Trabaja Menos Generando Ingresos Pasivos
Trabaja Menos Generando Ingresos Pasivos
Trabaja Menos Generando Ingresos Pasivos
TRABAJA MENOS Y
GANA MÁS
GENERANDO
INGRESOS
PASIVOS
Guía completa paso a paso para imitar
el
éxito financiero y la vida de los nuevos
ricos
Título original de la edición en lengua
castellana: Trabaja menos y gana más
generando ingresos pasivos
Santi d’León
Madrid, noviembre de 2014
INTRODUCCIÓN
Consideraciones empresariales
de los ingresos pasivos
Los flujos de ingresos pasivos son
—obviamente— una forma de ingresos.
No puedo imaginar el ¿por qué? pero si
no esperas ganar mucho dinero a través
de tus ingresos pasivos, es posible que
esta sección no te interese demasiado.
Si no esperas que tus ingresos
pasivos rindan una cantidad de dinero
significativa o solo vas a hacer unas
pruebas con ellos para quitarte la
curiosidad puedes saltar directamente al
primer tipo de ingreso pasivo descrito
en este capítulo. De lo contrario sería
más provechoso que siguieras leyendo.
Si tienes una mentalidad
empresarial —como yo— un ingreso
pasivo es una oportunidad de negocio
que bien ejecutada representa un ingreso
de dinero, por tanto debes pensar en ella
como pensarías en otros tipos de
negocios.
Cuando te decides a montar un
negocio hay una serie de aspectos que
analizas lo más detalladamente posible
para tener éxito.
Posiblemente hagas un estudio de
mercado, un plan de negocios basado en
ese estudio, un plan de marketing y unas
proyecciones relativas al coste y
rendimiento de tu inversión. A la ligera
esto es lo mínimo que deberías hacer
antes de establecerte en cualquier
negocio.
Cuando creas flujos de ingresos
pasivos puedes hacer esto —o no— de
una forma muy sencilla. Un estudio de
mercado se puede hacer a través de una
encuesta gratuita en un blog o
simplemente analizando datos de visitas
de determinadas webs utilizando
servicios gratuitos como Alexa.
Verificando listados de ventas en
sitios webs o consultando
documentación especializada del sector.
No importa que herramienta utilices
siempre que puedas asegurarte un buen
grado de fiabilidad en los datos que
recabas.
No es necesario que contrates una
consultora externa para hacer un estudio
de mercado para comenzar tus flujos de
ingresos pasivos, pero estudiar el
mercado en el que intentas entrar es
importante.
Si estás planeado crear una serie
de podcasts para enseñar técnicas de
supervivencia en condiciones extremas,
sería una buena idea que previamente te
dieras una vuelta por internet para ver lo
que se cuece por ahí.
Buscar si alguien hace algo
similar y si es así, ver como le funciona
o el modo que lo está haciendo. En el
mejor de los casos encontrarás algunas
ideas que puedas aplicar a tu propio
plan.
Busca historias de éxito —¡y de
fracasos!— para lo que estás planeando
crear, es posible que tengas que
rebuscar entre decenas de web y
comentarios de blogs si el tema que has
elegido no es muy habitual, pero,
créeme, con que solo encuentres un error
o dos que puedas evitar ese tiempo
estará bien invertido.
Preguntar tampoco está de más,
mucha gente es muy receptiva —y
generosa— a la hora de responder sobre
sus experiencias. No juzgues
apresuradamente a la gente, la mayoría
de las personas tienen buenas
intenciones y están dispuestas a ayudar a
los demás ¿o tu no lo harías?.
Comparte lo que sabes,
intercambia ideas y experiencias con la
gente, tu vida será muchísimo más rica y
no perderás ni dinero ni oportunidades
por hacerlo. Si te acercas a alguien
respetuosamente y le pides su consejo en
la mayoría de los casos recibirás una
respuesta positiva.
Planifica tus ingresos pasivos.
Escribe un plan detallando lo que
intentas conseguir en un mes, en un
trimestre, en un semestre o más.
Escríbelo antes de empezar.
Ese será tu plan de negocio, si no
dejas constancia escrita —previamente
— de lo que esperas conseguir con tu
nuevo flujo de ingresos pasivos tampoco
sabrás si las cosas están saliendo mejor
o peor de lo que habías previsto. Estos
análisis aunque sean muy sencillos son
importantes así que no los
menosprecies.
Si no quieres hacer una hoja de
cálculos, te bastará con una hoja de
papel y un bolígrafo —no uses lápiz, el
lápiz se puede borrar— escribe con toda
la precisión posible el dinero y el
tiempo que estás en disposición de
invertir así como los resultados que
esperas obtener.
No importa que luego no coincida
con los resultados, pero necesitas crear
una guía antes de comenzar. De lo
contrario no sabrás como lo estás
haciendo.
En el mundo empresarial dicen
que los planes de negocios está para
incumplirlos y así suele ocurrir, pero
para incumplirlos primero hay que
redactarlos.
Si vas a tomarte esto de los
ingresos pasivos como un verdadero
negocio tendrás que dejar constancia de
tu plan. Un empresario lo haría.
Por último, ya hablamos de este
tema antes. Planifica tus impuestos, no
dejes ese tema desatendido. Si vas a
montar un negocio —ya sea a través de
ingresos pasivos o cualquier otro—
debes tener en cuenta los impuestos que
tendrás que pagar.
Ganar dinero implica pagar
impuestos, en algunos casos cuando
ganas dinero a través de internet las
imposiciones fiscales se solapan y
tendrás que pagar impuestos en más de
un país. Aquí va mi consejo y va en
serio, entérate de cual es la tributación
que te corresponde pagar antes de poner
las cosas en marcha.
Planifica y paga tus impuestos
como haría cualquier buen ciudadano.
Pocas cosas son tan dolorosas
como ver retenidos tus ingresos porque
no cumples con las leyes de tributación
adecuadamente o tener que pagar
sanciones por incumplir las leyes
tributarias de tu zona.
No necesitas conocer todas las
leyes al respecto, con que tengas un
asesor financiero competente y de
confianza es suficiente. Posiblemente
tengas que pagarle si tiene que hacer su
trabajo, pero recuerda que es mejor
pagar los servicios de un buen asesor
que suplicar a los organismos tributarios
que te devuelvan el dinero retenido.
Busca este tipo de historias en
internet y luego planifica antes de actuar.
Cesión y explotación de
derechos
Si eres autor o posees los derechos de
autor de algún tipo de obra que pueda
explotarse comercializándose, puedes
ceder la explotación, mediante un
contrato temporal o permanente a un
tercero —persona o empresa— para que
lleve a cabo su explotación pagándote a
ti un porcentaje de los beneficios
obtenidos. En sentido inverso, puedes
conseguir un contrato de explotación de
alguien para vender o distribuir su obra
o sus bienes y ganar dinero con ello.
Donativos
Tiene relación con los blogs. Si vas
crear un blog y vas a compartir tu
material con mucha gente de manera
altruista y gratuita y tu material tiene
valor dale una oportunidad a la gente de
que colabore contigo donando un dinero
—habitualmente el valor de un par de
tazas de café aunque puede ser más—.
Tal vez no recibas mucho dinero, pero
sea lo que sea es mejor que nada. La
gente se siente a gusto colaborando con
personas que generan valor. Esté método
lo utilizan páginas tan importantes como
Wikipedia.
Fama
También tiene relación indirecta con los
blogs. Es un tipo poco habitual —la
mayoría de la gente no es famosa— así
que si consigues fama podrás utilizarla
para ganar algo de dinero. Si tienes fama
es posible que te inviten a programas de
televisión, radio, copas o, si tienes
muchos seguidores, que recibas
productos para probar de distintas
marcas para luego comentarlos en tu
blog.
Fotografía
Es una de las mejores opciones para
conseguir ingresos pasivos haciendo lo
que te gusta. Tanto si eres profesional
como si eres aficionado y te gusta hacer
fotografías puedes subir tus fotos a uno o
varios sistemas de venta de fotografía de
stock en internet como Gettyimages,
Photostock, Depositphotos, Fotolia,
Thinkstockphoto y una larga lista de
alternativas y recibir dinero por cada
venta que se haga de tu foto. Solo tienes
que subir una buena foto que tengas y
empezar a cobrar cuando alguien más la
compre.
Inversiones bursátiles
Es otro de los tipos de ingresos pasivos
más explotado a lo largo del tiempo,
existe una oferta de productos inmensa
en el mercado que puedes manejar y
obtener una rentabilidad anual por ello.
Las oportunidades y posibilidades son
tan amplias como abrumadoras.
Máquinas expendedoras
Es una alternativa que funciona con poca
logística y trabajo por tu parte. Si no
contratas personal tu trabajo será
negociar, comprar y reponer los
artículos que vendes en tus máquinas
expendedoras, así como transportarlas a
los sitios donde las colocarás o
mantenerlas en funcionamiento.
Pros: Si ubicas bien tus máquinas
quedarán vacías de productos y llenas
de dinero cada día. Requieren un poco
de trabajo, pero es un negocio
relativamente sencillo.
Contras: Necesitas un capital para
adquirir o alquilar las máquinas y los
permisos de explotación para poner el
negocio en marcha. Necesitarás un
vehículo para abastecerlas o
trasladarlas. Requiere que dediques una
parte de tu tiempo a su funcionamiento y
mantenimiento.
Marketing de afiliación
Si tienes un blog o una página web y no
quieres o no puedes ocuparte de
monetizar los espacios publicitarios
puedes asociarte con una plataforma de
afiliación —habitualmente una empresa
— que se ocupa de conseguir y mostrar
publicidad en tu página web.
Pros: Solo tienes que registrarte
en la plataforma e insertar un código en
tu blog o página web para que se
muestre la publicidad. Es inmediato en
muchos casos. Si no entiendes de
publicidad y no quieres complicarte la
vida puedes dejar ese tema a otros.
Puedes combinar varias plataformas.
Contras: Con la mayoría de
plataformas ganas poco dinero si no
tienes mucho tráfico porque se suma
alguien más con quien repartir el ingreso
entre el cliente final y tu. Si la
plataforma de afiliación no es muy
eficiente técnicamente puede afectar la
experiencia de tus usuarios —hacer tu
sitio web más lento—. No todas las
redes de afiliación ofrecen mucha
transparencia en sus resultados.
Música
Si eres músico o trabajas en el campo
de la música o los efectos especiales o
de sonido puedes distribuir tus obras a
través de internet mediante servicios
como iTunes, Spotify o Deezer. Llegas a
mucho más publico con una inversión
mínima.
Propiedad intelectual y
patentes
Si eres de esas personas que pueden
aportar algo al resto de los mortales ya
sea bajo la forma de una obra literaria,
musical, audiovisual o a través de
inventos o procedimientos que mejoren
nuestra vida o nuestra salud, es posible
que vivas toda tu vida de los ingreso
pasivos —o regalías— que puedes
obtener con esa condición. Cuanto
mayor sea el valor que aporta tu obra o
tu invento a la sociedad, ya sea en forma
de entretenimiento, educación o mejora
en la vida, mayor será el rendimiento
dinerario que obtendrás a largo plazo.
Piensa en cuanto dinero habrá ganado la
persona que tuvo la idea de poner
ruedas a las maletas.
Pros: Ganarás mucho dinero con
algo que disfrutas mucho y en lo que
eres realmente bueno. El valor residual
es inmenso, posiblemente se mantenga
durante toda tu vida e incluso después.
Se puede heredar a tus familiares.
Contras: Puedes tener problemas
derivados de la legislación si alguien
registra tu obra a su nombre o si no son
reconocidos tus derechos sobre lo que
hayas creado. Si es algo realmente
importante para el mundo necesitas
proteger tu creación a nivel mundial.
Publicidad
Mostrar publicidad en tu sitio web o en
tu blog reportará un ingreso pasivo cada
vez que alguien vea uno de tus artículos
o de tus páginas. Es otra manera muy
eficiente de genera un flujo de ingresos
con poco o ningún esfuerzo por tu parte.
Existen sistemas como Google AdSense
que dirigen de forma automática la
publicidad que se muestra en tu sitio
web o en tu blog. Solo tienes que
insertar un código y el sistema se
encarga del resto del proceso
mostrándote un informe diario de tus
ingresos.
Redes sociales
En compañía de los blog y sitios web es
una de las estrategias más recientes y
habituales para generar e incrementar tus
ingresos pasivos. Si consigues un buen
número de seguidores en tus cuentas de
Facebook, Twitter, Instagram, etc. Este
potencial de difusión —conocido como
apalancamiento— te permitirá llegar a
mucha gente con muy poco esfuerzo para
hacerles saber que es lo que vendes o
que es lo que estás haciendo o
promocionando.
Videojuegos
Los seres humanos siempre estamos
buscando maneras de entretenernos,
divertirnos y desestresarnos de nuestras
tensiones y nuestro ajetreado ritmo de
vida y los teléfonos móviles y tablets
han conseguido que podamos acceder a
los videojuegos en cualquier momento y
desde cualquier lugar. Es un mercado
increíblemente potencial y expansivo
que no parece tener límites. Si eres
capaz de hacer un videojuego que
enganche a la gente y lo pones a la venta
puedes ganar millones de dólares/euros
—literalmente— en muy poco tiempo.
1. No te subestimes
Tendemos a pensar que los demás son
mejores que nosotros y eso no es
verdad. Posiblemente los demás hagan
algo mejor que nosotros, pero eso no
quiere decir que sean mejores. Cada vez
que planeamos realizar un nuevo
objetivo –sobre todo cuando se trata de
algo importante para nosotros–
empezamos a pensar que no seremos
capaces de conseguirlo. Nos llenamos
de dudas rápidamente y tendemos a
pensar que seguramente abandonaremos
por el camino, que no somos lo bastante
inteligentes o que no podremos hacerlo
tan bien como lo hacen otros.
Déjame darte una buena noticia,
esa idea solo es un fraude orquestado
dentro de tu mente, pero que no tiene
bases reales en las que sostenerse, aún
cuando hayas fracasado anteriormente
tratando de llevar a cabo un objetivo –o
el mismo que te propones ahora– el
pasado no determina el futuro. Que te
hayas equivocado con anterioridad no
significa que siempre vayas a fracasar
—salvo que insistas en cometer los
mismos errores y entonces pues si—.
Si nunca te has puesto manos a la
obra por conseguir flujos de ingresos
pasivos puedes seguir este sencillo plan
que comparto contigo.
Lee este libro completamente un
par de veces si es necesario, toma notas
de las ideas que son más importantes o
en las que quieras profundizar más tarde
—no solo debes leerlo, ¡estudia este
libro!— y una vez que tengas claro cual
es el tipo de ingreso pasivo que vas a
crear pasa a la acción directamente, sin
más.
Es como zambullirse en un piscina
de agua helada, debes hacerlo sin
pensar, porque cada segundo que
pienses —antes de hacerlo— tu mente
hará que sientas más y más temor hasta
que cambies de opinión y lo dejes.
Entrarás en parálisis.
Tú sabes que en el fondo no
ocurrirá nada —otras personas lo han
hecho, ya has visto que puede hacerse, si
alguien puede hacerlo tu también— solo
es un poco de agua fría, pero cuanto más
lo pienses antes de hacerlo más lejos
estarás de conseguirlo.
Si ya lo has intentado antes, pero
no has tenido éxito, no pasa nada, no te
desanimes, al fin y al cabo, todo intento
es mejor que nada. Tendrás que revisar
tu plan anterior para determinar que es
lo que salió mal y mejorarlo, nada más.
Por ejemplo, si crees que tu plan
fracaso porque te rendiste antes de
tiempo o porque fuiste muy optimista
con tus previsiones de venta habrás
conseguido una valiosa información
para mejorar tu plan original.
En cualquier caso, no dudes de ti.
Hacer algo mal un par de veces es un
resultado esperable cuando aprendes a
hacer algo nuevo, no es tan extraño ni
tan grave.
2. No sobrevalores el fracaso
Durante los últimos años se ha
establecido cierta simpatía hacia la
cultura del fracaso. Muchos empresarios
recomiendan a viva voz ¡Fracasa pronto
y fracasa mucho! Actualmente esa,
parece ser la mejor senda en dirección
al éxito.
Algo así como un camino plagado
de piedras donde tropezar —y tropezar
mucho— es inevitable y muy
provechoso. ¡Vaya ridiculez!.
Hasta cierto punto, los fracasos en
la práctica son algo previsible y
aceptable.
Hubo un tiempo —aunque no lo
recuerdes ahora— en que sumar 5+3 era
un verdadero problema en tu vida, te
generaba tensión y angustia enfrentarte a
ese tipo de situaciones, pero luego de
unos cuantos errores de cálculo —
aceptables en cualquier niño—
finalmente aprendiste a hacerlo y te
olvidaste del tema.
El punto es que, con el paso del
tiempo, fracasar empieza a tener
mayores consecuencias y ya no se ve tan
natural y aceptable como antes.
Cuando creas un flujo de ingresos
pasivos o decides crear una nueva
empresa o un nuevo producto, el hecho
de fracasar puede echar por tierra
muchos meses de duro trabajo, una
buena cantidad de dinero, una gran carga
emocional, la reputación entre tus
amigos y familiares, tu crédito bancario,
tu autoestima y un sinfín de
posibilidades, ninguna de ellas
agradable.
Cuando el fracaso sobreviene
finalmente es cierto que aprendes de
ello y ganas experiencia, pero
básicamente aprendes lo que NO
funciona de tu idea y sigues sin saber
qué es lo que deberías hacer mejor en tu
próximo intento, así que fracasar es una
parte del asunto, pero no todo.
Debes empezar a tomarte en serio
el hecho de conocer —y estudiar— los
fracasos de los demás. Es mucho más
rápido y barato que fracasar por tu
cuenta. Saber en qué y cómo han
fracasado otros puede restar muchas
horas de análisis y lamentos.
No busques solo historias de éxito
para inspirarte, busca también las
historias de fracasos y analízalos.
Piensa en ellos. Indaga como evitarlos.
Vivimos en la era de la
información, una época fascinante –he
de destacar, que en toda la historia,
todos los hombres han pensado lo
mismo de su tiempo–. Gracias a internet
tenemos más información a nuestro
alcance que cualquiera rey
todopoderoso y rico del pasado.
Se puede aprender mucho de los
fracasos ajenos, es más ¡se debe!.
Encontrar historias de éxito
brillante en internet es muy fácil y
perderse soñando con alcanzar metas
parecidas o mayores también; no
menosprecies el valor que tienen las
historias que hablan de fracasos y
errores cometidos por otros –porque ya
han hecho ese trabajo por ti–.
En el 90% de los casos —sino
más— hagas lo que hagas, otros ya lo
habrán intentado antes que tú con más o
menos éxito. No es para sentirse
decepcionados, mucha gente piensa
como nosotros sin que lo sepamos. Estas
personas de manera generosa comparten
su experiencia dando pistas y datos
sobre lo que puede salir mal durante el
camino.
Indagar en los fracasos ajenos no
te librará de cometer algunos errores,
pero los reducirá a su mínima expresión.
Así que no sobrevalores tu fracaso, es
mejor aprender de los fracasos ajenos.
El valor
El valor de un ingreso pasivo
determinará en gran medida que su
resultado sea positivo y que se mantenga
durante muchos años.
Por valor debes entender aquello
que la gente percibe útil o necesario y
por lo que estaría dispuesta a pagar. No
es lo que tú creas que es valioso sino lo
que los demás consideran que es
valioso, que no es necesariamente lo
mismo.
Si quieres ofrecer a los demás
algo de valor tienes que comprender que
es lo que ellos perciben como valioso.
Hay muchas formas de valor y
pueden combinarse para obtener aún
más valor final. Tener la habilidad de
transmitir conceptos con claridad aporta
valor, reunir información dispersa en
torno a un tema original aporta valor,
enseñar a los demás a partir de tus
habilidades aporta valor, ser original en
tus propuestas aporta valor, mantener la
honestidad con los demás sobre un tema
aporta valor, compartir tus dotes
artísticas aporta valor.
Aportar valor es la clave para
crear flujos de ingresos pasivos que
fluyan durante muchos años. Cuando
tengas claro cual es el tipo de ingreso
pasivo en el que vas a trabajar,
concéntrate en potenciar el valor que
vas a compartir con los demás.
Si eres capaz de ser original y al
mismo tiempo de aportar valor a los
demás tus ingresos pasivos no tendrán
techo y fluirán durante años en base a
ese valor.
1. Motivación
Te apasiona la música y siempre has
soñado con ser una estrella del pop,
bueno no siempre, en realidad sueñas
con eso desde el día que tu tío favorito
te regalo una guitarra de plástico que no
sonaba del todo bien, pero que, sin
embargo, para ti era la mejor guitarra
del mundo; con ella diste muchos
conciertos en tu habitación.
Amas la música y sabes que tu
destino está sobre los escenarios
interpretando tus canciones para todo
aquel que quiera escucharlas. La
motivación nace de hacer aquello que
más te gusta hacer.
2. La idea
Durante el último año has dedicado
bastante tiempo a tu música
componiendo algunas canciones. Suenan
bastante bien, según dicen quienes las
han escuchado, así que te parece que es
un buen momento para reunirlas en un
álbum y ponerlo a disposición de tus
fans.
¿Qué fans? Los que van a oírte
tocar a esos locales que frecuentas para
tocar tu música. Tus amigos y los amigos
de tus amigos. Tu familia que te pide que
cantes en cada reunión, esos tus
primeros fans.
La mayoría están dispuestos a
ayudarte a que consigas tu sueño, editar
tu propio álbum, ya tienes la idea.
3. El problema
No sabes mucho del mercado musical.
Por muy amateur que seas, deberías
conocer, al menos, si tu tipo de música
se vende y cuanto se vende. Si no eres
capaz de hacerlo o no te gusta hacerlo
deberás buscar a alguien que se ocupe
de esas cosas —ahora no, pero te hará
falta así que ve pensándolo—.
También es una buena idea que
analices que plataformas de venta que
puedes utilizar para poner a disposición
de tus fans tu obra, cuanto te pagarán por
vender tu álbum y cuanto tiempo lleva
todo el proceso en general.
Editar tu álbum te llevará un mes,
dos, tres, seis, doce. Debes mantener la
noción de los tiempos y establecer
plazos para los distintos pasos.
Puede ser que para el proceso
creativo eso sea más difícil, porque una
canción sale cuando sale, pero para el
resto de pasos, debes establecer
tiempos.
Infórmate que derechos vas a
ceder a quien comercializa con tu álbum
y durante cuanto tiempo.
Este tipo de acuerdo te impone
algunas obligaciones, asegúrate de
comprender cuales son. Analiza el
mercado, cuantifica el posible alcance,
infórmate de tus obligaciones tributarias
y ten claro que derechos cederás a la
hora de asociarte con alguna plataforma.
Se que son todos temas aburridos
para un artista, pero hasta los artistas
están obligados a pagar sus impuestos.
Describe los posibles problemas
detalladamente para tener la seguridad
de que entiendes la mayor parte de la
situación.
Nota: pide ayuda alguien que ya
haya publicado un álbum antes que tu.
Eso te librará de muchas dudas y te dará
ideas.
4. El plan
Planifica el álbum. ¿quién hará la
portada? ¿puedes conseguirla gratis?
¿cuántas canciones incluirá el álbum?
¿cuánto tiempo te llevará grabar las
pistas definitivas? ¿puedes conseguir un
estudio o grabarás en tu habitación?
¿necesitarás que alguien haga arreglos a
las pistas? ¿una vez que el álbum esté
acabado lo presentarás en algún sitio?
¿qué sitio sería mejor para ti? ¿dónde te
gustaría presentarlo? ¿puedes conseguir
entrevistas de radio o tv para
promocionarlo? ¿vas a registrar el
álbum antes de editarlo? ¿deberás pagar
algún impuesto cuando comiences a
vender? ¿cuántos álbumes esperas
vender en seis meses?
Toda estas preguntas son
importante y necesitan tener respuesta
antes de comenzar, debes hacerte todas
las preguntas que puedas para que tu
plan quede escrito lo más
detalladamente posible. Detalla tu plan.
5. Puntos críticos
Ya sabes donde grabarás las pistas,
quien las retocará cuando estén listas y
quien hará la portada. También sabes
donde presentarás el álbum y en que mes
lo harás. Has hablado con otro músico
que ya ha publicado independientemente
y te ha dicho que con los impuestos no
hay problema. Además te ha puesto en
contacto con otro músico famoso para
que grabará contigo una canción, eso es
maravilloso porque ayudará mucho en la
promoción del disco.
Todos estos pueden ser puntos
críticos ¿cómo? Te lo enseñaré.
Si no confirmas la fecha del local
donde vas a tocar los dueños podrían
cambiar de opinión y alquilarlo a
alguien más —también podrían cometer
un error— y te quedarías sin sitio. Eso
te obligaría a buscar otro sitio y avisar a
la gente a tiempo. Podrías haber
incluido el sitio y la hora en la
publicidad que ahora estaría mal y tal
vez habría que tirarla a la basura.
Después de publicar tu álbum el
cantante con el que habías grabado un
trozo de una canción te reclama una
cantidad de dinero como derechos de
autor por haber participado en el disco.
Esto no es lo que se había acordado,
pero no hay nada escrito, todo fue de
palabra en el momento de la grabación o
por teléfono.
En realidad no es el músico quien
reclama sino su manager que es quien se
ocupa de velar por los intereses del
músico —ese es su trabajo—, el no
estuvo en la reunión informal que tuviste
previamente así que no hay manera de
convencerle. Además del dinero que
reclama ahora es más de lo que has
vendido. Un desastre.
Es fundamental detectar y dejar
atados los puntos críticos antes de que
se conviertan en un problema.
Recuerda que es más barato evitar
un problema que pagar para librarte de
el.
6. La acción
Una vez planteada la idea hay que pasar
a la acción según el plan. Comenzar a
grabar las pistas mientras los artistas
hacen la portada y el material
promocional, —aunque solo se una
octavilla en blanco y negro—.
Hay que acabar de grabar el
material con el tiempo necesario para
retocar las pistas de audio y montar la
página web —puede ser una página
gratuita en una red social—.
Contactar con medios de
comunicación de tu zona, como radios,
periódicos o blogs que estén dispuestos
a hablar de tu álbum —la mayoría estará
dispuesto a hacerlo gratis— sobre todo
cuando comienzas.
Hay que coordinar el equipo de
música para tocar en el local si lo
necesitas, la ropa que vas a usar esa
noche. Tal vez quieras cortarte el pelo o
hacerte un tatuaje.
Buscar un fotógrafo para que haga
algunas fotos bonitas del evento que
puedas distribuir entre la prensa y para
una página web.
Hay mucho que hacer así que
planifica los pasos en el mejor orden
posible y pasa a la acción, en este punto
casi todo debería estar pensado. Así
cuando aparezcan los primeros
imprevistos —que siempre los hay— se
hecha mano del plan y se decide lo que
sea mejor en función de los objetivos
establecidos.
7. Confía
Disfruta el momento. Has trabajado
mucho para llegar hasta este punto y si
lo has hecho tan bien como has podido
poco a poco se verán los frutos. Cuando
el álbum comience a ser conocido
mejorarán las ventas y empezarán a
llegar los primeros ingresos pasivos.
Así que este es el momento ideal
de disfrutar y de seguir promocionando
el álbum. Como disfrutas haciendo lo
que haces, promocionar tus canciones no
es un trabajo es un placer para ti.
Cada nuevo fan es un potencial
cliente y todas estas nuevas experiencias
inspiran nuevas canciones para el
siguiente álbum en uno, dos o tres años.
Si tu álbum tiene valor y se ha
ejecutado bien puedes espera que el
flujo de ingresos pasivos se incremente
con el tiempo y posiblemente que se
mantenga durante muchos años. A pesar
de publicar nuevos álbumes siempre
habrá gente nueva dispuesta a comprar
los primeros y eso hace que ese flujo de
ingresos pasivos se mantenga.
Este no es el FIN, es el
comienzo
Este libro no ha hecho más que empezar.
Iré ampliando y actualizando su
contenido con el feedback y las mejores
ideas de los lectores, amigos y bloggers
que lo hayan leído y me las hayan hecho
llegar. Este no es el fin, es solo el
comienzo. ¡Gracias por acompañarme en
este viaje! Estas invitado a seguir en el.
¡Hasta muy pronto!
Santi d’León
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