Historia de Chile
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Los denominados «fundadores» de la República (de izq. a der.): José Miguel Carrera,
Bernardo O'Higgins, José de San Martín y Diego Portales.
Entre 1831 y 1861, tuvo lugar el periodo de la República conservadora. Estuvo marcado
por la puesta en vigor de la Constitución de 1833, establecida por Diego Portales, con
un gobierno fuerte y centralizador. A pesar de algunos intentos de subversión, se
mantuvo la estabilidad institucional y el país conoció la prosperidad económica.
El octavo periodo, conocido como la República liberal, que se extendió desde 1861
hasta 1891, estuvo caracterizado por una mayor estabilidad política y permitió una
extensión del territorio hacia el sur y el norte.
A partir de la guerra civil de 1891, comenzó la República parlamentaria, que se
prolongó hasta la promulgación de la Constitución de 1925. El Congreso nacional
dominó la política y el presidente devino una figura prácticamente sin autoridad. El país
se urbanizó y se crearon los primeros sindicatos.
Luego del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 que derrocó al presidente
Salvador Allende, un régimen militar dictatorial ocupó el poder, con una junta de
gobierno dirigida por el general Augusto Pinochet. Decenas de miles de opositores
fueron arrestados, torturados o asesinados, incluso en el extranjero, mientras que otros
fueron expulsados o condenados al exilio. Con la ayuda de los Chicago Boys, Pinochet
llevó adelante una política económica liberal, y una nueva constitución fue adoptada en
1980.
Índice
1 Chile prehispánico
2 Descubrimiento
3 Dominación española
o 3.1 La Conquista
o 3.2 La Colonia
4 Independencia
o 4.1 La Patria Vieja
o 4.2 Reconquista Española
o 4.3 La Patria Nueva
5 Organización de la República
6 República Conservadora
7 República Liberal
8 República Parlamentaria
9 República Presidencial
o 9.1 Crisis e inestabilidad
o 9.2 Los Gobiernos Radicales
o 9.3 Los tres tercios
o 9.4 Gobierno de la Unidad Popular
10 Régimen Militar
o 10.1 El golpe de estado
o 10.2 Primeros años de la Junta
o 10.3 El cambio de década
10.3.1 Ámbito económico
o 10.4 Últimos años
11 Transición a la democracia
12 Actualidad: Bachelet y Piñera (desde 2006)
13 Véase también
14 Notas
15 Referencias
16 Bibliografía
17 Enlaces externos
Chile prehispánico
Artículos principales: Chile prehispánico e Historia de Isla de Pascua.
Los restos arqueológicos más antiguos del país se encontraron en Monte Verde,2 cerca
de Puerto Montt, y datan del 14800 a. C.,3 convirtiéndolo en el último asentamiento
humano conocido en América.4 Algunos restos encontrados en la cueva Fell, un
yacimiento arqueológico de Tierra del Fuego, el lugar habitado más austral de Chile,
indican que la presencia humana se remonta al 7000 a. C.
Los cambios climáticos del 6000 a. C. alteraron drásticamente las costumbres de los
paleoindígenas chilenos que debieron adaptarse a un nuevo entorno: se formó el desierto
de Atacama, desaparecieron muchas especies y el océano Pacífico delimitó las costas
actuales. Estos indígenas debieron adaptarse a un clima mucho más cálido del que
estaban acostumbrados, por lo que muchos se trasladaron desde el norte hacia las costas
y el valle central. Así, se formaron los principales grupos indígenas chilenos:
atacameños y aimaras en el norte grande, diaguitas en el norte chico, los changos en la
costa septentrional, la gran familia de los mapuches en el valle central hasta el seno de
Reloncaví y los tehuelches, chonos, alacalufes, onas y yaganes en la Patagonia.
Descubrimiento
Réplica de la nao Victoria, expedición de Magallanes-Elcano.
Diego de Almagro.
Artículo principal: Descubrimiento de Chile
Los primeros europeos en reconocer el actual territorio chileno fueron los integrantes de
la flota del portugués Fernando de Magallanes, en su intento de circunnavegación del
planeta bajo las órdenes del rey de España Carlos I. Luego de zarpar desde Sanlúcar de
Barrameda el 26 de septiembre de 1519 y de reconocer gran parte de las actuales costas
brasileñas y argentinas, Magallanes descubrió el estrecho que comunica el océano
Pacífico con el Atlántico el 1 de noviembre de 1520 —esta fecha es recordada por la
historiografía chilena como la del descubrimiento del actual territorio chileno—.
Magallanes nombró a dicho paso como estrecho de Todos los Santos, el que fue
posteriormente renombrado en honor de su descubridor.9
Sin embargo, el primer explorador de gran parte del actual territorio chileno fue Diego
de Almagro, socio de Francisco Pizarro en la conquista del Perú. Las disputas que tenía
con Pizarro por el reparto de las riquezas del destruido Imperio inca, principalmente por
la posesión del Cuzco, le llevaron a aventurarse a las tierras del sur. Almagro partió de
Cuzco en julio de 1535. Muchos historiadores creen que una de las razones del viaje de
Almagro fue el rumor de la existencia de un reino mucho más rico que Perú hacia el sur
llamado «El Dorado», rumor que podría haber surgido de forma intencionada como
forma de disminuir las huestes conquistadoras y así permitir una rebelión nativa.
Tras recorrer el camino del Inca, cruzando territorios correspondientes a las actuales
Bolivia y Argentina septentrional, Almagro realizó el cruce de la cordillera de los Andes
con funestos resultados: gran parte de su comitiva falleció durante la travesía a causa de
hipotermia. Tras más de nueve meses, Almagro finalmente llegó al valle de Copiapó el
21 de marzo de 1536.
Dominación española
La Conquista
Pedro de Valdivia.
Al llegar al valle de Copiapó, tomó solemne posesión en nombre del rey de España de
esta tierra y la nombró Nueva Extremadura, en recuerdo a su tierra natal. Renovó la
marcha hacia el valle del Aconcagua, donde el cacique Michimalonco intentó detenerlo
sin éxito. El 12 de febrero de 1541 fundó la ciudad de Santiago de Nueva Extremadura a
los pies del Cerro Santa Lucía, llamado Huelén en mapudungún. A los pocos meses,
Valdivia fue proclamado por el cabildo como Gobernador y Capitán General de Nueva
Extremadura. Inicialmente rechazó el cargo, pero finalmente lo aceptó el 11 de junio de
1541.11
En esta primera etapa luchó contra los indígenas del norte del país, intentando
consolidar la dominación española en aquellos territorios; cuando dispuso de más
tropas, inició la ocupación de los territorios situados más al sur. También inició la
fundación de otras ciudades: Villanueva de La Serena (1544), La Concepción de María
Purísima del Nuevo Extremo (1550), La Imperial (1552), Santa María la Blanca de
Valdivia (1552), Santa María Magdalena de la Villa Rica y Los Confines de Angol
(1553).13 En 1553, el país parecía definitivamente pacificado, pero los mapuches,
dirigidos por Lautaro y Caupolicán, iniciaron una insurrección; Valdivia perdió la vida
en uno de los combates.13 El nuevo gobernador, García Hurtado de Mendoza y
Manríquez (1557), posterior virrey del Perú (1589-1596), reconstruyó las ciudades
destruidas, pero no logró vencer totalmente la resistencia de los indígenas.
Tras sucesivos combates de la Guerra de Arauco, se estableció una frontera tácita entre
la colonia española y las tierras bajo dominación mapuche en el río Biobío, desde donde
iniciaron después peligrosas revueltas.16
La Colonia
A partir de la destrucción de las ciudades y villas del sur del territorio a fines del siglo
XVI, el control efectivo ejercido por los españoles se reducía al Valle Central hasta el
río Biobío. Al este de la Cordillera de los Andes, el territorio chileno incluía el
Corregimiento de Cuyo, conformado por la parte poblada de las actuales provincias
argentinas de Mendoza, San Juan y San Luis.18 Cuyo fue separada de Chile en el año
1776, para incorporarse al recientemente creado Virreinato del Río de la Plata.19 En
teoría, incluía también amplios territorios en la actual Patagonia argentina, en los cuales
no se establecieron poblaciones permanentes.20
El rey Felipe II sujetó al gobernador a la vigilancia del virrey del Perú, al expresar en
una real cédula de 1589 que debía «guardar, cumplir y ejecutar sus órdenes, y avisarle
de todo lo que allí se ofreciese de consideración». A partir de dicha norma, los virreyes
entendieron que la relación entre ambos era de efectiva dependencia; sin embargo, en
algunos casos, la relación del gobernador fue directa con el rey y en otras pasó por el
virrey del Perú.
La base de la relación fue la real cédula antes mencionada; no obstante, hubo otras
posteriores que perfilaron el tipo de relación efectiva entre la capitanía y el virreinato.
Por ejemplo, mediante reales cédulas, se autorizó a los virreyes a intervenir en Chile
sólo en caso de «alboroto y tumulto». Se facultó a los virreyes a poner en práctica
estrategias militares en la guerra de Arauco (guerra defensiva) y después se ordenó
directamente al gobernador de Chile a implantarlas (guerra ofensiva). También se
facultó a los virreyes para remover al gobernador, atribución que les fue posteriormente
negada.
Respecto a los recursos militares (armas, soldados, etc.) y el abastecimiento comercial,
la capitanía dependió del virreinato. La administración de justicia de la capitanía era
autónoma del virreinato, salvo la inquisición, que correspondía a un delegado de
Lima,21 y los juicios de comercio, que dependieron del consulado de Lima hasta 1795.
En lo gubernativo, la relación fue fluctuante, dependiendo del periodo, las instrucciones
que enviaba el rey e incluso las personalidades de las respectivas autoridades (virreyes y
gobernadores) y no hubo nunca una anexión formal de la capitanía al virreinato.
Además, en ciertos periodos, por cuestiones estratégicas de seguridad del virreinato –
por ejemplo, ante amenazas de corsarios– los virreyes intervinieron directamente en el
gobierno de Chile, incluso por propia iniciativa. Asimismo, algunos gobernadores
acostumbraron consultar o pedir instrucciones sobre temas urgentes al virrey, por la
gran distancia que los separaba del rey, que se encontraba en España.
El siglo XVII se ha caracterizado económicamente como el siglo del sebo, pues este
artículo, junto al charqui y el cuero, se convirtió en el principal producto de exportación
al Perú, lo que permitió la obtención de importantes dividendos a una economía
precaria, de escasa capacidad de producción en áreas diversas a la ganadería. A su vez,
el siguiente siglo, el XVIII, ha sido llamado el siglo del trigo, ya que en éste se formó
una nueva estructura social agraria, que permitió un amplio desarrollo de la agricultura
y una importante cantidad de exportaciones de este cereal al virreinato. De hecho, a
partir de 1687, Chile se convirtió en el «granero del Perú», pues en esa fecha el
virreinato fue asolado por una plaga que afectó gran parte de sus valles cultivables.
También se desarrolló la minería, con algunos yacimientos de cobre, oro y plata.
Durante este periodo, se produjeron varios terremotos de gran magnitud. Entre otros, el
ocurrido el 13 de mayo de 1647, que destruyó gran parte de la ciudad de Santiago; el de
15 de marzo de 1657, que dañó totalmente a Concepción y generó un tsunami; y el de 8
de julio de 1730 que volvió a dañar seriamente a Santiago y Valparaíso.