Escala Thurstone

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Marco Teórico

La actitud es un estado de disposición mental y nerviosa, organizado mediante la


experiencia, que ejerce un influjo directivo o dinámico en la respuesta del individuo
a toda clase de objetos y situaciones. Allport (citado en Barón, 2012)
En cuanto al aborto McCary establece que el aborto es la expulsión prematura del
producto de la concepción del útero: un huevo fecundado, embrión o feto no
viable. El aborto puede ser terapéutico, lo cual indica que existe un riesgo para la
vida de la madre o una posible anomalía fetal; o electivo, el cual indica que se
practica a petición de los futuros padres. Cualquiera de los dos tipos de aborto se
denomina criminal cuando se lleva a cabo en contra de las leyes
existentes. McCary(1991)

Las Actitudes
“Etimológicamente, actitud se deriva del latín Aotus, que significa conveniencia,
actitud o adaptabilidad, connotando como forma de actitud un estado subjetivo o
mental de preparación para la acción”(Allport, 1953).
Salazar define la actitud como ‘un estado mental y neural’ de disposición,
organizado a través de la experiencia, que ejerce una influencia directa o dinámica
en la reacción del individuo ante todos los objetos y las situaciones con que se
encuentra relacionado”. Salazar (1980)
Con base en las ideas de Allport, Barón (1990) afirma que la actitud es un estado
de disposición mental y nerviosa, organizado mediante la experiencia, que ejerce
un influjo directivo o dinámico en la respuesta del individuo a toda clase de objetos
y situaciones. La idea central es que la actitud supone una preparación de la
persona para actuar de una u otra manera ante cada objeto, una predisposición
mental y, por tanto, la transitoriedad de cada tratamiento anclada en la estabilidad
de lo que son disposiciones de la persona. Allport, Barón(1990)
Hernández (2002) plantea que las actitudes son fenómenos que no pueden ser
observados de manera directa, sólo se pueden medir de manera indirecta a través
de las opiniones dadas por las personas ante un objeto o situación determinada.
Hernández (2002)
Baron y Byrne(2005) afirman que los psicólogos sociales generalmente emplean el
término actitudes para referirse a nuestras evaluaciones de prácticamente
cualquier aspecto del mundo social (Fazio y Roskos-Ewoldson, 1994; Tesser y
Martín, 1996), en la medida en que tengamos reacciones favorables o
desfavorables, hacia temas, ideas, personas, grupos sociales, objetos. Las
actitudes se reflejan a menudo en nuestro comportamiento, pero algunas veces
este no es el caso. Baron y Byrne(2005)
Una actitud es una organización relativamente estable de creencias evaluativas,
sentimientos y tendencias de conducta hacia el objeto. Las creencias incluyen
hechos, opiniones y nuestro conocimiento general acerca del objeto. Los
sentimientos abarcan amor, odio, agrado, desagrado y sentimientos similares. Las
tendencias de conducta se refieren a nuestras inclinaciones para actuar de ciertas
maneras hacia el objeto, aproximarnos a él o evitarlo (Charles G. y Maisto, 2009).

Componentes De Las Actitudes


Aunque no hay precisión, hay diferentes teorías convergen en que los tres
elementos o componentes de la actitud son: cognitivo, afectivo y conativo (Assael,
1999)
Eisenberg (2000) propone que:
El elemento cognoscitivo es a menudo conocido como las creencias y valores de
una persona. El componente cognitivo, llamado igualmente perceptual,
informacional o estereotipo, es la concepción que el individuo tiene de los objetos,
la idea que el individuo utiliza para el pensamiento. Nadie puede tener una actitud
hacia algo que no conoce.
El componente afectivo es considerado como el único componente característico
de las actitudes. Es el sentimiento a favor o en contra de un determinado objeto
social (Fishben y Raven, 1962; Rodríguez, 1976).

Formación de las Actitudes


Baron y Byrne(2005) plantean que:
Gran parte de nuestras actitudes son adoptadas de otras personas a través del
proceso de aprendizaje social, es decir, al interactuar con otros o simplemente
observar su conducta. Baron y Byrne(2005)

Tipos de Actitudes
Baron y Byrne(2005) establecen que:
Las actitudes pueden ser positivas, negativas y ambivalentes. La ambivalencia de
la actitud hace referencia a que nuestra evaluación de objetos, temas, personas o
eventos no es siempre uniformemente positiva o negativa; por el contrario, estas
evaluaciones con frecuencia están mezcladas, componiéndose de reacciones
tanto positivas como negativas (Priester y Petty, 2001; Thompson, Zanna y Griffin,
1995)
Una vez que las actitudes se han formado, con frecuencia son difíciles de cambiar.
Cuando las actitudes son uniformemente positivas o negativas son aún más
difíciles de cambiar, de hecho, con frecuencia no cambian durante largos períodos
de tiempo.

Aborto
El término aborto” (Del latín abortus; de ab; privación y ortus, nacimiento). Mal
parto, parto anticipado, nacimiento antes de tiempo. Expulsión del feto antes de
que sea viable. Puede ser ovular, embrionario o fetal, según la época en que
ocurra “.Goldstein (1978)
Labatut(1983) afirma que el aborto sería la interrupción maliciosa del embarazo
con el propósito de destruir una futura vida humana. La muerte no es requerida
objetivamente, el tipo se satisface en el plano objetivo con la interrupción, pero no
es bastante, en la esfera subjetiva, el puro dolor referido a la interrupción; se
precisa, además, la muerte como mira por alcanzar. Labatut(1983)
Posteriormente Duranteau(1987) manifiesta que el aborto es interrupción del
embarazo antes del sexto mes, es decir, antes del que el feto sea viable. Pérdidas
de sangre y dolores son los signos que advierten acerca del aborto espontáneo
que, con suma frecuencia, debe completarse con un legrado. Duranteau(1987).
El Diccionario Medico Larousse (1991) define el aborto como la expulsión de la
concepción del producto antes de ser viable. El aborto es embrionario antes de los
noventa días, fetal hasta el séptimo mes; a partir de esa fecha ya no se trata de
aborto, si no de parto prematuro, considerándose entonces al niño viable desde el
punto de vista legal; en realidad, desde el uso de las incubadoras, la viabilidad es
posible desde los seis meses. El aborto puede ser espontáneo o provocado
(terapéutico y criminal). Larousse (1991)
Desde el punto de vista médico, Silva(1991) plantea que el aborto es la
interrupción del embarazo en los primeros 6 meses del mismo. Es la expulsión del
producto de la concepción provocada prematuramente. Es la interrupción del
proceso fisiológico del embarazo, producido por causas naturales o provocadas. Si
se termina el proceso del desarrollo del feto, o el embarazo después de los 6
meses, hay parto prematuro. Silva(1991)
Así mismo Dorland (1991 ) expresa que el aborto es la expulsión prematura (antes
del sexto mes) del producto de la concepción (embrión o feto no viable). Los
síntomas clásicos generalmente presentes en cualquier tipo de aborto son: dolor y
hemorragia uterina, reblandecimiento, dilatación del cuello y presentación o
expulsión de todos los huevos o parte del mismo producto de la concepción
expulsado prematuramente. Detención prematura de un proceso normal o
morboso. Dorland (1991)
De igual forma McCary(1991) establece que el aborto es la expulsión prematura
del producto de la concepción del útero: un huevo fecundado, embrión o feto no
viable. El aborto puede ser terapéutico, lo cual indica que existe un riesgo para la
vida de la madre o una posible anomalía fetal; o electivo, el cual indica que se
practica a petición de los futuros padres. Cualquiera de los dos tipos de aborto se
denomina criminal cuando se lleva a cabo en contra de las leyes existentes.
McCary(1991) .

Tipos De Aborto
Alger (2004) afirma que:
El aborto puede tipificarse como espontáneo o inducido. El aborto espontáneo
puede ser completo o incompleto, dependiendo si los productos de la concepción
han sido expulsados de forma parcial o completa. El aborto en condiciones no
seguras o de riesgo se refiere a un aborto inducido a través de un procedimiento
ejecutado por personas no capacitadas y/o en un ambiente que carece de las
condiciones sanitarias mínimas normalizadas para su ejecución. La práctica de un
aborto en 9 condiciones no seguras puede conducir a un aborto séptico, causa
importante de morbilidad y mortalidad materna. Alger (2004).
La Organización Mundial de la Salud ha estimado que 20 millones de mujeres a
nivel mundial sufren un aborto en condiciones no seguras cada año y que 19
millones de los casos ocurren en países en desarrollo. La tasa anual mundial por
1000 mujeres en la edad de 15 a 49 años. Para el año 2000 se calculó en 30 para
Latinoamérica y El Caribe, 27 para África y 11 para Asia.
Se estima que 78,000 mujeres mueren cada año debido a las complicaciones de
haberse ocasionado un aborto en condiciones de riesgo, unas 5,000 mujeres en la
región de América Latina y El Caribe.

Clases de abortos provocados según su legalidad:


Rivera (2008) propone los tipos de aborto provocado:
Aborto Clandestino: Es el aborto practicado por personas particulares,
desafiando las leyes de un Estado que prohíbe o limita el aborto. Se produce en
lugares generalmente inapropiados.
Aborto Legalizado: Es el aborto realizado bajo el amparo de las leyes del Estado,
en los países donde el aborto está legalizado. En estos casos el aborto se realiza
en hospitales oficiales o clínicas, con la autorización y el control de las
autoridades.
Aborto Terapéutico: Se dice que se realiza generalmente cuando la vida de la
madre corre peligro. El aborto terapéutico es reconocido internacionalmente como
un servicio de salud especializado y necesario cuya finalidad es salvaguardar la
vida de la madre cuando ésta se encuentra en peligro a consecuencia de un
embarazo.

Embarazo en Adolescentes
Berrantes, Jiménez, Rojas y Vargas (2003) plantean que:
La proporción de recién nacidos de madres menores de 19 años ha continuado
aumentando o bien se mantiene estable, en la mayoría de los países de América
Latina, con consecuencias negativas tanto para las adolescentes que asumen
precozmente la maternidad sin la debida preparación, como para toda la sociedad.
La adolescencia al estar condicionada por características sociales, culturales y
económicas bajo las cuales se va formando la joven, no implica únicamente
cambios fisiológicos y psicológicos, sino que también puede considerarse como un
fenómeno social.
Las carencias nutricionales, el mal manejo de la sexualidad y la escasa integridad
o continencia de los roles familiares, son factores predominantes sobre todo en los
grupos de bajos recursos económicos o marginados.
También lo son las curvas prevalencias de tuberculosis, enfermedades de
transmisión sexual, VIH/SIDA, embarazos no deseados, adicciones, prostitución,
delincuencia y consecuencias en la marginación.
Las necesidades nutricionales de la joven dependen del desarrollo adolescente y
sus cambios fisiológicos, como también de la presencia de embarazo o lactancia.
Los riesgos alimentarios se incrementan durante la gestación, pudiendo cursar con
anemia y otras carencias específicas, que colocan a la joven en peligro tanto para
su embarazo como para su crecimiento, y gravita negativamente sobre el estado
de nutrición materno fetal, con riesgos de parto prematuro, bajo peso al nacer y
anemia ferropénica en el primer año de vida.
Para la madre adolescente, entre las consecuencias de un embarazo no deseado
se encuentran el aborto ilegal, el aumento de la mortalidad materna, la deserción
escolar, el desempleo, y un mayor riesgo de divorcio y trastornos mentales. Para
el hijo de la madre adolescente existe mayor 11 riesgo de muerte, bajo peso al
nacer, retardo del crecimiento y desarrollo, y maltrato físico.
Los nacidos vivos de madres adolescentes menores de 15 años registran una tasa
de mortalidad infantil del doble que el promedio (45,1%) que disminuye a 22,6%
en el grupo de 15 a 19 años.
La relación entre grado de instrucción de la madre y mortalidad infantil también es
importante, ya que en los hijos de madres que no finalizaron la escolaridad
primaria la tasa de mortalidad infantil es cuatro veces mayor que en las madres
que completaron el secundario.
Se ha observado mayor el índice de prematuros, retardo de crecimiento
intrauterino, hipertensión arterial y preclamsia al comparar estas madres con
embarazadas de más edad.
La asociación entre nutrición materna y crecimiento fetal está claramente
demostrada en numerosos estudios, habiéndose discriminado la ganancia de peso
durante la gestación como una variable relevante para el pronóstico de restricción
de crecimiento intrauterino.
Las adolescentes embarazadas, especialmente aquellas que viven en
comunidades deprimidas debido a la pobreza y a la falta de una buena educación
y consejería, son vulnerables para desarrollar deficiencias nutricionales que
pueden conducir al agotamiento en los depósitos de nutrientes esenciales, la
adquisición de pobres hábitos dietéticos y un inadecuado control prenatal.
Rodríguez (2004) afirma que:
En la actualidad las jóvenes corren un riesgo de embarazo durante más años por
dos razones: los años fértiles de la mujer han ido aumentando debido a que la
edad de la primera menstruación (también llamada menarquia) está bajando y
además, la edad del matrimonio está aumentando.
Hay también riesgos médicos en el embarazo no deseado, particularmente en las
mujeres menores de 16 años: es frecuente el parto prematuro, el aborto
involuntario y, en los casos más graves, es causa de muerte de la madre o del
recién nacido.
Entre las mujeres indígenas, el riesgo de muerte materna (muerte por embarazo,
parto o aborto) es tres veces mayor que en el resto. Las adolescentes son otro
grupo de riesgo, el embarazo prematuro está entre las principales causas de
muerte entre jóvenes de 15 a 19 años. La mayoría muere por hipertensión y
hemorragias, el 8.4% muere por aborto inducido.
Después de los 16 años de edad los riesgos no son tanto médicos, sino de orden
psicológico y socio-económico. Los estudios clínicos han encontrado que cuando
se embarazan las muy jovencitas recurren menos a consulta prenatal y hacen
intentos inseguros de abortar, aunque este último recurso ha disminuido de
manera inversamente proporcional al aumento del uso de métodos
anticonceptivos.
Hay evidencia de que en muchos casos el embarazo es resultado de un conjunto
de problemas que incluyen el fracaso escolar y la mala relación con los padres, los
cuales precipitan cambios inesperados en el ciclo de vida.
Además de trastornos en la vida de la madre y del padre joven que son muy
trascendentes, tales como la necesidad de trabajar o de aumentar los ingresos,
cambios de domicilio y renuncia a viajes y actividades recreativas, se requieren
cuidados especiales antes, durante y después del parto. En el caso de optar por el
aborto es necesario contar con información y recursos para recibir una atención
segura.
En algunos casos, el novio presiona a su pareja para que aborte o bien para que
tenga a la criatura, otros apoyan la decisión de la mujer. En otras ocasiones, sobre
todo cuando los padres son solteros ocurren abandonos 13 a la amiga o novia
embarazada y hay casos que mantienen poco o nulo contacto posterior con el hijo
o hija. También hay muchos casos de papás jóvenes que acompañan a la
compañera durante el parto y durante los primeros años de desarrollo del hijo.

Aborto en adolescentes
Berrantes, et al.(2003) Exponen que:
Las jóvenes adolescentes tienen más probabilidades que las mujeres mayores de
tener un parto prematuro, un aborto espontáneo y óbitos fetales y es cuatro veces
mayor la mortalidad materna debido a complicaciones del embarazo. En la
actualidad, la población adolescente representa el 20% de la población mundial,
de cuyo total cerca del 85% vive en países en vías de desarrollo.
Los adolescentes tienen un alto riesgo de embarazos no deseados, lo que se ve
observa con mayor frecuencia en los países en vías de desarrollo debido a una
menor educación en materia de sexualidad y salud reproductiva. La baja condición
socio económica, bajo nivel educativo y una cultura más conservadora, entre otros
factores, impiden que los adolescentes ejerzan de manera responsable sus
derechos reproductivos.
Según García Mañón, cada año, a nivel mundial, hay por lo menos 4.5 millones de
mujeres jóvenes que recurren al aborto inducido, y de éstas se estima que en
Latinoamérica y el Caribe varían entre aproximadamente trece abortos anuales
por cada mil mujeres de 15 a 19 años en México, y alrededor de 36 por cada mil
adolescentes en la República Dominicana. (Garcia Mañon)
Efectos psicológicos del aborto:
Matte(2012) manifiesta que:
Los efectos a nivel psicológico pueden ser cambios en el estado de ánimo,
sentimientos como irritabilidad, miedo, ansiedad, dolor y culpa. Muchas veces se
puede interiorizar el aborto como una experiencia traumática, puede generar un
estado de depresión, desconexión con los propios sentimientos, aislamiento social
y separación con la pareja.
Existe el Síndrome Post Aborto descrito como similar al Estrés Post Traumático.
En la literatura lo relacionan a la predisposición al consumo excesivo de
sustancias, abuso de drogas y consultas psiquiátricas por trastornos ansiosos. En
otras personas, las consecuencias de un aborto se manifiestan en la negación de
esta experiencia y los sentimientos asociados a ella hasta que se desencadenan
muchos años después.
Las mujeres que han tenido que pasar por la experiencia de un aborto deben vivir
un proceso que las ayude a sanar las heridas de la pérdida sufrida, poder
reanudar su conexión consigo mismas, con su cuerpo y el entorno, a fin de
encontrar nuevamente el equilibrio y la paz interna.

Efectos físicos del aborto:


Duran(2012)plantea que los efectos físicos provocados por el aborto son:
Cáncer de mama: El riesgo de cáncer de mama aumenta después de un aborto e
incluso se incrementa aún más con dos o más abortos.
Cáncer de ovarios hígado y cervical (cuello uterino): Las mujeres con un
aborto se enfrentan a un riesgo relativo de 2.3 de cáncer cervical, en comparación
con las mujeres que no han abortado, y las mujeres con dos o más abortos
encaran un riesgo relativo de 4.92.
Perforación del útero: Entre un 2 y un 3 % de las pacientes de aborto pueden
sufrir perforación del útero; es más, la mayoría de estas lesiones quedarán sin ser
diagnosticadas ni tratadas a no ser que realice una visualización mediante
laparoscopia. Esta clase de examen puede resultar útil cuando se inicia un
proceso judicial por negligencia en la práctica del aborto.
Desgarros cervicales (cuello del útero): En al menos un uno por ciento de
abortos realizados en el primer trimestre se producen importantes 15 desgarros
cervicales que requieren sutura. Las laceraciones de menor envergadura o las
micro-fracturas, que normalmente no son tratadas, pueden también a la larga
perjudicar la función reproductiva. La lesión latente post-aborto puede abocar a
una posterior incompetencia cervical, parto prematuro y complicaciones durante el
parto. El riesgo de lesión cervical es mayor en adolescentes.
Placenta previa: El aborto incrementa el riesgo de placenta previa en ulteriores
embarazos (una circunstancia que pone en peligro tanto la vida de la madre como
su embarazo deseado), en una escala de entre siete y quince. El desarrollo
anormal de la placenta debido a lesión uterina aumenta el riesgo de malformación
fetal, muerte peri natal y efusión excesiva de sangre durante el parto.
Embarazo ectópico: El aborto está relacionado de forma importante con un
riesgo añadido de embarazos ectópicos posteriores. Los embarazos ectópicos, a
su vez, amenazan la vida y pueden llevar a un descenso en la fertilidad.
Afección inflamatoria pélvica: Se trata de una enfermedad que puede poner en
peligro la vida y conllevar un riesgo añadido de embarazo ectópico y reducción de
fertilidad. Es por tanto razonable suponer que cuantos practican abortos previenen
y tratan tales infecciones antes del aborto.
Endometritis: La endometritis representa un riesgo post-aborto para todas las
mujeres, pero en especial para las adolescentes, las cuales tienen una
probabilidad 2.5 veces mayor de contraer endometritis después de un aborto que
las mujeres con edades entre 20 y 29 años.

Posturas Hacia El Aborto


Rodríguez (2004) plantea que:
En la región de América Latina las barreras legales, culturales y económicas han
impedido que todas las mujeres tengan acceso a los 16 anticonceptivos y a los
abortos más seguros. Es un hecho que la salud reproductiva ha estado mediada
por la confluencia de movimientos religiosos y tendencias geopolíticas.
En América Latina una tercera parte de los embarazos no deseados termina en
hijos no deseados y una tercera parte en abortos inducidos. Las mujeres
experimentan mayores presiones ante un embarazo no deseado porque
habitualmente son ellas las que asumen la responsabilidad de prevenir el
embarazo, y porque es en su cuerpo donde se desarrolla el embarazo o el aborto.
Es frecuente vivir sentimientos ambivalentes ante un embarazo no deseado ya
que la maternidad es tan valorada en nuestra cultura que se puede vivir como una
carga no prevista y como una afirmación de la feminidad, al mismo tiempo.
Reidor y Pick (1922) tomaron los datos de las ciudades de México, Guadalajara y
Monterrey de la encuesta nacional de opinión del aborto que realizara la empresa
Gallup. Encontraron que la mayoría de los entrevistados opina que la mujer o la
pareja deben tomar la decisión de abortar. Una mayor proporción de hombres
opina que debe ser la pareja, mientras que más mujeres consideran que les
compete a ellas mismas. Otro hallazgo de interés es que mientras más alto sea el
nivel socioeconómico y el grado de escolaridad, más positiva es la actitud ante el
derecho de la mujer a abortar (Hernadez, 2002).
Medina y Vernon (2007) expresan que:
En Honduras el estigma que rodea el aborto inducido suele influir negativamente
sobre la atención que se brinda a las mujeres que acuden a unidades por un
aborto espontáneo, quienes también requieren una atención inmediata de calidad
y con calidez. En ambos casos, la atención a las mujeres se había centrado,
tradicionalmente, en el tratamiento de urgencia, sin buscar satisfacer las múltiples
necesidades de información, orientación y servicios de salud reproductiva de otro
tipo, como los de 17 atenciones a enfermedades de transmisión sexual, la
citología vaginal o infertilidad.
Inclusive, era frecuente encontrar casos en donde la evaluación endouterina se
hacía de forma tardía. Esta situación se atribuía a actitudes punitivas y moralistas
del personal sanitario.
En 1995, la Secretaría de Salud reconoció abiertamente que el aborto que ocurre
en condiciones de riesgo era una de las principales causas de muerte materna;
fue por eso que se diseñaron normas de atención integral a la mujer, normas de
manejo de urgencias obstétricas y otros protocolos de atención para lograr que
quienes acudían a los servicios de salud con un aborto en curso –sin importar la
causa- recibieran un trato humano, digno y de calidad.
Cabe aclarar que tales normas y protocolos se desarrollaron en el contexto de un
programa amplio que daba un papel central al fortalecimiento y ampliación de los
servicios de anticoncepción, de la atención obstétrica de urgencia y de la atención
de parto por personal calificado en general, y del parto institucional en particular.

Aspectos religiosos
Mórea (1997) manifiesta que:
La iglesia católica romana declara que el embrión es una persona desde el
momento de la concepción. El aborto es un asesinato.
La tradición judía es sensible a la santidad de la vida y no permite el aborto a
solicitud, no considera al feto como persona autónoma. La Mishná da
admisibilidad del aborto si la continuidad del embarazo pudiera poner en peligro la
vida de la madre.
El judaísmo ortodoxo no admite otra causa que el peligro para la vida materna, en
tanto el judaísmo conservador considera también la posibilidad de graves daños a
la salud física o mental, o cuando el feto es 18 inviable o padece graves defectos
según opinión médica experta. El Islam desalienta el aborto, pero lo admite bajo
determinadas circunstancias.
La alta jerarquía católica señala que la vida humana es sagrada desde la
fecundación del óvulo por el espermatozoide, por lo que el ser humano no puede
intervenir para interrumpirla, pues ello significa ir contra la voluntad de Dios.
Además, según una revisión de la organización Catholicsfor a Free Choice
(Católicas por el Derecho a Decidir es el nombre que adopta en español), las leyes
de ningún país consideran al aborto como “crimen” o “asesinato”, aunque sí lo
tipifiquen como “delito” (Choice, 2000).

Aspectos Legales
Briozzo (2003) propone que:
A nivel mundial se ha observado una tendencia hacia la liberación de las leyes del
aborto, y en un estudio realizado durante el periodo 1985-1997 en 152 países,
sobre los cambios en las leyes referentes al aborto, se encontró que el 61% de la
población mundial habita en países donde el aborto es permitido bajo un amplio
número de causas o sin restricción alguna, y solamente la cuarta parte de la
población se encuentra en países donde el aborto es prohibido.
En el caso de Latinoamérica, la situación legal del aborto presenta un panorama
definitivamente restringido, a pesar de que recientemente se han introducido
modificaciones a los códigos penales de los países que conforman la región. Ante
esta situación, es necesario diseñar una estrategia para disminuir el número de
abortos provocados.
Una estrategia propuesta por Leonel Briozzo contempla tres aspectos: 1)
Educación en aspectos sexuales; 2) Servicios accesibles y oportunos de
anticoncepción para prevenir los embarazos no deseados; y 3) Despenalización
del aborto. Es claro que la despenalización del aborto no garantiza que la mujer
tendrá acceso universal y de calidad al servicio médico durante.
Medina y Vernon (2007) exponen que:
En Honduras el aborto está prohibido en cualquier situación; la ley define
sanciones al proveedor de servicios de salud, a la mujer y a cualquier persona
implicada en la interrupción voluntaria de un embarazo; por ello prácticamente
todos los procedimientos se realizan en condiciones de inseguridad y
clandestinidad, lo que ocasiona graves riesgos para la salud de las mujeres.
Según la encuesta de mortalidad materna de 1996, el 10% de las muertes
maternas se deben al aborto, sin que pueda determinarse cuántas de esas
muertes pueden atribuirse al aborto provocado, inseguro y clandestino.
Las mujeres que no tienen complicaciones de abortos inducidos no acuden a los
servicios de salud y la mayoría de las que llegan a tenerlas no acuden a los
servicios públicos por temor a ser penalizadas.
A continuación se presentara una serie de afirmaciones relacionadas con el
aborto.
Procure contestar a TODAS las frases MARCANDO UNA SOLA VEZ, con una X
incluso a aquellas que no se ajusten a sus circunstancias concretas. En caso de
duda entre varias opciones, señale aquella que se acerque más a su forma de
pensar.
Lea con atención cada frase, pero no se detenga demasiado en pensar su
respuesta.
Conteste con sinceridad, la escala es totalmente confidencial y anónima.
No Items Opciones Marcado
1. Una mujer tiene derecho a abortar las veces que De acuerdo
ella desee
Desacuerdo

2. La mujer tiene derecho a decidir sobre su propio De acuerdo


cuerpo y practicarse un aborto si así lo desea.
Desacuerdo

3. Creo que el aborto debe permitirse cuando la De acuerdo


mujer no tiene recursos para mantener un hijo.
Desacuerdo

4. Creo que la edad de la embarazada no justifica De acuerdo


un aborto.
Desacuerdo

5. A los médicos que realizan abortos se les debe De acuerdo


cancelar su licencia de por vida.
Desacuerdo

6. El aborto es un acto inhumano. De acuerdo


Desacuerdo

7. Una adolescente debe abortar porque debido a De acuerdo


su edad su cuerpo no está bien formado.
Desacuerdo

8. Las mujeres no deben abortar porque el feto De acuerdo


tiene derecho a la vida
Desacuerdo

9. Apoyar el aborto significa promover una De acuerdo


conducta sexual irresponsable.
Desacuerdo
10. No creo que deba permitirse el aborto sin Desacuerdo
importar el tiempo de gestación.
Desacuerdo
11. El aborto debe legalizarse para que se realice en De acuerdo
condiciones más seguras y salubre
Desacuerdo

12. Si la mujer es de avanzada edad debe abortar De acuerdo


porque corre riesgo su vida.
Desacuerdo

13. Aunque un embarazo no sea planificado la mujer De acuerdo


no debe abortar.
Desacuerdo

14. El aborto es una alternativa para la adolescente De acuerdo


embarazada porque se evita el cargo de ser
Desacuerdo
madre a temprana edad.

15. Creo que una mujer que aborta es egoísta De acuerdo


porque piensa en ella misma y no en el hijo(a)
Desacuerdo
que lleve en su vientre.

16. Creo que el aborto debe ser permitido cuando el De acuerdo


embarazo es producto de una violación
Desacuerdo

17. Creo que la decisión de un aborto debe ser de la De acuerdo


pareja.
Desacuerdo

18. La mujer embarazada debe abortar si pone en De acuerdo


riesgo su salud y su vida
Desacuerdo

19. Creo que el aborto debe ser un método para el De acuerdo


control de la natalidad.
Desacuerdo

20. Las mujeres embarazadas no deben abortar De acuerdo


aunque padezcan de enfermedades mentales.
Desacuerdo

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