Prufrock
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Prufrock
Eliot
Thomas Stearns Eliot, conocido como T. S. Eliot nació en San Luis, Misuri en 1888 y murió en
Londres en 1965. Representó una de las cumbres de la poesía en lengua inglesa del siglo XX.
Según José María Valverde, en efecto “la publicación de La tierra baldía convierte a T. S. Eliot en
la figura central de la vida poética en lengua inglesa. [...] La crítica saludó el complejo y oscuro
poema [...] como símbolo de una época de desintegración, que trataba desesperadamente de
poner algún orden en el creciente caos aplicando mitologías y formas heredadas del pasado”.
El crítico Edmund Wilson afirmó de Eliot: «Es uno de nuestros auténticos poetas únicos».
En 1948 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura «por su contribución sobresaliente y
pionera a la poesía moderna».
Modernismo
Prufrock
En 1917 Eliot comienza a trabajar en el banco Lloyd's de Londres, donde permanecerá varios
años. Colabora regularmente en la revista The Egoist, fundada por Dora Marsden. También
trabajará en la editorial Faber and Faber, firma de la que llegó a ser directivo.
Ese mismo año aparece su primer gran poema: La canción de amor de J. Alfred Prufrock. La
obra, probablemente la más citada de Eliot, evidencia ya la intensa vocación experimental de su
autor. Se llama experimentalismo, por oposición a clasicismo, a toda aquella manifestación
artística (de tipo musical, poético, teatral, plástico...) de acusada tendencia transgresora y
rupturista respecto de los modelos anteriores. El experimentalismo, en principio, suele ser
opuesto al gusto popular. Procede a imitación de la ciencia, siguiendo el método empírico, en
concreto la rama experimental a base de prueba y error, en su búsqueda incesante de nuevas
formas de expresión. Dicho término se halla muy relacionado con las vanguardiasy los "ismos"
que dominaron la escena cultural europea a principios del siglo XX.
Prufrock está estructurada como monólogo dramático utilizando la técnica del monólogo interior.
Se halla repleto de citas y alusiones de todo tipo, con especial atención a Dante y Shakespeare
(Hamlet).
Entonces ¿habré de presumir? He oído allí cómo entre ellas se cantan las sirenas.
¿Y cómo he de comenzar acaso? Mas no creo que me vayan a cantar a mí.
Las he visto nadando mar adentro sobre las crestas de la
Diré tal vez: he paseado por callejuelas al ocaso marejada,
y he visto el humo que sube de las pipas peinando las cabelleras níveas que va formando el oleaje
de hombres solitarios en mangas de camisa, sobre las cuando de blanco y negro el viento encrespa el océano.
ventanas reclinados.
Nos hemos demorado demasiado en las cámaras del mar,
Hubiera preferido ser un par de recias tenazas junto a ondinas adornadas con algaseojas y castañas,
que corren en el silencio de oceánicas terrazas. hasta que voces humanas nos despiertan, y perecemos
¡Y la tarde, la incipiente noche, duerme sosegadamente! ahogados.
Acariciada por unos dedos largos,