Historia de Uruguay

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Historia de Uruguay

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En este antiguo mapa conocido como Islario General de todas las islas del mundo
hecho por el cosmógrafo Alonso de Santa Cruz en siglo XVI, se ve gran parte de la
Cuenca del Plata que incluye a todo el actual territorio de la actual República Oriental
del Uruguay; el actual territorio de la República Oriental del Uruguay hoy corresponde
al tercio sur de la Banda Oriental.

La historia del Uruguay abarca la historia del actual territorio de Uruguay, desde antes
de que se constituyera como estado hasta la actualidad.

Índice
 1 Época prehispánica
 2 Colonización
 3 Lucha por la independencia
 4 La Cisplatina y la Guerra del Brasil
 5 Independencia
 6 Apogeo del caudillismo
 7 Modernización y Militarismo
 8 La Suiza de América
o 8.1 La era de la exportación
 9 Primera dictadura del siglo XX
 10 Deterioro económico
 11 Los gobiernos blancos
o 11.1 Las elecciones de 1958
o 11.2 Primer gobierno blanco
o 11.3 Segundo gobierno blanco
 12 La reforma de 1966
 13 Gobierno de Óscar Gestido
 14 Gobierno de Jorge Pacheco Areco
 15 Elecciones de 1971
 16 Dictadura cívico-militar
 17 Retorno a la democracia
 18 Crisis económica, política y social del año 2002
 19 Gobierno de Tabaré Vázquez
o 19.1 Gobierno
o 19.2 Derechos Humanos
o 19.3 Política Internacional
 20 Gobierno de José Mujica
 21 Véase también
 22 Notas
 23 Referencias
 24 Enlaces externos

Época prehispánica

Indígenas del Río de la Plata. Dibujo del diario de viaje de Hendrick Ottsen, 1603.
Nótese que uno de ellos tiene boleadoras.

Hay indicios de población en la Banda Oriental desde varios miles de años atrás,1 como
lo testimonian los cerritos de indios o los recientes hallazgos en Mataojo (Salto).2 Otro
hallazgo significativo son los antropolitos, zoolitos y ornitolitos.3

Los habitantes conocidos del actual territorio de Uruguay antes de la llegada de los
españoles eran las etnias de indígenas mayoritariamente nómadas de los conjuntos
pámpido y amazónido: charrúas, chanaes, guaraníes, yaros, bohanes, tapés, güenoas y
arachanes. Contrariamente a lo que ha sido la opinión dominante durante gran parte del
siglo XIX y el XX, las investigaciones arqueológicas y etnohistóricas recientes han
revelado que el poblamiento del territorio uruguayo por parte de los charrúas fue
mayormente posterior a la conquista europea. Más precisamente, ocurrió entre fines del
siglo XVII y principios del siglo XVIII, y se debió a su expulsión desde los territorios
de las actuales provincias argentinas de Santa Fe y Entre Ríos donde tenían su principal
morada, como parte de la gran ofensiva contra los indígenas desencadenada por los
colonizadores españoles luego de la Guerra Guaranítica. Se acepta, sin embargo, que
alguna porción del territorio uruguayo, como por ejemplo, parte del actual departamento
de Colonia, tenía presencia charrúa antes de esa migración. La etnia de los minuanes, en
cambio, habría sido la más populosa y extendida en el territorio uruguayo, aun después
de ese desplazamiento de los charrúas.4

Colonización
Los españoles llegaron al actual territorio uruguayo en 1516. En 1527 Sebastián
Gaboto, a las órdenes de la monarquía española, construyó un primer campamento
fortificado en la costas oriental del Río de la Plata frente a la confluencia con el río
Paraná, esta población fue llamada San Lázaro y estaba unos pocos kilómetros al
noreste de la actual ciudad de Carmelo, días después la misma expedición española al
mando de Sebastián Gaboto edificó un fuerte en la desembocadura del río que llamó
San Salvador del mismo modo que al fuerte. Luego, el 30 de mayo de 1574, Juan Ortiz
de Zárate fundó en las proximidades de las ruinas del mencionado fuerte la primera villa
europea, llamada también San Salvador (prácticamente la actual Dolores), mientras que
en 1624 los misioneros jesuitas fundaban una reducción a orillas del Río Negro (o
Hum), casi en la confluencia con el Río Uruguay. Tal reducción, llamada Santo
Domingo Soriano, es el antecedente de la actual Villa Soriano, en el departamento de
Soriano.

Pero la fuerte resistencia de los indígenas1 en contra de una posible conquista, sumada a
la ausencia de oro y plata en la zona, limitaron el asentamiento en la región durante los
siglos XVI y XVII, llamado en aquel entonces Banda Oriental. Los españoles
ingresaron el ganado por iniciativa del entonces gobernador de Asunción Hernandarias,
el cual se adaptó fácilmente al territorio estableciéndose las Vaquerías del Mar. La
ambición por colonizar se vio aumentada al verse la expansión de Portugal hasta las
fronteras del actual Brasil.

En 1680 los portugueses comenzarían 100 años de dominio en la Banda Oriental,


violando el Tratado de Tordesillas, fundaron la Colonia del Sacramento frente a la
ciudad de Buenos Aires, El 22 de noviembre de 1723 el Maestre de Campo don Manuel
de Freytas Fonseca fundó un asentamiento en el sitio donde hoy se levanta Montevideo.
El 22 de enero de 1724 los españoles desde Buenos Aires desplazaron a los portugueses.
Los portugueses fundaron en el norte de la Banda Oriental la ciudad de Río Grande en
1737, Porto Alegre en 1742, y la Fortaleza de Santa Teresa en 1762 en Rocha.

Montevideo fue fundada oficialmente el 24 de diciembre de 1726 por el capitán español


Bruno Mauricio de Zabala, llamado «Brazo de Hierro», comisionado por las autoridades
establecidas en Buenos Aires, para servir como fortaleza militar, pasando rápidamente a
ser su puerto un centro comercial para poder competir con Buenos Aires. La nueva
fundación recibió inicialmente el nombre de Fuerte San José, y luego de San Felipe y
Santiago, aunque el lugar era conocido de antiguo por los españoles como Montevideu,
nombre tal vez derivado del término «monte videm» usado por quien avizorara por
primera vez el cerro existente en sus costas, Miguel de Triana. España solo tiene
Montevideo y sus cercanías, los hoy Departamentos de San José, Flores, Canelones y
Maldonado. El 90 % de la Banda Oriental seguía siendo portugués desde 1680
[cita requerida]
. La Banda Oriental fue portuguesa en los hechos por cien años desde 1680 a
1777 [cita requerida].

El 22 de noviembre de 1749, el rey de España nombró primer Gobernador de


Montevideo a José Joaquín de Viana. Éste llegó al Río de la Plata en el barco Nuestra
Señora de la Concepción el 3 de febrero de 1751, desembarcando en Buenos Aires,
donde juró el cargo de primer Gobernador de Montevideo ante el Capitán General José
de Andonaegui y tomó posesión del mismo en sesión solemne que el Cabildo
montevideano celebrara el 14 de marzo. La Gobernación de Montevideo comprendía los
territorios desde la boca del arroyo Cufré, en el oeste, hasta el cerro Pan de Azúcar, al
este, llegando por el norte desde las nacientes de los ríos San José y Santa Lucía
siguiendo la línea de la Cuchilla Grande hasta el cerro Ojosmín, que se encuentra en el
actual departamento de Flores. Corresponde a los actuales departamentos de
Montevideo, Canelones y parte de los de San José, Flores, Florida, Lavalleja y
Maldonado.

El primer virrey del Río de la Plata, Pedro de Cevallos (o Zevallos) reconquistó


Montevideo y la Fortaleza de Santa Teresa así como, la isla de Santa Catarina.

Finalmente, en 1777, el mismo Cevallos, nombrado virrey del recientemente creado


Virreinato del Río de la Plata, conquistó definitivamente la Colonia del Sacramento,
conquista que fue refrendada mediante el tratado de San Ildefonso, firmado ese mismo
año, por el que la frontera hispano-portuguesa se fijaba en el río Negro, quedando
España en poder de la mitad sur del actual Uruguay.

Por el Tratado de San Ildefonso, España gobernaba entonces solamente el sur de la


Banda Oriental quedando el norte de la Banda Oriental, Río Grande del Sur, Santa
Catarina y Paraná (misiones de La Guayrá) en poder portugués en el año 1777. La
Banda Oriental desde 1680 seguía siendo portuguesa. Desde el año 1763 hasta el año
1828 la fortaleza de Santa Teresa y luego el fuerte de San Miguel, pasaron a manos
portuguesas y españolas constantemente. El hoy departamento de Rocha fue
sucesivamente portugués y español.

España gobernó Montevideo solo 32 años [cita requerida] y el sur del actual Uruguay solo
desde 1777 a 1807 [cita requerida]. La primera parte del siglo XIX estuvo marcada por una
lucha entre España y Portugal para poder obtener el dominio sobre la zona. Además,
entre 1806 y 1807 el Reino Unido invadió Buenos Aires y Montevideo, pero fue
derrotado y se retiró. En 1810 en Buenos Aires estalla la Revolución de Mayo a la cual
se suma José Gervasio Artigas liderando a la Banda Oriental. En 1815 Montevideo es
territorio de la Provincia Oriental bajo el mando de Artigas y Ortorgues, pero un año
después desde 1816 a 1824 el territorio fue invadido por el Reino Unido de Portugal,
Brasil y Algarve pasando inicialmente a ser parte del reino portugués con el nombre de
«Provincia Cisplatina». También con el nombre de «Cisplatina» entre 1824 y 1827 fue
brasileño.5

Además de Montevideo, las principales poblaciones permanentes fundadas por los


españoles durante la época colonial son:6

 Colonia del Sacramento (1680)  Melo (1795)


 Real de San Carlos (1680)  Montevideo
 Santo Domingo Soriano (1708)  Guadalupe o Canelones
 Víboras (1780) (1774)
 Mercedes (o Capilla Nueva) (1788)  San Juan Bautista o Santa
 Dolores también llamada Espinillo o San Lucía (1781)
Salvador (1800)  Pando (1781)
 Rosario o el Colla (1775)  San José (1781)
 Maldonado  Minas (1783)
 Fuerte de San Miguel  Piedras (1800)
 Fortaleza de Santa Teresa  Florida
 San Carlos  Santísima Trinidad de
 Rocha (1793) Porongos (1803)
 Belén (1800)
 Paysandú (1772)

Lucha por la independencia


Artículo principal: Revolución oriental

Artigas en la Ciudadela, óleo de Juan Manuel Blanes.

Iniciado el proceso revolucionario en Buenos Aires, en la llamada Revolución de mayo


de 1810, la Banda Oriental tardó en sumarse. El denominado Grito de Asencio
protagonizado por Pedro José Viera y Venancio Benavides el 28 de febrero de 1811, se
considera tradicionalmente el punto de partida de la revolución en el país. Rápidamente
al día siguiente se ocuparon las villas de Mercedes y de Santo Domingo Soriano,
solicitando auxilios a la Junta de Buenos Aires. José Gervasio Artigas, hoy considerado
máximo héroe nacional, se sumó a la revolución y lanzó una exitosa revuelta en contra
de España. Tras ocupar Soriano, Benavides tomó El Colla el 20 de abril. Manuel
Francisco Artigas avanzó sobre las poblaciones del este, el 24 de abril de 1811 tomó la
villa de Minas de Santa Lucía, el día 28 entró en San Carlos y el día 29 rindió
Maldonado, luego un destacamento avanzó hacia el fuerte de Santa Teresa . Fuerzas
unidas de Manuel Francisco Artigas y de Benavides liberaron San José el 25 de abril
tras tomar a Porongos.

José Gervasio Artigas dirigió sus tropas hacia Montevideo y venció a los realistas en la
batalla de las Piedras, el 18 de mayo del mismo año, sitiando pocos días después la
ciudad amurallada de Montevideo, último reducto de la colonia española en la Banda
Oriental, puesto que Colonia del Sacramento había sido ocupada el 26 de mayo por
Benavides.7

Estatua de José Gervasio Artigas.

El envío de un contingente portugués en auxilio de los españoles llevó al Gobierno de


Buenos Aires a pactar con los españoles y también con los lusobrasileños (Tratado
Herrera-Rademaker) , ordenando la retirada de las tropas revolucionarias de la Banda
Oriental que incluía la Provincia Oriental, Misiones Orientales, Río Grande del Sur,
Santa Catarina, por este tratado los lusobrasileños ocupaban también un territorio que
llamaban "Entre Ríos", es decir la región delimitada por el Cuareim al sur, el Ibicuy al
norte y el río Uruguay al oeste; aunque muy probablemente tal denominación
lusobrasileña apuntaba a sentar precedentes sobre una posible anexión de la Provincia
de Entre Ríos (ya fuera de la Banda Oriental) debe evitarse la confusión entre ambos
territorios homónimos.

Artigas acató el pacto, retirando el sitio de Montevideo. Casi toda la población del sur
de la Banda Oriental excepto Montevideo, lo acompañó en la retirada hasta el arroyo
Ayuí Grande en la actual ciudad entrerriana de Concordia, dejando el territorio
virtualmente vacío. A este acontecimiento se le denomina el Éxodo oriental o también
La Redota y demostró el liderazgo o rol de caudillo de José Gervasio Artigas sobre el
pueblo de la Banda Oriental.

La posición de Buenos Aires, aunque acatada, provocó fuerte malestar entre los
orientales. A partir del 26 de febrero de 1813 se reanuda el sitio de Montevideo, que tras
la victoria de la escuadra de las Provincias Unidas en la Campaña Naval de 1814 cae
finalmente el 23 de junio de 1814. Durante ese período se incrementan los
enfrentamientos entre Artigas, partidario del federalismo y principal cuadillo de la Liga
Federal, y el gobierno de Buenos Aires. Entre las instrucciones que Artigas dio a los
diputados orientales a la Asamblea del año XIII, figuran los límites de la Provincia
Oriental que él pretendía:
Artículo 8º: El territorio que ocupan estos Pueblos desde la costa oriental del Uruguay
hasta la fortaleza de Santa Teresa forman una sola Provincia, denominante la Provincia
Oriental.

Pues el resto de la Banda Oriental esto es el Norte de Río Negro más todo Río Grande
del Sur y Santa Catarina eran parte de la Banda Oriental que estaba bajo ocupación
lusobrasileña.

Artículo 9º: Que los siete Pueblos de Misiones, los de Batoví, Santa Tecla, San Rafael y
Tacuarembó que hoy ocupan injustamente los Portugueses y a su tiempo deben
reclamarse serán en todo tiempo territorio de esta Provincia.8

En 1815, Artigas logró reunir en la entonces capital entrerriana de Concepción del


Uruguay el protocongreso de la independencia argentina, conocido como Congreso de
Oriente, con representantes de la Provincia Oriental, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos,
las Misiones -mucho más extensas que la actual provincia argentina de ese nombre,
aunque sus representantes no llegaron a tiempo- y Santa Fe, aunadas en la Liga Federal
a la cual fueron invitadas todas las otras provincias de los territorios del antiguo
Virreinato del Río de la Plata.

La Banda Oriental se divide en repúblicas: República de Río Grande del Sur y


República Juliana (Santa Catarina); las que desde 1825 intentan ser independientes y
confederadas.

 1820: Ramírez creó entonces la República de Entre Ríos 1820-1821.


 1825: Declaración de independencia, respecto a Brasil y a Portugal, de la Banda
Oriental y reunión de la misma a las Provincias Unidas del Río de la Plata (tal
cual expresamente lo dice el acta del Congreso de Florida en ese mismo año
1825).
 1828: a partir de la liberada, (durante la Guerra contra Brasil), Provincia Oriental
es creado por intervención inglesa el Estado Oriental del Uruguay independiente
del Brasil (sólo el sur de la Banda Oriental, el norte sigue siendo brasileño).
 1836: Se proclama la República Riograndense (norte de la Banda oriental).
 1839: La República Riograndense formó una confederación conjunta con la
República Juliana, la cual fuera proclamada ese mismo año, en Santa Catarina, y
cuya capital era la ciudad de Laguna.

La Cisplatina y la Guerra del Brasil


Artículos principales: Provincia Cisplatina y Guerra del Brasil.

El Juramento de los Treinta y Tres Orientales, óleo de Juan Manuel Blanes.


Bandera de la Provincia Cisplatina.

En agosto de 1816 tropas luso-brasileñas al mando de Carlos Federico Lecor invadieron


la Provincia Oriental del Río de la Plata en el curso de la invasión luso-brasileña,
aunque Artigas continuó la lucha en el medio rural hasta caer derrotado en la batalla de
Tacuarembó, en enero de 1820, la cual significó la derrota definitiva del caudillo
oriental, el que debió abandonar su tierra, a la cual ya no volvería.

De este modo, en 1821 el actual territorio uruguayo fue anexado al Reino Unido de
Portugal, Brasil y Algarve como una provincia más, rebautizándosela Provincia
Cisplatina. Portugal entendía que las tierras al occidente del Río Uruguay -actualmente
las provincias argentinas de Entre Ríos y Corrientes- deberían también formar parte de
su órbita, llamando a toda esa región la Provincia Transplatina.

Cinco años después, en 1825, y con el apoyo de Buenos Aires, un grupo de rioplatenses
oriundos de la ex Provincia Oriental, llamados los Treinta y Tres Orientales y liderados
por Juan Antonio Lavalleja, regresó a su tierra para expulsar a los brasileños.
Eventualmente se sumaría el general Fructuoso Rivera quien ofreció a los portugueses
una vasta región del norte y este de la Provincia Oriental a cambio de lograr "la paz". El
territorio cedido por Rivera a los portugueses limitaba al norte con la actual ciudad de
Porto Alegre. Para José Gervasio Artigas fue toda una traición.

El 25 de agosto de 1825, en el Congreso de Florida, se declara la total independencia del


territorio oriental con respecto al Reino de Portugal, y a la vez, su voluntad de volver a
formar parte, como una provincia más, de las Provincias Argentinas.

La H. Sala de Representantes de la Provincia Oriental del Río de la Plata en virtud de


la soberanía ordinaria y extraordinaria que legalmente reviste para resolver y
sancionar todo cuanto tienda a la felicidad de ella, declara: que su voto general,
constante, solemne y decidido es, y debe ser, por la unidad con las demás Provincias
Argentinas a que siempre perteneció por los vínculos mas sagrados que el mundo
conoce. Por tanto, ha sancionado y decreta por ley fundamental la siguiente: Queda la
Provincia Oriental del Río de la Plata unida a las demás de este nombre en el territorio
de Sud América, por ser la libre y espontánea voluntad de los Pueblos que la
componen, manifestada con testimonios irrefragables y esfuerzos heroicos desde el
primer período de la regeneración política de dichas Provincias. Dado en la Sala de
Sesiones de la Representación Provincial, en la villa de San Fernando de la Florida, a
los veinticinco días del mes de agosto de mil ochocientos veinticinco.

Las tropas orientales unidas a las demás Provincias Argentinas derrotaron finalmente al
Brasil, luego de una lucha de tres años, en el combate decisivo de Ituzaingó. Sin
embargo, los problemas económicos obligaron a aceptar reclamos brasileños y
británicos, por lo que el 28 de agosto de 1828 se firma la Convención Preliminar de Paz,
por la cual tanto Argentina como el Brasil, bajo la vigilancia del Reino Unido,
establecían la creación de un estado independiente en el territorio de la Banda Oriental,
tal estado recibió inicialmente el nombre de Estado Oriental del Uruguay.

Juan Antonio Lavalleja.

Independencia
La primera constitución nacional fue adoptada el 18 de julio de 1830, dándosele el
nombre de Estado Oriental del Uruguay al novel país. Pese a obtener que Brasil
abandonara las pretensiones sobre la actual República Oriental del Uruguay, el estado
brasilero mantuvo ocupada una gran parte de la Banda Oriental: las nacientes del Río
Negro en el nudo de Santa Tecla, y todo el extenso territorio entre el Río Cuareim y el
río Ibicuy (en grafía portuguesa: Ibicuí) y su curso alto llamado río Santa María.
También por el noroeste, los brasileños lograron correr a su favor las fronteras, pese a
su derrota militar: la frontera del noroeste pasó de ser el Piratiny o Piratiní a ser el Río
Yaguarón.

El primer presidente, electo bajo la Constitución de Uruguay de 1830, fue Fructuoso


Rivera, desplazando a Lavalleja, que no era de ningún modo del agrado de los
brasileños. Fue sucedido por Manuel Oribe, asumido en 1834. No obstante, gran parte
del poder seguía en manos de Rivera, gracias al cargo de Comandante General de la
Campaña que se había creado para él mismo durante su mandato.

Diversos incidentes llevaron a la revolución de Rivera y sus partidarios en contra del


gobierno en 1836. Oribe decretó que sus seguidores usaran una divisa blanca, mientras
Rivera adoptó una cinta colorada (primero había elegido una celeste, pero debido a que
se confundía con el blanco decidió cambiarla). Es de esta forma que nacieron los
«blancos» y «colorados», quienes se enfrentaron por primera vez en la batalla de
Carpintería, el 19 de septiembre de ese año.

Según Edmundo Narancio,9 entre las consecuencias positivas de la independencia


uruguaya podemos destacar el establecimiento de leyes básicas y la creación del
pabellón a raíz de la jura de la Constitución, los nuevos derechos y libertades, el
principio de autodeterminación, prohibición del tráfico de esclavos con países
extranjeros, la supresión de un sistema fiscal complejo con numerosos impuestos y la
apertura comercial. Por el contrario, entre los costes de la independencia podemos
destacar las influencias extranjeras y rivalidades internas de Uruguay, que provocan la
Guerra Grande entre 1839 y 1851, la inestabilidad social y la fuga de capitales.
Apogeo del caudillismo
Artículo principal: Guerra Grande

Las vinculaciones de los colorados con los unitarios argentinos y de los blancos con los
federales dieron lugar a una constante intervención de la Argentina en los asuntos
internos uruguayos, a lo que se sumaba Brasil. También se debe destacar la intención de
Francia y Gran Bretaña de extender su predominio económico al Río de la Plata.

Todas estas influencias extranjeras, sumadas a las rivalidades internas en Uruguay,


desencadenarían la llamada Guerra Grande (1839-1851). Luego de que las tropas
riverenses vencieran a las de Oribe, éste renunció a la presidencia y en su lugar fue
electo Rivera, el 1º de marzo de 1839. Ya en febrero de ese año le había declarado la
guerra a Rosas, aliado de Oribe, dando comienzo a la contienda.

Entre 1839 y 1843, la guerra fue favorable a Rosas y Oribe. Este último impuso el sitio
de Montevideo entre 1843 y 1851. Así, el país quedó dividido en dos partes:
Montevideo bajo el poder del Partido Colorado, apoyado por los ingleses y franceses,
que forman el Gobierno de la Defensa; el resto del país, dominado por Oribe y los
blancos, que formaron el Gobierno del Cerrito, con su capital en la ciudad de Villa
Restauración, actualmente el barrio de la Unión. Oribe fue el primer presidente oriental
que homenajeó oficialmente a Artigas, bautizando con el nombre del prócer a la
principal calle de Villa Restauración.

Durante este período, varias legiones extranjeras — franceses, italianos, etc. —


apoyaron la defensa de Montevideo, siendo especialmente notable la participación de
Giuseppe Garibaldi, quien comandara las fuerzas navales de Montevideo.

Desde 1849, tras aplastar el imperio del Brasil a la República Riograndense, al concluir
la Guerra de los Farrapos — del portugués "Guerra de los Harapientos" — arreciaron
las incursiones y ataques brasileños sobre el territorio uruguayo.

En 1851, el gobernador de la provincia de Entre Ríos, Argentina, Justo José de Urquiza,


forma una coalición con Brasil y el Gobierno de la Defensa e invadió el territorio
uruguayo. Simultáneamente se produjo una nueva invasión brasileña. El cansancio
generado por la larga guerra provocó la rápida rendición del gobierno del Cerrito y la
firma de la paz, el 8 de octubre de 1851. Como resultado del tratado de paz firmado en
1852, Uruguay reconocía la soberanía brasileña sobre las Misiones Orientales — ya
ocupada en los hechos por el Imperio de Brasil — más una franja adicional, entre los
ríos Cuareim e Ibicuy.

Asesinato del General Venancio Flores, en las calles de Montevideo a cabo el día 19 de
febrero de 1868 (Angelo Agostini, publicado en A Vida Fluminense, nº 10, 07/03/1868).

Al finalizar la Guerra Grande el país queda en un complicado escenario: totalmente


endeudado con decrecimiento de población, destrucción de la mayoría del ganado
(principal fuente de ingresos del país).
Muchos responsabilizaron a los bandos políticos por la debilidad interna y propusieron
una política de fusión para eliminar las divisas, llegando en 1857 el presidente Gabriel
Pereira a prohibir la reorganización de los partidos políticos.

Al llegar en 1860 a la presidencia Bernardo Berro, a pesar de ser blanco, se inclinó


hacia la política de fusión. Intentó implantar una política de neutralidad con Argentina,
puesto que opinaba que Uruguay no se debía entrometer en asuntos externos.

Venancio Flores, el principal caudillo uruguayo en ese momento, se alió con los
gobiernos de Brasil y Argentina e invadió el territorio uruguayo. Tras una breve, pero
violenta guerra, accedió al poder en 1865. Flores pagó el apoyo brasilero y argentino
uniéndose con ellos contra el Paraguay, en la Guerra de la triple alianza.

Flores fue asesinado en 1868, siendo sucedido por Lorenzo Batlle. En su período de
gobierno, lo más destacado fueron las crisis económicas y políticas. Entre estas últimas
se destacó la "Revolución de las Lanzas", comandada por Timoteo Aparicio. Este
período (1868) se caracterizó por gobiernos débiles, siendo presidentes: Lorenzo Batlle
(1868-1872), José Ellauri (1872-1875) y Pedro Varela (1875).

Modernización y Militarismo
Artículos principales: Reforma Vareliana y Militarismo (Uruguay).

La Modernización es un concepto que engloba el período de militarismo que comienza


en 1876, acontece en el marco internacional de la Segunda Revolución Industrial y
Primera globalización y en el marco local tras un caos político presidido por la
Revolución de las Lanzas de Timoteo Aparicio, y finaliza en el siglo XX con las
reformas impulsadas por José Batlle y Ordóñez.

Lorenzo Latorre hacia 1875.

El 10 de marzo de 1876 se efectuó una amplia reunión de comerciantes, hacendados y


extranjeros residentes que ante la acefalia en el poder y las graves crisis que enfrentaba
el país, debido en gran parte a la inoperancia de los gobiernos democráticos decidieron
ofrecerle el poder al Ministro de Guerra Coronel Lorenzo Latorre. Éste aceptó y tomó el
poder como "gobernador provisorio".
Los objetivos principales del régimen latorrista fueron el logro de la paz interna, el
orden (en la campaña, sobre todo) y la afirmación del derecho a la propiedad privada.

El militarismo significó desde el ángulo político, la sustitución de las banderías


tradicionales (blancos y colorados), por el gobierno de los grupos de presión más fuertes
en lo económico, aliados al grupo de presión más fuerte en el poder real y coactivo: el
ejército. La inoperancia, la debilidad y el tono artificial que había asumido
paulatinamente la superestructura política de la República, se tradujo pues en una
asunción del poder casi directa por parte del alto comercio, la clase alta rural y los
inversionistas extranjeros. Latorre se basó en los progresos técnicos de la época, para
consolidar la estabilidad política del país.

Los fusiles Mauser y Remington le dieron al ejército un poder incontrastable e


inalcanzable para los revolucionarios por su costo. La importancia del telégrafo radica
en la velocidad para transmitir información hasta los lugares más alejados de la capital.
El ferrocarril permitió el rápido traslado de tropas, para sofocar las revoluciones.

También produjo una modernización del aparato jurídico sustituyendo a los alcaldes por
jueces letrados departamentales. Simultáneamente se aprobaron los Códigos de
Procedimiento Civil e Instrucción Criminal en 1878, así como el Código Rural y la
creación del Registro de Embargos e Interdicciones. En 1879 se aprobó la Ley de
Registro de Estado Civil, con la cual pasó a manos del Estado una función realizada
hasta el momento por la Iglesia. Los juzgados de Paz, comenzaron a llevar cuatro
registros: de nacimientos, de defunciones, de matrimonios y de reconocimientos y
legitimaciones.

En materia económica y para mejorar las condiciones del campo, Latorre se cercioró de
la consolidación del derecho de propiedad privada (Latifundios) mediante el Código
Rural de 1879, que establecía la medianería obligatoria, lo que le dio un enorme
impulso al cercamiento de los campos. Estableció la Oficina General de Marcas y
Señales en la que debía solicitarse las marcas de ganado para evitar repeticiones y
fraudes y asegurar la propiedad del ganado. Otra medida que se implantó como ayuda
para consolidar el orden interno en la campaña, fue la autorización dada a los grandes
propietarios para establecer policía particular a cargo del comisario.

El alambre consolidó el régimen vigente de la propiedad de la tierra. En segundo


término, eliminó al minifundista ganadero y provocó la primera desocupación en el país
al eliminar el trabajo de muchos peones, agregados y puesteros. Esto provocó su
concentración en los suburbios de los poblados, de ciudades del interior y en
Montevideo, dando origen a lo que se empezó a conocer como «rancheríos».
José Pedro Varela.

Una de las reformas más importantes durante el gobierno del Coronel Latorre fue la
educativa, impulsada por José Pedro Varela quien se encontraba a la vanguardia en
materia de las nuevas corrientes pedagógicas.

Latorre abrió cauce a la efectivización de los proyectos varelianos, una situación que
señala el historiador Enrique Méndez Vives en «El Uruguay de la Modernización»
como paradojal, habida cuenta de las características del régimen. Varela entendió que lo
importante era llevar a cabo la reforma educativa, que contribuiría a la eliminación de
gobiernos semejantes en el futuro. La escuela es la base de la República; la educación,
la condición indispensable de la ciudadanía. Todas las grandes necesidades de la
democracia, todas las exigencias de la República, sólo tienen un medio posible de
realización: educar; educar; siempre educar....

El decreto ley de la Enseñanza Común fue aprobado el 24 de agosto de 1877. Estableció


tres principios básicos, que hasta hoy siguen presentes. La educación ha de ser: gratuita,
obligatoria y laica. Los dos primeros principios pudieron ser llevados a cabo sin grandes
dificultades. El freno estuvo en el aspecto de la laicidad. Entonces Varela propuso,
como transición, que el catolicismo fuera enseñado a los alumnos cuyos padres así lo
solicitaran.

Más que reformar, Varela creó un sistema educativo. Dio contenidos científicos a los
programas de estudio; seleccionó personal docente dando amplia participación a la
mujer; implantó la descentralización administrativa, procurando la participación popular
en el mejoramiento de la escuela pública.

Latorre no desarrolló un gobierno a favor de la clase militar, pero tuvo importantes


cantidades de autoritarismo lo que ayudó para forjar un Poder Central capaz de
encarrilar al país en las normas necesarias para el desarrollo de una economía moderna.
Defensa de la propiedad privada de la tierra y del ganado, establecimiento del patrón
oro, reanudación del pago de la deuda pública; pero también, modernización técnica y
administrativa del Estado.

La Suiza de América
Artículo principal: Batllismo
José Batlle y Ordóñez hacia 1900.

A finales del siglo XIX el país había completado su organización y durante la etapa
batllista consolidó su democracia y alcanzó altos niveles de bienestar, equiparables a los
europeos. Debido a esto, Uruguay comenzó a ser conocido como «la Suiza de
América».

La mayor parte del esfuerzo del primer mandato de José Batlle y Ordóñez se destinó en
asuntos políticos que incluyeron los levantamientos de 1903 y 1904, protagonizados por
Aparicio Saravia y el Partido Nacional. De esta manera se pudo consolidar
definitivamente la autoridad del poder central en toda la República. Poco, fue el tiempo
que quedó para la realización de la obra económica y social.

En el plano económico se destaca: la erogación de 3 millones de pesos, con destino a la


construcción y mejora de caminos de la campaña. Se intentó favorecer el surgimiento de
la industria nacional y disminuir la dependencia del exterior por la importación de
azúcares a través de una ley en la que se otorgaban varias primas anuales y semillas
seleccionadas. Se ampliaron también, las obras de la usina de Luz Eléctrica. En el plano
financiero, existió el deseo por parte del Ejecutivo de lograr una paulatina
independencia del financiamiento inglés. En el plano educativo, en 1903 se creó la
Facultad de Comercio (futura de Ciencias Económicas) y en marzo de 1907 la Facultad
de Veterinaria y Agronomía. Se trataba de tecnificar el comercio y el agro desviando a
los hijos de estancieros de las tradicionales carreras de abogado y médico. Se proyectó
la instalación de diez liceos departamentales, procurando otorgar en el interior de la
República elementos de cultura superior a la de la enseñanza primaria.

En el plano político, la tarea fue absorbida por los levantamientos armados producidos
por la política exclusivista de partido desarrollada por Batlle y la negativa del Partido
Nacional a seguir aceptando su continua marginación del gobierno. Firmada en 1904 la
Paz de Aceguá, las consecuencias de la revuelta fueron: A) La consolidación de la
unidad del Estado. El triunfo colorado implicó la finalización de la política de
coparticipación en los gobiernos departamentales. B) Gobierno excluyente de partido y
C) La Reforma Electoral.

Con la asunción de Claudio Williman se continuó con un gobierno batllista. El 25 de


agosto de 1909 se produjo la inauguración del puerto de Montevideo que estaría al
servicio público y el Estado se reservaba la administración portuaria. El país contaba
desde este momento con un medio que le permitiría competir con Buenos Aires en
relación con el tráfico de ultramar.

Durante la segunda presidencia de Batlle y Ordóñez hubo importantes aportes a los


derechos laborales de los trabajadores. Se prohibía el trabajo de menores de 13 años, se
restringía la jornada a los menores de 19; la mujer dispondría de 40 días de descanso en
el período de embarazo, el descanso obligatorio era de un día cada siete y un máximo de
48 horas semanales de trabajo. Se estableció la jornada de trabajo en 8 horas. También
se creó una ley de pago de indemnizaciones por accidentes de trabajo. Se aprobó una
pensión a la vejez que podían utilizar todas las personas mayores de 65 años y de
cualquier edad en caso de invalidez absoluta, que se encontrara en la indigencia. Se
estableció la indemnización por despido que dependía de la cantidad de años trabajados.

En lo que se refiere a la actividad económica del Estado (estatización y


nacionalización). El principio ideológico era que los servicios públicos esenciales
debían estar en manos del Estado, puesto que éste era el organismo representativo de la
sociedad, es decir, de todas las clases sociales, y estaba por encima de sus disputas; el
Estado debía intervenir allí, donde el capital privado fuera indeciso o temiera perder
dinero, porque no estaba guiado por el afán de lucro sino de servicio público; el Estado
debía sustituir a las empresas extranjeras que se llevaban la ganancia fuera de fronteras
debilitando así el país.

Fue así que se produjo la estatización del Banco de la República Oriental del Uruguay,
1911 y 1913, la del Banco Hipotecario del Uruguay, en 1912, y la de los seguros, que
pasaron de manos privadas a manos estatales con la creación en 1911 del Banco de
Seguros del Estado. Se creó a su vez, en 1915 la Administración de Ferrocarriles del
Estado y se produjo la secularización de actos públicos.

Como jefe del ejecutivo aseguró la unidad nacional acabando con diversas rebeliones
departamentales, estableció la jornada laboral de ocho horas, la indemnización laboral y
promulgó la primera ley del divorcio en Latinoamérica, que reconocía los derechos de
las mujeres; también creó institutos de enseñanza media en todas las ciudades
departamentales. Durante su presidencia, se crearon empresas públicas que competían
con las privadas, proporcionando servicios más baratos.

Durante su segundo mandato, sentó las bases para la futura reforma constitucional. Es
decir, que produjo en todos los ámbitos la modernización del Estado. Su filosofía, aún
sigue presente en la mentalidad de los uruguayos, independientemente de partidos
políticos.

La era de la exportación

AÑOS Alemania Bélgica Francia Brasil Argentina Otros Países


1900 10% 18% 16% 26% 10% 21%
1901 12% 15% 18% 16% 16% 24%
1902 11% 14% 14% 14% 19% 28%
1903 13% 17% 16% 14% 17% 23%
1904 13% 18% 17% 13% 17% 22%
1905 11% 20% 18% 10% 19% 22%
1906 13% 14% 22% 10% 18% 23%
1907 13% 16% 18% 8% 21% 24%
1908 14% 15% 19% 9% 20% 23%
1909 15% 14% 20% 9% 18% 24%
1910 10% 19% 22% 10% 14% 25%
1911 16% 17% 23% 8% 11% 25%
1912 16% 16% 17% 7% 14% 30%
1913 19% 12% 17% 7% 15% 29%
1914 10% 10% 15% 3% 14% 48%
1915 0% 0% 24% 1% 12% 62%
1916 0% 0% 17% 2% 16% 66%
1917 0% 0% 15% 1% 13% 72%
1918 0% 0% 17% 4% 8% 71%

Datos extraídos de Reino Unido, Statistical Abstract of Principal and other Foreign countries (1900-
1918).10

A finales del siglo XIX, el motor del crecimiento de Uruguay, como de muchos otros
países de América Latina, fueron las exportaciones. La diferencia fundamental de
Uruguay con los demás, es que no depende excesivamente de un único país comprador.

Entorno al cambio de siglo (1900) los principales bienes que exportaba Uruguay fueron
la lana con un 42% del porcentaje total y en segundo lugar la carne congelada con un
24%. Sólo con estos dos bienes Uruguay alcanzaba el 66% de las exportaciones,
dándole especial importancia al sector agrícola. Estos productos se dirigieron
especialmente a tres mercados que fueron Bélgica, Francia y Argentina. Al concentrar
en ellos el 70% de la exportación total. Con la Primera Guerra Mundial las
exportaciones a estos tres países bajaron y cogió más peso los denominados otros
países. Cabe destacar que en el año 1912 las exportaciones respecto a otros países era de
30 % y al cabo de 5 años pasan a ser de 70 %.11

El hecho que su mercado de exportaciones fuese más amplio, fue una ventaja para la
economía uruguaya puesto que no dependía estrictamente de pocos países, que
importaban sus productos, y no era vulnerable a los cambios de demanda de estos
mercados. Esto significa, que la economía uruguaya concentraba todos sus esfuerzos e
inversiones en la producción de estos dos productos primarios, que se exportaban con
cierto éxito puesto que escaseaban en países, sobre todo europeos, que se dedicaban a la
producción de productos manufacturados. La ganadería uruguaya adquirió un mayor
peso en la economía del país, debido a los adelantos tecnológicos de la época. Se
introdujeron nuevos métodos que aumentaron la productividad de los ganados, como el
método de la cría, puesto que en términos de extensión de tierra, esta era menor respecto
a la vecina Argentina, que era uno de los mayores países exportadores de carne también.
Aunque el producto estrella de la economía uruguaya fuera la lana (46%), la
exportación de carne aumentó gracias a la utilización de frigoríficos, que permitían
conservar mejor la carne, y a las mejoras en las técnicas de navegación y transporte que
ayudaron los desplazamientos a larga distancia.
Las nuevas características de producción conllevaron un cambio radical en las
estructuras agrícolas, dejando paso a explotaciones capitalistas orientadas al mercado, y
no al simple consumo interno, pero la organización de la tierra no produjo un desarrollo
económico duradero en el país. Los grandes ganaderos estaban sometidos a los intereses
de capitalistas extranjeros, ingleses entre muchos, que tuvieron un fuerte control sobre
la producción. En el caso particular de Uruguay se habla de un crecimiento extensivo,
en el que se aumentó la utilización de tierra y se incorporó más mano de obra sin
ocuparse de buscar alternativas a la falta de recursos naturales, como consecuencia de la
explotación de la tierra.

Primera dictadura del siglo XX


Artículo principal: Dictadura de Gabriel Terra

Gabriel Terra.

Gabriel Terra, presidente el 1 de marzo de 1931, se opuso desde un principio a la


constitución de 1917. El 31 de marzo de 1933, con apoyo de la Policía, dirigida por su
cuñado, Alfredo Baldomir y el sector mayoritario del Partido Nacional, dirigido por
Luis Alberto de Herrera, dio un golpe de estado, conocido como Dictadura de Terra, por
el que se disolvió el Parlamento y se censuró la prensa. El Ejército, por su parte, no
intervino en la ejecución del golpe, manteniendo su "neutralidad", a pesar que acató el
ordenamiento del presidente Terra.

Instauró un gobierno de carácter conservador, autoritario y antiliberal al que se


opusieron el batllismo, nacionalistas independientes (sector del Partido Nacional),
socialistas y comunistas. En 1934 hizo promulgar una nueva constitución de carácter
presidencialista que tuvo vigencia plena hasta 1942. Fue elegido presidente nuevamente
en aquel año, y desempeñó el mando hasta el 19 de junio de 1938.

Durante su mandato se desarrolló una política industrializadora de sustitución de


importaciones y se realizaron obras públicas de importancia como la represa de Rincón
del Bonete, inaugurada en 1937. Rompió relaciones diplomáticas con la Unión
Soviética en 1935 y reconoció al gobierno de Francisco Franco en 1936.

Salió airoso de un atentado contra su vida en junio de 1935 y pudo igualmente sofocar
un levantamiento armado contra su gobierno, ocurrido en el mismo año.
Deterioro económico
El proceso de sustitución de importaciones desarrollado desde mediados de la década
del treinta, mantuvo ciertas garantías de crecimiento en virtud de la mejora del consumo
interno y el alza de las exportaciones hacia Europa y Estados Unidos, a causa de la
Segunda Guerra Mundial, manteniéndose esta bonanza económica hasta entrada la
década del cincuenta a consecuencia de la guerra de Corea (1950-1953).

Fruto de la dependencia del capital extranjero, este proceso industrializador encontró un


escollo esencial en su desarrollo. En este sentido, uno de los problemas de Uruguay fue
que dependía en un 100% de la energía que provenía del exterior y por ello la mayor
parte de los beneficios que se obtenían volvían a salir sin dar rentabilidad a la industria
nacional. Por ello, el crecimiento y la evolución de Uruguay se vieron muy mermados,
puesto que la salida del capital no ayudaba a la inversión nacional.

Hacia 1955, producto de un desarrollo económico inarmónico y altamente dependiente,


basado en el beneficio de un reducido grupo social que detentaba los resortes de la
producción (básicamente ganadería extensiva y latifundista), la distribución (el
complejo frigorífico) y una escasa y poco especializada industria que se basaba en la
explotación de amplios sectores de obreros y asalariados, se inició una crisis económica
que afectó también a las instituciones públicas. La depreciación de la moneda nacional,
la dependencia de los precios internacionales, el pobre desarrollo del mercado interno,
el clientelismo político y el peso de una burocracia político-estatal entremezclada y
comprometida con los grupos dominantes, terminó con la "Suiza de América" que fue
producto de una situación circunstancial en la que el país sobrevivió sobre el ingreso de
divisas provenientes de la exportación de comestibles durante el período de la segunda
guerra y los años sub-siguientes. Ya establecida esa crisis del modelo dependiente y
débilmente desarrollado, durante la década de 1960 hubo un proceso de gran deterioro
económico y por lo tanto social con un notable aumento de la conflictividad y de la
búsqueda de alternativas por parte del movimiento social, que también incluyó la lucha
armada, propuesta determinada por uno de los movimientos generados durante el
período. Esta estuvo protagonizada por la guerrilla urbana que llevaron adelante grupos
de extrema izquierda, entre los cuales destacan los Tupamaros, y fuerzas de extrema
derecha, como el Escuadrón de la muerte[cita requerida] y la Juventud Uruguaya de Pie
(JUP).

Las Fuerzas Armadas, alentadas por el discurso y la acción propagandística y aún


legislativa de algunos sectores de los partidos tradicionales, que profundizaron el
enfrentamiento del modelo conservador contra las propuestas populares y ya
desarrollada la primera unidad del movimiento popular (CNT - Convención Nacional
del Trabajadores) y de la izquierda política (Frente Amplio) promovidas por la
propuesta de los más tradicionales partidos de la izquierda y algunos sectores
progresistas de los partidos tradicionales fueron asumiendo gradualmente un nuevo
protagonismo. Como respuesta ante la crisis social, económica y política que vivía el
país, y el vaciamiento autopromovido de la institucionalidad, se dio un Golpe de Estado
cívico-militar, encabezado por el Presidente de la República, Juan María Bordaberry y
apoyados por los Estados Unidos.

Los gobiernos blancos


Las elecciones de 1958

En 1958, el Partido Nacional ganó las elecciones, despojando del poder al Partido
Colorado, que gobernaba desde hacía 93 años.

Así llegaba a su fin el denominado neobatllismo, o sea, un segundo batllismo, cuya


principal figura era Luis Batlle Berres, líder colorado sobrino de José Batlle y Ordóñez,
y que había intentado impulsar la industria nacional.

En esta primera victoria del Partido Nacional el sector más votado dentro de este partido
fue el herrero-ruralismo, cuyos dirigentes eran Luis Alberto de Herrera (caudillo blanco
y una de las principales figuras políticas del S. XX) y Benito Nardone, dirigente
ruralista que, apodado como Chico-Tazo, se había hecho muy popular en el Interior del
país con sus alocuciones radiales de corte populista, y que decidido a entrar en la
política, se había aliado con los blancos. El otro sector (que triunfaría cuatro años
después) era la UBD (Unión Blanca Democrática), que representaba lo urbano. De esta
forma el Consejo Nacional de Gobierno (recordar que desde 1952 el Uruguay adoptó un
Poder Ejecutivo colegiado, donde el poder era ejercido por un consejo de nueve
personas, seis del lema más votado, tres del que lo seguía) quedó integrado por Martín
R. Echegoyen, Eduardo Víctor Haedo, Justo Alonso (herreristas), Benito Nardone,
Faustino Harrison, Pedro Zabalza Arrospide (ruralistas), y los colorados César Batlle
Pacheco, Ledo Arroyo Torres y Manuel Rodríguez Correa.

En estas elecciones, los blancos triunfaron con el 49.7 por ciento de los votos, lo que
representa 499.425 ciudadanos, y los colorados obtuvieron un 37.7 por ciento, lo que
equivale a 379.062 sufragios.

Sin embargo, el cambio de mando de un partido político a otro estuvo signado por la
intranquilidad. Como ejemplo se puede hablar del relato de Líber Seregni, líder político
que por ese entonces era coronel, al periodista Alfonso Lessa, en el que cuenta que
algún militar colorado le propuso a Luis Batlle Berres no entregar el poder, y éste
respondió echándolo "a patadas en el culo" (así se expresó el testigo).12

Primer gobierno blanco

Artículo principal: Primer colegiado blanco

El primer año de gobierno blanco fue bastante complicado.

En abril de 1959 se desataron graves inundaciones en los departamentos del litoral y del
centro del país. El gobierno aplicó Medidas Prontas de Seguridad entre el 15 de abril y
el 23 de junio. Tuvo que racionarse el consumo de energía, se creó una Comisión Pro-
Damnificados, para obtener recursos se lanzó un Empréstito Patriótico y se modificaron
los horarios laborales. Las consecuencias fueron catastróficas: se calcularon 41.000
personas desplazadas, además de pérdidas económcias y materiales millonarias.

Además, en poco tiempo la alianza entre el herrerismo y el ruralismo se quebró, y


comenzaron los ataques entre un sector y otro. El 8 de abril de 1959 falleció Luis
Alberto de Herrera.
Los blancos habían llegado al poder con la promesa de desmantelar el modelo
neobatllista, caracterizado por la intervención del Estado y numerosos subsidios,
además del tipo de cambio múltiple (esto significaba que el dólar tenía distinto valor
dependiendo de la actividad de quien comprara o vendiera). En este sentido, los blancos
implementaron una política económica que apuntaba a liberar la economía. El 17 de
diciembre de 1959, fue aprobada la reforma cambiaria del ministro de Hacienda Juan
Eduardo Azzini, en la que, entre otras cosas, se eliminaba el poder del Estado de fijar
los tipos de cambio (a partir de ese momento el valor de las monedas sería fijado por la
oferta y demanda), se sustituía el tipo de cambio múltiple por aranceles aduaneros y
nuevos subsidios, y se devaluó la moneda, que pasó de 4,11 pesos por dólar a 11 pesos.
Como producto de esta reforma, que significaba un duro golpe al Estado benefactor (o
al menos esa era la percepción de la opinión pública de la época), se disparó la
conflictividad social y en 1961 apareció la CTU (Central de Trabajadores del Uruguay).
El resultado inmediato de la reforma fue una inflación del 49 por ciento, producto de la
devaluación, pero en los siguientes dos años, fue moderada.

En materia de política internacional, Uruguay confirmó ser un país influenciado por


Estados Unidos. Por ejemplo, en Punta del Este se llevaron a cabo las reuniones que
crearon la Alianza para el Progreso, y en 1961 Uruguay declaró personas no gratas al
embajador cubano y al primer secretario de la embajada de la URSS, y el año siguiente,
nuevamente en Punta del Este, se realizó la VIII Reunión de Consulta de Cancilleres, en
la cual se decidió la expulsión de Cuba de la OEA. De este primer gobierno blanco
también datan las primeras cartas de intención firmadas con el FMI. Aunque también se
debe destacar la visita de Fidel Castro en 1959 (antes de que se declarara marxista-
leninista) y del Che Guevara en 1961. Este último personaje dio un discurso en el
Paraninfo de la Universidad, en el que desconcertó a todos los uruguayos, al afirmar que
la fuerza era la última herramienta y que sólo debía ser usada contra el que la ejerce
indiscriminadamente, además de resaltar las condiciones democráticas del Uruguay. Al
salir del Paraninfo, Guevara ingresó en un auto en medio de la muchedumbre, y en una
esquina, desde el Gimnasio Universitario, partieron varios disparos. Cuando se disipó la
multitud, se pudo constatar que el profesor de historia Arbelio Ramírez había sido
muerto por las balas destinadas a Guevara.13 En su sepelio se distribuyeron volantes
amenazantes firmados por el MEDL (Movimiento Estudiantil por la Defensa de la
Libertad), grupo de ultraderecha, aunque hay versiones que dicen que Ramírez fue
ultimado por izquierdistas. Durante este primer gobierno blanco también se acabó con el
largo litigio mantenido con Argentina sobre los límites fluviales. El 30 de enero de 1961
se firmó una declaración conjunta por la que se estableció el límite exterior del Río de la
Plata, en la que se consolidaba la soberanía doble y compartida sobre las aguas, así
como se afirmaba que el Plata constituía en todo su curso un río hasta la desembocadura
en el océano Atlántico. Meses después, el Gobierno inglés presentó una protesta por
esta resolución, sosteniendo que las aguas eran un estuario, y que a partir de 6 millas de
la costa, eran internacionales.

También en este primer colegiado blanco se llevaron a cabo importantes realizaciones


en obras públicas. A partir de 1959 se aprobaron sucesivos planes anuales impulsados
por el ministro de Obras Públicas, Luis Giannattasio. En estos ocho años se
construyeron las rutas 5 (Montevideo-Rivera) y 26 (Paysandú-Melo), con financiación
del BID. Además se expandió la Interbalnearia y se comenzaron a construir los puentes
sobre el Solís Grande y el Solís Chico, y se iniciaron conversaciones con Argentina para
explotar el potencial hidroeléctrico de los ríos.
Segundo gobierno blanco

Artículo principal: Segundo colegiado blanco

El 25 de noviembre de 1962 se llevaron a cabo elecciones, con un paisaje político


distinto al de cuatro años antes. El Partido Socialista (dirigido por Vivian Trías, que
había desplazado al líder histórico Emilio Frugoni) se alió con escindidos nacionalistas
para formar la Unión Popular. El Partido Comunista del Uruguay se presentó como el
FIDEL (Frente Izquierda de Liberación), en el que se agrupaba también a sectores que
abandonaban los partidos tradicionales. La vieja Unión Cívica del Uruguay se
reformuló formando el Partido Demócrata Cristiano. En el Partido Nacional, la UBD se
alió con el Herrerismo ortodoxo para disminuir la influencia de Nardone. El resto del
Herrerismo continuó aliado al dirigente rural. Dentro del Partido Colorado continuaron
las fragmentaciones, destacando la creación de la Lista 99, integrada por elementos de
la Lista 15 y de la Lista 14. La recientemente creada lista presentaba un programa
renovador que consideraban como una actualización del batllismo. Por otra parte,
también en la interna colorada, la Lista 14 se convirtió en la Unión Colorada y Batllista.

Las elecciones fueron nuevamente ganadas por los blancos, aunque el margen entre
estos y los colorados se redujo: de 120.000 votos hacía cuatro años, pasaron a 23.000
sufragios de diferencia.

El nuevo Consejo Nacional de Gobierno fue integrado por Daniel Fernández Crespo,
Washington Beltrán, Carlos María Penadés, Héctor Lorenzo y Losada (UBD), Luis
Giannattasio, Alberto Héber Usher (Herrerismo ortodoxo), Alberto Abdala, Amílcar
Vasconcellos y Óscar Gestido (Partido Colorado).

Este segundo gobierno blanco fue pronto víctima de las enemistades internas. La alianza
entre la UBD y el Herrerismo ortodoxo pronto sucumbió, y los ministros blancos
comenzaron a ser interpelados por los senadores de su propio partido.

La situación económica internacional fue adversa a Uruguay, puesto que la Comunidad


Europea comenzó a subsidiar a sus productores y aumentó los aranceles, la URSS lanzó
un programa para aumentar la producción de carne y de leche, al tiempo que países
como Australia y Nueva Zelanda aumentaron su productividad. Los precios
internacionales cayeron. En 1963 el Banco República debió devaluar la moneda, y el
dólar pasó a valer 16,50 pesos. La conflictivdad aumentó, y las huelgas, paros u
ocupaciones se hicieron comunes (entre enero de 1964 hasta marzo de 1965 se
contabilizaron 650 movilizaciones). En 1964 se formó la Convención Nacional de
Trabajadores, organismo de coordinación entre los sindicatos dentro de la Central de
Trabajadores del Uruguay (CTU) y los sindicatos no afiliados a ella (por ejemplo, los
bancarios o los trabajadores de la carne). El año 1965 fue devastador. Se inició con una
intensa sequía que afectó al país durante el verano y perduró hasta otoño, con las
consiguientes pérdidas económicas en la actividad agropecuaria y la producción de
energía. Además, ese mismo año quebró el Banco Transatlántico, arrastrando tras sí al
sistema bancario nacional (Banco Atlántico, Banco Uruguayo de Administración y
Crédito, Banco de Producción y Consumo, etc.). Con la crisis salieron a luz varias
prácticas fraudulentas, como, por ejemplo, la textil CUOPAR, que tenía vinculaciones
dolosas con el Departamento de Negocios con el Exterior del Banco de la República, o
"las bolsas negras", que eran créditos especiales concedidos a varias personalidades
políticas. El Gobierno debió soportar un sismo político al tiempo que la Asociación de
Bancarios del Uruguay declaraba la huelga general. El Gobierno continuó con su
política liberal, pero la economía no logró ser controlada, y en 1966 la deuda aumentó
producto del año electoral (como había sucedido en 1962), al igual que la inflación
(entre diciembre de 1964 y mismo mes de 1965 los precios aumentaron 88%).

También contribuyó a empeorar la situación la muerte, en 1964, de los principales


líderes políticos del país: Benito Nardone, Luis Batlle Berres, Javier Barrios Amorín,
Daniel Fernández Crespo (todas muertes acaecidas en un período de tres meses) y el
retiro de la política de César Batlle Pacheco, que moriría en 1966.

Por otra parte, la movilización obrera provocó la implementación en varias ocasiones de


las Medidas Prontas de Seguridad por parte del Gobierno (por ejemplo, en febrero de
1963, a raíz de la huelga de los trabajadores de UTE, o en octubre de 1965, ante la
presión ejercida por los gremios para aumentar los salarios). Durante el segundo
colegiado blanco fue tomando forma el movimiento obrero, y a la creación en 1964 de
la ya mencionada CNT le siguió la realización del Congreso del Pueblo en 1965, donde
se proponían las salidas a la crisis, lo que desembocaría con el establecimiento, en 1966,
de la CNT como central única de trabajadores.

En este segundo gobierno blanco tomaron lugar robos que luego se sabría eran obra de
la guerrilla urbana tupamaros. Se puede señalar el robo de armas del Club de Tiro Suizo
de Nueva Helvecia (considerado el primer acto de los tupamaros), el bombardeo de la
embajada de Brasil después del golpe de Estado en dicho país, atentados con bombas a
domicilios de integrantes del Consejo Nacional de Gobierno y a sucursales de bancos
estadounidenses, etc. Además, por estos años se llevaron a cabo las marchas cañeras,
manifestaciones de trabajadores de la caña de azúcar de Artigas, que reclamaron en
Montevideo por los despidos masivos. Estos trabajadores eran dirigidos por Raúl Sendic
Antonaccio, al punto de que la consigna de la movilización era "por la tierra y con
Sendic".

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