La Propiedad Intelectual

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LA PROPIEDAD INTELECTUAL

Es un área del derecho que se encarga de la protección de bienes intangibles; otorga derechos exclusivos sobre bienes inmateriales y
la conforman el derecho de autor y la propiedad industrial (marcas y patentes).

Tiene que ver con las creaciones de la mente: las invenciones, las obras literarias y artísticas, los símbolos, los nombres, las imágenes
y los dibujos y modelos utilizados en el comercio. Por tal razón se han creado Leyes, estatutos y tratados internacionales para proteger
la propiedad privada de los descubridores de estas patentes

Así como es un derecho, también se da el derecho a utilizar la invención, diseño o signo distintivo, y en segundo lugar el derecho a
prohibir que un tercero lo haga. El derecho de prohibir (ius prohibendi) es la parte más destacada de la propiedad industrial y permite
al titular del derecho el solicitar el pago de una licencia. Posee límites temporales, pues casi todos los derechos de propiedad industrial
tienen una duración máxima, y territoriales pues sólo tienen validez en el territorio donde se han concedido (normalmente, pero no
exclusivamente, un país)

Otros límites al derecho de prohibir son el agotamiento del derecho, por el cual una vez comercializado con permiso del titular o
habiendo cobrado la indemnización no se puede impedir la posterior venta; el uso con fines experimentales y no comerciales, la
entrada temporal en el país de un medio de locomoción matriculado en el extranjero, entre otros.

Entre los tratados y convenios más destacados, mencionamos los siguientes: El Convenio de la Unión de París y el Acuerdo sobre
Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio son los dos acuerdos internacionales de mayor peso sobre la
propiedad industrial, en ellos se establecen una serie de principios básicos sobre la propiedad industrial y la propiedad intelectual
tendientes a armonizar estos sistemas entre los países firmantes y en relación al comercio mundial

BASE LEGAL DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL

Está garantizada en el Artículo 124: "Se garantiza y protege la propiedad intelectual colectiva de los conocimientos, tecnologías e
innovaciones de los pueblos indígenas. Toda actividad relacionada con los recursos genéticos y los conocimientos asociados a los
mismos perseguirán beneficios colectivos. Se prohíbe el registro de patentes sobre estos recursos y conocimientos ancestrales".

Las leyes de propiedad intelectual protegen las obras literarias, artísticas y científicas que cumplan los requisitos de originalidad y
creatividad, no siendo objeto de protección las ideas, fórmulas matemáticas, obras no originales y en general todo aquello que no
cumpla con los requisitos establecidos en la Ley.

Dentro del término "Propiedad Intelectual" se engloban dos tipos de derechos: los "derechos de autor" y los "derechos conexos". Los
derechos de autor establecen la protección a las personas creadoras de obras del intelecto, mientras que los derechos conexos protegen
a los que de algún modo, realizan trabajos y aportaciones que el legislador también ha entendido que deben ser protegidas, categoría
que incluye el derecho de los artistas intérpretes y ejecutantes, de los productores de fonogramas, de los productores de grabaciones
audiovisuales, de las entidades de radiodifusión, de las meras fotografías y de determinadas producciones editoriales.

LEY SOBRE EL DERECHO DE AUTOR: le impone al Autor la carga de llegar a un pacto expreso con su Patrono o con la
persona que el encarga la obra, por el cual se deje claro que no cede sus derechos de forma absoluta. Es decir, el Autor, si está
interesado en conservar sus derechos, o al menos, parte de los mismos, tiene que proponerle a su Patrono o Comitente un acuerdo que
diga lo contrario a lo que dice la Ley.

Artículo 1.- Las disposiciones de esta Ley protegen los derechos de los autores sobre todas las obras del ingenio de carácter creador,
ya sean de índole literaria, científica o artística, cualquiera sea su género, forma de expresión, mérito o destino. Los derechos
reconocidos en esta Ley son independientes de la propiedad del objeto material en el cual esté incorporada la obra y no están
sometidos al cumplimiento de ninguna formalidad. Quedan también protegidos los derechos conexos a que se refiere el Título IV de
esta ley.

Artículo 2.- Se consideran comprendidas entre las obras del ingenio a que se refiere el artículo anterior, especialmente las siguientes:
los libros, folletos y otros escritos literarios, artísticos y científicos, incluidos los programas de computación, así como su
documentación técnica y manuales de uso; las conferencias, alocuciones, sermones y otras obras de la misma naturaleza; las obras
dramáticas o dramático-musicales, las obras coreográficas y pantomímicas cuyo movimiento escénico se haya fijado por escrito o en
otra forma; las composiciones musicales con o sin palabras; las obras cinematográficas y demás obras audiovisuales expresadas por
cualquier procedimiento; las obras de dibujo, pintura, arquitectura, grabado o litografía; las obras de arte aplicado, que no sean meros
modelos y dibujos industriales; las ilustraciones y cartas geográficas; los planos, obras plásticas y croquis relativos a la geografía, a la
topografía, a la arquitectura o a las ciencias; y, en fin, toda producción literaria, científica o artística susceptible de ser divulgada o
publicada por cualquier medio o procedimiento.

LEY DE PROPIEDAD INDUSTRIAL 1956

Artículo 1º.- La presente Ley regirá los derechos de los inventores, descubridores e introductores sobre las creaciones, inventos o
descubrimientos relacionados con la industria; y los de los productores, fabricantes o comerciantes sobre las frases o signos especiales
que adopten para distinguir de los similares los resultados de su trabajo o actividad. Artículo

2º.- El Estado otorgará certificados de registro a los propietarios de las marcas, lemas y denominaciones comerciales, que se registren;
y patentes a los propietarios de los inventos, mejoras, modelos o dibujos industriales, y a los introductores de inventos o mejoras, que
también se registren.

Artículo 3º.- Se presume que es propietario de un invento, mejora o modelo o dibujo industriales, o de una marca, lema o
denominación comerciales, o introductor de un invento o mejora, la persona a cuyo favor se haya hecho el correspondiente registro.

Que es SAPI: Es el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI), un organismo adscrito al Ministerio del Poder Popular de
Comercio Nacional, que ejerce la competencia que sobre la propiedad intelectual le corresponde al Estado Venezolano, en materia de
Derecho de Autor, Marcas y Patentes.

¿De qué se ocupan?

De todo lo referente al Registro de Propiedad Intelectual, lo que comprende la administración de la concesión de derechos a los
inventores sobre sus creaciones, a través de las patentes de invención, mejoras, dibujos y diseños industriales; a los comerciantes o
personas naturales sobre los signos que utilizan para distinguir sus productos y servicios en el mercado, mediante las marcas,
denominaciones comerciales y lemas comerciales; el registro, fiscalización e inspección sobre los derechos de autor y los derechos
conexos, en el ámbito administrativo.

Objetivos del SAPI

 Proporcionar seguridad jurídica a través de la tutela de la Propiedad Intelectual sobre obras artísticas, científicas,
tecnológicas, patentes, denominaciones de origen, variedades vegetales, marcas y otros signos distintivos.
 Promocionar el desarrollo de la sociedad del conocimiento mediante la difusión de la información sobre la propiedad
intelectual, con el objeto de facilitar la transferencia tecnológica a los sectores productivos y de innovación.
 Coadyuvar en la protección y defensa de la propiedad intelectual colectiva de los conocimientos tradicionales, tecnologías e
innovaciones de los pueblos indígenas y comunidades locales asociados al uso y conservación de la diversidad biológica.

ACUERDO DE CARTAGENA

Régimen común sobre propiedad industrial : Los países que en la actualidad (04/1994) conforman el grupo andino: Bolivia, Colombia,
Ecuador, Perú y Venezuela, cuando iniciaron las conversaciones encaminadas a constituir lo que comúnmente se conoce como el Pacto
Andino, como resultado, si se quiere, de la escasa participación de sus miembros en el desarrollo de la integración latinoamericana o
del estancamiento casi inicial de la entonces Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), se propusieron diseñar un
nuevo esquema de integración, con las bases de lo que sería la nueva construcción integracionista en el espacio subregional.

Se pensó, en la conveniencia de establecer un régimen común que regule las diversas actividades relacionadas con cada uno de los
nuevos pilares de la integración. Entre otros mecanismos, se habló de la programación industrial, del arancel externo común y del
régimen común de capitales extranjeros, marcas, patentes, licencias y regalías.

La tercera Decisión sustitutiva vigente desde el 1º de enero de 1994 es la 344 de la Comisión (G.O. 142 de 29 de octubre de 1993).

decir entre la Decisión 85 y la Decisión 344 de la Comisión, en lo que resulte pertinente. En la Decisión inicial denominada
Reglamento (Decisión 85), se establecieron disposiciones sobre los siguientes capítulos: el primero trataba sobre las patentes de
invención y comprendía varias secciones sobre los requisitos de patentabilidad, los titulares de la patente, las solicitudes, los trámites
de ellas, los derechos conferidos por la patente, las obligaciones del titular, el régimen de licencias, la protección legal y la nulidad de
la patente; el capítulo segundo se refería a los dibujos y modelos industriales; el tercero, a las marcas, los requisitos para el registro, el
procedimiento, los derechos conferidos por el registro, la cesión y trasmisión de los mismos; y por último, el capítulo cuarto incluía las
denominadas disposiciones varias.

La Decisión vigente (Decisión 344), además de los capítulos anteriores, incluye otro referente a los modelos de utilidad, e incorpora el
relativo a los lemas y nombres comerciales

El orden de esta explicación siguiendo la pauta de la misma Decisión 344 comprende: las patentes de invención; los modelos de
utilidad; los diseños y secretos industriales; las marcas; los lemas comerciales; las denominaciones de origen y las disposiciones
complementarias.

1. PATENTES DE INVENCIÓN

Además de los requisitos que inicialmente exigía la Decisión 85 para tener derecho a la patentabilidad de la invención, como la
novedad y la aplicación industrial, la nueva disposición incorpora entre ellos al nivel inventivo, conocido también como altura
inventiva. También aclara que la invención puede tratarse de productos o procedimientos, requisito éste que había sido propuesto
desde hace mucho tiempo.

La inclusión del nivel o altura inventiva entre los condicionamientos para la patente, coloca a la regulación andina en condiciones
similares a las legislaciones correspondientes de otros países, los cuales, siguiendo la doctrina consideran que esta particularidad
existe cuando se trata de un invento que se tenga como nuevo no solo frente a lo existente al momento de la solicitud, sino realmente
diferente a lo que ya se encuentre en el mercado. Sin duda, para precisar el alcance de este requisito, la Decisión 344 considera que
"una invención tiene nivel inventivo, si para una persona del oficio normalmente versada en la materia técnica correspondiente, esa
invención no hubiese resultado obvia ni se hubiese derivado de manera evidente del estado de la técnica". Al mismo tiempo, en
concordancia con los requisitos para la patentabilidad, esta Decisión establece que una invención "es susceptible de aplicación
industrial cuando su objeto puede ser producido o utilizado en cualquier tipo de industria, entendiéndose por industria la referida a
cualquier actividad productiva, incluidos los servicios".

1.1. Excepciones a la patentabilidad.- En general no se consideran patentables los casos que de acuerdo con los requisitos
mencionados anteriormente no constituyen procedimientos o productos de carácter patentable. La Decisión enumera entre ellos a los
descubrimientos, las teorías científicas, las materias de la naturaleza, las obras literarias y artísticas y los métodos terapéuticos y
quirúrgicos para el tratamiento humano o animal, entre otros.

Además de señalar a los anteriores como aquellos casos que no constituyen invenciones, la Decisión 344 excluye expresamente de la
patentabilidad, las invenciones contrarias al orden público, la moral y las buenas costumbres; las especies y razas animales; las
invenciones sobre las materias que componen el cuerpo humano y las relativas a productos farmacéuticos que figuran en la lista de
medicamentos de la Organización Mundial de la Salud. Este nuevo régimen excluye asimismo a "las invenciones que sean
evidentemente contrarias a la salud o a la vida de las personas o de los animales; a la preservación de los vegetales; o, a la
preservación del medio ambiente".

En la actualidad, entonces, han quedado al margen del Régimen Común vigente, tanto las invenciones extranjeras cuya solicitud se
hubiere presentado después de un año de la primera, como los productos que podían excluir de la patentabilidad los mismos Países
Miembros conforme autorizaba la Decisión 85, y las invenciones relativas a los materiales nucleares y fisionales a los que se refería la
Decisión 311.

1.2. Titulares de la Patente.- La nueva Decisión establece que si son varias las personas que realizan una invención en forma
independiente, la patente debe concederse a la que primero presentó la solicitud o a la que invocó la prioridad de fecha más antigua.
Esta regulación aclara lo dispuesto anteriormente respecto a la invención lograda por varias personas que hubieren realizado un trabajo
conjunto, en cuyo caso el derecho de la patente corresponde en común a todos los participantes.

1.3. Solicitudes de Patentes.- Las solicitudes de patentes, según la última Decisión que incluye un nuevo tipo de invenciones,
establece en primer lugar los requisitos que debe reunir la solicitud para que se declare su admisibilidad y en segundo lugar, indica los
documentos que debe acompañarse a la solicitud para que la oficina nacional competente realice el examen formal de la misma.

Lo nuevo de esta disposición es que cuando se trate de invenciones sobre "materia viva" en las cuales no puede detallarse la
descripción, se debe proceder al depósito de esta materia en la institución que para el efecto determine cada uno de los Países
Miembros. Se permite dentro de este procedimiento que el peticionario pueda modificar su solicitud siempre que este hecho no
signifique una ampliación de la invención o divulgación en ella contenida
1.4. Trámite de la Solicitud.- La oficina nacional competente, dentro del plazo de quince días, debe proceder al examen de los
requisitos formales de la solicitud y presentar las observaciones correspondientes si éstos no fueren encontrados a cabalidad, para que
el peticionario dentro del plazo de treinta días responda a ellas. Si no cumpliere con esta obligación, la solicitud se considerará
abandonada. En todo caso, concluido el examen de forma mencionado anteriormente, procede la publicación dentro del plazo de
dieciocho meses contados desde la fecha de presentación de la solicitud o de la prioridad que se hubiere reivindicado. La norma
vigente suprimió la facultad que la Decisión 311 concedía al peticionario para solicitar la publicación de la solicitud antes de la
finalización del indicado plazo y dispuso que se lo haga de conformidad con la reglamentación que establezca cada País Miembro.

1.5. Duración de la Patente.- De conformidad con la Decisión 344, la duración de la patente es de veinte años contados a partir de la
fecha de presentación de la respectiva solicitud, con lo cual el plazo de duración resulta ser el doble del inicialmente previsto y cinco
años superior al contemplado en la precedente Decisión, si no se toma en cuenta el plazo de renovación autorizado en la misma. La
Decisión 85 concedía diez años, la 311 y la 313 quince años y ésta última veinte años. En esta reforma, al igual que en otras
disposiciones se advierte una armonización con la legislación equivalente de otros países.

1.6. Derechos que confiere la Patente.- Como dice el artículo 34 de la Decisión que comentamos, el alcance de la protección que
confiere la patente está determinado por el tenor de las reivindicaciones. Su interpretación se basa en la descripción, dibujos o planos y
en el material biológico, si fuera el caso

El titular de la patente tiene el derecho de impedir que sin su consentimiento previo, terceras personas exploten la invención por él
patentada, pero este derecho está limitado a los casos que no comprendan productos que se encuentren en el comercio de cualquier
otro país, que se los distribuya en ámbito privado y a escala no comercial o que se trate de un uso que no tenga propósito lucrativo
sino más bien experimental, académico o científico. Además, estos derechos no pueden hacerse valer contra terceros que obren de
buena fe para la utilización de la invención en el ámbito privado.

Decisión 345 sobre Régimen Común de Protección a los derechos de los Obtentores de Variedades Vegetales, la misma que estableció
la obligación por parte de los Países Miembros de expedir la reglamentación en sus respectivos ordenamientos jurídicos internos de
dicha Decisión. El Gobierno de Venezuela no había expedido la reglamentación referida, pese a la insistencia de la Secretaría General,
así como de las autoridades correspondientes de los demás Países Miembros, la cual quedó expresada en el Acta Preliminar de la
Cuarta Reunión del Comité Subregional para la Protección de Variedades Vegetales, realizada en la ciudad de Quito, Ecuador, 22

Artículo 3°.- La administración de los recursos generados por la aplicación del régimen de obtentores de variedades vegetales estará a
cargo del Director del SAPI, quien actuará por Delegación del Ministro de Industria y Comercio. Dicha administración estará
sometida al control de la Dirección de Contraloría del Ministerio de Industria y Comercio.

Artículo 4°.- El SAPI, además de las establecidas en leyes y reglamentos, tendrá las siguientes funciones:

a. Recibir y tramitar las solicitudes de certificados de obtentores.

b. Otorgar el certificado de obtentor y comunicar su concesión a la Secretaría General de la Comunidad Andina.

c. Abrir y mantener con el apoyo del Servicio Nacional de Semillas (SENASEM) el Registro Nacional de Variedades
Protegidas.

d. Fijar y recaudar las tarifas por los servicios que preste, relacionadas con el otorgamiento de un Certificado de Obtentor.

e. Registrar los contratos de licencia que cumplan con los requisitos legales.

f. Cancelar y/o anular certificados de obtentor cuando incumplan algunos de los requisitos contemplados en la Decisión 345 y
comunicar su Resolución a la Secretaría General de la Comunidad Andina en los términos contemplados en la mencionada
Decisión.

g. Promover acuerdos, en materia de cooperación técnica y capacitación sobre protección de obtentores vegetales con
organizaciones nacionales e internacionales.

h. Participar en eventos nacionales e internacionales en los temas de su incumbencia, requiriéndose autorización expresa en los
casos que generen compromisos fuera de su competencia.

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