El Silencio Como Castigo
El Silencio Como Castigo
El Silencio Como Castigo
El silencio como castigo no deja de ser una lucha de poder. Con ese
silencio la persona manipuladora intenta someter a su víctima,
cuya autoestima baja no soporta que la persona que quiere le deje de
hablar. Con ese tipo de silencio no se consiguen arreglar los conflictos,
sino el sometimiento de los demás.
Como bien pensarás, el silencio como castigo es una actitud infantil,
pero a la persona manipuladora le sirve para doblegar las voluntades
de los demás. De ese modo tendrá a personas capaces de hacer lo que
sea por no obtener su silencio de ellas.
Todos sabemos que hay situaciones que debemos callar, ya sea por
evitar hacer daño a la otra persona, o porque estemos muy exaltados,
o quizás no sea el momento adecuado. Son motivaciones sanas del
empleo del silencio. Se busca en estos casos, no agravar una
problemática.
Hay circunstancias que es mejor callar. Son decisiones inteligentes,
y prudentes. Para manejar esos silencios se requiere una cierta
madurez emocional. Es decir, la experiencia nos enseña que en ciertos
momentos es mejor no decir nada.