Historia DE LA VIRGEN DE FATIMA
Historia DE LA VIRGEN DE FATIMA
Historia DE LA VIRGEN DE FATIMA
Fátima y El Escapulario
Los Niños De Fátima
El Ángel De Portugal
Dos veces más en el verano de 1916 el Ángel visitó a los niños. La segunda
vez que vino, los niños estaban jugando cerca del pozo detrás de la casa de
Lucía. De pronto, sin avisar, apareció preguntando: "Que hacen? Recen, recen
sin cesar; ofrescan oraciones y sacrificios al Todopoderoso. " Lucía confusa por
las palabras, se atrevió a preguntar: "Pero cómo -- cómo debemos
sacrificarnos?" A lo que el Ángel contestó: "En todo lo que hagan ofrezcan un
sacrificio a Dios para pagar por los pecados que le ofenden, sobre todo, acepten
con sumisión los sufrimientos que Dios les vá a mandar."
Más tarde en el valle, las niñas se lo explicaron a Francisco quien había visto
el Ángel pero no pudo oir su voz. "Pero como debemos sufrir?" dijo Francisco,
"No estamos enfermos. Tenemos suficiente para comer y un sitio para vivir."
Pero pronto aprendió su significado, cuando su hermano mayor se enlistó en el
ejercito pelfando de la segunda guerra mundial. Igualmente la pequeña Jacinta
se deprimió por la preocupación en su hogar y los cuentos de muerte en el
campo de batalla, igual al problema en la familia de Lucía, cuando su padre
comenzó a gastar todo su dinero en las tabernas, y extendía sus bracitos y
lloraba diciendo; "Señor, Os ofrecemos todos estos sufrimientos para la
converción de los pecadores." Entonces empezaron a comprender el significado
de sufrir y el gran misterio del pecado.
Reparación
A fines del verano, el Ángel vino a "El Cabeco" donde estaban rezando, esta
cueva fué santificada debido a su primera visita. En su mano sostenía un Cáliz
y sobre él, una Hostia sangrando. Arrodillándose dijo la conmovedora oración:
"O Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Epíritu Santo, Os adoro y ofrezco el
preciocísimo cuerpo, sangre, alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en los tabernáculos en el mundo, en reparación por las injurias,
sacrilegios é indiferencias por los cuales Él es ofendido. Y por los méritos
infinitos de Su Sagrado Corazón y del Inmaculado Corazón de María, Os
imploro por la converción de los pobres pecadores." Luego, dando la Hostia a
Lucía y el contenido del Cáliz a Francisco y a Jacinta dijo: "Tomad y bebed del
Cuerpo y Sangre de Jesucristo, horriblemente ofendido por hombres ingratos.
Haced reparación por sus crímenes y consuelen a Dios." Esta fúe la última vez
que los niños vieron al Ángel de la Paz.
Nada fuera de lo ordinario sucedió durante los días que siguieron. El verano
pasó, el invierno llegó, la primavera con su nueva vida, y durante ese tiempo
los niños abrazaron la esperanza de que la criatura de la luz regresaría a ellos.