Maqueta Tu Libro Desde Word

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Maqueta tu libro desde Word.

Los cuatro
puntos a tener en cuenta:Tipografía, cuerpo,
interlineado y márgenes

22JUN

Maqueta tu libro desde Word. Si vas a publicar un


libro no te pierdas estos consejos para escritores
Maqueta tu libro desde Word con unos sencillos consejos. En ocasiones nos
habéis preguntado si se puede maquetar correctamente un libro en formato Word
y luego imprimirlo con un buen acabado. Antes de entrar en detalles la primera
cosa a tener en cuenta es que un archivo para imprimir se debe enviar siempre
a la imprenta en PDF, independientemente de que se haya maquetado en Word,
Indesign, etc. La segunda es recomendar que si no tienes experiencia recurras
a un profesional, en Olelibros.com somos especialistas en maquetación, diseño
de portadas, impresión y publicación de libros. Imprimir un libro es algo que
requiere experiencia. Tendrás la seguridad de que todo está bien y tu libro lo
vale. Si lo vas a maquetar tú tienes cuatro puntos fundamentales en los que
tendrás que poner especial cuidado a la hora de maquetar tu libro: Tipo de letra,
cuerpo, interlineado y márgenes. A continuación hablamos de cada uno de estos
puntos básicos para publicar un libro:

1.- Tipo de letra

¿Qué tipo de letra utilizo? Una de las primeras decisiones que debe tomar
un escritor a la hora de maquetar un libro suele ser qué tipo de letra
utilizar. Hay tres tipos de letra básicos: con rasgo, sin rasgo y artísticas.
Las letras con rasgo (normalmente conocidas como ‘serif’) son aquellas que
presentan rebordes o algún tipo de alteración o adorno en su línea, como la
Times o la Garamond. Las letras sin rasgo (‘de palo’ o ‘sans serif’) son
aquellas formadas por líneas sencillas, como la Arial, Hervética o Calibrí. Dentro
de las artísticas, se pueden englobar todas aquellas que presentan un diseño
más preocupado por su aspecto gráfico que por su legibilidad, y suelen utilizarse
para títulos de publicaciones o cartelería, buscando siempre un efecto de
impacto visual.
Normalmente, las letras con rasgo ofrecen un aspecto más clásico y aportan al
texto una imagen más densa; mientras que las letras de palo dan a los textos
un aire más moderno y transmiten una sensación de más amplitud y ligereza.

Usualmente, las letras con rasgo se emplean en textos de novelas, poesía y


formatos pequeños, mientras que las de palo se orientan más a informes,
presentaciones y folletos, pero todas al fin y al cabo son legibles y en última
instancia la elección de un tipo u otro depende del gusto personal de cada uno.

Lo importante es que se lea bien, no que sea artística por lo que te


recomendamos que no utilices un tipo de letra muy “artistico”. Un libro es para
leerlo no para ver que tiene un tipo de letra muy original.

2.- Cuerpo de letra

¿Y el tamaño? ¿Qué tamaño pongo a la letra? Habitualmente las


letras Sans tienen un cuerpo (tamaño de letra) mayor que las Serif, por lo que
un cuerpo de 10 puntos en una letra Sans suele equivaler a un cuerpo 12 de una
Serif. Dependiendo del formato final de la publicación, y también del público a
quien esté orientada, se puede elegir usar una letra de tamaño mayor o menor.
Conviene no olvidar que aunque tú tengas una vista de lince a lo mejor tus
lectores no, por lo que conviene no economizar páginas utilizando un cuerpo
pequeño. La lectura ha de ser agradable y fácil, y un buen cuerpo de letra es
fundamental para este propósito.

Una publicación destinada a publicarse en tamaño A4 o superior, por ejemplo,


requiere un tamaño de letra suficiente para llenar sus páginas sin “apelotonar” el
texto, ya que si usamos una letra demasiado pequeña se ofrecerá una imagen
muy densa. Del mismo modo, un libro que se publique en formato pequeño,
como A5 o menor, no se beneficia de una letra de gran tamaño, ya que el espacio
disponible en la página es reducido y si la letra es demasiado grande cabe poco
texto en cada página, lo que aumenta el número de páginas final y el coste de
edición, además de ofrecer una imagen de “libro para niños”. En pocas palabras,
tamaño grande de la página letra más grande y viceversa.

De todos modos, siempre se debe buscar un compromiso entre el tipo y tamaño


de letra y el público objetivo, ya que para un lector de edad algo avanzada, con
posibles problemas de vista cansada, un texto con un tamaño de letra demasiado
ajustado puede producir cansancio a la hora de su lectura, incluso un rechazo
inconsciente, provocando que la abandone. Del mismo modo, una publicación
con un tamaño de letra demasiado grande puede producir en un lector joven o
de mediana edad la sensación de ser “demasiado simple”, innecesariamente
claro y de poca densidad.

Existen infinidad de páginas dónde encontrar diferentes tipos de letra, por


ejemplo, por citar algunas,
tenemos Fontzone, Fontplace, 911Fonts, Azfonts o Ufonts. En todas ellas
encontraréis una variedad casi infinita para elegir no sólo la letra del texto, sino
que también podréis elegir entre miles para la portada.
Para acabar este apartado os recomendamos lo mismo que en el anterior. Lo
importante es que se lea bien.

3.- Interlineado

Básicamente el interlineado o la interlínea (el espacio que se deja entre las líneas
de un texto) se utiliza para lo mismo. Dependiendo de la densidad que se
quiera para el texto, se puede dejar mayor o menor espacio entre ellas. Una
interlínea más cerrada dará la sensación de un texto más denso, mientras que
una interlínea muy abierta aumenta la claridad (y la longitud) del texto, pero
siempre se debe controlar para no pecar de un exceso que puede llegar a
dificultar la lectura. Una interlínea demasiado grande puede hacer difícil el seguir
una lectura, ya que la vista se puede llegar a perder al buscar el comienzo de la
siguiente línea tras finalizar la anterior.

Lo aceptable, como siempre, se encuentra en el término medio, y va desde


un interlineado sencillo hasta uno doble (el conocido como “doble espacio”).
Dado que habitualmente ese espacio se mide en puntos, del mismo modo que
los tamaños de letra, una regla habitual en la composición de textos es utilizar
un espacio un par de puntos mayor del usado en el cuerpo del texto, o si se
utilizan porcentajes, un 120% mayor. Una interlínea más estrecha dará la
sensación de un texto más denso, y una más amplia consigue un texto de
aspecto más ligero y “aireado”.

Resumiendo, si vas a usar por ejemplo una letra Arial 10, lo recomendable es
que uses una interlinea mínima de 1,2.

4.- Márgenes

Los márgenes o espacio entre el texto y el borde de la página suelen


moverse entre 1,5 y 3 cm, y habitualmente son mayores en la parte del lomo
(para ceder un poco de espacio a la encuadernación). El margen interior o de
lomo ha de tener 0,5 cm más que el exterior.

Incluso estos márgenes, aunque en menor medida, afectan al aspecto general


de la publicación. Un libro o revista de mayor tamaño, que contenga
ilustraciones, puede beneficiarse de unos márgenes mayores que den un
aspecto de mayor claridad, mientras que un texto publicado en un formato más
pequeño no es conveniente que tenga unos márgenes demasiado grandes, ya
que de nuevo da la sensación de estar muy comprimido en el centro de la página.

Por supuesto, es importante no apurar demasiado ese espacio, ya que se


corre el peligro de dejar el texto demasiado próximo al final de la página, algo
que complica la tarea final de la impresión y puede llevar incluso en casos
extremos a que el texto aparezca cortado por rebasar el límite de la página.
Además, una publicación con un margen libre demasiado estrecho entre el texto
y el borde de la página, a menudo, da la sensación de un diseño descuidado, e
impide una lectura cómoda ya que los mismos dedos que sujetan el libro o revista
pueden llegar a tapar la visión del texto que se está leyendo.
Las distancias a respetar dependen del tipo de encabezado y pie de página (si
lo llevan), pero una medida común para un libro de tamaño medio (A5, 17×24…)
suele ser de 1,5 a 2 cms desde el encabezado hasta el borde de la página, de
entre 2 y 2,5 cms desde el pie, y de unos 2 cms desde el margen derecho.

Si el libro va encuadernado con tapa blanda, con lo que habitualmente se utiliza


cola, el margen del lomo suele ser de 0,5 cms mayor que el de la parte exterior.

En definitiva, estas son las normas generales para maquetar un libro de manera
correcta, el autor tiene cierta libertad y variedad a la hora de que imprimir su
estilo personal en el libro, pero lo importante es la legibilidad y la comodidad
a la hora de leer el texto; suficiente aire en los márgenes y una tipografía lo más
clara posible.

Consejos para escritores. Cómo diseñar la


portada de un libro
Posted on 22 junio, 2015 by Gutenberg en la nube

22JUN

Cómo diseñar la portada de un libro con unos


sencillos consejos
¿Cómo diseñar la portada de un libro? Si estás leyendo este artículo tal vez seas
escritor y vayas a publicar un libro. Muchos autores nos consultan cómo diseñar
su portada. Qué programas utilizar, donde conseguir imágenes. En este post
vamos a intentar constestar a la preguntas más frecuentes.

A la hora de diseñar un buena portada hay que tener en cuenta algunas


premisas. En primer lugar nos preguntaremos qué programa utilizar para hacer
una portada.

Programas de diseño

Existen muchos programas para realizar una buena portada. Los programas
más conocidos de diseño gráfico son QuarkXpress o Adobe
Indesign, aunque para diseñar una buena portada recomendamos Adobe
Photoshop. Si no dispones de estos programas también puedes acudir a
otros programas de fotos más accesibles como Gimp, con el que podrás
realizar tareas similares al conocido Adobe. Solo tienes que descargártelo en tu
ordenador y comenzar. ¿No conoces Gimp? Hay más un forofo de este menos
conocido programa.

Fotos

Pero además de saber cómo diseñarla deberemos tener en cuenta qué imagen
elegir para ilustrar la portada. Esta tarea debe centrar el máximo de los esfuerzos
a la hora de confeccionar el diseño, ya que de esta elección dependerá la imagen
que ofreces de todo el libro.

En este sentido, tendremos que elegir entre una fotografía o una ilustración. En
internet existen multitud de sites para comprar y bajar fotos e imágenes de
calidad. Fotolia, Shutterstock o Istockphoto son sólo algunos lugares donde
encontrarás imágenes de gran calidad que pueden ser de utilidad. Una vez
elegida la foto, es importante asegurarse de que tiene la calidad suficiente, ya
que si el libro será impreso, la fotografía deberá tener una buena resolución. Lo
óptimo son 300 p.p.p. cualquier imagen con resolución inferior a 200 p.p.p saldrá
pixelada y alterará el color que queremos. Por supuesto cuando hablamos de
resolución, la imagen ha de estar a tamaño real.

Tipografía

Una vez tengamos elegida la foto, tendremos que elegir la tipografía para el
título del libro. Existen miles de tipografías por lo que podemos estar horas y
horas probando cuál es la que mejor se ajusta a lo que buscamos.

Posiblemente en nuestro ordenador tengamos unas cuantas fuentes, pero


podemos añadir todas las que queramos. También existen en internet páginas
web donde se permite la descarga de tipografías con las que ir probando. Por
ejemplo, en la web Dafont puedes encontrar más de 20.000 fuentes para tu libro.

Una buena tipografía puede ser incluso más importante que la propia
imagen. Si se elige bien, la fuerza y el diseño de una buena tipografía invita a
no hacer uso de ninguna imagen en la portada.

Y por último, para inspirarse es conveniente perderse por las librerías,


físicamente u online, para ver como han hecho sus portadas otros. Seguir los
buenos ejemplos siempre ayuda.

Ánimo y a por esa portada.


Consejos para escritores. Programas para
tratar las fotos de la portada de tu libro con
calidad
Posted on 22 junio, 2015 by Gutenberg en la nube

22JUN

Publicar un libro: Las imágenes de la portada.


Cómo conseguir la mejor calidad.
Si eres escritor y vas a diseñar tú mismo la portada de tu libro te
preguntarás cómo tratar las imágenes de la portada, te damos algunas claves
para ello.

Muchos son los tipos de archivos de imagen que existen, así que en este
artículo vamos a ver algunas características y algunos consejos para conseguir
imprimir fotos con calidad, y sobre todo tener en cuenta si esa imagen va a ser
impresa y queremos sacarle todo el partido. A la hora de publicar un libro y
venderlo uno de los factores más importantes es la portada. El posible lector que
entra en una librería y ojea libros, lo primero que le va a ayudar a fijar la atención
y generar interés es la imagen y diseño de la cubierta. Y después la sinopsis y el
título. Las tres cosas son fundamentales para que el libro sea atractivo y ese
soñadoo lector se decida por nuestro ejemplar.

En primer lugar para tenemos que tener en cuenta la calidad de la fotografía.


Una imagen para ser impresa con toda calidad debe tener una resolución de 300
píxels por pulgada (pp o dpi). Programas para imprimir fotos hay muchos,
cualquier programa de edición de fotos como Adobe
Photoshop o Gimp disponen de opciones para ver con qué resolución cuenta
el archivo. Hay que recordar que descargar fotos de Internet suele acarrear
que en su gran mayoría sólo dispongan de 72 dpi de resolución, así que habrá
que tener muy en cuenta este dato. Si queremos imprimir una foto, lo mejor es
que tenga 300 dpi mientras que si la queremos subir a un blog, con solo 72 dpi
nos será suficiente. Siempre hablamos del tamaño final. De nada sirve tener una
imagen a 300 dpi con un tamaño 2 x 2 cm y querer después ampliarla a 10 x 10
cm por ejemplo. Cada vez que ampliamos perdemos resolución pudiendo quedar
la imagen “pixelada” o lo que es lo mismo, inservible.

Otra característica que tenemos que tener en cuenta es el formato de color de la


imagen. Tanto para internet como para la mayoría de impresoras tener las
imágenes en formato RGB será suficiente. Eso sí, las imprentas tradicionales
siguen trabajando en CMYK, así que muchas editoriales trabajan en la
actualidad con este tipo imprentas. Según para que vayamos a enviar la foto
tendremos que cambiar a un formato o a otro. Para cambiarlo. En el caso de que
trabajemos con Photoshop, iremos al menú de Imagen, después a Modo y allí
cambiamos a CMYK.

Tipos de archivos de fotos

Por último hay que tener en cuenta el formato de archivo en el que vamos a
trabajar. El formato de imagen .jpg se ha popularizado mucho en los últimos
años, y es un tipo de archivo compatible con casi todos los programas. Eso sí,
no es el que más calidad nos ofrece. Para trabajos impresos, los archivos
deben estar en formato .tiff, el que más calidad aporta, claro que por eso el
tamaño del archivo es mucho mayor que el .jpg. Pero ya se sabe, si queremos
calidad…

Consejos para escritores. Cómo diseñar la


portada de un libro
Posted on 22 junio, 2015 by Gutenberg en la nube

22JUN

Cómo diseñar la portada de un libro con unos


sencillos consejos
¿Cómo diseñar la portada de un libro? Si estás leyendo este artículo tal vez seas
escritor y vayas a publicar un libro. Muchos autores nos consultan cómo diseñar
su portada. Qué programas utilizar, donde conseguir imágenes. En este post
vamos a intentar constestar a la preguntas más frecuentes.
A la hora de diseñar un buena portada hay que tener en cuenta algunas
premisas. En primer lugar nos preguntaremos qué programa utilizar para hacer
una portada.

Programas de diseño

Existen muchos programas para realizar una buena portada. Los programas
más conocidos de diseño gráfico son QuarkXpress o Adobe
Indesign, aunque para diseñar una buena portada recomendamos Adobe
Photoshop. Si no dispones de estos programas también puedes acudir a
otros programas de fotos más accesibles como Gimp, con el que podrás
realizar tareas similares al conocido Adobe. Solo tienes que descargártelo en tu
ordenador y comenzar. ¿No conoces Gimp? Hay más un forofo de este menos
conocido programa.

Fotos

Pero además de saber cómo diseñarla deberemos tener en cuenta qué imagen
elegir para ilustrar la portada. Esta tarea debe centrar el máximo de los esfuerzos
a la hora de confeccionar el diseño, ya que de esta elección dependerá la imagen
que ofreces de todo el libro.

En este sentido, tendremos que elegir entre una fotografía o una ilustración. En
internet existen multitud de sites para comprar y bajar fotos e imágenes de
calidad. Fotolia, Shutterstock o Istockphoto son sólo algunos lugares donde
encontrarás imágenes de gran calidad que pueden ser de utilidad. Una vez
elegida la foto, es importante asegurarse de que tiene la calidad suficiente, ya
que si el libro será impreso, la fotografía deberá tener una buena resolución. Lo
óptimo son 300 p.p.p. cualquier imagen con resolución inferior a 200 p.p.p saldrá
pixelada y alterará el color que queremos. Por supuesto cuando hablamos de
resolución, la imagen ha de estar a tamaño real.

Tipografía

Una vez tengamos elegida la foto, tendremos que elegir la tipografía para el
título del libro. Existen miles de tipografías por lo que podemos estar horas y
horas probando cuál es la que mejor se ajusta a lo que buscamos.

Posiblemente en nuestro ordenador tengamos unas cuantas fuentes, pero


podemos añadir todas las que queramos. También existen en internet páginas
web donde se permite la descarga de tipografías con las que ir probando. Por
ejemplo, en la web Dafont puedes encontrar más de 20.000 fuentes para tu libro.

Una buena tipografía puede ser incluso más importante que la propia
imagen. Si se elige bien, la fuerza y el diseño de una buena tipografía invita a
no hacer uso de ninguna imagen en la portada.
Y por último, para inspirarse es conveniente perderse por las librerías,
físicamente u online, para ver como han hecho sus portadas otros. Seguir los
buenos ejemplos siempre ayuda.

Ánimo y a por esa portada.

Cinco pasos para elegir el título de tu libro


Posted on 22 septiembre, 2016 by Gutenberg en la nube

22SEP

Cinco pasos para elegir el título de tu libro, te


damos algunas claves para ello
¿Cómo poner un título a un libro? Si acabas de escribir un libro, es muy
común que aún te queden muchas cosas por hacer: corregirlo, escribir una
sinopsis impactante, pensar cuál será tu estrategia a la hora de difundirlo y un
largo etcétera de decisiones y pasos a seguir.

Entre estos pasos, se suele encontrar la elección del título del libro. Aunque
es posible que ya lo tengas, seguro hay que darle aún unas vueltas hasta tener
la certeza de su idoneidad. Esta es una de las decisiones más importantes ya
que así se llamará la obra y esas pocas palabras serán definitorias a la hora
de atraer lectores o editoriales en cualquier momento.

Una buena forma de conseguir esa clave fundamental es transitar por este
camino de cinco pasos:

También te puede interesar cómo escribir un buen prologo.

Punto uno, el título del libro deberá contener información encriptada. No es


ninguna broma, deberá ser un prodigio de economía comunicativa y conseguir
decir lo máximo con lo mínimo; porque aunque ha habido épocas en las que han
primado o se han puesto de moda los títulos larguísimos, en general, no es
recomendable un título largo. Si encuentras una palabra que tenga todos los
ingredientes necesarios, esa será la mejor elección.
Punto dos: ¿qué elementos ha de contener el título? La respuesta es clara,
tiene que decir cosas del libro, resumir al máximo qué se va a encontrar el lector
cuando lo abra, ser evocador para atraer a todos aquellos que estén buscando
nuevas lecturas con sólo leerlo; ser rápido y encontrar lugares comunes en el
imaginario colectivo sin caer en ellos.

Así que el paso tres te lleva a buscar una lista de palabras que definan tu
libro, o asociadas a él. De todas ellas, descarta todas las que no suenen bien o
no resulten atractivas.

En cuarto lugar, tienes que evocar imágenes mentales con ese título. Es la
manera que haces el viaje a la inversa para crearlo. De esa lista de palabras te
quedas con las pocas que más imágenes mentales te sugieran, con ellas
construyes unos cuantos títulos.

Y, en quinto lugar, busca a dos o tres personas de confianza. Mejor si son


profesionales: Si tienes editor o un profesional dedicado a la edición de la obra.
La persona que haya hecho el informe de lectura o que te vaya a hacer el editing
(edición y mejora del libro), etc. Serán las personas ideales para que le mandes
los cuatro o cinco títulos que hayas elegido. En sus respuestas encontrarás el
camino hacia el título perfecto para tu libro.

Una vez tienes ese título evocador, aún tendrás que tomar muchas decisiones
antes de ver publicada tu obra, por ejemplo, buscar la sinopsis adecuada, pero
eso será en otro post. Manos a la obra.

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