Kay Warren Sobre El Duelo
Kay Warren Sobre El Duelo
Kay Warren Sobre El Duelo
Aflicción/Duelo/Congoja
Un año después del suicidio de su hijo, ella comparte su historia de aflicción/duelo/congoja,
misterio y esperanza.
Entrevista por Timothy C. Morgan / Marzo 28, 2014
En siete días, su carta de 800 palabras fue viral con 3.75 millones de lectores y
10,000 comentarios. Miles de individuos compartieron historias de familiares
muertos debido a enfermedades, suicidio, o accidentes. Ellos recordaron la
insensibilidad de la familia y amigos, y su propia vergüenza y culpa sobre su
abrumadora aflicción/congoja/duelo.
En el último mes, ha habido cuatro veces en donde sutil o no tan sutilmente me han
insinuado que tengo que seguir. Estaba almorzando con una madre más joven que
yo que ha estado afligida recientemente. Su pérdida fue hace 14 meses. Le dije,
"Antes que se cumpla el año, ¿tenías gente diciéndote o insinuándote que deberías
proseguir?" Le he preguntado a otras personas que han perdido hijos. He estado
escuchando la misma historia. Solo me molesta. Escribí ese post en Facebook y he
quedado completamente asombrada por la respuesta—3,780,000 vistas y más de
10,000 comentarios.
Alguien escribió, "Quiero poner palabras aIrededor de mi cuello que digan, 'Por favor
solo lean el post de Kay Warren en Facebook.'"
Quiero honrar a esas personas que me contaron su historia. Me identifico con ellos.
Sufro con ellos. Lloro con ellos. Las personas se sienten culpables y avergonzadas.
Se sienten culpables que su pérdida los haya deprimido tanto y tienen vergüenza
que todavía están en ese lugar de profunda tristeza. Rick y yo hemos sido los
beneficiarios de un extraordinario despliegue de amor y simpatía y empatía y
compasión.
¿Cuál es la esperanza que tienen las personas que han perdido hijos debido al
suicidio?
Estoy diciendo, "No me presionen para que vaya más rápido de lo que puedo." En
muchas maneras eres cambiado para siempre. Jerry Sittser dice en Grace
Disguised, "Realmente no tiene sentido comparar el dolor." Cuando mi padre murió
de cáncer hace seis años a la edad de 86 años, me afligí y me lamenté y lloré, y aún
toca mi corazón. Por otro lado, mi papá de 86 años había vivido una vida rica y llena
y había visto sus sueños cumplirse y había tenido un buen matrimonio.”
El dolor de mi amiga, cuya hija fue asesinada, tiene inclusive un aspecto que es
diferente del mío. No he caminado en sus zapatos. Somos tan rápidos para decir,
"Oh, sé cómo te sientes," y por lo general añadimos la palabra “exactamente”: "Sé
exactamente cómo te sientes." Quiero decir, "No. Disculpa. No sabes." Lo mejor que
podemos hacer es decir, "Mi corazón sufre por ti. He experimentado dolor, y mi
corazón sufre por ti."
Y nunca empieces una oración con las palabras "por lo menos." Cada vez que
escucho la palabras por lo menos viniendo a mí, sé que va a ser una oración que
me va a molestar: "Por lo menos lo tuviste 27 años." "Por lo menos tienes otros
hijos."
Mirando atrás, ¿cómo describes lo que llamas "los antiguos Rick y Kay"?
Debido a nuestro amor, concebimos un hijo juntos. Salió de mi cuerpo. Era parte de
mí. Una parte de mí ya no está aquí. ¿Cómo puedo ser la misma? Para nosotros
como pareja, como familia, éramos cinco; ahora somos cuatro. Puedo decirte que
nuestro hijo se mató de la manera más cruda. El suicidio es auto asesinato. Nuestro
hijo, el asesino, fue él mismo. El trauma de saber lo que él mismo se hizo, cómo
destruyó el cuerpo de este niño que amábamos. Lo hizo para acabar con el dolor.
¿Cómo podríamos ser los mismos? El trauma te cambia. Nunca podré volver a ser
quien era.
En CNN dijiste, "Estoy terrible pero estoy bien. Vamos a sobrevivir, y algún día
prosperaremos de nuevo." ¿Es esto cierto todavía?
Tomé la decisión hace algún tiempo de que no iba a dejar que algo me destruyera.
He tenido mis años diciéndole al Señor, "estuviste trabajando en la vida de Matthew
ayer, hoy, y estarás trabajando en mi vida cada día hasta que me vuelva a reunir
con él."
Esto coincidía con una cita favorita de Eric Liddell, el corredor olímpico. Él dijo,
"Quizás parezca que las circunstancias destruyen nuestras vidas y los planes de
Dios, pero Dios no está desvalido entre las ruinas." Esa frase "Dios no está
desvalido entre las ruinas" me ha mantenido donde puedo decir, sí, devastada pero
no destruida. Mi vida ha sido rota desde los cimientos, arruinada, y aun así, al
mismo tiempo, Dios tiene un plan para nosotros.
Ellos están justo en mi mesa al costado de donde hago mis devocionales cada día.
Cada vez que leo un pasaje que me da esperanza, lo escribo y lo pongo dentro de
esa caja.
Tarde en la noche del 4 de abril, tuve una conversación por mensajes de texto con
Matt. Sabía que estaba amenazando con matarse. De pronto dejó de textear.
Estaba muy asustada. Rick estaba enfermo con neumonía, y lo saqué de la cama y
manejamos hasta la casa de Matthew. Golpeé la puerta, toqué el timbre. No
contestó. Nos había amenazado que si llamábamos a la policía se quitaría la vida si
tan solo se acercaban. Después supimos que sí se había matado.
Ya no podía mirar la caja. Se burlaba de mí. Saqué todos los versículos y los boté.
La caja se quedó vacía. Aunque Romanos 5:4-5 dice, "la esperanza no nos
defrauda," yo estaba severamente defraudada por la esperanza.
Mi hijo no debió haberse quitado la vida. Toda la noche estuve gritando, "¡Así no es
como se suponía que debía terminar!" ¿Qué gané creyendo tan apasionadamente?
Podría haberme vuelto una atea amargada. No sabía cómo creer de nuevo. Le pedí
a Dios que empezara a mostrarme versículos que pudieran reconstruir mi esperanza
por lo que seguía en nuestra vida.
Lentamente he ido llenando esa caja con versículos. El primero que Dios me dio fue
1 Corintios 15:43, y dice, "Estos cuerpos son enterrados en corrupción, pero
resucitarán en gloria." Cuando me paro o me arrodillo o estoy en la tumba de Matt,
repito cada vez "Dios, el cuerpo de Matthew fue enterrado en corrupción y debilidad,
pero tú lo resucitarás en gloria y fortaleza."
Nuevamente la esperanza está viva en mí. Todavía tengo preguntas. ¿Por qué oré
tan apasionadamente y creí con todo mi corazón que Dios iba a sanar a Mathew
solo para dejarlo morir? Una amiga me escuchó hablar de eso y me compró esta
pequeña vasija de cerámica, y he escrito esas preguntas y están en pequeñas tiras
de papel, y todas están dentro de esa vasija.
Esa es la esencia de nuestra fe. Es vivir con esperanza en medio del misterio.
Vivimos una vida completamente llena de esperanza, enfrentando el misterio
directamente en nuestra cara. No puedes tener uno sin el otro. Tu fe no va a
sobrevivir sin esperanza, y la esperanza no va a sobrevivir si no te das cuenta que
hay misterios que no serán contestados. Si puedes aceptar ambos, puedes tener
una fe vibrante.
Crecí en una iglesia evangélica con mi papá como el pastor y él no expresaba sus
emociones negativas. Todo era solo felicidad, felicidad, gozo, gozo. No hablabas de
dolor. Mi hermano fue un adicto a la heroína, y ellos no le dijeron a nadie en su
iglesia por lo que estaban pasando. No conocí a nadie mientras crecía que hablara
de sus sentimientos.
En mi infancia, fui abusada y no traté con eso. Cuando Rick y yo nos casamos, le
dije con una voz seca y sin emociones, "No tuvo nada que ver conmigo." Estaba en
el pasado. Después de unos días de la boda, nuestra luna de miel era un desastre y
éramos personas destruidas.
Le dije a Rick, "Cuando pastoreemos una iglesia, aún si me tengo que parar en el
techo de la iglesia, le diré a la gente que somos como cualquier otra persona.
Somos pecadores. Estamos quebrantados. Hay algunos días en que no estoy
segura si Dios existe. Algunas veces siento que todo esto es una gran broma
cósmica. Necesitamos a Dios para pasar cada día." Así que tomamos la decisión de
hacer eso.
Ann Weems tiene un libro llamado Psalms of Lament. Ella escribió estos salmos de
lamento que expresa en una de las más poderosas maneras que jamás haya visto,
lo que es perder a alguien y querer llorar y gritar y gemir y algunas veces acusar a
Dios, si quieres, de no amarnos o no amar al ser querido o abandonarnos. Aun así
ella vuelve al lugar de confianza. Otro es el CD de Steven Curtis Chapman “Beauty
Will Rise” (2009).
Las personas fueron tocadas por los comentarios de Rick, "En el jardín de la
gracia de Dios inclusive un árbol caído lleva fruto." ¿Cómo influye esto tu
pensamiento?
Dos niveles: Primero se relaciona con la clase de persona que Matt era. Él era un
chico divertido, peculiar, hilarante. Me hacía reír. Siempre tan exquisitamente y a
veces dolorosamente, sensible a las personas y cosas a su alrededor.
Hay gente que me ha dicho que Matthew salvó sus vidas después de su muerte.
Dijeron, "No quiero hacerle eso a mi familia." Otros dicen, "He quitado el suicidio de
mis opciones porque no quiero que esto le pase a mi familia." Un joven me dijo,
"Escuché la historia de Matthew después que murió. He sido un suicida por tanto
tiempo, pero esto me atrajo a su iglesia. Aquí he aprendido cuánto me ama Dios, así
que Matthew salvó mi vida." El árbol continúa llevando fruto.
El Sistema de salud mental está averiado en los Estados Unidos. No puedo decirlo
lo suficientemente fuerte. No es que las personas no estén tratando y no es que no
haya algunas personas realmente maravillosas y compasivas en el campo de la
salud mental. Pero es tan complicado. Y la mayoría de los intentos por ayudar no
siempre ayudan.
Cuando te das cuenta que una gran parte de la gente va con su sacerdote o su
pastor o su rabino antes de ir a un profesional de la salud, hace que el
entrenamiento de líderes de fe sea más urgente que nunca. La mayoría no está bien
entrenado. Los pastores están tratando con gente con problemas mentales cada
día.
Esa está difícil. He encontrado a cada persona de la Trinidad en este último año en
maneras que no había visto antes. Se trata de Dios. Él es soberano. Él podría haber
salvado a mi hijo. Él podría haberlo sanado. Él podría haberlo prevenido de quitarse
la vida. Al final del día, todo está en manos de Dios.
Cuando Matthew ya no pudo soportar un día más aquí y acabó con su vida, cayó en
los brazos de Jesús. Las palabras de un viejo himno "Desde mi cautiverio, tristeza y
noche, Jesús, vengo." Puedo ver a Matthew diciendo esas palabras en el momento
que su espíritu dejó su cuerpo y Jesús lo recibió. Puedo ver a Matthew diciendo,
"Jesús, vengo a tu libertad, felicidad y luz. Jesús, yo vengo." (Sleeper, 1887) Mi
encuentro con Jesús es del Salvador que recibe y abraza.