Caso Clínico Ecv
Caso Clínico Ecv
Caso Clínico Ecv
INFORME DE SEMINARIO
ASIGNATURA DE FISIOPATOLOGÍA
COMA
Alumnos:
Nuñez Saravia Flavio
Paredes Medina Lourdes
Quiroga Castañeda Pedro
Sánchez Neyra Almir
Torres de la Cruz Ximena
Docente:
Dr. Manay Guadalupe
Horario:
4:15 – 5:45
Chiclayo – Perú
I. OBJETIVOS
OBJETIVOS GENERALES
OBJETIVOS ESPECIFICOS
El coma es una situación clínica que constituye la expresión más grave de sufrimiento
neurológico. Se define como disminución del nivel de conciencia con una ausencia de
respuesta ante cualquier tipo de estímulo externo, y se diferencia del sueño fisiológico
en que la persona no puede ser despertada. La conciencia es el proceso fisiológico en
el cual el individuo mantiene un estado de alerta, con pleno conocimiento de sí mismo y
de su entorno. Para mantener un nivel de conciencia normal, es necesario la integridad
de dos estructuras, la corteza cerebral y el sistema reticular activador, que atraviesa el
troncoencéfalo, y que tiene una participación fundamental en el despertar. El umbral del
despertar puede estar alterado por:
ALTERACIONES DE LA CONSCIENCIA
El estado de vigilia y los variados niveles de despertar, son procesados por el sistema
reticular activador (SRA). Este sistema representa una población o grupo de neuronas
definida, que no reúne los criterios biológicos para ser denominada núcleo, y que se
proyecta desde el tronco encefálico, a través del diencéfalo y tálamo, hasta estructuras
corticales cerebrales. Desde el punto de vista bioquímico el SRA incluye diferentes vías
neurotransmisoras: colinérgicas y glutaminérgicas (originadas en el pontomesencéfalo,
controlan la aferencia sensitiva al tálamo y corteza cerebral); adrenérgicas (a nivel del
locus ceruleus), serotoninérgicas y dopaminérgicas (en el tronco encefálico); e
histaminérgicas (hipotalámicas). La interacción de estas vías es la responsable en última
instancia del mantenimiento del ciclo sueño-vigilia.
1. Demencia
2. Hipersomnia
3. Estado vegetativo:
Es el resultado de injurias traumáticas o anoxoisquémicas, determinando un
daño cortical extenso con variada extensión al tronco encefálico. Los pacientes
en estado vegetativo abren sus ojos espontáneamente, pero no son capaces de
fijar la mirada, seguir visualmente las personas u objetos móviles, ni cumplir
órdenes. Se caracteriza por la preservación del estado de vigilia asociado a una
pérdida completa del contenido de conciencia. Las funciones cardiorrespiratorias
y de pares craneanos están intactas habitualmente. Se trata de pacientes que
estuvieron en coma y que han recuperado el ciclo sueño-vigilia, mediado por el
SRA.
4. Mutismo acinético
Coma
Máxima degradación del estado de conciencia. Síndrome clínico caracterizado por una
pérdida de las funciones de la vida de relación y conservación de las de la vida
vegetativa, como expresión de una disfunción cerebral aguda y grave. Teasdale y
Jennet definen el coma como la incapacidad de obedecer órdenes, hablar y mantener
los ojos abiertos. (2)
a. Fisiopatología
b. Causas
- Encefalopatía metabólica
- Infección de parénquima o meninges
- Masa intracraneana
- Enfermedades cerebrovasculares extensas
- Traumatismos
c. Grados de coma
d. Exploración neurológica
o Nivel de conciencia
o Examen pupilar:
Hay que valorar la posición, el tamaño, la simetría y la reactividad a la luz (directa
y consensuada).
El estrabismo convergente o divergente indica lesión de VI o III par craneales.
La desviación conjugada de la mirada con componente clónico es indicativa de
crisis epiléptica. Los movimientos pendulares, nistagmo y crisis oculógiras
apuntan disfunción del tallo cerebral. Las lesiones diencefálicas presentan
miosis poco reactiva, las mesencefálicas midriasis media fija, las
protuberanciales miosis intensa y las bulbares midriasis intensa arreactiva. La
intoxicación por opioides provoca miosis.
o Respuesta motora:
Hay que valorar la postura corporal (decorticación, descerebración), el tono
muscular (hipotonía, flaccidez, hipertonía, espasticidad), los reflejos
osteotendinosos y cutáneos (presencia, ausencia, exaltación, simetría), el reflejo
cutaneoplantar (normal = flexor, anormal = Babinski) y la presencia o no de
fasciculaciones musculares.
— Postura de decortización. El paciente presenta hiperextensión de
extremidades inferiores y flexión de superiores. Indica lesión hemisférica bilateral
con funciones del troncoencéfalo conservadas.
— Postura de descerebración. El niño presenta hiperextensión de las 4
extremidades. Su expresión máxima es el opistótonos. Indicativo de lesión
mesencefálica grave.
— Flaccidez generalizada. Destaca una hipotonía generalizada con nula
respuesta a estímulos. Pequeños estímulos pueden producir movimientos de
liberación espinal. Indica lesión en el ámbito del bulbo.
o Patrón respiratorio:
Los diferentes patrones respiratorios traducen distintos grados de lesión.
— Respiración de Cheyne-Stokes. La amplitud y la FR van aumentando
progresivamente hasta llegar a un punto en el que vuelven a disminuir y llegar a
la apnea para reiniciar el ciclo implica lesión diencefálicas, ganglios de la base o
de ambos hemisferios cerebrales.
— Hiperventilación neurógena central. Respiración profunda y taquipnea,
traduce lesión en mesencefálica baja o pontina alta. Es necesario distinguirla de
la hiperventilación secundaria a alteraciones metabólicas
— Respiración apnéustica. Se presenta una frecuencia lenta, con períodos
largos de apnea e inspiración profunda posterior que se detiene en la fase de
máxima inspiración. Se observa en lesiones de protuberancia inferior.
— Respiración atáxica o de Biot. Patrón respiratorio muy irregular y
desorganizado, que se observa en lesión bulbar e indica parada respiratoria
inminente. (3)
I. CUESTIONARIO
1. ¿Cómo se define estado de coma?
El concepto de coma encierra una definición estricta como aquellos estados en que
existe pérdida de la vida de relación y conciencia de sí mismo sumado a la ausencia
del fenómeno de despertar, haciendo énfasis en este último fenómeno como un
componente esencial del mismo. Al mismo tiempo representa, en una visión más
integral, el estadio más grave de la falla cerebral o falla neurológica. Puede
establecerse que desde la lucidez absoluta al coma profundo existe toda una
graduación de afectación neurológica.
CONTROL DE LA CONCIENCIA
— Lesión del sistema nervioso central (SNC) infratentorial. Daño directo por
compresión o destrucción de la SRA. Origina directamente un estado comatoso.
— Lesión del SNC supratentorial. Inicialmente provoca disminución del grado de
conciencia. A medida que progresa la lesión, se favorece el desarrollo de herniación
cerebral que daña el troncoencéfalo (y, por tanto, la SRA) y produce el coma. De esta
forma, las lesiones hemisféricas localizadas pueden producir focalidad neurológica,
pero no provocan disminución del grado de conciencia, a menos que afecten de forma
difusa a ambos hemisferios cerebrales o distorsionen o desplacen las estructuras
troncoencefálicas.
La convergencia de varias
aferencias sensoriales en la formación reticular, sus conexiones multisinápticas y la
divergencia de sus proyecciones a toda la corteza cerebral, determinan que este sistema
sea más adecuado para el despertamiento. Sin embargo, este sistema recibe
retroalimentación constante de la corteza cerebral y de los receptores periféricos.
En ambos hemisferios cerebrales se hallan los lóbulos frontales, delante del área
premotora de la corteza cerebral. Esta área, aparte de ocuparse de elaborar patrones
de movimiento, se ocupa de sistemas de ordenación aún más complejos, cuya función
es la de crear patrones a partir de otros: La planificación, la valoración y el control de la
personalidad. Hay diferentes sistemas con diferentes niveles de complejidad, los más
simples representados por reflejos y controlados únicamente por células nerviosas de
la médula espinal en la columna vertebral, que se responsabilizan de que cuando un
grupo de células se estimula, el grupo opuesto reaccione. Es la interacción armoniosa
entre varios sistemas la que controla y produce la conciencia y excepto los niveles más
simples, que son reflejos, todos los demás son aprendidos por el individuo a partir de
unas estructuras físicas que genéticamente tienden a valorar la información de maneras
distintas determinadas quizá por los genes: subjetivamente y objetivamente.
Predomina en niños mayores. Con frecuencia presenta una instauración rápida, brusca.
Se acompaña de focalidad neurológica y asimetría. Las causas estructurales más
frecuentes son: TCE, infección del SNC, hemorragia intracraneal y proceso expansivo
intracraneal. En la exploración física es frecuente encontrar:
- Encefalopatía hipertensiva.
expresión con la que se designa la pérdida de todas las funciones del encéfalo. Se
declara cuando los reflejos del tronco cerebral, las respuestas motoras y la actividad
respiratoria están ausentes en un individuo comatoso normotérmico, con lesión cerebral
masiva e irreversible, que no haya recibido drogas o fármacos que actúen en el sistema
nervioso central y que no tenga otros factores que contribuyan al cuadro clínico (cuadro
1). Esta definición permite certificar la muerte aunque se encuentre funcionando la
mayor parte de los órganos del cuerpo. Sólo es posible establecer este diagnóstico en
el medio hospitalario (unidades de reanimación o de cuidados intensivos), y requiere un
protocolo extremadamente riguroso, la intervención de personal experto y la realización
de pruebas confirmatorias objetivas y fiables. Además, para aumentar la seguridad, se
fija un periodo de observación cuya duración depende de la edad del paciente.
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA
La muerte cerebral implica siempre la lesión estructural del encéfalo, que en gran parte
de los casos suele ser primaria, inicialmente localizada y supratentorial, por ejemplo:
hemorragia intracerebral espontánea, traumatismo cerebral, infarto cerebral,
hemorragia subaracnoidea y tumores cerebrales. Menos del 15% de las lesiones
encefálicas son globales, supratentoriales e infratentoriales, casi siempre secundarias a
un paro cardiaco o respiratorio que provoca anoxia encefálica, y con menor frecuencia
debidas a infección del sistema nervioso central y edema celular ocasionado por tóxicos
o trastornos hidroelectrolíticos (cuadro 1).
La fisiopatología evolutiva que lleva a la muerte cerebral es común a todas las lesiones
estructurales encefálicas, ya sean supratentoriales, infratentoriales o globales,
independientemente de sus características de inicio (figura 1).
Se produce edema global del parénquima encefálico, con el consiguiente aumento de
la presión intracraneal, que iguala a la presión de perfusión encefálica. Esto ocasiona
paro circulatorio intracraneal y conduce a infarto encefálico total y a isquemia global del
encéfalo; el estadio final es la necrosis de toda la masa encefálica.
Factores reversibles
que pueden simular muerte encefálica
Es importante realizar un diagnóstico rápido de muerte cerebral por dos causas:
1) permite retirar el tratamiento y todas las medidas de soporte, incluida la
ventilación mecánica, evitando la utilidad terapéutica, la ansiedad de la familia y
el consumo de recursos innecesarios y
2) el diagnóstico oportuno evita el mantenimiento prolongado y optimiza el manejo
del donante multiorgánico. En la práctica clínica la mayor dificultad diagnóstica
viene dada por la utilización de fármacos sedantes, fundamentalmente
barbitúricos, que en dosis elevadas invalidan la exploración neurológica y los
resultados del electroencefalograma.
En estos casos la legislación vigente y las guías de práctica clínica obligan a usar
métodos diagnósticos auxiliares. Es imprescindible hacer una investigación exhaustiva
y excluir los factores que potencien el déficit neurológico reversible, como: hipotensión,
hipotermia, alteraciones metabólicas graves y fármacos o tóxicos depresores del
sistema nervioso central.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de muerte cerebral exige una certeza absoluta, por lo cual debe seguirse
un protocolo sistemático, estricto y riguroso. Los tres pilares diagnósticos son:
a) conocer la causa de la lesión encefálica,
b) descartar los trastornos que pudieran simular la muerte encefálica (condiciones
hemodinámicas, metabólicas, farmacológicas y tóxicas actuales o relativamente
recientes) y
c) efectuar una exploración neurológica reglada.
2. Irreversibilidad.
3. Condiciones especiales.
PERIODO DE OBSERVACIÓN
En la encefalopatía anoxico‐isquémica, el periodo de observación será de 24 horas. En
el resto de las situaciones clínicas el lapso será, por consenso, de 90 minutos. Si al
repetirse el examen el resultado coincide con el primero, se diagnostica muerte cerebral,
y la hora del fallecimiento es la de la primera prueba de apnea positiva, aunque sólo se
establece luego de realizada la segunda. Puede prescindirse del periodo de
observación, o acortarse, si el diagnóstico de muerte cerebral se confirma mediante
pruebas instrumentales irrefutables.
TÉCNICAS CONFIRMATORIAS
Las técnicas confirmatorias de la muerte encefálica son técnicas artificiales que evalúan
determinados aspectos de la función del sistema nervioso central o de la circulación
arterial intracraneal. Aportan datos adicionales o indicativos. Como su nombre destaca,
son confirmatorias; este concepto implica la realización previa y sin excepción del
protocolo de examinación neurológica del paciente. Se pueden clasificar en dos
grupos:
a) las que evalúan la actividad eléctrica del sistema nervioso, como el EEG y los
potenciales evocados, y
b) las que evalúan la circulación arterial craneal, como la arteriografía de los cuatro
vasos encefálicos, vertebrales y carótidas internas, la gammagrafía encefálica
hexametil‐propilenoaminooxima (HMPAO) y el doppler transcraneal (DTC)
Los signos neurológicos focales pueden ser causados por una variedad de condiciones
médicas tales como trauma en la cabeza, tumores o accidente cerebrovascular, o por
diversas enfermedades como la meningitis o encefalitis.
Signos neurológicos focales del lóbulo frontal
Implican el sistema motor, y pueden incluir muchos tipos de déficit, dependiendo qué
parte del lóbulo frontal se ve afectada: inestabilidad al caminar, resistencia a los
movimientos pasivos de las extremidades (hipertonía), parálisis de una extremidad
(monoparesia) o un área mayor en un lado del cuerpo (hemiparesia), parálisis de la
cabeza y los movimientos oculares, incapacidad para expresarse lingüísticamente, que
se describe como una afasia expresiva (afasia de Broca), convulsiones focales,
convulsiones tónico-clónicas, cambios en la personalidad tales como la desinhibición,
jocosidad inapropiada, rabia sin provocación, apatía, mutismo a cinético, retraso en
general, pérdida unilateral del olfato (anosmia).
Implican sensación auditiva y memoria, y pueden incluir: sordera sin daño a las
estructuras de la oreja, alucinaciones auditivas, pérdida de la capacidad de comprender
la música o el lenguaje, que se describe como una afasia sensorial.
Amnesia, pérdida de la memoria (que afecta tanto la memoria a largo como a corto
plazo)
Aquí los Signos neurológicos focales implican parálisis unilateral con pérdida
contralateral de la sensación de dolor.
Movimientos oculares
Los pacientes con lesiones supratentoriales miran hacia el lado contrario de sus
extremidades paréticas. Los pacientes que miran sus extremidades paréticas presentan
lesiones localizadas en la protuberancia. Una desviación de los ojos hacia abajo y
adentro indica una lesión talámica o mesencefálica. En los pacientes en coma, al
explorar los reflejos oculocefálicos los ojos se mueven conjugadamente en dirección
contraria al movimiento. La conservación de este reflejo indica integridad de las
conexiones oculomotoras con los sistemas vestibular y propioceptivo y, por tanto,
excluye lesión del tronco cerebral, esta maniobra puede valorar la existencia de paresias
de los pares craneales oculares.
Reflejos pupilares
La exploración de las pupilas es fundamental en la valoración del paciente con
trastornos de conciencia. Los procesos patológicos que afectan las vías parasimpáticas
provocan miosis, acompañada de ptosis y enoftalmos.
Cheyne Stokes
Es una respiración periódica en la que hay una taquipnea gradualmente creciente hasta
llegar a un acmé a partir del cual disminuye progresivamente la frecuencia respiratoria
hasta la apnea, repitiéndose el ciclo. Indica disfunción diencefálica bilateral, ya
estructural (infarto bihemisférico), ya metabólica. Este patrón no es en sí mismo un signo
de gravedad, y se produce con mayor frecuencia en problemas no neurológicos. Sin
embargo, en pacientes con una lesión hemisférica que desarrollen este patrón, puede
ser indicador inicial de una herniación transtentorial.
ANAMNESIS:
a ningún estímulo, por lo que la trasladada a la emergencia donde llega a las 3:45 am
y
EXAMENES AUXILIARES:
a. -Enfermedad actual
b. -Antecedentes personales y familiares
c. -Factores de riesgo
2.-Exploración general
a. -Signos vitales
b. -Vía aérea
c. -Estado circulatorio
d. -Temperatura corporal
e. -Piel
f. -Cabeza y cuello
g. -Boca, tórax y abdomen
3.-Exploración neurológica:
a. Nivel de conciencia.
b. Patrón respiratorio
c. Examen pupilar.
d. Movimientos oculares
e. Exploración motora
f. Postura corporal
Nivel de conciencia:
El patrón respiratorio:
Nos orienta hacia la localización de la lesión, teniendo en cuenta que las medidas de
soporte suelen enmascarar las formas más características:
Se le deberá realizar un estudio analítico básico para descartar una causa metabólica
de coma (Diabetes mellitus, hipoglucemia, coma urémico, encefalopatía hepática o
coma por diselectrolitemia). Ante la sospecha clínica de coma exógeno y en todos los
casos de coma sin diagnóstico evidente debería realizarse un estudio toxicológico de
sangre y orina. Es aconsejable determinar la presencia de alcohol, barbitúricos,
benzodiacepinas, antidepresivos tricíclicos, fenotiazinas y opiáceos.
Se trata de latidos adicionales que alteran el ritmo normal del corazón. Están
causados por la activación eléctrica de los ventrículos antes del latido normal. Las
extrasístoles ventriculares pueden ser provocadas por: exceso de alcohol, cafeína,
sustancias excitantes o por estrés.
V. BIBLIOGRAFIA