Contra El Aborto
Contra El Aborto
Contra El Aborto
Bioética
DEBATE: ABORTO
Docente:
● Dra. Fergie Úbeda
Estudiante:
● Maria Renata Morales Robles
Introducción:
El aborto es considerado una experiencia traumática que afecta al individuo en contacto
con el servicio del aborto. De acuerdo a estudios recientes, se ha estimado que durante el
periodo del 2010 al 2014, acerca de 56 millones de mujeres tuvieron un aborto inducido
por año. Una estimación global de abortos en el mismo periodo fue de 35 por cada 1,000
mujeres casadas y 26 por cada 1,000 mujeres solteras.
Actualmente el aborto, es uno de los temas más controversiales que hay en los debates
bioéticos. Éste fenómeno se relaciona directamente con la salud y cuerpo de la mujer, sin
embargo, no concierne solamente a ellas; es un tema social que tiene repercusiones en la
pareja, la familia e hijos.
Definición y etimología:
La palabra “aborto” proviene del latín abortus, que se deriva a su vez del término aborior.
Este concepto se usaba para referir lo contrario a orior, que significa nacer. Aborto es una
palabra compuesta por “ab”, que significa separación y “orior” que se refiere a salir o
nacer. (Neira, s.f)
También se han concebido otros conceptos, entre los cuales se destacan, aborto
espontáneo o natural, aborto provocado y aborto terapéutico. Así, el Aborto espontáneo o
natural es aquel que se debe a defectos paternos o maternos, malformaciones de
embrión, infecciones durante la concepción, etc. Luego, el aborto provocado o también
denominado aborto criminal, es aquel provocado con intención o por imprudencia
causando la muerte del embrión o feto y terminar con el embarazo actual. Y por último, el
aborto terapéutico es aquel que por procedimiento reglados, de evacuar científicamente
el contenido de la cavidad uterina, realizado por un médico especializado y realizado para
salvaguardar la vida de la paciente, seriamente amenazada (se realiza cuando la vida del
feto se considera perdida o hay peligro inminente para la madre).
Derecho a la Vida:
Según la “Declaración Universal de los Derechos Humanos”, el Artículo 3 describe “Todos
los seres humanos tienen derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”.
Así mismo, en el artículo 5 se establece que “Nadie será sometido a torturas ni a penas o
tratos crueles, inhumanos o degradantes”. (ONU, 2015)
El debate del aborto ha llevado a que se realicen varios argumentos a su favor, uno de
ellos siendo a favor de la autonomía que tiene la mujer sobre su cuerpo. Sin embargo,
esta premisa es debatible, ya que desde percepciones antropológicas, la autonomía no
podrá ir en contra de la propia vida de la persona, ni de otra. (Restrepo, s.f)
Por otro lado, el aborto no es libertad. Actualmente, abolida la esclavitud, nadie es dueño
de nadie, ni nadie es propiedad de nadie. Así, tampoco lo es una madre dueña de su hijo.
La madre no concibe a su hijo como propiedad de ella, si no más bien tiene la obligación
moral y natural de protegerlo hasta que este pueda valerse por sí mismo, dentro y fuera
de su cuerpo. Desde este contexto, el feto es considerado un humano con potencial para
desarrollar todas las capacidades de un adulto, que aunque este no sea capaz de ejercer
sus derechos de manera conscientes posee dignidad y derechos básicos que deben ser
protegidos, por lo que, es una violación a la libertad del feto a vivir y desarrollarse
plenamente.
Desarrollo fetal:
Los fetos son biológicamente humanos, y todas las cosas biológicamente humanas están
mal de matar. Se puede afirmar que, sin importar el enfoque o ámbito de estudio de la
medicina y de la bioética, todos coinciden que el embrión es un ser vivo unicelular que
comienza a desarrollarse a partir del momento de la fecundación. Según la Oficina del
Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos define que el embrión “es un ser
humano desde que se unieron el espermatozoide y el óvulo”.
Tanto desde el punto de vista científico como desde el legal, la vida inicia desde la
concepción / fecundación, por medio de la unión del espermatozoide con el óvulo. En ese
momento surge un nuevo ser humano diferente a todos los que han existido antes, ahora
y que existirán en un futuro. Es por ello, que desde ese momento se inicia un proceso de
vida esencialmente nuevo y diferente al que solo le hace falta desarrollarse y crecer para
convertirse en niño o niña, y después en adulto. Por esto, este nuevo ser humano merece
respeto y protección. El “derecho al aborto” es equivalente a un “derecho a matar”,
condenable desde cualquier punto de vista.
La Declaración sobre los Derechos del Niño (1990) declara que “El niño por su falta de
madurez, física y mental, necesita protección y cuidados especiales, incluso la debida
protección legal, tanto antes como después de su nacimiento”. (Uzcátegui, 2013)
Desde el punto de vista religioso, muchos cristianos describen la vida humana como
sagrada desde el momento de la concepción, ya que cada ser humano es creado a imagen
y semejanza de Dios. Así también, uno de los mandamientos establece “No matarás”.
Alveda King, sobrina de Martin Luther King Jr., ha descrito que el aborto es otra patología
social, diciendo que el Aborto y el racismo son ambos síntomas de un error humano
fundamental. El error radica en pensar que cuando un ser humano o alguien se interpone
en el camino de nuestros deseos o aspiraciones, se puede justificar quitar a esa persona
del camino. Ambos problemas radican en la misma raíz, el egoísmo.
También se ha dicho, que “Con la legalización del aborto se terminarían los aborto
clandestinos”. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Dado que la gran mayoría de
abortos no son por motivos “sentimentales, terapéuticos o eugenésicos”, sino por
embarazos considerados “vergonzosos”, no es extraño que la mujer, principalmente
adolescentes o jóvenes, busquen igualmente métodos abortivos clandestinos por la
sencilla razón de que hay una ley, taboo, o mitos que le dan los deseos de ocultamiento o
vergüenza.
Así mismo, para la bioética, se describen los principales principios éticos, de beneficencia,
autonomía, no maleficencia y justicia. Ningún médico, ni personal de la salud, debería de
pasar por encima de estos principios. Las obligaciones que abarca la no maleficencia se
destacan el no infligir mal o daño, prevenir el mal o daño, remover el mal y promover el
bien. Por lo que el aborto, al ser un acto en donde se interrumpe el curso del desarrollo de
una vida, causando la muerte de un ser vivo, no puede ser considerado como correcto
dentro de los principios éticos. (Pelegrino de la Vega, 2006)
Actualmente es cierto que las mujeres tienen autonomía y decisión sobre su cuerpo, en
muchos casos cuando son embarazos no deseados, utilizan el aborto como una solución
alternativa al uso o mal uso de anticonceptivos, argumentando con la libertad
reproductiva. En un comunicado realizado por la Asociación de Víctimas del Aborto, en el
2008, hace énfasis en datos publicados en Madrid, España, dónde se afirma que, “un 33%
de las mujeres que se sometieron a un aborto, ya habían abortado una o más veces
anteriormente”, lo que significa que un porcentaje de la población está utilizando la
interrupción voluntaria del embarazo como un método de planificación.