Zona Intertropical de Convergencia
Zona Intertropical de Convergencia
Zona Intertropical de Convergencia
ZONA DE CONVERGENCIA
La nubosidad tiene un doble efecto en el clima en función de la altura de las nubes. Así
las nubes bajas provocan un enfriamiento climático, mientras que las nubes altas implican
un calentamiento. Así la nubosidad baja, formada por estratos y estratocúmulos, provoca
una reflexión de la radiación solar cosa que da lugar a unas temperaturas más bajas,
especialmente las máximas y durante el verano. No obstante en invierno la mayor parte
de los días con cielo tapado con este tipo de nube son más cálidos que los días serenos.
Esto es causado por la fuerte irradiación térmica que se da en superficie durante las
noches invernales, por este motivo se forman intensas inversiones térmicas a las llanuras
y cuencas interiores que dan lugar a temperaturas mínimas mucho más bajas que con
cielo cubierto de nubes. Se tiene que mencionar pero que las nieblas invernales generan
unas temperaturas máximas muy bajas por ejemplo en Lleida, y por lo tanto en este caso
la niebla que es un tipo de nube baja (estrato) provoca un enfriamiento del clima
comparado con los lugares donde tienen cielos serenos. Por otro lado las temperaturas
mínimas de las noches con niebla son menos frías en Lleida que en Girona, en este caso
la niebla leridana impide que las mínimas bajen tanto como la depresión prelitoral.
Las nubes altas (cirrus, cirroestratos y cirrocúmulos) favorecen un incremento térmico de
la superficie terrestre a causa del balance radiactivo. Así esta nubosidad deja pasar gran
parte de la radiación solar que es absorbida por la superficie terrestre mientras que las
nubes bajas reflejan la radiación emitida por la superficie terrestre que se envía de nuevo
hacia el suelo. Por lo tanto en las jornadas que tenemos este tipo de nubosidad elevada
acostumbran a ser más cálidas que las fechas con cielo cubierto de nubes bajas.
Una onda tropical u onda del Este en el océano Atlántico es un tipo de vaguada, es decir,
un área alargada de relativa baja presión orientada de norte a sur. Se mueve de este a
oeste a través de los trópicos causando áreas de nubes y tormentas que se observan por
lo general detrás del eje de la onda. La ondas tropicales son transportadas hacia el oeste
por los vientos alisios, que soplan paralelos a los trópicos, y pueden conducir a la
formación de ciclones tropicales en las cuencas del océano Atlántico norte y
del Pacíficonororiental.
Una onda tropical generalmente sigue a un área de aire descendente intensamente seco
que sopla desde el noreste. Luego de pasar la línea de vaguada, el viento vira hacia el
sudeste, la humedad se incrementa abruptamente y la atmósfera se desestabiliza. Ello
produce chubascos extendidos y tormentas, a veces severas. Los chubascos
gradualmente disminuyen a medida que la onda se desplaza hacia el oeste. Una
excepción a esta precipitación ocurre en el océano Atlántico. Una onda tropical es seguida
por una ola de aire seco llamada «capa de aire sahariano». La inversión del aire seco
cubre la convección, dejando los cielos despejados. Además, la presencia de polvo en la
capa sahariana refleja la luz solar, enfriando el aire debajo de la misma.