7 Arquitectura
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Eliade, Mircea
Herreros y Alquimistas. Ed. Taurus. Madrid, 1959
TIPOLOGIA DE BODEGAS
2
Sobre las diversas variantes de bodegas tradicionales existentes en España, véase:
Flores, C. Arquitectura Popular Española. Ed. Aguilar.Madrid 1973 y Feduchi,L.Itinerarios de
Arquitectura popular.Ed. Blume. Barcelona, 1975
La razón de estos conductos está en que los caminos de acceso a las bodegas
en esta zona, son muy estrechos y dificultaban el acceso de las caballerías con
sus comportillos,envases para transportar la uva, en este lugar hechos de
mimbre o de tabla de chopo con cellos de hierro.
Ante estos problemas de transporte de la uva, los queleños inventaron un
acceso para los racimos desde la parte superior oradando el monte y dejando
al exterior unas pequeñas construcciones con sus puertas, por las que se
arrojaba la uva desde una altura de hasta 16 metros;esta tipología no la hemos
observado en ninguna otra zona de España.
En los casos consultados en esas zonas que continuaron excavando bodegas
hasta los años cincuenta, como en el caso de Alcanadre y otros, la labor se
realizaba con picos y picachones, sacando la tierra con cestos o carretillos y
depositándola en la parte superior o en los alrededores de la bodega.
Esta tipología de bodegas excavadas continúa río Ebro arriba hacia La Rioja
Alta, pero aparecen nuevos tipos de bodegas en pueblos y ciudades.
En toda La Rioja Baja se encuentra también una tipología relacionada con la
abundancia de viviendas excavadas, y es la bodega realizada siguiendo las
técnicas de las casas-cueva y con el hueco al exterior para la entrada de la
uva. En el interior y según la dureza de la tierra se hacen varias estancias y
corredores laterales que salen del principal.
Este tipo de bodegas se observa en Los Molinos de Ocón, Ausejo, Arnedo y
están condicionadas por la formación del terreno de carácter arcilloso.
Otra tipología es la de la bodega situada en el interior de la casa, en su parte
inferior aprovechando también una ladera que se excava y se perfora, y se
acomoda el talud para elevar los pisos de la vivienda.
Este ejemplo se encuentra en Alfaro en las laderas de El Castillo, en varias
casas-bodega.
En los casos en que no hay pendiente, sobre todo dentro de los cascos
urbanos, se excava de forma vertical hasta alcanzar cierta profundidad, en lo
que posteriormente será la escalera y una vez en la cota elegida se perfora
horizontalmente.
Es esta una tipología habitual en muchas localidades riojanas, en algunos
casos aprovechando la existencia de desnivel se extrae la tierra por la parte
inferior, como es el caso de Logroño, en algunas de la calle Ruavieja, cuya
parte posterior se abría a través de la muralla al río Ebro. Este modelo se
puede dar gracias a las diferentes alturas entre la calle Ruavieja y la ribera del
río o calle de San Gregorio.
Este tipo de casa-bodega aparece en muchas localidades de La Rioja Alta, y
encontremos algunos ejemplos en Calahorra,Logroño, Navarrete, Haro, San
Asensio, Briones, San Vicente de la Sonsierra, Abalos y otras muchas
localidades, poseen esta tipología. Hemos de destacar el pueblo de Cenicero,
que pese a estar en una ladera, sólo posee bodegas excavadas en la parte
inferior de la vivienda. En los casos anteriores se dan los dos tipos, unas
excavadas en las afueras del pueblo y otras bajo la casa, con excelentes
muestras también en Briones.
Con respecto a este modelo urbano existen buenos ejemplos, como los que se
observan en Abalos, alrededor de la Plaza Fernández de Navarrete. En el
levantamiento de los planos del subsuelo de esta plaza encontramos una
explicación que por tradición oral se ha dado, de cómo se realizaron estas
bodegas, y que pese a lo sorprendente, se repite en otras localidades al
mostrar una nueva tipología constructiva.
Se trata de bodegas urbanas situadas bajo la vivienda y la explicación justifica
que todas estén en la misma cota y que exista una red de conducción de aguas
que va de bodega en bodega y sale al río Zarabel, para facilitar la limpieza y
dar salida a las filtraciones.
Según esta interpretación para mostrar como se realizaban este conjunto de
varias bodegas, todas situaban su planta a cinco metros de profundidad, pero
con una ligera pendiente, primero se excavaba el hueco con un tamaño
variable, y a partir de aquí se construía la bóveda, en piedra de sillería y se
elaboraba la escalera, para posteriormente colocar la tierra sobre la bóveda y
sobre ella comenzar a construir la vivienda con una cimentación exterior al
perímetro de la bodega.
Ejemplos de este tipo tenemos en Briones y una de gran tamaño en el
despoblado de Cuzcurritilla que perteneció a la Abadía de Herrera.
En otras tipologías similares se hacían los dos muros laterales y se dejaba la
tierra en su interior y con la forma semicircular en la parte superior que servía
como molde para la futura bóveda. Se construía la bóveda y posteriormente se
extraía la tierra del molde.
De esta forma se han construido los corrales semiexcavados de Muro de
Aguas y otras bodegas.
Un ejemplo a destacar es el conjunto urbano de Laguardia (Alava) con gran
parte de su conjunto amurallado excavado para ser utilizado como bodegas.
Similar disposición encontramos en Aranda de Duero, que en la actualidad se
puede visitar una parte de este conjunto subterráneo, gracias al proyecto del
Centro de Interpretación de la Arquitectura Asociada al Vino.3
Conforme nos vamos acercando a nuestros días, la excavación de bodegas se
va transformando por la dificultad de la excavación subterránea y el precio de la
mano de obra, pese a conocer casos de calados excavados hasta los años 50
del siglo XX.
Por esta razón se crea una nueva tipología que aprovecha técnicas y modelos
anteriores.
Desde los años sesenta del siglo XIX, se produce un incremento de la viña en
La Rioja motivado sobre todo por la necesidad de exportación de vinos a
Francia, donde las plagas habían reducido la producción.
Por esta razón se construyen nuevas bodegas en la segunda mitad del siglo
XIX, algunas excavadas con las tipologías ya explicadas y otras nuevas
siguiendo los modelos que se crean para cubrir necesidades de una nueva
forma de elaborar vinos y sobre todo de conservarlo en barricas. Otra técnica
para construir bodegas es la de aprovechar desniveles del terreno y una vez
excavadas se realiza un forjado que divide dos espacios construyendo el lago
sobre el terreno firme, ya que su peso, una vez llenado de uva, precisaba de
una sustentación sólida y el resto del espacio de esa planta se hacía sobre un
forjado.
Esta sería la planta superior, por donde accede la uva. En la planta inferior
algunas veces a piso llano y otras con un ligero descenso a través de escaleras
se construyen los depósitos de cemento, e incluso en algunas hemos visto un
espacio sobre el terreno para situar la prensa en el piso inferior, al lado de los
3
Ayuntamiento de Aranda de Duero.Tlf. 947510476
Veáse: Iglesia, Javier
Aranda por dentro. En Restauradores,nº 56,abril, 1992, pg. 28
tinos, pero en un espacio más alto y directamente sobre el terreno.
Ollauri puede ser un modelo de esta tipología, en su barrio de bodegas.
Aprovechando la diferencia de nivel se accede con la uva por la parte superior,
que daba entrada al fruto a las tinas de madera para su pisado y fermentación,
y en épocas más recientes la tina ha sido sustituida por lagos de cemento con
la misma función,la planta baja es la de sustentación de las tinas, sobre
grandes bloques de piedra y en esa planta se comienza a excavar el calado o
cueva de diversa profundidad, habiendo algunas de gran extensión. Al exterior
es característica la imagen de "las tuferas" por las que respiran y se airean los
calados.
Edificación similar la encontramos en el barrio de bodegas de Villalba de Rioja,
pero sin excavar cueva, y en la planta inferior se construyen los depósitos de
cemento. Esta zona de bodegas cercana a la Ermita de los Remedios, puede
corresponder a una época de gran demanda de vinos por parte de las bodegas
de Haro y también lo demuestra la fecha de algunos dinteles de las puertas.
Hay repartidas por toda La Rioja otra tipología de bodega, que aprovecha este
espacio para compartir su uso con otra actividad agrícola. Nos referimos a las
bodegas-pajar que almacenan la paja de las cosechas cerealistas en el
espacio superior de la edificación y aprovechar la zona baja, al nivel del suelo
para situar el lagar y a partir de este piso excavar la cueva en profundidad o en
la misma planta hacia el interior.
Este tipo se observa en Alberite, Albelda, Villamediana, Entrena o Murillo. En
otros lugares este edificio se abre en la parte superior a la era de trilla, en la
que se desgrana el cereal, y se guarda en la construcción anexa y en su parte
más alta, empleando la inferior para bodega y acceso a la zona excavada.
Ejemplos de este tipo los encontramos en Treviana, aunque la combinación de
bodega, pajar y era se halla en muchos pueblos de La Rioja. Asi en Albelda
hay un barrio de bodegas en "Las eras del Rosario" y se observan algunas en
Alcanadre y Pradejón.
Otra combinación no tan frecuente es la localizada en Villarroya donde se
excavan pequeñas cuevas pareadas con un patio delantero, y uno de los caños
se utiliza par la conservación del vino y el otro junto con el patio exterior, se
empleaba para corral de un reducido número de ovejas o cabras.
Son dignas de nombrarse las abundantes bodegas relacionadas con la iglesia
donde se guardaban las aportaciones de los diezmos y las primicias.Desde el
punto de vista formal no se distinguen de las tipologías citadas y estaban
realizadas con las mismas técnicas de excavación.Muchas marcas de vinos
aprovechan términos y conceptos de origen eclesial al nombrar sus vinos como
Dehesa de los Canónigos, Hacienda Monasterio, Pago de los Capellanes,
Pago del Vicario, Colegiata, Casa de la Ermita
De mayor tamaño pero con similares técnicas constructivas son las bodegas
monacales que encontramos en muchas zonas vitivinícolas. La relación entre
los monasterios y la viticultura está demostrada de la misma forma que el
dominio monacal tuvo gran importancia en la repoblación del medio rural desde
la Edad Media.En todos los monasterios del Mediterráneo desde el Monte
Athos hasta la cartuja de Chateauneuf du Pape, se ha elaborado vino. En La
Rioja son de destacar las bodegas del Monasterio de San Millán o las del
Monasterio de Imaz donde hoy radica la empresa Barón de Ley. En Navarra
son afamados los vinos elaborados por los Monjes de La Oliva. En Cataluña, la
presencia monacal es abundante y quedan buenos ejemplos de su relación con
el vino como los del Castillo de Peralada que fue un cenobio carmelita, en la
Edad Media. Lo mismo podemos decir de la Abadía de Santa María de
Retuerta en Sardón de Duero.
Uno de los vinos más famosos de España, el Vega Sicilia se elabora en una
antigua bodega cisterciense, que posteriormente estuvo en manos de los
Marqueses de Valbuena que también dan nombre a otro de sus vinos.
Muchos monasterios conservan sus bodegas y en algunos de ellos después
del proceso de Desamortización se instalaron importantes bodegas4
Nos queda de exponer la tipología de bodegas de crianza que inician su
andadura a partir de 1860, siguiendo un modelo de elaboración bordelés, con
diferente tecnología y con otras necesidades de espacio y constructivas.
4
Seward, Desmond
Les moines et le vin, Ed. Pygmalion/Watelet, Paris, 1982
5
Otazu, Alfonso
Los Quintano de Burdeos, en Actas del I Congreso Internacional de la Historia y la
Cultura de la Vid y el Vino.Fundación Sancho el Sabio. Vitoria 1996. pg.97
continuidad a las bodegas tradicionales de las que hemos hablado
anteriormente.
Los lugares en los que se inicia este proceso de transformación se encuentran
cerca de la frontera y al lado de las recién estrenadas vías del ferrocarril que
comenzaba a atravesar España y permitía transportar los vinos a Francia,
aunque en muchos casos la forma de enviar estos vinos a Burdeos era por
barco desde los puertos de Bilbao y Pasajes.
Los comerciantes en vinos que llegan a La Rioja, inician su actividad
comprando vinos y preparándolos convenientemente a sus gustos, para lo cual
emplean las técnicas anteriormente citadas, como el azufrado, la clarificación y
su almacenamiento en barricas de 225 litros para su posterior transporte a
Francia.
Estas prácticas extrañas para los vinicultores riojanos produjeron una
desconfianza total, como lo refleja este cantar de Haro:
EL MODELO CATALAN
6
Esta información ha sido resumida de nuestra obra:
La Arquitectura del Vino.Gobierno de La Rioja, Logroño,2001.
7
Avila Granados, Jesús
Las bodegas modernistas de la Costa Dorada: las catedrales del vino
Revista de los Ministerios de Fomento y Medio Ambiente,nº 450, febr. 1997
vitivinícolas. Hemos de lamentar la destrucción de uno característico en la
ciudad de Haro y construido en 1914 por Lluis Doménech Montaner y que
constituía una interesante muestra de arqueología industrial relacionada con el
vino.8 Muchos ejemplos de esta arquitectura se observan en varias regiones
vinícolas y se distinguen por sus altas chimeneas de ladrillo.
Otras edificaciones interesantes son las Estaciones Enológicas que se
construyen en España a partir de 1892 y que poseen algunas peculiaridades
constructivas dignas de mención.
Otros elementos arquitectónicos relacionados con la viña son las
construcciones que se encuentran en los viñedos de las que hemos hablado al
citar el paisaje de la viña.
9
Martínez, Juantxu
Nuevos templos para Dionisos.
La Prensa del Rioja,nº 156, mayo 2005,pg.18
10
Terroba, Mirian
De los calados subterráneos a las bodegas de autor. Programa de Fiestas de Haro 2004,
pg. 89
LA VISITA A LA BODEGA
Si hemos hablado del especial carácter que posee la bodega y del atractivo
que tiene para los visitantes, hemos de ver también qué posibilidades aporta
esta actividad dentro del contexto general del turismo del vino.
Constatamos que las visitas a las bodegas son una costumbre muy antigua y
no en vano monarcas y personajes ilustres las visitaban ya hace más de un
siglo. Una muestra de esto es la visita efectuada por el rey Fernando VII a las
bodegas de Jerez en 1823 y la posterior que efectúa la reina Isabel II a las
Bodegas González Byass en 1862, y otros ilustres viajeros a las bodegas de
algunas zonas de España, como se puede observar en los libros de visitas,
archivos e incluso en las firmas efectuadas en alguno de los envases de
madera para el envejecimiento de los vinos.
Este misterioso atractivo se completa con otras apetencias o intenciones que
hoy manifiestan los visitantes de las bodegas en nuestras encuestas. Las
razones por las que se visitan las bodegas son muy variadas y hemos de
comenzar por exponer los motivos que mueven a los viajeros por acceder a
estos lugares de elaboración.
La respuesta más habitual a la hora de preguntar por la razón de la visita a una
bodega, es la de “conocer el vino” y esto entraña el aprendizaje de los
procesos de elaboración y también la degustación explicada de sus vinos.
La elección de la bodega se realiza por el conocimiento de sus vinos, ya que
muchas personas consultadas han probado el vino que elabora la bodega que
van a visitar. En otros casos el carácter familiar de la empresa anima a la visita
ya que se estima que el vino es más “puro” al ser elaborado por una familia.
La idea del vino unido a la tradición familiar es una constante que además se
fomenta en las campañas de promoción y en la publicidad de muchas casas,
que unen la tradición a la calidad.
Relacionado con esto se encuentra la elección del destino de la visita por la
antigüedad de la bodega. Muchos visitantes eligen un establecimiento u otro
según la antigüedad de la bodega, por lo que es importante el anunciar la fecha
de la fundación de la instalación o su carácter centenario.
Con respecto a este tema hemos visto surgir en la historia centenaria de
muchas Denominaciones de Origen, bodegas que positivamente sabemos que
han surgido muchos años, incluso decenios después. En la actualidad el decir
“la Bodega más antigua de.....” puede no tener ningún fundamento histórico
pero lo que tenemos seguridad es que garantiza visitas y ventas, tal como lo
manifiestan los visitantes en las razones de su elección.
La existencia en la bodega de algún tipo de elemento singular como puede ser
una colección artística, un museo, obras de arte, biblioteca, etc, es un atractivo
que distingue y puede facilitar la elección de la misma por parte de los viajeros;
en algunos casos se valora el que tenga restaurante y se pueda dormir en la
bodega.
Otro motivo que anima a la visita es la orientación recibida por algún medio de
comunicación, sobre todo por las revistas especializadas o los suplementos de
los periódicos.
Por último, hay empresas que organizan viajes y llevan a sus clientes a ciertas
bodegas concretas con las que mantienen algún tipo de relación.
Es interesante destacar que algunas bodegas ofrecen un tipo de visita diferente
según los conocimientos que sobre el vino posee el futuro visitante. Así se
oferta una visita para “aficionado”, otra para “conocedor” y una tercera para
“profesional”, que se diferencian en la profundidad de las explicaciones y en la
variedad de vinos que se catan.
Por tanto, conocer el proceso de elaboración del vino es el primer motivo que
mueve al visitante, y se complementa con la degustación de los vinos.
El segundo aspecto es la posibilidad de la compra en el lugar de origen de los
vinos que ofrecen. En muchas ocasiones esta adquisición está relacionada con
el conocimiento o consumo previo de estos vinos. Muchas veces el conocer la
bodega que elabora los vinos que se consumen aparece como motivo
prioritario y a esto hay que añadir la relación con el propietario o el autor de los
vinos.
Aquí nos encontramos con una infinita tipología de bodegas, en cuanto a la
propiedad se refiere, que son particulares, familiares, cooperativas,
empresariales, multinacionales y un amplio tipo de fórmulas que conlleva una
forma de hacer el vino diferente y también una exhibición de la bodega de
manera distinta en cada caso.
Es interesante saber que la aparición de los personajes del vino, que son
personas de fama que ocupan páginas en revistas especializadas e incluso en
la prensa diaria, hace que el cliente desee conocer a su “personaje vitivinícola”
o al autor de los vinos que consume.
El listado de los nombres es muy amplio y como en toda vanalidad suben y
bajan los prestigios y las devociones, pero que duda cabe que ser atendido por
Alvaro Palacios cuando se visita su bodega de Gratallops, es una deferencia de
la que se presumirá ante los amigos.
Hemos observado que el nivel de satisfacción del visitante a una bodega
aumenta en la medida que la explicación tiene ciertas características y la más
importante es que los comentarios provengan de una persona relacionada con
la elaboración y en particular si se disfruta de la conversación con el
propietario, la admiración es mayor. Por esta razón muchas de las personas
que realizan visitas a bodegas y que están dentro del mundo del vino, buscan
una bodega familiar y tradicional y la visita la completan con otra moderna de
propiedad más indefinida.
En estos momentos que se terminan los vinos “anónimos”, que han sido los
habituales en todas las mesas hasta hace unos años, y que aparecen los de
“autor”, se hace preciso conocer al artista que elabora la obra de arte y disfrutar
de su compañía.
También destacar que en las encuestas se observa que muy pocos visitantes
acuden a las bodegas por conocer su obra arquitectónica de forma específica y
esto contrasta con la aparición de los grandes maestros de la arquitectura en el
mundo vinícola.
Posiblemente esta moda de la arquitectura del vino sea una extrapolación del
fenómeno californiano del Valle de Napa. En esta zona la visita a las bodegas
por la obra arquitectónica es uno de los motivos y así nos aparecen bodegas
como Opus One, Artesa, Dominus o Clos Pegase que son verdaderos destinos
por su factura arquitectónica, de nueva planta, que poco tienen que ver con los
chateaux bordeleses que es otra arquitectura y otra filosofía de promoción, y
por supuesto de elaboración.
En España, sólo un número muy limitado de visitantes se dirigen a una bodega
por su edificio, no obstante este interés arquitectónico aparece en las
conclusiones de la visita, como un conocimiento que se obtiene del propio
recorrido por el edificio y de las precisiones que sobre la construcción haya
realizado el guía.
El hecho de que muchas bodegas españolas estén utilizando a las grandes
firmas de la arquitectura mundial para realizar sus bodegas traerá consigo, en
un futuro muy próximo, el incremento del interés por la construcción además de
por el proceso y el producto.
Otro punto a destacar es que hablamos de turismo del vino sin saber que las
visitas específicas, no profesionales a las bodegas, son muy reducidas. Como
venimos diciendo desde la Introducción nos encontramos ante unas actividades
complementarias a las formas habituales de turismo.
Sólo el 10 % de las visitas a las bodegas consultadas, su destino primordial era
la bodega. La mayor parte de los visitantes destinan un día de sus vacaciones
a visitar bodegas y hay una especial orientación a hacerlo en localidades muy
concretas. Indudablemente existen poblaciones cuyo nombre aparece ligado al
vino; y nos referimos a Jerez, Villafranca del Penedés, Requena, Peñafiel o
Haro, y a ellas se dirigen muchos de los futuros visitantes de las bodegas y a
partir de aquí inician sus recorridos.
Es destacable, por esta razón, la iniciativa de la Red Europea de Ciudades del
Vino (RECEVIN) y la más humilde de la Asociación Española de Pequeñas y
Medianas Ciudades Vitivinícolas(ACEVIN).
Esta agrupa a 37 ciudades de variadas Denominaciones de Origen entre las
que se encuentra Villafranca del Penedes, Sant Sadurni de Noia, Alcazar de
San Juan, Tomelloso, El Puerto de Santa María, Chiclana, Chipiona, San Lucas
de Barrameda, Trebujena , Aranda de Duero y otras.
Entre los objetivos de esta Asociación se encuentra el desarrollo del territorio
vitivinícola, la explotación del patrimonio industrial, la planificación urbanística
adecuada a sus necesidades peculiares y la diversificación económica de sus
actividades.
Conforme se consolidan las nuevas zonas productoras y se definen nuevas
Denominaciones de Origen, los destinos del turismo del vino se van a ampliar y
otras muchas localidades de referencia van a aparecer en el mapa.
Sabiendo que el futuro visitante, se dirige a estas localidades de referencia
como lugar de partida para su turismo del vino, en ellas deberemos organizar la
infraestructura de información para los visitantes de las bodegas.
Tenemos que considerar esta opción de la visita a la bodega como un
complemento a otras acciones que el viajero desarrolla en sus actividades de
ocio y que van a estar en relación con el turismo cultural y rural, en la mayor
parte de los casos.
Es por esto interesante que la actividad enoturística esté integrada dentro de la
oferta de un territorio, a excepción de iniciativas muy singulares que tienen una
demanda específica y sin necesidades promocionales. Por lo tanto, es
necesario una interacción entre empresarios y organismos de promoción para
organizar un paquete territorial que reúna diversas ofertas.
Los empresarios bodegueros han sido en muchas zonas vitivinícolas reacios a
la apertura al público de sus bodegas y ha existido una desconfianza en
relación con los beneficios que aportaría para la empresa este tipo de turismo.
Sin embargo las bodegas siempre han estado abiertas para visitas privadas,
compromisos, actos de protocolo, etc.
Por poner un ejemplo, el Centro de Iniciativas Turísticas de la ciudad de Haro
(La Rioja), realizó un estudio y una propuesta a las bodegas de la zona en
1988, que no fue aceptada, más que por siete bodegas;11 y hasta hace muy
poco tiempo no existía en esta ciudad centenaria en el mundo vinícola, un
programa de visitas a las bodegas, que hoy ya se ofrece.
Estas reticencias se han ido perdiendo a la vista de lo realizado en otros
países, en otras Denominaciones o por sus propios vecinos. Y en la actualidad
la mayor parte de las bodegas aceptan visitas siguiendo una serie de normas o
requisitos, bajo pago o gratuitamente.
La apertura de la bodega, según manifiestan los bodegueros, se debe a
diversas razones “comerciales”. En primer lugar se habla de promoción, ya que
objetivamente es la forma más barata y directa de publicidad. En particular, las
bodegas más jóvenes aportan este argumento ante la imposibilidad de estar
presentes en la publicidad en los medios habituales de comunicación.
Esta “creación de marca” a través de la visita es muy importante, como lo es
también la posibilidad de venta de vinos en la propia bodega. Otro aspecto es
la presentación de otros tipos de vinos, ya que muchas veces las bodegas se
conocen por una sola marca o tipo de vino, desconociendo el cliente otras
opciones, que pueden ser presentadas en la cata que habitualmente se ofrece
al final de la visita.
Algunas bodegas además del vino ofrecen otros productos con su marca, en la
mayor parte agroalimentarios, aceite, destilados del vino, conservas; también
libros, fotografías, útiles para el servicio del vino, recuerdos, complementos
textiles etc. Muchas bodegas con estas mercaderías ofrecen unas bien
decoradas tiendas que provocan cierta admiración al visitante.
Con respecto al tema de la comercialización en la propia bodega surge
la polémica de la venta de esos productos tan dispares y algunas veces el
enfrentamiento con el comercio local.
Otro atractivo que ofrece la visita a la bodega es la vinculación que la marca
hace con el cliente, que posteriormente demandará ese vino en el restaurante o
lo buscará en su proveedor. Además existen Clubs de Amigos de ciertas
bodegas, que reciben la información de la misma y las ofertas especiales en
precio y condiciones. Otras bodegas ofrecen a sus clientes reservarles una
barrica y conservarles sus botellas durante un cierto período de tiempo y otras
acciones promocionales, muchas de las cuales surgen de la visita a la bodega.
Esta además puede ofrecer otros servicios al cliente, y nos referimos a
actividades complementarias, como visitas a los viñedos, actividades agrícolas
o de hostelería y restauración.
No es infrecuente la existencia de bodegas con restaurante en los que ofrecen
alimentos a los visitantes, así como comidas para grupos, reuniones y
acontecimientos sociales.
De la misma forma algunas bodegas ofrecen alojamiento y han creado hoteles
dentro del propio complejo utilizando alguno de los edificios anexos.
Con respecto a estas ofertas complementarias a la visita, existe cierto
enfrentamiento en muchas localidades entre los empresarios específicos de los
diferentes sectores y las bodegas que ofrecen estos servicios; en especial lo
11
Periódico La Nueva Rioja, Logroño. 1/12/1987
que se refiere a las comidas en bodegas que merman la llegada de clientes a
los restaurantes locales. A este respecto en Rioja existe un frontal
enfrentamiento entre los restaurantes y las bodegas ya que estas están
reduciendo el número de comensales que acuden a los restaurantes y estos
deben cumplir con una serie de normativas y requisitos que en la actualidad las
cocinas y comedores de las bodegas no cumplen.
Nos queda una reflexión relativa al precio y las condiciones de la visita. Existen
muchas variantes a este respecto encontrando bodegas con visita gratuita,
otras con pago, otras con precio si existe degustación, otras con precio que se
descuenta en caso de compra y algunas otras variantes. En general, la mayoría
de las bodegas consultadas tienen un precio de admisión que se sitúa entre 3 y
10 euros y ofrecen una degustación de sus vinos. Otras más generosas,
agradecen la visita con un excelente plato de jamón y la cata de dos reservas y
son gratuitas.
La tendencia es por lo tanto el cobro de la visita, aunque en el caso de las
cooperativas, que algunas ofrecen visitas, la mayor parte son gratuitas.
Los clientes en ningún caso han manifestado rechazo al pago, que lógicamente
conocen de antemano y la mayor parte de las bodegas realizan la recepción a
través de cita previa, aunque otras se encuentran abiertas al público a ciertas
horas fijas.
Los visitantes prefieren el pago por la visita, ya que en algunos casos la
gratuidad crea una cierta obligación de compra del vino, que en ocasiones
puede violentar al cliente.
Según estos puntos estamos ante una actividad turística, la visita a la bodega,
que produce beneficios y satisfacciones a la oferta y a la demanda, y que se
está generalizando en la mayor parte de las bodegas. No obstante aparecen
algunos puntos críticos que como técnicos debemos exponer
ATENCIONES Y CARENCIAS