Historia de Uruguay
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En este antiguo mapa conocido como Islario General de todas las islas del mundo
hecho por el cosmógrafo Alonso de Santa Cruz en siglo XVI, se ve gran parte de la
Cuenca del Plata que incluye a todo el actual territorio de la actual República Oriental
del Uruguay; el actual territorio de la República Oriental del Uruguay hoy corresponde
al tercio sur de la Banda Oriental.
La historia del Uruguay abarca la historia del actual territorio de Uruguay, desde antes
de que se constituyera como estado hasta la actualidad.
Índice
1 Época prehispánica
2 Colonización
3 Lucha por la independencia
4 La Cisplatina y la Guerra del Brasil
5 Independencia
6 Apogeo del caudillismo
7 Modernización y Militarismo
8 La Suiza de América
o 8.1 La era de la exportación
9 Primera dictadura del siglo XX
10 Deterioro económico
11 Los gobiernos blancos
o 11.1 Las elecciones de 1958
o 11.2 Primer gobierno blanco
o 11.3 Segundo gobierno blanco
12 La reforma de 1966
13 Gobierno de Óscar Gestido
14 Gobierno de Jorge Pacheco Areco
15 Elecciones de 1971
16 Dictadura cívico-militar
17 Retorno a la democracia
18 Crisis económica, política y social del año 2002
19 Gobierno de Tabaré Vázquez
o 19.1 Gobierno
o 19.2 Derechos Humanos
o 19.3 Política Internacional
20 Gobierno de José Mujica
21 Véase también
22 Notas
23 Referencias
24 Enlaces externos
Época prehispánica
Indígenas del Río de la Plata. Dibujo del diario de viaje de Hendrick Ottsen, 1603.
Nótese que uno de ellos tiene boleadoras.
Hay indicios de población en la Banda Oriental desde varios miles de años atrás,1 como
lo testimonian los cerritos de indios o los recientes hallazgos en Mataojo (Salto).2 Otro
hallazgo significativo son los antropolitos, zoolitos y ornitolitos.3
Los habitantes conocidos del actual territorio de Uruguay antes de la llegada de los
españoles eran las etnias de indígenas mayoritariamente nómadas de los conjuntos
pámpido y amazónido: charrúas, chanaes, guaraníes, yaros, bohanes, tapés, güenoas y
arachanes. Contrariamente a lo que ha sido la opinión dominante durante gran parte del
siglo XIX y el XX, las investigaciones arqueológicas y etnohistóricas recientes han
revelado que el poblamiento del territorio uruguayo por parte de los charrúas fue
mayormente posterior a la conquista europea. Más precisamente, ocurrió entre fines del
siglo XVII y principios del siglo XVIII, y se debió a su expulsión desde los territorios
de las actuales provincias argentinas de Santa Fe y Entre Ríos donde tenían su principal
morada, como parte de la gran ofensiva contra los indígenas desencadenada por los
colonizadores españoles luego de la Guerra Guaranítica. Se acepta, sin embargo, que
alguna porción del territorio uruguayo, como por ejemplo, parte del actual departamento
de Colonia, tenía presencia charrúa antes de esa migración. La etnia de los minuanes, en
cambio, habría sido la más populosa y extendida en el territorio uruguayo, aun después
de ese desplazamiento de los charrúas.4
Colonización
Los españoles llegaron al actual territorio uruguayo en 1516. En 1527 Sebastián
Gaboto, a las órdenes de la monarquía española, construyó un primer campamento
fortificado en la costas oriental del Río de la Plata frente a la confluencia con el río
Paraná, esta población fue llamada San Lázaro y estaba unos pocos kilómetros al
noreste de la actual ciudad de Carmelo, días después la misma expedición española al
mando de Sebastián Gaboto edificó un fuerte en la desembocadura del río que llamó
San Salvador del mismo modo que al fuerte. Luego, el 30 de mayo de 1574, Juan Ortiz
de Zárate fundó en las proximidades de las ruinas del mencionado fuerte la primera villa
europea, llamada también San Salvador (prácticamente la actual Dolores), mientras que
en 1624 los misioneros jesuitas fundaban una reducción a orillas del Río Negro (o
Hum), casi en la confluencia con el Río Uruguay. Tal reducción, llamada Santo
Domingo Soriano, es el antecedente de la actual Villa Soriano, en el departamento de
Soriano.
Pero la fuerte resistencia de los indígenas1 en contra de una posible conquista, sumada a
la ausencia de oro y plata en la zona, limitaron el asentamiento en la región durante los
siglos XVI y XVII, llamado en aquel entonces Banda Oriental. Los españoles
ingresaron el ganado por iniciativa del entonces gobernador de Asunción Hernandarias,
el cual se adaptó fácilmente al territorio estableciéndose las Vaquerías del Mar. La
ambición por colonizar se vio aumentada al verse la expansión de Portugal hasta las
fronteras del actual Brasil.
España gobernó Montevideo solo 32 años [cita requerida] y el sur del actual Uruguay solo
desde 1777 a 1807 [cita requerida]. La primera parte del siglo XIX estuvo marcada por una
lucha entre España y Portugal para poder obtener el dominio sobre la zona. Además,
entre 1806 y 1807 el Reino Unido invadió Buenos Aires y Montevideo, pero fue
derrotado y se retiró. En 1810 en Buenos Aires estalla la Revolución de Mayo a la cual
se suma José Gervasio Artigas liderando a la Banda Oriental. En 1815 Montevideo es
territorio de la Provincia Oriental bajo el mando de Artigas y Ortorgues, pero un año
después desde 1816 a 1824 el territorio fue invadido por el Reino Unido de Portugal,
Brasil y Algarve pasando inicialmente a ser parte del reino portugués con el nombre de
«Provincia Cisplatina». También con el nombre de «Cisplatina» entre 1824 y 1827 fue
brasileño.5
José Gervasio Artigas dirigió sus tropas hacia Montevideo y venció a los realistas en la
batalla de las Piedras, el 18 de mayo del mismo año, sitiando pocos días después la
ciudad amurallada de Montevideo, último reducto de la colonia española en la Banda
Oriental, puesto que Colonia del Sacramento había sido ocupada el 26 de mayo por
Benavides.7
Artigas acató el pacto, retirando el sitio de Montevideo. Casi toda la población del sur
de la Banda Oriental excepto Montevideo, lo acompañó en la retirada hasta el arroyo
Ayuí Grande en la actual ciudad entrerriana de Concordia, dejando el territorio
virtualmente vacío. A este acontecimiento se le denomina el Éxodo oriental o también
La Redota y demostró el liderazgo o rol de caudillo de José Gervasio Artigas sobre el
pueblo de la Banda Oriental.
La posición de Buenos Aires, aunque acatada, provocó fuerte malestar entre los
orientales. A partir del 26 de febrero de 1813 se reanuda el sitio de Montevideo, que tras
la victoria de la escuadra de las Provincias Unidas en la Campaña Naval de 1814 cae
finalmente el 23 de junio de 1814. Durante ese período se incrementan los
enfrentamientos entre Artigas, partidario del federalismo y principal cuadillo de la Liga
Federal, y el gobierno de Buenos Aires. Entre las instrucciones que Artigas dio a los
diputados orientales a la Asamblea del año XIII, figuran los límites de la Provincia
Oriental que él pretendía:
Artículo 8º: El territorio que ocupan estos Pueblos desde la costa oriental del Uruguay
hasta la fortaleza de Santa Teresa forman una sola Provincia, denominante la Provincia
Oriental.
Pues el resto de la Banda Oriental esto es el Norte de Río Negro más todo Río Grande
del Sur y Santa Catarina eran parte de la Banda Oriental que estaba bajo ocupación
lusobrasileña.
Artículo 9º: Que los siete Pueblos de Misiones, los de Batoví, Santa Tecla, San Rafael y
Tacuarembó que hoy ocupan injustamente los Portugueses y a su tiempo deben
reclamarse serán en todo tiempo territorio de esta Provincia.8
De este modo, en 1821 el actual territorio uruguayo fue anexado al Reino Unido de
Portugal, Brasil y Algarve como una provincia más, rebautizándosela Provincia
Cisplatina. Portugal entendía que las tierras al occidente del Río Uruguay -actualmente
las provincias argentinas de Entre Ríos y Corrientes- deberían también formar parte de
su órbita, llamando a toda esa región la Provincia Transplatina.
Cinco años después, en 1825, y con el apoyo de Buenos Aires, un grupo de rioplatenses
oriundos de la ex Provincia Oriental, llamados los Treinta y Tres Orientales y liderados
por Juan Antonio Lavalleja, regresó a su tierra para expulsar a los brasileños.
Eventualmente se sumaría el general Fructuoso Rivera quien ofreció a los portugueses
una vasta región del norte y este de la Provincia Oriental a cambio de lograr "la paz". El
territorio cedido por Rivera a los portugueses limitaba al norte con la actual ciudad de
Porto Alegre. Para José Gervasio Artigas fue toda una traición.
Las tropas orientales unidas a las demás Provincias Argentinas derrotaron finalmente al
Brasil, luego de una lucha de tres años, en el combate decisivo de Ituzaingó. Sin
embargo, los problemas económicos obligaron a aceptar reclamos brasileños y
británicos, por lo que el 28 de agosto de 1828 se firma la Convención Preliminar de Paz,
por la cual tanto Argentina como el Brasil, bajo la vigilancia del Reino Unido,
establecían la creación de un estado independiente en el territorio de la Banda Oriental,
tal estado recibió inicialmente el nombre de Estado Oriental del Uruguay.
Independencia
La primera constitución nacional fue adoptada el 18 de julio de 1830, dándosele el
nombre de Estado Oriental del Uruguay al novel país. Pese a obtener que Brasil
abandonara las pretensiones sobre la actual República Oriental del Uruguay, el estado
brasilero mantuvo ocupada una gran parte de la Banda Oriental: las nacientes del Río
Negro en el nudo de Santa Tecla, y todo el extenso territorio entre el Río Cuareim y el
río Ibicuy (en grafía portuguesa: Ibicuí) y su curso alto llamado río Santa María.
También por el noroeste, los brasileños lograron correr a su favor las fronteras, pese a
su derrota militar: la frontera del noroeste pasó de ser el Piratiny o Piratiní a ser el Río
Yaguarón.
Las vinculaciones de los colorados con los unitarios argentinos y de los blancos con los
federales dieron lugar a una constante intervención de la Argentina en los asuntos
internos uruguayos, a lo que se sumaba Brasil. También se debe destacar la intención de
Francia y Gran Bretaña de extender su predominio económico al Río de la Plata.
Entre 1839 y 1843, la guerra fue favorable a Rosas y Oribe. Este último impuso el sitio
de Montevideo entre 1843 y 1851. Así, el país quedó dividido en dos partes:
Montevideo bajo el poder del Partido Colorado, apoyado por los ingleses y franceses,
que forman el Gobierno de la Defensa; el resto del país, dominado por Oribe y los
blancos, que formaron el Gobierno del Cerrito, con su capital en la ciudad de Villa
Restauración, actualmente el barrio de la Unión. Oribe fue el primer presidente oriental
que homenajeó oficialmente a Artigas, bautizando con el nombre del prócer a la
principal calle de Villa Restauración.
Desde 1849, tras aplastar el imperio del Brasil a la República Riograndense, al concluir
la Guerra de los Farrapos — del portugués "Guerra de los Harapientos" — arreciaron
las incursiones y ataques brasileños sobre el territorio uruguayo.
Asesinato del General Venancio Flores, en las calles de Montevideo a cabo el día 19 de
febrero de 1868 (Angelo Agostini, publicado en A Vida Fluminense, nº 10, 07/03/1868).
Venancio Flores, el principal caudillo uruguayo en ese momento, se alió con los
gobiernos de Brasil y Argentina e invadió el territorio uruguayo. Tras una breve, pero
violenta guerra, accedió al poder en 1865. Flores pagó el apoyo brasilero y argentino
uniéndose con ellos contra el Paraguay, en la Guerra de la triple alianza.
Flores fue asesinado en 1868, siendo sucedido por Lorenzo Batlle. En su período de
gobierno, lo más destacado fueron las crisis económicas y políticas. Entre estas últimas
se destacó la "Revolución de las Lanzas", comandada por Timoteo Aparicio. Este
período (1868) se caracterizó por gobiernos débiles, siendo presidentes: Lorenzo Batlle
(1868-1872), José Ellauri (1872-1875) y Pedro Varela (1875).
Modernización y Militarismo
Artículos principales: Reforma Vareliana y Militarismo (Uruguay).
También produjo una modernización del aparato jurídico sustituyendo a los alcaldes por
jueces letrados departamentales. Simultáneamente se aprobaron los Códigos de
Procedimiento Civil e Instrucción Criminal en 1878, así como el Código Rural y la
creación del Registro de Embargos e Interdicciones. En 1879 se aprobó la Ley de
Registro de Estado Civil, con la cual pasó a manos del Estado una función realizada
hasta el momento por la Iglesia. Los juzgados de Paz, comenzaron a llevar cuatro
registros: de nacimientos, de defunciones, de matrimonios y de reconocimientos y
legitimaciones.
En materia económica y para mejorar las condiciones del campo, Latorre se cercioró de
la consolidación del derecho de propiedad privada (Latifundios) mediante el Código
Rural de 1879, que establecía la medianería obligatoria, lo que le dio un enorme
impulso al cercamiento de los campos. Estableció la Oficina General de Marcas y
Señales en la que debía solicitarse las marcas de ganado para evitar repeticiones y
fraudes y asegurar la propiedad del ganado. Otra medida que se implantó como ayuda
para consolidar el orden interno en la campaña, fue la autorización dada a los grandes
propietarios para establecer policía particular a cargo del comisario.
Una de las reformas más importantes durante el gobierno del Coronel Latorre fue la
educativa, impulsada por José Pedro Varela quien se encontraba a la vanguardia en
materia de las nuevas corrientes pedagógicas.
Latorre abrió cauce a la efectivización de los proyectos varelianos, una situación que
señala el historiador Enrique Méndez Vives en «El Uruguay de la Modernización»
como paradojal, habida cuenta de las características del régimen. Varela entendió que lo
importante era llevar a cabo la reforma educativa, que contribuiría a la eliminación de
gobiernos semejantes en el futuro. La escuela es la base de la República; la educación,
la condición indispensable de la ciudadanía. Todas las grandes necesidades de la
democracia, todas las exigencias de la República, sólo tienen un medio posible de
realización: educar; educar; siempre educar....
Más que reformar, Varela creó un sistema educativo. Dio contenidos científicos a los
programas de estudio; seleccionó personal docente dando amplia participación a la
mujer; implantó la descentralización administrativa, procurando la participación popular
en el mejoramiento de la escuela pública.
La Suiza de América
Artículo principal: Batllismo
José Batlle y Ordóñez hacia 1900.
A finales del siglo XIX el país había completado su organización y durante la etapa
batllista consolidó su democracia y alcanzó altos niveles de bienestar, equiparables a los
europeos. Debido a esto, Uruguay comenzó a ser conocido como «la Suiza de
América».
La mayor parte del esfuerzo del primer mandato de José Batlle y Ordóñez se destinó en
asuntos políticos que incluyeron los levantamientos de 1903 y 1904, protagonizados por
Aparicio Saravia y el Partido Nacional. De esta manera se pudo consolidar
definitivamente la autoridad del poder central en toda la República. Poco, fue el tiempo
que quedó para la realización de la obra económica y social.
En el plano político, la tarea fue absorbida por los levantamientos armados producidos
por la política exclusivista de partido desarrollada por Batlle y la negativa del Partido
Nacional a seguir aceptando su continua marginación del gobierno. Firmada en 1904 la
Paz de Aceguá, las consecuencias de la revuelta fueron: A) La consolidación de la
unidad del Estado. El triunfo colorado implicó la finalización de la política de
coparticipación en los gobiernos departamentales. B) Gobierno excluyente de partido y
C) La Reforma Electoral.
Fue así que se produjo la estatización del Banco de la República Oriental del Uruguay,
1911 y 1913, la del Banco Hipotecario del Uruguay, en 1912, y la de los seguros, que
pasaron de manos privadas a manos estatales con la creación en 1911 del Banco de
Seguros del Estado. Se creó a su vez, en 1915 la Administración de Ferrocarriles del
Estado y se produjo la secularización de actos públicos.
Como jefe del ejecutivo aseguró la unidad nacional acabando con diversas rebeliones
departamentales, estableció la jornada laboral de ocho horas, la indemnización laboral y
promulgó la primera ley del divorcio en Latinoamérica, que reconocía los derechos de
las mujeres; también creó institutos de enseñanza media en todas las ciudades
departamentales. Durante su presidencia, se crearon empresas públicas que competían
con las privadas, proporcionando servicios más baratos.
Durante su segundo mandato, sentó las bases para la futura reforma constitucional. Es
decir, que produjo en todos los ámbitos la modernización del Estado. Su filosofía, aún
sigue presente en la mentalidad de los uruguayos, independientemente de partidos
políticos.
La era de la exportación
Datos extraídos de Reino Unido, Statistical Abstract of Principal and other Foreign countries (1900-
1918).10
A finales del siglo XIX, el motor del crecimiento de Uruguay, como de muchos otros
países de América Latina, fueron las exportaciones. La diferencia fundamental de
Uruguay con los demás, es que no depende excesivamente de un único país comprador.
Entorno al cambio de siglo (1900) los principales bienes que exportaba Uruguay fueron
la lana con un 42% del porcentaje total y en segundo lugar la carne congelada con un
24%. Sólo con estos dos bienes Uruguay alcanzaba el 66% de las exportaciones,
dándole especial importancia al sector agrícola. Estos productos se dirigieron
especialmente a tres mercados que fueron Bélgica, Francia y Argentina. Al concentrar
en ellos el 70% de la exportación total. Con la Primera Guerra Mundial las
exportaciones a estos tres países bajaron y cogió más peso los denominados otros
países. Cabe destacar que en el año 1912 las exportaciones respecto a otros países era de
30 % y al cabo de 5 años pasan a ser de 70 %.11
El hecho que su mercado de exportaciones fuese más amplio, fue una ventaja para la
economía uruguaya puesto que no dependía estrictamente de pocos países, que
importaban sus productos, y no era vulnerable a los cambios de demanda de estos
mercados. Esto significa, que la economía uruguaya concentraba todos sus esfuerzos e
inversiones en la producción de estos dos productos primarios, que se exportaban con
cierto éxito puesto que escaseaban en países, sobre todo europeos, que se dedicaban a la
producción de productos manufacturados. La ganadería uruguaya adquirió un mayor
peso en la economía del país, debido a los adelantos tecnológicos de la época. Se
introdujeron nuevos métodos que aumentaron la productividad de los ganados, como el
método de la cría, puesto que en términos de extensión de tierra, esta era menor respecto
a la vecina Argentina, que era uno de los mayores países exportadores de carne también.
Aunque el producto estrella de la economía uruguaya fuera la lana (46%), la
exportación de carne aumentó gracias a la utilización de frigoríficos, que permitían
conservar mejor la carne, y a las mejoras en las técnicas de navegación y transporte que
ayudaron los desplazamientos a larga distancia.
Las nuevas características de producción conllevaron un cambio radical en las
estructuras agrícolas, dejando paso a explotaciones capitalistas orientadas al mercado, y
no al simple consumo interno, pero la organización de la tierra no produjo un desarrollo
económico duradero en el país. Los grandes ganaderos estaban sometidos a los intereses
de capitalistas extranjeros, ingleses entre muchos, que tuvieron un fuerte control sobre
la producción. En el caso particular de Uruguay se habla de un crecimiento extensivo,
en el que se aumentó la utilización de tierra y se incorporó más mano de obra sin
ocuparse de buscar alternativas a la falta de recursos naturales, como consecuencia de la
explotación de la tierra.
Gabriel Terra.
Salió airoso de un atentado contra su vida en junio de 1935 y pudo igualmente sofocar
un levantamiento armado contra su gobierno, ocurrido en el mismo año.
Deterioro económico
El proceso de sustitución de importaciones desarrollado desde mediados de la década
del treinta, mantuvo ciertas garantías de crecimiento en virtud de la mejora del consumo
interno y el alza de las exportaciones hacia Europa y Estados Unidos, a causa de la
Segunda Guerra Mundial, manteniéndose esta bonanza económica hasta entrada la
década del cincuenta a consecuencia de la guerra de Corea (1950-1953).
En 1958, el Partido Nacional ganó las elecciones, despojando del poder al Partido
Colorado, que gobernaba desde hacía 93 años.
En esta primera victoria del Partido Nacional el sector más votado dentro de este partido
fue el herrero-ruralismo, cuyos dirigentes eran Luis Alberto de Herrera (caudillo blanco
y una de las principales figuras políticas del S. XX) y Benito Nardone, dirigente
ruralista que, apodado como Chico-Tazo, se había hecho muy popular en el Interior del
país con sus alocuciones radiales de corte populista, y que decidido a entrar en la
política, se había aliado con los blancos. El otro sector (que triunfaría cuatro años
después) era la UBD (Unión Blanca Democrática), que representaba lo urbano. De esta
forma el Consejo Nacional de Gobierno (recordar que desde 1952 el Uruguay adoptó un
Poder Ejecutivo colegiado, donde el poder era ejercido por un consejo de nueve
personas, seis del lema más votado, tres del que lo seguía) quedó integrado por Martín
R. Echegoyen, Eduardo Víctor Haedo, Justo Alonso (herreristas), Benito Nardone,
Faustino Harrison, Pedro Zabalza Arrospide (ruralistas), y los colorados César Batlle
Pacheco, Ledo Arroyo Torres y Manuel Rodríguez Correa.
En estas elecciones, los blancos triunfaron con el 49.7 por ciento de los votos, lo que
representa 499.425 ciudadanos, y los colorados obtuvieron un 37.7 por ciento, lo que
equivale a 379.062 sufragios.
Sin embargo, el cambio de mando de un partido político a otro estuvo signado por la
intranquilidad. Como ejemplo se puede hablar del relato de Líber Seregni, líder político
que por ese entonces era coronel, al periodista Alfonso Lessa, en el que cuenta que
algún militar colorado le propuso a Luis Batlle Berres no entregar el poder, y éste
respondió echándolo "a patadas en el culo" (así se expresó el testigo).12
En abril de 1959 se desataron graves inundaciones en los departamentos del litoral y del
centro del país. El gobierno aplicó Medidas Prontas de Seguridad entre el 15 de abril y
el 23 de junio. Tuvo que racionarse el consumo de energía, se creó una Comisión Pro-
Damnificados, para obtener recursos se lanzó un Empréstito Patriótico y se modificaron
los horarios laborales. Las consecuencias fueron catastróficas: se calcularon 41.000
personas desplazadas, además de pérdidas económcias y materiales millonarias.
Las elecciones fueron nuevamente ganadas por los blancos, aunque el margen entre
estos y los colorados se redujo: de 120.000 votos hacía cuatro años, pasaron a 23.000
sufragios de diferencia.
El nuevo Consejo Nacional de Gobierno fue integrado por Daniel Fernández Crespo,
Washington Beltrán, Carlos María Penadés, Héctor Lorenzo y Losada (UBD), Luis
Giannattasio, Alberto Héber Usher (Herrerismo ortodoxo), Alberto Abdala, Amílcar
Vasconcellos y Óscar Gestido (Partido Colorado).
Este segundo gobierno blanco fue pronto víctima de las enemistades internas. La alianza
entre la UBD y el Herrerismo ortodoxo pronto sucumbió, y los ministros blancos
comenzaron a ser interpelados por los senadores de su propio partido.
En este segundo gobierno blanco tomaron lugar robos que luego se sabría eran obra de
la guerrilla urbana tupamaros. Se puede señalar el robo de armas del Club de Tiro Suizo
de Nueva Helvecia (considerado el primer acto de los tupamaros), el bombardeo de la
embajada de Brasil después del golpe de Estado en dicho país, atentados con bombas a
domicilios de integrantes del Consejo Nacional de Gobierno y a sucursales de bancos
estadounidenses, etc. Además, por estos años se llevaron a cabo las marchas cañeras,
manifestaciones de trabajadores de la caña de azúcar de Artigas, que reclamaron en
Montevideo por los despidos masivos. Estos trabajadores eran dirigidos por Raúl Sendic
Antonaccio, al punto de que la consigna de la movilización era "por la tierra y con
Sendic".