Monografia Capacidad

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CARATULA

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ÍNDICE

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INTRODUCCIÓN

La capacidad, en términos generales, es la aptitud de la persona para ser


titular de derechos, adquirir obligaciones y ejercerlos por sí misma. Es
tradicionalmente definida como un “atributo” de la persona (tales como el
nombre, domicilio, estado, etc.). Sin embargo y por efecto del referido
impacto de los derechos humanos en el contenido de este Código, ya no
estamos hablando de aquella “capacidad -atributo”, sino que hoy día
hablar de capacidad jurídica implica mencio nar un concreto y auténtico
derecho humano –conforme doctrina del Tribunal Europeo de Derechos
Humanos y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos -; es que
cuando se pone en juego la capacidad de una persona se está
disponiendo sobre derechos tan sustanciales a la condición de persona
como la dignidad, autonomía y libertad; de allí que la reglamentación que
haga un código civil sobre esta materia significa pautar –y eventualmente
restringir- un derecho humano reconocido.

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CAPACIDAD DE LA PERSONA

La capacidad es la aptitud que tienen las personas para capacidad relativa


y la capacidad absoluta de los derechos subjetivos que les reconoce el
ordenamiento jurídico. Goza de un derecho el que es su titular; lo ejerce
el que lo practica mediante los actos jurídicos destinados a producir
algunos efectos. Quien tiene capacidad puede adquirir derechos y
contraer obligaciones así como ejercer sus derechos y cumplir sus
obligaciones. Estos dos elementos relativa y absoluta de un derecho
reunidos, constituyen la plenitud de la capacidad de un sujeto. Separados
dan lugar a dos clases de capacidades: capacida d relativa y capacidad
absoluta.

LA CAPACIDAD RELATIVA

La Capacidad Relativa en la Doctrina Jurídica

La capacidad jurídica relativa a la que hemos hecho referencia se le suele


definir en los textos jurídicos como “la aptitud del hombre a ser titular de
derechos y deberes”.

Como señala el conocido y reputado tratadista Francesco Galgano 1, la


expresión capacidad relativa es equivalente a la de subjetividad jurídica
o, como apunta la mayoría de los autores, a la de personalidad jurídica.
Esta “aptitud”, que se instala en la subjetividad, es inherente al ser
humano, indesligable de su propia naturaleza. Lo subjetivo es el mundo

1
Galgano, Francesco, Diritto Civile e Commerciale, volumen primero, Padova, Cedam, 1990, pág.128.

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interior del hombre, de suyo íntimo e incomunicable. Constituye el
universo personal de las puras decisiones y de las consiguientes
aptitudes o capacidades para, si así lo determina la persona, mostrarse
como actos o conductas o fenómenos en el mundo exterior, en e l de las
relaciones interpersonales.

En la misma línea de pensamiento y en coincidencia con la posición que


sustentamos, Bianca distingue claramente la capacidad jurídica relativa
de la capacidad absoluta. Sobre el particular sostiene que "la noción de
capacidad jurídica es distinta respecto a la capacidad absoluta, la que se
refiere a la idoneidad del sujeto a desplegar directamente su propia
autonomía negocial y procesal". Y agrega, en definitiva, que "la falta o la
limitación de la capacidad absoluta no incide sobre la capacidad jurídica
general en cuanto el sujeto permanece siempre idóneo a ser titular de
relaciones jurídicas". De lo que "carece el incapaz de ejercicio es más
bien de la idoneidad a realizar directamente y autónomamente su propia
esfera personal y patrimonial, necesitando un representante legal o
curador" 2.

La exposición del profesor Bianca es clara, realista e ilustrativa. En definitiva, la


capacidad absoluta se adquiere desde el momento de la concepción y se extingue
con la muerte. Ello significa que esta capacidad es, de suyo, inherente a la
naturaleza humana, por lo que no puede restringirse o limitarse por ley. Sólo la
muerte física le pone fin. Mientras tanto, la capacidad de ejercicio o de obrar, según
el mismo autor, se refiere a la idoneidad del sujeto para desplegar en el mundo

2
Bianca, Massimo C., Diritto Civile 1, pág. 193-194

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exterior su propia libre decisión. De ahí que, como él mismo lo especifica, la
limitación de la capacidad relativa no incide sobre la capacidad absoluta.

CAPACIDAD ABSOLUTA

La capacidad absoluta, en el ámbito jurídico, es la cualidad jurídica de una


persona que determina la eficacia de sus actos jurídicos. También es posible
definirla como la facultad de la persona para crear, modificar, o extinguir derechos
y obligaciones.

A diferencia de la capacidad relativa, la capacidad absoluta puede ser total o parcial


e incluso variar según la situación o estado civil en que se encuentre la persona.

Caracteres de la capacidad de obrar


a) Como característica esencial del concepto de capacidad de obrar
se entiende la de que ni toda persona tiene capacidad de obrar, ni
todas aquellas que tienen dicha aptitud, la tienen en el mismo grado
o intensidad. De esta forma, se pueden distinguir distintos grados
de capacidad de obrar que correspo nden al estado civil y que se
encuentran íntimamente ligados con la edad, la incapacitación y la
nacionalidad y vecindad civil.
b) Presunción de que la capacidad de obrar es plena para todas las
personas; por lo que la falta o la limitación de la capacidad de obrar
ha de probarse o acreditarse debidamente.

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Grados de la capacidad de obrar
Los grados de la capacidad de obrar, basados o fundamentados
esencialmente en las condiciones naturales del sujeto, pueden ser
clasificados en:

1. Capacidad plena
Es el grado de capacidad más pleno o amplio o sin limitaciones. No
obstante, y pese a la presunción general de capacidad de los mayores de
edad para todos los actos de la vida civil, esta presunción se encuentra
sujeta a excepciones, en las que previamente a la realización de un acto,
se requiere la comprobación de la capacidad natural de la persona para
prestar válidamente el consentimiento.
Asimismo y, para determinados supuestos, no es requisito único de plena
capacidad la mayoría de edad, sino que se requerir ía para la validez y
plena eficacia del acto o negocio jurídico, un plus, como es el caso de la
adopción, en el cual no sólo se requiere que el adoptante sea mayor de
edad, sino que además se precisa que tenga al menos la edad de
veinticinco años.

2. Incapacidad
Como contraposición al grado superior de capacidad plena, se halla el
grado inferior o incapacidad. En este caso la persona carece
absolutamente de aptitud para el ejercicio de derechos subjetivo y
deberes jurídicos, por lo que precisa de un re presentante legal, que
ejercita los derechos y deberes de los cuales si es titular.

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3. Capacidad restringida
La capacidad restringida es el grado intermedio de la capacidad. Dicha
capacidad, requiere de un complemento de la misma para determinados
y específicos actos o negocios jurídicos, denominado, bien
consentimiento, bien autorización o asentimiento. En este tipo de
capacidad se encuentran tanto los menores emancipados, como los
pródigos y el incapacitado parcial, así como un caso muy especial, co mo
es, el del menor que va a contraer matrimonio en cuanto al otorgamiento
de capitulaciones matrimoniales, o para el caso de las donaciones, según
el artículo 1338 del mismo texto legal.

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CONCLUSIONES

 El orden jurídico ha establecido una presunción general,


consistente en considerar que al cumplir una persona 18 años
adquiere, capacidad absoluta, en cambio los menores de edad son
incapaces de obrar, es decir, carecen de capacidad absoluta.

 Presumir que las personas menores de 18 años carecen de


capacidad absoluta, constituye presunción juris et de jure, que no
admite prueba en contrario. A ningún menor de 18 años se le admite
la prueba de que ya ha llegado al pleno desarrollo de sus facultades
mentales.

 Presumir que los mayores de 18 años son capaces de negociar, es


presunción relativa, juris tantum, es decir, que puede caer bajo el
peso de la prueba contraria.

 Si la mayor edad hace presumir que la persona esta provista de


capacidad negocial, no obstante puede existir otras causas que
destruyen la existencia del tal voluntad, como acaece con las
personas atacadas por una enfermedad mental.

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BIBLIOGRAFÍA

Artículo 1 del Código Civil.- “La persona humana es sujeto de derecho desde su
nacimiento (…)”.

Bianca, Massimo C., Diritto Civile 1, Giuffré, Milano, 1978, pág. 193.

Gimeno Sendra, Vicente. Derecho procesal civil. Colex: Madrid, 2004, pp. 101.

Leible, Stefan. Proceso civil alemán. Diké: Medellín, 1999, pp. 93.

Lorenzetti, Ricardo Luis. Código Civil y Comercial de la Nación comentado Tomo I.


Ed. Rubinzal Culzoni. Puede consultarse KEMELMAJER DE CARLUCCI, AIDA,
“La demencia como base de las nulidades. RDP y C n8 Ed. Rubinzal Culzoni.

Larenz, Karl, Derecho Civil”, Parte General, Editorial Revista de Derecho Privado,
Madrid, 1978, pág. 103

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