El Orden y La Vigilancia Dan Seguridad Al Trabajo
El Orden y La Vigilancia Dan Seguridad Al Trabajo
El Orden y La Vigilancia Dan Seguridad Al Trabajo
COLABORA
EN CONSEGUIRLO.
II. CORRIGE O DA AVISO DE LAS CONDICIONES PELIGROSAS E INSEGURAS.
III. III. NO USES MÁQUINAS O VEHÍCULOS SIN ESTAR AUTORIZADO PARA
ELLO.
IV. USA LAS HERRAMIENTAS APROPIADAS Y CUIDA DE SU CONSERVACIÓN.
AL TERMINAR EL TRABAJO DÉJALAS EN EL SITIO ADECUADO.
V. UTILIZA, EN CADA PASO, LAS PRENDAS DE PROTECCIÓN ESTABLECIDAS.
MANTENLAS EN BUEN ESTADO.
VI. NO QUITES SIN AUTORIZACIÓN NINGUNA PROTECCIÓN DE SEGURIDAD O
SEÑAL DE PELIGRO. PIENSA SIEMPRE EN LOS DEMÁS.
VII. TODAS LAS HERIDAS REQUIEREN ATENCIÓN. ACUDE AL SERVICIO
MÉDICO O BOTIQUÍN.
VIII. NO GASTES BROMAS EN EL TRABAJO. SI QUIERES QUE TE RESPETEN,
RESPETA A LOS DEMÁS.
IX. NO IMPROVISES. SIGUE LAS INSTRUCCIONES Y CUMPLE LAS NORMAS. SI
NO LAS CONOCES, PREGUNTA.
X. PRESTA ATENCIÓN AL TRABAJO QUE ESTÁS REALIZANDO. ATENCIÓN A
LOS MINUTOS FINALES. LA PRISA ES EL MEJOR ALIADO DEL ACCIDENTE.
I. ORDEN Y LIMPIEZA
VIII. EMERGENCIAS
1. Preocúpate por conocer el plan de emergencia. Conoce las instrucciones de la
empresa al respecto.
2. Sigue las instrucciones que se te indiquen y, en particular, de quien tenga la
responsabilidad en esos momentos.
3. No corras ni empujes a los demás; si estás en un lugar cerrado busca la salida más
cercana sin atropellamientos.
4. Usa las salidas de emergencia, nunca los ascensores o montacargas.
5. Presta atención a la señalización. Te ayudará a localizar las salidas de emergencia.
6. Tu ayuda es inestimable para todos. Colabora.
IX, ACCIDENTES
1. MANTÉN LA CALMA PERO ACTÚA CON RAPIDEZ. TU TRANQUILIDAD DARÁ
CONFIANZA AL LESIONADO Y A LOS DEMÁS.
2. PIENSA ANTES DE ACTUAR. ASEGÚRATE DE QUE NO HAY MÁS PELIGROS.
3. ASEGÚRATE DE QUIEN NECESITA MÁS TU AYUDA Y ATIENDE AL HERIDO O
HERIDOS CON CUIDADO Y PRECAUCIÓN.
4. NO HAGAS MÁS DE LO INDISPENSABLE; RECUERDA QUE TU MISIÓN NO ES
REEMPLAZAR AL MÉDICO.
5. NO DES JAMÁS DE BEBER A UNA PERSONA SIN CONOCIMIENTO; PUEDES
AHOGARLA CON EL LÍQUIDO.
6. AVISA INMEDIATAMENTE POR LOS MEDIOS QUE PUEDAS AL MÉDICO O SERVICIOS
DE SOCORRO.
UNA ADECUADA ACTUACIÓN PERSONAL PUEDE SALVAR UNA VIDA O REDUCIR LAS
CONSECUENCIAS DE UN ACCIDENTE
En desarrollo de este deber general, el artículo 374 y siguientes del Decreto Ley nº 16998, del
2 de agosto de 1979, por el que se aprueba la Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional
y Bienestar, disponen de forma más específica los requisitos que deberán cumplir los equipos
de protección individual facilitados a la plantilla.
Dicho artículo define los equipos de protección individual como “todos los complementos o
sustitutivos de la ropa de trabajo cuya función es estrictamente la de proteger al individuo frente
a uno o más riesgos derivados de su trabajo. Constituyen ejemplos de EPI las mascarillas,
gafas de protección, guantes, cascos, protectores de oído, botas o zapatos de seguridad, etc.
Tal y como dispone el artículo 375 de la norma, será obligatorio el suministro y uso de los
equipos de protección individual en aquellos casos en los que se identifique la existencia de
riesgos permanentes a los que puedan estar expuestos uno o más trabajadores. Los EPI
puestos a disposición por el empresario deberán cumplir con las especificaciones técnicas
respectivas, a fin de asegurar que garantizan una protección eficaz frente al riesgo
correspondiente.
Además de estos requisitos de carácter general, los artículos 377 y siguientes del Decreto Ley
establecen requisitos específicos en cuanto a la puesta a disposición de los EPI, en función de
la parte del cuerpo a la que otorgan la protección, destacando los siguientes:
Deberán ser proporcionados a aquellos trabajadores que estén expuestos al riesgo de caída de
objetos o materiales y a otros golpes en la cabeza (incluyendo los que pudieran sobrevenir a
consecuencia de la caída del trabajador en altura).
Los mandiles utilizados por parte de los trabajadores cerca de llamas abiertas, fuego y objetos
incandescentes, serán confeccionados de material resistente al fuego y deberán disponer de
pecheras.
Por otra parte, los mandiles empleados por parte de trabajadores que manipulen líquidos
corrosivos, tales como ácidos o agentes cáusticos, serán confeccionados de caucho natural o
sintético, u otro material resistente a la corrosión, y dispondrán de igual modo de pecheras.
La protección de manos, antebrazos y brazos se hará por medio de guantes, mangas y mitones
seleccionados para prevenir los riesgos existentes, a la vez que se evita la dificultad de
movimientos al trabajador.
Estos elementos de protección serán de goma o caucho, cloruro de polivinilo, cuero, plomo, de
malla metálica u otro material, según las características o riesgos del trabajo a realizar. Para el
trabajo con electricidad deben usarse los guantes que lleven marcado en forma indeleble el
voltaje máximo para el cual han sido fabricados, prohibiéndose el uso de otros que no cumplan
este requisito indispensable.
No usarán guantes los trabajadores que operen taladros, prensas y otros equipos en los cuales
el guante pueda ser atrapado por partes en movimiento.
Los equipos protectores del aparato respiratorio deberán cumplir con lo siguiente:
• Se ajustarán en la medida de lo posible al contorno facial del empleado, a fin de reducir fugas.
• Las partes en contacto con la piel deberán ser de un material que evitar la irritación de la piel.
En desarrollo de este deber general, el artículo 374 y siguientes del Decreto Ley nº 16998, del
2 de agosto de 1979, por el que se aprueba la Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional
y Bienestar, disponen de forma más específica los requisitos que deberán cumplir los equipos
de protección individual facilitados a la plantilla.
Dicho artículo define los equipos de protección individual como “todos los complementos o
sustitutivos de la ropa de trabajo cuya función es estrictamente la de proteger al individuo frente
a uno o más riesgos derivados de su trabajo. Constituyen ejemplos de EPI las mascarillas,
gafas de protección, guantes, cascos, protectores de oído, botas o zapatos de seguridad, etc.
Tal y como dispone el artículo 375 de la norma, será obligatorio el suministro y uso de los
equipos de protección individual en aquellos casos en los que se identifique la existencia de
riesgos permanentes a los que puedan estar expuestos uno o más trabajadores. Los EPI
puestos a disposición por el empresario deberán cumplir con las especificaciones técnicas
respectivas, a fin de asegurar que garantizan una protección eficaz frente al riesgo
correspondiente.
Además de estos requisitos de carácter general, los artículos 377 y siguientes del Decreto Ley
establecen requisitos específicos en cuanto a la puesta a disposición de los EPI, en función de
la parte del cuerpo a la que otorgan la protección, destacando los siguientes:
Deberán ser proporcionados a aquellos trabajadores que estén expuestos al riesgo de caída de
objetos o materiales y a otros golpes en la cabeza (incluyendo los que pudieran sobrevenir a
consecuencia de la caída del trabajador en altura).
Todos los trabajadores que ejecuten cualquier operación que pueda poner en peligro sus ojos,
dispondrán de una protección apropiada para la vista.
Los mandiles utilizados por parte de los trabajadores cerca de llamas abiertas, fuego y objetos
incandescentes, serán confeccionados de material resistente al fuego y deberán disponer de
pecheras.
Por otra parte, los mandiles empleados por parte de trabajadores que manipulen líquidos
corrosivos, tales como ácidos o agentes cáusticos, serán confeccionados de caucho natural o
sintético, u otro material resistente a la corrosión, y dispondrán de igual modo de pecheras.
La protección de manos, antebrazos y brazos se hará por medio de guantes, mangas y mitones
seleccionados para prevenir los riesgos existentes, a la vez que se evita la dificultad de
movimientos al trabajador.
Estos elementos de protección serán de goma o caucho, cloruro de polivinilo, cuero, plomo, de
malla metálica u otro material, según las características o riesgos del trabajo a realizar. Para el
trabajo con electricidad deben usarse los guantes que lleven marcado en forma indeleble el
voltaje máximo para el cual han sido fabricados, prohibiéndose el uso de otros que no cumplan
este requisito indispensable.
No usarán guantes los trabajadores que operen taladros, prensas y otros equipos en los cuales
el guante pueda ser atrapado por partes en movimiento.
La protección de piernas, pies y muslos se hará por medio de calzado, botas, polainas,
rodilleras… seleccionados para prevenir los riesgos existentes y asegurar la facilidad de
movimiento al trabajador. Estos equipos de protección individual están sujetos a las siguientes
condiciones:
Los equipos protectores del aparato respiratorio deberán cumplir con lo siguiente:
• Se ajustarán en la medida de lo posible al contorno facial del empleado, a fin de reducir fugas.
• Las partes en contacto con la piel deberán ser de un material que evitar la irritación de la piel.
A lo largo del contenido del Decreto Ley nº16998, del 2 de enero de 1979, solo se establece
una mención directa y específica aplicable a la especialidad de la ergonomía en el trabajo,
definida en los artículos 350 y 351. Tal y como se dispone en la norma, cuando se prevea por
parte de los trabajadores la utilización de bancos, sillas, barandas, mesas u otros elementos
similares, deberán ser diseñados de acuerdo a las normas elementales de ergonomía a fin de
evitar esfuerzos innecesarios o peligrosos.
Además, los trabajadores deberán ser instruidos sobre los movimientos y esfuerzos que
ejecuten durante su jornada con el objetivo de prevenir lesiones por sobreesfuerzos o fatiga.
Por otro lado, cabe decir también que en caso de existir riesgos ergonómicos en el puesto de
trabajo, éstos deberán ser debidamente evaluados y gestionados, ya que es obligación del
empresario garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. Un ejemplo lo constituyen los
riesgos propios de las operaciones de manipulación manual de cargas: no existe capítulo
específico en la normativa que regule la gestión de estos riesgos. Sin embargo, las empresas
del país están obligadas a ellos por el hecho de ser un reconocido riesgo para la seguridad y
salud, haciéndose valer de métodos y estándares internacionales para la evaluación y
propuesta de medidas preventivas.
• NB/ISO 7250:2010 Definiciones de las medidas básicas del cuerpo humano para el diseño
tecnológico (Correspondiente a la norma ISO 7250:1996).
• NB/ISO 11064-1:2008 Diseño ergonómico de los centros de control - Parte 1: Principios para
el diseño de los centros de control (Correspondiente a la norma ISO 11064-1:2000).
• NB/ISO 11064-2:2008 Diseño ergonómico de los centros de control - Parte 2: Principios para
la ordenación de las salas de control y sus anexos (Correspondiente a la norma ISO 11064-
1:2000).
• NB/ISO 11064-3:2009 Diseño ergonómico de centros de control - Parte 3: Disposición de las
salas de control (Correspondiente a la norma ISO 11064- 3:1999).
A lo largo del contenido del Decreto Ley nº16998, del 2 de enero de 1979, solo se establece
una mención directa y específica aplicable a la especialidad de la ergonomía en el trabajo,
definida en los artículos 350 y 351. Tal y como se dispone en la norma, cuando se prevea por
parte de los trabajadores la utilización de bancos, sillas, barandas, mesas u otros elementos
similares, deberán ser diseñados de acuerdo a las normas elementales de ergonomía a fin de
evitar esfuerzos innecesarios o peligrosos.
Además, los trabajadores deberán ser instruidos sobre los movimientos y esfuerzos que
ejecuten durante su jornada con el objetivo de prevenir lesiones por sobreesfuerzos o fatiga.
Por otro lado, cabe decir también que en caso de existir riesgos ergonómicos en el puesto de
trabajo, éstos deberán ser debidamente evaluados y gestionados, ya que es obligación del
empresario garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. Un ejemplo lo constituyen los
riesgos propios de las operaciones de manipulación manual de cargas: no existe capítulo
específico en la normativa que regule la gestión de estos riesgos. Sin embargo, las empresas
del país están obligadas a ellos por el hecho de ser un reconocido riesgo para la seguridad y
salud, haciéndose valer de métodos y estándares internacionales para la evaluación y
propuesta de medidas preventivas.
• NB/ISO 7250:2010 Definiciones de las medidas básicas del cuerpo humano para el diseño
tecnológico (Correspondiente a la norma ISO 7250:1996).
• NB/ISO 9241-1:2009 Requisitos ergonómicos para trabajos de oficina con pantallas de
visualización de datos (PVD) - Parte 1: Introducción general (Correspondiente a la norma ISO
9241-1:1997).
• NB/ISO 11064-1:2008 Diseño ergonómico de los centros de control - Parte 1: Principios para
el diseño de los centros de control (Correspondiente a la norma ISO 11064-1:2000).
• NB/ISO 11064-2:2008 Diseño ergonómico de los centros de control - Parte 2: Principios para
la ordenación de las salas de control y sus anexos (Correspondiente a la norma ISO 11064-
1:2000).
El Decreto Ley nº 16998, del 2 de agosto de 1979, dispone en su artículo 324 que en todos los
lugares de trabajo en los que los trabajadores estén expuestos a ruidos y vibraciones excesivos
como consecuencia del trabajo, se deberá disminuir el nivel de intensidad de estos riesgos a
valores aceptables, por medios adecuados de ingeniería o, en su defecto, dotar al personal
expuesto de elementos de protección contra ruidos y vibraciones. De esta última frase se
desprende el deber de primar las medidas de protección colectivas por encima de las
individuales.
Tal y como dispone el artículo 325 de la norma, el riesgo de ruido deberá ser evaluado por
personal técnico designado por la autoridad competente.
Por otra parte, los trabajadores que estén expuestos al riesgo de ruido ocupacional deberán ser
sometidos a exámenes médicos periódicos, a fin de determinar el estado de salud del
trabajador y si éste se ve afectado por la incidencia que pueda ejercer el desarrollo de su
trabajo.
Para encontrar más referencias en cuanto a la protección del trabajador frente a agentes
físicos, debemos remitirnos al Decreto Supremo nº 2348, del 18 de enero de 1951, por el que
se aprueba el reglamento Básico de Higiene y seguridad Industrial. Esta norma dispone los
siguientes deberes atribuibles a la figura del empresario:
• Ruido: No debe permitirse, en ninguna zona ocupada, proceso u operación alguna que
produzca ruido, a no ser que se tomen previsiones para evitar que el ruido dañe cualquier parte
del cuerpo o reduzca su eficiencia o su función normal.
• Vibraciones: Para todo proceso u operación que produzca vibración dentro de cualquier zona
ocupada, deberán tomarse medidas para evitar que la vibración lesione o reduzca en eficiencia
las funciones normales de cualquier parte del cuerpo.
El Decreto Ley nº 16998, del 2 de agosto de 1979, dispone en su artículo 324 que en todos los
lugares de trabajo en los que los trabajadores estén expuestos a ruidos y vibraciones excesivos
como consecuencia del trabajo, se deberá disminuir el nivel de intensidad de estos riesgos a
valores aceptables, por medios adecuados de ingeniería o, en su defecto, dotar al personal
expuesto de elementos de protección contra ruidos y vibraciones. De esta última frase se
desprende el deber de primar las medidas de protección colectivas por encima de las
individuales.
Tal y como dispone el artículo 325 de la norma, el riesgo de ruido deberá ser evaluado por
personal técnico designado por la autoridad competente.
Por otra parte, los trabajadores que estén expuestos al riesgo de ruido ocupacional deberán ser
sometidos a exámenes médicos periódicos, a fin de determinar el estado de salud del
trabajador y si éste se ve afectado por la incidencia que pueda ejercer el desarrollo de su
trabajo.
Para encontrar más referencias en cuanto a la protección del trabajador frente a agentes
físicos, debemos remitirnos al Decreto Supremo nº 2348, del 18 de enero de 1951, por el que
se aprueba el reglamento Básico de Higiene y seguridad Industrial. Esta norma dispone los
siguientes deberes atribuibles a la figura del empresario:
• Ruido: No debe permitirse, en ninguna zona ocupada, proceso u operación alguna que
produzca ruido, a no ser que se tomen previsiones para evitar que el ruido dañe cualquier parte
del cuerpo o reduzca su eficiencia o su función normal.
• Vibraciones: Para todo proceso u operación que produzca vibración dentro de cualquier zona
ocupada, deberán tomarse medidas para evitar que la vibración lesione o reduzca en eficiencia
las funciones normales de cualquier parte del cuerpo.
Tal y como dispone el artículo 280 del Decreto Ley, todo ambiente de trabajo se inspeccionará
periódicamente a intervalos tan frecuentes como sea necesario para garantizar que las
concentraciones de las substancias peligrosas se mantienen dentro de los límites permisibles
de exposición.
Los recipientes que contengan sustancias peligrosas deberán estar pintados, marcados y
provistos de etiquetas específicas para que sean fácilmente identificados y reconocidos por los
trabajadores.
Sustancias corrosivas
El empresario deberá instruir sobre cómo actuar en caso de producirse el derame de un líquido
corrostivo. En primer lugar, deberá resguardarse la zona f in de que ningún trabajador pueda
pisar el líquido. La superficie afectada deberá ser lavada con agua a presión o neutralizada con
cal o dolomita. Nunca deberá aplicarse serrín, estopas, trapos o cualquier material orgánico.
Por otro lado, el empresario deberá poner a disposición de los trabajadores duchas especiales
para casos en los que se produzcan derrames accidentales.
Cuando se den este tipo de riesgos, el empresario informará perfectamente a los trabajadores
de los peligros inherentes a su trabajo y de las medidas de protección.
Siempre que se produzca la indisposición de uno o más trabajadores a causa de una lesión,
por insignificante que sea, deberán notificar dicho suceso al servicio médico de la empresa.
En Bolivia, las obligaciones legales relativas a la protección de los trabajadores frente a los
riesgos derivados de la exposición a agentes químicos vienen definidas en algunos artículos
contenidos en el Capítulo IX del Libro II del Decreto Ley nº 16998, del 2 de agosto de 1979, por
el que se aprueba la Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional y Bienestar.
Tal y como dispone el artículo 280 del Decreto Ley, todo ambiente de trabajo se inspeccionará
periódicamente a intervalos tan frecuentes como sea necesario para garantizar que las
concentraciones de las substancias peligrosas se mantienen dentro de los límites permisibles
de exposición.
Sustancias corrosivas
El empresario deberá instruir sobre cómo actuar en caso de producirse el derame de un líquido
corrostivo. En primer lugar, deberá resguardarse la zona f in de que ningún trabajador pueda
pisar el líquido. La superficie afectada deberá ser lavada con agua a presión o neutralizada con
cal o dolomita. Nunca deberá aplicarse serrín, estopas, trapos o cualquier material orgánico.
Por otro lado, el empresario deberá poner a disposición de los trabajadores duchas especiales
para casos en los que se produzcan derrames accidentales.
Cuando se den este tipo de riesgos, el empresario informará perfectamente a los trabajadores
de los peligros inherentes a su trabajo y de las medidas de protección.
Siempre que se produzca la indisposición de uno o más trabajadores a causa de una lesión,
por insignificante que sea, deberán notificar dicho suceso al servicio médico de la empresa.
En desarrollo de este deber general, el artículo 374 y siguientes del Decreto Ley nº 16998, del
2 de agosto de 1979, por el que se aprueba la Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional
y Bienestar, disponen de forma más específica los requisitos que deberán cumplir los equipos
de protección individual facilitados a la plantilla.
Dicho artículo define los equipos de protección individual como “todos los complementos o
sustitutivos de la ropa de trabajo cuya función es estrictamente la de proteger al individuo frente
a uno o más riesgos derivados de su trabajo. Constituyen ejemplos de EPI las mascarillas,
gafas de protección, guantes, cascos, protectores de oído, botas o zapatos de seguridad, etc.
Tal y como dispone el artículo 375 de la norma, será obligatorio el suministro y uso de los
equipos de protección individual en aquellos casos en los que se identifique la existencia de
riesgos permanentes a los que puedan estar expuestos uno o más trabajadores. Los EPI
puestos a disposición por el empresario deberán cumplir con las especificaciones técnicas
respectivas, a fin de asegurar que garantizan una protección eficaz frente al riesgo
correspondiente.
Además de estos requisitos de carácter general, los artículos 377 y siguientes del Decreto Ley
establecen requisitos específicos en cuanto a la puesta a disposición de los EPI, en función de
la parte del cuerpo a la que otorgan la protección, destacando los siguientes:
Deberán ser proporcionados a aquellos trabajadores que estén expuestos al riesgo de caída de
objetos o materiales y a otros golpes en la cabeza (incluyendo los que pudieran sobrevenir a
consecuencia de la caída del trabajador en altura).
Todos los trabajadores que ejecuten cualquier operación que pueda poner en peligro sus ojos,
dispondrán de una protección apropiada para la vista.
Los mandiles utilizados por parte de los trabajadores cerca de llamas abiertas, fuego y objetos
incandescentes, serán confeccionados de material resistente al fuego y deberán disponer de
pecheras.
Por otra parte, los mandiles empleados por parte de trabajadores que manipulen líquidos
corrosivos, tales como ácidos o agentes cáusticos, serán confeccionados de caucho natural o
sintético, u otro material resistente a la corrosión, y dispondrán de igual modo de pecheras.
La protección de manos, antebrazos y brazos se hará por medio de guantes, mangas y mitones
seleccionados para prevenir los riesgos existentes, a la vez que se evita la dificultad de
movimientos al trabajador.
Estos elementos de protección serán de goma o caucho, cloruro de polivinilo, cuero, plomo, de
malla metálica u otro material, según las características o riesgos del trabajo a realizar. Para el
trabajo con electricidad deben usarse los guantes que lleven marcado en forma indeleble el
voltaje máximo para el cual han sido fabricados, prohibiéndose el uso de otros que no cumplan
este requisito indispensable.
No usarán guantes los trabajadores que operen taladros, prensas y otros equipos en los cuales
el guante pueda ser atrapado por partes en movimiento.
La protección de piernas, pies y muslos se hará por medio de calzado, botas, polainas,
rodilleras… seleccionados para prevenir los riesgos existentes y asegurar la facilidad de
movimiento al trabajador. Estos equipos de protección individual están sujetos a las siguientes
condiciones:
Los equipos protectores del aparato respiratorio deberán cumplir con lo siguiente:
• Se ajustarán en la medida de lo posible al contorno facial del empleado, a fin de reducir fugas.
• Las partes en contacto con la piel deberán ser de un material que evitar la irritación de la piel.
En Bolivia, una de las responsabilidades legalmente atribuidas a la figura del empresario radica
en la puesta a disposición por parte del empresario al conjunto de trabajadores a su cargo de
los equipos de protección individual (EPI) necesarios para el desarrollo de sus tareas en unas
condiciones adecuadas de seguridad y salud (ver apartado 6 de la presente guía).
En desarrollo de este deber general, el artículo 374 y siguientes del Decreto Ley nº 16998, del
2 de agosto de 1979, por el que se aprueba la Ley General de Higiene, Seguridad Ocupacional
y Bienestar, disponen de forma más específica los requisitos que deberán cumplir los equipos
de protección individual facilitados a la plantilla.
Dicho artículo define los equipos de protección individual como “todos los complementos o
sustitutivos de la ropa de trabajo cuya función es estrictamente la de proteger al individuo frente
a uno o más riesgos derivados de su trabajo. Constituyen ejemplos de EPI las mascarillas,
gafas de protección, guantes, cascos, protectores de oído, botas o zapatos de seguridad, etc.
Tal y como dispone el artículo 375 de la norma, será obligatorio el suministro y uso de los
equipos de protección individual en aquellos casos en los que se identifique la existencia de
riesgos permanentes a los que puedan estar expuestos uno o más trabajadores. Los EPI
puestos a disposición por el empresario deberán cumplir con las especificaciones técnicas
respectivas, a fin de asegurar que garantizan una protección eficaz frente al riesgo
correspondiente.
Además de estos requisitos de carácter general, los artículos 377 y siguientes del Decreto Ley
establecen requisitos específicos en cuanto a la puesta a disposición de los EPI, en función de
la parte del cuerpo a la que otorgan la protección, destacando los siguientes:
Deberán ser proporcionados a aquellos trabajadores que estén expuestos al riesgo de caída de
objetos o materiales y a otros golpes en la cabeza (incluyendo los que pudieran sobrevenir a
consecuencia de la caída del trabajador en altura).
Protección de la vista (Artículo 378)
Todos los trabajadores que ejecuten cualquier operación que pueda poner en peligro sus ojos,
dispondrán de una protección apropiada para la vista.
Los mandiles utilizados por parte de los trabajadores cerca de llamas abiertas, fuego y objetos
incandescentes, serán confeccionados de material resistente al fuego y deberán disponer de
pecheras.
Por otra parte, los mandiles empleados por parte de trabajadores que manipulen líquidos
corrosivos, tales como ácidos o agentes cáusticos, serán confeccionados de caucho natural o
sintético, u otro material resistente a la corrosión, y dispondrán de igual modo de pecheras.
La protección de manos, antebrazos y brazos se hará por medio de guantes, mangas y mitones
seleccionados para prevenir los riesgos existentes, a la vez que se evita la dificultad de
movimientos al trabajador.
Estos elementos de protección serán de goma o caucho, cloruro de polivinilo, cuero, plomo, de
malla metálica u otro material, según las características o riesgos del trabajo a realizar. Para el
trabajo con electricidad deben usarse los guantes que lleven marcado en forma indeleble el
voltaje máximo para el cual han sido fabricados, prohibiéndose el uso de otros que no cumplan
este requisito indispensable.
No usarán guantes los trabajadores que operen taladros, prensas y otros equipos en los cuales
el guante pueda ser atrapado por partes en movimiento.
Protección de las extremidades inferiores (Artículos 387-389)
La protección de piernas, pies y muslos se hará por medio de calzado, botas, polainas,
rodilleras… seleccionados para prevenir los riesgos existentes y asegurar la facilidad de
movimiento al trabajador. Estos equipos de protección individual están sujetos a las siguientes
condiciones:
Los equipos protectores del aparato respiratorio deberán cumplir con lo siguiente:
• Se ajustarán en la medida de lo posible al contorno facial del empleado, a fin de reducir fugas.
• Las partes en contacto con la piel deberán ser de un material que evitar la irritación de la piel.
Los aparatos de protección respiratoria se usarán sólo en casos de emergencia o cuando la
naturaleza del proceso no permita una alternativa de protección más cómoda para el
trabajador.