Protocolo de Imputabilidad (Arce y Fariña)
Protocolo de Imputabilidad (Arce y Fariña)
Protocolo de Imputabilidad (Arce y Fariña)
Nota: Los trabajos aquí referenciados contaron con la financiación de la Secretaría Xeral
de Investigación e Desenvolvemento, Xunta de Galicia, en el Proyecto de Excelencia
Investigadora Código PGIDIT03CS037401PR.
Introducción.
De la capacidad de simulación.
Para que la hipótesis de la simulación tenga relevancia es necesario que los potenciales
simuladores dispongan de capacidad para la misma. Para conocer de ésta, Arce, Pampillón y
Fariña (2002), en un estudio con legos en Psicología a los que pidieron que simularan una
enfermedad mental no imputable en el MMPI y en una entrevista clínico-forense, encontraron
que el 78,8% de los participantes eran capaces de simular en el MMPI una enferemedad mental
no imputable y el 41,2% en la entrevista clínico-forense. Aún es más, los legos en psicopatología
fueron capaces de discriminar en el MMPI entre patologías esperadas (paranoia y esquizofrenia)
y no esperadas (hipocondría, depresión, histeria, masculinidad-feminidad, psicastenia, hipomanía
e introversión social). Para este fin, la evaluación clínica con control de la simulación o
sobresimulación (esto es, la exageración de sintomatología padecida), la evaluación clínica
tradicional no es efectiva. De suyo, en la práctica clínica no se describen casos de simulación,
simplemente porque no se buscan (Rogers, 1997). En consecuencia, es necesario concretar
procedimientos de medida de la enfermedad mental que consideren la simulación como un factor
corrector.
De la evaluación de la simulación.
1
Además de los indicadores originales de validez del protocolo, se pueden tomar los indicadores
adicionales de validez de interés para la simulación tal como la Escala Fb (F Posterior), la Escala TRIN y
la Escala VRIN. La Escala Fb tiene como objeto identificar un registro en el que el sujeto ha dejado de
prestar atención o presenta un patrón de respuestas azaroso. Las escalas TRIN y VRIN miden la
inconsistencia de las respuestas verdadero y respuestas variables, respectivamente. Es preciso tener
presente que estos indicadores adicionales están en fase de estudio experimental con lo que han de
tomarse como complementarios de los originales y no como sustitutivos.
clasificados como tales (v. gr., Arce, Pampillón y Fariña, 2002; Bagby, Buis y
Nicholson, 1995; Fariña, Arce y Novo, 2004). En conclusión, los protocolos clínicos del
MMPI no son prueba suficiente para establecer fehacientemente simulación porque: a)
el diagnóstico de simulación es compatible con la formulación de otras hipótesis
alternativas (p. e., Graham, 2000; Roig Fusté, 1993); b) no clasifica correctamente a
todos los simuladores (v. gr., Arce, Pampillón y Fariña, 2002; Bagby, Buis y Nicholson,
1995; Fariña, Arce y Novo, 2004); y c) no proporcionan diagnósticos sino impresiones
diagnósticas. En otras palabras, la evaluación basada únicamente en este instrumento
puede llevar a la comisión de tres tipos de errores: falsos positivos (catalogar a enfermos
reales como simuladores), errores de omisión (no detectar como simuladores a sujetos
que realmente están simulando) y validar como evaluación forense una simple
impresión.
Arce y Fariña (este trabajo; Arce, Fariña y Pampillón, 2002; Fariña, Arce y
Novo, 2004), tras contrastar la capacidad de la población general para simular
efectivamente enfermedades mentales no imputables al tiempo que discriminarlas de
otras no relacionadas con la imputabilidad, y analizar los indicadores de control de la
simulación, concretaron el siguiente protocolo de actuación para la medida clínica con
control de la simulación en casos de valoración de la imputabilidad (en el Anexo se
incluye un ejemplo de pericial basado en este protocolo). Éste se circunscribe en torno a
dos tipos de criterios: positivos y negativos.
b) Criterios negativos. Nuestros resultados ponen de manifiesto que existen una serie
de criterios negativos, esto es, que anulan o mitigan la validez del protocolo. Éstos
son: 1) los sistemas de medición, MMPI, entrevista u otros, no detectan, en
protocolos válidos, enfermedad mental (en otras palabras, si los instrumentos de
medida no detectan enfermedad incapacitante alguna no se puede sostener la
misma); 2) las escalas de control de validez y sus combinaciones detectan
simulación; 3) la detección de alguna estrategia de simulación en la entrevista; y 4)
ausencia de concordancia inter-medidas. El primer criterio es eliminatorio, o sea, si
la enfermedad mental no es medible, no se puede sostener no imputabilidad por
causa de enajenación mental (téngase presente que hemos excluido la oligofrenia o
retraso mental ). Los restantes, en sí mismos, no son determinantes, con lo que se
requerirá, cuando menos, la complementación de dos criterios y el estudio de las
hipótesis alternativas para concluir en relación a la no imputabilidad. Para estos
últimos indicios de no validez es para los que formulamos el concepto de “invalidez
convergente” que requiere de, al menos, dos indicios de invalidez para desestimar
un protocolo como válido.
c) Es aconsejable que dos evaluadores, por separado, lleven a cabo la evaluación, con
lo que podremos comprobar la consistencia inter-evaluador. Este sistema nos sirve
para controlar posibles sesgos de medida e interpretación en el evaluador.
e) Control de falsos positivos, esto es, enfermos reales, a través de un estudio de los
antecedentes e historia general del sujeto, de las hipótesis alternativas en cada
indicador de no validez (véase Roig Fusté, 1993, Graham, 2000), y del cumplimento
de los criterios del Modelo de Decisión Clínica para el establecimiento de la
simulación (Cunnien, 1997).
Bibliografía y referencias.
de
Que ha practicado el estudio e informe pericial acordado por el Ilmo. Sr. Juez del
Juzgado de lo Penal Nº --- de ----------------- (--------).
- Dos sesiones de entrevista clínico forense individuales con D./Dña. ----------, realizadas
los días -- de -------- de 20--.
- Tres entrevistas psicosociales con D./Dña. ---------- realizadas los días -- de -------- de 20-
-.
- Aplicación de pruebas psicológicas a D./Dña. ---------- llevadas a cabo los días -- de ----
---- de 20--.
METODOLOGÍA
RESULTADOS
g) Estas conclusiones fueron obtenidas por ambos peritos por separado y fueron
concordantes (IC>.80).
Estudio de la inteligencia.
La medida obtenida sobre el desarrollo intelectual de D./Dña. ---------- informa
que está en un nivel “medio-bajo” (CI=89) que permite una evaluación psicológica
como la requerida en este caso.
Estudio neuropsicológico.
El Test Barcelona, del que sólo evaluamos aquellas áreas que habíamos
observado que pudieran ser neurológicamente deficitarias y que podrían mediar la
evaluación realizada así como sus capacidades cognitivas, informa de áreas totalmente
anuladas (NIVEL INFERIOR): lenguaje espontáneo (narración temática y descripción),
fluencia y contenido informativo, orientación (orientación tiempo), lectura-
verbalización, comprensión lectora, dictado, memoria verbal, aprendizaje de palabras,
memoria visual y cálculo (cálculo escrito). Del mismo modo, observamos deficiencias
significativas en las siguientes áreas (NIVEL MÍNIMO): dígitos (dígitos inversos),
cálculo (cálculo mental), información, abstracción verbal (semejanzas-abstracción) y
cubos.
Las implicaciones más relevantes para el caso son que D./Dña. ---------- presenta
afasia que se concreta en anomia (esto es, falta de vocabulario, dificultad para la
evocación de léxico recurriendo a palabras ómnibus). Además exhibe signos propios del
retraso mental (acalculia, no información, ausencia de pensamiento abstracto y en
manejo de cubos), alexia (incapacidad para la lectura) y agrafía (incapacidad para la
escritura). De igual manera se observa simplificación narrativa y dificultad para la
comprensión de tareas.
Estudio clínico.
MMPI-2.
D/Dña. -------------- obtuvo puntuaciones significativas (T>90), de relevancia
para el caso, en Depresión (depresión clínica severa, reservado, afectado seriamente
por problemas, desesperado; culpabilizado, con sentimientos de inutilidad e
inadecuación; preocupado por la muerte, suicida; abatido, lento en el pensar y en el
actuar); Paranoia (predisposición paranoide, excesivamente sensible, suspicaz, airado,
resentido, reservado); Psicastenia (miedo extremo, ansiedad, tensión; trastornos del
pensamiento, percepción defectuosa, falta de concentración, rumiaciones, rituales
rígidos, fobias supersticiosas, sentimientos de culpa) y esquizofrenia (huye de la realidad
refugiándose en sus fantasías, procura evitar situaciones nuevas y de contacto personal,
posee escasa inteligencia social, negativista, apático, impulsivo, hostil, desordenado).
SCL-90.
Los resultados obtenidos en este instrumento, que colocan a D./Dña. ---- dentro
de la población psiquiátrica, informan, con relevancia para el caso (Pc>90), de
Depresión (signos y síntomas clínicos propios de los trastornos depresivos); Ansiedad
(manifestaciones clínicas de ansiedad, tanto generalizada como aguda); Hostilidad
(pensamientos, sentimientos y acciones característicos de estados de afecto negativos
como la ira); ideación paranoide (características propias del pensamiento proyectivo,
como suspicacia, centralismo autorreferencial e ideación delirante, hostilidad,
grandiosidad, miedo a la pérdida de autonomía y necesidad de control) y Psicoticismo
(psicosis clínicamente manifiesta).
Entrevista clínico-forense.
El análisis de contenido de la entrevista clínico-forense nos llevó a registrar
sintomatología depresiva, ansiosa, hostilidad, paranoide (delirios persecutorios) y
esquizofrénica (p.e., comportamiento y pensamientos insólitos, visiones, escucha voces,
experiencias inusuales).
Psicopatía.
No se aprecia. En todo caso, ésta no tendría implicación alguna para la
imputabilidad al no limitarlo, por sí misma, ni cognitiva ni volitivamente.
Neurosis.
Se aprecia un cuadro ansioso depresivo pero no anula ni merma sus capacidades
cognitivas o volitivas.
Psicosis.
D./Dña. ---------- padece un trastorno psicótico en un grado extremo hasta el
punto de anular sus capacidades cognitivas (distorsiones en la percepción de la realidad)
y volitivas (carencia de control de impulsos). Además, los delirios persecutorios se
relacionan con los hechos delictivos a lo que se suma un cuadro esquizofrénico severo
(el cuadro esquizofrénico no requiere de una vinculación directa entre comportamiento
punible y enfermedad porque ésta está siempre presente).
NOTA.: La conclusión que, como recomendación, se formula en el presente informe de resultados del
Estudio Pericial Psicológico del caso que nos ocupa; se refiere, únicamente, a la situación que existía en el
momento de practicar el estudio y, por ello, los resultados no pueden extrapolarse a otras circunstancias o
condiciones ambientales. Por esa razón, caso de producirse una variación sustancial o modificación de tales
circunstancias del caso, procedería reevaluarlas y efectuar un nuevo análisis situacional.
ADVERTENCIA: Este informe pericial contiene datos confidenciales de las personas objeto de evaluación,
datos que afectan a la privacidad de las personas (protegida por ley) y que van más allá del objeto de la
actuación judicial. Además, estos datos están sujetos a secreto profesional y el Juzgado, como instancia
solicitante del mismo, y las partes implicadas en el proceso, están obligados a no darle difusión fuera del
estricto marco para el que fueron requeridos (art. 43 del Código Deontológico del Psicólogo).