Tributos Indigenas

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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA INDOAMERICA

REALIDAD NACIONAL
Msc. Patricio Lara

Integrantes:
 Alexandra Chugcho
 Christian Gómez
 Patricio Morejón
 Richard Taipe
 Stefano Zurita

Tema:

TRIBUTOS INDÍGENAS

Abril – Agosto 2018


Tributos Indígenas
Impuesto pagado por los naturales de América a la corona española o su sucesor, el estado
republicano, con un carácter personal, en virtud de su condición jurídica de vasallos o ciudadanos
libres.

En tiempos prehispánicos, la población indígena tuvo obligaciones locales e institucionales que


debió cumplir en servicio personal, en productos e, incluso, en moneda. Los conquistadores
aprovecharon esta costumbre para recaudarla en un principio bajo la exclusiva forma de servicios
personales. El tributo fue recogido legalmente, aunque de forma imprecisa, en las instrucciones de
1501 del gobernador de La Española y Tierra Firme, Nicolás de Ovando. Tras la conquista de los
imperios azteca e inca, el tributo quedó tempranamente vinculado a la institución de
la encomienda, directa beneficiaria de los primeros repartimientos de indios (véase en la
voz repartimiento). Aunque el pago del tributo se hacía simbólicamente a la Corona en
reconocimiento de su señorío, ésta otorgó a los encomenderos el privilegio de gozar de dicha renta.
Los indígenas estaban obligados a retribuir al encomendero su protección, instrucción y
cristianización con un pago equivalente a tres pesos de oro en especie, dinero o servicios
personales. Con relación al número total de indios inicialmente repartidos a los encomenderos,
correspondió pagar tributo aproximadamente al 20%. La inexistencia de una tasa uniforme y
oficial que precisara las obligaciones de los indios amparó los abusos en el período inicial del
cobro del tributo. El impuesto era recaudado por el mismo encomendero, quien con frecuencia
explotaba a la población nativa y obligaba incluso a la mujer y los hijos del tributario a trabajar
para completar el pago exigido. En Nueva España hubo denuncias de casos en que las mujeres
fueron obligadas a asumir completamente dicha carga.

El tributo fue revisado por las Leyes Nuevas de 1542-1543, que trajeron como novedad la
prohibición de conceder nuevas encomiendas y repartimientos de indios. Se estableció además que
ningún encomendero pudiera cobrar tributos a sus indios mientras éstos no estuvieran tasados.
Igualmente, se confirmó que sólo los caciques, sus hijos, los alcaldes de indios y las mujeres
estaban exonerados de tributar.

Las Leyes Nuevas explican en parte el estallido de la guerra civil en el Perú (1545-1548). El
resultado de esta refriega fue la derrota de los conquistadores que amenazaban la autoridad de la
Corona. Esta circunstancia fue aprovechada por los funcionarios del gobierno para limitar el poder
de los encomenderos dentro del sistema fiscal mediante las tasaciones. En 1549, el
Pacificador Pedro de la Gasca oficializó en Perú la ejecución de las primeras tasas de tributarios
ayudado por los visitadores que debían encuestar y censar a los grupos nativos. La tasación sirvió
para establecer el monto y las características del tributo de acuerdo a la costumbre y realidad
socioeconómica de cada población indígena. Sin embargo, correspondió al virrey Francisco
Álvarez de Toledo realizar en 1570 la primera numeración general de los indios del Perú, sirviendo
esta tasa de modelo para los sucesivos empadronamientos, retasas y revisitas de la época colonial.
La Corona española dispuso que estaban obligados a tributar todos los indígenas sin impedimento
físico con edades comprendidas entre los dieciocho y los cincuenta años, así como los menores de
dieciocho años si estaban casados. El pago se fijó en dos cuotas anuales, la primera el día de San
Juan (junio) y la segunda en la Navidad (diciembre). La novedad más importante fue que el pago
del tributo dejó de ser una carga personal para convertirse en un impuesto colectivo. Las familias
indígenas dispersas territorialmente fueron concentradas en grupos para poder controlarlas en
términos fiscales y laborales, reducciones éstas que condujeron al nacimiento de los actuales
pueblos de indios o comunidades indígenas. El cobro del tributo y la confección del padrón quedó
bajo responsabilidad de los curacas o caciques, las máximas autoridades dentro de estas
comunidades. El gobierno español introdujo la figura burocrática del corregidor que,
paulatinamente, fue sustituyendo al encomendero en la centralización final del tributo que sirvió
para financiar el sostenimiento de la tesorería local. En Nueva España, el tributo tuvo una
evolución diferente al disponer la Audiencia en 1577 la partición de la contribución de 3 pesos en
dos partes, una mitad que se seguía entregando al encomendero como señal de sometimiento a la
Corona y la otra mitad que se depositaba en la comunidad para el pago de los salarios de la
burocracia local. Al comenzar el siglo XVII, los encomenderos habían desaparecido del escenario
fiscal americano. El tributo adquirió su corpus legal definitivo en la Recopilación de las Leyes de
Indias de 1680. Pese a este intento legal de normar su funcionamiento, los abusos siguieron
subsistiendo de parte de las autoridades encargadas de su recaudación. Sin embargo, algunos
indígenas aprendieron a combatir estos excesos acudiendo a los procedimientos judiciales. Cuando
el pago del tributo estuvo vinculado a la realización de la mita en las minas altoperuanas, varios
trabajadores prefirieron evadirla fugándose. Se conoció a quienes se desvinculaban de este modo
de la comunidad y del control fiscal con el nombre de "indios forasteros".

En el siglo XVIII, el ramo de tributos constituía el mayor ingreso de la hacienda virreinal peruana.
La existencia del tributo no fue cuestionada por los indígenas, pero sí causaban malestar los
mecanismos de control y recaudación aplicados por los corregidores. Estas autoridades además
introdujeron a fines del siglo XVII el repartimiento, mecanismo por el cual se distribuían productos
importados y coloniales entre los indios a precios más altos que los fijados en los mercados
coloniales. Las deudas del repartimiento que se sumaron a las del tributo fueron el motivo principal
que condujo a varias comunidades indígenas a apoyar la rebelión indígena de Tupac Amaru en
1780. Las reformas borbónicas puestas en práctica en el Perú después de aplastar el levantamiento
indio condujeron a la sustitución del corregidor, pero los abusos continuaron en manos de las
nuevas autoridades, es decir, los caciques y los subdelegados. Este impuesto fue abolido en todos
los territorios americanos por las Cortes de Cádiz en 1811, para ser de nuevo reinstalado
por Fernando VII en 1814 en los territorios que continuaban bajo control español (Perú, México y
Centroamérica). Tras una nueva abolición en la época de la independencia, fue restablecido
por Simón Bolívar en Perú y Bolivia en 1826. Dicho cobro fue asumido por los gobiernos
republicanos ante la imposibilidad de hallar recursos alternativos para cubrir el déficit crónico de
sus erarios públicos. Por su parte, las comunidades indígenas aceptaron el restablecimiento del
tributo como una garantía del respeto a la inviolabilidad de sus tierras. En Perú, este impuesto
quedó abolido definitivamente en 1854, mientras que en Bolivia se dejó de cobrar a partir de 1874.
(Enciclonet, (s.f))

Bibliografía
Enciclonet. ((s.f)). Obtenido de http://www.enciclonet.com/articulo/tributo-indigena/

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