Lectura Modelo Corpuscular Material
Lectura Modelo Corpuscular Material
Lectura Modelo Corpuscular Material
Para explicar el comportamiento de la materia y las características de los gases, los científicos propusieron,
durante el siglo XIX, la denominada "teoría cinética de los gases". Su ampliación a líquidos y sólidos dio lugar al
modelo cinético-molecular de la materia.
Estas partículas materiales se encuentran en constante movimiento debido a dos clases de fuerzas: de
cohesión y de repulsión.
Las fuerzas de cohesión tienden a mantener las partículas materiales unidas entre sí.
Las fuerzas de repulsión tienden a dispersar las partículas y a alejarlas unas de otras.
Según que predominen unas u otras fuerzas, la materia se presenta en estado sólido, líquido o gaseoso.
Estado sólido Estado líquido Estado gaseoso
Las fuerzas de cohesión y de
repulsión son del mismo orden. Predominan las fuerzas de repulsión
Predominan las fuerzas de cohesión sobre las de cohesión.
sobre las de repulsión. Las partículas pueden desplazarse
con cierta libertad pero sin alejarse Las partículas se mueven con total
Las partículas sólo pueden vibrar unas de otras. libertad y están muy alejadas unas de
alrededor de su posición de otras. Por eso los gases tienen forma
equilibrio. Por esa razón los líquidos tienen variable y tienden a ocupar todo el
volumen constante y se adaptan a la volumen disponible.
forma del recipiente.
La materia está formada por entidades muy pequeñas llamadas partículas (átomos o moléculas).
Las partículas están en continuo movimiento, chocando entre sí de manera elástica.
Entre las partículas existen interacciones, más o menos intensas dependiendo del estado de agregación.
ESTADO SÓLIDO
En el estado sólido, las partículas están muy próximas y fuertemente unidas entre sí, por lo que mantienen fijas
sus posiciones, manteniendo las distancias que hay entre ellas. Es por ello que adoptan estructuras
tridimensionales de volumen definido y constante (se consideran incompresibles).
No obstante, las partículas poseen un cierto movimiento de vibración, que aumenta con la temperatura, motivo
por el cual, al calentarlos, las vibraciones crecen, aumentando el volumen (dilatación), y pueden llegar a vencerse
las fuerzas de atracción (cambio de estado).
ESTADO LÍQUIDO
En el estado líquido, las distancias entre las partículas son ligeramente mayores que en los sólidos, pero su
movimiento y sus interacciones impiden que este espacio se reduzca, por lo que son prácticamente
incompresibles. Sin embargo, aunque las interacciones son los suficientemente grandes como para evitar su
dispersión, la movilidad que poseen las partículas permite que se desplacen unas respecto a otras, otorgándoles
la capacidad de fluir y de amoldarse al recipiente que las contiene.
ESTADO GASEOSO
En los gases, las partículas están separadas por grandes distancias (en comparación con su tamaño) y, en
consecuencia, las interacciones entre ellas se consideran nulas. Por ello, los gases adoptan la forma y ocupan el
volumen del recipiente que los contiene.
Las partículas gaseosas se mueven libre y azarosamente, chocando elásticamente entre sí y con las paredes del
recipiente (ejerciendo una determina presión), aumentando la velocidad media y los choques con la temperatura.
Presión: Los gases ejercen fuerzas sobre las paredes del recipiente que los contiene. En el experimento
de la jeringuilla notamos muy claramente la fuerza que ejerce el aire encerrado sobre nuestra mano y
también observamos que al soltar el émbolo vuelve a su posición inicial, empujado por el aire
encerrado.
Al comprimir un gas (reduciendo el volumen del recipiente) aumenta la frecuencia
de los choques de sus partículas sobre el recipiente, y, por tanto, aumenta la presión.
El efecto contrario (disminución de la presión) se produce al expandir el gas.
Aumento de la presión con la temperatura y dilatación térmica: Al aumentar la
temperatura de un gas (al calentarlo) aumenta la presión que ejerce sobre las
paredes del recipiente. Si dichas paredes son elásticas (como ocurre, por ejemplo, para el aire encerrado en el
globo del experimento que muestran las fotografías adjuntas a la izquierda), aumenta el volumen.
En efecto, al calentar un gas (al aumentar su temperatura) aumenta la energía cinética de sus partículas y, por
tanto, sus velocidades. Si el volumen permanece constante, ello implica que las partículas lleguen antes a chocar
con las paredes del recipiente y además choquen con mayor velocidad. Es decir, aumenta la frecuencia de los
choques y su intensidad, o, lo que es lo mismo, aumenta la presión que ejerce el gas. Evidentemente, ocurre lo
contrario si se enfría el gas.
*PARTE 2
“Los cambios de estado dependen también de las condiciones a las que se somete la materia”
Todos conocemos los principales estados de la materia: sólido, líquido y gaseoso, pero hay otros estados de
agregación, como el plasma, que aunque menos frecuente, está presente en nuestra vida cotidiana.
El Sol, las lámparas fluorescentes y algunas televisiones son ejemplos del estado de plasma. Un estado fluido
similar al estado gaseoso pero en el que determinada proporción de sus partículas están ionizadas.
Por ejemplo, podríamos conseguir que un líquido se convierta en sólido bajando la temperatura. Y para pasar de
un líquido a un gas habría que aumentarla, siempre y cuando la presión se mantenga constante.
Un chocolate guardado en la bolsa de tu pantalón, que con el calor del cuerpo, se derrite.
La lava de los volcanes cuando se enfría después de una erupción.
Cuando al oprimir la palanca de un encendedor sale en forma de gas.
Un vaso con agua y hielo que se humedece por fuera.
Una pastilla desodorante de baño que cada vez se hace más pequeña.
Formación de cristales de yodo en la tapa de un frasco, sobre la cual hay cubos de hielo.