Resumen y Analisis de Las Cronicas de Huarochiri
Resumen y Analisis de Las Cronicas de Huarochiri
Resumen y Analisis de Las Cronicas de Huarochiri
TRABAJO:
RESUMEN Y ANALISIS
DE LAS CRONICAS DE HUAROCHIRI
PRESENTADO POR:
DEMETRIO APAZA CATACORA
En tiempos muy antiguos existió un huaca llamado Yanamca Tutañamca. Después de estos
huacas, hubo otro huaca de nombre Huallallo Carhuincho. Este huaca venció. Cuando ya tuvo
poder, ordenó al hombre que sólo tuviera dos hijos. A uno de ellos lo devoraba, al otro, al que
por amor escogieran sus padres, lo dejaba que viviera. Y desde entonces, cuando moría la
gente, revivían a los cinco días, y del mismo modo, las cementeras maduraban a los cinco días
de haber sido sembradas. Y estos pueblos, los pueblos de toda esta región, tenían muchos
yuncas.1 Por eso aumentaron tanto y, como se multiplicaron de ese modo, vivieron
miserablemente, hasta en los precipicios y en las pequeñas explanadas de los precipicios
hicieron chacras, escarbando y rompiendo el suelo. Ahora mismo aún se ven, en todas partes,
las tierras que sembraron, ya pequeñas, ya grandes. Y en ese tiempo las aves eran muy
hermosas, el huritu y el caqui, todo amarillo, o cada cual rojo, todos ellos.
Tiempo después, apareció otro huaca que llevaba el nombre de Pariacaca. Entonces, él, a los
hombres de todas partes los arrojó. De esos hechos posteriores y del mismo Pariacaca vamos
a hablar ahora. En aquel tiempo existió un huaca llamado Cuniraya, existió entonces. Pero no
sabemos bien si Cuniraya fue antes o después de Pariacaca, o si ese Cuniraya existió al mismo
tiempo o junto con Viracocha, el creador del hombres; porque la gente para adorar decía así:
"Cuniraya Viracocha, hacedor del hombre, hacedor del mundo, tú tienes cuanto es posible
tener, tuyas son las chacras, tuyo es el hombre: yo". Y cuando debían empezar algún trabajo
difícil, a él adoraban, arrojando hojas de coca al suelo: "haz que recuerde esto, que lo adivine
Cuniraya Viracocha" diciendo, y sin que pudieran ver a Viracocha, los muy antiguos le hablaban
y adoraban. Y mucho más los maestros tejedores que tenían una labor tan difícil, adoraban y
clamaban. Por esa razón hemos de escribir de las cosas que ocurrieron antes que él [Cuniraya]
existiera, junto con los sucesos de Pariacaca.
CAPITULO II
“Como sucedió Cuniraya Viracocha en su tiempo y como Cahuillaca pario a su hijo y lo que
paso”
Cuniraya Viracocha en los tiempos más antiguos, anduvo, vago, tomando la apariencia de
hombre muy pobre a quien todos lo despreciaban. Este hombre tenía poder sobre todos los
pueblos, con hablar elaboraba andenes y muros. Enseño a hacer canales de riego, y de este
modo humillaba a las huacas de otros pueblos, con su sabiduría.
En ese tiempo había una doncella llamada Cavillaca. Como era hermosa las huacas la
deseaban pero ninguno consiguió pretenderla. Cuando Cavillaca tejía debajo de un árbol de
lúcuma, Cuniraya convertido en un pájaro subio al árbol, tomo un fruto , le hecho su germen
masculino y lo dejo caer para que la mujer lo coma. Ella quedo embarazada y tuvo una hija.
Al cumplir el año la niña Cavillaca llamo a las huacas de todas partes para saber quién era el
padre. Interrogo a las huacas y nadie dijo quién era el padre. De tal manera que deja que la
niña que se acercara a quien era su padre. Al ver que Cuniraya es el padre se enfureció por
parir el hijo de un hombre miserable, huyo al mar con su hija y se arrojó al agua. Cuniraya
va detrás de ella preguntando a los animales para que lo guíen hacia ella. El animal que le
daba buenas noticias le confería dones y quienes le daban malas noticias lo maldecía. Así,
llego hasta la orilla del mar, al entra al agua la hizo hinchar y aumentar.
Cuniraya fue donde Pachacamac donde vivían dos hijas jóvenes de Pachacamac. Al no estar
la madre de las jóvenes Cuniraya hizo dormir a la hija mayor y como pretendió el dormir con
la otra hermana, ella se convirtió en paloma y se hecho a volar. Por eso a la madre la
llamaron “la que pare palomas”.
Esta mujer era la única que criba peces. En el mar no eitia ni un pez. Cuniraya enojado
porque “la que pare palomas” visito en el mar a Cavillaca y arrojo sus pertenencias al mar y
aumentaron mucho los peces. Urpayhuachac perseguía a Cuniraya por haber dormido a sus
hijas. Al encontrase con él le propuso despiojarlo, y de esta manera poder arrojarlo a un
precipicio, pero la sabiduría de Cuniraya era mayor y se escapó.
CAPITULO III
"Cómo pasó antiguamente los indios cuando reventó la mar" En esta parte volveremos a las
cosas que cuentan los hombres muy antiguos
Lo que ellos cuentan es como sigue: en tiempos antiguos este mundo estuvo en peligro de
desaparecer. Un llama macho que pastaba en una montaña con excelente yerba, sabía que la
Madre Lago [el mar] había deseado [y decidido] desbordarse, caer como catarata. Este llama
entristeció; se quejaba: "in, in", diciendo lloraba, y no comía. El dueño del llama, muy enojado,
lo golpeó con una coronta de choclo: "Come, perro -le dijo-, tú descansas sobre la mejor
yerba". Entonces la llama, hablando como si fuera un hombre, le dijo: "Ten mucho en cuenta
y recuerda lo que voy a decirte: ahora, de aquí a cinco días, el gran lago ha de llegar y todo
el mundo acabará", así dijo, hablando. Y el dueño quedó espantado; le creyó. "Iremos a
cualquier sitio para escapar. Vamos a la montaña Huillcacoto, allí hemos de salvarnos; lleven
comida para cinco días", ordenó, dijo. Y así, desde ese instante, el hombre se echó a caminar,
llevando a su familia y la llama. Cuando estaba a punto de llegar al cerro Huillcacoto, encontró
que todos los animales estaban reunidos: el puma, el zorro, el huanaco, el cóndor, todas las
especies de animales. Y apenas hubo llegado el hombre, el agua empezó a caer en cataratas;
entonces allí, apretándose mucho, estuvieron hombres y animales de todas partes, en el cerro
de Huillcacoto, en un pequeño espacio, sólo en la punta, hasta donde el agua no pudo alcanzar.
Pero el agua logró tocar el extremo del rabo del zorro y lo mojó; por eso quedó ennegrecido.
Y cumplidos los cinco días, el agua empezó a descender, se secó; y la parte seca creció; el
mar se retiró más, y retirándose y secándose mató a todos los hombres. Sólo ése de la
montaña vivió y con él volvió a aumentar la gente, y por él existe el hombre hasta hoy. Y
nosotros bendecimos esta narración ahora; los cristianos bendecimos ese tiempo del diluvio,
tal como ellos narran y bendicen la forma en que pudieron salvarse, en la montaña Huillcacoto.
CAPITULO IV
“como el sol se desapareció cinco días” y ahora vamos a contar como murió el día.
En los tiempos antiguos murió el sol. Se hizo de noche durante cinco días. Las piedras se
golpearon entre ellas mismas, desde entonces se formaron los morteros y los batanes. Los
hombres comenzaron a comer en esas cosas. Las llamas de los cerros comenzaron a seguir
al hombre. Es una bendición porque quizá anocheció por la muerte de Jesucristo.
CAPITULO V
“desde este punto de nuestra narración ha de comenzar la historia de la aparición de
Pariacaca”
En la narración presenta como personajes centrales a dos hombres: uno llamado Tamtañamca,
rico y poderoso que engaña a las personas haciéndose adorar como un dios, pero que ha caído
enfermo. El otro hombre es Huatyacuri, un pobre y huérfano que llega al pueblo donde vive
Tamtañamca para revelar el origen y la cura de la enfermedad del fingido dios, descubriendo
también la identidad real de aquel. Huatyacuri promete curar a Tamtañamca si éste le
entrega a su hija como esposa y lo acoge como un hijo dentro de su ayllu. Pero después de
lograda la curación Huatyacuri se ve obligado a pasar una serie de pruebas antes de ser
incorporado al ayllu de Tamtañamca. Se trata de pruebas de danza, de canto, de resistencia
a beber chicha, etc. Huatyacuri logra vencer en todas las pruebas gracias a una serie de
trucos que le son facilitados por Pariacaca, a quien reconoce como su padre. Pariacaca, la
deidad principal de la región de Huarochirí, irritado con la actitud de un hombre que quiso
hacerse adorar como dios, decide arrasar con el pueblo de Tamtañamca y todos sus
habitantes.
Lo que vale rescatar es que hay un dios Tantañamca que se hace pasar por dios y por sabio
y es un impostor, es el fin de la etapa anterior que el valiente y el rico es el que mandaba y
se abre una nueva etapa es la crítica a la impostura, y al doble moral y la instalación de un
nuevo orden de nuevos valores, nuevas formas de vivir y resolver el problema, el valor de la
trasparencia contra la impostura
COMENTARIO Y ANALISIS
El ahora de ese entonces es pues susceptible a las tres épocas que convergen en el presente
del narrador: la época precolonial, aquella del imperio de los incas y la época de los
colonizadores. Esta última, a su vez, estaría conformada por dos etapas que también
coexisten: una de evangelización y otra de extirpación de idolatrías, ya que a pesar que la
extirpación haya sido asimilada posteriormente, la evangelización subsistirá en los tiempos
de la destrucción de ídolos.
Pariacaca, divinidad del equilibrio,la huaca que derrota a Huallállo Carhuincho. Pariacaca es
una entidad local unificadora con la que los pobladores edifican el marco normativo, a partir
del cual cimientan sus relaciones sociales. Pariacaca es el padre que instaura los fundamentos
de la convivencia. Su celebración precede la despedida a los muertos. Se incentiva el
esfuerzo, la colaboración como mérito para ser próspero y querido. Pariacaca deja evidencia
de sus intervenciones en situaciones de tensión social, que bajo la lógica que construye
permite armonizar la convivencia entre los ayllus, dirimiendo las disputas por prestigio,
castiga la mentira, y previene los conflictos entre pueblos.
EL AGUA:
Para la sociedad andina, el agua es un elemento esencial, debido a que su actividad básica es
la agricultura, en torno a la cual gira su organización social, gobernada por deidades,
convirtiéndose así el agua en un elemento sagrado. En Dioses y hombres de Huarochirí, fuente
de la presente comunicación, se entretejen mitos, donde el agua se muestra como un poder
sobrenatural, a la que se liga el hombre local en su afán de controlar el medio. La fuerza
sobrenatural del agua está simbolizada por ídolos o dioses protectores. Estas deidades, para
demostrar su poder; a veces, en duras competencias, o para poner a prueba a los humanos,
producen excesos o ausencia del agua (tormentas, desbordes, huaycos, sequías, etc.)
afectándolos en ambos casos.
En el tercer capítulo, “El puma, el cóndor y la serpiente”, se retoma con más profundidad
precisamente la escena de la persecución, que fue interrumpida en el capítulo anterior por el
análisis de otros seres, menores en el contexto huarochiriano, como las llamas, los venados,
los sapos, etc.
EN CONCLUISION
El Manuscrito de Huarochirí, escrito entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII,
da cuenta de un mundo en el que la experiencia humana tiene raigambre cósmica y la vida se
concibe como el fluir de una energía vital (kama) que discurre por el cosmos entero (pacha),
poblado de seres que constituyen comunidades (ayllu) vinculadas entre sí en relaciones de
crianza mutua, siguiendo determinadas pautas rituales que, a su vez, constituyen la matriz
simbólica del orden y la normatividad. Así, las comunidades humanas (que incluyen a los
antepasados y a las generaciones futuras) interactúan con las comunidades de deidades
(waka) y las de la naturaleza (sallqa) en términos de reciprocidad (yanantin), en una lógica de
oposición (pallkay), complementariedad (tinkuy) y mediación (chawpi) en que el mundo viene a
ser un tejido relacional cuya trama está constituida por la dimensión sagrada desplegada por
las acciones de las deidades que, en tanto kamaq, dan curso (ponen en acto) a la potencia
vital, la misma que a su vez requiere cuidado ritual por parte de los hombres (runa), pues la
trama de la vida se concibe como potente y precaria a la vez. En un mundo así, todo se vincula
con todo y se inscribe en un movimiento cíclico (pachakuti) que se expresa en el ámbito
humano en procesos de dispersión (chiqiy) y unificación (tinkinakuy) en los que la vida gana
en diversidad. Este modo de ver el curso de la vida, se traduce en un posicionamiento
histórico en que situaciones de dispersión como las que hoy caracterizan al espacio andino
son percibidas como transitorias y antesala de procesos de unificación que vinculen la
diversidad (que se concibe como riqueza) producida por el tiempo de dispersión. En tal
sentido, considero que hay allí un fondo mítico potente que puede dar soporte político a los
procesos en curso de reconstrucción de un espacio andino articulado y, más allá, a la
construcción de la patria grande latinoamericana.
BIBLIOGRAFÍA
Gerald Taylor. 2008. Ritos y tradiciones de Huarochirí. Instituto de Estudios Peruanos e
Instituto Francés de Estudios Andinos. Lima
Trad. José María Arguedas. 1966. Dioses y hombres de Huarochirí. Estudio bibliográfico,
Pierre Duviols. Instituto de Estudios peruanos. Edición bilingüe. Lima
MACEDA SOTOMAYOR, Diana Teresa. Las mujeres en el Manuscrito de Huarochirí: la
sexualidad como ordenadora del cosmos.
ROSTWOROWSKI DE DIEZ CANSECO, María. 1986. Estructuras andinas del poder:
ideología religiosa y política. Instituto de Estudios peruanos. Lima: