Toma y Rescate Rehenes
Toma y Rescate Rehenes
Toma y Rescate Rehenes
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Artículo de reflexión, resultado de los avances de investigación de la tesis doctoral: La
toma de rehenes como acto terrorista internacional: Un análisis integrado de los casos
de Perú y Colombia, del programa de Doctorado en Estudios Americanos, mención
Estudios Internacionales, de la Universidad Santiago de Chile (USACH).
**
General de la Brigada Aérea (Ret.) de la Fuerza Aérea de Chile. Ingeniero Sistemas
de Armas. Magíster en Ciencias Militares y Doctor en Estudios Americanos. Correo
electrónico: aalvarez@fach.mil.cl.
RESUMEN
Hostage taking is a phenomenon that affects many countries, where the changing
relationship between politics and the war against terrorism is reflected. To combat this
threat, governments are forced to act with all available capacities and sometimes major
principles and moral scruples are ignored by government agents in charge of the fight
against terrorism. This article analyzes the hostage rescue operation "Chavin de
Huantar" aimed at freeing 72 people kidnapped by the "Tupac Amaru" Revolutionary
Movement (MRTA). The aim of the study is to explore the 'dilemma' complex issue of
whether a 'liberal democracy' can be considered acceptable 'fight terror with unlimited
violence' and if in this age of terrorism, we can resist the temptation to 'have no mercy'.
As a methodology level, a comprehensive literature review and field study whose results
allow verifying that it cannot grant concessions to terrorists in hostage is done, but
whether to prioritize the use of the most appropriate resources for citizens' victims of
this scourge come out unscathed from this condition.
RESUMO
Tomada de reféns é um fenômeno que afeta muitos países, onde a evolução das
relações entre a política ea guerra contra o terrorismo é refletida. Para combater essa
ameaça, os governos são obrigados a agir com todas as capacidades disponíveis e às
vezes grandes princípios e escrúpulos morais são ignorados por agentes do governo
encarregados da luta contra o terrorismo. Este artigo analisa a operação de resgate de
reféns "Chavin de Huantar", destinada a libertar 72 pessoas sequestradas pelo
Movemento Revolucionario "Tupac Amaru" (MRTA). O objetivo do estudo é explorar o
'dilema' da complexa questão de saber se uma 'democrácia liberal' pode ser
considerado aceitável 'combater o terror com violência sem limites' , e se nesta época
de terrorismo, podemos resistir à tentação de 'não tem piedade'. Como metodologia,
uma abrangente revisão da literatura e estudo de campo cujos resultados permitem
verificar que não pode conceder concessões a terroristas nos reféns é feito, mas se
deve priorizar o uso dos recursos mais adequados para os cidadãos vítimas deste
flagelo sair ileso desta condição.
INTRODUCCIÓN
Si se contempla el mundo que nos rodea, queda claro que las expectativas de un mundo
mejor, surgidas al término de la Guerra Fría, eran infundadas y en este orden de ideas,
resalta la irrupción de nuevas formas de amenaza a la seguridad internacional, entre las
cuales sobresale el secuestro y la toma de rehenes, como un fenómeno terrorista que
afecta directa e indirectamente a muchos países, y cuya faceta perturbadora refleja la
cambiante relación existente entre la política y la guerra.
Para Ignatieff, la situación se torna más compleja "si asociamos la toma de rehenes con
la llamada era de la guerra contra el terrorismo global, donde para derrotar el terror se
requiere violencia, y en muchas ocasiones también se puede requerir coacción, engaño,
secreto y violación de derechos" (2004, p.7).
Para combatir las acciones terroristas, los gobiernos actúan haciendo uso de todas sus
capacidades y en muchas ocasiones 'los grandes principios' y 'los escrúpulos morales'
pierden su influjo sobre los agentes del Estado encargados de la lucha contraterrorista.
Los agentes estatales actúan guiados por ideales muy altos pero a veces traicionan sus
creencias iniciales bajo la justificación de que aquello constituye un 'mal menor' ante el
'mal mayor' que representa el terrorismo.
El presente artículo examina la actuación de los agentes del Estado de Perú, quienes el
22 de abril de 1997 ejecutaron una operación de rescate de rehenes destinada a liberar
a 72 personas retenidas al interior de la casa del embajador de Japón en Lima, por
parte de un grupo de terroristas del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA).
También se analiza la actuación del MRTA, que no puede eludir su responsabilidad al
utilizar el secuestro y la toma de rehenes como una herramienta terrorista y criminal
para lograr sus fines.
El cabecilla inicial del MRTA fue Víctor Polay Campos, alias "Rolando", quién organizó los
primeros actos violentos. Con su captura, en febrero de 1989, fue desarticulado el
Comité Regional del Centro ubicado en los departamentos de Junín y Pasco. Dicha
captura se produjo luego de un exitoso operativo en el que fueron abatidos otros 106
terroristas5.
En julio de 1990, durante el gobierno de Alan García Pérez, Víctor Polay se fuga de la
cárcel de Lima, junto a otros 46 militantes, utilizando un túnel construido
probablemente con apoyo desde el interior de la misma cárcel. De esta forma, retoma la
conducción del MRTA, apoyado esta vez por dos facciones legales de la izquierda
radical, el Bloque Popular Revolucionario (BPR) y el Movimiento Patria Libre (MPL),
convirtiéndose así en los principales instrumentos de captación y formación ideológica
de cuadros emerretistas.
Se calcula que en 1991, el MRTA tenía una fuerza que no superaba los 1.000 hombres,
de los cuales el 60 % estaba armado, gracias a ganancias derivadas de secuestros,
toma de rehenes y vínculos establecidos con los narcotraficantes. Durante ese mismo
año, el MRTA se fortaleció militarmente al re-incorporar a militantes evadidos de la
cárcel e incrementar las acciones violentas urbanas y rurales.
A partir de 1992, comienza la decadencia del MRTA, debido a la acción de las fuerzas de
orden, las que entre otros éxitos, lograron recapturar a Víctor Polay Campos y a otros
integrantes de alta jerarquía. Adicionalmente, en el seno del BPR y del MPL surgieron
discrepancias y disputas por el mando, lo que debilitó su trabajo a nivel popular y
provocó el distanciamiento de militantes desilusionados y, cuando se capturaron y
encarcelaron a sus cabecillas, ambos núcleos se disolvieron.
Capturado Víctor Polay, asumió como Jefe Militar y miembro del Comité Ejecutivo del
MRTA, Néstor Cerpa Cartolini quién trató de reorganizar la golpeada estructura
organizacional.
En 1993, la violencia del MRTA disminuyó ostensiblemente y sus actos fueron relegados
hacia fines netamente propagandísticos. En 1994, por efecto de la "Ley de
Arrepentimiento", aumentaron las 'deserciones' y 'colaboraciones' con las fuerzas de
orden, aumentando así el desbande emerretista11.
En 1995, se pone en evidencia la falta de conducción y dirección del Comité Regional del
Centro, lo cual desnuda la desorganización que existe al interior de la estructura militar
y política del MRTA. Esto se agrava con la detención de veinte dirigentes jerárquicos,
incluyendo a la propia mujer de Néstor Cerpa Cartolini, Nancy Gilvonio Conde. A partir
de este momento, las acciones comienzan a declinar hasta llegar a tan sólo 44 eventos
en 1996, lo que representa apenas un 12 % del nivel obtenido a inicios de la década.
Así, llegamos a diciembre de 1996, ocasión en que un grupo armado del MRTA, asalta la
embajada de Japón en Lima, capturando a más de 600 rehenes pertenecientes a
diversos sectores de la vida política y económica peruana, en lo que se considera fue la
última 'gran acción' emerretista.
Respecto de las condiciones defensivas que brindaba este inmueble, Bolívar, nos señala
lo siguiente:
El inmueble constituía una gran ventaja para los terroristas por las
facilidades que la residencia otorgaba para impedir, frustrar o desbaratar
cualquier intento de las fuerzas del orden por rescatar sanos y salvos a los
rehenes. En dicho inmueble era mucho más fácil para los terroristas
controlar físicamente a los 72 rehenes, torturarlos psicológicamente y a su
vez tomar las medidas defensivas (bloqueo de acceso; minado de puertas,
paredes y pasadizos; y edificación de obstáculos), para disuadir a las fuerzas
del orden a realizar una incursión de rescate. (2004, p.1)
Preparación y entrenamiento
Actividades previas
Luego del asalto, Néstor Cerpa interpuso una serie de demandas que pueden ser
resumidas así: exigencia de liberación inmediata de 465 miembros MRTA desde
distintas prisiones en todo el país, incluyendo a su propia esposa; planteamiento
respecto de la necesidad de realizar una revisión de las reformas gubernamentales
neoliberales de libre mercado establecidas por el gobierno peruano; cuestionamiento al
programa de asistencia extranjera de Japón en Perú, bajo el argumento de que esta
ayuda beneficiaba solo a un estrecho segmento de la sociedad, y protesta en contra de
lo que denuncia como condiciones crueles e inhumanas existentes en las cárceles
peruanas14. También anunció que liberaría gradualmente a los rehenes que no
estuvieran conectados con el gobierno peruano.
En días posteriores, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Perú, actuó como
intermediario entre el gobierno y los terroristas. De esta forma, en los meses siguientes
fueron liberados gran parte de los rehenes; primero todas las mujeres y, luego otros
rehenes, con excepción de 72 de ellos15.
El 10 de febrero de 1997, Fujimori viajó a Londres, donde anunció que buscaba un país
que diera asilo a los emerretistas, declaración que sorprendió a observadores y
periodistas, ya que contradecía su posición inicial, previamente manifestada, en el
sentido de no negociar con una organización terrorista.
Lo que sí era efectivo, es que al mismo tiempo se había comenzado a construir bajo la
residencia del embajador japonés, una compleja red de túneles, con diferentes accesos
y pasillos subterráneos para así poder acceder a la residencia de la embajada; mientras
se trabajaba en estos túneles, los planificadores de la operación de rescate, comentaron
la similitud que guardaban estos, con las ruinas de unos templos pertenecientes a la
ancestral cultura peruana pre-inca, y se determinó asignar a la operación el nombre
clave que designa esas ruinas, "Chavín de Huantar"16.
Actividades de inteligencia
Durante la crisis, que se prolongó hasta abril de 1997, el gobierno no podía arriesgarse
a efectuar un movimiento militar que pudiera poner en riesgo la vida de los
secuestrados, debido a las consecuencias nacionales e internacionales que aquello
ocasionaría. En consecuencia, se determinó realizar una 'maniobra de engaño'
consistente en demostrar una supuesta apertura para negociar, mientras se preparaba
la 'opción militar' , medida que se considera muy semejante a lo sucedido durante la
crisis de rehenes israelitas secuestrados por terroristas palestinos en el aeropuerto de
Entebbe en Uganda17.
De esta forma, durante 126 días, el gobierno peruano simuló negociar con los
terroristas, al mismo tiempo que entrenaba a sus fuerzas especiales en una réplica de la
residencia. Durante las mañanas, se emitían marchas militares con megáfonos en los
alrededores de la casa, respecto de lo cual, los medios de comunicación especularon
que se trataba de una maniobra destinada a afectar la moral de los terroristas. El
verdadero motivo de estas actividades era silenciar las maniobras destinadas a evacuar
la tierra extraída durante la noche, por medio de camiones que salían desde una casa
ubicada en la calle posterior de la residencia.
Otro aspecto, considerado clave para la evacuación de los rehenes, era la necesidad de
poder concentrarlos en un solo lugar; esto fue facilitado involuntariamente por el propio
líder terrorista, quién al escuchar ruidos que le hicieron sospechar que un túnel pudiese
estar siendo cavado bajo el primer piso, ordenó a todos los rehenes ubicarse en el
segundo piso y de esta manera facilitó lo requerido por las fuerzas especiales.
Actividades de planificación
Actividades de entrenamiento
De acuerdo con lo anterior, todas estas técnicas fueron ensayadas y practicadas por los
efectivos de fuerzas especiales, con el objeto de reducir al máximo la posibilidad de
reacción de los terroristas, y poder así, evacuar lo más pronto posible a los rehenes; la
idea de maniobra, era realizar una acción rápida, y reforzada por el factor sorpresa.
El 16 de abril de 1997, se realizó el ensayo final, bajo la supervisión directa del propio
Fujimori, en su condición de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, siendo acompañado
por el general Nicolás Hermoza, responsable de la estrategia militar y por Vladimiro
Montesinos Torres, responsable de la inteligencia requerida para la acción de rescate23.
EJECUCIÓN Y RESULTADOS
Ejecución de la operación
Pasadas las tres de la tarde, el Presidente dio la orden de iniciar el operativo de rescate
cuando Vladimiro Montesinos le informó telefónicamente que Néstor Cerpa Cartolini, el
Árabe, Tito, Salvador, Cone, el Mexicano y los otros terroristas habían empezado su
habitual partido de fútbol (Hermoza, 1997).
A las 14:30 hrs., los 140 efectivos de Fuerzas Especiales tomaron posición
en los túneles y casas aledañas, esperando las órdenes definitivas. Cuarenta
y siete minutos después, Fujimori, a través de un teléfono celular autoriza el
inicio de la Operación. A las 15:23 hrs., tres detonaciones subterráneas
hacen volar el piso de la sala, de la cocina, y del comedor, donde un grupo
de terroristas jugaban fútbol. Las Fuerzas Especiales ingresaron por tres
túneles que comenzaban en viviendas aledañas ... A las 15:23:10 hrs., una
veintena de francotiradores se distribuyeron en techos de casas y edificios
vecinos ... A las 15:23:25 hrs., otras agrupaciones de Fuerzas Especiales
emergieron de las cuatro bocas del túnel principal y de otras dos, más
pequeños, situados en el sector trasero del jardín ... Luego, el tiroteo se
tornó intenso ... A las 15:23:32 hrs., salió el primer grupo de cuatro rehenes
... A las 15:29 hrs., salió un segundo grupo de cinco rehenes. A las 15:33
hrs., en medio del enfrentamiento, veintinueve rehenes alcanzaron la
terraza de la residencia y se pusieron a cubierto. A las 15:35 hrs., un grupo
de rehenes japoneses fueron evacuados hacia un túnel que desembocaba en
una casa vecina. A las 15:37 hrs., otro grupo de rehenes japoneses se
descolgaron por una ventana y alcanzaron otro túnel que desembocaba en
una casa vecina ... A las 16:58 hrs., se ordenó el alto al fuego; las Fuerzas
Especiales ocuparon totalmente el objetivo. (El Comercio, 1997, pp.210-
211)
La operación se puso en ejecución de acuerdo con lo planificado, entrenado
y ensayado. La operación se ejecutó sin mayores dificultades hasta la orden
de abrir los accesos de los túneles en el punto final. En ese momento se
produjeron imprevistos que fueron superados por soluciones alternas. En el
interior de la residencia, los terroristas respondieron con fuego cruzado de
ráfagas cortas y largas; en algunos casos, los terroristas dispararon sin
control una gran cantidad de munición y arrojaron granadas. Las Fuerzas
Especiales, de acuerdo a lo ensayado, respondieron con tiros controlados y
del tipo "tiro a tiro", empleando armas con silenciador y con gran disciplina
de fuego, lo que permitió hacer en varias oportunidades tiro cruzado en
condiciones seguras; en el primer piso, las Fuerzas Especiales se
enfrentaron con tres terroristas y en el segundo, con seis; durante las
acciones, 25 efectivos de las Fuerzas Especiales resultaron heridos.
(Hermoza, 1997, pp.139-140)
Durante la acción, fueron muertos dos efectivos de las fuerzas especiales y resultó
herido un rehén, quién falleció posteriormente de un paro cardíaco. Los comandos
fallecidos fueron el comandante EP Juan Valer Sandoval y el teniente EP Raúl Jiménez
Chávez. El rehén Carlos Giusti, fue herido en una pierna y sufrió una violenta
hemorragia, que finalmente le provocó un paro cardíaco y la muerte, constituyéndose
en el único rehén muerto durante la acción.
Dado que más de 140 efectivos irrumpieron en la residencia por distintos accesos y en
forma simultánea, al enfrentar sus blancos, dispararon con gran precisión y como
resultado de ello, todos los terroristas fueron abatidos. La distancia de enfrentamiento
resultó ser inferior a los 3 metros, y por lo tanto, los impactos de los proyectiles
produjeron gran daño en los cuerpos de los terroristas, y muchos de ellos presentaron
una gran cantidad de proyectiles alojados en sus cuerpos, debido al empleo de las
técnicas de tiro instintivo selectivo (TIS). Posteriormente, la utilización de esta táctica
de Tiro Instintivo Selectivo (TIS) como método de neutralización de los terroristas,
vendría a ser seriamente cuestionada, ya que sería interpretada como parte de un modo
de operación destinado a 'rematar' a cualquier sobreviviente del MRTA24.
Resultados de la operación
Como resultado de las muertes de los integrantes del MRTA, se generaron diversas
denuncias, por parte de familiares de los terroristas fallecidos y de agrupaciones de
derechos humanos, respecto de la supuesta existencia de ejecuciones extrajudiciales26.
De hecho, según antecedentes posteriores, se llegó a afirmar que al menos 3
terroristas, entre ellos Eduardo Cruz Sánchez (alias Tito), se habrían rendido pero
aparecieron muertos al finalizar la operación27.
En junio de 2002, se inició el juicio a los comandos y luego, en agosto del mismo año,
se trasladó al fuero militar el juzgamiento de los efectivos participantes en dicho
operativo de rescate, bajo el argumento de que los hechos correspondían a un delito
"de función", toda vez que la acción se habría producido en una "zona declarada en
estado de emergencia".
Hasta la fecha, esta situación no ha sido resuelta definitivamente, y de hecho con fecha
23 de febrero de 2012, la Corte Interamericana de San José de Costa Rica (Corte IDH)
notificó al Estado de Perú acerca de la admisión de una demanda presentada por la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por las presuntas ejecuciones
extrajudiciales producidas durante el operativo de rescate30.
Cuando la operación finalizó, los cuerpos de los terroristas fueron retirados por los
fiscales militares y no se permitió la entrada de representantes de la Oficina del Fiscal
General. Los cadáveres no fueron llevados al Instituto de Medicina Forense para la
autopsia requerida por ley, sino que las autopsias fueron realizadas en la morgue del
hospital de la Policía. Los informes de las autopsias fueron mantenidos en secreto hasta
el año 2001, y no se permitió que los familiares identificaran a sus deudos ni que
conocieran los resultados de las autopsias. Los cuerpos fueron enterrados en secreto en
cementerios a través de todo Lima.
CONCLUSIÓN
Según Marta Crenshaw (2006), la toma de rehenes puede ser analizada como una
forma de negociación coercitiva, en la cual los rehenes "representan el poder para herir
en su forma más pura, y desde esta perspectiva, los terroristas optan por tomar
rehenes porque en situaciones de negociación la mayor fortaleza y disponibilidad de
recursos del gobierno no cuentan en su ventaja" (p.76).
Esta forma de terrorismo constituye una forma de manipular las decisiones políticas de
los gobiernos. La negociación terrorista es una forma de chantaje o extorsión, donde los
terroristas toman rehenes con el objeto de influir en las opciones del gobierno.
En este contexto, se podría esperar una conducta desesperada por parte de los
terroristas en caso de no ceder a sus demandas. Lo anterior, obliga al gobierno a
efectuar un cálculo de los resultados asociados a esta compleja situación de crisis.
Alejadas de sus familias y de sus entornos, los rehenes son sometidos bajo la voluntad
omnipotente de sus captores, permaneciendo marginados de la comunicación con el
exterior y expuestos a los rigores climáticos, al hacinamiento y a las enfermedades.
Estas víctimas, sufren en carne propia la pérdida de todos los valores y el
desconocimiento de todos sus derechos, y los efectos de estas privaciones, se proyectan
más allá de la individualidad de las víctimas, golpeando moral, psicológica y
económicamente a sus familiares.
La experiencia derivada del análisis de este estudio de caso nos demuestra que ello no
es simple, ya que por una parte, el Estado tiene la obligación de impedir que las
personas sean sometidas a privaciones antijurídicas de la libertad, tales como la toma
de rehenes. Por otra parte, el escrutinio público y la ética política en una democracia
obligan a que los agentes estatales mantengan una fortaleza moral que les permita
controlar 'su furia' hacia los terroristas.
El terrorismo produce desorientación en una democracia liberal, ya que hace caso omiso
de las virtudes que derivan de su libertad. Al respecto, tenemos que ser capaces de
defendernos, con la fuerza de las armas, pero aún más con la fuerza del razonamiento,
dado que las armas sin razones, se utilizan en vano.
El deber primordial de los líderes políticos en una democracia atacada por el terrorismo
es mantener las fuerzas contraterroristas centradas con atención en los requisitos
destinados a mantener la legitimidad. La única cura contra la violencia por la violencia
(nihilismo), es que las sociedades democráticas insistan en que "el uso de la fuerza es
legítimo" sólo hasta el punto en que "sirva a objetivos políticos defendibles".
Lo anterior, implica una estricta observación de las reglas de compromiso con respecto
a la utilización de la fuerza mortífera y la prevención de daños colaterales.
Finalmente, parece oportuno reflexionar respecto a lo que nos señala Eurípides en sus
famosos monólogos: "Sé bien el mal que pienso hacer, pero más fuerte que todos mis
remordimientos es mi furia, furia que a los mortales acarrea el mayor de los males"
(2000, pp.111,112).
NOTAS
1
La Comisión de la Verdad fue creada el 04 JUN 2001, mediante D. S. N° 065-2001-
PCM, siendo ratificada y complementada el 04 SEP 2001, bajo el nombre de Comisión
de la Verdad y Reconciliación, siendo establecida por D.S. N° 101-2001-PCM. Volver
2
Para un análisis detallado de las acciones terroristas del MRTA, es recomendable
confrontar dos textos fundamentales: 1) CVR, (2003); y 2) CPHE, (2010). Volver
3
La cifra estimada más probable de víctimas fatales corresponde a 69.280 personas,
una cantidad de pérdida de vidas humanas que supera ampliamente el número de
víctimas sufridas por el Perú en todas las guerras externas y guerras civiles en 182 años
de vida independiente. Del total de estas víctimas, el 79 % corresponde a población
rural y de ellas, el 56 % se ocupaba en actividades agropecuarias (campesinos). Por
otra parte, se ha podido determinar que el 75 % de las víctimas fatales tenían el
quechua u otras lenguas nativas como idioma materno. Volver
4
El accionar terrorista del MRTA, según la CVR, dio como resultado más de 1.000
víctimas a lo largo de los años. Volver
5
La captura de Víctor Polay y la muerte de los emerretistas fue atribuido a una
iniciativa del ex Ministro de Defensa, General (R) Enrique López Albújar, motivo por lo
cual el MRTA decidió planificar su asesinato, lo que se concretó en 1990. Volver
6
El crecimiento del MRTA puede ser visualizado a través de la escalada de sus acciones
a lo largo del tiempo. De esta forma podemos observar que durante el año 1984 se
registraron 19 actos terroristas; al año siguiente se produjeron 198 acciones de este
tipo; el año 1986 llevaran a cabo 219 actos; en 1987 se efectuaron 392 actos; en 1988
llegaron a 413 actos y en 1989 cometieron 580 atentados, una cantidad 30 veces
superior a las cometidas en sus inicios. Volver
7
Según la CVR, las fuerzas militares actuaran ejerciendo una 'represión' indiscriminada
contra la población 'sospechosa' de pertenecer o apoyar al PCP-SL o al MRTA.
Posteriormente, esta estrategia se habría tornado más 'selectiva' , aunque continuó
posibilitando numerosas violaciones de derechos humanos. Esta práctica de excesos, de
acuerdo con la opinión de la CVR, no solamente se identificó con actuaciones
'individuales' de oficiales o tropa, sino que también se relacionó con prácticas
'generalizadas' o 'sistemáticas' de violaciones de los derechos humanos, que constituyen
en muchos casos crímenes de lesa humanidad así como trasgresiones de normas del
DIH. Lo anterior es absolutamente rebatido en las entrevistas realizadas por el Autor a
distintas autoridades militares en servicio activo y en retiro. Según dichas fuentes, no
se puede hablar de prácticas generalizadas ni sistemáticas, por cuanto no existen
antecedentes documentales tales como doctrinas, reglamentos, planes, procedimientos
u órdenes escritas donde se encuentren 'dispuestas' tales trasgresiones a los derechos
humanos. En este mismo contexto, se reconoce la existencia de determinados crímenes
pero son asociados con responsabilidades de orden individual, las cuales además
podrían corresponder a reacciones psicológicas poco estudiadas por la CVR, tales como
el "estrés de combate". Volver
8
Según la CVR, lo anterior acrecentó las graves violaciones a los derechos humanos
perpetradas por diversos agentes estatales, y gracias a las amplias atribuciones
concedidas por ley, el SIN empezó a planear y ejecutar operaciones especiales de
inteligencia por cuenta propia, utilizando para ello personal de unidades operativas de
las FFAA, como si fuera personal a su disposición. Volver
9
La CVR es bastante crítica respecto a la 'participación' ciudadana en la lucha
contraterrorista. En este contexto, señala que los llamados "comités de autodefensa"
(CAD) se organizaron por la 'presión' y el 'amedrantamiento' de las FFAA y de otros
actores, y que como consecuencia de aquello fueron más allá de tareas de autodefensa
y resultaron responsables de numerosos crímenes. Volver
10
Según la CVR, estas disposiciones endurecieron la legislación terrorista, pero no
contemplaron el respeto de garantías mínimas del debido proceso. Por otra parte,
también se promulgaron varios Decretos Ley para extender las 'prerrogativas' militares,
ampliando su poder en las zonas de emergencia y en la actividad contrasubversiva. Por
su parte, el Ejército discrepa con lo señalado por la CVR y considera que el nuevo marco
legal vino a suplir las deficiencias de un aparato jurídico endeble, desprovisto de
mejores armas y recursos para poner freno al terrorismo. En este sentido argumenta
que la respuesta del gobierno, a través de la dictación de la Ley del Sistema de Defensa
Nacional (Decreto Legislativo N° 743), permitió 'comprometer' oficialmente al Estado en
el combate contra las organizaciones terroristas (como participante 'de hecho' y no
meramente nominal). Por otra parte, señala que el Decreto Ley No. 25.475 permitió
implantar la naturaleza de las penas para los delitos terroristas, estableciendo además
los procedimientos para la investigación, la instrucción y el juicio correspondientes para
estos casos. En cuanto al Decreto Ley No. 25.659, que estableció el "delito de traición a
la Patria" opina que con ello se logró disuadir y castigar adecuadamente a quienes se
comprometieran con este tipo de delitos. Finalmente, en este ámbito legislativo, el
Ejército destaca que por medio de la dictación del Decreto Ley 25.499, se pudo
configurar una necesaria "Ley de Arrepentimiento" que serviría luego para lograr
'desarticular' grandes cuadros terroristas. Volver
11
Según la CVR, las leyes de arrepentimiento establecidas por el gobierno, para
'obtener información' y 'capturar' los últimos reductos del MRTA, resultaron muy
efectivas. Las Leyes 25.499 del 12 Mayo de 1992 y 26.220 del 13 de Agosto de 1993 de
"Arrepentimiento sobre el delito de terrorismo", fueron aprobadas por Decreto Supremo
Nº 015- 93-JUS. Volver
12
Este inmueble ya había sido objeto de un atentado terrorista el 29 de diciembre de
1992, ocasión en que estalló un coche bomba cargado con dinamita, anfo y un bidón de
gas frente a la sede diplomática. La explosión causó una veintena de heridos que
circulaban por las inmediaciones. El atentado fue atribuido a Sendero Luminoso como
consecuencia de un publicitado apoyo del gobierno japonés a las reformas económicas
establecidas por Fujimori en dicha oportunidad. Derivado de aquel atentado, la sede
diplomática fue sometida posteriormente a un 'fortalecimiento' y 'endurecimiento' de su
infraestructura. Volver
13
El propio MRTA difundió un video que detallaba cómo se había planeado el asalto,
recurriendo a maquetas y a una falsa ambulancia, donde se ocultó el grupo terrorista
para alcanzar las inmediaciones de la residencia, y luego neutralizar a un vigilante, e
introducirse en una casa aledaña a la embajada (El Comercio, 1997). Volver
14
Este petitorio original del MRTA, a la postre quedó circunscrito única y básicamente a
una intención de 'negociación' que permitiera el intercambio de los rehenes por los
emerretistas encarcelados. Las otras peticiones dejaron de ser mencionadas por el
MRTA durante el resto de la crisis. Volver
15
En relación a los motivos para la liberación de este gran número de rehenes, más que
los buenos oficios de la CICR aquello se debió a que era prácticamente imposible
mantener retenida al interior de un inmueble de estas características a una cantidad
superior a unas 50 personas. Volver
16
Para la construcción de los túneles de acceso a la residencia de la embajada, fueron
empleados 60 mineros de la Sierra Central, los cuales organizados en tres turnos,
trabajaron en las excavaciones durante las 24 horas del día, a lo largo de tres
meses. Volver
17
Durante la crisis de rehenes en Entebbe, Uganda, en el año 1976, las autoridades
israelitas expresaron en forma explícita su intención de negociar una salida pacífica con
los terroristas palestinos, pero sin embargo al mismo tiempo se puso en funcionamiento
la planificación y ejecución de la operación de rescate "Thunder". Volver
18
El rehén que apoyó todas las actividades de inteligencia desde el interior de la
residencia de la embajada fue el almirante retirado de la Marina de Guerra del Perú Luis
Giampietri, quién más tarde fuera elegido Vicepresidente del Perú durante el 2º
gobierno de Alan García. Al momento del secuestro Giampietri era un veterano y
experimentado especialista en operaciones de inteligencia y de fuerzas
especiales. Volver
19
Las técnicas CQC habían sido desarrolladas al interior de las fuerzas especiales
peruanas desde hacía varios años atrás, mediante un entrenamiento que inicialmente
fue otorgado por especialistas israelitas, lo que luego originó una 'escuela' propia
derivada de la experiencia en la lucha contraterrorista. Mayores detalles de estas
capacidades pueden ser revisadas en el texto de la CPHE (2010). Volver
20
El general José Williams Zapata, con el grado de coronel tuvo la responsabilidad de
diseñar el plan de operaciones "Nipón 96" y asumió el mando de los 140 comandos que
conformaron la "Fuerza de Intervención" en el asalto a la residencia del embajador de
Japón en Lima. Volver
21
Para un detalle pormenorizado de las actividades de planificación, entrenamiento y
ejecución de la operación de rescate léase el texto de la CPHE (2010). Volver
22
El general Nicolás Hermoza Ríos se desempeñó como Comandante General del
Ejército durante el año 1991, y como Presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas
Armadas y Jefe del Comando Operativo del Frente Interno desde el año 1992 a 1998.
Durante gran parte de su trayectoria profesional estuvo involucrado en la lucha contra
el terrorismo y el narcoterrorismo en el Perú. En la actualidad cumple una condena de 8
años de prisión por estafa y apropiación indebida de dineros fiscales del Ejército y otra
de 20 años por homicidio calificado, secuestro y desaparición forzada en distintos casos.
Fue acusado de homicio calificado con ocasión de las ejecuciones extrajudiciales
producidas durante la operación "Chavín de Huantar" pero luego resultó absuelto en
este último caso. Volver
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La participación de todas estas autoridades en la actividad de ensayo final originó que
posteriormente, fuesen acusados de conformar una "cadena de mando paralela" para
que un escuadrón clandestino de efectivos policiales y de inteligencia llevasen a cabo
acciones de 'repaso' de heridos y ejecuciones 'extrajudiciales' durante la operación de
rescate. Volver
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Respecto a estas técnicas de disparo, se puede mencionar que en mayo de 1980,
durante una operación de rescate realizada por efectivos del Special Air Service (SAS)
del Reino Unido de Gran Bretaña en la embajada Iraní en Londres, uno de los terroristas
presentó 82 impactos de bala (Campbell, 1980). Volver
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Derivado de las investigaciones posteriores se ha podido determinar que luego de la
acción de la Fuerza de Intervención a cargo del entonces coronel José William Zapata,
habría ingresado a la residencia del embajador de Japón, un destacamento clandestino
de 20 efectivos policiales y de inteligencia bajo las órdenes del teniente coronel Jesús
Zamudio, con la misión específica de 'repasar' los cadáveres de los emerretistas y
ultimar cualquier sobreviviente. Esa sería la razón por la cual varios cadáveres, ya
muertos en combate, aparecieron en las autopsias con perforaciones de balas en la
nuca. Por lo tanto, este sería el personal que ejecutó al único sobreviviente, Eduardo
Nicolás Cruz Sánchez, alias 'Tito' . Volver
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La exhumación de los cadáveres de los terroristas del MRTA, se realizó en Marzo de
2001, y estuvo a cargo del Equipo Peruano de antropología Forense EPAF. Ocho de los
cuerpos examinados presentaban disparos en la cabeza desde atrás hacia delante, una
dirección considerada como atípica en un enfrentamiento. Según este peritaje, en el
momento en que se efectuaron los disparos, las víctimas habrían estado carentes de
movilidad o en una condición de movilidad casi nula (CVR, 2003). Volver
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El general PNP Máximo Rivera, ex jefe de la DINCOTE, reveló haber 'escuchado' a un
terrorista pidiendo perdón. Asimismo, el congresista Xavier Barrón, declaró que un
amigo suyo, también ex rehén, había visto a otro terrorista rendirse. Los policías Raúl
Robles Reynoso y Marcial Torres Arteaga, se convirtieron en testigos claves en estas
presuntas ejecuciones extrajudiciales, ya que según sus declaraciones, tras culminar el
operativo, capturaron vivo Eduardo Cruz Sánchez (alias Tito), y lo entregaron a un
militar enviado por el Teniente Coronel EP Jesús Zamudio Arteaga. Volver
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Estos argumentos han quedado descartados ya que el emerretista que habría
intentado huir mezclado entre los rehenes liberados sería Eduardo Cruz Sánchez alias
"Tito" y no Roli Rojas. No obstante, esta información desclasificada de la DIA puede ser
confrontada en Defense Intelligence Agency (1997). Volver
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Según el Informe de Necropsia No. 06, que describe David Hidalgo, Néstor Cerpa
presentaba 39 impactos de bala; el Informe N° 03 indica que Roli Rojas presentaba 26
impactos; y el Informe N° 14 señala que Tito presentaba 2 impactos. Volver
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En relación a la 'ejecución extrajudicial' de Eduardo Cruz Sánchez alias "Tito", todas
las evidencias apuntan a la participación del ya mencionado "destacamento
clandestino". Estas evidencias son varias y concretas: 1) no formaban parte del
contingente de comandos que llevó a cabo el rescate; 2) tampoco participaron en la
planificación, coordinaciones ni ensayos del operativo; 3) se diferenciaban de los 140
comandos por el hecho de no usar cascos sino que pasamontañas negros que ocultaban
sus rostros e ingresaron por uno de los túneles cuando todo había concluido; 5) al
respecto, existen numerosos testimonios gráficos que acreditan este ingreso clandestino
y la presencia de este personal, en las fotografías que fueron tomadas una vez
concluida la operación. Volver
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Pese a estas restricciones, Fujimori ordenó realizar una acción militar de rescate, en
forma unilateral y desoyendo las exigencias internacionales, especialmente las de
Japón, en orden a no poner en riesgo la vida de los secuestrados. Se estima que el
gobierno japonés se vio obligado a manifestar su beneplácito por la acción armada sólo
con la intención de soslayar la responsabilidad del gobierno de Perú ante la Comunidad
Internacional. Otro argumento podría estar radicado en el evidente rechazo de Japón a
las acciones terroristas luego de la trágica experiencia vivida el año 1995, con ocasión
del ataque con gas sarín ejecutado en el metro de Tokio por parte de integrantes de la
secta Aum. Volver
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Posterior a su liberación, el propio canciller Tudela, declaró que dichos comunicados
no debían ser tomados en serio, ya que habían sido escritos y firmados bajo coacción o
en condiciones anormales. Para mayores antecedentes (El Comercio, 1997). Volver
33
Tras un aparente intento del Presidente Fujimori de negociar la inmunidad y un
salvoconducto para los secuestradores hacia países como la República Dominicana o
Cuba, el 22 de abril de 1997, ciento veintiséis días después de que se iniciase la toma
de rehenes, Fujimori ordenó efectuar la acción de rescate (N. del A.). Volver
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Pese a que durante la acción se produjeron bajas, se pudo alcanzar el objetivo de
liberar a 71 secuestrados mediante una operación de "acción directa", y en medio de un
ambiente de combate, donde necesariamente se debían producir muertos y
heridos. Volver
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De hecho, los índices de popularidad de Fujimori se duplicaron rápidamente hasta
alcanzar cerca del 70%, llegando a ser aclamado como un verdadero héroe nacional, ya
que dentro de esta misma estrategia comunicacional, se llevó el crédito personal por la
operación, al declarar en una entrevista en la edición de El Comercio del 17 de
diciembre de 1997, que poco después que la residencia del embajador fuese tomada,
había sido él quién había planeado personalmente la operación junto con el SIN
comandado por Julio Salazar y Vladimiro Montesinos, y el Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas bajo el mando del general de Ejército Nicolás Hermoza. Volver
REFERENCIAS
2. Campbell, D. (1980). SAS Dares & Wins: A raid that worked, Soldier of Fortune (pp.
26-29). [ Links ]
3. Comisión de Verdad y Reconciliación del Perú, CVR. (2003). Informe Final, Lima:
Editorial CVR. [ Links ]
8. El Comercio (1997). La crisis de los rehenes en el Perú. Base Tokio. Lima: Editorial El
Comercio. [ Links ]
11. Hidalgo, D. (2007). Sombras de un rescate. Tras las huellas ocultas en la residencia
del embajador japonés. Lima: Editorial Planeta Perú [ Links ].
12. Ignatieff, M. (2004). El mal menor. Ética Política en una era de terror. Bogotá:
Editorial Taurus S.A. [ Links ]
13. Kimura, R. (2005). Alberto Fujimori. El presidente que se atrevió a soñar. México
D.F.: Editorial Felou. [ Links ]
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1909-
30632015000200003&script=sci_arttext&tlng=pt