Este poema invita a los pastores a ir a Belén para ver al recién nacido Jesús, a quien describen como un niño hermoso cuya belleza no puede ser capturada por el arte y cuyo nacimiento trae la gloria de Dios a la tierra. Los pastores son testigos de cómo la Virgen María y San José miran con amor al Niño Jesús.
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Este poema invita a los pastores a ir a Belén para ver al recién nacido Jesús, a quien describen como un niño hermoso cuya belleza no puede ser capturada por el arte y cuyo nacimiento trae la gloria de Dios a la tierra. Los pastores son testigos de cómo la Virgen María y San José miran con amor al Niño Jesús.
Este poema invita a los pastores a ir a Belén para ver al recién nacido Jesús, a quien describen como un niño hermoso cuya belleza no puede ser capturada por el arte y cuyo nacimiento trae la gloria de Dios a la tierra. Los pastores son testigos de cómo la Virgen María y San José miran con amor al Niño Jesús.
Este poema invita a los pastores a ir a Belén para ver al recién nacido Jesús, a quien describen como un niño hermoso cuya belleza no puede ser capturada por el arte y cuyo nacimiento trae la gloria de Dios a la tierra. Los pastores son testigos de cómo la Virgen María y San José miran con amor al Niño Jesús.
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VAMOS PASTORES, VAMOS
Si, vamos pastores, vamos
vamos a Belén vamos a Belén a ver en aquel niño A ver en aquel niño la gloria del Edén la gloria del Edén Es tan lindo el chiquito Oh, que precioso niño que nunca podrá ser yo me muero por él que su belleza copien su boquita me encanta el lápiz y el pincel sus ojitos también pues el Eterno Padre con inmenso poder El padre le acaricia hizo que el hijo fuera la madre mira en él inmenso cómo él. y los dos extasiados contemplan aquel ser Si, vamos pastores vamos vamos a Belen a ver aquel niño la gloria de Belen