Modelo de Gestión Red Temática
Modelo de Gestión Red Temática
Modelo de Gestión Red Temática
MODELO DE GESTIÓN: RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL EN LA RED GENERAL DE SALUD 2018
ÍNDICE
PRÓLOGO13
INTRODUCCIÓN15
2.6. Refugiados 28
2.9. Población de niños, niñas, adolescentes y jóvenes en protección de derechos por el Estado
31
3.2 Infancia 35
3.3 Adolescencia 36
7. Calidad en la red 63
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SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL 80
a. Áreas territoriales. 99
11. Descripción de los nodos y puntos de atención de la Red Temática Salud Mental:
atención abierta y cerrada. 136
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12. Provisión de servicios para la atención y cuidados en población con
necesidades específicas asociadas a su discapacidad de origen mental 195
15. Estrategias de articulación de la Red Temática de Salud Mental y requisitos de calidad. 235
B. Dispensación 242
1.4 Liderazgo en el proceso de Diseño/ rediseño la Red Temática de Salud Mental 275
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1.3 Colaboradores en la redacción y edición 281
ANEXOS354
Anexo N°3. Pauta de Cotejo para Supervisar Cumplimiento de Derivación Asistida 381
10
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ÍNDICE DE FIGURAS
Figura 1. Modelo de Determinantes Sociales de la Salud (OMS). 20
Figura 2. Distribución de licencias por enfermedad mental autorizadas según sexo 22
Figura 3. Tasas ajustadas de mortalidad por Lesiones Auto Infligidas en población indígena 26
Figura 4. Enfoque de Curso de Vida 34
Figura 5. Principios del Modelo de Atención Integral de Salud Familiar y Comunitario 40
Figura 6. Modelo Explicativo Discapacidad: Interacción de los componentes de la
Clasificación Internacional del Funcionamiento de la discapacidad y de la salud (CIF) 47
Figura 7. Estructura operacional de la Red Temática de Salud Mental 55
Figura 8. Ámbitos de abordaje de las Redes Integradas de Servicios de Salud 57
Figura 9. Atributos esenciales de las Redes Integradas de Servicios de Salud 58
Figura 10. Flujograma proceso de atención y cuidados en la Red Temática de Salud Mental 88
Figura 11. Diagrama de la relación actual entre Servicios, Actividades y Prestaciones 91
Figura 12. Niveles de gestión: macro, meso y micro gestión en Salud Mental 92
Figura 13. Flujograma de Atención de Salud Mental en la Atención Primaria de Salud 137
Figura 14. Flujograma de Atención en el Centro de Salud Mental Comunitaria 155
Figura 15 Flujograma de Atención en el Hospital de Día 161
Figura 16. Flujograma de Atención del Centro de apoyo comunitario para
personas con demencia. 167
Figura 17. Flujograma del Centro de atención ambulatoria para personas
con consumo problemático alcohol y otras drogas (centro de tratamiento) 172
Figura 18. Flujograma de Atención en Unidad de Hospitalización
Cuidados Intensivos en Psiquiatría. UHCIP 178
Figura 19. Flujograma de Atención en la Unidad de Hospitalización de
Cuidados Intensivos en Psiquiatría en Centros Privativos de Libertad, Población Adolescente 183
Figura 20. Flujograma del Centro de Atención Residencial para personas con consumo
problemático de alcohol y otras drogas (centro de tratamiento residencial). 191
Figura 21. Flujograma de Atención de Urgencia en Salud Mental 232
Figura 22. Flujo de Atención de Conducta Suicida (Urgencia) 233
Figura 23. Flujo de Atención de Agitación Psicomotora (Urgencia) 234
Figura 24. Interacción de medicamentos utilizados en patologías de salud mental. 245
Figura 25. Diagrama Proceso de Diseño/ Rediseño de la Red Asistencial
de los Servicios de Salud. 267
Figura 26. Pasos para el proceso de Diseño/Rediseño de la Red Asistencial. 271
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ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1. Funciones generales de la Macrogestión (nivel Ministerial y SEREMI de Salud). 62
Tabla 2. Cobertura de personas con enfermedad mental en la Atención Primaria 2015. 66
Tabla 3. Número de camas en Unidades de Hospitalización de Cuidados
Intensivos en Psiquiatría (UHCIP) - Medio Privativo. 69
Tabla 4. Funciones de la Mesogestión (Servicios de Salud- Gestor/a de Red) en Salud Mental 93
Tabla 5. Funciones de la Mesaogestión (Servicio de Salud-
Departamento de Salud Mental), composición del equipo gestor y competencias. 94
Tabla 6. Funciones principales de la Microgestión (Nodos y puntos de atención de la Red). 99
Tabla 7. Organización de la atención por rangos etarios y curso de vida. 100
Tabla 8. Cuidado del equipo. Acciones dirigidas a identificar y prevenir la
aparición de señales de desgaste. 103
Tabla 9. Estrategias y actividades para el cuidado del equipo. 104
Tabla 10. Acciones de promoción y prevención en salud mental, según la OMS. 106
Tabla 11. Objetivos estratégicos relacionados con la promoción y prevención
Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025z 107
Tabla 12. Características comunes de los programas efectivos de promoción en salud. 108
Tabla 13. Recomendaciones por curso de vida para realizar Promoción en Salud. 110
Tabla 14. Acciones de prevención en salud mental. 111
Tabla 15 Principios y Enfoques del Modelo de Protección de la Salud Mental en la
Gestión del Riesgo. 130
Tabla 16. Ejes Estratégicos del Modelo de Protección de la Salud Mental en la
Gestión del Riesgo. 130
Tabla 17. Actividades claves a nivel de Mesogestión (Servicio de Salud) en las
Fases de Prevención, Respuesta y Recuperación. 131
Tabla 18. Actividades claves a nivel de Microgestión (nodos y puntos
de atención de la Red) en las Fases de Prevención, Respuesta y Recuperación. 134
Tabla 19. Descripción de las prestaciones en salud mental en APS. 148
Tabla 20. Estrategias de articulación para la continuidad del cuidado en APS y
Requisitos de calidad. 152
Tabla 21. Centro de Salud Mental Comunitaria: Estrategias de articulación para la
continuidad del cuidado y Requisitos de calidad. 159
Tabla 22. Recurso Humano del Centro de Salud Mental Comunitaria 160
Tabla 23. Hospital de Día: Estrategias de articulación para la continuidad del
cuidado y Requisitos de calidad 166
Tabla 24. Centro de apoyo comunitario para personas con demencia: estrategias de
articulación para la continuidad del cuidado y Requisitos de calidad. 171
12
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Tabla 25. Recurso Humano del Centro de Apoyo Comunitario para personas con Demencia 171
Tabla 26. Centro de tratamiento ambulatorio de atención especializada de consumo
problemático de alcohol y otras drogas: Estrategias de articulación para la continuidad
del cuidado y Requisitos de calidad. 176
Tabla 27. Unidad de Hospitalización de Cuidados Intensivos en Psiquiatría. UHCIP:
Estrategias de articulación para la continuidad del cuidado y Requisitos de calidad. 180
Tabla 28. Recurso Humano Población Adulta, Unidad de Hospitalización de
Cuidados Intensivos en Psiquiatría. 181
Tabla 29. Recurso Humano Población Infanto Adolescente, Unidad de
Hospitalización de Cuidados Intensivos en Psiquiatría. 182
Tabla 30. Unidad de Hospitalización de Cuidados Intensivos en Psiquiatría en
Centros Privativos de Libertad. Población Adolescente: Estrategias de articulación
para la continuidad del cuidado y Requisitos de calidad 185
Tabla 31. Recurso Humano de la Unidad de Hospitalización de Cuidados
Intensivos en Psiquiatría en Centros Privativos de libertad. Población Adolescente. 186
Tabla 32. Criterios de calidad de la interconsulta de Enlace (referencia). 190
Tabla 33. Criterios de calidad del proceso de respuesta a la interconsulta de Enlace. 190
Tabla 34. Centro de Atención Residencial para personas con consumo problemático
de alcohol y otras drogas (centro de tratamiento residencial). Estrategias de
articulación para la continuidad del cuidado y Requisitos de calidad. 195
Tabla 35. Puntos de Atención y espacios residenciales para personas en situación
de discapacidad producto de una enfermedad mental, con distintas necesidades
de apoyos y cuidados. 197
Tabla 36. Actividades claves y ámbitos de gestión para el proceso de implementación
de los Modelos de Gestión en Salud Mental. 264
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MODELO DE GESTIÓN: RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL EN LA RED GENERAL DE SALUD 2018
PRÓLOGO
Desde 1990, el sistema público de salud chileno ha logrado grandes avances en materia de salud
mental. Este desarrollo sentó sus bases en los progresos que, a nivel internacional como nacional, se
han dado en materia de derechos humanos y a partir de los cuales se comenzó a tomar conciencia
de la desprotección de las personas con necesidades de salud mental y del imperativo de desarrollar
servicios basados en criterios sanitarios y sociales apropiados.
El hito marcado por el Plan Nacional de Salud Mental del año 2000 permitió mejorar sustancialmen-
te la oferta de servicios en nuestro país, incidiendo en el aumento de las coberturas y en la calidad
de la atención brindada, llevando a nuestro país a una posición de avanzada en la Región de Latino-
américa y El Caribe en estos aspectos.
Pero más allá de estos avances, las importantes transformaciones en el mundo del trabajo, de las
familias, y de la vida social, generan nuevas realidades, nuevos sujetos, y por ende, nuevas formas
de malestar subjetivo. Un correlato de esto tiene sustento en la evidencia epidemiológica, que de-
muestra un aumento de personas con enfermedades mentales en el país y en el mundo, lo que im-
pone nuevos desafíos para el sistema de salud y los servicios de apoyo social, obligándonos a revisar
las prácticas instaladas, las formas de financiamiento y los modelos de atención que actualmente
están ejecutándose para lograr resultados exitosos en la satisfacción de las necesidades de salud
mental de la población.
En este contexto se ha formulado el Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025, y este Modelo de
Gestión de la Red Temática de Salud Mental en la Red General de Salud, cuyo objetivo central es
sustentar el desarrollo óptimo de la red de servicios de salud mental, haciéndolos más accesibles,
equitativos y resolutivos de las necesidades de salud mental de las personas, desde un enfoque de
derechos.
No se trata de hacer más de lo mismo, sino de hacerlo mejor. Se trata de resolver progresiva y con-
sistentemente la brecha de recursos para brindar las coberturas y la calidad necesarias, entendiendo
que las distinciones éticas y técnicas a la base de nuestras prácticas son cruciales para no equivocar
el camino.
Al propósito de contar con un Modelo de Gestión para el funcionamiento de la Red Temática de Salud
Mental que permita superar la fragmentación de la oferta de servicios que en la actualidad presenta
la red, como también integrar y articular esta sub red de salud mental con la red de salud general del
sistema de salud público, se suma el de establecer una nueva forma de relacionarnos con nuestros
usuarios y usuarias, sus familias y la comunidad, que ponga en el centro a las personas al momento
de definir planes, realizar intervenciones o trazar objetivos terapéuticos, convirtiendo al equipo de
salud en facilitador de un proceso personal de Recuperación, en un trabajo de colaboración y siner-
gia.
Para avanzar en ese sentido, este Modelo de Gestión ha sido construido con un alto grado de parti-
cipación deliberativa. Esa forma ha permitido que emerjan experiencias y aprendizajes sustantivos,
cuestionamientos profundos, diálogos generativos.
Este Modelo de Gestión permitirá tomar decisiones correctas y coherentes respecto a la inversión
para el desarrollo de la red pública de salud mental, y establecerá estándares adecuados que consti-
tuirán una referencia que influirá en los servicios ofrecidos a todas las personas que habitan nuestro
país.
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MODELO DE GESTIÓN: RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL EN LA RED GENERAL DE SALUD 2018
Tenemos un gran producto y hemos ganado un gran capital social y de conocimiento nuevo dialógi-
camente construido.
Este documento está dirigido a todos gestores y directivos de los Servicios de Salud y, en particular, a
los equipos pertenecientes al área de la gestión en salud mental. Así también, va dirigido a los distin-
tos equipos clínicos que son los que, en esencia, deben operativizar su desarrollo e implementación.
Con igual énfasis, va dirigido a las personas usuarias y comunidades, quienes son el principal desafío
de este modelo, en cuanto a satisfacer sus necesidades y demandas de salud en cualquier parte de
este largo y diverso país, cuyas realidades pretenden ser recogidas en este documento.
MODELO DE GESTIÓN: RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL EN LA RED GENERAL DE SALUD 2018
INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud ha reconocido a la salud mental como un aspecto fundamental
para el bienestar y el desarrollo de las personas, las sociedades y los países. La salud mental es un
elemento primordial para disfrutar de calidad de vida, entendiendo este concepto como las expe-
riencias satisfactorias de vida personal, interpersonal y comunitaria, acorde al curso de vida, género
y cultura en que viven las personas. La salud mental está determinada por factores de interacción
social y psicológica, al igual que lo está la salud general.
En el área de la salud pública, la salud mental tiene una especial relevancia en su contribución a la
carga global de enfermedad en el mundo, es por ello que la Organización Mundial de la Salud y la
Organización Panamericana de la Salud insisten en la necesidad de integrar la salud mental en todos
los aspectos de la salud y la política social.
La relevancia de abordar las alteraciones de la salud mental se relaciona, no solo con la magnitud
de los problemas asociados a ella y con los costos que conlleva, sino también con su impacto indi-
vidual, familiar, comunitario y social, que genera un sufrimiento que va más allá de las cifras y de la
discapacidad que genera.
En el contexto general del marco normativo del Sistema de Salud en Chile, el Ministerio de Salud
busca contribuir a elevar el nivel de salud de la población, a través del desarrollo de un sistema de
salud centrado en las personas, en el fortalecimiento del control de los factores que puedan afectar
la salud y en reforzar la gestión de la red nacional de atención. En esta red se entiende a la Atención
Primaria de Salud (APS) como el centro de comunicación del sistema público [1], promoviendo el
refuerzo de su resolutividad y de la integralidad de la atención en base al Modelo de Atención Inte-
gral de Salud Familiar y Comunitaria, incluyendo la salud mental como un elemento transversal en
su trabajo, contribuyendo así a la oferta de una respuesta más efectiva a la población y a mejorar la
eficiencia en el funcionamiento de los diferentes niveles de la red asistencial pública [2].
Este documento técnico “Modelo de Gestión de a Red Temática de Salud Mental en la Red General
de Salud”, se vincula estrechamente al recientemente oficializado Plan Nacional de Salud Mental
2017-2025, y constituye el desarrollo en profundidad de las orientaciones técnicas para el desarro-
llo de la red pública de salud de Chile, abordando en detalle las dimensiones de sentido, relaciones
y estructura de este sistema. Su objetivo es orientar las decisiones respecto a la inversión pública
en salud mental e impulsar una transformación de las prácticas y una ampliación coherente de los
recursos dedicados a esta temática.
Este Modelo de Gestión plantea que la organización de los servicios de Salud Mental debe apostar
por un despliegue de servicios que fortalezcan la atención ambulatoria, identifiquen y mejoren las
barreras de acceso, como también apunten a la oportunidad y pertinencia de la atención con ópti-
mos estándares de calidad en todos los niveles del sistema de salud. Con esto, se busca disminuir las
brechas existentes en la atención de las personas y mejorar la calidad de la atención, para brindar
16
MODELO DE GESTIÓN: RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL EN LA RED GENERAL DE SALUD 2018
una efectiva respuesta a las necesidades de salud de las comunidades y mejorar su calidad de vida,
en un marco de ejercicio de derechos, que promueva la autonomía e inclusión sociocomunitaria.
El Modelo de Gestión para la Red Temática de Salud Mental apuesta por incluir en la organización y
el quehacer de la red, el enfoque de determinantes sociales de la salud en el curso de vida, en base
a la extensa evidencia y bibliografía revisada. Esta decisión busca dar un carácter comprensivo a las
intervenciones en salud mental.
El presente modelo de gestión con enfoque en los determinantes sociales promueve una transfor-
mación en el quehacer de los equipos de salud, en tanto desarrolla una amplia comprensión de los
procesos de salud-enfermedad en el área de la salud mental y de sus ámbitos de intervención. Esto
implica un cambio en las prácticas de los equipos de salud, promoviendo el diseño y desarrollo de
servicios no fragmentados. Asimismo, implica necesariamente una fuerte coordinación intersectorial
y la definición de estrategias articuladoras. Este cambio, también debe manifestarse en la atención
de las personas con problemas de salud mental asociados al consumo de alcohol y otras drogas, las
que deben ser sujetos de intervención en una red que tenga dentro de sus principios la integralidad.
El documento consta de tres partes. En la primera parte se despliegan los antecedentes y el contex-
to, en el cual se explicitan los enfoques que sustentan el Modelo, entre ellos, la salud mental desde
el ejercicio de derechos; los determinantes sociales; el curso de vida de las personas; y el enfoque de
equidad con sus poblaciones específicas.
Así también, se describe el Modelo de Atención Integral de Salud Familiar y Comunitaria y el Mode-
lo Comunitario de Atención en Salud Mental, en base a 3 elementos centrales e interrelacionados:
trabajo en red; abordaje de la psicopatología basada en una concepción de sujeto de relación; y
gestión clínica. Junto con esto, se desarrollan los principales aspectos de la atención comunitaria
en salud mental: promoción; prevención; atención y cuidados; y continuidad de atención y cuidados.
Finalmente, se desarrollan aspectos relativos a la prevención de la discapacidad, rehabilitación psi-
cosocial, recovery e inclusión sociocomunitaria.
En la segunda parte se desarrolla el Modelo de Gestión propiamente tal, con todos sus componen-
tes e incorporando la descripción de todos los nodos de la red, sus estrategias de articulación, los
criterios y requisitos de calidad, así como también el componente de evaluación y monitoreo.
La tercera parte corresponde al rediseño de la red. Se plasman directrices generales para la organi-
zación de la Red Temática de Salud Mental a nivel de los Servicios de Salud y se desarrollan elemen-
tos para la gestión del cambio. Este documento finaliza con un acapité de anexos.
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MODELO DE GESTIÓN: RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL EN LA RED GENERAL DE SALUD 2018
Alcances de este documento
Este Modelo de Gestión plantea una hoja de ruta para el desarrollo coherente de la Red Temática de
Salud Mental en la Red General de Salud.
Los nuevos servicios y programas de la Red General de Salud deberán orientarse según éstos crite-
rios, mientras que los servicios prexistentes deberán ajustarse a ellos en forma progresiva, en la me-
dida que enfrenten procesos de normalización o sean incluidos en eventuales programas de cierre
de brechas que pudiesen llevarse a cabo en los próximos años.
De esta manera, la estructura que este Modelo plantea, será implementada de manera progresiva,
por medio de los actos administrativos correspondientes, en el marco jurídico vigente.
18
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Las condiciones de vida de las personas con enfermedades mentales graves y persistentes, carac-
terizadas por el maltrato, la exclusión y las pocas posibilidades de incorporación a la vida social
producto del estigma, constituyen una violación del derecho a desarrollarse y vivir plenamente [5].
Esto se traduce, no solo en la falta de acceso a servicios de salud mental, sino que también a las
enormes dificultades de acceder a otros servicios de salud, como así mismo al conjunto de benefi-
cios sociales, tales como: educación, vivienda, trabajo, entre otros. A su vez, estas personas “no en
pocas ocasiones, son objetos de detenciones arbitrarias en establecimientos sanitarios o carcelarios
e, incluso, llegan a ser víctimas de abuso físico, sexual y psicológico por diferentes instancias de la
sociedad” [4].
En comparación a otros ámbitos de la salud, la salud mental de las personas se ha visto constante-
mente tratada como un problema de segunda categoría, lo que se traduce en “el (menor) estatus
legal, social, cultural y de protección de garantías que goza en comparación con la salud física” [6].
Es necesario, entonces, que las políticas públicas en salud mental, con base en los marcos legales
pertinentes, intervengan en las características del entorno que perpetúan la discriminación y me-
noscaban la calidad de vida de las personas con enfermedades mentales. Esto es particularmente
importante, en tanto existe en nuestra sociedad una historia de estigmatización hacia estas per-
sonas, lo que impacta negativamente en todo el espectro de vida, favoreciendo el aislamiento, el
desempleo, la pobreza y la marginalidad [6]. Desde un enfoque de ejercicio de derechos, las políticas
de salud no tan solo deben centrarse en el acceso a la atención de salud mental o en el tratamiento
de la enfermedad, sino también deben apuntar a impactar las condiciones y espacios de vida que
propiciaron dicha enfermedad.
Se hace necesario generar conciencia, tanto en las personas, usuarios y usuarias, como en los equi-
pos, nodos y puntos de atención de la red de salud, acerca de los derechos de las personas en situa-
ción de discapacidad mental, en su calidad de ciudadanos, y favorecer el desarrollo y Recuperación
de sus capacidades, en sintonía con un trabajo intersectorial que promueva la inclusión socioco-
munitaria de estas personas. Esta iniciativa “debe implicar la promoción de oportunidades institu-
cionalmente reconocidas para la comunidad de usuarios que se expresen en el marco jurídico, las
relaciones sociales y la distribución de los recursos” [7].
Sin un desarrollo en la línea de la participación de las personas con enfermedad mental, que poten-
cie y genere las condiciones para el ejercicio de sus derechos, no se avanza en el reconocimiento
social de esta población como sujetos de derechos; se les mantiene en un estado de desprotección
y marginalidad, perpetuando un sistema de salud basado en el “control”, que se sostiene solo en la
estabilización conductual y sintomática, sin apuntar a las bases de la Recuperación y re-generación
de los vínculos entre el sujeto que padece de marginalidad y una sociedad que insiste en mantener
su exclusión.
20
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Los Determinantes Sociales de la Salud interactúan con las disposiciones genéticas presentes en
cada sujeto, influenciándose mutuamente. Dentro de estas condiciones, se encuentra el contexto
socioeconómico, político y la posición socioeconómica, que conforman los determinantes estructu-
rales (etnia género, nivel de ingreso, nivel educacional, ocupación).
En este contexto, intervenir los Determinates Sociales de la Salud posibilita también actuar sobre
las inequidades, promoviendo así un enfoque de Equidad en salud. Según la OMS, Equidad puede ser
definida como “la ausencia de diferencias injustas y evitables o remediables en salud entre grupos
o poblaciones definidas social, económica, demográfica o geográficamente”[10]. Avanzar hacia la
equidad en salud, implica introducir cambios en los determinantes estructurales e intermedios.
Las acciones de salud deben estar orientadas a minimizar las desigualdades evitables, en el nivel de
salud y sus determinantes, que existen entre las personas y grupos con diferente nivel de privilegio
social y requiere identificar los grupos sociales y territorios excluidos que producto de las inequi-
dades ven afectada su salud mental de manera significativa, por lo que su abordaje y visibilización
resulta fundamental [11].
Asimismo, las extensas jornadas laborales y los tiempos de traslado hacia los lugares de desempeño,
influyen directamente en la calidad de vida de las personas, en tanto reducen al mínimo la posibili-
dad de covivencia familiar, la crianza y el tiempo libre, mermando las posibilidades de generar lazos
sociales y una vida comunitaria plena.
En Chile, los trastornos de salud mental asociados al trabajo se han ido posicionando como la princi-
pal causa de ausentismo laboral. La Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) mostró que para el año
2012, las enfermedades de salud mental de origen laboral habían aumentado un 87% en los últimos
12 años, representando un 24% del total de las enfermedades profesionales acogidas en la ACHS en
ese año. Además, se acumularon 12.726 días perdidos por reposo laboral en el mismo período, lo que
representa el 48% del total de días perdidos por enfermedad profesional y el 40% de los costos cu-
rativos asociados a enfermedades profesionales correspondieron a enfermedades de salud mental
ocupacional durante 2012 [13].
Las licencias médicas por patologías psiquiátricas vienen aumentando año a año. Desde el 2008
estas se sitúan en el primer lugar como causa de licencia médica curativa, representando en el 2010
el 14% de todas las licencias solicitadas en el Fondo Nacional de Salud (FONASA).
De acuerdo a la Primera Encuesta Nacional de Empleo, Salud, Trabajo y Calidad de Vida de los Traba-
jadores y Trabajadoras en Chile 2009-2010 [14], el 21% de los trabajadores refiere haberse sentido
melancólico, triste o deprimido por un periodo de dos semanas en el último año, lo cual es significa-
tivamente mayor en las mujeres. El tramo etario de personas más afectadas se encuentra entre los
45 y 64 años (24,7%).
Las licencias médicas por patologías psiquiátricas vienen aumentando año a año. Desde el 2008
estas se sitúan en el primer lugar como causa de licencia médica curativa, representando en el 2010
el 14% de todas las licencias solicitadas en el Fondo Nacional de Salud (FONASA).
Figura 2. Distribución de licencias por enfermedad mental autorizadas según sexo [15].
Las licencias por enfermedad mental en las mujeres duplican la frecuencia de los hombres.
23
Según la OPS, la equidad de género en salud significa la ausencia de disparidades innecesarias, evi-
tables e injustas entre mujeres y hombres. Es decir que, mujeres, hombres en toda su diversidad
sexual, tengan las mismas oportunidades de gozar de las condiciones de vida y servicios que les per-
miten estar en buena salud, sin enfermar, discapacitarse o morir por causas que son injustas y evita-
bles. La equidad de género en salud no es lo mismo que la igualdad, ya que no pretende establecer
una distribución igual de recursos, sino una distribución diferencial, de acuerdo con las necesidades
particulares de cada género [15].
Existen desigualdades en salud que no son explicables por las diferencias biológicas ligadas al sexo,
más bien son atribuibles a la distinta exposición a riesgos de mujeres y hombres; y ocurren por
la diferente disponibilidad de recursos para mantenerse saludables. Es decir, sólo se explican por
factores culturales relacionados con los roles y relaciones de género. Por tanto, hay que considerar
al género como un determinante social de la salud y diferenciar el perfil epidemiológico de cada
sexo para el diseño de políticas sanitarias. La estrecha relación entre inequidades de género, etnia,
pobreza, discriminación, violencia doméstica, abuso laboral, abuso sexual, morbimortalidad infantil,
entre muchos otros problemas de salud, hace necesaria la inclusión de este determinante social en
las orientaciones programáticas para la red asistencial.
La Encuesta Nacional de Salud 2009-2010 [16], señala que la prevalencia de síntomas depresivos
en el último año fue de 17,2% en población general, significativamente mayor en mujeres (25,7%)
que en hombres (8,5%), diferencias que se mantienen en los distintos estratos de edad. Los síntomas
depresivos fueron significativamente mayores en el nivel educacional más bajo (20,8%).
Otro estudio sobre necesidades clínicas y psicosociales en mujeres que ingresan al programa de
depresión en Chile [17], encontró un alto porcentaje de mujeres que tenían el antecedente de un
episodio depresivo anterior (60,7%), un escaso apoyo social (55,7%) y sufrían violencia en su vida de
pareja (51,4 %). Estas últimas dos condiciones se asocian a una mayor intensidad del cuadro depre-
sivo, demostrando una fuerte relación entre la complejidad del cuadro, el aislamiento y la violencia.
Estos estudios demuestran la fuerte relación entre el ser mujer y la ocurrencia de depresión por
variables del entorno sociocultural.
24
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
La asociación entre población Lesbiana, Gay, Bisexual, Transgénero e Intersexual (LGBTI) y proble-
mas de salud mental, ha sido entendida desde el enfoque de los determinantes sociales de la salud
[20]. Al respecto, se señala que la población LGBTI se ve altamente afectada por problemas de salud
mental relacionados con el estigma y la discriminación. Específicamente, el modelo de stress en mi-
norías [21] ha ofrecido una manera de comprender cómo la pertenencia a una minoría discriminada,
deja expuesto al individuo a un entorno social hostil caracterizado por el prejuicio, el rechazo y la
exclusión. Este entorno generaría problemas como depresión, abuso de sustancias, aislamiento so-
cial, conflicto con los pares y victimización, lo cual incrementaría los factores de riesgo individuales
para el suicidio.
En la primera encuesta nacional sobre Diversidad Sexual, Derechos Humanos y Ley contra la Discri-
minación realizada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual Movilh, en todas las
regiones del país durante el año 2013, mostró que el 74,5% de la población LGBTI ha sido discrimi-
nada al menos una vez en su vida en razón de su orientación sexual o identidad de género. Además,
se encontró que la discriminación laboral o educacional ha afectado al 23,4% de la población LGBTI,
la familiar al 15,7% y por los amigos/as al 3,5%, siendo particularmente grave el hecho de que el
11,2% dice haber sido discriminado/a en todos los espacios donde se desenvuelve [22].
En una reciente revisión sistemática sobre suicidio en población LGBTI [23] se destaca que todas las
investigaciones revisadas muestran que las personas de la diversidad sexual tienen peores indica-
dores de salud mental (sintomatología depresiva y ansiosa, abuso de sustancias y conductas autole-
sivas) cuando se las compara con población heterosexual.
Por otra parte, los estudios revisados coinciden en señalar que la suicidalidad es un problema mayor
en la población LGBTI presentando elevados índices de ideación e intento suicida. En términos com-
parativos se señala que la probabilidad es de hasta siete veces mayor entre jóvenes LGBTI que entre
sus contrapartes heterosexuales. Ello en virtud de la constante discriminación, maltrato y exclusión
de la cual son víctimas [24]. Finalmente, los niños, las niñas y los/as adolescentes de la diversidad
sexual que sufren rechazo por parte de sus familias presentan ocho veces más riesgo de intento de
suicidio que sus pares.[25] Con respecto al suicidio consumado en EEUU se estima que los suicidios
de personas gay y lesbianas podrían dar cuenta del 30% del total de suicidios de ese país [23]. Abor-
dar este fenómeno como un aspecto relevante en la salud mental de niños y jóvenes es uno de los
caminos para tener adultos sanos e inclusivos.
25
Por otra parte, las organizaciones de la sociedad civil que trabajan sobre diversidad sexual en niños,
niñas y adolescentes, señalan que: a) Es necesaria la formación de profesionales de los distintos
sectores del Estado (educación, salud, justicia, etc.) pues no se considera la diversidad sexual, y hay
confusión entre las categorías de sexo y género. B) Hay vulneraciones de derechos constantes hacia
esta población, con alta predisposición al suicidio adolescente y al bullying por razones de su orien-
tación sexual y/o identidad de género. Dentro de estas vulneraciones se encuentra la mutilación que
se realiza a los niños y niñas que nacen intersexuales, por lo que no se les garantizan los derechos
sexuales y reproductivos. Por otra parte, esta población sufre de expulsión familiar y situación de ca-
lle, y las familias desconocen cómo apoyar los procesos de identidad de género u orientación sexual
diversa en sus hijos [18].
En estudios comparados sobre la situación de salud entre población indígena y no indígena reali-
zados en nuestro país, han puesto en evidencia que los trastornos que más afectan a la población
indígena están relacionados con depresión, suicidio y alcoholismo, lo que se explicaría por su expo-
sición a condicionantes sociales, políticas, económicas y culturales particulares, diferentes a las de
la población en general [27].
Se observa una tasa de suicidio en la población indígena de un 30,5% para el grupo entre 20 y 39
años [28], pero más allá de la variabilidad en la magnitud de estas tasas en las diversas áreas terri-
toriales analizadas, lo significativo son las brechas con relación al resto de la población, alcanzado
una mayor expresión en el área Mapuche-Williche, donde la población indígena tiene 3,3 veces más
riesgo de cometer suicidio; le sigue el área Mapuche, con 1,8 veces más riesgo que el resto de la
población; luego el área Aymara, con 1,5 veces; y, finalmente, el área Likanantay con un 1,1 es la po-
blación con menos brecha en relación al resto de la población [28].
26
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Figura 3. Tasas ajustadas de mortalidad por Lesiones Auto Infligidas en población indígena
El Estudio Comparado de Situación de Salud de los Pueblos Indígenas de Chile muestra que el 25,5%
de los suicidios en población indígena ocurre en jóvenes menores de 20 años, proporción superior a
la observada en los no indígenas, donde representan el 20,2%. Vale decir, que los suicidios entre los
pueblos originarios se producen a edades más tempranas que en la población no indígena. De hecho,
el suicidio es causa de 2 de cada 10 muertes en jóvenes indígenas de 10-24 años, segmento etario
donde constituye la primera causa de defunciones [27].
Al indagar en las causas del suicidio en edades tempranas entre población indígena, se plantea que
esto se vincula a la pérdida de confianza en los modos de entender y vivir la vida que han sido en-
señados al interior de una cultura propia. Esto, como producto del cambio en el conjunto de cono-
cimientos, lengua, instituciones sociales, creencias y valores que unen a las personas y les dan un
sentimiento colectivo de identidad y pertenencia. La pérdida del territorio y del control sobre sus
condiciones de vida; la supresión del sistema de creencias y la espiritualidad; el quiebre de institu-
ciones políticas y sociales, sumado a fuertes procesos de discriminación racial han dañado seria-
mente su confianza, predisponiéndolos al suicidio, autoagresiones y otras conductas destructivas
[30].
1
A través del desarrollo de perfiles epidemiológicos diferenciados (2008-2013) efectuados en pueblos indígenas, ya se han identificado
ámbitos críticos en la morbi/mortalidad de las personas indígenas, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares, neoplasias, del sistema
respiratorio, salud mental, mortalidad infantil y otros.
27
Se ha estudiado que cuando personas inmigrantes logran cierto grado de adaptación a su nueva si-
tuación, se experimentan sentimientos y vivencias ambivalentes por el hecho de hallarse entre dos
culturas. En el caso de los escolares y adolescentes, estas vivencias son más intensas. Es especial-
mente delicada la situación de los adolescentes por encontrarse inmersos en un proceso de cambio
propio de la etapa vital y por la misma situación de inmigración a un nuevo contexto social, es decir,
se ven enfrentados al cruce de dos edades y de dos culturas. Los adolescentes son los que presen-
tan mayores dificultades de adaptación debido a que su proceso de socialización se interrumpe
bruscamente, lo que dificulta el aprendizaje de nuevas estructuras culturales por la pérdida de la
plasticidad infantil.
Un estudio sobre epidemiología de los trastornos mentales comunes y uso de servicios de salud en
población inmigrante de la comuna de Independencia en Santiago de Chile mostró en relación a los
trastornos mentales de población migrante adulta, que el 17,8% de la muestra presenta un tras-
torno psiquiátrico. El cuadro psiquiátrico más prevalente es el Trastorno Ansioso-Depresivo (6,0%),
seguido por la Depresión Severa (3,2%), que alcanza cifras similares al Trastorno por Estrés Postrau-
mático (3,6%). Estas 3 patologías tienen una prevalencia en conjunto de 12,8% [32].
Otros datos interesantes que este estudio arroja son los siguientes [32]:
El mismo estudio [32] concluye con respecto a la salud mental de estas personas, lo siguiente:
• La autopercepción de estas personas en relación a su salud mental es peor que la que tiene
la población del país de acogida. Así también, la falta de apoyo familiar y de redes sociales,
las diferencias culturales y el desconocimiento acerca de la organización del país de acogida,
asoman como factores estresantes. El proceso de ajuste a una nueva cultura está influenciado
por la edad, el sexo, el nivel educacional y la duración de residencia del inmigrante.
• Un determinante negativo de la salud mental son las malas condiciones laborales. Destaca la
vulnerabilidad de las mujeres migrantes que se desempeñan como asesoras del hogar puertas
adentro y de quienes tratan de regularizar su situación migratoria a través de la obtención de
una visa sujeta a contrato.
• La población inmigrante acude en menor proporción a los centros de atención ambulatoria, sin
embargo, presentan mayores tasas de hospitalización, explicándose esto por consultas tardías.
2.6. Refugiados
Otro grupo que ha comenzado a tener notoriedad en nuestro país es la población de refugiados que,
dentro del fenómeno de la migración, constituye un grupo con características especiales debido a
su estatus jurídico y político.
Luego de la segunda guerra mundial y con la creación de la ONU, muchas de las situaciones de refu-
giados, desplazados y apátridas fueron visibiladas como parte de los aspectos de convivencia básica
entre naciones que debían ser regulados para el respeto de los derechos humanos de estas personas.
El año 1950 nace la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR),
cuyo mandato es: “dirigir y coordinar la acción internacional para proteger y resolver los problemas
de las personas refugiadas y apátridas en todo el mundo”.
Las características y motivaciones de la población de refugiados son muy diversas, pero la búsqueda
de refugio parte de la necesidad de abandonar el lugar de residencia por la exposición a riesgo de
vida o de integridad física y, en este contexto, su desplazamiento es forzado.
La Convención de Refugiados de 1951 explica que un refugiado es una persona que “debido a funda-
dos temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determi-
nado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda
o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país” [31]. (artículo 1, letra a,
numeral 2).
29
Así como las personas que son afectadas por una emergencia o desastre natural sufren la pérdida de
seres queridos, de sus bienes materiales y el distanciamiento temporal o permanente de sus redes
sociales, los refugiados se ven expuestos a las mismas pérdidas y, por lo tanto, a los mismos factores
de riesgo.
Si a ello sumamos los problemas que pueden significar los cambios culturales, de idioma y uso ho-
rario, entre otros, la posibilidad de sufrir enfermedades de salud mental es alta.
El Programa de Reasentamiento en Chile se inicia en el año 1999 con la firma de un “Acuerdo Marco”
entre el Gobierno y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Desde
ese año se ha aprobado el reasentamiento en nuestro país de 598 refugiados de distintas naciona-
lidades y provenientes de varios países. La mayoría de ellos son de nacionalidad colombiana que
han llegado desde Costa Rica y Ecuador, dando cumplimiento a lo acordado en el Plan de Acción de
México de 2004 para reasentar refugiados regionales. No obstante, Chile también ha estado abierto
para recibir a refugiados de otros continentes, entre ellos afganos, iraníes, e iraquíes que han venido
desde Azerbaiyán y Pakistán. Asimismo, en el año 2008 Chile acogió a 116 palestinos provenientes
de Irak [32].
La situación de calle configura un escenario que facilita el deterioro progresivo físico y mental de las
personas, que se agudiza en la medida en que transcurre el tiempo viviendo en estas circunstancias
y la exposición a múltiples factores de riesgo. A lo anterior, se suma que las estrategias de cuidado
de la salud para esta población son postergadas hasta la presencia de alguna urgencia médica, en
que acuden con patologías agravadas por distintos motivos, que son de compleja intervención y alto
costo [33].
Según datos recogidos en 2011 en el “Segundo Catastro Nacional Personas en situación de Calle”,
[34], 1.886 personas (16,6%) reportó dificultad psiquiátrica, mental o intelectual. Un total de 3.329
personas, lo que equivale a un 29,3%, declaró presentar dificultad física o de movilidad, seguido por
2.898 personas (25,5%) que dijo padecer ceguera o dificultad para ver, aun usando lentes. Un total
de 1.391 encuestados (12,2%) declararon sordera o dificultad auditiva, aun usando audífonos; y 793
personas (7%) acusó mudez o dificultad de habla.
30
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Los resultados del catastro mostraron una elevada cifra de personas que presentan consumo de
alcohol (40,5%) y de drogas (19%). Sobre la participación de estas personas en programas de pre-
vención y rehabilitación, se reporta que un 19% de las personas catastradas participó en programas
de tratamiento o rehabilitación para el consumo de alcohol y un 13% en programas de tratamiento
para el consumo de drogas [34].
En este sentido, se espera que las administraciones penitenciarias no solo sean responsables de
prestar atención médica, sino que también cuenten con condiciones que promuevan el bienestar
físico y mental tanto de las personas privadas de libertad como del personal. Para estos efectos, se
debe proporcionar la revisión médica regular a las personas privadas de libertad, así como atención
y tratamientos adecuados cuando se requieran2.
En los recintos penitenciarios se dan una serie de condiciones que afectan la salud mental y la salud
general de las personas privadas de libertad. Entre estos, se encuentra la situación de precariedad
en cuanto a la seguridad de las personas al interior de estos recintos. Tanto la falta de personal su-
ficiente para el exceso y composición de la población penal como el estado y distribución de estos
recintos producen frecuentes riñas y deficiencias en el control que ejerce Gendarmería. Según estu-
dios, el 31,5% de las muertes ocurridas al interior de recintos penales se debe a situaciones de vio-
lencia entre internos/as [37]. Por otro lado, al ser consultados los internos/as sobre si han sido objeto
de agresiones por parte de funcionarios/as, el 52,2% de los condenados/as declaró positivamente
frente al 34,1% de los imputados/as [37].
El estrés producido por el impacto del encierro; la tensión propia de la vida en prisión; la violencia
entre internos; el posible abuso de las figuras de autoridades; las adicciones a la droga o alcohol; las
reiteradas agresiones físicas o sexuales por parte de otros presos ante la inacción de las autoridades;
la ruptura de las relaciones sociales y los lazos familiares o de pareja; el sentimiento de soledad,
desesperanza y abandono; la impotencia y la desconfianza hacia el sistema judicial por las reiteradas
e injustificadas demoras en los procesos; la perspectiva de una condena larga; la falta de intimidad;
2
Las disposiciones vinculadas al servicio médico en las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de Reclusos, son las
siguientes [35]:
1) Todo establecimiento penitenciario dispondrá por lo menos de los servicios de un médico calificado que deberá poseer algunos co-
nocimientos psiquiátricos. Los servicios médicos deberán organizarse íntimamente vinculados con la administración general del servicio
sanitario de la comunidad o de la nación. Deberán comprender un servicio psiquiátrico para el diagnóstico y, si fuere necesario, para el
tratamiento de los casos de enfermedades mentales.
2) Se dispondrá el traslado de los enfermos, cuyo estado requiera cuidados especiales, a establecimientos penitenciarios especializados
o a hospitales civiles. Cuando el establecimiento disponga de servicios internos de hospital, estos estarán provistos del material, del ins-
trumental y de los productos farmacéuticos necesario para proporcionar a los reclusos enfermos los cuidados y el tratamiento adecuados.
Además, el personal deberá poseer suficiente preparación profesional.
En Chile se han realizado algunos estudios destinados a conocer más sobre las causas de los suicidios
al interior de las unidades penales [37]. Uno de los principales hallazgos fue el aumento en el índice
de suicidios, observándose una concentración en las cárceles concesionadas. Los suicidios ocurren
principalmente en las celdas. La edad promedio de los suicidas es de 31 años, son de sexo masculino,
y los casos generalmente se presentan durante los primeros años de encarcelamiento. Este mismo
estudio constata que el 25% de las muertes dentro de la cárcel corresponde a suicidios [37].
Otro estudio ahonda respecto a los motivos que conducen a los/as reclusos/as a intentar cometer
suicidios [40], se reportan estados internos que reflejan alteraciones anímicas y emocionales y que
dan cuenta principalmente del proceso subjetivo de la situación de encierro propia de su reclusión.
Este encierro, que implica la permanencia solitaria en lugares pequeños, con limitaciones conside-
rables de la capacidad de desplazamiento voluntario, de las rutinas diarias y de las actividades que
se pueden o no se pueden realizar, constituye el factor desencadenante de estados de angustia,
depresión y tristeza [40]. Este mismo estudio observa que gran parte de los/as internos/as no reci-
bía visitas porque su familia reside en otra región. Esto puede provocar carencias y problemas en el
ámbito afectivo - familiar, lo que eventualmente podría desencadenar conductas suicidas [40] [35].
Entre los años 2005 y 2009 hubo un total de 87 personas internas fallecidas por suicidio en las cár-
celes chilenas [39].
3
La función de protección de derechos por parte del Estado, actualmente la lleva a cabo el Servicio Nacional de Menores, SENAME.
32
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
La principal causa de ingreso por maltrato se da en casos de negligencia y de niños, niñas y ado-
lescentes testigos de violencia intrafamiliar, concentrándose las más altas cifras en menores de 11
años, siendo más afectados los niños que las niñas, entre los seis y siete años de edad.
Del total de la población ingresada por violencia, un 12,4% correspondiente a 7.861 casos fueron
víctimas de abuso sexual. De estos, el 86,7% afectaron a niñas (6.813), concentrándose el más alto
porcentaje de estas agresiones entre los 8 y 15 años de edad [42].
Este mismo estudio declara que existiría una brecha asistencial de 88,9% para responder a las nece-
sidades de salud mental de esta población, la que va en aumento cada año.
Otro estudio [44] muestra que el trastorno más frecuentemente encontrado fue el abuso o depen-
dencia al alcohol y otras drogas (28,5% del total de las patologías psiquiátricas), demandando cerca
del 76,1% del total de las atenciones de urgencia debido a complicaciones, ya sea por intoxicación
o síndrome de abstinencia, entre otros. Le siguieron en frecuencia, el Trastorno del Espectro Ansioso
Depresivo (Depresión Mayor, Trastorno Ansioso, Trastorno por Estrés Post Traumático, entre otros)
con un 14,6% del total de las patologías psiquiátricas declaradas; los Trastornos de Conducta con un
12,3%; el Retardo Mental o Deterioro Orgánico Cerebral con un 11,5%; el Trastorno por Descontrol
de Impulsos con un 10,7 %; y los Trastornos de Personalidad en Desarrollo con un 10,5 %.
La caracterización socioeconómica familiar de los/as jóvenes les clasifica dentro de “indigencia ur-
bana” en el 57,89% de los casos. En segundo lugar, sigue la clasificación de “pobreza urbana”.
Por último, en relación a la pertenencia a pueblos indígenas, este mismo estudio muestra que el
5,13% de los adolescentes y jóvenes proviene de comunidades mapuches [45].
Algunos estudios [45][46] muestran una prevalencia de patologías mentales entre un 62 y 64% en
adolescentes infractores de ley mostrando, además, alta comorbilidad de trastornos de conducta o
disociales junto con patologías asociadas al consumo de sustancias y condiciones de alta vulnera-
bilidad social y económica.
4
Actualmente, el Programa 24 horas se enfoca en población con protección por vulneración de derechos [43]. Este estudio no es represen-
tativo del total de la población de niños, niñas y adolescentes bajo el sistema de protección de derechos del SENAME.
33
Cuando se analizan estos resultados por nivel educativo, se advierte que los cuartos medios tienen
una prevalencia (51,4% en 2013) tres veces mayor a la observada en octavos básicos (16,6%), con un
incremento de un 100% entre 8vo y 1° medio. La mayor prevalencia de consumo de alcohol se obser-
va en los establecimientos particulares pagados (44,1%), seguidos de los subvencionados (36,0%)
y en una menor medida los municipales (32,9%). Sin embargo, el consumo intenso (5 o más tragos
por vez) se observa en adolescentes de establecimientos municipales con un 65,4% por sobre los
subvencionados (61,8%) y particulares pagados (60,1%).
En población adolescente de 4º medio, el consumo de cocaína presenta una mayor prevalencia con
un 5,1% y la menor se registra en 8º Básico (2,6%). La mayor prevalencia se observa en estableci-
mientos municipales (4,5%), seguidos de particulares pagados (3,2%) y subvencionados (3,1%) [48].
El sistema de salud chileno debe asumir las necesidades de salud del grupo adolescente y su familia,
ya que aún presenta brechas en el abordaje efectivo de los condicionantes que modelan muchos de
los hábitos y conductas de riesgo para este grupo. Si bien estos hábitos y conductas no causan mor-
bilidad y mortalidad inmediata, el daño se evidenciará en la etapa adulta [49].
Los hijos/as de madres deprimidas tienen un mayor riesgo de tener bajo peso y retraso en el creci-
miento [8]. En Chile, alrededor del 30% de las embarazadas sufre síntomas inespecíficos de depre-
sión y/o ansiedad. Si se consideran únicamente los trastornos depresivos que responden a criterios
más estrictos, la prevalencia de depresión en este período es cercana al 10%. Entre los factores
psicosociales de riesgo se encuentran: la historia previa de depresión, los eventos vitales adversos,
la violencia intrafamiliar, el embarazo no deseado y la pobreza [51].
La depresión durante la gestación y el periodo posparto está asociada con problemas en los niños y
niñas en variados aspectos del desarrollo. Numerosas investigaciones apuntan a dificultades en la
edad temprana, que van desde problemas en el desarrollo del lenguaje, psicomotricidad, cognición,
apego, aspectos emocionales internalizantes y externalizantes, funcionamiento interpersonal, pro-
blemas conductuales, alimenticios y neuroendocrinos. [52][53][54][55][56][57] [58].
Si bien, los efectos perjudiciales en el desarrollo de niños y niñas cuyas madres tienen depresión en
la gestación o durante la etapa de postparto no son iguales, existe evidencia de que en ambos mo-
mentos se genera un efecto negativo en el desarrollo [59][60][61]. Asimismo, el riesgo de conductas
suicidas en edades posteriores se duplica cuando el padre sufre de depresión, se triplica cuando es
la madre la que la padece y se cuadriplica si ambos padres están deprimidos [62][63][52][64][65]
[66][67].
35
Para que los niños y niñas desarrollen plenamente su potencial requieren satisfacer determinadas
necesidades en cada una de las etapas de su crecimiento. Si ello no sucede, se pierde una ventana
de oportunidad. El período más crítico lo constituyen los 3 primeros años de vida, etapa en la cual
las distintas dimensiones del desarrollo del niño o niña están estrechamente relacionadas, de modo
que la no satisfacción de una determinada necesidad impacta negativamente la satisfacción de las
demás [68].
La fuerte interdependencia entre las distintas dimensiones del desarrollo (física, emocional, mental,
social) implica que el apoyo al niño o niña necesariamente debe ser integral y acorde a las necesi-
dades de la etapa en que se encuentra. Solo de esta forma es posible garantizar “equidad desde el
principio”, entendiendo esto como: niños y niñas físicamente saludables, mentalmente alertas, emo-
cionalmente seguros, socialmente competentes y capaces de aprender, independiente de su origen
social, género y conformación de su hogar. El espacio cotidiano privilegiado de la infancia temprana
es local: la familia y la comunidad (barrio) [68].
Estudios muestran que existen insuficiencias en el desarrollo infantil a temprana edad en niños y
niñas de hogares que viven en condiciones de pobreza. Se observa que a los 2 años de edad entre
16% y 25% de los niños y niñas que viven en estas condiciones tienen un déficit en su desarrollo
psicomotor, cifra que crece al avanzar la edad, alcanzando un 40% en el grupo etario entre 4 y 5
años. En zonas caracterizadas por la pobreza y ruralidad, la magnitud del déficit a los 2 años puede
llegar hasta el 35% y en primero básico, a más del 50% observándose atrasos en el desarrollo del
lenguaje [68].
Otras investigaciones señalan que, con alta probabilidad, los niños con rezago en su desarrollo en-
frentarán problemas en el sistema escolar (menor rendimiento, probabilidad de repitencia y deser-
ción, desajustes emocionales y de conducta) y en su vida adulta [72].
Los niños y niñas con trastorno hiperquinético, comparados con sus pares sin este diagnóstico, están
en mayor riesgo de tener bajas calificaciones escolares, desorden específico del aprendizaje, repetir
de curso, bajar su autoestima, sufrir ansiedad, ser rechazados por sus pares, abusar de las drogas,
desertar de la escuela, etc. La mitad de los casos persisten en la adolescencia y más de la mitad de
los adolescentes con este trastorno mantienen esta condición hasta la vida adulta [73].
3.3 Adolescencia
La adolescencia es, después de la infancia, la segunda etapa más vulnerable del ciclo vital, donde
se produce el riesgo de adquirir la mayoría de los hábitos no saludables que tienen consecuencias
negativas para la salud en las posteriores etapas de la vida, como el consumo de tabaco, alcohol,
drogas, sedentarismo, mal nutrición y actividad sexual sin protección [49]. En esta etapa, al igual
que en la infancia, son los contextos familiares y escolares, los espacios protectores o de riesgo más
importantes para la salud mental.
El 4to estudio realizado por UNICEF [75] muestra que el 71% de la población adolescente estudiada,
recibe algún tipo de violencia de parte de su madre y/o padre. Un 51.5 % sufre algún tipo de violencia
física y el 25,9% sufre violencia física grave. En el nivel socioeconómico bajo, un 10,8% de los niños y
niñas declara haber sufrido abuso sexual, cifra superior al 6,7% que se da en el nivel medio y al 5,9%
del nivel alto. A su vez, este estudio señala que del total de menores de edad que han sufrido abuso
sexual, el 75% son mujeres. Un 40% de los niños, niñas y adolescentes que han sufrido abuso sexual
tienen padres que pelean hasta golpearse.
El estudio ya mencionado sobre epidemiología psiquiátrica en niños, niñas y adolescentes [74], se-
ñala que, para el grupo etario entre 12 y 18 años, existe una prevalencia de 16,5% para cualquier
trastorno, siendo los más frecuentes los trastornos disruptivos (8,0%), los trastornos ansiosos (7,4%)
y los trastornos depresivos (7,0%). El diagnóstico disruptivo más prevalente fue el Trastorno de Dé-
ficit Atencional/Hiperactividad, donde las diferencias de género no son significativas.
El Estudio de Epidemiología Psiquiátrica de Vicente [76] mostró que un 31,5% de la población es-
tudiada, de 15 años o más, había tenido un trastorno mental a lo largo de su vida, mientras que un
22,2% había tenido un trastorno en los últimos 6 meses. Este estudio también muestra una relación
inversa entre el nivel socioeconómico y la prevalencia para cualquier trastorno y comorbilidad. Los
principales trastornos los constituyen los ansiosos, seguido por los afectivos, y entre estos predomi-
na la depresión mayor con un 9,2% de prevalencia de vida y de 5,7% en los últimos 12 meses.
En relación a la esquizofrenia, el Estudio Chileno de Prevalencia Psiquiátrica [76] mostró una pre-
valencia de vida de 0,9% y de 6 meses de 0,3% para toda la población, con cifras menores para
hombres (0,6% de vida y 0,01% a los 6 meses) que en mujeres (1,1% de vida y 0,7% a los 6 meses)
Por otra parte, el Primer Estudio Nacional de la Discapacidad [77], establece que en Chile hay 348.057
personas en situación de discapacidad mental, es decir, un 2,2% de la población. Así también, este
estudio muestra que la discapacidad es 4 veces más frecuente en la adultez que en niños/as y 14
veces más en población adulta mayor.
En grupos con condición socioeconómica baja la discapacidad es dos veces más frecuente que en
población con condición socioeconómica media alta. En la actualidad, los estudios disponibles no
permiten extraer con mayor profundidad datos en relación a salud mental y discapacidad, lo cual
impone un desafío para futuras investigaciones.
De acuerdo al estudio de prevalencia de trastornos mentales ya mencionado [76] las personas sobre
65 años tienen una prevalencia de trastornos mentales de 11,9% en el último año. En ellos predo-
minan los trastornos por uso de sustancias (7,4%), los trastornos de ansiedad (4,4%) y los trastornos
afectivos (3,7%).
38
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
La Encuesta Nacional de Salud entregó cifras de síntomas depresivos en este rango de edad, de
11,2% en el último año, siendo estos 4 veces más frecuentes en mujeres (16,9%) que en hombres
(4,1%) [79].
Las personas adultas mayores presentan una prevalencia de deterioro cognitivo de un 10,4%, siendo
esta condición más frecuente en el grupo de 80 años y más (20,9%), sin diferencias significativas
entre hombres y mujeres en esta dimensión. Esta encuesta refiere también que, a menor nivel edu-
cacional, la prevalencia del deterioro cognitivo aumenta.
Se estima que actualmente en Chile, el 1,06% de la población total del país presenta algún tipo de
demencia. El 7,1% de las personas de 60 años y más (7,7% en mujeres y 5,9% en hombres) presenta
deterioro cognitivo, cifra que a partir de los 75 años muestra un aumento exponencial, alcanzando
13% en las personas entre 75 -79 años y 36,2% en los mayores de 85 años [80]. Dentro de los sub-
tipos de demencia, la denominada Enfermedad de Alzheimer, es la más frecuente en los grupos más
envejecidos [81].
El aislamiento social y la soledad en la vejez están relacionados con un declive del bienestar tanto
físico como mental. En la mayoría de las sociedades, los hombres mayores suelen tener menos redes
sociales de apoyo que las mujeres mayores. Sin embargo, en algunas culturas las mujeres mayores
que se quedan viudas son sistemáticamente excluidas del núcleo de la sociedad o, incluso, rechaza-
das por su comunidad.
Las personas mayores se encuentran más expuestas a vivir situaciones de violencia y maltrato, sobre
todo las mujeres. Esta violencia es cometida frecuentemente por miembros de la familia o por cui-
dadores institucionales conocidos por sus víctimas.
En los determinantes económicos, existen tres aspectos que tienen un efecto especialmente signi-
ficativo sobre el envejecimiento activo: los ingresos, el trabajo y la protección social. Otro determi-
nante relevante para este grupo poblacional son los servicios de salud mental, que desempeñan un
papel crucial en el envejecimiento activo. Estos servicios deben formar parte integral de la asisten-
cia de larga duración.
Chile presentó un incremento progresivo en la tasa de suicidios en población general entre los años
2000 y 2008, subiendo de 9,6 por 100.000 habitantes a 12,9 por 100.000 habitantes. Desde enton-
ces la tasa ha bajado gradualmente a una cifra similar a las del año 2000, llegando el año 2015 a
10,2 por 100.000.
39
En población infanto adolescente se observó una curva similar. En el grupo de 10 a 14 años se elevó
desde una tasa de 1 por 100.000 el año 2000 a 2,2 por 100.000 el año 2008 para luego descender a
1,7 por 100.000 el año 2015. En tanto, en el grupo de 15 a 19 años la tasa de suicidio se incrementó
desde 8,6 el año 2000 a 12,9 el año 2008, para luego descender a 8,1 por 100.000 el año 2015. Los
adolescentes hombres son quienes registran una mayor tasa de suicidios consumados, 2 a 3 veces
más que en adolescentes mujeres5 [85].
El año 2015 se produjeron 1.835 muertes por suicidio equivalente a una tasa de 10,2 por 100.000
habitantes y aun 1,8% de todas las muertes ocurridas en el país (103.327 muertes en total, lo que
representa una tasa de 5,7 muertes por 100.000 habitantes). Del total de muertes por suicidio, 1.457
se produjeron en hombres (79%), 107 en adolescentes de 15 a 19 años (5,8% del total). En las per-
sonas entre 15 y 29 años el número de suicidios llegó a 482 (26,3% del total).
Si bien son las personas mayores las que presentan las mayores tasas de suicidio, en la población
adolescente y de adultos jóvenes representan una de las principales causas de muerte.
Entre los estudios con potencial importancia preventiva realizados en nuestro país, debe mencio-
narse el de Florenzano y colaboradores, efectuado en 2.300 escolares entre 13 y 20 años [86]. Este
estudio realizado en tres regiones del país investiga la asociación entre estilos parentales e ideación
suicida, concluyendo que los estilos parentales asociados a mayor ideación suicida se caracterizan
por un elevado control psicológico, baja aceptación, baja amabilidad o pobre relación con el padre
o la madre. Así mismo, el estudio de Gómez y colaboradores [87] cuyo objetivo fue indagar en la
potencial asociación entre indicadores de desigualdad socioeconómica y riesgo de suicidio en ado-
lescentes, mostró que vivir en situación de monoparentalidad podría afectar más a los y las jóvenes
chilenos de entre 10 y 19 años; en especial, al género femenino.
En población adulta de 20 años y más, el año 2000, Chile tenía una tasa de suicidio de 13,7 muertes
por suicidio por cada 100.000 habitantes, [88] y el año 2015 alcanza una tasa de 13,1 muertes por
suicidio por cada 100.000 habitantes. A nivel nacional, mueren por suicidio entre 5 a 6 personas al
día, lo que representa cerca del 2% del total de muertes [89].
La tasa en mujeres es de 4,1 por 100.000 y en hombres llega a 18,5 por 100.000 [88]. Sin embargo,
según los registros de los sistemas de vigilancia instalados en las SEREMI de Salud, en Chile , la ra-
zón hombre-mujer es en promedio 5:1 [90]. Es importante señalar que, si bien, el riesgo de suicidio
aparece en los tramos de edad mayores a 15 años, aumenta después de la quinta o sexta década,
5
Las cifras de suicidio en personas pertenecientes a pueblos indígenas son mayores a las del resto de la población del país. Esta situación
se aborda en el punto 2. Enfoque de Determinantes Sociales y Equidad en Salud Mental, en el apartado d) dedicado a la situación de salud
mental en Pueblos Indigenas.
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PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
principalmente en los hombres. Visto en términos poblacionales, las muertes por suicidio se acumu-
lan en los tramos de edad intermedia, entre los 20 y 54 años, acumulando cerca del 70% de todas
las muertes por esta causa. Por otra parte, el peso relativo de las muertes por suicidio sobre el total
de las muertes ocurrido en cada tramo de edad es especialmente relevante en los tramos más jó-
venes. En 2013, en los tramos de 15 a 29 años, las muertes por suicidio correspondieron a cerca de
un quinto de todas las muertes ocurridas, más que el doble que lo observado a nivel mundial [82].
En cuanto al suicidio en adultos mayores, este grupo presenta las tasas más altas, las que han fluc-
tuado en los rangos de 15,5 a 13,2 del año 2000 al 2015 para ambos sexos. El suicidio es 7,1 veces
más frecuente en adultos mayores hombres que en mujeres, según datos DEIS del año 2015.
De acuerdo a los planteamientos de la OMS [91], en llo referente a prevención del suicidio, urge
prestar especial atención al insuficiente diagnóstico de las enfermedades mentales (sobre todo la
depresión) y a los índices de suicidio entre las personas mayores.
El Modelo Comunitario de Atención en Salud Mental presta especial importancia a la persona que
padece una enfermedad mental severa y persistente, su familia y en el impacto que esta condición
de salud tiene en su entorno; así también, en cómo este entorno contribuye a la Recuperación de las
personas, favorece la inclusión sociocomunitaria y provee las condiciones que contribuyen al pleno
ejercicio de sus derechos y bienestar socioemocional.
Este modelo se integra y complementa con el Modelo de Atención Integral de Salud Familiar y Co-
munitaria que aborda los problemas de salud general, incluidos los problemas salud mental, abar-
cando todos sus ejes. Ambos modelos coexisten y se relacionan dinámicamente en el contexto de la
salud mental, reconociendo a las personas como parte de un grupo familiar y una comunidad, bajo
los principios de integralidad, territorialización, ejercicio de los derechos humanos y continuidad de
cuidados.
La atención comunitaria en salud mental se basa en la existencia de tres elementos centrales inte-
rrelacionados [94]:
a) Trabajo en red: Los dispositivos por sí solos, aunque sean diversos y múltiples, no garantizan el
trabajo en red; es una condición necesaria, pero no suficiente. La constitución de la red no reside en
los dispositivos “o nodos” que la forman, sino fundamentalmente “en las cuerdas” (siguiendo la mis-
ma metáfora), es decir, en las relaciones o entramados de vínculos entre las instituciones o entre las
personas de las mismas. Cada integrante del equipo debe aportar a una tarea común, que se desplie-
ga en torno a unos objetivos comunes, dirigida a un sujeto concreto con necesidades de cuidados, en
una red de salud coordinada con otros sectores de manera horizontal. La red de salud mental no solo
es parte del sistema sanitario, sino de un sistema social más amplio, donde el sujeto se construye.
c) Gestión clínica: Configura un espacio que integra las mejores prácticas clínicas con las mejores
prácticas de gestión, dirigidas a la prestación de un servicio de calidad a las personas. Integra dos
dimensiones determinantes de la calidad de los resultados en las organizaciones sanitarias: la di-
mensión del conocimiento médico y la dimensión del conocimiento de gestión. En este marco los
gestores y clínicos participan de un objetivo común al servicio del cual ponen su conocimiento y
esfuerzo profesional, y se implican igualmente.
Consiste en llevar a cabo políticas de desarrollo comunitario de amplio espectro, que generen en-
tornos y condiciones de vida que resguarden el desarrollo integral de las personas, comunidades
o barrios, para favorecer modos de vida saludables [95]. La promoción, entonces, debe reconocer
dimensiones previas a la emergencia de las enfermedades, para lo cual es esencial la participación
de otros sectores del Estado: Educación, trabajo, justicia, transporte, medio ambiente, vivienda, mu-
nicipios, ONG, entre otros actores que, con sus prácticas y políticas públicas, impactan en la calidad
de vida de las personas y sus comunidades. Trabajar con ellos permitirá encauzar acciones inter-
sectoriales que contribuyan a favorecer la salud mental de la población, resguardando no moldear,
desde lo sanitario, la esencia de la comunidad.
Es preciso señalar que la especificidad en salud mental está dada por la incorporación/inclusión de
la dimensión subjetiva en las acciones generales de promoción de la salud, constantemente omitida
en los modelos de atención en salud. Se debe poner especial atención en el vínculo que se produce
en el encuentro entre el equipo, la persona usuaria y su entorno, ya que esta relación es fundamental
tanto para el devenir del tratamiento, como para la mejora en la salud. En este sentido, se promue-
ven “prácticas en salud basadas en lo relacional, en donde el acto de cuidar es tanto medio como fin
en sí mismo” [96].
Se pueden diferenciar, entonces tres componentes en los cuales debe anclarse toda acción que vaya
en la línea de promoción en salud mental: participación activa de la comunidad; transformación de
los lazos comunitarios hacia vínculos solidarios; y constitución de la propia comunidad como sujeto
activo de transformación de sus realidades.
43
Con la prevención se busca fortalecer, por un lado, aquellas condiciones protectoras identificadas en
una comunidad y por otro, contrarrestar los efectos que tienen los determinantes sociales desfavo-
rables sobre la salud de grupos, familias y comunidades.
Las estrategias preventivas deben identificar aquellos condicionantes que moldean los estilos de
vida y producen crisis recurrentes asociadas a hábitos y conductas que predisponen la ocurrencia
de enfermedades mentales en las personas. Esto supone buscar estrategias y acciones colectivas
basadas en la intersectorialidad, que impacten en esos condicionantes del daño [97].
Con esta visión, se deben desarrollar estrategias de prevención desde los servicios locales, como las
dirigidas a la disminución del estigma o a la concientización de la población general en temas de
salud mental, entre otras. Estas estrategias deben ser pensadas y gestionadas con una lógica comu-
nitaria e intersectorial, impulsando el potencial de colaboración entre los equipos y la comunidad
misma, y basándose en las características específicas de las comunidades territorializadas, respe-
tando sus sentidas necesidades.
El Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025 [98] plantea que en la APS las actividades de salud
mental se organicen en 2 componentes: uno de acciones de promoción y prevención de la salud
mental y el otro componente de detección precoz, diagnóstico y atención integral, accesible, opor-
tuna y eficaz a los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores con trastornos
mentales. Enfatiza además el trabajo de detección precoz en poblaciones específicas, donde existen
riesgos también específicos.
Uno de los focos de esta detección precoz es la psicosis en jóvenes, ya que existe suficiente eviden-
cia que permite sustentar que durante el primer episodio de psicosis se producen cambios impor-
tantes a nivel neurobiológico y psicosocial, que determinan en forma sustancial el pronóstico futuro,
especialmente en lo que se refiere al grado de funcionamiento global y a los niveles de discapacidad
(“hipótesis del período crítico”). A su vez, hay evidencia que demuestra que un menor tiempo de
psicosis no tratada durante el primer episodio se asocia con un mejor pronóstico. Esto ha motivado
el desarrollo de intervenciones que permitan una detección lo más temprana posible desde el inicio
de los primeros síntomas de la psicosis. Los resultados obtenidos - todos en países desarrollados -
muestran una notable mejoría en el tiempo de psicosis no tratada, en la Recuperación y pronóstico
de la enfermedad, así como en la reducción de riesgos asociados (tales como el consumo de drogas
y el suicidio). Además, existe consenso sobre la importancia y el potencial que tiene desarrollar en
Atencion Primaria intervenciones orientadas a la detección temprana de las personas que cursan su
primer episodio de psicosis, con la finalidad de reducir la fase de psicosis no tratada. Estos antece-
dentes han permitido que la OMS haya recomendado que los países adopten políticas al respecto,
orientadas a la detección temprana de personas con episodios de psicosis [99].
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PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
El Informe de La Salud Mental en el Mundo OMS 2001 muestra ejemplos de efectividad en detección
precoz de personas con esquizofrenia y personas con consumo alcohol alto de riesgo. Además en-
fatiza la importancia de detectar tempranamente otras condiciones, tales como el retraso mental
(que en muchos casos puede ser prevenido eficazmente) y los trastornos del desarrollo, debido a la
gravedad que revisten y la pesada carga que impone a sus familias y Servicios de Salud, y recomien-
da además las intervenciones tempranas en los primeros cinco años de vida para acelerar el índice
de adquisición y desarrollo de nuevos comportamientos y aptitudes, potenciar el funcionamiento
independiente y minimizar el impacto de la deficiencia.
La OMS recomienda la capacitación a los equipos de Atencion primaria para desarrollar acciones de
detección precoz en Salud Mental y el trabajo activo para que la comunidad genere conciencia de la
importancia de esta, promoviendo así una activa colaboración entre ambas [91].
Se centra en la persona que presenta un problema o enfermedad mental y su contexto, para man-
tener o recuperar su capacidad de relacionarse con los otros, desarrollar un proyecto de vida y par-
ticipar de la vida en comunidad. La atención y el cuidado contemplan el trabajo con la persona,
su familia, red de apoyo y comunidad como parte fundamental del proceso de Recuperación. Esto
adquiere un profundo sentido terapéutico, en tanto la enfermedad mental afecta las condiciones
subjetivas para vivir con los otros, soportar los conflictos de la vida en común, desarrollarse y man-
tener habilidades para generar vínculos satisfactorios, lo primero que se pierde como consecuencia
de la enfermedad [100].
Las personas con necesidades de atención en salud mental, entre las que se incluye a aquellas con
consumo problemático de alcohol y otras drogas (muchas veces discriminadas), en múltiples oca-
siones carecen de oportunidades, siendo habituales en su vida, el aislamiento y la ausencia de redes
de apoyo social; lo que se agrava con el estigma y la discriminación.
Por otro lado, si estas personas cuentan con una adecuada red social, si las expectativas de los fa-
miliares y otras personas de su entorno respecto a su Recuperación son positivas y reales y si tienen
posibilidades de acceder a un rol productivo, mejorará su pronóstico.
En este sentido, la atención y el cuidado debe incorporar una perspectiva rehabilitadora en la línea
de la Recuperación6. Los profesionales y los servicios deben pasar de la perspectiva centrada en el
control de los síntomas y la conducta a una centrada en el desarrollo de un proyecto de vida, es decir,
orientada a propiciar un cambio en las relaciones de ese sujeto con su entorno y sus condiciones so-
ciales, adaptándose a las necesidades y tiempos de cada persona. Esto implica privilegiar la calidad
de vida, por sobre la completa remisión de los síntomas.
Para incorporar a la atención y el cuidado las consideraciones señaladas, es necesario contar con
servicios organizados en red “que faciliten la participación activa de la comunidad; la eliminación
de la estigmatización y la discriminación; la mejora de la legislación y de las actitudes públicas con
miras a eliminar barreras a la integración en la comunidad (…)” [94].
Esta realidad empuja al desarrollo de una amplia gama de servicios que prevengan la hospitaliza-
ción, con foco en la atención y cuidados ambulatorios, suficientes, focalizados e intensivos, de acuer-
do a las necesidades contingentes de cada persona.
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Usamos la palabra “Recuperación” para referirnos a un enfoque centrado en el desarrollo de un proyecto de vida, orientado a propiciar un
cambio en las relaciones del sujeto con su entorno y sus condiciones sociales, que se adapta a las necesidades y tiempos de cada persona,
denominado Recovery en idioma inglés. La escribimos con R mayúscula para evitar confundirla com la palabra “recuperación”: acción y
efecto de recuperar o recuperarse, cuyo significado solo cubre parcialmente las implicancias del término Recovery.
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Para lograr la Recuperación e inclusión sociocomunitaria para toda la población con necesidades
de atención en salud mental, independiente de su curso de vida, se requiere potenciar el trabajo
intersectorial.
La OPS define tres mecanismos que contribuyen a la continuidad del cuidado: a) compartir informa-
ción sobre una persona (coordinación de la información); b) coordinar el cuidado entre los distintos
niveles asistenciales (gestión integrada del cuidado); y c) regular el acceso a lo largo de la red de
servicios (regulación del acceso). Todo esto, en el marco de una adecuada aplicación de las conven-
ciones, tratados internacionales y legislación nacional en el ámbito de la salud mental.
En síntesis, la continuidad del cuidado se traduce en estrategias y acciones que optimicen la re-
solución de las necesidades de salud de las personas, familias y comunidades, en el marco de una
red donde estas cuenten con acompañamiento y seguridad en la atención, de manera continua y
oportuna. Esta continuidad implica una coherencia entre el modelo, el diseño de las atenciones, los
recursos y el tiempo asignado para el trabajo comunitario, de manera en que esto se valide (valori-
zación, programación y registro) de la misma forma que las prestaciones clínicas.
En los últimos decenios, se ha transitado desde una mirada que consideraba la prevención de la
discapacidad y la rehabilitación psicosocial como objetivos finales de una intervención adecuada en
salud mental; hacia otra que, influida por la perspectiva de derechos humanos y de apoyo al ejercicio
de estos, busca la Recuperación e inclusión sociocomunitaria como metas.
En nuestro país, desde el año 2010, la Ley N° 20.422 establece normas sobre igualdad de oportuni-
dades e inclusión social de personas con discapacidad, sea esta de cualquier origen, asegurando el
disfrute de sus derechos y eliminando cualquier forma de discriminación fundada en la discapacidad
[102].
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PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Para el cumplimiento de lo señalado, se deben dar a conocer masivamente a la comunidad los dere-
chos y principios de participación activa y necesaria en la sociedad de las personas con discapacidad,
fomentando la valoración de la diversidad humana, dándoles el reconocimiento de persona y ser
social necesario para el progreso y desarrollo del país.
En la aplicación de esta ley deberá darse cumplimiento a los principios de vida independiente, acce-
sibilidad universal, diseño universal, intersectorialidad, participación y diálogo social. Para todos los
efectos, se entenderá por:
a) Vida Independiente: estado que permite a una persona tomar decisiones, ejercer actos de ma-
nera autónoma y participar activamente en la comunidad, en ejercicio del derecho al libre desarrollo
de la personalidad.
b) Accesibilidad Universal: La condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, produc-
tos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos para ser comprensi-
bles, utilizables y practicables por todas las personas, en condiciones de seguridad y comodidad, de
la forma más autónoma y natural posible.
c) Diseño Universal: La actividad por la que se conciben o proyectan, desde el origen, entornos, pro-
cesos, bienes, productos, servicios, objetos, instrumentos, dispositivos o herramientas, de forma que
puedan ser utilizados por todas las personas o en su mayor extensión posible.
d) Intersectorialidad: el principio en virtud del cual las políticas, en cualquier ámbito de la gestión
pública, deben considerar como elementos transversales los derechos de las personas con discapa-
cidad.
e) Participación y Diálogo Social: Proceso en virtud del cual las personas con discapacidad, las
organizaciones que las representan y las que agrupan a sus familias, ejercen un rol activo en la ela-
boración, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas públicas que les conciernen.
El concepto de discapacidad se define “como un término genérico y relacional que incluye condicio-
nes de salud, limitaciones en la actividad y restricciones en la participación de una persona, lo que se
traduce como el resultado negativo de la interacción entre un individuo y sus factores contextuales,
incorporando de esta forma las variables propias de los contextos sociales, culturales, económicos,
espirituales, etc. (…)”[103]. Por otro lado, la deficiencia refiere a problemas en las funciones o es-
tructuras corporales, tales como una desviación significativa o una pérdida. Entendiendo el cuerpo
como un todo; el cerebro y sus funciones están incluidos dentro de las funciones corporales [104].
La persona con discapacidad es aquella que teniendo una o más deficiencias físicas, mentales, sea
por causa psíquica o intelectual, o sensoriales, de carácter temporal o permanente, al interactuar
con diversas barreras presentes en el entorno, ve impedida o restringida su participación plena y
efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás (artículo 5 Ley N° 20.422) [102].
Los factores ambientales se definen como el entorno físico, social y de actitudes en el que las per-
sonas viven y desarrollan sus vidas. De acuerdo con la CIF, estos factores cambian drásticamente
con las transiciones de las diversas fases, desde la lactancia hasta la adolescencia, asociados con los
cambios en su competencia e independencia. Además, estos factores ejercen un efecto en todos los
componentes del funcionamiento y la discapacidad, partiendo del entorno/contexto más inmediato
a la persona y llegando hasta el entorno general.
Los factores personales constituyen el trasfondo particular de la vida de una persona y de su estilo
de vida. Están compuestos por características del individuo que no forman parte de un estado o con-
dición de salud. Por ejemplo: género, edad, raza, estilos de enfrentar problemas, las experiencias de
vida, educación, hábitos, etc.
En este sentido, es preciso incorporar acciones que prevengan la discapacidad en la Atención Prima-
ria de Salud, a partir del primer contacto de las personas con problemas o enfermedad mental en la
red, introduciendo la rehabilitación y la Recuperación en todo el continuo de atención de las perso-
nas en la red de salud mental, sin restringir estas acciones únicamente a ciertos nodos de atención.
Diferentes organismos internacionales han establecido que la rehabilitación psicosocial debe ocu-
par un lugar primordial entre las prioridades de los sistemas públicos de salud y de servicios sociales.
La Rehabilitación Psicosocial no solo es adecuada para las personas que han estado vinculadas a
instituciones psiquiátricas por largo tiempo, sino también a personas que se encuentren vinculadas
a servicios de apoyo social y comunitario.
La rehabilitación de personas que viven en situación de discapacidad ya sea esta temporal o de larga
data, será entendida desde una lógica que incorpora los aspectos contextuales de la persona que ha
visto mermada tanto sus capacidades y habilidades de relacionarse con su entorno familiar y social
como también las posibilidades de ejercer sus derechos ciudadanos.
Las estrategias de rehabilitación psicosocial deben ser intersectoriales, abordando aquellos aspec-
tos del entorno, tales como, las barreras de acceso a trabajo, educación, vivienda, salud y otros dere-
chos que, de no ejercerse, generan inequidades que inciden en la calidad de vida de estas personas
y sus redes de apoyo. Estas estrategias deben estar centradas en la persona y en su contexto de
vida, durante el tiempo que sea necesario, comprendiendo una serie de intervenciones, servicios y
sistemas de apoyo social orientados hacia la Recuperación de cada persona, es decir, a la búsqueda
de la identidad dentro de la comunidad, siendo la rehabilitación un factor que contribuye a esa Re-
cuperación general.
En los últimos decenios, la atención de salud mental basada en el Modelo Comunitario se ha visto
beneficiada por la perspectiva de la Recuperación o “recovery”, que supone reconocer a la persona
con enfermedad mental como verdadera protagonista de su proceso terapéutico y de crecimiento
personal [106]. El recovery no es una terapia ni una intervención, sino un proceso personal, propio de
cada individuo, de vivir la vida con el mayor sentido y realización, a pesar de la enfermedad mental.
Generalmente, se tiende a asumir que la Recuperación, en relación con una enfermedad mental tie-
ne el mismo significado que la recuperación en otras condiciones médicas, siendo entendida como
“la ausencia de todos y cada uno de los síntomas y déficits”. Sin embargo, es importante comprender
que no todas las personas con una enfermedad mental grave alcanzan un grado tan completo de
recuperación en este sentido [107].
Lo señalado, implica reconocer otra forma de Recuperación en la cual las personas asumen un papel
activo en la búsqueda de cómo vivir con una enfermedad mental grave, análoga a la forma en que
las personas aprenden a vivir con otras enfermedades “crónicas”. Esta forma de “Recuperación” o
“recovery”, considera que no necesariamente las personas deben ser curadas completamente de sus
enfermedades para reclamar o acceder a una vida plena [107] [106].
Anthony (1993), entiende la Recuperación como “un proceso profundamente personal y único de
cambiar nuestras actitudes, valores, sentimientos, metas, habilidades y roles. Es una forma de vivir
una vida satisfactoria, esperanzadora y activa, incluso con las limitaciones causadas por la enferme-
dad. La Recuperación implica el desarrollo de un nuevo sentido y propósito en la vida a medida que
se crece más allá de los efectos catastróficos de la enfermedad mental” [108].
El recovery surge como un movimiento social de las personas usuarias de servicios de salud mental,
en torno a un conjunto de valores compartidos, propuestos como alternativa a la perspectiva actual,
cuya relevancia para los procesos terapéuticos depende tanto de la asunción de esos valores por
parte del mundo profesional y de los responsables de la política sanitaria, como del hecho de que a
posteriori se ha ido disponiendo de resultados empíricos que demuestran que los tratamientos más
eficaces son aquellos basados en los principios del recovery [109].
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El rol de los profesionales, en la línea del recovery, va en el sentido de apoyar, incentivar y facilitar
que los procesos de Recuperación que cada persona con enfermedad mental en condición de gra-
vedad y vulnerabilidad atraviese, respeten su voluntad, deseos, motivaciones e intereses para irse
proporcionando un nuevo sentido y propósito de vida. Diversos autores y políticas de países señalan
que estos procesos se pueden apoyar con las herramientas e intervenciones habituales de la sa-
lud mental comunitaria, intencionando la transformación de los servicios de salud mental hacia la
Recuperación. Esta transformación debe incluir todo el quehacer del servicio, tanto clínicos como
administrativos, así como las interacciones sociales informales con las personas consultantes.
El recovery hace referencia a que la persona haya podido reorganizar su vida a pesar de su enferme-
dad; pueda tener cierta independencia personal; cuente con una red social estable; mantenga ocu-
paciones o actividades que ocupen su tiempo de manera útil y valiosa; pueda intervenir en la toma
de decisiones que le afecten; y vivir en un marco social en el que se tiene en cuenta sus preferencias
personales.
50
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
A pesar de que hay muchos valores asociados a los servicios orientados hacia la Recuperación, exis-
ten al menos cuatro valores clave que sostienen el proceso de recovery [106]:
Es muy importante que los valores clave estén integrados en cada nivel del servicio y que los proce-
sos de rehabilitación psicosocial y de salud mental se alineen con el proyecto vital a largo plazo de
la persona. Requiere la formalización de espacios para la participación significativa de la persona en
el desarrollo del servicio y hace necesario que cada profesional lleve a cabo una reflexión personal
acerca de su relación con la persona en atención.
La promoción del bienestar mediante el autocuidado y la intervención temprana tanto mental como
física, es un componente importante de la atención orientada a la Recuperación, y requiere que las
personas se impliquen en todos los aspectos y fases del proceso de la atención [107].
Esta se entiende, por un lado, como el resultado de las capacidades de las personas para su inclusión
comunitaria y social, y por otro, de las capacidades de las estructuras comunitarias e institucionales
para incluir a las personas en un sistema de actuación.
Las estrategias de inclusión sociocomunitaria se centran en las personas, por un lado, y en los sis-
temas de actuación por otros. Las primeras tienen el propósito de fortalecer las capacidades de las
personas para la inclusión comunitaria y la inclusión social, mientras las últimas buscan fortalecer
las capacidades de los sistemas de actuación comunitarios e institucionales para la inclusión de las
personas.
Entre las dimensiones personales que influyen en la inclusión comunitaria están: la salud física y
mental; la autoestima e identidad; las habilidades relacionales, los valores, actitudes, creencias, opi-
niones, sentimientos de pertenencia, apego, estilos de afrontamiento de la salud, rutinas de activi-
dades de la vida diaria, estrategias de resolución de problemas, capacidad de resiliencia, entre otras.
Por otra parte, los sistemas comunitarios deben tener la capacidad para la inclusión de las perso-
nas. Algunos puntos de anclaje comunitarios para el logro de la inclusión sociocomunitaria son: las
familias y otras redes de apoyo; las comunidades territoriales como el pasaje, vecindario, comuna,
ciudad, entre otros; las comunidades de interés, como los grupos de pares, pandillas, tribus urbanas,
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1. Vínculo con los demás y las cosas en un campo espacio temporal concreto, histórico, situado,
de lugares, contextos y situaciones.
2. Pertenencia, identidad, protección, seguridad, afecto, valoración, reconocimiento, apoyo,
compenetración personal.
3. Esquemas intencionales fijadores de sentido de sus actuaciones.
4. Sistemas de posibilidades para sus procesos de personalización y autoconfiguración.
5. Un campo concreto de rutinas, de usos y costumbres, saberes y valores.
6. Un campo práctico de convivencia con los demás, donde se vivencia y experimenta lo común
y donde se participa en una comunidad.
7. Diversidad.
La capacidad de las personas para su inclusión institucional es lo que llamamos ejercicio de ciu-
dadanía, que se define a partir de la capacidad de las personas para hacer uso de sus derechos en
los distintos ámbitos de su existencia social conectándose con la oferta institucional. Es decir, en la
medida en que la persona puede cumplir con sus roles ciudadanos.
Por su parte, también se encuentra la capacidad de las instituciones para la inclusión de las personas,
esto se expresa en: políticas públicas inclusivas que consideren el ejercicio de ciudadanía y un enfo-
que de derechos, con gestión inclusiva de la diversidad, con articulación institucional-comunitaria,
con enfoque participativo, territorial, de género y de derechos humanos [110].
5.7 Distinciones para el tránsito de las personas en la red: gravedad, complejidad y vulnerabi-
lidad
Con el objetivo de lograr la óptima Recuperación de las personas, es necesario hacer buen uso de
los recursos tecnológicos presentes en los distintos niveles de atención. Para esto, se requiere lograr
el tránsito eficiente de las personas con problemas o enfermedad mental por la red, en base a los
principios de continuidad de cuidados. Este desafío hace imprescindible establecer distinciones que
ordenen este tránsito, considerando las dimensiones de gravedad, complejidad y vulnerabilidad que
operan en salud mental.
La gravedad es esencialmente dinámica y alude a la condición clínica de la persona, así como al cur-
so de esta. Los diagnósticos son categorías más estáticas y pueden permanecer asociadas a una per-
sona por periodos prolongados, durante los cuales podría presentar distintos niveles de gravedad.
52
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
La gravedad se relaciona con la intensidad del cuadro clínico, por lo que los elementos centrales
para operativizarla son el riesgo vital para sí mismo y para otros, y la discapacidad asociada a la
enfermedad. Su uso permite determinar la urgencia e intensidad de las intervenciones terapéuticas
disponibles, así como priorizar aquellas personas en la que deben definirse líneas precoces e inte-
grales de abordaje.
Por otra parte, el concepto de gravedad, o de persona grave no debe confundirse con el de persona
en situación de complejidad. La complejidad en salud mental abarca un espectro amplio de con-
diciones del entorno que tienen efectos negativos en la salud mental y en la calidad de vida de la
persona, las que deben ser intervenidas integral y oportunamente.
Es fundamental establecer que cualquiera sea la intervención necesaria, debe pensarse como un
hito en el proceso, un momento de la vida de una persona que debe tener lugar donde es más per-
tinente efectuar dicha intervención. La definición del espacio de atención debe hacerse dentro de
un contexto situacional temporal, estableciendo el lugar de atención como un espacio de tránsito
en la Recuperación. De esta forma, es importante señalar que una persona que presenta una enfer-
medad mental cuya condición se encuentra estabilizada y ha logrado un grado importante de inclu-
sión sociocomunitaria, no requerirá, necesariamente, ser atendida en un nodo de atención de mayor
densidad técnológica, sino que, beneficiándose de una menor carga de estigma, podrá ser atendida
en su Centro de APS de referencia, lo que podría permitir una base con mayor acceso para realizar
acciones comunitarias en su entorno de vida, interviniendo sobre los factores de complejidad y fa-
voreciendo su inclusión sociocomunitaria.
Por su parte, la vulnerabilidad es definida por Fuentes [111] como la posibilidad de que las personas
desarrollen una enfermedad como resultado de un conjunto de aspectos individuales, colectivos
y contextuales que acarrean mayor susceptibilidad a dicha enfermedad, junto con mayor o me-
nor disponibilidad de recursos para protegerse; siendo esta vulnerabilidad situacional, variable y
multidimensional. Incorpora tanto elementos individuales como los relacionados a la interacción
con las características del contexto social, situaciones o condiciones sociales adversas; además de
los recursos de los propios sujetos, grupos y comunidades para afrontarlos. Esta mirada enfatiza el
modelo de atención que sostiene que la superación de la enfermedad debe realizarse dentro de la
comunidad de la que el sujeto es parte, permitiendo dejar atrás la categoría estigmatizadora de
“enfermo” que usualmente acompaña de por vida a las personas con enfermedades mentales [112].
A su vez, tradicionalmente, el sistema se ha organizado con una estructura jerárquica, definida por
niveles de “complejidades” crecientes, y con relaciones de orden y grados de importancia entre los
diferentes niveles. Esto tiene su origen en un concepto de complejidad distinto, hoy cuestionado,
que establecía que la Atención Primaria de Salud es menos compleja que otros niveles. De esta
forma, se subdimensiona el rol de la Atención Primaria de Salud y se sobrevaloran las prácticas que
exigen mayor densidad tecnológica y que son ejercidas en los niveles de especialidad y atención
cerrada[114]. Lo señalado, ha llevado a la fragmentación en la atención de las personas, perdiendo
la integralidad y perpetuando barreras de acceso.
Con el fin de avanzar en la superación de esta fragmentación de los servicios, surgió el concepto de
Redes Integradas de Servicios de Salud (RISS) y Redes de Atención en Salud (RASs), con el propósito
de contribuir al desarrollo de sistemas de salud basados en la APS y a servicios más accesibles, equi-
tativos, eficientes, de mejor calidad técnica y que satisfagan mejor las expectativas de las personas.
Estas redes son definidas como organizaciones que agrupan un conjunto de servicios de atención en
salud, vinculados entre sí por una misión única, por objetivos comunes y por una acción cooperativa
e interdependiente, que permiten ofertar una atención continua e integral a determinada población,
coordinada por la Atención Primaria de Salud - proporcionada en el momento oportuno, en el lugar
apropiado, al costo adecuado, con la calidad necesaria, de forma humanizada y con equidad - con
responsabilidad sanitaria y económica, generando valor para la población [114].
En estas redes poliárquicas, cada punto o nodo de atención está conectado a varios otros, lo que per-
mite recorrer caminos diferentes entre los nodos. La Atención Primaria cumple una función prepon-
derante, en tanto debe atender y resolver más del 85% de las necesidades de salud de las personas
[114]. Es en este lugar donde se da la mayor parte de las atenciones y cuidados, y donde se ofertan,
preferentemente, tecnologías de alta complejidad, como aquellas que apuntan a incidir en los cam-
bios de comportamiento y modos de vida de las comunidades, en relación a la salud.
54
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Desde esta perspectiva, en la red general de salud distinguimos nodos y puntos de atención. Los
nodos son establecimientos de salud que, junto con proveer servicios, tienen una función interco-
municadora y articuladora en la red para la definición del tránsito de las personas, de acuerdo a sus
necesidades. Los puntos de atención son dispositivos, unidades, o dependencia donde funciona un
programa, en las cuales se proveen servicios de salud mental articulados con los nodos. En un nodo,
pueden existir distintos puntos de atención.
En la Red Temática de Salud Mental, los Centros de Atención Primaria son nodos en los cuales la
salud mental se encuentra transversalizada; como también lo son los Centros de Salud Mental Co-
munitaria, en tanto estos nodos se articulan con distintos puntos de atención de especialidad: el
Hospital de Día, la Unidad de Hospitalización de Cuidados Intensivos en Psiquiatría (UHCIP) y la Uni-
dad de Psiquiatría de Enlace del Hospital General, entre otros.
Este Modelo de Gestión usará las categorias de atención “abierta” y “cerrada”, en donde se agrupan
los distintos nodos y puntos de atención que operan con diferentes densidades tecnológicas, a fin
de romper con la lógica escalonada de niveles, tendiente a la jerarquización y a la fragmentación de
la red. En esta línea, las categorías de atención “abierta” y “cerrada” expresan de mejor forma una
lógica de atención integrada, complementaria, y cuyas diferencias están puestas en las distintas
densidades tecnológicas con que cuentan los diferentes nodos y puntos de atención, en relación a
los problemas de salud que abordan.
Las Redes de Atención en Salud se sustentan en tres elementos constitutivos fundamentales: una
población, un modelo de atención de salud y una estructura operacional [114].
En salud mental se requiere readecuar la oferta de servicios, a través del Modelo de Gestión de la
Red Temática de Salud Mental integrada a la Red de Salud General, basado en principios y acciones
de los dos modelos coexistentes: el Modelo de Atención Integral de Salud Familiar y Comunitaria, y
el Modelo Comunitario de Atención en Salud Mental.
C. Estructura operacional de las redes. Esta estructura se constituye por los nodos de las redes y
por las conexiones materiales e inmateriales que comunican esos diferentes nodos.
55
La estructura operacional de las Redes de Atención en Salud está compuesta por cinco compo-
nentes:
1. El centro de comunicación, la APS;
2. Los puntos de atención de salud abierta y cerrada de especialidad.
3. Los sistemas de apoyo (sistema de apoyo diagnóstico y terapéutico, sistema de asistencia
farmacéutica y sistema de información en salud);
4. Los sistemas logísticos (tarjeta de identificación de las personas usuarias, historia clínica,
sistemas regulados de acceso a la atención y sistemas de transporte en salud);
5. El sistema de gobernanza.
D. Estructura Operacional de la Red Temática de Salud Mental. En la Red Temática de Salud Men-
tal, la APS constituiría el nodo por excelencia, como puerta de entrada y centro de comunicación y
de articulación de la red, definiendo los flujos y contraflujos de esta. En este papel, debe vincularse
activamente con el Centro de Salud Mental Comunitaria, el que desempeña el rol de nodo articula-
dor de los puntos de atención de especialidad en salud mental.
De acuerdo con los principios que sustentan el desarrollo de la Red Temática de Salud Mental, an-
clada en los Modelos de Salud Familiar y Comunitario y el Modelo de Salud Mental Comunitaria, se
privilegia la atención ambulatoria de especialidad fuera de los hospitales.
Los puntos de atención abierta y cerrada se diferencian por sus respectivas densidades tecnológi-
cas8, siendo estos últimos puntos de atención más densos tecnológicamente que los de atención
abierta. No hay entre ellos relaciones de subordinación, ya que todos son igualmente importantes
para alcanzar los objetivos en la atención de necesidades de la población.
Los sistemas de apoyo incluyen: sistema de apoyo diagnóstico y terapéutico, el sistema farmacéu-
tico y sistema de información en salud. Deben estar integrados como componentes transversales
de todas las redes temáticas, y no de forma aislada en la atención abierta o cerrada. Estos sistemas
deben conjugarse dialécticamente, con estándares de calidad y asegurando el acceso a estos, de
acuerdo con sus densidades tecnológicas y con la disponibilidad de recursos para operarlo.
Los sistemas logísticos, anclados en las tecnologías de información, garantizan una organización
racional de los flujos y contraflujos de informaciones, productos y personas en el modelo, permi-
tiendo un sistema eficaz de referencia y contrarreferencia de las personas e intercambios eficientes
de productos e informaciones en todos los centros de atención de salud y sistemas de apoyo en esas
redes. Estos lo constituyen, por ejemplo, las tarjetas de identificación de las personas usuarias; la
historia clínica; los sistemas regulados de acceso a la atención y los sistemas de transporte en salud.
Por su parte, el sistema de gobernanza tiene dos acepciones. Por un lado, es el ordenamiento or-
ganizativo uni o pluri-institucional que permite la gestión de todos los componentes de la red y
tiene como dimensiones fundamentales el diseño institucional, el sistema de gestión y el sistema
de financiamiento. Por otro lado, se refiere a una relación de interdependencia entre gobierno y
sociedad civil, como un proceso que ocurre a partir de la interlocución entre grupos y sectores so-
ciales; y de estos con los políticos y el gobierno, apuntando a avanzar hacia una mayor interlocución
de los grupos marginados de la deliberación pública, una mayor simetría y racionalidad dialógica,
argumentativa y técnica [114].
8
La densidad tecnológica guarda relación con las herramientas y recursos con que cuenta cada nivel de atención en salud y sus respecti-
vos nodos para dar respuesta de calidad a las necesidades de atención de las personas, familias y comunidades. Esta definición comprende
la tecnología sanitaria compuesta por el equipamiento, los medicamentos, los sistemas organizativos y de apoyo, como también las
competencias y habilidades del recurso humano que las utiliza. De esta forma, la densidad tecnológica es, en definitiva, la aplicación del
conocimiento organizado y sus destrezas, en la forma de medicamentos, dispositivos médicos, vacunas, aplicación de test, procedimien-
tos y sistemas desarrollados para resolver un problema sanitario y mejorar la calidad de vida las personas, familias y comunidades [114].
La densidad tecnológica en salud mental incorpora todos los aspectos psicológicos, sociales y comunitarios que sustentan la atención y
cuidados integrales en contexto del modelo comunitario.
57
La experiencia acumulada en los últimos años estima que se requieren 14 atributos esenciales para
el adecuado funcionamiento de una RISS (agrupados en 4 ámbitos de abordaje) [115] [116]:
MODELO ASISTENCIAL
Población y territorio a cargo definidos y amplio conocimiento de sus necesidades y preferencias
1
en cuestiones de salud que determinan la oferta de servicios de salud.
Una extensa red de establecimientos de salud que prestan servicios de promoción, prevención,
diagnóstico, tratamiento, gestión de enfermedades, rehabilitación y cuidados paliativos, y que
2
integra los programas focalizados en enfermedades, riesgos y poblaciones específicas, los
servicios de salud personales y los servicios de salud pública.
Un primer nivel de atención multidisciplinario que cubre a toda la población y sirve como puerta
3 de entrada al sistema, que integra y coordina la atención de salud, además de satisfacer la mayor
parte de las necesidades de salud de la población.
Prestación de servicios especializados en el lugar más apropiado, que se ofrecen de preferencia en
4
entornos extra hospitalarios.
Existencia de mecanismos de coordinación asistencial a lo largo de todo el continuo de los
5
servicios de salud.
Atención de salud centrada en la persona, la familia y la comunidad, teniendo en cuenta las
6
particularidades culturales y de género, y los niveles de diversidad de la población.
GOBERNANZA Y ESTRATEGIAS
7 Un sistema de gobernanza único para toda la red.
8 Participación social amplia.
9 Acción intersectorial y abordaje de los determinantes de la salud y equidad en salud.
ORGANIZACIÓN Y GESTIÓN
10 Gestión integrada de los sistemas de apoyo clínico, administrativo y logístico.
11 Recursos humanos suficientes, competentes, comprometidos y valorados por la red.
Sistema de información integrado que vincula a todos los miembros de la red con desglose de los
12
datos por sexo, edad, lugar de residencia, origen étnico y otras variables pertinentes.
13 Gestión basada en resultados.
ASIGNACIÓN E INCENTIVOS
14 Financiamiento adecuado e incentivos financieros alineados con las metas de la red.
59
Si bien el modelo de las RISS plantea 14 atributos esenciales, este Modelo de Gestión desarrolla con
mayor detalle el ámbito de Gobernanza por estar directamente relacionado con algunos principios
esenciales del Modelo de Atención, el que apunta a avanzar hacia una mayor inclusión en la inter-
locución de los grupos marginados de la deliberación pública y a promover el apoyo al ejercicio de
derechos.
Dentro de los ámbitos de abordaje de las RISS se encuentra el de Gobernanza y Estrategias, en el que
se plantean 3 atributos esenciales:
Un sistema de gobernanza9 único para toda la red. Las responsabilidades incluyen formular los
fines de la organización; coodinar a las diferentes entidades que componen la red; asegurar que la
visión, misión, objetivos y estrategias sean consistentes a través de toda la red; asegurar que la red
alcance un nivel de desempeño óptimo a través del monitoreo y evaluación de los resultados y los
procesos de la red; normalizar las funciones clínicas y administrativas de la red; asegurar una finan-
ciación adecuada para la red; y asumir la efectividad del propio desempeño.
Por otra parte, el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas define una óptima gobernanza, a
partir de la presencia de algunos criterios, tales como:
• La participación: todos los ciudadanos tienen voz en el proceso decisorio, ya sea directamente
o indirectamente a través de instituciones que representan sus intereses;
• La transparencia: la transparencia debe ser garantizada por el libre flujo de las informaciones;
• La responsividad: las instituciones y sus procesos deben servir a todos los ciudadanos;
• La orientación para el consenso: la gobernanza busca mediar los diferentes intereses para la
construcción de consensos;
• La equidad: todos los ciudadanos tienen iguales oportunidades de buscar o mantener su bien-
estar;
• La efectividad y la eficiencia: las instituciones y sus procesos producen resultados que atien-
den a las necesidades de los ciudadanos, haciendo mejor uso de los recursos.
• La visión estratégica: los liderazgos deben tener una perspectiva de largo plazo en la gober-
nanza y en el desarrollo humano.
9
Sistemas de gobernanza: Descrito y desarrollado en el punto 7.3 Sistema de Gobernanza y Participación Social para la gestión de la Red
Temática de Salud Mental.
60
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Para reforzar un liderazgo y una gobernanza eficaces en el ámbito de la salud mental se debe consi-
derar que la planificación, organización y financiación de los sistemas de salud es una tarea comple-
ja que requiere la participación de múltiples partes interesadas y de diferentes niveles administrati-
vos. Como protectores máximos de la salud mental de la población, los gobiernos son los principales
responsables de poner en marcha arreglos institucionales, jurídicos, financieros y de servicios apro-
piados para garantizar que se atiendan todas las necesidades y se fomente la salud mental de la
totalidad de la población. La gobernanza no trata únicamente del gobierno, sino que se extiende a
sus relaciones con las organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.
La existencia de una sociedad civil fuerte y, en particular, de organizaciones tanto de personas con
enfermedades mentales y discapacidades psicosociales como de sus familiares y cuidadores, puede
ayudar a formular leyes, políticas y a crear servicios de salud mental más eficaces, con mayor ren-
dición de cuentas y en consonancia con los instrumentos internacionales y regionales de derechos
humanos [117].
Participación social amplia. Las RISS desarrollan las capacidades de las comunidades para con-
vertirse en socios activos en la gobernanza y evaluación del desempeño de la red. La participación
social puede tener distintos niveles de expresión: intercambio de información, consulta, involucra-
miento, colaboración y empoderamiento.
Con respecto a la participación, esta se puede entender como la capacidad de distintos actores so-
ciales de organizarse, movilizar recursos y desarrollar acciones con el fin de incidir en las decisiones
que les afectan. Esta puede ser un proceso individual o colectivo e involucrar al conjunto de la ciu-
dadanía o a grupos organizados de la comunidad.
La participación social es un mecanismo para el ejercicio de los derechos de las personas y comu-
nidades, y para la incorporación de sus opiniones en la Gestión de Salud. La posibilidad de partici-
pación social es, en sí misma, un determinante social de la salud. Esta participación debe transitar
desde un modelo paternalista que asegura la información y acceso a la oferta de servicios a uno
consultivo, que recoge y considera las demandas, expectativas y propuestas de las personas y sus
organizaciones. Además, debe ofrecer espacios deliberativos y de incidencia en la toma de decisio-
nes en materias que afectan directamente a las personas y comunidades.
61
El concepto de participación ciudadana en salud tiene una dualidad complementaria ya que, por un
lado, es un derecho intrínseco de toda persona que habite en nuestro país y a su vez, se constituye
en una estrategia de trabajo comunitario.
La Participación Social en salud, es una estrategia que habilita a las personas para decidir a nivel
individual, familiar, grupal y comunitario, sobre las temáticas sociosanitarias que les afectan en sus
territorios.
• El ejercicio de derechos.
• El control social sobre la gestión pública.
• La definición de metas.
• La priorización de la inversión y el uso de los recursos públicos.
62
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Los ejes estratégicos del sector salud para la Política Nacional de Participación son:
Macrogestión: identificada con el rol rector de la autoridad sanitaria que determina las políticas de
salud, armoniza los mecanismos, fuentes y agentes involucrados en la financiación y en la regulación
de todos los aspectos relacionados a la salud.
7. Calidad en la red
La gestión de calidad en salud se define como un conjunto de acciones sistematizadas y continuadas
destinadas a prevenir y/o resolver oportunamente, problemas o situaciones que impidan otorgar el
mayor beneficio posible o que incrementen riesgos en las personas usuarias, poniendo énfasis en
la evaluación, monitoreo, diseño, desarrollo y cambio organizacional, como herramientas puestas a
disposición de los equipos de salud para el mejor cumplimiento de su misión y objetivos.
El año 2002, el Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud incorpora la mejora continua
como una herramienta primordial para el desarrollo de la Salud Mental Comunitaria, para contribuir
a mejorar los estándares de atención y de gestión de los equipos de salud mental, desplegados en
la red de servicios a lo largo del país. Entre los años 2002 y 2005 se construyeron y aplicaron instru-
mentos de evaluación en las diversas unidades y establecimientos de la red de salud mental, lo que
permitió avanzar en los siguientes puntos [122]:
• Identificación de nudos críticos en los procesos de atención.
• Reconocimiento de las buenas prácticas.
• Incorporación y valoración del concepto de calidad y de los procesos de auto evaluación y
evaluación de la atención de las personas usuarias en salud mental.
• Capacidad de respuesta planificada para mejorar el proceso deficitario detectado.
• Reconocimiento de la necesidad de ejecutar planes de mejora continua de la calidad.
• Avances significativos en nodos y/o puntos de atención evaluados, entre un período y otro de
evaluación.
• Intercambio de prácticas que valoran los aprendizajes entre pares y su replicabilidad posterior
por el evaluador en su práctica habitual.
• Capacitación en calidad.
• Reconocimiento y valoración de los equipos involucrados en el proceso.
64
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Históricamente, las personas con necesidades de atención en salud mental han experimentado una
baja calidad en los servicios que se le han otorgado, como también violaciones a sus derechos huma-
nos. Los servicios de salud mental no han logrado integrar los tratamientos y prácticas basados en la
evidencia, obteniendo resultados pobres en cuanto a la Recuperación e inclusión sociocomunitaria.
El tratamiento ofrecido busca con frecuencia mantener a estas personas “bajo control”, en lugar de
potenciar su autonomía y mejorar su calidad de vida. Tampoco se les pide la opinión respecto a sus
planes de atención o de Recuperación lo que, en muchos casos, significa que acaban recibiendo tra-
tamiento en contra de su voluntad [124].
Toda persona que lo precise debería tener acceso a los servicios básicos de salud mental. Este prin-
cipio clave, identificado por la Organización Mundial de la Salud, requiere que los servicios de salud
mental sean asequibles, equitativos, accesibles geográficamente, de una calidad adecuada y que
estén debidamente disponibles.
Según la OMS, una buena calidad implica que los servicios de salud mental deben:
Los servicios de salud mental deberían monitorizarse, de manera que se pueda evaluar la calidad de
los cuidados. Este seguimiento puede hacerse de las siguientes maneras:
Lo anterior, impone el desafío de implantar una gestión que priorice el acceso oportuno al sistema
con la participación activa y comprometida de la ciudadanía (gobernanza), para asegurar la continui-
dad en la atención y el cuidado por parte de equipos transdisciplinarios que realizan su quehacer con
un enfoque integrado de red y no en parcelas segmentadas y aisladas. Estos elementos resguardan
una atención fluida en la red, personalizada e integral, con calidad humana, altas competencias téc-
nicas y capacidad resolutiva efectiva, eficiente y eficaz.
Todos los establecimientos del país cuentan con el Programa de Salud Mental en APS, constituyendo
una red con una alta territorialidad y representatividad.
Los datos disponibles el año 2015 registran el número de personas bajo control por trastornos men-
tales10, los que se muestran en la siguiente tabla de cobertura de tratamiento (Fuente: REM P06,
2015):
En los años precedentes, solo se contaba con la información de población bajo control por trastornos específicos sin considerar la co-
10
morbilidad.
66
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Población 12.424.559
Población potencial (prevalencia 22%) 2.733.403
Población general mayor de 5 años Población bajo control > 5 años 525.910
Cobertura (de la prevalencia) 19,24%
Cobertura (de la población) 4,23%
Elaboración: División de Atención Primaria, MINSAL, 2015. Fuente: DEIS, MINSAL, 2016.
Desde la perspectiva de las brechas en salud mental y considerando la cobertura de las enferme-
dades mentales en la Atención Primaria, es importante abordar aspectos poco desarrollados, como
la calidad de los tratamientos de salud mental en la APS y considerar que existen brechas entre
distintos grupos etarios y problemas específicos de salud mental que son importantes de disminuir.
Con relación a las actividades de prevención, estas todavía están siendo realizadas principalmente
por psicólogos y trabajadores sociales, por lo que aún se requiere avanzar en la incorporación de
todo el equipo de salud en estas actividades.
En relación a los Grupos de Autoayuda o de pares que se reúnen como una instancia de apoyo mutuo
vinculados a temáticas de salud mental, un 66% de los CESFAM y CESCOF del país no desarrollan
actividades colaborativas con ningún grupo de autoayuda. Actualmente, solo existe actividad con
grupos de autoayuda en 291 establecimientos de APS.
Respecto a Capacitación, el año 2016 solo fueron capacitados 4.480 de los 66.753 funcionarios de la
APS, lo que representa un 6.7%. Un 7% de las personas capacitadas fueron médicos de la APS. Estas
capacitaciones fueron de carácter presencial o virtual, mediante el mhGAP, DIR Senda-Minsal o cáp-
sulas disponibles en la U Virtual del Minsal.
En lo que refiere a Consultorías en Salud Mental, el año 2015 se efectuaron 8.344 de carácter pre-
sencial y a distancia, abordando la situación de 22.005 personas. El año 2016, se realizaron 8.709
consultorías, alcanzando 23.856 personas, lo que representó un aumento del 4%. Estas se desarro-
llaron en 297 de las 345 comunas del país, representando un 86%. A partir de este mismo año se
cuenta con las “Orientaciones Técnicas: Consultorías en Salud Mental” [127], documento con el que
se espera mejorar la capacidad resolutiva, optimizar la calidad de la atención y fortalecer la conti-
nuidad de cuidado.
A finales del año 2016, existen 151 equipos de especialidad ambulatoria de Salud Mental en el país,
distribuidos en:
• 96 Centros Comunitarios de Salud Mental
• 55 equipos en Centros Adosados de Especialidades (CAE), Centros de Diagnóstico y Tratamien-
to (CDT), Centros de Referencia de Salud (CRS) o Servicios de Psiquiatría.
67
Existe una distribución poblacional sumamente heterogénea en el país, existiendo Servicios que tie-
nen una tasa de Equipos de Especialidad Ambulatoria de Salud Mental x 100.000 beneficiarios de
casi 3 equipos, hasta otros que poseen menos de un tercio de un equipo por los mismos beneficia-
rios. También, algunos Servicios solo cuentan con un equipo para abordar toda la red, mientras otros
poseen equipos territorializados y con una población asignada que permite un abordaje conforme
al Modelo Comunitario. Las mayores brechas se presentan en los Servicios Viña del Mar-Quillota,
Maule y Metropolitano Suroriente.
De los 96 Centros Comunitarios de Salud Mental que existen en el país al año 2016, el 45% tiene
dependencia municipal (43 Centros), el 53% tiene dependencia de Servicio de Salud (51 Centros)
y el 2% pertenece a privados (2 Centros). Esto conlleva roles y funcionamiento heterogéneos, con
diversidad de medios de financiamiento y condiciones contractuales de los equipos, impactando
directamente en el tipo de atención que reciben los usuarios. Es importante señalar que de los 43
Centros Comunitarios de Salud Mental que tienen dependencia municipal, 40 se encuentran en la
Región Metropolitana.
Estos Centros son punto de atención de la Red Temática de Salud Mental, que realizan una inter-
vención ambulatoria integral a personas con demencia leve y moderada. Su dependencia técnica y
administrativa es de los Servicios de Salud, los Centros Comunitarios de Salud Mental o Equipos de
Especialidad Ambulatoria Hospitalarios.
A finales del año 2016, existen en la Red un total de 56 Hospitales de Día, 47 para población adulta
y 9 para población infanto adolescente. Estos 56 puntos de atención implican un total de 926 plazas
de Hospital de Día de Salud Mental, compuesta por 783 plazas de Hospital de Día adulto y 143 plazas
de Hospital de Día infanto adolescente.
Existen 2 Servicios de Salud que no poseen Hospital de Día adulto (Metropolitano Norte y Metropo-
litano Occidente) y solo 9 Servicios de Salud que cuentan con Hospital de Día infanto adolescente.
En el caso particular de los Hospitales de Día para Población infanto adolescente, se observa que el
desarrollo de estos puntos de atención ha sido más lento que lo deseado, no teniendo aún oferta en
68
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
todos los Servicios de Salud. Sin embargo, es una necesidad en la red implementar más Hospitales
de Día infanto adolescentes, debido a los indicadores epidemiológicos que dan cuenta de un aumen-
to en las enfermedades mentales de este grupo en particular, que requieren de atención ambulatoria
e intensiva de especialidad en estos puntos de atención.
A finales del año 2016, existen en la Red 1.128 camas en 50 Unidades de Hospitalización de Cuidados
Intensivos en Psiquiatría (UHCIP), desagregadas en 943 camas en UHCIP adulto y 185 camas en UH-
CIP infanto adolescente. La distribución de camas del Servicio de Salud Metropolitano Norte supera
ampliamente al resto de Servicios de Salud del país (269 camas adultas y 47 camas infanto adoles-
cente), porque dicho Servicio de Salud concentra el mayor número de camas del país en el Instituto
Psiquiátrico Horwitz (uno de los cuatro Hospitales Psiquiátricos que aún funcionan en el país).
Solo el Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota no posee UHCIP adulto y 14 Servicios de Salud no
cuentan con UHCIP infanto adolescente (solo 15 de los 29 Servicios de Salud poseen esta oferta).
Respecto a la oferta específica para la población adulta, existen 30 de las 943 camas que no están
funcionando, debido a la falta de recursos humanos para hacerlo.
Respecto a la oferta para población infanto adolescente, existen 12 de las 185 camas que no están
en funcionamiento, debido a la falta recursos humanos.
La distribución de estas camas también es desigual en el país, no solo porque no todas las regiones
cuentan con UHCIP, sino también porque el 42% de la oferta de camas de UHCIP para población in-
fanto adolescente del país se encuentra en la Región Metropolitana (77 camas) y el 21% de la oferta
de camas de UHCIP para población infanto adolescente del país se encuentra al interior de Hospi-
tales Psiquiátricos (38 camas). Además, existe una gran variabilidad del número de camas de cada
unidad, con un promedio nacional de 8 camas de UHCIP para población infanto adolescente en Hos-
pitales Generales, pero con unidades que tienen desde 4 camas, hasta otras que tienen 19 camas.
69
Con la entrada en vigencia de la Ley 20.084 sobre Responsabilidad Penal Adolescente en el año
2007, surge la necesidad de dar respuesta a las obligaciones que emanan de ella, en relación a los
requerimientos de atención de salud de la población adolescente sancionada por esta ley, tanto para
quienes se encuentren en medio libre, como para aquellos con internación provisoria y/o condenas a
cumplir en centros penitenciarios cerrados.
Particularmente para este último grupo, el Ministerio de Salud, en colaboración con Servicio Na-
cional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA) y el Servicio
Nacional de Menores (SENAME), proyectaron desde ese año, la instalación de 5 unidades de hos-
pitalización en medio privativo de libertad, de referencia nacional, las que se ubicarían en Iquique,
Limache, Coronel, Valdivia y Til-Til.
Al año 2017 esas 5 unidades se encuentran operativas, con el siguiente número de camas:
D. Hospitales Psiquiátricos.
Aún existen los 4 Hospitales Psiquiátricos que existían en 1990, aunque su estructura se ha mo-
dificado, reduciéndose significativamente el número de camas de larga estadía, presentando hoy
la siguiente oferta de camas de mediana y larga estadía: Hospital del Salvador (Servicio de Salud
Valparaíso – San Antonio), Mediana Estadía con 20 camas; Hospital Philippe Pinel (Servicio de Salud
Aconcagua), Mediana Estadía con 110 camas y Larga Estadía con 109 camas; Instituto Psiquiátrico
Horwitz (Servicio de Salud Metropolitano Norte), Larga Estadía con 206 camas (que incluye 146 ca-
mas en Clínica Gaete); Hospital El Peral (Servicio de Salud Metropolitano Sur), 68 camas de Mediana
Estadía y 57 camas de Larga Estadía.
La creación de las Unidades de Mediana Estadía es una estrategia, inicialmente implementada desde
el año 2000 en el Hospital Psiquiátrico El Peral, para entregar tratamiento intensivo y rehabilitación
a personas institucionalizadas con condiciones clínicas de alta complejidad y refractariedad a tra-
tamiento asociada a conductas de alto riesgo, de modo de posibilitar su egreso a la comunidad, con
sus familias o en puntos de atención residenciales. Posteriormente, dicha oferta se abrió a personas
no institucionalizadas. Luego se sumaron a esta estrategia el Hospital Del Salvador y el Hospital
Philippe Pinel. Este último amplió, el año 2014, el número de sus camas definidas como de Media-
na Estadía (de 30 a 110 camas) como una modificación esencialmente administrativa. El Instituto
Horwitz no ha desarrollado estas unidades.
Al no existir un estándar actualizado en cuanto a las funciones que estas unidades deben cumplir, se
observa diversidad en los procesos terapéuticos que se entregan a las personas e insuficiente con-
senso con respecto a los criterios clínicos para el ingreso a estas unidades. Actualmente se está en
proceso de subsanar esta carencia normativa.
Con el propósito de desinstitucionalizar a las personas que se encontraban en las unidades de larga
estadía de hospitales psiquiátricos, surgen los Hogares Protegidos, como una alternativa de vivienda
y soporte social para personas con discapacidad de origen mental e insuficiente o nula red de apoyo.
Luego de esto, y atendiendo al perfil de la demanda, se implementan las Residencias Protegidas, con
el propósito de responder a las necesidades “de cuidado” de personas con discapacidad severa de
origen mental y con mayores niveles de dependencia, diferenciándose “de un Hogar Protegido por el
mayor grado de complejidad técnica y psicosocial” [127].
A finales del año 2016, hay un total de 1.719 personas que viven en Hogares y Residencias Protegi-
das, distribuidas a lo largo de todo el país. Existen 151 Hogares Protegidos en el país con un total de
1.144 plazas y 57 Residencias Protegidas en el país con un total de 642 plazas totales.
Existen 6 Servicios de Salud que no poseen oferta de Residencias Protegidas (Antofagasta, Atacama,
O’Higgins, Araucanía Norte, Aysén y Magallanes), lo que no permite ofrecer una respuesta adecuada
a personas con discapacidad de origen mental que no cuentan con redes de apoyo eficaces, hacién-
dolas altamente vulnerables.
B. Centros Diurnos.
A finales del año 2016, existen en la Red un total de 87 espacios o Programas de Rehabilitación (Cen-
tro Diurno), lo que implica un total de 2.505 plazas de Rehabilitación, compuesta por 2.412 plazas
para población adulta, 63 plazas para población adolescente y 30 plazas no asignadas según tramo
etario (SS Valdivia). De los 87 espacios que existen en el país al año 2016, el 47% tiene dependencia
de Servicios de Salud (41 Centros), el 25% tiene dependencia de Municipios (22 Centros) y el 28%
corresponden a centros privados en convenio (24 Centros).
Tanto el número de plazas de rehabilitación para población adulta como adolescente están destina-
das a personas en situación de discapacidad de origen psíquico e intelectual, de las cuales, el mayor
número está destinada a personas en situación de discapacidad de origen psíquico (más de un 90%).
Solo 5 Servicios de Salud informaron conocer algunas otras alternativas o iniciativas de rehabili-
tación no financiadas por Salud, siendo principalmente Centros de Integración y Talleres Laborales
Protegidos financiados por familiares o proyectos de otros sectores del Estado.
71
La necesidad de dicho trabajo intersectorial, se ve reforzada por el hecho que los servicios prestados
en relación al consumo de alcohol y otras drogas, han sido y son planificados y provistos por dos en-
tidades del Estado en nuestro país: MINSAL –con la red pública de salud- y SENDA –con los organis-
mos con los cuales realiza convenios-; por lo que coexisten dos organismos públicos cuyo accionar
se relaciona con esta temática, disponen de presupuestos independientes y desarrollan programas
cuya sinergia se constituye en una oportunidad para responder adecuadamente a las necesidades de
la población objetivo de ambas instancias, con acciones integradas.
Al año 2016, existen 2 convenios de colaboración entre MINSAL y SENDA: un convenio colaborati-
vo a fin de implementar planes de tratamiento y rehabilitación para población adulta y específica
de mujeres, que presentan consumo problemático de sustancias, reforzando lo existente en la Red
Asistencial del Ministerio de Salud, y un segundo convenio -suscrito entre MINSAL, SENDA, SENAME
y Gendarmería de Chile- para generar una oferta de tratamiento especializada para la atención de
adolescentes y jóvenes que ingresan al sistema penal por la Ley N° 20.08411 y que presentan consu-
mo problemático de sustancias.
En la actualidad, existe acuerdo respecto al déficit de oferta para población adolescente en el siste-
ma de protección y se trabaja en un eventual convenio específico para este grupo prioritario.
Programa en la Red de Salud: la red de salud pública otorga atención a personas con la problemá-
tica de consumo de sustancias, a través de la oferta disponible en los diferentes niveles de atención:
• En la Atención Primaria de Salud: se encuentra el Programa GES Alcohol y Drogas para Ado-
lescentes Menores de 20 Años, el Programa DIR - Detección, Intervención y Referencia Asistida
en alcohol, tabaco y otras drogas, además de las intervenciones preventivas y terapéuticas
que son parte del Programa de Salud Mental Integral y su componente de Detección Precoz y
Tratamiento Temprano de Alcohol y Drogas en población general;
• En nivel de especialidad: existen prestaciones correspondientes a tratamientos ambulatorios
básicos, intensivos, intensivo comunitario, residencial y desintoxicación (corta estadía) para
población adulta e infanto adolescente (que se financian a través de PPV o Convenios con
SENDA), además de desarrollarse el componente intensivo del GES Alcohol y Drogas para Ado-
lescentes Menores de 20 Años.
11
La Ley N° 20.084 establece un Sistema de Responsabilidad de los Adolescentes por Infracciones a la Ley Penal.
72
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Lo anterior, se refuerza con la oferta instalada en el marco de los Convenios con SENDA.
Convenio para Población General Adulta: que contempla modalidades ambulatorias básicas, in-
tensivas y residenciales, tanto en nodos y/o puntos de atención públicos como privados en convenio
con SENDA. El año 2016, se establecieron convenios para aumentar oferta en 323 nodos y/o puntos
de atención, 232 públicos y 91 privados, que atendieron a 19.309 personas.
Convenio Programa para población adolescente con infracción de Ley: ofrece modalidades de
tratamientos ambulatorios intensivos -tanto en medio libre como medio privativo de libertad-, tra-
tamientos residenciales y tratamientos en Unidades de Hospitalización en Cuidados Intensivos en
Psiquiatría (ex Corta Estadía). El año 2016 se establecieron convenios con 104 puntos de atención,
23 públicos y 81 privados, lo que implicó atender a 5.711 personas. A lo anterior, se suma el apoyo
técnico y financieron en las 5 Unidades de Hospitalización de Cuidados Intensivos en Psiquiatría en
Centros Privativos de Libertad del SENAME existentes a la fecha, en las que se cuenta un total de 34
camas al 2017.
En este sentido, se espera que las administraciones penitenciarias no solo sean responsables de
prestar atención médica, sino que también cuenten con condiciones que promuevan el bienestar
físico y mental tanto de las personas privadas de libertad como del personal. Para estos efectos, se
debe proporcionar la revisión médica regular a las personas privadas de libertad, así como atención
y tratamientos adecuados cuando se requieran12.
Lo que hoy se define como sub red de psiquiatría forense, inició su desarrollo en Chile el año 1998
como una respuesta a los requerimientos del sector Justicia para la aplicación del Código Proce-
dimiento Penal [128] en lo que respecta a la situación de un importante número de personas que,
estando sobreseídas por la justicia, continuaban encarceladas por haber cometido un delito cuando
sus facultades mentales se encontraban perturbadas.
El Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría del año 2000 [129] describe el Sistema Nacional de
Psiquiatría Forense, estableciendo líneas de trabajo prioritarias en el área de salud mental de per-
sonas en conflicto con la justicia. Este sistema se inicia a fines de 1998, con la participación de los
Ministerios de Justicia y Salud, los Servicios de Salud, Gendarmería y el Servicio Médico Legal.
12
Las disposiciones vinculadas al servicio médico en las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de Reclusos, son las
siguientes [35]:
1) Todo establecimiento penitenciario dispondrá por lo menos de los servicios de un médico calificado que deberá poseer algunos co-
nocimientos psiquiátricos. Los servicios médicos deberán organizarse íntimamente vinculados con la administración general del servicio
sanitario de la comunidad o de la nación. Deberán comprender un servicio psiquiátrico para el diagnóstico y, si fuere necesario, para el
tratamiento de los casos de enfermedades mentales.
2) Se dispondrá el traslado de los enfermos, cuyo estado requiera cuidados especiales, a establecimientos penitenciarios especializados
o a hospitales civiles. Cuando el establecimiento disponga de servicios internos de hospital, estos estarán provistos del material, del ins-
trumental y de los productos farmacéuticos necesario para proporcionar a los reclusos enfermos los cuidados y el tratamiento adecuados.
Además, el personal deberá poseer suficiente preparación profesional.
El sistema de psiquiatría forense, según el Plan Nacional del año 2000, debía contar, al menos, con
los siguientes puntos de atención:
• Unidad de Psiquiatría Forense de alta complejidad, de referencia nacional.
• Unidad de Psiquiatría Forense de mediana complejidad, de referencia regional.
• Hogares y Residencias Protegidas Forenses en cada Servicio de Salud.
• Programa de Psiquiatría Forense Ambulatorio en la red de servicios de salud mental y psiquia-
tría de los Servicios de Salud del país [129].
En este contexto se establece una sub red de psiquiatría forense que, entre sus puntos de atención,
cuenta con Unidades Clínicas que tienen por objetivo la evaluación pericial por sospecha de enfer-
medad mental y dar respuesta a la aplicación de sentencias de medidas de seguridad impuestas,
sean estas de internación o custodia y tratamiento a aquellas personas declaradas inimputables.
Además, se cuenta con puntos de atención residenciales para esta población.
Con posterioridad a la instalación de los puntos de atención señalados, se desarrollaron otros, cuyo
objetivo fue hacerse cargo de funciones periciales y de atención clínica a personas imputadas en la
fase previa a la dictación de la sentencia. Estas son las Unidades de Evaluación de Personas Imputa-
das (UEPI) y las Unidades Psiquiátricas Forenses Transitorias (UPFT).
Su origen obedece a la presión que ejercía el sistema judicial al ocupar en forma imperativa las
camas psiquiátricas a lo largo del país, dando origen a innumerables situaciones de conflicto, redu-
ciendo el acceso de la población general y generando riesgos, tales como la presencia de personal
de gendarmería armado al interior de unidades clínicas no forenses. Este tema aún no está resuelto
y, episódicamente, situaciones de este tipo vuelven a repetirse.
La mayor parte de las camas de psiquiatría forense se encuentran ubicadas en los siguientes Hospi-
tales Psiquiátricos: H. Philippe Pinel (SS Aconcagua) que cuenta con 20 camas de UEPI, 50 camas de
mediana complejidad y 20 camas de alta complejidad; y el Instituto Psiquiátrico Horwitz (SS Metro-
politano Norte) que cuenta con 40 camas de UEPI y 40 camas de mediana complejidad.
Las camas de las Unidades de Psiquiatría Forense Transitoria (UPFT) se encuentran ubicadas al inte-
rior de las cárceles de Arica (14 camas) y Valparaíso (16 camas), al igual que la Unidad de Psiquiatría
Forense Hospitalaria Intrapenitenciaria (UPFHI) de Magallanes (6 camas). Las Unidades de Evaluación
de Personas Imputadas (UEPI) de Temuco (10 camas) y de Mediana Complejidad de Concepción (23
camas) se encuentran en puntos de atención de Salud. Las Residencias Protegidas Forenses están
ubicadas en 3 Servicios de Salud (Metropolitano Norte con 58 plazas, Araucanía Sur con 28 plazas y
Valdivia con 8 plazas), y cuentan en total con 94 plazas a nivel país.
74
PRIMERA PARTE: ANTECEDENTES Y CONTEXTO
Estos nudos críticos fueron agrupados a partir de variables de calidad. La descripción en mayor de-
talle sobre cada uno de estos se encuentra en Anexo N° 2.
Accesibilidad:
Organizacional:
• Organización vertical de las acciones en salud.
• Insuficientes herramientas de gestión para favorecer la supervisión.
• Rigidez en los procesos administrativos.
75
Recursos humanos:
• Insuficientes recursos humanos disponibles en el sistema público de atención.
• Inequidades para el recurso humano, según sistema de financiamiento (observable, por ejem-
plo, en la oferta de programas financiados por SENDA).
• Insuficientes incentivos para la contratación y permanencia del recurso humano en lugares
alejados o de desempeño difícil.
• Formación profesional no alineada con el Modelo Comunitario de Atención en Salud Mental.
• Escasa valoración del cuidado de los equipos.
Equidad:
Eficiencia:
Oportunidad de la atención:
• Brechas de cobertura de los dispositivos dificultan la atención oportuna y la continuidad asis-
tencial.
• Baja resolutividad de atenciones de salud mental en servicios de urgencia.
• Horario de atención no compatible con horarios ocupacionales o escolares de la población
usuaria, según curso de vida.
• Acceso a camas de hospitalización poco oportuno y poco expedito.
• Excesiva utilización de la hospitalización administrativa.
• Existencia de listas de espera sin resolución oportuna.
• Poco desarrollo de acciones de promoción, prevención y detección precoz de enfermedades
mentales.
• Derivaciones a profesional psicólogo en la APS no pertinentes.
Continuidad de la atención:
• Sistemas de información no integrados.
• Registros deficientes.
• Fragmentación de la red de servicios de salud mental en los distintos niveles asistenciales.
• Fragmentación de la red de servicios de salud mental entre dispositivos públicos y privados.
Por ejemplo, en la atención de personas por consumo problemático de alcohol y otras drogas
(Convenio SENDA-MINSAL).
• Baja resolutividad en la Atención Primaria.
• Insuficiente y deficiente coordinación intersectorial territorial y local.
• Mecanismos administrativos poco eficientes para el tránsito de las personas usuarias en la red.
• Obstáculos para el flujo expedito de las personas que son derivadas a dispositivos de salud
general o de salud mental, desde dispositivos de tratamiento para consumo problemático de
alcohol y otras drogas de administración privada con financiamiento público.
Efectividad:
Seguridad:
En la elaboración de este Modelo de Gestión pueden distinguirse seis fases no secuenciales, es decir,
que se interrelacionan dinámicamente. Esta distinción por fases se presenta en forma secuencial
solo con el fin de aportar a la compresión metodológica. En la práctica, las fases se superponen, por
lo que se ha requerido de una conducta flexible y minuciosa, de constante revisión de los desarrollos
y avances durante el proceso de construcción del documento, de modo de incorporar la mayor can-
tidad de visiones, consensos y voluntades posibles.
Fase I: Investigación.
Esta fase se centró en la revisión de bibliografía y evidencia disponible tanto internacional como
nacional, con el fin de lograr una propuesta de marco teórico y conceptual para el modelo de gestión
a diseñar.
Esta mesa contó con la participación de un promedio de 50 personas que, de manera presencial y/o
a distancia, contribuyeron a la construcción del documento.
La mesa de trabajo funcionó desde el mes de enero a noviembre del año 2016, de forma quincenal.
Su propósito fue el de discutir todos los aspectos relacionados con la definición y elaboración del
Modelo de Gestión. A partir de esto, se generaron grupos de trabajo en los Servicios de Salud, rea-
lizándose coloquios descentralizados cuyos aportes, finalmente, quedaron plasmados en el docu-
mento borrador final.
En paralelo, se conformó un grupo redactor constituido por profesionales de la misma mesa y que
mantuvo reuniones quincenales, intercaladas con la mesa ampliada de trabajo. Su misión fue siste-
matizar y redactar los acuerdos que se tomaron en la mesa ampliada.
Las reuniones de ambos grupos fueron registradas en actas que fueron compartidas y validadas.
Fase III: Antecedentes y Contexto. Construcción del marco conceptual, identificación de nudos
críticos y de la situación actual de la Red de Salud Mental.
La primera tarea de la mesa de trabajo fue la revisión del documento preliminar, preparado por la
Unidad de Salud Mental del Ministerio de Salud, que consistía en el marco conceptual y los funda-
mentos para el Modelo de Gestión. De esa revisión, surgieron propuestas complementarias de enfo-
ques y contenidos. Como en todas las discusiones de la mesa, se consensuó la definición del marco
teórico y conceptual de este Modelo de Gestión.
Simultaneamente, se levantó la situación actual de la red y sus nudos críticos a nivel nacional, a
través de una plantilla especialmente diseñada para ello, construida en base a variables de calidad
de la atención.
El 10 de marzo del año 2016, se realizó una reunión presencial y una videoconferencia con represen-
tantes de los Servicios de Salud, representantes de usuarios y familiares de la red, y organizaciones
de familiares, usuarios y amigos de personas con afecciones de salud mental (CORFAUSAM, entre
otras).
Este proceso de construcción de la situación actual de la red de salud mental levantó una gran
cantidad de información que se sistematizó y reorganizó, a modo facilitar su comprensión. Toda la
información sistematizada fue finalmente validada por la mesa de trabajo.
79
Para la elaboración y redacción de la segunda parte del documento, el Modelo de Gestión propia-
mente tal, la metodología utilizada fue la discusión en la mesa de trabajo y la posterior redacción
por parte del equipo redactor, de todos los contenidos desplegados en el Modelo. Finalmente, todo
el material redactado se compartió con todos los integrantes de la mesa, mediante correo electró-
nico, para su consenso final en las reuniones presenciales.
La redacción del Modelo de Gestión llevó a la constante revisión de todos los contenidos del docu-
mento, por lo que se trató de una construcción colectiva, dinámica y compleja.
Para el trabajo de temas específicos, como: el Sistema de Apoyos Graduados; el abordaje en la Red
de la Temática de Alcohol y otras Drogas; las urgencias en salud mental; y la asistencia farmacéuti-
ca, la propuesta inicial fue elaborada por mesas de trabajo que funcionaron de forma paralela o por
grupos de trabajo que contaban con experiencias innovadoras y exitosas13. Las propuestas finales
que fueron presentadas por cada uno de los grupos se discutieron y validaron por la mesa de trabajo
ampliada, antes de ser incorporadas al documento borrador.
• Jornada Nacional de Salud Mental, actividad realizada el 26, 27 y 28 de octubre de 2016, don-
de participaron los integrantes de las mesas de trabajo, los referentes de salud mental de los
Servicios de Salud y representantes de usuarios y familiares.
• Coloquio Nacional Descentralizado para la revisión de la propuesta de Modelo de Gestión de
la Red Temática de Salud Mental. El día 9 de marzo de 2017 se realizó un coloquio nacional
descentralizado, organizado por cada Servicio de Salud, donde se convoca a toda la red de
atención, como también a usuarios y familiares, a fin de discutir el modelo de gestión.
Los referentes de salud mental de cada Servicio de Salud fueron los encargados de sistematizar y
consolidar los aportes del coloquio en un solo documento, el que fue enviado a la Unidad de Salud
Mental del Ministerio de Salud. Todos los aportes fueron revisados e incorporados en su mérito, al
documento final.
Una vez revisadas e incorporadas al documento todas las observaciones provenientes tanto del pro-
pio sector como del intersector, se da por finalizado el proceso de elaboración y se procede a su
edición final.
Como último paso, el documento es enviado formalmente al área jurídica del Ministerio de Salud
para su respectiva resolución, como posterior impresión y distribución.
13
Por ejemplo, se recoge la experiencia desarrollada por el Servicio de Salud Reloncaví, quienes aportaron con una propuesta innovadora
en asistencia farmacéutica rural.
80
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Las acciones de salud mental constituyen hoy día un área de alta relevancia en la red de atención
de salud general, las que deben mirarse de forma holística e integradamente, centrándose en las
personas como sujetos de derechos, inmersas en un contexto particular.
Los análisis críticos de las problemáticas actuales de la red salud mental, han sido recogidos a partir
de lo planteado por los equipos de los distintos nodos y/o puntos de atención, de las unidades de
gestión de los Servicios de Salud, de las agrupaciones de usuarios y familiares, entre otros actores.
Desde ahí, se pueden distinguir áreas con falencias en distintos puntos, niveles y dimensiones del
funcionamiento de la red, lo que contrasta con el funcionamiento óptimo esperado para esta.
Existe una concentración de recursos humanos en grandes centros urbanos, observándose una plani-
ficación vertical de la atención, a partir de la oferta disponible y no desde la satisfacción de necesi-
dades y expectativas de la población adscrita en una red operativa funcional. Así mismo, se mantiene
la atención centrada en la resolución de la sintomatología y el diagnóstico nosológico, dejando fuera
variables relacionadas con los determinantes sociales que influyen en el curso de la enfermedad,
que en salud mental adquieren particular relevancia.
Si bien, la oferta ambulatoria ha mostrado un avance desde el Plan Nacional del año 2000, sigue
siendo insuficiente, inequitativa, no resolutiva y no siempre territorializada. Esta sigue respondiendo
principalmente a las personas en crisis con agudización de su enfermedad mental, no respondiendo
a las necesidades de atención de una población con un perfil de enfermedad de larga data, la cual
requiere otras formas de abordaje y organización de la atención, que parten desde la promoción,
pesquisa precoz y prevención de la salud mental, incorporando a esta respuesta variables como la
interculturalidad, las diferencias de género, situación de migración, refugiados, entre otras.
A su vez, se observa fragmentación en el flujo de atención de las personas entre los nodos y pun-
tos de atención de la Red Temática de Salud Mental, lo que también afecta a la resolución de las
necesidades de la población. Esto tensiona a la atención cerrada con una mayor demanda de hos-
pitalización, no solo para situaciones de crisis, sino como respuesta definitiva a personas con en-
fermedad mental de difícil manejo o con carencias residenciales o socioeconómicas. Todo esto
82
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Del mismo modo, no se presenta un abordaje integral de las personas, fragmentando su atención sin
una mirada holística de la condición de salud-enfermedad y su relación con el entorno.
Al no tener un modelo de gestión definido y una red no integrada a la red de salud general, el sistema
mantiene a la salud mental como una red paralela, lo que se traduce en estigma, segregación, insufi-
ciente oportunidad de atención, brechas en el recurso humano, insuficiente acceso a farmacoterapia,
y subestimación de las actividades psicosociales y comunitarias. Todo lo señalado, empobrece los
resultados de la atención entregada, afectando la continuidad de atención y la satisfacción usuaria.
Los aspectos críticos mencionados, entre otros identificados, justifican la elaboración de un modelo
de gestión acorde a lo que el Ministerio de Salud de Chile está impulsando con una mirada actua-
lizada de sistemas de redes integradas de atención, con el propósito de superar la fragmentación
actual del sistema. Se propone un modelo de gestión que contribuya a desarrollar una red temática
de salud mental integrada a la red general de salud y en constante retroalimentación con esta.
Cabe destacar que, la alta densidad tecnológica en salud mental radica en las competencias del re-
curso humano y no en insumos tecnológicos, siendo estos últimos, un servicio de apoyo complemen-
tario. Para ello, el modelo orienta el desarrollo de las competencias necesarias en los integrantes de
los equipos para otorgar una atención de calidad a las personas.
De acuerdo a lo señalado, el modelo de gestión de la Red Temática de Salud Mental se basa en los
siguientes criterios:
• Desarrollo continuo y progresivo de la Red Temática de Salud Mental en la red general de salud
con oferta de servicios con criterios de calidad.
• Aumento de la resolutividad siguiendo criterios de acceso y pertinencia territorial, sin que la
densidad tecnológica asociada al nodo o punto de atención sea un factor que lo impida.
• Co-construcción de estrategias para la Recuperación de la salud mental e inclusión socioco-
munitaria, entre el equipo de salud, la población usuaria y su entorno.
• Equipos de salud, personas usuarias y familiares comprometidos en un proceso continuo de
evaluación y mejora de calidad.
• Recurso humano con altas competencias técnicas actualizadas y espacios para el cuidado de
los equipos.
• Utilización de los recursos en forma óptima, con alta capacidad resolutiva de los mismos.
• Sistema de gestión usuaria y gestión de solicitudes ciudadanas que permita una mayor satis-
facción de la ciudadanía con los servicios prestados.
83
El quehacer de la Red Temática de Salud Mental se basa en una mirada integral de las personas como
sujetos de derechos. Forma parte de la red general de salud y reconoce a la Atención Primaria como
el principal nodo articulador e intercomunicador de la atención de la población usuaria.
La organización y disposición de los recursos en la red responde a las particularidades de cada te-
rritorio14 y comunidad, en consideración de los determinantes sociales de la salud, para mantener
el bienestar de la población y satisfacer las necesidades de salud mental con estándares de calidad.
Para esto, la red cuenta con equipos transdisciplinarios con altas competencias técnicas y capacidad
para el trabajo colaborativo.
En la interacción transversal, la red articula nodos y puntos de atención propios del Sector Salud,
otros en convenio directo y también algunos vinculados a través de Convenios con otros Organismos
del Estado como SENDA. Del mismo modo, se articula con otras redes temáticas de atención de salud
general, con el intersector y cuenta con la participación activa de la comunidad, a fin de optimizar
recursos que aseguren el acceso, oportunidad y continuidad de la atención y cuidados.
14
Territorio [130]: “El territorio puede ser entendido como un constructo social, históricamente construido – que le confiere un tejido
social único-, dotado de una determinada base de recursos naturales, ciertos modos de producción, consumo e intercambio, y una red de
instituciones y formas de organización que se encargan de darle cohesión al resto de los elementos”
84
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Misión: La red temática de salud mental, como parte de la red general del sistema de salud, promue-
ve el máximo bienestar y calidad de vida de toda la población, dando respuesta de forma eficiente y
eficaz a los problemas y las enfermedades mentales de su población beneficiaria, en la medida que
asegura el acceso oportuno y la continuidad de cuidados en la red, desde un enfoque que promueve
y favorece el ejercicio de derechos y la inclusión sociocomunitaria de las personas.
Promover el bienestar de la población respondiendo a sus necesidades de salud mental, que van
desde la prevención a la Recuperación e inclusión sociocomunitaria, en un trabajo coordinado con el
intersector y la comunidad; por medio de la organización y articulación de las acciones y relaciones
entre los nodos y puntos de atención de la Red Temática de Salud Mental con la red de salud ge-
neral; y asegurando una atención con estándares de calidad que contemple la evaluación y mejora
continua de su funcionamiento.
Objetivos Específicos
1. Implementar estrategias promocionales, preventivas y de detección precoz preferentemente
intersectoriales que mejoren la salud mental de las personas, familias y comunidades, consi-
derando su realidad territorial, cultural, de género y curso de vida, con especial énfasis en la
población infanto-adolescente.
2. Organizar la provisión de servicios, los recursos y el diseño de intervenciones en torno a las
necesidades de salud mental de las personas, familias y comunidades, adaptándose a las
realidades locales, a través de procesos inclusivos.
3. Asegurar acceso oportuno, tratamiento efectivo y continuidad de cuidados de la población
general y grupos específicos, a través de procesos de participación social, y en consideración
de las características territoriales.
4. Establecer y mantener vínculos de colaboración con el intersector, actores locales, usuarios
y familiares del territorio, favoreciendo el cuidado de la salud mental individual y colectiva.
5. Definir requisitos de calidad que permiten desarrollar un proceso de mejora continua de la
atención y cuidados, para optimizar el nivel de funcionamiento de la red.
6. Definir lineamientos que permitan desarrollar un sistema de información en salud mental.
7. Definir mecanismos de acción que faciliten resolver oportuna y anticipadamente las situa-
ciones de crisis, urgencias y emergencias en salud mental de las personas que lo requieran.
8. Otorgar lineamientos para el cuidado de los equipos de la red.
9. Establecer plan de monitoreo para evaluar el funcionamiento de la red.
85
El Ministerio de Salud establece que las características más relevantes de una Red son la flexibilidad,
fluidez y horizontalidad en las relaciones [131]. Con base en los lineamientos de la Organización Pa-
namericana de la Salud [1] [132] y en coherencia con los contenidos ya desarrollados en el presente
Modelo de Gestión, se plantean los siguientes atributos:
Gestión territorial. Implica el conocimiento e involucramiento activo del equipo de salud con su
población/territorio a cargo, con estrategias diferenciadas para poblaciones específicas. Lo que re-
quiere una capacidad de adaptación y flexibilidad de la red para dar respuesta a las necesidades de
las personas, familias y comunidades. Se constituye el territorio como unidad funcional de la red.
Gestión por resultado. Implica asegurar que los procesos de gestión clínica permitan el logro de
los resultados esperados en la población atendida y considera una gestión integrada de los sistemas
administrativos y de apoyo clínico para lograr un impacto sanitario como fin último.
Recursos humanos suficientes, competentes y comprometidos, para resolver y satisfacer las ne-
cesidades de salud mental de las personas, familias y comunidades.
Un nivel primario resolutivo en salud mental que actúa, integra, coordina la atención y el cui-
dado de la salud, resolviendo la mayoría de las necesidades de la dimensión de salud mental de la
población, con eficacia y eficiencia. Se articula con otros nodos y puntos de atención de la red para
aquellos procesos que requieren de una mayor densidad tecnológica.
Coordinación Intersectorial. Trabajo coordinado que promueva, apoye la atención y aborde los de-
terminantes sociales de forma articulada, eficiente y eficaz con la red de salud.
86
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Gestión de los recursos financieros que permitan una distribución y fortalecimiento equitativo de
los distintos nodos y puntos de atención de la red temática.
Gestión de un sistema integrado de información en salud mental que permita conocer la po-
blación adscrita, su estado de salud, la demanda y uso de servicios, la trazabilidad en la red de las
personas y familias, la información clínica, la satisfacción de población usuaria, la información finan-
ciera, entre otros, funcionando como un sistema efectivo de comunicación entre los nodos de la red.
Gestión integrada de los recursos humanos. Número y distribución de los recursos humanos para
los nodos de atención, con procesos de reclutamiento pertinentes combinados con el desarrollo
continuo de las competencias de los equipos y sus prácticas de cuidado (individuales, colectivas e
institucionales).
Facilitación de procesos de formación y capacitación del recurso humano acorde a los requeri-
mientos de la población a cargo, de acuerdo al modelo de atención y las necesidades de desarrollo
de la red territorial.
Gestión democrática con la comunidad, donde exista participación y colaboración activa entre
los actores institucionales, sectoriales, intersectoriales y la comunidad, convertiéndose en socios
activos en la gobernanza.
Mantención de procesos de mejora continua con participación de todos los equipos de atención,
la comunidad y el intersector.
Gestión basada en resultados con implementación de herramientas que apunten a optimizar el uso
de los recursos para la producción de servicios de calidad, alineados con los objetivos del Plan Na-
cional de Salud Mental, centrado en las prioridades sanitarias locales para satisfacer las necesidades
de salud de la población atendida, en consideración de su realidad territorial en regiones extremas.
Implica una evaluación permanente del funcionamiento de la red y de los recursos existentes.
8. Diagrama de la Red Temática Salud Mental en la Red General de Salud
Para cumplir con lo señalado, es un requisito fundamental a considerar en el tipo de servicios en-
tregados y en la organización de ellos, la proximidad a las comunidades o el despliegue de estos
servicios “en la comunidad” donde viven y desarrollan su vida las personas y sus familias, a fin de
favorecer acciones promocionales, preventivas, de atención y cuidados, de inclusión sociocomuni-
taria, entre otras.
El modelo comunitario traspasa los niveles de atención y las estructuras, es decir, la red se constru-
ye desde el modelo y no desde los nodos o puntos de atención. Así también, la complejidad no está
determinada por la infraestructura, sino por las respuestas efectivas de la red organizada y desple-
gada, de acuerdo a características del territorio y la comunidad para cumplir las funciones que les
compete.
La Red Temática de Salud Mental se gestiona desde el Servicio de Salud, por territorios, como una
“unidad funcional” con sus nodos y puntos de atención abierta y cerrada en los distintos niveles de
atención, que cuentan con diversos grados de densidad tecnológica y de intensidad en la atención.
Se organizan de manera horizontal, integral, flexible y coordinada, articulándose mediante proto-
colos, flujos de proceso y estrategias que garantizan la accesibilidad y la continuidad de cuidados.
Incluye el trabajo intersectorial y de participación social.
En este contexto, la progresión de la instalación del modelo de gestión de la Red Temática de Salud
Mental requiere de la adecuación de recursos que potencien los servicios ambulatorios, integrando
las acciones comunitarias como parte del quehacer clínico.
Si bien, las funciones están definidas para cada nodo y punto de atención, frente a la ausencia de
alguno de ellos en el territorio, las funciones descritas deben ser cubiertas por la red existente. Para
esto, se deben establecer estrategias que faciliten el acceso y tránsito de las personas en la red,
mejorando los procesos de micro y meso gestión15.
Asimismo, un factor clave para el éxito del funcionamiento de la red guarda relación con el desarrollo
y permanencia de recursos humanos altamente calificados, con un programa de educación continua
y en una figura contractual que asegure su continuidad y definiendo su dotación de forma coherente
con las necesidades detectadas.
15
Definidos en la Primera Parte de este documento, en el punto 7.3.1. Niveles de Gestión.
90
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Considerando los criterios anteriores, los principales cambios en la atención de salud mental se pro-
ducen en las siguientes esferas:
DESDE HACIA
Persona agente de su proceso de
1 Persona “paciente”. 1
Recuperación.
Atención centrada en el síntoma y Atención colaborativa y centrada en la
2 2
diagnóstico. persona, familia y comunidad.
Atención integral por equipo
3 Atención uniprofesional. 3
transdisciplinario.
4 Atención no territorializada. 4 Atención en el territorio de la persona.
5 Atención no programada. 5 Gestión de hora de atención programada.
Atención fragmentada entre Atención integral e integrada entre los
6 los distintos nodos y puntos de 6 equipos, nodos y puntos de atención de la
atención de la Red. Red.
Atención principalmente
7 7 Atención individual, familiar y grupal.
individual.
Atención en el domicilio y en la
8 Atención intrabox. 8
comunidad.
Atención principalmente
9 9 Acciones promocionales y preventivas.
asistencial.
Atención centrada en la
10 10 Atención preferentemente ambulatoria.
hospitalización cerrada.
Intervenciones anticipatorias, pesquisa
Atención de crisis de salud mental
11 11 precoz, en los distintos nodos y puntos de
solo en servicios de urgencia.
atención de la Red y la comunidad.
12 Atención presencial exclusiva. 12 Posibilidad de atención por telemedicina.
Sistema de Gobernanza centrado en la
13 Gestión centralizada. 13
participación social.
Esta tensión queda de manifiesto en el hecho que documentos oficiales, tales como Orientaciones
Técnicas para la Planificación y Programación en Red de los años 2016, 2017 y 2018, incluye ex-
plícitamente servicios y actividades que aún no son prestaciones explícitamente financiadas por
FONASA.
Para esta optimización de los procesos señalados, es imprescindible la articulación en la red temá-
tica, en la red de salud general y con el intersector.
La cartera de servicios de cada nodo, punto de atención o programa, estará definida en los Modelos
de Gestión u Orientaciones Técnicas específicas.
92
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Figura 12. Niveles de gestión: macro, meso y micro gestión en Salud Mental.
Todos los Servicios de Salud cuentan con Consejos de Integración de la Red Asistencial (CIRA). Enti-
dad de carácter asesor y consultivo en el que se expresa el trabajo de Redes Integradas de Servicios
de Salud, pero solo algunos de ellos incorporan permanentemente u ocasionalmente el tema y/o los
gestores de salud mental.
Los Consejos Técnicos de Salud Mental se realizan en la mayoría de los Servicios de Salud, no obs-
tante, solo en algunos alcanzan la categoría de espacio de construcción y deliberación técnica, tal
como lo requiere la red. En la mayoría de los Servicios de Salud, estos consejos son esporádicos y
meramente informativos.
Los Consejos Ciudadanos de Salud Mental no están operativos actualmente en ningún Servicio de
Salud y este Modelo de Gestión considera fundamental su funcionamiento.
Se recomienda constituir un Departamento de Salud Mental, que tenga como función apoyar al
Gestor/a de la Red (Director/a del Servicio de Salud) en las temáticas de salud mental y pueda, dada
la categoría organizacional, efectuar con propiedad las múltiples funciones de coordinación -entre
los niveles de atención, entre los establecimientos y con el intersector-, que la temática requiere.
De ningún modo, lo anterior puede dar pie a una actuación parcializada y descoordinada entre am-
bos departamentos. El Departamento de Salud Mental no hace referencia exclusiva al nivel de es-
pecialidad, sino una visión integrada, tal como requiere la red asistencial. Para que este impacto
sea posible, es imprescindible una adecuada articulación con los gestores y los establecimientos
de Atención Primaria del territorio. Esto ocurre hoy en los Servicios de Salud que muestran mejores
niveles de integración de la Salud Mental al quehacer general de la Red.
Debe ser un equipo transdisciplinario que incluya médico psiquiatra y que esté
compuesto por un mínimo de 4 personas con horario completo, las cuales deben
contar con formación en gestión en salud mental comunitaria y salud pública.
96
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Es una instancia de mesogestión, responsabilidad de los Servicios de Salud, conducida por el equipo
del Departamento de Salud Mental de éste. Participan representantes de todos los nodos y puntos
de atención de la Red Temática de Salud Mental del territorio, incluidos los centros de tratamien-
tos de alcohol y otras drogas (privados o públicos) en convenio con los Servicios de Salud o SENDA,
representantes de usuarios y familiares, del Consejo de Participación Social en Salud Mental y Refe-
rente de Salud Mental de la SEREMI de Salud. Podrán participar profesionales de otras áreas del Ser-
vicio de Salud, así como representantes del intersector en la medida que se requieran y de acuerdo
a realidad territorial.
El objetivo principal del Consejo Técnico es contribuir a un mejor funcionamiento de la red para ase-
gurar una atención de calidad para la persona, familia y comunidad que transita por ella.
El Consejo trasciende ampliamente de ser un espacio infomativo, debe ser una instancia de cons-
trucción de opinión técnica, elaboración de acuerdos y procedimientos, de incremento de las com-
petencias de los gestores de la micro y mesogestión, entre otras funciones. También es un espacio
formal para conocer la opinión y posición de las organizaciones de usuarios y familiares y del Con-
sejo de Participación Social en Salud Mental. El Consejo Técnico debe ser creado con facultad para
subdividirse, cuando sea necesario, en grupos o equipos de trabajo integrados por sus miembros.
97
Es una instancia liderada por el equipo del Departamento de Salud Mental del Servicio de Salud, en
el que participan los distintos equipos de los nodos y puntos de atención, según la convocatoria del
equipo gestor de la Red Temática de Salud Mental, que tiene por finalidad favorecer el proceso de
atención y cuidado de las personas usuarias con enfermedad mental grave y alteraciones conduc-
tuales severas, que han tenido procesos fallidos o inconclusos, ya sea por bajo nivel de adherencia a
los procesos terapéuticos y/o por abandonos permanentes de procesos de atención y que han rotado
por distintos nodos y puntos de atención, generando alta tensión en los equipos, en el entorno cer-
cano a la persona usuaria y en la comunidad, sin lograr su estabilización ni Recuperación. Todo ello
con resguardo de sus datos personales conforme a la normativa vigente.
Estos usuarios, por sus necesidades requieren la participación en forma simultánea y/o sucesiva de
distintos nodos y puntos de atención de la red. Por sus características psicopatológicas y/o psico-
sociales, lograr que adhieran al proceso de atención, especialmente en situaciones en que deben
transitar de uno a otro nodo y/o punto de atención, resulta particularmente difícil, quedando de
manifiesto las necesidades de maximizar la articulación entre estos.
Esta articulación implica que la asertividad debe ser un componente fundamental en el abordaje
integral de estas personas, lo que obliga a la formulación de un Plan de Cuidados Integrales, anali-
zando las acciones desarrolladas en el proceso de atención y cuidados con sus respectivos logros y
obstaculizadores, elaborándolo colectivamente entre los nodos y puntos de atención implicados y
formulando compromisos explícitos para garantizar la continuidad del proceso de atención y cuida-
dos hasta el logro de las metas definidas para la superación del período crítico.
Es conducido por el equipo del Departamento de Salud Mental, quien actúa en función de su auto-
ridad técnica.
Requiere la participación comprometida de los equipos tratantes de los nodos y puntos de atención,
y sus representantes legítimos en el Comité.
Dadas las características de estas personas usuarias y las dificultades en su relación con la red de
atención, puede generarse condiciones para la denegación de atención o el abandono por parte de
los equipos. Por otra parte, lograr la voluntariedad, particularmente en las etapas iniciales del pro-
ceso puede resultar de gran dificultad. Estas consideraciones obligan a los equipos a extremar los
procesos de vinculación y persuasión, pero también a recurrir a los instrumentos legales que permi-
ten actuar contra la voluntad de la persona usuaria si es estrictamente indispensable. En cualquier
caso, debe cautelarse el más amplio respeto por los derechos de las personas.
Esta instancia funcionará con un calendario planificado de manera anticipada para analizar aquellas
situaciones de personas usuarias ya identificadas, o puede darse por solicitud de un nodo o punto de
atención al equipo del Departamento de Salud Mental de la Red.
98
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
El Servicio de Salud debe responder al desafío de generar mecanismos e instancias de carácter par-
ticipativo e inclusivo para el intercambio de información, reflexión y análisis de la situación de salud
local, generación conjunta de soluciones, conformación y fortalecimiento de redes y alianzas estra-
tégicas con distintos actores del espacio de su territorio. La constitución del Consejo de Participa-
ción Social en Salud Mental es una forma apropiada para cumplir estos fines. Este Consejo es una
instancia nueva coordinada con las ya existentes, que permite la integración de la mirada sectorial
y territorial de los problemas y prioridades en salud mental, y mejora continua de la calidad de los
servicios, constituyéndose como un espacio de articulación en salud mental con el intersector en su
expresión local.
El Consejo de Participación Social en Salud Mental debe funcionar al menos trimestralmente, puede
estar conformado por representantes de los consejos locales de los nodos y puntos de atención de
la Red Temática de Salud Mental, intersector, representantes de juntas de vecinos, centro de padres,
clubes deportivos, iglesias y otros actores sociales locales. Participarán representantes de esta ins-
tancia en el Consejo Técnico de Salud Mental.
Es fundamental el rol articulador del equipo del Departamento de Salud Mental del Servicio de Salud
en el desarrollo de estilos de gestión participativa (diseño, ejecución y evaluación de los planes y
programas del sector), el fortalecimiento de la participación de la comunidad en la toma de decisio-
nes sobre los aspectos de salud integral que les afectan e impulsando el trabajo intersectorial orien-
tado a la promoción de salud, la calidad de vida y al fortalecimiento de una red de protección social.
Estos Consejos se gestionan a través de las estrategias ya mencionadas en la Primera Parte del Mo-
delo de Gestión, tales como:
Desde la Mesogestión, la provisión de servicios para el funcionamiento de la red debe tener criterios
territoriales para su organización, pudiendo existir varias redes territoriales que conforman una red
de salud mental.
Cada territorio definido debe ser lo suficientemente resolutivo de acuerdo a las necesidades de sa-
lud mental de su población a cargo. Esto debe incluir la existencia de equipos de Atención Primaria,
Centros de Salud Mental Comunitaria, Hospitales de Día y Unidades de Hospitalización. Es indispen-
sable considerar desde la dimensión promocional hasta la inclusión sociocomunitaria, gestionando
todos los recursos requeridos y disponibles en la comunidad (sectorial e intersectorial).
99
La Microgestión o gestión clínica corresponde al nivel de gestión de los nodos y puntos de atención
de la Red Temática de Salud Mental, considera el trabajo intersectorial y participación de la comuni-
dad. La organización del acápite está estructurada en base a los nodos y puntos de atención desple-
gados en todos los niveles de atención, ubicando también en este espacio la oferta residencial para
poblaciones específicas, por su cercanía con la comunidad.
Para cumplir con las funciones a nivel de Microgestión, es necesario considerar los siguientes crite-
rios para la organización de la provisión de servicios:
a. Áreas territoriales.
La provisión de servicios para el funcionamiento de cada nodo o punto de atención de la Red Temáti-
ca de Salud Mental debe tener criterios territoriales alineados entre los niveles, con especial énfasis,
con el primer nivel de atención correspondiente a esa red territorial. Es indispensable considerar
desde la dimensión promocional hasta la inclusión sociocomunitaria, gestionando todos los recursos
requeridos y disponibles en la comunidad (sectorial e intersectorial).
100
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
El proceso de atención integral se realiza con una organización por rangos etarios y curso de vida.
Esta organización responde a las necesidades de atención y cuidados específicos en la que se en-
cuentra la persona y no responden exclusivamente a los diagnósticos nosológicos. Cabe señalar que
la importancia de la mirada desde el curso de vida hace referencia al impacto que pueda tener la
acumulación de factores a largo plazo, generando riesgos y un daño acumulativo.
Esta organización es transversal a toda la red y para estos efectos se observa en la siguiente tabla:
MENORES DE 18 AÑOS
De 0 a 9 años Población infantil
De 10 a 18 años Población adolescente
Mayores de 18 años
De 18 a 24 años Población juvenil
De 25 a 60 años Población adulta
Más de 60 años Población adulta mayor
Es la identificación de grupos con características particulares tales como: vulnerabilidad social, vul-
neración de derechos, cosmovisión, religión, contexto cultural, pueblos indígenas[133], privados de
libertad, migrantes, género, con mayor inequidad en la atención en salud, que hace necesario desa-
rrollar estrategias diferenciadas para facilitar su acceso, oportunidad y calidad de la atención que
estos reciben.
La atención en salud mental en cualquier nodo o punto de atención de la red requiere acciones reali-
zadas en equipo, en conjunto con la persona, familia y la comunidad donde ella pertenece. El equipo
se organiza en cada nodo y punto para brindar la atención integral a los distintos grupos etarios y
poblaciones específicas, según curso de vida, con el fin de resolver la necesidad de salud mental,
asegurar la eliminación de barreras de acceso y superar las inequidades.
La práctica transdisciplinaria debe estar incorporada en los equipos gestores (micro, meso y macro
gestión), a los que le cabe además el papel de ser impulsores activos de su extensión a todos los
equipos de la Red Temática de Salud Mental.
Esto es extensivo para el “meta-equipo” que se constituye entre el equipo de sector de APS y el
equipo de especialidad ambulatoria en salud mental que atienden a la misma población [136]
101
Los miembros del equipo de salud de cualquier nodo o punto de atención de la Red Temática de Sa-
lud Mental debieran tener competencias en:
• Alta motivación al servicio público.
• Iniciativa, compromiso y responsabilidad.
• Capacidad de liderazgo y trabajo en equipo transdisciplinario.
• Capacidad de comunicación efectiva.
• Capacidad de negociacion.
16
La Trandisciplinariedad en Salud es entendida como la participación y confluencia de varias disciplinas, con sus respectivos modelos
teóricos y perspectivas, que guían el funcionamiento de los equipos, con el fin de satisfacer los requerimientos de las personas usuarias
en una red de atención. El quehacer se sustenta en el trabajo integrado, conjugando estrategias de intervención que se irán desarrollando
en función de las necesidades de salud de las personas.
102
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
En salud mental, los equipos de atención y las personas que los componen son el recurso de trabajo
fundamental, por lo que preservar su bienestar es una condición imprescindible.
Entre los factores que amenazan este bienestar se encuentran las condiciones en que muchos de es-
tos se desempeñan: bajas remuneraciones en relación al mercado del trabajo, situación contractual
inestable, falta de incentivos y oportunidades de formación. Estas condiciones se traducen en alta
rotación y fragilidad de los equipos que provocan insatisfacción tanto en las personas usuarias como
en los miembros de los equipos.
Un resultado de la situación recién descrita es que muchos equipos están constituidos por personas
que inician en ellos su ciclo laboral y a pesar de su poca experiencia y escasa formación pertinente,
deben enfrentar situaciones que sobrepasan sus competencias.
Otro factor relevante es que los equipos que trabajan en salud mental suelen operar en una tensión
entre los diseños técnicos basados en los Modelos de Atención Integral en Salud, Familiar y Comu-
nitaria y Modelo Comunitario de Atención en Salud Mental, y las lógicas de administración y gestión
aplicadas principalmente en los hospitales y otros establecimientos de atención de especialidad
ambulatoria, en los cuales salud mental convive con otras especialidades17.
Uno de los elementos protectores frente a eventuales sobrecargas que se dan en el ámbito laboral
es el sentido del trabajo, el cual incorpora variables personales, del contexto directo del trabajo y
aspectos institucionales, habitualmente asociado a posibilidades de satisfacción y de autorrealiza-
ción, valor y grado de importancia que el trabajo tiene en la vida de una persona en algún momento
determinado, y su importancia en relación con otros.
17
Cuando los sistemas de apoyo logístico aplicados a salud mental no cuentan con la flexibilidad y especificidad adecuadas, se convier-
ten en obstaculizadores para que las actividades puedan realizarse en coherencia con los Modelos de Atención. Es frecuente que surjan
incoherencias en aspectos tales como: programación del horario de los miembros del equipo, agenda médica y de los profesionales,
transporte para visitas domiciliarias, concurrencia a actividades con el intersector y en terreno.
103
La sobrecarga y la falta de sentido del trabajo son factores relevantes para la aparición de efectos
negativos en la salud de los/las trabajadores/as, siendo el “Síndrome de Burnout” una de las conse-
cuencias más negativas. Este síndrome se puede definir como “un síndrome resultante de un estado
prolongado de estrés laboral, que afecta a personas cuya profesión implica una relación con otros,
en la que el eje de trabajo es el apoyo y la ayuda ante los problemas”. Este síndrome abarca los si-
guientes síntomas: agotamiento emocional, despersonalización y falta de realización personal [137].
La prevención de este síndrome en equipos que trabajan en salud mental es fundamental, dado que
es más probable la exposición a estados prolongados de estrés laboral. En este sentido, es necesario
que estos, por una parte, se reconozcan como “equipos expuestos a riesgos” y por otra, identifiquen
en forma temprana factores protectores para el equipo, a fin de tomar precauciones de manera
oportuna frente a situaciones de riesgo.
Tabla 8. Cuidado del equipo. Acciones dirigidas a identificar y prevenir la aparición de señales
de desgaste.
NIVEL ACCIONES
Registro oportuno y visibilización de los malestares.
Vaciamiento y descompresión.
Mantención de áreas libres de contaminación temática.
Individual Evitar la contaminación temática de los espacios de distracción.
Evitar la saturación de las redes personales de apoyo.
Formación profesional.
Ubicación de la responsabilidad donde corresponde.
Asegurar condiciones mínimas de resguardo de la integridad personal en el trabajo.
Generar espacios de vaciamiento y descompresión cotidianos.
Generar espacios de vaciamiento y descompresión estructurados.
Co-responsabilizar ante decisiones que afectan la vida o integridad de los usuarios/as y/o a
integrantes del equipo.
Generación de relaciones de confianza entre integrantes del equipo.
Estilos de liderazgo democrático.
Estilos de supervisión protectores y fortalecedores de los propios recursos.
Equipos
Fomentar procedimiento y espacios protegidos para la resolución no conformacional de
conflictos y diferencias.
Registro y visibilización de la traumatización de los equipos.
Levantamiento de requerimientos a niveles jerárquicos superiores.
Apoyo institucional para la formación continua.
Comunidad ideológica.
Consultorías profesionales.
Rituales de incorporación, despedida u otros.
104
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
En los equipos que trabajan en salud mental, se deben desarrollar planes de cuidado con el estímulo
y apoyo de las autoridades respectivas. Estos pueden incorporar estrategias y actividades como las
que se detallan a continuación:
La promoción de la salud ha sido definida como acción y abogacía para abordar el campo completo
de los determinantes de la salud que son modificables [141]. La promoción de la salud y la preven-
ción son actividades que necesariamente se relacionan y sobreponen. La promoción se enfoca en los
determinantes de la salud y la prevención se concentra en las causas de enfermedad [142].
La promoción en salud mental se refiere con frecuencia a la salud mental positiva, considerando la
salud mental como un recurso, como un valor en sí mismo y como un derecho humano básico que
es esencial para el desarrollo social y económico. Su objetivo es ejercer impacto sobre los deter-
minantes de la salud mental con el fin de aumentar la salud mental positiva, reducir desigualdades,
construir capital social, crear ganancia de salud mental y reducir la diferencia de expectativas entre
países y grupos [143]. Las intervenciones de promoción de salud mental varían en su alcance e inclu-
yen estrategias para promover el bienestar mental de aquellos que no están en riesgo, aquellos que
están en alto riesgo y aquellos que están padeciendo o recuperándose de problemas relacionados
con la salud mental [144].
La prevención en salud mental se enfoca en aquellos determinantes que ejercen influencia causal,
predisponiendo a la aparición de enfermedades mentales. Los factores de riesgo están asociados
con una mayor probabilidad de la enfermedad, mayor gravedad y mayor duración de los principales
problemas de salud. Los factores protectores se refieren a las condiciones que mejoran la resistencia
de las personas a los factores de riesgo y enfermedades. La prevención en salud mental tiene como
objeto reducir la incidencia, prevalencia, recurrencia de las enfermedades mentales, el tiempo que
las personas permanecen con los síntomas o la condición de riesgo para desarrollar una enfermedad
mental, previniendo o retardando las recurrencias y disminuyendo el impacto que ejerce la enferme-
dad en la persona afectada, sus familias y la sociedad [144] [145].
Asimismo, el Plan de Acción Sobre Salud Mental 2013-2020 de la OMS [117], plantea como tercer
objetivo: “Poner en práctica estrategias de promoción y prevención en el campo de la salud mental”
y describe para ello las siguientes acciones:
106
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Tabla 11. Objetivos estratégicos relacionados con la promoción y prevención Plan Nacional de
Salud Mental 2017-2025 [148]
En este sentido, se pueden plantear una serie de elementos a desarrollar en la Red Temática de Salud
Mental, con la finalidad de promover la salud mental y prevenir las enfermedades de salud mental.
Los siguientes cuadros son una adaptación basada en los factores destacados por el Canadian Popu-
lation Health Iniciative (CPHI) y Canadian Institute for Health Information (CIHI), Population Health
Intervention Research Casebook 2011 para estos ámbitos:
Tabla 13. Recomendaciones por curso de vida para realizar Promoción en Salud.
Población Desarrollo de habilidades para resolución no violenta de conflictos, con enfoque de género.
adulta
Promoción de salud mental desde la gestación a la maternidad (promoción de la lactancia
materna, estimulación y cuidados del recién nacido, fortalecimiento del apego).
Desarrollo de autocuidado en salud mental.
Vincular Planes a actividades de preparación para el envejecimiento activo y saludable,
como el Programa Más Adultos Mayores Autovalentes, u otras ofertas intersectoriales
Población como lo es el “Fondo Nacional del Adulto Mayor”, Programa impulsado por SENAMA
Adulta Mayor que entrega recursos a organizaciones de personas mayores para que desarrollen sus
proyectos, promoviendo así su participación social, autonomía y autogestión.
Propiciar desarrollo de autocuidado en salud mental.
Las estrategias preventivas deben identificar aquellas condicionantes que moldean los estilos de
vida y producen crisis recurrentes asociadas a hábitos y conductas que predisponen la ocurrencia
de enfermedades mentales en las personas. Esto supone buscar estrategias y acciones colectivas
basadas en la intersectorialidad, que impacten en esas condicionantes del daño [97].
111
ACCIONES DE PREVENCIÓN EN SALUD MENTAL QUE CUENTAN CON EVIDENCIA DE SU EFECTIVIDAD [146]
Educación a mujeres, pareja y familia, respecto a la preparación para el parto y la
crianza (Programa de Apoyo al recién nacido/a de Chile Crece Contigo).
Detección del riesgo biopsicosocial en gestantes (Evaluación Psicosocial Abreviada,
EPSA).
Acciones de prevención de embarazo adolescente y cuidados perinatales.
Visita Domiciliaria Integral (VDI) a gestantes con riesgo psicosocial.
Detección de depresión en mujeres embarazadas.
Salud materna y
Detección y primera respuesta a mujeres víctimas de violencia de género.
neonatal
Atención integral a gestantes y madres de hijos menores de 2 años con factores de
riesgo de salud mental o diagnóstico de enfermedad mental.
Prevención en salud mental en distintos espacios formales e informales de la comu-
nidad.
Intervenciones breves para el consumo de alcohol y drogas.
Tamizaje de trastorno bipolar a personas con factores de riesgo (Guía GES).
Uso de instrumentos de salud familiar: genograma, estudios de familia, riesgo fami-
liar.
Controles de salud del niño o niña.
Salud en la infancia Visitas domiciliaras integrales.
Prevención en salud mental en distintos espacios de comunidad.
Control de salud integral Joven Sano a adolescentes de 10 a 19 años.
Prevención en salud mental en Espacios Amigables para adolescentes.
Control preconcepcional, control preventivo de salud integral ginecológica, conseje-
ría en salud sexual y reproductiva.
Educación grupal de habilidades parentales a familias y/o cuidadores de adolescen-
tes de 10 a 19 años.
Salud en la adoles-
cencia y juventud Actividades comunitarias de salud mental con establecimientos educacionales
(dirigido a padres y/o profesores de adolescentes de 10 a 19 años para fomentar
factores protectores psicosociales).
Detección intervención y referencia a adolescentes con consumo de alcohol y/u
otras drogas
Detección y primera respuesta a adolescentes de 10 a 18 años víctimas de violencia.
Detección y primera respuesta a mujeres víctimas de violencia de género.
112
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
La organización para la atención debe responder a las necesidades de salud mental de las perso-
nas, familias y comunidades, adaptándose a las realidades locales, a través de procesos inclusivos,
asegurando el acceso oportuno, tratamiento efectivo y la continuidad de cuidados de la población
general y grupos específicos, a través de procesos de participación social y en consideración de las
características territoriales.
113
Es importante entender que todas las actividades del equipo y cada uno de sus miembros deben
incluirse en la Programación. Esto incluye las Reuniones de Equipo, las Consultorías de Salud Mental
en Atención Primaria, las Visitas Domiciliarias, etc. Todas ellas están incluidas en estos documentos
técnicos recién mencionados. Una Programación restringida a la producción de Consultas y Con-
troles no cumple criterios mínimos de calidad y solo puede tener consecuencias negativas para las
personas usuarias y los equipos de trabajo.
A su vez, es importante que una vez que la persona y su familia sean atendidas en un nodo o punto,
debe contar con la siguiente información:
Todos los nodos y puntos de la red deben contar con sistemas de información para la solicitud y en-
trega de horas a las personas atendidas, de forma de asegurar la continuidad de los cuidados. Esta
función no debe recaer exclusivamente en el personal administrativo, quien se encarga generalmen-
te de asignarlos, requiriendo además de una supervisión de un(a) profesional con competencias en
este ámbito.
Todo el equipo de salud debe conocer y mantenerse informado sobre estos mecanismos a fin de
ofrecer información certera y útil a quien solicita dichas horas.
Toda persona usuaria que acude a un nodo o punto de atención de la Red Temática de Salud Mental
114
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
y cuyo ingreso a este no se realice, porque no esté indicado técnicamente, debe encontrar siempre
una contención adecuada y orientación efectiva para ser atendida en forma oportuna y en el lugar
donde corresponda. Cada persona debe ser evaluada de acuerdo al riesgo que presente y realizar las
gestiones de red para responder adecuadamente según las necesidades.
En cualquier caso, todos los nodos y puntos de atención de la Red Temática de Salud Mental deben
procurar que las personas matengan o establezcan un vínculo activo con la Atención Primaria de
Salud, ya que esta constituye un soporte principal e indispensable para su bienestar.
En el caso de los Centros de Salud Mental Comunitaria, en su rol de nodo intercomunicador, puede
recibir referencias y contrarreferencias desde Atención Primaria y otros nodos y puntos de atención,
para organizar la atención del nivel de especialidad dentro de la Red Temática de Salud Mental.
El sistema de acceso de las personas a un nodo o punto de atención debe realizarse según “protoco-
los de referencia y contrarreferencia”, los cuales deben ser elaborados de acuerdo a elementos de
priorización y criterios clínicos elaborados, consensuados y conocidos por toda la red, reduciendo
al mínimo el tiempo de resolución de la interconsulta. Lo anterior, implica desarrollar estrategias
locales para resolver la condición de espera de las personas y poder brindar estrategias de atención
y cuidados compartidas durante este proceso de derivación asistida.
La información de la interconsulta debe contener con claridad los siguientes aspectos: nombres (ci-
vil y social), edad, género, diagnóstico, antecedentes, evaluación de pertinencia de la derivación y
priorización del ingreso según estado de salud de la persona, a excepción de situaciones de urgencia.
A nivel de microgestión o gestión clínica, resulta fundamental para dar respuesta de forma eficiente
y eficaz a los problemas y las enfermedades mentales de las personas usuarias de la red, la elabora-
ción de su respectivo Plan de Cuidados Integrales (PCI).
Este es un instrumento que explicita un diseño estratégico de intervención para cada persona usua-
ria, elaborado en base al motivo de consulta y a la evaluación y diagnóstico integral realizado por el
equipo tratante, incorporando en su construcción a la persona, familia, red de apoyo.
En la elaboración del PCI debe tenerse en cuenta el conjunto de los riesgos y problemas de salud
de las personas y los factores que influyen en estos. Conocido son los altos niveles de comorbilidad
entre enfermedades de salud mental y enfermedades “físicas”, el impacto que unas y otras tienen
respecto al curso y pronóstico mutuo, así como la baja tasa de detección y de intervención efectiva
en estas comorbilidades por parte de los equipos de salud [147].
Un elemento cardinal para la elaboración, evaluación y redefinición periódica del PCI, que tenga la
Recuperación como su objetivo substantivo, es el acuerdo entre la voluntad de la persona usuaria y
el equipo tratante.
En este Plan deben identificarse y registrarse tanto objetivos terapéuticos, viables y medibles, como
actividades y estrategias definidas para los ámbitos individual, familiar y sociocomunitario. Del mis-
mo modo, se debe considerar una programación de actividades, que incluya metas y plazos a cumplir.
115
El Plan constituye una integralidad plena de sentido, basada en las necesidades de las personas y
un accionar transdiciplinario, de ningún modo es la sumatoria de perspectivas de distintos profe-
sionales, a la que la persona usuaria y su familia adhiere formalmente. Prácticas de esta naturale-
za desvirtúan drásticamente los principios del Modelo Comunitario de Atención en Salud Mental y
constituyen finalmente barreras para el logro de la Recuperación y la inclusión sociocomunitaria.
El Plan no solo requiere la participación de todos los miembros del equipo tratante en su formula-
ción, sino que debe ser el instrumento que efectivamente guíe y articule sinérgicamente sus contri-
buciones, no reduciéndose a una formalidad irrelevante en la realidad operativa.
Deben asignarse responsabilidades claras y precisas respecto al rol de cada uno de los miembros del
equipo en relación a los objetivos terapéuticos y las actividades definidas. Sin perjuicio de lo ante-
rior, debe definirse de entre ellos a uno/a para cumplir la función de gestor/a terapéutico/a.
El Plan de egreso y apoyo post egreso es un componente relevante del PCI y busca asegurar la man-
tención de los logros terapéuticos y la adherencia de la persona usuaria al proceso de atención des-
pués que ha terminado su atención en alguno de los puntos o nodos de la red. Incluye la Derivación
Asistida18 y otras acciones que aseguren la continuidad de cuidados.
Se debe evaluar la ejecución del PCI de manera periódica y los resultados a corto, mediano y largo
plazo. Este proceso implicará con toda probabilidad ajustes y modificaciones, fundadas en la expe-
riencia concreta de atención y cuidados de cada persona usuaria y de los cambios que los mismos
resultados obtenidos introducen en el contexto.
Debe, además, estar registrado íntegramente en la ficha clínica de la persona, tanto el Plan de Cui-
dados Integrales, como cada una de las acciones realizadas.
• Objetivos terapéuticos.
• Estrategias de intervención y actividades a realizar.
• Asignación de responsabilidades, incluidas las del gestor/a terapéutico/a.
• Plazos estimados.
• Mecanismos y criterios de monitoreo del plan.
18
La Derivación Asistida es descrita en el próximo apartado.
116
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Este Modelo de Gestión sustituye el concepto de Plan de Tratamiento Integral (PTI) y Plan Individual
de Tratamiento Integral (PITI) por el de Plan de Cuidados Integrales (PCI). Esta opción técnica releva
el concepto de “cuidados” por sobre el de “tratamiento”, ya que el PCI aporta una visión amplia del
proceso de atención y cuidado que apunta a la Recuperación y la inclusión sociocomunitaria.
h. Gestor/a terapéutico/a
Aunque existe acuerdo respecto a los beneficios de organizar el trabajo terapéutico sobre la base
del Plan de Cuidados Integrales (PCI), su implementación efectiva en las redes de salud mental de
nuestro país ha resultado difícil y solo es una realidad en unos pocos nodos y puntos de atención.
La definición de la figura del gestor/a terapéutico/a es un recurso que personaliza la relación del
usuario/a con el equipo a cargo de su atención y cuidado. Este gestor/a terapéutico/a tiene como
responsabilidades participar y coordinar la formulación del PCI, supervisar sus avances y pendientes,
coordinar su reformulación y promover que al interior del equipo cada uno de los integrantes cumpla
las tareas definidas respecto a la persona usuaria que el/ella “representa”.
Al ingreso de la persona a un nodo o punto de atención, el equipo de salud define uno de sus inte-
grantes como gestor/a terapéutico/a para ella. Este será el/la interlocutor/a principal con la persona
y su familia, resguardará la efectiva participación de la persona usuaria y la acompañará en todo el
proceso de atención y cuidado, apuntando permanentemente a los objetivos de máxima autonomía,
Recuperación e inclusión sociocomunitaria.
Uno de los roles primordiales del gestor/a terapéutico/a es colaborar con la persona usuaria en la
construcción de su proyecto de vida, eje central de su Recuperación, teniendo en consideración los
principios bioéticos y apoyándola activamente en su ejercicio de derechos.
Entre las actividades que realiza de acuerdo al Plan de Cuidados Integrales (PCI) de cada persona se
encuentran:
Apoyo en el proceso de coordinación de la persona usuaria con programas del intersector y/o la co-
munidad para la inclusión sociocomunitaria.
En los nodos y puntos de atención de especialidad, cada miembro del equipo puede cumplir esta
función con un máximo de 20 personas usuarias. En el caso que hay un número superior de personas
usuarias que requieren ser cubiertos por esta estrategia, se deberá privilegiar aquellas en los cuales
este rol es de mayor impacto.
117
i. Derivación Asistida
La responsabilidad técnica de manejo es compartida entre los equipos, sin embargo, la responsabi-
lidad clínica y administrativa corresponde al equipo derivador mientras la persona usuaria aún no
ingresa formalmente a la nueva atención, nodo o punto de atención.
Los espacios de intercambio de información son formales y de mutuo acuerdo respecto a fechas y
horarios. Para ello considera, medios de contacto telefónico, correos electrónicos y reuniones entre
equipos para asegurar la continuidad de cuidados y atención de la persona referida.
Es relevante incorporar información relativa a todas las áreas del proceso de atención recibido por la
persona usuaria, así como de las particularidades en el manejo global y consideraciones respecto al
desarrollo del vínculo terapéutico.
Los cambios respecto a indicaciones (de cualquier disciplina), en el espacio de traspaso de la perso-
na usuaria, deben ser consensuadas e informadas oportunamente entre los equipos y a la persona
usuaria y familiar responsable.
19
En todos los casos se debe considerar la voluntad de la persona para ser derivada a otro nodo o punto de la red, para su continuidad de
atención. En el caso específico de derivaciones que se realicen a puntos de la red de atención cerrada, se debe considerar la firma del
formulario de consentimiento informado [148].
118
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
4. Entrega de información comprensible, escrita y verbal a la persona y su familia sobre los de-
talles de la derivación: dónde, cuándo y quién otorgará la atención, considerando las caracte-
rísticas culturales y de curso de vida de las personas.
5. El apoyo post egreso de la persona para asegurar la continuidad de su cuidado y atención en
el sistema de red integrado.
6. En caso de no estar asegurada la continuidad de la atención en el otro nodo o punto de aten-
ción, se deben realizar acciones en el tiempo estimado para que no se produzca una discon-
tinuidad, debiendo quedar establecido en la ficha clínica.
7. El equipo derivador debe informar sobre situaciones que puedan provocar un abandono de
tratamiento que impiden la continuidad en otro nodo o punto de la red.
8. Envío de información al equipo de atención (nodo/punto) que recibe a la persona. El docu-
mento de contrarreferencia (epicrisis, IC de acuerdo al nodo/punto) debe contar, al menos,
con la siguiente información:
A objeto de velar por el cumplimiento del proceso de derivación asistida tanto por parte del equipo
derivador como el equipo que recepciona, se sugiere la aplicación de una pauta de cotejo (Anexo
N°3), la cual debe ser llenada en forma simultánea por ambos equipos al momento de realizar deri-
vación presencial. El documento debe quedar en la ficha clínica de la persona. Lo anterior permitirá
realizar monitoreo de calidad del proceso e implementar las mejoras respectivas. En este proceso se
deben adoptar medidas que resguarden los datos sensibles de la persona usuaria.
j. Referencia y Contrarreferencia
La referencia requiere que el nodo o punto de atención haya realizado un proceso de evaluación y/o
atención a la persona, familia y/o red de apoyo, acorde al nivel de resolutividad que le corresponde
(Atención Primaria, CSMC, Hospital de Día u otro) previo a su derivación, la que debe contener, al
menos, una hipótesis diagnóstica, los antecedentes clínicos y psicosociales del contexto.
119
La red debe contar con procesos de referencia y contrarreferencia basado en criterios y definiciones
claras de pertinencia de derivación, los cuales deben estar socializados en esta. Los tiempos de res-
puesta y asignación de horas dependerán de la condición clínica de la persona, de su contexto, curso
de vida y no deberían superar los 7 días o según GES.
El documento de solicitud de interconsulta (SIC) debe ser enviado formalmente (SOME, Unidades de
admisión, registro clínico electrónico, oficina de red) e ingresada en los sistemas de registro electró-
nico vigente para estos procesos (RAYEN, TrackCare, SIGGES, RNLE) en los plazos que se encuentran
determinados para ello. Cada centro derivador es responsable del ingreso y registro de las SIC que
emite.
No obstante, se deberán identificar los vacíos que puedan provocarse en el flujo de las solicitudes de
interconsulta, procurando soluciones expeditas que no generen retraso en el proceso de derivación
e incremento en los tiempos de respuesta.
Paralelamente a la tramitación de la SIC, cada nodo o punto de atención de la red debe contar con un
gestor de demanda quien establece las coordinaciones necesarias con el nodo o punto de atención
de referencia, mediante contacto telefónico o correo electrónico, para el seguimiento de la hora de
atención y otros asuntos que sean pertinentes. Asimismo, la Atención Primaria debe enviar informa-
ción oportuna y clara de la persona/familia que será derivada e ingresada al nodo de especialidad,
con el fin de facilitar el acceso - considerando distancia, transporte, costos, entre otros aspectos, y
evitar el ausentismo.
En el intertanto, la persona mantendrá sus controles en el nodo o punto de atención que realiza la
referencia hasta que su atención se haga efectiva en el lugar al cual fue referido. Esto quiere decir
que, durante ese periodo, la persona sigue siendo población bajo control del centro derivador, co-
rrespondiéndole recibir todas las acciones clínicas y administrativas que se requieran (controles,
continuidad de tratamiento farmacológico, rescate, etc).
El sistema de referencia y contrarreferencia debe cumplir con los siguientes requisitos de calidad:
Es un miembro voluntario de la comunidad que es elegido por esta o identificado como tal por los
equipos de salud. Está capacitado para orientar en prevención y promoción de prácticas de salud
mental a las personas, familias y comunidades, a través del trabajo con organizaciones locales y en
coordinación con los equipos de salud mental. Al ser una labor sin vinculación contractual con los
nodos y puntos de atención de salud mental, facilita que esta persona cumpla un rol distinto al ins-
titucional, favoreciendo su cercanía con la comunidad, su reconocimiento y liderazgo.
En APS, más allá de la histórica labor de los agentes comunitarios de salud mental, se ha incorporado
una nueva figura a partir de los Centros Comunitarios de Salud Familiar (CESCOF), el Programa de
Acompañamiento Psicosocial de la Atención Primaria de Salud, Programa Demencia, y otras estrate-
gias con población migrante e intercultural, son los Gestores Comunitarios, miembros de la comuni-
dad que perciben ingresos por sus labores comunitarias.
Sus actividades son participar en la definición y ejecución de tareas relativas a la promoción, pre-
vención y atención en salud, como parte del equipo de salud, incluyendo: la articulación con el in-
tersector y la comunidad; el fomento de la participación ciudadana; el apoyo en la generación de
iniciativas para la comunidad y participación en fondos concursables, y la educación en salud. Si bien,
puede tener un enfasis en algunas temáticas en particular (salud mental, inmigrantes, intercultura-
lidad, demencia, etc) son todos Gestores Comunitarios transversales de la APS.
121
Para cada punto de atención que dispone recursos escasos funcionará un Comité de este tipo, que
se relacionará directamente con el equipo del Departamento de Salud Mental del Servicio de Sa-
lud, constituido por el equipo de ese punto de atención y los representantes de los equipos de los
puntos de atención que lo demandan en su red territorial. Su periodicidad de funcionamiento puede
ser acordada por cada Servicio de Salud en los Consejos Técnicos de Salud Mental de acuerdo a las
necesidades de la red. Aunque su puesta en práctica puede resultar difícil, la existencia de instancias
de discusión y toma de decisiones en conjunto se constituye habitualmente en una oportunidad para
las redes que trabajan de este modo.
Las dificultades transitorias para que la creación y funcionamiento de este tipo de Comité, no deben
constituirse en un obstáculo para el ingreso oportuno de las personas que requieren este recurso. En
este caso, se aplicarán los criterios previamente consensuados por la Red o el Comité.
El funcionamiento de los comités busca generar aprendizajes colectivos y toma de decisiones de-
mocráticas, promoviendo el incremento del capital social y técnico en las redes, y de ningún modo,
puede consitituirse en instancias burocráticas carentes de sentido.
En algunos casos, el Comité de ingreso ha funcionado como una instancia permanente de coordina-
ción entre un punto de atención cerrada y la red de atención abierta de su territorio. Bajo esta moda-
lidad, también se revisan los casos que se encuentran en proceso de atención cerrada, para cuando
se produzca el egreso poner en práctica las estrategias de continuidad de cuidados más apropiada,
favoreciendo intervenciones transdiciplinarias ejecutadas en conjunto por diferentes equipos. Esta
forma de trabajo favorece la construcción de una identidad colectiva de la red territorial.
A partir del año 2007 y siguiendo las orientaciones de la OMS en relación a la prevención de la con-
ducta suicida, el Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud, diseñó un Programa Nacio-
nal de Prevención del Suicidio, considerando los siguientes puntos:
• Ser construido sobre la base de las particularidades locales.
• Ser permanente en el tiempo.
• Convocar al mayor número de sectores posibles.
• Incorporar tanto al sector público de salud como al privado.
• Incluir los tópicos que han mostrado mayor efectividad.
Los 6 componentes incluidos en el Programa para ser desarrollados en cada Región son:
1. Sistema de vigilancia de la conducta suicida. Permite monitorear los suicidios consumados
y los intentos de suicidio, como también identificar los factores de riesgo específicos asocia-
dos a estos para la definición de estrategias locales de intervención.
Se trata de un sistema de registro localizado en cada SEREMI de Salud que permite elaborar
perfiles de riesgo regionales a fin de orientar los planes regionales intersectoriales de pre-
vención de la conducta suicida.
10 de las 15 regiones cuentan con una mesa regional intersectorial de prevención del suicidio
funcionando regularmente (Arica, Tarapacá, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Metropolita-
na, O’Higgins, Los Ríos, Los Lagos, Aysén) 6 de las cuales tienen un plan regional elaborado y en
ejecución (Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Los Ríos, Aysén) y otras 2 regiones
están en proceso de elaboración de un plan regional (Tarapacá y Los Lagos).
3. Fortalecimiento de las competencias de los profesionales de la salud en detección y ma-
nejo del riesgo suicida, mediante capacitación en servicio, difusión de herramientas e instru-
mentos técnicos y trabajo con los organismos formadores para que incluyan estas materias
en las mallas curriculares de pre y posgrado.
Todas las regiones han realizado capacitación en la temática a funcionarios del sistema pú-
blico de salud, con énfasis en los equipos de atención primaria y equipos de especialidad en
salud mental. El número total de funcionarios que han recibido algún tipo de capacitación
presencial en la temática asciende a 3.900 personas, de las cuales 550 se han capacitado
durante el presente año.
123
9 regiones han realizado acciones específicas con el sector educación para la prevención del
suicidio en el ámbito escolar (Arica, Antofagasta, Coquimbo, Metropolitana, O’Higgins, Bío Bío,
Araucanía, Los Lagos y Aysén). Además, se destacan actividades de capacitación a docentes
y paradocentes de los establecimientos educacionales, la formación de monitores entre los
estudiantes, elaboración de planes de trabajo con los establecimientos seleccionados, reali-
zación de talleres con los estudiantes.
5. Sistemas de ayuda en situaciones de crisis que incluye la implementación de una línea
telefónica de ayuda, una página de ayuda en Internet y un programa de intervención en crisis
en cada Servicio de Salud que, entre otros, asegure el seguimiento de las personas que han
realizado intentos de suicidio.
5 regiones han desarrollado algún tipo de sistema de ayuda en crisis (Coquimbo, Metropoli-
tana, O’Higgins, Los Ríos, Aysén).
A nivel central se trabaja con el equipo del Programa de Asistencia Remota en Salud para
generar una respuesta coordinada a las personas que consultan y apoyo a los funcionarios del
sistema público que necesiten consultar procedimientos o pautas de acción.
6. Finalmente, el programa incluye un componente relacionado con la cobertura mediática y
el papel que los medios de comunicación pueden desempeñar en la prevención del suicidio,
considerando la influencia que estos tienen en las actitudes, creencias y comportamiento de
la comunidad.
6 regiones informan algún trabajo con los medios de comunicación de masas (Coquimbo, Val-
paraíso, O’Higgins, Los Ríos, Aysén y Magallanes), principalmente reuniones de coordinación
con los medios regionales, además de capacitación a periodistas, redactores y editores.
Por tratarse de un Programa Preventivo, se definió que su instalación estaría centrada en las 15 SE-
REMI de Salud del país y se haría de forma paulatina, dependiendo de los recursos que se pudiesen
asignar a la temática. Los avances en la instalación del programa siguen siendo muy heterogéneos
en las distintas regiones, siendo la falta de recursos la principal causa. La gran mayoría de las SERE-
MI están haciendo esfuerzos para instalar el Sistema de vigilancia de la conducta suicida, elemento
básico para orientar adecuadamente las acciones.
124
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Cuando una persona presenta una situación de crisis o descompensación aguda se requieren cui-
dados intensivos. Habitualmente, se piensa que estos únicamente pueden proveerse mediante la
hospitalizacion cerrada (UHCIP), la que brinda la posibilidad de proporcionar estos cuidados en un
contexto de contención estructurado y con acceso a servicios hospitalarios complementarios.
Sin embargo, existen personas que requiriendo tratamiento intensivo no están dispuestas a ingresar
a una UHCIP, y no cumplen con las condiciones para ser atendidas en Hospital de Día, pero sí aceptan
la posibilidad de un tratamiento intensivo sin la disminución de libertades tales como rutinas diarias,
obligación de permenencia en la unidad de hospitalización, acceso limitado a familiares y relaciones
sociales, entre otras.
También debe tenerse en cuenta que un sistema de atención en salud mental que cautela el respeto
a los derechos de las personas debe garantizar la existencia de oferta de prestaciones que impliquen
un mínimo de restricciones personales, por lo que el uso de UHCIP debe reducirse a casos en que
constituye una estricta necesidad.
Esto plantea la necesidad de que una red de servicios de salud mental se adecúe a las necesidades
y perfil de demanda de las personas usuarias, incluyendo Acciones de Atención Intensiva en Salud
Mental en Domicilio.
Para que este servicio pueda materializarse es necesario que el sistema de apoyo primario o que
convive con la persona usuaria cuente con características que permitan su coparticipación indis-
pensable en este tipo de atención y que el lugar de residencia cumpla condiciones de seguridad. En
cualquier caso, la puesta en práctica de esta estrategia requiere una adecuada evaluación de riesgos
y beneficios que garantice que la seguridad de la persona usuaria y su familia estarán cauteladas.
Este tipo de servicios resulta más aceptable para muchas personas, porque produce menos estigma
respecto a su situación. Además, debe tenerse en cuenta que una familia o sistema de apoyo prima-
rio que se involucra junto con el equipo de salud en esta estrategia de atención, durante el proce-
so desarrolla experiencias y competencias relevantes que pueden ser un factor diferencial positivo
respecto al control oportuno de eventuales crisis futuras, mejorando la continuidad de cuidados, la
adherencia terapéutica y el curso y pronóstico de la enfermedad.
Las Acciones de Atención Intensiva en Salud Mental en Domicilio constituyen una estrategia de
Cuidados Compartidos en la red temática de salud mental, en la cual el equipo de especialidad en
salud mental trabaja en articulación con el equipo de sector del Centro de Atención Primaria en el
cual está inscrita la persona usuaria. Si bien ambos equipos participan en la construcción del Plan de
Cuidados Integrales (PCI), la ejecución de este servicio es responsabilidad del equipo de especialidad
con el apoyo de APS.
125
Estas acciones deben proporcionar una respuesta clínica precoz, eficaz y rápida, ac-
cesible cuando se requiera20, ejecutada por profesionales y técnicos competetentes,
articulados en un equipo transdisciplinario para atender a la persona usuaria que re-
quiere esta foma de atención.
Para cada persona usuaria incluida en esta modalidad de atención, uno de los
miembros del equipo a cargo deberá asumir la función de gestor/a terapéutico/a
de modo de preservar la integralidad y continuidad de la atención y cuidado.
Este proceso deberá alinearse estratégicamente con el Plan de Cuidado Integral
elaborado exprofeso o actualizando un plan preexistente.
Es una estrategia integradora, compatible con los nodos y puntos de atención
existentes de la Red Temática de Salud Mental y que busca la utilización eficiente
de los recursos disponibles para la mejor atención y cuidado de estas personas y sus
familias en el mejor lugar posible.
20
Puede implicar diversas modalidades que amplíen la disponibilidad en jornada administrativa habitual, por ejemplo: jornada extendida
por 12 horas, atención de 24 horas, atención articulada formalmente con atención de urgencia en salud mental, etc.
126
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Personas beneficiarias del sistema de salud público, que presentan una situación de
crisis emocional o descompensación aguda de su enfermedad mental, sin riesgo vital,
que requieren atención y cuidados intensivos de forma transitoria.
Para estas personas, el apoyo clínico integral en salud mental en el domicilio resulta
una alternativa viable y preferible considerando los siguientes requisitos:
1. Persona y familia o grupo de apoyo primario que estén dispuestos a recibir apo-
yo clínico integral de salud mental en domicilio.
2. Persona que cuente con familiar o acompañante que pueda hacerse cargo de su
cuidado durante el periodo de hospitalización.
3. Condiciones de seguridad adecuadas para la persona usuaria y familia en el
domicilio en que se dispensarán los cuidados.
4. Persona y familia estén bajo la responsabilidad territorial del equipo que brinda
Población objetivo el servicio.
Perfiles de persona usuaria:
• Persona en situación de crisis o descompensación aguda de su enfermedad que se
niega a acudir a un nodo de atención.
• Persona con enfermedad mental grave con historia de descompensaciones
frecuentes, que abandona el proceso de atención y que no logra ser reincorporado
pese a reiterados intentos de rescate.
• Persona con enfermedad mental grave que tras la compensación efectuada en
UHCIP se evalúa con alto riesgo de abandono inmediato del proceso de atención en
la transición hospital domicilio.
• Persona con enfermedad mental grave que acepta el ingreso a UHCIP solo para el
control de la sintomatología crítica, pero que requiere continuidad de atención
intensiva para complementar los resultados terapéuticos necesarios para asegurar
su estabilización y no se encuentra en condiciones de asistir a Hospital de Día.
Proporcionar en el domicilio, diagnóstico y tratamiento de salud mental a persona
en situación de crisis o descompensación aguda de su enfermedad, sin riesgo vital,
Objetivo General
través de un proceso de atención y cuidados intensivo, periódico y protocolizado, por
personal competente.
Proporcionar en el domicilio una respuesta clínica precoz, eficaz y rápida, accesible
cuando se requiera21, ejecutada por un equipo transdisciplinario.
Otorgar atención y cuidados intensivos de forma transitoria para superar la situación
de crisis emocional o descompensación aguda de la enfermedad mental.
Ofrecer a la persona y su familia una alternativa de hospitalización, apoyo en
Objetivos domicilio, distinta a la Unidad de Hospitalización de Cuidados Intesivos en Psiquiatría
Específicos (UHCIP).
Acortar tiempo de hospitalización para el control de sintomatología crítica,
requiriendo continuidad de atención intensiva para complementar los resultados
terapéuticos.
Desarrollar en la familia o grupo primario de apoyo experiencias y competencias
relevantes para el control oportuno de eventuales crisis futuras.
21
Puede implicar diversas modalidades que amplíen la disponibilidad en jornada administrativa habitual, por ejemplo: jornada extendida
21
de 12 horas, atención de 24 horas, atención articulada formalmente con atención de urgencia en salud mental, etc.
127
Del mismo modo, se espera en estas situaciones que se puedan integrar las nuevas actividades –ba-
sadas en las necesidades surgidas en la población- a los servicios existentes, y no crear servicios de
salud mental separados. Esto facilita que las personas, familias y comunidades, puedan acceder a un
abordaje integrador, con mirada territorial y sustentable en el tiempo.
En los casos de mayor afectación con resultados de pérdida de vidas y bienes materiales, ha sido
necesario establecer un sistema de apoyo a los afectados que, ya a partir del terremoto del año 1960
en Valdivia, menciona entre sus documentos históricos, la necesidad de acciones de profesionales de
la salud y de la salud mental para asistencia de las personas afectadas.
Todas estas experiencias han derivado en diversas estrategias y acciones de apoyo de la salud men-
tal de la población en situaciones de emergencias y desastres, desarrolladas por organismos estata-
les como por organizaciones de la sociedad civil, las que, desde el terremoto del 2010, se comienzan
a revisar en el contexto de las instancias de coordinación que se establecen a nivel nacional e inter-
nacional, con el apoyo del gobierno del Japón.
Se inició así un trabajo colaborativo de diferentes sectores del Estado, en conjunto con la coopera-
ción Japonesa, para la construcción de un Modelo de Protección de la Salud Mental en la Gestión
del Riesgo para Chile, el que se ha definido como un marco referencial, bajo una lógica de mejora
continua, que oriente el quehacer de salud mental a instituciones, organismos de respuesta, comu-
nidad científica, tomadores de decisión y población general para generar acciones de prevención,
respuesta y Recuperación de personas y comunidades afectadas por emergencias y desastres. Se
encuentra actualmente en proceso de revisión final.
129
No obstante, la mayoría de las personas afronta bien un desastre [155] y tenderán a una recupera-
ción natural y espontánea tras el evento potencialmente traumático [156]. Asimismo, generará un
conjunto de respuestas esperables que no necesariamente constituyen una patología, como por
ejemplo, signos y síntomas de ansiedad, estrés, quejas somáticas, pesadillas y estados de ánimo
depresivo [157]. Una proporción menor de personas podrían desarrollar algunos trastornos mentales
como trastorno de estrés agudo, consumo problemático de alcohol y drogas, deterioro funcional,
depresión y trastorno estrés post traumático (TEPT) [158] [159]. La complejidad de sus efectos varia-
rá de acuerdo a las condiciones previas, tales como: nivel de preparación ante emergencias, caracte-
rísticas del territorio, de la comunidad, de las personas afectadas con sus respectivos determinantes
sociales de la salud y curso de vida. Asimismo, el impacto dependerá de la oportuna satisfacción de
las necesidades de las personas afectadas, tanto en la fase de respuesta como en la de Recuperación.
El propósito del Modelo de Protección es proteger la salud mental de la población en todo el ciclo
del manejo del riesgo (en sus fases de Prevención, Respuesta y Recuperación), mediante la disposi-
ción de lineamientos y orientaciones que apuntan a la promoción y fortalecimiento de las capacida-
des de todos los actores pertenecientes al Sistema Nacional de Protección Civil. Para lo cual, se basa
en los siguientes Principios y Enfoques:
22
El Sistema Nacional de Protección Civil Chileno (SNPC) es el conjunto de organismos, servicios e instituciones, tanto de carácter público
como privado, incluyendo a las entidades de carácter voluntario y a la comunidad organizada que, por mandato, capacidad, competencia,
interés o vocación, se articulan para la gestión del riesgo de desastres.
130
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Tabla 15. Principios y Enfoques del Modelo de Protección de la Salud Mental en la Gestión del
Riesgo.
Para lograr el propósito del Modelo, se incorporan diversos actores participantes del Sistema Na-
cional de Protección Civil, entendiendo que la responsabilidad por el cuidado y la protección de la
salud mental de la población no es algo privativo o exclusivo de los equipos de Salud, sino que es
transversal a los Sectores del Estado y las comunidades. Responder adecuadamente para proteger y
cuidar la salud mental implica, por ejemplo, actividades de prevención, disponer de adecuadas redes
que permitan establecer lazos de comunicación, entrega de información fidedigna de lo que ocurre
en la zona afectada, recuperar rápidamente la conectividad de caminos, disponibilidad de refugios,
alimentos y agua, etc. Por tanto, es clave el trabajo comunitario e intersectorial.
El Modelo plantea Ejes Estratégicos que deben abordarse en el ámbito de la salud mental en la ges-
tión del riesgo. A saber:
Tabla 16. Ejes Estratégicos del Modelo de Protección de la Salud Mental en la Gestión del Ries-
go.
Estos planteamientos del Modelo de Protección de la Salud Mental en la Gestión del Riesgo son
coherentes con los principios, enfoques, objetivos y demás contenidos centrales del Modelo de Ges-
tión de la Red Temática en Salud Mental. Los equipos de salud ubicados en todos los niveles de ges-
tión (micro, meso y macro gestión) tienen un rol fundamental en las Fases de Prevención, Respuesta
y Recuperación del Ciclo del Riesgo, con el fin de promover el bienestar y responder a las necesida-
des de Recuperación e inclusión sociocomunitaria de las personas, en un trabajo coordinado con el
intersector y la comunidad, asegurando una atención con estándares de calidad.
A continuación, se describen Actividades Claves a nivel de meso y microgestión para ser llevadas a
cabo en las distintas Fases de Ciclo del Riesgo en Emergencias y Desastres, con el fin de orientar el
quehacer de los Servicios de Salud y sus respectivas redes en la temática de Salud Mental, adecuán-
dolas según sus realidades locales y características de cada evento.
131
FASES
PREVENCIÓN RESPUESTA RECUPERACIÓN
Fortalecer las capacidades
psicosociales para enfrentar
Objetivos por de mejor manera la Reducir el impacto de Aportar a la
Fases respuesta y la Recuperación emergencias y desastres reconstrucción del
ante eventos potencialmente en las personas y en las tejido social y mitigar
(Modelo de traumáticos mediante comunidades mediante el
Protección de la el impacto en la salud
acciones y estrategias desarrollo de actividades mental de la población.
Salud Mental en previas que favorezcan la que son consideradas
la Gestión del reducción de los factores de una necesidad inmediata
Riesgo). vulnerabilidad y promuevan apenas ocurrido el evento.
la resiliencia individual y
comunitaria.
Impulsar acciones de
Apoyar acciones
Participar activamente participación social
intersectoriales y de
en las acciones de que permitan fomentar
comunicación social, así
coordinación intersectorial, la preservación de la
como otras líneas de
de comunicación social y memoria histórica,
trabajo del Plan Regional
Plan Regional de Gestión del colectiva, de la
de Gestión del Riesgo de
Riesgo de SEREMI Salud. emergencia o desastre
SEREMI Salud.
vivida por la comunidad.
132
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Participar activamente en
las actividades de Fase Efectuar acciones de Reforzar estrategias
de Prevención del Plan Respuesta de acuerdo de articulación en
de Gestión del Riesgo en al Plan de Gestión del Red para el acceso
Emergencias y Desastres Riesgo del Servicio de oportuno, atención
del Servicio de Salud, Salud y SEREMI de Salud, efectiva y continuidad
asegurando la incorporación asegurando el acceso de cuidados de su
de la temática de Salud oportuno, la atención población a cargo,
Mental en forma coherente efectiva y la continuidad ya sea sectoriales,
con los planteamientos de de cuidados de su intersectoriales y con
los Modelos de Gestión y población a cargo. la comunidad.
Orientaciones vigentes.
Realizar diagnóstico del
estado de la Red Temática
de Salud Mental, con Actualizar su Diseño
participación social y de Red de acuerdo a
Realizar acciones que relevando necesidades los planteamientos
promuevan activamente la en salud mental surgidas del Modelo de Gestión
organización y participación o incrementadas con la de la Red Temática de
de las personas usuarias emergencia o desastre. Salud Mental, cuando
Actividades claves a nivel y familiares en las redes Solicitar a la Red la la emergencia o el
de Mesogestión (Servicio comunitarias, y su rol como aplicación del EDAN desastre lo requieran
de Salud) contraparte en la Red (Evaluación de Daños y para responder a
Temática de Salud Mental, Análisis de Necesidades) las necesidades
abordando la Gestión del de Salud Mental y de la población,
Riesgo. Comunitaria, coordinado transformando la crisis
por APS y Centro de Salud en oportunidad de
Mental Comunitaria, para mejora.
su posterior consolidación
por el Servicio de Salud.
Sobre la base del Mantener la
Incorporar la temática
diagnóstico efectuado, integración de los
de Gestión del Riesgo en
definir líneas de acción servicios existentes
Emergencias y Desastres
a incorporar en el plan con las nuevas
en los Consejos Técnicos
de respuesta sectorial, actividades de
de Salud Mental y otras
que sean coherentes salud mental y
instancias participativas,
con los Modelos de recursos surgidos
articulándose con el/
Atención, considerando en la emergencia
la Coordinador/a de
las necesidades y o desastre y que
Emergencias y Desastres del
características de la requieren mantenerse
Servicio de Salud y cuando
población a cargo, de acuerdo a las
corresponda, de la SEREMI de
incluidos grupos necesidades de la
Salud.
específicos. población.
133
Tabla 18. Actividades claves a nivel de Microgestión (nodos y puntos de atención de la Red) en
las Fases de Prevención, Respuesta y Recuperación
FASES
PREVENCIÓN RESPUESTA RECUPERACIÓN
Fortalecer las capacidades
psicosociales para enfrentar
Reducir el impacto de
Objetivos por de mejor manera la respues- Aportar a la reconstruc-
emergencias y desastres
Fases ta y la Recuperación ante ción del tejido social y
en las personas y en las
(Modelo de eventos potencialmente mitigar el impacto en
comunidades mediante el
Protección de la traumáticos mediante accio- la salud mental de la
desarrollo de actividades
Salud Mental en nes y estrategias previas que población.
que son consideradas una
la Gestión del favorezcan la reducción de
necesidad inmediata ape-
Riesgo). los factores de vulnerabilidad
nas ocurrido el evento.
y promuevan la resiliencia
individual y comunitaria.
Desarrollar acciones de salud Efectuar acciones de Reforzar estrategias
Actividades mental en la Fase de Pre- Respuesta de acuerdo al de articulación locales
claves a nivel vención de acuerdo al Plan Plan de Gestión del Riesgo para el acceso oportu-
de Microgestión de Gestión del Riesgo en del Servicio de Salud y no, atención efectiva y
(nodos y puntos Emergencias y Desastres del SEREMI de Salud, asegu- continuidad de cuida-
de atención de la Servicio de Salud, articulando rando el acceso oportuno, dos de su población a
Red). de forma coherente con los la atención efectiva y la cargo, ya sea sectoria-
planes locales basados en continuidad de cuidados de les, intersectoriales y
diagnósticos comunitarios. su población a cargo. con la comunidad.
Mantener la integración
Realizar la aplicación del
de los servicios existen-
EDAN (evaluación de daños
tes con las nuevas acti-
Designar a un referente de y análisis de necesidades)
vidades de salud mental
salud mental en emergencias de Salud Mental y Comu-
y recursos surgidos en
y desastres para cada punto nitaria, coordinado por APS
la emergencia o de-
o nodo de atención de la Red y Centro de Salud Mental
sastre y que requieren
Temática de Salud Mental. Comunitaria, y enviar a
mantenerse de acuerdo
equipo gestor del Servicio
a las necesidades de la
de Salud.
población.
Efectuar liderazgo técnico en
Efectuar liderazgo técnico
mesas comunales intersec- Mantener acciones de
en mesas comunales de
toriales de Salud Mental y protección de la salud
Salud Mental y Apoyo Psi-
Apoyo Psicosocial en Emer- mental de los equipos
cosocial en Emergencias y
gencias y Desastres o incor- de salud que han parti-
Desastres o incorporación
poración de la temática en las cipado en la emergen-
de la temática en otras
mesas o redes de trabajo ya cia o desastre.
instancias intersectoriales
existentes, con énfasis en la
como COE.
Prevención.
Definir Plan de Acción de
Realizar acciones que pro-
acuerdo al diagnóstico Acompañamiento
muevan activamente la orga-
efectuado y los Modelos psicosocial activo a
nización y participación de las
de Atención vigentes, con la comunidad para
personas usuarias y familiares
énfasis en el fomento de detectar necesidades
en las redes comunitarias, y
resiliencia y apoyo psico- en salud mental e ir
su rol como contraparte en las
social, considerando carac- construyendo conjunta-
instancias institucionales de
terísticas de la población mente acciones para su
Participación Social abordan-
a cargo, incluidos grupos resolución.
do la Gestión del Riesgo.
específicos.
135
Se entenderá por atención abierta como aquella donde la persona puede recibir atención ambula-
toria en horario diurno, va desde la atención primaria hasta la especialidad (incluyendo hospital de
día); y por atención cerrada a la hospitalización, ya sea en domicilio como en unidades sanitarias.
Es el nodo articulador del sistema de atención de la red de salud general [114] que otorga atención
de salud mental a personas con enfermedad mental estabilizada o de menor gravedad. Por tanto, es
parte de la Red Temática de Salud Mental.
Este nivel de atención al estar instalado en la comunidad es el más cercano al territorio y a la pobla-
ción beneficiaria.
23
Doble función HFC: En comunas en que la APS está representada sólo por postas de Salud Rural (PSR), los HFC son los referentes para
esta población, cuando se requiere de mayor capacidad resolutiva, atención de urgencia y derivaciones a la red asistencial.
• En comunas donde no hay administración de salud municipalizada, los HFC son el único prestador de ese territorio.
• En comunas donde coexiste el HFC con Centros de salud urbanos y/o rurales (CES o CESFAM), es altamente probable que, la población del
área urbana cercana al hospital use de manera distinta el establecimiento, en comparación al resto de la comuna, especialmente cuando
se trata de población rural.
• Además, en cualquiera de los casos anteriores la población usuaria podría sobrepasar incluso los límites administrativos de la comuna
en que se encuentra inserto el hospital.
142
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
ACCIONES ACTIVIDADES
Atención Abierta:
• Evaluación integral en salud mental.
• Diagnóstico integral de salud mental, considerando psicodiagnóstico.
• Atención y cuidados de acuerdo a Plan de Cuidados Integrales.
• Intervención en contextos comunitarios.
• Intervención de Salud Mental en domicilio.
• Intervención psicosocial individual, grupal, comunitaria.
Otorgar atención
• Visita domiciliaria integral.
(abierta, cerrada
y de urgencia) y • Visita de salud mental en otros espacios (escolar, laboral u otros).
tratamiento en • Derivación asistida.
Salud Mental a la • Plan de egreso del motivo de consulta.
comunidad.
• Seguimiento y rescate.
• Primera respuesta en Maltrato y Abuso Sexual.
Atención cerrada:
• Disponibilidad de cama para salud mental de acuerdo a criterios de
hospitalización de baja complejidad (según su organización definida).
• Atención y cuidados de acuerdo a Plan de Cuidados Integrales.
• Establecer estándares de cuidado y tiempos de estadía, al tratarse de un
establecimiento de carácter transitorio.
Atención de Urgencia:
*Se describe en apartado Atención de Urgencia de Salud Mental en la Red.
Consultorías o tele consultorías de acuerdo a Orientaciones Técnicas: Consultorías
en Salud Mental.
Realizar Consultorías
en conjunto con el Mantener vínculo eficaz con el proceso terapéutico de las personas referidas
nivel de especialidad. que continúa en el nivel de especialidad, para ejecutar las acciones relevantes
de cuidados integrales incluidos en su PCI (coordinación entre ambos niveles de
atención).
Incorporar la salud mental en los planes comunales de promoción de salud.
Incorporar a actores de salud mental en el Consejo de Desarrollo Local.
Participar en mesa intersectorial de salud mental.
Desarrollar acciones
Participar en actividades intersectoriales.
de promoción en
salud mental para la Coordinar acciones ocupacionales con instancias comunales o intersectoriales.
población. (laboral, educacional, entre otros).
Utilizar medios de comunicación masivos nacionales, locales y comunitarios.
Ejecutar actividades planificadas, de forma permanente y continua con la
comunidad.
143
Este nodo es de baja densidad tecnológica en salud mental y las situaciones que no
pueden ser resueltas en este nivel son referidas, de acuerdo a los procedimientos
Definición locales, a nodos de especialidad, o bien estos nodos, en coordinación con la red de
salud general, definen estrategias para responder a las necesidades de esta población
en el territorio o lo más cercano a este, a fin de superar los vacíos de cobertura y
dificultades de acceso.
Las Postas de Salud Rural cuentan con un técnico paramédico residente, disponible en
forma permanente e inmediata, y con un sistema de comunicación radial con su centro
de referencia para solicitar asistencia en caso de presentarse problemas de salud de
urgencia que escapen a su capacidad resolutiva.
ACCIONES ACTIVIDADES
• Técnico paramédico permanente, con competencias para la pesquisa de situaciones
de riesgo ante necesidad de salud mental.
Acercar la atención
en Salud Mental a la • Ronda médica integrada por un equipo mínimo que incluye médico, enfermera/o,
población rural. psicólogo/a, trabajador/a social, técnico paramédico u otro específico definido por el
equipo, para evaluar a las personas que requieran atención de salud mental.
• Ronda médica con la frecuencia mínima estimada de visitas de 2 veces al mes.
• Planificación de actividades a realizar en el Plan de Salud Familiar del centro del cual
dependen.
Desarrollar acciones
de promoción en
salud mental para • Plan comunal de promoción de salud del centro del cual depende la posta rural, con
la población rural, actividades del componente de salud mental que se realizarán en las rondas rurales.
considerando • Educación de estilos de vida saludables que favorezcan la salud mental.
características propias • Ferias saludables con la temática de salud mental a realizar con la comunidad rural.
del territorio como la
interculturalidad.
• Incorporar al plan comunal del centro del cual depende la posta rural, actividades
con enfoque en prevención de salud mental a realizar en la posta rural, como, por
ejemplo:
• Talleres de prevención de suicidio.
• Talleres de prevención de violencia.
• Realizar actividades comunitarias que impulsen el desarrollo de las comunidades
Desarrollar y coordinar rurales e indígenas y la asociatividad de la localidad en que está inserto.
acciones de prevención • Actividades preventivas en consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
en salud mental • Talleres de prevención de violencia escolar.
para la población
rural, considerando • Realizar control del niño sano y lactancia, con evaluación de apego y estilos de
características propias crianza.
del territorio como la • Psicoeducación a grupos de riesgo de salud mental.
interculturalidad. • Talleres sobre temáticas de salud mental al intersector (educación, trabajo, jurídica,
y otros).
• Consejería de salud mental en ronda.
• Talleres de prevención de depresión post parto.
• Control de salud con aplicación de instrumentos, de acuerdo a curso de vida (EPSA,
Edimburgo, ASSIST, EMPA, EMPAM, yesavage, golberg, entre otros) abordando sus
resultados.
Otorgar atención y • Atención a la persona con necesidad de salud mental, considerando su curso de vida.
tratamiento en las • Registros estadísticos diarios y estadísticas mensuales correspondientes.
rondas a las personas
con necesidades de • Realizar consejerías individuales y familiares.
salud mental. • Visitas Domiciliarias Integrales con foco en la salud mental.
PROFESIONALES
PRESTACIONES QUE PUEDEN
DEFINICIÓN CONCENTRACIÓN RENDIMIENTO
APS REALIZAR LA
PRESTACIÓN
Es la intervención
ambulatoria individual
realizada por el profesional
de salud capacitado. Esta
Médico, psicólogo/a, intervención es realizada a
trabajador/a social, personas consultantes, a sus
enfermera/o, familiares y/o cuidadores,
Consulta de Salud
terapeuta o personas con factores 6-8 30-40 minutos
Mental APS
ocupacional, gestor de riesgo de desarrollar
comunitario, técnicos enfermedad mental. De
afines. esta atención debe quedar
registro en la Ficha Clínica.
Ingresos por equipo,
controles, evaluaciones de
egreso, seguimiento.
Es la intervención
terapéutica realizada por
integrantes del equipo
de salud general, con un
grupo de entre dos y doce
Médico, psicólogo/a, personas. Su objetivo es
trabajador/a social, otorgar apoyo emocional,
Intervención enfermera/o, educación para el auto
Psicosocial APS terapeuta cuidado, desarrollo de 4-6 60-90 minutos
(grupal) ocupacional, gestor habilidades y capacidades,
comunitario, técnico refuerzo de adhesión al
a fines. tratamiento, refuerzo de las
capacidades de la familia
para cuidar de la persona y
de sí misma, apoyo para la
rehabilitación psicosocial y
reinserción social y laboral.
149
Una estrategia de
entrega de servicios de
salud Integral con foco
promocional y preventivo
(prevención primaria,
secundaria y terciaria)
realizada en el domicilio,
dirigida a las personas
y sus familias en riesgo
biopsicosocial, basada
en la construcción de
una relación de ayuda
entre el equipo de salud
interdisciplinario y la
familia para favorecer el
desarrollo biopsicosocial
Médico, psicólogo/a,
saludable. Incluye la
trabajador/a social,
promoción de mejores
enfermera/o, 60 minutos
Visita Domiciliaria condiciones biológicas
terapeuta 1-2 (Sin considerar
Integral APS ambientales y relacionales.
ocupacional, gestor traslado)
Y se inserta en un el marco
comunitario, técnico
de un plan de acción
a fines.
definido por el equipo de
salud de cabecera, con
objetivos específicos que
comandan las acciones
correspondientes, los que
son evaluados durante el
proceso de atención, son
construidos entre el equipo
de salud y la familia y/o
cuidadores y realizados por
profesionales y o técnicos
con las competencias
requeridas. Evaluación
complementaria al ingreso,
controles, evaluaciones de
egreso y seguimiento
Fomentar el desarrollo
de grupos de autoayuda
en la comunidad y en los
Colaboración grupos de usuarios de
Según la
con grupos de APS, así como efectuar
Cualquier miembro coordinación local
autoayuda acompañamiento de 30-60 minutos
del equipo de salud con el grupo de
los grupos ya formados.
(Grupal) autoayuda
Pueden abordar contenidos
preventivos de problemas
de salud mental, así como
también promoción.
151
A continuación, se definen algunas estrategias factibles de aplicar en las redes territoriales para
asegurar la continuidad de la atención en la Atención Primaria - eje articulador de la red de salud
general con la Red Temática de Salud Mental- pudiendo identificarse otras estrategias posibles de
aplicar a nivel local.
Tabla 20. Estrategias de articulación para la continuidad del cuidado en APS y Requisitos de
calidad
ESTRATEGIAS DE ARTICULACIÓN
PARA LA CONTINUIDAD DEL REQUISITO DE CALIDAD
CUIDADO[163]
• Existe diagnóstico participativo comunal y de salud rural actualizado.
• En los diagnósticos realizados, están incorporadas las necesidades de
salud mental expresadas por la comunidad.
Identificar las necesidades de salud
• Existe constancia de la participación activa de la comunidad tanto a
mental de la comunidad, a través
nivel comunal como rural.
de diagnósticos participativos
comunales y rurales actualizados. • Existe plan de salud trianual, elaborado en conjunto con la comunidad,
que considera el trabajo comunitario de la posta en Salud Mental.
• Existe plan de monitoreo de la programación con implementación de
planes de mejoras.
• Existe plan comunal de promoción de salud, de acuerdo a normativa
vigente, con componente temático de salud mental.
• Existe plan de salud comunal, de acuerdo a normativa vigente, con
componentes de la temática de salud mental en lo preventivo
promocional.
Desarrollar planes participativos de
• Existe evaluación anual de ambos planes.
promoción y prevención en salud
mental. • Existe constancia del trabajo comunitario que incluya la facilitación
de diálogos ciudadanos, talleres promocionales, visitas domiciliarias,
creación de asociaciones de usuarios o comités locales, de acuerdo a las
necesidades de salud mental de la población.
• Los talleres de promoción y prevención incluyen a los grupos de
poblaciones específicas LGTBI.
• Todos los Centros de Salud Mental Comunitaria deben tener asignado un
territorio concordado con la Atención Primaria de Salud.
• Existencia de un coordinador/a de consultorías por territorio y sector del
centro de Atención Primaria de Salud y en cada Centro de Salud Mental
Implementar en todas las redes Comunitaria.
territoriales el sistema de • Existencia de planificación de las consultorías en salud mental.
consultorías, de acuerdo a las • Participan siempre en la Consultoría, el psiquiatra consultor y el médico
orientaciones vigentes. tratante de Atención Primaria de Salud y, al menos, un integrante del
equipo consultor, distinto del psiquiatra, y dos integrantes del equipo
consultante.
• Se realiza una evaluación del cumplimiento del plan anual de
consultorías.
153
A continuación, se definen los servicios de urgencia como parte de la Sub red de Urgencia. Poste-
riormente, se desarrollan mayores contenidos en apartado “Atención de Urgencia de Salud Mental”.
24
Mayor desarrollo en el Modelo de Gestión de Centros de Salud Mental Comunitaria.
157
Realizar
contrarreferencia • Establecer, adaptar y utilizar “protocolos de contrarreferencia” asistida que
asistida a la Atención incluyan las indicaciones en todos los ámbitos abordados en el PCI.
Primaria de Salud,
• Participar en asambleas, talleres, reuniones, jornadas, y otros, para difundirlos .
una vez logrados los
criterios clínicos de su • Capacitación al equipo APS en protocolos y procedimientos.
atención.
• Participar en el comité de Farmacia y Terapéutica con el fin de resguardar que el
arsenal farmacológico esté en concordancia con las necesidades de su población.
• Realizar una correcta planificación de las compras y contar con stock de
seguridad necesarios para asegurar la entrega oportuna de medicamentos a la
población.
• Contar con un área destinada a mantener los medicamentos en forma y
condiciones adecuadas para conservar sus características y calidad.
• Implementar un sistema de gestión de inventario para una adecuada gestión de
Establecer servicios almacenamiento.
farmacéuticos acorde
• Implementar estrategias que permitan medir el uso del stock almacenado.
a las necesidades de su
población. • Desarrollar sistemas de dispensación que permitan dar seguridad en la entrega,
conservar la calidad de los fármacos, contribuir en el cumplimiento de la
farmacoterapia de personas usuarias y brindar la información necesaria para el
cumplimiento de la indicación médica.
• Realizar asesoría y capacitación al equipo y comunidad en el uso de los
medicamentos.
• Establecer mecanismos de seguimiento farmacoterapéutico y farmacovigilancia.
• Conciliar el uso de medicamentos con los otros nodos y puntos de atención de la
red.
Desarrollar atención • Efectuar Programa de Atención Clínica Integral e Intensiva de Salud Mental en
y cuidados de salud Domicilio a personas usuarias que lo requieran de acuerdo a criterios definidos
mental transitorios para ello.
en el domicilio de la
persona. • Integración con la red de salud, intersectorial y comunitaria.
159
25
*Es responsabilidad del centro de Atención Primaria de Salud y del Centro de Salud Mental Comunitaria asignar la hora del ingreso y de
cada atención que recibirá la persona/familia. No es responsabilidad de las personas ir en busca de horas de atención.
160
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Recurso Humano Clínico Comunitario del Centro de Salud Mental Comunitaria N° de Jornadas Semanales
Horas Médicas
Psiquiatra Adulto 132 horas semanales
Psiquiatra Infanto Adolescente 66 horas semanales
Químico Farmacéutico 44 horas semanales
Subtotal Horas Médicas 242 horas semanales
Profesionales
Psicólogo(a) 10 Jornadas de 44 horas
Trabajador(a) Social 9 Jornadas de 44 horas
Terapeuta Ocupacional 7 Jornadas de 44 horas
Enfermera(o) 5 Jornadas de 44 horas
Psicopedagogo(a) 1 Jornada de 44 horas
Subtotal Cargos Profesionales 32 cargos
Técnicos
Técnico en Rehabilitación 6 Jornadas de 44 horas
Técnico Social 5 Jornadas de 44 horas
Técnico Enfermería 2 Jornadas de 44 horas
Técnico en Farmacia 1 Jornada de 44 horas
Subtotal Cargos Técnicos 14 cargos
Recurso Humano de Gestión del Centro de Salud Mental Comunitaria N° de Jornadas Semanales
Profesionales
Director(a) 1 Jornada de 44 horas
Subdirector(a) de Gestión Clínica Comunitaria 1 Jornada de 44 horas
Subdirector(a) de Gestión Organizacional y Administrativa 1 Jornada de 44 horas
Referente de Finanzas y Recursos Humanos 1 Jornada de 44 horas
Subtotal Cargos Profesionales 4 cargos
Administrativos
Secretaría (OFA Dirección) 1 Jornada de 44 horas
Admisión y Atención al usuario (OFA Equipo Asistencial) 2 Jornadas de 44 horas
Oficina Información, Reclamos y Sugerencias (OFA OIRS) 1 Jornada de 44 horas
Sistema de Orientación Médica y Estadística (OFA Estadística SOME) 1 Jornada de 44 horas
Subtotal Cargos Administrativos 5 cargos
Auxiliares
De Aseo 3 Jornadas de 44 horas
De Estafeta 1 Jornada de 44 horas
Subtotal Cargos Auxiliares 4 cargos
26
El cálculo del RRHH fue hecho en base a las necesidades de 50 mil beneficiarios, determinantes sociales, epidemiología territorial, co-
nectividad, dispersión geográfica, barreras de acceso, entre otras. Una de particular importancia es el tiempo de desplazamiento de las
personas usuarias y sus familias entre su lugar de residencia y el nodo de atención, ya que debe asegurarse el acceso oportuno en cada
territorio, definido por el diseño de la red del Servicio de Salud.
161
HOSPITAL DE DÍA
Es un punto de atención de hospitalización diurna, especializada, integrada
a la red temática de salud mental, que brinda atención a personas adultas y
adolescentes, cuya severidad de su condición clínica hace necesario un abordaje
terapéutico intensivo con alta densidad tecnológica, de forma temporal. El
abordaje terapéutico se realiza en consideración del curso de vida, contexto
cultural, orientación sexual, identidad y expresión de género de cada persona.
Otorga atención integral por parte de un equipo transdisciplinario que busca
estabilizar la condición clínica de las personas, brindar apoyo a la familia y/o red
de apoyo, contribuyendo a la Recuperación e inclusión de estas en su entorno
social, familiar, comunitario, cultural y geográfico.
Definición
Está situado en la comunidad (cercano al Centro de Salud Mental Comunitaria).
Podría encontrarse adosado a un hospital general u otro dispositivo sanitario,
según criterios locales de territorialización y accesibilidad, en función de las
distancias, transporte público, organización y funcionamiento de la red local de
salud. Esta ubicación ha de facilitar el acceso diario de las personas y su red de
apoyo, además propiciar una relación fluida y preferente con las Unidades de
Hospitalización de Cuidados Intensivos en Psiquiatría, los Centros de Salud Mental
Comunitaria y la red de salud general.
Cabe señalar que, este punto de atención no es homologable a Centros de Día o
Unidades de Rehabilitación.
Población adulta
Personas beneficiarias FONASA con enfermedad mental y en una condición
clínica de gravedad, con voluntariedad para tratamiento, que pueda adaptarse
a actividades de grupo y con independencia suficiente en actividades de la
vida diaria básicas. Estas personas no deben presentar alto riesgo de auto y
hetero agresividad, y su estado de salud debe permitirle beneficiarse por una
intervención ambulatoria especializada e intensiva. Es necesario que cuente con
red de apoyo.
Población objetivo Población Adolescentes
Personas beneficiarias FONASA mayores de 10 años y menores a 18 años
(excepcionalmente de 8 y 9 años) con enfermedad mental en condición de
gravedad, con voluntariedad según autonomía progresiva y la autorización que
corresponda, y a quienes su proceso de Recuperación les permita participar de
actividades grupales. Estas personas deben tener independencia suficiente para
realizar actividades básicas de la vida diaria, no deben presentar alto riesgo de
auto y hetero agresividad, y su estado de salud debe permitirles beneficiarse por
una intervención ambulatoria especializada e intensiva.
Vinculación
Servicio de Salud, CSMC (dependiendo de la realidad local)
administrativa
163
ACCIONES ACTIVIDADES
• Realizar proceso de admisión para ingreso de la persona.
• Realizar evaluación por médico psiquiatra y otro profesional a las 24 y 48
horas (día hábil) de ser ingresada la persona, para identificar factores de riesgo,
diagnóstico diferencial y derivación, si es pertinente.
• Consignar y ejecutar indicaciones médicas para estabilizar la sintomatología
aguda y evaluar pertinencia de derivación a hospitalización cerrada (fármacos,
psicosociales, exámenes de apoyo, otras especialidades).
• Informar sobre el funcionamiento del centro, deberes, derechos e información
clínica a la persona y su red de apoyo, según pertinencia.
• Asignar Gestor(a) terapéutico(a) e informar a la persona.
• Realizar evaluación integral por todo el equipo en sus distintas áreas.
• Elaborar, ejecutar y evaluar PCI en conjunto con la persona, familia y/o red de
apoyo.
• Realizar intervención en crisis.
Otorgar atención y • Realizar visita integral en salud mental, en el ámbito familiar, laboral, escolar,
continuidad de cuidado entre otros, de acuerdo a objetivos terapéuticos del PCI.
especializado integral. • Realizar acciones de coordinación con otros nodos de la red para brindar una
atención integrada.
• Definir con la persona, su familia y comunidad acciones de prevención de
recaídas, e identificar e intervenir situaciones desencadenantes.
• Efectuar rescate de personas inasistentes mediante contacto telefónico o visita
domiciliaria de salud mental de acuerdo a procedimiento y realidad local.
• Evaluar la necesidad de derivación a otro punto de atención de la red o al
Programa de Atención Clínica Integral e Intensiva de Salud Mental en Domicilio.
• Elaborar Plan de Egreso y ejecutar egreso progresivo asegurando el seguimiento
de la persona.
• Derivar asistidamente a otros nodos de la red mediante procedimientos
establecidos.
• Coordinar con instancias residenciales la posibilidad de ingresos temporales a
residencias para personas con enfermedad mentales en situación de severidad,
complejidad de larga data y vulnerabilidad social, como apoyo a las personas
cuidadoras.
• Visita integral de salud mental al contexto comunitario (domicilio, escolar,
Favorecer la laboral productivo, etc.).
reincorporación a su
• Establecer un sistema de asistencia flexible al Hospital de Día, para mantener o
vida cotidiana (laboral,
reincorporar a las personas a la actividad escolar o laboral.
escolar, familiar, etc.)
• Acompañamiento terapéutico en actividades de la vida diaria y comunitaria.
• Realizar consejería y psicoeducación a la familia y/o red de apoyo respecto al
cuidado de la persona en su lugar de residencia.
• Elaborar con la familia y/o red de apoyo acciones de acompañamiento de la
persona incluidas en su PCI
Brindar apoyo a la • Entregar indicaciones a la familia para su propio cuidado.
familia y/o red de apoyo
para el cuidado de la • Incorporar a su entorno sociofamiliar y cuidadores como agentes colaboradores
persona. en todo el proceso de atención y cuidado.
• Psicoeducar a las personas cuidadoras en prevención y manejo de situaciones
de sobrecarga.
• Trabajar el entorno familiar, social, laboral o escolar, según acciones definidas en
PCI ara la prevención de recaídas.
165
Tabla 23. Hospital de Día: Estrategias de articulación para la continuidad del cuidado y Requi-
sitos de calidad
Figura 16. Flujograma de Atención del Centro de Apoyo Comunitario para personas con demencia
168
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Este dispositivo se articula con el resto de los establecimientos de la red sanitaria, para
que las personas con demencia accedan oportuna y equitativamente a la oferta de ser-
vicios de la red y a la continuidad de cuidados, de acuerdo a sus necesidades específicas
de atención.
Personas de 60 años y más, beneficiarios de FONASA, que presentan demencia leve y
moderada, que residan en un territorio adscrito a un Centro de Salud Mental Comunita-
Población Objetivo ria u otro nodo de especialidad en Salud Mental, cuando corresponda.
Según evaluación del equipo de cada centro, se podrán ingresar personas menores de
60 años que presenten demencia leve y moderada.
Vinculación admi-
Servicio de Salud, CSMC.27 (dependiendo de la realidad local).
nistrativa
Vinculación Técnica Ministerio de Salud
Este punto de atención debe estar presente en todos los Servicios de Salud y, progresi-
vamente, en cada uno de los territorios definidos en su diseño de red, según correspon-
da de acuerdo a su nivel de resolutividad, Modelo de Gestión u orientaciones específi-
cas para éste.
Para definir el número de Centros a implementar en cada Servicio de Salud es necesario
Criterios para de-
considerar en los análisis, variables tales como: determinantes sociales, epidemiología
terminar la oferta
territorial asociada a población mayor de 60 años, conectividad, dispersión geográfica,
barreras de acceso, entre otras. Una de particular importancia es el tiempo de despla-
zamiento de las personas usuarias y sus familias, entre su lugar de residencia y el nodo
de atención, ya que debe asegurarse el acceso oportuno en cada territorio definido por
el diseño de la red del Servicio de Salud.
Canasta de presta- Definidas en las Orientaciones técnicas para los Centro de Apoyo Comunitario para
ciones personas con demencia28.
Acciones Actividades
27
Los Centros de Salud Mental Comunitaria por definición dependen de los Servicios de Salud, y cuando estos no existan en el territorio, el
Centro de Apoyo Comunitario para Personas con Demencia dependerá del nodo de especialidad que se defina localmente.
28
Actualmente en proceso de actualización.
169
Tabla 25. Recurso Humano del Centro de Apoyo Comunitario para personas con demencia
D. Centro de Atención Ambulatoria para personas con consumo problemático alcohol y otras
drogas (Centro de tratamiento)29
Figura 17. Flujograma del Centro de Atención Ambulatoria para personas con consumo proble-
mático alcohol y otras drogas (Centro de tratamiento)
29
En la red, la atención a personas con problemas de consumo de alcohol y otras drogas debe darse, -en forma integrada a la atención
general de salud y según la capacidad resolutiva-, en todos los nodos y puntos de atención. Este acápite (punto D), se refiere a los Centros
de Tratamiento Ambulatorio para Consumo Problemático de Alcohol y otras Drogas existentes al 2016, de los cuales, los de dependencia
pública, deben propender a la integración progresiva en los Centros de Salud Mental Comunitaria adecuadamente instalados y provistos.
173
Trabaja integrado a la red de salud general y de salud mental e intersectorial, para respon-
der apropiada y oportunamente al conjunto de necesidades de cada persona, efectuando
los procesos de referencia, contrarreferencia y derivación asistida que permitan garantizar
la continuidad de la atención e integralidad de los cuidados; según la condición de salud
y salud mental de la persona atendida, en colaboración con la red comunitaria e intersec-
torial local. Esta integración requiere ser garantizada a través de procedimientos locales
efectivos.
Definición
Cuenta con un equipo transdisciplinario con competencias en salud mental y en interven-
ción con personas que presentan consumo problemático de alcohol y otras drogas. Este
equipo entrega un abordaje integral a la población objetivo definida31, interviniendo con
las personas usuarias, sus cuidadoras/es, comunidad y red socio sanitaria e intersectorial.
30
Se debe tener en cuenta que existen también centros de administración privada en convenio con SENDA, los que deben considerarse
parte de la red, toda vez que se enmarcan en Convenio Intersectorial MINSAL-SENDA.
31
Población objetivo deberá estar definida por la Red Temática de Salud Mental de cada Servicio de Salud en coordinación con el SENDA
Regional correspondiente.
32
En el caso de adolescentes y jóvenes que ingresan al sistema judicial por la Ley 20.084 (de Responsabilidad Penal Adolescente) y adultos
condenados en el marco de la Ley 20.603 (que establece medidas alternativas a las penas privativas o restrictivas de libertad), podrían no
ser población FONASA y por Ley debe atenderse igualmente.
33
Puede haber programas o centros de la red pública o privados, que reciben financiamiento público de SENDA, y en el marco de esos
convenios podrían dar cobertura a población que no Fonasa (ej. Programas para población infanto-adolescente general).
174
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
ACCIONES ACTIVIDADES
• Realizar Evaluación inicial si corresponde.
• Vincularse con los centros de atención primaria correspondientes.
• Realizar proceso de admisión, ingreso clínico, diagnóstico integral o actualización
diagnóstica según corresponda, evaluando salud mental y física, funcionamiento,
estructura y apoyo familiar, funcionamiento social, motivación al cambio, factores
que inciden o mantienen el consumo, elementos protectores y de vulnerabilidad,
necesidades de integración social, entre otros34.
• Elaborar, ejecutar y evaluar con la persona usuaria su Plan de Cuidados Integrales (PCI),
Otorgar atención y que considere también acciones con familiares/cuidadores y comunidad.
cuidados a personas
que presentan diag- • Llevar a cabo y/o coordinar con el resto de los nodos o puntos de la red, la realización de
nóstico de consumo controles de salud integral de las personas ingresadas.
perjudicial o depen- • Ejecutar acciones para facilitar la inclusión de la persona con su comunidad.
dencia a alcohol y/u • Realizar acciones de coordinación con otros nodos o puntos de la red para brindar una
otras drogas. atención integrada, de acuerdo al PCI.
• Realizar reuniones clínicas semanales con equipo para el análisis de procesos
terapéuticos de las personas que están en tratamiento.
• Realizar acciones de intervención en crisis, en caso de que se requiera.
• Realizar acciones de prevención de recaídas, gestión de riesgos, motivacionales, entre
otras, fundamentales para esta condición de salud.
• Elaborar plan de egreso y realizar derivación asistida cuando corresponda.
• Realizar seguimiento del proceso de cambio posterior al egreso.
• Identificar y fortalecer la red de apoyo familiar y comunitaria.
• Evaluar la condición social y competencias de familiares y/o cuidadores.
Desarrollar inter- • Incorporar intervenciones con familiares/cuidadoras/es y red de apoyo en el PCI de la
venciones con fami- persona.
liares/cuidadores. • Psicoeducar a familiares/cuidadores en estrategias de afrontamiento y autocuidado.
• Desarrollar estrategias que potencien habilidades relacionales para la mantención de
los logros alcanzados por las personas en tratamiento.
34
La canasta de prestaciones se define en las orientaciones técnicas para el funcionamiento del nodo, las cuales variarán en frecuencia y
cantidad, de acuerdo a las necesidades de la persona usuaria. Entre las prestaciones definidas para estos nodos se encuentran: consulta
de salud mental, consulta médica, consulta psiquiátrica, consulta psicológica, intervención psicosocial de grupo, psicoterapia individual,
psicoterapia de grupo, psicodiagnóstico, visita domiciliaria, exámenes de laboratorio que se requieran y medicamentos si corresponde.
Estas prestaciones pueden ser realizadas en el centro de tratamiento o en terreno, dependiendo de las necesidades y características de
la persona usuaria.
175
Tabla 26. Centro de Atención Ambulatoria para personas con consumo problemático alcohol y
otras drogas (Centro de tratamiento)
35
Con resguardo de la confidencialidad, de acuerdo a ley vigente.
177
36
También se consideran en la derivación, los Centros Residenciales de Consumo de Alcohol y otras Drogas.
178
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Vinculación adminis-
Hospital general de mediana y alta complejidad.
trativa
Vinculación técnica Hospital general de mediana y alta complejidad – Ministerio de Salud
179
Establecer estrategias
Elaborar instructivos de articulación entre las distintas instancias intersectoriales
de articulación con
Sostener reuniones de coordinación con las distintas instancias u organismos inter-
instancias intersec-
sectoriales.
toriales (SENAME,
Evaluar los procedimientos de articulación y generar procesos de mejora.
SENDA, tribunales, y
Participar de mesas de trabajo intersectorial de acuerdo a realidad local.
otros).
Elaborar y aplicar procedimientos de trabajo con servicios de apoyo del Hospital
Mantener sistemas de donde está inserta la Unidad (laboratorio, imagenología, servicios generales, central
coordinación con otros de alimentación).
servicios de apoyo del Elaborar y aplicar potocolos de trabajo con la red de salud local para el traslado de
hospital. personas hacia la unidad de hospitalización, considerando las situaciones de agita-
ción.
Establecer y desarrollar
Participar en proceso de evaluación de mejora continua de la calidad de la atención
procesos de mejora
diseñado por la red.
continua.
Desarrollar docencia
e investigación de
Incorporar en la planificación anual los tiempos asignados a docencia en la unidad.
acuerdo al marco regu-
latorio vigente.
Tabla 29. Recurso Humano Población Infanto Adolescente, Unidad de Hospitalización de Cuida-
dos Intensivos en Psiquiatría.
B. Unidad de Hospitalización de Cuidados Intensivos en Psiquiatría en Centros Privativos de Libertad, población adolescente
Figura 19. Flujograma de Atención en la Unidad de Hospitalización de Cuidados Intensivos en Psiquiatría en Centros Privativos de Libertad, pobla-
ción adolescente
Criterios para determinar Deben estar incluidas en todos los Hospitales Generales de Mediana y Alta
la oferta Complejidad, de acuerdo al diseño de la red local de salud mental.
Conformado al menos por:
Área infanto adolescente:
Dos psiquiatras para niños/as y adolescentes de 22 hrs.c/u
Un/a enfermera/o 44 Hrs.
Un/a psicóloga/o infantil 44 Hrs.
Un/a trabajador/a social 44Hrs.
Área adulto:
• Dos psiquiatras para Adultos de 22 hrs.c/u
• Un/a psicólogo/a 44Hrs.
Equipo técnico de la • Un/a enfermera/o 44 Hrs.
unidad
• Un/a trabajador/a social 44Hrs.
Área Administrativa:
• Un/a Administrativo/a 44 horas.
Informar al personal de enfermería sobre la interconsulta y las preguntas que se requieren resolver.
Figura 20. Flujograma del Centro de Atención Residencial para personas con consumo proble-
mático de alcohol y otras drogas (centro de tratamiento residencial).
192
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
37
Población objetivo deberá estar definida por la Organización de Red Temática de Salud Mental de cada Servicio de Salud en coordina-
ción con el SENDA Regional correspondiente.
38
Población objetivo deberá estar definida por la Organización de Red Temática de Salud Mental de cada Servicio de Salud en coordina-
ción con el SENDA Regional correspondiente.
39
En el caso de adolescentes y jóvenes que han ingresado al sistema judicial por la Ley 20.084 (de Responsabilidad Penal Adolescente) y
adultos condenados en el marco de la Ley 20.603 (que establece medidas alternativas a las penas privativas o restrictivas de libertad),
podrían no ser población FONASA y por Ley debe atenderse igual.
40
Puede haber programas o centros de la red pública o privados, que reciben financiamiento público de SENDA, y en el marco de esos
convenios podrían dar cobertura a población que no es Fonasa (ej. Programas para población infanto-adolescente general).
193
12. Provisión de servicios para la atención y cuidados en población con necesidades específicas
asociadas a su discapacidad de origen mental
Para llevar a cabo una transformación de los servicios de salud mental hacia el paradigma de Re-
covery, además del apoyo institucional, hace falta la habilitación de las personas que utilizan los
servicios para ser protagonistas en su propio proceso. Los cambios, no solo deben esperarse en los
propios afectados, sino también en las instituciones y equipos que deban trabajar en instalar una
práctica basada en el recovery [106].
Si bien, la rehabilitación psicosocial ha supuesto un gran avance en la atención brindada a las per-
sonas en situación de discapacidad como consecuencia de una enfermedad mental de larga data, es
necesario prestar una constante atención a todo el proceso de atención, para no caer en situaciones
como la cronificación, la exclusión social y la institucionalización. En este sentido, no basta con la
creación de un mayor número de puntos de atención asistenciales, sino en instalar una nueva mi-
rada que incorpore la atención orientada a la Recuperación en todo el proceso de atención, mejore
las políticas públicas de salud mental, logre un cambio en las respuestas de los ciudadanos ante el
problema y consiga proporcionar una mayor atención a las familias de los afectados y a su red social.
Esto requiere de equipos formados que trabajen con las personas bajo el modelo de Recovery, incor-
porando como elemento central, la Rehabilitación Psicosocial Basada en la Comunidad (RBC) [167].
La evidencia resalta las ventajas presentadas por la RBC en relación a la eficacia y eficiencia de
los resultados esperados, en contraste con la atención que se otorga exclusivamente en ámbitos
hospitalarios. Estas ventajas se manifiestan en variados ámbitos: la salud física; el funcionamiento
cognitivo; el funcionamiento social; la participación en actividades comunitarias; la disminución de
recaídas y de reingresos; la integración a su familia o red de apoyo; el uso de servicios sanitarios; la
satisfacción de las personas usuarias y el costo económico [167].
Los servicios y apoyos de la RBC son flexibles e individualizados y su duración se relaciona con los
avances de cada persona, ajustándose al curso de vida, nivel de funcionalidad y dependencia, pro-
piciando que las personas logren mantenerse independientes en la mayor medida posible, econó-
196
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
En esta lógica, la Recuperación de las personas será entendida como un proceso continuo, evolutivo
y no lineal que supone el desarrollo de la autonomía personal, el desempeño de roles socialmente
valiosos y la mantención de relaciones socioafectivas significativas, en una convivencia con los sín-
tomas que permita a la persona un nivel de inclusión sociocomunitaria suficiente para desarrollar
una vida relativamente satisfactoria [106]. Asimismo, esto implica un proceso personal y un signi-
ficado a nivel subjetivo que permite la construcción de un proyecto de vida satisfactorio positivo
a pesar de la enfermedad mental, así como también asumir la gestión y el manejo adecuado de la
propia enfermedad para reducir el impacto de los síntomas y discapacidades persistentes, alcanzar
roles y metas personales socialmente valorables, más allá del rol de persona enferma y/o usuaria de
servicios de salud mental.
Para esto, un paso es eliminar las restricciones arbitrarias de financiación que actualmente se apli-
can a los apoyos comunitarios en salud mental. Dentro del marco de la discapacidad, es igual de
contraproducente para la inclusión sociocomunitaria no incorporar a las personas con enfermedad
mental en trabajos que provee la comunidad, a que las personas con problemas de movilidad no
puedan acceder a espacios públicos por barreras de acceso arquitectónico, por ejemplo. Las perso-
nas con discapacidad producto de una enfermedad mental, tienen distintas necesidades de apoyo,
al igual que las personas con discapacidades físicas, a quienes nuestras sociedades han prometi-
do los recursos, oportunidades y adaptaciones necesarias para permitirles vivir de la forma más
independiente posible [168].
Para el logro de la Recuperación, los sistemas de servicios en salud mental deben estructurarse
de manera que los servicios tengan una serie de componentes que incidan sobre la deficiencia, la
desventaja y la discapacidad [105]. Esta estructuración implica la puesta en marcha de un sistema
global en el que se prestan una variedad de servicios, cada uno de los cuales contribuye de diferente
manera a esa Recuperación.
Desde este punto de vista, es necesario que el Estado proporcione a las personas en situación de
discapacidad de origen mental, un sistema de apoyos graduados que, en un trabajo mancomunado
e intersectorial, cubra las necesidades de inclusión sociocomunitaria de cada una de estas personas,
en las áreas que se requiera. Estos apoyos deben ser entregados en los contextos naturales, en los
que se desarrollan los distintos ámbitos de la vida de las personas (en el trabajo, en el hogar, en el
club deportivo, etc.) y durante el tiempo que sea necesario.
Es así como, la Recuperación en la comunidad demanda la articulación en red con otros servicios
que otorguen las condiciones básicas que requieren las personas para su bienestar: trabajo, vivienda,
educación, lazos afectivos, relaciones sociales, etc, considerando cómo cada persona comprende
y vive su enfermedad, y cuál es el significado que da a la Recuperación; propiciando el ejercicio de
derechos, cuya ausencia o insuficiencia contribuye al malestar subjetivo y a generar enfermedades
mentales.
Esto conlleva diversificar la oferta de servicios de apoyos y cuidados, diseñando un modelo que in-
corpore el componente clínico; de rehabilitación y Recuperación en forma integrada, donde confluya
el quehacer de instancias comunitarias y otros sectores del Estado para lograr un resultado eficiente
y eficaz, evitando que la responsabilidad de dar respuesta a las necesidades de inclusión socioco-
munitaria de estas personas quede únicamente en el sector salud. En este contexto, se presenta el
desafío de poner a disposición servicios insertos en la comunidad, proveyendo los apoyos y cuidados
pertinentes a las personas, de acuerdo a sus grados de funcionalidad y necesidades específicas de
atención.
197
El desafío para nuestro país es desarrollar la cantidad adecuada de recursos en esta área, y lograr
que todos los que existen en la actualidad y los que se incorporen en el futuro, se orienten con los
criterios del recovery. Esto implica identificar los distintos perfiles de personas con discapacidad de
origen mental que requieren diferentes grados de apoyo y cuidados para cubrir sus necesidades en
rehabilitación psicosocial y alcanzar su inclusión sociocomunitaria.
Los puntos de atención y espacios residenciales existentes para personas en situación de discapaci-
dad producto de una enfermedad mental son:
Hogares Protegidos: vivienda y soporte social para personas con discapacidad de origen mental e
insuficiente o nula red de apoyo.
Residencias Protegidas: vivienda y soporte socialpara personas con discapacidad severa de origen
mental y con mayores niveles de dependencia. Poseen un mayor grado de complejidad técnica y
psicosocial.
El siguiente cuadro menciona los distintos puntos de atención y espacios residenciales proyectados
en la red, dirigidos a personas en situación de discapacidad producto de una enfermedad mental, con
distintas necesidades de apoyos y cuidados, y que hoy no se encuentran disponibles, pero que deben
ser incorporadas en las políticas públicas de los próximos años.
Tabla 35. Puntos de Atención y espacios residenciales para personas en situación de discapaci-
dad producto de una enfermedad mental, con distintas necesidades de apoyos y cuidados.
Para los nodos y puntos enumerados deben desarrollarse los respectivos Modelos de Gestión, por
lo tanto, los contenidos enunciados para estos a continuación son una propuesta para su desarrollo.
198
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
En esta Unidad se busca que la persona logre una estabilización integral, mejore su grado
de funcionalidad global, promoviendo la autonomía y teniendo como fin la Recuperación
y la inclusión sociocomunitaria. Su trabajo se ejecuta en un marco de ejercicio de
derechos y de respeto del contexto cultural, orientación sexual, identidad y expresión de
género de las personas que ingresen.
Hoy en día, las UME muestran distintos estándares de funcionamiento, por lo cual es
necesario clarificar sus funciones en la red, alinear su modelo de atención con el Modelo
Comunitario de Atención en Salud Mental y dotarlas adecuadamente para cumplir las
funciones definidas. Esto hace imprescindible su reconversión a Unidades de Cuidados y
Rehabilitación Intensiva en Salud Mental para que, finalmente, terminen localizándose
fuera de los hospitales psiquiátricos, en la red comunitaria.
Esto, de ningún modo significa un simple cambio de denominación, sino que implica
un proceso de definición técnica, cuyo resultado previsible es que algunas personas
usuarias que actualmente permanecen en las UME cumplen los criterios para egresar
hacia puntos de atención residenciales fuera de los hospitales (actualmente, Hogares
y Residencias Protegidas), con distintas necesidades de apoyo, y otras que requieren
acceder a Unidades de Cuidados y Rehabilitación Intensiva en Salud Mental para avanzar
hacia su inclusión sociocomunitaria.
199
El equipo debe tener una activa relación con la Red General de Salud, Red Temática
de Salud Mental y con el intersector y la comunidad, ya que este es un factor crítico
para articular la continuidad de cuidados y permitir una inclusión sociocomunitaria
efectiva y sustentable.
203
Son puntos de atención y cuidados41 en salud mental, que tienen un componente principalmente
clínico y complementariamente residencial, para personas con enfermedad mental grave,
limitaciones en la funcionalidad y alto grado de dependencia, por lo que requieren cuidados las 24
horas.
A fin de garantizar un apoyo cercano y atingente a las necesidades de cada residente, se
recomienda que el máximo de personas que puede vivir en este dispositivo es de 15.
La población objetivo la constituyen hombres y mujeres, de 18 años y más, en consideración del
curso de vida, contexto cultural, orientación sexual, identidad y expresión de género de cada
persona.
Definición.
El ambiente terapéutico de estos puntos de atención debe propiciar el bienestar, la seguridad y
el resguardo de la condición de salud integral, desde un enfoque de derechos, considerando las
preferencias e intereses de las personas en los procesos de la vida cotidiana y su participación
sociocomunitaria.
Los equipos de trabajo deben ser competentes en: brindar cuidados clínicos de calidad; manejo y
resolución de conflictos en el contexto de la conviviencia; apoyo y contención personalizada; y en
desarrollo de la funcionalidad, autonomía y participación sociocomunitaria.
Este dispositivo debe mantener una coordinación activa y expedita con los centros de Atención
Primaria y Centro de Salud Mental Comunitaria42 del territorio.
Personas de 18 años y más, hombres y mujeres, que presentan una enfermedad mental grave, con
trastornos conductuales, discapacidad severa y alto grado de dependencia y disfuncionalidad, por
lo que requieren de apoyos permanentes para desarrollar actividades básicas de la vida cotidiana.
Población objetivo.
Este perfil no se limita solamente a la esfera de la psicosis, e incluye a personas con discapacidad
cognitiva, trastorno mental de base orgánica y trastornos generalizados del desarrollo que
cumplen el perfil recién descrito.
Estos puntos de atención se hacen cargo de las necesidades de atención y cuidados en salud
mental de personas con discapacidad, disfuncionalidad severa y trastornos conductuales que, en
muchos casos, se encuentran o han estado institucionalizadas en largas estadías psiquiátricas, en
residencias clandestinas, o bien se encuentran en situación de calle. En general, las personas con
este perfil tienen necesidades de cuidados y apoyo psicosocial que superan las posibilidades de
que sean provistas por su grupo de apoyo primario o familia, más aún, cuando en muchos casos
estas presentan situación de pobreza y vulnerabilidad.
Justificación.
Por su elevado nivel de discapacidad y disfuncionalidad, estas personas son excluidas y
estigmatizadas tanto por su entorno cercano como por parte de los mismos equipos de salud,
estando expuestas permanentemente a que se vulneren sus derechos y se les niegue el acceso a
recursos sanitarios, intersectoriales y comunitarios en su territorio.
Habitualmente, la situación de estas personas tensiona el sistema de salud por la falta de
respuesta a sus necesidades de salud mental en las redes existentes, lo que hace imprescindible el
desarrollo de estos puntos de atención.
Vinculación
técnica y Ministerio de Salud y Servicios de Salud, respectivamente.
administrativa
42
En aquellos territorios que aún no cuentan con Centro de Salud Mental Comunitaria esta cordinación deberá hacerse con el equipo am-
bulatorio de especialidad de salud mental, el que de acuerdo a las orientaciones del Modelo de Gestión de Red Temática de Salud Mental
debe estar territorializado.
207
Los Hogares con apoyo parcial o 24 horas surgen como una propuesta alternativa a los actuales Ho-
gares y Residencias Protegidas, en el contexto del diseño de un Sistema Intersectorial de Apoyos
Graduados para personas en situación de discapacidad de origen mental.
En agosto del 2014 se constituye la mesa técnica desde la cual se construye esta propuesta, con-
tando con la participación de representantes del Servicio Nacional de la Discapacidad (SENADIS),
Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), Ministerio de Desarrollo Social (MDS), Ministerio de
Salud (MINSAL), incorporándose también el Ministerio de Bienes Nacionales.
En concordancia con lo anterior, la propuesta busca articular la oferta de los diversos sectores para
que, en forma conjunta, complementaria y sinérgica se propicie un sistema de cuidados y apoyos
graduados a personas en situación de discapacidad de origen mental, que les permita integrarse a
la comunidad, mejorar su calidad de vida y desarrollar una vida lo más independiente posible, desde
un enfoque de derechos.
El Sistema de Apoyos Graduados contempla desarrollar acciones en distintos niveles, de manera que
la población objetivo varía según cada estrategia a implementar.
43
Se refiere a los actualmente denominados Hogares Protegidos y Residencias Protegidas.
208
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Con el objeto de diferenciar los grados de apoyo que existen en los actuales Hogares Protegidos y
Residencias Protegidas, se distinguirán dos tipos de Hogares con Apoyo: los que cuentan con apoyo
parcial y los con apoyo 24 horas.
La responsabilidad del sector Salud sobre la población específica conformada por personas impu-
tadas, condenadas y bajo la Ley 20.084 sobre Responsabilidad Penal Adolescente, ha seguido un
camino de paulatina mejora en la provisión de servicios de atención adecuados y pertinentes, para
las personas con problemas de salud mental.
En este contexto, se han constituído instancias de coordinación nacional y regional que han permiti-
do visibilizar las necesidades de esta población y buscar los acuerdos intersectoriales para mejorar
la calidad, pertinencia e impacto de las atenciones, a través de la búsqueda de diseños programáti-
cos y financiamiento complementario.
Es así como en el año 2007 comienza su trabajo la mesa intersectorial del Convenio MINSAL-SE-
NAME-SENDA-GENCHI para la implementacipon del “Programa de tratamiento Intregral de Adoles-
centes y Jovenes ingresados al sistema Penal por ley 20.084, con consumo problemático de Alcohol,
Drogas y otros trastornos de Salud Mental”.
El año 2012 se constituye la Comisión Nacional de Psiquiatría Forense [170], instancia que tiene
por objetivo asesorar al Ministerio de Justicia y al Ministerio de Salud en aspectos relacionados al
Código Procesal Penal -en los títulos VII y VIII del libro cuarto- en relación a los procedimientos de
medidas de seguridad y cautelares aplicables a las personas con enfermedad mental.Por otro lado,
durante el año 2015, el Ministerio de Salud convocó a una comisión interministerial con el objetivo
de generar propuestas de trabajo para mejorar el acceso a atención y cuidados de salud para per-
sonas privadas de libertad, en los mismos términos que cualquier ciudadano. Esta comisión culminó
con la firma de un Convenio de colaboración entre el Ministerio de Salud, el Ministerio de Justicia,
Gendarmería de Chile, Superintendencia de Salud y FONASA [171].
Si bien es cierto estas instancias y convenios han significado un avance en cuanto señalan la respon-
sabilidad del Estado sobre las condiciones de salud general y salud mental de las personas privadas
de libertad, hasta el momentono se ha generado consenso intersectorial, sustentado técnicamente
y expresado en decisiones políticas de Estado, que clarifique las responsabilidades del sector Jus-
ticia – Sename, Servicio Médico Legal y Gendarmería- y del sector Salud, con respecto a algunos
aspectos claves tales como:
• La necesaria distinción de responsabilidades sobre la función pericial y la función sanitaria
para la población privada de libertad. Este acuerdo resulta indispensable para el adecuado de-
sarrollo de la respuesta sectorial de atención de salud mental, por un lado, y de la respuesta del
SML en lo pericial, por otro, en un marco de respeto a los derechos humanos de estas personas
y al cumplimiento de la ley.
• La construcción de una oferta específica para población adolescente y jóvenes con procesos
judiciales por Ley 20.084, que requieren espacios, diferenciados de la población adulta, para
el cumplimiento de sentencias de medidas de seguridad cuando son declarados inimputables
debido a un trastorno mental.
Por último, en lo que concierne al diseño de respuestas en concordancia con las necesidades regio-
nales y locales, es necesario proyectar y desarrollar los siguientes ámbitos:
ético y técnico actualizar el trabajo de esta sub red y sus puntos de atención, revisando la evidencia,
la experiencia internacional y las orientaciones del Plan Nacional de Salud Mental y del Modelo de
Gestión de Red Temática de Salud Mental en la Red General de Salud, para construir una propuesta
técnica actualizada de una política pública integrada, donde concurran todos los sectores y actores
involucrados (Justicia, Desarrollo Social, Vivienda, Educación, Trabajo, Salud, Interior, etc.).
Acceso a la atención de salud mental en recintos penitenciarios, otorgada por equipos del ámbito
público de Salud, deben realizar atención y cuidados que permitan mejorar la condición de salud
mental y el pronóstico de rehabilitación.
Continuidad de cuidados de la población privada de libertad. Uno de los desafíos de la red de sa-
lud general es facilitar el acceso a la atención y cuidados de salud integral, a todas aquellas personas
a las que se le otorga libertad por el cumplimiento de condenas o por haber accedido a beneficios
carcelarios, permitiéndoles la continuidad de los tratamientos ya iniciados, reduciendo la suspen-
sión de fármacos y sus efectos, generando la vinculación a la red comunitaria, entre otros aspectos
relacionados a las necesidades de salud de las personas.
213
50
50
De acuerdo a los artículos 455 y 457 del Codigo Procesal Penal, las Medidas de Seguridad corresponden a lo siguiente: Artículo 455.-
Procedencia de la aplicación de medidas de seguridad. En el proceso penal sólo podrá aplicarse una medida de seguridad al enajenado
mental que hubiere realizado un hecho típico y antijurídico y siempre que existieren antecedentes calificados que permitieren presumir
que atentará contra sí mismo o contra otras personas. Artículo 457.- Clases de medidas de seguridad. Podrán imponerse al enajenado
mental, según la gravedad del caso, la internación en un establecimiento psiquiátrico o su custodia y tratamiento. En ningún caso la me-
dida de seguridad podrá llevarse a cabo en un establecimiento carcelario.
214
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Acciones Actividades
Elaborar y ejecutar un Plan de Cuidados Integrales (PCI).
Solicitar antecedentes médicos previos de las personas a establecimientos de salud
tratante (cuando se requiera).
Administrar el tratamiento farmacológico diseñado por el equipo tratante de salud
mental y/o salud general, en el caso de contar con otras patologías.
Fortalecer la adherencia al tratamiento.
Otorgar atención y Monitorización de los efectos de los fármacos.
cuidados integrales de Realizar derivaciones, interconsultas y exámenes que se precisen.
salud Realizar acciones de gestión del cuidado de enfermería.
Realizar apoyo psicológico y psicoterapia (de acuerdo a PCI)
Realizar acciones de vinculación familiar por parte de Trabajador(a) Social
Realizar actividad física guiada por profesor(a) de educación física.
Realizar acciones que fortalezcan la funcionalidad de las personas por parte de
Terapeuta Ocupacional.
Aplicación de procedimientos de seguridad y cuidados de acuerdo a normativas
vigentes.
Proveer de un ambiente terapéutico adecuado, resguardando los derechos y
seguridad de las personas.
Otorgar apoyo Gestionar servicios de apoyo, como: central de alimentación.
residencial, las 24
horas. Realizar actividades recreativas y formativas por parte de Monitores
Motivar la participación a talleres que cuenta la unidad, de acuerdo al interés de las
personas usuarias.
51
51
La continuidad de cuidados es acorde a las necesidades y condición de salud mental de las personas.
216
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Acciones Actividades
Realizar consulta de psiquiatra para determinar diagnóstico e iniciar tratamiento
cuando la persona ingresa con cuadro agudo o descompensado.
Realizar ingreso clínico de Enfermería.
Realizar atención clínica ambulatoria de carácter psiquiátrico y psicológico.
Otorgar atención y Programar las actividades recreativas diarias.
tratamiento de las Iniciar tratamiento médico según indicaciones.
personas usuarias para Administrar el tratamiento farmacológico.
estabilizar el cuadro Realizar solicitud de exámenes.
agudo debido a su con- Realizar seguimiento de efectos adversos de los fármacos y notificar según norma-
dición de salud mental, tivas vigentes.
cuando corresponda. Realizar intervención en crisis por parte del equipo (cuando se requiera).
Solicitar antecedentes médicos previos de las personas a establecimientos de salud
tratante (cuando se requiera).
Elaborar y ejecutar Plan de tratamiento integral.
Realizar gestión del cuidado de enfermería.
Realizar consulta de psiquiatra para determinar diagnóstico y tratamiento.
Realizar farmacovigilancia y aplicar protocolos y normas vigentes.
Otorgar atención
Realizar solicitud de exámenes e imágenes según necesidad.
médica ambulatoria de
Realizar seguimiento de los efectos adversos de los fármacos.
carácter psiquiátrico
Realizar intervención en crisis
y psicológico a perso-
Realizar atención psicológica.
nas condenadas que
Realizar psicoterapia en casos específicos.
cumplen sentencia en
Realizar informes médicos y psicológicos.
recinto penal donde se
Elaborar y ejecutar Plan de Cuidados Integrales.
encuentra esta Unidad
Realizar gestión del cuidado de enfermería-
221
Se considera una urgencia en salud mental cualquier alteración emocional y de la conducta que
puede producir daños a terceros o a sí mismo/a, por lo cual requiere de una intervención inmediata
y eficaz por parte del equipo de salud dirigida a aliviar dicha situación. Esta alteración del afecto,
pensamiento o conducta es en tal grado disruptivo que la persona misma, la familia o comunidad
considera que requiere atención inmediata [172].
La urgencia genuina es aquella que en los más diversos contextos requiere para su resolución la in-
tervención de personal de salud capacitado para hacerlo. Las urgencias más comunes son:
• Agitación psicomotora grave.
• Intento suicida o ideación suicida con indicadores de alto riesgo.
• Estupor.
• Síndrome de abstinencia o intoxicación por alcohol u otras drogas.
• Sintomatología ansiosa aguda y severa.
• Conductas que evidencian un comportamiento profundamente desorganizado.
222
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
La demanda de atención extrema en salud mental la constituye el intento suicida y el suicidio con-
sumado. Este se define como un problema sanitario casi completamente prevenible, en la medida
que exista oportunidad de atención y un adecuado manejo de la persona en situación de riesgo y su
familia. La descripción y sintomatología de este problema de salud mental es abordado en profundi-
dad en las guías y protocolos vigentes.
El resto de la demanda de atención de urgencia, la que deriva de la insuficiencia del sistema habitual
de atención en salud, podría ser resuelto por redes territoriales dotadas de un nivel adecuado de
competencias, que actúen efectivamente como red, incluyendo dos estrategias de gestión claves:
territorialización de la atención ambulatoria de especialidad en salud mental y articulación efectiva
entre el nivel primario de atención y esta. Según resultados de investigaciones efectuadas en nues-
tro país, la demanda de atención de urgencia psiquiátrica se redujo en 21.02% en un periodo de 6
años cuando estas dos estrategias fueron aplicadas consistentemente en el territorio de un Servicio
de Salud [173].
Este segundo componente de la demanda de la atención de urgencia en salud mental, la que deriva
de las insuficiencias del sistema habitual de atención, hace evidente el imperativo técnico y ético de
lograr un funcionamiento articulado y eficiente de los puntos y nodos de atención de la red general
de salud y la Red Temática de Salud Mental. Este funcionamiento óptimo evita el impacto negativo
en la calidad de vida de las personas usuarias y sus familias, que resulta de los esfuerzos por deman-
dar la atención de urgencia prevenible.
La detección precoz de situaciones de riesgo en las personas debe propiciar una respuesta asisten-
cial inmediata. La atención comprende actividades de control y seguimiento, con la frecuencia que
se requiera en cada situación, como así también la derivación asistida a nodos o puntos de atención
de la red.
La fragmentación del trabajo entre la atención primaria y el nivel de especialidad en salud mental
ambulatoria es un problema fundamental para los resultados de la Red Temática de Salud Mental.
Este aspecto del funcionamiento de los sistemas de salud es de preocupación internacional para los
gestores sanitarios, tal como lo demuestra el amplio artículo al respecto en el clásico texto Compa-
nion to Primary Care Mental Health editado en conjunto por la Asociacion Mundial de Médicos de
Familia (WONCA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) [174]. En Chile, una de las estrategias
para esta articulación es la Consultoría en Salud Mental que debe implementarse en toda la red del
país, estableciéndose los documentos normativos, así como recursos de capacitación para lograr su
implementación con los criterios de calidad que se consideran críticos para optimizar su impacto
sanitario.52
52
Las Consultorías en Salud Mental fueron incluidas ya en el Plan Nacional de Salud Mental 2001 y con posterioridad, se describen en de-
talle en los documentos técnicos: Orientaciones en Salud Mental para la Atención Primaria; Orientaciones para la Planificación y Progra-
mación en Red 2016, 2017 y 2018; Orientaciones Técnicas Consultorías en Salud Mental; Cápsula educativa Consultorías en Salud Mental
(plataforma SIAD), y también en el Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025.
223
Es una responsabilidad de los/las Gestores en los distintos niveles de gestión, partiendo por los Jefes
de Sector en los CESFAM, que los equipos de atención cuenten con las competencias y funcionen en
red.
Así como se ha señalado que la Red General de Salud tiene una ineludible responsabilidad en evitar,
prevenir e intervenir tempranamente en una situación de crisis emocional o descompensación agu-
da, cuando esta ya se ha producido, el conjunto de la red de urgencia tienen un papel protagónico,
desde el SAPU hasta la atención psiquiátrica en la urgencia general o la atención en la urgencia
psiquiátrica, y cada uno de los puntos de atención y nodos de esta red de urgencia deben contar con
las competencias para ejercer con propiedad la máxima capacidad resolutiva que la poblacion a su
cargo requiere.
Dentro de la población a cargo de la Atención Primaria de Salud, están los niños, niñas, adolescentes
y jóvenes bajo protección del Estado a través del SENAME y Organismos Colaboradores. Entre estos,
se ha hecho evidente una mayor demanda de atención de salud y de urgencia en salud mental de
aquellos que se encuentran en cuidado residencial.
Estos niños, niñas, adolescentes y jóvenes muchas veces han sido víctima de discriminación nega-
tiva en su acceso a las prestaciones de salud, situación sobre la que se ha tomado conciencia y se
han generado iniciativas concretas para transfomarla en discriminación positiva y actuar en forma
efectiva sobre los factores de riesgo que determinan la perpetuación de los problemas que afectan
particularmente a esta población.
El Sector Salud ha puesto en marcha múltiples iniciativas para abordar los requerimientos en salud
de esta población, entre ellos, se ha dado inicio a un Sistema Intersectorial de Salud Integral con
énfasis en Salud Mental para Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes con Vulneración de Derechos y/o
Sujetos a la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente. Esto implica asegurar su vinculación al siste-
ma habitual de atención sanitaria e intervenir los contextos de vida para reducir los riesgos de salud
evitables y tratar oportunamente los problemas y enfermedades, así como desarrollar un fuerte
componente intersectorial de gestión de casos. Lo anterior, debiera traducirse en una reducción de
las situaciones de crisis emocional o descompensaciones agudas que derivan en demanda de aten-
ción de urgencia en salud mental.
La atención recurrente de un niño, niña, adolescente o joven de este grupo de población a cargo, en
cualquier punto o nodo de atención de la red de urgencia, debiera impulsar al equipo de urgencia a
articularse en forma concertada con los recursos de la red con el fin de intervenir los factores preci-
pitantes de sus crisis y garantizar la continuidad del cuidado.53
Por otra parte, respecto al traslado de las personas que se encuentran afectadas por una situación
de crisis o descompensación que requiere atención de urgencia, debe ser efectuado en condiciones
que respeten plenamente sus derechos humanos. Este imperativo puede entrar en conflicto con la
falta de voluntariedad que la persona puede tener en ese momento, la que podría eventualmente
53
Ver Lineamientos para la Puesta en Marcha del Sistema Intersectorial de Salud Integral con énfasis en Salud Mental para Niños, Niñas,
Adolescentes y Jóvenes con Vulneración de Derechos y/o Sujetos a la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente. [175]
224
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Por lo anterior, las condiciones para la atención y el traslado junto con requerir procedimientos,
también demanda competencias técnicas en las personas encargadas de efectuarlas. Estas compe-
tencias incluyen un fundamental aspecto relacional que se traduce en una reducción al mínimo de la
sujeción física, dando protagonismo a la contención verbal. La falta de estas no da pie para negarse
a efectuarlos, ni justifica que este se haga de manera inadecuada, si no por el contrario, obliga a
generar las instancias para que se adquieran.
La red de cada Servicio de Salud debe organizar la atención de urgencia en salud mental de acuerdo
a su realidad, procurando que esta se dé en el lugar más cercano al que viven las personas, cumplien-
do con los criterios técnicos y de respeto a los derechos humanos, promoviendo activamente el de-
sarrollo de competencias, de “protocolos de atención y derivación”, y mecanismos de continuidad de
cuidados que aseguren una adecuada satisfacción de las necesidades de las personas usuarias a su
cargo, superando definitivamente la virtual denegación de atención, el maltrato al que muchas ve-
ces estas se han visto sometidas, y la discontinuidad del cuidado posterior a la atención de urgencia.
225
Personas beneficiarias del sistema de salud público, que presentan una situación
de crisis emocional o descompensación aguda de su enfermedad mental, que
superan las capacidades de contención y manejo de su entorno y/o del equipo de
sector de su Centro de Atención Primaria o de otro nodo o punto de la red en que se
encuentre en proceso de atención, convirtiéndose en una demanda de atención de
urgencia en salud mental.
*De acuerdo a la Ley de Urgencias, en el caso de ser una urgencia vital, las personas
pueden acceder a cualquier prestador de salud que se encuentre en las cercanías
del lugar de ocurrencia del evento.
FUNCIONES ACTIVIDADES
Realizar evaluación integral54:
• Determinar origen de la atención de urgencia.
• Evaluar síntomas y signos presentes.
• Evaluar las funciones físicas y mentales.
• Clarificar la posibilidad de consumo de tóxicos y sus características.
• Dimensionar la gravedad y riesgo vital en que se encuentra la persona consultante,
para establecer un diagnóstico y proceder al tipo de abordaje más adecuado.
Valorar la situación • Valorar los riesgos asociados a la situación de crisis.
y los riesgos aso- • Identificar los factores desencadenantes, los factores de protección del medio, y
ciados. Diagnóstico los recursos de la persona disponibles para hacerse cargo de sí mismo y afrontar las
clínico y situacio- presiones del entorno.
nal. • Evaluar indicadores de Peligrosidad [176].
• Historia previa de violencia.
• Atracción por armas, juegos violentos o artes marciales.
• Presencia de fantasías agresivas.
• Abuso de alcohol y drogas.
• Delirios de daño y perjuicio.
• Actitud amenazante.
• Carencia de efectividad del tratamiento.
54
La evaluación integral permite definir el lugar donde continuará la atención, la cual podría ser en atención primaria, en atención de es-
pecialidad de salud mental abierta o cerrada; o en unidades de hospitalización de salud general, como medicina general o pediatría, UTI,
UCI.
227
14.4. Actividades de la atención de urgencia de salud mental, según nodo y punto de atención
APS
UNIDADES DE EMER-
CSMC, HOSPITAL DE
GENCIA HOSPITALA-
DÍA Y CENTROS DE
CESFAM, SAPU, RIAS (UEH)
TRATAMIENTO DE
CECOSF, SAMU, HOSPITALES ALTA, ME-
ACTIVIDADES ALCOHOL Y OTRAS
PSR SAR DIANA Y BAJA COM-
DROGAS
PLEJIDAD
Realizar acogida a la
persona y familia, o red Sí Sí Sí Sí
de apoyo acompañante.
Identificar factores
desencadenantes en el
Sí Sí Sí Sí
proceso de atención y
cuidados en la red.
Realizar evaluación
integral de la persona
Sí Sí Sí Sí
en situación de crisis y
riesgo vital asociado.
Realizar priorización
No Sí No Sí
según categorización.
228
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Medidas de contención
(emocional, ambiental,
farmacológica, física)
según corresponda, Sí Sí Sí Sí
de acuerdo al nivel
de complejidad de la
atención.
Medidas de sostén
vital según correspon-
da, de acuerdo al nivel No Sí No Sí
de complejidad de la
atención.
Medidas de protección
y apoyo de la persona
en crisis según corres-
Sí Sí Sí Sí
ponda, de acuerdo al
nivel de complejidad de
la atención.
Apoyo, indicación, ad-
ministración y evalua-
ción de la respuesta al Sí Sí Sí Sí
tratamiento farmaco-
lógico.
Solicitar exámenes si es
Sí Sí Sí Sí
pertinente.
Efectuar interconsulta a
Sí Sí Sí Sí
otras especialidades.
Informar a la persona
y/o familiares sobre:
condición actual,
Sí Sí Sí Sí
pronóstisco y alterna-
tivas de continuidad de
cuidados.
Estabilizar a la persona
Sí Sí Sí Sí
en crisis.
Derivar a otro nodo
o puntos de atención
Sí Sí Sí Sí
según necesidades de
las personas.
Efectuar informe de la
Sí Sí Sí Sí
atención recibida.
Concertar la continui-
dad de cuidados con
el nodo o punto de
atención que corres-
ponda de acuerdo a la Sí Sí Sí Sí
condición clínica de
la persona, antes del
alta de la atención de
urgencia.
229
Los servicios de urgencia designan al equipo necesario y pertinente para el traslado, ya sea con re-
cursos locales, al menos debe contemplar personal médico y personal de enfermería.
También, el traslado se puede realizar con el dispositivo de la red de urgencia especialista en trans-
porte críticos de urgencia:
SAMU
• El acompañamiento familiar durante el traslado de una persona con enfermedad mental o en
situación de crisis emocional, suele ser beneficioso, salvo en aquellos casos en los que la per-
sona rechaza expresamente el acompañamiento o en los que la presencia del familiar durante
el traslado supone una fuente de estrés para la persona o el familiar.
a. La decisión la toma la persona usuaria junto a sus familiares, asesorados por el personal
de salud.
b. Debe ajustarse a las normativas existentes al respecto: ej. Número máximo de personas
que pueden ir en la ambulancia.
• En algunos traslados puede ser necesaria la solicitud de intervención de la fuerza de orden y
seguridad.
a. Acompañando el vehículo sanitario con su propio vehículo.
b. Acompañando a la persona en el vehículo sanitario en situaciones de riesgo.
c. Trasladando a la persona en su propio vehículo en situaciones de riesgo acompañados por
personal de orden y seguridad.
• Se registra el traslado, las medidas empleadas y los incidentes durante el mismo.
231
232
234
Implementar acciones que ase- • La Red cuenta con mecanismos que aseguren el acceso a la
guren el acceso a atención de atención para personas, familias y comunidades aisladas y/o
11 con dispersión geográfica.
poblaciones de zonas aisladas y/o
con dispersión geográfica.
Población de niñas, niños, adolescentes y jóvenes (NNAJ) con vulneración de derechos y/o con infracción
a la ley
• Se aplican procedimiento de articulación entre los nodos
de atención de la red y los equipos de la red de atención
de niños, niñas, adolescentes y jóvenes bajo el sistema de
protección y justicia juvenil.
• Existe un proceso de atención coordinada entre equipos de
la red SENAME y Salud (incluyendo en éstos a los equipos
con financiamiento SENDA).
Desarrollar mecanismos de articulación • Funcionan mesas o instancias intersectoriales de
efectiva para asegurar el acceso oportuno a coordinación territorial para favorecer el acceso a atención
la atención y cuidados en salud, con enfo- de salud de niños, niñas, adolescentes vulnerados en sus
que de equidad, de la población vinculada a derechos.
la red SENAME en programas de protección
• Existe un único referente de los programas del sistema
y/o programas de justicia juvenil.
de protección o justicia juvenil por cada NNAJ y un gestor
terapéutico del equipo de salud, para la coordinación de la
atención integral de cada niño, niña, adolescente y joven.
• Existe un plan de trabajo anual de Atención Primaria y de
nivel de especialidad ambulatoria en salud mental que
incluya acciones de salud integral en territorios que tienen
incorporado programas residenciales y se coordinan con
estos.
Implementar acciones de capacitación
• Existen equipos de salud capacitados en atención de niños,
para los equipos de salud mental que
niñas, adolescentes y jóvenes con vulneración de derechos
permitan fortalecer las competencias de
o vinculados a programas de justicia juvenil.
atención de población infanto adolescente
con vulneración de derechos o vinculados a • Existe en el plan de capacitación de los nodos y puntos
programas de justicia juvenil. de atención para mejorar competencias de los equipos
en la atención de niños niñas, adolescentes y jóvenes con
vulneración de derechos o vinculados a programas de
Desarrollar acciones de atención y cuida-
justicia juvenil.
dos desde la atención primaria y nivel de
especialidad en salud mental, al interior de • Equipo de salud de atención primaria y de especialidad
los centros privativos de libertad insertos en salud mental atienden en dependencias de los centros
en sus territorios. privativos de libertad.
• Existe plan de trabajo anual y calendarización en atención
primaria y nivel de especialidad en salud mental de las
visitas a los centros privativos de libertad.
• Existen reuniones al menos bimensuales calendarizadas
en las que participan los equipos de atención primaria,
el nivel de especialidad en salud mental y del centro
privativo de libertad.
239
Pueblos Indígenas
Disponer de registro de pertenencia a pue- • Todas las personas y sus familias con pertenencia a pueblo
blos indígenas en las fichas clínicas. originario tienen registro de ello en su ficha clínica.
• El Plan de Cuidados Integrales considera pertinencia
Incorporar Planes de Cuidados Integrales cultural en su elaboración y desarrollo.
instancias de Recuperación con pertinencia • Existe disponibilidad de facilitadores/as interculturales en
cultural. las consultorías de salud mental y en la atención.
• Está incorporado el uso de tratamientos de medicina
Incorporar facilitadores interculturales en la ancestral de los pueblos indígenas.
Red Temática de Salud Mental.
Incorporar los saberes y conocimientos • Los equipos tienen formación en salud intercultural.
culturales de pueblos indígenas, como • Los equipos de salud mental participan en forma
factor protector de la salud en la atención permanente en las mesas de salud intercultural, tanto
brindada. comunales como regionales.
Población LGTBI55
Capacitar y sensibilizar a equipos de salud
mental en la atención poblaciones LGTBI.
Incorporar el lenguaje social que permita la
detección activa de la identidad de género
con preguntas que no condicionen la res- • Los equipos de salud mental están capacitados en la
puesta culturalmente aceptada. (ej.: ¿Tiene atención de esta población.
pareja?, en lugar de ¿Tiene marido?) • Circular 21 del Ministerio de Salud implementada.
Utilizar nombre social, implementando en • Cápsula de sensibilización instalada.
Circular n° 21 del Ministerio de Salud, tanto
en la atención abierta, como en la asigna-
ción de camas en atención cerrada.
Instalar cápsula de capacitación.
55
55
LGTBI: Lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales.
241
Los sistemas de apoyo son los lugares institucionales de las redes en donde se prestan servicios co-
munes a todos los puntos de atención en salud, en los campos de apoyo diagnóstico y terapéutico,
de los sistemas farmacéuticos y de los sistemas de información en salud [132].
Este sistema envuelve los servicios de diagnóstico por imágenes, los servicios de medicina nuclear
diagnóstica y terapéutica, la electrofisiología diagnóstica y terapéutica, las endoscopias, la hemodi-
námica y la patología clínica (anatomía patológica, genética, bioquímica, hematología, inmunología
y microbilogia y parasitología).
El diagnóstico por imágenes constituye un eje fundamental en el proceso diagnóstico para otor-
gar salud integral a las personas. En salud mental, existe un número importante de personas que
requieren diagnósticos por imágenes para descartar o confirmar patologías de causa orgánica. Los
exámenes de laboratorio son escenciales además en el control de algunos tratamientos farmacoló-
gicos por ejemplo los hemogramas cuando se utiliza clozapina o niveles plasmáticos en personas en
tratamiento con estabilizadores del ánimo, entre otros.
Para poder responder a estas demandas, se debe organizar la atención tendiente a lograr una efi-
ciente coordinación para la realización de exámenes, procedimientos, controles y consultas con los
distintos especialistas y establecimientos de la red de salud general que pudieran requerirse. Por
una parte, para dar un enfoque transdisciplinario a la atención y el cuidado, y por otra, para otorgar
horas en forma coordinada, a fin de evitar viajes recurrentes de la persona que requiere atención, lo
que es particularmente relevante a considerar con la población rural y aquellas comunidades de alta
vulnerabilidad social y/o de difícil acceso y traslado a los centros de salud urbanos.
Los Servicios Farmacéuticos se plantean como un conjunto de servicios orientados para entregar
un soporte fármaco terapéutico integral a las personas. Estos servicios buscan dar respuesta para el
acceso oportuno de la demanda y necesidades de las personas, sus familias y la comunidad.
Con el fin de garantizar la atención de salud mental en la red, debe existir una coordinación preli-
minar con todos los actores involucrados para gestionar la prestación y su registro, establecer el
financiamiento de los fármacos, definir a los responsables de la emisión de recetas y la continuidad
del tratamiento.
Los/as profesionales Químicos Farmacéuticos (QF) tienen un rol fundamental en el control de los
tratamientos farmacológicos de las personas con enfermedad mental. Su presencia en los estable-
cimientos representa una oportunidad de incorporación al equipo de salud de los centros asisten-
ciales, para apoyar en funciones relativas a la Atención Farmacéutica y al Seguimiento Farmacotera-
péutico junto a otras actividades que colaboran a una correcta gestión del medicamento.
A. Arsenales Farmacológicos
Por tanto, este Comité será el encargado de proponer el Arsenal Farmacológico para el estableci-
miento de la red de salud de su jurisdicción.
B. Dispensación
El personal de farmacia debe informar y orientar a las personas usuarias sobre la administración,
dosis y uso adecuado del medicamento, así como sobre su interacción con otros medicamentos o
alimentos, reacciones adversas y condiciones de conservación; y si es posible, debe proporcionar
información adicional como fichas informativas, folletos, trípticos, etc.
Las estrategias consideradas como buenas prácticas de dispensación de medicamentos son las si-
guientes.
• Lectura crítica de la prescripción.
• Revisar si están completos todos los datos mínimos de la receta para identificar a la persona
usuaria, la prescripción/patología y al prescriptor.
• Revisar si el medicamento corresponde al diagnóstico.
243
Por tanto:
• La dispensación de medicamentos a las personas se debe efectuar según las normativas existen-
tes para estos establecimientos.
• En este proceso administrativo, el responsable debe entregar las indicaciones y medicamentos
a la persona usuaria si está en condiciones de recibirla, si no a la familia y/o red de apoyo.
C. Atención Farmacéutica [177] [179] [179] [180] [181] [182] [183] [184] [185] [186]
Corresponde a la práctica clínica que pretende evaluar y monitorizar la terapia farmacológica del
usuario de manera continua. Considera establecer un vínculo entre la persona usuaria y el Químico
Farmacéutico entregándole herramientas educativas y buscando mejorar los resultados clínicos de
la farmacoterapia, tomando siempre las decisiones en conjunto con este.
Requiere acciones adicionales a la práctica habitual del Químico Farmacéutico como son monitorizar
valores clínicos, exámenes de laboratorio y otras herramientas de medición dependiendo del caso;
educación en salud, entrevista clínica y trabajo interdisciplinario, con el equipo de salud mental.
Esta función está orientada hacia aquellas personas usuarias con mayor grado de descompensación,
o con alto riesgo asociado a su terapia farmacológica: Polifarmacia, multimorbilidad, entre otros.
244
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
C.3. Farmacovigilancia
En este aspecto el profesional Químico Farmacéutico adopta un rol dentro del equipo de salud, desa-
rrollando una Farmacovigilancia activa que permite la detección precoz de efectos secundarios y/o
reacciones adversas a medicamentos.
Estas actividades se encuentran en las disposiciones de la Norma General Técnica N° 140 sobre el
Sistema Nacional de Farmacovigilancia de Productos Farmacéuticos de Uso Humano.
Las transiciones entre los distintos nodos y puntos de atención de la red son periodos de alta vulne-
rabilidad para que existan errores entre los fármacos prescritos a la persona usuaria.
Este gráfico muestra como la interacción de medicamentos utilizados en patologías de salud mental
debe ser monitorizada por el profesional Químico Farmacéutico junto al equipo de salud para conci-
liar beneficios y riesgos en su uso.
245
Ciclobenzaprina
Ácido Valproico
Carbamazepina
Levetiracetam
Amitriptilina
Fenobarbital
Clonazepam
Risperidona
Venlafaxina
Lamotrigina
Alprazolam
Quetiapina
Fluoxetina
Diazepam
Sertralina
Zopiclona
Fenitoina
Tramadol
Ácido Valproico
Alprazolam
Amitriptilina
Carbamazepina
Ciclobenzaprina
Clonazepam
Diazepam
Fenitoina
Fenobarbital
Fluoxetina
Lamotrigina
Levetiracetam
Quetiapina
Risperidona
Sertralina
Tramadol
Venlafaxina
Zopiclona
Los sistemas de información en salud han sido considerados como herramientas importantes para
el diagnóstico de situaciones de salud con miras a la producción de intervenciones sobre las nece-
sidades de la población. Los sistemas de información en salud constituyen un esfuerzo integrado
para colectar, procesar, reportar y usar información y conocimiento para influenciar las políticas, los
programas y la investigación [187].
Estos sistemas de información en salud comprenden: los determinantes sociales de las salud y los
ambientes contextuales y legales en los cuales los sistemas de salud operan; los insumos de los sis-
temas de atención en salud y los procesos relacionados a ellos, incluyendo la política y la organiza-
ción, la infraestructura sanitaria, los recursos humanos y financieros; el desempeño de los sistemas
de atención en salud; los resultados en términos de mortalidad, carga de enfermedades, bienestar y
estado de salud; y la equidad en salud [132] [188].
Permite recoger, procesar, analizar, difundir y utilizar la información en salud mental de las personas
usuarias de la red. Favorece la comunicación entre los distintos nodos y puntos de atención de la red
para la entrega de información clínica en el proceso de referencia y contrarreferencia, integrando la
información clínica, las intervenciones y acciones realizadas con las personas, familias y comunida-
des en el proceso de atención con el objetivo de respaldar la toma de decisiones para articular un
proceso de atención y cuidados integrado. Además, permite realizar la evaluación del impacto de las
acciones de salud. Es responsabilidad del nivel central impulsar sistemas de información alineados
con el sistema general de información.
246
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Este sistema sirve de soporte para el proceso diagnóstico, la emisión de alertas y recordatorios, para
elaborar el Plan de Cuidados Integrales, la Recuperación de la información, la gestión de procesos
clínicos comunitarios, la coordinación con la red y la investigación. En resumen, es esencial para una
buena gestión.
También, favorece una organización de todos los nodos y puntos de atención del sistema para bene-
ficio de la población usuaria, en tanto permite identificar y superar los nudos críticos en la atención
de las personas, a partir de variables de calidad de la atención como: accesibilidad, oportunidad,
equidad y continuidad de cuidados.
Personas usuarias • Información de buena calidad, accesible y comprensible, sobre las estructuras
con necesidades de y los procesos de atención y cuidados, y las alternativas existentes.
atención y cuidados en • Privacidad.
salud mental • Confidencialidad.
• Resultados.
• Información de buena calidad, accesible y comprensible, sobre las estructuras
Familias y/o grupo y los procesos de atención y cuidados, y las alternativas existentes.
primario de apoyo • Información sobre roles de la familia y/o red de apoyo en el proceso de
de personas usuarias atención y cuidados.
con necesidades de
atención y cuidados en • Información sobre alternativas de apoyo a la familia y/o grupo primario.
salud mental • Información sobre los recursos de apoyo disponible para la continuidad de
cuidados y la inclusión sociocomunitaria.
• Resultados.
• Plan de Cuidados Integrales (PCI).
• Informes clínicos, epicrisis.
Equipos
• Guías terapéuticas.
transdisciplinarios
• Procesos de referencia y contrarreferencia.
• Recursos disponibles para la atención.
247
16.3.2. Criterios de calidad que deben cumplir estos Sistemas de Información en Salud Mental
(SISM):
Es un servicio de apoyo que se ofrece a toda la ciudadanía, que entrega de información, orientación,
educación, asistencia, apoyo y contención en materias de salud, a través de una atención telefónica
oportuna, equitativa y de calidad, las 24 horas del día y todos los días del año.
La línea de salud mental, que cuenta con profesionales capacitados en este ámbito, desarrolla una
serie de acciones que apoyan a la Red Temática de Salud Mental en la entrega de información, y
coordinación para el acceso a la red y apoyo en los procesos de atención y cuidados de las personas
con alguna necesidad de salud mental. Entre estas acciones se encuentran:
Entregar psicoeducación y consejería en temáticas asociadas a salud mental, tales como: trastornos
del ánimo o afectivos, sintomatología ansiosa, trastornos de personalidad, consumo problemático
de alcohol y otras drogas, entre otros.
Promover y/o reforzar la vinculación/adherencia de las personas usuaria con la Red Temática de Sa-
lud Mental.
• Brindar primeros auxilios psicológicos a personas con ideación o gesto suicida, además de de-
rivación y coordinación con SAMU, Carabineros de Chile y Seremi de Salud, mediante una noti-
ficación de evaluación de riesgo como parte del Programa Nacional de Prevención del Suicidio.
• Realizar apoyo a la continuidad de cuidados de personas y cuidadores ingresados al Plan Na-
cional de Demencia.
• Realizar consejería y apoyo post egreso a personas ingresadas en el programa de cesación
tabáquica.
• Entregar orientación especializada en GES Salud Mental, Hospitalización administrativa, VIH,
entre otros.
• Orientar e información a profesionales de la salud en la temática de Salud Mental.
Para lograr un funcionamiento adecuado, se requiere la coordinación de este programa con los re-
ferentes técnicos de salud mental a nivel de la dirección del Servicio de Salud, para que mediante
esta articulación se logre elaborar un flujo de información expedito que permita dar una respuesta
oportuna y pertinente a las necesidades de las personas usuarias. Esta articulación debe definirse
en el marco de los flujos de referencia y contrarreferencia establecidos en el proceso de diseño/
rediseño de la red.
250
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
Los sistemas logísticos son soluciones tecnológicas, fuertemente anclados en las tecnologías de
la información que garantizan una organización racional de los flujos de información, productos y
personas en las redes de atención de servicios de salud, permitiendo un sistema eficaz de referencia
y contrarreferencia e intercambios eficientes de productos e informaciones, en todos los nodos y
puntos de atención de salud y sistema de apoyo en estas redes.
Los principales sistemas logísticos de las redes de atención de servicios de salud son: la tarjeta de
identificación de las personas usuarias, la ficha clínica, los sistemas de acceso regulado a la aten-
ción de salud y los sistemas de transporte en salud [132]. Estos sistemas logísticos en salud mental
permiten a los equipos en la red identificar a personas usuarias, contribuyen en forma significativa
a garantizar el acceso, en forma equitativa, transparente y segura, a la atención y cuidados en el
tránsito de las personas en la Red Temática de Salud Mental y de Salud General.
La misma ley 20. 584, señala acerca de los derechos de las personas con discapacidad psíquica o in-
telectual: la reserva de la información que el profesional tratante debe mantener frente a la persona
usuaria o la restricción al acceso por parte del titular a los contenidos de su ficha clínica, en razón de
los efectos negativos que esa información pudiera tener en su estado mental, obliga al profesional a
informar al representante legal de la persona usuaria o a la persona bajo cuyo cuidado se encuentre,
las razones médicas que justifican tal reserva o restricción [148].
Los sistemas de acceso regulado a la atención de salud están constituidos por estructuras opera-
cionales que median una oferta determinada y una demanda por servicios de salud, de manera que
el acceso sea racionalizado de acuerdo con grados de riesgos y normas definidas en protocolos de
atención de salud y flujos asistenciales. Estos tienen los siguientes objetivos:
Los sistemas de transporte en salud tienen como objetivo estructurar los flujos de personas y de
productos en las redes de atención de servicios de salud. Estos sistemas deben transportar a las per-
sonas usuarias en busca de atención en salud, pero también garantizar el movimiento adecuado de
material biológico, de residuos de los servicios y equipos de salud.
El transporte en salud es central para el acceso de las personas a los servicios prestados en las redes
de atención de servicios de salud, siendo considerada una de las principales barreras para el acceso
de las personas usuarias a los servicios. El transporte de personas puede ser de urgencia y emergen-
cia o transporte electivo. El apoyo de transporte en salud mental es un factor muy relevante en el
manejo de las urgencias en cualquier nodo o punto de atención.
La evaluación es el proceso que busca contrastar los resultados reales de los planes estratégicos y
operativos con lo que se planificó en el momento de su diseño. Es la apreciación sistemática, conti-
nua y objetiva de un programa, modelo o política -en proceso de implementación o con su instala-
ción lograda-, de su diseño, su puesta en práctica y sus resultados.
Está dirigida a analizar lo que se ha conseguido y cuáles han sido los factores de éxito o fracaso, y
puede originar ajustes o correcciones a los planes de implementación.
El propósito es determinar la pertinencia y el logro de los objetivos, así como la eficiencia, la efica-
cia, el impacto y la sostenibilidad. Deberá proporcionar información creíble y útil que permita incor-
porar las enseñanzas aprendidas en el proceso de toma de decisiones.
b) Evaluación de resultado: esta determina los cambios y/o efectos que tuvo el programa, modelo/
actividades en las poblaciones objetivo.
Monitoreo de proceso: supervisa y controla la forma en que se han ejecutado las acciones, se han
utilizado los recursos y se han cumplido las metas previstas en el plan de implementación.
Tanto la evaluación como el monitoreo deben realizarse de forma objetiva, basados en evidencia,
con datos confiables y en forma oportuna. Esta evaluación forma parte del proceso de aprendizaje
colectivo para lograr sistematizar las experiencias exitosas y no replicar los errores.
• Definiendo y monitoreando estándares específicos para Salud Mental, que complementen los
sistemas de acreditación, evaluando aspectos de estructura, procesos y resultados, e incluyen-
do en este proceso la opinión y los requerimientos de las personas usuarias.
• Materializando los estándares de calidad, a través de instrumentos estandarizados de monito-
reo y evaluación continua para evaluar y asesorar a los nodos y puntos de atención que brindan
atención en salud mental, considerando el punto geográfico donde estos se ubican.
• Incluyendo los resultados de las evaluaciones en los objetivos de la planificación estratégica
de los Servicios de Salud.
• Manteniendo actualizados los documentos técnicos que orientan la práctica clínica en base a
evidencias científicas y experiencias locales efectivas y considerando determinantes sociales.
• Incorporando en el desarrollo de guías de práctica clínica, orientaciones y normas técnicas,
estándares de evaluación de calidad, e indicadores de procesos y resultados.
• Incluyendo horas a los equipos de reunión clínica para evaluación y retroalimentación de la
práctica, propiciando la gestión clínica, con resguardo de datos sensibles.
• Contando con horas de Recurso Humano para coordinar y gestionar la calidad en cada Servicio
de Salud.
253
DIMENSIÓN DE
TIPO NOMBRE INDICADOR
CALIDAD QUE FORMATO FUENTE DE DATO PERIODICIDAD
INDICADOR NACIONAL
MIDE
Addendum al
2018
% de nodos y N° de nodos y Diseño de Red del
Acceso, Servicio de Salud.
puntos de atención puntos de atención
oportunidad,
implementados de implementados Nuevos
1. Estructura eficiencia,
acuerdo al diseño de *100/ Total de nodos addendum según Según modificaciones
continuidad de
red del Servicio de y puntos de atención modificaciones del del Diseño de Red
atención.
Salud actualizado. definidos en el diseño Diseño de Red. de cada Servicio de
Salud.
Número de consejos
técnicos realizados Planificación anual
Articulacion de la % de consejos técnicos anualmente * 100
2. Procesos anual
red realizados anualmente / Numero consejos Actas de Consejos
técnicos planificados técnicos
anualmente
Numero de areas
territoriales que
cuenta con el Informe de la
% de areas territoriales Programa de Apoyo
Oportunidad implementación
que cuenta con el Clínico Integral de
de atención, del Modelo de
Programa de Apoyo Salud Mental en
3. Estructura accesibilidad, Gestión de la Red Anual
Clínico Integral de Salud Domicilio de acuerdo
continuidad de la Temática de Salud
Mental en Domicilio de al Modelo de Gestión
atención. Mental del Servicio
acuerdo al Modelo de instalado *100 de Salud.
Gestión instalado
/ total areas
territoriales
Numero de areas
Evaluacion anual
Alineación territoriales que
% de areas territoriales del
cuenta con el
del sistema, que cuenta con el Programa
Programa
4. Estructura Seguridad Programa Anual
Nacional
Nacional Prevención
Oportunidad de Nacional Prevención Prevención Suicidio
Suicidio instalado
atención Suicidio instalado en el Servicio de
*100/ total areas
Salud
territoriales
El Servicio de Salud
capacita a los equipos
y comunidad sobre
Alineación
Plan de Gestión del Registros de
5. Estructura del sistema, Si---- No--- capacitación a Anual
Riesgo en Emergencias
Seguridad. y Desastres que integra equipos de SM y
salud mental comunidad
.
254
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
N° de
establecimientos
% de establecimientos con atención
con organización territorializada
de la atención según determinantes Informe por
6. Estructura Accesibilidad Anual
territorializada, según sociales y curso de establecimiento
determinantes sociales vida *100/ N° total
y curso de vida. de establecimientos
del Servicio de Salud.
N° personas menores
Tasa de personas de 18 años atendidas
atendidas en en consultoría/ Informe Servicio
7. Resultados Eficiencia y equidad Anual
consultoría población población REM.
infanto adolescente. beneficiaria menor
de 18 años*1000
N° de egresos
Tasa de egreso de registrados en
hospitalización cerrada hospitalización
REM, registros
8. Resultado Eficiencia (UHCIP) total del cerrada/ población Anual
UHCIP
Servicio y analizada por beneficiaria por
centro de APS de origen centro de APS mayor
de 18 años*1000
La suma de los
días de espera Registros del
Promedio de días de para acceder a los servicio de Salud y
espera para acceder a distintos nodos y/o de nodos y puntos
9. Resultado Accesibilidad de atencion. Semestral
los distintos nodos y/o puntos de atencion /
puntos de atencion por el n° de personas
derivadas para REM
atención.
N° de personas
egresadas por alta
% de personas terapéutica en
egresadas por alta atención ambulatoria,
DEIS REM
10. Resultado Eficacia terapéutica en atención según rango etario y Anual
(incorporarlos)
ambulatoria, según sexo *100/ total de
rango etario y sexo. personas atendidas
en el periodo
evaluado.
N° de personas
contrarreferidas
% de personas
para continuidad
contrarreferidas para
de cuidado desde
continuidad de cuidado
Centros de Salud
desde el Centros
Mental Comunitaria REM DEIS
11. Resultado Eficacia de Salud Mental Anual
a APS, según rango (incorporarlos)
Comunitaria a APS,
etario y sexo *100/
según rango etario y
Total personas
sexo.
referidas de APS a
Centros de Salud
Mental Comunitaria.
255
N° de personas
menores de
Tasa anual de personas
18 años con re
con re hospitalizaciones
hospitalizaciones
cerradas población
antes de 6 REM DEIS
13. Resultados Eficiencia menor de 18 años, Anual
meses según (incorporarlos)
según sexo, analizadas
sexo/ población
por centro de APS de
beneficiaria menor
origen.
de 18 años según
sexo*1000
Numero de
consultorias
% de consultorias evaluadas con Pauta
Alineamiento del
evaluadas con Pauta de cotejo definida
sistema
de cotejo definida en en Orientacion
Orientacion Tecnica: Tecnica con 12 Informes de
14. Resultados anual
Seguridad Consultorías en Salud o mas criterios Evaluacion
Mental de 2016, con cumplidos *100/
Oportunidad de la
12 o mas criterios Total de consultorias
atencion
cumplidos. evaluadas con Pauta
de cotejo definida en
Orientacion
256
SEGUNDA PARTE: MODELO DE GESTIÓN DE LA RED TEMÁTICA EN SALUD MENTAL
18.3. Requisitos de calidad para evaluar Funcionamiento de la Red Temática de Salud Mental.
Esta estrategia metodológica permitió la sensibilización para la construcción del modelo, la que
tuvo como objetivo intencionar un proceso de revisión y cambio de los paradigmas personales y
colectivos del “quehacer” de salud mental, de equipos y personas.
Tabla 36. Actividades claves y ámbitos de gestión para el proceso de implementación de los
Modelos de Gestión en Salud Mental
Gestión Estratégica Incorporar este proceso al plan de las RISS de los Servicios de Salud.
Desarrollar jornadas de buenas prácticas.
Participar en Planificación estratégica a nivel de los Servicios de Salud.
Fortalecer los Departamentos de Salud Mental.
Jornadas de Salud Mental dirigida a directores y sub directores médicos de
los Servicios de Salud para socializar Modelo de Gestión y comprometerlos
en el proceso de implementación.
Desarrollar un modelo de financiamiento coherente con el modelo de ges-
tión de la Red Temática de Salud Mental.
Efectuar campañas de difusión y sensibilización del modelo comunitario.
Efectuar trabajo intersectorial para potenciar inclusión sociocomunitaria.
Incluir a la comunidad en procesos de diseño/rediseño de la red.
Aplicar mapas de procesos con directrices claras, responsables y tareas.
Desarrollar instancias de socialización para ejecutar los procesos.
Utilizar Plan comunicacional del MINSAL para difusión del modelo.
Generar equipo de acompañamiento en la gestión del cambio desde el nivel
central y de los servicios de salud.
Aplicar procesos de evaluación que propongan planes de mejora continúa.
266
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
El proceso de Diseño/Rediseño de la Red del Servicio de Salud se basa en el Modelo de Atención In-
tegral de Salud, entendiendo la atención de salud como un proceso continuo, que se preocupa de la
persona antes de la enfermedad, que fomenta la corresponsabilidad y entrega herramientas para su
autocuidado y que, en caso de enfermar, la acoge, trata y rehabilita. La Red Temática de Salud Mental
en la Red General de Salud incorpora, además, el Modelo de Atención Comunitario en Salud Mental.
La red de cada Servicio de Salud incluye al conjunto de nodos y puntos de atención que forman parte
del Servicio, la Atención Primaria de Salud y otras instituciones de salud públicas o privadas que
mantengan convenios con el Servicio de Salud respectivo para otorgar acciones de salud, los cuales
deberán colaborar y complementarse entre sí para resolver de manera efectiva las necesidades de
salud mental de la población.
267
El Modelo de Gestión en la Red Temática de Salud Mental en la Red General de Salud propone la ope-
ración del conjunto de nodos y puntos de atención, de diferentes niveles de atención, interrelaciona-
dos por una serie de procedimientos y estilos de trabajo acordados y validados entre los integrantes,
que permiten el tránsito en la red de las personas usuarias, familia y / o red de apoyo, de acuerdo al
flujo determinado para sus necesidades de salud mental, asegurando la continuidad de atención. La
Red Temática de Salud Mental en la Red General de Salud debe articularse con el intersector para
lograr la Recuperación e inclusión socio comunitaria de las personas usuarias
Para una eficiente y atingente implementación de este Modelo de Gestión se hace imprescindible
el Rediseño de la Red considerando los enfoques, estrategias, visión y misión, principios, atributos,
objetivos, niveles de gestión y provisión de servicios, entre otros contenidos desarrollados en capí-
tulos anteriores.
Figura 25. Diagrama Proceso de Diseño/ Rediseño de la Red Asistencial de los Servicios de Salud
[131]
268
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
1.1.1 Planificación
Diagnóstico de la Red
Para llevar a cabo el proceso de rediseño es necesario comparar la red en su situación actual con
la situación propuesta por este Modelo de Gestión, a partir de lo cual surgirán brechas en aspec-
tos estructurales, funcionales y de sentido, las que deben ser identificadas claramente para poder
planificar su progresiva y sistemática resolución. Sus resultados se expresarán en términos cuanti y
cualitativos.
Este diagnóstico está condicionado por el entorno en que funciona la Red Temática de Salud Mental,
el perfil de salud de la población y comunidad usuaria y las necesidades percibidas por ellos mismos,
como puntos a resolver por la red.
En el área geográfica de un Servicio de Salud pueden existir varios territorios y distintas comuni-
dades, de acuerdo a sus características sociodemográficas y epidemiológicas, lo que requiere de
una organización adecuada en cantidad y tipo de servicios para satisfacer las necesidades de las
diversas comunidades identificadas. Por ejemplo, una medida es subdividir el área geográfica, terri-
torializando por puntos cardinales (Norte, Sur, Este u Oeste), pero también puede ser por zonas, por
ejemplo, “zona cordillerana”, “zona de la costa”, etc. Lo importante es la plena identificación de sus
características, particularidades y necesidades.
Cabe recordar que, a diferencia de grupos de la población general, las necesidades asistenciales
de las personas con enfermedades mentales graves y complejas no son siempre percibidas por la
opinión pública como una prioridad asistencial. El estigma, la dificultad de comprensión y la falta de
compromiso por parte de los propios profesionales, también constituyen elementos fundamentales
a considerar al realizar el diagnóstico.
El Sistema de Salud debe dar cuenta de la calidad, efectividad y oportunidad del servicio, del uso
eficiente de los recursos, así como también permitir que las personas ejerzan ciudadanía expre-
sando sus preferencias y expectativas respecto del Sistema. Es necesario incorporar mecanismos
de participación social en el rediseño y evaluación de la red del Servicio de Salud. Para conocer las
necesidades de la comunidad, se pueden utilizar distintas herramientas, tales como los diagnósti-
cos participativos, asambleas, diálogos comunitarios, consejos consultivos, entre otros. Rediseñar
la red a través de un proceso participativo crea capital social, incrementa el involucramiento de los
participantes con los resultados del Diseño/Rediseño, valida y legitima los procesos y los liderazgos,
los cuales son aspectos fundamentales para el éxito en la implementación de los cambios y el fun-
cionamiento de la Red.
Caracterización de la demanda
CARACTERIZACIÓN DEMOGRÁFICA
• Descripción del tamaño de poblacional: definición de sectores geográficos (accesibilidad) del Servicio
de Salud con sus poblaciones jurisdiccionales.
• Caracterización poblacional de sectores geográficos identificados: grupos de riesgo, edad, distribución
por sexo, género, nivel socioeconómico, seguro de salud, cultura, etnia y variaciones estacionales por
migración o población flotante.
• Proyección de crecimiento poblacional: mediano y largo plazo, 5 y 10 años.
269
Identificación de la oferta
DESCRIPCIÓN DE LA OFERTA
Cuantificar los recursos en salud mental: sanitarios y no sanitarios; públicos, convenios y privados. Iden-
tificar la disponibilidad de los recursos. Esto considera la caracterización de los distintos tipos de nodos
de la red, clasificados por nivel de complejidad técnica y capacidad resolutiva existente, a través de un
diagnóstico cuantitativo y cualitativo de la estructura y el equipamiento de los nodos, determinando su
estado y condiciones de operación, detectando los posibles nodos críticos y planteando las estrategias de
solución.
La prestación final es la resultante última del proceso productivo de cada nodo de atención de la red
temática de salud mental tanto para la atención cerrada como para la abierta.
La prestación intermedia guarda relación con los procedimientos de apoyo diagnóstico y terapéutico
(aplicación de tests, imagenología, laboratorio).
Caracterización de los nodos de atención: Nivel de densidad tecnológica, capacidad resolutiva, estructura,
equipamiento y sus condiciones de operación.
Recursos humanos: dotación y composición por estamento y especialidad médica.
Producción: prestaciones intermedias y finales.
ANÁLISIS DE LA OFERTA
Aplicar estándares de rendimiento: relacionando recursos existentes (humanos, físicos, financieros) y
producción de servicios.
Optimización de la oferta: corrección de la productividad, identificación de nodos críticos y estrategias de
solución.
270
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
Resultado: El desarrollo de todos los elementos descritos da como resultado la cartera de servicios
optimizada por centros de atención y establecimiento.
Se deben identificar cada uno de los nodos de la red, la población del área de análisis, la capacidad
resolutiva a través de la cartera de prestaciones, los mecanismos de comunicación entre los nodos,
los instrumentos de derivación y el sistema de evaluación.
El Diseño/ Rediseño de la Red Temática de Salud Mental en la Red de Salud General es la articulación
de sus componentes de acuerdo a los antecedentes de demanda caracterizada y oferta optimizada,
estableciendo la complementariedad de las Carteras de Servicios o suplencia de las mismas, entre
los distintos niveles de atención, de la misma o distinta complejidad técnica, construyendo las deri-
vaciones entre nodos y puntos de atención, diagramadas en un Mapa de Derivación.
271
1.1.2 Implementación del Diseño/ Rediseño de la Red Temática de Salud Mental en la Red Ge-
neral de Salud
A continuación, se señalan los siguientes elementos [131] que facilitan el proceso de implementa-
ción del de Diseño/ Rediseño de la Red Temática de Salud Mental en la Red General de Salud:
Gestionar los cambios: El equipo del Departamento de Salud Mental del Servicio de Salud debe
prepararse para gestionar los cambios que se requieren, esclareciendo la percepción de problemas
y la necesidad de cambios para construir la imagen futura. Es posible que se requiera una redistri-
bución de recursos humanos, implementar consultorías en atención primaria o desplazar recursos
a otros puntos de la red. Se debe considerar los eventos en el contexto de emergencia y desastres.
Se requiere relevar los crecimientos personales y grupales, revisar, desarrollar y optimizar funciones
entre otros.
Lenguaje Común de Acuerdos: En la red deben existir reglas claras y consensuadas que permitan
disminuir la variabilidad de interpretaciones, sobre todo considerando que el funcionamiento en red
establece procesos que trascienden a a cada una de las instituciones. Para ello se requiere de pro-
cedimientos de derivación actualizados, mapas de derivación, Guías de Practica Clínica, entre otros.
Validación Conjunta: Es importante la validación de cada una de las etapas del Diseño/ Rediseño de
la Red en instancias de participación, como por ejemplo en Consejos Consultivos o Consejos Técnicos
de Salud Mental.
Sistema de Información: Toda la información del proceso Diseño/ Rediseño, implementación y eva-
luación de la funcionalidad de la red debe mantenerse consolidada, integrada y actualizada, a fin de
que apoye la planificación, organización, dirección y control de la misma. La información debe estar
disponible para la red, sus areas funcionales y según lo requiera el SEREMI u otro organismo.
Una vez construido el Diseño/ Rediseño de la Red Temática de Salud Mental en la Red General de
Salud, corresponde elaborar el Plan de Implementación que considere todos los aspectos descritos
en puntos anteriores y los siguientes:
• Este proceso se realiza bajo la responsabilidad del Director del Servicio de Salud respectivo,
en su rol de Gestor de Red, y con el liderazgo del Departamento de Salud Mental. Deben estar
involucrados el conjunto de nodos y puntos de atención del Servicio de Salud, además del in-
tersector, las organizaciones de personas usuarias, familiares y la comunidad organizada.
• Es conveniente asignar y/o consensuar roles y responsabilidades dentro de los participantes
del proceso de manera de compartir las tareas.
• Se sugiere elaborar un Cronograma de Trabajo para comprometer resultados o productos in-
termedios y finales, facilitando el monitoreo.
• Consensuar y socializar el Mapa de Derivación de la Red Temática de Salud Mental en la Red
General de Salud, diferenciando nodos y puntos de atención según grados de resolutividad.
• Establecer claramente y socializar el Sistema de Referencia y Contrareferencia en la red.
• Socializar el resultado de análisis realizados al contrastar demanda con oferta disponible, y su
representación en Mapa de Derivación, debiendo ser validado por toda la red asistencial.
• Contar con un sistema de información que mantenga la información actualizada, consolidada,
integrada y que vele por la calidad de los registros.
• Se debe contar con horas protegidas para la gestión de los posibles cambios, esclareciendo
nodos críticos y las estrategias de solución, para construir la imagen futura entre todos los
participantes de la red.
• Validación del Diseño/ Rediseño de la Red Temática de Salud Mental en la Red General de Sa-
lud, asì construido, en una instancia formal y representativa.
273
La evaluación puede estar enfocada en cada etapa del proceso, sin embargo, su fin es la Evaluación
de la Funcionalidad de la Red para retroalimentar y mejorar el Diseño/ Rediseño de la esta. El resul-
tado es una carta de navegación de la red.
En la segunda fase del proceso de evaluación se aplica la siguiente metodología para evaluar los
ámbitos relevantes en la funcionalidad de la red:
a. Definir dimensiones de Evaluación de funcionalidad: Impacto, resultado, proceso.
b. Construcción de indicadores de Evaluación, que deben ser acordes a los definidos en puntos
anteriores. Los aspectos a considerar en cada indicador son: Eficacia, Calidad, Eficiencia y Eco-
nomía.
c. Considerar factores externos que podrían afectar el logro de los resultados esperados para de-
tectarlos a tiempo, adecuarse al contexto y aplicar estrategias de solución intermedia. Realizar
ajustes necesarios al instrumento de medición si corresponde.
1.2 Directrices Generales para la Organización de la Red Temática de Salud Mental a Nivel de
Mesogestión (Servicio de Salud)
• Los Servicios de Salud deben contar con un Departamento de Salud Mental que apoye al
Gestor/a de la Red en materias de salud mental de acuerdo a los planteamientos de este Mo-
delo de Gestión de Red, Modelos de Gestión de cada nodo o punto de atención y legislación
vigente.
• La Red Temática de Salud Mental en cada Servicio de Salud debe desarrollarse hasta lograr
ser autosuficiente y comprehensiva para resolver el conjunto de necesidades de su población
a cargo.
• Debe estructurarse por territorios56, bajo un enfoque de equidad.
• Las actividades de la red deben incluir la protección, la promoción y acciones anti estigma, y
anti-autoestigma, y el respeto de los derechos de las personas con necesidades de atención
en salud mental.
• La Atención Primaria provee, integra y coordina la atención y el cuidado de la salud, resolvien-
do la mayoría de las necesidades de salud mental de la población, con eficacia y eficiencia. Se
articula con otros nodos de la red para aquellos procesos que requieren de una mayor densidad
tecnológica.
• El Centro de Salud Mental Comunitaria es el nodo de atención que coordina el nivel de espe-
cialidad en salud mental y como tal, se articula con la Atención Primaria de Salud.
• Las funciones y actividades deben estar integradas en una programación compartida, cuyos
objetivos, tareas y resultados estén definidos. Esta programación es construida con la partici-
pación de los equipos de cada nodo y punto de atención y de las personas usuarias.
56
Territorio: “El territorio puede ser entendido como un constructo social históricamente construido, -que le confiere un tejido social
único-, dotado de una determinada base de recursos naturales, ciertos modos de producción, consumo e intercambio y una red de insti-
tuciones y formas de organización que se encargan de darle cohesión al resto de elementos”.[130]
274
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
El liderazgo es un elemento estratégico para la implantación del cambio organizacional. Los líde-
res generan el efecto de modelaje, que favorece la credibilidad y la adhesión voluntaria de la masa
crítica. Del mismo modo, un/a buen/a líder debe intentar mitigar el grado de resistencia esperable y
fortalecer a aquellas personas que adhieren al proceso de cambio:
• Propiciando la participación de las personas en todas las etapas del proceso de Gestión del
Cambio.
• Posibilitando la capacitación de los equipos en herramientas de gestión clínica y gestión in-
tegral.
• Implantando un sistema de reforzamiento positivo, validando y difundiendo las mejores prác-
ticas, facilitando los espacios en que los equipos de trabajo se retroalimentan mutuamente
recogiendo las experiencias de otros.
• Promoviendo la motivación al cambio, disminuyendo resistencias a este, articulando a los
equipos para su implementación.
• Contribuyendo a rediseñar la misión, visión y planificación estratégica de la organización y
asignando a los responsables de la conducción.
• Utilizando en todo el proceso de socialización, motivación y aprendizaje de las personas, me-
todologías participativas.
• Utilizando las herramientas disponibles para el Diseño/ rediseño de la Red.
276
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
1.5 Requisitos para favorecer el involucramiento de las personas en el proceso de Diseño/ Re-
diseño de la Red
• Información permanente sobre el proceso, los problemas y áreas de mejora.
• Comunicación de las metas esperadas.
• Desarrollar mecanismos de motivación al proceso.
• Participación del equipo y actores claves desde el diagnóstico.
• Disposición a recibir críticas.
• Provisión de ayuda y apoyos necesarios.
• Factores importantes para el éxito de la implementación lo constituyen:
−− Apoyo de la autoridad político al más alto nivel.
−− Liderazgo gerencial.
−− Apoyo administrativo.
−− Soporte financiero sostenible.
−− Identificación previa de posibles problemas, con alternativas de solución.
−− Capacitación de los gestores de salud para el logro de nuevas competencias.
−− Participación activa del equipo local de implementación, en la gestión del proceso.
−− Acceso a la documentación necesaria.
−− Considerar apoyo de agente del cambio externo.
−− Acompañamiento y seguimiento técnico permanente.
−− Plataforma previa de información.
277
1.1. Mesa de Trabajo Modelo de Gestión de la Red Temática Salud Mental en la Red General de
Salud
PROFESIÓN/ INSTITUCIÓN/
NOMBRE ÁREA DE DESEMPEÑO
OCUPACIÓN ORGANIZACIÓN
Servicio de Salud
Felipe Allende Psiquiatra COSAM San Ramón Metropolitano Sur
Oriente
Unidad de Salud Mental, División
Roxana Alvarado
Psicóloga de Gestión de la Red Asistencial, Ministerio de Salud
Andrade
Subsecretaría de Redes Asistenciales
Servicio de Salud
Alvaro Aravena Psiquiatra Referente Salud Mental
Aconcagua
Servicio de Salud
Karin Avila Profesional Encargada de Salud Mental
Metropolitano Oriente
Eduardo
Servicio de Salud
Bartolomé Médico familiar Subdirector Médico
Metropolitano Central
Bachelet
Jefe Salud Mental del Hospital
Julián Caipa Psiquiatra Servicio de Salud Aysén
Regional de Coyhaique
Referente de Salud Mental,
Departamento Modelo de Atención
Alvaro Campos
Psicólogo Primaria, División de Atención Ministerio de Salud
Muñoz
Primaria, Subsecretaria Redes
Asistenciales.
Claudia Carnigilia Terapeuta Servicio de Salud
Encargada de Salud Mental
Tobar Ocupacional Metropolitano Sur
Vicente Carrasco Servicio de Salud
Psiquiatra Jefe Unidad de Salud Mental
Ulloa Antofagasta
Representante
Alberto Carvajal usuarios y CORFAUSAM CORFAUSAM
familiares
Servicio de Salud
César Castro Psiquiatra Jefe Unidad Salud Mental
O´Higgins
Unidad de Salud Mental, División
Susana Chacón
Psicóloga de Gestión de la Red Asistencial, Ministerio de Salud
Sandoval
Subsecretaría de Redes Asistenciales
Ministerio del Interior y
Martín Cordero Psiquiatra Programa de Apoyo a Víctimas
Seguridad Pública
Angélica
Servicio de Salud
Dazkalakis Asistente Social Encargada de Salud Mental
Metropolitano Norte
Riquelme
Unidad de Salud Mental, División
Rodrigo Diaz Ingeniero
de Gestión de la Red Asistencial, Ministerio de Salud
Calderón Comercial
Subsecretaría de Redes Asistenciales
278
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
Servicio de Salud
Eduardo González Psicólogo Referente Salud Mental
O´Higgins
Servicio de Salud
Juan PabloTagle Profesional Referente Salud Mental
Metropolitano Oriente
Juan Esteban Servicio de Salud Viña
Psicólogo Jefe Unidad de Salud Mental
Tirado Silva del Mar – Quillota
Servicio de Salud
Ana Valdés Pérez Psiquiatra Encargada de Salud Mental Metropolitano Sur
Oriente
Claudia Unidad de Salud Mental, División
Valenzuela Asistente Social de Gestión de la Red Asistencial, Ministerio de Salud
Azocar Subsecretaría de Redes Asistenciales
Viviana Velásquez
Psicóloga Encargada de Salud Mental Servicio de Salud Biobío
Clavijo
Servicio de Salud
Ana María Vera Profesional Referente Salud Mental
Coquimbo
Unidad de Salud Mental
Cecilia Vera Médico
Jefa Servicio Salud Mental Hospital San Luis de
Superbi Psiquiatra
Buin
Guillermo Vergara Jefe Servicio Psiquiatía, Hospital El Servicio de Salud
Psiquiatra
Harris Pino Metropolitano Sur
Marcela Villagrán Servicio de Salud
Profesional Encargada de Salud Mental
Rivera. Osorno
PROFESIÓN/ INSTITUCIÓN/
NOMBRE ÁREA DE DESEMPEÑO
OCUPACIÓN ORGANIZACIÓN
Unidad de Salud Mental, División de
Roxana Alvarado Ministerio de
Psicóloga Gestión de la Red Asistencial, Subsecretaría
Andrade Salud
de Redes Asistenciales
Unidad de Salud Mental, División de
Susana Chacón Gestión de la Red Asistencial, Subsecretaría Ministerio de
Psicóloga
Sandoval de Redes Asistenciales. Coordinadora Salud
Técnica mesa de trabajo.
Unidad de Salud Mental, División de
Rodrigo Diaz Ingeniero Ministerio de
Gestión de la Red Asistencial, Subsecretaría
Calderón Comercial Salud
de Redes Asistenciales
Unidad de Salud Mental, División de
Carla Estrada Ministerio de
Periodista Gestión de la Red Asistencial, Subsecretaría
Jopia Salud
de Redes Asistenciales
Departamento Salud Mental DIPRECE,
Subsecretaría de Salud Pública, en
Patricia Narváez Enfermera y comisión de servicio en Unidad Salud Ministerio de
Espinoza Matrona Mental, Subsecretaría de Redes Salud
Asistenciales. Coordinadora técnica mesa
de trabajo.
281
PROFESIÓN/ INSTITUCIÓN/
NOMBRE ÁREA DE DESEMPEÑO
OCUPACIÓN ORGANIZACIÓN
Servicio de Salud
Alvaro Aravena Psiquiatra Referente Salud Mental
Aconcagua
Referente de Salud Mental,
Departamento Modelo de Atención
Alvaro Campos Psicólogo Primaria, División de Atención Ministerio de Salud
Primaria, Subsecretaria Redes
Asistenciales
Depto. de Salud Mental, División
de Prevención y Control de
Javiera Erazo Psicóloga Ministerio de Salud
Enfermedades, Subsecretaría de
Salud Pública.
Terapeuta Hospital Barros Luco en Comisión de Servicio de Salud
Nicolás Fierro
Ocupacional Servicio Unidad de Salud Mental. Metropolitano Sur
Jefe Depto. de Salud Mental,
División de Prevención y Control de
Mauricio Gómez Psiquiatra Ministerio de Salud
Enfermedades, Subsecretaría de
Salud Pública.
Servicio de Salud
Felipe Gutiérrez Psicólogo Director COSAM La Florida
SurOriente
Macarena Gré Psicóloga Unidad de Género, Gabinete Ministra Ministerio de Salud
Servicio de Salud
Carolina
Profesional Encargada de Salud Mental Metropolitano
Hernández
Occidente
Servicio de Salud del
Fabiola Jaramillo Psiquiatra Subdirectora de Gestión Asistencial
Reloncaví
282
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
Servicio de Salud
Natalia Mendez Psicóloga Hospital Psiquiátrico Philippe Pinel
Aconcagua
Unidad Hospitalización Cuidados
Intensivos en Psiquiatría, Hospital Servicio de Salud
Terapeuta Metropolitano Sur/
Ana María Ortiz Barros Luco, SSMS, en comisión de
Ocupacional
servicio en Unidad Salud Mental, Ministerio de Salud
Subsecretaría de Redes Asistenciales.
Director CESAM Tierras Blancas y Servicio de Salud
Sebastián Prieto Psiquiatra
Referente Salud Mental Coquimbo
Servicio de Salud
Danilo Ríos Sociólogo Departamento de Apoyo a la Gestión Metropolitano
Occidente
Servicio de Salud
Cristián Silva Psicólogo Director Hospital de Día Alsino
SurOriente
Trabajadora Servicio de Salud Viña
Viviana Silva Referente de Salud Mental
Social del Mar - Quillota
Referente de Salud Mental,
Departamento Modelo de Atención
Gonzalo Soto Psicólogo Primaria, División de Atención Ministerio de Salud
Primaria, Subsecretaria Redes
Asistenciales
283
PROFESIÓN/ INSTITUCIÓN/
NOMBRE ÁREA DE DESEMPEÑO
OCUPACIÓN ORGANIZACIÓN
Médico Jefe SAMU
Asesor de Red de Urgencia – INRED Servicio de Salud
Javier Aguirre Médico
Encargado de Emergencias y Coquimbo.
desastres
Trabajadora Servicio de Salud
Lenka Alfaro Encargada de Unidad de Salud Mental
Social Coquimbo
Psicóloga y Profesional del Depto. Gestión de
Paz Anguita
Trabajadora Riesgos en Emergencias y Desastres, Ministerio de Salud
Hernández
Social Gabinete Ministra.
Roberto Araneda
Enfermero Coordinador SAMU Nacional DIGERA, MINSAL
Ortega
Jefe del Sistema Forense del Hospital Servicio de Salud
Nathan Arenas Psiquiatra
Philippe Pinel Aconcagua
Corporación de Salud
Sandra Arévalo Médico Coordinadora de ambulancias
Municipal Puente Alto
Servicio de Salud
Terapeuta
Eduardo Artiga Referente Salud Mental Metropolitano Sur
Ocupacional
Oriente
Elizabeth Brito Unidad de Diseño de Programas Ministerio de Desarrollo
Logopeda
Perez Sociales Social
Servicio de Salud
Carolina Carvallo Psicóloga Referente Salud Mental
Metropolitano Sur
Profesional Departamento Modelo de
Karina Castillo Química
APS, División de Atención Primaria, Ministerio de Salud
Arias Farmacéutica
Subsecretaría de Redes Asistenciales.
Servicio de Salud
Trabajadora
Matilde Curiante Referente Salud Mental Metropolitano Sur
Social
Oriente
Académico de la UNED. Universidad Nacional de
Manuel Desviat
Psiquiatra Director de Atopos, salud mental, Educación a Distancia,
Muñoz
comunidad y cultura. España
1.5. Participantes del coloquio nacional descentralizado sobre el Modelo de Gestión de Red
Temática de Salud Mental (9 de Marzo de 2017)
Atención nivel
Hospital regional de
Psiquiatra/ Asesor Salud secundario -
Marcelo Revuelta Alfaro Copiapó y Servicio
Mental Gestión Servicio de
de Salud Atacama
Salud
Atención APS - CESFAM Rosario
Paulina Pérez Psicóloga
Equipo Salud Corvalan-Caldera
Paulina Scola Atención APS- CESFAM Rosario
Psicóloga
Equipo de Salud Corvalan-Caldera
Encargada
CESFAM Raúl
Daniela Carroza Meneses Psicóloga Programa Salud
Sánchez, La Ligua
Mental Integral APS
Encargada
CESFAM Eduardo
Daniela Godoy Aracena Psicóloga Programa Salud
Frei, Villa Alemana
Mental Integral APS
Encargado
Hospital Adriana
Danilo Bermúdez Caneo Psicólogo Programa Salud
Cousiño, Quintero
Mental Integral APS
Encargado
CES El Belloto,
Emilio Inostroza O. Psicólogo Programa Salud
Quilpué
Mental Integral APS
Encargado
CESFAM Manuel
Enzo Dodero Barría Psicólogo Programa Salud
Lucero, Olmué
Mental Integral APS
Encargada CESFAM Juan
Evelyne Zuñiga Jara Psicóloga Programa Salud Bautista Bravo Vega,
Mental Integral APS Villa Alemana
Felipe Altamirano Aravena Terapeuta Ocupacional Director (s) CESAM La Calera
Jefa Programa Salud Hospital Santo
Francisca García Yañez Médico
Mental Integral APS Tomás, Limache
Encargada
CESFAM Catapilco,
Francisca Valenzuela N. Psicóloga Programa Salud
Zapallar
Mental Integral APS
Encargada
CESFAM Villa
Gabriela Delgado J. Psicóloga Programa Salud
Alemana
Mental Integral APS
Gabriela Ordoñez Vega Asistente Social Directora CESAM Concón
Encargado
Germán Martínez Salgado Psicólogo Programa Salud CESFAM Nogales
Mental Integral APS
Jefe Unidad Clínica
Hugo Ortega Gómez Médico Psiquiatra Hospital de Quilpué
de Salud Mental
Jefe Unidad Clínica Hospital San Martín,
Ignacio Lino Castro Médico Psiquiatra
de Salud Mental Quillota
Encargado
Ignacio Peña Lang Psicólogo Programa Salud DESAM Cabildo
Mental Integral APS
Servicio de Salud
Jefe Unidad de
Juan Esteban Tirado Silva Psicólogo Viña del Mar -
Salud Mental
Quillota
PAIC Petorca, La
Leonardo Figueroa P. Psicólogo Coordinador PAI
Ligua
Encargado
Luis Larenas Rojas Psicólogo Programa Salud DESAM Petorca
Mental Integral APS
293
Servicio de Salud
Asesora Unidad de
Viviana Silva Godoy Asistente Social Viña del Mar
Salud Mental
-Quillota
Coordinadora CTA
Hospital Dr. Gustavo
Yasna Febre Hernández Psicóloga Adolescentes
Fricke, Viña del Mar
Hospital Fricke
SERVICIO DE SALUD: ACONCAGUA
Profesión/
Área de Institución/
Nombre Ocupación
desempeño Organización
Salud Mental
Terapéuta
Ingrid Herrera Celedón. Infanto- Cesam
Ocupacional
Adolescente
Encargada
Salud Mental
Daniela Pallero Valdebenito Psicologa Cesfam Panquehue
- Psicóloga
Sector Cesfam
Transversal
María Patricia Fuentes Beltrán. Enfermera Cesam
Cesam
Asistente
Social. Salud
Asistente
Mariannela Zuñiga Villar Mental Cesam
Social
Infanto-
Adolescente
Encargada (S)
María Paulina Herrera Psicologa Salud Mental Cesfam Cordillera Andina, Los Andes
Cesfam
Asistente Trabajo Social
María Ines Lazo Lazo Hospital San Camilo De San Felipe
Social Hospital
Psicólogo
Apoyo Salud
Luis Soto Parra Psicologo Hospital San Francisco De Llay Llay
Mental
Hospital
Enfermera
– Referente
María Beatriz Errecarte Viera Enfermera Notificación Hospital San Antonio De Putaendo
Intentos
Suicidio
Salud Mental
Medico Direccion Servicio De Salud
Alvaro Aravena Molina Servicio De
Psiquiátra Aconcagua
Salud
Salud Mental
Direccion Servicio De Salud
Carolina Villaseca Lucero Psicologa Servicio De
Aconcagua
Salud
Coordinador
Asistente
Mario Labrin Canessa Centro Cesam
Social
Demencia
295
Encargada
Carolina González Vásquez Psicóloga Programa Salud Cesfam Nonguen
Mental
Hospital De Día,
Encargada Hospital
Carolina Mercado Fajardo Asistente Social Hospital Guillermo
De Dáa
Grant Benavente
Hogar Protegido
Carolina Perez Fierro Asistente Social
Nonguen
Dpto. Gestión Y
D. Servicio De Salud
Carolina Vargas Castillo Asistente Social Articulación De La
Concepción
Red
Carmen Vergara Lopez Psicologa Cosam Coronel
Caroll Suazo Fritz Psicóloga Cesfam Juna Cartes
Dpto. Gestión Y
D. Servicio De Salud
Cecilia Fernández Cabalin Psicóloga Articulación De La
Concepción
Red
Encargada
Cesfam Santa
Claudia Ruminot Chávez Psicóloga Programa Salud
Sabina
Mental
Cesfam Pedro De
Claudia Bello Chauriye Psicologa
Valdivia
Encargado
Cesfam Lorenzo
Claudio Rodríguez Cáceres Psicólogo Programa Salud
Arenas
Mental
302
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
Encargada
Constanza Gutierrez Soto Psicóloga Programa Salud Cesfam Pinares
Mental
Constanza Perez Psicologa Cesfam Boca Sur
Encargada
Cesfam Pedro De
Consuelo Martínez Salinas Psicóloga Programa Salud
Valdivia
Mental
Cosam Lota,
Corina Soria Lagos Educadora
Hospital Lota
Encargado
Cristian Arriagada Osorio Psicólogo Programa Salud Hospital Lota
Mental
Daniel Muñoz Jerez Psicologo Hospital Dia H.G.G.B.
Agrupación
Daniela Monsalve Contreras “Reluze”, Cosam
Lota
Encargada
D. Servicio De Salud
Daisy Ebner Gerschberg Psiquiatra Programa Salud
Concepción
Mental
Agrupacion
Diego Velasquez Hidalgo Asperger
Concepcion
D. Servicio De Salud
Doris Rojas Cabezas Enfermera
Concepción
D. Servicio De Salud
Ester Fuentes Ibarra Enfermera
Concepción
Agrupación
Eugenio Oliva Luengo “Reluze”, Cosam
Lota
Encargado
Cesfam
Eugenio Rioseco Medina Psicólogo Programa Salud
Chiguayante
Mental
Encargado (S)
Centro Salud Cosam Lota,
Juan Carlos Barahona Matus Asistente Social
Mental Comunitaria Hospital Lota
Lota
Psiquiatra Hospital De Dia
Julieta Valenzuela Diaz
H.G.G.B.
304
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
Servicio Psiquiatria
Karen Bermedo Ormeño Asistente Social
H.G.G.B.
Hospital Día,
Encargada (S)
Karima Chacur Kiss Psicóloga Hospital Guillermo
Hospital De Día
Grant Benavente
Encargada Cesfam Tucapel
Karla Meinas Campos Psicóloga Programa Salud
Mental
Dpto. Gestión Y
D. Servicio De Salud
Lorena Jiménez Fredez Enfermera Articulación De La
Concepción
Red
Programa Salud Cesfam Victor
Lorena Salazar Rojas Médico De Familia
Mental Manuel Fernández
Hogar Protegido
Luis Torres Reyes Tens
Nonguen
Mara Suazo Coloma Psicóloga Cesfam San Pedro
Encargada Salud Hospital Santa
Marcela Saez Lagos Asistente Social
Mental Juana
Hogar Protegido
Mario Villarroel Alvarez Cuidador Calidad De Vida
Coronel
Centro Terapéutico
Marcelino Flores Saldaña Psicólogo Anun, Municipalidad
De Coronel
Marcia Medina Pizarro Asistente Social Cesfam Pinares
Agrupacion
M. Antonieta Melita
Asperger
Psiquiatra Infanto Servicio Psiquiatria
Mario Valdivia Peralta
Adolescente H.G.G.B.
M. Alejandra Donoso Stevens Psicologa Cesfam Boca Sur
D. Servicio De Salud
M. Carolina Vargas Castillo Asistente Social
Concepción
Servicio Psiquiatria
M. Eugenia Steffens Aburto Enfermera
H.G.G.B.
Cesfam Lorenzo
M. Teresa Anabalon Mellado Psicologa
Arenas
Dpto. Atención D. Servicio De Salud
Maria Francisca Vera Elso Asistente Social
Primaria De Salud Concepción
Encargada
M. De Los Angeles Vaccaro
Psicóloga Programa Salud Cesfam Lagunillas
Huespe
Mental
Maria Isabel Las Heras Martin Enfermera Hospital Dia H.G.G.B
Encargada
Cesfam
Marie Christel Schweitzer Cadegan Psicóloga Programa Salud
Chiguayante
Mental
305
Dpto. Gestión Y
D. Servicio De Salud
Naysa González Henriquez Asistente Social Articulación De La
Concepción
Red
Encargado Centros
Hospital Guillermo
Nelson Pérez Teran Médico Psiquiatra Ambulatorios De
Grant Benavente
Salud Mental
Encargada Centro
Cosam Concepción,
Salud Mental
Paola Ojeda Hinojoza Asistente Social Hospital Guillermo
Comunitaria
Grant Benavente
Concepción
D. Servicio De Salud
Pamela Arteaga Flores Quimico Farmaceutico
Concepción
Cosam San Pedro
Pamela Hernandez Gutierrez Psiquiatra
De La Paz
Encargada
Rosa Maria Rojas Garcia Asistente Social Programa Salud Cesfam Hualqui
Mental
Dpto. Gestión Y
D. Servicio De Salud
Sandra Bahamondes Araneda Asistente Social Articulación De La
Concepción
Red
Encargada
Sandra Olate Alarcón Asistente Social Programa Salud Das Florida
Mental
Cesfam
Samuel Obreque Del Río Médico
Chiguayante
Residencia
Protegida Nuestro
Sofia Norambuena Molina Enfermera
Lugar San Pedro De
La Paz
Servicio Psiquiatría,
Susana Pino Aguilera Enfermera Hospital Guillermo
Grant Benavente
Vanesa Saez Riquelme Asistente Social Cesfam Lagunillas
Cesfam Juan Carlos
Valeria Muñoz Rodriguez Psicóloga
Pinto
Servicio Psiquiatria
Valeria Hernandez Peine Asistente Social
H.G.G.B.
Encargada
Cesfam V. Manuel
Virginia Merino Velozo Psicóloga Programa Salud
Fernández
Mental
Dpto. Gestión Y
D. Servicio De Salud
Viviana Cantín Caro Asistente Social Articulación De La
Concepción
Red
Waleska Irribarra Vivanco Asistente Social Cesfam O´Higgins
Servicio Psiquiatria
Ximena Hernandez Carrasco Psiquiatra
H.G.G.B.
SERVICIO DE SALUD: ARAUCO
Profesión/ Ocupación Institución/
Nombre Área de desempeño
Organización
Andrea Altamirano Arriagada Asistente Social COSAM Lebu Hospital Lebu
Ayleen Bocaz Ruiz Enfermera Hospital de Día Hospital Cañete
Bruno Rivera Salazar Psicólogo COSAM Arauco Hospital Arauco
Dirección Servicio Dirección Servicio
Carla Blanco Mansilla Trabajadora Social
de Salud de Salud
Claudia Luengo Cuevas Asistente Social COSAM Lebu Hospital Lebu
Dayana Morales Correa Terapeuta Ocupacional COSAM Lebu Hospital Lebu
Dirección Servicio Dirección Servicio
Gabriela Aravena Yañez Enfermera
de Salud de Salud
307
Dirección Servicio
Alejandro Parada Nutricionista Gps
de Salud Talcahuano
Gestión Salud Dirección Servicio
Carolina Cid Asistente Social
Mental de Salud Talcahuano
Gestión Salud Dirección Servicio
Claudia Bravo Asistente Social
Mental de Salud Talcahuano
CESFAM Dr. Alberto
Claudia Bravo Silva Psicólogo Atención primaria
Reyes
Residente
Claudia Tapia Médico Hospital Higueras
Psiquiatría
Claudio Jilberto Kinesiólogo Discapacidad Senadis
Unidad Salud Dirección Servicio
Deisy Ayamante Terapeuta Ocupacional
Mental de Salud Talcahuano
Elizabeth Luengo Asistente Social Infancia Sename
Estrella Aviles Trabajadora Social Atención primaria CESFAM L. Portus
Dirección Servicio
Fernando Rojas Enfermero Depeis
de Salud Talcahuano
Residente
Francisca Corbalán Médico Hospital Higueras
Psiquiatría
Residente
Frida Bahomondes Médico Cosam Hualpén
Psiquiatría
Hospital Penco
Gabriela Astete Psiquiatra Hospital de Día
Lirquén
Hospital Penco
Gisela Segura Trabajadora Social Hospital de Día
Lirquén
Héctor Peña Trabajador Social Infanto Adolescente Centro El Faro
CESFAM Dr. Alberto
Janny Herrera Psicólogo Atención primaria
Reyes
Dirección Servicio
Javier Gontier Psicólogo CDD
de Salud Talcahuano
Hospital Dia Adultos
Jose Franco Psicólogo Hospital Higueras
Higueras
Cesfam
Juan Innacio Valenzuela Psicólogo APS
Hualpencillo
Katherine Salgado Solar Trabajadora Social CD. Lus de Luna Hospital Higueras
Terapeuta Ocupacional Dirección Servicio
Leonardo Tapia Umsm
(En Práctica) de Salud Talcahuano
Agrupación Sol
Maria Machuca Presidente Dirigente
Naciente
Salud Mental
Mariana C. Psicóloga Hospital Higueras
Infanto Juvenil
309
Departamento
Antonio Inzunza Psicólogo Salud mental Salud Municipal
Collipulli
Servicio de
Carmen Ponce Trabajadora social Hospital de Angol
psiquiatría Angol
Cecilia Mella Psicólogo Psicóloga CESFAM CESFAM Alemania
Encargado salud
Cristian Schonthaler Psicólogo CESFAM Huequen
familiar
Departamento
Programa salud
Dra. Burgos Castillo Médico cirujano Salud Municipal
mental
collipulli
Erika Osses Psiquiatra Psiquiatría adultos Hospital victoria
Servicio de salud Servicio de salud
Fabiola Figueroa Psicóloga
Araucanía norte Araucanía norte.
Fátima Ubilla Psicóloga Salud mental CESFAM Ercilla
Referente salud CESFAM piedra de
Jose Alarcón Psicólogo
mental Águila
Katherine López Silva Trabajadora social Salud mental Hospital Lonquimay
Katya Eschmamn Psicóloga Salud mental CESFAM ercilla
Departamento
Macarena pichulman Médico Salud mental Salud Municipal
Puren
Maria José correa Médico Salud mental Hospital Collipulli
Maria José Molina Usuario Salud Mental Agrupación usuarios
Maria José Rodríguez Psicóloga Salud mental Hospital Collipulli
Mario Vallejos Terapeuta ocupacional Psiquiatría infantil Hospital Angol
Marcela Cuadra Psicóloga Salud mental CESFAM Victoria
Servicio psiquiatría
Marcela Figueroa Enfermera Hospital de Angol
adulto
Departamento
Marjorie Rodríguez Médico Salud mental Salud Municipal
Puren
Nataly Ulloa torres Trabajadora social Salud mental CESFAM los Sauces
Nicolas chanquey Psicólogo Salud mental CESFAM Renaico
Pilar Higuera Trabajadora social Psiquiatría infantil Hospital Angol
Referente salud CESFAM piedra de
Soraya molina Arellano Médico
mental Águila
Valeska Avila muñoz Psicóloga Psicóloga CESFAM Alemania
311
Hospital de Día
Daniela Gatica Miller Psicóloga Coordinadora
Pitrufquen.
Hospital Puerto
Daniela Silva Psicóloga Psicología
Saavedra.
Cecosam Nueva
Encargada Salud Imperial- Servicio
Denisse Oliva F Psiquiatra
Mental de Salud Araucanía
Sur
Cecosam Padre Las Cecosam Padre Las
Eduvina Hueraman Usuaria
Casas Casas
Hospital Hernán
Isabel Antipan P. Asistente Social Corta Estadia
Henriquez Aravena
CESFAM Pueblo
Marcela Elgueta H. Psicóloga Psicología
Nuevo
Cecosam Padre Las Cecosam Padre Las
Maritza Ferreira M. Usuaria
Casas Casas
Depto. APS y Redes
Asistenciales
Referente Salud
Marjorie Fuentes S Psicóloga Dirección Servicio
Mental
de Salud Araucanía
Sur
312
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
Hospital de Día
Miriam Triviño Coordinadora Coordinación
Temuco
Cecosam Nueva
Nayade Altamirano Trabajadora Social Area Social
Imperial
Nicole Nohuelchi Terapeuta Ocupacional. Cecosam Cecosam Lautaro
Hospital de Día
Olimpia Rivas M Terapeuta Ocupacional Terapias
Temuco
Cecosam Padre Las
Patricia Valderrama Asistente Social Area Social
Casas
Priscila Roco C Trabajadora Social Area Social Cecosam Lautaro
Silvana López Pérez Trabajadora Social Hogar Protegido Las Araucarias
Hospital Hernán
Viviana Torres Ll. Terapeuta Ocupacional. Corta Estadía
Henriquez Aravena
Ximena Fuentes C Psicóloga Psicología CESFAM Labranza
Yenifer Benavides Técnica superior en Residencia
Residencia
enfermería Protegida Forense
Departamento de
Karen Angulo Psicóloga CESFAM Futrono Salud Municipal
Futrono
Departamento de
Karina Rivas Psicóloga Cecosf Máfil Alto Salud Municipal
Mafil
Leila Silva Psicóloga Junaeb Junaeb
Seremi Región De
Loreto Guzmán Psicólogo Seremi Salud
Los Ríos
Municipalidad
Loreto Mitre Psicólogo CESFAM Malalhue
Lanco
Departamento de
Marcela Barrientos Enfermera CESFAM Río Bueno Salud Municipal Río
Bueno
Encargada Prog.
Junaeb, Región De
Marlene Valenzuela Arias Escuelas Saludables/ Junaeb
Los Ríos
Aprendizaje
Senda-Región De
Mauricio Harros Trabajador Social Senda
Los Ríos
Sub Depto. Salud Servicio Salud
Pamela Santibañez Químico Farmacéutico
Mental Valdivia
Servicio Salud
Paula Herrera Médico CESFAM Externo
Valdivia
Departamento de
Pedro Yusef Lincopán Médico CESFAM Las Ánimas Salud Municipal
Valdivia
Servicio Salud
Rocío Bravo Enfermera Cesamco Schneider
Valdivia
Servicio Salud
Rodolfo Guerrero Trabajador Social PRAIS
Valdivia
Servicio Salud
Rodrigo Oyarzún Psicólogo Hospital Corral
Valdivia
Sub Depto. Salud Servicio Salud
Sandra Gallardo Ing. Comercial-Apoyo
Mental Valdivia
Sub Depto.
Enfermera-Referente Servicio Salud
Soledad Casas Hospitales-Red de
Técnico Valdivia
Urgencia
315
Hospital Dr.
Psicólogo Salud
Sebastián Etcheverry Psicólogo Leopoldo Ortega
Mental
Chile Chico
Enfermera
Supervisora Centro Centro Salud
Carmen Fredes S. Enfermera SM Comunitaria Mental Comunitaria
Coyhaique
Coyhaique
Centro SM Centro Salud
Andrea Fuentes V. Psicóloga Comunitaria Mental Comunitaria
Coyhaique Coyhaique
C.T. y UHCE
Yarana Gallardo C. Terapeuta Ocupacional Salud Mental
Coyhaique
320
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
CESFAM Alejandro
As. Social Salud
Mabel Mardonez L. Asistente Social Gutiérrez /
Mental
Coyhaique
Referente Salud Servicio de Salud
Carolina Mondaca B. Asistente Social
Mental Aysén
Referente Salud Servicio de Salud
María Isabel Muñoz G. Asistente Social
Mental Aysén
Centro SM Centro Salud
Carolina Ortiz C. Directora Comunitaria Mental Comunitaria
Coyhaique Coyhaique
CESFAM Alejandro
Patricio Plata A. Psicólogo Salud Mental Gutiérrez /
Coyhaique
Referente Salud
Yared Schulz I. Asistente Social Seremi Salud
Mental
Psicólogo Salud
Mental Hospital De Dia
Paula Timmerman P. Psicólogo
Hospital de Día Coyhaique
Coyhaique
Referente Salud
Héctor Toloza V. Asistente Social Seremi Salud
Mental
SERVICIO DE SALUD: MAGALLANES
Profesión/ Ocupación Institución/
Nombre Área de desempeño
Organización
Maribel Bustos Asistente Social Seremi de Salud Seremi De Salud
Marcela Cárdenas Báez Pai Adulto Puerto Servicio De Salud
Psicóloga
Natales Magallanes
Municipalidad de
Carola Ampuero Directora Cosam comuna TilTil
TilTil
CESFAM Symon APS comuna de
Carolina Donckaster Horta Psicóloga
Ojeda Conchalí
Centro de
Rehabilitación para
Gestión y
Niños y Jóvenes
Familiar y Presidenta Participación de
Claudia Espinoza Autistas de la
organización de padres Familiares en Salud
Agrupación de
Mental
Padres de Niños
Autistas - PANAUT
Centro Agrupación de
Rehabilitación y Personas con
Danilo Pantescu Usuario y Monitor Reinserción Socio Discapacidad
laboral Tiempos Psíquica Somos
Buenos Capaces
Jefe Servicio Salud
Hospital Roberto
Dominga Figueroa Psiquiatra Mental Infanto
del Río
Adolescente
Programa de Salud
Eleodoro Iñigo Oyarzún Psicólogo SSM Norte
Mental
Rehabilitación e
Hogar Protegido
Ema Pichunante Usuaria inserción social y
SSMN
laboral
CESFAM Lucas APS comuna de
Fernando Núñez Psicólogo
Sierra Conchalí
Francisca Contreras Psicóloga CESFAM Cristo Vive APS Recoleta
Salud Mental Cosam Lampa -
Francisco Aliaga Terapeuta Ocupacional
Alcohol y Drogas Batuco
322
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
Dto. de Salud
Director Cosam
Horacio Veliz Fuentes Psicólogo Municipalidad de
comuna Quilicura
Quilicura
Capacitación
Agrupación de
en Centro de
Personas con
Rehabilitación y
Isabel Vargas Familiar y Monitora Discapacidad
Reinserción Socio
Psíquica Somos
laboral Tiempos
Capaces
Buenos
Coordinador área Fundación Rostros
Juan Francisco Ruiz Trabajador Social
Residencial Nuevos
Instituto
Lilian San Román Psiquiatra Directora
Psiquiátrico
Dto. de Salud
Cosam
Manuel Molina Rencoret Psicóloga Municipalidad de
Independencia
Independencia
Municipalidad de
Matías Silva Director Cosam Colina
Colina
Gestión COSAM
Servicio de Salud
Salud Mental, Jefe
Marco Barrientos Segura Psicólogo Metropolitano
Unidad de Modelo
Norte
SF
Hospital Roberto
Maribel Ubilla Enfermera Salud Mental
del Río
Cosam Huechuraba Municipalidad de
Michel Pérez Psicólogo
Huechuraba
Hospital Roberto
Millaray Roque Asistente Social Salud Mental
del Río
Agrupación de
Gestión y Personas con
Usuaria y Presidenta
Mónica Arce Pinto Organización de Discapacidad
organización
usuarios Psíquica Somos
Capaces
Hospital Roberto
Omayra Albornoz Arancibia Terapeuta Ocupacional Salud Mental
del Río
Servicio de Salud
Programa de Salud
Pablo Ferreira Valenzuela Psicólogo Metropolitano
Mental
Norte
Cosam Lampa –
Pamela Pino Psicóloga Subdirectora
Batuco
CESFAM Cruz Melo APS comuna de
Paola Mateluna Psicóloga
Independencia
Programa de
MIDESO - SSMN -
Salud Mental para
Paulina Lara Psicóloga Municipalidad de
Personas con Vida
Recoleta
de Calle
CESFAM Alberto
Patricio Labra Psicólogo Comuna de Conchalí
Bachelet
323
COSOC (Consejo de
Rubén Borquez Representante Organizaciones de
la Sociedad Civil)
COSOC (Consejo de
Salvador Ormeño Ortega Representante Organizaciones de
la Sociedad Civil)
CDL CESFAM
Sergio Pizarro Representante
Cóndores de Chile
Sonia Trucido Agente Comunitaria CESAM Lo Espejo
Psiquiatría
Tamara Palomino A. Terapeuta Ocupacional Hospital El Pino
Ambulatoria
Tatiana Cid J. Psicóloga Salud Mental APS CESFAM Raúl Brañes
Corporación
Municipal
Valeska Tapia Fara Psicóloga Salud Mental APS
Educación Y Salud
San Bernardo
COSOC (Consejo de
Verónica Arancibia Representante Organizaciones de
la Sociedad Civil)
CESFAM Juan Pablo
Verónica Aravena V. Terapeuta Ocupacional Salud Mental APS
II
Salud Mental
Verónica Barrón Reyes Trabajador/a Social CESAM Lo Espejo
Adultos
CESFAM Santa
Valerie Villagrán Palma Psicóloga Salud Mental APS
Teresa
CESFAM Julio A.
Vanessa Garrido Corvalán Psicóloga Salud Mental APS
Pinzón
Verónica Márquez P. Terapeuta Ocupacional Coordinación (S) CESAM San Joaquín
CESFAM San
Ximena Candia Corvalán Psicóloga Directora CESFAM
Joaquín
COSAM San
Yessica Villanueva Pineda Trabajador/a Social Directora
Bernardo
SERVICIO DE SALUD: METROPOLITANO SUR ORIENTE
Profesión/ Ocupación Institución/
Nombre Área de desempeño
Organización
Coordinadora Ley
Alejandra Pezoa Psicóloga COSAM La Florida
de Alcoholes
Coordinador Ley de COSAM CEIF Puente
Alejandro Iglesias Psicólogo
Alcoholes Alto
Coordinadora Corporación
Carla Avila Psicóloga de salud mental Municipal de
comunal Puente Alto
Hospital de Día CRS CRS Provincia
Carolina Ibáñez Malinarich Psicóloga
Provincia Cordillera Cordillera
327
Salud Mental
Carlos Cárdenas Subdirector COSAM Atención COSAM Las Condes
Secundaria
Servicio de
Carolina Moraga Trabajadora Social Psiquiatría Psiquiatría Hospital
del Salvador
Psicología Atención CESFAM Rosita
Claudia Valverde Psicóloga
primaria Renard
Salud Mental
COSAM Lo
Daniela Rojas Trabajadora Social Atención
Barnechea
Secundaria
Psicología Atención
Eduardo Aravena Psicólogo CESFAM Vitacura
primaria
Salud Mental CESFAM Dr. Aníbal
Erika González Psicóloga
Atención Primaria Ariztía
Psicología Atención
Felipe León Psicólogo CESFAM La faena
primaria
Hospital de Día
Fernando Parada Psicólogo Psiquiatría
Peñalolén
Psicología Atención CESFAM Félix de
Isaac Castañeda Psicólogo
primaria Amesti
Psiquiatra. Jefe Servicio de
Ivanhy Ureta Ambulatorio servicio de Psiquiatría Psiquiatría Hospital
Psiquiatría del salvador
Salud mental. Servicio de salud
Juan Pablo Tagle Rojas Trabajador Social Depto. Procesos metropolitano
Asistenciales oriente
Salud mental. Servicio de salud
Karin Avila Benavides Psicóloga Depto. Procesos metropolitano
Asistenciales oriente
Psicología Atención CESFAM El
Leticia Délano Psicóloga
primaria Aguilucho
Salud Mental
Psicóloga. Directora
María Angélica González Atención COSAM La Reina
COSAM
Secundaria
Hospital Luis Calvo
María José Sepúlveda Enfermera Psiquiatría
Mackenna
Salud Mental
Mauricio Yaquich Trabajador social Atención COSAM Providencia
Secundaria
Salud Mental
Náyade Maturana Trabajadora Social Atención COSAM Ñuñoa
Secundaria
Hospital Luis Calvo
Pamela Cifuentes Enfermera Psiquiatría
Mackenna
Servicio de
Paula Opazo Psicóloga Psiquiatría Psiquiatría Hospital
del Salvador
329
COSAM Quinta
Lorena Carreño Trabajadora Social RII
Normal
COSAM Quinta
Camila Castro Psicóloga Dirección
Normal
COSAM Quinta
Mariela Cortes Soto Psicóloga Rehabilitación
Normal
Consultorio
Hospital Dr. Félix
Nelson Cuturrufo Psiquiatra Adosado
Bulnes Cerda
Especialidad
Servicio de Salud
María José Díaz Medico Salubrista Unidad de Estudios Metropolitano
Occidente
Neuropsiquiatría Hospital San Juan
María Paz Domnchi G. Psicóloga
Infantil de Dios
Ambulatorio
Hospital Dr. Félix
Fabiola Duque Psicóloga Hospital Dr. Félix
Bulnes Cerda
Bulnes Cerda
Patricia Espinoza I. Psicóloga Coordinadora APS COSAM
Centro de
Referencia de Salud,
Enrique Fernando Cancec Médico Salud Mental
Salvador Allende G.
Pudahuel
Rosa Ferre Psicóloga Salud Mental CESFAM Peñaflor
Departamento de Servicio de Salud
Carlos Gallardo Médico Coordinación de la Metropolitano
red DECOR Occidente
Carmen Gloria Greve Psicóloga Dirección Ejecutiva CODESAM Pudahuel
Jezabel González Trabajadora Social Salud Mental Hospital Melipilla
Servicio de Salud
Asesora Salud
Carolina Hernandez Trabajadora Social Metropolitano
Mental
Occidente
Subdirector Cosam
Daniel Hofstadt Rodríguez Terapeuta Ocupacional COSAM Renca
Renca
COSAM Quinta
Verónica Jara Asistente Social Cosam
Normal
Servicio de Salud
Angely Jerez Matrona Dpto. Ciclo Vital Metropolitano
Occidente
Hospital Dr. Félix
Rommy Lindemann Trabajadora Social Psiquiatría Infantil
Bulnes Cerda
Hospital Dr. Félix Servicio de
Juan Maass Psiquiatra
Bulnes Cerda Psiquiatría
Psiquiatría Hospital
Hospital Dr. Félix
Josseline Maldonado Administrativo Dr. Félix Bulnes
Bulnes Cerda
Cerda
331
Centro de
Referencia de Salud
Carolina Oyarzo Trabajadora Social Hospital de Día
Salvador Allende G.
Pudahuel
Psiquiatría Infanto
Maritza Salazar Donoso Trabajadora Social COSAM Cerro Navia
Adolescente
Centro de
Programa Referencia de Salud
Adriana Sepúlveda Psicóloga
Adicciones Salvador Allende G.
Pudahuel
Loreto Silva Farías Trabajadora Social Salud Mental CESFAM Alhue
Servicio de Salud
Asesora Salud
Daniela Tapia Terapeuta Ocupacional Metropolitano
Mental
Occidente
Centro de
Natacha Ulloa Enfermera Salud Mental Adulto
Referencia de Salud
Jorge Urbina González Psicólogo Asesor Técnico CESFAM Talagante
Pablo Valdenegro Psicólogo Atención Directa CESFAM Melipilla
Andrea Valdés Asistente Social Asistente Social COSAM Lo Prado
Hospital Dr. Félix Psiquiatría
Daniela Vargas Enfermera
Bulnes Cerda Ambulatoria
Centro de
Referencia de Salud
Ximena Vásquez Psicóloga CRS Infanto
Salvador Allende G.
Pudahuel
Salud Mental I-J y
Pietro Veloso Matta Psicólogo COSAM Melipilla
Adulto
Alicia Veloso Psicóloga Salud Mental OHP COSAM Renca
Programa Infantil
Edwin Welf Psicóloga COSAM Renca
-A
Priscila Yáñez R. Trabajadora Social Salud Mental COSAM Islita
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le=MungoBlobs&blobwhere=1352887219295&ssbinary=true
353
ANEXOS
Anexo N°1 Marco Normativo y otros instrumentos relevantes.
En marco internacional existen cuerpos normativos y recomendaciones de organismos internacio-
nales, dirigidos específicamente a población con enfermedad mental y/o discapacidad, no obstante,
también se encuentra comprendida cuando se refiere a todas las personas. Entre los documentos
para destacar, se encuentran:
1.1 Manual de Recursos de la OMS sobre Salud Mental, Derechos Humanos y Legislación
Este documento forma parte del Conjunto de Guías sobre Servicios y Políticas de Salud Mental de la
Organización Mundial de la Salud, elaboradas el año 2003, y proporcionan información práctica para
ayudar a los países a mejorar la salud mental de sus respectivas poblaciones.
Plantea que la legislación sobre salud mental es necesaria para proteger los derechos de las per-
sonas con trastornos mentales, ya que son un sector vulnerable de la sociedad y se enfrentan a la
estigmatización, a la discriminación y la marginación en todas las sociedades, incrementándose así
la probabilidad de que se violen sus derechos.
Plantea elementos básicos y procedimientos necesarios para elaborar legislación en salud mental,
sobre la base de que “Todas las personas con trastornos mentales tienen derecho a recibir atención y
tratamiento de calidad a través de unos servicios adecuados de salud mental. Estas personas debe-
rían asimismo estar protegidas frente a cualquier tipo de discriminación o tratamiento inhumano.”
Los 30 artículos de la DUDH son aplicables a las personas con enfermedad mental, al igual que a
cualquier otro ser humano, aunque en ninguno de ellos se menciona específicamente la salud men-
tal, ni la situación de las personas con discapacidades. A continuación, se enumeran algunos de los
enunciados de la DUDH que han sido más frecuentemente invocados en situaciones de trasgresión
de DDHH de personas con enfermedades mentales:
• Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos (artículo 1).
• Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin dis-
tinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole,
origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición (artículo
2).
• Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona (artículo 3).
• Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes (artículo
5).
• Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declara-
ción y contra toda provocación a tal discriminación (artículo 7).
• Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado (artículo 9).
• Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su co-
rrespondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación (artículo 12).
355
El PIDCP, profundiza los derechos civiles y políticos consagrados en la DUDH. Especialmente relevan-
tes para las personas con enfermedades mentales, son aquellos que se refieren a libertades, tratos
igualitarios, privacidad y la protección contra la discriminación, detenciones y maltratos.
Así, por ejemplo, el Artículo 7 ha sido frecuentemente invocado en situaciones de DDHH de per-
sonas con discapacidad mental. En este artículo, se repite la afirmación de la DUDH de que “nadie
será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes”, pero se agrega un
acápite sobre aspectos de salud: “en particular, nadie será sometido sin su libre consentimiento a
experimentos médicos o científicos”.
c. Normas Uniformes sobre la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad
Aprobada por la resolución 48/96 de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de diciembre
de 1993. Aunque, en principio, no se trata de un instrumento jurídicamente vinculante, las Normas
Uniformes representan el firme compromiso moral y político de los gobiernos respecto de la adop-
ción de medidas encaminadas a lograr la igualdad de oportunidades para las personas con disca-
pacidad. Son un instrumento para la formulación de políticas y sirven de base para la cooperación
técnica y económica.
Consisten en 22 normas que resumen el mensaje del Programa de Acción Mundial e incorporan la
perspectiva de derechos humanos que se ha desarrollado a lo largo del decenio.
La finalidad de estas Normas es garantizar que niñas y niños, mujeres y hombres con discapacidad,
en su calidad de miembros de sus respectivas sociedades, puedan tener los mismos derechos y obli-
gaciones que los demás. Es responsabilidad de los Estados adoptar medidas adecuadas para elimi-
nar esos obstáculos. Las personas con discapacidad y las organizaciones que las representan deben
desempeñar una función activa como copartícipes en ese proceso.
Si bien aisladamente no son obligatorios de aplicar por los Estados Miembros, representan estánda-
res para interpretar los Pactos PIDCP y PIDESC, los que si son obligatorios para los Miembros que lo
ratificaron (como es el caso de Chile).
• Todas las personas tienen derecho a la mejor atención disponible en materia de salud mental,
que será parte del sistema de asistencia sanitaria y social.
• Todas las personas que padezcan una enfermedad mental, o que estén siendo atendidas por
356
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
esa causa, tienen derecho a la protección contra la explotación económica, sexual o de otra
índole, el maltrato físico o de otra índole y el trato degradante.
• No habrá discriminación por motivo de enfermedad mental. Todas las personas que padezcan
una enfermedad mental tendrán derecho a ejercer todos los derechos reconocidos en la DUDH,
PIDCP, PIDESC y otros instrumentos pertinentes.
• Cuando una corte u otro tribunal competente determinen que una persona que padece una
enfermedad mental no puede ocuparse de sus propios asuntos, se adoptarán medidas para
asegurar la protección de sus intereses.
f. Hacia una sociedad para todos: Estrategia a largo plazo para promover la aplicación del Pro-
grama de Acción Mundial para los impedidos hasta el Año 2000 y Años Posteriores
Este tratado declara que “todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.
Las personas con discapacidad mental pueden, en general, ejercer estos derechos, salvo las limita-
ciones legales, que deben ser específicas y justificadas.
Entre los derechos asegurados en este cuerpo normativo, podemos señalar: la no discriminación;
igualdad ante la ley; igualdad ante la Justicia; derecho a un tribunal independiente y a un debido
proceso; libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; libertad de expresión; derecho de
asociación; derecho al matrimonio; etc.
En este Pacto, sí se establece el derecho a la salud mental y obliga a los Estados signatarios a adop-
tar medidas a fin de asegurarlo en plenitud. Es así como en el Artículo 12 se señala:
“1.Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona al disfrute del más
alto nivel posible de salud física y mental”
“2.Entre las medidas que deberán adoptar los Estados Partes en el Pacto a fin de asegurar la plena
efectividad de este derecho, figurarán las necesarias para: d) La creación de condiciones que asegu-
ren a todos asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad”.
Reconoce el derecho de toda persona a trabajar en la forma libremente escogida o aceptada, de-
biendo los Estados adoptar medidas que garanticen el ejercicio de este derecho.
357
i. Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres
(CEDAW) (Asamblea General de las Naciones Unidas 1979)
Es considerada como una declaración internacional de los derechos de las mujeres. Compuesta por
un preámbulo y 30 artículos, define lo que constituye la discriminación contra las mujeres y estable-
ce una agenda para que las administraciones nacionales terminen con dicha discriminación.
Esta Convención define la discriminación contra las mujeres como “toda distinción, exclusión a res-
tricción basada en el sexo, que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el recono-
cimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su estado civil, sobre la base de
la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las
esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera.” (artículo 1).
Esta Convención en su preámbulo señala la cultura y la tradición como las fuerzas influyentes que
moldean los roles del género y las relaciones familiares, lo que no es menor a la hora de abordar los
temas de los derechos humanos en las mujeres que presentan una enfermedad mental y/o discapa-
cidad mental. Además es el único tratado de derechos humanos que afirma aspectos de los derechos
de salud sexual y reproductiva en las mujeres (artículo 12).
Artículo 3º
1. En todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o priva-
das de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o los órganos legislati-
vos, una consideración primordial a que se atenderá será el interés superior del niño.
2. Los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean
necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres, tuto-
res u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las medidas
legislativas y administrativas adecuadas.
3. Los Estados Partes se asegurarán de que las instituciones, servicios y establecimientos en-
cargados del cuidado o la protección de los niños cumplan las normas establecidas por las
autoridades competentes, especialmente en materia de seguridad, sanidad, número y com-
petencia de su personal, así como en relación con la existencia de una supervisión adecuada.
Artículo 4º
• Los Estados Partes adoptarán todas las medidas administrativas, legislativas y de otra índole
para dar efectividad a los derechos reconocidos en la presente Convención. En lo que respecta
a los derechos económicos, sociales y culturales, los Estados Partes adoptarán esas medidas
hasta el máximo de los recursos de que dispongan y, cuando sea necesario, dentro del marco
de la cooperación internacional.
358
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
Artículo 5º
• Los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los derechos y los deberes de los padres
o, en su caso, de los miembros de la familia ampliada o de la comunidad, según establezca la
costumbre local, de los tutores u otras personas encargadas legalmente del niño de impartirle,
en consonancia con la evolución de sus facultades, dirección y orientación apropiadas para que
el niño ejerza los derechos reconocidos en la presente Convención.
Artículo 12º
1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio
el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al niño, te-
niéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y madurez del
niño.
2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser escuchado, en todo procedimiento
judicial o administrativo que afecte al niño, ya sea directamente o por medio de un represen-
tante o de un órgano apropiado, en consonancia con las normas de procedimiento de la ley
nacional.
Artículo 16º
1. Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su
domicilio o su correspondencia ni de ataques ilegales a su honra y a su reputación.
2. El niño tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o ataques.
Artículo 24°
2. Los Estados Partes asegurarán la plena aplicación de este derecho y, en particular, adoptarán las
medidas apropiadas para:
Artículo 30º
• En los Estados en que existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas o personas de origen
indígena, no se negará a un niño que pertenezca a tales minorías o que sea indígena el derecho
que le corresponde, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida
cultural, a profesar y practicar su propia religión, o a emplear su propio idioma.
Al igual que otras convenciones, este instrumento legal tiene carácter de obligatorio para los
países que lo han ratificado. Chile lo ratificó y promulgó ´por medio del Decreto N° 99/ 2002
del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Sus objetivos son “la prevención y eliminación de todas las formas de discriminación contra
las personas con discapacidad y propiciar su plena integración en la sociedad” (artículo 2),
abarcando todas las actividades de los seres humanos, tales como el empleo, el transporte, las
comunicaciones, la vivienda, la recreación, la educación, el deporte, el acceso a la justicia y los
servicios policiales, y las actividades políticas y de administración.
Señala que el actuar de los Estados se orientará a una mayor integración y aseguramiento de igual-
dad de oportunidades para las personas con discapacidad.
La Asamblea General:
1. Declara su compromiso de intensificar los esfuerzos en favor de las personas con discapaci-
dad.
2. Manifiesta su más firme y decidido compromiso con la defensa y promoción de los derechos
humanos de las personas con discapacidad y la necesidad de que se mejoren los servicios
y se ofrezcan mayores oportunidades para las personas con discapacidad en el continente
americano.
360
TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
3. Recomienda a los Estados miembros que, dentro de sus posibilidades, intensifiquen sus es-
fuerzos a fin de crear oportunidades equitativas para las personas con discapacidad en los
servicios de salud, educación y capacitación, así como oportunidades de empleo y de vida
independiente y, en general, facilidades para que se integren y contribuyan.
La actual Constitución Política de la República de Chile, aprobada por DTO 1150, Interior, publicado
el 24.10.1980, no efectúa enunciado expreso sobre personas con discapacidad, enfermedades men-
tales ni expresión análoga, como lo hacen otras Constituciones en el mundo.
9°. El derecho a la protección de la salud. El Estado protege el libre e igualitario acceso a las acciones
de promoción, protección y recuperación de la salud y de rehabilitación del individuo.
Es deber preferente del Estado garantizar la ejecución de las acciones de salud, sea que se presten
a través de instituciones públicas o privadas, en la forma y condiciones que determine la ley, la que
podrá establecer cotizaciones obligatorias.
Cada persona tendrá el derecho a elegir el sistema de salud al que desee acogerse, sea éste estatal
o privado
Algunos artículos relevantes son: Art. 342. Referido a quienes están sujetos a curadurías; y el Título
XXV del Libro I (artículos 45 y siguientes “De la curaduría del demente”).
Algunos artículos relevantes son: Art. 10 referido a las exenciones de responsabilidad penal.
Art. 352. Que tipifica el delito de abandono.
Algunos artículos relevantes son: Libro Cuarto Título VII. Procedimiento para aplicación exclusiva de
medidas de seguridad (Artículos 455 y siguientes).
Libro VII De la Observación y Reclusión de los Enfermos Mentales, de Los Alcohólicos y de los que
Presenten Estado de Dependencia de otras Drogas y Substancias.
361
Artículo 131°. - La internación de las personas a que se refiere el artículo anterior, puede ser volun-
taria, administrativa, judicial o de urgencia. El Reglamento establecerá las condiciones de estos tipos
de internación.
Artículo 132°. - En los casos de ingreso voluntario la salida del establecimiento se efectuará por in-
dicación médica o a pedido del enfermo, siempre que, la autoridad sanitaria estime que éste puede
vivir fuera del establecimiento sin constituir un peligro para él o para los demás.
La salida de las personas internadas por resolución administrativa será decretada por el Director
General de Salud, aun cuando se trate de un enfermo hospitalizado en un establecimiento particular.
Los enfermos mentales, los que dependen de drogas u otras substancias y los alcohólicos ingresados
por orden judicial saldrán cuando lo decrete el Juez respectivo.
Para ejercer esta curaduría los funcionarios antes indicados no necesitarán de discernimiento, ni
estarán obligados a rendir fianza ni hacer inventario. En lo demás se regirán por las disposiciones del
derecho común.
Art. 134. Los registros, libros, fichas clínicas y documentos de los establecimientos mencionados en
el artículo 130° tendrán el carácter de reservado, salvo para las autoridades judiciales, del Ministe-
rio Público y para el Servicio Nacional de Salud.
Ley N° 20.584 Regula los Derechos y Deberes que tienen las personas en relación a las acciones
vinculadas a su Atención de Salud (13 abril 2012)
Artículo 2º.- Toda persona tiene derecho, cualquiera que sea el prestador que ejecute las acciones
de promoción, protección y recuperación de su salud y de su rehabilitación, a que ellas sean dadas
oportunamente y sin discriminación arbitraria, en las formas y condiciones que determinan la cons-
titución y las leyes.
La atención que se proporcione a las personas con discapacidad física o mental y a aquellas que se
encuentren privadas de libertad, deberá regirse por las normas que dicte el Ministerio de Salud, para
asegurar que aquella sea oportuna y de igual calidad
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TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
Artículo 7º.- En aquellos territorios con alta concentración de población indígena, los prestadores
institucionales públicos deberán asegurar el derecho de las personas pertenecientes a los pueblos
indígenas a recibir una atención de salud con pertinencia cultural, lo cual se expresará en la aplica-
ción de un modelo de salud intercultural validado ante las comunidades indígenas, el cual deberá
contener, a lo menos, el reconocimiento, protección y fortalecimiento de los conocimientos y las
prácticas de los sistemas de sanación de los pueblos indígenas; la existencia de facilitadores inter-
culturales y señalización en idioma español y del pueblo originario que corresponda al territorio, y el
derecho a recibir asistencia religiosa propia de su cultura.
Artículo 10.- Toda persona tiene derecho a ser informada, en forma oportuna y comprensible, por
parte del médico u otro profesional tratante, acerca del estado de su salud, del posible diagnósti-
co de su enfermedad, de las alternativas de tratamiento disponibles para su recuperación y de los
riesgos que ello pueda representar, así como del pronóstico esperado, y del proceso previsible del
postoperatorio cuando procediere, de acuerdo con su edad y condición personal y emocional.
Artículo 13.- La ficha clínica permanecerá por un período de al menos quince años en poder del
prestador, quien será responsable de la reserva de su contenido. Un reglamento expedido a través
del Ministerio de Salud establecerá la forma y las condiciones bajo las cuales los prestadores alma-
cenarán las fichas, así como las normas necesarias para su administración, adecuada protección y
eliminación.
Los terceros que no estén directamente relacionados con la atención de salud de la persona no ten-
drán acceso a la información contenida en la respectiva ficha clínica. Ello incluye al personal de salud
y administrativo del mismo prestador, no vinculado a la atención de la persona.
Sin perjuicio de lo anterior, la información contenida en la ficha, copia de la misma o parte de ella,
será entregada, total o parcialmente, a solicitud expresa de las personas y organismos que se indican
a continuación, en los casos, forma y condiciones que se señalan:
a. Al titular de la ficha clínica, a su representante legal o, en caso de fallecimiento del titular, a
sus herederos.
b. A un tercero debidamente autorizado por el titular, mediante poder simple otorgado ante no-
tario.
c. A los tribunales de justicia, siempre que la información contenida en la ficha clínica se relacio-
ne con las causas que estuvieren conociendo.
d. A los fiscales del Ministerio Público y a los abogados, previa autorización del juez competente,
cuando la información se vincule directamente con las investigaciones o defensas que tengan
a su cargo.
Artículo 14.- Toda persona tiene derecho a otorgar o denegar su voluntad para someterse a cualquier
procedimiento o tratamiento vinculado a su atención de salud, con las limitaciones establecidas en
el artículo 16.
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Artículo 25.- Una persona puede ser objeto de hospitalización involuntaria siempre que se reúnan
todas las condiciones siguientes:
a. Certificación de un médico cirujano que indique fundadamente la necesidad de proceder al
ingreso de una persona para llevar a cabo la evaluación de su estado de salud mental;
b. Que el estado del mismo comporte un riesgo real e inminente de daño a sí mismo o a terceros;
c. Que la hospitalización tenga exclusivamente una finalidad terapéutica;
d. Que no exista otro medio menos restrictivo de suministrar los cuidados apropiados, y
e. Que el parecer de la persona atendida haya sido tenido en consideración. De no ser posible
esto último, se tendrá en cuenta la opinión de su representante legal o, en su defecto, de su
apoderado a efectos del tratamiento y, en ausencia de ambos, de la persona más vinculada a
él por razón familiar o, de hecho.
Toda hospitalización involuntaria deberá ser comunicada a la Secretaría Regional Ministerial de Sa-
lud y a la Comisión Regional de Protección de los Derechos de las Personas con Enfermedad Mental
indicada en el artículo 29 que correspondan.
La Autoridad Sanitaria Regional velará por el respeto de los derechos de las personas ingresadas en
instituciones de salud mental, y autorizará el ingreso de todas las hospitalizaciones involuntarias
que excedan de setenta y dos horas, de acuerdo a lo establecido en los artículos 130 y 131 del
Código Sanitario.
Artículo 26.-El empleo extraordinario de las medidas de aislamiento o contención física y farmaco-
lógica deberá llevarse a cabo con pleno respeto a la dignidad de la persona objeto de tales medidas,
las cuales sólo podrán aplicarse en los casos en que concurra indicación terapéutica acreditada por
un médico, que no exista otra alternativa menos restrictiva y que la necesidad de su aplicación fuere
proporcional en relación a la conducta gravemente perturbadora o agresiva.
Todo lo actuado con motivo del empleo del aislamiento o la sujeción deberá constar por escrito en
la ficha clínica. Además de lo anterior, se comunicará el empleo de estos medios a la Autoridad Sa-
nitaria Regional, a cuya disposición estará toda la documentación respectiva.
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TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
2.7 Ley Nº 20.609 Establece Medidas Contra la Discriminación, del año 2010.
Artículo 2º.- Definición de discriminación arbitraria. Para los efectos de esta ley, se entiende por dis-
criminación arbitraria toda distinción, exclusión o restricción que carezca de justificación razonable,
efectuada por agentes del Estado o particulares, y que cause privación, perturbación o amenaza en
el ejercicio legítimo de los derechos fundamentales establecidos en la Constitución Política de la
República o en los tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por Chile y que se
encuentren vigentes, en particular cuando se funden en motivos tales como la raza o etnia, la nacio-
nalidad, la situación socioeconómica, el idioma, la ideología u opinión política, la religión o creencia,
la sindicación o participación en organizaciones gremiales o la falta de ellas, el sexo, la orientación
sexual, la identidad de género, el estado civil, la edad, la filiación, la apariencia personal y la enfer-
medad o discapacidad.
2.8 Ley N° 20.422 Establece Normas Sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de
Personas con Discapacidad, (2010)
Artículo 7.- Se entiende por igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad, la au-
sencia de discriminación por razón de discapacidad, así como la adopción de medidas de acción
positiva orientadas a evitar o compensar las desventajas de una persona con discapacidad para par-
ticipar plenamente en la vida política, educacional, laboral, económica, cultural y social.
Artículo 9.- El Estado adoptará las medidas necesarias para asegurar a las mujeres con discapaci-
dad y a las personas con discapacidad mental, sea por causa psíquica o intelectual, el pleno goce y
ejercicio de sus derechos en condiciones de igualdad con las demás, en especial lo referente a su
dignidad, el derecho a constituir y ser parte de una familia, su sexualidad y salud reproductiva.
Asimismo, el Estado adoptará las acciones conducentes a asegurar a los niños con discapacidad el
pleno goce y ejercicio de sus derechos, en especial el respeto a su dignidad, el derecho a ser parte de
una familia y a mantener su fertilidad, en condiciones de igualdad con las demás personas.
De igual modo, el Estado adoptará las medidas necesarias para evitar las situaciones de violencia,
abuso y discriminación de que puedan ser víctimas las mujeres y niños con discapacidad y las perso-
nas con discapacidad mental, en razón de su condición.
Artículo 10.- En toda actividad relacionada con niños con discapacidad, se considerará en forma
primordial la protección de sus intereses superiores.
2.9 Ley Nº 20.000 que Sanciona el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas,
(año 2005).
Artículo 50.- Los que consumieren alguna de las drogas o sustancias estupefacientes o sicotrópicas
de que hace mención el artículo 1º, en lugares públicos o abiertos al público, tales como calles,
caminos, plazas, teatros, cines, hoteles, cafés, restaurantes, bares, estadios, centros de baile o de
música; o en establecimientos educacionales o de capacitación, serán sancionados con alguna de
las siguientes penas:
a. Asistencia obligatoria a programas de prevención hasta por sesenta días, o tratamiento o reha-
bilitación en su caso por un período de hasta ciento ochenta días en instituciones autorizadas
por el Servicio de Salud competente. Para estos efectos, el Ministerio de Salud o el Servicio
Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol deberán asignar
preferentemente los recursos que se requieran.
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2.11 Ley Nº 20.084 Establece un Sistema de Responsabilidad de los Adolescentes por Infrac-
ciones a la Ley Penal
Artículo 2º.- Interés superior adolescente. En todas las actuaciones judiciales o administrativas re-
lativas a los procedimientos, sanciones y medidas aplicables a los adolescentes infractores de la ley
penal, se deberá tener en consideración el interés superior del adolescente, que se expresa en el
reconocimiento y respeto de sus derechos.
En la aplicación de la presente ley, las autoridades tendrán en consideración todos los derechos y
garantías que les son reconocidos en la Constitución, en las leyes, en la Convención sobre los Dere-
chos del Niño y en los demás instrumentos internacionales ratificados por Chile que se encuentren
vigentes.
Artículo 7º.- Sanción accesoria. El juez estará facultado para establecer, como sanción accesoria a
las previstas en el artículo 6º de esta ley y siempre que sea necesario en atención a las circunstan-
cias del adolescente, la obligación de someterlo a tratamientos de rehabilitación por adicción a las
drogas o al alcohol.
Artículo 17.- Internación en régimen cerrado con programa de reinserción social. La internación en
régimen cerrado con programa de reinserción social importará la privación de libertad en un centro
especializado para adolescentes, bajo un régimen orientado al cumplimiento de los objetivos pre-
vistos en el artículo 20 de esta ley.
Artículo 1º.- Esta ley regula el expendio de bebidas alcohólicas; las medidas de prevención y reha-
bilitación del alcoholismo, y las sanciones y los procedimientos aplicables a quienes infrinjan las
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TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
disposiciones pertinentes.
Artículo 26.- Lo dispuesto en el artículo precedente también tendrá lugar respecto de quienes fue-
ren sorprendidos en la vía pública o en lugares de libre acceso al público en manifiesto estado de
ebriedad.
En este caso, si una persona hubiere incurrido en dicha conducta más de tres veces en un mismo año,
Carabineros denunciará el hecho al juez de policía local correspondiente. Este podrá imponer, en una
audiencia que se citará al efecto, alguna de las siguientes medidas:
1º. Seguir alguno de los programas a que se refiere el artículo 33 o un tratamiento médico, sicológi-
co o de alguna otra naturaleza, destinado a la rehabilitación, y
2º. Internarse en un establecimiento hospitalario o comunidad terapéutica que cuente con progra-
mas para el tratamiento del alcoholismo, de conformidad a lo dispuesto en los artículos 33 a 38.
Para resolver, el juez de policía local podrá requerir los informes y diligencias que estime convenien-
tes, a efectos de determinar el diagnóstico de habitualidad de ingesta alcohólica.
En su resolución, el juez precisará la duración de la medida, que no podrá exceder de noventa días,
renovable, por una vez, por un período similar.
Las resoluciones que apliquen estas medidas serán apelables de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 32 de la ley Nº 18.287.
Artículo 33.- En todos los Servicios de Salud del país habrá un programa de tratamiento y rehabilita-
ción para personas que presentan un consumo perjudicial de alcohol y dependencia del mismo, los
que incluirán atención ambulatoria en todos los establecimientos de salud de nivel primario, sean
dependientes de los municipios o de los Servicios de Salud y atención especializada ambulatoria o
en régimen de internación.
El reglamento, expedido por intermedio del Ministerio de Salud, determinará las acciones de ree-
ducación preventiva, tratamiento médico o rehabilitación psicosocial, que serán aplicables en cada
caso, así como los procedimientos, plazos y entidades responsables de llevarlas a cabo y su adecua-
da y oportuna comunicación al juez que ordenó la medida.
Artículo 34.-. Deberán asistir a dichos programas las personas a que se refiere el artículo 26 y los
reincidentes en la conducción de vehículos bajo los efectos del alcohol o en estado de ebriedad.
Lo anterior, salvo que el juez, en su sentencia, resuelva imponerles la medida de seguir otro trata-
miento médico, sicológico o de otra naturaleza, destinado a la rehabilitación.
En todo caso, se aplicará lo dispuesto en los incisos tercero, cuarto y quinto del referido artículo 26.
Artículo 35.- En las mismas condiciones, el juez de policía local también podrá ordenar la asistencia
a esos programas de tratamiento y rehabilitación del cónyuge o del padre o la madre de familia que
367
Esta medida se dispondrá a petición de cualquiera de los miembros mayores de su familia, oyendo
personalmente al interesado y a sus parientes.
Artículo 36.- El juez podrá ordenar la medida de internación no voluntaria, en una unidad de hospi-
talización del Servicio de Salud correspondiente o en otro establecimiento hospitalario o comunidad
terapéutica que proporcione tratamiento para bebedores problemas y alcohólicos, respecto de las
personas aludidas en los artículos 34 y 35, en los términos descritos en esas disposiciones y en los
incisos tercero, cuarto y quinto del artículo 26.
Artículo 37.- Antes de terminar el período de atención establecido, el Director del Servicio de Salud
o su delegado enviará al juez y a la familia del paciente un informe sobre el resultado del tratamiento
o internación. En ese informe podrá proponer el término anticipado de la medida o su prórroga, por
razones fundadas. En este último caso, el juez podrá extenderla hasta completar ciento ochenta días.
Artículo 38.- A petición de cualquiera de los miembros de la familia del paciente, podrá nombrársele
un curador por el tiempo que dure la hospitalización. Los demás tendrán por curador al director del
hospital.
Artículo 57.- Del total de las sumas que ingresen por concepto de multas aplicadas por infracción a
las disposiciones de esta ley, el 40% se destinará a los Servicios de Salud para el financiamiento y
desarrollo de los programas de rehabilitación de personas alcohólicas, y el 60%, a las municipalida-
des, para la fiscalización de dichas infracciones y para el desarrollo de los programas de prevención
y rehabilitación de personas alcohólicas.
Además de los cuerpos legales mencionados, se cuenta con instrumentos regulatorios específicos
del Ministerio de Salud, para facilitar la implementación de la legislación relativa a salud mental,
entre los cuales se encuentran los siguientes:
Tiene como propósito: “Contribuir a mejorar la salud mental de las personas mediante estrategias
sectoriales e intersectoriales, para la promoción de la salud mental, prevención de los trastornos
mentales, atención garantizada de salud mental e inclusión social, en el marco del modelo de salud
integral con enfoque familiar y comunitario”.
Incluye:
1. Valores y principios (Respeto y promoción de derechos humanos, La persona como ser integral e
indivisible física y mentalmente, Equidad)
2. Situación actual, situación óptima deseada y un plan de acción con estrategias y metas para las
siguientes líneas de acción:
• Regulación y Derechos Humanos. Establece la necesidad de una Ley de Salud Mental, y de-
fine la necesidad de otros instrumentos normativos o la actualización de los existentes para
la protección de la salud mental de la población, el respeto a los derechos de las personas con
trastornos mentales y la adecuada atención sanitaria de aquellos/as que padecen de proble-
mas o trastornos de salud mental.
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TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
• Provisión de Servicios de Salud Mental. Define lineamientos y estrategias para una provi-
sión de servicios adecuada, en línea con las necesidades de la población; articulando la oferta
existente e incorporando oferta pertinente en el marco de los modelos de Atención Integral de
Salud Familiar y Comunitaria y el Modelo Comunitario de Atención en Salud Mental.
• Participación. Define estrategias para fortalecer la participación social efectiva sobre polí-
ticas, planes, programas e intervenciones de salud mental, por parte de la sociedad civil y la
comunidad, con especial énfasis en usuarios y familiares.
• Intersectorialidad. Establece estrategias para la colaboración entre el sector salud, otros sec-
tores del Estado y la Sociedad Civil para abordar la gestión intersectorial, dar respuestas a
poblaciones específicas y enfrentar de manera conjunta temáticas comunes en el ámbito de
la salud mental.
b. Reglamento para Internación de las Personas con Enfermedades Mentales y Sobre los Esta-
blecimientos que la Proporcionan (Nº 570 de 1998)
Regula el ingreso, permanencia y egreso desde estos establecimientos, de las personas que sufren
enfermedades mentales
Las Entidades o Establecimientos de Salud de Atención Cerrada son instituciones asistenciales que
otorgan prestaciones de salud en régimen continuado de atención (24 horas) y que deben contar con
recursos organizados de infraestructura, equipamiento y personal necesario para su funcionamiento
permanente.
369
Debe ser aplicada en conjunto con las correspondientes Normas Técnicas Específicas y/o Anexos que
corresponda de acuerdo a las características de cada Establecimiento (Hospitalización Psiquiatría de
corta y mediana estadía (Reglamento Nº 570/98).
Regula la atención clínica que se otorga a los adolescentes infractores de ley con consumo proble-
mático de alcohol /drogas y otros trastornos de salud mental, asimismo entrega orientaciones a los
equipos clínicos y técnicos de CONACE y SENAME y otras instituciones involucradas, para lograr los
objetivos terapéuticos en las/los adolescentes infractores de ley (la obligatoriedad de sus disposi-
ciones afecta solamente a los organismos del Sistema Nacional de Servicios de Salud).
Norma Técnica Básica de Autorización Sanitaria para Establecimientos de Salud de Atención Abierta
Dimensión: Accesibilidad
Dimensión Eficiencia
Dimensión Efectividad
Dimensión Seguridad
ASPECTOS EVALUADOS SI NO
Equipo derivador informa a persona, familia y/o red de apoyo sobre proceso de derivación
asistida y queda registro en ficha clínica.
El informe de derivación incluye Identificación de la persona: nombre, Rut, edad, dirección,
teléfono, centro de APS, identificación de la red de apoyo.
El informe de derivación incluye diagnóstico integral, resultados de las intervenciones
realizadas, plan de continuidad del cuidado y la atención, para el nodo o punto de atención
al cual es referida la persona.
Se realiza una vinculación y coordinación formal y efectiva con el nodo o punto de atención,
al cual se deriva por medio de contacto telefónico, correos electrónicos y presenciales para
presentar antecedentes.
Se realizan reuniones entre equipos, para asegurar la continuidad de cuidados y atención de
la persona referida.
Los espacios de intercambio de información son formales y de mutuo acuerdo respecto a
fechas y horario.
Se desarrollan estrategias de intervención conjunta, que faciliten una continuidad de cui-
dados, considerando todos aquellos aspectos bio-médicos, sociales, familiares, y conduc-
tuales-afectivos de la persona usuaria.
Equipo que recibirá a la persona referida informa sobre hora de ingreso e información sobre
acceso a nodo o punto de atención y documentación requerida al equipo derivador.
Equipo que recibirá a la persona referida informa sobre hora de ingreso e información sobre
acceso a nodo o punto de atención a persona, familia y/o red apoyo.
Se realiza acompañamiento progresivo a las personas que lo requieran.
Se cumplen criterios de egreso definidos y conocidos por la red.
Se cumplen criterios de ingreso definidos y conocidos por la red.
Entre ambos equipos coordinan el seguimiento de la persona para asegurar la continuidad
de su cuidado y atención en el sistema de red integrado.
En caso de no estar asegurada la continuidad de la atención en el otro nodo o punto de
atención, se realizan acciones en el tiempo estimado para que no se produzca una disconti-
nuidad, debiendo quedar establecido en la ficha clínica.
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TERCERA PARTE: REDISEÑO DE LA RED TEMÁTICA DE SALUD MENTAL
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