Marta Susana Brovelli: La Educación A Distancia: Una Invitación A La Construcción Conjunta
Marta Susana Brovelli: La Educación A Distancia: Una Invitación A La Construcción Conjunta
Marta Susana Brovelli: La Educación A Distancia: Una Invitación A La Construcción Conjunta
LA EDUCACIÓN A DISTANCIA:
UNA INVITACIÓN A LA CONSTRUCCIÓN CONJUNTA
Resumen Con este artículo se pretende conti- Abstract This article intends to give continuity
nuar con el debate y las reflexiones acerca de la to the debate on — and the reflections about —
Educación a Distancia (EaD). Para ello se pro- Distance Education (EaD). With this purpose in
pone: en primer lugar, algunas consideraciones mind, we make, in the first place, some general
generales que tienen que ver con la Educación a considerations about this type of education and
Distancia y el uso de las Nuevas Tecnologías de the use and development of the New Informa-
la Información y de la Comunicación (NTIC) y tion and Communication Technologies (NTIC) in
su desarrollo en la sociedad actual. En segundo present society. Secondly, and mostly in connec-
lugar, y pensado muy especialmente en la for- tion with teachers’ training, we suggest that
mación de formadores, se pasa a plantear la ne- there is a need for a ‘critical didacticism’, able
cesidad de construir una ‘didáctica crítica’, que to break away from the technicist models that, to
rompa con los modelos de tipo tecnicista que has- date, have predominated in EaD. For this pur-
ta hoy han sido preponderantes en la EaD. De ese pose, we try to recover or to approach the politi-
modo, se intentan recuperar o bien abordar las cal and ethical dimensions of teaching and those
dimensiones políticas y éticas de la didáctica y that encourage the development of critical sub-
el desarrollo de sujetos y profesionales críticos. jects and professionals.
Palabras clave educación a distancia; democra- Key words distance education; democratization
tización de la enseñanza; didáctica crítica; pro- of teaching; critical didacticism; critical profes-
fesionales críticos. sionals.
Introducción
En primer lugar, por lo que puede observarse y anticiparse, es que esta nue-
va sociedad tecnologizada no viene a ofrecer soluciones a los grandes pro-
blemas sociales de exclusión y de concentración de la riqueza y del poder
económico financiero globalizado y hegemónicamente manejado, que im-
plica también el control de las informaciones y de las comunicaciones, sino
que, seguramente, los está profundizando.
De este modo, el mito de una mayor democratización social se cae ante
datos como los siguientes: de las 300 empresas de información y comuni-
cación más importantes del mundo, 144 son norteamericanas, 80 de la Unión
Europea, 49 japonesas; de las 75 agencias de prensa más importantes, 39 son
americanas, 19 europeas, 7 japonesas; de las 158 empresas más importantes
que producen material para la comunicación, 755 son norteamericanas, 36
europeas y 33 japonesas (Aparici, 2002, p. 8).
Por otra parte, si consideramos el porcentaje de personas interconec-
tadas, es decir con acceso a internet, podemos tener otra sorpresa ya que
datos de 1998 nos señalan que sólo el 2% de los habitantes del mundo go-
zan de este beneficio, según datos de la misma fuente.
Sin embargo, teniendo en cuenta afirmaciones de Castells, la nueva
economía es “información-al” (1994, p. 16) porque la productividad y la
competitividad de las unidades o agentes de la economía (sean empresas, re-
giones o naciones) dependen fundamentalmente de su capacidad para ge-
nerar, procesar y aplicar con eficacia la información basada en el conoci-
miento. Es también global porque la producción, el consumo y la circula-
ción y componentes están organizados a escala global. Se puede afirmar que
existe una singular conexión entre el conocimiento y la información. Las
nuevas tecnologías de la información, es decir la internet y los satélites, son
los medios que permiten el fenómeno de la globalización.
Está claro que no es posible pensar que la tecnología aplicada a los dis-
tintos ordenes de la vida social sea una panacea para la solución de los
problemas, ni para una vida mejor. Esto no quiere decir que no se reconoz-
can los beneficios que la NTIC ha traído a la vida cotidiana de muchos ciu-
dadanos. Permitiendo una rápida e inmediata comunicación de tipo plane-
tario, accediendo a un volumen de información que antes nos hubiera ocu-
pado mucho más tiempo o nos hubiera resultado imposible. Lo que pre-
tendo plantear es que ante esta nueva realidad, que muchos han naturaliza-
La EaD, vista desde tecnologías utilizadas, ha pasado por cuatro grandes eta-
pas. Primera etapa: caracterizada por el dominio del material impreso, tex-
tos y manuales, por correspondencia e intercambio de documento. Segunda
etapa: denominada analógica y caracterizada por la utilización de televisión,
vídeos y programas radiofónicos. Tercera etapa: se incorpora la informática
a los procesos de producción tecnológica de materiales. Cuarta etapa: se de-
nomina digital, en la que se integran los diferentes medios tecnológicos a
través de redes como internet u otros canales de distribución digital.
Actualmente, en la EaD las tecnologías más utilizadas constituyen una
mezclan de los medios de las diferentes etapas, con el posible predomino de
alguno de ellos.
La EaD analizada desde el punto de vista social está ligada al principio
de democratización de enseñanza en tanto se planteó como una alternativa
válida para llegar a aquellos sectores de la población que no podían acce-
der a estudios presenciales de manera sistemática y continuada. Desde ese
lugar ha cumplido, y sigue haciéndolo, con este objetivo, si bien los estu-
dios de investigación realizados demuestran que la mayor población de es-
tudiantes proviene de zonas urbanas y son personas que trabajan, amas de
casa o adultos que deciden realizar otros estudios superiores. Este aspecto
estaría mostrando la importancia de esta modalidad de enseñanza en el de-
sarrollo de la educación a distancia, que es otro de los reclamos de la so-
ciedad actual y lo será más aún en el futuro. En este sentido se piensa que
los sujetos deberán cambiar varias veces de actividad laboral durante el
transcurso de su vida.
“Podemos afirmar que hasta la fecha el conocimiento que hemos producido sobre
los medios y tecnologías en la educación es excesivamente fragmentado y ha sido
de poca utilidad para generar procesos de mejora y cambio educativo” (Moreira,
2003, p. 1).
bién decidir si se trabaja por y para la reproducción del orden social im-
puesto, a través de un modelo industrial de la EaD, o si se está dispuesto a
buscar nuevos modelos, más abiertos que incorporen al estudiante como su-
jeto activo, deseante, productivo y al docente como mediador, crítico y
creativo, entre el alumno y la cultura, organizada y distribuida en el cur-
rículum, como conocimiento para ser enseñando.
Se trata entonces de la construcción de una didáctica de la EaD que des-
de una perspectiva sociocrítica atienda a sus funciones éticas y políticas, al
tiempo que “recupere la unidad perdida entre contenidos, metodologías y
objetivos de la enseñanza” (Brovelli, 1990, p. 4). Esta construcción tendrá
que atender tanto a los principios de igualdad y democracia ante la edu-
cación, a los derechos de los sujetos y a la justicia social, como a la acep-
tación de las diferencias, a la subjetividad en los procesos de aprendizaje, a
la pluralidad cultural.
Son dos los desafíos didácticos que se le presentan a los profesores ante la
educación a distancia. En primer lugar, tiene que preguntarse: ¿Quiénes son
estos estudiantes que no tengo aquí y ahora en mi presencia material y di-
recta?; y en segundo lugar, ¿Cómo construir propuestas didácticas que fa-
vorezcan el aprendizaje autónomo y el pensamiento crítico?
En un principio, el docente se ve ante una situación distinta a la que
pueden describir en la mayoría de los discursos teóricos y prácticos acerca
de la enseñanza. Tiene que establecer modos de comunicación diferentes a
los que se pueden dar en el contexto de la clase tal como la conocemos en el
sistema de enseñanza presencial. En el caso de la EaD se trata de una comu-
nicación ‘asincrónica’ en cuanto a la categoría de tiempo, y ‘sin territoriali-
zación’ en cuanto al espacio. Esto que implica un cambio en lo referente al
concepto de ‘contexto de aprendizaje’. Sin embargo, sabe que la comuni-
cación que se logre tendrá que ser fluida y abierta, de modo que facilite y
propicie la participación activa del estudiante en las propuestas de enseñan-
za que formule. Tiene que poder imaginar estudiantes diferentes, con lo que
también variarán las formas de relacionarse con ellos y, por lo tanto, tam-
bién serán distintas las respuestas que pueda recibir.
Para comenzar desde el lugar de la posibilidad de la enseñanza y el
aprendizaje, es pertinente señalar que el estudiante que opta por un sistema
a distancia es una persona que ha tomado una decisión autónoma. Asimismo,
está dispuesto a iniciar un camino de aprendizaje y estudio que será diferente
al que seguramente está acostumbrado. Por ello, está dispuesto a intentar
otras formas de trabajo. O sea, contamos con ‘un sujeto que desea aprender’
de otra manera y está dispuesto a recibir propuestas de enseñanza y de
aprendizaje que requerirán de otras formas de trabajo, que deberán compati-
bilizarse con las ya adquiridas, poniendo en juego todo su potencial cognos-
Consideraciones finales
Nota
Referências