Mbb003 - I.E. Ignacia Velásquez
Mbb003 - I.E. Ignacia Velásquez
Mbb003 - I.E. Ignacia Velásquez
Educativa
“Ignacia
Velásquez”
Por:
Una vez que ingresan a este mundo su vida se torna traumática, ya que
muchos de ellos son menores que viven un calvario interminable, quedando
secuelas de por vida inmersas en problemas físicos y emocionales.
Pero, por qué permitir que nos quiten lo más preciado que tenemos en
nuestras vidas que es la libertad de hacer lo que mejor nos parezca, de trabajar
dignamente sin necesidad de torturas y calumnias. Somos seres humanos, no
objetos sexuales, esclavos o cualquier juguete al que se le puede utilizar a su
antojo. Por ello, debemos de estar bien informados sobre todas las
modalidades, características, objetivos y fines que estas personas y
organizaciones atroces cometen para obtener elevadas ganancias sin
importarles cuántas vidas y futuros de personas, que pueden triunfar y ser
grandes, están estropeando.
Las cifras de las víctimas del delito de trata de personas realmente son
alarmantes y más alarmante debe resultarnos el saber que “el conjunto de
las relaciones que se instauren en la humanidad depende radicalmente de
las que se establecen en el seno de la familia” (Tomas Melendo), esto debe
llevarnos a reflexionar y meditar sobre el tipo de relaciones familiares que
estamos fomentando en nuestra sociedad, el tipo de personas que se están
desarrollando al interior de las familias. Cada miembro posee su propia
dignidad y lo manifiesta en cómo obra frente a los demás y éste a su vez
reclama respeto, veneración y amor. Entonces si cada persona posee su propia
dignidad, por qué se están cometiendo atrocidades que van en contra de su
naturaleza. Es ahí donde nos llama a reflexionar y poner los ojos en la familia
como base primaria de formación de la dignidad y esta puede ser la clave para
disminuir la práctica de este delito ya que a través de la familia como factor
protector, se podría atacar los elementos de vulnerabilidad de las víctimas y por
ende la cartera de clientes. Si se educa en la familia fortaleciendo la dignidad
en cada uno de sus miembros desde pequeños, se estaría poniendo fin a la
existencia de estos dos elementos: víctimas y clientes, porque se estaría
atacando este problema desde la raíz.
Una niña o niño que crecen en el seno de una familia integrada por
papá, mamá y hermanos, quienes los tratan con amor, respeto y confianza,
haciéndolos reflexionar sobre la forma en que se conciben a sí mismos, que se
les enseña a partir del ejemplo de los padres que el amor es un acto de la
voluntad orientado a perseguir el bien de la otra persona y no el producto de
mercadotecnia cursi que nos venden los medios de comunicación, que les
enseñan a partir de límites, cuáles son los obstáculos que ha de vencer
venciéndose a sí mismo y cuáles existen porque constituyen un elemento de
seguridad; entonces estamos formando hombres y mujeres capaces de
concebirse a sí mismos como seres dignos, entendiendo la dignidad “como el
punto de partida sobre el cual radica el valor de la existencia de cada
persona” (Tomas Melendo).
Todos podemos ser víctimas, pero son más vulnerables las mujeres,
niñas, niños y adolescentes y es importante que desde la familia se ponga
mayor atención en las actitudes que vienen teniendo los miembros a fin de
prevenir que los mismos sean captados, para ello es necesario atender a las
recomendaciones siguientes:
Creen contraseñas seguras: tienen que contar como mínimo con ocho
caracteres; contener letras mayúsculas, minúsculas, símbolos y signos
de puntuación; créenlo con base en una frase que puedas recordar
fácilmente, y cámbienlo frecuentemente.
Los entes involucrados deben tomar como grupos para trabajar a las
familias. Se debe involucrar a las instituciones educativas, específicamente las
áreas de tutoría y familias fuertes para que a través de ellas se trabaje y se
haga un efecto multiplicador y de esa manera paliar el crecimiento de este
crimen organizado que está privando de su libertad a miles de niños, niñas y
adolescentes quienes tienen un gran futuro por vivir.
Referencias