Fenomenología Del Espíritu

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Reporte de lectura de “La fenomenología del espíritu”

Julio Juhi Pech Hernández

El prólogo de este texto ya es una tesis en sí, porque da una entrada un tanto
abrupta a las diferentes manifestaciones del espíritu humano con la
autoconciencia, razón y saberes. La relación entre sujeto y verdad tiene una
relación que se establece dentro de los parámetros del idealismo trascendental
hegeliano, puesto que sobrepasan la forma usual de presentar el conocimiento
como una relación unilateral entre el sujeto y el objeto. En Hegel la relación es
dialéctica en cuanto a que el sujeto, la conciencia y el en sí deben integrarse con
el ser ahí, para que, en un movimiento de integración, se consolide la verdad.
Representa el movimiento que la conciencia debe realizar de salir de sí, para
integrarse con su objeto y captar el movimiento. El sujeto y el objeto no son
considerados como cosas, sino como momentos de ese movimiento que es la
dialéctica. Así como sabemos que la verdadera figura esta en el sistema científico,
importante recalcar que lo complicado esta es hacer una simbiosis entre la
filosofía y la ciencia, dejando de lado el sentido romántico de el amor por el saber
para así llegar a un saber real.

Introducción

Hegel nos habla de como la conciencia natural se mostrará como concepto del
saber real, yendo por una seda científica se recae en la contrariedad, de esta
forma obteniendo como negativa su base sustancial, generando que pierda su
verdad. Por esto, el escepticismo queda plasmado en la abstracción de la nada,
por ejemplo, un ser humano esperando comer todo y dejar nada. Dejando esto, un
ejercicio implícito en el trabajo del saber, entendiéndose en un momento donde no
necesita ir más allá, aquí aparece el concepto que refiere al objeto. En mi opinión,
es sentir la duda y la desesperación como un todo dentro lo sensorial, un ejercicio
perpetuo de intranquilidad en cuanto lo que nosotros como espíritu poder
ascender.

En la obra “Fenomenología
del espíritu” (1807), aparece
el pensamiento en bruto y
puro,
el cual permite destellar ideas
sobre su propuesta. El autor
propone que la verdad solo es
verdad dentro de un
sistema: un criterio de
verdad es el sistema que
fundamenta el
concepto, que le da razón de
ser; lo que es verdad es el
todo, no la parte, y la verdad
está
en movimiento mientras se
consolida un momento del ser.
La verdad aparece de distinto
modo, puesto que, en sus
distintos momentos, la
relación entre el sujeto y
objeto va a ser
definida de distinta manera,
porque van a ser diferentes
en cuanto a su desarrollo
conceptual. El proceso de
constitución, de formación y
de creación de la verdad parte
del
sujeto que se desdobla en otro
para verse como tal; así su
sucesivo proceso, el camino y
el
movimiento de la razón es la
dialéctica.
En la obra “Fenomenología
del espíritu” (1807), aparece
el pensamiento en bruto y
puro,
el cual permite destellar ideas
sobre su propuesta. El autor
propone que la verdad solo es
verdad dentro de un
sistema: un criterio de
verdad es el sistema que
fundamenta el
concepto, que le da razón de
ser; lo que es verdad es el
todo, no la parte, y la verdad
está
en movimiento mientras se
consolida un momento del ser.
La verdad aparece de distinto
modo, puesto que, en sus
distintos momentos, la
relación entre el sujeto y
objeto va a ser
definida de distinta manera,
porque van a ser diferentes
en cuanto a su desarrollo
conceptual. El proceso de
constitución, de formación y
de creación de la verdad parte
del
sujeto que se desdobla en otro
para verse como tal; así su
sucesivo proceso, el camino y
el
movimiento de la razón es la
dialéctica.
En la obra “Fenomenología
del espíritu” (1807), aparece
el pensamiento en bruto y
puro,
el cual permite destellar ideas
sobre su propuesta. El autor
propone que la verdad solo es
verdad dentro de un
sistema: un criterio de
verdad es el sistema que
fundamenta el
concepto, que le da razón de
ser; lo que es verdad es el
todo, no la parte, y la verdad
está
en movimiento mientras se
consolida un momento del ser.
La verdad aparece de distinto
modo, puesto que, en sus
distintos momentos, la
relación entre el sujeto y
objeto va a ser
definida de distinta manera,
porque van a ser diferentes
en cuanto a su desarrollo
conceptual. El proceso de
constitución, de formación y
de creación de la verdad parte
del
sujeto que se desdobla en otro
para verse como tal; así su
sucesivo proceso, el camino y
el
movimiento de la razón es la
dialéctica.
La certeza sensible

Una de las cuestiones a estudiar es como generar conocimiento, así como saber,
esto a partir de la conciencia y para ello hay que iniciar en el saber inmediato.
Teniendo como referencia la introducción del texto, podemos ir asimilando hacia
donde va dirigido, es decir que esto onda en mundo de lo sensible y es atreves de
los sentidos. Si bien puede parecer un tanto errático, esto no dista más que la
verdad misma de no poder concebirnos en la simpleza de un saber que se
extiende en infinitud y posiblemente siendo el proveedor del conocimiento más
abundante. La explicación bien puede parecer simple, y sin caer en lo
extraordinario estamos en medio de la abundancia que está ahí en la nada, todo
en un ejercicio perpetuo por parte de nuestros sentidos que nos ofrecen nada más
y nada menos que un ejercicio donde no existe un principio y mucho menos un
final. Aquí encontramos el saber intermedio que es tan noble que no es necesario
tener algo entendido previamente, ya que simplemente existe y está ahí
demostrando que es la línea de partido del saber.

Debemos señalar que al experimentar algo sensorialmente no es lo único


necesario para llegar al conocimiento, puesto que el objeto se divide o duplica,
esto desde donde sea visto, porque el objeto puede existir inerte y para si mismo,
ajeno al sujeto que lo observa o bien, puede generar una cualidad distinta en la
que esta para otro que no sea el sujeto que lo percibe en un inicio. Es por esto que
también se debe contemplar el espacio y el tiempo para una certeza sensible.

La percepción

Las particularidades quedan lejanas a la veracidad que otorga el tiempo y espacio,


y curiosamente por la generalidad, nuestro lenguaje refiere a una generalidad. Es
cuando hallamos la problemática del concepto y como debemos ser
cuidadosamente específicos para no recaer en la ambigüedad o la confusión del
mismo. Por esto existe una constante y es la lucha entre lo general y lo particular.

La insatisfacción de nuestro pensar con la certeza sensible es notable, y sin la


percepción ¿cómo podemos tomar o medir la veracidad de algo? quizá porque
correlacionamos un objeto que podemos analizar desde lo sensorial y el
significado general. Esto genera una brecha nada satisfactoria en cuanto la
certeza sensible, que es donde tiene su participación la percepción de lo
entendido y podemos caer en tomar algo como verdadero a través de lo que
entendemos sensorialmente con su significado. Visto de esta forma, el objeto esta
inmerso en si y dependiendo de como es relacionado se sabe si es para alguien
más según la generalidad, dando lugar a una posible negación de ser en si mismo
y según el prólogo, nace una verdad que tendrá lugar según sus características,
por ello el método dialéctico condiciona el ser y su forma, teniendo a la negación
misma como parte de su esencia.

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