La Cultura Galactica Civilizacion Cosmica PDF
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y el Advenimiento de la
Civilización Cósmica:
Mirando Más Allá
del 2012
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La Cultura Galáctica y el Advenimiento de la Civilización Cósmica:
Mirando más allá del 2012
"El Maestro R.... es el Señor de la Civilización y Suya es la tarea que consiste en traer
la nueva civilización que todos los hombres esperan... Se ocupa actualmente de la
energía del séptimo rayo, que es la energía que produce el orden en este planeta."
Alice A. Bailey, El Séptimo Rayo: Revelador de la Nueva Era. Lucis Trust, 1995, pp. 70-
71. Originalmente publicado en Externalización de la Jerarquía:
Un Tratado sobre los 7 Rayos. Primera edición de 1957
Hay dos perspectivas que uno debe tener en cuenta con relación al tiempo que estamos viviendo
y el Cierre del Ciclo en el 2012. La primera es que lo que está ocurriendo en el mundo y en el
medio ambiente de la Tierra se debe a fuerzas históricas de fatalidad irreversible operando en
una disonancia creciente, con un resultado final que sólo puede ser de una naturaleza altamente
dudosa. Esta perspectiva, alimenta una cierta desesperanza o cinismo, una apatía o angustia
impotente. Aparentemente, nada parece cambiar las tendencias, corrientes y dirección de todo
el aparato de la civilización humana, llevándose consigo en su movimiento a la Tierra misma.
Esta visión describe la mentalidad económica materialista de la realidad que prevalece en el
pensamiento del humano actual.
Esto, por supuesto, es una gran generalización, y desde esta perspectiva hay muchos matices
diferentes respecto a la actitud o grados de frustración o de esperanza miope. Pero la cuestión
esencial, es que sosteniendo los estándares, técnicas o niveles de pensamiento actual, no hay
absolutamente nada que vaya a alterar radicalmente la forma en que se están haciendo las
cosas. Incluso muchas de las personas que expresan alguna idea de una consciencia superior,
siguen inmersos en el status quo, sin entender realmente que no hay ninguna esperanza de
arreglar o de mejorar algo las cosas en el viejo orden. De hecho, en la medida en que siguen sus
rutinas establecidas sin examinar realmente su mente o sus efectos sobre ésta, estas personas,
son aún más impotentes de lo que puedan pensar.
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La segunda perspectiva reconoce plenamente las condiciones de desintegración, caos, violencia,
y degradación que marcan la época actual, pero considera estos factores no sólo como las
consecuencias inevitables de una civilización en decadencia, sino que también ve el colapso del
orden mundial actual como un prerrequisito necesario antes de que pueda iniciarse un nuevo
ciclo o una nueva civilización. Esencialmente, se trata de un concepto de regeneración cíclica.
Este es un punto de vista sobrenatural o incluso cósmico, porque postula fuerzas y energías que
trabajan en nuestros asuntos planetarios de una escala mucho más vasta de lo que puede ser
comprendida por nuestro punto de vista económico-materialista actual.
Relacionada con esta perspectiva regenerativa, es la noción de que cuanto ocurre, está en la
naturaleza de algún evento divinamente ordenado. A pesar de que a primera vista las cosas
parecen totalmente pesimistas, en realidad todo esto, está siendo orquestado, por así decirlo,
desde arriba, para el cumplimiento de una épica de tal grandeza, que el actual estado de
consciencia apenas puede concebir que sea posible. Puede ser también que la regeneración
divinamente orquestada, no sea necesariamente cíclica sino un escalón en la escalera de la
evolución de la consciencia. En otras palabras, todo cuanto está sucediendo en el escenario
mundial, es para el cumplimiento necesario de un gran guión, en el que lo viejo, debe eliminarse
para que lo nuevo se manifieste en su pureza suprema. Desde este punto de vista, el ciclo de la
historia sería como una fiebre maligna que hay que pasar, llena de pesadillas y visiones, pero
que una vez pasada, emerge una nueva alma purificada. Tal perspectiva cumple muchas de las
profecías de la Era Dorada que se acerca, un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra, la Nueva Jerusalén
o Shambala, la constitución del Aro de Naciones, el florecimiento del Árbol del Mundo después
de un largo invierno del alma.
Sólo a partir de esta perspectiva podemos hablar del advenimiento de la Civilización Cósmica.
Pero para que esta visión se plasme, se debe dar pleno cumplimiento de algún tipo de descenso
divino – la "Segunda Venida", una revelación masiva y el consecuente despertar de la
consciencia, un descenso supramental, un impacto que eleve el horizonte o alcance mental hasta
un nuevo nivel, hasta entonces inconcebible, un tránsito hacia la Mente Planetaria de Luz –la
Noosfera. Entonces, y sólo entonces, sobre esta base, podrá emerger una nueva civilización
genuinamente planetaria en la Tierra, una civilización totalmente cósmica en su naturaleza.
Cuando miramos la historia vemos que la revelación o descenso divino, siempre ha
desempeñado un papel importante en el progreso del pensamiento, cultura y consciencia
humana. Considerando el lugar donde nos encontramos en esta hora del destino, tenemos aún
más razones para suponer, que este descenso divino responderá a nuestra necesidad espiritual.
La cuestión es que ahora necesitamos considerar en serio este asunto, dado que el "cierre del
ciclo" está a la vuelta de la esquina. El significado del 2012 es que la civilización actual de la
Tierra ha terminado su curso, y es necesario anticipar activamente el "descenso divino" así
como proyectar la naturaleza de la Civilización Cósmica venidera. De esta manera estaremos
preparados. Cualquier descenso implica la acción de una jerarquía de inteligencia superior, el
logos planetario, y es en pro de la realización de la visión de dicha jerarquía, que son
presentadas estas reflexiones. El axioma es que en esta etapa del ciclo actual, cuando la
aspiración de algunos de nosotros en la Tierra, sea clara y muy concentrada, se manifestará
completamente la respuesta de la jerarquía.
Cualquier tipo de Civilización Cósmica que continúe al final del ciclo en 2012, será y deberá
tener el carácter regenerador de una redención, el cumplimiento de una promesa para todos
aquellos que han trabajado en pro de los ideales más elevados de toda la humanidad –el amor
universal, la cooperación, la armonía y el florecimiento de las formas más nobles de la cultura–
como manifestación de un estado o plano de consciencia completamente unificado y elevado, la
Noosfera. Este tipo de civilización será completamente diferente a la que tenemos actualmente.
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Debemos tener cuidado de no aplicar sobre la civilización venidera ninguno de los patrones de
pensamiento que actualmente podamos tener acerca de la cultura y la civilización. Y más aún,
debemos percibir los objetivos y propósitos de la Civilización Cósmica, como completamente
opuestos y más allá de aquellos que han llevado a la ruina a la civilización actual.
Nos encontramos en el umbral de algo realmente magnífico, donde es imperativo que nos
atrevamos a levantar nuestra mirada a cotas más nobles y espiritualmente fervientes, y que
luego sea ese, el más bajo al que nosotros mismos nos permitamos descender.
Hoy en día, la civilización está plenamente equiparada con el progreso material y el avance
tecnológico. Cualquier otro valor –cultural, espiritual o medioambiental– está subordinado a los
valores materialistas. Y por supuesto, el progreso material y tecnológico está totalmente
asociado con la economía financiera. Esto es, cuando se trata de decidir entre lo económico-
material, y entre los valores, espiritual, cultural o medioambiental, casi siempre prevalecerá el
asunto económico. En la década de 1970 las múltiples protestas del mundo no pudieron impedir
la construcción del aeropuerto de Narita, en Japón, en la que era considerada una zona cultural y
medioambiental sensible. En nuestros días, hay numerosas peticiones contra la construcción de
un hipermercado Walmart en Teotihuacán, el mayor y más sagrado de los antiguos centros
culturales en México. El hecho que alguien haya pensado en permitir tal proyecto en este lugar,
muestra ya un signo de mentalidad cultural degradada de los tiempos finales.
El hecho es que la cultura alrededor del mundo está prácticamente extinguida, su mayor
florecimiento es una concesión a la “industria” turística (léase: gigantes compañías aéreas y
grupos hoteleros) mientras que la monstruosidad de la tecnosfera con sus variadas formas
artificiales de entretenimiento electrónico ha suplantado la idea de cultura entre las grandes
masas. Y la propia civilización, como un sistema de valores, se encuentra inmersa en una guerra
prolongada contra el terrorismo, una guerra que nunca ganará. Si civilización significa algo que
ennoblece, que eleva al ser humano, entonces los terroristas ya han vencido. Al someter a todo
el mundo a un tratamiento criminal a medida que pasan a través de los aeropuertos del mundo,
camino a ésta o aquella “meca turística”, la dignidad humana, base de todos los valores de la
civilización, ha sido ya sacrificada en el altar de la “seguridad”.
Así que cualquier visión de una futura Civilización Cósmica, sólo puede y debe ser, la antítesis
que transcienda lo que ahora prevalece. De alguna manera, parece que debemos empezar de
nuevo, si no fuera por que disponemos de un plan ya desarrollado que se hará evidente, una vez
que lo peor haya alcanzado su punto más dramático. Pero para ayudarnos a reorientarnos hacia
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el bien supremo, la regeneración óptima de nuestras percepciones y valores más sagrados,
debemos considerar de nuevo: ¿Qué es cultura? ¿Qué es civilización?
“El hombre y los tesoros en su interior representan uno de los mayores secretos de
la creación.” El-Yacoubi, Whatever Your Is You Are His.” p. 116.
Según los preceptos de Nicolás Roerich, la esencia de la verdadera cultura humana es la luz. Esta
luz, es la luz de la consciencia espiritual innata, que ilumina los senderos de toda iniciativa
humana que constituye lo que llamamos cultura. Cuando esta percepción está en el centro de los
asuntos humanos, entonces la cultura se convierte en el estándar de una paz viva, razón por la
que Roerich declaró: "Donde hay paz hay cultura, donde hay cultura hay paz". Es claramente esta
percepción de cultura la que debe ser el núcleo de la futura Civilización Cósmica.
La noción de cultura, como cultivo de la luz, es innata en cada ser, corresponde a las más
elevadas enseñanzas espirituales, por ejemplo, el Islam y el budismo. En el Corán se dice
claramente que todo ser humano está impreso –desde antes de su creación– con la memoria del
único Dios (7:172), mientras que una doctrina fundamental del budismo Mahayana, es que cada
uno nace con el potencial de la iluminación, bodhicitta. Aunque todos estemos innatamente
dispuestos a la realización de ese potencial de iluminación del Dios interno, debe ser cultivado
para ser totalmente realizado o despertado.
Así que la base del auto-cultivo debe empezar a inculcarse al niño, a partir de los 7 años, en el
sentido de responsabilizarse de su propia mente, consciencia y cuidados del cuerpo físico,
incluyendo una ética de respeto hacia sí mismo, higiene personal, y la implicación en la calidad
estética y el cuidado de su entorno. Probablemente el punto más fundamental que debe
enseñarse al niño en esta etapa, para elevar su propio auto-cultivo, es la ley del karma de causa y
efecto, que dice que lo que cosechas es lo que siembras. Si esto se le explica al niño en términos
de que es una ley cósmica, y no simplemente una recompensa basada en el miedo, o motivo de
un castigo, todo irá mejor.
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El punto es que la cultura comienza con el individuo y después se extiende a la familia y al grupo
social. Esto forma el núcleo de lo que eventualmente se convierte en una civilización. ¿Qué es lo
que constituye una civilización? Obviamente, un núcleo cultural que es el núcleo de cualquier
civilización. El tipo y calidad de la cultura van a determinar las características y naturaleza de la
civilización. Por supuesto, hoy en día, tenemos muy distorsionada nuestra percepción de lo que
podría ser una civilización, esto es debido a la calidad y naturaleza de la civilización global en
que vivimos. Dados los efectos de esta civilización en el planeta, su guerra al terrorismo,
después de dos guerras mundiales, y dos siglos de expansión industrial e imperialista mundial
anterior a todo ello, ¿qué tipo de núcleo cultural podríamos suponer que tiene esta civilización?
De hecho, ¿cómo definimos una civilización en relación a su núcleo cultural?
En cualquier caso, dentro de un horizonte cultural que ha “avanzado” hasta la escritura, existe
aún un núcleo cultural. Éste es el motivo por el cual, la civilización tradicional china, por citar un
ejemplo, tiene cualidades diferentes de la civilización indo-aria o de la civilización greco-
romana. De hecho, por el estándar de escritura como definición de civilización, ha habido solo
algunos fenómenos durante el “ciclo histórico": la mesopotámica (escritura cuneiforme), egipcia
(escritura jeroglífica), indo-aria (escritura alfabética-pictográfica), china (escritura pictográfica-
ideográfica), greco-romana (alfabética), mesoamericana (escritura jeroglífica) –sin embargo al
acercarnos a la civilización andina de América del Sur, encontramos que parece no existir una
tradición escrita, aparte de un riguroso sistema de símbolos y el quipu – de cuerdas anudadas–
por lo que damos el status de civilización completa a la gran civilización de Sudamérica.
Mientras que la actual civilización Global es Europea (“Occidental”) en sus raíces, cuando
examinamos su núcleo cultural, en relación a la cultura actual que se está manifestando,
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encontramos una enorme discrepancia. Desde la implantación de la civilización europea por la
caída del Imperio Romano en el siglo V d.C., hasta el siglo XVIII, bien podríamos llamarla la
civilización cristiana europea, porque en su núcleo fue una cultura construida en torno a los
valores defendidos por la Iglesia Católica. Sin embargo, tras el surgimiento de la
industrialización en el siglo XVIII y la expansión de la civilización europea en una red de
imperios global –el Británico, Español, Francés, Alemán, etc. El núcleo cultural comenzó a
esfumarse en sus efectos, y surgió una nueva cultura popular exterior forjada mucho más por los
nuevos medios de comunicación y electrónicos, que por la Iglesia o ética cristiana.
Pero la cultura como una norma que eleva, como un vehículo genuino de luz innata dentro de
cada ser, está dispersada y es difícil de encontrar, mucho menos la noción de civilización como
un refinamiento del pensamiento, costumbres o gustos. Las guerras contantes, el terrorismo, y
la desaparición de objetivos sociales positivos han producido un orden mundial debilitado
cultural y espiritualmente. Pero en todo caso, ésta es precisamente, la condición que uno
esperaría si es el “cierre del ciclo”.
Al mismo tiempo, en medio del popurrí electrónico global, hay una variada selección espiritual,
que contiene en sí, el germen de la espiritualidad universal y la liberación final de todas las
enseñanzas verdaderas de sus encasillamientos dogmáticos en las formas tradicionales. En
cuanto a la noosfera inminente, la intermedia ciberesfera electrónica –el sistema de
retroalimentación de información e inteligencia de internet – proporciona el equivalente a la
telepatía universal, permitiendo a las personas de cualquier parte de cualquier región cultural o
geográfica del mundo estar conectado y en comunicación con los demás. En este sentido, la
Tecnosfera está cumpliendo su papel evolutivo en preparación del advenimiento de la
Civilización Cósmica.
Como la capa mental del planeta, la noosfera caracteriza a la mente y la consciencia como un
fenómeno unitario, cuya suma es Uno. En esto reside una clave hacia una definición de la futura
civilización en la Tierra, una civilización que se distinguiría por la comprensión de que como la
vida es Una, así la Mente también es Una, y en consecuencia todas las diferencias políticas de las
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naciones estados son superfluas. Al mismo tiempo, una diversidad cultural bio-regional, como la
biodiversidad, sería reconocida como necesaria para mejorar la calidad de la totalidad de la
vida y la consciencia como un fenómeno unitario. En la suprema cultura igualitaria de la
noosfera, que al mismo tiempo reconocería la existencia de una jerarquía basada en grados de
realización espiritual y de auto-cultivo, no habría ninguna duda del hecho que la evolución del
planeta y la humanidad han alcanzado la etapa supramental de la Civilización Cósmica.
Pero antes de alcanzar esta etapa debemos comprender lo que debe suceder, los pasos que se
deben dar con el fin de realizar la Nueva Mente que predica el advenimiento de la Civilización
Cósmica en la Tierra.
III. La Cultura Galáctica y la Ley del Tiempo como una Dispensación Supramental
“De verdad uno debe tener en cuenta que cada ser humano participa en el cosmos y que
está inalterablemente ligado a él”. (Trigueirinho, La Llamada a la Humanidad, 2002)
Es evidente que la tecnosfera, la realidad de la civilización global, casi nunca tiene un núcleo
cultural vivo, sino más bien, un nexo multisensorial electrónico de la realidad virtual artificial,
de generalmente bajos instintos que incita la imaginación degradada del híbrido "humano
planetario". Éste es el humano arrancado de una cultura vital, que vive ahora a merced de una
vida industrial y sistemas de marketing tecnosférico. Éste es el humano, ya sea musulmán o
indígena maya, chino o croata, que frecuenta un café internet, viste jeans azules, Adidas o alguna
otra marca similar, y camisetas. La próxima vez que veas una foto de los “insurgentes” iraquís,
observa bien cómo van vestidos. El mercado mundial ha convertido al homo sapiens en un
híbrido cultural, al menos en hábitos relacionados con los medios de comunicación y la
apariencia externa. Pero para que exista una Civilización Cósmica tiene que haber un nuevo
núcleo cultural vivo, no sólo a efectos de marketing global, sino uno basado en una manera
profundamente nueva de pensar o percibir el mundo. Este núcleo cultural debe ser vivido y
practicado universalmente por seres humanos de cualquier trayectoria cultural actual. ¿Cómo
debería ser esto y cómo se produciría?
Antes que nada es necesario referirse a nuestra tesis original: La actual crisis mundial está
siendo "guiada" y "observada” por una inteligencia jerárquica divina operando de forma
interdimensional y quizás también extraterrestre. Tan terribles como puedan parecer los
acontecimientos actuales son, por tanto, consecuencia de los efectos kármicos históricos, que al
mismo tiempo están siendo orquestados, por así decirlo, como propósito de un descenso
supramental o divino. Esta intervención es necesaria ya que, por sus normas de funcionamiento
actual y la reducción constante del estado de consciencia, la humanidad, nunca saldría de otro
modo, por sí sola, de su caída irrevocable hacia la catástrofe total global.
Este tipo de descenso supramental daría un análisis realmente fresco y cósmicamente objetivo y
una perspectiva de la crisis mundial actual, derivada de una visión desde una dimensión
superior, pero adaptada al lenguaje y necesidades de la civilización terrestre actual. Esta es
precisamente, la naturaleza y el propósito de la Ley del Tiempo, un descubrimiento apropiado
basado en el antiguo conocimiento y profecía maya. Porque es la Ley del Tiempo la que “indica”
la verdadera naturaleza de la tecnosfera: Un sistema de tiempo artificial desincronizado con la
frecuencia de tiempo natural del resto del orden universal.
Esto es, la epata final de las funciones de la civilización humana como una singularidad
absolutamente única, en la que los estándares de tiempo a las que están sujetas todas sus
operaciones e instituciones son artificiales, irregulares y mecánicos, y por tanto crean un efecto
en la civilización que es igualmente artificial, irregular y mecánico. Nadie más en el resto del
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orden natural funciona con estas normas, sino más bien por resonancia instintiva e intuitiva con
los ciclos de tiempo naturales del universo.
Un filósofo e historiador como Lewis Mumford, se aproximó a este análisis con estudios tales
como El Mito de la Máquina, pero la Ley del Tiempo avanza un paso más: identifica la frecuencia
mecánica como una relación de forma precisa matemática, 12:60 – un calendario irregular de 12
meses combinado con una hora mecánica de 60 minutos– lo cual crea una frecuencia de tiempo
inconsciente (a partir del 1600 d.C.) que ha acelerado al ser humano en un mundo dominado
por la máquina, de la que es esencialmente, poco más que el cuidador.
Tampoco debería pensarse que la Ley del Tiempo es únicamente un medio de análisis y
discriminación crítica. Más bien, representa una enseñanza completa adecuada para la siguiente
etapa de la consciencia que está más allá de la capacidad del nivel al que ha descendido para
comprender. Porque el asunto de la evolución de la consciencia y su avance siempre es: ¿Cómo
podemos alcanzar una etapa más allá que nuestra etapa actual pueda comprender? Cuando la
aspiración y la necesidad es correcta, entonces la jerarquía puede adoptar la enseñanza
supramental y liberarla como corresponde. No puede producirse su liberación a cualquiera, sino
al recipiente preparado para recibirlo.
El 26 de Julio de 1987, en el Colegio de San Juan, Santa Fe, en una amplia presentación pública,
se hizo el anuncio del advenimiento de una Cultura Galáctica en la Tierra. Esto era en referencia
a la próxima "Convergencia Armónica" el 16 y 17 de Agosto de 1987, y las Profecías Mayas del
2012 y el Cierre del Ciclo. La Cultura Galáctica, fue declarada, reemplazaría a la civilización del
materialismo histórico que ha dominado la Tierra durante los últimos 5000 años. Antes del
momento de su anuncio, ningún pensamiento de dicho anuncio había estado presente. Sucedió
de manera espontánea. El pensamiento-forma "Cultura Galáctica" había sido liberado en la
Tierra.
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en los códigos matemáticos intrínsecos de la frecuencia de tiempo universal –la proporción
básica 13:20– la Cultura Galáctica es el descubrimiento de estos principios matemáticos
universales dentro de la estructura del organismo humano, y su funcionamiento en el entero
planetario, como un solo ser unitario. La Cultura Galáctica asume que la inteligencia coordinada
por la frecuencia universal de la sincronización puede ser colocada en una condición de
resonancia mental o psíquica con la totalidad del entero galáctico del que es una unidad
operativa.
Para que esta posibilidad se manifieste hay dos requisitos: Una manifestación plena de la Ley del
Tiempo como una enseñanza uniforme en la totalidad galáctica; y una adecuada preparación
espiritual que está basada en una avanzada tecnología de "higiene” mental y la auto-
experimentación que está de acuerdo con una visión comprensiva de la evolución del tiempo
como consciencia, ya supervisados por los órdenes superiores de inteligencia, y en sumisión a
un único y todo supremo Principio Guía (Dios).
La Civilización Cósmica puede ser vista como el resultado de la mente consciente. La mente
consciente sólo puede ser el fruto del cultivo de la consciencia plena, la meditación de la luz
clara, que reconoce su ser auténtico inseparable de la presencia de la consciencia intrínseca.
Esta incondicional consciencia del ser constituye la naturaleza de la Divinidad y su realización.
Deja atrás los juegos de manipulación material que sirven únicamente para engañarte del
objetivo. Toda belleza es la elegancia del espíritu. Toda inteligencia es la intrepidez de
manifestar tu verdadera faz como fruto de la presencia cósmica.
Como una descripción del tiempo como la cuarta dimensión, las estructuras-forma más
esenciales y universales del orden sincrónico son: El Holón Humano, el Holón Planetario, el
Oráculo de la Quinta Fuerza, la Onda Encantada, El Módulo Armónico, la Plantilla de 28 Días, y el
Holón de los Flujos Interplanetarios Galáctico-Kármico y Solar-Profético. Estas siete formas
elementales, constituyen un marco de referencia altamente evolucionado, un lenguaje
estructural que habla más allá de cualquier restricción o limitación cultural. Es el lenguaje forma
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universal perfecto, del tiempo natural y, por lo tanto, el medio perfecto para unificar al ser
humano planetario de acuerdo a una nueva formulación, la mente de la noosfera. A continuación
se presenta una breve descripción de este nuevo lenguaje forma del tiempo:
a) 20 dedos (manos y pies). Todos nacemos con ellos. Codificados por los 20 sellos solares, cada
grupo de 5 dedos representan las cinco “Familias Terrestres”. Cada quien pertenece a una de
estas familias terrestres por nacimiento.
b) 13 articulaciones principales. 2 tobillos, 2 rodillas, 2 caderas, 2 muñecas, 2 codos, 2 hombros
y 1 cuello/columna vertebral. Nacemos con esta estructura. Estas se corresponden con las 13
unidades del código del tiempo de la Onda Encantada.
c) 5 Centros psicofísicos principales. Todos tenemos estos: El chacra raíz (sexualidad), plexo
solar (intuición), corazón (centro del pensamiento emocional), garganta
(palabra/comunicación), y corona (cerebro/mente superior). Estos también se corresponden
con las 5 familias terrestres.
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corresponden con las 5 Familias Terrestres: Familia Portal, región del Polo Sur; Familia Polar,
región del Polo Norte; Familia Cardinal, región templada Norte; Familia Central, región
Ecuatorial y tropical; Familia Señal, región templada Sur. Proporcionan la base para la
identificación del Holón Humano con el Holón Planetario, necesaria para el cultivo de la Nueva
Mente de la noosfera. Contiene muchas otras formas de elementos que incluyen, las Cromáticas
y las Familias de Color.
6. Plantilla de 28 Días (Luna). Base de regularización universal del programa de tiempo anual
humano. 13 Lunas de 28 Días + 1 Día Fuera del Tiempo = 365 días, órbita anual de la Tierra
alrededor del Sol. Todo el mundo experimenta esta rotación anual. Las 13 Lunas son una función
de la Onda Encantada, por tanto, recapitulan la cosmología del tiempo. El ciclo de cuatro
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semanas de 28 días, es perpetuo y armoniza la consciencia humana con el tiempo y la vida. La
matriz de 28 días se articula perfectamente con el ciclo cuatridimensional de 260 días (ver el
Módulo Armónico) para crear grandes ciclos solar-galácticos de 52 años, asegurando así la
manifestación de la consciencia cósmica. Puesto que un año es realmente una órbita alrededor
del Sol, el ciclo de 52 años, es en realidad 52 órbitas, la medida del “año” noosférico.
Estas son las estructuras básicas universales del orden sincrónico de la Ley del Tiempo que
proporcionan el fundamento estructural de la Cultura Galáctica en la Tierra. Al reformular el
sentido humano del tiempo, reemplazando el reloj y el calendario irregular por el lenguaje-
forma cuatridimensional, como su programa de tiempo, la mente humana es igualmente
reformulada. Las estructuras de forma universal que constituyen el orden sincrónico están
basadas en, y por lo tanto, predisponen a la mente a experimentar la armonía intrínseca del
orden universal. Esto significa que el Tiempo = Arte, y la Ley del Tiempo se formula como T (E)
=Arte, la energía factorizada por el tiempo es igual a arte.
Así como el tiempo es el factor de sincronización universal que crea el orden sincrónico, donde
la sincronicidad de todos los eventos es la realidad de la experiencia cósmica, así la Mente que
experimenta esto, es Una. Esto lleva a la segunda formulación de la Ley del Tiempo, que está
enunciada así: La velocidad del tiempo es infinitamente instantánea. Esto significa, en realidad,
que cada momento determinado es instantáneamente el mismo momento a lo largo de todo el
universo. El tiempo es más rápido que la velocidad de la luz. Por tanto es telepatía. Esto significa
que el tiempo es el medio de la telepatía, y como el campo universal de sincronización, el tiempo
está continuamente informando a la mente. En otras palabras, la naturaleza de la información de
la mente sincrónica cósmica, que es capaz de recibir en cualquier momento dado, aumenta en
proporción directa a la claridad mental.
Puesto que la enseñanza de la Ley del Tiempo es una enseñanza de un sistema entero, estas
estructuras de la Cultura Galáctica son comprendidas como el medio para florecer, tanto a la
expresión, como a la comunicación de la mente iluminada. Pero las estructuras no
necesariamente iluminan la mente. La mente tiene que experimentar su propio auto-cultivo
espiritual. Es necesario entender que en este momento del humano híbrido planetario es más
esencial que se articule y aplique una enseñanza universal referente a la mente, para que así el
auto-cultivo de la mente, como una disciplina espiritual, pueda proceder a la par con la
purificación del alma, preparando al humano para el advenimiento de la noosfera, la Nueva
Mente, y la llegada de la Civilización Cósmica.
Tradicionalmente, todos los caminos espirituales están, en un grado u otro, en una de estas tres
categorías: Un camino de renunciación, un camino de transformación, o un camino de auto-
liberación. Todos los que quieran aprovechar la oportunidad de utilizar las plantillas de
transformación de la Cultura Galáctica tienen que darse cuenta que son prácticas para la
reformulación de la mente que deben ser acompañadas por el estudio y el auto-cultivo de la
propia mente, eliminando el desorden y los restos de la vieja forma de ver la realidad. En la
medida en que esto se entienda y sienta como absolutamente cierto, en esa misma medida
vamos a adoptar un nuevo camino universal de plenitud espiritual y mental, que incluya
elementos de renunciación, un camino práctico de transformación, y que esté coronado por
métodos de auto-liberación y realización de la Divinidad interior.
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visión de un mundo de sufrimiento, deseo, apego, agresión y materialismo. El mejor método es
que de forma inmediata retomes la práctica de la consciencia plena y la oración. Ríndete a lo
absoluto, a Dios, al Poder Superior. Reconoce y renuncia a tu lucha interior, tus dicotomías auto-
creadas, y a los conflictos.
En cuanto al camino de auto-liberación, el tiempo es esencial. Debemos estar listos para el Gran
Evento, el Cierre del Ciclo, 21 de Diciembre de 2012 (Luna Rítmica 9, Tormenta 7 del calendario
de Trece Lunas). Necesitamos mentes muy claras y almas muy puras para aprovechar la
oportunidad. Sólo las mentes claras y las almas puras son espiritualmente lo suficientemente
fuertes como para sobrevivir el Camino al 2012. Es por ello que debemos tomarlo con seriedad,
afianzando los medios más directos para la auto-liberación. Debemos buscar una introducción
directa a nuestro propio ser verdadero, nuestro propio ser auténtico que, de una manera
profunda ya está liberado. Y debemos aprender a practicar sinceramente la disciplina de la
mente natural, viendo a nuestra propia naturaleza, reconociéndola no sólo en la meditación sino
en la vida cotidiana. La purificación del alma depende de la autenticidad y la integridad del
compromiso que hacemos para ver nuestra mente con claridad. Entonces seremos capaces de
ver las cosas con claridad, saber lo que es y será decisivo. En esto radica la base del poder
espiritual.
Cuanto más desarrollemos una mente de luz clara, recordando la Luz de la Fuente Original a
través de nuestra propia sumisión al Poder Superior, mejor seremos capaces de activar los
códigos y las plantillas del orden sincrónico, el fundamento de la reformulación de la mente
humana. Entonces realmente nos convertiremos en una Cultura Galáctica viva. Vamos a estar
plenamente preparados para el descenso divino de lo supramental, el manto de la consciencia
noosférica, la mente despierta del plano superior de realidad de la Tierra. Cuando llegue, habrá
un gran zumbido, el resultado de la fusión de la mente. Seremos Uno, nunca más los mismos.
"Las estructuras sociales estipuladas por la Ley del Tiempo son también estructuras de
conocimiento telepático. La integración de los patrones biológicos de la vida en la
frecuencia de tiempo correcta con la consecuente creación de estructuras mentales de
duración continuada, dotará a la especie humana de un despertar telepático colectivo sin
precedentes." - Dinámicas del Tiempo, Postulado 1.11
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Cientos de millones de galaxias. Billones y billones de estrellas y sistemas estelares. Todo tipo de
sistema de mundos concebible mantiene todo tipo de formas de vida imaginable. Y sin embargo,
esto es sólo el deslumbrante despliegue del orden tridimensional. ¿Cuán grandiosa debe ser la
perspectiva de las dimensiones más elevadas de las cuales el plano tridimensional es
simplemente la base o plataforma para la evolución y expresión de estados de consciencia
superiores? Y todo este fantástico mosaico es la determinada manifestación intencional de la
Mente de una inteligencia omnisciente y omnipresente tan vasta y suprema que resulta
virtualmente inconcebible.
Si vemos el universo visible como una construcción divinamente inspirada de nuestra propia
consciencia limitada, ¿cuánto más infinitamente poderoso y espléndido puede ser el universo
multidimensional de una consciencia menos restrictiva, la consciencia de la supermente, o
consciencia supramental evolucionada más allá de la mente? Cuando consideramos la
inteligencia que anima esta consciencia que asciende y evoluciona en planos cada vez más
vastos del orden cósmico ¿Cómo podemos concebir o imaginar que sería la civilización de este
orden?
La Cultura Galáctica que hemos descrito es el punto más diminuto de la creación de un orden de
realidad que es tan extenso y supermental en naturaleza que parece desde nuestro punto de
vista, que hoy sea el lugar de morada y construcción de los dioses. De hecho, los antiguos mitos
que a menudo aparecen como dioses pueden ser en realidad las percepciones antropomórficas
de esos "visitantes" de la Civilización Cósmica. Ante la inmensidad del universo podemos
imaginar que cada cúmulo galáctico o galaxia no es más que una simple "entidad" que constituye
todo el orden de la Civilización Cósmica. Entonces, ¿qué podemos decir de la parte que ha de
desempeñar nuestro pequeño planeta en su solitario sistema estelar en el remoto Brazo de
Orión de nuestra galaxia local?
Para considerar en nosotros aún la noción de la Civilización Cósmica en la Tierra, y más aún la
naturaleza de una Civilización Cósmica Universal que está liberada de todas las pequeñas
preocupaciones que nos minan hoy en día, hace falta que aclaremos nuestra mente. De hecho
sólo una clara mente lúcida puede comenzar a vislumbrar la naturaleza real de la Civilización
Cósmica. Tal civilización será, primero y ante todo, una en la que el logro más elevado de la
mente iluminada concebible para nosotros será sólo la base para los constructos socio-
comunicativos de naturaleza telepática y parasicológica más allá de todo lo concebible. Una vez
que lleguemos a la mente noosférica −el Plano Terrestre de la Consciencia Unificada− la
Civilización Cósmica se convertirá en una realidad alcanzable.
Las dos citas anteriores apuntan al hecho del Dzog Chen como una enseñanza mental que es una
característica de una Civilización Cósmica auto-existente − teniendo en cuenta su presencia en
trece sistemas solares − y que es una enseñanza de la mente superior, su transmisión no está
sujeta a las limitaciones de las leyes de causalidad que gobiernan exclusivamente los procesos
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de transmisión tridimensional. Esta descripción de la transmisión explica, por ejemplo, la
manifestación de la Ley del Tiempo como un descenso supramental que está conectado con
Pacal Votan que vivió hace 1300 años.
Para ilustrar mejor la noción de que la transmisión de la mente puede adoptar muchas formas
diferentes, vamos a considerar un pasaje del más grande de los Sutras budistas del Mahayana, el
Avatamsaka o Escritura del Ornamento Floral,
"Todos los budas... tienen la potestad de hacer el trabajo búdico en beneficio de los seres
sintientes − ya sea mirar, examinar, mover, estirar, caminar, estar de pie, sentado o
reclinado, en silencio o hablando, sea manifestando poderes ocultos, o explicando
principios... Todos los budas pueden hacer este trabajo búdico desde los retiros de los
bosques, o en sitios tranquilos, o en lugares desolados, o en los lugares en los que habitan los
budas; o pueden hacer su trabajo búdico mientras están en trance, o en la soledad de la
caverna, o cuando están alejados de la vista de los demás, o mientras habitan en el
conocimiento de la profundidad absoluta, o mientras viven en el reino incomparable de los
budas, o llevan a cabo su trabajo búdico mientras desempeñan acciones físicas
imperceptibles, adaptándose a las mentalidades de los seres sintientes... o pueden hacer su
trabajo búdico buscando la omnisciencia en la forma de los espíritus del agua, duendes,
querubines, titanes, pájaros, serpientes humanos, sub-humanos y muchos más ..."
(Volumen II, pp. 234-235)
Este Sutra del Ornamento Floral está repleto de incontables ejemplos de la consciencia no local
como una facultad normal de todos los budas cósmicos. Encontrarse no sólo en dos lugares
diferentes sino también en diferentes dimensiones a la vez es algo de lo que da cuenta la
enseñanza de la Ley del Tiempo con respecto a la universalidad de la mente, la sincronicidad y la
naturaleza telepática del tiempo mismo. En cuanto a la naturaleza de la Civilización Cósmica, la
mente iluminada hiperdimensionalmente de los budas cósmicos también aporta descripciones
que podemos aceptar como metáforas sobre la naturaleza supersensorial de la Civilización
Cósmica:
"Dentro del océano de mundos existe un sistema central de mundos denominado Matriz de
Señales de las Puertas orientado a Todas las Direcciones, en el cual hay un mundo llamado
La luz omnipresente del Color de Todas las Joyas. Los límites de aquel mundo estaban
engalanados con joyas reflejando imágenes de los lugares de iluminación de todos los
budas; éste, descansaba en un océano de flores hecho de todo tipo de joyas, estaba
compuesto de joyas que muestran las apariciones de las emanaciones de todos los budas;
tenía la forma de un palacio celestial, y era puro con unas trazas de contaminación.
Además, en aquel mundo hay muchas regiones con cuatro continentes como átomos en la
montaña polar; en el centro de ellos está el llamado Pico Montañoso de Todas las Joyas,
cuyos cuatro continentes eran innumerables cientos de miles de leguas de extensión. En
cada continente había diez mil grandes ciudades. En el centro del Continente Sur hay una
gran metrópolis llamada la Luz de las Miríadas de Matrices de Árboles Joya, rodeada por
diez mil ciudades. En ese continente, además, el promedio de vida de las personas era de
diez mil años. El rey de aquella metrópolis fue llamado el Sonido Armónico de la
Proclamación de todas las Leyes, el Gobernante soberano... El continente entero estaba bajo
la protección de este Rey y no tenía ni enemigos ni adversarios." ibid, Volumen III, p. 230
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Esas visiones de una Civilización Cósmica en la Tierra las encontramos como un eco en la
memoria de Tollan del México antiguo. Lugar de origen cósmico, su esplendor mítico fue
recapitulado en la Tollan Terrenal, gobernada por el gran profeta Quetzalcóatl, durante un breve
lapso de tiempo. Así está escrito, Tollan era la capital del imperio de los imperios. Sin
equiparación en el mundo.
"Tollan era el corazón de todo aquello que había sido siempre bueno y puro. En esta antigua
tierra estaba la esencia de la grandeza, la cúspide de la prosperidad. Tollan era puro
espíritu manifestado en obras de piedra y pluma, oro y jade. Era un mundo de esplendor
religioso y piadoso cumplimiento. Una muestra de lo que el hombre puede crear en paz "
−Tony Shearer Señor del Alba, pp 106-07.
Igual que la Tollan Terrestre previa y los sistemas de mundos iluminados de los budas, la futura
Tollan de los Ancianos Estelares será una Civilización de Paz. Únicamente la mente que se
conoce a sí misma, puede conocer la paz, porque la paz es la cualidad de la consciencia
ominiabarcante que permea todo el universo y los sistemas de mundos en indestructible
simplicidad. Esta es la consciencia omniabarcante que es la base de la Única Mente de lo que
será la Fundación de la Civilización Cósmica en la Tierra.
Esta es la mente que será capaz de construir con las plantillas de la Ley del Tiempo una Cultura
Galáctica del orden sincrónico que será espléndidamente armoniosa, entretejida
telepáticamente con la realidad interdimensional de la consciencia cósmica. Y a través de esta
Cultura Galáctica, la Noosfera de la Tierra se expandirá en su lugar en la gran y siempre
evolucionante Civilización Cósmica.
La Civilización Cósmica significará una renovación total de la Tierra a través de las tecnologías
mentales del campo resonante magnético telepático. Si la historia fue la era dominada por la
escritura, en la noosfera de la Civilización Cósmica, del conocimiento posterior a la escritura
surgirá una consciencia hipersensorial. Descubriremos que la naturaleza no es democrática. Es
cosmocrática. El orden gobernante no procede de decretos impuestos por reyes o
representantes electos, sino a través de la naturaleza esencial de la organización cósmica misma.
Esto será comprendido intuitivamente y comunicado telepáticamente.
Una jerarquía genuina será percibida como algo ya existente en todo el universo, el de la
jerarquía de los órdenes ascendentes de la consciencia, que en esencia, es totalmente espiritual.
La historia será contemplada como una fiebre de la Tierra en su preparación para alcanzar la
plena consciencia. Las fronteras religiosas se fundirán. En la percepción espiritualizada de la
vida diaria, la religión no existirá más. En su lugar estará el Recuerdo Universal - UR.
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última etapa febril antes de que desaparezca. Verlo de esta forma, como el proceso de
purificación y preparación para una nueva etapa de la consciencia, es ver nuestra situación a
través de las lentes de la Historia Cósmica.
Así como existe una vasta red de inteligencia universal, que correctamente debemos llamar
Civilización Cósmica, también existe en este contexto, el registro de todos los registros, el
informe de la naturaleza y propósito de las capas de pensamiento cósmico de cómo afectan el
plano de consciencia de la Tierra. De hecho, la Civilización Cósmica es un subproducto de la
Historia Cósmica. Y la Historia Cósmica misma, es lo que la Ley del Tiempo ha hecho posible.
Para poder acceder a la Ley del Tiempo y su dispensación supramental en este momento de
nuestra evolución, estamos definiendo el umbral entre el inconsciente cósmico y la consciencia
cósmica.
"Alá invita a la Morada de la Paz, y dirige a quien Él quiere a una vía recta. Para
quienes obren bien, lo mejor y más. Ni la oscuridad ni la humillación cubrirán sus
rostros. Esos morarán en el Jardín eternamente. "
¿Qué es esta Morada de la Paz, sino la realización plena del "modo autorreferencial no
manifiesto del ser consciente" (Dzog Chen, Visión, Meditación y Conducta, Yangthang Tulku
Rinpoche, p.62), el despertar al tesoro oculto que uno es? Aquellos a quienes Él guía son los que
se ejercitan en el auto-cultivo. El "camino recto" es el Camino Rojo del conocimiento y la
sabiduría que surge de la experiencia del sustrato innato de todo ser. El mayor bien es darse
cuenta de que el modo autorreferencial del ser iluminado es el cumplimiento del Mandato
Divino, el medio por el cual ganamos la capacidad de tocar todas las almas para el beneficio de la
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iluminación el mundo. Aquellos que han adquirido la faz verdadera y se han iluminado
completamente, la oscuridad nunca puede cubrirlos y son incapaces de hacer nada salvo una
conducta iluminada, nunca experimentarán la vergüenza. "Poseer el jardín" es estar en plena
posesión de la naturaleza original del ser que es el fundamento de todo ser. Esta es la Morada de
la Paz: Morar en la Faz de Dios, y de forma constructiva generar el Jardín en la Tierra. Estos son
los que están llamados a participar en la creación de la futura Civilización Cósmica.
No se necesita decir nada más, ya que hemos pasado rebasado las posibilidades de la razón y
ahora hace falta ascender a la supermente, para crear esa belleza ordenada que está en
concordancia con el Séptimo Rayo de Orden Ceremonial, el Jardín de la Civilización Cósmica.
¡Que en este jardín cada persona pueda, a su propia manera, recitar una variación de los versos
del gran místico, Ibn al-Arabi!:
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