1) La empresa Trilce S.A. contrató a Manuel Trelles como gerente de informática para automatizar los procedimientos de la empresa. 2) Más tarde contrataron a Jaime Ortiz como programador, quien descubrió que el sistema existente no era eficiente. 3) Jaime desarrolló de manera independiente un nuevo sistema que agilizó significativamente los procesos, lo que generó conflicto con Manuel Trelles.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
177 vistas4 páginas
1) La empresa Trilce S.A. contrató a Manuel Trelles como gerente de informática para automatizar los procedimientos de la empresa. 2) Más tarde contrataron a Jaime Ortiz como programador, quien descubrió que el sistema existente no era eficiente. 3) Jaime desarrolló de manera independiente un nuevo sistema que agilizó significativamente los procesos, lo que generó conflicto con Manuel Trelles.
1) La empresa Trilce S.A. contrató a Manuel Trelles como gerente de informática para automatizar los procedimientos de la empresa. 2) Más tarde contrataron a Jaime Ortiz como programador, quien descubrió que el sistema existente no era eficiente. 3) Jaime desarrolló de manera independiente un nuevo sistema que agilizó significativamente los procesos, lo que generó conflicto con Manuel Trelles.
1) La empresa Trilce S.A. contrató a Manuel Trelles como gerente de informática para automatizar los procedimientos de la empresa. 2) Más tarde contrataron a Jaime Ortiz como programador, quien descubrió que el sistema existente no era eficiente. 3) Jaime desarrolló de manera independiente un nuevo sistema que agilizó significativamente los procesos, lo que generó conflicto con Manuel Trelles.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 4
EL NUEVO PROGRAMADOR
La empresa Trilce S.A. fue creada en 1980 y se dedica a la comercialización de telas,
tanto nacionales como importadas. Inicio sus actividades con una pequeña tienda en el distrito de Magdalena, donde vendía piezas de tela al por menor. Con el transcurrir de los años, la empresa fue creciendo hasta constituirse en una prospera comercializadora. A medida que incrementaba sus operaciones, tanto el manejo contable como el control de ventas se hacían cada vez más engorrosas, por lo que en un determinado momento se vio la necesidad de contratar personal adicional. En 1987 la relevancia cobraba por los sistemas computarizados motivo la decisión de formar la gerencia de informática con el fin de organizar el flujo de la información y, de esa manera, evitar el fuerte trabajo manual del personal. A su vez, esto permitiría disponer, en forma rápida y oportuna, de la información necesaria para tomar decisiones en los diferentes niveles de la empresa. Con ese objetivo, se buscó y analizo diversas alternativas para implantar el nuevo sistema. El dueño, Luis La Torre – a su vez gerente general de la empresa, contrato a un amigo suyo, Manuel Trelles, para que asumiera la gerencia de informática e iniciara la automatización de los diversos procedimientos. Manuel Trelles era experto en sistemas, tenía 10 años de experiencia profesional y se había graduado con honores en los Estados Unidos. Manuel realizo un análisis de la situación de la empresa y sugirió el equipo y los programas necesarios para la implementación del sistema. Adicionalmente, Trilce S.A. contrato a dos programadores y un digitador para que apoyaran la labor en la gerencia de informática. Confiando en la capacidad de Manuel, el gerente general le delego plena autoridad para el desarrollo de sus funciones y se limitó a proporcionar información y especificaciones sobre el tipo de reportes que requería. Se reunió información proveniente de todas las áreas de la empresa, a partir de la cual se determinó los aspectos importantes para el desarrollo del sistema. La siguiente etapa consistió en el desarrollo de los programas de acuerdo con las necesidades identificadas. Transcurría el año 1990 y el área de informática no había cumplido con el calendario que se había trazado. Ante una consulta del gerente general sobre el particular, el gerente de informática le explico que esto se debía principalmente a fallas en las máquinas y a la recargada labor que enfrentaban, ocasionada por la renuncia de uno de los programadores y del digitador, ocurrida hacia ocho meses; ninguno de ellos había sido reemplazado (el alejamiento de estos colaboradores se había debido a discrepancias con el gerente de informática). Por tal motivo, para avanzar y culminar con el sistema, Manuel solicito al gerente general la contratación de un nuevo programador. Luego de un proceso de selección, se contrató a Jaime Ortiz, un joven ingeniero industrial con dos años de experiencia en trabajos similares. Su contratación se realizó en coordinación con el gerente administrativo, el gerente general, quienes tenían un escaso conocimiento sobre sistemas computarizados y el gerente de informática. Manuel Trelles mostro al joven Ortiz el estado del sistema y los aspectos quedaban pendientes de solución. Como primera labor, le encargo realizar el relevamiento de información para continuar con el desarrollo del sistema. Transcurrida una semana, durante la cual analizo el sistema y converso con los usuarios, Jaime comprobó que este estaba mal estructurado y no ayudaba en forma eficiente a agilizar los diferentes procedimientos. Por otro lado, conforme tomaba mayor contacto con el personal realizar el relevamiento de información, escuchaba cada vez con mayor frecuencia frases como esta: “siento que me entiendes rápido; para que el gerente de informática entienda lo que necesito, le tengo que dar varias vueltas y, aun así, en muchas oportunidades, el sistema que me presenta no es el que requiero”. Cuando Jaime llevaba dos semanas en el nuevo puesto, Manuel salió de viaje por 20 días para revisar y cotizar diversos equipos en el extranjero, ya que consideraba que el de la compañía ya no era suficiente para sus requerimientos. Manuel encargo a Jaime que continuara con el relevamiento de información; a su regreso reiniciarían el desarrollo del sistema. Jaime concluyo su labor de relevamiento de información y, en vista de que consideraba que el sistema no era el adecuado y contaba aun con quince días antes de que llegara el gerente de informática, decidió realizar su propio sistema. Comenzó por el área de facturación, que era crítica para la empresa, y logro reducir el tiempo de emisión de una factura de quince a dos minutos. Esto le tomo un día de trabajo, lo que antes había demandado un año. Cuando mostro al usuario la nueva versión, este quedo complacido e interesado en que continuara con su labor. Este hecho se propago por toda la empresa y pronto empezó a recibir pedidos de las diferentes áreas. Sin embargo, Jaime considero que debía esperar al gerente y proponerle la reestructuración del sistema; mientras tanto él avanzaría con otros programas para ir formando poco a poco todo el conjunto. Cuando Manuel regresó, se enteró de lo sucedido y pidió a Jaime que le enseñara lo que había hecho. Lo revisó y le pareció correcto, por lo que propuso a Jaime modificar el sistema. Sin embargo, Jaime contestó que no era conveniente realizar solo una modificación, que lo mejor sería empezar todo de nuevo, por lo demás, ya había avanzado gran parte del trabajo. Esta propuesta no fue del agrado de Manuel, aunque admitió que el sistema debía ser revisado. Al día siguiente Manuel llamo a Jaime y le indico que continuara trabajando con el sistema actual y que no desviara su atención. Además, le proporciono un cuaderno en el que debía anotar toda la labor que había desempeñado durante el día. Jaime se sintió fastidiado por lo ocurrido y, haciendo caso omiso a las indicaciones del gerente, continuo desarrollando el sistema que había iniciado. En dos meses había logrado prácticamente una nueva versión del sistema, lo que anteriormente había requerido más de tres años. Cuando Luis se enteró de lo que sucedía en el área de informática, llamo a Manuel para que se lo explicara. Este le refirió que el nuevo programador era una persona poco respetuosa y oportunista, que no estaba siguiendo sus indicaciones, y que él no se hacía responsable por un trabajo que consideraba poco profesional. No obstante, Luis había escuchado también comentarios favorables acerca del nuevo programador y del trabajo que venía realizando, por lo que considero que debía escuchar la versión de este. Jaime dijo que respetaba el trabajo que se había hecho en el área de informática, pero que consideraba que el sistema no estaba bien diseñado, lo cual se manifestaba en su lentitud al emitir los reportes. Le explico que la falta de capacidad del sistema no se debía a las maquinas con que se contaba, sino a uso inadecuado. Finalmente, luego de contarle que anteriormente había trabajado en sistemas similares, le mostro los avances que había realizado, con los que el gerente general quedo complacido. Ante lo ocurrido, Manuel considero que su autoridad había sido sobrepasada y que su palabra había sido puesta en duda. En tal sentido, envió al gerente general la carta que se muestra en el anexo adjunto, en la que reiteraba su posición y ponía como condición para seguir trabajando en la empresa, el retiro del nuevo programador. Luis analizaba la situación y se preguntaba qué actitud tomar. Por un lado, el gerente de informática era una persona muy experimentada en el campo; había trabajado con él desde hacía mucho tiempo y sabía que podía contar con su ayuda en forma incondicional por la amistad y trabajo que los unía. Por otro lado, se encontraba el nuevo programador, un profesional joven al que acababa de conocer, con poca experiencia, pero seguro de sí y que le había mostrado un sistema interesante. EL PROBLEMA DE LA EVALUACIÓN Existe una gran cantidad de experiencia y de investigaciones realizadas, de utilidad para las fases formales de cómo hacer la selección o la calificación del personal; pero por desgracia, no existe un trabajo de investigación similar, respecto a los problemas diarios de evaluación de personal, que pueda servir de ayuda al dirigente de la empresa, a fin de que sus juicios sobre las personas sean más acertados. METODOS FORMALES DE SELECCIÓN Y EVALUACIÓN Test de "lápiz y papel# y el método empírico Estos test son productos típicamente americanos. La filosofía es la siguiente: la tarea de seleccionar personal consiste en pronosticar cómo se comportará el individuo; por lo tanto, lo que se necesita para formular un buen test son algunas predicciones mensurables realizadas por anticipado y algunas mediciones a posteriori de cómo el individuo realizó su tarea en la práctica. Tiene un bajo costo relativo y no requieren demasiado tiempo. Test proyectivos y el método clínico Son de origen europeo y teóricamente se inspiran en Freud; su iniciador fue el psiquiatra suizo Rorschach. Parten de un principio de que se puede obtener una imagen válida de una persona, evaluando la forma en que su personalidad se proyecta a través de su percepción de algunas cosas dadas de ambiguo significado. Son costosos y por tanto solo se utilizan para la selección de dirigentes. Métodos socio métricos Sociométricamente la gente es evaluada por la opinión de otra gente: sus pares, sus subordinados y sus superiores. LA EVALUACION DE OTRAS PERSONAS EN LA VIDA COTIDIANA Es probable que la capacidad de un hombre para juzgar, se correlacione positivamente con el grado de aptitud para ver el mundo exterior sin distorsiones; se correlacione con la propia seguridad y conocimiento de sí mismo. Formarse un juicio es una manera de resolver problemas resumidos en tres fases: Determinar qué información se requiere para formular el juicio. Obtener esa información, habitualmente por medio de la comunicación con otras personas. Evaluar esa información traduciéndola a un juicio.