La Divina Comedia de Dante Aligieri
La Divina Comedia de Dante Aligieri
La Divina Comedia de Dante Aligieri
Dante Alighieri
La Divina comedia es un poema escrito por Dante Alighieri. Siendo la creación más importante de
su autor y una de las obras fundamentales de la transición del pensamiento medieval (Teo
centrista) al renacentista (antropocentrista). Considerada la obra maestra de la literatura italiana y
una de las cumbres de la literatura universal.
Características:
Dante quería salir de dicha selva tormentosa pues según nos describe él, es horrible. Surge
entonces la razón encarnada por Virgilio, él salvará a Dante del asedio de las bestias. Después le
hablará de un viaje que se ha planeado desde el cielo y que le servirá para ver el fin auténtico, el
único al cual debe dedicarse la existencia. El camino no será sencillo habrá que descender hasta lo
más profundo del infierno para ver cómo los vicios aniquilan las almas Después, será testigo de la
expiación de los pecados en el purgatorio y, finalmente, podrá contemplar la luz de Dios
Dante se siente aterrado por semejante misión que se le es mandada. Pero Virgilio le rebela quién
intercedió por él fue su amada Beatriz; y el solo nombre de la dama le dará la seguridad
Avanzan hasta las puertas del infierno entre lamentos de dolor e ira están las almas de quienes no
conquistaron ningún tipo de gloria, pero tampoco merecieron algún reproche; no fueron fieles a
Dios ni se rebelaron contra Él; no ganaron ni amigos ni enemigos; vivieron sólo para sí mismos, sin
dejar huella en el mundo. El cielo los rechaza porque no hicieron nada bueno y el infierno
también, porque no hicieron nada malo. Su tormento es que nadie se acuerda de ellos, no tienen
esperanza de morir, desdeñados tanto de la justicia como de la compasión.
También están allí los pusilánimes, desnudos, acosados por avispas, moscones y gusanos. Entre
ellos estaba "quien hizo por cobardía aquella gran renuncia", sin duda el Papa Celestino V.
El Infierno es un enorme valle cónico y está dividido en nueve niveles o círculos, cada cual más
profundo y estrecho que el anterior. Para llegar hasta él hay que cruzar el río Aqueronte, y las
almas lo hacen en la barca de Caronte. (Canto III).
1. Círculo primero:
El círculo primero es el Limbo los inocentes que han muerto sin haber recibido el bautismo, en
especial los que nacieron antes de la llegada de Cristo como Virgilio. En este castillo Dante conoce a
los poetas Homero, Horacio, Ovidio, y Lucano, al matemático Euclides, a los filósofos Sócrates,
Platón, Aristóteles; las excepciones son Adán, Abel, Noé, Moisés, Abraham, Isaac, Jacob y sus doce
hijos, Raquel y "otros muchos", que dejaron el Infierno cuando Jesucristo entre su muerte y su
resurrección fue para convertirlos en santos. Los que están en el Limbo no sufren tormento alguno,
salvo el saber que estarán allí para siempre.
Después de este primer círculo están los que han pecado dañando a alguien, son juzgados
por Minos, quien sentencia cada alma y le asigna su lugar, enrollando su cola sobre sí mismo
tantas vueltas como círculos debe descender.
2. Círculo segundo:
Aquí se encuentran aquellos que han pecado de lujuria. Están condenadas a ser arrastradas por un
fuerte viento que las embiste contra suelo y paredes, las agita y las hace chocar entre ellas sin
descanso, de la misma forma que en vida se dejaron llevar por los vientos de la pasión. En este
círculo, Dante encuentra a Dido, Cleopatra, Helena, Aquiles, y otros que no controlaron el amor
sensual durante su vida. Entre ellos: Francesca da Rimini y Paolo Malatesta. Los amantes explican
cómo estaban leyendo la historia de Lanzarote y, en el punto en que los personajes se besaron,
ellos lo hicieron también, y así empezó su perdición.
3. Círculo tercero:
Aquí se castiga la gula, con una tormenta perpetua, con lluvia formando lodo. Vigilado por
Cerbero, monstruo con tres cabezas de perro que aparece en la Eneida. Se encuentra con un
Ciaccio con el que discute temas políticos. pena de los golosos es un castigo de contrapaso por
analogía genérica: como en vida los golosos fueron en busca de delicias culinarias, aquí están
obligados a estar echados en el barro bajo una lluvia maloliente. De hecho están postrados a tierra
boca abajo, y la lluvia los hace gritar como bestias,
4. Círculo cuarto:
Aquí están los avaros, que acumularon posesiones, y los pródigos, que las derrocharon condenados
a hacer rodar pesadas rocas desde las laderas del valle hasta chocar en el centro, discutir y luego
voltear y repetir lo mismo. Entre los condenados hay numerosos clérigos, cardenales y papas.
Asimismo caminan en dos filas, arrojándose bultos unos a otros y dicen “¿Por qué guardas? ¿Por
qué tiras?” Su apego desordenado al dinero los somete a tal castigo. Plutón, Dios romano de la
riqueza, vigila que lo cumplan (Canto VII).
5. Círculo quinto:
En el círculo quinto está la laguna Estigia, vigilada por Flegias. Sumergidos en ella, luchando
eternamente unos contra otros, a golpes y mordiscos, están los condenados por el pecado de la ira,
mientras que debajo del agua están los acidiosos, es decir, los perezosos y los que vivieron tristes
sin motivo. Entre los iracundos estaba Felipe Argenti, florentino. Su familia, los Adimari, fue la que
se quedó con los bienes de Dante cuando fue exiliado por eso expresa tanto odio a él mientras
relata esta parte. (Canto VIII).
(…) Se acercan a las puertas de la ciudad de Dite (un nombre latino para el Hades) siendo una
ciudad que toma el color rojo de las llamas que hay en ella por todas partes rodeadas por los
demonios. Aquí están los vicios más fuertes: herejía, violencia y malicia…
Los castigados dentro de Dite son pecadores activos ósea la maldad en sentido estricto. Virgilio no
logra convencerá los demonios de que lo dejen pasar con Dante es así como un ángel mandado del
Cielo los deja entrar, abriendo la puerta al ser tocada por una vara.
6. Círculo sexto:
Aquí se condena a los herejes. Está sembrado de tumbas en cada una de las cuales arde el jefe de
una secta herética junto con todos sus seguidores. Allí se encuentra con un epicúreo florentino,
Farinata degli Uberti, un gibelino (condenado póstumo por herejía en 1283); y Cavalcante dei
Cavalcanti, un güelfo y padre de Guido Cavalcanti, amigo de Dante y poeta. Las afiliaciones políticas
de estos dos hombres crean una discusión sobre la política florentina. Papas y clérigos destacan
entre los condenados a este suplicio
7. Círculo séptimo:
Custodiado por el Minotauro, en él se castiga a los violentos por su grado, dividido en tres recintos:
Recinto primero
Aquí se castiga a los que cometieron violencia contra el prójimo, cuyas almas hierven en el
Flegetonte, un río de sangre. Los que intentan salir de él son devueltos por las flechas de
los centauros que vigilan sus orillas. (Canto XII).
Recinto segundo
Aquí se castiga a los que cometieron violencia contra sí mismos (los suicidas) o a su vez
contra sus posesiones (dilapidadores). Los que han renunciado a su cuerpo mediante el
suicidio lo pierden para siempre, cuando sus almas son arrojadas a este recinto se
convierten en árboles y las arpías se comen sus hojas. Los dilapidadores son devorados por
perros. Son las únicas almas que norecuperarán sus cuerpos después del juicio final (Canto
XIII).
Recinto tercero
A quienes cometieron violencia contra Dios.
– Violencia contra la naturaleza, hija de Dios.
– Violencia contra el arte, sobrino de Dios.
– Violencia contra Dios: blasfemos, homosexuales y usureros
Todos estos pecadores caminan bajo una lluvia de fuego (Cantos XIV- XVII)
8. Círculo octavo:
Allí se condenan las distintas clases de fraude, y se llama Malasbolsas, porque está dividido en diez
recintos o bolsas. Está separado del anterior por el río Flegetonte, que forma una gran catarata.
Bolsa primera: Se castiga a los seductores, azotados por demonios con látigos.
Bolsa segunda: Aquí están los aduladores, hundidos en estiércol.
Bolsa tercera: Se castiga la simonía metidos boca abajo en un agujero, con pies en llamas.
Dante se encuentra con el Papa Nicolás III, que confunde al poeta con Bonifacio VIII (que
aún no ha muerto, pero ya está destinado a este lugar del infierno)
Bolsa cuarta: Se castiga a los adivinos, que caminan hacia atrás porque les han retorcido el
cuello, de modo que tienen la cara en la espalda.
Bolsa quinta: Están los estafadores, unos demonios los sumergen aguas negras calientes.
Bolsa sexta: Están los hipócritas con capas por fuera de oro y por dentro pesado plomo.
Bolsa séptima: Los ladrones desnudos con serpientes que los muerden hasta morir.
Bolsa octava: Es un foso en llamas, donde se castiga a los que sembraron discordia.
Bolsa novena: Unos demonios desgarran en ella a los "sembradores de escándalo y cisma".
Bolsa décima: Los falsificadores caminan aquejados de distintas enfermedades. Entre ellos
está Gianni Schichi, que falsificó un testamento para cobrar una herencia.
9. Círculo noveno:
El último círculo está rodeado por los gigantes que forman una muralla humana que sobresale
hasta la altura del círculo octavo. En él se castiga a los traidores, sumergidos en hielo. Se divide en
cuatro zonas, en las que se castiga, respectivamente, a los traidores a su propia familia, a los
traidores políticos, a quienes traicionaron a sus amigos y, ya en el mismo centro de la Tierra, donde
está Lucifer, se encuentran quienes traicionaron a sus benefactores: Judas, Bruto y Casio.
Lucifer es un gigante de unos mil metros. El demonio tiene tres rostros y en cada una de sus fauces
mastica a un traidor: Judas, traidor de Cristo, y Bruto y Casio, traidores de César Fue arrojado del
cielo por el hemisferio austral, de donde se retiraron las tierras (todas concentradas en el
hemisferio norte) y quedó el agujero que lleva hasta el centro de la Tierra.
Hay que notar los rasgos simbólicos de los castigos infernales, mismos que obligan a pagar a las
almas por las virtudes que no cultivaron.
Los lujuriosos, incapaces de contener el torbellino de sus pasiones, son arrastrados por él.
Los suicidas, que atentaron contra su cuerpo, jamás volverán a recuperarlo.
Magos y adivinos, que trataron de adelantarse a los acontecimientos, tienen el cuerpo
torcido y están obligados a mirar y a caminar siempre hacia atrás.
Los traidores son castigados con la misma frialdad con la que tramaron males contra otros.
(…) Penetrando hasta el fondo del último círculo y luego de trepar por las espaldas de
Lucifer, Dante y Virgilio salen del infierno y vuelven a contemplar la luz de las estrellas.
Cerca de ahí se levanta el monte del purgatorio, que también deberán escalar.
Tras sobrevivir a las profundidades del infierno, Dante y Virgilio ascienden hacia la Montaña
del Purgatorio en la zona opuesta del mundo. Se trata de una isla, la única en el hemisferio
sur. Dante sitúa el infierno debajo de Jerusalén
Ante purgatorio Muchas almas tienen que esperar antes de poder entrar en el Purgatorio.
Los excomulgados que se arrepintieron antes de su muerte, que deben dar vueltas a la
montaña antes de iniciar su penitencia durante un tiempo treinta veces superior a lo que
duró su excomunión. Entre ellas está Manfredo.
Los perezosos, que deben esperar lo mismo que duró su vida antes de entrar en el
Purgatorio.
Los muertos violentamente que se arrepintieron antes de morir.
Purgatorio Se divide en siete círculos, en cada uno se castiga cada pecado capital.
Círculo primero:
Aquí purgan su pecado los soberbios, arrastrándose por el suelo con peso encima.
Círculo segundo:
Destinado a los envidiosos, que tienen cosidos los ojos.
Círculo tercero:
Destinado a los iracundos, envueltos en una nube de humo.
Círculo cuarto:
Destinado a los perezosos, que no dejan de correr.
Círculo quinto:
Destinado a los avaros. Aquí están el Papa Adriano V y Hugo Capeto.
Círculo sexto:
Destinado al pecado de la gula, ellos no pueden comer teniendo alimentos ante ellos.
Círculo séptimo:
El círculo donde los lujuriosos son consumidos por el fuego.
Paraíso Terrenal
En la cumbre del monte purgatorio está el Paraíso Terrenal, que es también el Parnaso de la
mitología griega. Hasta aquí Dante ha sido conducido por el poeta Virgilio, que ahora vuelve a su
lugar en el limbo y Dante prosigue su camino guiado ahora por Beatriz.
El Paraíso
En el cielo de la Luna están las almas de quienes no guardaron sus votos.
En el cielo de Mercurio están las almas que amaron la gloria humana. Dante encuentra allí al
emperador Justiniano.
En el cielo de Venus están los espíritus amantes.
En el cielo del Sol están los sabios: Santo Tomás de Aquino, san Alberto Magno, san Isidoro, etc.
En el cielo de Marte están las almas de los héroes y los mártires. Entre ellos están Carlomagno,
el duque de Lorena que dirigió la primera cruzada y fue elegido rey de Jerusalén.
En el cielo de Júpiter están las almas que se distinguieron por su justicia, como el Emperador
Constantino I.
En el cielo de Saturno están las almas dadas a la vida contemplativa, como san Benito, el
fundador de la orden Benedictina.
En el cielo de las estrellas fijas residen los ángeles, la virgen María y los apóstoles.
Una última ascensión, bajo la guía de san Bernardo de Claraval, lleva a Dante a contemplar al
propio Dios.Dentro de esos círculos el protagonista discierne la forma humana de Cristo. La Divina
Comedia termina con el poeta tratando de entender todo lo que había ocurrido, diciendo que todo
lo que había pasado era tan confuso pero perfecto. Al final Dante entiende, y su alma entra en total
armonía con el amor divino.