La Historia y La Verdad
La Historia y La Verdad
La Historia y La Verdad
TERCERA RELACIÓN DEL CONOCIMIENTO: En Grecia se seguía ese concepto de ciencia, pero la
misma historicidad dejaba ver la existencia de otra relación: la histórica. ¿Por qué? Porque la
historia también es un auxiliar de la ciencia, como lo es la lógica y para esta relación se debe tener
en cuenta la situación y así asumir que el pensamiento se produce bajo cierto contexto. Para
distinguir que la verdad es relativa al tiempo, cada situación tendrá su verdad y será válida, pero
para distinguir si es temporal o histórica debe estar en un proceso continuo y cuya estructura debe
siempre apegarse a la objetividad. Así pues, podemos decir que el ser es lo histórico y su
percepción la experiencia. De lo expuesto volvemos a lo anterior, esa experiencia es tan empírica
que no cumple con la objetividad requerida y el conocimiento se vería reducido notablemente.
Entonces estaremos hablando de un falso historicismo que la verdad la sustente la expresión del
pensamiento producto de su propia opinión en determinada situación. Esta vez no alcanza la
objetividad basándose en este concepto y por lo tanto no habrá ciencia.
El historicismo real tiene que adentrarse a las verdades objetivas, ir de una a otra sin perder el
sentido del tiempo y encontrando el nexo que tienen entre ellas, con ello reafirmando que sin
continuidad no hay historicidad. El tiempo marca diferencia cuando modifica la organización de la
situación histórica, se debe tener en cuenta el presente dependiente del pasado y consecuente del
futuro, sin ellos no puede haber relación de unos con otros, ya que entre todo se forma la unidad
con sentido propio evitando la discontinuidad histórica. Pero ahora la verdad depende tanto del
presente como del pasado, para que así el hecho rebusque sin temor la auténtica verdad de todo
pensamiento.
CUARTA RELACIÓN DEL CONOCIMIENTO: Hasta ahora la reciprocidad de las relaciones vinculadas
con la verdad y la ciencia, han revuelto en cierta parte su solución, pues no hay manera de tejerlas
sin excluir una de la otra; es aquí donde la siguiente relación va a constituirlas de manera que sean
una unidad: la dialógica. El pensamiento trae consigo logos porque va a acompañado siempre de
la razón y de la palabra ya que ésta va a ser racional, aunque el pensamiento podrá ser o no ser
expresado, es decir, tener un dialogo en silencio. Entonces retomaremos la idea de que todo logos
es dialógico porque aun pensando estamos dialogando internamente como lo expresaría Platón y
sin embargo, estaríamos perfeccionando el logos y todo logos es expresión, dado que involucra
intención comunicativa y a su vez contenido significativo. Sin embargo, puede llegar a pensarse
que el logos al usar la expresión se vea mermada ya que le restara veracidad por aquello de utilizar
las emociones y se le relacione con una irrealidad por usar la experiencia en su máximo esplendor,
porque algunos piensan que la verdad no es expresiva. Yo pienso que no hay verdad a medias, se
es verdadero o no, y sin embargo, con ambas estaré expresando la verdad. Es una dualidad de
expresar algo con significado y este significado venga de una expresión, es decir, el dialogo
produce entendimiento y a pesar de las diferencias o similitudes que haya entre dos seres, están
en el entendido de recrear una imagen de lo conocido, si no no cabría el entendimiento y a su vez
el dialogo, deben estar en una misma sincronía de razonamiento verbal, de tener la misma
significación mental y en este entendido aunque sea expresiva no desaparece. Entonces podemos
concluir que la verdad es el reconocimiento del ser, siendo ésta expresiva, porque se origina del
logos con una razón simbólica y a su vez el pensamiento y expresión verbal traen consigo una
comunicación y contenido significativo que le da forma a la misma.