Umberto Eco - Tratado de Semiótica General
Umberto Eco - Tratado de Semiótica General
Umberto Eco - Tratado de Semiótica General
Objetivo de la investigación:
Busca explorar las posibilidades teóricas y funciones en un estudio unificado de cualquier clase de
fenómeno de significación y/o comunicación. Busca explicar todo tipo de casos de función semiótica.
Un proyecto de semiótica general comprende una teoría de los cógidos y una teoría de la producción
de signo (Este segundo incluye lenguajes, evolución y transformación de los códigos, comunicación
estética, diversos tipos de interacción, etc.)
1er capítulo: Va a estar enfocado en el concepto del signo. Se busca poder diferenciar el signo del
no signo y poder traducir el signo por función semiótica. Esto permitirá diferenciar significación
(producida por la teoría de los códigos) de la comunicación (producida por la teoría de la producción
de los signos)
2do capítulo: va a estar enfocado en las diferencias que existen entre reglas y procesos
Confines de la investigación:
Una teoría semiótica general está destinada a encontrar límites ya sea desde acuerdos transitorios o
estén determinados por el propio objeto de la disciplina. Hay distintos tipos de límites:
Limites políticos:
o Límites académicos: Otras disciplinas han realizado investigaciones sobre temas que
el semiólogo no puede dejar de reconocer como propios (Esperan que ciertas
investigaciones sean, algún día, reconocidas como una rama específica de la semiótica
general como, por ejemplo, al etnometodología que retoma los mismos problemas que
la semántica filosófica)
o Límites cooperativos: Varias disciplinas han elaborado teorías o descripciones que
todo el mundo reconoce como semióticas (Como, por ejemplo, la lingüística. Una
semiótica general busca proponer un conjunto unificado de categorías con el fin de
volver más fructífera esta colaboración
o Límites empíricos: Allí se encuentran grupos de fenómenos no analizados,
fenómenos cuya importancia semiótica no se pone en discusión.
Límites naturales: Aquellos que la investigación semiótica no puede traspasar porque se
entraría en un terreno no semiótico en que ciertos fenómenos no se pueden entender como
funciones semióticas. Este término puede abarcar un conjunto de fenómenos cuyo carácter
semiótico se ha negado. Sin embargo, dichos terrenos serán objeto, también, de la presente
investigación.
La semiótica se ocupa de cualquier cosa que se pueda considerar signo. El signo es cualquier cosa
que pueda considerarse subtítulo significante de otra cosa. Esa otra cosa no debe necesariamente
existir ni debe subsistir de hecho en el momento en el que el signo la represente. Desde ese punto,
la semiótica es, en principio, la disciplina que estudia todo lo que puede usarse para mentir. Es por
eso que la definición de “teoría de la mentira” podría representar un programa satisfactorio para una
semiótica general.
2. ¿Dominio o Disciplina?
Si la semiótica fuese un dominio, los diferentes estudios semióticos se justificarían por el simple
hecho de existir. En cambio, si la semiótica fuese una disciplina, el modelo debería establecerse
deductivamente y servir de parámetro capaz de sancionar la inclusión o exclusión de varios tipos de
estudio que integran la semiótica.
Debemos considerar el dominio semiótico como se lo ve hoy, en su desorden, para poder determinar
para así poder proponer un modelo de investigación aparentemente reducido a los términos
mínimos. De esta manera, trazaríamos los límites una las investigaciones semióticas y surgiría un
método unificado para el estudio de fenómenos que difieren de otros.
A simple vista, un campo semiótico podría parecer una lista de comportamientos comunicativos de
los cuales surgiría una hipótesis: La semiótica estudia todos los procesos culturales como procesos
de comunicación. Sin embargo, cada uno de estos procesos subsiste solo porque debajo tiene un
proceso de significación.
Hay una diferencia entre una semiótica de la comunicación y una semiótica de la significación pero
no por eso son opuestas. Un proceso comunicativo es el paso de una señal (un signo) desde una
fuente, a través de un transmisor, a lo largo de un canal hasta un destinatario o punto de destino.
De esta manera, es posible establecer una semiótica de la significación que sea independiente de
una semiótica de la comunicación pero no es posible si fuese al revés. Estos dos fenómenos están
estrechamente ligados.
Muchas zonas de la investigación pueden considerarse hoy dentro del dominio semiótico ya sea
porque refieren a procesos aparentemente naturales o porque estudian procesos adheridos a la zona
de los fenómenos culturales complejos.
Entre el mundo animal y el mundo humano, vemos en el dominio semiótico los sistemas olfativos, el
estudio de la comunicación táctil o los códigos del gusto.
Desde este punto, resulta fácil adscribir a la dominio semántico la llamada semiótica médica que
interesa al estudio de los signos en cuanto estudia la relación que motiva a alteraciones internas y
externas y, también, la relación comunicativa y los códigos empleados en la interacción entre médico
y paciente. Desde este punto, hasta el psicoanálisis podría ser considerado una rama de la semiótica
médica y, por lo tanto, de una semiótica general, siendo la interpretación textual de símbolos y
signos proporcionados por un paciente.
Se adscribiría al dominio semiótico el estudio de sistemas más culturalizados como los lenguajes
formalizados (Lógica, álgebra, química) o sistemas gramatológicos (Alfabetos y escritura). De esta
misma manera, se deberían incluir los sistemas musicales.
Pertenecen al dominio semiótico por naturaleza los estudios de las lenguas naturales, el gran
universo de las comunicaciones visuales (Señales, diagramas, etc.)
Pertenecen al dominio semiótico las diferentes investigaciones sobre las gramáticas narrativas
(estructuras del relato) hasta las gramáticas textuales (sistemas de reglas dentro de los discursos
vinculados a una lógica de las presuposiciones y a la retórica)
Dentro de los niveles más complejos tenemos a las tipologías de las culturas (ritos, costumbres,
creencias, etc.)
El dominio semiótico invade territorios tradicionalmente ocupados por otras disciplinas como la
estética y el estudio de las comunicaciones de masas.
Llegando aquí, podríamos delimitar a la semiótica, teniendo en cuenta su domino, como una
disciplina de ambiciones imperialistas insoportables que tiende a ocuparse de todo aquello que de lo
que se han ocupado las ciencias humanas o naturales.
Sin embargo, que haya temas sobre los que la semiótica tiene interés no quiere decir que pueda
dotarlos de una respuesta. De esta manera, se trata de ver, en dichos dominios de interés, que la
semiótica pueda ejercer una observación de acuerdo con sus propias modalidades.
La definición de Saussure:
Según Saussure, la lengua es un sistema de signos que expresan ideas y, por esa razón, es
comparable con la escritura, el alfabeto de los sordomudos, los ritmos simbólicos, las formas de
cortesía, etc. De esta manera, concebimos una ciencia que estudia los signos en el marco de la vida
social: La semiología.
Saussure define al signo a partir de dos caras: un significado y un significante basado en un sistema
de reglas. El significado refiere a la actividad mental de los individuos dentro de la sociedad. El signo
es, para él, un artificio comunicativo que afectaba a dos seres humanos decididos intencionalmente a
comunicarse o expresar algo.
Los partidarios de una semiología distinguen con gran claridad las diferencias entre signos
intencionales y artificiales y aquellas manifestaciones naturales y no intencionales a las que no se les
atribuye el nombre de signos.
La definición de Peirce:
Para Peirce, un signo es algo que está en lugar de otra cosa para alguien en ciertos aspectos o
capacidades. Un signo puede representar siempre y cuando exista la mediación de un interpretante
siendo este un fenómeno psicológico que se produce en la mente de intérprete. La definición del
signo por Peirce, a diferencia de la de Saussure, no exige que el signo sea intencional o artificial.
Morris define a algo como un signo siempre que un intérprete lo interpreta (Posiblemente) como
signo de algo por lo que la semiótica se relaciona con el estudio de objetos comunes no particulares
que estén involucrados en una semiosis.
Signos “naturales”:
Hay dos tipos de supuestos signos que escapan a una definición en términos comunicacitivos:
Fenómenos físicos que proceden de una fuente natural
Comportamiento humanos emitidos inconscientemente por los emisores
Podemos inferir la presencia de fuego por humo, la caída de lluvia por un charco. Todos esos son
casos de inferencia y abundan en nuestra vida. Es apresurado pensar en los procesos inferenciales
como semióticos o que toda clase de proceso semiótico suponga inferencias. Existen inferencias que
deben reconocerse como actos semióticos.
Cuando hacemos referencia a fenómenos que proceden de una fuente natural, se produce lo que
conocemos como una convención semiótica. Así es como estos pueden entenderse como signos,
mediante una correlación codificada entre una expresión (el fenómeno percibido) y un contenido (su
causa y su efecto posible). Un fenómeno puede ser el significante de su propia causa o efecto
siempre que estos no sean perceptibles (El humo no hace como signo del fuego si el fuego se
percibe)
Muchas veces, ciertos gesto pueden indicarnos las procedencia de una persona por tener una
naturaleza connotativa que los hace significar. El problema de los gestos es que pueden ser
intencionados (buscan comunicar algo) o no.
Sea como sea, los comportamientos se convierten en signos por una decisión del destinatario o por
decisión del emisor.
El estímulo:
Si cualquier cosa puede considerarse un signo con tal de que exista una convención que permita a
dicha cosa representar a otra y si las respuestas de comportamiento no se provocan por convención,
en ese caso los estímulos no pueden considerarse un signo. Esto no equivale a decir que el enfoque
semiótico no deba referirse también a los estímulos. Sin embargo, puede ocurrir que ciertos
estímulos se cataloguen como signos para alguien.
La señal:
La información física:
Los fenómenos genéticos y neurofisiológicos no son materia para el semiólogo pero las teorías
informacionales de la genética y la neurofisiología sí.
La cultura por entero debe estudiarse como fenómeno semiótico (Más importante)
Todos los aspectos de la cultura pueden estudiarse como contenidos de una actividad
semiótica
Podemos decir que se produce un fenómeno cultural cuando un ser establece la función de algo,
dicho ser denomina a ese algo como “eso que sirve para algo” y cuando este ser puede reconocer a
ese mismo objeto u otro de igual procedencia.
El uso que se le encuentre a ese objeto, su significación y función, de ser pasadas a otras
generaciones, sí serían cultura.
En el momento de comunicación entre 2 seres humanos, lo que puede observarse serán signos
verbales y pictográficos que un emisor comunica a un destinatario mediante el nombre de un objeto.
Para la segunda hipótesis, allí el objeto cultural se torna el contenido de la posible comunicación
verbal mientras que, para la primera hipótesis, se presupone que el emisor comunica al destinatario
la función del objeto sin la intervención del nombre. Por ello, si se conceptualiza el uso del objeto,
esta se convierte en el signo en concreto en donde todas las funciones serían los signos. Y eso es
posible porque existe cultura.
¿El resto?
Intercambio de bienes:
Existen varios tipos de signos y, muchas veces, uno de los modos de diferenciarlos es su valor
económico
¿El resto?
En un momento, las mujeres eran utilizadas como intercambio. Se las consideraba un objeto físico
que podían “consumir”. En este caso, el valor simbólico de ciertas mujeres las coloca por sobre
otras. Cuando la mujer es escogida pasa de ser simplemente un cuerpo físico para convertirse en un
signo que connota un sistema de obligaciones sociales.
Tenemos que entender que la cultura se puede entender mejor desde un punto de vista semiótico.
Los objetos, los comportamientos y los valores funcionan como tales por que obedecen las leyes
semióticas.
Sin embargo, podemos rescatar de la hipótesis moderada que los síntomas de los significados
(Unidades culturales que pueden ser posible comunicación) están organizados en estructuras que
siguen las mismas reglas semióticas descubiertas por los sistemas de significantes.
De esta manera, todo lo que la semiótica no puede estudiar de otro modo entra dentro de un sistema
de semiótica estructural
¿El resto?
9. Límites epistemológicos
Si la semiótica es una teoría, se presenta como una teoría que debe permitir una interpretación
crítica y continua de los fenómenos de las semiosis.