El Problema de Los Géneros Discursivos

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EL PROBLEMA DE LOS GÉNEROS DISCURSIVOS MIJAIL

BAJTIN
Todo lo referido a la actividad humana se relaciona con el uso de la lengua. El uso de la lengua se
lleva a cabo en forma de enunciados (orales o escritos) concretos y singulares.

Estos enunciados reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada una de las esferas por:

 Su contenido (temático)
 Estilo verbal (selección de léxicos)

Está relacionado con los tipos de vinculaciones entre el hablante y los otros participantes de la
comunicación discursiva.

 Composición o estructuración

Los tres momentos están vinculados en todo el enunciado. Cada enunciado es individual y cada
esfera elabora sus propios enunciados llamados géneros discursivos.

Géneros Discursivos

Formas típicas de enunciados que elabora cada esfera del uso de la lengua ¿Y cuáles serían estas
esferas? Aquellas relacionadas con la actividad humana, están relacionadas con el uso de la
lengua. Y el uso de la lengua se lleva a cabo a través de enunciados concretos, que reflejan las
condiciones específicas de cada esfera por su contenido temático, su estilo verbal y sobre todo
por su composición y estructuración.

La riqueza y diversidad de los géneros discursivos cuenta con una extrema heterogeneidad ya que
debemos incluir tanto las breves réplicas de un diálogo cotidiano (tomando en cuenta el hecho de
que es muy grande la diversidad de los tipos de diálogo cotidiano según el tema, situación,
número de participantes, etc.) como un relato (relación) cotidiano, tanto una carta (en todas sus
diferentes formas) como una orden militar, breve y estandarizada; asimismo, allí entrarían un
decreto extenso y detallado, el repertorio bastante variado de los oficios burocráticos
(formulados generalmente de acuerdo a un estándar), todo un universo de declaraciones públicas
(en un sentido amplio: las sociales, las políticas); pero además múltiples manifestaciones
científicas, así como todos los géneros literarios (desde un dicho hasta una novela en varios
tomos).
Hay que tener en cuenta la importante diferencia entre géneros discursivos primarios (simples) y
secundarios (complejos)
 Géneros primarios: se dan en la comunicación discursiva más inmediata, cotidiana
(charlas, cartas, emails, mensajes, etc).
 Géneros secundarios: surgen en la comunicación cultural más compleja, organizada y
desarrollada, principalmente escrita (novelas, teatro, investigaciones científicas, géneros
periodísticos).
En el proceso de formación, lo géneros secundarios absorben y reelaboran a los primarios, que se
transforman y pierden su relación con la realidad y los enunciados reales de otros. Pasan a
participar de la realidad tan sólo en el contexto enunciativo del texto que los contiene. Por
ejemplo, una carta en una novela, o una declaración en un artículo periodístico

OBLIGATORIEDAD DE LAS FORMAS GENÉRICAS


Toda investigación acerca de un material lingüístico concreto tiene que ver con enunciados
concretos relacionados con diferentes esferas de la actividad humana y de la comunicación. El
menosprecio de la naturaleza del enunciado y la indiferencia frente a los detalles de los aspectos
genéricos del discurso llevan al formalismo y a una abstracción excesiva, desvirtúan el carácter
histórico de la investigación, debilitan el vínculo del lenguaje con la vida.
Ejemplo de forma genérica: orden militar

ESTILO
Todo estilo está indisolublemente vinculado con el enunciado y con las formas típicas de
enunciados, es decir con los géneros discursivos. Todo enunciado en cualquier esfera de la
comunicación discursiva es individual y por lo tanto puede reflejar la individualidad del hablante.
Pero no todos los géneros son igualmente susceptibles a semejante reflejo. El género literario es
uno de los que más demuestran individualidad. Los más difíciles son los que requieren una forma
estandarizada (Ej: orden militar).
En la gran mayoría de los géneros discursivos (salvo los literarios) un estilo individual no forma
parte de la intención del enunciado, es un complemento de éste.
El vínculo orgánico en indisoluble entre el estilo y el género se revela claramente en el
problema de los estilos lingüísticos o funcionales. Estos son estilos genéricos de determinadas
esferas de la actividad y comunicación humana. En cualquier esfera existen y se aplican sus
propios géneros, que responden a las condiciones específicas de una esfera dada; a los géneros le
corresponden diferentes estilos. Una función determinada y unas condiciones determinadas,
específicas para cada esfera de la comunicación discursiva generan determinados géneros. El
estilo está indisolublemente vinculado a determinadas unidades temáticas y a determinadas
unidades composicionales.
Los cambios históricos en los estilos de la lengua están vinculados a los cambios de los géneros
discursivos. En cada época del desarrollo de la lengua literaria, son determinados géneros los que
dan el tono (tantos primarios como secundarios).
Donde existe un estilo existe un género.
La gramática difiere considerablemente de la estilística, pero ninguna investigación acerca de la
gramática puede prescindir de las observaciones y digresiones estilísticas.

EL ENUNCIADO COMO UNIDAD DE LA COMUNICACIÓN DISCURSIVA. DIFERENCIA


ENTRE ESTA UNIDAD Y LAS UNIDADES DE LA LENGUA

FUNCIÓN COMUNICATIVA DEL LENGUAJE


Hay diversos enfoques de las funciones del lenguaje, pero todas desvalorizan la función
comunicativa de la lengua que se analiza sólo desde el punto de vista del hablante (Saussure).
El oyente al percibir y comprender el significado del discurso, simultáneamente toma con
respecto a éste una activa postura de respuesta: está o no está de acuerdo (total o
parcialmente), lo completa, lo aplica, se prepara para un acción, etc. Y la postura de respuesta
del oyente está en formación a lo largo de todo el proceso de audición y comprensión desde el
principio.
Bajtín establece el principio del dialogismo general extendido: todos nuestros enunciados
responden a enunciados anteriores y van a ser respondidos por enunciados posteriores.
Toda comprensión real y total tiene un carácter de respuesta activa y no es sino una fase inicial
preparativa de respuesta (cualquiera se su forma). También el hablante mismo cuenta con esta
activa comprensión preñada de respuesta: no espera una compresión pasiva, sino que quiere
una contestación, consentimiento, participación, objeción, cumplimiento.

ENUNCIADO
La unidad real de la comunicación discursiva. El discurso puede existir en la realidad tan sólo en
mora de enunciados concretos pertenecientes a los hablantes o sujetos del discurso.
Un enunciado puede ser desde una palabra hasta un libro entero y todos tienen dos rasgos:
1° rasgo constitutivo: El cambio de los sujetos discursivos que enmarca el enunciado y que crea
su masa firma y estrictamente determinada en relación con otros enunciados vinculados a él.
2° rasgo constitutivo: conclusividad específica. Tiene que ver con que el hablante ya escribió o
dijo todo lo que quiso decir, percibimos el fin de un enunciado. Es específica y se determina por
criterios particulares: la posibilidad de ser contestado, tomar una postura de respuesta en
relación del enunciado. La totalidad del sentido en el enunciado, no puede ser sometido ni a una
definición gramatical, ni a una determinación de sentido abstracto (una oración comprensible y
concluida no puede generar una reacción de respuesta, se comprende pero no es un todo).Tres
momentos de la conclusividad:
 el sentido del objeto del enunciado, agotado La capacidad de agotar el sentido del
enunciado, es muy diferente en diversas esferas de la comunicación discursiva (no es lo
mismo una orden militar, que un libro, que algo científico).
 el enunciado se determina por su intencionalidad discursivao voluntad discursiva del
hablante. En cada enunciado podemos abarcar, sentir, etc la intencionalidad discursiva
del hablante que termina todo el enunciado, su volumen, sus límites. Nos imaginamos
qué es lo que quiere decir el hablante, y es mediante esta intención o voluntad
discursiva como medimos el grado de conclusividad del enunciado
 el enunciado tiene formas típicas, genéricas, de conclusión: las formas genéricas
estables del enunciado. La voluntad discursiva del hablante se realiza ante todo en la
elección de un género discursivo determinado. La elección se define por la especificidad
de una esfera discursiva dada, por las consideraciones del sentido del objeto o
temáticas, por la situación concreta de la comunicación discursiva del hablante, con su
individualidad y subjetividad, se aplica y se adapta al género escogido, se forma y
desarrolla dentro de una forma genérica determinada. Tales géneros existen en todas las
múltiples esferas de la comunicación.
3° rasgo constitutivo: la actitud del enunciado hacia el hablante mismo y hacia otros
participantes en la comunicación discursiva. Todo enunciado es un eslabón en la cadena de la
comunicación discursiva, viene a ser una postura activa del hablante dentro de una u otra esfera
de objetos y sentidos. Por eso cada enunciado se caracteriza ante todo por un contenido
determinado referido a objetos y sentidos. La selección de los recursos linguisticos y del género
discursivo se define ante todo por el compromiso (o intencipon) que adopta un sujeto discursivo
(o autor) dentro de cierta esfera de sentidos. Es el primer aspecto del enunciado que fija sus
detalles específicos de composición y estilo. El segundo aspecto del enunciado que determina su
composición y estilo es el momento expresivo, es decir, una actitud subjetiva y evaluadora desde
el punto de vista emocional del hablante respecto al contenido semántico del propio enunciado.
Ej: “sos un genio vos eh…”. Un enunciado absolutamente neutral es imposible.
GENEROS DISCURSIVOS Y ENUNCIADOS
Nos expresamos únicamente mediante determinados géneros discursivos, todos nuestros
enunciados poseen formas típicas para la estructuración de la totalidad, relativamente estables.
En la práctica los utilizamos con seguridad y destreza, pero en la teoricamente podemos no saber
de su existencia. Mientras mejor dominamos los géneros discursivos, mayor es la perfección con
la cual realizamos nuestra libre intención discursiva. Los géneros discursivos no son creados por el
hablante, ya que sino la comunicación discursiva habría sido casi imposible.
El enunciado es una unidad real, delimitada con precisión por el cambio de los sujetos
discursivos. La noción de la forma del enunciado total es la que nos dirige en el proceso
discursivo. La intencionalidad de nuestro enunciado e su totalidad puede requerir una sola
oración o muchas más. Es el género elegido lo que preestablece los tipos de oraciones y las
relaciones entre éstas.
Al elegir palabras en el proceso de estructuración de un enunciado muy pocas veces las tomamos
del sistema de la lengua en su forma neutra ( de diccionario). Las solemos tomar de otros
enunciados y ante todo de enunciados genéricamente afines al nuestro. Por lo tanto el género
discursivo no es una forma lingüística, sino una forma típica de enunciado.
Los géneros discursivos se someten con bastante facilidad a una reacentuación, lo triste puede
convertirse en jocoso, alegre, etc.

UNIDADES DE LA LENGUA: ORACIÓN Y PALABRA


Los límites de una oración como unidad de la lengua jamás se determinan por el cambio de
sujetos discursivos.
La oración es una idea relativamente concluida que se relaciona de una manera inmediata con
otras ideas de un mismo hablante dentro de la totalidad de un enunciado.
El contexto de una oración viene a ser el contexto del discurso de un mismo sujeto hablante.
La oración como unidad de la lengua: no se delimita por el cambio de los sujetos discursivos, no
tiene un contacto inmediato con la realidad (situación extraverbal), no se relaciona de manera
directa con los enunciados ajenos, no posee una plenitud del sentido ni una capacidad de
determinar directamente la postura de la respuesta del otro hablante ( no provoca una
respuesta).
Al seleccionar determinado tipo de oración, no lo escogemos únicamente para una oración
determinada, sino que elegimos el tipo de oración desde el punto de vista de la totalidad del
enunciado que se le figura a nuestra imaginación discursiva y que determina la elección.
La oración, en tanto que unidad de la lengua, carece de capacidad para determinar directa y
activamente la posición responsiva del hablante. Tan sólo al convertirse en un enunciado
completo adquiere una oración esa capacidad.
La oración, igual que la palabra, es una unidad significante de la lengua. Por eso cada oración
aislada es perfectamente comprensible (nosotros sabemos su significado lingüístico) EJ: Ya salió
el sol. Pero si la oración esta inmersa en un contexto, adquiere la plenitud de sentido
únicamente dentro de ese contexto. Ej: “Ya salió el sol, es hora de levantarnos”. La oración que
es afirmativa en su forma, llega a ser una afirmación real sólo en el contexto de un enunciado.
La oración, igual que la palabra, posee una conclusividad del significado y una conclusividad de
la forma gramatical, pero la conclusividad de significado es de carácter abstracto.
La oración, al igual que la palabra, no posee autor. Solo funcionando como un enunciado
completo llega a ser la expresión de la postura individual de hablante en una situación concreta
de la comunicación discursiva.
La oración como unidad expresiva y las palabras son neutras, no posee ningún aspecto expresivo.
Este lo obtiene únicamente dentro del enunciado.
La oración como unidad de la lengua posee cierta entonación gramatical, pero no expresiva.
La oración y la palabra no pertenecen a nadie ni están dirigidas
La palabra existe para el hablante en tres aspectos:
 como palabra neutra de la lengua que no pertenece a nadie
 como palabra ajena, llena de ecos, de los enunciados de otros
 como mi palabra que uso en una situación determinada.
Carece de expresividad.

EL DISCURSO Y ENUNCIADO, HABLANTE Y DESTINATARIO


La experiencia discursiva individual de cada persona se forma y se desarrolla en una constante
interacción con los enunciados individuales ajenos. Este proceso es uno de asimiliación de
palabras ajenas (y no de palabras de la lengua).
El enunciado, su estilo y su composición, se determina por el aspecto temático ( de objeto y de
sentido) por el aspecto expresivo, o sea por la actitud valorativa del hablante hacia el momento
temático.
Los enunciados ajenos pueden ser representados con diferente grado de revaluación, se puede
hacer referencia a ellos como opiniones bien conocidas por el interlocutor, pueden
sobrentenderse calladamente, y la reacción de respuesta puede reflejarse tan sólo en la
expresividad del discurso propio. Es decir en muchas ocasiones la expresividad de nuestro
enunciado se determina no únicamente por el objeto y el sentido del enunciado sino también por
los enunciados ajenos emitidos acerca del mismo tema, por los enunciados que contestamos, con
los que polemizamos.
El discurso ajeno posee una expresividad doble: la propia, que es precisamente la ajena y la
expresividad del enunciado que acoge el discurso ajeno.
El discurso de un hablante, cualquiera que sea el objeto, no llega a tal por primera vez en este
enunciado y el hablante no es el primero que lo aborda. El objeto del discurso ya se encuentra
hablado.
El enunciado no está solo dirigido a un objeto, sino también a los discursos ajenos acerca de
éste último.
Un signo constitutivo del enunciado es su orientación hacia alguien, su propiedad de estar
destinado. El destinatario del enunciado puede coincidir personalmente con aquel o aquellos a
quien responde el enunciado (Ej diálogo).
Pero en los casos de coincidencia personal un solo individuo cumple los dos papeles. El enunciado
de aquel a quien contesto ya existe, pero su contestación ( o comprensión activa) aún no
aparece. Cuando hablo tengo en cuenta al destinatario, que conoce de la situación, si posee o no
conocimientos específicos, etc.
Sin tomar en cuenta la actitud del hablante hacia el otro y sus enunciados (existentes y
prefigurados) no puede ser comprendido el género ni el estilo del discurso.
Existen los géneros y estilos “neutrales” los cuales se concentran hasta el máximo en el objeto
del discurso. Es necesario tener en cuento que estos presuponen una especie de identificación
entre el discurso y el hablante.

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