de fuerza en algunos casos y de prestigios en otro, que le dieron
al desarrollo científico-tecnológico enormes medios que pusieron en marcha todo un
proceso donde aparecieron nuevas formas de energía, nuevos materiales, nuevas
maneras de realizas los procesos industriales, formas de organización y de gestión, etc.
La revolución científico-tecnológica abrió entonces, y lo sigue haciendo, posibilidades
de hacer cosas que antes no se hacían. Por ejemplo ese movimiento de los flujos
financieros no podría existir si no hubiera satélites, buena calidad en las
comunicaciones, etc.
Algunos autores ven a la revolución científico-tecnológica como factor único, pero hay
otros factores, como por ejemplo, en el tema de la política internacional, el colapso de
los socialismos reales de la Europa del Este, que dejó al capitalismo occidental
virtualmente sin contrincante y a su vez como única alternativa ya que no hay otro
sistema que se le pueda oponer con la misma fuerza. También han influido mucho los
temas relacionados con las comunicaciones, la expansión de las mismas y el acceso
que hoy podemos tener a información proveniente de todo el mundo. Otro tema es el
incremento del comercio y el abaratamiento de los transportes, que hizo pensables
alternativas de producción que en otros tiempos eran totalmente impensables, como el
hecho de fabricar piezas en un país , armar subconjuntos en otro y terminar armando
los productos terminados en un tercer país, al compás de los intereses y conveniencias,
buscando lugares donde haya factores de producción más baratos o en condiciones
más favorables que otros. Así por ejemplo la industria francesa de la moda conserva en
Francia solo los salones de difusión de la moda y las redes de comercialización, pero la
confección de las prendas se hace en Tailandia, Indochina, etc., es decir en lugares
17
donde la mano de obra es, con el mismo o superior nivel de calidad, mucho más
barata.
De manera que puede darse el caso, como se ha dado en nuestro país, de que haya
crecido extraordinariamente el producto nacional bruto sin que paralelamente crezca la
demanda de ocupación, sino que por el contrario disminuye, de manera que se produce
una situación en la cual la gente que está empleada, ocupando algún puesto, tiene al
lado muchísima gente que lo podría reemplazar, y entonces en el tema de la oferta y la
demanda en la mano de obra no hay ninguna capacidad o fuerza de negociación,
porque el que está con trabajo sabe que al lado hay mucha gente que puede ocupar su
lugar, y entonces, lógicamente, los salarios se van deteriorando, pero sin que esto
implique una merma en el valor del producto: lo que disminuye es el porcentaje en que
la mano de obra participa en la construcción de ese producto.
Está claro que esto, en realidad, encierra una contradicción muy grande, porque en
definitiva la sociedad es el mercado, y si el grueso de la gente se ve privada de medios
adquisitivos, queda una parte de la producción sin vender. Una solución es la
exportación, pero si el deterioro de la capacidad adquisitiva cunde por el mundo, a
quién vamos a vender nuestros productos? Otra salida son las facilidades crediticias
para vender. Esto ya está ocurriendo en algunas industrias y por eso se ven tantas
promociones de ventas en cuotas, con o sin interés, etc. En definitiva el negocio de la
empresa termina siendo el financiamiento, u otras ventas derivadas de la principal,
como las de accesorios o actualizaciones tecnológicas, como en la informática, o el
pago del servicio, como en la telefonía móvil. En muchos casos, el producto es algo así
como el pretexto del negocio financiero, y en estas condiciones lógicamente el ingreso
de la mano de obra se vuelve regresivo.
Según datos estadísticos tomados desde el año 1975 hasta hoy, el 30% más pobre de
la población en aquel entonces participaba con un 12% del ingreso y hoy participa con
el 8%, el 30% medio-bajo que tenía algo así como el 22% hoy tiene el 17% y solamente
el sector del 10% más rico ha mejorado su participación de entonces hasta acá y en un
porcentaje muy alto, superior al 30%. Es decir que se ha producido una enorme
transferencia de ingresos de los más pobres hacia los mas ricos.
Esto, según la receta liberal pura, es algo positivo, porque según dicen, eso aumenta la
capacidad de inversión, pero el tema es saber si se invierte realmente, y si se lo hace,
dónde se invierte Se calcula que hay algo así como 80 mil millones de dólares de origen
argentino en los circuitos financieros internacionales, casi el mismo monto en que se
incrementó nuestra deuda externa desde que se implementó este modelo.
Sin embargo, esta no es una solución del todo buena, porque aquí aparecen los
factores sociales y culturales, que convierten a esa situación de paro en algo destructivo
para la personalidad del individuo. Una Asistente Social española contaba que muchas
veces, cuando aparece la posibilidad de un trabajo y van a buscar a la persona, esta ya
no sirve más, porque está en el alcoholismo, en la droga, en la depresión, etc. Es decir
que ya ha experimentado un proceso de degradación, pese a no tener la angustia que
se vive aquí por la falta objetiva de dinero.
Esto se relaciona mucho con valores culturales, porque, por ejemplo, esa degradación
suele ocurrirles más a los hombres que a las mujeres, ya que ellas están culturalmente
más condicionadas por su rol de madre o ama de casa, pero el hombre, que se ve
impotente de poder trabajar, experimenta con frecuencia un proceso interno de
autodestrucción.
4
E. Arnoletto y E. Beltrán: “Gestión publica y participación ciudadana en el ámbito municipal”, en Daniel García
Delgado (compilador): “Hacia un nuevo modelo de desarrollo local – Municipio y sociedad civil en Argentina”,
Buenos Aires, 1997, UBA, FLACSO, UCC.
20
Con respecto a los impactos culturales generales de estos grandes procesos, vamos a
sintetizar el tema en tres observaciones básicas:
Manuel Castells, en su obra “La Era de la Información” nos dice que la historia de la
vida puede ser descripta como una serie de estados estables, salpicados a intervalos
raros por acontecimientos rápidos e importantes, que establecen la siguiente fase.
Nuestro tiempo, estos finales del siglo XX, es uno de esos raros episodios en la historia
de la Humanidad.
El incremento de la competencia
La impresión general es que vamos hacia un mundo mucho más exigente, competitivo e
impredecible que aquel del cual venimos. Este cambio puede atribuirse al derrumbe de
los sistemas de economía centralmente planificada de los países socialistas, a la
hegemonía del sistema económico capitalista en su versión neoliberal, y a la disputa por
el aprovechamiento máximo de los factores de la producción, como la mano de obra
barata disponible en muchos lugares del mundo, y la presión de los desempleados
sobre el ingreso de los que conservan sus empleos. Esas acrecentadas exigencias de
competitividad exigen mejorar substancialmente el nivel de calidad de los productos y
22
servicios, de la tecnología, del funcionamiento de las organizaciones y del desempeño
de los hombres, para conquistar niveles mas altos de eficiencia y competitividad5.
El neto predominio actual de la oferta sobre la demanda efectiva ubica al cliente como
rey y árbitro de la situación, y hace de la fidelización del cliente un objetivo central de
las empresas, entre otras cosas, por los costos crecientes de captación de clientes
nuevos.
5
E. Arnoletto y A. Plebani: Globalización, Regionalización y Situación Nacional Argentina, Córdoba, Ed. Triunfar,
2000.
23
Si se repasa la historia de los ciclos económicos se verá que en la segunda mitad del
siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX, la economía global se comportó según
ciclos de expansión separados por períodos recesivos leves, que se producían
aproximadamente cada diez años, y períodos de recesión o depresión profunda cada
treinta o cuarenta años, como ocurrió en 1860, 1890 y 1930.
En este fenómeno tiene mucho que ver la existencia de un mercado financiero global,
en el que las diversas plazas están sólidamente unidas por el flujo permanente de la
información y del dinero. Algunos autores atribuyen la notable inestabilidad del sistema
al alto porcentaje (aproximadamente 20%) que tienen en el mercado financiero global
los capitales provenientes de la economía trasgresora o ilegal, que por su misma
naturaleza de origen tratan de mantenerse en movimiento, para evitar ser rastreados, y
que son los que inician los movimientos de abandono de una determinada plaza, que
preanuncian la crisis.
Otro motivo es el punto de vista estrictamente especulativo y de corto plazo con que se
manejan los capitales financieros, que operan en base a dos principios: la maximización
de la ganancia y la minimización del riesgo, que en general los hace inclinarse por
inversiones en valores fácilmente realizables, para mantener movilidad.
Hayes, entre otros autores, propone otros indicadores, un tanto más subjetivos pero
igualmente sugerentes:
Las empresas que han alcanzado ese nivel de excelencia en su producción parecen
regirse por los siguientes principios, según Schroeder:
Hay en nuestros mercados actuales una sobreoferta de bienes y servicios con respecto
a la demanda efectiva. Por supuesto, esto no quiere decir que se hayan satisfecho
plenamente las necesidades de la Humanidad, como lo demuestra la dolorosa
presencia en todas partes de grandes masas de marginados del mercado, pero con
respecto a la demanda de quienes efectivamente están en condiciones de adquirir
bienes y servicios hay una situación de sobreoferta que convierte al cliente en el rey de
la situación y produce un fuerte incremento de la competencia en calidad, precio y plazo
26
de entrega, con búsqueda de nuevos mercados y apertura de los mercados propios a
importaciones competitivas del exterior.
Veamos ahora con un poco más de detalle las tendencias generales del entorno de las
organizaciones, o sean los factores que obligan al cambio:
Las nuevas condiciones han modificado mucho las relaciones entre las empresas y
sus empleados. Por una parte, la tecnología posibilita notables aumentos de
producción sin incremento, o con poco incremento, de la mano de obra, lo que ha
creado, como puede verse por todas partes, graves problemas de desempleo, aún en
situaciones caracterizadas por un desarrollo económico sostenido.
27
Para que un producto o servicio tenga calidad, según el concepto actual de la misma,
no basta con que cumpla las especificaciones técnicas de su diseño.
Fundamentalmente debe satisfacer los requisitos y expectativas del cliente, porque el
cliente percibe la calidad según su propio criterio, y es su decisión la que define el éxito
o el fracaso de la organización.
El cliente busca satisfacer sus requisitos y expectativas respecto del producto o servicio
mediante la confiabilidad en el desempeño de lo que compra, por un precio que siente
acorde con el valor que le asigna a su adquisición, producto o servicio obtenido en un
plazo de entrega mínimo razonable y en su caso, con una frecuencia de entrega
compatible con sus necesidades internas de flujo y stocks. Finalmente, es preciso que
tener en cuenta la importancia del servicio de atención al cliente, que va desde el modo
de atender las llamadas telefónicas hasta la precisión y oportunidad de las
facturaciones.
Calidad de la organización.
28
Hay que estructurar, pues, una nueva organización, de fuertes procesos transversales,
según la trayectoria de las “cadenas de valor”, y que, sin abandonar principios básicos
de disciplina, preserve un orden flexible y dinamice las potencialidades creativas de la
gente en beneficio de los fines de la organización y en su propio beneficio.
Calidad de la tecnología.
La participación
Con respecto a la participación, diremos que hay que buscar por todos los medios
lícitos la participación activa e integral (pensante, volitiva y manual) de todos los
integrantes de la organización. Las formas usuales de la participación son los planes
de sugerencias, los círculos de calidad, los equipos de solución de problemas, los
equipos de mejora de procesos, los grupos de asignaciones especiales, los equipos
laborales semiautónomos, etc.
La conducción
La delegación
El trabajo en equipo
El trabajo en equipo, cuando es bien realizado, genera una notable sinergia (el
resultado del trabajo grupal es más que la simple suma de los aportes individuales de
los miembros) y produce además un elevado compromiso moral con la acción
posterior, por haber participado los miembros en las decisiones tomadas. En todo lo
posible, el trabajo en equipo ha de ser interdisciplinario (hecho con el concurso de
diversos especialistas) e ínter jerárquico (todos los niveles pueden hacer aportes
pensantes a la solución de los problemas).
El reconocimiento
La capacitación sistemática
La capacitación debe ser vista como una parte normal de la vida de trabajo de toda
persona, cualquiera sea su tarea o posición jerárquica. Toda persona que trabaja
debe tener la posibilidad de dedicar anualmente una parte de su tiempo de trabajo
(aproximadamente una semana cuando menos) a su propia capacitación. Esto no es
solo una proposición humanística: responde a una necesidad práctica de las
organizaciones en esta época de revolución tecnológica y de nuevas exigencias de
productividad. La experiencia ha mostrado que es la más barata y rentable de las
inversiones. De hecho, hay estudios que muestran que las 150 empresas que lideran
los mercados mundiales, en ramas tan variadas como la electrónica, los camiones,
los seguros y los servicios de comida, entre muchos otros, invierten anualmente en
capacitación unos recursos que oscilan en promedio entre el 8 y el 10 % de la masa
salarial bruta, o sea realmente mucho dinero.
Es importante saber que toda capacitación genera expectativas con respecto a las
posibilidades de aplicación. La organización que decide encarar seriamente un
programa de capacitación de su personal debe prepararse también para ofrecer esas
posibilidades de aplicación, a fin de no frustrar las expectativas generadas.
La comunicación externa
La comunicación interna
Son muchos los factores que en nuestro tiempo han fortalecido la tendencia a la
globalización de la economía. Entre ellos cabe citar:
limitaciones a los flujos del comercio internacional, los diversos costos de las plantas,
etc., a fin de poder optimizar el valor agregado global.
Hay al menos tres mecanismos a los que las empresas pueden apelar para realizar
un aprovisionamiento internacional para sus plantas:
Hay diversas formar de internacionalizar los servicios, que dependen del grado en
que intervienen productos físicos y del nivel de la interacción cliente - proveedor:
Un tercer grupo de problemas se refiere más bien a las relaciones entre la empresa y
la comunidad en la que está insertada, tales como:
Nos parece pertinente agregar aquí algunos comentarios sobre la importancia que
vienen cobrando los servicios en la problemática de la Gestión de Operaciones. Es
un hecho conocido por todos que en las economías desarrolladas (y aún en las no
tan desarrolladas) el sector servicios viene ocupando un papel de creciente
importancia. Una posible explicación sería la siguiente:
• Poner menos énfasis en las inversiones financieras de corto plazo y priorizar las
inversiones en investigación y desarrollo.
• Revisar las estrategias corporativas para incluir respuestas a la competencia
extranjera. Esto a su vez exige mayor inversión en personas y equipos, para
mejorar la capacidad de manufactura.
40
A su vez, James Womack, investigador del MIT, sostiene una tesis original: la mejora
de la competitividad norteamericana no se debe a innovaciones originales sino a “ser
copiadores muy efectivos”, estableciendo, sobre la base de la experiencia de otros,
“equivalentes funcionales” que “perfeccionan incrementalmente” sus mejoras
técnicas. Por ejemplo cita los siguientes aspectos:
La empresa se ve afectada por las culturas, clima, poder, valores y mitos, que
pueden dificultar el aprendizaje individual. Hay que identificar y eliminar los factores
que dificultan el aprendizaje, pero el aprendizaje implica un cambio, que no siempre
resulta cómodo.
El aprendizaje individual
Hay barreras o bloqueos del aprendizaje, que dependen de la actitud mental, y que
explican las diferencias individuales:
• Bloqueos perceptivos
42
• Culturales
• Emocionales y motivacionales
• Intelectuales
• Expresivos
La visión de la organización como máquina origina que las tareas se vean como
partes coordinadas por un control racional, y sea difícil afrontar acontecimientos
inesperados y cambios. La visión oriental de la organización como un ser vivo, es
más holística, más capaz de crear conocimiento transformador.
Hay que distinguir entre el aprendizaje “aditivo”, que perfecciona los antiguos hábitos,
y el aprendizaje “reconstructivo”, que desarrolla otros nuevos. Los nuevos líderes
necesitan saber auto criticarse sin refugiarse en rutinas auto defensivas:
• Autocrítica
• Visión compartida
• Maestría personal
43
• Pensamiento sistémico
• Aprendizaje en equipo
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACION
Capítulo 2:
LA TECNOLOGÍA, EL CRECIMIENTO Y LOS
RECURSOS NO RENOVABLES
Principales enfoques tecnológicos para gestionar la producción.
Los estudios sobre Economía de la Empresa y tecnologías de gestión comenzaron
en el siglo XV, pero tuvieron su gran desarrollo a fines del siglo XIX y durante el siglo
XX. En todo tiempo, las condiciones del contexto social han influido en la
problemática empresarial y en el surgimiento de enfoques teóricos para intentar
comprenderlas y actuar frente a ellas. El cuadro siguiente resume los principales
aportes que tuvieron lugar durante el siglo XX, según Chase, Aquilano y Jacobs:
Cabe mencionar también los estudios supervisados por el sociólogo Elton Mayo,
sobre los efectos de los cambios ambientales en la producción industrial, que
mostraron la importancia predominante de la motivación y de la forma de presentar
los cambios a los trabajadores, lo que tuvo gran impacto en el diseño del trabajo y en
la creación de departamentos de administración de personal y de relaciones
humanas.
De acuerdo a varios autores (Piore y Sabel, por ejemplo) una fuerte tendencia actual
en la evolución de los modos de organización y gestión empresarial, es la transición
desde la producción en serie a la producción flexible, o como dice Coriat, del
“fordismo” al “posfordismo”. Dice al respecto Manuel Castells en su libro “La Era de
la Información” lo siguiente:
47
“No obstante, la gestión industrial ha introducido en los últimos años otra forma de
flexibilidad, la flexibilidad dinámica…o producción flexible de alto volumen… que
también caracteriza a la transformación de la industria de seguros. Los sistemas de
producción flexible de alto volumen, usualmente vinculados a una situación de
demanda creciente de un producto determinado, combinan la producción de alto
volumen, que permite economías de escala, y sistemas de producción personalizada
reprogramable, que captan las economías de diversificación. Las nuevas tecnologías
permiten la transformación de las cadenas de montaje características de las grandes
empresas en unidades de producción fáciles de programar que pueden ser sensibles
a las variaciones del mercado (flexibilidad de producto) y a los cambios de los
insumos tecnológicos (flexibilidad del proceso).
Es posible que la cultura japonesa (especialmente lo que ellos llaman “la cultura del
arroz”) haya sido importante en la génesis del toyotismo, y sobre todo en el empleo
del trabajo en equipo basado en el consenso y la colaboración, pero el modelo
funciona igualmente bien bajo otros contextos culturales.
Por ultimo, cabe mencionar algunos aportes cuya difusión masiva es reciente, ya
que, aunque originados en décadas anteriores, han tenido su culminación en la
década de los años 90:
En ese sentido, las capacidades operativas de una firma deben ser vistas como un
portafolios de recursos que se adaptan a las cambiantes necesidades de producto y /
o servicio de los clientes.
“La clave del éxito de una estrategia de operaciones – dicen los autores comentados
– esta en identificar las opciones prioritarias, en entender las consecuencias de cada
opción y en las transacciones que todo ello implica”.
Entre las características más salientes de una estrategia empresarial global podemos
mencionar su carácter total (para toda la organización) con presencia en todos los
niveles y tiempos, tanto el largo plazo como el día a día, su orientación dominante
hacia el muy largo plazo, su encauzamiento de las energías organizacionales hacia
la construcción de una ventaja competitiva durable, sus efectos significativos y
prolongados y su concentración de los esfuerzos en poco objetivos priorizados.
Yendo a una descripción más metodológica del modo de elaborar una estrategia
empresarial global, tenemos que en general se comienza por el análisis externo (
general y específico) con el que se busca sobre todo establecer cuáles son las
oportunidades y peligros que el medio ofrece a la organización.
Sobre esa base se puede luego determinar, evaluar y seleccionar las estrategias,
que permitirán establecer las políticas (o cursos de acción recomendados), que en
definitiva llevan a configurar el Plan Estratégico de la Empresa.
53
Para terminar esta parte, conviene recordar algunas ideas básicas para determinar la
estrategia de operaciones:
los diversos tipos de decisiones que en este campo hay que tomar. En términos
generales, los objetivos de la Gestión de Operaciones son:
Como introducción a este tema, Chase, Aquilano y Jacobs hacen notar que en todas
las industrias hay un segmento de mercado que compra exclusivamente en base a
precios bajos. Ese segmento suele ser bastante amplio y atractivo por las potenciales
utilidades asociadas a grandes volúmenes de venta, pero por lo general es
duramente competitivo y riesgoso, por ser el factor precio el determinante de las
adquisiciones, sin consideraciones a la marca, el prestigio, etc. En dicho segmento,
la reducción de coste es esencial para poder mantener los precios bajos sin perder
rentabilidad.
Cabe mencionar aquí que las empresas de servicios tienen en general una pobre
productividad en comparación con las industrias. Esto se explica porque son en
general empresas intensivas en mano de obra, que realizan en muchos casos un
55
procesamiento individualizado (no masivo) del servicio, mediante tareas que con
frecuencia son de carácter intelectual - profesional y muy diferentes entre si. También
hay que reconocer que la mayor heterogeneidad de los servicios hace difícil
determinar una adecuada medida de la productividad.
Se la expresa como una relación entre la producción y los insumos, con tendencia a
1, a medida que se avanza en la reducción o eliminación de todos los costos de no-
calidad, como rezagos, retrabajos, horas no trabajadas, etc., y en el mejoramiento de
los métodos y técnicas de producción.
Las condiciones generales para el cumplimiento de este objetivo son: que haya
facilidad administrativa para hacer los pedidos; que haya flexibilidad, en lo posible sin
cantidades máximas o mínimas, o limitaciones en cuanto a mezcla, y que los
productos o servicios a entregar sean de buena calidad, tanto desde el punto de vista
del cumplimiento de las especificaciones técnicas como desde el punto de vista de
los requerimientos de los clientes.
• La velocidad de entrega, o sea la capacidad que una empresa tiene, o no, para
entregar el producto mas rápidamente que sus competidores.
• La confiabilidad en la entrega, o sea la capacidad de la firma para entregar el
producto o servicio en la fecha prometida, en las cantidades y condiciones
56
• La mejora de la calidad
Al hablar de calidad hay que diferenciar entre la calidad del producto y la calidad
del proceso.
mucha más de lo que uno pensaría: no es raro medir porcentajes del 25 al 30% del
valor agregado anual, y en el caso de los servicios aún más. Se entiende por costo
de no - calidad el costo de todo aquello que agrega gastos sin agregar valor, y los
hay de dos clases: los costos de no - calidad tangibles, como el costo de los
materiales, mano de obra y generales de los productos rechazados, la diferencia de
precio por productos de inferior calidad (la llamada “segunda selección”), el costo de
los retrabajos de productos con fallas, los servicios de asistencia, reparaciones
dentro de garantía, etc.; y los costos de no - calidad intangibles, como las pérdidas
de producción, los obstáculos a la programación, el desánimo del personal y de la
gerencia, el disgusto de los clientes por los retrasos, la mala imagen pública de los
productos y de la empresa, etc.
En las empresas de servicios el tema es incluso más grave porque muchas veces no
hay oportunidad de rectificar el error, por la inmediatez entre la producción y el
consumo del servicio, y por el predominio de los costos intangibles, de muy difícil
percepción y medición cuantitativa, y de imprevisibles consecuencias.
• El aumento de la flexibilidad
Todos estos objetivos suelen presentar aristas conflictivas, que deben resolverse
mediante compatibilizaciones transaccionales en algunos casos, y en otros mediante
ingeniosas estrategias que permiten potenciar objetivos aparentemente
contrapuestos. Un caso típico es la idea de que el incremento de la calidad
significa necesariamente un incremento de los costes (“Caro, pero el mejor”
decía un viejo slogan de televisores). En realidad, si se logra mejorar la calidad
eliminando los costos de la no - calidad, se puede llegar a tener mejor calidad con
igual o incluso menor costo.
No hay recetas para resolver estas situaciones: cada caso debe ser analizado a
fondo hasta encontrar la mejor solución para sus particulares circunstancias.
60
Chase, Aquilano y Jacobs hacen notar que este tema era conocido hasta los años 70
bajo la noción de “transacciones” (“trade – off”). La idea de fondo era que una
operación no puede sobresalir simultáneamente en todas las medidas de
desempeño. Si una compañía quiere concentrarse en lograr una alta velocidad de
entrega, no puede a la vez ser muy flexible; una estrategia de costos bajos no es
compatible con alta rapidez y flexibilidad; una calidad alta no es compatible con
costos bajos, etc.
Estudios hechos en la ultima década muestran que las tres primeras prioridades
competitivas han conservado, con ligeras variantes, sus posiciones:
A partir de la cuarta prioridad, las posiciones han cambiado a fines de los 90,
aumentando la importancia del precio bajo y de la rapidez para introducir nuevos
productos en el mercado (“New Product Introduction” – NPI).
Esa combinación de calidad en sus diversas formas y de precio bajo, tan buscada
por los clientes actuales, es lo que denominamos valor: la posibilidad de comprar un
producto con los atributos más importantes bien logrados, y al mas bajo precio
posible. En cuanto al NPI, su importancia se ha ido acentuando cada vez mas a lo
largo de la década de los 90.
Los criterios de calificación y captación de pedidos varían con el paso del tiempo y
con acontecimientos tales como apertura de mercados, aparición de nuevas
empresas competidoras, innovaciones tecnológicas, etc. Los clientes saben que
características desean y quieren comprar una adecuada combinación de ellas, al
mas bajo costo posible, para elevar al máximo el valor de su compra.
Sobre esa orientación general, los pasos a dar para desarrollar esas prioridades
son:
Por ejemplo, las empresas de servicios pueden usar el esquema de planta dentro
de la planta (PWP), como en el caso de hospitales organizados por servicios
diferenciados (unidad coronaria, oncológica, nefrología, maternidad, rehabilitación,
etc.) o el caso de almacenes organizados en departamentos por familias de
productos, cada uno con su propia estrategia, etc.
Cabe aclarar que una misma empresa puede tener dimensiones o unidades de
servicio ubicadas en diversas etapas. Una empresa puede ser muy competitiva
aunque no se destaque en todas las dimensiones, pero tiene prestaciones
excepcionales en factores críticos para su éxito. Las etapas de la competitividad
siguen la secuencia indicada pero varia mucho la rapidez o lentitud con que se las
recorre, y, desde luego, no hay certeza a priori de llegar a los niveles mas altos.
Cuando la vida del producto o servicio se acorta, como ocurre actualmente en casi
todos los casos, naturalmente se hace más corto el tiempo de recuperación de la
inversión, lo cual, ante la necesidad de obtener ganancia solo puede tener solución
mediante altos márgenes de utilidad (lo cual no siempre es posible por las presiones
de la competencia) o mediante costos de producción más bajos, lo que explica el
auge de las líneas de producción “flexibles”, y sobre todo mediante bajos costos de
desarrollo de productos nuevos, lo que explica la difusión del diseño modular, que
permiten innovaciones, agregados y variantes en cuanto a prestaciones sin grandes
erogaciones en cuanto a Investigación y Desarrollo.
En estas condiciones, está claro que es vital lograr una adecuada selección y diseño
de los productos o servicios. Lo primero, en el caso de un producto nuevo, es la
generación de la idea, que generalmente se produce por la acción aislada o
combinada de dos fuerzas: el tirón de la demanda (necesidades o requerimientos
conocidos por formulación explícita o estudios de mercado) y el empuje tecnológico
(producto de los avances en investigación y desarrollo). Luego esas ideas deben ser
evaluadas y seleccionadas. La mayoría queda en el camino. Se ha calculado que
apenas una de cada setenta ideas llega a imponerse en el mercado.
capacidad así definida abarca la estructura propia fija más las posibilidades de
subcontratación, de modo que es un techo, y también un límite a la competitividad de
mediano plazo de la empresa.
Como puede inferirse de lo dicho, las decisiones sobre capacidad a largo plazo
tienen la más alta importancia estratégica: una capacidad excesiva en relación con la
posterior demanda efectiva significará una fuerte carga parasitaria de amortización
de inversiones y de costos fijos; una capacidad insuficiente significará la pérdida de
una oportunidad competitiva quizás irrecuperable.
Los criterios más generales u opciones básicas suelen tomar alguna o algunas de las
siguientes orientaciones:
Una política de gestión de personal acorde con los nuevos requerimientos incluye
más o menos los siguientes aspectos:
68
Las técnicas, por si solas, no producen calidad. La calidad la producen los hombres,
cuando actúan con responsabilidad y creatividad. El motor de toda empresa ha sido,
es y será siempre el conjunto de personas que la forman. Por eso, a nivel de la
dirección de las empresas, la expresión concreta de este criterio básico es la
69
elaboración de una política de gestión de personal que sea coherente con los
principios de la Calidad Total.
Como ya hemos visto, desde hace algunas décadas, y muy particularmente desde
mediados de los años 70’, se ha producido una serie de cambios que han afectado
directamente la vida de las empresas en todo el mundo: la competencia creciente, la
calidad como un requisito básico e ineludible, la exigencia de variedad de productos
de altas prestaciones, el acortamiento del ciclo de vida de los productos en el
contexto de una acelerada evolución técnica, la necesidad de controlar los insumos,
de preservar el medio ambiente y de reciclar materias primas, etc.
Nada más inexacto que la difundida creencia de que el Justo a Tiempo es “una mera
técnica para reducir los stocks”. El Justo a Tiempo es una filosofía industrial integral,
un nuevo enfoque para la gestión de las operaciones, que busca tener clientes
atendidos en el momento justo, con productos de máxima calidad, frutos de procesos
libres de derroches y costos innecesarios, de mínimo inventario y máxima flexibilidad
ante la demanda. El Justo a Tiempo es, en ese sentido, consecuencia de un proceso
de mejora continua, que incide en toda la empresa y que busca la realización efectiva
de dos principios estratégicos básicos:
• Cero defectos.
• Cero averías.
• Cero stocks.
• Cero plazos.
• Cero papel.
70
Son muchos los aspectos con que trabaja el Justo a Tiempo para aproximarse a ese
ideal de una producción sin fallas y sin costos improductivos. No es algo que pueda
lograrse de una manera voluntarística sino el fruto de pacientes y coordinados
esfuerzos en varios frentes de lucha.
Los beneficios del JAT son sin duda extraordinarios y cambian profundamente los
parámetros de la gestión global de una empresa. La siguiente es una lista de las
reducciones que han podido medirse en varios casos citados en la bibliografía sobre
el tema:
Son muchos los aspectos de actuación con los que trabaja el JAT. Vamos a dar una
enumeración de los principales:
A primera vista, parece difícil aplicar el JAT en las empresas de servicios. Sin
embargo, las lecciones de esta nueva filosofía de gestión son altamente provechosas
en este campo, si bien requieren algunas adaptaciones por la naturaleza misma de
las actividades de servicios.
La clasificación ABC
llamado clasificación ABC, cuyo objetivo es controlar la mayor parte del capital
inmovilizado controlando a un pequeño porcentaje de los ítems que componen el
inventario. Se procede del siguiente modo:
• Se parte del valor anual de los componentes, o sea de su uso anual expresado en
pesos, y se elabora una lista decreciente desde el más caro hasta el más barato.
• Se calcula el porcentaje de cada uno sobre el valor total anual y el porcentaje
acumulado desde el primero hasta el último.
• Se produce el siguiente resultado (en forma más o menos aproximada): Un escaso
número de ítems (por ejemplo, un 20% del total) representa aproximadamente el
80% del capital inmovilizado. Ese es el grupo A. Un numeroso grupo de ítems
(por ejemplo el 50% del total) representa solamente el 10% del capital. Ese es el
grupo C. El grupo intermedio, con el 30% de los ítems y el otro 10% del capital es
el grupo B.
• Se controla cuidadosamente al grupo A y en forma decreciente al resto, de los
grupos, consiguiendo así eficientizar los costos de posesión.
Los nuevos criterios sobre la relación con los proveedores implican el abandono de
las políticas tradicionales, que en síntesis pueden definirse como relaciones enemigo
- enemigo, altamente conflictivas en la puja de los precios y las condiciones
comerciales. Los nuevos criterios procuran plantear relaciones de asociación con
fines de mutuo beneficio, en base a ideas como las siguientes:
• Abandonar la idea de colocar contratos a base del precio por pieza. Lo importante
es el costo de la pieza instalada y funcionando en manos del cliente final, no el
precio de compra del material aislado.
• Abandonar la práctica de colocar contratos en base a muestras. Lo importante es
asegurarse de que los procesos del proveedor están en condiciones de proveer
regularmente elementos de la calidad requerida, y no la calidad de una muestra
elaborada especialmente para presentación.
• Abandonar la práctica de tener gran número de proveedores en fuerte
competencia entre sí, y agrupar los suministros en un pequeño número de
proveedores seleccionados en base a sus condiciones para proveer elementos
de calidad y acompañar a la empresa cliente en su proceso de reducción de
costos y mejora de calidad.
• Buscar en todo lo posible la cercanía geográfica de los proveedores, para
obtener de ellos entregas más frecuentes y en lotes más chicos, que acompañen
de cerca el propio programa de fabricación, con posibilidad de rápida detección y
solución de las fallas, y participación activa de los proveedores en el desarrollo de
nuevos productos y de mejoras sobre los productos existentes.
• Una vez seleccionados y probados los mejores proveedores, hacer contratos de
suministro a largo plazo, procurando alcanzar la categoría de cliente principal; y
estimular al proveedor para que mejore su calidad y baje sus costos, asesorándolo
en su proceso de mejora, y establecer condiciones de entrega Justo - a - Tiempo.
73
Dentro de los recursos naturales, uno de los más importantes, pese a su aparente
sobreabundancia, es el agua, especialmente el agua dulce potabilizable a bajo costo.
Hoy en día, el 20% de la población mundial (1,2 mM de personas) carece de agua
suficiente. Se calcula que para el año 2025 esa cifra aumentará al 30% y afectará a
50 países. Los principales factores causales de esa crisis del agua son:
Del mismo modo que el agua, los recursos energéticos son cada vez más
demandados, lo que hace prever una futura imposibilidad de atender esas demandas
con las tecnologías actuales. Un problema adicional de gran importancia es la gran
desigualdad en la disponibilidad y consumo de energéticos. Se calcula que hacia el
año 2050 el consumo de combustibles fósiles contaminantes se habrá duplicado en
los países desarrollados, si no se incorporan nuevas tecnologías, mientras que en el
mundo subdesarrollado 2 mM de personas no tendrán acceso a servicios de
provisión de energía.
• En todos los casos en que se han tomado medidas efectivas para proteger el
equilibrio ecológico perturbado, la Naturaleza ha demostrado tener una notable
capacidad de recuperación, volviendo con cierta rapidez al equilibrio perdido.
• Los recientes desarrollos del “ecomanagement” muestran que es posible pensar
en una gestión ambientalmente sostenible y económicamente competitiva, del
mismo modo que, décadas atrás, se comprobó que era posible mejorar la calidad
y bajar los costos a la vez.
• Todas las nuevas técnicas de gestión que hemos mencionado en otras partes de
este texto son perfectamente compatibles y afines con una política ambiental, de
calidad y de salud laboral integrada.
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACION
Capítulo 3:
CONTRIBUCIONES DE LA CIENCIA A LA
BÚSQUEDA DE EQUILIBRIOS:
EL DESARROLLO SUSTENTABLE
El desarrollo económico mundial, en las décadas recientes, ha sido enorme pero muy
desigual, y ello está provocando graves problemas sociales y políticos, y también
ambientales. La erradicación de la pobreza, el pleno empleo y la integración social
son metas humanas altamente deseables, pero lamentablemente aún lejanas y
utópicas, a juzgar por las tendencias que se evidencian en el mediano plazo.
El desarrollo sostenible
El desarrollo sostenible puede ser definido como “un desarrollo que satisfaga las
necesidades del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones
futuras para atender sus propias necesidades”. Los principales temas que abarca el
concepto general de desarrollo sostenible, según los respectivos documentos de
la ONU, son los siguientes:
La Agenda 21
A tal fin, propone un modelo de desarrollo económico que tenga en cuenta el valor
real de los recursos naturales y el verdadero costo de la degradación del entorno.
Plantea la necesidad de erradicar la pobreza y de que los países industrializados
asuman más responsabilidades y contribuyan realmente al desarrollo del resto del
mundo.
Finalmente, exhorta a los gobiernos del mundo a que adopten estrategias nacionales
orientadas a lograr un desarrollo sostenible.
- Preámbulo
Con respecto a los rasgos físicos de los ambientes geográficos, quizás los más
destacados sean el relieve (llanuras, colinas, montañas, mesetas) y las regiones de
vegetación natural, que los geógrafos han tipificado del siguiente modo:
Sobre ese paisaje natural, los grupos humanos han ido asentándose y ocupando
territorio, mediante un constante proceso de aglutinamiento de comunidades
menores en otras mayores (horda de caza, tribu, fratria, ciudad –estado, imperio,
estado – nación, comunidad de naciones...) proceso que aún hoy continúa, y que ha
significado la aparición de unidades políticas, es decir, de territorios ocupados por
poblaciones que comparten aspectos de una cultura y que llevan una vida social
ordenada de algún modo por alguna forma de poder político, las que se encuentran
separadas y a la vez vinculadas con otras mediante fronteras, que incluyen a los
propios y excluyen a otros. Esas fronteras, como zonas de transición o bandas de
demarcación entre unidades políticas diferenciadas, tienen la mayor importancia,
como puede verse en la historia de los conflictos de los grupos humanos.
Los bloques económicos son conjuntos de Estados – naciones que han celebrado
tratados para llevar adelante una actividad económica que los beneficia a todos, ya
sea por las economías de escala que aparecen en su intercambio interno o por la
mejora de sus condiciones de negociación frente a terceros.
Son una etapa dentro de un proceso de integración que generalmente comienza con
acuerdos económicos (eliminación de aranceles internos, aranceles externos
comunes, facilidades para el comercio, etc.) pero que rápidamente tiene
consecuencias políticas (una política exterior y de defensa militar común, cesiones
de soberanía en aspectos parciales, por ejemplo) y socio – culturales (por la
difusión y facilidad de los viajes, el conocimiento de los idiomas, la aparición de
vínculos familiares y personales, etc.).
Las áreas culturales se refieren a conjuntos de población que comparten una misma
o similar cultura: creencias religiosas, costumbres, tradiciones, memorias del pasado,
formas de convivencia en el presente y proyectos de futuro; y también un conjunto de
técnicas y modos de producción y distribución de bienes. La cultura presenta siempre
esas dos dimensiones: subjetiva o espiritual, por una parte y material por otra.
Es importante tener en cuenta que no siempre las unidades políticas y las áreas
culturales coinciden en sus límites o fronteras. Hay casos en que un Estado –
nación tiene una cultura básica única, pero tambien hay casos en que varias culturas
(en definitiva, varias naciones) conviven dentro de las fronteras de un solo Estado
(como los catalanes y los vascos en España), o que los portadores de una cultura
habitan los territorios de dos o más Estados (como los kurdos en Turquía e Iraq).
82
Tambien hay que contar con el efecto expulsivo de regiones rurales empobrecidas,
por la mala distribución de la tierra o por el impacto de la industrialización; y por el
contrario, el efecto atractivo de la prosperidad de otras regiones, por el
descubrimiento de algun nuevo recurso natural o el efecto de inversiones industriales
o de servicios.
Los seres humanos utilizan la tierra en que viven como ninguna otra especie.
Modifican el entorno natural en profundidad, para adaptarlo a sus fines. Ya casi
no queda ningún rincón del planeta que no lleve alguna marca de la acción humana,
y en muchas partes la transformación ha sido completa, en particular en los grandes
centros urbanos e industriales, y en las principales redes viales de transporte.
La tierra que ocupan las granjas, los cultivos y las pasturas puede parecer más
“natural” que las tramas urbanas, pero en realidad esas formas de desarrollo son tan
producto de la actividad humana como las ciudades, la fábricas y los aeropuertos. El
uso humano de la tierra llega hasta los océanos, donde define rutas marítimas,
extrae los peces que lo habitan y excava su lecho en busca de petróleo y metales.
Las tierras cultivables representan el 11% de las tierras emergidas, pero su empleo
efectivo varía mucho según las regiones. El tipo de agricultura que se practica varía
según el siguiente patron: las explotaciones agrícolas proximas a las ciudades
ocupan superficies reducidas, practican cultivos intensivos, rapidamente
perecederos, de alto precio en el mercado. A mayor distancia de los grandes centros
urbanos, las explotaciones son más grandes y los cultivos de cereales y la cría de
ganado tienen carácter extensivo. Hoy día este patrón aparece algo corregido por los
progresos en el transporte y la refrigeración.
La demanda de la creciente población mundial por alimentos induce cada vez más a
destinar más tierra a la agricultura, aunque no sea idónea para ello, y aun cuando las
consecuencias de tal práctica sean desastrosas.
La ubicación de las ciudades depende de las funciones para las que fueron
concebidas, que pueden relacionarse con la defensa, el comercio, la administración o
los cultos religiosos. La defensa, la necesidad de ocupar y sostener una posición
estratégica influyó mucho en la localización de algunas ciudades. El comercio es un
factor muy destacado: buenas comunicaciones, buenos transportes, son cruciales
para que aparezcan ciudades comerciales.
El paisaje urbano, su patrón del uso del suelo, el diseño de la trama urbana, resulta
de la interacción de su ubicación, su historia y su función. Muchas ciudades
responden a un diseño geométrico, como decisión de imponer un orden humano a un
entorno natural. La trama urbana refleja los valores de las personas y los grupos
cuyo poder les permite tomar decisiones sobre el paisaje urbano.
Dijimos antes que los recursos naturales son el conjunto de los elementos
componentes del ambiente geográfico que real o potencialmente pueden ser usados
por el hombre para sustentar una vida social organizada. Ya vimos también que hay
dos tipos básicos de recursos: los renovables, como son los que provienen de la
agricultura, la ganadería, la pesca, y los no renovables, como son las explotaciones
mineras, la extracción de petróleo, etc.
Aun en el caso de los recursos renovables, la conservación del recurso exige una
programación y tecnologías adecuadas para no deteriorarlo y lograr el mayor
rendimiento durante más tiempo para más personas. Hay formas de agricultura, por
ejemplo, que agotan los suelos; la pesca intensiva no permite la reposición de los
cardúmenes, la deforestación sin reforestación produce la erosión del suelo y la
inevitable degradación del recurso, etc. En el caso de recursos no renovables, se
86
trata de restringir su uso, para hacerlo durar más tiempo; o de desarrollar técnicas de
reciclado, como se hace con los metales de uso industrial, o de reemplazarlo o
combinarlo con recursos renovables, como se hace con la energía eléctrica de
origen hidráulico, eólico o solar.
La presión del aumento de la población sobre los recursos naturales del medio
ambiente, para satisfacer las crecientes necesidades de esas poblaciones más
numerosas, tiene relación con su distribución y con su número total. Actualmente, el
90% del crecimiento de la población se produce en los países subdesarrollados, en
los que se concentrará, hacia el año 2025, el 84% de la población mundial.
87
potable. Solo una pequeña cantidad del agua dulce del planeta ( un 0,008%
aproximadamente) está disponible para el consumo humano. El 70% de la misma se
destina a la agricultura de regadío, un 23% a la industria y solamente el 8% al
consumo doméstico.
enfermedades vinculadas con la contaminación del agua con bacterias fecales son
responsable de la mayor parte de la mortalidad infantil en los países del Mercosur.
Esto creó situaciones extremas que se observaron con mayor intensidad en Brasil
por ser el país de mayor industrialización. Se registran situaciones críticas, como la
referida a la calidad del aire en San Pablo o a las condiciones de extremo riesgo
ambiental del parque industrial de Cubatao. Al mismo tiempo, la cantidad de víctimas
e inválidos por un proceso de industrialización salvaje equivale a las producidas por
una guerra. Pero, simultáneamente, la legislación ambiental brasileña es la más
detallada y compleja de la región aunque su grado de cumplimiento no sea parejo en
todo el país.
Las interacciones ambientales entre los países del Mercosur han sido y son
complejas: En cuanto a las obras de represas compartidas, la obra argentino-
uruguya de Salto Grande fue calificada internacionalmente como modelo, por el alto
grado de detalle en los estudios de impacto ambiental efectuados. Una situación muy
distinta es la referida a las represas paraguayo-brasileña de Itaipú y paraguayo-
argentina de Yaciretá; los accidentes de trabajo durante el período de construcción
de Itaipu fueron muy frecuentes por la falta de calificación y entrenamiento de la
mano de obra empleada. Uno de los puntos más delicados, vinculado con la represa,
es el riesgo de proliferación del molusco vector de la esquistosomiasis, una
parasitosis incurable que es endémica en las áreas tropìcales.
En síntesis: en todos los países del grupo existe una importante preocupación
ciudadana por la problemática ambiental. El tema es tratado por organizaciones
no gubernamentales, por los medios de comunicación masiva y ha ingresado
definitivamente al sistema de educación formal y no formal. Sin embargo, en la
mayor parte de las situaciones, las respuestas de la política ambiental son aún
insuficientes. Como en tantos otros temas, son numerosos los reclamos sociales
insastisfechos.
Parece oportuno recordar aquí algunas referencias geográficas sobre nuestro país:
El territorio argentino tiene una extensión considerable, y se desarrolla
predominantemente según el eje Norte – Sur, abarcando latitudes tropicales,
templadas y frías, lo que se manifiesta en una gran diversidad de relieves y climas,
que sirven de fundamento a una división regional del espacio territorial, que
identifican unidades funcionales distintivas, según la homogeneidad física y la
cohesión de la actividad humana de cada una de ellas. Se aclara que en esta
enumeración y delimitación de regiones tiene cierto margen de imprecisión, en
especial en lo referente a los límites interregionales, que muchas veces no pueden
demarcarse con exactitud sobre el terreno.
Algunos autores integran estas dos regiones en una sola, a la que denominan llanura
chaco – pampeana.
Algunos autores hablan de una sola región patagónica, en la que se presentan dos
subregiones: la andina y la extrandina o de las mesetas.
Hubo casos en que la llegada del ferrocarril no bastó para que ciertas áreas
productivas se integraran a los mercados, por lo que quedaron estancadas. Es el
caso, por ejemplo, de algunos oasis de las provincias del interior, como los de
Catamarca y la Rioja.
Los pobladores originarios del territorio que hoy pertenece a la Nación Argentina
eran predominantemente tribus nómades, de recolectores, cazadores y pescadores,
salvo en el Noroeste, donde habitaban pueblos sedentarios, pastores y agricultores,
con gran influencia cultural incaica.
Todo el actual territorio argentino formaba parte originariamente del Virreinato del
Perú. En 1776 se creó el Virreinato del Río de la Plata, que incluía ocho
intendencias – Buenos Aires, Cochabamba, Córdoba, Charcas, La Paz, Paraguay,
Potosí y Salta – y cuatro gobernaciones – Chiquitos, Misiones, Moxos y Montevideo.
En lo referente al área marítima, valen las disposiciones de la III Convención del Mar,
Jamaica, 1982: dominio marítimo sobre el Mar Territorial (hasta las 12 millas, o 22
km); poder de fiscalización sobre la Zona Contigua; y Mar Patrimonial, hasta las 200
millas, o 370 km.
Por un lado, el último de los territorios nacionales: Tierra del Fuego, Antártida e islas
del Atlántico sur- fue organizado como provincia en 1991. Por otra parte, luego de la
reforma constitucional de 1994, la ciudad de Bs.As., capital del país, se organizó
como “la ciudad Autónoma de Bs.As.” En ambos casos implicó la sanción de una
Constitución y la elección de un gobierno propio. En la actualidad, entonces, el
territorio del país, jurisdicción territorial del gobierno nacional, se encuentra dividido
en 23 provincias y la Capital Federal.
Tanto las provincias como la ciudad de Bs.As. son autónomas, es decir, dictan su
propia Constitución y sus leyes, tienen un gobierno propio y representantes en el
Congreso de la Nación, elegidos por sus habitantes. La organización de nuestro país
bajo el sistema federal se basa en esta autonomía; por ella los gobiernos provinciales
ejercen dentro de su territorio todas las facultades que no han delegado en el
gobierno nacional. En algunas provincias también se produjeron transformaciones
en la división política de su territorio. Un ejemplo es la Provincia de Buenos Aires, en
la cual se dividieron antiguos municipios para crear otros nuevos.
93
Por lo gral., estamos acostumbrados a ver los mapas que muestran el territorio de las
provincias con su división administrativa en departamentos. Esta división no
necesariamente se corresponde con el área donde ejercen su autoridad los
gobiernos locales. Sólo en algunas provincias, cada municipio coincide con un
departamento; ello sucede, por ejemplo, en el caso de Buenos Aires - donde se
llaman partidos - o en Mendoza.
Hay una transferencia de actividades que eran públicas al ámbito de lo privado, por
vía de la privatización de empresas estatales, otorgamiento de concesiones, etc.
En muchos casos, los antiguos proveedores del Estado se han convertido hoy en los
nuevos dueños de las empresas privatizadas, lo que ha planteado el problema, hasta
hoy mal resuelto, del control estatal del desempeño de tales empresas y la defensa
de los usuarios - consumidores forzados en muchos casos por situaciones
monopólicas u oligopólicas.
En muchas partes, los grupos sociales excluidos se están organizando para intentar
salidas a esta situación y resolver problemas relacionados con ella, como habitación,
salud, educación, recalificación laboral, etc. Esto explica la aparición y auge de ese
“tercer sector” de la economía y la sociedad, del que las organizaciones no
gubernamentales son una clara expresión. Desde ellas se intenta el asesoramiento,
la ayuda, la promoción y ejecución de actividades que tratan de resolver los
problemas de la pobreza e intentan la reinserción en el sistema de los marginados, o
el desarrollo de lo que se ha dado en llamar “la formalización de la economía
informal”.
Como un modo de transición que facilite el paso desde una gestión centralizada
hacia una gestión descentralizada, suele apelarse a la desconcentración, que es
una dispersión territorial de las estructuras de contacto de la organización con el
contexto social externo, para facilitar su atención y acostumbrar a las partes a un
contacto más frecuente y fluido, pero sin modificar en esa fase los órganos y
procedimientos internos de decisión centralizada. A partir de allí, en una fase
posterior, puede intentarse la verdadera descentralización, con otorgamiento de
autonomía, transferencia de incumbencias y potestades, manejo de recursos propios
y elección de sus propias autoridades.
Esta población tiene una composición general por sexos de 96 hombres por cada
100 mujeres; una esperanza de vida al nacer de 74 años (puesto 44); un alto índice
de mortalidad infantil: 22 por mil (puesto 123), muy superior a sus vecinos, Chile:
13; Uruguay: 17; y a otros países mucho más pobres, como Cuba: 7 por mil, y Costa
Rica: 12 por mil. Este dato es un claro indicador del atraso de Argentina en la
atención de las cuestiones sociales. También tiene un alto índice de mortalidad
materna: 1 por mil (puesto 94).
Esta población tiene una alfabetización del 96% (puesto 56) , con una tasa de
escolarización entre 12 y 17 años del 79% y una alta tasa de escolaridad terciaria:
38% (puesto 25). Los gastos en educación, como porcentaje del PIB, ascienden al
4,5% (puesto 90), y como porcentaje del gasto estatal ascienden al 15% (puesto 76).
Es de notar el bajísimo nivel de los recursos asignados a investigación pura y
aplicada: 0,3% del PIB (puesto 45).
La población en situación de pobreza asciende al 25% del total (puesto 35) con un
alto porcentaje de población desnutrida: 9% (puesto 81), lo que es casi increíble en
un país con un PIB per capita relativamente alto: 9530 dólares, y con una de las
relaciones más favorables del mundo en la cantidad de suelo cultivable: 717
hectáreas cada 1000 habitantes. La desocupación oscila entre el 15 y el 19%
(puesto 4 en el mundo) y la subocupación se estima en un 10 a 12% . En total,
98
En general, las ciudades de nuestro territorio han cumplido una función de centros
administrativos, políticos y comerciales para las economías regionales de cada
zona, con la eventual incorporación de funciones industriales en algunos casos,
como Rosario, Córdoba, Villa Mercedes, etc.
( MW) y Yaciretá, sobre el río Paraná (4050 MW). Las centrales nucleares son
la de Atucha ( MW) y Embalse (600 MW).
Están en marcha estudios y experiencias (si bien aún no en escala comercial) para el
uso de fuentes de energía no convencionales: mareomotriz, en Puerto Santa
Cruz, Río Gallegos, Cabo Vírgenes y sobre todo en Península Valdez; geotérmica,
en Bahía Blanca y en Copahue – Neuquén; eólica, en usos domésticos rurales y en
mayor escala, para pequeñas comunidades, en Río Mayo – Chubut, Comodoro
Rivadavia – Chubut, Cutral – Co – Neuquen, Punta Alta – Buenos Aires, Pico
Truncado – Santa Cruz; fotoeléctrica o de energía solar, en El Balde, Balde de
Leyes y Laguna Seca, en San Juan; San José – Mendoza; Casa Grande y Lagunillas
del Farallón, en Jujuy.
Entre las industrias de base mineral se destacan las destilerías de petróleo, como
la Destilería La Plata, y las destilerías de Luján de Cuyo (Mendoza), San Lorenzo
(Santa Fe), Campo Durán (Salta) y Plaza Huincul (Neuquén). También se debe citar
aquí la industria petroquímica: Petroquímica Argentina S.A. (San Lorenzo – Santa
Fe), Petroquímica Río III (Córdoba), Petroquímica General Mosconi (Ensenada –
103
La industria siderúrgica tiene su centro principal en San Nicolás, con Siderar SAIC
(ex Somisa); además encontramos a Altos Hornos Zapla y Aceros Zapla en Jujuy,
TAMET en Puerto Vilelas – Chaco, Aceros Bragado, en Bragado – Buenos Aires y en
Granadero Baigorria – Santa Fe. Hay proyectos importantes en marcha: SIDINSA en
Bahía Blanca, y SIDESUR, en San Antonio Oeste – Río Negro.
Los caminos en Argentina tienen una extensión total de 218 000 Km, de los que
aproximadamente 100 000 están pavimentados. Esta red abarca caminos
nacionales, provinciales y secundarios. Las rutas nacionales presentan un diseño en
abanico, en muchos casos paralelo al FFCC, o vinculan entre si regiones fronterizas
(como la Ruta 40, desde La Quiaca hasta Tierra del Fuego por el Oeste), mientras
que los caminos provinciales y secundarios realizan predominantemente enlaces
transversales. Entre las obras viales más importantes podemos citar el túnel
subfluvial “Hernandarias” entre Santa Fe y Paraná, el puente “General Belgrano”
entre Barranqueras y Corrientes, y el complejo ferrovial Zárate – Brazo Largo. Se
destacan también los puentes internacionales, como el “San Martín” entre Puerto
Unzué y Fray Bentos, el puente “Artigas” entre Colón y Paysandú, el puente
“Presidentes Justo – Vargas” entre Paso de los Libres y Uruguayana, el puente
“Tancredo Neves” entre Puerto Iguazú y Porto Meira, el puente “San Ignacio de
Loyola” entre Clorinda y Falcón – Paraguay, el puente “Agua Blanca” entre Agua
Blanca y Pozo Bermejo – Bolivia, y el puente “Encuentro” entre Carrenleufú y Palena
– Chile. La intgración del Mercosur ha originado varios proyectos para crear
corredores bioceánicos, con inclusión de nuevos puentes.
En las áreas urbanas y suburbanas, donde vive la gran mayoría del pueblo
argentino, el impacto ecológico más visible es la contaminación de los suelos, del
agua superficial y del aire. Esto es especialmente notorio en esa franja de
aproximadamente 400 km de largo, sobre la costa derecha del Paraná, entre Santa
Fe y Rosario y la desembocadura del Río de la Plata. En esa área, que representa
aproximadamente el 2% del territorio nacional, se concentra el 45% de la población y
la mayor parte de la actividad económica. Allí encontramos, entre otras cosas, una
producción de basura domiciliaria de 0,3 a 1,1 Kg por persona por día, o sea algo así
como 11 200 toneladas por día, lo que significa aproximadamente 4 millones de
toneladas por año, de las cuales solo el 50% es recolectada y dispuesta más o
menos adecuadamente, lo que produce la proliferación de basurales a cielo
abierto, que contaminan el suelo, el aire y las aguas subterráneas.
Pero los residuos orgánicos, pese a su impactante presencia, no son lo peor: mucho
más grave es la presencia de materiales plásticos, que demoran décadas en
degradarse, y mucho más aún, el vertido o enterramiento clandestino de residuos
industriales peligrosos. Se calcula que solamente en el área metropolitana de
Buenos Aires se producen anualmente 560 millones de m3 de residuos líquidos y
280 000 toneladas de residuos sólidos y semisólidos de orígen industrial, que en su
gran mayoría son vertidos al medio ambiente sin tratamiento alguno.
En este aspecto muchas empresas siguen una lógica pura de mercado, con
minimización de las inversiones, ya que una instalación industrial no contaminante
cuesta entre 10 y 20% más que una con gestión ambiental cero. También se
aprovecha la inexistencia o débil configuración de normativas específicas y la casi
absoluta ineficiencia de la capacidad de control estatal. Estos efluentes industriales,
altamente contaminantes y de difícil y lenta asimilación, son generados en un 50%
por la industria química y petrolífera, en un 40% por las industrias sidero-
metalúrgicas y en un 10% por el resto de la actividad industrial.
Para analizar el tema de la contaminación del aire urbano, debe tenerse en cuenta
la presencia de gases tóxicos por una parte, y por otra los niveles de ruido.
Respecto de los gases tóxicos en general, y en particular del monóxido de carbono,
la OMS considera como “máximo tolerable” las 9 ppm (partes por millón) y el “nivel
ideal” de 0,01 ppm. En el microcentro de la ciudad de Buenos Aires los promedios
medidos oscilan entre 10 y 13 ppm. Los principales agentes contaminantes con
monóxido de carbono son los automóviles, con un 86 por ciento del total. Otros
elementos contaminante muy peligroso es el plomo de las naftas, que es un veneno
acumulativo, de excreción lenta. Este tema es especialmente grave en la ciudad de
Córdoba, por su configuración geográfica en forma de hondonada y por la frecuente
“inversión térmica” de las capas de la atmósfera, en condiciones de poco viento.
principales del país) el nivel promedio de ruido es de 91dB, con picos de hasta
105dB.
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACION
Hay otros aspectos, en los que la globalización tiene un nivel de realización muy inferior o
es prácticamente inexistente:
6
E. Arnoletto y E. Beltrán: “Gestión publica y participación ciudadana en el ámbito municipal”, en Daniel García
Delgado (compilador): “Hacia un nuevo modelo de desarrollo local – Municipio y sociedad civil en Argentina”,
Buenos Aires, 1997, UBA, FLACSO, UCC.
109
Hay una transferencia de actividades que eran públicas al ámbito de lo privado, por
vía de la privatización de empresas estatales, otorgamiento de concesiones, etc.
Por otra parte, hay un proceso de descentralización, de transferencia de funciones,
con o sin transferencia de recursos, desde el gobierno nacional hacia los gobiernos
provinciales y desde los gobiernos provinciales hacia los gobiernos municipales.
Estos últimos han visto notablemente acrecentadas sus incumbencias,
especialmente en los sectores de educación, salud y promoción del desarrollo.
7
E. Arnoletto y A. Plebani: Globalización, Regionalización y Situación Nacional Argentina, Córdoba, Ed.
Triunfar, 2000.
110
Las sociedades se están volviendo duales (o más bien dobles) en un nuevo sentido,
no entre ricos y pobres, como antes, sino en grupos integrados al sistema de
producción y consumo (con una gran mayoría de receptores de salarios
empobrecidos) por una parte, y los grupos sociales segregados de dicho sistema, o
que participan del mismo en forma precaria, ocasional o delictiva, por otra. En
muchas partes, los grupos sociales excluidos se están organizando para intentar
salidas a esta situación y resolver problemas relacionados con ella, como habitación,
salud, educación, recalificación laboral, etc. Esto explica la aparición y auge del
llamado “tercer sector” de la economía y la sociedad, del cual las organizaciones no
gubernamentales son una clara expresión.
Manuel Castells8, en su obra “La Era de la Información” nos dice que “Una revolución
tecnológica, centrada en torno a las tecnologías de la información, está modificando
la base material de la sociedad a un ritmo acelerado. Las economías de todo el
mundo se han hecho interdependientes a escala global, introduciendo una nueva
forma de relación entre economía, Estado y sociedad en un sistema de geometría
variable”.
8
Manuel Castels: La era de la información, Alianza Editorial, Madrid, 1998.
111
Los profundos cambios económicos y sociales ocurridos en los últimos años han
producidos cambios en las actitudes de la gran mayoría de los argentinos y, si bien
con la lentitud característica de los procesos culturales, comienzan a aparecer
también nuevas pautas y valores, como respuestas adaptativas o reactivas a
dichos cambios.
Argentina es un país con una relación extremadamente favorable entre los recursos
naturales disponibles (particularmente en relación con la satisfacción de las
necesidades primarias) y la cantidad de su población. En el sentido tradicional, que
medía la riqueza por los recursos potenciales, es un país “rico”, en el que durante
décadas se han podido cometer muchos errores sin que ello desatara consecuencias
realmente graves para la población, como hubiera ocurrido en otros partes del
mundo.
Así se configuró entre nosotros una cultura del progreso “natural” hacia un “destino
de grandeza” inevitable, hacia el que avanzaríamos con trabajo pero en una situación
de abundancia. Frases como “Dios es criollo”, “Aquí lo que se roba de día crece de
noche”, “En Argentina lo que sobra es trabajo”, “Aquí nadie pasa hambre”, etc., son
un reflejo de tan peculiar cultura.
112
Los procesos de las últimas décadas han desmentido cruelmente esas optimistas
expectativas. Estancamiento económico, endeudamiento externo, crisis políticas sin
solución, inestabilidad institucional, violencia fratricida, fracasos y errores gravísimos,
económicos, políticos y militares (como el del “Proceso” en su plan económico, en su
política interna y en Malvinas)
Finalmente, cuando por fin accedimos a una plena democracia formal, un hecho tan
auspicioso se vio enturbiado (a fines del gobierno del Dr. Alfonsín y comienzos del
gobierno del Dr. Menem) por crisis hiperinflacionarias realmente desvastadoras.
Mientras tanto, países que hace cincuenta años estaban a nuestro nivel de
desarrollo, o incluso por debajo del mismo, hoy tienen indicadores macroeconómicos
y de desarrollo humano muy por encima de los nuestros, mientras en el país de la
comida, que soñó ser “el granero del mundo”, hay 500 000 niños desnutridos y una
mortalidad infantil del 22%º, el doble de la de Chile o Costa Rica y el triple de la de
Cuba...
No hay que olvidar que Argentina era muy diferente al resto de Latinoamérica y que,
con todos sus defectos y limitaciones, había llegado a ser un país formado por una
pequeña y no demasiado rica clase alta (10% de la población), una amplia y fuerte
clase media (40%), rasgo típico de Argentina, casi único en la región, compuesta de
profesionales, comerciantes, empleados estatales y privados y obreros calificados, y
una clase baja de obreros no calificados y peones, en general ocupados en empleos
más o menos estables, con un acceso relativamente fácil a la salud y la educación y
con reales posibilidades de ascenso social. Por debajo de ellos había un sector
113
Los procesos que hemos reseñado han producido, como hemos visto, una sociedad
muy diferente: una clase alta (12% de la población) que ha concentrado en sí la
mayor parte de la riqueza y el poder; una alta clase media (9%) que conserva y
refuerza los rasgos típicos de su nivel; una baja clase media (24%) empobrecida y
frágil, que vive en el temor ( con reales fundamentos) de perder su condición; una
clase baja (47%) que abarca a los antiguos y a los nuevos pobres (ex clase media)
con trabajos precarizados e ingresos que en general no satisfacen sus necesidades
pero que los mantienen de algun modo vinculados al sistema; y por debajo de ellos,
como otro fenómeno nuevo al menos en su dimensión, se encuentra una amplia
clase o sector marginal (8% del total), separado del mercado, de la convivencia
corriente y hasta de las pautas y valores vigentes en el resto, que está empezando a
funcionar como “otra” sociedad, con muy escasas o nulas posibilidades de
reinserción.
Naturalmente, las prioridades en esta problemática varían según las clases sociales.
En la clase alta prima la inseguridad, la desconfianza y el temor a la violencia
delictiva y social. Síntomas de ello son la tendencia a invertir fuera del país (hay 80
mil millones de dólares argentinos en los circuitos financieros internacionales), el
auge de la construcción de barrios residenciales cerrados (“countries”) con custodia
armada, y la proliferación de lugares de vida social y esparcimiento exclusivos y
excluyentes.
En la clase media prima el temor a perder su condición, sobre todo por vía de la
posibilidad de perder el empleo. Hay una aguda conciencia de que los empleados
son rehenes del desempleo de los demás, lo que quita toda posibilidad de formular
planteos reivindicativos, buscar mejoras en la distribución o en las condiciones de
trabajo, e incluso de reclamar participación en los incrementos de la productividad
que han ocurrido. Hoy se han hecho habituales las largas jornadas, el no pago de
horas extras y el trabajo en negro, sin protección social.
En la clase baja encontramos una actitud ambigüa, que oscila entre la esperanza de
lograr de algún modo (el nuevo empleo salvador o el microemprendimiento exitoso)
una reinserción social, lo que lleva a los “nuevos pobres” a conservar valores y
comportamientos de clase media aún en medio de sus nuevas y precarias
condiciones; y la idea desesperanzada de que ya no hay retorno, lo que provoca un
amargo resentimiento. Esta amargura y resentimiento se exacerba en el sector
marginal, el cual, en la medida en que se convence de que su exclusión no es
reversible, va adoptando comportamientos, valores y visiones del mundo, y hasta un
lenguaje, diferentes a los del resto.
114
Esto crea el enorme riesgo, si la situación persiste cierto tiempo, de que se forme
definitivamente “otra” sociedad, con otros valores y criterios, con otro sentido de la
vida. Esa sociedad marginal, al coexistir en un mismo tiempo y espacio con la
sociedad de los no excluídos por el sistema, probablemente encontrará en ellos el
campo predatorio de sus recursos de subsistencia, bajo la forma trágica de una lucha
entre pobres y marginados, por la lógica de una menor resistencia, frente a las
posibilidades defensivas y agresivas de las clases altas, atrincheradas en sus
residencias fortificadas.
Creemos que es ésta la más sombría amenaza que se cierne sobre nuestra actual
situación social. Ya hay síntomas claros: la violencia y el sadismo “sin reglas” de las
actuales modalidades delictivas pueden ser una señal de este proceso, ciertamente
patológico desde el punto de vista social. Creemos que éste es el tema más urgente
de la agenda social pendiente, antes de desembocar, como lamentablemente ocurre
ya en otros lugares de nuestra América, en la eliminación sistemática de los
“descartables” o los “favelados sem favela” por obra de los escuadrones de la
muerte, financiados por sectores pudientes (y que por lo tanto, tienen intereses que
defender) ante la indiferencia estatal y la lenidad de la justicia.
En una óptica más estructural, los verdaderos problemas argentinos no son los
financieros, que llenan páginas y páginas de nuestros diarios, porque en el mundo
globalizado las cuestiones financieras se complican y se arreglan a golpes de flujos
de capital especulativo, sino tres procesos básicos de destrucción de lo que antes
teníamos, que se vienen acelerando en los últimos años y cuya construcción o
reconstrucción no es obra de un golpe inversor, de una inyección de dinero, sino
algo profundo, que insume el tiempo de las generaciones:
En nuestra opinión, ya está cerca el final de esta etapa. Ya no estamos “en el borde
del precipicio” sino iniciando el desbarranque, que llevará a un cambio completo de
situación. La supresión del crédito internacional, la amenaza del “default” que acaba
de ser postergado una vez más mediante el uso de los fondos de los futuros
jubilados, la corrida bancaria, que fue neutralizada tardíamente mediante el
“encapsulamiento” de los ahorros y los sueldos de los argentinos, la restricción al uso
del dinero circulante propio, la desaparición total del crédito, la caída a pique de las
ventas, justo en vísperas de las fiestas navideñas, que en Argentina eran un
verdadero festival del consumo, son síntomas claros de algo que, en una expresión
muy argentina, sacada de los croupiers de los casinos, dice que ...No va más!
Hace ya mucho que en Argentina hay protesta social, y la sigue habiendo, pero ha
cambiado notoriamente de tono. Ya no son los desocupados, los “piqueteros” de las
115
provincias del Norte y del Sur, los “cabecitas negras” de las villas de emergencia que
claman por alimentos para sus hijos. Ahora es la clase media, incluso la alta clase
media, que cierra sus negocios, apaga sus vidrieras, interrumpe el trabajo de sus
talleres y sus pequeñas fábricas y sale a la calle para protestar por la falta de ventas,
la falta de crédito, la imposibilidad de pagar los sueldos de sus obreros, los
impuestos confiscatorios para quien quiera pagarlos y altamente “beneficiosos” para
quien logra evadirlos.
En estos días han ocurrido dos hechos significativos en el plano intelectual, que
acompañan el nuevo sentimiento de rebeldía y necesidad de cambio compartido hoy
por muchísimos argentinos, sin distinción de clases:
En estos tiempos, todos somos muy conscientes de que se han producido, para bien
y para mal, profundos cambios en el contexto de las organizaciones, y que esos
cambios afectan profundamente a la estructura y a la cultura de las mismas, y por lo
tanto a las formas adecuadas de gestionar sus actividades. En la ciencia, técnica o
arte de la administración se ha producido una profunda ruptura con las ideas
tradicionales, y se han formulado nuevas y audaces propuestas para afrontar los
desafíos de los nuevos tiempos.
Esos cambios afectan por igual a las empresas privadas y a las organizaciones
públicas. En este último caso, puede considerarse como definitivamente perimido el
modelo burocrático weberiano, clásico, y se plantean con insistencia reclamos de
cambio y propuestas de nuevos modos de gestionar los ámbitos del poder público.
Para comprender con claridad la situación es importante:
Las páginas que siguen intentan arrimar algunas ideas básicas sobre ese tema
fundamental de nuestro tiempo.
9
Octave Gelinier: Reseña Histórica de la Dirección Participativa, en Vincent Laboucheix (compilador):
TRATADO DE LA CALIDAD TOTAL, tomo 1, México, Limusa, 1994.
117
• 1968 - 1980: El choque del 68’, la crisis y la aparición de una perspectiva socio -
técnica, por los estudios de F. E. Emery sobre las condiciones de trabajo y su
reestructuración participativa, y los trabajos de O. Ortsman sobre información,
escucha y equipos semiautónomos.
• 1976 - 1985: Choque japonés y círculos de calidad, que mostraron la posibilidad
de una participación responsable hasta la base, para lograr una alta eficacia
calidad - productividad.
• 1980 - 1990: Dirección estratégica mediante visión compartida: Proyecto y líder,
confianza total en el hombre y en el equipo.
Las fuentes de esa resistencia al cambio son variadas: el carácter mas o menos
coercitivo del cambio, la inercia y rigidez (a menudo agravada por la edad o la
fatiga), la solidaridad grupal y la presión colectiva sobre los integrantes del grupo, el
temor a apartarse individualmente de las normas del grupo y a quedar aislado.
Paradójicamente, por ese mismo motivo es más fácil cambiar las costumbres de
un grupo que las de un individuo aislado.
Los aspectos de la dinámica grupal que más nos interesan aquí en relación con la
actividad de los equipos de trabajo en el seno de las organizaciones sociales son
los siguientes:
En el torbellino de ideas, el grupo se reúne para tratar un asunto bien delimitado, que
es presentado por el coordinador y luego debatido por los asistentes. Los aportes de
cada uno son registrados para un tratamiento posterior.
120
Hay dos modalidades básicas de trabajo: libre ( cada uno habla a medida que se le
ocurre algo, sin ningún orden) y ordenada (sucesivamente cada uno expone una
idea, formando una "rueda de opiniones").
Lo esencial del método está en que cada uno se esfuerce en liberarse lo más que
pueda de su autocensura, de sus prejuicios y rutinas, y busque expresarse con la
mayor libertad y espontaneidad, apoyándose en sus propias ideas y en las que
escuche en la reunión.
Es también muy importante que el director del grupo actúe solamente como
animador y coordinador, y no como líder formador de opinión.
Tanto el coordinador como los asistentes deben esforzarse para crear un clima
cordial y distendido, que facilite una ágil y confiada exposición de ideas.
Desde este mismo punto de vista, suele hablarse de tres dimensiones del líder,: su
personalidad propia, su autoimágen y su imágen pública para seguidores y para
adversarios.
Las funciones y objetivos del liderazgo combinan las motivaciones e intereses del
líder con el cometido atribuido al líder por el contexto social.
Los que arrastran a la muchedumbre: Conciben una gran idea, reúnen una
muchedumbre y la fuerzan a realizarla.
Los que interpretan a la muchedumbre: Explicitan los sentimientos e ideas vaga y
oscuramente sentidos por la muchedumbre.
Los que representan a la muchedumbre: Manifiestan la opinión conocida y
establecida de la muchedumbre.
De todos modos, con mayor o menor elevación moral, siempre se trata de una
relación de transacción.
Con respecto a las relaciones entre liderazgo y carisma, cabe decir que se suele
denominar "liderazgo carismático" al liderazgo basado en un don, en una capacidad
extraordinaria, cuyo origen con frecuencia se atribuye a factores de índole metafísica.
El esquema legitimante de la autoridad queda planteado en este caso del siguiente
modo:
Max Weber dedicó páginas muy interesantes al análisis de las relaciones entre
liderazgo y burocracia. Dice Weber que, como la organización moderna no puede
prescindir de la burocracia, el líder, para consolidarse, debe derrotar a otros líderes
potenciales y luego supervisar a la burocracia, evitando en todo lo posible que ella
emplee en su contra su competencia técnica y los secretos del oficio.
Esto no es tarea fácil porque entre el líder y el burócrata hay profundas divergencias
de personalidad. El burócrata es un eficaz y racional ejecutor de órdenes, animado
del sentimiento del deber de su oficio, mientras que el líder es hombre de partido,
que lucha por el poder y tiene capacidad creativa y responsabilidad personal, con
iniciativa política propia.
Una definición más actualizada de liderazgo parte del hecho de que sin seguidores
no hay líder, y lo define como grado diferencial de influencia, ya sea en el ámbito
formal como en el ámbito informal, y sobre todo en este último. En definitiva, una
definición actual del liderazgo lo ubica como un incremento de influencia por encima
del nivel de obediencia mecánica a las ordenes rutinarias venidas de la organización.
Otra definición describe al liderazgo como intento de usar el poder referente además
de (o en lugar de) la aceptación de la ley de la organización o los mecanismos
habituales de la recompensa y el castigo.
123
Cabe preguntarse por qué una organización necesita líderes, si se supone que la
racionalidad de la estructura y los procedimientos aseguran el encauzamiento de los
procesos. Las variadas respuestas aluden a las imperfecciones y defectos del diseño
formal de la organización; a las cambiantes condiciones internas del funcionamiento
global; a las diferentes dinámicas de las subestructuras organizacionales; y a las
características de los seres humanos, que siempre son en última instancia los
sujetos de las posiciones y los roles organizacionales.
Actualmente se considera que hay tres tipos básicos de conducta del líder
organizacional:
En la relación del líder con sus seguidores se manifiestan las dos dimensiones que
ya mencionamos: la dirección de la tarea y el apoyo socio-emotivo. Estas dos
dimensiones de la relación pueden ser desempeñadas por la misma o por diferentes
personas.
En niveles más altos, encontramos la relación del liderazgo con la elaboración de las
políticas de la organización. La elaboración de políticas organizacionales en general
consiste en formular generalizaciones anticipantes de la conducta de la organización
en el nivel de los cambios estructurales y culturales. El papel del liderazgo siempre
se relaciona de algún modo con modificar la estructura de la organización: Originar,
alterar o eliminar elementos de la organización.
Entre las formas efectivas de distribuir grupalmente la función de liderazgo cabe citar:
delegar tareas, dejar que los miembros del grupo participen en la toma de
decisiones, receptar sugerencias de los subordinados, compartir información de valor
significativo.
Por último, cabe analizar aquí las relaciones entre el liderazgo y la cultura
organizacional, y muy particularmente las relaciones con el cambio cultural. El
liderazgo está entrelazado con la formación, evolución, transformación y destrucción
de la cultura. Sobre la base de un trasfondo social insoslayable, los líderes crean,
implantan y vigorizan la cultura.
126
El líder renovador externo debe tener un diagnóstico cultural preciso: qué elementos
existentes son adaptables y qué elementos son problemáticos; y saber cómo cambiar
lo que hay que cambiar.
En todos los casos, las tareas del cambio cultural abarcan: la definición del estado
actual de la cultura; el desbloqueo de la cultura existente; la redefinición de la cultura
necesaria y posible, el cambio de las pautas culturales; y el rebloqueo de los nuevos
valores.
Un líder renovador debe tener una percepción clara del problema de la organización;
una aguda visión de la cultura disfuncional; una especial motivación y habilidad para
actuar; entrega y compromiso; fuerza emocional; capacidad para cambiar las pautas
culturales; y capacidad para implantar en otros el compromiso y la participación.
La organización flexible
10
Ver, por ejemplo, “De las estructuras tradicionales a la organización flexible”, por D. Jose Miguel Hundain
Vila, op cit.
127
Una visión unificada del negocio, que otorga sentido y coherencia a las diversas
funciones especializadas.
Una orientación hacia el mercado y los clientes, enfatizando la necesidad de
adaptarse a ellos.
Repensar toda la organización en función de las posibilidades abiertas por las
nuevas tecnologías, para agilizarla y ubicar los procesos decisorios lo mas cerca
posible del cliente final.
Establecer y explicitar a todo nivel la secuencia de actividades del negocio o “cadena
del valor”.
Coordinar toda la estructura organizacional sobre la base de esa cadena del valor, en
forma transversal y multidisciplinaria.
Tender a un organigrama plano o achatado, con el menor numero posible de niveles
jerárquicos.
Considerar como factor clave el hecho de disponer de la información necesaria en
tiempo real.
Conocer y servir al cliente en la medida exacta de sus requerimientos.
Pensar en global y operar en local.
El nuevo sindicalismo
11
Ver, por ejemplo, “Del viejo al nuevo sindicalismo”, por Alberto Esteban Romero, op cit.
12
“Del management a los nuevos modelos directivos”, op cit.
129
de las empresas. Entre los cambios producidos en los valores y rasgos culturales, en
síntesis enumera los siguientes:
Entre los cambios que se están produciendo en nuestros días, menciona los
siguientes:
13
Ver “De la rigidez a la individualizacion y flexibilidad en las relaciones laborales” por Julio Sánchez Fierro, op
cit.
14
German Medina Carrillo: “De la retribución consolidada a la retribución por resultados y competencias” op cit.
131
Aquellos objetivos que todo sistema de retribución debe alcanzar tienen que ser
priorizados en función de las presiones del entorno, que varían de época en época y
según diversas circunstancias. En la actualidad, esas presiones se ejercen
fundamentalmente:
Analizando esas presiones, puede verse que los objetivos prioritarios, en este
momento, son los de integración, motivación y desarrollo del personal, mientras que
la compensación, la atracción y la retención, sin dejar de tener alguna importancia,
se vuelven objetivos secundarios. De todos esos objetivos, probablemente el de la
motivación sea el eje central, incluso para lograr otros. Si se analizan los diversos
tipos de retribución como factores de motivación, tendremos que:
Hay otras vías complementarias que tienen alto efecto motivador, tales como:
También han contribuido los cambios producidos en los valores y las corrientes de
pensamiento profundas de la sociedad, relacionadas, por ejemplo, con:
15
Alberto Fernández Caveda: “De la estabilidad a la inestabilidad en el empleo”, op. cit.
133
Con respecto a las etapas de este proceso de cambios económicos y sociales de las
pautas laborales, Nieves Cervero Martín16 menciona las siguientes:
Una primera oleada de flexibilidad laboral se produjo en las décadas de los años 60 y
70, caracterizada por los turnos rotativos para una producción de 24 horas al día,
el uso de turnos nocturnos, el trabajo de fin de semana y el tiempo parcial.
16
Nieves Cervero Martín: “Del monopolio sobre el empleo a la subcontratación externa”, op. cit.
134
Una segunda oleada se produjo a fines de los años 70 y durante los años 80,
caracterizada por el empleo de una plantilla estable reducida y el apoyo de
personal periférico temporario, con gran flexibilidad numérica.
En los años 90 se produjo un incremento en la cantidad de personas que buscan un
empleo flexible en función de sus propios objetivos personales, y se difundieron
modalidades de trabajo en puestos compartidos, contrato de profesionales a
tiempo parcial y trabajo en el domicilio.
Trabajadores temporales.
Trabajadores a tiempo parcial.
Contratos con empresas de trabajo temporal.
135
Una etapa técnica, en los años 50 y 60, caracterizada por un importante desarrollo
de la ingeniería, con una máxima división del trabajo, empleo de nuevos
materiales, procesos, modalidades de transporte, etc., y la atención puesta en las
maquinarias, la organización y los puestos de trabajo especializados (según el
principio de “conocer mucho sobre pocas cosas”).
Una etapa comercial, en los años 70, con la aparición de especializaciones en
aspectos homogéneos del sector comercial.
Una etapa humana, en los años 80, con la atención centrada en las personas mas
que en las maquinas o la organización, según el principio de que “la base es la
gente”.
También hay que citar los profundos cambios ocurridos en el orden laboral:
17
Jose Sánchez Sánchez: “Del puesto – oficio al puesto polivalente”, op. cit.
136
En general, todos los nuevos tipos de puestos de trabajo que han aparecido en los
últimos años presentan similares características:
Hay que tener en cuenta que el personal polivalente tiene una formación superior a la
media, y por lo tanto, tiene demandas diferentes. Esas demandas suelen centrarse
en las expectativas de carrera, a partir de su nuevo rol. La conducción de esas
personas debe basarse en la participación, la comunicación y la creatividad.
18
Francisco Segrelles Cucala: “De la formación teledirigida a la autoformación”, op. cit.
19
Miguel Ordóñez Ordóñez : “De la motivación extrínseca a la autoformación”, op. cit.
138
Los aportes más nuevos a este tema, por ejemplo, Munduate, destacan el valor
motivador de la identidad, variedad e interés de las tareas, de la autonomía en el
trabajo, de la retroalimentación sobre resultados y su acuerdo con los valores, metas
y objetivos de los individuos, siempre en relación con el grado de implicación y
compromiso organizacional de los mismos.
Miguel Ordóñez hace notar que “motivar” también significa “preparar mentalmente
una acción”, vale decir un significado interno al sujeto: ese es, justamente, el sentido
de la auto motivación, que se fundamenta en un esquema interno de necesidades,
valores, metas, objetivos, expectativas de auto eficacia, teniendo también en cuenta
la evolución del ser humano, o sea la modificación que los móviles humanos
experimentan con la edad, y es favorecida por factores externos que la refuerzan:
Los cambios son motivados tanto por fuerzas externas, económicas, políticas,
sociales, internacionales, etc., como internas, tales como reorganizaciones, avances
tecnológicos, cambios de liderazgo, etc.
20
Luis C. Collazos Muñoz: “De la paralización intelectual a la creatividad”, op. cit.
139
La comunicación puede ser externa (en relación con el entorno social) o interna
(entre sectores y personas de la organización). Entre ambas debe haber
congruencia, aunque varíen los medios utilizados.
La comunicación es una avenida de doble vía, que abarca desde las grandes
decisiones que afectan al futuro de la empresa hasta los acontecimientos corrientes
de cada día. La comunicación puede ser escrita u oral; descendente, ascendente u
horizontal; formal o informal. Lo esencial es comprender que la comunicación es un
instrumento de poder en las organizaciones, y es, por lo tanto, una potencial fuente
21
Javier Blanco Belda: “Del autismo a la comunicación”, op. cit.
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de conflictos y de acuerdos. Lo importante es evitar que ese poder sea usado con
fines personales o sectoriales, y lograr ponerlo al servicio de la misión y los objetivos
organizacionales.
CUESTIONARIO DE AUTOEVALUACION
Hay, en todo este recorrido, mucho material para reflexionar y para transmitir a las
nuevas generaciones, para formar sus conciencias en la convicción de la necesidad
de armonizar la satisfacción de nuestras necesidades con la atención de las
necesidades de las futuras generaciones, desarrollando tecnologías inspiradas en el
deseo de una vida plena a largo plazo, para muchas generaciones, y no para el
provecho inmediato de unos pocos, mientras las grandes mayorías se debaten
inmersas en la pobreza y la ignorancia, en un ambiente de creciente violencia en el
que ni siquiera los privilegiados viven bien.
EL AUTOR
BIBLIOGRAFIA
ORDÓÑEZ, Miguel A.: La nueva gestión de los recursos humanos, Madrid, Gestión
2000, 1995.