Paleontología
Paleontología
Paleontología
Paleontología
Paleontología
La corteza terrestre es un inmenso archivo natural y sus rocas representan las
páginas en las que ha quedado documentada la mayoría de los acontecimientos
ocurridos en el pasado geológico. Estas rocas guardan gran cantidad de
información sobre la historia de la Tierra, cuya edad se estima en unos 4600
millones de años (4600 m.a.) y que los geólogos tienen por misión descubrir e
interpretar.
Su calidad depende de diversas cualidades como ser fidelidad (es decir grado de
correspondencia o similitud a nivel espacial, bioquímico, ecológico, etc, entre la
asociación fósil y la comunidad original que le dio origen), resolución temporal,
perfección morfológica, tendencias estratigráficas, etc. Estas cualidades no han
permanecido constantes a lo largo del tiempo, sino que han ido variando como
resultado de la evolución biológica y geológica y por lo tanto, son importantes por
el grado de información tafonómica y paleobiológica que nos proporcionan.
Registro Fósil
La calidad del registro fósil ha sido medida sobre la base del grado de perfección
(estado completo o incompleto) que exhibe. También, con respecto a si es
adecuado o no para probar hipótesis geológicas o biológicas. Frecuentemente, los
datos registrados no han sido tenidos muy en cuenta debido a que son
incompletos, no obstante lo cual el registro fósil puede ofrecer una valiosísima
información, aunque parcial, aportada por los componentes preservables de
algunos organismos que si bien pertenecen a una gran variedad de taxones del
pasado no los representan a todos. Además, el registro biológico también es
incompleto como lo evidencia el hecho de que, apenas el 10% de las especies
actuales han sido descritas y que la totalidad de las especies vivientes solo
representa entre 3% y 5% de las que existieron a lo largo de todo el Fanerozoico.
Registro Fósil
Registro Fósil
Uno de los factores intrínsecos que condiciona el tipo de registro obtenido es por
ejemplo, la diferente resistencia que, durante el proceso de fosilización ofrecen los
biomateriales que componen los organismos. Este factor determina una tendencia
tafonómica que puede observarse al comparar el registro fósil con la biósfera
actual. A diferencia de lo que ocurre en ésta, donde los organismos de cuerpo
blando representan el mayor porcentaje, en el registro fósil los taxones
correspondientes a los animales marinos con esqueleto constituyen el 90 % de la
totalidad taxonómica, mientras que es mínima la proporción de taxones de cuerpo
blando.
Entre los factores extrínsecos se destacan:
1) las características del ambiente de acumulación a nivel biológico (comunidad de
organismos implicados en la descomposición o destrucción de la materia orgánica
después de la muerte), geoquímico (composición del agua poral) y de la dinámica
de enterramiento/desenterramiento, y
2) la historia posdepositacional de los sedimentos portadores de los restos o señales.
Mecanismos de Alteración Tafonómica
Una vez producido, un resto y/o señal es sometido a modificaciones en su composición,
estructura y/o ubicación espacio-temporal, que no necesariamente lo llevan a su
destrucción sino que lo modifican, aumentando su resistencia frente al medio de forma
tal que puede conservarse. Dichas modificaciones se dan a través de mecanismos de
alteración tafonómica, algunos de los cuales afectan a los tejidos blandos y otros a los
tejidos esqueletales mineralizados o no.
Encostramiento: Es el mecanismo por el cual los restos son recubiertos por materiales
calcáreos, fosfáticos, ferruginosos o arcillosos, antes de su enterramiento, por lo
que éste es un buen indicador del tiempo de exposición en la interfase sedimento-
agua.