Obras de Garcia Izcalbalzeta
Obras de Garcia Izcalbalzeta
Obras de Garcia Izcalbalzeta
INCIDI DE LI U U lUDEMU I S H M J .
TOMO PRIMERO.
MADRID
': IMPRENTA NACIONAL
V 1867.
BIBLIOTECA SELECTA
DE
IV.
ß . 161 о иг
3
COMEDIAS ESCOGIDAS
DIE
TOMO PRIMERO.
MAD.RID
IMPRENTA NACIONAL.
1807.
CARÁCTER DRAMÁTICO
DE
Si
Las gracias del alma
Son almas de las del cuerpo,
según afirma nuestro autor, visto el r u m b o y concor-
- dancia que ciaba al proceso de sus poemas d r a m a -
XXX
ISAAC NUÑEZ DE A R E N A S .
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS;
PERSONAS.
ACTO P R I M E R O .
ESCENA PRIMERA.
EL CONDE. RODRIGO.
RODRIGO.
C0>'DB.
nODJUGO.
CO*DE.
RODRIGO.
T o d o , g r a n Melendo, es poco
Para q u e alcanzar pretenda
De vuestra sangre u n a prenda ,
Cuyo bien mo vuelve loco :
Y a s í , con vuestra licencia,
Al Rey la quiero p e d i r ;
4 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
CONDE.
Y yo llevar al instante
La alegre nueva á Leonor,
De que es mi amigo mayor
Su más verdadero amante. [ Jase. ]
ESCENA II.
RODRIGO.
En tanto b i e n , pensamiento,
¿Qué resta que desear,
Sino sólo refrenar
Los impulsos del contento ?
Que según del alma mia
La capacidad excede,
Como la tristeza, puede
Matar también la alegría.
Al Rey quiero hablar..... Él viene:
Su licencia y mi ventura
La esperanza me asegura
En el amor que me tiene.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 5
ESCENA III
EL REY. RODRIGO.
BEY.
¡Rodrigo!
RODRIGO.
i Señor!
REY.
Agora
Á buscaros e n v i a b a ;
Que ya sin vos dilataba
Á muchos siglos u n hora.
RODRIGO.
¿ C u á n d o p u d e merecer,
Señor, gozar tan crecido
Favor?
REY.
Á tiempo h e venido
En q u e el vuestro h e menester.
RODRIGO.
Hoy mi v e n t u r a de n u e v o
Comenzaré á celebrar,
Si e n algo empiezo á pagar
Lo m u c h o , señor, que os debo.
6 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
HE Y.
RODRIGO.
REY.
RODRIGO. [Ap.]
REY.
Yos, Rodrigo,
Sois tan familiar amigo
Del Conde, que no podrá
Darme mayor confianza
Otro que v o s , ni tener
Ocasión de disponer
Los medios á mi esperanza,
Que como á su bien mayor,
LOS PECIIOS PRIVILEGIADOS. 7
RODRIGO. [Ap.]
REY.
RODRIGO.
REY.
RODRIGO.
Yaleros de mi queráis ?
Y al fin, ¿ t a n poco entendéis
Que estimo al Conde, que entienda
Que vuestra afición le.ofenda,
Si ser su yerno podéis ?
REY.
Á mí y al Conde y á vos,
Rodrigo, estimar es j u s t o ;
.Mas ni tiene ley el gusto,
Ni razón el ciego Dios.
Y cuando Sancho García,
Conde de Castilla, intenta
(Porque así la paz aumenta
E n t r e su gente y la m i a )
Darme de doña Mayor,
Su hermosa hija, la m a n o ,
Y el leonés y el castellano,
Tuvieran por loco error,
Pudiendo, no efectuallo,
¿Con qué disculpa ó qué ley
Trocará su igual u n Rey
Por la'hija de u n vasallo?
RODRIGO.
Y en estar e n a m o r a d o ,
Que es sinrazón , lo segundo.
Esto habéis de hacer por m í ,
Si es q u e ini vida eslimáis,
Y si el lugar deseáis
Pagar q u e e n el alma os di.
RODRIGO.
Señor! mirad
REY.
Ciego e s t o y :
No m e aconsejéis, Rodrigo.
Esto h a c e d , si sois mi amigo.
RODRIGO.
Alfonso, p o r q u e lo soy,
Os pongo de la verdad
Á los ojos el espejo;
Que se v é e n el b u e n consejo
La verdadera amistad.
REY.
RODRIGO
REY.
¿Disculpa queréis m a y o r
Que hacer el gusto del R e y ?
RODRIGO.
Antes seré m á s c u l p a d o ;
Y de eso mismo se a r g u y e ,
P o r q u e del Rey se a t r i b u y e
Siempi'e el e r r o r al privado.
Y con razón ; q u e es m u y cierto
Que el divino n a t u r a l
Que dá la sangre Real
No puede hacer desacierto,
Si al genio bien inclinado
De quien sólo bien se a g u a r d a ,
Hacen dos ángeles guarda,
Y aconseja u n b u e n privado.
REY.
V puesto que me v e n c i ó ,
Y lie llegado á resolverme,
Os loca y a obedecerme,
Si aconsejarme os tocó.
RODRIGO.
REY.
Si os sentís m á s obligado
A su amistad q u e á la inia ,
Serviráme esta porfía
De h a b e r m e d e s e n g a ñ a d o ;
Pero si valgo, Rodrigo
De Yülagómez, con vos
Más q u e el Conde, u n a de dos:
Hacerlo ó n o ser mi amigo.
12 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RODRIGO.
Si yo no lo he merecido
Por mi sangre y m i valor,
Muy caro dais el favor,
Á precio de honor v e n d i d o ;
Que ese es modo con q u e suele
Levantarse á la privanza
Del Rey, sólo quien n o alcanza
Otras alas con q u e v u e l e ;
Mas n o quien p u d o llegar
Por sus partes á subir,
Y merece con servir,
Y no con lisonjear.
REY.
Vuestra opinión os e n g a ñ a ;
Que á quien lisonjas desea,
Sirve quien le lisonjea
Más q u e quien le desengaña.
Y p a r a q u e os reduzgais,
Advertid, q u e es necedad
Perder de u n Rey la amistad
Por lo que n o remediáis;
Que para este fin, Rodrigo,
Mil vasallos tendré yo
Sin dificultad; vos n o
Fácilmente u n Rey amigo.
HODIUGO.
Para hacer yo lo q u e d e b o ,
Sólo á lo q u e debo m i r o ;
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 43
REY.
ESCENA I?.
RODRIGO.
¿Esto es s e r v i r ? ¿Estos son
Los premios de la fineza,
Los fines de la g r a n d e z a ,
Los frutos de la ambición?
¿ De modo q u e la razón
No ha de ser ley, sino el gusto,
Y q u e , cuando el Rey n o es j u s t o ,
Quien conserva su privanza
Viene a dar cierta probanza
De que también es injusto?
Pues n o , n o p e r d á i s , honor,
La alabanza m á s s e g u r a ;
Que ser privado es v e n t u r a , •
No quererlo ser, valor.
El p r i v a r es resplandor
De ajenos rayos prestado,
Y es luz propia h a b e r mostrado
Que quiso ser más Rodrigo
Rucn amigo de su a m i g o ,
Que de su Rey mal privado.
Perdí su gracia y mi a m o r
Á Leonor; q u e es justa ley
Que sin licencia del Rey
No m e dé el Conde á Leonor.
Su indignación y m i h o n o r
Pedilla me h a n impedido,
Pues su sangre h e ya entendido
Que quiere el Rey ofender;
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 15
Mas el valor en p e r d e r
Hace lograr lo perdido.
Perdiendo p u e s , c o r a z ó n ,
Ganemos la m a y o r gloria;
Que es la m á s alia victoria
Vencer la propia pasión.
Combátame la a m b i c i ó n ,
Aflíjame el a m o r loco;
Que e n estas desdichas toco
De la virtud el valor;
V si es ella el bien m a y o r ,
Nunca mucho costó poco. - [ Vase.)
Calle.
ESCENA V.
RAMIRO. CUARESMA.
CUARESMA.
Sí.
CUARESMA.
¿Y cómo, señor,
Díme, has de ser en su amor
Privado? ¿ p u r o ó a g u a d o ?
RAMIRO. . •
CUARESMA.
Va la explicación. Aquel
Que tratando el Rey con él
Sólo las cosas q u e son
De gusto, vivo seguro
De quejosos maldicientes
Y cansados p r e t e n d i e n t e s ,
Llamo yo privado p u r o ;
Mas el triste á quien le dan
Un trabajo t a n e t e r n o ,
Que es del peso del gobierno
Un lustroso g a n a p á n
(Aunque al poeta desmienta
Que suele llamarlo A t l a n t e ,
Pues no h a y cosa m á s distante
Del cielo (pie éste .sustenta,
Que la carga del gobierno,
Que infierno se h a de llamar,
Si es q u e el eterno p e n a r
Se puede llamar infierno);
Este p u e s , que siempre lidia
Con t a n t o s , tan diferentes
Cuidados, que á los p r u d e n t e s
Dá compasión, y n o envidia;
É s t e , q u e n o h a y desdichado
Caso, a u n q u e sin culpa s u y a ,
Que el vulgo no le a t r i b u y a ,
Llamo y o privado a g u a d o ;
Pues como quita el sabor
Al vino el agua , es tan grave
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
Su p e n a , q u e n o le sabe
El ser privado á favor.
RAMIRO.
CUARESMA.
RAMIRO.
Eso n o has d e p r e g u n t a r ;
Que es secreta la ocasión.
CUARESMA.
¿Secreta?
RAMIRO.
Cuaresma, sí.
CUARESMA.
¿Y n o la puedo saber?
RAMIRO.
No.
CUARESMA.
RAMIRO.
Sólo te he de declarar
Que en el lugar q u e perdió
Yillagóniez, entro y o ;
Que al Rey n o supo agradar,
Y con ser del tan bien visto,
De sus ojos le ha apartado.
CUARESMA.
RAMIRO.
CUARESMA.
P o r q u e , según h e entendido,
El vulgo mal inclinado
Siempre condena al p r i v a d o ,
Siempre disculpa al caido.
Mas del Conde Galiciano
Es esta la casa.
RAMIRO.
k Elvira
Quiero h a b l a r : quédate y mira
Que si viniere su h e r m a n o
LOS PECHOS PRIVILEGIA DOS.
Ó su p a d r e , al mismo instante
Me avises.
CUARESMA.
Si e n eso está
El s e r v i r t e , n o será
Un soplón m á s vigilante. [ Vanse,
ESCENA VI.
RAMIRO.
En lo q u e vengo á e m p r e n d e r
Sirvo al R e y , si al Conde ofendo:
Y a s í , p e r d o n e Melendo;
Que al Rey h e de obedecer.
Elvira es esta, y me ofrece
La soledad c o n y u n t u r a :
Parece q u e la v e n t u r a
Á los Reyes favorece.
ESCENA VII.
ELVIRA. RAMIRO.
ELVIRA.
R a m i r o , sin avisar,
¡ Hasta aquí os habéis entrado I
20 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RAMIRO.
¿ Cómo ha cíe h a b e r avisado
Quien sola os p r e t e n d e h a b l a r ?
Del Rey soy, hermosa E l v i r a ,
Secretario y mensajero
Del amor m á s verdadero
Que el tiempo en su curso admira.
Mis razones p e r d o n a d ,
Si poco adornadas s o n ;
Que el ser •veloz la ocasión
Dio á la lengua brevedad.
El Rey, e n fin, confiado,
Si n o le mienten señales,
De q u e n o son desiguales
Su pena y vuestro c u i d a d o ,
Os pide tiempo y lugar
Para poder visitaros,
P o r q u e entre m o r i r ó hablaros
Ya n o h a y medio q u e esperar.
ELVIRA.
R a m i r o , a u n q u e las señales
No h a n engañado á su alteza,
Nunca olvidan su nobleza
Las mujeres principales.
Mi padre ha sido tutor
Del Rey, y el h a b e r pasado
Juntos la niñez ha dado
Con la edad fuerza al amor:
No lo niego: antes estoy
Tan rendida y abrasada,
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. ti
RAMIRO.
ELVIRA.
Si arriesgara
La o p i n i ó n , ¿ qué m e q u e d a r a ,
Teniendo amor que negar ?
Públicamente me vea
¿2 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
Si la mano quiere d a r m e ;
Que si n o , yo h e d e g u a r d a r m e
De quien mi infamia desea.
Y adiós, R a m i r o , que viene
Gente.
ESCENA VIII.
RAMIRO.
Adiós.—Esta es L e o n o r ;
Mas ocultalla m i a m o r
Á los intentos conviene
Del R e y ; que p o r q u e á sentir
No llegue el C o n d e , que aspira
Á los amores de E l v i r a ,
A mí me m a n d a fingir,
En lo p ú b l i c o , su a m a n t e ,
Para e n c u b r i r su afición.
Callemos p u e s , c o r a z ó n ,
Si puede en amor constante. [Vase.]
ESCENA IX.
LEONOR. ELVIRA.
LEONOR.
ELVIRA.
Agora sabrás de mí
Lo que n o cabe e n mi pecho.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 23
LEONOR.
¿ Y q u é has respondido ?
ELVIRA.
ESCENA X.
RODRIGO. LEONOR.
RODRIGO.
LEONOR.
Pues ¿ q u é ocasión?
RODRIGO.
Leonor bella,
La ocasión n o p r e g u n t é i s ;
Que es grave entender podéis,
Pues os pierdo á vos por ella.
Ni puedo menos hacer,
Ni m á s os puedo decir.
LEONOR.
RODRIGO.
S e ñ o r a , cuando es forzoso
Disculpar yo la m u d a n z a
De u n a t a n cierta esperanza
De ser vuestro amado esposo,
¿ Cómo n o os d a r é á entender
Que h a y causa d o n d e h a y efeto?
Y si es la causa u n secreto
Que vos n o podéis saber,
¿Cómo puedo yo dejar
De tocarlo y de callarlo ?
LEONOR.
Resolviéndoos á fiarlo
De q u i e n os h a de culpar
De m u d a b l e y e n t e n d e r
?
RODRIGO.
Ni es mudable mi afición ,
Ni la fama se os a t r e v e ,
Ni es la ocasión que m e m u e v e
Sujeta á satisfacción;
Y si puede peligrar
Vuestro h o n o r , c u l p a d , Leonor,
Mi fortuna, n o m i a m o r ;
Que ella m e obliga á callar.
LEONOR.
Pues si ni os m u e v e mi daño
Ni satisfacción q u e r é i s ,
A u n q u e el secreto ocultéis
No ocultéis el desengaño.
Partid p u e s ; q u e estando a u s e n t e
Poco pienso p a d e c e r ;
Que es m u y fácil de p e r d e r
Quien ine pierde fácilmente. [Casu.]
RODRIGO.
ESCENA XI.
EL CONDE. RODRIGO.
CONDE.
Muy o t r o , C o n d e , me veis
Del que pcnsastes j a m á s ;
Ya en cualquiera parto, m á s
Que e n palacio, me hallareis.
CONDE.
Melendo,
No se m e r e c e s i r v i e n d o ;
Agradando se merece.
Del Rey por cierta ocasión
La gracia, Conde, h e p e r d i d o :
Bien sabe Dios que n o h a sido
La culpa de mi intención.
Por esto pues a u s e n t a r m e
De la corte es ya forzoso,
Y esto el tálamo dichoso
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
De Leonor pudo q u i t a r m e ;
Que ni pedir fuera justo
Licencia al Rey enojado,
Ni á Leonor en este estado
Me daréis contra su gusto.
CONDE.
¿Cómo n o ?
RODRIGO,
De vuestro a m o r
El mayor esceso fio;
Pero n o os p e r m i t e el mió
Por m í el disgusto menor.
CONDE.
Ó el Rey'os h a de volver
Á su gracia, ó ¡ vive Dios,
Caro a m i g o , q u e por vos
Yo también la h e d e p e r d e r !
RODRIGO.
No intentéis ser mi t e r c e r o ;
Que del Rey la indignación,
Mientras d u r e la ocasión,
Ni puede cesar, ni quiero.
Yo parto á Valmadrigal,
Donde entre vasallos m i o s ,
Ni temeré los desvíos
Ni el aspecto desigual
Del Rey Alfonso, a u n q u e vos
Con vuestra penosa ausencia
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 29
Solicitéis mi impaciencia.
Dadme los b r a z o s , y adiós.
CONDE.
ESCENA XII.
EL CONDE.
Cuando fué á pedir licencia
Al Rey de casarse, ¡ vuelve
E n su desgracia, y resuelve
Hacer, sin casarse, ausencia!
¡ Cielos! ¿ Qué puedo pensar,
Si mi m á s estrecho, amigo
Dice tras e s o : «Harto os digo
Con p a r t i r y con callar
Y n o casarme?» Sin duda
Que es p r e n d a del Rey Leonor,
P o r q u e u n h o m b r e del valor
De Yillagómez n o m u d a
F o r t u n a , lugar é intento
Con m e n o s grave ocasión;
Y estos efetos n o son
30 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA XIII.
BERMUDO. EL CONDE.
BERMÜDO.
Confuso, p a d r e , y turbado
Vengo de t a n g r a n m u d a n z a ;
Que dicen q u e á la privanza
De Alfonso se h a levantado
R a m i r o , y q u e desvalido
Con él Rodrigo, se ausenta.
CONDE.
BERMUDO.
CONDE.
No lo s é , a u n q u e lo sospecho.
BERMUDO.
Acaba de declararte;
Sácame de confusión.
CONDE.
De Leonor h e sospechado
Que está el Rey e n a m o r a d o ;
Y si lo está, es su intención
A f r e n t a r m e , p u e s q u e trata
E n Castilla de casarse;
Y conviene averiguarse
Si Leonor resiste i n g r a t a ,
Ó muestra pecho ligero
Á su intento enamorado.
BERMUDO.
CONDE.
No me digas m á s , B e r m u d o :
Llámale q u e n a d a dudo
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA XIV.
BERMUDO.
CONDE.
Ñ u ñ o , el premio y el castigo
Te muestro : pueda contigo,
Si n o el amor, el temor.
Si me dices la v e r d a d ,
No sólo espera el p e r d ó n ,
Mas el mayor galardón
Que se debe á la lealtad.
ÑUÑO.
CONDE.
Di me p u e s : ¿ q u é te quería
Ramiro ?
ÑUÑO.
Señor, a g u a r d a ;
Que el que en la respuesta tarda ,
ó es culpado, ó desconfía
Del crédito, ó piensa engaños
Con que e n c u b r i r la verdad ;
Y n o arriesgo mi lealtad
A n i n g u n o destos daños.
A Elvira Ramiro a d o r a ;
Y boy, señor, habló con ella
En tu ausencia, y para vella
Sola, esta noche á deshora,
Que le abriese m e pidió :
Como su poder t e m í ,
La lengua dijo q u e s í ,
Pero la intención q u e n o ;
Teniendo el dalle esperanza
Y excusar con u n engaño
Su efeto, por m e n o r daño
Que arriesgarme á su v e n g a n z a ,
Y á q u e el negocio tratase
Con otro m e n o s fiel
Criado t u y o , y con él
Lo q u e le estorbo alcanzase.
Esto p a s a ; y si en mi pecho
Ha sido culpa callarlo,
La esperanza de estorbarlo
Sin darte p e n a , lo h a hecho.
Tosió (.
34 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
CONDE.
amo.
Dame los pies.
CONDE.
Esto es pequeño i n t e r é s ;
Gozarle m a y o r confía.
Mas d i n i e , ¿ q u é h a y de L e o n o r ?
¿Quién la sirve ó la desea?
ÑUÑO.
Si lo s u p i e r a , n o crea
Tu pecho de m í , señor,
Que lo callara. Esto s é ,
Y n o otra cosa.
CONDE.
(Ap. P e r d o n a ,
Rey, si tu sacra persona
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 35
Injustamente c u l p é :
E r r o r fué, q u e n o malicia,
Presumir culpa de u n Rey,
Que es la vida de la ley
Y el alma d e i a justicia.)
TTijo, ¿ q u é h a r é ? Que a u n q u e viejo,
Me tiene tal la pasión ,
Que es fuerza en mi confusión
Yalerme de t u consejo.
DERMCDO.
CONDE.
ÑUÑO.
E n mi fé confía.
CONDE.
Calle.
ESCENA XV.
RAMIRO.
Cautela ha sido
I m p o r t a n t e , p o r q u e así
Esté secreto mi a m o r ;
P o r q u e tengo por mejor
Que tenga queja de tí
Que d e m í el Conde, si acaso
Algo viene a sospechar.
RAMIRO.
Si mi favor
Es la fortuna, confía
Que, ó se ha de m u d a r la m i a ,
Ó ha de ser tuya Leonor.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RAMIRO.
Donde tu poder se e m p e ñ a ,
Cierta m i dicha s e r á .
Á la puerta estamos ya
Del Conde.
REY.
ESCENA XVI.
ÑUÑO. — DICHOS.
ÑUÑO.
¿Es Ramiro?
RAMIRO.
¿Es Ñ u ñ o ?
ÑUÑO.
Sí.
Bien podéis e n t r a r , señor.
RAMIRO.
ÑUÑO.
RAMIRO.
Conmigo
Viene u n verdadero amigo,
De quien el mayor cuidado
Con justa causa confío.
ÑUÑO.
RAMIRO.
ÑUÑO.
REY.
Esmaltes son
De su belleza. [ Vanse.]
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 39
E S C E N A XVII.
ÑUÑO.
La puerta
Es esta d e su aposento.
REY.
ÑUÑO.
RAMIRO.
Idos, y estad
En espía, y avisad
Si de alguien somos sentidos.
ÑUÑO.
RAMIRO.
Ya nos sintió
Elvira.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
E S C E N A XVIII.
ELVIRA. D I C H O S .
ELVIRA.
REY.
No te alteres; q u e y o soy.
ELVIRA.
¡ Ay de m í ! ¡ Qué a t r e v i m i e n t o !
REY.
Señora
ELVIRA.
¡ Qué confusión!
REY.
Escucha.
ELVIRA.
Sí d e mi p a d r e
Conocéis el g r a n valor,
¿ Cómo á u n exceso t a n loco
Os atrevisteis los dos ?
REY.
ELVIRA.
REY.
ELVIRA.
REY.
La ocasión t e n g o , s e ñ o r a :
No h e de p e r d e r la ocasión.
Tu voluntad me conceda
Lo q u e tomar puedo yo.
ELVIRA.
Llamaré á mi padre.
REY.
Llama,
Y serán tus daños d o s ;
Que á él le quitaré la v i d a .
Y tú perderás tu honor.
42 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA XIX.
CONDE.
i Muera el aleve R a m i r o !
RAMIRO.
BERMUDO.
¡ Mueran!
ELVIRA.
i Ay de m í !
REY.
¡ Teneos
Al Rey!
CONDE.
¿Al R e y ?
REY.
Sí.
[Deja caer la espada el Conde.]
CONDE.
El Rey sois.....
Aunque n o lo parecéis;
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
BEY.
Basta; q u e á yerros
Nacidos de ciego amor,
El amor les da disculpa,
Y la prudencia perdón.
El misino exceso q u e veis
Os informe d e mi a r d o r ;
Si n u n c a fuistes a m a n t e ,
Al m e n o s p r u d e n t e sois:
Cese el justo sentimiento;
Y p u e s vuestra reprensión
Tan castigado me deja,
Déjeos satisfecho ú v o s ;
Que esta ofensa h a acrisolado,
No m a n c h a d o , vuestro honor.
U LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
CONDE.
REY.
Ya pues mi e r r o r estimemos,
Pues n o s descubre mi error,
E n Elvira á vos tal hija,
Y á mí tal vasallo e n vos.
Y advertid que pues Elvira
Está inocente, y causó
Mi poder toda la c u l p a ,
No sienta vuestro rigor;
Que me toca su defensa.
CONDE.
REY.
P u e s , Melendo a m i g o , adiós.
Dadme l a m a n o , y quedemos
Más amigos desde h o y ;
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
CONDE.
REY.
Yo os lo prometo, Melendo.
Aquí el amor feneció
De Elvira , porque ya en mí
Fuera bajeza , y no amor.
Proseguir mi ciego intento
Viendo tal lealtad en v o s ,
En ella tal resistencia,.
Y en mí tal obligación,
ELVIRA. [Ap.]
¡ Ah falso!
CONDE.
De vos confío.
REY.
Quedaos, Melendo.
CONDE.
¡ Señor!
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS*
BEY,
Quedaos.
. CONDE.
Permitid q u e al m e n o s
Llegue á la calle con v o s ,
Porque quien salir os viere
Entienda que mereció
Esta visita Melendo,
Y n o su hija.
BEY.
Yos sois
Tan p r u d e n t e como digno
De q u e os haga ese favor.
Adiós, E l v i r a : y merezca
Mi atrevimiento p e r d ó n ,
Pues q u e la enmienda propongo.
ELVIRA.
ACTO SEGUNDO.
Salón de palacio.
ESCENA PRIMERA.
EL C O N D E . RODRIGO.
CONDE.
Esto me p a s ó , Rodrigo,
Con Alfonso, y declararos
Este secreto, es mostraros
La obligación de u n a m i g o ;
Y p u e s su Alteza m e h a dado
La palabra de m i r a r
Por mi h o n o r y de olvidar
Á Elvira, con que h a cesado
De vuestro retiramiento
Y su enojo la ocasión,
Y de m u d a r la intención
Del tratado casamiento,
Con vuestra licencia quiero
Pedilla al Rey, p a r a daros
Á mi Leonor, y alcanzaros
El alto lugar primero
Que e n su gracia habéis t e n i d o ,
Y perdido sin r a z ó n ;
Que este es el fin, la ocasión
Es esta, q u e m e h a movido
Á hacer que por la ciudad
48 LOS PUCHOS PRIVILEGIADOS.
RODRIGO.
Ni de vasallo la ley
Ni la de amigo c u a d r a r a ,
Si en vuestra verdad dudara
Ó e n la palabra del R e y ;
Y en fé desta confianza,
Lo q u e pedís os p e r m i t o ,
Si b i e n , Melendo, os limito
El volverme á la privanza.
La gracia sí m e alcanzad
(Que ésta es forzoso q u e p r e c i e ,
Pues n o hacerlo fuera especie
De locura ó deslealtad;)
Pero el asistirle n o ;
P o r q u e si Faetón v i v i e r a ,
F u e r a necio si volviera
Al carro q u e le abrasó.
CONDE.
Corriendo el t i e m p o , n o h a y duda
Que el enojado se m u d a ;
Pero no el desengañado.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 49
CONDE.
RODRIGO.
Siempre me honráis.
CONDE.
Voy á hablar
Al Rey.
RODRIGO.
Partid satisfecho;
Que aguardo con igual pecho
El contento y el pesar. [Vase.
ESCENA I I .
EL CONDE.
ESCENA I I I .
REY.
Siendo mi gracia su m a y o r v e n t u r a .
Vengaréme, Ramiro ¡ por los cielos!
No sufriré mi ofensa ni mis celos,
A u n q u e m e a t r e v a , pues palabra h e d a d o ,
Á oprimir el impulso enamorado.
RAMIRO. [Ap.]
REY.
RAMIRO.
Y me parece
Que aguarda retirado
Que vuestra alteza esté desocupado.
Quiero dalle l u g a r ; y p u e s se ofrece
Ocasión, h o y espero
La m a n o de Leonor con tal tercero.
REY.
T u y a será, R a m i r o ; m a s es justo
Que la obligues p r i m e r o , y q u e su gusto
Dispongas; y que vamos paso á paso
Pide también la gravedad del caso;
Que se juzga violento
Hecho de priesa u n grande casamiento.
0% LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RAMIRO.
ESCENA IV.
EL REY. EL CONDE.
CONDE. [Ap.]
REY.
Melendo amigo
CONDE.
REY.
Á lo difícil n o vuestra p r i v a n z a ,
Á lo imposible atreva su esperanza.
CONDE.
REY. [Ap.]
¿Que es Leonor la q u e a d o r a , y n o es Elvira ?
filas y a entiendo los fines á q u e aspira.
Temiendo mi venganza, pues m e ofende,
Así mis celos desmentir p r e t e n d e ,
Que siendo él h o m b r e , q u e en su h o n o r y fama
No sufrirá u n escrúpulo p e q u e ñ o ,
Sabiendo q u e pretendo p a r a dama
Á Elvira y n o para ini justo d u e ñ o ,
t
CONDE.
Mucho d u d á i s ; ya teme mi e s p e r a n z a ;
Que especie de n e g a r es la tardanza.
REY.
ESCENA V.
EL CONDE.
¡ Ay Melendo infeliz! ¡ Ay h o n o r m i ó !
Ya d e la fe y palabra desconfío
Del R e y : la causa d u r a y el i n t e n t o ,
Pues el efeto vive y el enojo.
Proseguir quiere su liviano antojo;
Que impedir de Rodrigo el casamiento
Es temer q u e le estorbe tal cuñado
Lo q u e á impedir tal p a d r e n o h a bastado.
Aquí n o h a y que esperar; q u e es bien q u e m u e r a
Quien la amenaza vé y el golpe espora.
Melendo, el Rey vuestra deshonra p i e n s a :
Huid; q u e con u n Rey n o h a y más defensa.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA VI.
BERMUDO. EL CONDE.
BERMUDO.
CONDE.
' BERMUDO.
CONDE.
Por lo m e n o s determino
Salir de la corte luego;
Y p o r q u e el Rey, q u e está ciego,
No nos impida el c a m i n o ,
No quiero agora p a r t i r m e
Á Galicia, m a s fingiendo
Que en Yalmadrigal pretendo
Descansar y d i v e r t i r m e ,
Le a s e g u r a r é , y allí
Dispondré secretamente
Mi partida con la gente
De Villagómez; q u e así
No prevendrá mi intención
Alfonso.
BERMUDO.
Bien lo h a s trazado.
CONDE.
ESCENA VIL
V I L L A N O S . [Cantando.]
Quien se quiera solazar
Véngase á Valmadrigal.
Mala pascua é malos años
Para curtes é ciudades:
Aqui ahondan las verdades,
Allá ahondan los engaños;
Los bollicias é los daños
Allá non dejan vagar.
¿ Quién se quiere solazar?
JIMENA.
VILLANO
VILLANO 2.°
ESCENA VIII.
RODRIGO. JIMENA.
JIMENA.
Mi Rodrigo ¿ q u é tenedes?
Esfogad conmigo el p e c h o ,
Si vos m i e m b r a q u e del mió
Vos di el p r i m e r alimento.
Ama vuesa s ó , Rodrigo;
Á n a d i e el vueso secreto
Podedes mejor fiar;
Que como m a d r e vos quiero.
RODRIGO.
De tu a m o r y t u i n t e n c i ó n ,
J i m e n a , estoy satisfecho;
Mas n o h a y alivio en mis p e n a s .
Ni en mis desdichas remedio.
Si descansara en contarlas,
Las fiara de t u p e c h o ;
Mas con la memoria crece
El dolor y el sentimiento.
JIMENA.
Si alguno desmesurado
Vos ha fecho algún denuesto,
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RODRIGO.
Ya sé tus valientes b r í o s ,
Y los sabe todo el r e i n o ;
Pero la suerte se sufre,
No se vence con esfuerzo;
Que bien conoces del mió
Q u e , á ser h u m a n o sujeto
Quien me ofende, sin t u a y u d a ,
Supuesto que te agradezco
La voluntad , me vengara.
ESCENA IX.
UN PAJE, DICHOS.
US PAJE.
Un hidalgo forastero
A solas te quiere hablar.
60 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RODRIGO.
JIMENA.
ESCENA X.
DON SANCHO.
Rodrigo de Villagómez,
¿Conoceisme?
RODRIGO.
Si n o niego
Crédito á los ojos m i o s ,
Y si en lugar t a n pequeño
T a n t a grandeza c u p i e r a ,
Juzgara q u e es el q u e veo
Don S a n c h o , Rey de Navarra.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
DON SANCHO.
El mismo soy.
RODRIGO.
DON SANCHO.
RODRIGO.
Señor
DON SANCHO.
Rodrigo, cubierto
Ha de estar el q u e merece
Que u n Rey le visite.
RODRIGO.
Harélo
P o r q u e vos me lo m a n d á i s ;
Que si el estar descubierto,
Rey don S a n c h o , es respetaros,
Cubrirme es obedeceros. [Cúbrese.]
62 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
DON SANCHO.
Si fuérades mi vasallo,
Hiciera con vos lo m e s m o ;
Que de vuestra ilustre casa
Sé bien los merecimientos.
Mas, p o r q u e esta novedad
Con causa os tendrá s u s p e n s o ,
Os diré en breves razones
La ocasión.
RODRIGO.
Ya estoy atento.
DON SANCHO.
Hacer al Rey d e L e ó n ,
Alfonso el Q u i n t o , su yerno.
Yo, perdida esta esperanza,
De Castilla partí l u e g o ;
Y p o r q u e es tiempo de dar
Sucesores á mi r e i n o ,
Á Doña Teresa, h e r m a n a
De Alfonso, los pensamientos
Volví; y q u e r i e n d o informar
Por los ojos el deseo,
Quise pasar por L e ó n ,
Disfrazado y e n c u b i e r t o ,
Por ver primero á Teresa,
Que declarase m i intento.
Prevención fué provechosa,
Pues la libertad y el seso
He perdido p o r E l v i r a ,
Hija del conde Melendo;
Y p o r q u e d e la ventaja
No d u d a s e , ordenó el cielo
Que con la Infanta la viese.
Al fin , la v i ; q u e con esto,
P u e s la conocéis, Rodrigo ,
He dicho lo q u e padezco,
Y q u e á darle la corona
De N a v a r r a me resuelvo.
Pues como para tratarlo
Os eligiese, sabiendo
Que del Conde de Galicia
Sois amigo tan estrecho,
De la m u d a n z a del Rey
Y vuestro retiramiento
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
Me h a n informado ; y así
Con dos fines partí á v e r o s :
U n o , pedir que tratéis
Mis intentos con Melendo;
Y otro ofreceros, n o sólo
Un estado, mas u n r e i n o ,
Si á Navarra queréis i r o s ,
Y si ganaros merezco,
Cuando Alfonso n o rehusa
Perder tanto con perderos.
RODRIGO.
Señor, e n c u a n t o á mí toca,
La merced os agradezco;
Pero de Alfonso hasta aquí
Ni m e a g r a v i o , ni m e q u e j o ,
Para que m e ausente del;
Que de su privanza es dueño ,
Y la agradezco gozada,
Y perdida n o m e ofendo.
E n cuanto á E l v i r a , señor.....
{Ap. Pues con ilícito intento
La adora Alfonso, y don Sancho
Para legítimo d u e ñ o ,
Perdone si en estas bodas
Quiero servir de tercero.)
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
DON SANCHO.
Rodrigo, ¿ d u d á i s ?
RODRIGO.
Estoy
Pensando q u e es ofenderos
Admitir la tercería;
Que vuestros merecimientos,
Vanidad, n o dicha sola,
Darán á Elvira y Mclcndo:
Y a s í , n o es bien que mostréis
Desconfianza. Vos mesmo
G a n a d , s e ñ o r , las albricias
De su v e n t u r a con ellos.
DON SANCHO.
RODRIGO.
E n eso
Del Conde podéis fiar
Lo q u e fiáis de mi pecho.
Толю I.
66 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA XI.
UN PAJE, DICHOS.
EL PAJE.
En Yalmadrigal ha entrado
Agora el Conde Melendo
Con sus dos hijas hermosas.
RODRIGO.
DON SANCHO.
JIMENA.
CUARESMA.
RAMIRO.
En m i valor y nobleza
No fuera amarla delito;
Mas por pobre necesito
De la gracia de su alteza
Para alcanzar su beldad.
CUARESMA.
RAMIRO.
¿Aún dura?....
CUARESMA.
¿No ha de durar,
68 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
Pues a ú n el desmayo d u r a ?
¿Piensas que soy por v e n t u r a
Cuaresma por a y u n a r ?
Ayunar á la cuaresma
Es precepto, m a s n i n g u n o
Podrá decir q u e al a y u n o
Está obligada ella mesma.
RAMIRO.
CUARESMA.
RAMIRO.
Di.
CUARESMA.
RAMIRO.
CUARESMA.
La h a m b r e es necesidad
Y tiene cara de hereje,
Y fué tal la que pasé
Del miedo n o digo nada.
Pero ya que está pasada,
D i m e , ¿ d e q u é fruto fué
Tanto trasnochar?
RAMIRO.
De hacer
Méritos con mi Leonor.
CUARESMA.
CUARESMA.
Acudió gente al r u i d o ,
Y u n o , q u e llegó á buscarle
La herida para c u r a r l e ,
Viendo q u e n o estaba h e r i d o ,
Dijo: « ¿Qué os pudo obligar
Á decir, si n o os h i r i ó ,
Que os ha m u e r t o ? » Y respondió.
«¿No m e pudiera m a t a r ? » —
Así tú porque pudiera
Saberlo doña L e o n o r ,
Haces lo m i s m o , señor,
Que hicieras, si lo supiera.
RAMIRO.
¿No es el portero
De su casa?
RAMIRO.
S í : á llamalle
Parte al punto con secrete.
CUARESMA.
Eso yo te lo prometo.
Mándame, señor, q u e calle,
Que es u n a virtud que pocos
Gozan; y n o sin cenar
Trasnochar y pelear;
Que esas son cosas de locos. (Tose.]
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 71
RAMIRO.
¿Que dilate el Rey n ú i n t e n t o ,
P u d i e n d o , si el labio m u e v e ,
Reducir á u n p u n t o b r e v e
Tantos siglos de t o r m e n t o ?
ESCENA XIII.
EL REY. RAMIRO.
REY.
Ramiro amigo
RAMIRO.
Señor
REY.
Ya conozco en mi impaciencia
Que es la misma resistencia
Incentivo del amor.
Prometí m u d a r i n t e n t o ;
Pero con la privación
Ha crecido la pasión
Y menguado el sufrimiento;
Y c u a n d o mal ios desvelos
Resistía del amor,
Llegaron con más rigor
Á la batalla los celos.
Los celos que me ha causado
Yillagómez m e h a n vencido;
Que a u n q u e á Lenor ha pedido
Y se muestra e n a m o r a d o ,
72 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
IIAMIRO.
REY.
El Conde ayer,
Para hacerla su mujer
Á. pedirme se atrevió
Licencia.
RAMIRO.
¿ Y q u é respondiste ?
REY.
Neguéla; q u e n o m e olvido
De q u e te la h e prometido.
RAMIRO.
REY.
ESCENA XIV.
MENDO.
REY.
Vengas m u y en hora b u e n a ,
Mendo; que estaba con pena
De tu tardanza,
MENDO.
Esta es
Del Conde Sancho García,
Y las capitulaciones
De las bodas que dispones,
En este pliego te envia. [Dale los pliegos.]
REY.
¿ Cómo está ?
MENDO.
REY.
¿Y Mayor?
MENDO.
También
REY.
¿Es bella?
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 75
MENDO.
ESCENA XV.
CUARESMA. DICHOS,
Señor
RAMIRO.
¿Qué tenemos?
CUARESMA.
Nada,
Y mucho peor.
RAMJRO".
No e n t i e n d o ;
Habíame claro.
R CUARESMA.
Melendo
Nos ha dado cantonada.
RAMIRO.
¿ Cómo ?
CUARESMA.
RAMIRO.
¿Qué dices?
CUARESMA.
RAMIRO.
CUARESMA.
RAMIRO. [Ap.]
¡ Oh santos cielos!
¿Esto más porque á mis celos
Crezca la furia mortal ?
REY.
)
Estas capitulaciones
Importa comunicar
Con Melendo.
RAMIRO.
Si á esperar
Su parecer te dispones,
Según agora h e sabido,
Á Valmadrigal, señor,
Con Elvira y con Leonor
Esta m a ñ a n a h a partido.
tOS PECHOS PRIVILEGIADOS. 77
REY.
¿Qué dices? ¡Sin mi licencia
Se ha ausentado de León;
Y para darme ocasión
Á que pierda la paciencia,
Sin recelar mis enojos,
Á quien sabe que m e ofende
Busca! Sin duda pretende
Quebrarme el Conde los ojos,
Y sabe á poca lealtad
Y á conspiración su intento.
RAMIRO.
Tan breve r e t i r a m i e n t o ,
Señor, sin t u v o l u n t a d ,
Ó m u c h a resolución,
Ó poco respeto ha sido.
REY.
RAMIRO.
Campo de Valmadrigal.
ESCENA XVI.
JIMENA.
LEONOR.
Resuella es la villana.
ELVIRA.
Es á lo menos
Desengañada.
LEONOR.
Con el Rey, J i m e n a ,
Tienen por deshonor los h o m b r e s b u e n o s
Solo u n punto exceder de lo que ordena.
JIMENA.
ELVIRA. [Ap.]
ESCENA XVII.
RODRIGO. DICHAS.
RODRIGO.
LEONOR.
JIMENA.
RODRIGO.
JIMENA.
RODRIGO.
ESCENA XVIII.
CUARESMA.
Á gozar de la frescura
Del s o t o , según m e h a n dicho
Unos villanos, las dos
Con u n a ama de Rodrigo,
Del lugar se h a n alejado.
REY.
RAMIRO.
REY.
De mis i n t e n t o s , R a m i r o ,
El m á s principal es ver
Á Elvira, pues es motivo
De los d e m á s , y si tengo
Tanta dicha, q u e el sombrío
Bosque en soledad m e ofrezca
Ocasión, m e determino
Á no perderla.
CUARESMA.
Detente;
Que á Villagómez h e visto.
REY.
RAMIRO-
Mira si h a n sido
Mentirosas mis sospechas.
REY.
Ya el rabioso desatino
Do los celos m e enloquece.
Mas oigamos escondidos,
Pues ayuda para hacerlo
La espesura de este sitio,
Lo que platican los dos.
[Escóndense entre unos árboles el Rey, Ramiro
y Cuaresma.]
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RODRIGO.
Elvira, m u c h o me admiro
De q u e con tal resistencia
De liviana des indicios.
Sin duda el a m o r d e Alfonso
Te obliga á tal desvarío;
Que ¿ p o r cuál otra ocasión
Despreciaras u n marido
Que u n a corona te ofrece?
R E Y . [Ap, á Ramiro.]
RAMIRO.
Ved si la conspiración
Alevosa que imagino
Es cierta.
RODRIGO.
Vuelve en tu a c u e r d o ;
Cobra, Elvira, los sentidos;
Mira q u e Alfonso se casa
E n Castilla, y q u e contigo
Solo e n tu infamia pretende
Alcanzar gustos lascivos;
Y es locura q u e desprecies
Por u n g a l á n , u n marido
Que te adora y es tu igual.
86 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
REY.
RAMIRO.
Bien lo merece.
ELVIRA.
Rodrigo,
Mucho me espanta y ofende,
Que os arrojéis atrevido
Á decirme q u e pensáis
Que de liviana resisto;
Que esa licencia le toca
Solo al p a d r e ó al m a r i d o ,
Y al deudo cercano a p e n a s ;
Y v o s , n i sois deudo m i ó ,
Ni mi esposo habéis de ser.
REY.
Ya la sospecha confirmo
De q u e es él quien la pretende.
RAMIRO.
RODRIGO.
ESCENA XIX.
JIMENA. D I C H O S ,
HMENA. [Ap. á Rodrigo.]
Rodrigo,
Calad q u e unos cortesanos
E n zaga de esos alisos
Á vucsas labras a t i e n d e n :
Yo con estos ojos mismos
Los vi p a s a r , é á sabiendas
En pos dellos h e v e n i d o ,
Cuidadosa que os empezcan,.
Para vos dar este aviso.
RODRIGO.
¿Y me habrán oido?
JIMENA.
i Aosadas!
Que están á ojo.
RODRIGO.
Pues idos
Las dos; que quiero saber
Quién s o n , y si me h a n oido,
E x a m i n a r su intención
Y p r e v e n i r mi peligro.
ELVIRA.
J i m e n a , vamos. [Fase.]
JIMENA.
Elvira
Caminad; que ya vos sigo.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA XX.
REY.
Elvira se va ; mas ya
Villagómez nos ha visto.
nAMIRO.
¿Qué determinas?
HE Y-
Matarle;
Que estoy loco de ofendido.
RODRIGO.
De V i l l a g ó m e z ; y q u i e n
De mi lealtad h a y a dicho
Ó pensado cosa injusta ,
De v o s a b a j o , h a m e n t i d o .
REY.
RODRIGO.
T e n e d el b r a z o , señor.
REY.
Soltad.—Matadlc, Ramiro.
[Sacan las espadas, y Rodrigo la saca con la derecha"
sin soltar al Rey.]
90 LOS PECHOS PIUVILEG1ADOS.
RAMIRO.
RODRIGO.
Contigo
La saco, n o con el Rey.
REY.
JIMENA.
CUARESMA.
Á m a l a r t i r a n , por Cristo.
Yo m e v o y á confesar,
Y vuelvo á m o r i r contigo.
LOS P1LCHOS PRIVILEGIADOS. 91
ACTO TERCERO.
Campo de Valmadrigal.
ESCENA PRIMERA.
R O D R I G O , de villano. JIMENA.
RODRIGO.
JIMENA.
Si yo n o n pusiera mientes
Á q u e era el Rey, ¡ malos años
Para m í , si n o n podiera
Como á u n pollo espachurrallo!
Asaz lo pricíé de recio,
É dije: « ¿ Tan mal recado
Fizo Rodrigo en servir
De mandadero á d o n Sancho
Con E l v i r a , q u e tirarle
La vida hayades asmado?
92 LOS PUCHOS PRIVILEGIADOS.
Vos n o n prace p e r d o n a r m e ,
Yédesme al vuestro mandado, »
¡Oh divino encrinamienlo!
i Oh pergeño soberano
De los Reyes, q u e ofendidos
Muestran su nobreza en cabo !
Rodrigo, la nombradla
Que e n d o n a r o n los ancianos
D e Rey d e las alimañas
Al L e ó n , n o n y e por tanto
Que en la posanza las venza
De las sus guarnidas m a n o s ,
Si n o n por ser además
De corazón tan fidalgo,
Que n o n fiere al homildoso,
Maguer q u e finque rabiando.
Alfonso d e sí respuso
Con talante m e s u r a d o :
« Por ser fembra, é p o r q u e amor
Vos desculpa, n o n m e e n s a ñ o ,
É vos dono perdonanza.»
Así me fablaba, c u a n d o
Volvió á le buscar Ramiro,
Dijendo q u e los villanos
Con el roído bollian
Soberbiosos é alterados,
É q u e á n o n le guarir v o s ,
Fincara m u e r t o á sus manos.
Sin departir ende a l ,
Sobieron en sus caballos
Amos á d o s , é en el bosque
Á m a s a n d a r se alongaron.
94 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RODRIGO.
Tus consejos y tu a m o r
Me obligan, J i m e n a , t a n t o ,
Cuanto m e alegra que Alfonso
Haya t u e r r o r perdonado.
Mas ¿dijístele q u e estaba
En Valmadrigal don Sancho ?
JIJWENA.
RODRIGO.
P O P conocerte, de t í ,
J i m e n a , n o m e recato.
Mas de Leonor, ¿ q u é me dices?
¿Está triste? Han eclipsado
Las n u b e s de mis desgracias
De sus dos ojos los r a y o s ?
JIMENA.
Maguer q u e el su a m o r cobija
E n vuesa presencia t a n t o ,
Non fallece de plañir
Su laceria é vuesos d a ñ o s ,
Agora que vos n o n ve.
RODRIGO.
JIMENA.
RODRIGO.
ESCENA II.
EL CONDE. Dicnos.
CONDE.
RODRIGO.
CONDE.
RODRIGO.
Un ejército sin u r d e n ;
Y como precipitado
Con la avenida el a r r o y o ,
Á q u i e n la lluvia e n v e r a n o
Da con el caudal soberbia,
Con que presas r o m p o , campos
I n u n d a , troncos a r r a n c a ,
Lleva de encuentro peñascos;
No de otra suerte la turba
De mis furiosos vasallos
Penetró el bosque, rompiendo
Los jarales intrincados;
Y cual la rabiosa tigre
En los desiertos hircanos
Embiste á q u i e n le pretende
Quitar el pequeño p a r t o ;
Así en favor y en venganza
De su d u e ñ o , se arrojaron
Á d a r la m u e r t e á Ramiro
Todos juntos los villanos.
Mas y o , que sólo atendia
Á librarme del Rey, dando
Evidencias del respeto
Y la lealtad que le guardo ,
En defensa de Ramiro
El acero v u e l v o , y hago
Escudo suyo ini pecho,
Y mi vida su s a g r a d o ;
Y n o m á s fácil serena
Las tempestades el arco
Que de cambiantes colores
La frente corona el a u s t r o ,
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
Y ni la amistad permite
En esta ocasión dejaros,
Ni ausentarme d e Leonor
El deseo de su m a n o ;
Y si en las tierras d e Alfonso
Su resolución a g u a r d o ,
Es mi Rey, tiene poder,
Es mozo y está enojado.
CONDE.
Villagómcz, y o no puedo
Por agora aconsejaros;
Que estoy también de consejo,
Como v o s , necesitado;
Pues p o r q u e esté m á s confuso,
Presumo q u e el Rey don S a n c h o ,
Por los indicios, de Alfonso
El amor ha sospechado :
Y a s í , resuelvo, Rodrigo,
Dejar h o y de ser vasallo
De Alfonso, según los fueros
E n este reino guardados,
Por poder h a c e r l e , u n i e n d o
Mi poder al del N a v a r r o ,
Ó sin deslealtad la g u e r r a ,
Ó la paz con desagravio:
Y a s í , lo m á s conveniente
Es q u e aguardéis retirado
Á que os dé mejor consejo
Lo q u e resulte del c a s o ;
F u e r a d e q u e , estos sucesos
El reino m u r m u r a t a n t o ,
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RODRIGO.
JIMENA.
Yo h e pisado
Mil vegadas esas peñas.
CONDE.
Adiós pues.
JIMENA.
Á acompañaros
Iré con mandado vueso,
Hasta vos poner en salvo.
[Vunse.]
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA III.
RAMIRO. CUARESMA.
RAMIRO.
CUARESMA.
¿Engañóte y o ? ¿ Q u é es esto?
¿ Díjete que era valiente?
¿Derramé juncia y poleo?
Dos mil veces ¿ n o te he dicho
Que al lado ciño el acero
Sólo por bien parecer,
Y q u e soy el mismo miedo ?
¡Aquí de Dios! ¿En qué engaña
Quien desengaña con tiempo ?
Culpa á u n bravo bigotudo,
Rostriamargo y hombrituerto
Que en sacando la de J u a n e s ,
Toma las de Villadiego;
Culpa á u n viejo avellanado
Tan v e r d e , que al mismo tiempo
Que está aforrado de martas
Anda haciendo Madalenos;
Culpa al que de sus vecinos
Se q u e r e l l a , n o advirtiendo
'10í LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RAMIRO.
CUARESMA.
Dios n o lo da todo ¡i u n o ;
Que piadoso y justiciero,
LOS PUCHOS PRIVILEGIADOS.
Y díjole : « Si me a d o r a s ,
Todo cuanto ves te ofrezco.»
¡ Todo á u n o ! Propio d o n
De diablo, dijo u n discreto;
Que á Dios, p o r q u e los r e p a r t e .
Oponerse quiso en esto.
Solo ingenio m e dio á m í :
Pues en las cosas de ingenio
Te sirve de m í , y de otros
E n las que piden esfuerzo;
Pues u n caballo se estima,
No más q u e por el p'aseo,
P o r q u e h a b l a , u n papagayo,
Y u n m o n o , p o r q u e hace gestos.
RAMIRO.
CUARESMA.
Escurrirme q u i e r o ;
Que sin valor es indigno
De su presencia el ingenio.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA IV.
REY.
Ramiro..,..
11 A S U R O .
Señor
REY.
León
* Contra m í , según h e sido
Informado, da atrevido
Rienda á la m u r m u r a c i ó n ;
Que en mi gracia lleva mal
De Rodrigo la m u d a n z a ,
Que por sus parles alcanza
Aplauso tan general.
Y puesto q u e fué engañosa
La sospecha vuestra y m í a ,
Pues a Elvira pretendía
Hacer del Navarro esposa,
Y q u e en su abono responde
Que se atrevió, confiado
En la palabra que he dado
De olvidar mi amor, al Conde;
La ocasión quiero evitar
Que me malquista, y hacer
Que el reino lo vuelva á ver
108 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RAMIRO.
No paséis
Adelante; que sería
Tan ingrato á la nobleza
De Yillagómez, señor,
Cuanto indigno del favor
Que me hace vuestra alteza,
Si de esa justa intención,
Que tanto llega á importaros,
Procurase y o apartaros
Por celos de la ambición ;
Fuera de que yo confío
De su condición hidalga ,
Que el favor suyo me valga
Para conservar el mió;
Que aunque es mi competidor
En amor, inás ha podido
En mi pecho agradecido
La obligación que el amor :
Y así, no me habéis ganado
Por la mano en ese intento;
Que si oculté el pensamiento,
Fué por veros enojado.
REY.
R A M 1110.
REY.
ESCENA V.
EL CONDE. MENDO. UN CORTESANO. EL REY.
CONDE.
HIENDO.
Justo h a sido
Hasta aquí el acompañaros,
Y agora lo es el dejaros;
Que á negocio habréis venido.
CONDE.
No os v a i s ; q u e pide testigos
Lo que tratarle pretendo.
MENDO.
CONDE.
Conde, alzad.
CONDE.
He servido, n o mandéis
Que del suelo me levante.
REY.
La confianza ofendéis
Que á mi estimación d e b é i s ,
Con prevención semejante.
CONDE.
REY.
CONDE.
Yo os lo a s e g u r o : y así,
Alfonso, fiado en eso,
Por mis hijos y por mí
La m a n o real os beso [Bésale la mano.]
Y de vos, Rey, desde aquí
Nos despedimos, y ya
No somos vuestros vasallos, [Levántase y cúbrese.]
Según asentado esta
Por los fueros.
tOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
REY. ,
El guardallos
Forzoso, Conde, s e r á ;
Pero
CONDE.
REY.
Melendo, n o receléis
Que n o os cumpla la promesa,
Pues n o pierdo en lo que hacéis
Nada y o ; y sólo m e pesa
De ver que desobliguéis
Mi a m o r con tal desvarío,
Pues ya tengo de trataros
Como á e x t r a ñ o ; y yo confío
Que algún tiempo ha de pesaros
De n o ser vasallo mío. [Foíe.]
CONDE. [Ap.]
Defienda y o la opinión
De mi hija, á quien procura
Infamar vuestra afición;
Que Navarra m e asegura,
Si m e amenaza León. [Vanse.]
LOS PECnOS P R I V I L E G I A D O S . Íí3
ESCENA VI.
LEONOR. EL YIRA.
ELVIRA.
Yo n o puedo m a s , L e o n o r ;
Ya me Taita la paciencia;
Humana es mi resistencia,
Divino el poder de amor.
Ya q u e habernos de p a r t i r
Á N a v a r r a , de León,
Por última citación
Me pretendo despedir
De Alfonso; y ya q u e su alteza
Me niegue la m a n o , el pecho
Parla al menos satisfecho
De q u e supo mi firmeza.
LEONOR.
Ni de tu resolución,
Ni de tu pena m e admiro.
Mas aquí viene Ramiro.
ELVIRA.
ESCENA VII.
RAMIRO. DICHAS.
RAMIRO.
Elvira y Leonor h e r m o s a s ,
P o r q u e sé q u e h a n de agradaros
Las n u e v a s q u e vengo á d a r o s ,
Para todos v e n t u r o s a s ,
No aguardé v u e s t r a licencia.
Alfonso, ya de Rodrigo,
Más satisfecho y a m i g o ,
Sufrir n o p u e d e su ausencia,
Y con seguro á llamarle
De p a r t e s u y a m e c n v i a :
Y a s í , de las dos q u e r r í a
Saber d ó n d e podré hallarle.
LEONOR.
A u n q u e en s a n g r e generosa
No puede caber cautela ,
P e r d o n a d si se recela
Quien aguarda ser su esposa,
De q u e tracéis sus agravios.
RAMIRO.
ELVIRA.
No h a c d l o fuera agraviar
Tan hidalgo y noble pecho.
J i m e n a , según sospecho,
H e r m a n a , sabe el lugar
Donde se oculta Rodrigo:
Hazla llamar.
LEONOR.
La fé mia
En la vuestra se confía.
RAMIRO.
ESCENA V I I I .
ELVIRA. RAMIRO.
ELVIRA.
R a m i r o , la brevedad
Del tiempo y d e la ocasión
No permite dilación.
Decidle á su majestad
Que pienso que mi partida
446 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
A Navarra se a p r e s u r a ,
Y q u e mi pecho p r o c u r a
Mostralle, por despedida,
Las verdades de mi amor,
Aliviando mis enojos
Con publicar a sus ojos
Con mi llanto m i dolor:
Y a s í , p o r favor le pido
Que venga á verme.
RAMIRO.
Señora,
Señalalde puesto y h o r a ;
Que por v e r o s , persuadido
Estoy, q u e n o h a d e enfrenalle
El m a y o r inconveniente.
ELVIRA.
M a ñ a n a , j u n t o á la fuente
Del b o s q u e , saldré á csperalle
Con mi h e r m a n a , al declinar
Del s o l , p u e s nos asegura
La soledad, la espesura
Y distancia del lugar.
RAMIRO.
Quede así.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA IX.
LEONOR.
Jiiiiena os v a ,
Ramiro, á servir de guia.
JIMENA.
RAMIRO.
Confiada
Vén de mí Y dadme las dos
Licencia.
ELVIRA.
Yo estoy de vos
Satisfecha.
LEONOR.
JIMENA.
ESCENA X.
ELVIRA. LEONOR.
ELVIRA.
¿ Q u é dices dcsla m u d a n z a
Del Rey ?
LEONOR,
Que h a echado d e v e r
Que Rodrigo ha menester
Mucho m á s que él su privanza.
ELVIRA.
LEONOR.
ELVIRA.
Ramiro es el mensajero
De q u e en la fuente le espero
Que baja del bosque al valle.
LEONOR.
ELVIRA.
LEONOR.
ELVIRA.
Ó h a de vencerle el favor,
Ó castigarle el desden. [ Vanse.]
ESCENA X I .
EL REY. CUARESMA.
REY.
CUARESMA.
REY.
¿Cómo?
CUARESMA.
Anduve en la pendencia
Como u n cristiano debió,
P o r q u e viéndome apretado
De Rodrigo, fui á buscar
Un clérigo en el lugar
Para m o r i r confesado:
Y ha dado en q u e r e r m e mal.
REY.
Tu temor lo h a merecido.
CUARESMA.
REY.
El noble n u n c a temió.
CUARESMA.
Infante ele C a m ó n ,
Bravo solo con mujeres.
Mas supuesto que tú eres
El más noble de León,
Te probaré, que aun á tí
No ha perdonado el temor.
¿Nunca á*una vela, señor,
Quitaste el pábilo?
REY.
Si.
CUARESMA.
REY.
¡ Qué desatino!
CUARESMA.
Pregunto:
¿Nunca medias te pusiste?
Y aunque eres Rey, ¿no temiste
Hallarles suelto algún punto ?
¿Nunca la amorosa llama
Te tocó?
REY.
Y aun me abrasó.
LOS PECUOS PRIVILEGIADOS.
CUARESMA.
ESCENA XII.
RAMIRO.
REY.
La diligencia
Te agradezco.
RODRIGO.
Dad , s e ñ o r ,
La m a n o á quien el favor
De gozar vuestra presencia
Ha podido merecer.
REY.
RODRIGO.
Previniendo yo q u e haría
El desengaño algún .dia
El efeto q u e h o y h a hecho ,
Me defendí del violento
F u r o r q u e intentó mi d a ñ o ,
Que f u é , advirtiendo el e n g a ñ o ,
Servicio, y n o atrevimiento.
La obediencia lo h a p r o b a d o ,
Y humildad con q u e rendido
Á vuestros pies h e v e n i d o ,
E n viéndoos desengañado.
H E Y.
RODRIGO.
REY.
A u n q u e q u e sé q u e m e esta m a l ,
Yíllagómez, vuestra a u s e n c i a ,
La p e r m i t o , p o r q u e entiendo
Que a u n tenéis de mis enojos
El sentimiento ó los ojos:
Y así, yo también pretendo
Que el tiempo vaya entregando
Vuestras quejas al olvido.
Mas en cambio desto, os pido
Una cosa, y dos os m a n d o ;
Que del reino n o salgáis,
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
RODRIGO.
ESCENA XXII.
UEY.
¿ Qué te parece ?
RAMIRO.
Que está
De tu indignación s e n t i d o ,
Y por eso ha resistido ;
Mas el tiempo aplacará
Sus quejas.
REY.
Porque consigo
El fin asi q u e intentó
(Pues sí la corto le ve
Algunas veces conmigo,
426 LOS PECnOS PRIVILEGIADOS.
Cesa la murmuración.
De mi m u d a n z a y su ausencia)
No hice m á s resistencia
Al partirse de León.
RAMIRO.
Que se partiese de tí
Deseaba y o , por darte
. Una orabajada do parle
De Elvira.
REY.
Ramiro, di,
Di p r e s t o ; q u e n o h a y paciencia
Donde h a y amor.
RAMIRO.
Hoy te aguarda
Para hablarle.
BEY.
Un siglo tarda
Cada instante do su ausencia.
P a r t i r luego determino
Disfrazado.
RAMIRO.
Bien harás.
REY.
CUARESMA.
¿ Tengo y o d e acompañar
Á los d o s ?
REY.
Cuaresma, sí.
CUARESMA.
Campo de Valmadrigal.
ESCENA XIV.
ELVIRA. LEONOR. JIMENA.
ELVIRA.
P o r u n a parte esperanzas,
Por o t r a , Leonor, t e m o r e s ,
Me acobardan y m e a n i m a n
Con afectos desconformes.
LEONOR.
ELVIRA.
ESCENA XV.
DON SANCHO.
ELVIRA.
J I ME N A.
Alfonso perdone;
Que facer su b a r r a g a n a
Á u n a infanzón» tan n o b r e ,
Non y e facienda de Rey.
ELVIRA.
«MENA.
Yo faré lo que m e t o q u e ,
Mas á la fé, doña Elvira,
Rehurtid vos sus a m o r e s ;
LOS PEOnOS PRIVILEGIADOS. 129
DON SANCHO.
Confirmóse mi sospecha;
Que según estas razonas,
Esperan á Alfonso a q u í ;
Y.¡ vive Dios, si nos pone
Solos á los dos la suerte
E n el campo dcste b o s q u e ,
Que h a de ser n u e s t r a estacada!
Parte volando, y al Conde
L l a m a , F o r t u n , de m i p a r t e ,
Y dile que á Yillagómez
Traiga consigo, si acaso
Ha vuelto ya de la corte.
FORTUN.
DON SANCHO.
FORTUN.
Hoy se e n c u e n t r a n
Las b a r r a s y los leones. [ Vase]
Ton o I, 9
4 30 LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
ESCENA XVI.
REY.
CUARESMA.
Á m i m e toca.
REY.
Disponte,
Sí pretendiere impedir
De los dos las intenciones,
Ó á delenella con fuerzas,
ó á engañalla con amores.
CUARESMA.
¡Triste y o í No sé cuál es
Mas fácil de esas facciones.
¿ Un monstruo quieres que v e n z a ,
Ó que u n a vieja enamore?
ELVIRA.
Este os el Rey.
REY.
¡Bella E l v i r a !
LOS PECIIOS P R I V I L E G I A DOS. 131
ELVIRA.
¡Rey y señor!....
[Apartase cada uno con la que le toca.]
REY.
Los temores
De tu ausencia m e h a n traído
Con alas desde la corte.
ELVIRA.
En la tardanza h a y peligro.
Escucha las ocasiones
De mi pona.
RAMIRO.
Ya e! silencio,
Leonor, los candados rompe.
Óyeme sin enojarte,
Si el poder de a m o r conoces.
CUARESMA.
J i m e n a , ¡válgame Dios,
Qué linda estás! ¿ Qué te p o n e s ,
Que al rubio de Dafne amante
Desafías á esplendores?
JIMENA.
CUARESMA.
ELVIRA.
REY.
¡ Ay d e m í !
ELVIRA.
¿Dudas? Responde.
REY.
ELVIRA.
REY.
Eso n o ; detente.
ELVIRA.
Suelta.
REY.
P e r d o n a ; q u e pues conoces
Que tu amor me tiene ciego,
Y en esta ocasión m e p o n e s ,
He de llevarte á León
Y gozar de tus favores;
Y vengan luego á vengarte
El lley don Sancho y el Conde.
RAMIRO.
P e r d o n a , Leonor.
CUARESMA.
Jiinena,
Perdona.
[Cada uno se abraza con la suya para llevarla.]
DON SANCHO.
De tu sangre escrito, al m u n d o
Publique tus sinrazones.
[Sacan las espadas y acuchillansc]
REÍ'.
DON SANCUO.
Yo soy tu i g u a l : ¿ n o conoces
Al Rey de Navarra ?
ESCENA XVII.
CONDE.
Alfonso,
Ya n o es tu vasallo el Conde.
Pues la palabra real
Tan injustamente r o m p e s ,
Con t u m a n o ó con t u vida
Mi honor es fuerza que cobre.
RODRIGO.
CONDE.
¡Ah Rodrigo!
RODRIGO.
No h a y ofensas,
No h a y amistades, ni a m o r e s ,
Que en tocando á la lealtad,
No olviden los pechos nobles.
CUARESMA.
Temblando estoy.
J HIENA.
Endonadme;
D u e ñ a , esta espada. Vos, C o n d e ,
[Quita Jimena la espada a Cuaresma, y púnese delante
del Rey, defendiéndole de D. Sancho y el Conde.]
É v o s , d o n Sancho, a r r e d r a o s ;
P o r q u e Jimena n o n sofre
Q u e , en contra de su Rey, cuide
Orgullecer n i n g ú n borne.
Guardad vucsas nobres v i d a s ,
Rey Alfonso é Yillagómez;
Que mí valor sobejano
Fará tremer estos montes. [AcucMUanse.]
CUARESMA.
¡Ah m a c h o r r a !
ELVIRA.
Ten, Jimena.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
JIMENA.
ELVIRA. [Poniéndose en m i d i ó . ]
Tened, por Dios; que en los nobles
No h a n de tener más imperio
Las armas q u e las razones.
¿Por qué pretendéis, Alfonso,
Con exceso t a n enorme
Perder el n o m b r e de Rey,
Cobrar de b á r b a r o el n o m b r e ?
Si h a n de coronar la Infanta
De Castilla tus leones,
¿ P o r qué impides q u e el Navarro
La de Galicia corone?
Una p a r a esposa eliges,
Y otra para dama escoges.
¿ E r e s cristiano? ¿ e r e s R e y ?
¿Eres noble.... ó eres h o m b r e ?
Por u n intento que n u n c a
Has de alcanzar, pues conoces
Que no puede en mí la m u e r t e
Más q u e mis obligaciones,
¡El suelo y el cielo ofendes!
Vuelve en tí, R e y ; corresponde
Á quien e r e s , y á tí mismo
Te v e n c e , pues eres noble ;
Ó m u e v e el luciente acero
Contra m í , si te dispones
Á impedir q u e de mi mano
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
CUARESMA.
Arrojóse.
REY.
DON SANCHO.
CONDE.
Falta que á mí me p e r d o n e s .
138 LOS I'ECIIOS PUIVILEGIADOS.
REY.
ELVIRA.
RAMIRO.
Tu promesa n o lo estorbe,
S e ñ o r ; q u e n o quiero esposa
Que ajenas prendas adore.
REY.
Dalde la m a n o , Rodrigo;
Y porque del todo os h o n r e , .
Y quede memoria y fama
De Jimena, y de que ponen
Á los pechos q u e los crian
Tal valor los Yillagómez,
Ella y cuantas merecieren
Dar á los Infantes nobles
De vuestro linaje el pecho,
De h o y en adelante gocen
Privilegio de nobleza,
Para que el m u n d o los n o m b r o
Los pechos privilegiados.
LOS PECHOS PRIVILEGIADOS.
JIMENA.
RODRIGO.
BEY.
Señor, mirad
REY.
Ciego estoy:
No rae aconsejéis, Rodrigo.
Esto haced, si sois mi amigo.
RODRIGO.
REV.
Una de dos;
Hacerlo, ó no ser mi amigo.
RODRIGO.
Si yo no lo he merecido
Por mi sangre y mi valor.
Muy caro dais el favor,
A precio de honor vendido:
Que esc es modo con que suele
Levantarse a la privanza
Del Rey, solo quien no alcanza
Otras alas con que vuele:
Mas no quien pudo llegar
Por sus partes á subir,
Y merece con servir
Y no con lisonjear
Para hacer yo lo que debo
Solo á lo que debo miro:
Ni á otros efelos aspiro
Ni de otra causa me muevo.
RODRIGO.
CONDE.
Alfonso,
Ya no es tu vasallo el Conde:
Pues la palabra Real
Tan injustamente rompes,
Con tu mano, ó con tu vida
Mi honor es fuerza que cobre.
RODRIGO.
No hay ofensas.
No hay amistades ni amores,
Que, en tocando á la lealtad,
No olviden los pechos nobles.
JUIEKA.
ItEY.
¡ Teneos
Al R e y !
CONDE.
¿Al R e y ?
REY.
Si.
CONDE. (Deja caer la espada.)
El Rey sois
Aunque no lo parecéis:
Pero conmigo b a s t ó ,
Para que suelte el acero,
Solo el oir que sois vos.
REY.
Quedaos.
CONDE.
Permitid que al menos
Llegue á la calle con vos :
Porque quien salir os v i e r e
Entienda que mereció
Esta visita Melendo,
Y no su hija
Aquí no h a y que e s p e r a r :
Que es bien que m u e r a
Quien la amenaza v é y el golpe espera
PERSONAS.
BON JUAN, galán. L E O N O R , dama.
BON DOMINGO DE DON »LAS- CONSTANZA, dam«.
E L PRINCIPE DON GARCIA. INES, criada.
DON RAMIRO, viejo grave. BELTRAN, gracioso.
E L REY DON ALFONSO I I I DE UN SOMBRERERO.
L E O N , cíiijo. UN SASTRE.
Ñ U Ñ O , criado. UN GENTILHOMBRE.
MAURICIO, criado. CRUDOS.
La escena es en Zamora.
ACTO PRIMERO.
ESCENA PRIMERA.
DON JUAN con unas llaves, y BELTRAN : amóos
a la puerta de la casa inhabitada.
DON JUAN.
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTRAN.
DON JUAN.
En Castilla le traté,
Y era h o m b r e amable y gustoso.
BELTHAN.
Si vestido le embestís,
Haced cuenta que reñís
Con cuantos amigos tiene.»
DON JUAN.
Bueno es el c u e n t o ; m a s d i ,
¿ Á qué propósito ha sido ?
BELTBAN.
DON JUAN.
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTRAN,
¿Puedes culpar,
Pues q u e te ayudo á pecar,
Que te ayude á arrepentir ?
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA. i S9
DON JUAN,
E n t r a , y m i r a si á Leonor
Puedo hablar, y aquí te espero. [Vase Beltran]
ESCENA II.
ÑUÑO. DONJUÁN.
DON JUAN.
Es m u y c a r a ;
Que h a n de darse adelantados
Por u n año cien ducados.
NÜÑO.
Puede dar en i n t e r é s ,
Si es á su gusto.
DON JUAN.
¿Y quién es?
ÑUÑO.
DON JUAN.
¿ De Don Blas?
ÑUÑO.
Sí.
DON JUAN.
¡Qué apellido
Tan e x t r a ñ o !
ÑUÑO.
Extraño y n u e v o
Es sin d u d a ; m a s m e atrevo
Á apostar, q u e el m á s lucido
Linajudo caballero
Deste reino le t o m a r a ,
Como el n o m b r e le importara
Lo q u e importa al forastero.
DON JUAN.
Lo q u e apuntáis me contad,
Y dcjarcisme obligado.
ÑUÑO.
Más a u d a z , n i n g u n o fué
Al trabajo más sufrido,
Ó al peligro más valiente;
Mas después que se vio r i c o ,
Solo á la comodidad,
Al gusto del apetito,
Al descanso y al regalo
Se e n c a m i n a n sus designios;
T a n t o , q u e el acomodado
Se suele llamar él m i s m o ;
Y en orden á ejecutar
Eslo a s u n t o , es tan prolijo
El discurso de las cosas
Q u e , por n o cansar, n o os digo
Que ni basta á referirlas
El m á s elegante estilo,
Ni el ingenio á imaginarlas,
Ni á sumarlas el guarismo.
DON JUAN.
Ni es el asunto m u y n e c i o ,
Ni es m u y bobo don Domingo;
Que p i e n s o , que si p u d i e r a n
Hicieran todos lo mismo.—
Pero las llaves t o m a d :
Ved la casa; q u e imagino
Que le h a de a g r a d a r , si acaso
No le descontenta el sitio.
ÑUÑO.
ESCENA I I I .
DON JUAN.
BELTRAN.
Nada.
DON JUAN.
¿Cómo?
BELTRAN.
Ni Leonor h a parecido,
Ni I n é s , ni doña Constanza.
DON JUAN.
Tú r e t í r a t e , Beltran;
Que conviene que conmigo
No te vean.
JIELTIIAN.
¿ Hay tramoya ?
DON JUAN.
y tan b u e n a , q u e imagino
Que estas fiestas m e h a de ver
En la plaza tan lucido
Leonor, q u e como hoy.favores,
La merezca desatinos.
BELTRAN.
Si n o ruedas.
DON JUAN.
No por eso
El mérito h a b r é p e r d i d o ;
Antes i m p o r t a r m e p u e d e ;
P o r q u e si solo el peligro
Es medio para obligar,
Más obliga el daño mismo.
Pero vete ya, q u e importa.
BELTRAN.
ESCENA IV.
LEONOR.
INÉS.
Tus ojos te lo d i r á n . .
LEONOR.
i Quó cuidadoso g a l á n !
I n é s , ¡quién pudiera habí alie!
INÉS.
LEONOR.
INÉS.
Cuando la m a n o te de.
LEONOR.
ESCENA V.
ÑUÑO, que sale con las llaves y se las dá á D. JUAN.
LEONOR é INÉS, á la celosía.
ÑUÑO.
DON JUAN.
RUÑO.
DON JUAN.
LEONOR.
¿ Si ha comprado
Don J u a n esta casa, I n é s ?
DON JUAN.
La posada s é , y después
Que la noche h a y a ocultado
Al sol, p o r q u e las regiones
Gozen su luz del ocaso,
Le b u s c a r é ; y por si acaso
No dan mis ocupaciones
Lugar, irá u n escribano
De q u i e n mis negocios fío
Y q u e tiene poder m i ó ,
Y correrá p o r su m a n o
' El concierto y la escritura,
Y se le podrá entregar
Erdinero.
NUNO.
¿ Ha de llevar
Señas ?
DON JUAN.,
Persona es s e g u r a ;
Pero lo q u e entre los dos
Hemos tratado será
Lo q u e por señas dará,
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
ÑUÑO.
Así queda.
DON JUAN.
Adiós.
ÑUÑO.
Adiós.
ESCENA VI.
LEONOR. INÉS.
INÉS.
LEONOR.
Sin duda es
Más rico d o n J u a n , I n é s ,
Que cuenta la f a m a .
INÉS.
Es c i e r t o ,
Pues después que al viento h a dado
T a n t a s libreas y galas,
Dorando al a m o r las alas
Con q u e vuela á t u cuidado ,
Posesión d e tal valor
Ha c o m p r a d o , q u e pudiera ,
170 NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
Para q u e á gusto v i v i e r a ,
Estimarla u n gran señor.
LEONOR.
Yo en efeto, si á don J u a n
Doy la m a n o , soy dichosa.
INÉS.
LEONOR.
Ese es el p u n t o mejor;
P o r q u e si falta el amor,
Sobra todo lo demás. [Quítame de la ventana.]
ESCENA VII.
La reina mi m a d r e ha sido
Quien m e ha puesto esta intención ,
Y para la ejecución
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA; Í7l
Su favor mu ha prometido:
Que mi padre la ha obligado ,
Con su condición esquiva,
Á fabricar vengativa
Esta mudanza de estado.
Demás de q u e , en mis intentos
T e n d r é el favor popular
De mi p a r t e , por estar
De mi p a d r e descontentos
Por tantas imposiciones
Como á pagar les obliga;
Y para la oculta liga
Previene sus escuadrones
Ñuño F e r n a n d e z , el conde
De Castilla , suegro m i ó ;
Y así, pues de vos m e fío,
Si vuestra fé corresponde,
Como s u e l e , á la ocasión
Y amistad que me d e b é i s ,
Presto en mis sienes veréis
La corona de León.
[Apártase de Ramiro, dejándole que reflexione.]
DON RAMIRO.
Poder y resolución
Tiene el P r í n c i p e , y si quiero
Resistirle, considero
Mi m u e r t e en su indignación.
Del Rey don Alonso estoy
Mal satisfecho; y García,
Pues q u e d e m í t a n t o fía
Y t a n su privado soy,
Pondrá en mi m a n o el gobierno
Del r e i n o , y con su poder
Y mi i n d u s t r i a , podré hacer
MÍ casa y mi n o m b r e eterno.
Pues ¿ q u é tiene q u e d u d a r
Quien aspira á tanto bien ?
Aventure mucho quien
Mucho pretende ganar.)
Quien reconoce deberos
Lo q u e y o , siendo obediente
Y callado solamente,
Señor, h a de responderos.
Solo os advierto fiel
Que tengo de plata y oro
Acumulado u n tesoro,
Si importa serviros del.
PRÍNCIPE.
No es el saberme obligar
E n vuestra fineza n u e v o .
DON RAMIRO.
Ofreceros lo q u e os debo
No es obligar, es pagar.
NO HAT MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
PRÍNCIPE.' •
De cuantos m e p u e d a n ser
Para alcanzar l a V i t o r i a
Importantes : n o olvidéis
Hombre, q u e p o r principal,
O por su m u c h o caudal
Poderoso imaginéis.
Y á estos tales (porque quiero
Para poder confiarles
Mis pensamientos, ganarles
Las voluntades p r i m e r o )
Los convidad de mi parte
Para las fiestas q u e agora
Tengo de hacer e n Zamora ;
Que la estimación es arte
De obligar, y deste m o d o ,
Pues y o entro e n ellas, obligo,
Igualándolos c o n m i g o ,
Los nobles y al pueblo todo.
Las inclinaciones g a n o ,
Honrando las fiestas y o ,
P o r q u é siempre deseó
Príncipe alegre y h u m a n o ;
Y después i r é , Ramiro ,
Declarando á cada cual
Hombre rico y principal
La novedad á q u e aspiro.
Mas advertid , que de suerte
Ha de ser, que me aseguro
474 NO H A T M A L Q U E P O R B I E N NO V E N G A .
Del q u e resistir p r o c u r o ,
Ó su prisión ó su m u e r t e ,
Antes que pueda ei secreto
Publicar; y así, escuchad
Cómo la seguridad
Encamino deste efeto.
Á cada cual m a n d a r é
Que en u n puesto de Zamora
Yaya á e s p e r a r m e á deshora;
Y de allí le llevaré
Á vuestra p o s a d a , donde
Prevendréis para este intento
" U n retirado aposento;
P o r q u e si n o correspondo
Á mi g u s t o , lia de quedar
Preso e n é l , y vos seréis
Su alcaide, p o r q u e estorbéis
Que nadie le pueda hablar,
Hasta conseguir m i intento.
DON RAMIRO.
PRÍNCIPE.
DON RAMIRO.
Es verdad,
Pero
PRÍNCIPE.
Don R a m i r o , hablad.
Que n i n g u n o m á s que vos
Es mi a m i g o , ni h a y á quien
No deba yo preferiros.
DON RAMIRO.
¿ B a s t a r á , señor, deciros
Que á Leonor n o la está b i e n ?
PRÍNCIPE.
Bastará; mas q u e d a r é
Querelloso, con r a z ó n ,
De e n t e n d e r q u e en la ocasión
No os confiáis de mi fé.
176 ¡SO H A Y M A L Q U E POR B I E N NO VENGA.
DON RAMIRO.
TRÍNCIPE.
Él p r o b a r a mi rigor
Si n o fuera tan dichoso ,
Que conviniese á mi intento
Agora n o disgustallo;
Pero si llego á lograllo,
Dará público escarmiento.
DON RAMIRO.
PRÍNCIPE.
DON RAMIRO.
PRÍNCIPE.
Adiós,
Y empezad luego, R a m i r o ;
Que importa lograr los dias.
DON RAMIRO.
Confiad q u e como m í a s ,
Señor, vuestras cosas miro.
PRÍNCIPE.
Yo h e perdido u n g r a n soldado
En don Juan. ¿ Q u i é n entendiera
Que t a n ciegamente hubiera
NO HAY MAL QUE POR B I E N N 0 VENGA. 179
ESCENA VIII.
D O N JUAN.
PRÍNCIPE.
Asegurarlo podría
Mi a m o r y vuestra lealtad;
Mas la ajena voluntad
No está, don J u a n , en la mia.
De cuanto h e podido hacer
Vuestra amistad me es deudora ;
Mas Ramiro por agora
No está dése p a r e c e r ;
Pero perder no es razón
-*
180 N O H A Y M A L Q U E P O R B I E N NO V E N G A .
ESCENA IX.
DON JUAN.
Ya m e falta la paciencia
¡ Que n i m i s a n g r e y valor,
Ni del Príncipe el favor
Conquisten su resistencia!
Yeme p o b r e , y es avaro.
¡ Ah cielos! i Que el interés
Oscurezca así á quien es
Por su linaje tan claro!
Pues Leonor ha de ser m i a ,
¡ Yive Dios! á su p e s a r ;
Medio n o me ha de quedar
Que n o intente mi porfía.
Ciego estoy, y estoy p e r d i d o ,
Y y a la resolución
Llegó á la imaginación
Que mil veces h e tenido.
NO HAY MAL QUE P 0 H B I E N NO VENGA.
ESCENA X.
BELTJUN.
¿ Á solas estás h a b l a n d o ,
Señor ?
DON JUAN.
BELTBAN.
Sospecho
Que tuya la culpa ha sido;
Que si luego que llegaste
Á Zamora la p i d i e r a s ,
Cuando de tantas banderas
Victorioso en ella e n t r a s t e ,
Y cuando á su calidad
Igualaba t u r i q u e z a ,
Sin que hubiese á tu nobleza
Hecho la necesidad
Olvidar su obligación,
Y dar en tales abismos
Á tus enemigos mismos
18.2 N 0 H A Y MAL Q U E POR B I E N N 0 VENGA.
Lástima y á tu o p i n i ó n ,
No te negara á Leonor
Don Ramiro.
DON JUAN.
¿ Agora das
En p r e d i c a r m e ?
BELTRAN.
¿No estás
E n g a ñ a n d o ? Esto e s , señor.
Discurrir; q u e yo n o soy
Tan n e c i o , q u e predicando
Culpara t u s vicios, cuando
De la misma tinta estoy.
DON JUAN.
Que lo e r r é B e l t r a n , es cierto;
Mas, por fineza mayor,
Quise alcanzar p o r amor
Lo que pude por concierto.
Mostróse al principio d u r a
Leonor, y quedar corrido
Temí si n o era admitido;
Y así quise mi v e n t u r a
Asegurar, y en su pecho
Vencer la dificultad
Antes que la voluntad
De su padre : y a está h e c h o ;
Ya n o h a y r e m e d i o ; y a estoy
En tan miserable estado,
Que del empeño obligado,
NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N N O VENGA.
BELTRAN.
Dílo si te h e de ayudar,
Como e n lo d e m á s , en él.
DON J U A N .
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTRAN.
DON J U A N .
BELTRAN.
DON JUAN.
Calla. ¿ Q u i é n se ha de atrever
Á mi sangre y mi valor ?
BELTRAN.
DON J U A N .
Eso fuera,
Si seguro n o te diera
El amparo q u e te doy.
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTRAN.
DON JUAN.
Llaves maestras
Para el efeto h e de hacer.
BELTBAN.
Eso es fácil.
DON JUAN.
Ya el lucero
De la noche empieza á d a r
Luz por el sol: v é á cobrar
De don Domingo el dinero.
BELTBAN.
¡Pagarálo de contado,
Que poca m a ñ a sería
Que él esté e n Zamora u n dia
Sin habérsela pegado! [ Vanse. ]
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA. 187
ESCENA XI.
MAURICIO.
* Don Domingo mi s e ñ o r ,
Saldrá ahora.
SOMBRERERO.
Saber quiero
Si le agrada este s o m b r e r o ;
Que ni de hechura mejor,
Ni lana m á s bien obrada
En Zamora le h a l l a r á ,
Según pienso.
MAURICIO.
Él sale ya.
SOMBRERERO.
DON DOMINGO.
Primero
Se ponga el suyo.
SOMBRERERO.
Si h a r é ,
Pues lo mandáis.
DON DOMINGO.
¿Yo m a n d é
Hacer coroza ó sombrero?
SOMBRERERO.
No h u b i e r a desagradado
Á n i n g u n o sino á vos;
Que es pintado, ¡vive Dios!
DON DOMINGO.
SOMBRERERO.
DON DOMINGO.
SOMBRERERO.
Sí.
DON DOMINGO.
SOMBRERERO.
Creed q u e acertar q u e r r í a
Á daros gusto. [ Terse.]
ESCENA XII.
DON DOMINGO. MAURICIO.
MAURICIO.
DON DOMINGO.
MAURICIO.
Solo en la comodidad
Te juzgaba diferente
De los demás.
DON DOMINGO.
Solamente
Lo soy en eso, es v e r d a d ;
Mas por ella soy cortés.
N O H A T M A L Q U E POR R Í E N NO V E N G A .
MAURICIO.
¿ E n qué lo fundas?
DON DOMINGO.
Advierto.
Honrando yo desta suerte
Con lo q u e tan fácil e s ,
Las voluntades conquisto,
Y mil veces asegura
De u n a grave desventura
Á u n h o m b r e el estar bienquisto.
Dime t ú , ¿pudiera ser
Que viniendo yo á deshora
Por las calles de Zamora,
Me q u i e r a alguno ofender
Con ventaja, y al r u i d o
Acaso llegara q u i e n ,
Por cortés, m e quiera b i e n ,
Y con su espada, atrevido,
De tan fiera tempestad
Me l i b r a r a ?
MAURICIO.
Ser podría.
DON DOMINGO.
Mira si la cortesía
Viene á ser comodidad.
Mauricio, el más necio engaño
E s , p u d i e n d o , no g a n a r
Corazoues con gastar
192 NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N N 0 VENGA.
Un sombrero cada a ñ o ;
Que si obligar voluntades
La m a y o r riqueza es, "
Riesgos busca el descortés,
Y el cortés seguridades.
MAURICIO.
Sentencias son.
DON DOMINGO.
Así muestro
Que n o es tema todo e n mí.
¿Quién es?
ESCENA XIII.
UN SASTRE. DICHOS.
MAURICIO.
DON DOMINGO.
SASTRE.
DON DOMINGO.
Nunca fué
El replicar cortesía.
Cúbrase, por vida mia.
PÍO I I A Y M A L Q U E P O R BIEN NO VENGA.
SASTRE.
Porque lo mandáis lo h a r é .
DON DOMINGO.
¿Qué es m e n e s t e r ?
SASTRE.
La medida
De la capa.
DON DOMINGO.
Llegad pues.
SASTRE.
¿QuerÉisIa así?
[Tómale la medida hasta el tobillo.]
DON DOMINGO.
Modesto adorno ha de s e r ,
Y n o embarazo penoso.
Puesto á caballo, la siíla
Apenas ha de b e s a r ;
Al suelo n o ha de tocar
Si pongo e n él la rodilla;
Si la t e r c i o , cuando me es
Forzoso sacar la espada,
Deste lado d e r r i b a d a ,
No h a d e embarazar los pies;
Y si la quiero tomar
Por escudo, d e u n a vuelta
Que se dé sola, revuelta
E n el brazo h a d e q u e d a r ;
Que si es larga, sobre el daño
Que e n la dilación ofrece,
Mientras la cojo, p a r e c e
Que estoy d e v a n a n d o p a ñ o .
SASTRE.
Siendo a s í , n o h a de pasar
De la espada.
DON DOMINGO.
Así h a de s e r :
Vos tendréis m e n o s q u e h a c e r ,
Y y o m e n o s q u e pagar.
A l u m b r a d , ¡hola!
SASTRE.
Allá fuera
Hay l u z , y excedéis en esto.
NO H A T M A L Q Ü E POR B I E N NO V E N G A . 195
DON DOMINGO.
No me vestiréis t a n presto
Si rodáis por la escalera , -
Y así mi negocio hago. [ Vase el sastre.]
ESCENA XIV.
DON DOMINGO.
MAURICIO.
El edificio
E s nuevo.
DON DOMINGO.
Me satisfago,
Si el riesgo pasó p r i m e r o
De sus humedades o t r o ,
Porque ni domar el p o t r o ,
Ni estrenar la casa quiero.
4 96 N0 HAY MAL Q U E POR BIEN NO VENGA.
MAURICIO.
Habitada ha sido.
DON DOMINGO.
Pasa
Adelante.
MAURICIO.
Cuartos tiene
Bajo y alto.
DON DOMINGO.
No conviene
Para mi gusto esa casa;
Que e n bajo quiero v i v i r ,
P o r q u e en habiendo escalera,
No m e atrevo á salir fuera,
Por n o volverla á subir.
MAURICIO.
DON DOMINGO.
¿Y q u é gusto m e apercibe
Un almirez ai m o l e r ,
Y u n lacayo al p a t e a r ?
NO H A V M A L Q U E l'OIl B I E N N O VENGA.
MAURICIO.
DON DOMINGO.
Di,
¿Qué es condenarlo?
MAURICIO.
Teucllo,
Para n o servirse dolió ,
Cerrado, se llama así.
DON DOMINGO.
Condenado ¿ h e de pagarlo ?
MAURICIO.
Claro está.
DON DOMINGO.
ESCENA XV.
ÑUÑO.
El escribano está a q u í ,
Que viene & hacer la escritura,
Si te agrada por v e n t u r a
Aquella casa que vi.
DON DOMINGO.
BELTRAN.
Apenas soy
Escribano.
DON DOMINGO.
Yo le doy
Lo que es m u y justo que tenga.
Portugués debe de ser.
BELTRAN.
Pues ¿ p o r q u é ?
DON DOMINGO.
De lo prolijo
De la b a r b a , lo colijo.
N 0 H A Y M A L Q U E POR B I E N NO VENGA.
BELTRAN.
DON DOMINGO.
¿Viudo está?
BELTRAN.
Desdichas mias
He dieron t a n triste estado;
Que n u n c a el bien ha d u r a d o .
DON DOMINGO.
BELTRAN.
¿Cuáles son?
DON DOMINGO.
El de casarse
U n o , y otro el de enviudar.
BELTRAN.
DON DOMINGO.
¿Por q u é ?
BELTRAN.
P o r q u e se lian pasado.
200 N 0 H A Y MAL Q U E POR BIEN NO VENGA.
DON DOMINGO.
BELTRAN.
Vamos al negocio y a ;
Que el tiempo en vano se pasa.
DON DOMINGO.
En sitio está
De la ciudad retirado.
DON DOMINGO.
Está b i e n ; q u e es fastidioso
El r u i d o , y n o forzoso
Ha de s e r , sino b u s c a d o ;
Y el q u e variar desea,
Lo alcanza con eso l o d o ,
Pues q u e vivo dése modo
En ta ciudad y en la aldea.
NO HAY MAL QUE POR RÍEN N 0 VENGA.
ÑUÑO.
DON DOMINGO.
Eso es bueno.
ÑUÑO.
Tiene un jardín.
DON DOMINGO.
Lo condeno
Si no está m u y retirado;
Que si está cerca, es forzosa
La guerra de los mosquitos;
Y los pájaros con gritos,
Cuando sale el alba hermosa,
Me atormentan los oidos.
Otros oyen su armonía;
Mas y o , por desdicha mia,
Soío escucho los chillidos.
ÑUÑO.
DON DOMINGO.
Pasa adelante.
202 NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
ÑUÑO.
DON DOMINGO.
Enfados n o habrá m a y o r e s
Si está e n el patio primero;
Que es eterno batidero
De muchachos y aguadores.
ÑUÑO.
DON DOMINGO,
ÑUÑO.
No señor.
NO HAY MAL QUE POH BIEN NO VENGA. 203
DON DOMINGO.
Haced la e s c r i t u r a , entrad ,
Y el d i n e r o o s contaré.
BELTRAN. [Ap.]
S i n contar lo t o m a r é ,
A u n q u e falte la m i t a d ;
Que temo que ha de e n t e n d e r ,
Si m e d e t e n g o , la flor. [Pose.]
ÑUÑO.
Una a d v e r t e n c i a , s e ñ o r ,
De a q u e l b a r r i o te h e de h a c e r ,
Q u e te p u e d e ser m o l e s t a ,
E n q u e ahora h e r e p a r a d o :
Que h a y m u c h o s p e r r o s .
DON DOMINGO.
¡Qué enfado!
Mas c o m p r a d m e u n a ballesta;
Q u e el fastidio q u e e s c u c h a r l o s
Me p u d i e r a á mí c a u s a r ,
Les p i e n s o y o , Ñ u ñ o , dar
Á s u s d u e ñ o s c o n matarlos;
P o r q u e , según imagino,
La comodidad o r d e n a
Q u e n o sufra y o la p e n a
Que p u e d o echar al v e c i n o .
204 N O H A Y M A L Q U E P O R B I E N NO VENGA.
ACTO SEGUNDO.
ESCENA PRIMERA.
LEONOR. CONSTANZA.
LEONOR.
De s u e r t e , Constanza, estoy,
Que me falta el sufrimiento.
CONSTANZA.
LEONOR.
CONSTANZA.
No h a y consejo q u e le cuadre
A quien se abrasa de a m o r ;
Pero si es c i e r t o , Leonor,
N O H A Y M A L Q U E POÍl B I E N N O VENGA.
LEONOR.
¡Ay p r i m a ! n o has p e n d r a d o
De mi padre los intentos:
Trazas son y fingimientos,
Que fabrica su cuidado,
Los delitos con q u e aírenla
Á don J u a n por n o c a s a r m e :
Que tanto llega á d a ñ a r m e
Su condición avarienta,
Que por n o apartar de sí
El dote que del espero,
Lo resiste; q u e al dinero
Tiene más amor que á mí.
E s t a , p r i m a , es la ocasión ;
Que don J u a n n o puede ser
Que deje de proceder
Conforme á su obligación.
CONSTANZA,
E n mi presencia, e n Zamora,
Más excesos q u e t ú ahora
A tu padre has escuchado.
LEONOR.
No puede s e r , n o , Constanza;
Hablada vienes sin duda
De m i p a d r e , y en su ayuda
Solicitas mi m u d a n z a ;
Que está d o n J u a n t a n sobrado,
A u n q u e por servirme h a sido
Pródigamente p e r d i d o ,
Que estas casas h a comprado,
Que pared e n medio e s t á n .
En q u e d o n Domingo habita.
¡Mira t ú si necesita
De hacienda ajena d o n J u a n !
CONSTANZA.
LEONOR.
Mi suerte le h a b r á imputado
Falsas culpas; q u e b a s t ó ,
Constanza, q u e r e r l e y o ,
Para ser tan desdichado.
NO HAT MAL QUE POR BIEN N0 VENGA.
ESCENA II.
INÉS. DICHAS,
INES.
LEONOR.
CONSTANZA.
LEONOR.
Ha dado e n q u e r e r m e b i e n ,
V a u n q u e tiene calidad
Y es m u y rico y n a d a necio,
Por figura le desprecio; •
P o r q u e la comodidad
Con tal cuidado p r o c u r a ,
Que e n esta vida n o tiene
Otra a t e n c i ó n , y así viene
El extremo á ser locura.
CONSTANZA.
Por eso m i s m o , L e o n o r ,
P u e s , como dices, le a d o r a ,
20S NO H A Y MAL Q U E POR B I E N N 0 VENGA.
INÉS.
Y y o , si v i n i e r e ,
Te daré aviso.
LEONOR.
Entre pues;
Que n o reparo e n si es j u s t o ,
S i e n d o , Constanza, tu gusto.
Ponto á esa v e n t a n a , Inés.
ESCENA I I I .
DON DOMINGO.
LEONOR.
F u é forzoso: si ha tardado
La licencia, perdonad.
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
DON DOMINGO.
DON DOMINGO.
Y agora f
Si dais licencia, s e ñ o r a ,
Será b i e n q u e nos sentemos;
Que yo n o apruebo el decir
Que debemos enseñarnos
Á estar e n p i é , y á c a n s a r n o s ,
Para podello sufrir
Cuando es fuerza; porque ¿á qué
Pueden á mí condenarme,
Si es fuerza, mas que á cansarme
Entonces y estarme en pié?
Y pudiendo n o llegar
Jamás la fuerza, el enfado
Habré sin fruto pasado
Que m e pudiera excusar.
CONSTANZA.
No lo funda mal.
ÑUÑO.
¿ Si mudaste pensamiento ?
[Siéntanse, quedando Leonor en medio.'
DON DOMINGO.
Por si habéis i m a g i n a d o ,
De haberos y o visitado,
Que fué todo atrevimiento
Del a m o r p o r quien s u s p i r o ,
Sabed, que viniendo agora
De fuera, s u p e , s e ñ o r a ,
Que fué el señor don R a m i r o ,
Vuestro p a d r e n o b l e , á v e r m e ;
Y yo con esta ocasión,
Pagando mi obligación,
Della h e querido valerme
Para e n t r a r donde os ofrezca
Sacrificios mi cuidado;
P o r q u e ya que n o p a g a d o ,
Contento al m e n o s padezca.
Nunca entendiera
Que tan atrevido fuera ,
Ni con tanta libertad,
NO HAY MAL Q U E POR B I E N N0 VENGA.
DON DOMINGO,
No os espantéis; q u e se precia
De desnuda la v e r d a d ;
Y como ya mis enojos,
Mirándoos, dije algún d i a ,
Me pareció q u e n o habia
Siempre de h a b l a r con los ojos.
Y al fin deciros mi a m o r ,
Puesto q u e a b r a s a r m e v e o ,
E r a mi m a y o r deseo;
Y así tuve p o r mejor
Que atrevido á declarallo,
Sufráis vos mi a t r e v i m i e n t o ,
Que padecer yo el tormento
Que m e daba el deseallo.
LEONOR.
CONSTANZA. [Ap.]
Aquí es ello.
DON DOMINGO.
No entendéis,
Según colijo, L e o n o r ,
El fin á q u e aspira a m o r ,
Pues tal condición ponéis.
Cuando paguéis mi cuidado
T r a s d e tanto t r a s n o c h a r ,
¿ Qué fruto podéis sacar
De amante t a n serenado?
Si os h a n de tocar mis d a ñ o s ,
¿No es mejor q u e r e r m e a h o r a ,
Cuando tengo y o , señora,
Más salud y menos a ñ o s ?
LEONOR.
DON DOMINGO.
Y no lo que vivirás.»
Y así, Leonor bella , advierto,
A u n q u e aspiro á tal favor,
Que el bien presente m e n o r
%\b NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N N O VENGA.
Prefiero al m a y o r incierto.
Hoy vivo: esperanza es v a n a
La de m a ñ a n a , y n o doy
Las certidumbres d e h o y
Por las dudas de m a ñ a n a .
LEONOR.
DON DOMINGO.
Atormentarse n o mas
¿Es medio d e m e r e c e r ?
¿No h a y regalos? ¿No h a y servicios?
¿No h a y fiestas? ¿No h a y galanteos?
¿No merecen los deseos?
¿No obligan los beneficios?
¿ P o r fuerza h e de t r a s n o c h a r ?
¿ Qué m e h u b i e r a á mí importado
Haber dos veces pagado
Esa casa, si el estar
Á la vuestra tan cercana
No ha de excusar que me halle,
Como decis, e n la calle
Tantas veces la m a ñ a n a ?
LEONOn.
DON DOMINGO.
Un l a d r ó n , u n embustero ,
Un sutil Caco, el dinero
NO H A Y MAL Q U E POR B I E N NO V E N G A . 215
Cobró de mí adelantado,
No siendo s u y a , de u n a ñ o ;
Y otra vez se la p a g u é ,
Porque dclla me a g r a d e ,
Al dueño. [ Levántase Leonor con furia. ]
LEONOR.
(Áp. Cierto es mi d a ñ o ,
Cierta es d e don J u a n la afrenta;
Testigo soy della y o ,
Y con esto confirmó
Cuanto del la fama cuenta.)
Idos con Dios, idos p r e s t o ,
Don Domingo de Don Blas:
No quiero escucharos m á s ;
Que m e habéis m u e r t o . [ Vase. ]
DON DOMINGO.
¿ Q u é es esto?
Que m e juzga considero
Ya su esposo: bien lo a r g u y o ,
Pues que siente como suyo
El gasto de mi dinero.
Decidla q u e tal cuidado \Á Constanza.]
No la do mi desperdicio,
Porque en siendo en su servicio,
Daré por m u y bien empleado
Mucho más. E n t r a d , entrad.
CONSTANZA.
Si d i r é , m a s sin creer
216 NO HAY BUL QUE POH BIEN NO VENGA.
DON DOMINGO.
CONSTANZA.
¿ P o r mí t a m b i é n ?
DON DOMINGO.
La beldad
Que en vos miro lo merece.
CONSTANZA.
DON DOMINGO.
Sábeme, Ñ u ñ o , q u i é n es
Esta dama.
NUNO.
Tu intención
Conozco e n tu condición:
Saberlo es fácil de Inés. [Vase.]
N O H A Y M A L QUE P O R B I E N NO VENGA. 217
; INÉS
DON DOMINGO.
Saldré
Á recibiüe. Favor
F u é sin duda q u e Leonor
Lo sintiese, si n o fué
De condición recatada
El disgusto q u e m o s t r ó ,
Sintiendo q u e gaste yo
Por n o quedar obligada.
ESCENA IV.
DON RAMIRO.
DON DOMINGO.
Haber sabido
Que p r i m e r o h e merecido
De vos el mismo favor
Fué causa de anticiparme
Á pagar mi obligación,
Por saber si es la ocasión
Tener algo q u e m a n d a r m e .
218 NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
DON RAMIRO.
El príncipe d o n García
Para las fiestas q u e agora
Trata de hacer e n Zamora
Á convidaros m e e n v í a :
Esta la ocasión h a sido
De buscaros.
DON DOMINGO.
Tal favor
Del príncipe m i señor
¿ Cuándo yo lo h e merecido ?
Yo aceto d e b u e n a gana
Lo q u e á m í m e está t a n b i e n ;
Mas vos haced q u e m e d e n
Á la sombra la ventana.
DON RAMIRO.
¿ Q u é v e n t a n a ? Estáis e r r a d o :
Cañas habéis de j u g a r .
DON DOMINGO.
DON RAMIRO.
DON DOMINGO.
¿ E n q u é le tengo ofendido,
Que quiere v e r m e r o d a r ?
Apenas capaz me hallo
De gobernar solo á m í ,
¡ Y iré á gobernar allí
AI toro, á mí y al caballo!
No h a y cosa de que me asombre
Con más razón , que del uso
Que la ley del duelo puso
E n t r e u n a fiera y u n h o m b r e .
Si á mi posada viniera,
R a m i r o , el toro á b u s c a r m e ,
A u n entonces el v e n g a r m e
Puesto e n razón pareciera;
Mas si y e n d o y o á buscallo,
No estando del ofendido,
El toro es t a n comedido,
Que hiere solo al caballo,
Y n o á m í , ¿ p o r qué el cruel
F u e r o del duelo m e obliga
Á que arriesgado le siga,
Y me acuchille con él?
Si á u n h o m b r e que tanto vale
Como v a l g o , determino
Desafiar, u n p a d r i n o
Que las armas nos iguale
220 NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N N O VENGA.
Al campo llevo c o n m i g o ,
¿Y h e de r e ñ i r con la espada
Contra fuerza aventajada,
Siendo u n b r u t o mi enemigo?
Doy q u e y o llegue á matallo:
¿Es b i e n q u e arriesgue la vida
Uno por vengar la herida
Que u n toro le dio á u n caballo?
E n t r e dos h o m b r e s j a m á s
Pongo p a z , por n o a r r i e s g a r m e ;
¿Y u n caballo ha de obligarme?
¿ Vale p o r v e n t u r a m á s ?
El peligro de la vida
Quiero dejar, y dejar
La desdicha de rodar
La p e n a d e la caida.
¿Hay cosa m á s desdichada
Que u n h o m b r e medio a t u r d i d o ,
Bañado en polvo el vestido,
Y con la gorra abollada,
Esforzarse y n o acertar
Con la g u a r n i c i ó n , turbado
El color, y rodeado
De mil picaros, buscar
El toro, los acicates
Arando el suelo, y formando
Rayas, quizá p r o c u r a n d o
Escribir sus disparates ?
Si á estos gustos m e convida,
El príncipe me p e r d o n e :
Quien la vida á riesgo pono
Donde n o le v a la vida,
NO ü A y MAL Q U E POR BIEN NO VENGA.
DON RAMIRO.
Al príncipe lo diré
Desa suerte..
DON DOMINGO.
Más compuesta
Le podéis d a r la respuesta.
Decidme, ¿cuánto podré
Gastar y o para lucir
Estas fiestas?
DON RAMIRO.
Mil ducados.
DON DOMINGO.
DON RAMIRO.
Injusto n o m b r e os ha dado
La fama, que loco os l l a m a ;
Que mejor puede la .fama
•Llamarosdesengañado. [ Vanse.]
Calle.
ESCENA V.
DONJUÁN. BELTRAN.
RELTBAN.
•DON JUAN.
¿Ramiro le admite y a ,
Y la licencia le dá
Que jamás y o merecí ?
Él lo codicia, Beltran,
Para esposo de Leonor.
¡Ah d o n R a m i r o ! ¿Es mejor
Don Domingo que don J u a n ?
N O H A T M A L Q U E P O R B I E N NO V E N G A .
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTRAN.
Socarrón
Le llamo y o , que no loco.
DON JUAN.
Beltran, yo resuelvo e n t r a r
Á hablar á doña Leonor:
Si es el q u e dice su amor,
Las o b r a s lo h a n d e mostrar.
Si es firme su p e n s a m i e n t o ,
Si p o r esposo m e q u i e r e ,
Déme la m a n o , y n o espere
Que de su padre avariento
La insaciable condición
Á don Domingo la e n t r e g u e ,
Y á mi amor con esto niegue
El cabello la ocasión.
%U NO H A Y M A L Q U E POH B I E N NO VENGA.
BELTBAN.
¿Pues mudas y a p a r e c e r ,
Señor?
DON JUAN.
¿;Cómo?
BELTBAN.
¿No decías
Que á d o n Ramiro q u e r í a s ,
Robándole, empobrecer,
Para q u e él mismo te ofrezca
Á doña Leonor así,
Haciéndote rico á tí
Lo mismo q u e le empobrezca ?
DON JUAN.
S í , Beltrán; m a s el postrero
Ese remedio ha de s e r ,
Si d e otra suerte vencer
La dificultad n o espero.
Y por lo m e n o s , agora
Me conviene averiguar,
Para poderlo estorbar,
Si don Domingo la adora,
Y gozar su m a n o espera;
Porque si u n a vez la alcanza,
Tarde el remedio viniera.
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
BELTRAN.
Él viene allí.
DON JUAN.
Pues yo quiero
Agora notificarle
Mi a m o r , Belfran, por quitarle
Estorbos al bien q u e espero.
ESCENA VI.
DON DOMINGO.
Sí, señor.
DON DOMINGO.
Es hermosa.
ÑUÑO.
La mudanza
Colegí de tu cuidado
En m a n d á n d o m e informar.
TOMO I . 15
226 NO H A Y MAL Q U E POR B I E N NO VENGA.
B O N DOMINGO.
ÑUÑO.
DON DOMINGO.
No permito á la pasión
Yo j a m á s que me la quite.
NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N NO V E N G A .
ÑUÑO.
Si amor
Tienes á e n t r a m b a s , señor,
Entrambas las perderás.
DON JUAN.
Si m u y de prisa n o vais,
Señor d o n Domingo, oid
Una palabra.
DON DOMINGO.
Decid;
Que lo q u e vos importáis,
Señor don J u a n , lo primero
Ha de ser.
DON JUAN.
Nadie e n Z a m o r a ,
Según es público, ignora
Que por la belleza m u e r o
De doña Leonor, la hermosa
Hija de Ramiro; y siendo
Yo quien soy, con causa entiendo
Que es obligación forzosa
De cualquiera caballero
No oponerse á mi afición.
DON DOMINGO.
DON JUAN.
Fío de vos
Que lo haréis.
DON DOMINGO.
Como quien s o y ;
Dello la palabra os doy.
DON J U A N .
DON DOMINGO.
Guárdeos Dios.
ÑUÑO.
No era r a z ó n ,
Sino especie de l o c u r a ,
Reñir por u n a hermosura
N O H A Y M A L Q U E P O l t B I E N N0 VENGA. 229
ESCENA V I I .
BELTRAN.
Desesperado,
Y sin paciencia m e v e o :
Ó á Leonor h e de p e r d e r ,
Ú obligarla á resolver
Á dar fin i mi deseo.
BELTRAN.
Esto es h e c h o : ya Leonor
Está aquí. [Sale Leonor.]
LEONOR.
Don J u a n , ¿ q u é intento
230 NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N NO V E N G A .
Os ha dado atrevimiento
De e n t r a r e n mi casa?
D O N JOAN.
Amor,
T o r m e n t o , r a b i a , despecho,
F u r i a , desesperación;
Que no sufre la pasión
Ya las prisiones del pecho.
E n los peligros son años
Los p u n t o s sin dilaciones,
Breves determinaciones
Remedian eternos daños.
Resuelto v e n g o , Leonor.
Ramiro á m i voluntad
Se o p o n e ; mas si es verdad
Que me queréis, y el a m o r
lia conformado á los dos,
Mostradlo a q u í ; que os prometo
Que ó sin vos volveré m u e r t o ,
Ó vivo, Leonor, con vos.
LEONOR.
Mientras batallan, d o n J u a n ,
Dos contrarias calidades,
Las" mismas contrariedades
Materia á sus fuerzas d a n ;
Mas e n llegando á vencer
Una dellas, la vencida,
Cuanto más pierde la v i d a ,
Más fuerza aumenta al poder,
Incentivo á la v e n g a n z a ,
N O D A Y M A L Q U E P O B B I E N NO VENGA.
Materia á la actividad
De la opuesta calidad
Que della victoria alcanza.
Así el a m o r q u e os tenia,
Mientras á las persuasiones
De tantas m u r m u r a c i o n e s
Que os infaman resistía,
E n ellas mismas hallaba
Ocasión de estar m á s ciego,
Y la resistencia el fuego
De mi pecho acrecentaba.
Mas al fin, con tal violencia
Verdades claras, q u e son
Noche d e vuestra opinión,
Vencieron mi resistencia,
Que cuanto fué de quereros
Más incentivo el a m o r ,
Tanto es materia m a y o r
Agora de aborreceros.
¿Mi pecho ha de preferir,
Mi afición ha d e estimar,
Mis ojos h a n de m i r a r ,
Mis oidos h a n de oir
Á quien deslustra su fama
Con u n a y otra bajeza,
Y su n a t u r a l nobleza
Con sus costumbres infama?
¿Y á quien y a causarme enojos
Tampoco llega á temer,
Que n o recela p o n e r
Sus afrentas á mis ojos?
Pues la m á s vecina casa
232 NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N N O VENGA.
ESCENA VIII.
DON JUAN.
BELTRAN.
Es por demás.
DON JUAN.
¡ Ay de m i !
¿ Posible es que tal oí ?
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTRAN.
Pues ¿ q u i é n pensara
Q u e , ya que Leonor culpara
Los yerros que cometí,
No hubiera al menos e n cuenta
Del descargo recibido
Ver que yo n o h a y a t e m i d o ,
Por servirla m á s , mi afrenta?
234 NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N N O V E N G A .
BELTRAN.
« Necia, ¿por v e n t u r a yo
Pudiera culpar tu fé,
Siendo tu fortuna escasa?
Cuando galas n o trujeras,
Ó con las tuyas v i n i e r a s ,
Ó estuviéraste e n tu casa.»
Y al fin, como t ú saliste
Castigado del desden
De Leonor, salió también
Corrida, desnuda y triste.
Y ¡pluguiera á Dios q u e dieran
Siempre con igual rigor
Esta p e n a al mismo e r r o r !
Que y o sé b i e n , q u e advirtieran
Menos falsos m á s de c u a t r o ,
Que con ajeno vestido
El aplauso h a n merecido
Del pulpito y del teatro.
DON JUAN.
Lo hecho, Beltran, y a es h e c h o :
Lo q u e resta es remediar
Lo p o r v e n i r , y dejar
Esto agravio satisfecho
De don Domingo, que habló
Tan libremente de mí
Á doña Leonor.
BELTRAN.
Si á tí
Caco sutil te llamó,
236 N O H A Y M A L Q U E P O R B I E N NO V E N G A .
DON JUAN.
ESCENA IX.
MAURICIO.
Señor, si quieres c e n a r ,
Es h o r a ya.
DON DOMINGO.
Majadero,
llora es cuando yo q u i e r o :
El tiempo ha de señalar
El reloj, q u e n o d a r l e y e s ;
Que en esta puntualidad
Contra la comodidad
NO H A Y MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
Recibióle,
Y n o sin gusto.
DON DOMINGO.
¿Y leyóle,
Ñuño amigo?
ÑUÑO.
Y le leyó.
DON DOMINGO.
ÑUÑO.
DON DOMINGO.
¿Y q u é fué?
ÑUÑO.
Callar.
DON DOMINGO.
No i m p o r t a :
Yida tiene m i esperanza.
Ñ u ñ o , n o camina mal
Á su puerto mi deseo,
Si aquel epigrama creo
Que hizo d e Nevia Marcial.
« Escribí, n o respondió
Nevia; luego d u r a está;
Mas pienso q u e m e q u e r r á ,
Pues lo q u e escribí leyó.»
Haz que me den de c e n a r ,
Mauricio , agora; que agora,
Que tengo y o g a n a , es hora.
ÑUÑO.
DON DOMINGO.
Lo q u e faltaba t a r d ó ,
Que es g a n a , y su n o m b r e infiere
Que viene cuando ella q u i e r e ,
Y n o cuando quiero yo.
N0 П А Т MAL Q U E POR B I E N NO V E N G A . 239
MAURICIO.
Un mancebo , al parecer
I l u s t r e , q u e te ha buscado
Esta tarde con cuidado,
Dice que te quiere ver.
DON DOMINGO.
¿ Qué m e querrá ?
MAURICIO.
Yo sospecho
Que u n papel te viene á dar.
DON DOMINGO.
ESCENA X.
UN GENTILHOMBRE. DICHOS.
GENTILHOMBRE.
Este e n secreto m i r a d ;
Que á su d u e ñ o h e de ilevaHe
La respuesta.
(Da un papel á D. Domingo; él toma una luz, y lee
aparte.)
DON DOMINGO.
¿Adonde vais?
DON DOMINGO.
Á acompañaros i r é
Como debo.
GENTILHOMBRE.
No saldré
Yo de aquí, si n o os quedáis.
NO H A Y M A L Q U E POTl B I E N NO V E N G A .
DON DOMINGO.
Servir es obedecer,
Y no obliga quien porfía.
El príncipe don García
Mi persona ha menester.
Sacadme presto u n a espada,
Una cota y u n broquel.
[Ap. Si h e de ir acaso con él
Á alguna ocasión pesada,
Es cordura ir prevenido.)
ÑUÑO.
DON DOMINGO-
En tocando el p u n d o n o r ,
Ñ u ñ o , de todo me olvido,
• Siempre vivo á lo que estoy,
Según mi sangre, obligado;
Que por sor acomodado,
No dejo de ser quien soy.
ÑUÑO.
Es la cota m u y pesada;
No la sufrirás, señor.
DON DOMINGO-
En tocando al p u n d o n o r ,
Ñ u ñ o , no m e pesa nada.
[Saca Mauricio las amas. ]
Tomo I. 1G
NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N N O V E N G A
NÜÑO.
DON DOMINGO.
Nada me lias de p r e g u n t a r .
MAURICIO.
¿liémoste de a c o m p a ñ a r ?
DON DOMINGO.
Solo h e de ir.
ÑUÑO.
De tí confio "
Que de todo bien saldrás.
DON DOMINGO.
E n tocando al p u n d o n o r ,
Ñ u ñ o , revive el valor,
Y m u e r e e n m í lo demás. [Fanse.]
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA. 243
Calle.
ESCENA XI.
DON JUAN.
E n t r a , Beltran, y el billete
Le entrega en su propia m a n o .
BELTRAN.
DON JUAN.
Dices bien.
BELTRAN.
Señor, espera,
Que u n a luz llega al zaguán.
DON JUAN.
BELTRAN.
DON JUAN.
Quiero hablalle.
BELTRAN.
ESCENA XII.
DON JUAN.
Ya tengo m á s ocasión
Que á la venganza m e obligue;
Que esto muestra q u e prosigue
NO HAY MAL QUE POB. BIEN NO VENGA.
La comenzada afición
De Leonor.
BELTBAN.
Infieres bien.
DON DOMINGO.
DON JUAH.
DON DOMINGO.
¿Es d o n J u a n ?
DON JUAN.
Sí.
DON DOMINGO.
Y a me habéis
Hallado: ¿ q u é me queréis?
DON JUAN.
No es lugar acomodado
Este para lo q u e os quiero;
Solos al campo los dos
Salgamos; que allí con vos
Tengo u n negocio.
DON DOMINGO.
Yo espero
Una precisa ocasión
246 N O H A Y M A L Q U E P O R B I E N NO V E N G A .
E n este mismo l u g a r ,
Á que n o puedo faltar;
Decidme aquí la razón
Que tenéis de sentimiento,
Que os obligue á desafio;
Que s i , como yo confio,
Es injusto el fundamento,
Con desengañaros, quiero
No faltar y o á la ocasioh
Que espero, y la obligación
Que d e sacar el acero
Nos pondrá el h a b e r salido
Al campo, excusar, supuesto
Que si os engañáis e n esto,
No m e doy p o r ofendido.
DON JUAN.
P o r q u e sé q u e la ocasión
De mi agravio es v e r d a d e r a ,
La d i r é ; q u e si pudiera
Esperar satisfacción,
La callara hasta salir
Al c a m p o ; q u e el a g u a r d a r
Satisfacción es m o s t r a r
Poca gana de r e ñ i r .
Vos, cuando á Leonor hablasteis,
P o r q u e a r r e n d a d o os había
Esta casa sin ser m í a ,
Caco sutil me llamasteis.
DON DOMINGO.
N u n c a la verdad n e g u é .
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
DON JUAN.
DON DOMINGO.
¿Luego p o r q u e os igualé
AI sutil Caco, ofendido,
Don J u a n , me desafiáis?
DON JUAN.
DON DOMINGO.
Pues el pensamiento m i ó ,
Según eso, m e engañaba.
DON JUAN.
Cómo?
DON DOMINGO.
P o r q u e n o esperaba
De Caco este desafio.
DON JUAN.
DON DOMINGO.
Si á r e ñ i r
Al campo hemos de salir,
Reñiremos sobre todo.
%&& NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N N0 VENGA.
DON JUAN. .
Vamos p u e s ; q u é n o permite
Mi enojo más dilación.
DON DOMINGO.
Ni á mí cierta obligación
Que deste puesto m e quite,
Como h e dicho, por ahora;
Y a s í , p o r q u e y o n o sé
Cuánto e n él m e d e t e n d r é ,
Señalad el puesto y h o r a
Para m a ñ a n a , y veréis
Que salgo, como quien soy,
Á buscaros; dello os doy
La palabra.
DON JUAN.
No saldréis;
Que el ser m u y acomodado
Arguye poco valor.
DON DOMINGO.
En tocando al p u n d o n o r ,
Estáis, don J u a n , engañado.
Conmigo el valor n a c i ó ,
Las fuerzas h e de a d q u i r i r ;
Que ellas h a n de conseguir
Lo que el valor emprendió.
Y cuanto más me acomodo
Cuando inquietudes no tengo,
Tantas más fuerzas prevengo
NO HAY MAL Q U E POR BIEN NO VENGA.
DON JUAN.
DON DOMINGO.
Nunca á lo q u e prometí
Falté, y reservo también
Ese agravio al desafio.
DON JUAN.
No tiene paciencia el m i ó :
Aguardar n o m e está bien
Ocasiones dilatadas,
Cuando me importa vengarme.
DON DOMINGO.
De la calle á cuchilladas,
Es v a n a vuestra porfía.
BELTRAN.
¿ Qué esperamos ?
DON JUAN.
El acero
No saques t ú ; q u e n o quiero
Heñir con superchería.
[Acuchillanse D. Domingo y D. Juan.]
DON DOMINGO.
No i m p o r t a : a m i l como á d o s ,
Basto solo cuando llego
Á sacar la espada.
BELTRAN. [Ap.]
¡ Fuego!
U n r a y o e s , vive Dios:
En Cantalapiedra ha dado
Don J u a n . Pero ¿Quién pensara
Que á todo se acomodara
Tan bien el acomodado ?
DON JUAN.
i No vi t a n valiente acero
Jamás 1
DON DOMINGO.
Don J u a n , gente v i e n e ,
Y advertid q u e no os c o n v i e n e ,
Si es acaso quien espero,
NO HAT MAL Q U E P O R B I E N NO V E N G A .
DON JUAN.
Yo os aguardo.
DON JUAN.
Adiós.
DON DOMINGO.
Adiós.
252 NO H A Y MAL Q U E POR B I E N NO V E N G A .
BELTRAN.
Valor tiene.
DON JUAN.
Viyo ó m u e r t o
He de salir de cuidado.
BELTRAN.
ACTO TERCERO.
ESCENA PRIMERA.
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTBAN.
En e r r a r ó acertar esta j o r n a d a
Te va ser César esta noche, ó nada.
DON JUAN.
BELTRAN.
D.ON JUAN.
Comencemos la e m p r e s a ; q u e Morfco
Sepulta en las corrientes del Leteo
Los h u m a n o s sentidos.
BELTBAN.
DON JUAN.
El cobarde temió.
•BELTRAN.
¡ Que t a n valiente
Riñendo aquella noche se m o s t r a s e ,
Y q u e después trocase
Tanto en temor el b r i o ,
Que n o solo faltase al desafío,
N O H A Y M A L Q U E P O R B I E N NO V E N G A . 255
Pero se h a y a ocultado
De s u e r t e , que la industria y el cuidado
Y el desvelo h a y a sido
En buscalle p e r d i d o !
DON JUAN.
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTRAN.
P r u e b o la p r i m e r a
En el postigo: si estampada en cera
La original se h u b i e r a fabricado
Nos sacara m á s presto de cuidado.
DON JOAN.
BELTRAN.
El cfeto lo m u e s t r a ,
Pues n o le h a n resistido
Las g u a r d a s , y la puerta se ha rendido.
DON JUAN.
BELTRAN.
DON JUAN.
BELTRAN.
DON JUAN.
Pasemos a d e l a n t e ,
P o r q u e en el aposento m á s distante
Del de Ramiro hemos de e n t r a r p r i m e r o ;
Que h a y menos riesgo, y tiene por v e n t u r a
La distancia m a y o r p o r más segura.
NO HAY MAL QUE POB BIEN N 0 VENGA. 257
BELTRAN.
DON JUAN.
Entra m u y quedo.
BELTRAN.
DON JUAN.
Pasa
Al otro m á s adentro.
BELTRAN.
Mas ¿ q u é fuera
Que Ramiro tuviera
Debajo de su cama su d i n e r o ?
DON JUAN.
BELTBAN.
DON JUAN.
ESCENA II.
DON DOMINGO.
¿Quién CS?
DON JUAN,
Sentidos somos.
DON DOMINGO.
Don R a m i r o ,
¿Á m a t a r m e venís?
DON JUAN.
¡Qué es lo q u e m i r o !
¿No es d o n Domingo ?
BELTRAN.
Él e s , i por Dios!
DON JUAN.
Cobarde
¿Así á Leonor pusisteis en olvido?
¿ Así vuestra palabra habéis cumplido,
Que p o r q u e nada pueda disculparos,
En el mismo delito vengo á hallaros?
1
DON DOMINGO.
Desafiado,
NO H A Y M A L Q U E P O R B I E N NO V E N G A . 259
DON DOMINGO.
DON JUAN.
DON DOMINGO.
DON JUAN.
Ya lo h e leido,
Y la firma conozco de su alteza.
D O N DOMINGO.
To obedezco, y le sigo,
Y en llegando á la p u e r t a
De R a m i r o , p a r ó , y en u n momento
La v i , d o n J u a n , abierta.
E n t r a m o s , y Ramiro su p r i v a d o ,
Con paso recatado
Y silencio confuso,
En este sitio en q u e me halláis , nos puso.
Solos aquí los t r e s , rompió su alteza
Á los labios el sello,
Y dijo No podréis, d o n J u a n , creello,
Pues y o , a u n q u e reconozco su grandeza ,
Cuando intentos oí t a n atrevidos
Pensé q u e se engañaban mis oidos,
Y agora al referiros esta historia
Crédito apenas doy á la memoria.—
«Ya sabéis, dijo, que mi p a d r e Alfonso,
Deste n o m b r e el tercero,
Rey de L e ó n , el ya eansado acero
Al ocio rinde y e n la vaina olvida,
Como quien ve el ocaso de su v i d a ,
Cuando contra las huestos sarracenas
El juvenil orgullo basta apenas.
También sabéis, que su caduca mano
Del reino intenta gobernar en v a n o
El timón, q u e de fuerza necesita
Que con Neptuno y Aquilón compita ;
Y así y o , p o r q u e espero
Sucederle en el r e i n o , y considero
Que es mejor p r e v e n i r inconvenientes
Que daños remediar ya sucedidos,
Resuelvo trasladar de la persona
262 NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
De mi p a d r e k m i frente la c o r o n a ,
Sin a g u a r d a r su muerte. Prevenidos
Tiene ya en mi favor sus escuadrones
Castilla; facilitan prevenciones
De la r e i n a mi m a d r e mis intentos;
Y mis vasallos todos, m a l contentos
De Alfonso, m e a s e g u r a n ;
Y cuantos ricos, nobles, poderosos
Esta ciudad conoce, deseosos
Del bien c o m ú n , conmigo se conjuran;
Y este fué de llamaros el intento ,
Para q u e , haciendo el mismo j u r a m e n t o
Que los demás, conmigo
Quedéis por aliado y por amigo.»
N u n c a , don J u a n , pensara
Que la lealtad dormida
E n ocios de la v i d a ,
Con t a n ardiente furia despertara
Á u n a voz h a l a g ü e ñ a ,
Que el daño esconde cuando el premio enseña.
¿Veis cómo en sus e n t r a ñ a s
El alquitrán oculto disimulan
Cuando en las c u m b r e s , que al Olimpo emulan
Ostentan blanca nieve las m o n t a ñ a s
Que d a n tumba á la vida y al deseo
Del soberbio sacrilego Tifeo;
Y si es entonces de centella b r e v e
Concitado el azufre, espesa n u b o
Y ceniza es después cuanto fué n i e v e ,
Dando el asombro tantos escarmientos,
Cuanto el estruendo espantos á los vientos?
Pues el incendio v e i s , y veis la furia
N0 H A T MAL Q U E POR B I E N NO VENGA.
DON. JUAN.
DON DOMINGO.
Faltando yo de a q u í , de recelarse,
Prevenirse y g u a r d a r s e ,
Preso m e h e de q u e d a r ; que esfuerzo tengo
Con q u e á mayores males me prevengo,
Por salir con la empresa. Mas decidme,
¿Cómo entrasteis a q u í ?
DON JUAN.
Pasos errados
Á fines me trajeron acertados.'
No os puedo decir m á s , y a d i ó s , amigo;
Que yo á l i b r a r o s , ó morir m e obligo.
DON DOMINGO.
ESCENA III.
DON JUAN.
Ve cerrando las p u e r t a s ,
Porque hallarlas abiertas
A don Ramiro n o le dé recelos.
BELTRAN.
¿ Y el h u r t o queda en cierne ?
DON JUAN.
Ya los cíelos
268 NO H A T M A L Q U E POR B I E N NO V E N G A .
Mi inclinación m u d a r o n ,
Que al fuego de lealtad m e acrisolaron;
De q u e vengo á e n t e n d e r , q u e p o r q u e hubiese
Quien de Alfonso los daños impidiese,
Permitieron mi e r r o r , p o r q u e se vea
Que mal n o s u f r e n , q u e p o r bien n o sea.
BELÍRAN.
ESCENA IV.
PRÍNCIPE.
¿ Fueron R a m i r o , á llamarle 1
DON RAMIRO.
No puede t a r d a r , señor.
PRÍNCIPE.
DON RAMIRO.
Es v e r d a d , y así será,
S e ñ o r , prevención p r u d e n t e
Que al resolver su p r i s i ó n ,
De sentimiento le deis
Indicios, y le mostréis
Piedad en la ejecución.
PRÍNCIPE.
Él viene ya.
ESCENA V.
Gran señor,
¿Qué me manda vuestra alteza?
270 NO HAY MAL QUE POR BIEN N 0 VENGA.
PRÍNCIPE.
ÑUÑO.
Una t a r d e , h a b r á seis d í a s ,
Don Domingo, mi s e ñ o r ,
De visitar en su casa
Á d o n Ramiro salió;
Y aquella misma d o n J u a n
(Que celoso por L e o n o r ,
Según lo mostró el efecto
Desta visita, quedó)
Después d e h a b e r declarado
Á don Domingo su a m o r ,
Le pidió de n o estorbarle
La p a l a b r a , y él la dio.
Despidiéronse; y la noche
Siguiente, cuando el reloj
Una m e n o s de las horas
Que la d i v i d e n , contó,
U n g e n t i l h o m b r e , la vez
Tercera (porque otras dos
De aquella tarde le había
Buscado y a ) le llevó
Un papel de desafío
Sin d u d a , de que el color
NO HAY MAL QUE POIt RÍEN NO VENGA.
Todo m u d a d o , y las a r m a s
Que para salir pidió,
El recato y el secreto ,
Y decirme que al h o n o r
Le importaba salir solo ,
Dieron clara información.
Partióse al fin; y el cuidado
Que nos causaba el a m o r
Que á nuestro dueño , leales,
Tenemos Mauricio y yo ,
Nos tuvo en u n a v e n t a n a
Hechos Argos á los d o s ,
Por seguirle con los ojos,
Ya que con las plantas n o
Vimos, q u e habiendo salido,
Y debajo de u n balcón
De d o n R a m i r o , parado
Don Domingo, se llegó
Uno de dos q u e en la calle
Le a g u a r d a b a n , q u e en la voz
Y e n las razones que oir
El silencio permitió
De la n o c h e , e r a d o n J u a n ;
Y habiendo hablado los dos
Un r a t o , el desnudo acero
Fin á la plática d i o ;
Y acuchillándose entrambos
Con destreza y con v a l o r ,
Dieron á la calle vuelta;
Y con esto los perdió
De vista nuestro cuidado,
Sin que dasla confusión
272 NO HAY MAL QUE POR BIEN N 0 VENGA.
PRÍNCIPE.
DON JUAN.
Si callo y dejo p r e n d e r m e ,
Pongo á riesgo la ocasión.
De librar al r e y Alfonso;
Si declaro q u e los dos
Tienen preso á don Domingo,
Por entendido me doy
De sus aleves i n t e n t o s ,
Y es el peligro m a y o r ;
Mas de la misma verdad
He de vestir la ficción.)
Como disteis u n oido
Á la c u l p a , d a d , señor,
Otro al descargo.
PRÍNCIPE.
Decid;
Que nada en esta ocasión,
Según os estimo, puede
Hacerme gusto mayor
Que t e n e r l a , de mostraros
En mi piedad mi afición.
DON JUAN.
DON RAMIRO.
¡ Qué decis!
PRÍNCIPE. [Ap.]
¡ Válgame Dios l
[Hablan á ecccusas de los criados el Príncipe y don
Ramiro.]
DON RAMIRO.
PRÍNCIPE.
PRÍNCIPE.
DON JUAN.
Una centinela m í a ;
Y así, es llana presunción ,
(Supuesto que tal exceso
No es creíble de L e o n o r ) ,
Que d o n Ramiro le oculta ,
Temiendo la ejecución
De mi brazo vengativo ¡
Que le toca este temor,
Como interesado e n ello
Porque es más rico que yo
Don Domingo, y le q u e r r á
Para esposo de Leonor.
PRÍNCIPE.
Bien
Disfrazó con la invención
La verdad; y el rostro feo
Les hice ver del temor.
En albricias de q u e ignora
La causa de la prisión
De d o n Domingo don J u a n ,
Quiero, R a m i r o , que vos
Con su engaño os conforméis,
Para evitar la ocasión
De a p u n t a r esta materia.
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA. 277
DON RAMIRO.
PRÍNCIPE.
Pienso, s e ñ o r ,
Que no podré entrar en ellas.
PRÍNCIPE.
DON JUAN.
PRÍNCIPE.
¿Pues cuál?
DON JUAN.
ESCENA VI.
PRÍNCIPE.
DON HAMIBO.
Culpas son
De sus costumbres.
ÑUÑO.
¿ Q u é es esLo?
¿Cómo su alteza dejó
I r libre á don J u a n ?
PRÍNCIPE.
Los pechos
Podéis sosegar los dos;
Que vuestro d u e ñ o está vivo
NO HAY MAL Q U E POR B I E N NO VENGA. 279
Y seguro; y tomo yo
Su vida y seguridad
Por mi cuenta.
ÑUÑO.
¿Qué temor
Podrá oponer sus tinieblas
Á la luz que nos dais vos ? [ Vanse. ]
ESCENA VII.
DON JUAN.
BELTRAN.
Hora, q u e es ñ n de la pena
Que dá el ansioso batan
De u n a posta e n d e m o n i a d a ,
Buena se puede llamar.
DON JUAN.
BELTRAN.
Ya en el lugar
Estuviera, si la enlrada
280 N 0 HAY MAL QUE POIl BIEN NO VENGA.
No le impidiera el ruido
Y el alboroto que o y ó ,
Que efecto lo receló
Del rebelión p r e v e n i d o ;
Y así viene por espía
Perdida con u n criado
S u y o , q u e volvió, informado
De q u e el estruendo nacía
De los t o r o s , á avisarle,
Y y o á t í , porque ya el sol
Se esconde al suelo español,
Y podemos ya esperarle.
DON JUAN.
BELTItAN.
¡ Oh cómo tu carta o b r ó !
Apenas la recibió,
Cuando en juvenil aliento
Sus años vi r e n o v a r s e :
Postas m a n d ó p r e v e n i r ,
Y solo tardó en partir
Lo que ellas en ensillarse.
Todo el caso le c o n t é ,
Y le dije, que el quedarte
Á prevenir por tu parte
Las cosas, la causa fué
De que t ú mismo en persona
La nueva n o hayas llevado;
Y viene t a n obligado,
Que te dará su corona.
NO UAV MAL QUE POR RÍEN NO VENGA. 281
DON JUAN.
Ya sospecho
Que llegó su majestad..
ESCENA VIII.
REY.
¡Don J u a n , amigo!
DON JUAN.
¡Señor!
REY.
Al amor
Que debo á vuestra lealtad
Los brazos, don J u a n , prevengo.
282 NO HAY MAL Q U E POR BIEN NO VENGA.
DON JUAN.
Gomo r e y , s e ñ o r , m e honráis.
REY.
DON JUAN.
Ha importado
No despertar el cuidado,
Para impedir el efeto ,
Al príncipe don García;
Y del remedio d u d a r a ,
Si solamente tardara
Vuestra majestad u n dia.
REY.
¿ Cómo ?
DON JUAN.
Sin n ú m e r o son
Los castellanos que esconde
Zamora; que a y u d a el conde
En esta conspiración
Á su alteza, q u e h o y h a hecho
Estas fiestas por g a n a r
El aplauso p o p u l a r ;
Y así, con razón sospecho
Q u e , p o r q u e la dilación
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
REY.
DON JUAN.
Vamos; q u e y a de la obscura
Noche el silencio, s e ñ o r ,
Nos llama.
BEY.
Vuestro valor
El remedio me asegura.
DON JUAN.
En casa de su privado
Ramiro le prenderéis
Sin riesgo; que le hallaréis
Sin defensa y descuidado;
Que n u n c a el alba repite
Lisonjas de su belleza
Al m u n d o , sin que su alteza
En su casa le visite;
Y yo sin dificultad
284 ISO HAY MAL QUI5 POR BIJirí NO VENGA.
Os la h a r é franca, seííor;
Que los medios de mi amor
Sirven hoy á mi lealtad.
BEY.
T a n t o , don J u a n , me obligáis,
Que está mi poder cobarde
Al premiaros.
DON JUAN.
Dios os guarde.
Solo os pido, q u e advirtáis
Q u e , adorando yo á L e o n o r ,
Pudo vuestra majestad
Hacer q u e por mi lealtad
Haga esta ofensa á su a m o r ,
Pues que de la alevosía
Que á su padre ha infamar
La mancha le ha de alcanzar.
REY.
Yo entro ahí.
IUÍY.
No me olvidaré de tí.
NO IIAV MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
BELTRAN.
DON JUAN.
Bellran,
Advierte que has do llevar
Una espada que le des
A don Domingo.
BELTIUN.
No es
Su valor para olvidar.
DON JUAN.
No t e m o , j u n t o s los dos,
Todo el resto de Zamora.
Contempla, s e ñ o r , agora
La providencia de Dios.
¡ Quién pensara q u e las llaves
Que hicimos para r o b a r ,
Nos vinieran á importar
P a r a negocios tan graves!
¡Y que h u b i e r a n remediado
Peligros de tanto peso
Un h o m b r e , que es tan travieso,
Y o t r o , tan acomodado!
286 NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
DON JUAN.
No h a y suceso q u e n o tenga
Prevención en Dios, Beltran.
BELTRAN.
ESCENA IX.
PRÍNCIPE. [A Leonor. ]
LEONOR.
PRÍNCIPE.
¿Cómo?
LEONOR.
Después q u e la v i d o ,
Á mí m e olvida, y la adora.
Dilo, prima.
CONSTANZA.
S¡ u n papel
Suyo verdades informa,
Yo soy d u e ñ o de su amor.
PRÍNCIPE.
CONSTANZA.
Si ha de obedecer el pecho,
No ha de responder la boca.
PRÍNCIPE.
LEONOR.
PRÍNCTPE.
Mi imperio
E s , L e o n o r , quien le aprisiona
En tu casa.
ESCENA X.
DON DOMINGO.
¿ Qué m e m a n d a
Vuestra alteza?
PRÍNCIPE.
El alba hermosa
En mis sienes ha de hallar
Deste reino la corona.
Para nada os puede ser
NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
La obstinación provechosa:
En u n a balanza os pongo
La m a n o de la q u e adora
[Señalando á Constanza.]
Vuestro pecho, y mi amistad,
Y os pongo la m u e r t e en o t r a :
Escoged y resolveos.
DON DOMINGO.
No es la vez primera a h o r a ,
Que mi lealtad amenazas
Despreciadas acrisolan.
Constanza es premio q u e estimo,
Y por la propuesta sola,
Obligado cuanto p u e d o ,
Pongo en vuestros pies la boca ;
Pero con tal condición,
Ni le importó ni le importa
Que n o viva con mi gusto
Quien h a de vivir sin h o n r a .
Esta es m i resolución.
PRÍNCIPE.
Y la mia q u e proponga
Vuestra cabeza m a ñ a n a
Escarmientos á Zamora.
DON DOMINGO.
Muriendo h a de sustentar
La voz de Alfonso m i boca.
Tono I. 19
290 NO HAY MAL QUE POR BIEN N 0 VENGA.
ESCENA XI.
REY.
Y y o la vida de quien
Con lealtad tan generosa
Defiende á su rey.
DON RAMIRO.
i Qué es esto 1
PRÍNCIPE.
BELTBAN.
Aquí es Troya.
REY.
PRÍNCIPE-
S e ñ o r , yo
REY.
Si me provoca
Vuestra obstinación, s e r é ,
A u n q u e sois mi sangre p r o p i a ,
Enemigo q u e se v e n g a ,
Y n o p a d r e q u e perdona.
PiO HAY MAL QUE P0& BIEN N0 VENGA. 291
DON JUAN.
Don Domingo
DON DOMINGO.
Caro amigo
DON JUAN.
DON DOMINGO.
Agora
Llueva el cielo conjurados.
DON RAMIRO. [ Ap ].
De u n a vez la vida y h o n r a
He perdido.
PRÍNCIPE.
¿ Qué h e de hacer
Sin defensa? [Da la espada el principe.]
REY.
No se l o g r a n ,
P r í n c i p e , intentos impíos,
Que al cielo y la tierra enojan.—
Al castillo de Gauzon [Á los criados.]
Llevad presa la persona
Del príncipe.
PRÍNCIPE.
Si á m o r i r
Me lleváis, vuelen las h o r a s ;
*
292 NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.
CONSTANZA.
Temblando estoy.
LEONOR.
Yo estoy muerta.
DON RAMIRO.
Si á la m a n o poderosa
De u n príncipe
REY.
Don R a m i r o ,
Callad; n o daño la boca
Con disculpas á quien sé
Que n o h a n culpado las o b r a s ;
Que don J u a n d e la lealtad
De vuestro pecho m e informa,
Y q u e vos le descubristeis
Del príncipe la alevosa
I n t e n c i ó n , p o r q u e él á mí
Me avisara; y así agora,
Pues que dar premio á los dos
Deste servicio m e toca,
El d e don J u a n h a de ser
Darle á Leonor por esposa,
NO H A Y MAL Q U E POR B I E N N 0 VENGA.
DON J U A N . [Ap.]
¡ Qué p r u d e n c i a !
BELTRAN. [Ap.]
¡ Qué c o r d u r a !
DON RAMIRO.
Con ganancia t a n n o t o r i a ,
E n vuestras plantas señor,
Humilde pongo la boca ,
Y á d o n J u a n los brazos doy.
DON JUAN.
DON RAMIRO.
En ser v u e s t r a , venturosa.
Dadle la m a n o .
LEONOR.
Segura
Os la doy p u e s os mejora
Su majestad la fortuna,
Que mejorareis las obras.
• DON JUAN.
Por ganarte me p e r d í ;
Ya te h e g a n a d o , s e ñ o r a :
Con q u e es fuerza q u e á q u i e n soy
Y á q u i e n eres corresponda.
REY.
DON DOMINGO.
REY.
Si b a s t o , Constanza, yo
NO HAY MAL QUE POR BIEN N 0 VENGA.
CONSTANZA.
Señor,
Yo me confieso dichosa:
Esta e s mi m a n o .
BELTRAN.
¿Qué hacéis?
Mirad que n o se acomoda,
D o n Domingo , q u i e n se casa.
DON DOMINGO.
BELTRAN.
REY.
UELTnAN.
En Castilla le trate"
Y era hombre afable y gustoso.
BELTRAN.
PERSONAS.
EL M A R Q U É S DOH FADRIQUE, ENCINAS, gracioso.
gafan. R I C A R D O , criado.
DON FER3ANDO D E GODOY, UN SECRETARIO.
gafan, UH J U E Z .
DON P E D R O D E LUNA., galán. UN CORCHETE.
EL R E Y DON P E D R O E L JUS- U N E S C U D E R O , viejo.
TICIERO. UN PREGONERO.
DON D I E G O , galán. GUARDIAS.
D O N A FLOR, dama. SOLDADOS.
DONA ANA, dama. CORCHETES.
I N É S , criada.
La escena es en Sevilla.
ACTO PRIMERO.
Calle.
ESCENA PRIMERA.
DOÑA FLOR.
¿ Qué dices?
INÉS.
Digo, s e ñ o r a ,
Que es él.
DONA FLOR.
¡Desdichada soy !
TOMO I . so
306 GANAR AMIGOS.
¡ Don F e r n a n d o de Godoy,
Cielos, en Sevilla a g o r a !
La fortuna m e persigue.
Cúbrete.
INÉS.
Ya es excusado;
P o r q u e muestra su cuidado
Que conoce lo que sigue.
DOÑA FLOR.
Cuando el Marqués p r o m e t í a ,
Abrasado de amoroso,
Pasar mi estado dichoso
De merced á señoría,
¡Viene á ser impedimento
De tanto b i e n d o n F e r n a n d o !
INÉS.
DOÑA FLOR.
Dando,
Pues h a de seguir su i n t e n t o ,
Ocasiones d e celar
Al Marqués; y es cierta cosa
Que á su pasión cuidadosa
Nada al fin se ha de ocultar;
Que a u n q u e don F e r n a n d o , es llano
Que a m a n t e secreto h a sido ,
El disgusto sucedido
En Córdoba con mi h e r m a n o
Fué público en el l u g a r ;
GANAR AMIGOS. 307
INÉS.
DOÑA FLOR.
Eso fuera
Poner á la m i n a fuego,
Y hacerle esparcir al viento
Secretos de amor d e s n u d o s ;
Que ni son los celos m u d o s ,
Ni es sufrido el sentimiento.
INÉS.
Él llega.
DOÑA FLOR.
¡ Suerte i n h u m a n a !
¿ Cómo m e podré librar ?
INÉS.
ESCENA I I .
DOÑA ANA.
¡ Gracias á Dios q u e te v e o !
Ya t u tardanza acusaba.
DOÑA FLOR.
DOÑA ANA.
I Oh q u é cansada porfía I
ESCENA III.
DON FERNANDO.
ENCINAS.
Llega pues.
• DOÑA FLOR. [Ap. a Inés,]
Inés, procura,
Mientras h a b l o , e n t r e t e n e r
A doña Ana,
DON FERNANDO.
Si el poder
GANAR AMIGOS. 309
Igualase á la h e r m o s u r a ,
Yo fuera, damas hermosas,
Esta ocasión, por igual
Yenturoso y liberal.
ENCINAS.
DON FERNANDO.
ENCINAS.
INÉS.
No m e llamo
Sino Encinas.
DOÑA ANA.
Con m á s razón me e n t r e t i e n e :
Sabré al descuido quién es.)
Agradado m e has de s u e r t e ,
Que estimara conocerte,
P o r q u e algunos ratos des
Alivio á tristezas mías.
ENCINAS.
Harélo y o , si te doy
Gusto e n eso.
DOÑA ANA.
Sí; q u e soy
Sujeta á melancolías.
ENCINAS.
INES. [Ap.]
Lindamente se h a dispuesto.
DOÑA FLOR.
DON F E R N A N D O .
Fernando,
Los nobles amantes son
Centinelas del h o n o r
De sus damas.
DON FEBNANDO.
Pues ¿ por q u é ,
Si has conocido mi fé,
Me previenes eso, Flor ?
DOÑA FLOR.
T ú , F e r n a n d o , eres testigo
De lo que nos sucedió,
Cuando en Córdoba te halló
Mi h e r m a n o , hablando conmigo.
Entonces, para aplacar
Los bandos y desafíos
E n t r e tus deudos y m í o s ,
Prometiste n o llegar
Á esta ciudad e n dos años,
Donde, en aquella ocasión,
A empezar su pretensión
Y acabar aquellos daños
Mi h e r m a n o partió conmigo,
Por estar su majestad
Despacio en esta ciudad.
GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
Y t ú , F l o r , eres testigo
Que mi palabra , á despecho
De mi paciencia, h e cumplido.
DOÑA FLOR.
Pues ya q u e tan n o b l e h a s s i d o ,
No deshagas lo q u e has hecho.
DON FERNANDO.
¿Cómo?
DOÑA FLOR.
Ocasionando agora
Nuevos disgustos; y a s í ,
Solo u n a cosa por mí
Has d e h a c e r , m i bien.
DON FERNANDO.
Señora,
No m a n d e s q u e del amor
Que idolatra t u h e r m o s u r a
Desista, y pide segura
El imposible mayor.
DOÑA FLOR.
Tú verás en lo q u e pido,
Que encamino tu esperanza.
DON FERNANDO.
DOÑA FLOR.
DON FERNANDO.
Yo te p r o m e t o ,
Como quien soy, el secreto ,
314 GANAR AMIGOS.
Sí estoy.
DON FERNANDO.
¿ Confías q u e cumpliré
Mi palabra ?
DOÑA FLOR.
Sí; q u e sé
Que eres sangre de Godoy.
DON FERNANDO.
Di p u e s agora q u é estado
Tiene contigo mi amor.
DOÑA FLOR.
DON FERNANDO.
DOÑA FLOR.
Á conformes voluntades
Nunca faltan ocasiones:
Búscalas; q u e y o prometo
Hacerlo también.
DON FERNANDO.
Á tí
GANAR AMIGOS.
Toca el trazarlas, y á mí
El gozarlas con secreto.
DOÑA FLOR.
F e r n a n d o , adiós.
DON FERNANDO.
Flor, advierte
E n la firme fé q u e tengo
Tras tanta ausencia , y q u e vengo
Á Sevilla solo á verte.
DOÑA FLOR.
ENCINAS.
INÉS.
DOÑA FLOR.
Inés,
El medio q u e p u d e d a r
He d a d o , para evitar
Sentimientos al Marqués. [ Vanse las tres.]
ESCENA IV.
ENCINAS.
¿Qué tenemos?
DON FERNANDO.
Nada.
ENCINAS.
¿Nada?
DON FERNANDO.
Ya n o m e trates j a m á s
De doña Flor.
ENCINAS.
¡Bueno estás!
¡Bien logramos la j o r n a d a !
DON FERNANDO.
Al p u n t o que entienda yo
GANAR AMIGOS.
ENCINAS.
ESCENA V.
RICARDO.
Sin seso estás.
MARQUÉS.
¿No es razón
Estar de contento loco,
Cuando con mis manos toco
Tan dichosa posesión?
Esta noche ¡ oh santo cielo!
Permitid q u e llegue á vella!
Gozo de la flor m á s bella,
Que dio primavera al suelo.
Esta noche, mis empleos
Logran su larga e s p e r a n z a ,
Y" mi firme a m o r alcanza
318 GANAR AMIGOS.
El fin d e tantos d e s e o s .
E n esta v i d a , ¿ qué bien
Puede igualar á la gloria
Be conseguir la V i t o r i a
De u n dilatado desden?
RICARDO.
MARQUÉS.
¿Agora me persuades?
RICARDO.
MARQUÉS.
No: m i e n t r a s viva mi h e r m a n o ,
Ricardo, á q u i e n j u s t a m e n t e ,
Por h o n r a d o , por valiente,
Por discreto y cortesano,
Como t i e r n o p a d r e q u i e r o ,
¡ No quiera Dios q u e , casado,
Á mi c a s a , n i á mi estado
Solicite otro heredero 1
Yo tengo por Flor l a v i d a ,
Por Flor desprecio la m u e r t e ;
Mas si el a m o r de otra suerte
GANAR AMIGOS. 319
ESCENA VI.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
El mismo soy.
DON FERNANDO.
Vuestro amparo
Es puerto de mi esperanza.
320 GANAR AMIGOS.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
Un hombre he muerto,
Y el lugar alborotado
Cierra las puertas furioso,
Y airado sigue mis pasos.
MARQUÉS.
¿ F u é b u e n o á b u e n o la m u e r t e ?
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
Siendo a s í , y o os libraré.
DON FERNANDO.
ESCENA VII.
UN CORCHETE.
AHÍ h a y gente.
DON FERNANDO.
La justicia
Es aquella.
MARQUES.
Reportaos;
Seguro estais.
EL JUEZ.
Esos hombres
Conoced.
CORCHETE.
T é n g a n s e , hidalgos,
Á la justicia. ¿Quién e s ?
RICARDO.
Excusad el linternazo;
Que es el marqués don Fadrique.
JUEZ.
MARQUÉS.
¡ Qué decís! ¿ Mi h e r m a n o es m u e r t o ?
JUEZ.
P e r d o n a d m e , si os h e dado
Con tal n u e v a , tal pesar.
MARQUÉS.
¿ Cómo sucedió ?
JUEZ.
Señor,
. Dos testigos, q u e se hallaron
P r e s e n t e s , dicen que u n h o m b r e
De color, estaba hablando
Á la v e n t a n a de Flor.
MARQUÉS. [Ap.]
¡Esto m á s , crueles h a d o s !
JUEZ.
Aquí es mi muerte.
MARQUÉS.
Seguidle,
Y n o dejéis, hasta hallarlo,
Piedra alguna por mover.
Señor, si yo no m e engaño,
Las señas del delincuente
Tiene aquel, que recatado
Detrás del Marqués se esconde.
JUEZ.
CORCHETE.
JUEZ.
Bien mereceré p e r d ó n ,
Si por vengar vuestro agravio
Ofendo vuestro decoro.
Señor Marqués, ese hidalgo
Que el cuerpo y el rostro esconde
Con sospechoso cuidado (
I Perdido soy!
MARQUÉS.
JUEZ.
Las señales me e n g a ñ a r o n :
Disculpad mi inadvertencia;
Y porque pide este caso
Diligencia, p e r d o n a d ,
Si n o os quedo acompañando.
[Vase y con él los corchetes.]
GANAD AMIGOS. 325
ESCENA VIII.
RICARDO. [Ap.]
¡ Qué extraño
Suceso! ¿ Que h a r á el Marqués
En lance tan apretado ?
MARQUÉS.
RICARDO. [Ap.]
ESCENA IX.
EL MARQUÉS. DON FERNANDO.
MARQUÉS. [Ap.]
La espada y el corazón
Apercibo á todo.
MARQUÉS.
Hidalgo
DON FERNANDO.
¡Señor Marqués!....
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
Sí estamos.
MARQUÉS.
Un h e r m a n o m e habéis m u e r t o .
DON FERNANDO.
Un h o m b r e h e m u e r t o , ignorando
Quién e r a ; y agora supe
Que e r a , Marqués, vuestro h e r m a n o .
GANAR AMIGOS.
MARQUÉS.
No os disculpéis.
DON FERNANDO.
No penséis
Que el temor busca r e p a r o s ;
Que inventa el respeto excusas,
Ó la obligación descargos:
Porque es verdad os la h e dicho,
De que á vos testigo os h a g o ,
Pues después de conoceros,
Á vos mismo os pedí a m p a r o ,
Para q u e sepáis así
Á lo que estáis obligado.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
Caballero, levantaos:
No m e deis gracias por esto,
Supuesto que n o lo hago
Yo p o r v o s , sino p o r m í ,
Que la palabra os h e dado.
Cuando os la d i , os obligué :
Cumplirla n o es obligaros;
Que es pagar mi obligación,
Y nadie obliga pagando.
De esto procedió el deciros
iVo os disculpéis, por mostraros
Q u e , sin q u e excuséis la ofensa
Ni disculpéis el agravio,
Basta para que yo cumpla
Mi p a l a b r a , haberla dado.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
Dejad lisonjas; y a g o r a ,
Supuesto que h e de l i b r a r o s ,
Me decid quién sois y cuál
F u é la ocasión de este caso.
¿ Q u é empeño tenéis con Flor,
GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
N o , s e ñ o r : no me está b i e n ,
Cuando así os tengo indignado,
Decir quién soy. La ocasión
Ya la oísteis; declararos
De ella m á s , es imposible
[Ap. Que á Flor la palabra guardo
Que del secreto la d i ;
Y a u n q u e de celos me a b r a s o ,
No á romper obligaciones
Dan Ucencia los agravios.)
MARQUÉS.
Pues ¿ n o es j u s t o ?
DON FERNANDO.
Yo os suplico
Pues sois n o b l e , q u e evitando
Más dilaciones, cumpláis
La palabra q u e habéis dado.
Prometido habéis l i b r a r m e ,
Y á vos mismo os h e escuchado,
Que el haberlo prometido
Basta para ejecutarlo.
Advertid, que no lo hacéis
330 GANAR AMIGOS.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
Ya os sigo.
MARQUÉS. [Ajh]
ESCENA X.
DONDIEGO. DOÑA FLOR. INÉS, con
DON DIEGO.
Flor
DOÑA FLOR.
¿ H e r m a n o ?....
DON DIEGO.
Inés
INÉS.
¿Señor?
¡ El ciclo m e dé prudencia !
Cuando anegan la paciencia
Tempestades del honor,
Ni discurre el p e n s a m i e n t o ;
No sé por dónde comience
La averiguación; q u e vence
Al discurso el sentimiento.
Entra, Inés,
En esa cuadra.
INÉS.
¿Señor?.,..
332 GANAR AMIGOS.
DON DIEGO.
Entra y calla.
INÉS. [Ap.]
De temor
ESCENA XI.
DOÑA FLOR.
H e r m a n o , á q u i e n justamente
Pueden d a r n o m b r e de padre
Los honrosos sentimientos
Que acompañan tus piedades,
Sabe ( q u e a u n q u e la vergüenza
334 GANAR AMIGOS.
Me e n f r e n e , es preciso l a n c e ,
Cuando amenazan los d a ñ o s ,
Manifestar las v e r d a d e s ) ,
Sabe q u e desde aquel d i a ,
Dos años h á , que llegaste
Á esta excepción de los tiempos,
Envidia de las ciudades
¡Pluguiera á Dios q u e p r i m e r o
Que mirase y admirase
De sus altos edificios
Los soberbios homenajes;
¡Pluguiera á Dios que p r i m e r o
Q u e , en la región de las aves ,
Contemplase de fortuna
En la Giralda u n a i m a g e n ,
Pues cual Diosa habita el cielo,
Y solo el viento mudable
Es ia r a z ó n imperiosa
De su movimiento fácil;
¡Pluguiera á Dios que primero
Que patentes sus umbrales
Diesen permiso á mis pasos,
Y á su r u i n a hospedaje
Sus altos m u r o s , sirviendo
Á su paraiso d e á n g e l ,
Túmulo funesto diesen
A mis obsequias fatales!
P u e s , desde aquel mismo dia,
Empezaron á e n g e n d r a r s e
Deste incendio las centellas,
Deste daño las señales;
Que apenas la vez p r i m e r a
GANAR AMIGOS.
Á las promesas s u a v e s ,
Y el poder y la ambición
Igualmente m e combaten.
Temo venganzas injustas
En mí opinión y en tu s a n g r e ,
Espero q u e á ser m i esposo
Le obliguen mis calidades;
Y al fin , estas fuerzas todas,
Á empresa m a y o r b a s t a n t e s ,
A darle esta noche entrada
Pudieron determinarme.
No te alteres: o y e , h e r m a n o ;
Que en caso t a n i m p o r t a n t e ,
No en ligeras confianzas
F u n d a b a mis liviandades.
Prevenida m e a r r o j a b a ,
O r d e n a n d o , q u e ocupasen
Tres testigos, de mi cuarto
Ciertos ocultos l u g a r e s ,
Con intención de pedirle
Palabra de esposo, antes
Que en la fuerza de mi h o n o r
Le hiciese el amor alcaide;
Y si la diese, ó movido
De su afición y mis p a r t e s ,
Ó p r e t e n d i e n d o , fiado
En el secreto, e n g a ñ a r m e ,
Tener testigos con quien
Convencerle, y obligarle
Al cumplimiento, q u e puesto
Que su poder me acobarde,
El rey don Pedro es el r e y ,
GANAR AMIGOS.
F u é m á s dichoso; q u e á nadie
Más valiente q u e al difunto
Celebraron las edades.
Esta es mi c u l p a : mi pena
Ó tu castigo m e m a t e ,
Pues q u e venturoso m u e r e
El q u e desdichado nace.
DON DIEGO.
DOÑA FLOR.
¿Cómo es posible?
DOÑA FLOR.
DON DIEGO.
Si el crédito me niegas,
Inés y Alberto lo s a b e n ;
Mas si probanza procuras
Más secreta, por no darte
Por e n t e n d i d o , papeles
Del Marqués guarda esta llave,
Que de la verdad q u e digo
Podrán mejor informarte. [Bale una llave.]
340 GANAR AMIGOS.
DON DIEGO.
DOÑA FLOR.
Campo.
ESCENA XII.
MARQUÉS.
Ya os saqué de la ciudad;
Ya en este campo desierto
Alcanza seguro puerto
Por mí vuestra l i b e r t a d ;
Y para poder seguir
La derrota q u e os agrada,
Tenéis postas en Tablada,
Barcos en Guadalquivir.
Y p o r q u e tengo a d v e r t i d o ,
GANAR AMIGOS. 341
Que no pudo á intento igual
Lo súbito desle mal
Hallaros apercebido j
Porque n o os impida acaso
Algo la necesidad,
Estas cadenas l o m a d , [ Dale dos. ]
Que os faciliten el paso.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
Ya h e cumplido
Mi palabra.
DON FERNANDO.
Y excedido
El efeto á la promesa.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
El n u n c a visto valor
De que os dotaron los cielos ,
Por igual engendra en mí
El recelo y confianza;
Que amenaza la venganza ,
Supuesto q u e os ofendí,
Cuando mi pecho confia
De que le tendréis también
Para perdonar á quien
No supo q u e os ofendía.
Y así, ó perdonad mi ofensa,
Marqués, ó el no declararme;
Que h a de ser el ocultarme
De vos, mi mayor defensa.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
¿ Cómo ?
MARQUÉS.
Clara es la razón
E n q u e este argumento fundo;
Que si las leyes del m u n d o
Piden la satisfacion
Como fué la ofensa, es llano
Que cuerpo á cuerpo los dos
Debo v e n g a r m e , pues vos
Matasteis así ó mi h e r m a n o .
DON FERNANDO.
Es así.
MARQUÉS.
Pues si es a s í ,
Y que estamos h o m b r e á h o m b r e ,
Querer ocultarme el n o m b r e
Cuando os tengo á vos a q u í ,
Y decir que de esa s u e r t e ,
Si n o os quiero perdonar
Mi ofensa, pensáis librar
Vuestra vida de la m u e r t e ,
¿No es evidente probanza
De q u e pensáis q u e pretendo
Saber quién sois, remitiendo
Á otra ocasión mi venganza?
3U GANAR AMIGOS.
Pues si teniéndoos p r e s e n t e ,
Pensáis que n o quiero aquí
Vengarme de vos por m í ,
Dais á entender c l a r a m e n t e ,
Que os pretendo conocer,
Porque pueda en m i ofensor,
Lo que agora n o el valor ,
Hacer después el poder.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
N o : de mi palabra es esa
Muy larga interpretación;
Conforme á la relación
Se h a de entender la promesa,
Vos dijistes, que alterado
Os perseguía el l u g a r ;
Del os prometí l i b r a r ,
Y del os h e y a l i b r a d o ;
Y vos mismo agora aquí
Confesasles que h e cumplido
Mi p a l a b r a , y excedido
Aún de lo q u e os prometí.
GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
Que en u n a noche q u e b r é
Entrambos ojos á España.
Con esto os h e declarado
Lo q u e mandáis.
MARQUÉS.
Resta agora
Que digáis lo que con Flora
Y don Sancho os h a pasado.
DON FERNANDO.
De vuestro h e r m a n o ya oistes
Que por q u e r e r m e quitar
De u n a v e n t a n a el lugar
Que o c u p a b a , le perdistes.
En cuanto á Flor, lo primero
Pensad, q u e jamás su h o n o r
Sufrió la duda m e n o r ;
Luego, como caballero
Y g a l á n , me decid vos
S i , dado caso que fuera
Yo tan dichoso, que hubiera
Secretos entre los d o s ,
¿ Diera el descubrillos fama
Á m i h o n o r , si e s , según s i e n t o ,
Inviolable sacramento
El secreto de la dama ?
MARQUÉS.
Pues si callar os p r o m e t o ,
El ser quien soy ¿ n o me a b o n a ?
GANAR AMIGOS.
DON F E R N A N D O .
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
Ya no basta el sufrimiento;
(Ap. Que añade la resistencia
348 GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
¡ Ah Marqués! m u c h o valor
Pusieron e n vos los cielos.
MARQUÉS. [Ap.]
DON FERNANDO.
Si os igualo en valentía,
Vos e n fuerza m e excedéis.
MARQUÉS.
No os e s p a n t e , cuando veis
La razón d e parte mia. [Cae debajo D. Fernando.]
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
Conmigo
Ha d e m o r i r mi secreto.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
Don F e r n a n d o d e Godoy,
Idos con Dios; y pensad
Que puesto que y a la m u e r t e
De mi h e r m a n o sucedió,
Que m á s q u e á mí quise y o ,
Os estimo d e tal s u e r t e ,
Que trueco alegre y u f a n o ,
Á mi suerte agradecido ,
El h e r m a n o q u e h e perdido
Por el amigo que gano.
GANAR AMIGOS.
ACTO SEGUNDO.
ESCENA PRIMERA.
REY.
MARQUÉS.
El d a ñ o , y está probado
Que d e s n u d a r o n los dos
Los aceros m a n o á m a n o ,
Y d a r á mi triste h e r m a n o
Menos dicha quiso Dios,
Solo m e h o l g a r a , s e ñ o r ,
Que el agresor pareciera
Para q u e á vos os sirviera
Un h o m b r e de tal v a l o r ;
Que q u i e n á m i fuerte h e r m a n o
Cuerpo á cuerpo m a t a r p u d o ,
Pondrá á esos p i e s , n o lo d u d o ,
Todo el imperio otomano:
Y así os p i d o , que los dos
Le perdonemos a q u í ;
Dalde vos perdón p o r m í ;
Que yo se le doy por vos.
REY.
MARQUÉS.
Así h e comenzado
A pagaros el soldado
Que d a r m e q u e r é i s , Marqués.
GANAR AMIGOS.
MARQUÉS.
REY.
Hechura soy
De esas manos liberales.
Pero decidme, señor ,
Si habéis perdonado ya
Al agresor.
REY.
Bien está.
MARQUÉS. [Ap.]
¡Qué justicia!
DON PEDRO.
MARQUÉS.
Mi f o r t u n a ,
Señor don P e d r o de L u n a ,
Que es vuestra también sabéis.
TOMO 1.
354 GANAR AMIGOS.
REY.
Don P e d r o , haced p r e v e n i r
La caza al p u n t o ; q u e intento
Divertir mi sentimiento.
DON- PEDRO.
ESCENA II.
EL REY. EL MARQUÉS.
REY.
¿Estamos solos?
MARQUÉS.
Señor,
Solo está tu majestad.
REY.
Mi justicia le condena ;
Mas n o ejecutar la p e n a
Públicamente c o n v i e n e ;
Que tiene deudos y amigos
Sin n ú m e r o , y desa s u e r t e
Cobrara con u n a m u e r t e
Vivos muchos enemigos,
Cuando por las disensiones
De m i h e r m a n o , es t a n dañoso
Ocasionar rigoroso
En mi reino alteraciones:
Y a s í , yo os m a n d o , y cometo
Á ese valor y p r u d e n c i a ,
Que ejecutéis la sentencia
Con bi'evedad y secreto.
MARQUÉS.
Señor
REY.
No me repliquéis;
Obedeced y callad.
Conozco vuestra piedad,
Mi justicia conocéis. ['' '"-]
as
ESCENA I I I .
EL MARQUÉS.
¿Qué justicia, q u é r i g o r ,
Sí bien se m i r a , consiente
Castigar tan d u r a m e n t e
Yerros causados de a m o r ?
356 GANAR AMIGOS.
ESCENA IV.
RICARDO. EL MARQUÉS.
RICARDO.
Señor
MARQUÉS.
¿Qué dice
De esa desdicha el lugar?
GANA II AMIGOS.
RICARDO.
MARQUÉS.
RICARDO.
¿Qué dices?
MARQUÉS.
RICARDO.
MARQUÉS.
RICARDO.
MARQUÉS.
Di.
RICARDO.
MARQUÉS.
No digas más.
¡Que tan antiguo es e l m a l !
Lo dicho dicho, R i c a r d o :
No deje este a m o r bastardo
E n mí la m e n o r señal.
Ya mi h e r m a n o desdichado
Es m u e r t o : casarme quiero ;
Daré á mi casa h e r e d e r o ,
Daré quietud á m i estado.
A doña Inés d e Aragón
Quiero_en palacio s e r v i r :
CANAIl AMIGOS. 359
RICARDO.
Bien harás.
MARQUÉS.
Para q u e entiendas
Que a r r e p e n t i r m e n o a g u a r d o ,
Toma esa llave, Ricardo,
Y los papeles y prendas
De Flor entrega al momento
Al fuego.
RICARDO.
Á servirte voy.
MARQUÉS.
ESCENA V.
MARQUÉS.
DON DIEGO.
A u n q u e son
Tiempos tales dedicados
Solo á sentir y l l o r a r ,
No me dejan dilatar
Esta ocasión mis cuidados.
No os encarezco, s e ñ o r ,
Lo q u e este caso h e s e n t i d o ,
P o r q u e ambos hemos tenido
Igual causa de dolor;
Que u n h e r m a n o perdéis v o s ,
Yo u n a h e r m a n a . ¡Á Dios pluguiera
Que de la pérdida fuera
Igual el modo e n los d o s !
Pues es cosa conocida
Que es más pesada y más Tuerte,
E n q u i e n es n o b l e , la m u e r t e
Del h o n o r , q u e d e la v i d a ;
Y n o s é , cuando os contemplo
De p r u d e n c i a , de nobleza ,
De justicia y fortaleza
Muro fuerte y vivo ejemplo,
Cómo es posible q u e fui
Yo solo t a n desdichado,
Que quien á todos ha h o n r a d o ,
Solo m e deshonre ó mí.
Señor Marqués, Flor causó
La m u e r t e de vuestro h e r m a n o ;
GANAR AMIGOS.
MARQUÉS.
DON DIEGO.
MARQUÉS.
Ya sucedió: n o h a y poder
Que revoque lo pasado.
Mi culpa yo'os la confieso ;
Pero si de a m o r sabéis,
No dudo que disculpéis
Con su locura mi exceso.
Solo falta d a r u n medio
Con q u e vos tengáis seguro
Prevención en lo f u t u r o ,
Y e n lo pasado remedio.
DON DIEGO.
Eso intento.
MARQUÉS.
Ceda p u e s
Mi pasión á v u e s t r o ' h o n o r ,
Á vuestra amistad m i a m o r ,
Mi gusto á vuestro interés. '
{Ap. Supuesto q u e yo conmigo
No ver á Flor proponía,
Con lo que de balde h a c i a ,
Quiero g a n a r u n amigo.)
Yo os d o y , como caballero,
P a l a b r a , n o solamente
De oprimir m i a m o r a r d i e n t e ,
Y de q u e t e n d r á primero
Nuevas de mi m u e r t e Flor
Que indicios de mi cuidado;
Mas de n o admitir r e c a d o ,
GANA.it AMIGOS.
Mensajero, ni favor
Que venga de parte s u y a ;
Y p o r q u e si nota ha dado
Lo q u e mi a m o r lo ha q u i t a d o ,
Mi poder le r e s t i t u y a ,
Haré que su majestad
T a n t o , d o n Diego, os aumente ,
Que hecho u n sol resplandeciente,
Vuestra hermosa claridad
Ilustre á F l o r , y en su llama
Los rayos vuestros c o n s u m a n
Los vapores q u e p r e s u m a n
Quitar la luz á su fama.
DON DIEGO.
MAHQUÉS.
De cumpliros lo q u e digo
Otra vez palabra os doy.
DON DIEGO.
MARQUÉS,
DON DIEGO.
Y la vuestra hasta q u e m u e r a
Vivirá en mí sin mudanza. [Ka-»sc]
Calle.
ESCENA VI.
ENCINAS.
¡Válgate Dios, confusión
Y embeleco d e Sevilla!
¿Es posible que se e n c u b r a
Don F e r n a n d o tantos d i a s ,
Sin q u e n i deudos ni amigos
Del me h a y a n dado noticia?
Mas es la c o r t e , y en ella
Estas m a ñ a s son antiguas.
Un h o m b r e conozco y o
Que es t a h ú r , y desde el dia
Que á u n desdichado inocente
E n el garito emprestilla,
Se va al de otro b a r r i o , que es
Como pasarse á Turquía :
Cursa en él hasta pegarle
Á otro blanco con la m i s m a ,
GANAI1 AJÍÍIG0S.
Y va visitando así
Por sus turnos las ermitas;
Y en acabando la rueda ,
Se vuelve á la m á s a n t i g u a ,
D o n d e , como los tahúres
Se trasiegan cada dia,
Ó no va ya su a c r e e d o r ,
Ó él hace del q u e se olvida ,
Ó tiene conchas la deuda ,
Del tiempo largo proscripta.
ESCENA VIL
DON FERNANDO, d e p e r e g r i n o . ENCINAS.
DON FERNANDO.
ENCINAS.
¿Quién es?
DON FERNANDO.
Un h o m b r e
Que saber de vos q u e r r i a .
Si vivís en esta casa.
ENCINAS.
DON FERNANDO.
ENCINAS.
T u voz conoció el o í d o ;
Que n o t u cara la v i s t a :
Tanto el disfraz desfigura.
DON FERNANDO.
ENCINAS.
¿No m e dirás q u é te h a s h e c h o ?
¿Así te vas y me olvidas?
¿ Á Encinas con la traspuesta ?
¡ Luego q u e r r á s q u e n o diga
De los cordobeses m a l !
DON FERNANDO.
ENCINAS.
Como v i n o la m a ñ a n a ,
Y t ú , señor, no venías,
Salí á b u s c a r t e , ofreciendo
Á Dios e n hallazgo misas.
Hallé toda la ciudad
Alborotada y sentida
De la m u e r t e d e don S a n c h o ;
Y que el vulgo discurría ,
Ignorando el a g r e s o r ,
Si bien la fama publica ,
Que fué doña Flor la causa.
De aquí tomó la malicia
Ocasión de divulgar
La q u e en Córdoba ella misma
Dio p o r t í , agora há dos a ñ o s ,
Á semejantes desdichas.
Mas no por esto, á su casa
Se h a atrevido l a j u s t i c i a :
Del lastimado Marqués
Prevención b i e n a d v e r t i d a ;
A u n q u e della, y de n o h a b e r
Faltado algunos q u e d i g a n ,
Que el Marqués mismo a y u d ó
A escaparse al homicida ,
Y que ha pedido a su alteza
Que de p e r d o n a r se sirva
Al d e l i n c u e n t e , h a y algunos
368 GANA n AMIGOS".
Maliciosos q u e colijan,
Que quitaron á su h e r m a n o
Por orden s u y a la v i d a ,
Por celos d e doña F l o r :
Congetura que confirman
Las circunstancias, p u e s fué
Sobre hablarla la mohína.
Este es el p u n t o en que están
Estas cosas: de las mias
Sabrás q u e , desesperado
De n o hallar de tí noticia,
Y apretado, Dios lo s a b e ,
De la pobreza e n e m i g a ,
Me resolví, y h o y d e Flor
Yine á saber si sabía
De t í . y pedir que socorra
Mi necesidad esquiva.
Hállela t r i s t e , y hallé
Que su noble h e r m a n o había
Tripulado los sirvientes,
Del juego de amor malillas.
E n t r ó d o n Diego, y hallóme
Con ella; mas n o h a y quien finja
Artificiosos remedios
En desgracias r e p e n t i n a s ,
Como la mujer. Al p u n t o
Le dice F l o r , que yo había
Tenido, de que biiscaba
U n e s c u d e r o , noticia,
Y e n t r é , por estar sin d u e ñ o ,
Á pedir que me reciba.
Conocióme; que los dos
GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
ENCINAS.
Así dicen.
DON FERNANDO.
(Ap. ¡ G r a n valor!
¡Por cuántos modos ine obliga!)
Y el r e y , ¿ q u é le respondió?
ENCINAS.
DON FERNANDO.
En fin, ¿ e s d o n Diego, E n c i n a s ,
Tu d u e ñ o ?
ENCINAS.
Desde h o y acá;
Más t u teniente dirías
Mejor. Ya v e s , fué forzosa
La ocasión.
DON, FERNANDO.
Que lo prosigas
Lo es t a m b i é n , p o r evitar
Sospechas.
ENCINAS.
Bien advertida
Prevención.
DON FERNANDO.
Y p o r q u e salgas
Del empeño en q u e estos dias
Te h a b r á s puesto esa cadena
(
Recibe.
[ Dale una de las que le dio el Marqués. ]
ENCINAS.
DON FERNANDO.
¿No lo parece?
ENCINAS.
En el pobre
Pasa el oro por alquimia.
GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
ENCINAS.
¿Fué mujer?
DON FERNANDO.
No, sino u n h o m b r e
A quien le debo la vida.
ENCINAS.
¿ Cómo, señor ?
DON FERNANDO.
Más espacio
Quiere el caso. Agora mira
Si p u e d o , p o r q u e me i m p o r t a ,
Hablar á Flor.
ENCINAS.
¿No decias
Qué renunciabas su a m o r ?
DON FERNANDO.
ENCINAS.
Pues e n t r a ;
Que agora no hay quien lo impid;
372 GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
ESCENA VIII.
DOÑA FLOR.
DON FERNANDO.
E s , Flor,
Quien de lo que ser solía
Solo tiene la m e m o r i a ,
Porque de infierno le sirva.
GANAR AMlliOS. 373
DONA FLOR.
¿Es don F e r n a n d o ?
DON FERNANDO.
¿ Hasta agora,
Cruel, no me conocías?
¿ T a n del todo tu mudanza
De mi firmeza te oívida?
¿ Es posible que en u n pecho
Á quien nobie sangre a n i m a ,
Ya que la mudanza c u p o ,
Quepa también la m e n t i r a ?
Falsa, ¿ p o r q u é m e engañaste?
¿ P o r qué el infelice dia
Que, tras de tantos de ausencia,
Llegué m á s firme á t u vista ,
No me distes desengaños,
Que r e m e d i a n , si lastiman,
Aprovechan, a u n q u e ofenden,
Y a u n q u e a t o r m e n t a n , obligan ?
Hiciéraslo si me quieres,
Porque guardase la v i d a ,
Y si n o , p o r q u e dejasen
De cansarte mis porfías.
¿ F u é más cordura obligarme
Con tus palabras fingidas
Al peligro en que m e viste ,
Y á la desgracia q u e m i r a s ?
Más ¿cómo fueras i n g r a t a ?
¿Cómo fueras e n e m i g a ,
Cómo mujer , si n o fueras
Contraría á la razón misma ?
374 GANAR AMIGOS.
DOÑA FLOR.
Basta, d o n F e r n a n d o , b a s t a ;
Que te engañas si imaginas,
Anticipando tus q u e j a s ,
Cerrar ei paso á las mías.
Si tú me cumplieras, falso,
La palabra prometida,
Mi fama y tu a m o r gozaran
Más quietos y dulces dias.
El secreto me j u r a s t e ,
Y al p r i m e r l a n c e , perdida
Ó la memoria ó la fé,
¿Me ofendes y lo publicas?
DON FERNANDO.
¿Yo lo he publicado?
DOÑA FLOR.
Sí;
Que lo mismo es q u e lo digan
Las obras que las palabras.
¿ Tu l e n g u a , a l e v e , podía
Decir m á s claro tu amor,
Que lo dijo vengativa
Tu espada , locos tus celos,
Precipitadas tus i r a s ?
DON FERNANDO.
DOÑA FLOR.
Evitaras el peligro,
Pues la resistencia v í a s ,
Que á mayor publicidad
Daba ocasión tan precisa.
Dejaras el p u e s t o , h u y e r a s ;
Que pues no te c o n o c í a n ,
Nada perdieras en ello.
DON FERNANDO.
DOÑA FLOtt.
Conmigo n a d a p e r d i e r a s ,
Si por mi opinión lo hacías.
DON FERNANDO.
Conocida e r a la fuga,
La intención n o conocida;
Y acción q u e es mala por s í ,
En duda la aplicarías
A lo p e o r : claro está ;
Que conozco mi desdicha.
Y dada ya la sospecha
De q u e t u a m o r merecía
Quien contigo á tu v e n t a n a
De noche hablaba , ¿ n o m i r a s
Que á nadie infamara m á s ,
H u y e n d o y o , que á tí m i s m a ,
Pues con causa te acusaran
De que á u n cobarde querías ?
¿Yes mí r a z ó n ? ¿Ves tu afrenta?
¿Yes cómo quedas v e n c i d a ?
¿Yes cómo de culpas tuyas
Hoy n a c e n las penas mías?
Tus engaños cometieron
El delito q u e m e aplicas;
Que á n o tener otro a m a n t e ,
Y á n o d e c i r , fementida,
Que e r a s q u i e n fuiste, n o hubiera
Sucedido esta r u i n a .
GANAR AMIGOS.
DOÑA FLOR.
¿ Yo otro a m a n t e ?
DON FIÍRNANDO.
Y aun querido;
Que n a d i e , sin q u e le a d m i t a n ,
Celoso g u a r d a la calle,
Furioso arriesga la vida.
DOÑA FLOR.
Ilcsdeñado u n poderoso ,
Convierte el amor en ira.
DON FERNANDO.
En v a n o para conmigo
Falsas disculpas m a q u i n a s .
Quédate por s i e m p r e , i n g r a t a ,
Liviana, alove, fingida ,
Mudable, t i r a n a , fiera,
Tigre b i r c a n a y sierpe libia;
Quédate; que solo vine
Á exhalar las llamas vivas
Q u e , d e t u ofensa e n g e n d r a d a s ,
Dentro de mi pecho ardían ,
Con decirte sola á tí
Tus infamias, tus mentiras,
Mudanzas y liviandades,
Ya que el ser quien soy me priva
De r o m p e r , con p u b l i c a r l a s ,
La palabra prometida;
Que yo ofendido la g u a r d o ,
378 GANAR AMIGOS.
Y t ú obligada la olvidas;
Y así para n o v e r m á s
Falsedades t a n indignas
De quien eres y q u i e n soy,
No m e verás en t u vida. [Quiere irse.]
DOÑA FLOR.
¡ Y e t e , ocasión de mis m a l e s ,
Yete ¡y los cielos p e r m i t a n
Que n i el eco de t u n o m b r e
Vuelva otra vez á Sevilla!
DON FERNANDO.
¡ Cómo, t r a i d o r a , te huelgas
Que de tu amor m e despida!
¿ Mi n o m b r e ofende tu oido,
Y mi presencia t u vista ?
Pues ¡ vive Dios, q u e por eso,
A u n q u e arriesgara mil vidas,
He de ser e t e r n a m e n t e
Una sombra que te siga,
Porque me vengue e n lo mismo
Con q u e á venganza m e incitas!
DOÑA FLOR.
Pues y o , si en eso te v e n g a s ,
Sabré hacer
GANAR AMIGOS. 379
ESCENA IX.
ENCINAS. DICHOS.
ENCINAS.
Señora, mira
Que viene tu hermano.
DOÑA FLOR.
¡Ay triste!
Vete, Fernando.
DON FERNANDO.
Enemiga,
Mi muerte y la tuya espero.
ENCINAS.
DOÑA FLOR.
¿ Veré,
Antes que muera, algún dia
Que por tu causa no tenga
Alborolos y desdichas?
380 GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
Y y o ¿ sin m u d a n z a s tuyas
Veré alguno? [ l a s e Doña Flor.]
ENCINAS.
Señor, mira
Que llega don Diego.
DON FERNANDO.
Llegue,
Y ¡á sus m a n o s vengativas
Muera y o , E n c i n a s , p r i m e r o
Que á las d e su h e r m a n a v i v a !
ENCINAS.
ESCENA X.
DOÑA ANA. INÉS.
DOÑA ANA.
INÉS.
Mal p u e d o , señora m í a ,
Sentirla en t u compañía.
DOÑA ANA.
Pagas, I n é s , mi amistad.
GANAR AMIGOS.
INÉS.
DOÑA ANA.
Á fé que no la merece.
INÉS.
Es pensión de su belleza.—
Pero ya viene el Marqués.
DOÑA ANA.
ESCENA XI.
EL MARQUÉS. DICHAS.
MARQUÉS.
Alegre y desvanecido
Vengo á serviros.
DOÑA ANA.
Los pies
Os beso por tal favor.
MARQUÉS.
Comenzad pues á m a n d a r m e ;
Que si queréis obligarme
Ese es el medio mejor.
382 GANAR AMIGOS.
DOÑA ANA.
La nobleza y cortesía
Que en vos celebra la faina,
P o r q u e es mujer la que os llama ,
Disculpara su osadía;
Y eso mismo me asegura
Que tendrá en esta ocasión
Efeto mi p r e t e n s i ó n ,
Y mi esperanza v e n t u r a .
Señor Marqués, doña Flor,
. E n cuyo constante pecho
I n h u m a n o estrago h a n hecho
Vuestra ausencia y vuestro amor,
Como os habéis retirado
Tan del todo d e sus ojos,
Que a u n n o alivia sus enojos
De parte vuestra u n recado ,
Está oprimida de s u e r t e ,
De pesar y s e n t i m i e n t o ,
Que perdido el s u f r i m i e n t o ,
Pide el remedio á la muerte.
Y o , q u e estimo su amistad
Y en vuestra nobleza fio,
He tomado á cargo mió
Amansar vuestra crueldad.
Merezca u n a vez siquiera
Veros el r o s t r o , por ser
GANAR AMIGOS. 383
MARQUÉS.
¿ Qué decís?
MARQUÉS.
Digo
ESCENA XII.
Ya ¡V la impaciencia
384 GANAR AMIGOS.
Se rindió la resistencia:
Mas el Marqués está aquí.
ENCINAS.
DON DIEGO.
MARQUÉS.
DOÑA ANA.
Señor
MARQUÉS.
T r a t a r m e agora de a m o r
Es ablandar u n diamante.
DOÑA ANA.
¡ P o r Dios, q u e le r u e g a ! ¡ Cielos!
¿ Tal vienen á ver mis ojos ?
MARQUÉS.
DOÑA ANA.
Rogado ¿os e n d u r e c é i s ?
No á la sangre que tenéis
La condición conformáis.
DON DIEGO.
Ello es cierto.
MARQUÉS.
Lo que os pido
Es que n o me tratéis m á s
De esa m a t e r i a . .
DOÑA ANA.
Jamás
Me hubiera y o p e r s u a d i d o ,
Si n o lo llegara á v e r ,
Y a u n lo dudo a u n q u e lo toco,
Que con vos puedan tan poco
Los ruegos de u n a mujer.
¿No daréis, Marqués, lugar
Á las disculpas siquiera ?
INÉS.
Esto es justo.
MARQUÉS.
Yo lo h i c i e r a ,
Si m e pudiera m u d a r .
DOÑA ANA.
¿Oyes e s t o , s e ñ o r ?
DON DIEGO.
¿Luego .
El Marqués, por celos mios
La trata con tal r i g o r ?
Ahora b i e n : ya q u e el a m o r
No ayuda mis desvarios,
Á u n engaño me apercibo
Con q u e , p u e s n o soy dichoso,
Lo que n o alcance a m o r o s o ,
Alcanzaré vengativo.
Aquí m e importa q u e des
A entender, q u e eres criado
Del Marqués.
ENCINAS.
Ese cuidado
Me deja , q u e fácil e s ;
Que p u e s hasta aquí por tuyo
No m e conocen , saldré
Con é l , y así pasaré
Plaza de criado suyo.
DON DIEGO.
ENCINAS.
No será t u industria v a n a
Por mi parte
DON DIEGO.
Btcn d e tí
Sé lo que puedo fiar.
Yo q u i e r o , p o r n o causar
Sospeclias, irme de a q u í ,
Pues n o me h a n visto. [ Vase.]
DOÑA ANA.
Bien sé
Que á doña Inés de Aragón
Servís ya.
MARQUÉS.
Y en su afición
Vive contenta mi fé;
Mas con todo, si p u d i e r a ,
Os dejara m á s gustosa.
DOÑA ANA.
MARQUÉS.
¿ Q u é decís? P e r d ó n os pido,
Y que os quejéis de esa s u e r t e , .
Si en mí pudiera la m u e r t e
Lo q u e vos n o habéis podido. [Fose.]
ESCENA X I I I .
DOÑA ANA.
¡Terrible r i g o r !
ENCINAS.
Inés,
Quédate con Dios.
INÉS.
¿ Aquí
Estabas, Encinas ?
ENCINAS.
Sí;
Que v i n e con el Marqués.
INÉS.
ENCINAS.
Y soy
Quien priva m á s en su pecho."
GANAR AMIGOS. 389
DOÑA ANA.
Dime, E n c i n a s , ¿ q u é se ha hecho
Don Fernando de Godoy ?
DOÑA ANA.
DOÑA INÉS.
ESCENA XIV.
DON PEDRO.
¿ Negocio tiene conmigo ,
Cuando le da la afición
De doña Inés de Aragón
En mí un oculto enemigo?
Él la sirve, y yo en secreto
La gozo , y he de callar,
390 GANAR AMIGOS.
No se venga á sospechar
El delito q u e cometo.
¡ Gran t o r m e n t o ! Mas él viene.
ESCENA XV.
MARQUÉS.
¡ Señor don P e d r o !
DON PEDRO.
E n cuidado,
Señor Marqués, u n recado
De parte vuestra m e tiene
¿Hay en qué os sirva ?
MARQUÉS.
• Creed
Que pago vuestra amistad,
Y sé con la voluntad
Que en todo m e hacéis merced.
Hoy h a llegado u n correo
(Ya lo sabréis) de G r a n a d a ,
De la m u e r t e desdichada
De d o n Miguel Carabeo,
Nuestro general valiente;
Y al p u n t o , para ocupar
Tan importante lugar,
Hallé que era conveniente
Vuestra p e r s o n a : mirad
Si os disponéis á acctallo,
GANAR AMIGOS.
DON PEDRO.
(Ap. Darme lo q u e y o n o p i d o ,
No teniéndole obligado,
Cuando sé q u e á nadie h a n dado
Cargo q u e n o h a y a pedido,
No es por bien. ¿ Q u é ü n tendrá
En ausentarme el Marqués?
Celos n o de doña I n é s ;
Que oculto m i amor está.
Mí poder y su m u d a n z a
Teme sin d u d a ; alejarme
Quiere del rey, por cortarme
El hilo de mi privanza.)
Conozco la obligación,
Marqués, en que me ponéis;
Mas a d v e r t i d , q u e daréis
De quejas justa ocasión,
Dándome lo que podrán
Pretender mil caballeros,
Cuyos valientes aceros
Terror á los moros dan.
Yo vivo alegre en m i estado:
Ni más g r a n d e , n i m á s rico
Quiero ser, y así os suplico
Me tengáis por excusado.
392 GANAR AMIGOS.
MARQUÉS.
DON PEDRO.
Sin n ú m e r o tiene
Soldados en q u i e n podéis
También como e n m í , el bastón
Emplear.
MARQUÉS.
Decid ¿ e n q u i é n ?
DON PEDRO.
En el señor de Bailen.
MARQUÉS.
DON PEDRO.
MARQUÉS.
DON P E D R O .
En d o n Francisco d e Estrada.
MARQUÉS.
DON PEDRO.
En don F e r n a n d o Manrique.
MARQUÉS.
Ocupaciones forzosas
Son las s u y a s en las cosas
Del infante d o n E n r i q u e .
Yo, en fin, lo h e mirado b i e n :
No me a r g u y á i s ; aceptad
El cargo y mi voluntad ,
Y advertid q u e os está bien.
DON PEDRO.
MARQUÉS,
En eso n o os e n g a ñ á i s ;
Que quien es mi amigo t i e n e ,
Don P e d r o , en mi corazón
Tanta p a r t e , q u e deseo
Como propio, lo q u e veo
Que ha de a u m e n t a r su opinión.
DON PEDRO.
Yo agradezco la a m i s t a d ;
Pero os advierto, Marques,
Que para mi n o lo es.
394 GANAR AMIGOS.
MARQUÉS.
DON PEDRO.
No habléis
Misterioso. (Ap. En su porfía
Crece la sospecha mia.)
Y para que no os canséis,
Por último desengaño
Digo, que estoy satisfecho
De que trazáis mi provecho;
Pero yo quiero mi daño.
MARQUÉS. [Ap.]
DON PEDRO.
MARQUÉS.
En esto
Pido solo que os miréis,
Y adiós.
En q u e con el r e y estoy,
Yo del vuestro os quitaré.
MARQUÉS. [Ap.]
De la m u e r t e os l i b r a r é ,
Ó no seré yo quien soy.
396 GANAR AMIGOS.
ACTO TERCERO.
Calle.
ESCENA PRIMERA.
DON DIEGO.
ENCINAS.
DON DIEGO.
ENCINAS.
Estará p u n t u a l el escudero.
¡Qué g r a n negociador es el d i n e r o !
Cercáronme al p a r t i r de los doblones,
Como á la flor la b a n d a d e abejones.
GANAR AMIGOS. 397
DON DIEGO.
A y u d a , noche o s c u r a ,
Á quien vengarse de u n desden p r o c u r a .
Pues doña Ana al Marqués a d o r a , i n t e n t o ,
Fingiendo s e r l o , e n t r a r en su aposento,
Donde, lo q u e n o amor, m e dé el engaño.
Loco e s t o y : remediar quiero mi d a ñ o ;
Y á quien le pareciere exceso g r a v e ,
No me c o n d e n e , si de a m o r n o sabe;
ESCENA II.
ESCUDERO.
¡ Cómo! La vida
En servirle daré por bien p e r d i d a ,
Porque de liberal y agradecido
Tiene el n o m b r e q u e nadie ha merecido.
398 GANAR AMIGOS.
ENCINAS.
Llegad.
ESCUDERO.
¿Es el Marqués?
ENCINAS.
Sí.
ESCUDERO.
Señor m í o ,
¿ Qué m e queréis m a n d a r ?
DON DIEGO.
De vos me fío,
V vos fiad de m í .
ESCUDERO.
Dejad rodeos,
Y probad en mis obras mis deseos.
DON DIEGO.
ESCUDERO.
Y recogidos
Todos en casa ya.
DON DIEGO.
ESCUDERO.
¿ Qué pretendéis ?
DON DIEGO.
Sin p r e g u n t a r m i intento
Lo haced, para obligarme deste m o d o ,
Que m i poder os sacará de todo.
ENCINAS.
ESCUDERO.
Yo temo
El carro g r u ñ e , importaría
Untarlo.
ENCINAS.
No tengas p e n a :
Suplir puede la falta esta cadena,
Que m e dio u n amo á quien serví primero.
[Da la cadena á D. Diego, y éste al Escudero.]
400 GANAR. AMIGOS.
DON DIEGO.
ESCUDERO.
¿Á q u i é n n o venceréis? Callando
Venid.
Las luces m a t a r é en e n t r a n d o .
ENCINAS.
DON DIEGO.
Si los criados
Viéredes por v e n t u r a alborotados,
Y quisieren e n t r a r , vos e n mi n o m b r e
Los detened y amenazad.
ESCUDERO.
No h a y h o m b r e
E n esta c a s a , q u e por vos n o m u e r a .
ENCINAS. [Ap.]
ESCENA III.
EL REY. EL MARQUÉS.
MARQUÉS.
REY.
MARQUÉS.
Dispuesto á darle la m u e r t e ,
Como habéis m a n d a d o , estoy;
Mas por la nueva ocasión
Os le consulto de nuevo.
TOMO I.
№ GANAR AMIGOS.
REY.
Marqués, la piedad a p r u e b o ;
Condeno la remisión.
MARQUÉS.
REY.
Es así.
MARQUÉS.
REY.
MARQUÉS.
Es el m á s alto favor
Que de vuestra majestad
Recibí jamás.
REY.
Alzad,
Mi mayordomo mayor.
MARQUÉS
REY.
Quiero
Teneros siempre á mi lado;
GANAR AMIGOS.
ESCENA IV.
En estando solo el r e y
Le daré del caso cuenta;
Que pues d e r r i b a r m e i n t e n t a ,
La defensa es justa ley.
MARQUES.
DON PEDRO.
Los pies
Me dé vuestra majestad.
REY.
Mi g e n e r a l , levantad.
REV.
DON PE URO.
UNO. [Dentro.]
ESCENA V.
DOÑA ANA.
MARQUÉS.
DOÑA ANA.
¿Podrá ser,
Gran señor, que su poder
Obscurezca mi verdad ?
REY.
Refrenada. E n mi justicia
N o h a y e x c e p c i ó n de persona.
¡ Ah de mi g u a r d a !
MARQUÉS.
Creed,
Gran s e ñ o r
REY.
M a r q u é s , callad.
E n juicio v o s l e a c u s a d ;
Vos e n j u i c i o o s defended.
ESCENA VI.
GUARDAS. DICHOS.
GUARDAS.
¿Qué mandáis?
REY.
Vaya el Marqués
Preso al cuarto d e la torre.
La fortuna m e s o c o r r e ;
M o v e d , v e n g a n z a , los pies.
La ocasión tengo e n la m a n o
Para a c u m u l a r l e a g o r a ,
Q u e é l , por los celos d e Flora
Hizo matar á s u h e r m a n o .
GANAR AMIGOS.
MARQUÉS.
DOÑA. ANA.
¿Cómo á n e g a r lo q u e h a s h e c h o ,
T i r a n o , te h a s atrevido ?
MARQUÉS.
DOÑA ANA.
Él se fía
E n s u poder.
MARQUÉS.
Brevemente
Haré m i v e r d a d patente.
DOÑA ANA.
y y o probaré la m í a . [Fanse.]
412 GANAR AMIGOS.
Callo.
ESCENA VII.
ENCINAS.
¿Voy b u e n o ?
DON DIEGO.
E n c i n a s , advierte
Si es tu deuda conocida,
Pues cuando puedo rni vida
Asegurar con tu m u e r t e ,
Tanto d e tu pecho fío,
Que dejo en esta ocasión
En t u lengua mi opinión,
Y m i vida en t u albedrío.
ENCINAS.
DON DIEGO.
ENCINAS.
DON DIEGO.
No pensé q u e resistiera
Doña A n a , cuando emprendí
El e n g a ñ o ; antes creí
Que alegre tálamo diera
Al Marqués. Vime en sus brazos,
Toqué marfiles b r u ñ i d o s ,
Gusté labios defendidos
Y gocé esquivos abrazos:
Creció el apetito, el fuego,
El furor Lo mismo hiciera
Si la espada al cuello viera,
Ó el amor n o fuera ciego.
ENCINAS.
DON DIEGO.
T ú , mi h e r m a n a , y y o n o m á s ,
Sabemos q u e me has s e r v i d o :
Coa q u e vivas escondido
Estoy s e g u r o , y lo estás.
ENCINAS.
Eso i m p o r t a , y la mancilla
Caiga en el pobre Marqués.
DON DIEGO.
Poderoso, E n c i n a s , e s ,
ENCINAS.
Y la verdad le valdrá.
DON DIEGO.
Y á nosotros la p r u d e n c i a ,
La industria y la diligencia.
ENCINAS,
Adiós: q u e desta se va
Fray Bartolo. Hasta ,1a vuelta
Me arroja tu bendición.
Mas escucha ese p r e g ó n ;
Que anda la corte revuelta.
GANAR AMIGOS. 415
ESCENA VIH.
UN P R E G O N E R O , dentro. DICHOS.
PREGONERO. [DetÚVO.]
ENCINAS.
DON DIEGO.
De prisa
Debe de a n d a r la pesquisa.
E n c i n a s , amigo, vete.
ENCINAS.
DON DIEGO.
ENCINAS.
Si puedo
Pescar esta cantidad
Y vivir con libertad,
¿ Quién m e mete e n tener m i e d o ,
A n d a r retirado y solo,
Fugitivo , alborotado,
Bandido y sobresaltado,
Hecho el h e r m a n o Bartolo?
Señor, p e r d o n a : allá va
T u disfraz y tu dinero. [Hace que se desnuda.]
- DON DIEGO.
ENCINAS.
Quiero,
Pues Dios su m a n o me d a ,
Yerme libre de pobreza
Y justicia.
DON DIEGO.
¿Esta es lealtad?
¿ Esta es ley ?
ENCINAS.
La c a r i d a d ,
Señor, de sí misma empieza.
GANA TI AMIGOS.
DON DIEGO.
Yo le daré n m c h o m á s
De m¡ hacienda.
ENCINAS.
¿Y el perdón
De mi culpa?
DON DIEGO.
¿Del pregón
Te fías?
ENCINAS.
Pues ¡ q u é ! ¿ d i r á s
Que es e n g a ñ o ?
DON DIEGO.
Sí.
ENCINAS.
E n los reyes
La palabra es ley.
DON DIEGO.
No liay ley,
Encinas, que obligue al rey,
Porque es autor de las leyes.
ENCINAS.
DON DIEGO.
¡ Suerte enemiga!
¡ Mirad de q u i é n m e h e fiado!
¡ Muera y o , p u e s q u e indiscreto
Quise fiar mi secreto!
ENCINAS.
Lindamente la h a s tragado.
DON DIEGO.
¿ Qué dices?
ENCINAS.
T u confianza
Probé c o n este picón.
DON DIEGO.
ENCINAS.
Señor,
Tienen los pobres criados
Opinión de interesados,
De poco peso y valor.
¡Pese á quien lo piensa! ¿ a n d a m o s
De cabeza los sirvientes?
¿Tienen almas diferentes
GANAR AMIGOS.
DON DIEGO.
ENCINAS.
ESCENA IX.
INÉS.
Oye, hermano.
ENCINAS. [Ajh]
(¡Pese á mí.)
Inés y F e r n a n d o son.
INÉS.
Tenga.
DON FERNANDO.
INÉS.
El es
Sordo, ó tonto.
ENCINAS. [Ap]
¡ Que h a y a sido
T a n ' d e s d i c h a d o ! Perdido
S o y , si me conoce Inés.
GANAR AMIGOS.
El cielo en él retrató
Á Encinas.
ENCINAS. [Af.)
Aquesto es hecho.
INÉS. [Ap.]
ENCINAS. [Ap.]
ESCENA X.
DON FERNANDO.
Tenga.
INÉS.
Aguarde.
DON FERNANDO.
Tentación
Debes de darle sin duda ,
GANAR AMIGOS.
P u e s , hace la lengua m u d a ,
Cruces e n el corazón.
INÉS.
¿Yo tentación?
DON FERNANDO.
Juraría
Que e r a Encinas.
INÉS.
Yo también.
DON FERNANDO.
Alas á s e r i o , y o sé bien
Que n o se m e encubriría.
INÉS.
Otro n o s informará.
DON FERNANDO.
Prosigue.
INÉS.
Hanle a c u m u l a d o ,
Á la fuerza, q u e ha m a n d a d o
Matar su h e r m a n o , y está
Probado ya , q u e escondió
El mismo al fiero homicida:
GANAR AMIGOS.
Y a ú n dicen m á s ; q u e la vida
Al matador le quitó
Para cncubrillo.
DON FERNANDO.
¡Qué e n g a ñ o !
INÉS.
DON FERNANDO.
¿No fué ya
Á Granada ?
INÉS.
Ya estará
Dando á los moros teuior.
DON FERNANDO.
DON FERNANDO.
Retirado
Me lian tenido mis tristezas.
GANAR AMIGOS.
INÉS.
Si las h a causado F l o r ,
Muda intento por tu vida ;
Que el Marqués, a u n q u e la olvida ,
Es quien la abrasa de amor.
DON FERNANDO.
INÉS.
Causa bastante
Su m u e r t e á ese y e r r o dio :
Y adiós; q u e el tiempo n o es m i ó ,
Con las desdichas q u e ves.
DON FERNANDO.
Lo q u e e n mí h a s tenido Inést
Tendrás siempre.
INÉS.
A s i l o fío. [ Vase.]
ESCENA XI.
DON FERNANDO.
¿ Qué hemos de h a c e r , corazón ,
En u n t a n confuso estado ?
El q u e la vida me h a d a d o ,
Por m i culpa está e n prisión.
GANAR AMIGOS. ' 425
Salón de palacio.
ESCENA XII.
EL REY Y UN SECRETARIO.
REY.
Esto es justicia.
SECRETARIO.
Señor,
Por indicios solamente .
¿Ha de morir u n pariente
Yuestro, de tanto valor?
REY.
No os dé necia confianza
Ser sus delitos dudosos,
Que contra los poderosos
Los ÍDÚÍCÍOS son p r o b a n z a .
Contra el Marqués, ¿ q u é testigo
426 GANA 11 AMIGOS.
ESCENA XIII.
DON PEDRO Y SOLDADOS, con banderas moriscas,
arrastrando á son de cajas. EL REY,
DON PEDRO.
Vuestra majestad me dé
Sus pies.
REY.
Don Pedro de L u n a ,
¿Qué es esto?
DON PEDRO.
Que h o y la fortuna
Africana os besa el pié.
Supo el moro de Granada
La m u e r t e del general
Don Miguel; mas por su mal
Se le encubrió mi llegada
Al campo, q u e sin cabeza
Juzgó e n g a ñ a d o : embistió
Animoso; m a s vencié
Brevemente vuestra alteza.
Vuestra es Granada y su t i e r r a ;
Y así yo á serviros vengo
En la p a z , p o r q u e n o tengo
Que hacer agora en la guerra.
REY.
DON PEDBO.
BEY,
DON P E D R O .
Ya lo espero.
BEY.
Es vuestra vida.
DON PEDBO.
¡Mi vida! ¿ C ó m o , s e ñ o r ?
BEY.
Id al m a r q u é s d o n F a d r i q u e ,
Y decidle q u e os explique
Su piedad y vuestro error.
DON PEDRO.
REV.
DON PEDRO.
El Marqués n o lo d i r á ,
Si fué entre los dos secreto,
Sin u n firmado decreto.
REY.
ESCENA XIV.
DON FERNANDO.
Yo s é , hermosa doña F l o r ,
Que al Marqués tu pecho adora ;
No vengo á quejarme agora
430 GANAR AMIGOS.
De tu m u d a n z a y su a m o r ;
Que la desesperación
Ha dado m u e r t e al cuidado.
DOÑA FLOR.
DON FERNANDO.
DOÑA FLOR.
DON FERNANDO.
F l o r , en eso
Deja el cargo á mi cuidado.
DOÑA FLOR.
Si la libertad así
Ha de conseguir, supuesto
GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
Yo aceto la permisión ;
Que h o y pienso al m u n d o m o s t r a r
De qué modo lian de pagar
Los nobles su obligación.
DOÑA FLOR.
DON FERNANDO.
De agradecido m u y presto
La prueba mayor verás. [Vaso Doña Flor.
432 GANAR AMIGOS.
ESCENA XV.
DON DIEGO.
DON FERNANDO.
Con diligencia os b u s c a b a ,
Señor don Diego.
DON DIEGO.
¿Hay en qué
Os sirva ?
DON FERNANDO.
O i d , y os diré
La ocasión q u e m e obligaba.
Vos n o debéis ignorar
Del Marqués el triste estado.
DON DIEGO.
No.
DON FERNANDO.
Pues la vida me ha d a d o ,
Y la vida le h e de dar.
GANAR AMIGOS.
DON DIEGO.
Es justa correspondencia.
Pero y o , ¿ q u é parle soy
En esto?
DON TURNANDO.
Tnrornuido estoy
Que el revocar la sentencia ,
Que á muerte le ha condenado
Por la fuerza, está n o más
De en probarse , que jamás
Encinas fué su criado.
Á mí me consta, que el dia
Que el delito sucedió
Á que Encinas a y u d ó ,
A vos, don Diego, os servia ,
Y me consta que habéis sido
Ciego amante de doña Ana ;
Y así eá congo tura llana
Que v o s lo habéis cometido.
DON DIEGO.
Quien dijere
DON FERNANDO.
Detened
El arrojado furor,
Y para prueba m a y o r
De lo que digo, sabed
Toan I.
43 i GANAR AMIGOS.
¿ Q u é h e d e h a c e r ? La culpa es grave :
Noble y m u j e r la ofendida:
Justiciero el r e y Perdida
Miro esta mísera nave ,
E n t r e fieras tempestades
É inevitables bajíos.
¡Oh terribles desvarios
De amorosas ceguedades!
DON FERNANDO.
DON DIIÍGO.
¿ Cómo ?
DON FERNANDO.
Si os sentís c u l p a d o ,
Pues encubrillo queréis
En vano , cuando sabéis
Que h a n preso á vuestro criado ,
Antes que él v e n g a , haced vos
Lo que y o , y en las historias
Borraremos las memorias
De ajena faina los dos.
DON DIEGO.
DON FERNANDO.
Sí.
DON DIEGO.
Empezadlo á disponer;
Que v o s , ¿ q u é podéis hacer
Que no me esté bien á mí ?
Í3G GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
DON DIEGO.
Voy.
DON FERNANDO.
De agradecida amistad
Claro ejemplo al m u n d o soy. [I'anse.]
ESCENA XVI.
SECRETARIO.
REY.
SECRETARIO.
Voy al punto. [l'tise.l
REY.
La experiencia
De la culpa ó la inocencia
Del Marqués, con esto h a r é .
ESCENA XVII.
MARQUÉS.
DON PEDRO.
ESCENA XVIII.
DON FERNANDO. DON DIEGO. DOÑA FLOR , con
manto. EL MARQUÉS. DON PEDRO. EL REY,
en el mirador,
DON FERNANDO.
DON PEDRO.
Para hacello,
¿Qué imagináis?
DON P E D R O .
Pues el sello
h ÍO GANA 11 AMIGOS.
Tengo de su majestad ,
Sacaros de la prisión
Quiero con é l , y q u e d a r
Yo e n ella para mostrar
Que es amistad, no t r a i c i ó n ,
Por quien cometer ordeno
Tal e r r o r contra su alteza.
BEV. [Ap.]
Agradezco la fineza ,
Si la doslealtad condeno.
DON I'EDRO.
¿ Q u é decís?
MAKQLUÍS.
DON PEDRO.
MARQUÉS.
DON PEDRO.
¿Pues no h a y , m a r q u é s don F a d r i q u c ,
Otros reinos ? Y está claro
Que alegre os d a r á su a m p a r o
El infante don E n r i q u e .
MARQUÉS.
Don P e d r o , ¡ n o q u i e r a el cielo ,
Cuando está toda la tierra
Ardiendo en continua g u e r r a ,
Que yo v a y a á d a r recelo
Y duda de m i lealtad,
Por h u i r cierto castigo ,
Buscando en reino enemigo
De mi r e y , la libertad!
No: m u y m a l lo habéis m i r a d o ;
Que m e n o r inconveniente
Será morir inocente
Que vivir mal opinado.
GANAR AMIGOS.
REY. [Ap.]
¡ G r a n valor!
DON PEDRO.
¿ Q u é h a r é i s , supuesto
Que h o y , si el mal n o se remedia,
Vuestra mísera tragedia
Verá el teatro funesto ?
MARQUÉS.
¿ Q u é ? Morir, si castigar
Sufre el cielo la inocencia.
ESCENA XIX.
EL SECRETARIO Y DOÑA ANA , con manto. EL
MARQUÉS. DON PEDRO. DON FERNANDO. DON
DIEGO Y DOÑA FLOR, á una puerta; EL REY
en el mirador.
SECRETARIO.
Mostrad , M a r q u é s , la paciencia
Que el valor suele a d o r n a r ;
Que al p u n t o m a n d a su alteza
Q u e , pues vuestra culpa es l l a n a ,
Le deis la m a n o á doña Ana ,
Y al verdugo la cabeza.
REY. [Ap.]
Si resiste al casamiento
Á vista ya de la m u e r t e ,
De su inocencia me advierte.
GANAR AMIGOS.
MARQUÉS.
DOÑA A S A .
SECRETARIO.
Del suplicio
Ya los ministros aguardan.
MARQUÉS.
P u e s , secretario, ¿ q u é tardan ?
Vamos: haced vuestro oficio.
[Adelántame D. Pedro y D, Fernanda.]
DON PEDRO.
Aguardad.
DON FERNANDO.
¡ No quiera Dios
Que padezca u n inocente!
DON DIEGO.
SIÍCRETARO.
Pues ¿ q u i é n lo ha sido?
Los dos.
DON DIEGO.
DON FERNANDO.
Testigo soy.
DOÑA FLOR.
Yo también.
. DON FERNANDO.
Y p o r q u e acabe
Esta ciega confusión,
Yo á Encinas di la c a d e n a ,
Por quien al Marqués condena
La v e h e m e n t e p r e s u n c i ó n ;
Que el Marqués me la dio a mí
La noche que yo á su h e r m a n o
Maté; que fué tan h u m a n o
Cuanto yo i n h u m a n o fui;
GANAR AMIGOS.
DOÑA FLOR.
Esta es
La verdad.
DON FERNANDO.
Pues confesamos,
GANAR AMIGOS.
REY. [Ap.]
Notable hazaña.
DON PEDRO.
Libre estáis, Marqués.
MARQUÉS.
N o estoy.
A g o r a , d o n Pedro , s o y
Con fineza tan extraña
Más p r e s o ; q u e a n t e s lo era
Del c u e r p o , y del alma y a ,
Que es n o b l e ; y antes dará
Mil v i d a s , q u e consintiera
Que den la m u e r t o á los d o s ,
Que por m í la vida ofrecen,
DON PEDRO.
Ellos c o n razón padecen ,
Y. estáis inocente v o s .
MARQUÉS.
Y o , don Pedro , solo v e o
Que por mí se h a n ofrecido :
Esta deuda h e c o n o c i d o ,
Y esta pagarles deseo.
GANAR AMIGOS.
DON FERNANDO.
DON DIEGO.
El q u e d e l i n q u i ó padezca.
REY. [Ap.]
. De mi justicia a m a n e z c a '
El sol e n t r e estos n u b l a d o s . [Vase del mirador.]
ESCENA XX.
DOÑA FLOR.
;Qué p e n a !
DOÑA ANA.
¡Qué confusión!
DON FERNANDO.
S e ñ o r s e c r e t a r i o . dad
Noticia a s u majestad
D e esta n u e v a dilación ,
Y él e n todo ordenará
Lo q u e importe.
MARQUÉS.
Deteneos.
(¡ANAR.AMIGOS.
SECRETARIO.
Señor M a r q u é s , resolveos;
Que se pasa el plazo ya
Que para la ejecución
Señaló su majestad.
DON PEDRO.
Yo v o y á hablarle.
ESCENA XXI.
EL REY. DICHOS.
REY.
Aguardad.
SECRETARIO.
El rey.
DON PEDRO.
Haced relación,
Secretario, deste caso.
REY.
DON PEDRO.
Ó on el público teatro
Dad la m u e r t e á todos cuatro ,
Ó á todos los perdonad.
VOCES. [Dentro.]
Entrad.
REY.
¿ Qué es esto ?
ESCENA XXII.
UN GUARDIA.
Este es
Juan de E n c i n a s , el criado
Que p r e n d e r habéis m a n d a d o
Por el caso del Marqués.
Ó está loco ó finge estallo;
Que desde q u e le p r e n d i m o s ,
Sólo á cuanto le decimos
Nos da por respuesta: Callo.
DON DIEGO.
Yo estoy de tu lealtad ,
Encinas, bien satisfecho;
Mas y a niegas sin provecho :
Decir ( H i e d e s la v e r d a d .
TOMO I. id
Í50 GANAR AMIGOS.
Supuesto que y a mi e r r o r
He confesado.
ENCINAS.
Con eso
Yo t a m b i é n , s e ñ o r , confieso
Que es don Diego quien su honor
Le robó á doña A n a , y y o
Quien fingiendo ser criado
Del M a r q u é s , por su m a n d a d o
Los de su casa engañó.
DON FERNANDO.
Di lo q u e sabes de Flor
Y de mí.
ENCINAS.
Su a m a n t e has sido
Tres a ñ o s , y n o h a tenido
Más que esperanza tu amor.
DON P E D R O .
DOÑA FLOR.
P e r d o n a , amiga, á mi h e r m a n o ;
Queda con h o n r a y casada,
Y n o sin ella y vengada.
GANAR AMIGOS.
DOÑA ANA.
S e ñ o r , dándome la m a n o
Don Diego , le doy perdón.
MARQUÉS.
Yo de la m u e r t e le doy
A don F e r n a n d o , pues soy
Parte formal desta acción.
REY.
Caballeros valerosos ,
De España gloria y h o n o r ,
En cuyos heroicos pechos
Cuatro espejos m i r a el s o l ,
De justiciero me p r e c i o ;
río h e d e serlo m e n o s h o y :
Justicia tengo de h a c e r ,
Y premiar vuestro Valor.
Al que es único en u n a r t e
Ulii á las g e n t e s , dio
La l e y , de cualquier delito,
Por u n a vez r e m i s i ó n ;
Que el derecho p r e v e n i d o
Más conveniente j u z g ó
Conservar el bien de m u c h o s ,
Que castigar u n e r r o r .
De vosotros p u e s cualquiera
Es tan único en v a l o r ,
Que niega á los mismos ojos
Crédito la admiración.
Pues ¿cuál arte puede dar
452 GANAR AMIGOS.
Á u n reino fruto m a y o r
Que el v a l o r , pues por los c u a t r o
Miro ya en mi sujeción
Las cuatro partes del m u n d o ?
Luego bien p r u e b o q u e os doy
La libertad por d e r e c h o ,
Y por justicia el p e r d ó n .
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
DON P E D R O .
Celebre el tiempo tu n o m b r e .
DON DIEGO.
Y la fama t u opinión.
REY.
DOÑA FLOR.
Le juzga en la posesión :
Y así él es solo quien pueJe
Y debe ilustrar mi honor.
MARQUÉS.
ENCINAS.
REY.
ENCINAS.
DON FERNANDO.
MARQUÉS.
DON FERNANDO.
MARQUÉS,
DON FERNANDO.
Conmigo
Ha de morir mi secreto.
MARQUÉS.
PÍCISAS.