Código Deontológico
Código Deontológico
Código Deontológico
CÓDIGO DEONTOLÓGICO
DOCENTE:
Viteri Vargas Zoila
Trujillo, 2018
DEDICATORIA
A nuestros padres,
por su apoyo incondicional.
A nuestros profesores,
que son nuestros guías en el aprendizaje.
II
AGRADECIMIENTOS
III
ÍNDICE
DEDICATORIA……………………………………………………………………..II
AGRADECIMIENTO……………………………………………………………….III
ÍNDICE……………………………………………………………………………....IV
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..…..V
CÓDIGO DEONTOLÓGICO…………………………………………………….......1
I. DEFINICIÓN………………………………………………………………....1
II. FUNCIONES………………………………………………………………….2
III. ASPECTOS NEGATIVOS……………………………………………………3
IV. IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN PROFESIONAL…………………..3
CONCLUSIONES…………………………………………………………………….9
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFIAS…………………………………………………10
IV
INTRODUCCIÓN
V
CÓDIGO DEONTOLÓGICO
I. DEFINICIÓN
Para conceptualizar de una manera más clara este tema, se citará las definiciones
propuestas por diferentes autores.
Uno de ellos es Gillet, quién nos menciona que los códigos deontológicos
residen en evadir la deriva aventurera de determinados profesionales en el
ejercicio de su profesión.
Asimismo, Banks define al código deontológico como “un documento escrito
producido por una asociación profesional con el propósito explícito de guiar a
los especialistas, protegiendo a los usuarios del servicio y velando por la
reputación de la profesión”. (Pantoja, 2012)
Pantoja (2002) afirma que los códigos deontológicos son referidos como el
conjunto de deberes profesionales que un grupo de trabajadores de una
determinada profesión, que con el pasar del tiempo se han ido dando cuenta de
los límites que deben tener para poder obrar bien en la ejecución de la profesión.
El código deontológico está regido por un conjunto de buenas prácticas, que
permitan al profesional hacer el bien. El código certifica con argumentos
suficientes el bien del actuar profesional.
Los deberes y principios de acción que se encuentran en los códigos
deontológicos, de acuerdo con Pantoja (2002), van más allá de la libertad
individual, es decir, el profesional los tiene que adoptar, si quiere ser un buen
profesional, porque interpretan cuál es el camino del bien obrar y así lo ha
acordado el colectivo de profesionales de acuerdo con el ‘ethos’ de la profesión.
Pantoja (2012) menciona que un elemento esencial de un código deontológico es
que su elaboración esté a cargo del colectivo de profesionales a través de sus
órganos de representación. Por lo que atañe a las funciones generales de los
códigos, suelen señalarse, entre otras, la de ser guías de la acción y toma de
decisiones por parte de los profesionales, lo cual lleva consigo la protección de
los usuarios, ya que en el código se indica el bien hacer y lo que se espera del
profesional en el momento de prestar los servicios. También se les atribuye la
mejora del estatus profesional, la creación y mantenimiento de la identidad
profesional y el ser un instrumento de regulación utilizable en casos de
negligencia o mala conducta en el ejercicio de la profesión. (Banks, 2002)
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II. FUNCIONES
Permite el reconocimiento público de una actividad profesional, o
actividad por parte de estos que la llevan a cabo. Frente a una concepción
meramente tecnicista o de rentabilidad de lo que es ser un buen profesional,
con la aprobación de códigos se intenta revalorar la profesión por su
dimensión moral y al profesional por la ejemplaridad ética en su trabajo. En
este sentido, los códigos también sirven de tarjeta de presentación del grupo
de profesionales frente a su cliente para que este lo identifique.
Establece las normas y obligaciones que rigen las actividades que
realiza el profesional, ya que, si no hay nada que regule el comportamiento
ético de los gremios profesionales en su actividad, estos no tendrán una guía
y no sabrá discernir si algo es bueno o malo en una actividad concreta.
Brinda al profesional un medio de defensa ante presiones externas
(conflicto de intereses), es decir, de la presión de los diferentes intereses o
bienes extrínsecos que hay, por ejemplo: dinero, poder, prestigio, estatus,
etc. y a la profesión en sí a hacerse valer y respetar frente a los
condicionantes externos.
Facilita el cumplimiento de la misión de la profesión, de una forma
moral y digna. Toda profesión tiene una misión, y esta misión debe
cumplirse por los profesionales pertenecientes a un gremio empresarial,
pero el como se cumple es tarea del código, ya que normara la conducta
profesional para el cumplimiento de sus metas bajo de un punto de vista
ético.
Garantiza el crecimiento del prestigio profesional. Si hay profesionales
que obren en favor de la sociedad, esta los percibirá como personas dignas
de admiración y prestigio, porque con sus actos contribuyen a una mejor
sociedad y no dañan a los demás.
Mejora el espíritu de servicio, ya que los profesionales son motivados a
servir mejor a la sociedad. El código deontológico tiene que establecer
claramente que no solo el profesional tiene deseos de obtener una
rentabilidad por su trabajo, sino que también debe tener un espíritu de
servicio, que contribuya a la sociedad.
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III. ASPECTOS NEGATIVOS
Los códigos deontológicos enclaustran muchas ventajas para las profesiones y
cualquiera de éstas se esfuerza en elaborar el suyo propio puesto que la
propiedad de un código se interpreta como un indicador de profesionalidad, es
decir, da garantía, eleva el grado de percepción de calidad de sus servicios y, por
ende, el estatus de la profesión. (Pantoja, 2012)
No obstante, según Sánchez Vidal citado por Pantoja (2012), son posibles
también algunos efectos negativos:
a) El efecto escaparate, es decir, el código puede convertirse en algo decorativo
de cara al exterior con el único fin de lograr elegancia delante de otras
profesiones, una especie de difusión, pero sin trascendencia hacia el interior
de la profesión. Se tiene un documento escrito de principios y deberes, pero
no es conocido por los profesionales o, si lo es, el conocimiento es tan débil
que no es útil en el momento de tomar decisiones. Letra muerta sin espíritu:
no se exige su comprensión ni su aplicación a la hora de revolverse
conflictos profesionales.
b) Alimentar el corporativismo. La formación de un ‘corpus’, en principio
bueno en cuanto elemento de cohesión de los profesionales, puede terminar
degradándose y convirtiéndose en elemento de lucha frente a otros
profesionales y utilizándose como coraza frente a los mismos usuarios.
c) Coartar el debate de los profesionales en cuanto que el código puede ser el
producto realizado por unos ‘expertos’ o por un círculo de poder dentro de
la profesión que decide tanto el perfil como en qué consiste ser un buen o
mal profesional; todo ello sin la participación de los interesados. Para estos,
el código es una imposición de los Colegios, un documento cerrado que
coarta el pensamiento crítico y el avance en la concepción de la profesión.
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En una profesión organizada, es imprescindible formular y aceptar libre y
voluntariamente normas éticas que tengan como efecto la regulación de la
actividad profesional en todos los campos que ésta abarca. A pesar de que las
obligaciones éticas básicas son constantes, su cumplimiento puede variar por las
necesidades siempre cambiantes de una sociedad compuesta de seres humanos
libres. Surge pues, la necesidad de precisar dichas normas y también de contar
con organismos que aseguren su cumplimiento y puedan eventualmente
determinar sanciones en caso de faltas a las mismas. La deontología es el
conjunto de principios y reglas que han de guiar una conducta profesional. El
código de deontología es un conjunto de normas que se aplican a un colectivo de
profesionales y que hace las veces de un prontuario (conjunto de reglas) morales.
El código de ética y deontología constituye el conjunto de preceptos de carácter
moral que aseguran una práctica honesta y una conducta honorable a todos y
cada uno de los miembros de la profesión.
El cumplimiento de las normas contenidas en el Código deontológico conlleva
un deber ser que va a fortalecer la profesión, que va a proyectar una imagen
hacia la sociedad de nuestra profesionalidad y, ante la Administración y los
demás colectivos de profesionales, va a reflejar nuestras actitudes del buen hacer
profesional.
Además de ser un respaldo para nuestra profesión, el código deontológico del
trabajo social es importante para respetar y ser honestos tanto con los usuarios
como con la profesión que nosotros hemos elegido. Así mismo, es una guía para
las situaciones más complejas en las que no sepamos qué hacer tanto éticamente
como profesionalmente.
- Códigos Deontológicos en educación
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Compromiso con el alumnado:
• Contribuir activamente al ejercicio efectivo del principio constitucional del
derecho a la educación por parte del alumnado.
• Establecer con los alumnos una relación de confianza, comprensiva y exigente
al mismo tiempo, que positívese los errores y valore los aciertos, que fomente la
autoestima y motive a progresar en el terreno académico y en el personal, y que
ayude a adquirir autonomía en la gestión y desarrollo de los aprendizajes.
• Respetar los distintos ritmos de aprendizaje de los alumnos: dosificar la
corrección, evitar ironías y sarcasmos públicos, y evitar las sanciones colectivas.
• Valorar el trabajo del alumnado con ecuanimidad y justicia, ponderando
debidamente el contexto social en que este se lleva a cabo y, cuando las
circunstancias lo requieran, promover la igualdad de oportunidades educativas
aplicando medidas específicas.
• Estimular la curiosidad intelectual de los alumnos y capacitarlos para
plantearse nuevas preguntas, organizando su trabajo como una actividad creativa
y proyectada hacia el futuro.
• Rechazar cualquier forma de segregación o discriminación por razones de
etnia, de origen familiar o social, de género o cualquier otra.
• No adoctrinar al alumnado, fomentar el desarrollo de un juicio crítico sobre la
realidad y ellos mismos, y promover la búsqueda de la verdad como principio
rector del saber.
• Adoptar todas las medidas necesarias para salvaguardar la libertad, la dignidad
y la seguridad física, psicológica y emocional del alumnado.
• Atender y canalizar adecuadamente las reclamaciones legítimas del alumnado a
través del ejercicio de la docencia y de la función tutorial.
• Guardar el secreto profesional de los datos personales del alumnado de los que
se disponga en el ejercicio profesional de la docencia.
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• Asumir la responsabilidad propia en aquellos ámbitos de actuación que son
competencia profesional de los docentes.
• Colaborar en la mejora de la educación, aportando responsablemente la propia
competencia profesional, y participar activamente en todos los procesos de
consulta que aspiren a promover la calidad de la enseñanza.
• Poner sus conocimientos a disposición de la comunidad educativa y contribuir
a la formación inicial del profesorado novel, de acuerdo con las necesidades
existentes y sus posibilidades.
• Participar en la elaboración del proyecto educativo del centro, respetarlo y
favorecer su implantación, sin perjuicio del ejercicio de la libertad de cátedra.
• Ejercer con dedicación las responsabilidades directivas o de otro tipo que se
desarrollen, si es el caso, manteniendo canales abiertos de consulta y debate y
actuando como modelo de conducta ante los compañeros.
• Respetar y hacer respetar las normas de funcionamiento del centro y colaborar
en todo momento con sus órganos de gobierno, los departamentos didácticos, los
servicios de orientación psicopedagógica, las tutorías y cualesquiera otros
servicios de la institución.
• Tratar con respeto y consideración a los colegas; fomentar el trabajo en equipo
y favorecer un buen clima en el lugar de trabajo, absteniéndose de interferir en la
labor de los demás.
• Velar por el buen estado de mantenimiento y limpieza de materiales e
instalaciones, inculcando en los alumnos el respeto a los bienes comunes y
públicos.
• Velar por la dignificación social de la profesión, su independencia y autonomía,
y defender y hacer respetar los derechos que le corresponden.
• Guardar el secreto profesional con respecto a los datos personales de los
compañeros de que se disponga en el ejercicio de cargos de responsabilidad.
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• Adquirir y aplicar conocimientos de otras disciplinas cuando estas aporten
nuevos puntos de vista que puedan mejorar la pertinencia y la calidad del
conjunto del currículo.
• Desarrollar un ejercicio profesional que demuestre unos altos niveles de
competencia y un buen dominio de la especialidad que enseñan, y procurar
adquirir, además, los conocimientos que les permitan una mejor interacción con
los alumnos, priorizando las finalidades formativas.
• Aplicar en todo momento el rigor conceptual y la prudencia para no dar por
definitivas teorías y postulados que los avances de la ciencia pueden poner en
cuestión.
• Expresar y comunicar lo que saben, sin dogmatismos y con respeto al derecho
de la sociedad y del alumnado a recibir una información veraz y contrastada.
• Reconocer que los alumnos tienen conocimientos y valores que provienen de
sus familias o grupos sociales, y que dichos conocimientos y valores se deben
considerar con respeto porque condicionan y enriquecen los aprendizajes en el
aula.
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una relación de confianza que promueva la participación a través de los
correspondientes órganos y asociaciones.
• Proporcionar a las familias y los tutores información sobre el proceso
educativo de sus hijos, el grado de consecución de los objetivos propuestos y las
eventuales dificultades que se detecten, así como la orientación adecuada a esas
circunstancias.
• Respetar a las familias del alumnado y velar por que la existencia de
identidades y referentes culturales diferenciados no se convierta en un obstáculo
para la convivencia y la colaboración.
• Respetar las convicciones éticas, morales y religiosas del alumnado y de sus
familias, evitando, no obstante, prácticas que vayan contra la legítima libertad
ideológica o religiosa del resto de los agentes que intervienen en la acción
educativa.
• Informar sobre violaciones de los derechos humanos, malos tratos y otras
formas de violencia de que tengan conocimiento en el ejercicio de la profesión.
• Respetar la confidencialidad de las informaciones que, en el ejercicio de sus
funciones, le han sido proporcionadas por las familias o tutores legales
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CONCLUSIONES
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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