Mis Ideas Políticas - Charles Maurras

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CHARTE§ MAURRAS
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hdIS TDEAS POTITICAS


TEXT'O OBDENADO POR
PIEN.RE CHARDON

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ü-f&reria SIGL*
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&0${rTA - Coi+r¡r§!*

EDITORIAL HUEMUL S. A.
SANTA ÍE 2237 - BUENOS AIRES

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Título ilel original francés:
Mes lirées Politiqtet
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Librairie Arthéme Fayard

Traducción castellana de
Jur¿o In¿zusr¡,

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I MADAME
ll LA, MARQTIESA DE MAITL}í

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Impreso en Ia Argentina I
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Frinted in Argentina j

Queda hsclto al ilep&sito qua naútcü la leU fi"f28


Goptnrc¡rr@ by Eo¡ron¡.o¡ IIUEMUL,, S. A., Bs. As., 1962

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TAB[,4 DE MATERIAS
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PBET'ACIO
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L.r por-Ítrca NATUBAL
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I. La Desigualdad Protectora ' I5


il. - Libertad más Necesidad I9
u ilI. - Herencia y Voluntad . 24
§.r
IV. - De la Yoluntad política pura ' 34
V. - La euestión obrera y la democracia social 37
VI. - ¿Adónde van los franeeses? 51
-
Corvc¡.usróN. La Naturaleza y el Ilombre " " " 6t
-
EL HOiltBBE
T.
-
Si el hombre es enemigo del hombre o su amigo 67
Naturaleza y Fortuna .. 73
Naturaleza y Razón BL
I

II. PBINCIPIOS
-
I

I
I

La Verdad 87
ta Fuerza
I

I
90
I

I
El Orden 92

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I
10 MIS IDEAS POLÍTICAS
CEARLES MAURRAS t1
La 94
Naturaleza ile la Autoriilail Del Gobierno 166
Las cond,iciones de la autoriilad. aeriladera: h Orearlizar
cación d,e los jeles "nu. lá,-i¡"¿i de la d.iscusíón
Ejercicio d,e ln autoriilad.: El Poiher. Generosi¿l,ad d:e Ia Potencia
La Acción
La Libertad t03 Cottocimiento y utilización d.el lntet'és
El Dereeho y Ia L"y . 106 . ElDínero
Preei.síones qcerco de Ia naturaleza ile ta tey Soberanía
La Opínión
La Fropiedad ttt La guerra y la paz ... ' T74
La ltrereneia lt2
Deber de la herencia tt4 V. I,A DEMOC.BACIA
La Tradieión rt5 -
Nacimiento la Democracia: El Liberalism'ó ' " '
d.e 181

fiI. I.A OIVH,IZACIO}{ C;;;;;;""cias del liberalismo . .. 182


- 7s Et Espírittt' reaolucionario. La apelaciún al ex'
tranjero
¿Qr¡é es la Civilizaciín? lt9 2a La Ánarquía. La oanidad, de la Anarquía
El Progreso t30 R.einado de la Democracia ... 187
éQwé enci.erra la id.ea de progteso?
f,.a Democracia no se puede organizar 189
En pailet' ilel, Dhtero
IV. LA CIEI§CIA POI"ÍTICA
- [,a Elección: medio de gobierno democrático , ' "' 193
Ante todo, política 139 Del sutragío' uniaersal
Dela tsiología ala Folítica .. ......... El sulragio uniaersal es camseraador
140
Las Leyes ... ........ IM El Estaclo Demoerático: La República Franeesa " ' 197
EI' Empirismo organizador Í,a máquina de hacer mal
149 El gobierno cle las cosas
La Ilistoria t5t La Rep,ú,blica es tctta oligarquía
La constqnte humana enseñ.ada por la hístoria
La Sociedad 154 La in estabilidail obli gatoria
Condíciones de ai.ila d.e la Socieilad Ausencía de espiritu nacional
El mito lgual¿l.ail Et Pqrl,ametttarlsmo'puro o el reínado del dinero
La Asoci,wión, hecho nstwal La Repúbliea demoérática y parlamentaria "es" la
central,ización
El Estado 160 Corusecuencias directas de la Cewralizaci6n:
La Razón de D*ado L EI intermeiliario
il. La Burocracia: La proliteración ile los fun''
Distinciones entre Ia moral y la política t6S cionarios
il[. El Estatisnto
Lím,ites de la lusticia en la República

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-:--

12 MIS IDEAS POLfTICAS


Los 2lL2
Núuraleza d,e los partídos CH'AR.LES MAURRAS 13
El oiejo Partid,o Republieuno
El Partído Liberol
El Partid,o Rodieal En Nacionalisúoo :
."' 27L
El Partiilo Sacíalísa Patriotisnno y N acionaliwno : d'etini'ciones
El Partiilo Cotnunísta
Conclu.sión: ilel Rdicalisrno al C.o,nu.onisma. Dí,!e- E[ gobierno de Francia 274
rencias ilébiles o nulas De la Aristocraoíe
Las cond.iciones geogtáticas
El lmperio, nacído de la Reuoluci&n
VI. I"AS CI'ESTÍONES SOOIALE§ De la Di,c*adura: Di'ctador Y ReY
- EX NacionalisrTo integral: La Monarquía . 281
La Economía . z$n
El orilen ecanóm,ico es el orúqt d,e la naturaleza frl Nacionalismo integral,
La Manarquía
Relaciones ilc lo econóruico y lo político Et mat mdnon ta posibílidad ilel bíen'
Í'a cupstión econótniea y las leyes socí,ales Itrerencia Y Autoridad
Lae Clases 286
EI Rey .."' 292
Las Clases y el hd.íaiduo
La oerdad lústórica sobre las Clnses
El co¡rflicto soeial" 24n
El Ca""peeino . 243
Córuo es destruid,a l,a sociedad

La organización del Trabajo: Corporación y Sindi-


calismo ., ..... 2Sg
La Corporacióm
Del Sindialismo

WI. * ts,ETOBITO A I,It§ COSA§ \ruVIEISBES


Francia y los" franceses !.i..¡...269
La Fatria 26lt
La Pa*ia: hecho de nd,waleza
El, egoísno pwriótiao
La Nación :M6
EI hombre y su nacionaüdad 269

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PRET'ACIO

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LA POLÍTICA NATURAL
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LA DESIGUALDAD PROTECTORA

cáscara del huevo y se echa a correr.


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El pollito rompe la
Poca cosa le falta para exclamar: toSoy übre"... Pero ¿y el
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I hombrecillo?
'i{' Al recién nacido Ie falta todo. Mucho antes de correr ¡ecesita
t ser gacado do su madre, lavado, envuelüo, alimentado. Antes do
estar iustruido para dar los primeros pasos, decir las primeraa
palabras, debe ser guardado de riesgós mortales. El escaeo inetinto
que tiene es impotente para procurarle los cuidailos necesarios, es
preciso que Ioa reciba, bien ordenados, de otro.
Ha naeido. Su vqluntad no nacié, ni su acción propiamente
ilicüa. No ha ilicho Yo \i fuIi, y está muy Iejos de hacerlo, cuando
un círculo de rápidas aeciones obsequiosae se ha dibujado en
torno de é1. El hombrecillo casi inerte, que perecería si afrontaso
la naturaleza brutal, es recibido en el recinto de otra uaturaleza
t_ colícita, clemente y humana; no'vive sino porque ea su pequeño
i.
t. ciudadano.
Su existencia ha co¡-nenzailo por esta aflueneia de servicios exte'
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riores gratuitos. Su cuenta.se abre con liberalidades que aprovecha
I sin haber poiliilo merecerlas, ni siquiera ayudarlas eon un ruogo;
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no pudo pedirlas ni desearlas; sus necesidadee todavía no Ie fueron
reveladas. Años pasarán antes que la memoria y Ia razón adqui'
I

riilas vengan a priponerle niugún ilébito compensador. Sin em'


bargo, en el primer minuto del primer día, cuando toila vida
personal es muy extraña a su cuerpo, que se asemeja aI do un¡
bestezuelar. atrae y concreta las fatigas de un grupo del que
depende tanto eomo de su madre cuando estaba encerrado en su
tono.
Este actividad rocial tiene, pues, eomo primer caricter, el de

h
L6 MIS IDEAS POLITICAS
CIIARLES MAURRAS L7
no eomportar ningún grado de reciprocidad. Ella es de sentido
rlmico, y proviene de un mismo término. En cuanto al término muy aquende Ia aparición ilel ménor acto de voluntad. Lag raíco.
que el iriño signifiea, es mudo, infans, y está desprovisto ile liber' a"l- furómeno tocan las profundiilades de la física misteriosa.
- Solumente
tád como de poiler; el grupo en que participa e-stá perfectamente que (y este nuevo punto importa más tal vez que o[
puro de toda igualdad: ningún paeto posible, nada gue 8e asemeje orimero) aqr¡ella Física árquico y jerárquico no tiene ninguua
á un contrato.- Para esos acuerdos moralee se requieren dos. La ierocidad. ¡Muy al contrario! Benigna y dulce, caritativa Y gene'
rnoral de uno de ellos aún uo existe. rosa, ella no muestra ningrin espíritu -de antagonismo entro aque-
ilor qo" pone exr. comunién:porque si no hubo ni sornbra de un tratado
No se podría registrarlo en términos demasiado formales, ni ¡7e Daz, es en primer lugar no hubo el menor indicio de
admirar demasiado ese espectáculo de autoridad Bura, e§e paisaje de lucha r¡or la vida entre el recién llegado y quienes lo
de jerarquía absolutamente definida. ""uirr, es una áyuda rnutua para la vida, ofreciila por la natu'
ie"ibíá"r
Aií, y no de otra manera, se configura en su primer rasgo el ,it"r al pequeño huésped desnudo, hambriento, ll-orosq, que no
rudimento de la sociedail de los hombres. tieau tiqoierá en la boca un óbolo que le pague -su- bienveniil.a- La
La naturaleza de este principio se tlefine tan lunninosamente que
en seguida resnlta esta grave consecueneia,o irresistible, que Ñátu*der" no se ocupa sino en socorrerlo. El llora y ella lo
acaricia y Io rnece esforzándosg pol hacerlo sonreir.
a
-saher
ooinmortales princi' --Eo
nailiJ se engañó tanto como la {ilogofía de los ,o- mundo donde las multitudes dolientes elevan a grhndea '
pios" ctrandó describió los co¡nienzos de la soeiedad humana corr¡o .larnores reivindicaciones mínimas; que aquellos que las escuchan
¿X frlrto de convenciones entre mocetones tan bieu formados como
llenos de viila consciente y libre, obrando en perfecta igualdad, io a"j"" de calificar de calauridad,es máxi¡no§ la -en este mundo
áá"d" 6e supone grle t_odo- debe surgir de contradicción entre
easi pares ai no pares, y casi contrataltes' para- concluir e§te o Ii""or inrcróses v de Ia batalla de irreducibles egoísmos-; ho
aquef abandono ril una parte de sus-'oderechog" con el expreBo ¿g. muy diitinto y flug no se puede couaiderar como el auar
pr:opósito de garantizar el respeto de los ajenos. ""íl ér"r"ttto ni como-el aceiilente de una aventura; he--aguí
áÉ
Los heehos hacen añicos y polvo esos ensueños. Su Lil¡ertad es il- ""
constancia, la regla, y la ley general del primer día: una lluvia
írnaginaria, su Igualdad postiza. Las cosas no ocurren así, no 'J" beneficios que cae sebre el recién nacido- Con menosprecio de
prefaran nada que se le ásemeje, y presentándose de modo muy iotlo equilibrio jurídico, ¡se lo hace comer sin que haya trabajado!
divé"so, el tipo iegular de todo lo que se desarrollará á continua- S" to áUtig", si su lo obliga a ¡ac€ptar sin que haya ilailo! Si
ción es'esenclalmeite contrario a aquéI. Todo evoluciona y evolu' lai maelrei responden, es preciso hacer vivir- a qrrien so hizo
cionará, obra y obrará, decide y áec'4irá, prqcede -y procederá -o..o- su sentimiento no es clasificable éntre log duros axiomas
po" aeciores dó autoridád y deslgualdad, contradiciendo en ángulo á"- té Justo, procecle del eomplaciente ilecreto de una Gracia.
i'ecto la grotesca hipótesis liberal y democrática. O si hay empeño absoluto en hablar de Justieia, éeta se confunde
Supongamos que no sea así y que la hipétesi¡ igualitar{.-a teqga oor cieito cóu el Amor. ¡Así es! Ninguna vida humana conduce
la 'rrñnoi apariéncia. Imaginemoso por imposiblq al hoEbrecillo iu operación primordia¡l corriente sin que se lagrandes vea revestir esos
de una horá o de un día, acogido, eomo lo quisiera la Doctrina, ááorior de Ia ternura. Contrariamente a las eugias del
por el coro de Bus pares, compuesto de niños de una hora o de iáeta rornántico, la letra social, que aparece en el hombro des-
un día. ¿Qué harán en tbrno áe él? ¿Qué servicio le prestarán? ind,o, no está e*ri,ta con el híer¡o. Allí no. 8e ve más que Ia
Si se quieie que sobrevivao que €se pigmeo sin fuerzae esté ro- úuella de los besos y de Ia leche: su fataüdad se revela, hay que
deado fe gigantes, cuyas fuerzas se emplean en su -favo¡ sin su Eeconocer allí el rostro de un favor.
--...Pero
.control, se[ún et gustá de ellos, según el corazón de ellos, corr el hombrqcillo crece: sigue en el mismo camino real
toda arbitráriedad,-al solo fin dé impedirle perecer, se,precisa de del mismo beneficio indebido, Iiteralmente índebido; no cesa
:neeesidad al¡soluta: Desigualilad sin-medida y Necesidad sin re' de recibir. Además de habér,sele inculcado una lengua' a vecer¡
serva, que. son las ilos láyes tutelares cuyo genio y poder debo rica y sabia, eon la grave herencia espiritual que ella aportar una
soportar para su salvación. nueva coseeha que él no sembró es recogida día a día: la inetrue-
No es sino mediante egte Orilen como todos loa -
cióa, Ia iniciación y el aprendizaje.
,órdenes' que el hombrecillo podrá "diferencial
realizar este tipo ideal del La pura receptividad del estado naciente disminuye a uedida
progreso: El crecimiento ile su cuerpo y d,e su espíritu, que ré atenúa la desproporción de fuerzas entre su medio y él;
Creeerá eu virtud de esas desicuaidades necesariag. ei esfuerzo, ahora posible, Ie ea exigido; la palabra que se tre
El modo de llegada del hombieeillo, los seres que lo espenan dirige, más grave, puede teñirse de severidaal. A lae primerac
y la acogida que le dan, sitúan el advenimiento do la vida soeial dulzurae que- lo originaron, sueede un amor viril, que incita aI
trabajo, lo preacribe y lo recompensa. La imposicién se emples
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1B MIS IDEAS POLITICAS
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*9r contra é1, pues el hombrecillo,
¡náq tlóciil en un sentido, C}ÍARLES MAURR,AS L9
ro es lneoos en otro: 8e ve capaz de defenderseo hasta para resis] ti
F u go gue,propig bien. Debe trábajar, v eI tr"b"i"-p""aá-"rsrarle. I
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,P_":: _11 y
éI pone de su parte- i".g"-u.,re compeneado por i

la Eurua "á
el valor.de nuevas .gananeias ------- -r'r
I

LIBERT,AD MAS NECESIDAD


tiva ¡ro puede establecerse aqul sino *uaiár.
-a -cuya cuenta aproxiña-
.En- efecto, debe¡nos- hace4 un lado" ü ;;" el hombrecilrlo Acabado el crecirniento, he aquí un nuevo nacimiento. Del niño
3_dwiere
de rnás precioso: Ia educación aá
f?r"toa"- sale el adulto. La conciencia, la inteligencia, la voh¡ntail aparecer¡;
rado del corazén. Este_ capítulo, vasto y complejo,"=r"áctiestá infestado al ejercenlas, él es dueño de sí. Le ha llegado su turno de vivir,
de touto-s, bandidos, desvtrgonzados qo" eónsé.o"n arii-- cierto tw yo está en eondicionee de devolver a otros yo todo o parte,
qgggn de, sofismas,para sostener_la baja tesis del y a"i o más o meno6 de lo que le fue adjuilicado sin ninguna subasta.
niño-Dios, cuya _subtime originalidrd ee;ia ;i;il"á;- pti']","lno-"áy'p;a;;l ! Su esfuerzo personal se asemeja al ile sus padres., tiende a los
extraviada por los maestrosl empobrecid" o ü-educa- ;J misrnos fines de eterna melancolía y universal descontento que
ción, rnientras-que está paiente- que dicho "i""á"-;;; impulsan a toilo ¡mortal al intento de cambiar la iaz del munilo,
oario,Iiznita
-el eg-oísmo,- "*-""rirí*i"iio'rru"r-
dulcifica una d"r¿;;-y-;""--"iu"ltlril lo que no ocurre jamás sin vértigo ni embriaguez. Loe aturdi-
anrmales, enlrena Iocas pa.siones y hace elevar así del ..pequeño mientos de Ia acalorada juventud no pueden contribuir mucho
salvaje" al rnás amablei y a abrirle los ojos sobre la verdad de la vida. Empecernos por
existan: el adolesee4te, niña -f_resco "r"r,tud"; d"- tJJ- ,uiJ. q"ui
o rnuchacho, I
fingir que hacemos Io mismoo y sigamos a nuestro ioven adulto
eivilizado. La verdad ae ríe de ros "qr"d" r"fir*rJ.
unreáaá"r ". "d"."a,i li en el torbellino de esa actividad'que el deseo, el ejemplo y sus
pr¡e'to- que nuestra exposición de los-ás hechos debe demostrar antes
rvr"í
seducciones anudan, desatan, estimulan y estorban.
que describir, es preferible descuidar una buu.na-p""t"-au to, El eterno obrero se pone pues a la obra; hace y deshace, arranca
mr-'r¡ros y cortar los excesos de un debate oneroso. -Atengámonos J¡ agrega, derriba y reconstruye, a menos que, viajero y meiliador,
a f,o in-discutible, a-lo que no tiene ,,éplliár- ¡r.ü"1" ,ft" trafique, compre y venda. Así puetle entrar e,n todas las vueiltas
evidencia de la unilateral que eI "o,
! y revu.eltas del rnu¡do y Ia obetliencia que Io llevan a experimen-
-r"
_g_enerosidad
el sueesor del esp_íritu. Ahl, ,o
predecesor otorga
tar y a veees a conocerse: constante o no consigo mismo, fiel o
.opor" q,.lá- l;i;; i;;e;
colmprar con una linea o compensar con un punto eI habárr in- no hacia btro, no puede por menos de medir la altura de eus
menso que se le ha comunicado, tal com-o fu.e capitalirráo po" hermanos, superiores o inferioree, sobrepasáadolos, sobrepasado
su ascende-neia, mucho más pesaáa en siglos ae to^ que-?l*tiene por ellos, según eu valor o su fortuna, pero hallando muy pocos
en años. Su círculo nutricio así transforñrado en
r i;; iguales aunque [e sea usual, cómodo y cortés hacer y decir como
ee agranda inmensamente, y nada aparece allí que ""'""gi"-
pñá¿" ,ri" ei todog lo fueran.
f!!_nneialse
a nin.gún regimen de_ igualdad contraeh;I. Si' ,e quiere, Aquello que puede reconocer como verdailera igualdail entre
nay u.n intercambio. Pero es el de la ignorancia a cambio'de l; Ios hombres gue se Ie revelan, se asemejaría más bien a una
cienoia, el de la inexperiencia de los ,á"tiaár, lr-torp-üJá"au to, cosa que se,ría Io ntísma en todos. ¡ Cémo representarse esta
yoviimifntos, Ia incultura de los órganos, a óambio'de'Ia-enee- entidad?
n_a¡rza de Ias artes y de los oficios: don puro y Es un compue.sto de ciencia y conciencia: algo que es lo m,istno
verdadero hecho
al_niño del proletario como aI niño del propietário; ;;s"d común
o'a-l
que lleva a los unos y a los otros a ver, sentir y recordar en
becado-y at lre"-eaerrc,;, ;";-; ;; ñi;;-;;Lfu""; "p"rru;
en. un sentido es iafinito_ y no comporta -ninguna
todo objeto, lo qlre es lo mismo, invariabile, fijo, sin variacioues;
co*pánslación. una facultad de adherir esponláneamente a los axiomas univer-
acrecido, v lro-f""- sales de Ios números y las figuras; a refugiarse y hallal reposo
^.ásí-.arliunentado,
crrro "rriq"".ia"-
trene err¡tonces noueha raz6n en tomar "Aá""rao,--"i
conciencia de lo gue
-estimar en las percepciones o conquistas inmemoriales del buen sentido
vale- y,__si 'ose ve tra punta dt i; ;;;r;, a su justo nrecio moral; Ia distineión del bien y del mal; la aetitud de escoger o
las brillantes aovedah*. á"-;;; ;ññ'r;;;ii il *r'.iiiioJ" .o rehusar eI uno y el otro. En fin, para decirlo con 'ra palabÍa,
tiempo. Pero hasra que haya -d;¡;--;";
proubr,-lrr;á q"; [ry; aquello que con formas o intensidades diversas constituye, en su
Pue.slo en planta una obra, apenas si pueáe ,."Éa"" áÍ flii, ese'ncia, lo personal.
[enroo de Ios cuernos de la abundancia que se le ofrecen. ""o- Para hacer su idea más clara pensemos en el arquitecto de Ia
se tomó el trabajo- de nacer, ,p"o*, á"L"- toro^rse eI cle Como
cosl"ha, cindad del qlma o su geómetra o dibujante-agrimeñsor, ocupado
f$f ins,er;r¡o, el fruto de oro'ile la palma que el di;; á"r.o"o- en delimitar con la pluma o el lápiz los vagos terrenos baláíos,
crco 6uele clepositar a sus pies. ocupados o disputados por los sentimientos, .Iae pasiones, Ias
irnágenes, tros reeuerdos, todos aquellos elementos, diversos de
energía co¡no de valor que le son natura.iles a cada hombre: Ia
t
I
MIS IDEAS POLITICAS
'rF' CHAIiLES MAURRAS 2}
2A t

c¡¡rva irregular eon que los dibuja puede fe,nder a formar un


I
I ley deü cuerpo: cubrirse para no resfriarse, apoyarse para rro
caer, alimentarse para no perecer. Pero deben exietir otrae leyes.
círculo o un óvalo o coralquier otra figura, pero {igura flotante, I

IJn coro de beneficios colecüvoe se impuso ya aI naciente animal


rnóvil, extensible, y dotada de las elasti¿idade; cle la-vida. Alnora humano con la ¡nira de ayudar su creeimiento físico y moral. Si
I
I

bien, he aquí algo que va a obligar al mismo profesional a sor- cr6,c€r y rnadurar Io emancipa de los lazos originarios, .ino va
I

vil.se de su compás,. y con un ángu,lo constante, para el rayo que


I
I
a 6er tsometido a otras condiciones que también tendrán su grado
describirá un circulito concéntrióo de rígida'clrcunferer¡éia: "el
I

de necesidad? I{o está prornetido a la soledad. No la soportaría.


círculo deternninará el reducto donile está y se acumula eI tesoroo
I

El horrbre adulto, por turbia Eue sea Ia agitaeión que lo irnpulsa,


el _depésit-o- de los bienes espirituales y morales con que la raz6n
i

y Ia religión concuerdan para hacer el atributo de la-trrurnanidad.


I
y a menudo por eI efeeto de esa turbaeión, no cesa de soportar
un prirner rnovimiento gue consiste en buscar a su semejante,
I

Todo homh-re que tiene eso vale como cualquier otro hombre I

¡rara atraerle o unirse a éI.


par_a eao. Ahí se asienta pues lo iurpenetrable y Io invi.olable, lo
inatrterable, Io incoerciblg Io sagrailo. Lag nueve décimas partes Ahora bien, tengarnos cuidado de advertir que ante todo él no
de_I amor, que son físicas, reciben allí s¡r misteriosa y últiota va a proponerle ni ponerle alguna condición defi¡¡ida de acuesdo
de.Iiberado. Su n¡ovirniento 'será personal máe adola.nte: aún no
I

d_éc-ima parte, sernidivinao chispa que lo eterniza o lo rnata. Es I

el. lugar reservado al punto más élevado de n¡lestra naturaleza. es mág que iñdividnal'
Y corno se repite tal cuarl en cada uno de tros hornbres más dlsí- ,&ntee de 6er electivars, sus afdnidades han sido instiniivas.
mileo, es Ia ¡lredida de todos por fin hallada. ¿Cuántas veces Elasta comenzaron por ser fortuitas y confusas: a menudo debidac
aquel m_etr,o mental y rroral poilrá referirse a la estatura y vo- únicamento al eoncurso de las circunstancias. El niño ya jugó
lu¡:oen de los innrimeros ejernplares realizados del ser hurnano? mucho, con nur¡lerosos cornpañeros (y los primeros que encuen-
¡La intensidad de sus pasionesi il,a extensióqr. de sus necesidade¡! tra) antes de artidular el g,entil lquicres jugw conmigo? de los
iSu taleuto! ¡Sus robusteces! iSus vieios! ¡Aquellas de sus jardines priLblicos de nuestras glandes urbes. El hábito de estar
virtudes_que provienen de una fue¡¡le eorpórea'o -ile origen rnix- juntos se anudó solo; corasuetuilo en que Ia Moral antigua vié
to! ¡Todo aquqllo que la persona asocia y agrega de carñeter rni- [. un .carácter de Arnistad. Lo que es reforzado por las camarade-
neratr, vegetal o animal, en el zócalo viyiente de su huroaniilad! rías de la ailolescencia. For fin, con Ia inteligeneia de la. üda,
De la uiniversal expansión humana surge este punto de referen- Ios &lotivos de haeerlo aparecen cada vez más razonables y bue-
eia. No hay que pensar que Io- hayan dLscubieito los Modernos. has: desd:e entonces tado ócurre, se lo puede decir osadamenÍe,
Lo conocieron muy bien Sófocles y Terencio. El auditorio de sus com,o si e,l hontbre h,ec'lzo tonT.ara .eoncíencia d,e I'as prod,igiosas
téatros no lo ignoraba. Por más que se abuse de alguno de sus oeniajas que le aalíó su lunción social innata y Íoubi,eie dentd¡áo
textos, nqestros Antiguos no dudaban de que Ia personalidad oerecerlas imitando la obra ile la Naturaleza no sin renwarla con
estuviese i-guahnente preseüte en el esqlavo y il amo.-El pequeño su arte. Así la críatula d,e la Socied,ail "qui,ere o su üez inuentar
servidor platónico llevaba en eí,'fuese
como Sécraies, toda la georretría. y creat Ia asociacíón".
Lo gue no quiere decir que el igual- de Sóeraies ni se En realidad, eso es menos neto. Un chorro inconte¡rible de con'
considerase,_ o pudiese considerarse, como tal: lo euat hubiese i
iianza inicial Ie hace desear y solieitar de su sernejante el soco-
sido equivalente a sostener que somoe todos iguales porque tod.os
tl rro, el concurso o las dos cosas juntas. Pert ahí un instinto no
tonelr¡os una na¡iz. Pero con gue eeta identidad, que sirva y ri rnenos fuerte engendra un movimiento inversor una desconfianra
pueda ee,rrrir de unidad de relacién, basüa; toda Ia actividad ral l que conduce a desear y solicitar precaucioaes y garantías e¡r el
ciosral y_ moral du üq. hornbres háIiase por ello sornetida a una i)
ir

uso de ese soeorro o de ese concurso. Sea por alguna intuicié¡r de


mt§r?,a legíslacíón. Él es distinto en otrá cosa. En aquélla es el genio, sea a tientas, busca y halla cómo eliminar de esa asociacién
rai-srao. Que Ia acción personal dependa de la vida prívada, de la lo que en ella teme: el riesgo de las variacionesn el peligro de
vida soc_ial y política, iodo Io quá ella tiene de ooiuntarió, cont- Ie perveroión. Busca, trralla la manera de asociar la iluración con
_prome-tido en eI cuádro de IoJ derechos y de los deberes, cae Ia seguridad. Las clát¡sulas de un Contrato yan a agregarse a to'
bajo.el criterio de lo Justo y de.Io fnjusto,-y del Bien y del'Mal. doe loe bienes de Ia asociacién deseada: que sean juradas o no,
Tal es el circulitor I su -jurisdicción. No podría exiendertro a como orales o noi eocritas en el ladrillo o en la pietlra, en Ia
todo el bosque viviente de las acciones incoiscientes e involun- piol de un animal, de un tronco de árbol o en eü papel, 6e
tarias _que_ recubre y puebla a Ia gran figura difusa de que eotá menciona allí la fe de las porsonao que deciden por fin compro-
rodeado. La meüdá áe las leyes -morald no puede basfar a la meter 6rie voluntades firmes segrin los dictadog ile sus eepíritus
policía de eete área inmensa. conscientes.
He aguí eu primer lugar (Io gue ro se discute de nadie) Ia

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22 MIS IDEAS POLÍTICAS . .t::
CHARLES MAURRAS 23
tr,a prinaera confianza enla asociación inicial no puede asornbrar; ,.
surge del sentimiento cle un mismo destino en la debilidatl y el del pacto nupcial gue las junta y las subüimiza en ttrt hogar que
esfue.rzo, en la necesidail y la tucha, en la de{ensa y eI trabajo. ouiere durar.
¡A mi! ¡Sooorro! ¡Una ayuilita! ¡Una m.anito! Naila más natural ' Anudada, sellada por eI Contrato, la Asociación merece eonsi'
aI hombre: débil, hállase siemple demasiado solo; fuerte? no se derarse como la maravilla de las químicas sintéticas tle la n¿tura-
siente jamás ni bastante seguido ni bastante obedecido. ¿Habría ;;l;"; humana. Esta marayilta, iñhalüable en el origen de las
buscado con tanta avidez eI concurso de sus semejantes si égtos relaciones sociales, nace en su centro floreciente, euyo fruto' es'
no hubiera¡r sido tan disímileso si todos hubiesen sido sus pares, La Asociación contractual fue precedida y fundaila -y luego*conr pue-
y si cada uno de ellos se Ie hubiera parecido como un número áu r." sostenida- por totlo aquello que toma parte en, la
a otro número? Lo que deseaba en otros era Io que no hallaba titución
-cott esencial tlé la humanidado': hay que desearle posarse
exactamente igual en sí. La desiguaildad de los valores, la diver- taerza en los conglomerados preexistentes, serninaturale_g, co-
sidad de los talentos son los complementos que permitieron y *o r"*iuoluntarios, qo" le ofrece la herencia gratuita 4e "gilenios
favorecieron el ejercicio de funciones cada vez más ricas y po- áá hittori, feliz: Iós hog"ru., Ias ciudades, las provincias, lae cor-
tentes. Ese orden nacido de Ia üfereueia de los seres engendró poraciones, las naciones, la religión.
etr éxito y el progreso comunes.
--U"-r-"*", Corttrto, instruráento jurídico progreso social
i
"i -ilel que quio-
C¡ranto a Ia ella debía depender
desconfianza entre asociados , ["tiii.O iraduce tras iniciativas personales del ho_mbre
de tros modo,s de la colaboración: al enganche y Ia vo¡luntarieilad, I
re a su vez crear agrupacione§ nueva§, que agrailen a-su pensa-'
el horar"io, Ias estaciones, el complejo de condiciones favorables I
miento, que sean a-la'mediila de sus deseos, Para -salv-aguardar
y hostiles; depende sobre todo de log productos resulta¡¡te's do -iáriue[ arte, el oficio, el juego, el estudio, la piedad,-la
;;;;;i;r"=to:
I

Ios trabajos en comrln: son objetos materiales a ilistribuir; estrñn l"riárA; p"r,r"r en esas compañías, en esa. _confraternida-
I
l

á;.;;;; ."oi¡"'* qué medida la fers-ona pueile allí -multiplicar


I

predestinados a los continuos. reclamos que nacen cle todos los i

repartos. El socio se cuida del socio con Ia misma espontaneidad ü"i,""to"",-lt fr"*""o .sobrepasar lo humano, fecundándosesabe Las
I

nrot"."t lr. unas con otra§. Una acción 1¡u!


i

con que Io hace contl'a el ladrón o el estafador.


Si pues la necesida¿l impone la cooperación, el riesgo del anta- t;;-;;;"ir " lu. ".p"ranzas
"o"tttucciones
de la Naturaleza para la voluntad
gonisuro tampoco será jamás suprimido: la superabundancia de' áel Espíritu, confiere a sus obras una firmeza sobrehuma¡ra.
los productos salidos del maquinismo no üo remediará en naila. - Árr,,ñ; ;; lo haya dicho dem-asiado, no que creer que la
-habrá
En la abundancia rniversal siempre habrá lo mejor y lo menos Agociación voluntaria haya hecho especiales progresos en nues-
bueno, las diferencias de calidad serán apreciadas, deseaclas, dispu- tros
-- días.
tadas" Lo que tendrá el honor y la elich¿r de apaciguar el llarr. ,
S" lóá", más bien se debilitó, y Ia causa de elilo es clara' De-
bre elemental, despertará otros deseos, nurnerosos, ardientes entro nende
-lr-farA de la decade¡rcia cle la persona y de la taz6n.'
los cuales renacerá Ia disputa. La historia nos enseña que las nAeaia vivió del c-ontrato de asociacién deetinado al
guerras, extranjeras o interiores, no nacieron todas cle la escasez. *rr*" d; la vida. La fe ¿el juramento intercambiailo de
Lo,s Iitigios civilee también tienen otras causas. ¿No o€urre que "áiti"i"
h;;É;"-;-háÁri'", presidió aI encadenamiento de lase-dejó- -lrltltud de
los más ricos se disputan lo superfluo? Se esfuerzan por prevenir u".-ui"iár-bilateralés'c¡rya vasta y profunila eficacia aentir
este rnal universal previéndolo; se eetablecen acuert{ob por los álr""i"-t"r!os siglos. Árno estaiutário de tras voluntadee, eles-Pldg com-
cuales las partes se comprometen a sí rnismas. Que el Contrato ;;;;ñ üñur.trirl na€ía en Ia carreta, se imponía -por la
produzca a su vez diJúcultades, es la vida y su juego de intereses i reeulaba el cerro de los reyes. Pero está noble mutualidail
apasionados. Las simientes ile guerra son eternas, couro las nece' í"r?ái;;, ;oifi.uda por la reUgiógr -estaba Iuertemente arraigaila
si4ades y los deseos de Ia paz. t
i.-p* asi ilectr injeitada en -el- sólido _tronco de las i¡rstituciones
XIay que asociarse para vivir. Para vivir bien hay que contratar. jerarquía,'
ír't.r*l"rt ruioridád' -lazos propieilad, comunidad, Iazos- per-
Co¡¡ro si saliese de un verdadero impulso {ísico, la Asociación se i ;;;i;;-;;; s"eló, hereditários de la sansre', En Iugar
asemeja a un apremiarnte y humilde consejo de nuestros cuerpos, a" ápo""" la"rAsociación a la Socieilad, se Ias eombinaba u¡ra con
cuyas miserias se entresolicitan. El Contrato proviene de las es' oi.r.'§i" to cual el sistema habría rápidamente languidecido, en
pe_culaciones deliberantes del espíritu que quiere conferir la esta' eI caso de que hubiese jamás comenzado'
l¡ilidad y la ielenticlail de su persona --¡"rá" s-e lrata_ penosamente de hacer creer al hombre
hunnores de lo que no eB é1.
-Para iazoáable a los cambiantes
ilugtrar el distingo, pensemos que no es ""iío-."r'
en verdad trib-utario o beneficiario de compromisos
en lae_ causas que rrrnen a la pareja natural: poderoeas, profunilas, f'"".o""t"t, así pretende regularlo todo co!- un -quiero o no
riovedizas como el amoi; y comparémooslal a la tazón distinta Ili¡ári.- i", '"r"r-.ior", impe-rsonales de la Naturaleza y de la
Éi.io.i" l"- ror, pr"u"r,t"d"t como muy inferiores a las suyae. Se

I
t-__
24 MrS rDEAS POLÍTTCAS
Ie reserva los'caracteres de Ia conveniencia, tra utilidad y la bon-
l CHARIES MAURRAS 25

dad como si él hubiera sacado todo de eí áismo por la'ináustria luz algo crepuscularr pero -en gl¡e el hombre ve claro deeile que
qo9 lo conserva y
individual de eu cerebro eon Ia eleccién rnás o menos personal ¡c lo nroDon@. Lo ú; lo ha cánservado es lo- ser un obi-e'
de su corazón. Entrg,tanto, ¿que él quien al nacer se susirajo de fi [i"{§í;#'piJ, i*""aiáionros -tutelares debCrían
por medio de Ia
una u¡uerte cierta? Fue cogido y salvad.o por un estado de -coeae to de 6u constant" A;ái;ih";"'-ád"u" qou- t" co-nsigue.demasiailo
permitirían hacer
quo lo esperaban. ¿Fue ál guien inventó lá ilisciplina de la cien- ;;";;"t;rüir"á; ú ;;;
cia y de los oficios que aprovecha sin tasa? Recibió hechos esoe ::;;?#;;i;"'
*ñ.iri;;; 1=l"tgut horaá de esóuela se acortarían'
capitales del género humano. Si no oe queja de esos bienes, Ios ffá."i, lt{aur*icio Maeterlinek nosparábola interesó en ¡ruestros
a¡rrecia rn¡ry poco y distingue cada vez utenos toclo Io que ilebe ,ñii ";;;;r';;;d"-;;s -cuiila ¡aducía la- famosa
bien de colocar
em..ersoniaua
arriba de au
arí¡¡ saearles. del carpintero que -i,riá""
se _rnuy
cabeza la viga q"" l"¡t"í a es.euadra: la po¡9 Iar
-enue por
para que de sus esfuerzos se mult-ipllque
Diernas, -f".'*orráo. "uá" y'oo
:i";; á" la fuerza reunida del coro de las estro-
ilI ñ;J"ü;';""i";r;;;;;;;
"p"ua" e§tar-ebrio o loco; Pgeitrg habe¡se
EERENCIA Y ffiil q"";; ;a;-í"lr;-a" i" e*""itarión, o ignorarl¡, ..i,"gl-r:1-11li
VOLTMITAD
[á-io tlebe estar- ab-ajo, la fatiga y-oel agotamiento Io venceran
iit"i a-" rr.¡át ."r"triao desmesuiada,
éu trabaio, habrá Prodigado un.tiem-
Pues esta alta fuente sobrehumana no se agotó. uo
*d; excesivo y una i"bo" corriendo enorrne§ rigsgos-
que deocuiila eI
No-_heznos agotado lampoco el riesgo de las desdichas a que il;;i; riril-u''iJ-;";-i;;"rie'al hombre
se halla sujeta toda vida de hombreo que tenga seis rneses, veiñte ;;"i|i;;- biuirt ""f.or a"'-l"r; l"y"t que diaminuirían ,su -eefuerao'
o eien años. Despuée del frio, el hambre, la desnt¡dez, la igpo- Éi-Ñ;;" lacarlo trd" á; p'qp!' foodo' pguíritu limitado' co-
rancia, muqhas otras adversidades la ameuazan, las que la puedeu il,*i'""i"l"rJ;; ;;;"-il;;[ü¡es ailquiridás p"ra soguir Iao
vencer.o .sobre üas que puede triunfar según sean su coraje, su qoi*"trt que ni -siquiera
inventó'
nombrado to-
intetrigencia y eu arte. Sin embargo, ,rgá-b;""o v-9"¡* que rro hemos
tr o cual depende bastante d.el hombre. Este puetle llevar una d;i;,-1"-láíin¡i, ü"" t" áu'rió tas puertae de eu vida Ie da un
conducta desarregladao de acuerdo a tales o cuales principios im- Lj
i,;; i; iá"a il"l el:entido
llno-r v volver a empezartle la die-
provisados que vienen a lisonjear su deseo. Pero también pueilo I
";;;it-Ioititl.udo
;iilái"d;;;;ü; Ji.a" civilizailo a los
prestar seria atención a los usos y costumbres establecidos antes establecirnientos Ae-
"a"ito
pt""taenei¡ terestre' Pero ies aquello
de é1. Este llombre de Costumbres tieae sus razone§, esta Razón ;;;;;ñ; iuieren"tt"
negar h-ov! Muy. recientemente nueütrog flr-
-judíos
ha eido verificada por Ia experiencia. pÑ"'tla" -por
:lil ;#ffi;.;d;;;p""drí;tái;; alemanes' habían es'
Porque hay una Barbarie, lista para destruir y re,quisar las ¡o- timado sue se meior- quo lo
;#;;d;i";"i;;-Ñaturáláza 'ú;-infinitamente
eItI l-o oo" concie¡Be a la recep-
-porque elfias encierran una Energía siemfre dispuesta
cieda4es
ción v la edueaciói d;"ü;;;"r.- ni "^pirrilio ile su nacimiento
-Anar-
,a violentarla§-, porque se hace una mezcla de Bar6ario y EI überalismo
quía rnuy apta para arruinar y romper todos Ios contratos del IiJrln""-r,iñiu¿';; d;-at eápíritu fnnovador.
trabajo social esas dos amenazas siempre están en sug- individuaüist" v "i-cJlá"iiri.-o'ileTocrático queilan igrahoente
-porquea ¡ruestros
penso-, Ies ocurrió antepasadog establecerse como ililü";; i;si;;;;i ;-;" que los.hiios
'í" -Jmrícipatlo* .ile los- trab-aiadores
arrojados a Ia
soldados- y buenos soldados, ciudadanos y buenos ciudadanos, pa- más conscientes y ie'n así sin
-vida
ra guardar Bu paz, mantener sus hogaree, y el resultailo debe ser .ur-pr"oir*.rt" áo".oliantot, ni eol.icitados-para proBunciarse con
reñediarlo: por- Io
tenido en cu€nta; puesto que sin él no estaría¡mos donde estamo§. el voto sobre tan';;;;;;;;"t"tu' wo podíán a estatizar
tr a Iey civil y militar no nació de una vorluntad arbiraria del 1
menos nu.stros td;;- q"ititt"" aplicaise firmemente
del capricho de una dominación. Al fundar esos pi-
legielado_r ni_ y;;rdirar los hoEares doméstieos aue hasta entolxces, entrc
ellos como en rü;";;;;";-f";;''"-;e-publiquctas bastante tj-
I

lares del orden se obedeció a necesidades muy distintas. Eg acon- I

tejable no conmoverloso en razón de los males que ahorran. úi"t q"" por si mismas, según-Ia-ley de los.Euefros' más
Otros males serían evitados, y graudes bienes firocurados, si el ; ;;;; -"aifi*á, l* l"
"ivían faítast de los'vivos. A este sistema
orgullo individual fuese menoá ieacio para concebir las 'condi- i"t""io"¿ sustituyeioi atlministraciones,- servicios y oficinas osta'
cionee normales del esfuerzo humano, las leyes de su éxito, el ;i;;:-Apr;;á;;"[ I t""tit au sus- peilótosos- inveatores de una
orden de-su progreeo, todo eae código aproximativo de la suer[e ¡" que e¡1 insufi-
cioncia superior ¡-egún gllos decretarorr
cuyoa artículos la Natu¡aleza parece habcr redactado a una media I
I ;ñññ; "'f"-i"í"á"gí;
y a vecea hasta antimarxieta-,
-l"r¡" marxiata cuanto aates posible a 8us Bailros debería
l.i" "rr"Ia."áo
i

t
t'
1
26 MIS IDEAS I'OÍ,ÍTICAS
o4
,JJ
it CH.AII.I.ES MAUR.RAS A'
entregarse a las casag-cunas, guarderías y jardines públicos. Lo
que a_urtiguamente era el ñruro. se cóniertía ir--r*o" cooptadoo hereditario, elegido o,tirado. a la _suerte, natla tiene
'r1

gla' El niño fue de inmediát,


',r,ri i"rirJr a formarse "r, a sí mismo^""_
li
li oue ver con e,ste otio, dé que los únicos gobiernos qtte aiuen
por la elección de sus maestros y nionitores. lli"ni- *ripr, i"u úiicos ilgtp"ros son, áiemp"e y en fuerte
resultó desdichado! Loe rusitos'""""i"ro" mal. iGran -progreso que ti
-todas
lrri"., "qo"itoÁ que 'edtána p-úbtricamente, fundados en una-
arrollarse en horda-s errantes a una juv_entud se ha visto
'-"-of".-r,
des- II -
la ingtitución pate-rnal. Po¡ lq uu9
criminal. se debió diezmarla, y ,oruI" '" 'ü'iia" tisiada, i*"poía"i"ncia
-;;; o-torgaila
lás Dinastíás, eso va de suyo. Pero las grandes Repú-
á"iiJ"#r""it: í;á
cando el pring.ipio de- que tá h"tifi.i.a es mas cara
gura que la Física. Quien puede utilizar r* crí.L y menos re-
il
illt*r;-;¡;s aquellas'que ven-cieron- y se--sobrepusieron a las
rnarea y ex viento, no-necesiia ir a bur.r" ár--r'gou, t" ;d;;;t. fr"ro,, i*rr.ot patriciados: Roma, Venecia' Cartago' Las
ir.-á"¿iá¡i§
un combusti'bl.e artificiar- _-Err- ioiiri." "" au u li q""-"ilg"" esos principlos de Ia Naturaleza no tardan en negarse
tier-ra
están aI alcance de ra,mano. ¡y-"oo'!oé
ras fuerzas utilizabres ,=-ri-áíu*us prácticando un nepotism-o desenfrenado, como lo
p"i;;;ir!--ñ"ráu'qou fr""" ltepública de los Cámaradaso qJre es ante todo una
hombre se Done , trabajar "*rt.ade hijos de papá, de yernos y sobrinos, de cuñados y
ti

"il I" N;;."i"r", Lf u.rori"o qoua, "l i{ii¡,iiii"


I1

aliviado v pJ" .3rf gg"¡i.""üi-*rra..'Ui movimiento vuelve a em- de


pezar por sí sélo. Er hijo háüa muv r"""itio
rr-"-g;
;l --C;;; üt familias son desiguales en fuerzas propieilades, un
nrionos.
zu padre; eI antiguo lactante, uti-á"tu a otro; el herrero q"u l' -y
-reimado ile establecer
de conservar y aumenrar_la hárenci" lin ill;c*d';"ir"rr*o;
"*I"*-t, trata puede acusar a su injustag iles-
i, "".ili"io
i;;lá;¿.-i"i"irlur enrre los miembros de una generación. Antes
el ex alumno ánseñará.
Ft qrráü'qü"rl¿¡, " ;á;;;rü ál átrrr; I
de encarar ,rp"ol^h;;-*i;;;;; "" t"-""t" q Quiánes lo formulan'
eI- anriguo iniciado, iniciadoii T"¡;;-I;, deberes d" .rou se ha
sido beneficiario qúeda" ¡""""tiáo;; ;;;rf*;á;; r;";;;
t
I "rt"
5;;;-i;arrt-qmá desdé hace-u!-siglo lo deben todo-a ta prima-
ficiarios, por _una ;rA; dr;;;;riirño y conciencia bene, ti
cía de su raza o rrt¿iitár-¿e la Nob"leza republicana. Su impúdico
-i*ilrriooér, en Ia quo áfg"rq,rismo secreto, los bajos p-r-ovechos ,que. le ,eacan establecen
mentiras envuelve su fórmula de igualdad. _fero esas
li
lir"ry parre_ Ias cosrum-br*, t", i" ,i*prtiá,' ü, uo_ .uí*ta. -|"*ni¿"
tipatías,_y de Ia que hrstá us p;;;ir"
nirá"".e--ñ"1'biln ile
li
;;l;;, muestran que no se dest'uye a la Naturaleza.
excluir
-I_oe atractivós d3I_ ugoi;*;;-;;s e,llos no están en con- ;;il;;6-l;ris""i;-ia Ñaturaleza procrea hijos sanos o enfer'
flicto obligarorio con el ti"l.o"iil.'*-' ü
;;,"b;ii;r; f";;; d¿bil"s o- fuerie-s, v. prohibe. a los
Fero Mirabeau es- el rinicá .t"oi""io"rrio que haya cornpren- desiáteresarse ¿1e sus criaturas dejándolas jugar, solitas, su lortuna
"Padres
dido algo d-e esg. En su *ú";i; -;,U; sueñan to
,-,^;

pu- entera en el paño verde del exainen o el concurso' Que éste sea
dge.en.Ia rabia de reconsrrui" ,obre ia p;;;-A;
"iotr"*io, o"r^las pruebas del examen §eau le-ales, que-la.trampa
"l m.rÁáo ;;;á;
pirámide de voluntades desinrere;udu;.'ñ.
rir'ri?"l', """
i*_ "i-il"a*
l"J-Ir""¿}
-o""AJ,
severarnente reprimiclos, lo_ exige la-' justicia,
portuna evidencia de que Ias cosas p.ufi""e"-áe.oálr"ir'"" para que así sea, pues nada. es. más cierto'
y natural. ; l;;-;;; "ir*rt
base espaciosa "", Ét";;" rJ tlu iluruto cieíto que la justicia. .exiiq 91
_tintretanto jqué dice la Naturaleza? En su amplio consejo, oon ",
;;;";;; l" iáao, Ii- "i"i*", q,r"- irao sea- c-onCurso en la vida' Nada
el que todos Ios recursos de la vida ,o' po"rto, en acción, nada
!.ueba tampoeo q"; áig""". debilidades, cornprobadas en la
prevalece eobre el mantenimientoi iu-p"rteceión
-;;rí detr techo do- pist" de ."tietas, no se puedan compensar en otra- parte y qu-e'
f"Tt-,."} ypues. de attí, palacio ;-.fi"pi;-;h;r";"io¿i".uti¿, I"'Ii"]"rr-;;;;;;.t.1 áuf il diplorna -del primero de
artes' nacioneg y civilizaciones. No ." úa observado il a"i *"árii, á; oro,-,eu" los úñicos títulos para clasi-
"ampeét,
decátogó, _et rinico motivá i""á""Jo -"l""poy"
Í-r-afaJos
::t:T,"*::?^eq^et "ñL los
¡i.;-; " hunxanor.-U-irr""ó y la justa son her¡no_sas pruebas:
f::* que mandamiento, afecra aI artículo euarto: el que i;á; j" p"r. l" á4" ti""" otrag,- gue no son juegos y du--lu: q-ue está
'valor personal
¿arrr¡rra,
-Ios Ueptantes expresan asiz ,,I¿onrarás bailre y rne- ausexrte la convenciO". Ét ,que no se eri-podría cul-
a los grandes puestoE, los cua-
üzr!-ü";#!,tr:,trá:;:rr:f:::::::^,:;:,n",v,,,:r^x"xil Í tivar dernasiado tiene derecho
;-áebe ornitir para coloearlo; pggo-en razón misma
i;;J;
mente Iarga a Ios mortale. q""
es cierro qo" lr'ior;;;tá;l
*rtu regla?
"¡.1""ro,potítica No se Io
-pErt""*J ál fr-q""""rá ,"é;ito ,rd lu es ni muy áit;cil ni terreno siquiera cles-
a los
l*?l.j:- ti
ái"rárr-r" ; ;1 i;r¡o sobrepar"r en uno u o*o
nac¡ones qr¡e a ella se conformáro". Ni"g,ú"-;;'ñ;;;;-i"Ii, " 1",
."
il
iii"irt"t de otros valoru, ,i personales' De hecho el mérito
nersonal dirá siempi'"-i"-t:tti*"'palabra' El hombre que se hizo
Ir

;]i ffi;;';";i[ió:;;;;il"; ra"i,a' de un tempera'rento sólido'


hombre que des-
iffiri:-tr"*:f,ffi?;,1T,{i*,}iJ}l+ikffiTry,*:E ;"; ;;il;;"-altivez,-lna- or'iginal reserva' EI un justo orgullo'
ciende de -ásossus ,r,üp".ráot á",,,",o" también
d;;;á, variaá-or- páa"."§ §e suman en un mismo sujeto,

t_
28 MIS IDEAS POLÍTICAS
tanto mejor para ól y_aun más para Ia cotrectividad.
rivalizan, es aún excelente. C""ido Cuando ellos
l*h"r, con odio, tánto peor.
__- ---- CII,ARI,ES MAURRAS 29
Pero ¿es eI odio fatal?
La. competencia, aun 1¡ ¡lás uoderada sería desastrosa. celos y lae envidias no eon ofuseados etefna.mente por los mis'
exisriese más-que u-u fiq en eI mund"-v ,iUlldr;;;il;ilse
si no mos
--Ct objetos.
que un _objetivo a los d-eseos y a-Iq§
;i;-b;'ü;;i
más ,rro, oonsiste en hablar de iusticia, que es virtud o dis_ciplina
Iugar en la soc-ie.tId á ^*fi"io"áu; de-ias voluntacles, con u"rotivo de esos arreglos que están por
-!r-,rF""
snrra*rente "l Erüa-,are;ú;;L
aI ganador §e los ganadores, Iaureado ""iiJ*i'rr""'""".-
du i". lu"*u"-
á""iÁu (o por debajo) de,toda co-nveneión voluntaria ile los
corilel, en la eancién raarsellesa,
qos,r.€tebrendo Ia prueba de las pruebas
comportar Ia desisnación fr"*i""..'Cu'ando ef rnozo de
pu'rrca y suprema del iur¡on así Itramado a reinan .o". ,rei, de no haber salido
oode
Ias bragas cle un comerciante o
su.número 1; pero no ocurre nada de eso. po¡. r"" .uZóo du
"r, po.iu 1"" ia quién alcanga ely r-eproche?,-
á; ;""barón', -de*uriado ¿a quién--el agta-
soeiedades sanas y los Estados bien constituidos no poo."r, '- nlo. eutá arriba la Naturaleza es indiierente.
en remate ni en conc_urso,-.d;_ia por Io dernás,
Jo "i"lEl rnisrno ho¡nl¡re tendría razén ile quejarse de n_o haber reci-
dentrá ""roo"
d;-U;;r"r"" 'li
variedad de los empleos -y -aJt Uilo lá que se debía a su trabaijr -o su-frir alguna ley que se Io
lj^r_ ."Irlilciones, lai equivalen"i"r,.virra i tri""-nr*"aa- ñi*¡r", cruita o tr¡e tre irnpide ganarlo. Tal es la zona en, que ese gran
lo", p"*lrl"r"ufrrr- i''l
nornbre de justicia tiene un sentitlo.
dan. Je dirá qu_e los_ conflictos abundan""r*á¿á. --i;;- iniquidades
igualrnenie. ri,Se creerá
realnento. que Ia eeleccién artificiar de Iós méritos "p"rsorrles a perseguir, castigar- y re-primir fileron fabri'
aet noáurá, v es-sobie ellas-que se ejerce el
:
tT,desprov-ista
perlo "al más,digno,,,
9r_t_". -de rozamientos dolorosos? Doja"d'o ui. i*:
Alejandro lo entregaba tarobiém , im U".
""1;; ;;;=ü-*.oo
;;;;i ;;;*al
-i- de un Estado policia en una sociedad gqe él Q*iere
d" 6us lusarte,nientes,- quienes lo despedazarou, corño era ilil r""q"* ál Estado iergo qr" observar los deb€res depor la
1rrl":
natural, en nonobre del eentimiento de la iusticia en el-ejercicio de eada una cle sug funciones, no es
_itignidad y d" Ir- ."p"_
rio_rid-ad de cada uno. Siaaila"". .,o."r--d;-;d;;,'"ñá*íiar. iusticia. sino en razó¡r de otras obligaciones como debe tf-atar en
civil, Ia agitaar_y t" enñriec"". l,o qiul;;;i;
, ti ir-ááilrt--"aiar1" tr. poderes, dJmoderar y-regular el juego
l:_lt,I^l :da
e-stablecer' en eI pueblo de los conrp-etidores, un giado
po, G tur fuerzas initividualés que le están confiadas'
- p;;;
clon apasronada _gue rygrega espantosa envidia. La salud de ern"ru- U p""il* administrai el interés -público sino- a conilieión
; 'con
nada gana con ello, etr nivel generar no tarda e:r sufrir eriduales ¡¡ública a" otlirr* lúcic{a pasién los variados resorte8 ile la natura'
.üerruErbamientos: aun en las razas rnejor dotadas, nrúocn¡,cn ür-;-;;;i, trltt "r*l"s- ellos son, tales- cor¡ro- ellos iuegan, tales
aeaba en MESocRACIA. ellos preetan servicio. El Estado debe abstenerse de aspirar
"r-r-
,-fá-i*ñá.illl" trre" de revisarlos y-cambiarlos; mal prgtgxlo' B
- Tgilo-s los Endeclamadores insistirán en -;;.;;-iru-aJigü"iaua".
roe arañoe de xos excesivog lú"dr'oojusticia social": ésta es el apod-o d-e ^la igualdatl' del El
desniveles. efecro, _perpetuaáas ; iirtrar-p"iltilo-?"¡r áoit"" ile conmovér las infraestiucturas
exageradas pqeden tendér á captar una suma de bienoi-q"u
ilu ;;d; J."irt fuo" ," prrede alcanzar ni alcaurzará, pe¡o- con las
eae lodo volveríansp inútiles. -Enrrerauto l"¿, 1r--áe, rlio n¡ ;á;; sus i*Éécil"t á*pt"tre pueilen causar grave daño a su§
'más- difícil que.Ia
_duración de Ias forrunas *"v g"á"1Ál v ii súüilitosyasírnismo.
-
llega a ocurrir, implica a menudo su justificacióni slobre toiló en ior--i*áeinarios
-orr"" ¿irigidos en nornbre de la igualtlail
afiravios,'las
activo. y nervioso como el nuestro, tal duración exige N"trraliza de cásas perfectarnente irrespousable,
_:,1-__p,rr.
excepcionalgs- Por lo común, ros vastos bienes Ee acumu- "ooi* -r""tel efeeto invariable de hacer perder de vista la sin-
',rtudes
lan con- r.agy_or facilidad gue se cons€rvan, y se "ráaü"" de los crirninales respoasables: ladrones, estafadores
coneervan con ir¿"
facilidad que Ee tiansmite¡r. podárás'a"- tr""r]"-rr"u""l ; fi6busteros, que son los aprovéchados de todas las revolucio-
l11v_.-i constantes
GespoJo parecen implicitos en los domir¡ioe demasiadi ;";.- l;; ;tp"oühd"t"s que espuman el ahorro prñblico no des-
cuya apariencia es Ia más estable. La preueza Ia di.i- ;;"1* ,aáa. ,* u.qou"'oto oficio con impunidad más tranquila
3lt-?T.orson
!.llr_r1 hijas de Ia abundancia excesiva. Maj por suv parte Ia
.
qrá .r, lai épocas €n que los, celos- p^-opulares -son artísticamente
po-breza contiene un a_güjén erérgico y sah¡brer- que
do tiene áu*iráo, haclia la .origüeza adquiridá',-o movilizados contra las
!!e uue. picar aI hom6re- p".r-t"Zlii"'dur;,';r*;uo=1'uriuit" .liloscientas
farnilias'. ia Finauza culpable descuella entonces €n
ploamente. .Bieas compensaciones y esas oícilaciones "¿- hacer pagar en lugar §uyo a una agricultura, una industria, -un
naturale§
¿tienen por obj-eto fináI hacer;;idr o" jol"iouo-áq"ili¡illi cr- comurcio-"nterameñte inocentes ile lie condicionee que dependen
mo-guiera su efecro moderador y atemferado;; --",
álárá". g" de su estado natural.
--E"
cualquier sentido que gire lá;"d"-ü1" ráitr""r,"aüiiii,
fo, il *uÁto lot bienes imaginarioe esperados de la igualilad,
harán sufrir a" toilo el muudo. al prometerlos, la dem,ocracia no
r/ -
i
logra sino privar injustamente al cuerpo eocial il9 - lge bienes
I
qu. üld.ían no digo del libre iuego, sino del buen uso
I
i
""il"r
,4)
\,
I
30 MIS IDEA.S POLÍTICAS t,,
CHÁ,RLES MAUR.RAS 31
de.Ias desigualdades naturales para er progreso y el trlrovecho de
cada uno. para que haya artesanía activa y artes llorecientes. f.as cabezas
,{quel que- p-ara_ igualar sup!ry9 toda-conce,ntració¡r. de riqueza, poderosas y generosas, más que la belleza y el honor del mundo
suprime tarnbién lal reservai indispensabr;E; -J;É; i¡Láviüzar constituyen ante todo su energía y su salvaóión.
*pr"§3 que sobrepase
lg-lr- reemplazar p'á"o- ;,; Joñii"itl -
N9- hay que dejar oprirnir esta verdad. Es preciso atreverse a
srrve esos tesoros ""nrivados"t_por_ los del Estado; "raoIa
decirila, Io más alto posible, y sin votrver sobre sí inútiles mira-
decadencia aseg,rada.y rápida .!" t"a.. lir-prt"aoi-g"l:"il. das, siuro gontemplando_ nada más que aquella verdad, su claridad
semaejante carga revela IJ insuficiencia d" y- su beneficio. El hombre pobre se honrárá rindiendo justicia a ra
titución. ü;.I";;A;;-H .*. ""r,
riqueza,-ante todo porque- existe, y des_pués si se Ie da buen empl,ea.
,.aquel que para igualar suprime ra tra¡rsmisión normal de Ios El hombre sin antepasados no cumple más que con su debér aI
I¡ienes que_ ng fueroñ devorados ,ru generación, suprime tar¡l_ _e!og_ia-r con
justicia l-as _ capitalizaciones seculares y el servicio
bién una de las fuentes de aquela "r, p"*iír" ."".á't;;í;;1'supri- ,lt;
l
$stó¡ico- y rnoral de la hereneia. Lo que nada le quitará do su
me además todo io que compone y prolon;;-f;;-;;;iüü, dignidad_ni de su altivez,.pero justificará su desprecio por el
rales, que- son todavíá más p^recioú..--D;;ü;;Á ""í;fi"". *r- ladrido de perros cuyo oficio eoorgiste en pensar como perro§:
cativos: el tono de las costuoibrer, ," "ao- esos polemistas de Ia anarquía expresan uni idea ügna d! elloe
-qil"
refinarnie_nr_o; ¡bárbaro y_ rriste ,i"t*r-"ñ;;;ii";;'p;;ffi;ióu, cu cuando pretenden que las relacionás humanas están n-ecesariamen.
ál to-ao-iá-i"ao"" te-en-tensión y a-griadas por la experiencia de Ias desigualdades;
a las nnedidas de una _vi{a de h;;b;;-o "ñ
i:::-rr:..^ iil]-"9. privitegios personates mujeol-¿Sá
-1 S" ;;;.; "iuu-ro lo"
¿ry más biem lo están por la proclamacióu de igualdadei que uo
lrrecer más que a ciertae.elases colmadas? 51 dópoja existen. Se conoeen niños que no sufren por rio iguail.ar Ia est¿-
a-ia "_po.
i

tividad enrera. una feriz ro."rióo aé colec_


ale iif-luenci-J ,opur-
I
tura-de sus- padres. Se cono.cen amos y sérvidoree-entre quienee
pu-estas
,ir,rogaba "rpr.
benefrjioe _ de que p"rürip"bro-- frurt"-'io, _a,
I
Ia elara difeiencia de funciones establáce Ia más rá"ci[a=rle las
familiaridades, una especie de paremteseo. si Ia deseable frater-
I

Gesrlereoados, que elevaba e_l estado general del país, estableeien_


Go a,r_ un alto promedio de cultura y urbanidad: Áe hace
I
t,-1 aidad de Ios hornbres guisiera que fueran ig.uales, esta virtr¡il no
rragar toclo e6o en Ia misma grosería. nau- podria unir a Ios hermanos en Ia earne alli donde existen mayo-
. El _extranjero que nos visitaña bri" eI antiguo régimen admiraj razgos y seglrudo_nes. Pero de superior a inferior, como de iufe-
ba el delicado flancés, qurg y^ iü;, !"" Ul"ntrl;il i;; ;tdi; rior- a superior, üa deferencia, eI respeto, el interés, el afecton la
nrybJo de París.-S_u rengüaj" i"fl"¡rü g_ratitgdo_so¡r sentirrientos que suben y fácilmente los gra-
i:"::Slj'-d{ áp""i" doe de la escala inmem_qriál, sin qué Ia
-Naturaleza
_bajan
fl: pulda
¿as
superticie, un orden de natural distinción "ir,
§ocredades bien constituidas: d,ispares ordines sane proprioi
inherenüe a les oponga
nigsún obstáculo real. EIla ineita sus movimientos, Dor la -ilive-r-
bene- constituta e .¡o¡arcs--iiÁo l"';;p;;;b;" r"á"t"#""t" 'aidaal de los servicios ofrecidos, solicitados, pr".t"áár. Tat es eü
sal¡id¡rría eatóIica... 'qv¡'v'ue! r" diáIogo del aaciano con el joven. Tal ei ia conversación deÍ
maesüro con el dis_eípulo- Nada más cordial que Ia relación de
,-{orashllbiensocial
oe
gue no ee coseche en el campo casi ilimitado
Ios.hombreq y dg lo- jefes em un buen ejérciio. pár
Ianguidece. Se deshonrr_" io J;;;i;il; ;; -i;;i;to,i;"il v todo
drterencias humanas. ?ongámoslas al mismo nivel.
!

la justa altivez de unos,-Ia arrogancia insoportable "n"aiá"*,


i

i,turé, lr dá al¿uuos
" otros, ¿tendrían que sufrir o haelr sufrir? -Enrores, pasiones y
I

im_poniendo. su nombre al humo q"" ;"lt á; ;;;;;;;ur.- I

La odiosa envidia comtra ú d;á;-¿iár¿-i""f?Ji"'ur", rui- t¡ ámarguras, qu_e


-serán,
pese a todo, menos erueles que' I6s constan-
nas?, Separnos por Io menos q"; ;; ; L, tes efectos del frenético mito de ¡rn igualitarismo imposible, cuan-
no oura, srno- porque no conserva ni renueva "iit".eo.-nada,"r"aio"¡aua do agudiza, consolida y perpetúa loi antagonismosl fortuiios de
generosrdad, de devoción, de corazén. Las violeucias carente de la vida, al vivir, eI viento de las cosas, aI sloplar, aliviarían, clisi:
nales- siempre arnenazantáu, r"r urorio""r -i"t"r""r -¿l"riarr'
internacio- parían, modificarían o curarían.
eomplacencia en bajo_s eruores, dan muy pronto ul t"".iu " l, El mal del rnundo es tan natural como el bien, pero el mal
ettas lo deátruyen o i"e^, bt"" ét *u táir.ry" "oo natural_es_multiplicable por el sistema, por Ios artificiosos exci-
::Tji:r"-Ié€imen:.
e-n eIIa§. EjI porvenir humaqo quiere como defensores a uu t¿üntes de Ia denooc¡acia. En el fondor-pór envidiables que aean
rlerorsmo, a una cierta caballería que no puede haltrarse cierio las, grandezas soeialeso el sentimiento dá las i¡rferioridartee es de
ü,ente igual: tgd-os_ el- que provoca más eecozor, para quienea interroga la ver-
-eomparrida en todos. Las exóepciones- humanrr ró" iñáir-
iS3j:ll::^-l la humani_dad. Si ,u-l"r'r"prime, deelinano
pero llevándose toda Ia vida. Se requierehdespués
dail de lt¡s corazonee. Batte, oprobio ile lá montañ,a sagrZili, suire
incompar_ablernelte más de no ser ni Moréas ni Racine iue el
l^§aParecen,
se¡rorios para que haya burguesía prás,per;, fre"t", p-gor ig!¡alitario de no Eer un Rotsehild o un Montmorency. siberse
t b;;;;riu.pr¿rp"r" idiota cerca de Mistral, de Barrés o de anatole France á¡ mucho

I
(
'

32 MIS IDEAS POLITICAS


I
. C¡¡ANIBS MAURRAS 33
,,
rnás duro que vivir como pequeño burgués en el .mismo bar.rio pudo revelarse a los veinte años. Un país de derecho hereilitario
t'jóvenes ministros"; y no una vez
,que el señor de Villars. éstá siempre abastecido de
Además nada obliga a s¡rfrir [a menor injusticia. No se trata cada medio siglo a favor de iniiignas aventuras' talee como nues'
de agacharse ante ningún tirano. La obsesióu del abuso posiblo tro Panamá dJ taez, como nuestro F'rents Popular de 1937: salvo
hace olvidar que su represión es posible también. Cualesquiera tales accidentes, uuestra democracia merecié el apodo de Reinado
,que serun loe Poderes, hay otros Foderes a su lado. Hay un Poder, ile los A¡cianos. El rendimiento de las dinastías no está hecho,
Foder soberano'que tiene por funcién priraera caei sobre Ios rlue6- para un partido ni para un mundo. Es el bien evidento en
grandes cua¡¡do son culpables. io.lo. ? el intárés del pueblo bajo es el que más depende de
No se adnoitirá este punto de vistao hasta se Io rechazará a aquéI. Aun supouiendo que lae minorías ^ empiecen- siempre por
priori si se pone confianza en el lugar cor¡r¡in revolucionario que r.'*irtu egoísticamente
--át largos que a si mismas, Ia minoría viajera tiene los
la otra, eE fuerle acaparadora y con§u-
I

supone esencial enemistad entre los gobernant.es y los gobernados. I


colmillos
Sin embargo, sus intereses son cornunes. Y el rnás {¡rert¿ de todoe ,l midora: le falta, áecíf Renán, el hábito- de 9i9r9-¡ vent-aja.s y de
es el interés de la justicia que el uno "distribuye' y que el otro placeres'de que el '¿ho'nl're tle calidad"r-qstá 'oharfoo''
reclama. La justicia contra los Grandes es tal ves la máa frecuen- ilf i "Ñ; á"ia'., derecho de pernada de advenedizos silr modales-puerile re'
ñri"
te, si no la más Iáeil, cuando eI Soberano, constituido sanamente, d;;i" ;" proporción la- rtagra parte del po-pulacho' Ailemás Ia mala
no reposa ni en la Eleeción ni en el Dinero, sino que se funda democrática cómo su defectuosa organización, su
ál también en la Hereneia. Sí¿ tal poder, la impunidad couro la "a*i"irtü.i3ni"terior ileben, atraer periódicamenter_ apesadamento
inte-rvalos cada
preponderancia guedan aseguradas para los málog adquirentes, ""tr"""f
;;; ;¡; b"uto. lae calamidades-que recaen más §o-
poeeedores, §ucesores de log bienes de fortuua. Con el ¡¡oder ;;; i;; ;"b|,"' de los menos favorecidos' Loshermoso franceses fuorsn
hereditario, los abusos sociales son juzgados y co.rregidos por el ¡"va¿iaos seis veces desde la aurora de este régimen:
blren ejereicio del prineipio de que se prevalecen indebidarnonte;
I
i
lo que representa muchas casas destruidas, Pénd-ulos - y má¡ máqu-inas
el castigo que se les da es el más legítirno, el más sensible, el ,oUááur, mujeres eecuestradas y niñas violadas. Cuanto fuer-
I

i". r""'l"t ;;ttñ de revolucióñ y de guerra, má-s sufle-n los 'tre'


i
más corrieo¡te y el roás eficaz: toda tra práctica de la Monarquía l*, t

se-las ar-reglan' Si existe un


t,

franeesa lo prueba. c ti
f; -i"t";¿. que los 'ogranáest'modesta
oueños", mientras
El gobierno de las familias, tan mal comprendido, es el más '.
i_

;;b;;;; para Ia claie mág de Ia nación, es pre-


progresista de todoe. A'meiliatlos ilel siglo xrx nn revolueionario
¿

;it;;;;;"-1"- paz'del orden, la transTrisión regular de sus mo'


francés, de paso en Londred, se indignaba del eppectáeulo que ii I

á".t",- Uá¡"."i h"rt" en próporción de su clébilno vo[umen: osta


daba y aún da, en aquella iupuesta -d,emouaq,a, 1a institucíón Járu una pirtiáuhr necedidad de hallaree sin
de un eenado hereditario muy iicamente dotado. IIn comereiante "ip"rimenta
;;;;;t;;-;;--i, lrot" *le'mne, p-ero-- crítica por exceleucia', tle Ios
de la City le respondií: "Tal oez tendrínis roa'ón, señ,or, acercq il ;;;;d; v-t"ttiuiát-g"rtrt qde-la llegada ilel recién nacido debe
d,e este o aquel ruiembro ile la Alta Cámara, pues el loril Tal es
canocid.o_ por su estrechez de espíri.tu. Tol otro por su crasa ignr "'i!i?'en efecro se muesrra y va a brillar la virtuil -mag.nífica del
rancia. An tercero o Glrario pot su ebrieilad,. Y eso le oale a ii y áái *at hurnilde. Todo lo q"9 pY,"$" dieminui-¡ esta
w,uestTa comtni.d,ad, olgunas pérd,i.das netas. Pera que el quínto "rpltrf,
o"i*"., iuversión en torno a la cuna es horrible para la natura'
a el d,écimo sea una persona ilistingwiila y ilígrw ü su rango (la ii i"r" a" h sociedad. Pero todo aqueüo que con§erva y acrece 8u
que mmbién acurre) su posíción natü¡a lo aa a paner en ioad.í-
tl Ieserva selüa loe acuerdos de lo humano con Io sobrehumano.
eiones de reembolsamos, centupli,eoá.o, ló que'tod,os los ottos S;ii;;, pot f" f"iu nataliclad, por-la gespoblación'- iSe lu,pqrr-
-J"-1"
h"eyan podido cosarnos." t¡
.ra. f. iufieiente i*pá.t",tcia de ese p-equeño capital ilo-
,j

Nada que conte¡1ga ¡nayor verdad práctica. *á.ti"á, debidameni" J".r"oirrlizado,


-LtJ; tiá, tto"," defende,establecido a corta Üstancia
embargo', de él!,
1.!-"

Una com¡¡nidad así organizada posee eu efecto, sin revolución d"*1;;;;?


ni deeorden, ni favores ilegales, dentro del orden y el derecho, ii -sin-
¡.t¿sted habla ile capital cercs de La cwla deÚ tectea'
euadros que estarán seguros de renovarse y refrescarse con ulr -Pero ¿áe rcelos los recién naciilos?
nacid.o?,
bulla_nte personal, superiormente instruido y preparado para .Ios lr
grandes empleos que puede ejercer ep el prir:oer vigor de la edad.
it -Seeuro.
toilas las cunas?
t"orqtle era hijo de Filipo, A,Iejandro hahía conquietado el mundo -¿Di" todas!... Á de que usted no- vaya a-buscar la
antes que el demagogo Julio César hubiera tenido la misma idea, ll -iDe ;-ü';i;*"da "o"aición
para canhrñe: 'oDe toilos isualmente''
fl.lrnqu-e él había nacido en el alto pariciailo de su República. H "*"oiírá ¿Por qué no?
Por el sistema de la autigua Francia, él genio vercedor ile Rocroi -¡Bah!lo"había-ir-rrál-olviilarlo! ¡La igualdail lo haría funilir

I
-'rÍ,y nadie tendría Ya nada!
toilo,

r
.l
I

34[ MIS IDEAS POLÍTICAS ''\,:


',i
IV \,¡
CH,ARLES MAURRAS 35
DE LA VOLI,]NTAD POLITICA PURA Apenas designados, los pobres ejeeutores de esas miríficas vo-
,9e:está, pues, aurenazado de no tener pronto ya nada en los Iuntades sienten llover todo lo contrario de las prom€sas que
tristes países en que los firndanaentos naturáles de ia política están habían jurado. _Sus mandantes apenas lo sospechabin. Mas poco
durablemente reennplazados por aquellas absurdas inüenciones del a poco las evidenc_ias se ponen de _manifiesto. .Lo que no pied,e
Estatismo igualitario y del s¡rpuesto Yoluntarisrno popular, que ser se niega a ser. Lo que debe ser, Iq que produce ál antecádente
gue se ha plantead!, _sigue el curso de s¡¡ consecuencia. Se quería
-ser un
con poco menos alocados que en Rusia, no pueden resistir
mlgho - tiempo, a la agravación natural del peso áu ,* insania. tra paa. pero con eI desarnne: por todas partes estallan las Íauli-
dades de Ia guerra, y se dehe rearmar de nuevo. Los salarios
- -Ni -siquiera los-rnenos juiciosos de nuestro§ antepasados se ha-
bían figurado nada sernejante- Nuestros sobrinosr -si la escapan, subieron, pero los preeios también; es preciso que los salarios
n9 lo querrán creer. Era ya la opnión de Edgar'Foe, hace iieá sul¡an más aún: i cómo subirán si ya no se tiene. dinero para
añoq cuando escribía la admirable o'Parábola-de loe'perros de pagarlos !
pradera". Ahí, es verdad, el pensamiento de Popu es el de un humilde
decir a Ia posteridad pasmada, los antiguos salvaje: atribuyen las resistencias y las oposiciones que haya en
-iCómo,sehace_
am.qicc¡tos _gobernaban a sí mís¡nos! ¡No es poisible!
,,Tinían Ias cosas no al a]¡surdo de sus oovoluntades mayoritariast, sino a
pues la l" ilel Las fuerzas secretas de rnisteriosas almas ocultas bajo las cosas, y
¡nás extrafia
-i4"o,nacer libres mund,o, ile quó rcdos los horn- gue son animadas por voluntades hostiles. iAsí veillo! El oro
bres pad.í,ctn, e iguales." de Francia debía aflluifu aI teeoro a las primeras encantaciones del
Pero eso no duró "hasta el día que un iltdhtid¡to llamailo mul-
titud (o popu) establ,eció u.n d.elspotisnno que en compa¡acióm señor Aurioü. ¡hnaginaos, ese perverso metal no lo hizo y tuvo
cg-n_ el ile ÍIeliogábalo eia en cambio el estripido temor ds fundirse allí! Fue preciso ocu-
V paraiso. Esie P,opu (un. eitranjero parse de ofrecerle garantías. iEs eso natural? ¡Y la Luna! Este
4i,cho sea d,e paso) era, según ie dice,,el más odioto, de todoi los satélite habría tarnbién debiilo dejarse caer, desnudito, en el le-
-que iamás boyoo obstruido la tierra. Bra insol,ente, Íeryz,
hombres
corrontpí.do. Tenía la estatura d,e un gigante, el pescwezo d,e- un eho del señor Faul I'aure. lI,o que no ocurrié! ¡Malevolencia!
cúnc.llo c_on el corazón. _ú.e utta hiena- y el cerebro d,e un pauo ¡Ferversidad! El fascismo cuyo rnal espíritu ronda en la noche.
real. _Acabó por morir ile un exceso il:é w, propio furor, qie lo For desdicha para esos idiotas a quienes su desgracia puede vol-
qgotó." ver marlos, no se puede acusar aquí sino a una voluntad. La de
Como se noa ha hecho contemporáneos de esas increíbles ton- ellos. Se habría podido detener el alza de los precios evitando
teríaso gobernados por esas insolencias, esas rapacid,ad,es, esta La suba del costo de producción; no Io quisieron; quisieron todo
corrupcíñn, Iuimos un poco atrapadoa por eil animnál gigante, esta lo contrario. Se habría podido tener dinero; hicieron todo Io
multitud o este Popu, iin corazón ni cerebro, destinaáó a r'even- neeesario para no tenerlo y aun para destruir todo medio de
tar de sus cóIeras de ganso . .. Pero estamos también algo com- conseguirlo, disminuyendo el ritmo de la producción, aumentan'
'p_ensados de aquella vergüenza por el espectáculo marávilloso, do el número de loe brazos cruzados y suscitando todas Ias que-
elevado a la perfeceión. rellas poaibles entre quienes riecesitan e6tar en paz para trabajar
Pergonas U{e suscribieron e hicieron suseribir un programa bien.
cuyae profirn¿"r .liJicultades e inauditas complicaciones no pue- Su fracaso regular es, pues, previsible. No es su animismo de
den negar, tienen la probabiliilail de ponersá de acuerdo sóbre canacos lo que puede volver dudoso el resultado de la previsión.
Ia manera de realizarilo. Mas, tontería o dupiicidad, a menudo las dos cosas, Ia previsión
y millares d.e aatos, tenilrán que decír: quicro. Y es rechazada... ¡de oficio! ¡Por dogma! ¡Y pasién! ¡E interés!
- -Millares
lo que de -ese modo habrán querid,o, se pfod'ucirá. Bakará qrc Un régimen que vive de las oovoluntades del pueblo'" es el pa-
esas flutyorí,as designen ejecutoresz y el piograma será ejecutido. raíso de los cretinos, pero tanrl¡ién de aquella canalla.
El derecho legal de la Democracia, casi su deber, consist€ en
-¿Aun Io imposible?
todo lo imposible. prescindir de las buenas cabezas y de los buenos corazones: si
-Sobre
jl.a Luna! No hay más que pedir la Luna. Dóciles manos la no se pasara sin ellos, i scría verdaderamente el soberano rey y
irá1n 3 coger en e,I clelo. Se-Ia hará bajar, del miemo moilo que el soberano ilioe! Habría entonces algo por encima de esas reales,
a Ia Justicia y a la Iguakláil caligrafiando' sus nombres con tiilta imperiales y pontificales rnayorías, que en verdad no pueden con'
roja en un papel de marbete doriilo. partir su corona ni con Ia virtud, ni con eI saber ni con la razón.
Nuestras memorahles elecciones del 3 ile mayo de 1936 encara-
sraron en el rninisterio de Justicia alguien .que ni siquiera tenía
el diploma de doctor en derechoo que era simple idóneo, puesto
36 MIS IDEAS POLfTICAS CHARLES MAURRAS
\* 37
qne no había conseguitlo el título de bachilier: ahora bienr- su
iu"tui", riu"¿o técnióa confiere a ese ignorante presuntuoso altas v
il;;l;; j*rdicug; ¡helo ahí constitulido en el Gran Juez tle LA CUESTION OBRERA Y LA DEMOCRACIA SOCIAL
Francia, piérid"ote'náto del Colsejo de- E§tado,-presidente nato
erl ffii,fiJ áe Ios Conflictos, árbitro de los máá eabi-os y difí'
citee litigios! Naturalmente, apenas instalado,-el llamado Rucart Aproximadamente de la miT'a edail que Duestra Revoluoién,
elevé srr voz para otorgarse una ciencia infusa, co-mo la quo Ia grau industr:ia habrá aportado al nacer urr enorme contingente
;;;;""* " "od" produóto de la voluntail .nacional, -expresión de nuevos bienes, pero también un ilesequilibrio que no se vio
hi.u"t, y pura del Serecho del núLmero z Der-echo que elige a sus en seguitla.
oficiantósr-los consagra y loe despide cuando se [e da la gana, Los capitanes de indusuia que presidieron el surgimiento gin
sin nna áirada a sti capacidad o iu ineapaci dad. Derecho que e€ precedenteo de toda la inmensa maquinaria que renovaba el va-
;i; d¿i bien y del mal-que pudieran sacir de- su p-uesto.- iUnico por, eran buenoe espíritus, osados y prácticos: el.hecho es que
áu toaot loe derechos qoó po-"il" poner fuera de su ley- a l-a Com- no sintieron cuál debía ser la renovación rnoral que debía acom'
El
;;t;;;tr, la Cahilarl-y'rf ü*ito áismo! -Y asír ¡oh felicidait! pañar el cernbio material obtenido. Se los üce sin entrañas. tr as
ienían co¡no usted y yo. La explicación debe estar en otra parte.
bir""io'democrático,'se excluye de la duración como del éxito'
La Democracia acude, pues, con loe ojos vendados, al cemen- La gran novedad de la usina moderna, ese vasto engranaie irr'
terio. humanoo cornportaba un obrero ein relaciones, verdadero nómad.o
Pero lo que es menos chietoso, atrast-ra a los demáe' extraviado en un dlesierto de hombnes, con un salario que aun
JC¿*o rr', t" lo ha advertiilo? Se deia decir y escribir que atrto variaba dernasiado, uo Ie aseguraba ninguna defensa econé'
"traic¡ona¡la por Ia experiencia de 3us errores. Es traicionaatra mica eeria, puesto que su Euerte o'no ilependía ya de su esfuerzo
y previsién, sino de accidentes que él no ilominaba" 1; 6rL
ee
;;i-;i;;;.-Áti-"o ñ"liutu sido iamás. experirnentada, todo
á"pt.lü ;i; rl"fi6 "eh".arle toilo plrvenir, ioqro -toda razón' facultad de discutir las condiciones de trabajo, limitada por las
A"laá momento que ella se ofrecié- y se definió' Joven y dis- condiciones de su vida, su negativa a trabajar viniese de él o de
;;rdr "t ;;;; ; a"á*á chenier, pudo necesitar ver en la acción su empleador podían reducirlo a la muerte sin frases. It[i propie-
; l;;
"ü;; "Ái *"li iait, to t ó.)du sr s sarrupateaüore.s - !'e le¡ e s ; ilad, ni estatuto profesional, ni garantía para el porvenir. Ningu-
los ,Rivaiol vieron ,"goid" lo que iería aquello_: era iiliota,ereer na libertad real. Deede ese momento cualquiera fi¡ese en eX. ori-
ñ;il g;""-p*rto ",, pñeile maicha-r con ia cabeza para abaio; gen su sentirniento patriótieo, o su sentimiento social, áqómo evi-
ihiót", qñt fuete gobiernado -por lo má,s vil y vanidoso q-ue iar que el obrero se transformase en agente y juguete de las re'
dbr"'"ri ,o ,"r,o; íairi, q"L lis menos directamente interesados voluciones?
en su bienestar tuviesen ailí legalmente la .mayor influeneia por Entretanto, su prirner rellejo ilefensivo fue nor¡nal: aeudió al
--T"a;
su ntimero, sug faccionee. eterno procedinaiento del hornbre. F'ue apretámdose junto a suo
b;;" tZgq poilía ver brillar, a la luz--de. las senrejantee, prometiéndoles sostenerlos si ellos lo sostenían, oómo
Durag antorchas de los Derechos del Hombre, el incendio que
"""u¡".-au se aplicó a transformar su debiliilad en fuerzai se asoció; de
Ir*rUrU",-y d"d""í- de ellos, efecto próximo-^o lejano, algo ese rnodo se eeforzó por ttrebatir con los Poderes que necesitaba,
á;[r; á.é*"¡rttá al gue-rtas- tlilatadas, a Tra' pero que tar¡rbién necesitaban de é1, las cláusulas de un ooritrato
ñ; regicidió,
-a -l-as la detpoblación,, a Ia más Iibre y urenos oneroso. Lo que Ilama con horrible vocal¡lo
üigr", a-Waterl"oo, a Sedán,
"-1";irii
ar-irAl""ii "
l-to"áor nuestros retrocesos ,generaleso no- sin distin- Ia 'oeolidariilad ile clase-, en sü expresióu absoluta no traduce [a
S"i, "tii, átara y precisa, g9 esencial cailiilatl de productos natu- realidad, puesto que las mismas clases pueden tener intereseo uouy
difere¡rtee. Fero ese modo de agruparse representaba un reflejo
iales de la democracia política.
De.l mismo modo los üuenos cerebros de 1848 y 1871 no nece- de defensa vital. Cierta comunidad era necesaria a su vida: no
sitaron envejecer -uaiá .rgtr un -siglo: de 1a dámocracia social era Ia clase, pero la clase pareció corresponder a dicha necesidad.
."ii"," "f U noí la común destrucción de No se repasa sin horror ni piedail Io que se dijo y ae \'úzo
"iu.o"
i;; ;;pt;i;; i"o-o "i-I.ltí-a"-
aát tr"trio q!¡e Ios engendra v los .reproduce' contra las más legítimas de las asociaeiones, desde aquel decreto
La he*o""á"i" no poáía sino arruinár al Estailo. Le Chapelier, tlado en 1791, que niega en térrninos expresos loa
en ; T;lñ i ;- ia Usina ilebía arruinar al
La democracia ",,-"t-hrt"'1" &supuestos .intereses comunes' del trabajo, en nombre do la
i
TalleryaIaUsina.
- Áó"il; u.u1""to más seguro_ cu8nto-que la-.democracia ern- democracia política y de su individualismo eoutractual!

pur"b" a marchar en uua ho"¡ 4" la vida mundia-l que le apor' 1 B,ené de Planhol.
["ta ia"it ¿" introilucir una rágica confusión'
""--"¿io

I
38 MIS IDEAS POLITICAS

Las consecueneias fueron amargas. CH,ARLES MAURRAS 39
Tanto más amargas cuanto más puso el legislador del
.
siglo xrx en recoqocer Ia necesidad,tie-mpo
elemenial del *uádo obrero. obrera. La Tour dn Pin y su escuela los exhortaban en vano a
El prejuicio jurídico sosrur¡o :y cubrió todo lo q"á hu¡o áe in- tener en cuenta lo esencial.
comprensiól, espíritu de lucro o autoritarismo injustificador, en ¡Ay! ¿Lo podían?
la resistencia de ciertos empleadores. Tenían en la cabeza todo [o necosario para no compreud.er
fondo, eJ qal se aer-eeentó y duró porque el empleador, nada de eso. El rnovimiento revolucionari6 del sislo -i',r¡¡ no
cl,4" :1,
legislador y el obrero vivían [os tres en el mismo e*ór polí: labía podiilo establecer en Francia ningúa orden viaLTe po"-""tp"
tico: los tres creían ser, o deber ser una Libertad y una Ieuaiilad de sus ideas direcrrices. Tales ideas les. sobrevivieron. §oo por"-
ambulantes. sus dereehos se formulaban de mente negativas. In'ger_idae en dosis masivas o infinitesimales] tie-
t¡rralmente cada *no los entendía a su modo. -rrr"ru idénti'ca. Na- nen Ia única virtud de eriticar y sublevar, no de compáner ni
si J *ás-a¿¡il
denrlnciaba alguna enorme desigualdad real, el *a, lr".tu ."r- de orgauizar._Hubo un- antiguo_régimen; no hay or"oo }égi-"o,
pondía que la iguarldait quedaríá, gl contrario, satisfecha-i sino u¡r estado de espjiritu_ tendiente a impedir que ese réiimei
{eccionada, cuando cada uno se a_plicase a ser exactamente aque- nu.- ,^azca.2 La Tour du Pin hallábase anrc ün obsfáculo ,o""-iur y
llo -a que se _había comprometid]o. Jamág lo, t¿"ái""r--de un molaü_más- fuerte que la pasión y.aun que el interés.
problema,, a tal punto viciád_qs, lo alejaron más de tod" _ ilgb¡e burguesía francesa! Sin ser dil toilo radical, como sE
de solución. De ahí no p-odía surgir sino una bárbara "rpár"or"
añarquía, lgsislador ortodoxo, ni socialista, como el obrero sindiclilo, aque-
pues sus causas venían igualmente dle arriba, de abaio v'deÍ lla burguesía profesa y practica una dilusión de democíatiimo
tnedio.constituido por Ios palacios oficiares aá u t"girútuia de- revolucionario. si tuvieran la cabeza übre de tal cosa, roe emplia-
mocrática. dores ¡ro se atendrían a obras de beneficencia.
De esos Palacios llovieroir las leyes que acentuaban el anrago- Habrían sin duda emprendido f proseguido en mejores condi-
nismo y_ llevaban al extremo uo" gueri" más que civil. §u go- ciones su propia organización siudical, péro una vez -estableciilos
bierlo de los -partidos hallaba un -perfeeto tal.js grupos ilef_ensivos, y aclarándose lf situación, habrían adver-
"o*íri"n
d-e clases, sus facciones, sus intrigrr,-sur tráficos ""-1" i"d'uu
y;"r-;"b;";;ñ; tido que no había sólo allí formaeiones de_combate y que, para
siempre renacientes: en Iugares de Francia donilé no exisrí; nin- lg Ftaz, era preciso co_mpletarlas co-n una poderosa iniciativa'capaz
guna gran industriao pero donde había clases cor,ro en. todas de rornp-er las estrecheees del individualismo, sobreponiéndose a
partes, se_ vio al Sociálismo confeecionado de pie a- sus limideces y renovando Ias jerarquías del'acuerd'o.
Pn despacho_ de policía, para el placer de un "rblru
f":ot"*"o ¿Era difícil comprender la necesidád de una asociación ce¡reral
lqga¡gs la- d_e_mocracia eócial no tenía neeesidad "uriaiaut".
d" propol.o.", qrre _regniera todos los factores humanos de la producción? ¿Ná
oficiailee: hallaba todas sus facilidades en las lávr. f l, uo- sin -duda pa-ra negar las _podero_sas divergeneias- de,I interés, tra-
eencia de leyes p_ara invadir, agitar y pervertir "los 'ilñicirailos
"-f, ducidas en feroces querellas? iPero sí pára tomar desde árriba
medios obreros. El señor de Rogx ha contado cómo ra t".eirl""i¿" un punto de_.vista más- nítido y claro de- convergencias no menos
trabSjo se emprendió a recílones p-or el ses:und; i*iülo y fue-rtes creadas por el inmenso interés común-
{11
tue continuada del mismo modo por la República. La -*"rrera mabajo- e[ principio de la vitla de todos! -objeto de su
como en 1884 fue reprobada Ia idea de log sindicatos rnixios de Pues desde el hurnilde, aun el más humildeo al más poderoso,
patrones y o'b-rero-s nos informa sobre el pensamiento y la se- -puede
1u1 el rnás poileroso, aquella comunidail de intereses y
gunda intención del Tales neceürias ;;i;;"J o-ueda- debe'moderar las co¡rtradicciones y poner Ias operacionáe en eu
ban aún- relegadas al-tregislador.
poruenír por el _señor MiIárr"A- fS0a,
-.1
lugar, qu_e e,s subordinado. El obrero metalúrgióo cree tener un
cuando Ia idea justa de la cooperación gener.al ""= interés absoluto en impone_r el más alto , salario posible y eI
"á*"rr"bu ;
't

aparecer... patrón del acero, en re.bajarlo aI rnáximo, pero Ios áos tienen el
- Ee l_egítimo decir que en eI mismo desdichado período, Ios misrno iuterés, rnucho más, fuerte, en qué sv parte comrfur, Ia
j-efgs,
los contramaestres, Ios patrone., trataban , ir"""Jo metalurgia, subsista y sea floreciente.
éxitb de instituir hermosae o[ras de -filantropía y-""ri¿"á. "o, i" iTanto más cuanto que Ia econornía inilustrial no se desarrolila
serie de eus fundaeiones generosae fue muy rieient"*"riu -"oro. en el marco del planela ! El planeta no e§ "un', taller, como lo
nada por eea-s cajas_ de sobreealario familiar, aue ilor--hol1r" f, pretendieron los Say. El marco real rle la economía es ia Nación.
rnisgo e1_e los hellos jardines obreros fleÉiabe , lr--í""¿"ol" si tal huelga obrera hizo anular los pedidos extranjeroe recibidos
colaboración de ciertos grupos religiosos; con ioilá, lor-*i"oa", por los patrones franceses, tales encargos son tranaferidos a las
patrones no abordaban casi otra coga que lo ,.."rorio ile ia industrias del otro lado de la mancha, ó del otro lailo del Rin, y
vida
z Of. Mis tres id'eas ,polfticas.: C,hatearr¡briand, Michelet, Sainte-
Beuve.
L;
\,
ir
N MIS IDEAS POLÍTICAS
CH,ARLES MAURRAS 4t
nuestroo patrones no son los ri,uricos-que sufren: el trabajo perdido
por elloe, lo está igualmente para nuestros obreros. Los unos que' nes ile la paz sacial, serían iliscernibl,es. Naila -l,o
pru'eba qwe entie
dan privados de ganancias, Ios otros de salario. Si la huelga ile rcíembros del mismo cuetpo, las guerras sea* único matu;al'
nuestrae minas obliga a importar carbón, los salarios y ganancias La ayuda nl,uttut también io- es. ¿Por qué aq,uello-s que pued'en
perdidos para noootros son ganailos por el extranjero en contra de tNabajw' -iuntos parú entrde¡ la hul,la o soplar botellas ruo podríut'
noaotros. En suma, perdemos y ganamos juntos, patrones france' trebajar iuntos- em arreglar sus d.iticultades?
ses y obreros franceses: toda guerra de los sintlicatos patronales ¿Ei gran nnal d;el, oblero tnod.erno d,epende ile la talto d.e se'
y obreros halla pues su necesario límite eu la comprensión de gurid,ad? áNada tiene que le pertenezca, que ase-gure su porüe'
una suerte comrin, sornetida al eom'úa denomi¡lador nácional. Que i;r? Etp"iiales tipos ile'propieilad' pueden ir realizadas para él:
eu disciplina se deseonozca, enmascarada o encubierta, puede ser la pro,pied,ad moial il.e si piotesi6n, análoga .a la d,el gro.do para
el efecto accidenta.l ile Ios sucesos, de tros sistemas y de sus eon- et'o!¡ó¡ol,; l,a propieilail común ya erístente (en escolo d,emasi.dd"o
flictos; no por ello es menos prodigioso que ni de tra planta baia icqueña)' it §¿nd¡cato, y qué pwede extenderse a la Corpo-ra'
obrera ni de los pisos altos patrouales, nadie elevará con eI tono óiói, doode"npor esfuerz'os bilaleral,es coniugailos seraírá. con¿o sírn'
y el estrépito de voz necesarios, un clamor nat¡¡ral de piedadt bolo y lato-al concurso petrnanente d,e toclos los foctores tnoral'es
de salvaeión y de paz. ile la'¡mísma inil,astria. Jinto al bien sinilí*al y al bi,en corpotatí'
áCómo eI uno o el otro de los interesados o cacla uno de ellos oo, tleSerán nacer att'¡r propieilaáes familiares, para clar má,s tii'eza
no dijo y repitié?: y'd,wración q. w orilei cónsoliilailo. Así ilesaparecerá.-el proleto-
d,ebemos lu.char e¡Lt'e nosotros, s,o lucltennos sino lw*q Así et trabajador d,ejar'á d'e llotar en' un meilio ertraña'
e!-Sí
pwnta en que Ía luclw se auelaa rnortal, en qzte se hace aital "¡oAr.
Serú el ciu.d,ad,ano, ót burgtés ile una CiuilaiX. Una b-urguesía obre'
suspender las- hostilíilad,es para aywilanws y wnilnos. Adtni¡iendo ra pued,e y debe'continiar el desarrollo d,e lo,s aieias burguesías
Et e nwestrss.unio¡tes de clase l*yart temi.do o eonseroett su raz&+ canipesinai, inilustriales, cometrciales e irrcorporar al obrero en
de ser, completénoslas con uníones d.e ofício. A gsas aastas clo- la socieilaá, según el aoto ile Augusto Comte. Unu üez mas ¿por
sifícaciones horizontales d.e patrones, d.e técnicos, d,e ernpleados qué no?
- Tod.o
y de abreros, cfrútLp&rables a las bandas en la latitud ten'e§re, eso se ba oisto. No formulantos hipñtesís er¿ los espacíos'
agreguernos clasiffuaciones oerticales para, cotnurticar entre ruo§ A ruenuilo los h,otnbres imtentaron, aiair de ese tnod,o, no sín éxi-
atro§, perL organizw nue§tros eofLtaxtos permnnentes, pgra regular tas, tflr¿ tamosos como aariados. S¿¿ Histo¡ía,expresa -su natura'
los iniercatnbios' d,e purttos d.e oista normales que reclanoa la leza: l,a qwe no es ilesfaaorqble a eie cancordato em.pírieo, ,1, en
naturalazc d,e ntu.estras índustrias: hwsos d,e l,owgitud social qve el caso iu.ro, la cier¿ciia y 'el poder d.el hombre ffiad,erno colocan
horad.an y atrauiewn las espesas cap@s estratilirodas de ln antipatí.a etu sus ¡¡Lctnos imstruntentos ihe u¡ta elicacia hwuáita, pard, crenr
y de la ignorancía ntutuas en. las coÍnu.nes laborcs tle la ecowomía est¿úos ile bíenestar y de giila lácil ntús cantpletos, más exÚensos
del puís,- Nuestras diaisiones cond.ucen a l,a ruina tatal, ile l,a y rnejores qwe antes. ¿Por qué no retontar, renwándolo, aquello
.Casa francesa. Ha.¡ que asociar sus luerzas cotwergentes. Asocie' que iwsa óiito? ¡Eso no pueile fracasar sí uno-se p-one,-un& aes
mos sin ewepcién desde los más simples jornaleros hasta los *t' *rú,t o la tarea can tod,o ei' corazón y con toda la cabeza!
prent@s grand,es jefes, sus calaborad,ares d,e todos los rangos, !, ¿For qué? áCómo y por qué no se lanzó este llarnado? O
em le aerilpil ile La aiáa nacional asegurémanos las acasiones ! c¡rindo ló fue,-¿cómo to-t" extendió ni pudo lranquear loe lími'
loi ¡nedios de d.iscutir jwntos el il,etalle d,e nuestros intereses. tes de tra pequJñ, provincia ocupada poi e] grupo- avanj-ailo de
Sem.ejante .organistno superiar debe t¡alaerse, sea con facilldad, los pioneris de la Tour de Pin? ¿Qué es- l-o que impidié a pa-
@ con d,ifícwltad, tr)ero segurqfirente, fraternal. jPor qu.é no? La tron-es y obreros recogex esas voces perdidas y darleo nn oco
[Jnün det Síndícáto es á$recha y d.írecta, y lo seguirá sbndo. debido?
Farece que nadie podría rehusar su atención a los corrienzos
-tana.bíén,
Puede haber ot¡a unión amplia y durable cornparable
c ssas uniones ter¡itoriales que juntot. a pobres y ri.cos, d,írigentes de aquella'u.p"rrrroi áCómo o por qué se Ie tenía lepugnancia?
y dirigíilos, en el .cuerpo y el corazón ile uw misma patria. Lo Si habÍa negáciaciones-delicailas que conilucir, ¿quién podía va'
que *rá ln Corporación. cilar en abr"irlas?
'tal perspectioa equíanle muy bí,en a un armí*ício. Admítanos ¿Quién podía en principio rechazar §u examen?
qu. eí, ui comí,enio no hayá mtú,s que una corta tregua. ¡ Así ¿Quién?
sea! Después d.e haber tratailo una oez, se trataría dos y tes La democracia.
oeces. Déspués * ltcgaría a hablar como buenos amigos y ld Ella sola, cuya acción está visible en toilas partes.
gueirq impía dejaría ile *¡ enilémiu y sístemática, Las conilicio' La demo"tu.i" oropa aI Estado legislador con su gobierno di'
viiliilo y divisor.
I

t
I

r[ "
42 MIS IDEAS POI,ÍTICAS
CH,ARLES MAURRAS 43
La democracia trabaja, amenaza, obseeiona y paraliza a
patrouado. su cada vez más ricos y los pobres cada vez más
más pobres. El cureo
La
rJa democracia y agit-a qe lae
de coua§.nos valió
.rac cosao.nos vauo otrae üesolcnaS: no aquélla.
otraS desdichae: .En el enri-
aquella. En
oemocracta excita
exctta ¡' agita a su proletariado.
de ieforma_ q1"9 d-;;r¡" a" leer y quo quecimiento .Iel- mundo, un ahorro generalizaáoo la difusión de
..^I.,Tr-"
tiende
trende a_la,!l _n_ros5am3
paz. la
a Ia paz, rerfsctÁ el
Ia democracia redactó al suyo, nrra ii""a,í
srro^ quu +io-,li a t^ Ia riqueza mobiliaria, la fiscalidad aL servicio de los desposeíiloe
desposeíilos
gu-erra. Dueña de una va.sta porción del *""ao óf."*, ^- U y en detrim_ento de los otros, la división y la erpoliaciéi de las
-r" ái" por
po" herencias, el- envilecimiento cle Ia propiedail rura¡I, dibujaron una
ásí decir contrqtó uou ob"á ;tr.. ;";;;;"r;i';;;r";T ñ; o varias evoluciones muy diferentes de la que anunciabi la falsa
postula qás gerre.uit ío*.t"rtá na"- a'itliw""¡-
¡ren-samfe_ntg qás
mi1ytg_le ta tsualdua, a.*"r§oniiii- pia iguata". -- -- ---*
1u ¡ren-samfe-ntg "ley de bronce". Salvo crisis de paro «Iebidás a accideutes locales
r,r Numero democrático tiende a construir una sociedad for- y temporari-os, casi todos políticos, se vive trabajando, y nadie
mada de unidades igqales, que no existe ni p""a" - L-irii.. El se halla reducido al extremo anunciado en 1848 de morir com-
Número democrático-tiendl á" batiendo.
formada en grupos desiguales, únicos "r" -od, "-a;;;; ü'üi"aua Se ha visto declinar y debilitarse igua;tmente .otro llustre me-
que existen ""pu.u.
á"-"ia" f-,a,,i.o. dio de justificar sangrientas predicaciones. Ninguna ley de la
La democracia es una. di-osa guerr-era. flace reñir\ los par- historia universal consagra las clages a combatirsó siu cesar. Eilo
tidoe políticos, al emitir _ Ia pá.raOji"" promesa ¿t"a,".r. ha ocurrido. A veces. A menudo. En eiertas épocas. En lugares
permanente. y apacible de la batallá indefinida, que pres-
un determinados y co_ntados. EI combate de los .icos y de loe po-
:5l3do
cr'¡be en su constitución y en su Ley; pretende también ordienar bres es _un episodio final de los regímenee democráticos. Péro
y -organizar el trabajo encendiendo- eritre los diverso, i""tor". no siendo ese régimen ni perpetuo ni univereal, el conllicto de
del, trabajo !r:r sistema Ias clases no es bastante extenso ni bastante importante para ex-
_regurar de i""iti"!"iu"r-"""-*lt"i'"r. pJicar en el presente, en el pasado, y en el futuro, toda-Ia mar-
Pero un día u otro la temocracia socia'l-ña;; ;;;;^ ü-d"*o-
cracia política: acaba-por. confesar cha del género humano, ni siquiera para dar Ia clave de sus
ni de negociaciones. rlirá la guerra hasta-que no se trata ni dá par
que l" g"*.r-""il po" principales tendencias. Aquella ley es imaginaria. E impiilió ilis-
falta 4e combatientes, quedanáo el combatil"t" ;o" pro[etJo eli- tinguir a la verdadera. Pues mucho más grave y extenso fue el
minado por una dictadura del proretari"rlo que uri"t"i"- toao otro . antagonismo rnuy diferente, que se produce de modo inmi-
eI que-no es proletarig e-l pode-r político, a'ñáa"r- " trente, no de clase a clase, sino en el interior de una clase
y -siem-
pre la -mism_a*, la que dirige o domina, aristocracia o burguesía.
1iq d]¡{a, como en Rusiao la-misma vida, pasaná. t"a", ".""¿ñi"o
f.¡-f,i"o",
del difunto a una re_parii¡, ropo"rtr-uát" iú"t, ñ;-rñ; -ile I¡ Aquí o allá; gro o pueblo.pincüe
allá; Pueblo masro pueblo pingüe pueden entñtanto
entrietanto
posesión en comrin de los meáios de nrodulció;.- - reñir. Por todas partes y en todo tiernpoo (Iue se Ievanten
tie¡npo. basta que
tiernpoo Ievanteri
-p"u, grandes casas, helas enfrentadas: el universo de -las oligarquías
,cornrin váIdrá lo q';
- Esta posesión en o bien el
instrEmento caerá de las manos del o'breroo "¿iu, es una eterna Verona donde sus Monteseos y sus Capuletos se
l'pi"J¡.irá"ili"neg
variables y desiqua;lgso s_egrln su fuerza, ," ipli"l".ió",- su ña¡if¡- disputan con furor constante. Allí no se ve oira paz que por la
dado su .-saber' El o'derechó" igual fuerza, y que viene del exterior, salvo en circunstanciai exirema-
.á soste;ar.a- m;cho ti"*po
ante eI 'ohecho" de Ia cxtremal de 1o h infinito durig*utá;l tiri"" y damente raras que permitieron el nacimiento de los Patriciadoe
moral.de los-eopa_rtícipes. Se puede hablarr ;;;';;;;;r.'tu U imperiales de la Ilistoria. Que sean del Oro, de la Sangre, de Ia
muy improbáble duraCión de ios efectos d" ;;""1--ú;;obable fnteligencia, las minorías tienen la propiedad de rivalizar y des-
garlarse hasta que se siga la muerte. La lucha d,e las clcses no
i

reparto-igualitario. Fr¡era de Rusia,_do4{e_ la p"ü"baesi; l";h;,


podría explicar la continua batalla intestina que se libra en el
I

no es sin-o un porvenir que está en Ia falda a" l.r-ñior"r. p" fá -j


j
democraeia social, lo actual, lo vivo, no está allí. su vida consiste seno de aquella clase. Por el contrario es su propia batalla Ia
eseneralmente en su pasión guerrera? que nada tieue de
I
gge suscita el género de lucha caracter.izada por Ia aceión de las
eeoné,mico, pasién entóramente p'olitio-y *l-rll*-o '.i ."
social
I
I
plebes contra los patriciados: sublevaciones casi siempre condu-
1i,d"
qü-rere rmpolitica e inmoral, pues, lleva violentamente cidas por patricios desertores dle su clase y animados contra sus
qión y_a_ la civilización_, ru^c"ída ii"ul, p;;;;-áiü"ilu^Iio"t-
a la Na_ pares de feroces rencores sembrados por su guerra fratricida. Los
despiadada: eu pasióu de la igualilaá. - Gracos eran la flor del patriciado de Roma. El ultimo dictador
rara mantener esta lueha los políticos de ra dernocracia so- popularo Julio César, deacendía de Yulo, de Eneas, de Venus.
cialo ves_tidos de doctores, .u Eso se había visto en Clístenes y en Pericles. Lo que se volvió
1i-empo debilitó mucho sus'primái:ás "pii."io" " J"riifáurlr.--p;;,
,"to-urrtrr. ya -rá
no es-posi-
el a dar eu todos nuestros reyes del mercado, en todos nuestros
ble sostener, eomo hace seienra ,¡or, t"J i"r--"i.* ürut"* Mirabeau. Eso continúa bajo nuestros ojos en todo- eee mundillo
perverso de'plutécratas demagogos, abogadillos radicales, socialis-

"1
,i

44 MrS IDEAS POLÍTTCAS I
.i
C}I,ARLES MAURRAS 45
tas y comunista§, nacidos de burgueses y burgueeas, Eoovilizados
contra su burguesía por apetitos y celos de burgraesee. Así con- cou las rr¡ismas voces de orden, el trabaio del obrero r1_o ilebe
sideradas, las luchas de las clases parecen rnucl¡o menos espon- piezas que proiluée, -sino sornetido a la
r"* i-*o"urado por las -emplea-
táneas de lo que son: tra iuiciativa les viene de otra paf,te y re- ilet tiempo que en-prodlucirlas. ¿Absurdo? Es
-resulta
vela un frecuente carácter de artificio polítieo muy püro... "i"aiá" para
u¡r"rao -ello el liourbre que su víctiTa, para Ia industria
Y después, ¡las clases! que con Bierde libertáil y calidad, para- la- naci6n qrya rrdna
¡Las clasesJ ¡Una cosa pequeñísima en comparaeión eo¡r eI .'r. Pero la iazón democrática queila satisfecha eon elevar una
gran hecho natural e histórico que jarraás nació simo por un áiii"Ji"a rnás contra el obrero lue quisiese poner el pie -en se el
acuerdo superior entre las clases,'general, total, cousistente, re- superior de s¡r oficio o d-e srr arte. Neutralízase así o
sistente: ¡Las Naciones! "rs"ló; ri" cualidade.s personales, su especial habilidad" todo
¡Y es en nombre de este pobre mito de las }uchas de clases "ié".iá que puede valerll alguna 'promoción a la autoriilad en
,q"ullo
como se cree desmembrar aquella organizacién vertical" de las la ¡¡olítióa. Éor medio del sindicato, la tribuna, el diario, loe
I{aciones en provecho de una alianza horizontal e internacional podrán volverse consejeros municipales o generales,
de las Claees! DIo digamos: olla de barro contra otrla de hierro. "u*'"."á", áenadores, ministro-s, piesidentes: parones, no, jamás'
fi¡i;;A;;,
Digamos: ¡simple olla de ensueño! §[o se logré crear ninguna §e.- i; enáeña que eá imposible. Se pone sumo cuidado en decir-
fnternacional. La que existía antes de la guerra de 1914r- ¡se sería sospechogo] Cuanilo por azar lo que uo ilebía o_cu-.
i", -oo"rr",
quebró en ella ! Después de tra guerra se fu¡¡danon dos, tres, ..i, ""u -;-'"rpituiitt", el obrero tlegaalo a la rnaestría se vuelve
"o"ido se le pone
€uatro, lo que equivale decir: ninguna. En eI únieo lugar donde di;;.trr I'a eliqueta de tránsfuga; ve§e
-traición.
se haya visto su sombra, Io que se fundó lo fue por Ia nación i"""ip"a.í de'una especie de Lo que no. quita para qu6,
judía en el marco de otra nación organizada, der¡tro de la¡ Se vio en el Norte,-que cuando un raro agravio se hará_a sus
fronteras de un imperio, preexistente, y ese rmonstruo r¡o cesó de hiios y a sue nietos de
"o*O- no salieron del muslo de Júpiter:
evolucionar hacia Ia restauracién de Io Nacional, de Xo Militar iíiilá"- abuclos lueron iistos en la mina o cerca del telar "ile'
y lo gue es aun más significativo, se pu6o a dieznnar a tros inicia- i.Tuvieron, pueso algún medio de abandonar su condici-én
dores de su Revolución, a encarcelar y matar e!¡ tauto euanto ;.-"d;;;á;; 'au í" tíerra?, áde treparse al mástil social?, ¿de
pudo a sus judíos, solo y único cimiento de tra l¡rternacional. atrapar la sortija? Luego, pues, la ley-de las cosas ¿es un poco
Miremos entre nosotros, la misma historia. Los gastos ¡ailitares a *"olot inhurrana de lo que vosotros deciais? -
los cuales sus cliarios no habían cesado de oponerse desde hace -S;úr; ártas observacio¡,es cien veces formuladas, a nüestra loca
cincuenta años y para los cuales sus diputados janoás habían i"ráñt"a t" gustaba repetir que -PoeteJ gabierno no
es socialista. No.
votado un céntimo; ¡ cuaDto se trató de explicar Ia palinoilia, sus i\d ,; *lo q:u, demociátíco. lo que,hace y es no p-uece ten-
retóricos se intitulan otGobierno Nacional' +a(srr eI sentido ele- il". ri"" a multiplicar o complicar l-oi obstáculos materiales_Le para
vado de Ia pala$¡¿"-! f" ,"g"tr.i¿n urá,,l de la cueiti;n obrera. Tal es su oficio. es

, Loe antinacionalee confiesan así que las naciones eorresponden p";il-;;tener la guerra gocial: óu guerra. Excluye por defi-
a necesidadee naturaleso mucho máe fuertes que sus charlatane- nición todo régirnen corporativo, puee 8e trata de un regJmen
rías, puesto que se los llevan por delante y los pisoteam, a elloa e; ;;". El-otrre"to que se deiara ieñtar por ese régimen sería un
que 6e negaban a aceptarlas. *""^cd"; el patrón, un chariatán. ¿Por-qué? Porqüe la diferen-
Nada hai más ser{o en las otras {órrnulas con que tra democra- ;i; :i; lís e'taalios y de las conalicionei no prineipioes negacla por el
cia soeial intenta excuear su perniciosa batalla. Dichae fór¡¡lulas rérimen corporativo.'La corporacióu viola el esencial,
gue ante todo nada tienen de social, son las rr¡onótonas voces de ;; d"-;" ro'"i*li.*o lógieo f honrailo, sino rle la política r1emo-
orden de politicastros revolucionarios en favor de Ia monótona crática: la igualdad
utopía de la igualdarl. For ellas se condena so pretexto de inrno- por la rnilma razón se ilebdrá proscribir la máxima ile coope-
ralidad, eI provecho: desde entonces la pura obediencia detr Deber .r.ián social articulada por AuguJto Comteo que antes adrniraron
o el puro Amor jserán los ángeles del trabajador? Es que Be y practicaron los 'onoblei p-r9-le-tarios" de su obediencilr.-"protec'
espe¡:a que así trabajará poco, no se esmerará, ni alrorrará, ni so L¡íi-li iri-fweites a tos'débi1es, ileoocí1n d.e los ilébiles hacia
perfeccionará, en suma no saldrá de su clase y quedará rema- lát'"¡1""át;.'í;; ""iij"át -gorporatistas delpensar Libro pasaban por
chado, sólidamente remachado, en el sentimiento de la eternidad confósar aquel principio. Hasta parecían con un papa
de eu mal: las buenas actitudeso las útiles cóIeras, ilae proveeho- oo lráy lro*Ure-tan ríco er1é no necesite cle otro; que no
s_as envidias seguirán fermentánio para los polítióor, qiro haeen
"ji" ai*ri'tan- ioble, qu" átgo no pueil'a ser ú'til Q atro"'s
nil
de ellas su ganapán. "o
I
s León X[II.
.i
.l
46 MIS IDEAS POLÍTICAS
CI{A,RLES MAURRAS 47
Fn aquellos tiempos pasrorales eI socialismo exhibía
humana, no _ desnitura-Iizada p;" -i" -á;;""".i"1'--'-' una forma . noble industria de nuestro coraje y de nueotro espíritu vale máe
que las diatribas o las jeremiadas, y sobre todo que el dogma de
-!* *dr tnutua es inüipen*uli,--lt üü
nada de ayuda
de ra naturareza. fatales quejas perpetuas sobre desdichas incurables. EI eifuerzb
-¡r\o, -de mutua! I

humano es duro. Su meritoria pena debe comprobarse con firme-


¡Sob-re rodo nada ley naiirat!
La demoeracia social irr-ái." un igualitarisrno contra natura la, frente a la arrogante satisfacción que hincha al optimismo.
según eI cuat et ft¡erre áebe insulia;;r_á;bii--v ' ciego, estrecho y cruel. Ni los .demócratas liberales, ni los de-
al fuerte. "i"áá¡ril
odiar móeratas soeiales, éstos llorando y aquéllos riendo, no alcanzan
I-a misrna voluntad de_alimentar este odio, para_perpetuar a legitimar el monismo simplista que les hace olvidar la mitad
combare alcanzará con Ia *ir*, áilr*u.iéri t"aá-íü--s;atuito aquel de las cosas. Ni los unos ni los otros entienden nada de Ia dua-
que inspirase al parronado su religió; o su bondad--El"obru.o Iidad profunda qere parece el ritmo ordinario y extraorilinario
tiene eI deber dá rehusar Ao-"u1, es cuestión de itieni¿tad. del ¡¡niverso.
¡ Como si pudiese resrrttar indigro
"r_o. Así, cuando se sigue eL c¡¡rso ile las ideas madres, se es llevado
se ofrece de buen grado! pero'á-¿o"""t" """ibi- d;;;# ü.iai""l, nr"
eventual siempre debe
a gene.ralidades casi exteriores a la Física de las sociedades. Pero
ser_eonsiderado coñ¡ un laclrónlD;iü hdr.ón:
roha a tra 6ocie- los hechos observables concuerdan Io. suficiente para revelar la
dad (en las plusvalírr),. ,olr, causa política luminosa, esencial, de Ios con{lictos sociales a que
.J t---f"¡áa", a;; ;i;_;"Jlrol. V
'á"""ffi1'r,rir.",
ese ladrón se-i.ecto ,,o iiurr" liq"i"r"
ni de restituir. co¡r li;;"*i; asistimos: ¡democracia! ¡democracia!
Quienquier:a pierda de vista esta luz está condenado a la con'
;;;; ili.;?"iilill
tronal son calificadas il,{i.",;i {fi;::i:t,ff,,ry}
,,pot"ioiiiri",,; ;"i:"#,
-;;ñ;1"
-;l: fusién de los peores equívocos. Todos los días se oye censurar
al Comunismo, rnuy digno de censura por cierto. Se átaca al So-
ge *"rr.t
hostilid_ad radical a toda
t
-rJ"lrr.-lñ"-ijfu,
á"sar"ollo de" s"; """
Ia rnasisrirüri
cialismo, por cierto muy reprensible. Pero lo que hay que re-
rlel padre de famitia i"
"*;";;ió;
""va demast"d;1"j";i
"iá" ;;;%;i" prender eseneialrnente en ellos es un punto que les ee común,
el mismo punto que induee a un tercer partidoo el partido radical,.
cahu-lario de enernisrad_
e,l Iógico sentimiento d" i., e;;;;;
t;;i;":-;Ji ""-
¡i"o a su Estatismo, animado del mismo ritmo de repartija igualitaria
prirneros arreglos sociales, q_"" rraár'¿"
á; ñ' d;il;;..í,'IJCr" iou rl
I

y no menos enemigo del hor¡lbre que los otros dos sistemas: en


vedoras aI hombrecillo-rev, áesde er minuto"y sul"r-o'ri.tuiur"Iorrro_ I
Ios tres casos .la misma tendencia a la nivelación hace negar o
advenimiento. su entera escuera-d"bu--porr"rse ;i;;dá""d"
en guerra
,o qombatiro todos los apaciguamientoc naturales, y positivos, luego
todo Io -que-eI_SisteTa de h ñ;";;I*"'_poede contra desiguales en forma y materia, que pueden proponerse, estudiarse.
picio v benévolo. AI dogma d;-ü ""*p'*i"r-d" pro-
b;;i;"di
-.;;;;ió"u'iá a"l
y obtenerse
corazón humano- agrgg_as_e_ "rr.o"i""o
ir-ir""¿ti", ".r*ii"r ,r* En los tres casoe, en grados de diferentes fanatisuros, estalla la
',r,aldad fundameítaiaEi-Mr"i""quí v"a"'i, vida: er uno y Ia otra fe en que ninguna vida pueda vivirse ni feliz ni honorablemente
deben tenerse por enemig_or lo"rrrí"'ir ga- sino por la igualdad. Fero tarde o. temprano estalla aquel fondo
irero hu¡nano. El fondo áe ru "riri¿üv-ra]"iiüaár
,rá"iri"'r."qoiuJá.a único del triple error general que arroja a víctimas y verdugos,
ción y
-r'egula{ a Ia carumnia g"""r"i- a"t il. E;;; J"* "-iu-t*igrr-
áá"r-i. al sentimiento de una batalla sin salida.
na1-Jey de tas cosas aquello _qüe r"""grii"J d;;;;r;"irü"*rrao Es que el gran mal no proviene ni detr Comunismo ni dal So-
artificio-: jno exigen que eI" i""".i" pare.zca necegariamente cialismo, ni del Estatismo railical, sino ile Ia democracia. Quitar
inclinado a a*ibuirse, ii"*p""--¡r r _;;á;r;il;; ;;,i;"1i1rou"- la democracia, y un Comunismo no igualitario pueile tomar des-
arrollos útiles a Ia luz de pasadas experiencias; Ios bienee co-
.l

:lr.?^l:"-::.n^Tielen et'n ar- aeryii pérder, siemlre y


en tooas partes, en eI,age
juego de Ia vida? ^n"*;ca
Fero si frr"r" "ir*"_
I munales fueron rnás frecuentes en.la antigua Francia gue en
[_eómo obtendría el homb]ecillo, srilis pro biá,;i "ro "i".to, I la nueva; del mismo rnodo, Ias comunidades poseeiloras; e[ ceno-
diato a, lo que Ie e.s necesario en"el capital arnbiente? "-;;; I

hitismo de Ias congregaciones religiosas llevó al extremo diversos


LoE democratas liberares chochean. pretenden o sobrentienden rnodos de posesión sin propiedad, pero que inclinaba al despren'
que basta dejar hacer a los elernento, dimiento de los bienes ¡materiales y no al furor de Ia igualdad en
""]r-u-"üá;.;;;;;'lorgi"
de ellos la solución ex.el"nt",-o-ü-;";;, *"i" príih".'-i1", l"- eI reparto o el disfrute. Por la misma razón, un Socialismo no
yes del mundo no son tr" ¿ít""rl T;d;, nos igualitario conformaría su sistema de propiedades sindicales y
menudo tan rigurosos com-o deliciosos. -p;; ,ir- -;;a; efectoe a
propinan,
Joi-ur"oru
. corporativas a la naturaleza de Ias cosas? )r no a utopismos arti'
no-es hostil al hombre, y eI hombr;;ü";i" p*práa"á'aá"u*trru, I
ficiosos. Un Estatismo no igualitario puede tener Ias miqmas
el bien de aquello que- en uo principi; p;;d"-lr;""r: i¿l- Brt" I
virtudes... ¿El Estado?- ¡Si, el Estado!! Pero ¿cuál
I
Estado? No-áCómo?
eI Estado de la demoeraeia, simple rapiña universal,
rl
{
18 MIS IDEAS POI,ITICA.S
CHAALES MAURRAS u9
donde cada uno acomete y de donde nadie saca máo que eobras.
El Estado del bien público puede eonce.bir esta o aquella empresa Gailhard-Bancel, decía que la primera cohdición de sus éritoc
determinada, que el interés nacional juotifica. Cuando Luis XtrV á""""ál¿-rt"-pi" dr un espíritu de beuevolencia y amistad" lo
funilaba Los Gobelinos, ninguna máxirna lo obiigaba a generalizar *ñ- u- -"""dó debido, en su católica Ariléche, -al sentimiento
el eictema, ni a prolongarlo si hubiese resultado oneroso. En toda ;ii.i;; otros sentimientos pueden influir igualmente: el p{
tentativa por regular la cuestión socialo la al¡Iación previa de Ia ;;idít;;, "1 "itit*o, el e-spíriíu de-buena vecindad, preciso
iqué ee yo?
que el virus
dernoer4cia se impone exactamente como las precaueione¡ de la i;;;; q¡¡s tales impulios
-lucÉas prevalezcan,
-clases
es
asepsia en el tratamiento de una herida. :;;";J;""á iot t"t de v ile paitiilo quétle radical-
demociático, la Democracia eocial
-
Con el tnorbu.s democratieus desaparece el escáuilalo del patro' -E"iE- p".á""t. , eI Estailo
nado, y del estimulaute regular. que da el Estado a los menoreg d"ú "ii"|ri""a"Lo que no es posible sin- "op-eracíoltns-iXe polfuía
casos de antagonisroo social, a los más superficiales, a los már ,*-1"i" rudas" los agitailores de-oficio' Tod-o régim-en
artificialeso que su ley quiere extender y envenenar por gusto. "oirtt, p9i sus convuleiones revolucionarias
y parlamentario,
Emancipadas de las ideas eomo de los sentiroientos y de las fac- "iá*r!"á-
iág"liruaui, i.u" .rou tribu-de perturbadores activa y-Yoraz: no
cionee de la de¡nocracia, Ias buenas voluntades existerites recobran .""iá, po"á" arrancar su cebo sino a la fuerza. En Italia so Dece'
¡u libertad de movimiento, los espíritus cesan de sufrir tensiones .iá-"ri" atát"¿lo.r. El genio de la dictadur,a -y ilel dictador cal'
aistemáticae, las animoeidades arti{iciales, nacidas de la instigaeién mó. r¡acificó v reanimó-a un paíe que vacilaba e¡tre lag fiebroe
de los políticos pueden eaer, atenuarse y arreglarse. Los arreglos ;- üJl;;*"ideces. Devolvió a- su destino, a una raza_ ardien_te,
deseables hallaránge en libertad do elaboranse y concluirse. Lo í"t"üg;;i;:-pr.i""tu, valiente. Lo-gró más de una -Yez dar vuelta
que no es fatalo sino posible, el Bien, §e intenta y se prosig¡re; a ;iilE;¡;i;.j bi"rr'común- qquellb que habría .poiliilo deservirlo'
veceso se hace. er":*".t"s que sean lao diferencias-que se deban establecer en-
Aquel bien renace a lo largo de lae fronteras francesas. Los iü t" -t""t"uiiraciót adoptada por lta'Lia, cuya uniilad- data tlo
políticos de las democraciae venciilae debieron refugiar entre lS1O, libertades locales tlebiilag a un país tan antiguamento
v las-"om;
nosotros su desesperación. ¡Se comlrende ol furor de log Sturro, ,riiii"áa. ;i nue6tro, debemos ver eÁta evidencia¡ con el
de loe Nitti, de los Labriola! En efecto, iqué es el rmcrsuo? *;¿;il;, eI gran daño comunista_ y las renacienteq ilecepcionos
Un Socialiemo liberailo de la democracia. Un Sindiealisrno emar' -il
d;i-;;;i;iit*o"fu"to, ahomadas a la penínsqlq' pueblo' y e-s-ab§ur'lo sos'
cipado de Ias trabag a que la lucha de clases había sometido el ;;";-ñ;ñ;'a aI precio del aplastamiento del El pueblo
trüajo italiano. Una voluntad metédica y feliz de apretar en uB Ji.fr"t" lirgo ile que el
I

áli"ir=iáiirlo
-no hace tiempo uu -estatuto
noismo tohaz' todos los factores humanos de la protlucción na- ;;;;il" tiene. Gran importancia ee le ila en éI, como e§ rr8'
cional: patroaes, empleados, técnicos, ol¡rerog. Una decisión de ;;i-; iaÁ deseonfirnrat [umanas sieúpre despiertas, yy que tie-
cncarar, tratar y resolver la cuestión obrera en sí rnísma, ponien- *"-t"r¿"-de ser: ei régi¡'en se emp-eñá eu esiable-cer consoli-
ilo (le lado toda quimera, y de unir los sindicatos en corporacio- A; t, c*""ría para tqs,- hogares mo-ilestos po-r meilio de sólidos
nec, dé coordinarlos; de incorporar al proletario en las actividades cántratoi. Pero estoe mismós contratos podrían ganar o perder
-
hereditarias y tradicionales del Estado histórico de la Pauia, y mucho de su eficacia material, segrin el espíritu qu-e los determi-
dostruir de ese modo el escándalo social del proletariado, Este ;;;-ir;;t* q"u io. ani¡ne-'Ahira biel,- el impulso natural de
F^scrsMo rule a los hombres en el acuerdo: hace jugar lag i; r*ñ*i-q""a'" aquí reco*ocidlo, alentado, premiado, aIlaproJrmo' política
fuerzae naturales juntae, asegura las funciones sociales más va- va de acuerdo eon la religión para'predicar e[ amor
riadas con ayuda de los gran-des y de los pequeños, siendo clasi- á, a".i",fi-m.ái prójimo áu nü"-.troi semejantes,.en. la calle, en
ficados todos los obreros de Ia misma producción con referencia la ciudail, en la provincia, en el Ejstado no puclrendo eI genero
a su oBJETo común y no en relación con el Esiado, en tra coadi- "-¿"i" tá,
hu¡rrano venir eino en quinto lugar.
ción y Iugar personal del suJETo, cualquiera q¡re sea: vuélvese ,"r"li*áor ile esta pol-ítica de la ¡nano tend.íáa, es nor-
-áároo"r*"ias
posible el diálogo entre Ios ciudadanos, y en efecto, se hablan o[í- q"; k. al h-aber adoptado la Jórrrula.. del puño
en Iugar do insultarse. El Estado nacional invita a la amistad y ;;;dú;: *-huyu, dado la voz de orden eomún del "antifascis-
a tra unión, en lugar de incitar al oilio y a la división, corno lo *r;,*.i Á"yoí i"t"r¿r-"iiul consiste en impedir -la -formación de
hace y debe haeerlo el Estado democrático electivo. Naila irnpide ;;á"- ñ -"r'.iá"d rendiente a suprimir o reilucir las competen-
etperar que se sigan buenos hábitoso y que la corilialiilail vuelva lii"¿" qtil-átl"r-"i".". Por esto-concluyo que €npor ningrin orden
a deeliraige en láa relacioues sociales hagta entouceg dominadac ;;rl;*girí páiltá surgir si no se arrancar al
-emp-iez.a
por un antagoniemo envidioso. ¡Pues todo sale de ahí! O casi ;;;;"-;b?;to-á"-i*"i -áecir,á*oi.".i., ilespués áe ha[er arraucádose
todo. Uno de los iniciadores del eindicalismo agrícola en Francia, * áit*", quiero
o-"r antes que nadie- eI burgués' . -
err" p""íéJtico uo e, íuw". Se sabía Io que se ilecía haee Ya

l,
I
50 MIS IDEAS POLÍTICAS
cuarenta-- años 4 cuando se recogía- I-a- experiencia de
ros mayoree
v las refle:ione€ personales en trá dobte á¿*i"r"-áu"á"ii
c¡acia es el rnal, la d'emocracia es ra *uert", sa"
ü'a"*"-
-qJ;;rtl-uu"tu CIIARLES MAURRAS 51
se nuelve tágiea, sus pr_odro-mos Be anun"i"o -*rv- o ideólogos, o u¡los y otros, atejtig:uan Ia misma violeuta presión
Áoeles. -áe¡naciinali¿a
trabajaior es inducido a"o*f derorgríirá, y del or-iente semira sobre un occldente que ella
?:T_q-T*r:,
destrurr aquello,eue,el
de que deb_ería vivir, el absurdo íul pro.écti-^ antes de desmoralizarlo. Esre murirnis;o
¡niento u¡ás o meno-s conocido y ailivinado, ;;;;-;".;;;r'ioul"o- _¿" ¡"&"r-"iiliiJr, ur-
vado _al paroxismo por su d"*""-.il-¡s"rúüriu*i-q"üTr"rrri¡"
colías, amarsura-s dolorosas o ináanas -iildJiiü" verdaderos sacrifieioi humanos, -i.aá
n"-'orráo
;; ü*, 1;;oo.,
¡

-to
"¿i;;;. p; h;;;;ii" "i "rpi-
ritr¡ de este régirren- contra üatura acabaron
otros' eomo en Rusia y en España, estados'de fanática-pasión oor.
I

::i* 11.::t_y: cuando JJ"r.'¡, r,.,a


racron, eI energúrneno judío todo lo destroza.
r; ñ;ü"'r#i" al'.,.pu_
bastante novedosos, definidos p^* ú,,- gorto punzante hacia ra Pero es preciso no olvidar que an_tes del brutal estalliilo judío,
nnatanza por Ia matanza a menu-do seguiáo_po"-á"r-"or-au-r"iq"i- una pacien,te política, ,o
Iamiento -"rris judía, U"fi, ,ái"rü" T.r"-riotoo-
oroaü por ta via de Ia erosión.
dio y a Ia -que no -estág en desacuerdo"co" lár tu"á"""iaJ-ai'suici- comptemg,¡an el uno por el
Los ilos tralajos se eiplicán y ae
esterilidad. La raza t t", ñ;-;";b;;;;iio""oo _otro; iá-E;;il;;;;;ráírrá'r"ui"-
rnismo__imp .rlso que Ios irritadoé coraror"s. "I Tette Ia Revotución, L- que hrcl'
La Nlaturaleza del Ser social y vivo, desaiiado por el Nivel, es de José De Maiutre: iErÁu. ";;p;;e;;Ir;;í"b;-i¡*¡r*
detestada. Se la odia y persigue h"rtí g h, ;r,'rriff". q""
e-I h_ombre ef ímero intónla_ roñr"r¡ri.r".
-
pasado- i; h
"ft;;-
hasemos tgbta iiia,;, a*n;r- ü;'ffi;l-;"J#áo
1""- i "o"o ai",
"d.el "iil
arrnarios y quemados los granergr, porr"o -;, ;;;;ird;';;;"ii;lo,
Ias artes y Ia cienciu q"iriár""-á;;; li por_ VI
:::.-qi:.:l__g_g1io:
venrr entrevi.to en sueñqs; estatua§r.cuadros y ,oorr*"rto, ¿A,DÓNDE vAN LoS FRANCESES?
bajo el hacha y el martilló. "rro
Esos frenesíes pueden sorprender, por Io que caracterizan
.-
epoca de excepciona,les subversiones, pero. también por a uua I
Y en¿reta-nto, las democracias languid-ecen en muchos lugares,
su epidemia tiene algo ajeno orért'.á b".iá-""i". Éiiu ütti-o Io que \!
I parret la §.evolució;";.tá ;;"id",';;"iíá"'"oo
punto es-el ¡ná-s grave: " grandes crisis moderrr", ii"r"o
las del mal y de la muerre, por aquellos ar,IiÉ"io
:"ri-_-p_o,l,toda,s
amor "l
un caracter oriental; _todas por su espíritu vivir sue animan aI sel ,e"li'J #.;;;;;:; "pltiir, ¿e
ffi#J"r""".JI
o judías por su aflojar: ia loe franceses
B:iir:l ;*:_'iql: xvr, -bíLlic-as
Ia Reformla ,l"",r"ril"-ñ"f";;;liri*;,
ttrancesa, después eu log siglos xvrrr y xrx las tres"revélu_
i; glldar expuesto a tantast".amenazas! '
"olrü ";;;;;;"""';; #H.,p*ud"
{elorrnE
cloues de .t.rancia. entre el Terror y la Comuna, por fin en Francia fue la nrirne_ra tle t"s en eufrir ciegamente utr
xx las eonvulsione'r a" nro.",i, á" ii"á",'l" M;üí
v*á" ii".."loo"
áI mal _que etta denómi"-¿ ,o-Íi"",
Iizartr'o, para devolvurlu- táar.
;;;;;;d;; il'ilil;:#'ll
"a"iones
-rLí ,r"_
n:yj:i
de expresar1q1gf
mispo- rasgo más o *"ío,
sea un hebraísmo intelectual, sea lós-
vivo, pará il"¡il;i;i; Renacirnienro francés de_ ras id;r"-á;-;;i;;"tó;;"r'iii"po"
"átá"¿"roe
tristes nombree. EI
du h;b;;;; m¡¡ndc: ¿Cémo no-produjá ;G J"e.ri",-."-lt""ir*phf,iro "I
y__l1"r:.,Lo que no es dudoso ni para".tuLr¡rero ni para v
ltnox, ni para Calvino, ni para Juan Jaeobé, ni para Marx, ni
+._:_1r1u, social en toda Ia extensión A" ,u"rt"'o orr. a
p3¡a Tro_st$y, ni .para'sus ái*-cípulá, rusor, Éúúri;-r-'iü¿"i.or. No reduzca*ros 6us efecros. A;;-ilñtJ#;'desde-
xv¡rr sido emitidas enrre nosotros las el fin der aiglo
un espectador desinterésado, eI señor Béraud, es-cribe a un ami-
go ju¡Iio: oo¿Puédese lítica. ,aturalo -¿, ,it". rüroi"J"áu
efectos y r".-L],r"eicias, no han cesado. EIIa
p.-
*" ártrá""*r.á qoá á [riÁ". -Ior
si gui ó exten dién do r
" v p.oior, Jte"til-r-rr-'lrancesa,
horotador de Rusia se "ecordár
lla,qa ñ";rú; que Ia" *ffrr.iuaoü "t- á r rál-.-á ü,i,;"r"|"rÍ.""ouo *,
A" en la rned.ida en que'piensa,,
Alernaaia se Ilama Ro.n i"""*b*sáj q"u el alborotador de turatnente a pensar en_ c-onrra""d" L *uá.;";;'ñse ha puesto na-
_Baviera ee ttama Kurt Eisneit il;á-Lm=ñtra'"i;;^Á;;;i" ."
trIarna otto Bauer;.-que er- abé.oiááo; d" ri;ii;-; ri"-*r -óiá"¿in contra de Ia muerte del Estado- §;;;ffi'y
y que eI alllorotador de Cataluña se llarna Moisés -Rosen- Pero habría sido necesario que este ""
rrrevs8 _pensamiento pudiese ü-
fundirse. En un naís- en q", lrJiá";;"[i";;;-;;"'";rt"Tt
berg" y que todos "tienen un n,aestro úniro, Marx,?,;- Ágiüdoree
tralor, la afl*enc-ia d" iu=l.ir,l,rü;á"#; lr*rtr;ibl";!ilii"o. "ro-
positivistas de la Resr¡uración, t i.t".i" J*".
i"i" §";ri¿T'Iiip""io,
4 Desde antes de La Encuesta sobae la Monarq,ufa. v de la Tercera Renúbrica hrl;.i;;-;;ü;do por elaborar un cuer-
po de docrrinas sin réprica. ñ;; ;;ü péro el inrerée
hostil logró -replicó.
-fabricar büerr", -r;ry+_q, á"r¿iiá". diq-.ir"
ner su nrarcha o arnorriguarla, ,,Med.io" *iúi¡"ü.=-i" ürj"duru. fiii frfr"
CTTARLES I\{AURRAS 53

52 MIS IDEAS POLÍTTCAS l\


ilos al gobierno. Tatr se cree, hasta cierto p-untlr Pero por rula
i*¿"-qi"-fruy q"g ruutis"átt' nu.e§tro diputailo d: I-^"::¡1rlscrin-
y? cgn justicia'
nodía Augusto Comtg muerto en I85?, quejarse electivo que, a Já" te de una protección- que €e vuelve necesaria contra
i;;rüi-;i^;"u-áo"'la consigna un Estado ".'"1 "s"t Ari iá--i"irír"ti"" i tr' *nif ormidatl de- a quellos re-
t"i""irlirli"¡
¡¡rerced del voto,
_de
aeEcuidar su defensa en la cabeza y 'á#;;i;;-"ápá"¿"i",;-á; q""'Francia. no ha cesado de eufrir;
el corazón de los "o-p*a"
votantes' a r r--^-
hace un¡
,ffT#i;;'-áU*rao-iáq"i"ü el absurdo remeilio electoral, que
De ahí un eurioso ilirot"io, pronto acrecentado deede r""ia titallaría si el
tJ Ur"?:Tri;d";- F-Báqueño campesino, el tomercianto,
enire los po¡ulareso los más sometiiloe
;i ffi;r;;;;lr,'"i rentista no tuviesen áqueltas especier
treintena de
i;;;.iá' a"",i'opot
años, -*i"iiiánislas pariiienses. que, nombrados en aEariencia pala
;i il;;i.r, ;,;il l-r-1"'iefis"""iu- nacional que'. máa
iát""tecibiilas en materia de á"
Iibre. pudo y supo'";;;i";l*t hacer leyes, tienen por oficio'reeorrer por cuenta de áe su clientela
? fir*Jia en Esra
-I;-;;;""ñr;-átt^t"i,
ti1i.l.rí,-il'"áf, política. reaccién llegó clara v t";";;;*r--4"-io. *i"i.tro. y Iai oficinas supuestos
Ios grandea
ñ;;;;; -i"oi"uo."" Hceo o de grados secundario v supe- uri-", reipiran nuestro. ciu-
-su§"
{acultad participan en gratr ,"iriüá--p,nUllrort "o*o todo,.
;ffi;i;
,medirla áe
ile sus fun- Hffi;J ¡1ñ-"i-plrá d" oo" buroc-rác-ia opresiva. C9n cuan-
ha hecho s¡r l-ey' por lo ge'
de ella, uo ,uiár-aJ1u1od"p"o¿encia natural
-;sci;iq do en la misma o""tiát oi diput"do que
ffii"r. F;";-ü fri*".iuqueli , quetla casi completamente i|rff'rái.ia",-;; ;i"|t* corn¡irenile ilebe obedecerla, exacta-
extraña, y hasta ,"'po"au'decir le- está sustraíala:-casi nado ;ffi"";;;;'u ruv;;;;;i o a".ü" empe-railor-: ésta no serla
sabe de pod"rolo-;;;i;;ü-
'i|air, su personal, formado más imperiosa que ;;"élL:i"-p"l"bt. ile iibertad escrita
en'las
"."
;;"d" d;"i; a" "riii"o.
r"*i""rio laicoi, llamailo-Escuela narertes de los palabra ile
nada sirve.-La
_i--a.- y 'que eI gran
Normal de maestros, tá á¿i"ttt' pap uga especie Revolución' de sacer'docio
i;;"ft;;;;*;;; "aitiüir'-i,nbli";t-á;
it"pide elector local sea un per6o-
iae* áe la sus -r'"j" es impotente para en;
h;;;;;i"á;il;;"""¿JJJ-ú"'"-"ü" tienen allí un atraso de top"tiof y- temi-ble. Tbtla
-ael esta charla
consrituiáo por lo-s inca-
"rüü
libros escolareso ,rr"LJri"áI"r-1"-"tt"áto
,ÍLá"; por ma8eaf,ar la mala .;iáá¿ si¡i".no
-4" t"t"tit"
ffidr; hr;;*ioag, determinada§ o Taine o espíritus
paces que *"oo. protluieron
-1i1.de
-año-s cuales comportaba
oien
ü"-iá1""." y libres ;;; R-""án o Fugtel ile,Coulangis 'i "r, uno de- los
ili"iit"iio. sucesivos, eadaq"iJ""t-1" responsabili.ilail ilividiileuna
Bainville ,oo or"tóái;;;ñ;t@ l" hdo' La C-ontrarrevolu' veinrena du ho*b*J.'"itü
al
r'tuo"i" por .Europa v et
l

ción espontánea qi"'t""-ar¿- ¡*g"t"t noventa dscu-elas 1l


i;iiliü ;;"-d;lr; :"t;;;;;; -;- ai"r'"
prácticamente disuelta. Pero _j,lstamenre eEas

¡nunilo Be detuvo {" eneargatlas crearon el


ránidas sucesiones,
1

"t*if "*¡táf -it*sponsabiÍidad v


I

igno- de indire'
ñ-á"1,á""t, áápurü*u". ;9; ^Por ilepartamento'-una
esog nue'os
ilogrnática
la o'masat del
:

d;i;"I;;;-;e;;ñ;;ñ;ñ;á;;
il?iffi" "¡í"-""*"ái;'á;-Lí de es-cepticismo
fue gente
rantina, alimenticiao oli"i"l. levitas,
hacia las nu- ffi;;;. calu"g. d_e gue
.la se
""*¡i".a Ia ilicitud! se la siente.
oueblo conserva, p"."-" ioao, un vago conformismo se resignara ,llñjr'rrt¿iiáo
#."H iiiñ:'idl"-r-J,rrp.;;tr"r y ñbsoletas,
;1;:;iá;;;'"';-el.oan v
institueionee
el vino de un
crimi-
pro' ii ".ili'?l-Ts;-la
"or, r;;;¡"i-l-sá t" :elaciona con §u causa? La
pero un pueblo ne-
íáil' iliriá" .i""á. -qt""it"-l' tlicL' el pequeño'alumno i*"rigri"rl;";á"- h-"birrr-"""1o.ileinilividuo_s,
sreso continuo. El ;H;á9 cesita hacer grr"- su cerebro colecüvo, siempre
il'"."r#"ñ;-fre;;e;;;-rii a"ar, que-un senero8o olvido post- "" tal guerra- larga v
áHiü ;;;;- q* ;i-;"u-,ie"?-io" pérd'iila dede-dinero'
"rr"erzo *ís"o"t
escolar haga justici;"h;';r";-f;iroi-Li"o"r.- ¡a
menudo! ¡Feliz- o aun d;;;i-;;;tme aquella causa
sangrienta,
rnente! No siemPre. . , r -r ,!---^ modo ñ-.oü;d;'pr"r"rrtu"-v ¡ t"g{'.''enteramente contra un-résimen
Después ile la esJuelita, la pequSña prensa está
del mismo
nolítico dererminailo'. iárpoliti"ustros ;o ni ite habiliilail
;;;-'aos;l La función de esta ;i "ri'e."tt
,t-.-"irl"io-h;i i"terésado'
f"to* la un curiogo fri'á;";#;iá;A;;;
"'¡b;;J; *".t, ip-á|! "üí; *anseúnte'
hacer oír bien alto Ia gloria
Drerlsa consiste
#;á;;
"o'-"Ipioaur""iu
de dernoeracia
Ntiesrro vieio -iÑ;i; 19st"9".
t"r,"J'i" ;;i;ilda, rer*récanos.
-i"a"nendencia.
-4""huto. de rcerrenecer a un .iñ-J"fu! iPero se empieza también a
;; i"y- dirección; ¡qué tástima!
.
pueblo tiene las ;#;'ü;; i. aates volvíase
señorial il"í;";;l;i;
--Ú; s€ntimiento ile duda e insaiiifacción acab-ó por nacer
y
hacia el rey por h""#;"í; ü ipr".i¿", iuese esta -clerical,
aumentar poco a poto' U' número creeiente de franceseg lo sin-
r"'#Ji?:t'y$*m"i::"1#';if "ffi tii"ü:I't#:ie":'"'#:' de salnar las liber'
tláitirsi¿n' t el éxito ilel tié. Mucha sente :;;;t;;¡"- ;;;.ál pretexto
e8 que t;;p"d;
For esto en evit-a-r
rÁ.i'pi,il¡"it, "ttr¡iáá" e! despotismé ile un partiilo que' as€gura
narcótico no es ;"ff"P# ;; áifi no si-empre t"- ocurre que [a l"r á-;""áár p."r,"ricailores y concusionarioo'
;;^;;; eu la i"-íirí""ia"a' ¿, 'acerca de ciertos- p-unt-os' Sobre
virtutl de lae p"hü;;; "J"cto'
Inclusioe
-iiU"ti'a a" quién?as-ota ile los Esta clarividencia ;; ;;;;"i'ado- ?ig-qlvente. A
otros aún brrr"a ,o-eiprlJlá"-áf"u"t" o ¡u virtuil
tarea. ZLa tiuert"á?'"S;, ñ;;9 ¿-La
iit"ttatl- tle- qué? de por los iliarios del
estafadores dd ¿1" ¿La- despecho ¿et mulÍle-- áptimismo prerlicailo
"h;;;-ikt"rli*i
estafar? po. ,opo"lt.- rJ-"*pá"ilJ que la libertacl general siern-
t*'ii"al"d"i;ñJtd;ái""t"ár t"r eiegiilos del voto eean iliprata-
I
itL --
54 MIS IDEAS POLfTICAS
regimen' y que constituye. un raro poder de embrutecimiento,
creciente desconrento dibe Ilegar g ;.ñ-i;'ffiiiig"o"i,
el CTIARLES MAURRAS 55
courrarrevolucionaria, cuyos desár"ollos, "".ir."
-
jrmá, a.i""iar{'I.táo en
pleno vuelo. aterrorizadas: intimidadas. Apenas Io sos¡iechan. La persecucién
- !g
opiqión oficial Io niega, fu_ndándose en un estaclo de inde. directa y formal suscitaría una satrubre irritación: Iá amenaza
cieióI y de apatía- que ella" óo"d;;;-; no cesar jamás. pero las queda oscura y vaga; no podría emprender nada contra la liber-
apatías son eacudidai por ra- inquietuJ ¿" l* -i"r""";;;;; tad de pensar, pero limita increíblemente su expresión en privado
cis-iones eeden al terrdr de las
ü, ioau-
--¡v¡vEve' ¡(¡ como en público. ¡Cómo se lamenta pronto haberee otmostradot!
i"",,,IÁ
sigus siendo cier_to _qu" t" ruÉ".id;á "ririr. i Cómo, a instancias de parientes y amigos, Ee promete con faci-
d;i- irrrtido reinante está
menos amenazada que o_cürriría ,i i; ;;;;;á"-á-J ipi"itu lidad a sí mismo y a los otros sno volver a hacerlot! EBte cesa-
$p Jo
francés hubiese hallado ui pr¿uro*-1orr"r"ro a que rismo sin César llega a desvirilizar a ciertos Eectorer del paíe
cho en los medios do-1de_ r"^h"r"iu ¡Iubido ,".rtii ,ii tenía dere- real, aquellos que están más próximos al país lesal. ¡JamáJ se
e.uiT-i*po"-
trncia y- su-alta necesidad. Después d;-;r*ri;;;; ;rrf; jiii."ulo dirá bastante. qué mal moral nos hicieron en eso las institucio-
Fust_el de Coulange,-.que reunié ; ;; ;i;;";";;"-a"" nes del año vrrr! Es su despotismo anónimo e indoloro, pero de
ejtadios de Ia eñséd;rr;-d";p"¿r-A; ñ-;;p"tie;r'rtí".i"o"i", ü, ,"", ninguna manera inofensivo. Egos hábitos trajeron una eingular
evolución de Ia lengua: Arntee preeiso y fuerte, eI Irancés vuélveee
fl1_11 y c-onmédico or--""r_.i y_Il"iilo, Ia inmenea clase media
euerpo
rrar¡ee8a mayor razón las clases fláccido, oblicuo, impreciso, todo en retrocesos, traaposicioner y
poner-al-país 9n un estado de arerta y superioree habría"- a"niao
á,iá"i""ru--ña.?*r"ao. cobardes antifrasis. Parece que se quisiera poner algodón en .la
No lo ha hecho. boea y forrar con estopa la punta de Ia pluma. Los partidos po-
¿For qué? EIIo se debió a ciertag causos y a ciertas razones. Iíticos, cuyo interés parecería consistir en ser preciaoa, acabaion
T..aa raziones son lag mis-mag
ñ;;d"r*inaron el error cardinal ellos miamos por perder el orgullo de la bandera, Ia sonoridad
existeure en el, de.h á"ártiá"-;il";;;'dó;d;; á11 ,i"- del programa. Toilos sus nombres Bon trucados. Los defensore¡
jo error de Ia comienzo
democ-racia--riberal,- cán""rtid;';--hilitr- ii l"o- de la autoridail y de la tradición se haeen llamar independieutee
guaje y.del ''peasamie.nt-o-' goá r"-rr"rr"-*á; o liberales. Los reaccionariog son "republicanos de izquierdal Ya
poco eultivado de eapitalista, " de pair,ó"- á; ;;;; ;;; iipi"itu
i-r"iioirlio.
no hay oportunistas: itodos son radicales des¿le que esa bella
Las causas se del¡eñ_ar lrri""i"b-ü-iüo" qüe e*paote palabra no significa ya nada! Lo importante es esquivar Ia iilea
raliza un aparato_ fi.scal, iudi;iari;; v gene- .,1
'¡ precisa,. la que €omporta compromisos con Ia lógica, o pesadloa
son arbirrarios, fáciles'f frecuent;. "á*iilñ.*rii'lüilrrrurro,
Áhl;-i;;-';;;";;;";. ffi;; trabajos de espíritu crítico. Algunos graniles órganos, guiailoa por
chiquitos. Supo-r.riendo tr¡-;;;;giigaeio.r", económicas- so- eI interéso publican dignas defensas de la familia y de la herencia,
5í".
metan a los polítieos, ¡rós poríticoe .E tá a*.ioi"io-" pero esas buenas composiciones escolares acaban por Eer corona-
cr¡anto a loi verdadéró. pr-q"iil-' i"iáa,"", li""urr das con un elogio emotivo de Ia terdadera democracia-. . . Con
nes la política no es * oii"io, oo * E;;n;. "o-"
ffi""'qoiu- algunas temporadas de esta complaciente y sistemática traición
a hablar de política
sino en_ voz taja. "i.""u'
fr"rr"ur"r, q"" ii;"; ie;ü*" ;;'lü"iüii"ro, del vocabulario, ae tenilrá Ia Torre de Babel, eon todag suB con'
I-os_
'por Ia tiranía nolicial, ;;""i;;; p.._ secuencias de dispersión y equivocación. Iniludablemente el mé-
funddad en tdrno d;'"iL;.- t9 hal-mirado
i,"-;;;; "ig"", rito de los retéricos será mayor al hacerse comprender, y loa
l.trt"l
"o¡r
'una inmensa tela. Pero este grrdo áe esta_tiracl"én ü -;;r-;;;ir;
tejié entre nosotro'
bene{icios de los {ilibusteros que los pagan serán más hermosos.
Eetaraos inse.jrsibitiladog a d-;;p;;o: ñ;-p;;'
L"ro, Pero cuando eI historiador'filósofo queda reduciilo a gemir su
monstruoso-
-La política. cuestiona iI pan d" i;; nü"J, "nr"; -" f.ance_
Vera rerum atnisimu,s tsocabula, muchas cosas quedan comprome-
ses, el establecimiento de ros niños, .'o-'""rr"r, ¿"-r'.iunlo ticlas, si no perdidas. Quienes ante ese cuadro se sonríen con buena
protecio";r' q* [,;;- q""-;;iffit*, -"-
I
los fe muestran una peligrosa ligereza: no se debe perrritir eI frauile
suovenerones, tavores, exoneraciones que es preciso o6t"o."t*
::*_:^:*tistrativa,
,{

y
I en las etiquetas, a riesgo de que se deterioren los productos. ¿Cé-
siT las cuales ya no se p.:reele vivir. mo se espera acabar con el inenor de nuestros males, si ae pierde
Los comités electoralesi la-s sociedades secretas,_.Ios funcionarios, eI coraje de nornbrarlo?
""-ü'';ír'
I

el mundo jrldío obligan'a ra i",",u"ru iY aún no estamod al cabo de la lista de nuestras miserias!
gonzoss prudeneia. "f".;;;ei" ""*- Ifay que mencionar eI doloroso accidente, gue, más que ningún
,-.Algunas charlas de ea-fé y de redaccionee de periódico ouedan otro, afectó las profundidades de la verdadera Francia porque le
libree, o por lo-menoso to é$aban-;i;;-d;i r;í,á pil""t.I,"r".o ocultéelfrancodiagnósticoquepodíacurarla.
capas enterae de esre pueblo suspicaz y ulii* - uriá"-;el q"u A despecho del Estado y su estaüsmo, de su escuela, de sn
prensa, el malhechor espíritu de la supervivencia revolucionaria
habría au{rido derrotas más rápidas, amén de haber eialo induda'
blemente eliminado, si Ia ignorancia o eI error de las autoridadee

lf ._,
,l

56 MIS IDEAS POLITICA§


I CEARLES MAURR.&S 57
un sóIiilo refuerzo de un latlo ilesde
Boeiales no hubieee recibiilo
el cual, justamente' Be tenía derecho a. no tenerlo demagiado. "democracia potrítieat estaba allí naturalmente a cubierto ds lae
I
*"Efl.Xt;""do
Yerdad'ei qu" era-también el lado de dontle había sido absurdo lugar, Ios principios de tra democracia social esraban
esperar Io peor, hallándose siempre- aque,l mundo como lo Ée¡S escritos en eI acápite de todas lag actas del régimen y en el
Aietria, *cin wt attaso de un eiército, 4, *-año, i\t tqta i'ded'. frente de todos Eus monumento§: podía volverse delicado criti-
Cuanio en enero de 1901, en ia E¡rcíclica Graaes de Commtni, carlos, o aun tonerlos por sospechosos; era exponerso a la des-
eI Papa Leó-", XIIr permitió a los catóIicos adornarBe con la eti' confianza, adoptar una aetitutl de tácita rebelión, que debía dest
queta de "démócratas", Ies recomendó expresamente no emplgar Goncertar el respeto debiilo a Ias instituciones, predicado y vuetrto
jamás dicha palabra, sino en un sentialo que- precisaba con fuerza:
-ruería- a predicar.
diio.- que o'la democracia cristiana' nada tuviese en co- En tercer lugar eseneialmente-, si ee metía el dedo en el
áúo ia'"áemocracia social', pues ella se ile iliferea'cia taato engranaje electoral-yy parlamentario, el empleo de la "palabra'
cono"b, el siv,ema socialista ilitie¡e ile ta ley cri§íana. Y, Doctor forzosamente a favor de Ia *cosa", aquella que Ee quería
influíat'tragart
más aún que Jefe, agregaba que "qu,edarío conilenodo quíen fal- hacer aI Papa y también a la masa católica francesa, Ia
sease e$a'palabra ei ul sanii.ilo políticd'. Segutarnente,- escribía que, sin embargo, no gustaba de ella; es cierto guo se Io prome-
el Papa, "I.a detnocracía, segtún ethnología misma del término y tía ganar por este rnedio asombrogas mayorías: Ios jóvenes abp-
el usó áue le d,an los Íil6soÍos, indica el régime;n popular, peÍo 6ados, los jóvenes sacerdotes animados de gran celo, d.edicailos a
et las circunstaneias actuales no hay que empl,ewlc (s¡c usuRPaN- Ia meritoria tarea de dar con'ferencias, hacer visitas y formar
o¿. esr) , sino qui.tándole todo senti/lg pg@bo y sín atrib-uirle nin' circulos de propaganda, secretariados ilei pueblo con lr mira de
gunq otra sigitliesión qwe ilicha benéliea oqción crístiana ceru ejercer "Ia aceión popular cristiana? tan altamente recomendada,
áel pueblo (ÉrÑrr¡clru rN poPULUM ¡'crrórnu cgnrsrr¿¡*¿,m)'. En no tuviefon más gue pasar la calle, para hallar totlas las tentacio-
.u-r, di"íumos noeotros: una demofilia -religiosa. En n-ombre de nes de la democracia política y toilas las seducciones de Ia demo-
con ineistencia, se recomenilaba arin a lo¡ demócratas
ta justieia,'ahorrarge cracia social en los mitiuee, las confereneiao y sus debateg contra-
criitianoe entre todos los extravíos ile la democraeia dictorios; i Con mayor razón si eran llevailos como eandidatos !
social, aquellos que tienden expresalnente a la nivelacié¡l de lae
condióionls civilei (nseunr¡s crvrsus) a riesgo ile er¡caminar a la ¿Lo seríarl? ¿No lo serían? No era el deseo lo gue faltaba. Y
desde entonceso icómo no Ber arrebatado por Ia uecesidad de
igualilad de log bienee (m aoxonum -ETIAtvr INTER Eos aEQUaLrra' sobrepujar Ia política de Ia izquierila y Ia eociología de la extre-
rñm srr cnnssus). Y el Papa que la reforTa soe-ial no
-el observabade todas lae clases. Utiles, ma izquierda. ¡Ninguno de ellos ilejó ile hacerlo! Pero no ce
podía tener éxito sino eon concurso podría decir que se dejaron ir a ollo con inoeencia: de hecho so
huy útiles servicios debían esperarse .de la-clase superior: "de precipitaron sea aI debate sobre la lueha do clases, en e[ que
aoúellos a ouienes su sittnciói (rocus), su torüuna (cmrsus), sr introdujeron un áspero acento de moralistas y sermoneadores;
.irtt*o esp{rfuual, su eultu¡a moral ilan en la ciuilail mú.s üluen' eea a las reivindieaciones directas de Ia democracia eocial; sea a
.cia'. "A fitto iXe' st conswso dwnol. es posíble ha'
cer alg o'a erfuders¡*nte ef iaz-agregabr-,
( Quop- par a o-t ar
Iac cupremae deduccionee del principio del gobierno popular. De
como-sería ile*oble Io aíih ilel pueblo". -vArEAr)
-YERE
En gunia, la -mei
Encíclica ollo resultd entle otras cosas, principalmente en el Oeetg gue
Ioe castillos y los presbiterios halláronse pronto a cuchillo pelado:
cxcluía y condenaba (xsrrs sm) una democracia cristiana inspi-
rada en el iguaütariamo' que tendiese a la lucha ile clasee,-al ¡el bajel eatólico singlaba pues hacia un rumbo bastante alejado
ile le Graaes d,e Commani,!
celo¡o descréáito de la foriuna y del naeimiento: errores todos Un incidente vino a irritar las pasionee. Desde hacía un cuarto
juzgadog incompatibles con el principio do Ia conservación y ilel
mejiramiento ilel Estado (coNspnv.lflonslvr PERFECTIoNEMQUÉ do ciglo, por desdichada transformación grailual, la revista de trs
Acociación Católica, y las organizaciones lateralee fundailas por
i-nimrñ). : ,,41li1"l
hombres de tradición, discípulos de Le PIay y el condo de Cham'
TaI es en sus términos y su espíritu el Acta de Nacimiento de bord, fueron asediadas y Iuego oeupadas, por fin sometidas a
Ia Democraeia Cristiana- jóvones equipos que se creían muy avanzados porque profesaban
respondió en un grgpo de católicos influyeutee-, algunas de lae ideas que habían causado horror a sus abuelos,
el-¡Bah! -sela palabra, se tragarú la cosa,
Páw trasó Iae misma¡ iileaa que la evolución de la inteligencia francesa es-
Se crey6 ártr" óblig"ilós a haJérsela tragar... La situación algo- t¿ba en camino de rechazar. De ese moilo Ia Tour du Pin, eI
se prest;ba para eüó. Pues ante todo gé estaba en Francia; el padre de Fascal, y varios otror, objetos de un respeto irónico,
-había ya
gobierno poñular exigtía allí, y- diez añoe antes el miemo
-aconsejado aeababan por ger tratados ile fósiles o aparecidos; el núcleo fu¡r-
óontificadá arreglarae eon la RepriüIica. La
dador quedaba ¡rráeticamente deeplazado; su influencia pasaba a
58 MIS IDEAS POI,ÍTICAS
CHARLES MATJRRAS
59
otros; que se creían seguroE del triunfo, y que lo estaban eu srr I1fl:^_n":^frTg_11,"o, quchg tiempo y no cur.aron jamás.
.medio. $*:-"r:.*
úl^ a9 * dlir'J" íi JJo r" i'rT "p",J"i r,
, Pero, de qronto, con el: -vivo estupor de esos jóvenes ,,de dere-
c e r9b,r o
Y^f¿ : "::1",_ _{:1 .
cha izquierdistas" apar-eció, duru*to.rrd, d-; de-
",
recha, más.joÍen,
ryás ásll- y *o"ho *lr-ár"ái.;;"""-'áltr"ia
;;;fensiva
contrarrevolucionaria, an-tidemócrata y antirráp;bii;;"r, -qie unía l."l::1"':t-:::-fl,^,,,.:,-.",.1g;F;r;,.;-ffi ;s;:";:i;1",i"ff 'T"ti..:
gustado- a rnuchos maesrros, en nombre tá"iri"H;;ff;I"'*H;:
a sus cualidades de acción ra seria fo""- física del riempo para así
tem-ente pertrechada de argumentos."á"tr¡"-ááh;li;;;;'*1i"
Su üirt¿"ti"r,-rltá*r"i'ao ;", "r"oot""rrá conrre¡rinLnc L--ilr.,r^"
polémicas,_
y
no tardó en deialaü;;;- ri;;lib;;;ñ;;;;ñi,Iicano
democrático: los jóvenes
:*:+pL$'T^fÉ^lX:i;-";ñi:#."T¿'1'Jt'[,]A,*:lll*t
ttu-p"-.real, po-r eI dh¡ino t*nll 'rü"#"ntláilT'rLi"; i;
quedaron itébiles y áesdichado. _r"r"rráo., _ sintiéndose--""1-"1.áitorior, Verdad!
guardia _fue zaraniurd. t_-p;;;,l"o "i'd;ñ;; h ,""riilru - La muerte de León XIII no había arreglado las cosas. Su
]";;; d9-;r'*b;.;;'";i"üua",
retaguardia, promovida al- rango ae anticuaá" irq"i"rÍ"',iil',I"rr"r"-
"r"- sucesor, pensado' vigoroso, iuicioeo--y t,iSií. p"liticr,-"p"ro
colmo a la ansusria, de aqueila pandiita de conservadoreg el
cionaria,-pronto abandoSad_a [o" toJo ro -3-rr"r. exra-
"ru""j"-árij"-i.rr,"rtoa
de derecha. Los hijos de ros' *o"a.qoi.o-'t-áir"iátiri"r'
viajlos; conden]ó teóricamént. u'rr
a Ia-
-
Repúbliea, se- deeadhirierá",- p;; *iiii"i-"l"riáoiül*u.,ro
"'di"rido, . Condena q-ue no -tuvo nada de efeátivo, pues los juegos esta_
ban h.echos, las posiciones-
con loe nuevos'defeneoree_ de Ia áuiñága,'á" jr-il*ái-iál"y tomad*, h, organizaciones
orden, de Ia jerarquía y de iu ,oo"".q"ir.' a"r y- eoeiales fundadas, y toda§ ras v""idrder--"srt-ir-"d; electorares
La' razones oue éstos alegaban e¡an inüscutibles; hubo que eo- !Ía1 eo¡ uñas y dientes. - ¿_podíase d;" ;"4í;;;iiit l'J"d"r"r-
-bu
or"o
portarlas-. Lo que modo, trumanamente ¿qué hacer?
"" t"u
cuq to!o, "'ñr;;;ffi";o,
et notorio
aún Io fue. y niás in-
Aerr"e"iiao-d.- h;;ir: it"aao aI
No se abrigar fa menor espcranza de escapar a Ia uueva
:-9!.ol!"pl"gue había movilizado a todo aquel mundo crítica ni-podía
de refregcar.los rebosadoi iópi"or, ," Lrirlu-aJ"rotado
rodo aquel error: prejuicio sin frldámento comoí sia
!l"Jrr:io,
naüo Aut"r_i- de anremano en aqu_elros debates del seniiáo hüó"i;r -l au lo
en virtud del cual el espiriti moderno d;[i; il;"Jñá vaiár, razón.. IIabía también el peligre de exponerr" . -ior- ráp"oches
da, debiendo los terriiorios, A;f-p";r;"i"-p;J;;;;; áu.áu to, ,'Irq"¡u. rJ
pontificales. Acabóse p.or 6uscá" refugio,- pu.o ;;";-y
-
;iii:
cimientos o volver de derecho, a lis_ rigas ,bro.á"r- á"rii"Ju"a* 'l vo' en las cimas supeiiores del espírfru'p;¡;itü-;t""át1"-ad
"on g.u.
desprecio F9r
por piadosos retóricos sin,cerebro.
¡Ná"r, ,r¡á [iá"-q,it'ispecie -Ias esp-ecula_cion"s dott.ina.ias. Co;oírr;;;;
t"ar el vocabulario, re;;:
*rnasas popurares", las-_ ideas y los prin.ipio. en--Jiár-"de
-
de resorte de relojería_ míetica con'la f;"ie;- i;";;r:;;""en el a tin de corresponder a §us ooasñiraciones". las
g1p"i9i.r. y sobre los_abismos,_ de moáo a ealifiear
delinitivo, todo aquello_ que hasra entonces habí" - du-ii"rir-" Iqrr.^rl_ el"narse
por reverenciar verbalme4-te a la oriodoxia, Ia
tuerza y_Ia vida, el orden y la alegría del universo!"r*tii"ia" ii 1T9it:l:".i", por Ia verdad o Ia menrira llevóse trn iejás qre,
Pero lag erernas adquiíicio";;-d; i"- i"t"llsá""i" y de Ia úiediante algunas reoervas de forma contra la demagogi"
oralsa" democracia,
s-e inge_niaron para continuar no teniendo
f ti
experiencia volvían a romar ra delantera.----ó?*ári*¿ilrrL
trabajo la.e-xtrema frivoridad áe aqueila t*i-f-rp"ü.iá" sin para nada.en euenra-las- pódero_e", du-M;;rf; áá'poli-
T1v:"
a Ia antinomia ilel aver y del mañanr, 'áái-erá.u"tl'í tiea natural
-c9n
g""i"ii."-cr""*
qge brillalba toda Ia"'"rorr* i, b"o**u-
Porvenir.
r-vvv¡'3v a"r nr: reciprocidad de los_ servicios entre Ias elases-dáy las cándicio-
neso benefieios de sus.desigualdades, pr;vilelios ü-rriiri"rtur"
-El- aeontecimiento mo-straba no haber en eflo nada de fatar
-¿" -iur--ia"uu- o de Ia historia. Similarménte se áa;dó ;-;;"rd"" tor-ilL¡o*".
gl- d" ineluctable en._ gI p"oeráqo trabajos de la Escue-la social católica; ," aá¡El-l*
EIIas no eran invencibles.'-H"abían ,i¿, ,"""iaur,-1"ü-n;; "#iio"iáu.irr.
pero, ¡ con su gloria rlásva"""lrr" el mal argurnento """ oeuparse casi solos de esta doctrina corporatiia q"" t -o"aft"i"o,
oy til"" tuo
fy"ho.t"glra mayor, con que se había recubierto la taimada
de vivo .éxito que ha_ llegado a ser un "Iu-gar comriir', ¡Iu i" relo.*a
i:_,1:3 -
sublevación contra Ias-_precauciones socialr- gracias a los trabajos de los v"aldoux y tor-n**-rrrri".,
dictadas po" t"¿"-iiii! -á;tecto
época-s en- que cárporación presentaba er serio
*"xi:'1ff ':".*l'il'"fi*irrff ,,r{,",t,*i:;r":"r¿i:"ln lltas -la
de eontrariar al sindicalismo electoráI.
pobres eapíritus, se abría ,r, -.ula esperar de un mundillo herido por este reciente
,"r,rJ""r,
cuyo número- cuvo. éxito,"cuyo acierto h ,"yá áára, r", - Luegoel-¡ eómo
traeaso menor interés por el movimiento intelectual
íp"alr".áo-á"g""- volueionario que precis-amenre entre 1900 y tgib -háUá¡".'" -"" ul
contrarre-
ill!9 de .un "sigÍo.
apresuramiento. -qr-'-ior -7t;or-t;;;"" ¡"ñilJ;--*io t"i"rto
¡Qué chasco! A fuerza de llorario,- tórm,¡ron¡o origen de todos sus males! Muy por el contrario el rencor unido
a una muy quimérica esperanza de desquite, volvió a todo ese

t'
I
60 MIS IDEAS POLÍTICAS Ir
t.
l-
munilo más que indulgente a las peores exageraciones de nueg-
*cristianós rojos'
rl' I

\-
-l

troE «^-!^*!--^- -^:^^t ,tr----¡^


durante aquellos
^^,-^ll^- f:-L^.
dichos úItimos
'il+i*^. -g^..
años; CH,ARLES MAURRAS 6l
pues ora dio el escándalo de aprobar lae explosioriee
xplosiories del comu' I

ñiemo religioso
niemo reli o del antipatriotismo saerdotal,'
dotal,' ora dando eI Que osos ¡nales hayan crecido .de ese modoo es una evitlencia
otro eecániialo, peor aún de no dejarlo ver aI deoaprobarlae. ,que oprime corazones viriles: pero aún no llama a Ia reflerión
De ello resultaron en gran escala dolorosos dañoe. ¿ todae las cabezag que podrían y deberían re{Iexionar. Es ahÍ
El público formado poi una vaeta región ilel mejor país real sobre todo donde reina en nuestros días aquel error d.e la gente
de Francia fue así entregado sin defensa a los engaños de Ia óiez presentido por el gran Le Play. Y náda es más espantoso.
verborrea oficial: ao recibió lae luces a que tenía derecho sobre Qqe ante un riesgo tan grave lo mejor del país no se levante
el {ondo de los principios que regulan los intereses mayores de la con_ la _decisión que se deberia esperar de su parte2 que 1o más
existencia soeial y civil.. pro_fundo _de las mejores almas, Ia pura cima de Ia piidad cívica
El pabellón de una cruel cariilad vino a cu,brir los mismoe y de la devoción social no se bañén siquiera en hices sufieien.
errores que, en Eopaña, ya chorrean hermosa y pura sangr_e. tes, y que dichas luces no vengan de donde deberían proceder,
El amor del pueblo pareció deber permitir tra explotación de es algo que aumenta horriblemente todos nueetros irimeiliatoá
esos errores. Con desprecio que se creyó hábil y prudento 8e peligros.
juzgó esos nudos poderosos y brevea con los cuatres el Pues, en fino la nación que así se deja sin direccién es la
óastigo a ciertas faltas- adhiere la catistrofe uraterial'- -como
d_epende mism^a de la que varias vecinas solieitaron, apreudieron, reeibie-
de f sigue 'al error político. Una asombrosa virtuosidad vocal ron las leyes de su Renacimiento. Como ge lo ha ücho muv
se puso al servicio de aquel culpable silencio del espíritu. bien: ttfrorrcia y qued,ó com el honor, tníentras otros país;es to
Mientras tanto, era famoso desde hacía muchos años el siguien' 'aprwechan" 0 ¿Se la dejará arfur mucho tiempo pudrirse en una
te diálogo: inferioridad rnental llena de vergüenza?
iXemocracia enüenetut Le Play a Tocqueville' Su renovación intelectual puede aún tardar, pero nuevos atra-
*Pero
-Vu.istra -decíaTocqueville*1 ¿y si yo
aproximadamente .loa pondrían en peligro más que su paz: su vida.
ilesespero -responilía
ile admínistrar el an¡í.dato? i

no ailtnímistraré el uemeno el sólido Le Play.


-Yo
IJna funesta retérica iba pues a-replicaba
I

sustituirse a ouaüquier filoso- I

fía; Ia clase ilirigente, o que habría ilebiilo dirigir, practicó o


I

su,frió en política o en sociologia una especie de anestesia obli§a-


,t , CONCLUSIÓN
toria ante el Error. ¡En vauo! EI Error era dejado en paz' o l
LA NATU,RALEZA Y EL IIOMBRE
contemplado, servido, propagaclo y hasta aclarnado y rilurante'
largo tiempo pudo bogar, próspero y feliz,
Por ello eB que no cedemos al llamado de vanas abstracciones
Bajel faoorecido por el tuerte Aquil6n: ,cuando aqui supliearnos a los espíritus sincerbs remontarse . a
no por el,Io corría menos en direccién a cieitas rompientec que los principios para revisar s¡rs vistas de conjunto: es particular-
hoy- se ven sin anteojos de largavista. áC6mo habría ocurridlo mente indispensable que dirijan una mirada firme sobre aquel
de otro modo? ¿Y cómo no se Io habia pensado? Máe allá ile punto esencial de la relación existente entre Io uolwntario y
las palabráe están las cosa¡. Tarde o temprano les toca el turno natural, lo moral y lo físico en la trama soeial ilel ser humano.
de liacerse sentir, De naila sirve entonces haber cedido aI "mayor Engañándose o dejándose engañar, reernplazando el conoci-
desarreglo del espíritu" qou consiete en presentarlaa como Ee tniento por una o'fe'on democrática o liberal, que naila autoriza
Ias quiere, y no tales como son. Querer hacer creer en la paz, 'l y que todo desmiente, urio hace ¡más que exponerse a pruebas
en vez de consentir en ver una guerra que vieneo trIeva al des- sanguinarias: se les anticipa con precipitaeién; en ciertos casos
arme que vuelve a la guerra más degastrosa. Querer hacer creer I
I se ayuda a adelantarlas.
que se tienen los bolsillos llenos de millones, cuando en ellos Hay,que conocer las verdades de la naturaleza o perecer bajo
no queda un cobre, combina la estafa con la desnudez. Querer t
sgs golpes.
hacer creer eu la posible beuevolencia de la lueha de clases y No nos dejemos reprochar el humilde grado en que se man-
tiene aquí la investigacidn.
i
de Ia envidia democrática, madre do todos ¡xuestros ntalee, no'
disminuye eu, malieia, pero la ilisimula y la recomienda, Ia pro' No dejemos decir que nos demoraraos en Ia rnateria del
togo y Ia faciüta, Ia envenenao Ia agrava y Ia multiplica. hombre.
No compartirnos de ningrin modo tra opinién d,e descuidar ni
5 iRené tGil'Ioruin.

\ ..

''ii* *
62 MIS IDEAS POLfTICAS CII,ARLES MAURRAS 63
' Ia estructura humana, ni Io que e§tructu-ra y nlateria comporüarr hermoso encuentro. del. gracioso instinto ¡n¿te{no y p,atenro
povimientos, impukor, vü"ios--ffi"ri*eÉ. -p;;;-r.;#nar a profunda conciencia hónra lur-- p"rro"rr ¿isrr"i cuya
f_:
ronoo un tema.- se empieza por distinguirlo de tro que oo humano. i"i- or*u.u
Materia, ¡ sea ! para conocerla ,, ¿1. r¿_"o*,.1_yión, l¡odría sobrepasar la Física. Deja
", n""iijo ,prr.il"]"iJ p^tpr" er Der bruto no puede no encerrar una esencia iormarenrrever quo
esta preciosa tela de_ Ia_ vida sociáI. S;-;ir"r;;;"i; "" no es
más desdeñable oue ra d-e s¿¿lruier otro ú¿E;d;;i'1inirre"r".
-r
de B¡pq. Fodríaie ru"g"- á"r"""*i"ri"rui""i#'r#triilaJa", v cieita
Cierto predieador **e"iioo- rt á"¿-'L-s""t,cterlrai-á; ñ;"; Dame, or'" {iÍha adormecida, irirt"rio."*""te propicia a eiertos desti-
de
declarnaudo en su.púlpito
pable de haber deriva-do- de "o"tru -." To;¡; áu Ááüioo,
p"'r"rlpi" a?Ti"airiar.- :.:,-*_l_1.:-hre,suepueded;.ñ;-d";"'d;;uiaü'."i."1"igorouo
y crrcunspecto.
t" *"tu"iu "*l-
ción. Fse golpe de címbalo ,"oo"o i*p"ai.f , Evitemos llevar
Tás_ad-elante este raEgo, para atenernos a su
sin falsa vergüenza, corr "o "rá¡u-iil"rar"
seneiilez,-'er-"rt"¿ir-ál iás pri-
expresión más simore: ra hu,milde ¡"t"i""óii"'á"-lr 1-""-.mii er"v"
del.comffir'hñ;;;.*-óoJito"*";r"
ilreros elemenros narr¡rares'erena el rayito_ de una luz, que t"t iii il-;; ;rp"."¡","rrr"t'ia'medi-
se penetre aquello
-ideas de que está hecho, rnejor i" e"Jü- rlberartro
de lag falsas cuyae ,pli.;oio;;;-;"rstan caro.
3:iil_^d",la.s Ieyes' eüp"rio"es,-"lrJ", Er'ú;;' "il"-ioiri"u v
Cuanto mejor 6e- vea en su verdad lr- Hiiü".$:,.:::;'¡*;ru:f
§acan nuevas influencias y valor de la- di;"ñe;d-al :"*, "::"";
li:_:-1,:ifi¿::s,'""idiTif
" "ri"i.áIezao me¡oro",
labní ubicar Ios derechos y lor-,tur"r"r-d;;;;*;;ñ,"1"
se
,:ri.- prrrto"
de Ilenar su esoacio donde""o-r" p""¿"- p;;;;i;rñ-por"o*" ,¡
"ir-iJ-t"[ü"r"i'"i";Irti;;;; de partida.
están. ni- puedei áilii Distinguir_no es poner en conflicto; no es- siquiera dividir,
necesidades con las ".tr,
que no ,e "rripued"- or., -"".r"q""" iT*il.r"lu,á; leparar. La iVlorar á
.la regra actió"
ni
Ll'i:oriti.,
y, para vencerlas, empezar por-obedecerles. natural tiene ¡¡or oljeto ñrot""¿ir"r -de _la
""t""iu.i*-
oráá-l-n*i"""1. siu
¡ La naturaleza de_ los hoilbres, Ia que p-recede
su voluntad,
duda Antigu_oi y M;d;;";;- i""i"." lá, "" ;ár-;,;;il;, "riai".o,
es un tema cuya sola mención basta-pá.".i"..rr-^i-püur¡r** confundir tales objetos con otros bastante vecinos. Lo gue
es u'a .raz6n para volver ererna la confusión. p;; ;i;uri" no
contractual' del que proe,eflsn, segú; aoruntarístno 'sira'}reno,
aquellas divagacion-es áe Ia ¿á*o-"1".i" -;;o " me incita a eonducir Io más- profundameute que po"il",'"rt" todo
puesto es que podemos todo lo que a lib;r;i tlr"- §,n- dio de los fundamenros social";-d; Iu;id-; tiilíou*
nuestra f"*rtarí, ru Ie
antoje querer! sus-ambicion_es son'rir""¿*, * iü;;H.e mr_ co_nsta.nte preocupación. ñu"'i", ".to-
.ido
ticia del principio de sue_ saten. Tre;i;q;"-;"-;;.;;1"*i"'"o jus. rl:l,lgar-es-algo remotos
honor ,*
"; _*E:_ hacra atrá§? y recordar en que eI tiempo no me faltó para
fnrrar
jamás hará agg el hombrei¡llo p"ááá ;"üi;;;*á los carninos reiorridos, perdidás o
su nranrá, ni que su-Iibertada po" reenconrrados- ouise- junrar las ideas ;;.irl;;-;;-ilíáiir"
Ia. ubicación ie su cuna. Ér't"- a""iá" _rob""or1 que sea, pueda eregir reflexión y rni aeció;. t, rl"q""n" Süa gue *¡
el punro. Ni Kant ni
Platón tienen nada que ,,er en eIá. Sil il;;;.i""á cería que arliculara con meñof niddez üqi"-ai""'rllo"r"u _se hizo me pare-
iil'
"al ,ia,
il]31r",^-g_"e-!1n agu{.sin ningria o"lo".-bu- ñ;ñ'"; _¿ :i--q11T_^""ri.
prtmetqs
i_o n"." una filosofí, iir-r.i" cau.sas _segunilas, y ""rr-
Leyes naturales. Cualquiera sea el nombrJ ot{a,
q"u lu"fo á¿,
'"i;tX;1"'ú"*i;*HH',:"t &o que es, es.
tr.f-""-","1T,,nJ,""ii#¡i:'.,!;i:::'J':f,
resrgnarse a. ceguera_§ de sisüe¡:nas que son L -
*uert" a"i p"rr-
Ile aquÍ Io sesuro.
saryriento y el suicidio del acto. Causas o Leves- estos son denaasiado claros y su
clariclad demasiado bFéIi;-;;rá"- "principios
.UI viaje a las tinie,blas a medias de la Física ál."ot¡, uo dejarlos enre-
I

hacerse por lo demás social no puede I darse, oscrirecerse o desfigu.rr';e. -


transparencias que ..il á;;;;;";" ; su penurnbra diversas -
No habría (rue creer q"É lu Ááquina política y social gire
_iluminan coúo por aebaji ;r,";";;r"i'Llrro
en que nue'tros elernentos vacío. Cuairdo laace ilovlr t""go y=-rrigre, de
purrmente materiales ,; ffi;;J;;; ilos pobres humanos
nuestros elementos p".souri", y *o"rto -l;;*íd;;iáir*, y:.9:T^j"b^"j:i _Ml, at revés "de"Ia-p!_r.á'd,
ilrrt;b;";;h". et
aspirar a alcanzar ciertas pr*t"É ái;i"r, aál -*á""rd;il; sentirniento para suirir *o res falta. -un
la vida. de d;r";-i;;;;*"ir.r"ao
puede socorrerlo, a veces sarvarlo. Es tá""rt", --iertiml-decir
Ia verded.
:iti'i k i¿:'1", j," Jf¡"n::,
recién nacido. su eerado áu
ill, i: s",B T*",,
"*,,' que le
ut
"*iff
"*ieonfiero
"*tr"Á" iuir"*pr"",
Enero-Febrero de I93?.
Ia cualidad de indigente- naturar -ffii,
rango de rico
y alto beneficiario íociat, ;;;;;; ñá, ils;, "¿'lilr, y
lesataiio
"l
"o" irl
I
EL EOMBRE

l
SI EI, HOT{EF.E ES ENEMIGO DE[, HOMBRE
O S{J AMIGO

, {,gr verdaderos filósofos se niegan consrantemente a


hablan de los honrl¡res sino como "reunidos en sociedad.
N.o_ hay ningún solitario. Robinson rnismo estaba
6oste-
nido y _perseg_uido en su isla por los innumerables
tado_s del trabajo inrnemorial de la humanidad. ";;i.
' .Bll eremita en su desierto, el eetilita al tope de eu
{sla3r y atrincheran; u*f,ou ,p"o.
I eolumna en vano se.
vechán riquezas espiritualee' aer¡muladur prr ."r-piia"-
cesores; por escaso que sea su atrimento oiu vestimenta,
I

l siqmpre a Ia actividad de los ho¡mbres que Io áeb"o.


1s,
absolutarnente golos, morirían sin dejar hüelra. así lo
1 exige unla pro{'unda, la que si¿ún eetá ünal conocida
ley
y rormulada, se impone a nuestra especie de modo tan
riguroso como Ia cáída_ se impone .'lo. cuerlx)s giuo.u
+1e qieyden :u punro de_ apoyo, o Ia ebullicián aI" agua
calentada a eien grados de temperatura.
El hombre es *n animal poUlico (es decir, en el mal
lenguaje m_oderno, un anirial sociai), álr."r""Uo A"iu-
tóteles e, el siglo rv anterior a nuestra era. El hombre
T .r," animaf gue forrna sociedades o, como lo decía éI,
crudades-, y Ia eiudad go" forma se funda en la amistad.
Aristóteles creía en §fec¡o que eI ho-fr"", de
por otra parte-odo
general y- cuando todas 'Ias -eosas
son
iguales, siempre halló ntural placér .o y
tratar a sus sernejantee. Todos los instintos"ori.-plar
de simpatíá
y frecue,tación, éI gout, pg; ;l h;gar y f. plrr"Giffi-
cd¡ y el lenguaje, tros iefinamien"tos "seoul'ares ¿" Ia
.i
c-onver'ación debÍarr parecer inexplicables si en el punto
I
Ie partida no se adrñitiese Ia naiural "*iriul-¿á'ho*.
bre por el hombre
1
¡

-.1

l
68 MIS IDEAS POLITTCAS
CII,ARLES MAURRAS 69
aquí hombres, debía decirse a-quel observador
-Ife
de la entera naturaleza; he aquí hombres que comen poránea proveen tan considerable número de verifica-
y beben iuntos. Se han buscado, invitado a coflrer y cionee aparentes de dicho principio, que es casi inútil
Leher, y és evideute que el placer de la eonapañía decu' uostrarlas.
püiea ei placer de cada uno. Este niño se divierte' pero
án verdad no juega si no se le permite tener com-pañero
de recreo. Se néeesita una gran pasión como la ava-
ricia o el amor para quitar il hombre eI gusto p--or Ia alguien- ¡Ilobbes es un pesimista rnuy
soeiedad. Aun entonces su rostro exhibe la huella de -Pero -dice
1§o parice sospechar'que con el peeo
lae privaciones y de los combates que sufrió err 8u firga. T'od.erado! ""rg:ade 'los lóboe
de una espantosa calumnia a la especié
Las rutas se volvieron seguras. Entretanto los carra' cuando ee atreve a eompararla con la espeeie de los
teros se esperan los unos a los otros para -marchar en hombres. ¿Ignora pues que los lobos, como lo dice el
convoy, y éste placer de engañar juntos el hastío es tal proverbio, jamás se comen entre sí? Y el hombre nó
que ei uno descuida la atención de su yunta de bueye-en haee sino eeo.
il otro la hora de su mercado. La úItima actividad de "El hombre se come aI hombre sin ceear. Y no come
los ancianos cuyos años concluyen consiste en ir a agru' sino al hombre. La autropofagia aparece a los:eapíritus
parae al eol paia decirse y repétirse cada día lae mismae superficiales como un rasgo particülar de ciertas iribus,
ialabras ocilsas. Tales Éoo'lo. hombres, de^ todas las tan lejanas como salvajes, y q" disminuye día a día.
óondiciones. Pero, ¿qué decir de las mujeres? Su ejem'
¡Qué ceguera! La antropoÍagia uo disminuye ni des-
I

plo es ein embargo el más maravilloso, p-ues todas se


I

aparece: se transforma.
i.etestan y pasan su vida entera buscándose. Así eI "Ya no comemoB carne humana, comemos trabajo
gusto de üvir juntos es en ellae más fuerte que aquel humano. Con excepció¡r del aire gue respiramos, ¿háy
espíritu de rivalidad que nace del amor. un solo elemento de los que tomámo. * la naturálezá
qüe no fuera previamente regado por el sudor y laa
* -
lágrimas de los hombree?
"Sólo es en la eampaña donde podemos aproximarnoe
Los pesimistas de todos los tiempos a menudo nega' a un arroyuelo natural o a una fuente natürd a beber
ron a Aristóteles su princiPio. agua del cielo, tal eomo nuestra tierra la destiló err su6
Fero todo lo gue dijeron y penBaron ha sido resumi' antro_e y 6us rocas. El más sobrio de los ciudadanoa,
do, veinte siglos después de Aristóteles, por el amigo y aquel que no bebe más que agua, empieza a exigir una
maestro de earlos I1 Estuardo, el atttor del Leaiathan', especi_e particular de agua, er"botellada, sellada] tra¡re-
teorizador de la Mouarquía absoluta, aquel ilustre portada, aon lo que atestigua el mismo esfuerzo huma-
Hobbes, quien ee adelantó a log moderuos teorizadores no p-gl el rnás precioso elixir. El agua de Ias ciudades
de la conóurrencia vital y del predominio del más fuerte. _es allí conducida a gran costo dJ captaeió* y can&.
Hobbes sentó en principio que el hombr€ riáca €r€- Iización.
migo del hombre, erremisCad que se resume -para él en - "Regresad al campo, coged allí un racimo o una
la áemorable fórmulaz el hotnbre es urt. lobo para el fruta: no sólo eI árbol o-la_cepa exigieron largo
hombre. La hietoria univereal, la observación eontem' sino que 'su _tallo no se halla 1l estádo naturIl, - "oltior,
fue in-
jertado, mediante una larga serie de injerios indefini.
70 MIS IDEAS POLfTICAS
doe, que transformaron aún, a naenudo mejorando el CH,ARLES MAURRAS 7L
?¡rote injertado. La simiente rmisma, por las -selecciones
de- que fue objeto, lfeva en su misteiio un capital del eI interée del hombre, de 1o que hay infinitoe tesümo'
eefuerzo humano. AJ morder la pulpa del fru1o, mor. nios: la mayorÍa de quienee no son ni ladrones ni ban'
déis una vez rm.ás el trabajo del -homl¡re. didos pasan su vida en eI temor de ser aealtados o
"hlo tengo que enumeraf todas Las razas de animales rol:adoi. Prueba Eegura de que su reflexión personal,
que fueron amansadae, domesticadas, hwnanizadag p&- su experiencia, Ia tradición y Ia memoria hereditaria
ra prbveer el alimento o el vestido de los hombres. están aeordes en señalar la energía siempre subsistente
Enireta¡rto, ohservad cómo aquellos recursos que no son de los instintos de rapiña y de fraude. Llevamos en la
naturales deben recibir una segunda especie dt aderezo, i sangre el genio de la conguista.
ün nueüo grado de humanizaciór¿ pará alcanzar el ho- "El hombre no puede ver al hombre sin imaginárselo
en seguida eomo a un conquistador o un conquistado,
1
l

nor de .sernos ingeridos. No basta esquilar: la lana de


lae ovej_as, trabajo humano; es preciJo que esta lana como explotador o explotado, como vencedor o vencido
sea tejida por la mano diligente del ama -de casa o de I¡ on fin, para decirlo con una palabra, como enemigo.
Ia criada. No basta abatir lá carne, o trocearla; es una Por más que diga Aristóteles que el hombre es social,
neceeidad universal someterla al fuego antes áe devo. no lo seria si no fuera industrioeo; y los frutos de eu
rarla: trabajo humano. Por todae pártes hállase este induetria le son tan necesarioe o le parecen tan hermo.
intermediario entre la naturaleza y nuestros cuerpos. sos flue no puede poseerlos sin verse obligado muchae
veces a tomar las armas. La defeuea de eeoe bienesr o
"¡No, los lobos no se entredevorán de eeta manéra! eu robo, es tbda la hietoria del mundo."
Y es porque el__lobo no come el trabajo del lobo que
I
.d

tan rara vez eÁ llevado a hacerle al lobo agrella guerra **


1

flue es de neeesidad entre los hombres.


"El Iobo halla en la naturaleza que lo rodea Io gue
el- hombre está obligado a pedir al -hombre. La natura- Hay una gran parte de verdad en el discurso de los
Igzl-es inmensa, sus recursoi eon infinitos; el lobo pue. pesimistas que de aquel modo van máe lejos que Eobbes
de llamarla su madre y buena nodriza. Mas loe pro-doc- y los suyos. Yo querria gue se resignaran a dar por
tos manufacturados, los productos lrumanizados] aque- eierto todo lo que dicen, y no tennieran eneeñar que en
llo que el hombre llama sus bienes, hállanse áú*""o efecto el hombre es máe que un lobo para el hombre;
relativamente ínfimo; de ahí, entre los honcbres"o una pero a condición de corrégir el aforismo agregándole
rivalidad, una concurreneia fatales. El festín ee estrecho:
I

I este otro, nuevo, cuya verdad es igualmente rigurosa, de


todo nuevo trruésped será mirado de reojo, corrro éI será J que el hombre es un dios para el hombre.
malmirado por las personas ya sentadás a la mesa. i
Sí, la induetria explica la coneurrencia y la rivalidad
"Este recién Ilegado no se presenta al hombre ya en feroces desarrolladas entre los hombres. Pero la indus'
tria explica igualmente BuB concordancias y eus amista.
I

poseei_ón, como un simple consumidor cuyo apetito es


temible; es también un ser de preea? un 'eveoiual con.
i

des. Cuando Robinson descubrió por primeta Yez la


quistador. Producir, fabriear uno rqismo, as indudable. 1

huella de un pie deenudo impreso en Ia arena, t-uvo un


un medio de üvir; pero hay otro medio, que
rrr._ente sentimiento dé temor, diciéndose a la manera de Hob-
consiste'en arrebátar los productos'de la fabricáci3n, bes: ooHe aguí al que Ee eomerá todo mi bien, y que
sea por la aetucia, eea pof la violeneia. Es a menudo me devorará a mí..." Cuando descubrió- al.débil Vier.
i

I
I
nes, pobre salvaje inofensivo, díjose: "f[e aquí a mi
!
72 MIS IDEAS POLITICAS
CEARLES MAURRAS
MAURRAS 73
colaborador, mi olien-t_e y mi protegido. Nada tengo quo
temer _de su parte. El tiene que áperarlo todo áe ini. cados en condicionee iguales, o siquiera meramente
Lo utilizaré." anáIogas, ee habrían easi fatalmente entredevorado, El
Y Yierneg vuélvese útil psra Robinson, quien Io intercambio y_ el comercio Iibree de bienee equivalentee,
someto a los emple_os_y trabajos más variados. hn poco no eetán en el origen, eino en lae últimas coñsecuenciag
de _largos perfeccionamientos sociales. La desigualdad
ligppo, eI nuevo habitante de Ia isla presra servicios de loe encuentros crea neeesidades de aceptación y de
infinitamente euperiores a todos los gaitos materialee
de cu mantenimiento. La riqueza dei ex solitario se concesión que resultan fecundos, su mal se atenúa, su
multiplica por la cooperaci¿", y él miemo queda a ealvo !ien_ se fortifica, en lo físico y en lo moral. Que un
{e las dos sugestionei del desiárto, el frenósí míetico o hombre pueda dar la vida o la Áeguridad, o la salud por
el ernhrutecimiento. E.l uno por ei otro se elevan puee otro, el cual por eí mismo las perdería, he aquí réla-
y por aeí decir se civilizan. cionee socialee rruevas; el primeró utiliza y si sá quiere,
-que
El caeo de Robinson es demasiado particular y pri. "explota"" co_n un capital ha creador- salvado o re.'
vilegiado- para que se lo fije jamás como punio'de cone,tituido al segundo llevádo por el interés bien en-
partida de una teoría de Ia soci-edad; el gran- error de tendido, por el amor filial o el récouocirniento en hallar
loa sistemas aparecidos en el siglo xvrrr fue-el de razonar di_cha_ explotación agradable, o útilo o por Io meno6
eobre casos eirnils¡ss. SabemoJ flue para darnos cuenta tolerable.
del mecanismo social, hay qo" o[r""iarlo en su elemen. EI instint_o de proteeción o el instinto paternal c&üBa.
to primitivo y que siempre lo fue: la familia. pero es ron otros efectos. El jefe de familia no iuvo solamente
Ia indts-tria,_Ia neceeidad de la industria lo que fijó a lijos engendrados de eu vida. Fugitivos, suplicantes acu.
Ia familia y Ia volvió_p_ermanente. Al recibir lo. hi¡o, dieron a éI, quienes en eetado de debilidad, desnudez e
y las bt¡* que le dába eu mujer, el hombre " r"n-tía i¡npotencia, venían a ofrecerle BuB brazos y también sus
desamollarse en sí los miemoe ínsiintos hace un mo- ente_ras personaE a cambio de una protección sin la cual
mento observadog en el corazón de Robineon: .oHe aquí estaban condenadoe a perecer. Pdr adopeiones de este
colaboradores, eli_gntes y protegidos. Nada t""1, q"u género, la famllia debía aerecentaree. La gqerra, flue
témer de elloe. Ellos _todo-lo püedeu esperar de"míj y era aiempre _indispensable llevar en cualquier momento
el beneficio me hará bien *í migmo.,,'A medida gue contra familias rivales, aportó una nuña especie de
creeía-gu faTilia, eI padre"observaba que su poder au. acrecer¡tamiento. Siempre fue excepcional en la histo-
mentaba también, así-'como su fuerza y iodos sirs medioe ria del muldo que el grupo victorioso eacrifieara para
de transf,ormar en torno suyo la ricar- ealvaie y temible comerlo o hasta para satisfacei su venganzao al grupo
naturaleza o de defender ius productos compe. vencido. Lae mujeres de toda edad son casi siempre
tidores o conquistadores. "ortru reservadas: las más jóvenes para el papel de esposas o
os lo ruego, que es eutre seres de condición de concqbinas, las rmayores para los oficios domésticos
- Observtd,
desig}al donde siempre fare"e eonstituir'e ra eociedad en los cuales se las apreció én todos los tiempos. Si Ia
primitiva. Rousseau creíá que esta desigualdad resul- m.atalnza, aun de los guerreros, es cosa rara, Ialeducción
taba de lae civilizaciones. 'iEs todo lo óontrario! [,a a esclavitud es por el contrario un hecho tan general
cociedad, la
-civilización, nácieron de la desigualdad. 1¡u! Eossuet no pudo considerarlo sin respeto. euando
Ninguna civilización, ninguna eociedad podría "salir de se lo _piensa, ningún hecho primitivo puedé rlarc&r rrr€.
seres iguales entre sí. Loi verdáderamenfe iguales, colo- jo1 el pre_cio innoenso que todo hombre atribuye a la
vida y a la función de otro hombre.
74 MIS IDEAS POLITICAS
CIIARLES MAURRAS 75
un momento me resultabae un lobo, pero en
-Hace
cuanto vencí aI lobo, lo .mato, pues él ,ro púJd" ,ioo . La industria da poder, determina la eoncurrenciao
Ii:"1-" anuevos daños. Ahora [i"", ii,^-qí"--;B un !ace_ nacer en el gruÑ la necesidad de elementoe nuevos;
.nom"bre, quien tierra y que yaáe herido en de donde, el aumento de las familias y su federacióni
-puse -por
eI suelo, me resultae de donde aun las puertas abiertas, mediante el estable-
ahora como un-dios. ;.D. ,ro¿ _,
serviría tu muerte? por el cimiento de ciertas condicionee, para los vagabundos y
I" vida,
volverse una nueva fuente dá [L"".. ""rt*'r"iá,
Tra"i"
-t" los tránsfuga:-, y aoimismo para ios enemigo"s vencidoá.
,"IÉ._ l[ejórate, y te emplearé.
ñ;;;iá, A cada estadio, el dicho dé Aristóteles eJ verifica; es
"r_
algunas p.icauciones indispensahles toma. 7a amistad quien preside la fundación de la ciuáad.
,_"Mediante
dag contra tu fuerza y contra ros reeuerdos de tu riber- Fero la fórmula de Ilobbes no por eso queda degmen.
tad, te trataré bie.n- pá"1 qr," trabajes pr"" tida,- ein ennba_rgo: porque el hómbr" lobo para el
u *i hogar, particiialdo- de mi ,eguiidad,-i.deGr"urro *i ,U.
"r-torres -y otras
h-onnbre_, el reducto se eiiza de murallas,
mento y de tgdos -mis otros podeies, obras de fortificación. La amietad se establecá como
"i"fá. mu"ho
Erempo: tu trabajo, ¿lo entiendes?, tu inestimable tra-
ent¡e los participantes del mismo hogar, entre quienea
¡aJo entra en mi. propie_dad. pero yo me veo obligado están.envueltos por el mismo muro; -para los ofros, la
a garantizarte, ademáé de la exieteícia, l" ,"f.irt"o"i, enemietad _o _por lo menos la precauóian y Ia deecon.
y todos Ios séneros de dicha flue fianza se declaran.
Ia mía.r, - '1*- ,""o
evsu áo-patibtis
eu¡gl,qLrursr con hay que e_ntender por amistad la amistad pura,
De ese modo el rostro del esclavo era amigo para el ni-Nopor enemistad una enémistad absoluta. Los e;tran-
p9:o p_oco, cuando et t afito ;; I"-r,i;óf*"o"n- jero_s o-, como se los llamaba en la antigüedad griega,
.do eI olvido thubo operado su labor, cuando
lT"_,Y los- bárbaros no son neceeariamente peró ante
trato cotidiano hlb-o hecho orvidar cilrta "Í bo"rr
p"i todo son diferentes__por las costumbrer, -1" lengua,
"r"-ilgos. eI
ni,iyl-, el rostro del amo ooloiár"-amigo """"ta"a
p"", atuendoo las leyes. Y además, sus desplazamienós caei
-y siempre tienen por _objeto la rapiña. -Con todo, ee los
Signifieó previsión, tutela gábi"""í. b;p;¿r;e"i "."t"oo.
al-
"gt","r generaci^ones, relacioáeJ de nuevo séiero B€ €B- suele recibir conno huéspedes e interrogarloe cómo Ba-
;taolecen; en virtud. 1." reciproeidad de"los ."*i"ior, bioe. Se respond^e a sls preguntas para que respondan
el esclavo se consi4eraba
'd" miemhro *.ooá""io, a las que se les formula. -El conjunio de ius cabiallos o
pero necesario, de la familia. "oilL- de sus navíos constituye además un gran elemento de
curiosidad, a veces de codieia. Las rel=aciones empiezan
,{i* por lae más simples, el intercambio por vía de trireque,
puesto- qu9 aún no existe la moneda. IIe aquí espeii"s
de amistades internacionales. ¡ Fero ellas so^n pre^carias
O-ra p_or el sentimiento del_ peligro comrin, del que y muy relativas, en comparación con las
nacían los pacros de jefes dá ratilia r""ririu-""t" de ene-
mistad siempre- _a punto de estallar entre "uor"r-
gentes tan
entre sí;.ora por eI abatimiento o la sujeción diversas y movidas por intereses tan eontrariós!
1gl"l:.
de familias vecinag la familia prirnitiva exteidióse fnversamente, _en el interior de eada ciudad, si es
ha¡la formar una nueva agrupaciOl civil, muy eierto gue amistad nacida de apremianteg inte-
polítieo;. el mecanismo de"eo'fo"mación
__ - es"" "rü¿iUoy" reses comunes -laha hecho relegar la vérdadera guerra
-hemos vieto funcionar. .- "t-qo" fuera del reducto, y por aeí decir a la periferia de"aquel
grau euerpo, no por eso faltan robos y adulterioB conl€-
76 MIS IDEAS POLfTICAS
CTI,ARLES MAURRAS 71
tidosr_ rlándoee eablazos loe amantee rivales y puñetazoa go común. Del mi,"mo modo los honores ántumos o
y cuchilladae los mozos de cordel competidorés. Entre-
tanto: Euosraf,e una paz relativa.
Lanf,o' eubgiste relauva. Hay anupattaS y envi.
rlay antipatíae oltyl. fóstuuros sirvieron en todo tiempo para recompenear
dias, pero po_r motivo_e {e poca importancia, soLre los a aquellos mieml¡ros de Ia comunidad qr" se mostraron
máe "lobos" para el enemigo o, si es perrritido decirlo
cuales es fácil o posible la ieconciliición.
así, más oodioses" pera sus amigos y compatriotas. Mu.
_ Por_lo demás, -respondiendo a Ia necesidad de paz y chos héroes fueron así deificados, a título militar y civil.
de orden esencial a la vidar f {ue los progresos de Xá
industria ¡ruelven irnperiosa, ]a ciudad, -la gran comu. t-I
nidad civil, ya _naturalmente dividida en familias y en
corpora_ciones de oficiales, comporta y si es neceiario
suscita la formación de ciertas comunidades secundariae R.ostro de dioso roetro de lobo, la expresión alternati-
entre las cua.lee se dietribuyen los ciudadanoe, según sus va del rostro humano en presencia del hombre resulta
afinidad_es _y sry gustos. Son asociaciones religiosás, con de su constitución, de su ley. Naturalmente filántropo;
fraternidades de mutuo Bocorro, sectae filosóficas y li- naturalmente misántropo, el hombre necesita del hom-
terariae. Va de suyo que los miembros de cada corpora. bre, pero Ie teme; únicamente lag circunstaneias regulan
ción no pueden expeiimentar mucha simpatí" po-r loc el funeionamiento de esoe dos sentimientos t[ue se com-
miembros de la corporación vecina: La simpatía airmenta bater, pero se complementan.i
prop-orcionalmente entre los miembroe dál mismo gru, No creo que puedan desaparecer jamás. Me parece
po, lo que €s un gran beneficio. Dos confraternida-des una tonterÍa esperarlo. Las sociedades más bajas, que
de penitelte-s, ]a lna azul y Ia otra gris, pueden causar
I
d,:
fundaban las más estrechas fraternidades, fueron tam.
en una ciudad el día de la fiesta votiva, dos o tres bién lae más terribles para todo aquello que trataba de
I

querellae, a1né1r de una buena riña; la amistad ejercí- ]


yivir fuera de su ¡ecinto. Pongo por testimonio los re-
taee allí a Io Iargo de todo el año, en el interidr. de cuerdog del Imperio romano, el que al dilatarse por
cada una, para mayor beneficio material y moral de toda la tierra habitada, no perdonaba eino a sus venci.
l

Ias unas. y de Ias otrae. Cuanto máe viva es Ía gue"", en dos y aplastaba todo lo demás. La cristiandado tan dulce
oI exterior, m'áa estrecha vuélveee en el interibr Ia ca- para las poblaeiones abrigadas en su vaeto seno, se aban-
maradería. El hombre está hecho de ese modo, y las donaba a la violencia natural de todo instinto cuando
sociedades que pudieron atravesar láe dificultad; de encontraba paganos o sarracenos. Hoy, la civilización
Ia historiá eon precisamente aquellas que, conociendo inglesa tan moderad4, tan respetuosa, tan jurídica ha-
por_ reflexió! o presintiendo pór inetirito 'dichas ily;; cia sus ciudadanos, no reconoce ni derecho ni fuerza
de la naturatreza humana, ajuJtaron a ella su eondutta fuera de su fuerza o d.e su derecho. Rasgo curioso: en
pu_nto por punto. opinión de todos aguellos que lo vieron de cerca, el
[lna comr¡nidad subsiste mientras entre sus miembros inglés rnoderno es personalmente servieial, hospitalario,
las causas de amietad y de unión superan a las de ene- humano hacia el extranjero cualquiera flue sea, que
rnistad y división acogió a su lado y eon el cual contrajo alianza. Su vo-
I-a- polieíar los tribunales se instituyen para castigar, luntad formal tiene el poder de crear tales acepciones
reprimir y si es precieo desrruir aqdellos de cada co- de personas. Pero son, como ge diee en derecho, espe-
,rlunidad gye_
Trrestran a eus hermános o compañeros cies puras, y fuera de las cuales se cree con el deber de
eI rostro del iobo gue deberían reservar para ef enemi. mostrar rostro de lobo a todos los bárbaros: su rogtro
78 MIS IDEAS POLITICAS

,dios queda reservado para Ios hijos de Ia vieja


de
Inglaterra.
pued burlar ese patriotiomo, e6e nacionalisrmo.
Se puede
Pero él es con{orme r graldes leyes fí.i"u.. se reraciona
con tros elementos del género h¡rmano. para erear o
mantener a un p,eblo próspero, a una civilización fxo.
reciente, no se halló nada mejor ni nada diferente.
NATUR.AI,EZA Y FORTUNA
. No digáig que puede contríbuir a la guerra exrerna:
ein duda alsuna, ahorra la guerra civilique es Ia máe _ Si eea me
parte
concede
-que el azar contribuye en pequeña
nuesrra reetitud
alroz de todas. de inteligencia, pr"t""i"* q""
burlarse-jamáe d"l-uru*; es un gran eim-
-"fl"Pt^g"e
ptrrrcador? urr gran abreviador de guerellas.
I]o. dudo.
eran sagrados entre diversos puebloi' *ár
nosotros. l"rJá.o, q""
o

_ Nuestra influencia. en ]os u"orrt""i-ientos


de noeotros soloe. ¿[ reres á. -""" singularno-f""iiia"¿.
depende
captarlos, puede ba.t", i" fo"rr" de un niñc¡.
,r_{u".no
roder es a menudo sino destreza o dicha,
se puede! ¡y todo
c
Las. grande_s raz&s humanas, tan sensibles a todos Ios
atractivos, saben con Ia f""ilú;J-alt-üirr¿o,
plegarse a las desdi."l,q-. y -"vo"
iá-áifi;;i;J;
" ¿"*i"?""r".
il! _"""quren
eI joven Alcibílde. rir;;hr-á¿il"ir. a"
t::r"r, se encenagaba y"l-t se perdíá en Ias delieiae
de placer adaptándose a Ia
,1""1"*"f""fjI;u5ffi"r.jr""t"
r'ae energías son flexibles. Er hombre verdade-
-altas
hecho para saborear Ias alegrías de Ia oid,
:T^.r"t-:
aquet q-ue sabe pasarse sin. ellas ".
la misma alegrÍa.
"ori
e

-
Yg !o
soy de aquellos gue se ríen de Ia be]Ia ilusión
pór los ,rrtigro.'u""i""-i" los astros. Tal vez
f¡j_sra,que
oaoran sus carros inflar,-aados, en realidad, estaban
roídos y gasrados por su vida i"*i""r";;;;.;"sabi.
80 IIIS IDEAS POLÍTICAS
duría, no veían mundos en gí miemos, sino que lor
-esos
concebían en relación con su propia vida. No es iudoso
que,una estrella no sea un buen emblema de perennidad
en comparaeión con la existencia de los efímeroe. Todo
1o gue sabemos o creemos saber destruirá difícilmente el
ingenu_o informe de nuestroe sentidos. No creemos ioju-
riar a la ciencia invocando la estrella en su alturá, como
estable y €terna, mientras nosotros rodamos mieerable-
mente eobre las olas del mar. La estrella nos proporcio-
NATURALEZA Y RAZÓN
na una imagen satisfactoria y un tipo aprbximadó de Ia
relativa perfeccióri hacia la- gue tñnde el corazón del Lo instintivo y lo inconscierrte están en Ia base de
hombre. ¡AIta estrella, eetrella estable, estrella eterna, Ia naturaleza huinana; si .. una rnezcla de bi"r, y
de-mal,-no es enteranrento "tu
-
es cerca de ti donde se halla refugio contra las violencias mala. ñ h;;hrl !ir""to""u
y- las astu_cias, Ioe abismos y los iepliegues de las tenta- todo voluntad consciente sería un autómata,
ciones y de las eorrupciones del már! - de crettno rilr"t",

c
Como ha-y .en el alma humana una porción entera.
mente mecánica, concrición y sostén de l^as oi.u. -partes,
y a falta de la cual nacla ." í".r.rrá"i;6;ü;T ü "rut
-aplican todae las reyes der muná, *'i""r+ ü# **r
.l
'l se
I
bién en riosotros u,a-provin"i"-og"tativa,
tú"-ráuti"rre
I

I
I y luego co¡rdiciona a la sensitiva y"a la
I
_-^T-r^
ql:*iso ponerse en regla coi estas""Li"1""1.--"
1"y". JeI alma
i
ee quiere ser un buen animal, Lieneducado,
I
:-g:,111y1t_1i
sr ee quiere ser un buen animal razonabie, o
humono,
sentir bien, ec decir, eenrir eorno
/"ffitu,o.
i

""il;f;;;;
i

a
i

_ El mundo físieo tiene leyes, y la natu raleza humaua


i

,suyas, gye n9 §e rnventan, pero se descubren. El


,l
'i
Iae
-espíritu del hombre, en lugar'dá especulr, ;;l;;'";:
bes' {ebe mirar en torno iu"u hrilá-áá"*¡l'y Ti.""-
ción en Ia luz.
IIay un hombre perfecto. por lo eual no quiero decir
yna fie-qr_a Fediocie en que se compensen loi defecios y
Ias_cualidades de ,t .""'ho*urroi;*t;";;-"i ü-iü
i
¿a
p-odgr humano. Los moustruosos, t".'o"ái""rr'i.""rri"-
I

chados no sobrer.:asan dicho liáit",


I

hábito de decirtol q";a";;;;;""


L"gáo
.l
I

.l
I
"orqo"
acá "f
de ér. El hom.
A

t
82 MIS IDEAS POLfTICAS
CHANTES MAURRAS 83
bre no concibe nada más allá de eee término; es ahí
donde colocó a los diosee. En dos palabraso el hombre cablos pronuaciados. ante eIIa o por lae frases inscriptas
es un animal que razona. Esta vieja d.efinición me parece err sus manubrios, sino p_or criatüras vivas t n""esidüus,
por cierto Ia única satisfactoria. Ni la moralidad, ni la intereses, reatres fuerzas-lle¡ras de apetito.
soeialidad, ni por cierto el sentimiento son particulares
al hombre. A él no le pertenece sino la razón; es Io o
que lo distingue, sin separarlo, del resto de la natura.
7eza. - Aeí sea, el mundo se desarrolla, Io cabemos. pero sa-
bemos también qu-e tiene po"
Esta naturaleza es representada en él toda entera, en at" woir"iJo do,
eu cuerpo, flue tiene peso, número y medida como loe
""áp" exige
infinitos. La más- lige-ra módificaciBn *iltur", ¿,
metales, organización como los vegetales, sensibilidad siglos. Entre los hombres, la cáecara de 1"as o".irlu""t
y movimiento como los animales, y que así parece la cae con tanta facilidad como ella es reemp,lazada; pero
más alta flor de la tierra; su razón se nutre, se agudiza,
no más que la corteza, áy {ué sabemol de to e6en.,
es activada y esclarecida sin cesar por los tributos que
cial-es'en el homhre que r"-h"ila arterado ááJ" n"".
el mundo Ie paga a través de esos canales. En un hom- cuatro mil añoe?
Irre perfecto, es preciso que la raz6n, así condicionada a
por toda la naturaleza, desarrolle toda la amplitud de
cu energía por el modo preciso en que aquello no puede tene¡ razón, es .todavía una de las maneras en
el- hombre se eterniza:
que
-.ticho.
dañar a la expansión perfecta de un euerpo y de un tener razón y cambiai ,lo.
comunes y corrientes en un pequeño número de propor.
eorazón floreeiente, la raz6n llevada al exceso, agostan- ciones eoherentes y razonabie.i e. cuando ," iá ál"un o
do al animal, seea sr¡s propias fuentes de desatrollo; aunque sea sobre algrin punto, Ia obra maestra de Ia
y en cuanto a la cultura exclusiva del cuerpo, *uy claro energía.
está que oscurece al alma razonable y le quita al hom- Tener razó, no basta. Fero es ro indispensable y por
bre su ingenio. ahÍ se debe ct¡rnenzar. Y si se h*
O
"-ó"r"J"- "á*
tener razón, hay que aba,donar eI erro'r, ""
,o¡""
Bus pasos al,punto desde el cual.e "Jr",i-
y se pro-
,4.sí queda el hombre formado por cincuenta siglos de greeará, e, luga'r de tlar vueltas en"rurá*rá
eivilizaeión, al punto de que casi perdió la idea de la círeulo, í""o1"" o
patinar.
fundanne¡rtal enemistad de la naturaleza. El coro de a
las cosas que lo rodea le pareee un conjunto armonioso,
claro, benévolo, con tal de no vivir allí solo. Nada más delicioso para el pensamiento der hombro
Si tiembla en e,l desierto, es de soledad. flle _experimentar una ley por-el testimonio de un-p"r-
he-
En cuanto ese desierto se puebla, el hombre se tran- cho independiente y- esp'ooiáneo, de dgú;-n"án"
quiliza en seguida, Tiene sin duda fe en sí mibmo; pero terior a la fórmula de Ia ley.
también lo domina, por una eepecie de rápido contagio, I
[Ino se confirma en el prófundo eentimiento de que
un sentimiento de confiawza y abandono en la eolidez, razonar no es soñar y de que h*y correspondendias
-o"i"it"
I

en J3 constancia, en la riqueza ry en la generosidad de I


misteriosag entre las concep"ioou, á"
su I]niverso. - --
""árii" --'.'
y Ia confuea corriente de Iás coeac reales.
La máquina del muudo no es eouducida por Ioc vo. i
I
'a
ir

&-
ií.r,
84 MIS IDEAS POLÍTICAS
Siempre tuve a. Ia razón por el instrumento útil
cuya estruetura nos define su alcance. ElIa no Io vc
todo 'por cie_rtor vale la pena arrancarse los
-pero no
ojos porque- Ia filosofía de la óptici reproche a dichos
órganos a-lSú_n vicio de constitu;ión. Désesperar de log
recursos de la razón es tan vano como todo
de ella. "u!*r""lo
c

En cuanto se apoderan de noeotros, Ias facultades, que


son fuerzas ciegai, quieren p".r rí ú ;"";;;;-;i;;Lpur- II
to; pero eI placer de la inieligencia y de Ia razón, no
es reinar, no es poder, sino sencillamente uer lo que PRII{CIPIOS
reiua, y asignar a cada actividad el lugar sue Ie eg
más conveniente. Si es fácil para la raz{n dar el cetro
al más 4iglg,.l" resulra .uperiluo y algo imposible arro-
gárselo indebidamente.
.
La raz6n, es decir, la inteligencia que rnodera, mide
o apremia a toclas las pasiones.
o

flnicamente Ios débiles excluyen la razón der ¡enti.


miento. En los fuertes, la convícción es tanto má¡ aca-
lorada euanto q*e se funda en motivoe vistos con má¡
claridad.
a

La raz6n y
'eI sentimiento, sosteniéndose vuelta a
vuelta y legulándose el uno por Ia otra, son la ealva-
guarda y la esperanza del mundo.
LA VERDAD
Sí, señor; sí, sefiora; es porflue ".el discurso es duro"
gue su eficacia será dulce; es porque el libro deja un
'osabor amargo en la lengua" que, más adetrante, será
tónico y curativo.
Los jálones colocados en lae rutas no ponen sus indi'
cadoreé en estilo dulce y florido: emplean el estilo de
su utilidad. Frecisos, directos, insistentes y autorita'
rios, no dicen: si ya no rne engd,.ño, no dudan de sí, no
se excusa[ por lanzar con rudeza a la vista cle ]os tran'
seúntes las ileehas de la dirección y las citras de la dis'
tancia. Mas ¿se queja el viajero? Por poco que tenga eI
eorazótt dispuesto a filosofar:, agradece al autor prove'
chosas brutalidades por las cuales ni siquiera se siente
tiranizado
A él le toca arninorar o apresurar la veloeidad, seguir
o cannbiar cle orientación. I-a piedra miliar sólo dice
en términos claros lo que esr y aquello gue -hay que
tener en cuenta. Cuantó más el dato precieo limite el
pensamiento, en razít:- misma de aquel estrecho rnojón,
las fantasías del corazón, los votos de la imaginación,
las neeesidades, Ias comodidades y los intereees perso'
nales obtendrán más seguridacl y mejor podrán darse
libre curso. Uua indicación incierta, un dato vago o
falso, pareciendo lisonjear la arbitrariedad del pasean-
te, restringirán la libertad de su movimiento, de su
reposo, disminuirán sus poderes reales, pues los riesgos
anexos a las consecuenciás de un itinerario descuidado
y caprichoso serán multiplicados por la insuficiencia
de aquella información.
Es gran error pensar que las contingencias, como se
diee, se acomoden más fáeilmente con un principio flojo
f!
88 MIS IDEAS POLITICAS
CH,ARLES MAURRAS 89
y flotante: muy_por el contrario, toda indecisión en Ios
pnncrpros complica el estudio de los hechos, así
como
sy tratamiento;
-
Ia incertidumbre hárlase iítroducida
de ese modo en el únieo
_punto ar"á" p"Ji"-oiliil" ,r,
'No sobrestimemos ninguna virtud, pero hagamos jus-
poeo de l\r, y a las compll¡idades de Ia tie*r" *-lr"t ticia a las virtudes de Ia evidencia.- No hiy sonrisa,
agregado las sombras del cielo. "¿" ryue_ca o _parlo,teo de floridos ingenios que pueda resis-
- _La
ve_rdad, sol_du_ro, pero claro, se contenta con esta- tírseles. Las decisiones que ellai provocan -son graves,
a veces penosas en Ia vida del espíritu, Ia vida eiterior
ll;:i,Í::i;':::',i: il tx"l :t*u :ltx,i
guir Ias proporc_iones en que el uno y eI
tx;{l;lr no les obedeee siempre, pero el lervicio que prestan el
tal que prevalecen sobre-todo.
tran y se mezcla! en Ia infinita váriedad "tro-s";;;-
de nuestros l
caso. humanos. IJna vez así esorarecido, ei rro--ti" I
a
Iejos de haber resuelto los prob_le*", á" ." ;iá; prác- ".t¿
I

tica, pero tiene con qué resofverlo., y .i"o-o'iJ*o"orr" Lo verdad"ro'rrl" por sí mismo, Pero hay verdades
demasiado a menudo-, no puede "*rI"., arnargas y verdades dulces. Las hay útiles, las hay pe.
"f.ig'ir-ri";-;;*"
discernirá mej.or e]ráI sea'el meuor, su esfuerzo podrá Iigrosae. Las hay que debemos reservar para los sablo¡
aplicarse a evitar Io_ peor, Io que tal vez constitu-r,e
Ia
y otras que convienen como alimentos de todos.
mayor virtud del gobierno de ,i y d* Ir; ;;;.---'
o
o
puramente oratorioe y mÍs-
A

- ¡Alguno_s revolucionarios
11

La verdad no sólo está defendida por aquello que ticos pueden juzgar quer- fábula o verdad, cualguier
tiene naturalmenJe d_e general, a" áá-Jbri"""ro cosa es buena para el pueblo! Nosotros creemos qüe el
y de extraño al hombré, sino'que "iá"á¿.,
para dáciai*."-" pueblo tiene_ necesidadés rnenos exigentes que la -*ioo-
varse hasta ella, se_precisa uir irirprfr"-g;.á., "1"- ría selecta. La verdad Ie hace tanta falta ümo el pan.
pensamiento, rnás.allidel pr_esente, un arüpüo del
para idherir di"h, '*"a"á- La mentira históricopolítica envenena a un pueblo con
Í::i":^$:t "alrrto
q"" la misma Iimpieza que el cianuro de potasiol
::-1" Irj:_e_s-pr.eciso
" d.e la
^1o_r¡¡nir. además un esfuerzo
que rmpo_nga sileneio a muchos instintos. "át.*t"a, a
La verdad, 'ono digo_ la .i"r""idua,';ig" Ia verdad
Un desdén que no se expresa no es una aceión. por
f*'?h,üi:I:t';",11}::f }?:"r"li"Ar.ix"l,:;::
l

rl el con-trario, un error y upa mentira que no nos toma-


cosa gue Ia supre_ma voluptuosidad á;i; iri"ri!"""i", I

mos el trabajo_ de_ desenmascarar adquiéren poco a pocc


es la habilidad- soberanao ;. i;-?;;rza todopod;;;;.
i

Ia autoridad de lo verdadero.
o
La sinceridad no es Ia verdad. La intención máe recta
y Ia voluutad más firpe p""a"" h;;-;;-il"*to'q"u I

eE n9 qea,, "o I

d
d
CIIIARLES MAURRAS 91
a

Para moderar la fuerza queda Ia Razón, es decir, el


seutido de la mesura y de las proporcionee intelectuales
queda aquel sentido cívico que agrega al orden superior
LA FUERZA del espíritu no sé qué principio de cordialidad, de sen-
cillez, quisiera atreverme a decir la caridad, que no
Hl¿ debilidadee tiránieas, det¡ilidades perver,sas y quiere la muerte del culpable" sino, y con mucho afán,
vencidos dignos de serlo, como hay victoriásos benéfi- --q""a""
su enmienda.
cos, héroes de Ia energía y del pod". a qerienes Ia hu- iaml¡ién aquella claridat{, aquella franqueza,
rnanidad dehe inmensos progresos, eolosós de salud y consecuencia natural de Ia rectitud de espíritu, que no
de fuerza que- mereeieron-la bendición del paeado y eI permite ni'hipoereeía ni disfraz, sino que va dérecho
porvenir. T.,a Íaerza en sí misrna, despojada de sus ea- ante sí, con Ia visera levantada y el pecho descubiertó,
racteres adventicios y circunstanciales, - la fuerza gue aquella eerenidad tranquila flue conviene a quienes
no se halla a¡ín al eervieio ni del bien ni del mal,- Ia asumieron librernente noblee funciones.
f:rterza desnurtra es por sí misma un bien, muy precioso I

y muJ grande, pues es la expr:esión de la aotividad clel c


I

6er. Es imbécil querer ignorár su l¡eneficio. j


Las teorías cle la fuerza no están de ningrln modo en
4 contradicción con la doctrina de la solidaridatl; y de
todas maneras, la ayutla mutua entre los hombres ne-
No hay que cansarse de repetirloo para desalentar al cesita ser fuerte para protegerse o sentirse protegido
sofisrna nocivo z 7a faerza poi eí, redücida a sÍ misma, contra la violencia.
Si en el rnundo no vale más que la fuerza, resulta
,e: un bien. Lo no guiere decir que siempre haga indispensable ser fuerte; si hay otra cosa, ei como nos-
,bien o que no -que
haya un l¡ien mayor.
Buena en sí, tarnbién es eapaz de los rnayores benefi. otros pensamos hay algo mejor, y mucho mejor, es aun
.
cios, así corlo de defender la patria, castiaár el crimen,
más neeesario ser fuerte y poderoso para salvar o des-
vengar el honor o proteger la-inocencia. '- arrollar eeos verdaderos bienes.
Pero co¡rlo es cápaz áe todo, le es necesaria eomo
primera garantía una regla y, puesta al eervicio de la
mejor causa? un ord.en. El orden contribuye a, hacerla
entera y eonapletamente eÍicaz. Pero el orden la con-
serva también de lo que pretende servir; el orden Ie
L*qid"^volverse a su pesar contra lo que ie es querido.
Toda fuerza desordenada se hatrla &ptresta ; dicho
peligro.
CIIARTES MAURRAS 93

El orden, ¡e lo ha dieho ya, es una jucticia ruperior.


EL ORDEN a

Para el orden histórico y politico, paseer no es nada,


.9o*o- no- podría existir Ia figura sin eI rasso sue la
ciñe y Ia _Iínea que Ia contienJ, desde q.,"
tener no es nada, ¡i no se eatá en condiciones de conser-
p.ieza a alejarse de su- contrariá, desde .I.i" "i
S"i *r-
-"r-§"" o¿r también.
o
Ii"q" su forma, su orden, y ". "qo.no iri.*o q", "., Io
Iimita, que lo constituye. ¿eué existenci" ."n*É"" a" En Ia _ guerra- como en la paz, el orden es precioco
^Io
esencia? ¿Qué_es-el Ser sin la liy? En toclos Iá. cr"ao, entre todos los biene§. Con su falsa dureza, con iu rigor
cte Ia escala, el ser se debilita cuando el orden"cede; aparenter- economiza las existencias, como mide y utili-
se disuelve por poco que el orden ya no Io mantenga. za los esfuerzos.
El soldado que se queja del orden es enemigo de sí
o mismo. La ciega bondad gue le hace coro á dicho
soldado es una enemiga del- soldado. Enemiga incone.
EI orden no es sino un rnedio. Es un punto de parti- .l

d eiente e involuntaria; ¿qué importa Ia intención si ella


da. Restablecer el grden restituye una atmósfera favo- lo envía a la muerte?
rable a Ia acción del óo*o a la del cuerpo.
i

Ju-stame¡te porque es ingrato y liviano, porflue el


-jspíritu
orden o I" .ú." ;f'r""di. olvido y Ia inestabilidad Ie son ordinarios, ál hómbre
_
$w9t haee po,siblé, mejor,
da. Le garantiza su duraeión, y i" p"oporciona áuxilia- advirtió pronto gue necesita buscar en el Tiempo, que
res o protectoree. cambia ein cesar, puntos de refereneia inmóvilei, inva-
a riablee puntos de apoyo, cada vez que trata de realizar
La regla lrumana no eonsiste eu matarn en destruir un deeignio de cierta irnportanciar-que quiere ser fiel
ni. en aniquilar el sujelo_ que ella derre por J-"Jritr"rio a su propósito y a su amor.
desarrollar manteni¿ir¿olo err Eu caminá. Eeeribo deliheradamente esta última palabra, que no
grpresa sino el sentimiento de las personas; pues si laa
fuertes pasiones tienen sus ritos aniversarioe! si la re.
I

A
o i petición de ciertas fechas provoea un retorno natural
Ne_cesidad de subord,ínar
I

del pensarniento hacia los misterios dolorosos o felicee


-para coordinar 5. ordenar; de la vida del corazón, con mayor razón cuando no 6e
¡no. ha¡.paparrueha oratoriÁ que pueda ir'"ooüi
matemática! "ru
i

trata ya de un solo ser, sino de una sociedad, de una


a religión, de una causa, será necesario eternizar en 6uc
fechas los recuerdos felices o funestos.
Conformarse al o-rden, abrevia y facilita Ia tarea. No or,v¡p¡.R: es el puntq de partida de todo orden y
pt"aór-"i .iá-p* --'
i

Qontradeqir o diccutir el'orden de toda ley.


". I

d
CII.ARLES II{AURRAS 95
inspira respeto: el hombre de autoridad difiere de loe
otros doe. Su libertad.se impone naturalmente a la li-
bertad ajena, su dignidad es radiante, arrastra y trans-
porta. No es el respeto ni la adrniraeión, sentinnientos
LA A,UTORIDAD inertes, es una docilidad entusiasta la que Ie responde.

Cuando el primer movimiento del entusiasmo ha pa.


satlo, ningún orden puede nacer sino de Ia autoridad.
Lejos de eer irraeionales, los votos instintivos van más
NATURALEZ,A DE T,A AATORIDAD
rápido que la razón consciente, y Ia lógica clarividente
no por állo les falta rnás que a las pasiones de un gran
La idea de que Ia autoridad pudo construirse por amor. El autor de la Vida Nueorü rros dice que al ver
- por primera \rez a Beatriz el corazón empezó a_fatirle
abajo no habría podido entrar en la cabeza de nuestros
abuelos, que eran juiciosos. impetuosamente, lo que Dante desarrolla y explica en
En verdad no fue fabricada ni por abajo ni por estos términos: " . . .El espíritu de la aida que resid,e
arriba. en, la bóaeda truis secreta ilel corazón empezó a temblar
La autoridad, nació. En los individuos, en las familias, )l
I
cott tanta fuerza. que su mooim.iento se dejó sentir en
en los pueblos, es un don en que la voluntad de los ^{i
mis tnás pequé.ñ,a{ nends, y tem,blartdo d,iio estas pwlu-
hornbree tiene muy poco que ver. bras: 'Ecie'deus tortior nre, qui tteniens dominabitur
La obseryaeión más vulgar está aquí enterameute de tne.' IIe aquí un Dios más tuerte que yo, y que nxe t)a
acuerdo con el texto católieo omnis potestus a Deo. En a clominar. Erutonces, el espíritu animal, que est'á en. la
una de las. más viejas 'oCartas a Panchita,, el señor alta bóueda a dond,e tod,os los esphitus sensitit¡os üdn, a,
Marcelg Prévost recuerda a su sobrina cómo despuée lleaar sus percepci,ones, empezé a, asombrarse mucho, y
d-e haber apr_oh_ado
'su dirigiéndoie paiticwlarmente a los apíritus de la aisión,
bachillerato, ella supo obiigar
al seeretario de la Facultad a que le mostrard.ug notas, dijo esü¿s pálobros: oApparuit jam. beatitudo nostra.'
con- desprqcio de- los reglamentos universitarios y de Nuestra beátirud oporeii6..." trIuy flue releer todo
Ias leyes del Estado. Tenéis el gran don, Panchita, de la este penetrante y poético análisis, de una época en que
awtorid,ad, observaha sentenciosamente el tío Marcelo. los sofiemas perezosos de Alernania y de la judería no
¿Creía acertad,a su observación? ¿Llegaba al fin de lo
r1
habÍan impuásto aún al occidente europeo una ridícula
que observaba? filosofía de lo inconsciente. Lo que era inconsciente,
La- autoridad, así tomada en su nacimiento, es algo se lo llevaba a la couciencia. Lo que eecapaba a las
-
simple y purot Ciertos tipos humanos Ia poseen, Ióe primeras percepciones de la razón,, una razón máe sutil
otros carecen de ella. lo anebataba a la noche.
Ifaciendo a ul lado a- guienes no saben más que Esta explicación de los fuertee presentimientos do
obedecer, el hombre de libeitad,, reconocible en la aiti- un corazóñ enamorado, tal como Dante noe la propor-
vez de un corazón que_ nada doma, difiere de aquel ciona, puede aplicarse a los transportes instintivoe de
que se caracteriza pór Ia dignidad y que sobre ódo un al¡ni obediente ante la autoridail, que ella eree coq-
venitle: uu juicio rápido Ie hace concebir eomo bené.
d
r ,1.

I
96 MIS IDEAS POIÍTICAS
CI¡ARLES MAURRAS 97
fica aquella fuerza tenida por útil y bienhechora, cuyo.
orden Ie anuncia protección, jueticia o vietoria. Gusta y rle reparacióno configura todo aquello que el cora.
en ella el esbozo de un bien misterioso. iPor qué signo zón y el espíritu de los hombres, áisladosro reunidos,
Ia conoce? Es la gran dificultad del asunto. Algunos espera y cree cle una autoridad verdadera.
jefes militares se hacen obedecer por el genio, otros
por el valor, otros por una especie de fe mística. Las a
dotes exterioree y brillantes de un Condé pueden agre-
garle la magia del ejemplo, pero otros generales lleva- La verdadera autoridad es aaturalmente juiciosa; nna
dos en litera irradiaron el mismo prestigio. autoridad insensata no es concebible. La idea de autori-
Henri Fouquier, que fue de Ioe Mil, gustaba de dad no significa en efecto solamente el poder y el gran
contar que Garibaldi anciano fanatizalta a sus bandas l¡ poder ejercido por un hombre o un grupo de hornbres,
diciéndoles a media voz, del fondo del coche en el que eilo que además encierra el conocimien'to del objeto
Io eonfipaban sus reumatismos, un sencillo: oo¡Adelan- sobre el cual se ejerce y aplica dicho poder. Cuanto más
te, señores!" ¡Tal es la suma de pasiones, de esperanza creee Ia autoridad, mejor se desarrolla tal conocimiento.
y confianza qve duermen en el alma humana! Poeo Cuanto más perfecta es la.autoridad, implica una mayor
basta para haceilas sprgir, pero esa nada es indiopensa- elaridad y-- exactitud de aquel conocimiento, y más se
!I", y ninguna convención, ningún arreglo, ningírn arti- adapta a é1.
ficio de voluntad hace las veces del primer don- natural. .
,l
.fi
t La autoridacl no sería una necesidad política eterna,
si paralelamente a ese instinto director, que constituye
L¿ autoridad ee del miemo orden que la virtud o el el fondo' tlel alma de los jefes, no existieS" en el alma
genio o la belleza. de Ios súbditos y de los ciudadanos un instinto de obe.
a diencia, constaniio, decía Richelieu, gue es la expresión
viviente del mayor interég de las multitudes: Ber go.
Los más sabios engranajeo jamás reemplazaron Ia bernadas y bien gobernadas, en un buen sentido, con
eutoridad nacida. . . firmeza.
c o

Los franceees del siglo x.se habían alineado en torno


a la raza que desde haeía más de cien años los había LAS CONDTCIONES DE LA AUTORIDAD
oiempre defendido con eficacia. ¿De dónde procedía VERDADERA: LA EDUCACTÓN DE LOS IBFES
esta raza, de gué cielo había bajado al país? Inmigran- El desarrollo de lo que se llama la civilización moder-
tes sajones o señores campesinos autóctonos o también na tiende a dar a las fuerzas materiales una creciente
deseendieútes de los burgueses parisienses, la erudieión ventaja eobre las fuerzas morales.
no cesa de discutirlo. No ee discute sobre la autoridad ¡Si noa fiamos a eIIa para realizar la justieia social
adquirida poco a poco por su poder f.eliz, ni sobre el o Ia dulcifipación de las costumbres, rros preparamos
heneficio de su dinastía, ni eobre eu constante dieha. considerables decep_ciones ! Esta civilizacióq- no igrrala
Ella expresa desde hace eigloa un poder de protección i ni las fortunas ni las condiciones: su complejidaá uo
cesa, por el coutrario, de ahondar dife¡enciás entre Io¡
I

,d

Irr
98 MIS IDEAS POLÍTICAS
CH'ARLES MAURRAS 99
holnb_res, eIIa no emancipa: Ia autoridad de la cieucia
y de Ia industria tenderíá más bien a establecer nuevag bemos quejarnos de nuestro tiempo a este respecto.
razas de esclavos. Por fin, en Iugar de apaciguar y con- Las diferencias de clases están ñás
-arcadas lue hace
ciliar, sus necesidadee son de tal- rigor qir. p-ar""á rygdio siglo, la arrogancia y el despotismo de I'as auto-
tar.en ángulo recto, destruir o renégar-de lodo lo "rr-que ridades estarían más bien en camiño de aumentar. En
es huuoano. los espÍritus_dirigentes Io gue falta es aquella luz que
Nj + juego_de Ia oferta y de Ia demanda que eonsti- es el sig_ro de su derecho á dirigir. Los jefes subsisien
tuyó_al capitalismo, ni eI principio de lae naciónalidades y _su poder aurrenta, pero son jlfes bárbaros librados
que ha ereado nuestra páz arrnada, ni Ia lucha de cla- a Ios impulsoe de la pásión o dei interés. Mandan, eon-
ses, con.Ia que lae masas suhlevadas responden al capi. ducen, pues sus tropas lo quierenr poro rnandan mal y
talismo hambreador, no potlrían expandii por el *rrto conducen erróneamente, pór falta de aprendizaje.
una atmósfera de poema pastoril. hlos árrojaría más Son, puesr-ellos también, rnás aún que-lu,
-letarias
vale hacia loe lobos insocialeg como obligadós a vivir -".á. p.o-
p-or_ lae cuales se finge un intárés tan vivo, iei.-
por- categ_oría
{e clases o de razas, eegún la eostumbre
de los lobos. El barniz hereditario d--e las costumbres
daderos desheredados.
El tesoro intelectual y moral cuya herencia les corres-
s_edescascara poeo a .poco, Ia supervivencia de lae tra- qgtdíq le_cog-e.r fue d,esdeñado y iinalmente ee ha per-
dicioqes generales ee torra y hJ estadísticas de la cri. dido.,Así lo clispuso el espíritu áe h democracia [báral.
minalidad muestran lo que de ella sale como consecuen- que desorganizó al país por arriba; tomando la voz del
cia inevitable. progreso, fingiendo poseer Ias promesas del porvenir
Considerad los progresos del atletismo (que podría hizo abandonar el írnico instrumento de p"og*-eso, q,r"
constituil en una sociedad bien regulada una-admirable es la tradición, y la única semilla de porvenl*, qí"
escuela de disciplina y ele$ancia)l h pasión (por otra el pasado. ".
parte excelente en sí misrna) de prevalácer en ásos jue- La historia de la tercera república basta para mostrar
gos v-iolentos, los nuevos inetruñentos creados po" l" el inconveniente que puede ñaber en entrégar la legis-
cieneia y guE aplicadores: esa multiplicación d" las Iación, los e_jércitos, Ia economía, la diplom lcia, y toáas
fuerzas antiguas y esos nuevos medios puestos al servi- lae formas de la autoridad y de la influencia a'eápíritus
cio de ener_gías sin- freno, ¡no tienen máj que daree libre sin direecig, y sin cultural a corazones ein dignidad y
curso: y el moralista ve por mil indieios renacer la sin dominio de sí.
brutalidad. La hietoria simétrica de la Inglaterra conservadora,
En cuanto al lenguaje de nuestros eontemporáneos, donde todos quienes gobernaron y sirvieron en los altos
i

J
hablo de los mejoreÁ, de quienes sorr educadis, si no emp_leos habían pasado p.or la dura y larga preparación
bien edueados, hámbres y árujeres, .ruelve a la ánorria- inteleetual y moral de las viejas universidadés, óon gran
topeya primitiva, si dejam.os hacer a, la aid.ao a las fuer. refuerzo de versos griegos y discursos latinos, comprue-
za\ a loe destinos. !a _hasta qué punto es verdad gue la verdadera áicha
, En un régime1 d,e brutalidad, no son ni loe jefea ni
Ias órd_enes, ni, eiquie_ra el orden con su jerarquia nece.
de los pueblos depende del buen adiestramiento de sue
conductores. La espada del conquistador, el baetón del
saria, qy" falta. Loe asesinos de Sep-tiembre tenían piolero_, incluso el lápiz del [iolsista, todas aquellas
jefes. lg
No fueron órdenes Io qo" falt¿ á loe fueiladores modalidades de la_fuerza y de la astucia pueden y-deben
del duque de Enghien o de ironseñor Darboy. No de. p¡ocurar grandee bienee a condición de haber pasado el
I
tiempo necesario bajo la férula del educador. - Todo lo
I

t
IOO
I00 MIS IDEAS POLÍTICAS CHARLES MAURRAS rór
que sq quita de la férula, no es guitado a Ia férula ni a la
_ -Si, p-u_es, se quiere hablar con exactitud, no es Ia
auJoridad que Ia detenta: se lo quita a la entera masa Iibertad Io que es -general, necesario, de derecho ecumé-
del pueblo: la nación y el géne*ó hu*rrro son loe pri- nico, primitivo y humano; es la autoridad.
rneros despojados.
.o o

La disminución del comrín haber intelectual v moral


es una pérrlida para todo el mundo: Ios pequ"áo. p.r- EtBRcrcro DE LA aurowgifl;
derán con eIIo tanto como Ios grandes.
También lo perderán muchó más que los grandes,
pues.Io que perfecciona, _refina y eleüa a Ioo lrandas La propiedad del_ pod-er se asemeja a Ias otras pro-
constituye, en provecho de los otros, Ia más p-reciosa piedades, resulta del trabajo, del trabajo hecho, 'o6ien
garantía, y a menudo la única, contra los ab;sos del hecho". La fuerza desnuda puede aplicarse aI bien
p"19" a gue- exp-one _pr_ecisamente la grandeza. Ciertos como al mal, a Ia conetrucción y a la destrucción. Cuan-
matiees de virtud y dé honor, ciertos ñersuasivos v her- do ha hecho el bien, cuando ha construído se le atribu-
mosos acentos de la voz que manda son Io. frutos "clirec- ye su mérito, su prestigio y su gloria, y ve también
tos de Ia educación únicamente. nacer ese producto que se llama la autoridad.
Ocurre con ello como con Ia religión.,
Quien _dijo que una religión era- ,necesaria para el ,,1
a
pu€blo, dr¡o una espesa tontería. se necesita una reli.
gión, se necesita una educación2 §e necesita un jueeo de La carencia del poder se asemeja a la vacancia de un
frenos poderosos para los campo. Lo toma eI que quiere, lo conserva el que puede..
-conductores del p"LÉtor"pu"u
sus eonsejeros, para sus jefes, ett razón misma del'papel
directivo y de refrenamiento que están llamadoe .i"r- o
"
empeñar_nerca de él: si los fuiores de la bestia ho*ur"
sorr temihles para todoso eonviene temerlos Cuando el poder está vacante, es como decía Juana
proporeión cuando Ia bestia disfrute de póderes "o- -uyo"
más de Arco, ¡verdadera lástima para el reino! Y gran mi-
fuertes, c-a.paces de permitirle devastar ui eampo de seria también. Tomar el pocler en ese caso, cuando se
acción más extenso. tiene Ia fuerza para ello, es §eneillamente un acto de
a caridad o de humanidad. Un pueblo necesita jefe como
un hombre el pan. En tal hipótesis no sóIo se restablece
Toda Iüertad no es conveniente en cualquier Estado; el derecho del primer ocüpante, sino que hay un deber
eada Estado depende de Bus antecedentes'históricos y riguroso, una obligaeión estricta para quien lo puede,
de s¡r configuración geográfica, como cada hombre dá de ocuparlo. Cuando los ciudadanos están amenazadoe
sus antepaeados y de su país. Saludables y tutelares por el enemigo, se dehe mandarlos si se lo puede hacer.
dependencias, puesto que -dieron la vida, É ,orti".r"r, Cuando el desorden está en Ia calle, hay que devolverle
y Ia_ eonservan, y que quien se sustrae a ellas muere. I
el orden si se tienen los medios.
La libertad varía con
-los tiempos y lugaresr pero no
:

hay Eetado que pueda durar sin'una iutoiiilail'.áb""*rr". I

,¿,

['
102 MIS IDEAS POLÍTICAS
EI poder no es una idea, es un hecho, y se cree en
ese hecho cuando se hace sentir; todas ias 'críticas del
mundg no podrán nada contra Ia fuerza de un con-
quistador.
c
La mayoría de Ios _moralistas, que son espíritus con-
^
fueos_, juzgaron
_que el poder corrLmpía el iorazón del
LA LItsERTAD
hombre. Cuando el poder es elevado y dura, cuando
dura y.n poc_o, es enteramente opuesto, el
-su efecto
aprendizaje de las^ responsabilidades se perfeccionu y
La libertad no está en el comienzo, sino en el fin.
sn experiencia perfecciona ert vez de echar a perder. No está en la rai.z, si.no en lae flores y los frutos de la
natul'aleza hunaana o para decirlo rrejor de la virtud
hurnana. Se es inás librá a medida qrre ue es mejor. I{ay
que llegar a serlo" Nuestros honrbñs creyeron atribuiri
se eI precio detr esf'r"rerzo por una famosa declaración
de Dereehos, ostentando en .gus alcaldías y sus escuelas,
sus urinisterios y ous iglesias ![ue dicho preóio ee adquiere
sin e'sfuerzo. Mas pregoú.ar por todas partes que cada
rrno nace rnillonario ¿equivaldría para cada uno a tra
! sornbra de un rnillón?
¿Diréis que es un derecho a la libertad? El derecho
al millón no sería rnás vano.
I

La libertad, prineipio metafísico, es una cosa: Ias


libertades son otra. La voluntail del pueblo, suma de
las voluntades indi.viduales, es una cosa; la voluntad
general, expreoión de1 interés general de una naeión,
de una raza, d.e un paísr' es otra cosa, muy diferente.
'ioi

La libertad del loco se llarna locura, la del tonto,


tontería, la del bandido, bandolerisnno, la del traidor,
traieión, y así de tro demás. Decir que las libertades se
limitan las unas con lae otras eB enteramente exacto
acerca del estado salvaib o de anarquía: Io que significa
simplemente que los fuertes oprimen o explotan a log
débile¡ mientras loe débiles n0 se eúbleven contra los

t
104 MIS IDEAS POLÍTICAS
CIIARLES MAURRAS 105
fuertes y_las víctimas eventuales no hayan encontrado
un_procedimiento seguro para ametrallar a .mansalva y Quien puede medioclemente es mediocremente libre.
a discreeión a sus verdugos. La libertad concebida co- Quien puede infinitamente también es infinitamente
mo _régimen o como principio, es un caos, generalmen. libre. Úna de Ias formas del poder es la rigueza. Otra
te doloroso. de esae formas es la influeneia, Ia fuerza física, Ia fuerza
Los ciudadanos algo reflexivos no se dejan pues in- intelectual y moral. ¿Sobre qué se ejercen con variedad
timidar por juegos de palabras. Definen- Ia libertad esos diversos poderes? Sobre hombres. Y tal poder ¿a
como un _poder o yna fuerzar. fuerza o poder que valo quién pertenece? A hombres. Cuando una libertad hu'
Io que valen sue súbditos y Eu objetivo. La eteina ridi- mana háIlase en su punto más alto y encontró objetos
c¿llez de los siglos xvur y xlx consiste en tomar la liber- humanos en qué aplicarse e imponerse, ¿qué nombre
tad corno una regla o como un objetivo, cuando no es toma? Autoridad. Una autoridad luego no es sino una
eino un rnedio o una materia. Iibertad llegada a su perfeeción.
Lejos de contradecir la idea de libertad, la idea de
,c autoridad por el eontrario es , su cumplimiento y com'
plemento. La libertad de un padre de farnilia es una
La li]¡ertad vive en pocos hombres. autoridad. La autoridad de una confesión religiosa es
una autoridad. Taml¡ién son autoridades la lil¡ertad de
Quien hahla de libertad real, habla de autoridad. La una asociación, de una comuna, de una provincia de'
Iibertad de testar crea Ia autoridad del iefe de familia.
La libertad comunal_o provincial crea ei poder real de terrninada.
Cuando se quiere que el Estado respete en el orden
I

Ias autoridades sociales que viveh y reside^n e, ei pago.


económico Ia iniciativa privada, se pide en el fondo
I

§
La libert_ad religiosa recónoee la autoridad de las ieyes
espiritualeg y de la jerarquía interna de una religión. que respete lo que Le PIay llamaba con hermoso dicho:
La Iibertad sindieal y profbsional consar';ra la autor.idad las autoridadee sociales. Todas las libertades reales, de-
finidas y práctica§? son autoridacles. La libertad opues'
l

de la disciplina y de Ios reglamentoe el interior de



Ias corporaciones y sociedadás de Ios oficios. ta a la autoridad; la libertad que consiste en no ser
intluido por los demás, pero también en no influírlos,
' Tales eon ]os hechos observables.
Entretanto, ei en lugar de observar se mira dentro dicha autoridad neutra no es conciliable ni con Ia na-
de sí mismo _pafa ,refleiionar, adviértese que la natura- turaleza ni con el orden de Ia vida.
leza _miema de la libertad positiva que no eo
coneibe en relación con un obstáculo-uqruil"
poi sorteai., aquella
quo se _ejerce y se alimenta áe su fuánte profuídal-, Io d,1
Iibertad, es potencia.
s-e- ejerce en Ia soeiedad y tiene como punto
- Social,
de aplicación no el mármol como ei poder de un Lscul-
tor, _ni Ia_ máquinaz como el poder de'un meeánico, sino
Ios hodbres comprometidoj eon nogotros en la vida
social.
iQl¿ es, pues,_ una libertad? Un poder.
Quien no puede nada no es de ningún modo libre. I

,i

.el I

lr

l'
'.1
¡
CHARLES MAURRAS 107

.lpe se - quiere presentar c.oP,. lo


faexza, esta- fuerza 'Equivale
opuésto al derecho. a ponet en oposición el
tr1ángulo y el color. H"y triángulos coloreados, puede
haber colores exteneos en superficies triangulares. No
EL DERECIIO Y LA I.EY concibo un derecho que fuera abstracto, que estuviera
separado de una persona moral o material en la que
existe, vale decir de una fuerza.
Siempre c_reí que eI privilegio de 1os derechos repre- Hay la fuerza, más o menos fuerte, que tiene derecho;
-"entaba también el privilegio-de loe deberes. lray la faerza más o urenos fuerte q1rre no Io tiene; pero
el ser de razón que, sin ninguna fuerza sería el dere-
C cho o tendría derecho, es a1¡5o que no se puede concebir.
El derecho, que tiene necesidad de la fuerza para eer
La experigncia de la naturareza de ras eosas establece reconocido, Ia necesita igualmente para existir.
que el dominio del derecho común es ,,ruy ,"ririogido
y -que_ por _el contrario hay una rnultitud'cle dereóhos ,'o
privados. Cada grupo de homtrrres, que tiene su vicla
.particular, merece un tratamiento' es^pecial.: O"i""- r"
La deducción jurídica parte de los ptint:i¡rios de lo
'oprivilegia"- quiere ser tratado i justo y lo injusto, sus primeras nociones representan
gio, y euando ese voto no es escuehado,
"orfá"'*u-"o' "r=irlioil"-
eI .u¡lto';;il;,
:I
I

ya la segunda o tercera potencia de una elevada abstrac'


ante todo en el cuerpo del que forma parte y posterior- tión, y sus definicioneJ son necesar:iamente tan bu'.L".
mente en sí mismo, a conseiuencia dá Ia desconsidera- como flotantes cuando se trata de atlaptar su generali-
ción y relajarniento que necesariamente afect" , di;il dad a la vida práctica: entre Ia multiturl tle los hechos
cuerpo. particulares a menudo muy diversos, y que se r:ontra'
e iían a vece§, el espíritu está casi fatalmente inducido a
perder de vista las razones impersonales de fijar su
derechor,para impo:reree y aun para oubsistir, ne- elección o siquiera de conducir la atención; entonces
-'EI que se lo haga
cesrta valer, que se Io sostenga v se lo cuando a falta de razones impersonales aparecen laa
actividadr_o se desvanece pá"o'" po"" otras: el motivo personal su.rge, activo y vigilante, y la
ll"$_"1"r_ "emporta
en ra s?l§..e, y- Ias cenizas de Ios hombres idea del derecho no queda ya eselarecida y guiada sino
y los editicios incendiados, Iuego en el frío sacrifiüdoe por la idea del yo, d,e ese yo que no existe sin derechoa,
-;r ¡;
subli*;
pero que pretende tenerlos todos y
l{uellos- espacios vacíos donde ia a exting"inu; que gobierna instin-
11

de- voz del más vehemente de los retórico"s.


;d,ro I
-idéa
-;;;;"i"or. I iivamánte-los movimientbs de la hácia su interés
gi"_iTáq _compren_derá" los Se pa. exclusivo, a veces comprendido en un sentido tiránico,
.-I.,^r:,,
san Ia vida,personificando el .oderechorr. pero los lro*" pero siempre hasta cierto punto despreocupado del buen
oree de anárrsis se pre,guntan,gué.pu_ede ser aquella ordeno inconscientemente favorable a cierta anarquía.
sona sin sujeto, aguel= derechó 8ñ ba;e-;i"lJ;üi*"per- ilíbrenme los
IUD dioses
u¡vD9E u9 decir
de quur¡ gue el
v¡ Derecho
Derecho
svrvvr^s,¡ lleva
tur-no les toea no -comprender ra antítesiu ,á"fti¿u .r,
¡IJrulgf¡ug Yqv
a la anarquía, cuando al contrario la guiere regular y
todas partes, acerca de un derecho que se opone -, nacifiear! Pero nació guerrero.
pacificar! oninión. la
suerrero. En mi opinión, pre.
pre'
a la
ferencia dada al método juríilico sabre el'método em'
't
108 MIS IDEAS POLfTICAS
pírico del¡e-eonvenir a las sociedades florecientes, fuer.
temente asentadas en principios que estallan por todas CHARTES MAURRAS IO9
partes y son obedecidos por todos. ficación explícita, aprobación formal, más o meno§
votada o eocrita.
-.,Histórica y políticamenteo eI genio humano es más
Irhre y más expeditivo; su acción se embaraza menos
Separad al hombre de su familia, de su nación, de con cornodidades y_ palabras. por consensus, hay que
entender adhesión de hecho, ora ruido.u Ií uclla-
_flue_ es re)t decidle que es Dios, y
su _oficio, decidle
embriagadlo con- Ii idea de' Justicia, ¡ieréis mación que segrría a la eoronación de los"oáo reyq§, ora el
q"e simple murmullo aprobativo
eorazón contará Ios agravios que se le'hagan y "on con que Hoáero haee
podrán ser sus indul§encias fara Ios ag"ívio." qu" "od]".
l" t"gll^J" palabra -de los jefes. -fUnyOyUgZlN
oc*rra inferir a otros! Este Juez demaüado p"it". AXAIOI. Pero en Ia inmenéa mayoría d, lo. -c"ros,
una parte demasiado interesada y demasiado ápasiána- ". en eJ caso con que no se hacen histlrietas, la adhlsión.
-to¿o consiste en el hecho de no oponer ninguía contradic.
da. para que sea razonable oornetárle teóricamerit"
Irtrgio. Quien se atribuye todos ros derecrros cornienza cirí.3 importante, de_ comprend-er, y de Jjecutar.
por imponer al mundo entero todos Ios debere., .in ol. Decir: "Señor Súbdito, he aq,í una lLy oliigatoria:
vidar Ias sancione: que cor_re-sponclen a todo incumpli. I
¿la aceptáis? -¿-Estáis seguro de {*ererla? ños ha?á fah,
miento. .dhí reside Ia verdadára locura clel individua- vuestra_fiLma'_', es-en propiedad querer sugerirle flue
I

"Io"" y discufa il irfioitá pu." ,.J obedecer.


I

Iismo revolucionario, eea político, soeial o *o"ul. Es l"..pgldl


imposible que un animal -tan sensibre, tan iriste, tan .bl odio de Ia nor.edad y el espíritu de contradicción son
vulnerable como el hombre, una vez colocado el
asaz
-poderosos eT gl hombrá, para no poner Ia salud
altar interior que le erige la clogmática llúe*at "r, ." pública a merced de éste.
cre_ar_ nueve de diez veces, eI acreJdor de "o
sus ,"-"iurrt".
Fero sigue-siendo verdad que Ia ley debe ser hecha
y dgl univ_erso, cuando el más miserable, po" para que se Ia obedezca fácilmente. Uou ley debe ser
trario su deudor aI infinito. ". "i-"or,. aceptable. La ley no €s ley cuantlo su enunéiudo basta
AqueIIa ilusión del crédito contra Ia sociedad no pa-ra provoear a Ia gente a infringirla.
puede sin_o ser fomentada por la absurda rnetafísica miento, natural y rapido. euiere asenti-
de
los Derechos. - El part,,.lo
toma
qul atáca a una Iey cuya defensa nadie
puede estar en lo cierto o - pero no
c es esa Ia cueetión: el autor de dicha "qoirro"ado"
Iey no úJfil p""
ello cometido menos er. error político " a" - --Lrl"r""
I PRECISIO¡{ES ACER.CA DE LA
mejores coyunturas y disposicioires más favorables
"á der
espíritu- público. su_ l_ey ño e. más que un decreto del
NATURALEZA DE LA LE,Y estado de eitio que deb-erá sostener cin Ias u"-". lu
- 9"S9rl
venerable máxima, la ley se forma por opera. mano, sin tener derecho a quejarse o asombrarse.""
ción del sobera,o (constitutione.'regis), por lceptáción
del s4bdito (consensu poputi). InáudaÉtu*""iá ,r".- o
tros juristas traducen- mal estas palabras. Se figuran
que cor¿sensz quiere decir coneentiñiento expresoi rati. Fi].espíritq d._ lac leyes modernas se ha alejado del
ecpíritr¡ de las leyer que rigen los hecho" de" la vida
real, y no pudiendo eefoc heóhos reales teuer
"o-r.,"oto

L
110 MIS IDEAS POIiTICAS
el trozo de papel que los desnaturaliza o la araña que
teje su tela en el cerebró del legislador, siguieron des-
arrollándose de acuerdo a laa pesas? Ias medidas y los
númeroe de que se coY:nponen.
Se dice: oo¡Pero el hecho puede eer el crimen!, ¡el
hecho puede ser la monstruosidacl!, ¡el hecho puede
ser el error!" LA PROPIEDAD
Sin duda: la política y la moral realistas no coneide-
ran los hechog crudos y .desnudos como loe prototipos
y modelos de la vida. Pero recomiendan dos puntos: !, p".opj"dad
animal
es Ia narural ealvaguarda del hombre,
industrioslr_aun más que
Ante todo, considerar las leyes según las cualqe log necesidades, su- debilidad, "-qoi;
""íor"tri", mre uo,
hechos reales se encadenan, puee si éstos pueden ser d"."ootento aporta
oesde ra cuna impo-nen un "I' estrecho deler de traieforl
viciosoe y criminales, las leyes del vicio y del crimen
no lo son; el orden de Iae causas y de los efectos que pa1 el medio qué lo rodea. paseal ;; ;;"r" ,"#"
ourrarse de esos pobres niños que dicen: yo soy "f
rige las realidadee aun malas no es de ninguna manera dueño
de este rinconcito.
malo, es, además, exeelente conocerlo y calcularlo, co- No se diría vo- si n9 se dijese mío. Sin Ia propiedad,
nocimiento y cálculo gue son los únicos en permitir la
acción.
I

eI hombr.
"r
irí condenadlu ti""r".
Segundo punto, la acción no tiene la menor probabi-
I

\i
Iidad de resultar seria y útil sino a condición de enca- i c
rar un objetivo definido y justo. No basta tener uL
I

Poseer, es mandar, es disponer de sí, es poder


'oideal" en la eabeza ni hacerse una idea cualquiera del resistir
derecho y del oodeber": este moralisrno, este jurismo, por reacción.
;ü¿";"¿
a Joe otros,. es ejereer una ioflo"o"il
,io *,
este idealismo deben estar conformes con la verdad
,ideal, moral y jurídica. En otros términos ante todo . ll p"opiedad
toridad_por
libera Ia existencia y confiere ürra aü.
lo menoe sobre lo, bi"n"á d; i;;;;']
hay que tener razón. frutos del trabajo. t*
Una idea falsa es una idea falsa. Querer imponerla
nl mundo so pretexto de gue el mundo debe eer gober:-
nado por las ideas es una pretensión abeurda cuya apli-
eación eerá forzoeamente criminal o funesta. Las ideas 6Á

no son iguales entre sí. Todos los supuestos derechos I


I

no sorr válidoe. Y todos los modos de regular las coetum- l

bres no son dignos de respeto. El error moderno pro-


viene de esta aeimilación brutal de los eietemas contra-
rioe soñados por el cerebro humano. En un error có-
modo, sin duda, para loe oradoree y los litigantes. A
éstos loe autoriza a sostener todas las causas. A agué-
lloe, a contentar a todoe los auditoriog. Pero los puebloe
que lee tienen eonfianza lo pagan.
CHARLES MAURRAS n3
algo . enamorado de su obra siente eon verdad que ha
vencido dos veces a la muerte. El poder de ldgar lo
que Ie queda da a la actividad de uná vida bien -rnivida
el más alto laurel natural.
Observemos cómo las sociedades cristianas de la edad
LA HERENCIA media, penetradas por el sentimiento natural de la vida
futura, siempre se mostraron en extremo eensibles a la
recomp_ensa terrestre del _padre en el hijo. Cantaron
. La
naturaleza procede 1o más frecuentemente por con toda el alma eL Abraharn et se¡,rrini ejus in secula.
imitación y repetici-ón: pero también tiene sus inno- Nuestras diversas Íazas monárquicas o ímperiales ea-
vaciones, sus caprichos, sus iniciativas. En este caso Ien de naciones ardientemente cánveneidas áe la reali-
ol¡ra con extremo vigor. dad del reino de los eielos: ¿Cómo pueblos rn"oo,
Cuando Ie place dar nacimiento a un hombre de gue- yentes prestarían menos ateneión al voto carnal de"rp. la
-rra entre apacibles rnagistrado§? o a un marino en un duración hereditaria? Eeta es su única defensa contra
Iinaje de viñateros, la nueva voeación se marea eon el tiempo;_ no tienen !!ás que esta ancla para echar al
ftaerza, es servid-a por. una voluntad ]rastante firme para abismo del porvenir. En rigor las ambiciines heredita-
quebrar todas las reeistencias. Pero estas resisteneiac rias habrían podido debilitarse por un vuelo brusco de
y aquellas dificultades tienen algo hueno. Son pruebas, las_esperanzas celestes; ¿se comprendería lo contrario?
como exámenes naturales, que dejan pasar a loJ fuertes Se podría razonar así:
predestinados, pero devuelven los otios a la condición algún Dios oculto en el secreto de los corazones
hereditaria gue les es más conveniente, pues ella les o -Si
elevado sobre el abismo interplanetario asiste inmó-
asegura la defensa y el abrigo. yil y mudo, ardiente y todopodá.o.o, al rlesarrollo de
o la humalidad, es Bu rnisma ley Ia que
. log eafuerzos de
verifica en Ias cosas y los hombres; no poáde eino
Como medio de acción hacia un porvenir, Ia herencia bendecii su efecto múltiptre.
és _eImás reeto y simple de todos. Pero si Ios espacios infinitos están vacíos y si el co-
_ Su_utilidad general-resulta del destino del productor razón humano rio está él mismo sostenido plr ningún
tlotado de razón, que se reproduce antes de- morir. "consuelo interno'', todas las dichas del ser -y todor ro,
La vida humana iería inclígnamente corta si la natu. beneficios parecen más expuestos a Ia erosión del tiem.
raleza no hubiese proporcioñado a las sociedades un pq y. a los golpes de
f muerte,
¡

d
,j su tr-adición, su trane-
procedimiento que transmite los frutos del trabajo por mrsrón parece pues rnáq preciosa en la inmensidad so-
Ia sangre. I litaria_ a Ia perpetua indigencia. ¡Todo medio de salvar
T,a llama impersonal cuyo depósito tiene el hombre l

o prolongar este amoroso esfuerzo personal se vuelve


no hace sino atravesarlo para coirer a otros, pero delega con ello más sagrado ! Con ello el pLneamiento amena-
en
-los
niños q_ue procrea un poder sobre los-bienes que zado se aferra más firmemente a li filosofía del orden
gt h" ¡rocreado como aguéllós y a menudo para aqüé. y al conocimient-o de las leyes que lo conservan. Si
Itoq. Lq posteridad inerte que iale de sus ¡ianos será este orden sucumber, el eónserva un refugio en
vivificada por su poeteridad- viviente. Cuando sus nie- la ciudad divina: aquél-creyente
que ya no cree ,eufre la-catás-
toq empiecen a fecuudar erl herencia, todo trabajador trofe de todo lo que su sueño dieputaba a la muerte.
DBEER DE LA FIERENCIA.
LA TRADICION
Fara justifiear Io que el sentido cornfin y la eosturn-
bre mantienen con faetza, no hablemos cle derecho, Tradición quiere decir tranemisión.
eino de deJrer.
Del¡er de legar y de teetar. o
Deber de heredar.
Aquellos que llarnamos desheredados o proletarioe La verdatlera tradición es crític«, y a falta de trquellas
lIen a veces que se les predica no ser su situación jueta distincioues, el pasado no sirve ya para nada si eus
desde su punto de vista. tr a herencia es justa y benefi. éxitos cesan de ser ejemplos y sus fracasos lecciones.
ciosa para todo el rnundo.
EI bien que Be fija en una farnilia naturai o legal o
puede tener fuentes dudosas: se rescata y se moraliza
por su fijeza, por el sólido beneficio que establece en En tcda tradieión. como en toda herencia, un ser
au torno al regularizar las condiciones de Ia vida, al y debe hacer la deducción del paeivo.
razonal¡le hace
dietribuir eI trabajo y asegurarlo, preparando un firme
ptm_to _de apoyo a las generaciones poi venir. c
Irlo hay diferencia éntre el daño causado a Ia natu.
r_aleza por la muerte de un hermoso animal, seguida La tradición no es la inercia, su contraria; la herencia
d,el retorno de sus elementos aI polvo universal, y Ia no es eI nepotismo, srr falsificación.
destruceión de una fortuna cualqüiera a Ia muertá a" ,.
eu creador.
-la [Iuy en_ ello pé_rdida neta para ]a sociedad como para
naturaleza, obligadas a relornenzar un largo y peno- Todas lae tradiciones tuvieron un eomienzo, y los sen-
so trabajo. timientos de fidelidad monárquica, si se remontan muy
arri-ba, no lo hacen indefinidamente: lo que empezó
- L?r_ organizaciones sociales prósperas son aquellas que
irnpi¿lsn a dichas realidades volver a la uada y ayuilan puede volver a empezar; lo que tuvo un punto de par-
a evitar que -mueran del todo: aquellas proveédoias de tida puede volver a encontrar otro.
la vida, eiendo enemigas-natas de Ia desiruc.ión, hicie- La oposiei.ón entre razón y tradición, equivale a la
ron de la herencia una institución respetada y del tes. antítesis entre realidacl e idea o arte y naturalezar lo
tamento, lo podemos decir, una espeeie de eatramento. que puede aeimilarse a la oposición entre eI vinagre
y el aceite, Io dulce y lo amargo, lo fluido y lo sólido
en una eosmogonía de pueblos niños.

tlI
I

I
lr

t,

III
LA CIVTLTZACION

I
l,
l

¿QUE ES LA CIVILIZACIÓN?

EL ÍIOMBRE ES U¡V ÍLETIEDERO


Pocas palabras se ernplean más, Pocas palabras Ee
definen menos gue aquélla. Entiéndese a vece§ pcr
civilización un esiaclo rie costumbres dulcificado. Otras
veces se entiende la facilidad, la frecurencia de las re-
Iaciones entre los hombres. Se ilrragina aún que ser
eivilizado, es tener ferrocarriles y hablar por teléfono'
En otros tu.or, corno mínimo, ello consiste en no devo'
rar a to. t**ej"ntes. No hay que despreeiar en- abs':luto
esas mane[as un poco diver.sas de interpretar la rnisL¡a
¡ralabra, pues "adu una de ella es preciosa;-cada una
iepresenta una aeepción corriente, uno de I'os rostros
de uso, que es el amo del sentidó de las palabras.
Itrallar la verdadera definición de una palabra no e§
contradecir el uso, sino, por el conttario, ordenar'}o,
explicarlo, ponerlo de acuérdo consigo mismo. Experi'
méntase una especie de placer sensual al entrar en este
rnedio conlluso y vago para Poner en él Ia luz con la
unidad.
tr os fabricantes de diccionarios tienen denrasiado ql;ne
'escribir para errrb atazaree eeriamente con aquella pre-
ocupación. El único pequeño léxico que tetgo a mi
en el mornenio de escribir sale del paso de
"lcJnce
modo muy barato? y no ereo gue sus colega.* bagaT ma'
vores gasiot. Lo cópio : "Citsíli,zar, hacer 1ivil, cultivar
iur "o.tunnbr"t, clar la civilización. -Ci.r:ilizació'n, ac-
ción de civilizar, estado de lo que eB civilizado. -Ciaí'
lizad,or, quien civiliza. Lo que puede ser
-Ch:ilizable,
civilizado." Y eso es todo. Ni una palabra inás. El
único cabito de vela proporcionaclo por aquel ingenioso
120 MIS IDEAS POLfTICAS
CHARLES MAURRAS
Iexicógrafo está en oocultivar Ias costumbresur, Io que no
121
il¿rmina el tema sino mediocremente. podri"ÁrJ-r""o. La industria, en el gran sentido de Ia palabra, vale
rrer cantidad de doctos volúmenes sin queda* *¿"-"d". decir la transformación de Ia naturaleza, vale decir el
Iantados. vale tal v-ez La pena concentrar con fuerza Ie trabajo, vale decir su vida, no tiene por único resultado
atención, pensar en las .ociedudes .r"" ri"*"Á;.-b¿rñ"""u carnbiar la faz del mundo, ella transforma al hombre
y.salvajes, compar.arlas entre_oí, vár sus semejrrrr"r, .o, mismo, Io perfecciona, como la obra y el instrumento
drferencias y tratar de saearles Bus indicacioires. perfeccionan aI obrero, como el obrero y la obra per.
feccionan la herramienta. El capital do que hablamo¡
ltrf designa evidentemente el resultado de aquella simultá-
nea metamorfosis triple.
El t'salvaje" que no hace nada o nada más que Io
Os ahorraré esta empresa de anáIisis, q.ue eorrería eI estricto necesario para las apremiantes necesidades de
riesgo de pareceros fatlgosar oo o. somiteré rnáe quo Ia vida, deja al bosque, a Ia pradera, a la maleza su.
su resultado.
I
primitivo aspecto. Nada agrega a los dones de la natu-
É€te ?fe parece que se defiende bastante bien por raleza, No crea, agregándose a ellas, un fuerte capital
Ia
evidencia que arroja. de riquezas materiales. §i tiene instrumentos o armas,
. {Nr.o.q.i"t"-"" qte el verdadero carácter común cle es en pequeñísimo número y de arte tan sumaria como
roda clvllrzación consiste en un hecho y en uno solo, primitiva. . . Pero dicho arte; siendo sumario, tampoco
notable
,y.geaeral? El individuo qr" ,i"o" ,i- -..odo
en una 'ocivilizaciún,
ex_ige, como lo haee toda industria algo desarrollada,
halln incompLrable*,errii iá, dn relaciones múltiples y variadas entre vécinos, congéne-
1."
.!y. se estable""
infinita
aporta. __Una desp.opor"ió, flue se debe llamar res, compatriotas. Contrae sin duda, eomo en toda eo-
eotr} ei oalor piopio de cada indi. ciedad, costumbres, pero rudimentales: sin riqueza ni
viduo y Ia acumulación de valoü en medio de Ia cual complejidad. La corporación es débil, Ia diviiión del
§urge. trabajo apenas avanzada: las artes y las cieneias son lo
Cuanto más próspera es una eivilización y euanüo que la induetria y la costuml¡re. Todo su capital social
más
re complica, más,se acr.ecientan dichr;
cua,do (lo que difícil saber) -"1d" ,o'
"Jfr""..'i n"-
ee reduce a Ia más simple expresión: ni para el vestido,
-es ni para Ia habitación, ni para el alimenio eI individuo
mano recién nacido aumentase de"r-"ulo"-á"
generación en gene. obtiene de las sociedades que Io forman otra cosa que
ración, el progreso de los valores ..":;h ;;;;;ü Ias _provisiones esenciales o los cuidados indispensables.
pre sería_ bastante §i"r".
1ápido eomo para aumentar ineesan- El hierro fue durante mucho tiempo ignoradó; incluso
temente Ia diferencia entre .u eriorme ,orrf y I se asegura que hay salvajes que no tienen Ia menor idea
individual cualguiera que sea. ""-u-io"r"
¡

del fuego
De se sigue qur -urr" eivilización tiene dos eoste. I
!
* *
nes. Ante
^ahi todo es-un capital, en s-eguida es
un capital i

tranemitido. capitalización y t".¿i"Iá", h;-"hÍ ül' ¿o, Pero los capitales particulares al egtado ealvaje tienen
rermrnos rnseparables de Ia idea de civilizaeión. aun otra miseria: la de 1er frágiles y tener pocas pr:oba.
capital... un
va de ."yo qol h"bl"*oste fi bilidades de duración. Es Ia choza-sin cesal en i""or".
-pero
nanza. puras. Lo que comp-one -dicho
"o,;plril;;J"
material, pero también mo'ral. ,"" trucción. Es el cinturón o el taparrabos de corteza seca.
Son las provisiones que se deben buscar día a día. Nin-
gún medio hay allí de ,eternizar Ias adquisiciones. ¡No
i

[,'
122 MIS IDEAS POI,ITICAS
CHARLES MAURRAS 123
hablo siquiera de Ia eatructural Pero las lenguas ha-
bladas no soportan más que un pequenísimo número de No oeñalo siquiera al miembro de una de e§a§ peque'
asoeiaeiones de ideas. H^y secretos ritiles, preciosos, ñas nacionalidides secundarias, flue participan' por su
deecubiertos por acaso o según ingeniosas oboervaciones posición en el espacio o en el tiempo, de nuestros vasto§
personales, expuestos a perderse irreparablemente en la desarrollos generales.
noche. Ni memoria colectiva, ni monuffientog ninguna Más allá áe las diversas clientelas de nuestra civilizd'
continuidad. ción occidental, la extensión e inmensidad del capital
O bien el hornbre se fija, y el rnovirniento natural acumulado, la influencia del nuestro crea reservas de'
de las cosas terrestres, que se renuevan sin cesar, no masiado nunxerosas? potentes y bien transYnitidasr y
cesa de horrar rnetódicamente toda hueltra de cada demasiado btillantes para que no §ea enteramente ri'
esfuerzo. O yerra de lugar en lugar, y su carrera viene dículo oponerlee, o comparar con ellas la frágil-imaqgn
a agregar su turbulencia a las otras causas de despen de un rdcién nacido upéna. separado de su madre. En
dieio y de olvido. Cada tentativa de conetituir en tales caeos es cierto que el individuo queda abrumado
común sóIidos capitales queda expuesta a riesgos inde- por la suma de bienes que no son suyo§ y de que, sin
finidos. embargo, aproveeha en med.ida más o meno§ extensa.
La tradición no .está ausente, puesto que no huy Rico J pobie, noble o patán, se baña en una atmósfera
eociedad sin tradición, ni hombre sin eociedad: pero qne no is la naturaleza bruta, sino la naturaleza huma-
está en su punto rnás hajo. El individuo no podría na, que é1 no ha hecho, y que es la magna obra de sus
subsistir sin ella: porque ella es miserable y déhil, Ia innumerables predecesores directos y laterales, o más
debilidad y la miseria de los individuos quedan paten- bien de su feeunda 4sociación y de su útil y justa
tee; sin embargo, en presencia de tan rnagra herencia, comunidad.
el recién nacido puede eer considerado, sin que tenga No, no comparemos los incomparables. Tomemos
que ruborizarse demasiado de 1o poco que aporta en más bien civilizaciones menos avanzadas, aun inconclu'
comparación con Io que recibe. Si debe mucho a Ia sas y bárbaras, donde el coro de las ideae, los sentimien'
rociedad, le eería poeible transformarla en su deudora. tos y los trabajos no hace más que balbucear sus anti'
guai palabras:- Ias edades heroicas,-lao tribus en los
frimeios tiempos de su migración, o las ciudades en los
primeros días de su fundación, o el ma_r en los primeros
áías de sus marineros, los campos en los primeros días
-
Pero rnuy al contrario, el civilizado, por serlo, tiene de su desmonte. ¡Qué desmesurado capital representa
obligaciones mucho mayores haeia la soeiedad de las la simple reja curva ?e un arado,.el paño de una vela, el
que ésta podría jamás tener para con é1. En otros tér- tallado de un trozo dd roca, el yugo de una earreta,
*r¡rj", él tiene mayores del¡eres que derechos. la obedieneia de un animal de carrera o de tiro! ¡Cuán'
Y en esto cr¡ando hablo de civilizadoe, no quiero tas observaciones, cuántos tanteos significan los menores
hablar de uno de esos favoritos de la naturaleza y de datos precieos acetca de las estaciones, el_curso- de los
la -historia que, nacidos franceses, o italianos, o éspa. astroe, el ritmo y la caída de los vientos, las relaciones
ñoles, o qun anglo.sajones, se benefician con algunos -de y los equilibriosi No solamente nin_gún hombre aislado
loc más brillantee, felicee y maravillosoe procesos del puede comparar su eaber con el saber general que ex'
géncro humano. presa aquello, eino que jamás una sola generación, aglel
gaudo Jus esfuerzoi, realizaría nada semeiante. Del
i,
l^
124 MIS IDEAS POLÍTICAS CHARTES MAÜRRAS 125
)I
punto _de victa individual, si este punto de vista fuese
admisiJrle para una inteligencia y -una tazón humanac, el número de Ios comunes bienhechores de la raza, mas
.r, el punto del tiempo en que-estamos, jam{s quedará
ro s-e podría ver una palá ni un remo sin veneracióni a mano con sus pred-ecesoreá. Inventad el cálculo dife-
Iaa dos pobres herramióntae sobrepasan infinitamente lo
que puede concebir una imaginación solitaria, con ma_ rencial o la vacüna de la rabia, sed Claudio Bernard,
jamás lo. gue debéis
yor*razón lo que puede llevai a eabo un arte Dersonal. -primer o Marco Polo,-
Copérnico
ni al qug -pagaréis
la primerl nave'
al labrador {tetó-
.Como Ias pala_s y los remos se multiplica*on'j-ái;.: Cori *ayor razón el primei ild-ividuo -reeién
lle-gado,
eificaron, como Ioé instrumentos de la'industrii .,, ot" y, ,o*o're diee, el Individuo debe ser llamado el má¡
industria misma en actividad seeular, no de insolvente de los seres.
""rrrJ,
acrecentarse-y afinarse: así las civilizaciones, acrecien.
tan, perfeccionan EuE _recursos y nuestros tesoros. EI rt*
peq-ueño salvaje era alimentado por su madre y adies.
*rqo Bor gt padre en ciertos ejircicios indispás;bles.
t\ada durable en,torno-de_ éI, nada organizadó; Io que , Pero, de totlos e¡os individuos, el más insolvente, sin
tp"iu d9 Topu, se Io cogía de aquí y de"allá to*"t u duda, és aquel que pertene-ce a la civilización más rica
rle^Io¡ árboles y de Ias hierbas con sus propias
"--lo manos. -
h"y una civilización d'e eete
Así de lo demás. Pero alrededor del -hombre civil. v *át pteóiosu. Si,-pues,
-deudores
L

íipo, .ir miembros por excelencia potfuán


zado todo abunda. Iralla edificios más antisuos que él
I

y que Ie sobrevivirán. IJn orden está prepa."To de= rrrt"- definirse todos Por este rasgo.
rnano para recibirlo y responder a lis iecesidades ins-
d
l
Deheríamo., ,i" pareee, protestar contra un error de
criptas, sea en su carne, sea en su alma. co*o io* i"u" lenguaje bastante común. se habla indiferentemente
de ia civilizaeión y las civilizaciones. No, no es de nin-
I

trumentos físicos están adecuadoe a Ia derieua"r" a" u,


grr," -"oera la *it*u "o.". Hay en China una civili-
Zaci6n'. es decir, un capital material y rnoral que se
coeas, hay disciplinas, ciencias_y métodos q";ü plr*i-
ten aclarar su imagen der_mundá y guiarrr
No examino si io" ;i;i.*o.
feliz o ¿"Jai""ir"a;;;;;';'trata
transmite. H"y industrias, altes, cieneias', costumbree'
-monumentos,
IIav riqu"rar, doetrinas, opiniones, cuali'
de una cuestión ""-más
enteramente distinta a" ll'q"" sJ rrho. favorables a Ia vida del ser humano.
tea aquí; sencillamente estoy otligado daáes a,'dquiridas,
en 9l Perú, si -se quiere,
éI tiele_mueho más que ei salva'¡e, U" "o*¡iotrrJ q"" Igual fenSrreno en las Indias,
eí ciertos respectos al fondo del Á-frica, se fun'
actitud de un deudor.- "á"íi.iori^y'f" árro, reinadoi poderosos, Y €n las-islas de
-donde
Ia Oceanía' Lo
Su de-uda_part eon Ia sociedad está más o meno, que en el planLta es excépcion-aJ, no es tal vez
proporcionada a Ia intensidad de su vida, ui vive- po"o, -*át .cierto
cierta barbarie' El
árrA" á. iiirtción, ,sino lri*,'
debe relativamente poco; pero oi
"prr;;;h, i;;ri"*"- Éombre es acumulador, capitalizador y
"i''t
rables comodidades que sus conte#p*á;;;,-l;r'ir,"p". "on.errrtdor,
sados de estos úItimis y Ios royor ^propios 'u"r*i"*o. tiadicionalista por inetinto. Por desarrolladas que estén
sin embargo diferentes civilizaciones, no son, ha'
pa.ra 6u servieio, ¡pues bien!, .ü ¿""¿á
* t. blando "ir*
en- propiedad, la Civilización'
misma amplia proporción. páro en un ca,so ""*""i,
como en eI --1" Ci"ilización no será definible sino por la historia.
otro, no puede esperar saldarla, cualesqui"*-.L1i
rervicios que un ináividuo presta ü;;;;;-iJ"i]i""a" f", Hubo un momento en los fastos del mundo en que, más
invántivo e industrioso de lo que lo había sido jamás,
I

s.r venerado por rt. suces;ree, vale" d"rir, ;;ü;ñá el hombre advirtió sin embargo que tanto arte se ago'
""
I

r [i.
126 MTS IDEAS POLÍTICAS --l
CHARLES MAURRAS 127
taba en vano. ¿De qué servía, en efecto, aumentar el
I

número de los bienes y la eantidad de las' riquezas? rayo de sobrehuriana o divina raz6n hízoles sentir que
el l¡ien no estal¡a en las co6as, sino en su orden; no
I

Toda cantidad es susceptible de nuevos acreeentamien- l

tos, todo número de un aumento indefinido. Lo mara- estaba en el número, sino en la eomposicióno y no de-
villoso, lo sublime, lo grandioso o lo enorme, todo lo pendía en ningrin rnodo de la cantidad, sino de la cali-
que depende de la eantidad o del nrimero de los ele. dad. Introdujeron la fuerte uoción de los límites, no
mentos utilizados, no puede prometer a la avidez del sólo en el arte, sino en eI pensarriento y en Ia ciencia
hombre sino decepeión. fJna torre o una colurnna de de las costu.mhres. En moral, en ciencia, en arte, sin-
cien pies puede alzarse otros cien pies euplementarios, tieron que lo esencial no depeudía de los materiales; y
los cuales pueden ellos misrnos ser iguaknente multipli- aunlfue empleando las rnaterias más preciosas, les apli-
cados. ¿Qué representan, pues, esos progresos entera- caban su rnedida. La idea d,el "purtto de perfección, y
rnente materiales? N[i en las ciencias, ni en el arte, ni de ntadurez" d,aminó a ese gran pueblo tanto tiempo
siquiera para las simples comoclidades de la vida, aquel como siguió fiel a sí mismo.
montón de cosas significa nada. Cuanto más se infla, El rey Salomón ereÍa elaborar ciencia al estableeer
tanto más excita, deeesperándonos, nuestros 'deseos. la nornenclatura cle las plantas desde Ia más tenue hasta
Ifn poeta, un pobre poeta llegado con atraso err urra la más alta. Un griego, Aristóteles, nos enseñó que dich.o
edad decadente y que asistía al deseenso de la Civiliza- catáIogo de los conocimientos no es más que un punto
ción, Baudelaire, no definió mal la insaciable naturaleza de partida, que no hay ciencia verdadera sin orden y
de un deseo gue trata de satisfacerse con el número de que eI orden de la oiencia no es ni el del tamaño ni
sns placeres: el de la pequeñez. Del misnno rnodo los artistas de
t, Egipto y de Asia enviaron a Grecia muestras de su des-
El disfruteagrega fuerza al deseo. treza; aL desarrollarse en esta tierra y en estas razas
¡Deseo, añoso árbol al que el placer sirve de aborro, favoritas, Ios rnodelos orientales atestiguaron que el arte
I

Mientras se endurece y creee tu corteza,


Tus ramas quieren ver el sol de más cerca no consiste en }.lacer colosos, ni en desforrnar la natu-
raleza en muecas de monstruos, ni en copiarla Io más
!.
iCrecerás siempre, gran árbol más vivaz
, Que el ciprés? ... cerca posible hasta lograr una eemejanza perfeeta: el
arte griego inventó la belleza. Y similarmente, en el
Los versos son bastante rnedioeres. El sentimiento es gobierno de sí, los moralistas enseñaron que la dicha
verdadero; la idea profunda. Sí, el deseo crecerá siem- no depende de la infinidad de los elementos que se
pre,, )¡r con é1, Ia pena, el sinsabor y Ia inc¡uietud, Las apropian, ni tarnpoco en la avara sequedad del alma
civilizaeiones, al imponer al homlrre su deuda, no le que se retrae y quiere aislelrse; importa que eI alma
prometerán sin embargo más que uria carrera absurda eea dueña de sí, pero también que sepa hallar su propio
y sin fin hasta que experimente el sentimiento de olla lrien y coseehartro elevándose a ello con esfuerzo f.eliz.
infinita vanidad de todo", corllo decía el desdichado A.sí la filosofía griega abordó la virtud.
Leopardi. Esta civilizaeión, toda en calidad, llarnóse únicamente
Pero cuando sintieron esa vanidad de Ia búsquedal en sus bellos días, la Grecia. Rom.a fue quien la dispersó
Ios griegos no quisieron admitir que fuera infiniti. Pu- en eI universo, prirnero con las legiones de sus soldados
eieron un término a la carrera perpetua. IJn maravi- y de sus colonos, en seguida con los rnisioneros de la
lloso instinto, más que la reflexiónr- o si Be quiere un fe cristiana. Las dos lf,.omas conquistaron de eete rnodo
caei todo el rnundo conocido y: por el Renacimiento,
l

, ,,i
I

!1,
128 1I{IS IDEAS POLITICAS
C}IARLES MAURRAS t29
se reencontraban y completaban a sí mismas, cuando
Ia Reforma interrdmpió iu magnífico desarrollo.
Los historiadores y los filósófos sin pasión empiezan
1 apreciar con exactitud qué retroceso áe la civiliáación
debe en adelante expresai el nombre de Reforma. De- DeI eetado de salvajismo al estado de civilización
bemos en Francia profundas acciones de gracia al buen bárbara, del estado de harbarie civilizada al eetado de
sentido de nuestros reyes y de nuestro pueblo, los cuales plena civilizaeión, me esforcé por establecer una eon-
p9r ul esfuerzo común rechazaron aquella mentirosa tinuidad de definiciones que sean claras. No pretendo
Iiberación. Fue su resistencia Io qoe -p"r*itió el des- deducir de ellas una moral, ni las reglas de la-justicia.
arrollo de nuestra naeionalidad lor- siglos xvr, xyrr Uu gobierno fu_erte puede sacarles sin embargo, Iós prin.
y aln en el xvlrr: tan completo,"ftan brillante, de tan cipioa de una direceión intelectual y civil.
perfecta humanidad gr" Fiancia volvióse la Leredera
I-ggjtirya del mundo gii"go y romano. Por ella la me-
4id", la razón y el guito reiñaron en nuestro Occidente.
Más a1lá de las civilizaciones hárbaras, la civilización
se perpetu-ó h¿eta los alhores de la época contemporánea,
Pese a Ia Revolubión, gue no el sino Ia obra de la
Reforma reanudada y dámasiado cruelmente Iograda
IPese al romanticismo que no es sino una continuáción
Iiteraria, filosófiea y rnoial de la Revolución-, Be pue- 1

de, además, sostenei. que la civilizaciór, ,ro".t.á en este


país de Francia consérva aún hermosas huellas de su
pasada belléza: nuestra tradición no está sino interrum. ;

pida, eapital subsiste. De nosotros dependería


hacerlo-nuestro
florecer y fructificar de nuevo.
Un recién nacido, según Le Play, es rrn pequeño bár.
baro. Pero cuando.naóe en F*"nlia, ese peqleño bár-
baro está llamado a recibir por Ia educaciói u'n delicado
extracto de todos los trabajos de Ia Especie. Puéde-"e
decir que Bu iniciación natüral haee de'éI, en toda Ia
fuerza del término, un hombre de calidad.
Algunos de nuestros vecinos y rivaleo Io sospechan. . .
-Los alemanes son bárbaros, y lós mejores de ántre ellog
lo eaben. No hablo de Ios ráoscovitas ni de loe tártaros.
EI género, humano, es nuestra Francia, no eólo para
nosotros, sino para el género humano. Los deberes qu€
ella tiene haciá él puéden medir nuestras obligaeiones
para eon ella.

ti
CIIARTES MAURRAS I31
¿Nada podrá romper el misterioso equilibrio sin el cual
la fortuna y el placer del hombre llegarían al cielo?

o
EL PR.OGR.ESO
EI deseo y la esperanza del progreso humano, vale
__No hay gue creer en el progreso :general del mundo. decir de una continuidad, de gananciaa colectivas, con-
Hay progreso. servadas de edad en edad y euya suma sobrepasa siene-
Los _hubo, e inmensos; puede haherlos pre la suma de lae pérdidas, üre parecen sentimientos
No hay adelanto regular ni mejorarniento creciente, de excelente orden que conviene cultivar, asÍ como vigi-
automátieo de los valoreg huma¡Ios en el género huma. Iar, en las almas jóvenes.
no. El hombre histórico (pues apenas se" sabe lo que Pero nada nos asegura que dicho deseo y dicha espe-
es el hontbre_prehietórico) és por íbd"u partes el misrno, rartza deban verificarse en loe hechos. En otros términos,
g p--ogo _Ie_ _falta. IIn punto se [ra ganadlo, uuo solo, en uo veo ningún modo de establecer sanamente como
la Edad Medla por dl predominio"de un poder .rpi*i- principio de filosofía natural, gue el progreso humano
t:ra-l reconocido por todá la liepública crisiiana, la -uni- sea fatal, ni tampoco que desde hace dos mil quinientos
dad de aquel pode* único. años, desde el año en que se acabó el Fartenón, si se
Quitad esa viviente unidad, ¿y cómo quisierais que r)
quiere, los hombres tomados en conjunto, o si se pre-
pro_cediesen las rivalidades cle páiiones e intereses m'ul- fiere la humanidad occidentalo haya hecho ningún pro-
tiplicados _por la desinteligeniia o Ia incornprensión greso sensible. Se dice que la eeñal evidente del progreso
profund-a de Ias ideas, los frejuicios, Ias ereenlcias, las es un creciente respeto por las ligeras formas vivae. No
lenguas? creo que se pueda eetimar como un progreso el respeto
El tren del rrrundo no es una clrrva regular ascenclen- clel hacha para el eriminal homicida.
te, ni por otra par-¡e descenderrte; es .rrrá Iír", quebra.
da, con altos y bajos.
¿QUÉ ENCIERRA LA IDEA D'E PROGR^OSO?
o :
La persuasión en que se está de que las arteso las
ciencias y toda la obra humana prosiguen sierapre a
Falta-mucho^ pa_ra_ que nuestro penc&miento se haya un mismo paso es una de las más florecientes entre nue6-
aeelerado Ia mitad de lo que Ia felocidad de nuestros tras ideas recibidas. Por ella se juzga, de ella se induce
trenes; y nuestra alegría de vivir, si aumentó no ha y se deduce. . . Sobre ella reposan sistemas enteros de
eorrespondido a la creciente variedad de las distrac- hietoria artístiea y moral.
ciones y las tentaciones'gue se ofrecen a nosotros. Es en virtud de esa idea que a toda costa se quiere
el cambio- univereal que nos ilusiona y nqs em-
. P.jo oeúltas_e eetableeer que nuestros antepasados de la Edad Media,
|.rjaga alguna profuñda y gran ley de inmovi. excelentes arquitectos, deberían Ber buenos poetas aun-
lidad o p9," l9 rnenos- de equivilJncia que fuesen bastante mediocree en poesía y es por la
en la oscilaeión de Ias divérsas transformáciones
"L*p"rr"do""
... miema idea que se impone al viejo Horrero un arte,
una lengua y un gusto de barbarie, porque los joyeroe,

t
I32 MIS IDEAS POLTTICAS

I_: IÍ*"ros
sumidos
f los estatuarios de su época esral¡an aún CHARLES MAURRAS
en aquella barbarie, aunque ño se pue.la com- 133
qal'ar .sin injüsticia su diviáa Sr=""iia con el halbuceo grado_de perfeccióI, de apogeo y de plenitud, no este.
del arte micénieo. mos llegando a Ia declinación.
Sería necesario luego, para robustecer Ia idea de pro-
lt* greso, agregar esta tercera conjetura, por lo menos tan
gratuita como las otras:
3s Este gran Ser cuya unidad discernimos en cada
Aquella falea idea de proqreso. tal como anida en Ios oca y en la sucesióu
época ucesióu de las éoocas queda nara
épocas oue¡le para a¡rá
acá de
eerebros Ietrados (su expreiión
eere.bros expre"sión'es
es más sumaria Ia edad madura y su crecimiento aún sigué.
en eI
aquella'ide-a i'Áuil; p;", de una doble ope-
:

iqn.o¡anfe) Sé bien que se puede evitar dicho pJ.tulado rocü.


raglón^ de- antropomorfismo. rriendo a e6te otro:
19 Se imagina rq veus ul,utr<r
éfoca uurrtu
como un
un ser unlco,
único, euyag 39 Bis. Se trata de un gran Ser de particular especie,
"ada solidarios con el poder de desarrollar,se indefinidamente.
l:"=:_1.-1"r..o1_órganos que se desarrolian
d*"pT""a simultánéu y E6te punto de vista parece cómodo. Pero obser.vad
"o"ro;a;;"; co,ro una gerie
2e Se eonciben las ¿p;;;;sivas que al adoptarlo se cambia bruscamente de método:
de acrecentamiento, ."grl"r", y-rorrtirr,ros rle fu *iir-i después de haber atribuido a la Humanidad las dos
perBona... primeras fases de Ia vida de cada uno de nosotros, na-
, _ }^Tj^lT, lo1.l",yr3s
gratuitas_ prestaron por otra parte cimiento y organización, se le niega la tercera, y descas-
rnaprecra'bres ser_vicios a Ios filósofos que tteníar, ,"t" tando bruscamente este antropomorfismo o zóomorfis-
d,e manejarlas. Simulemo, po. "f
momento adorrtarlas. mo, se Ia imagina como un Dios. Se la absuelve de Ia
:)"r:i.^r:_"__quru
justificar Ia idea ""de progre.o hoy degen_eración, se la emancipa de envejecer, ee la consi-
se ra rormula- nues quedan por demo:strá algunas "oáootras dera Iibre de la obligación de morir, se le atribuyen
cosillas. fuerzas inagotables; se le da la perspectiva del móvi-
Si Ia humanidad forma un ser único, y si cada miento perpetuo, del perfeccionamiento sin límites . . .
de sus fases forrna_ un sistema una
y'rrr. ,átf ¡i"r, He ahí un notal¡Ie de{ecto de falta de continuidad en
ligado, nada prueba, prim""r*"rr,""iri""t"-
que, dicho .Ber no el espíritu, en un cálculo que exigiría el mayor lujo de
sea de otro reiiro de lá ;;il;1;;1, qo" la curaa d,e rigor lógico y de vigilancia crítica.
términos .-(nacimie_nto, a"rur"oito y" a"""a"rr"i"¡ - tres
lll-Bllr"da por. algúá .i; .id; o más simple o más ".ta t$
compleJo, por ejemplo e1 alternativas
pertar como Ias qúe se ohservan en de ,""?" n ao.
o eualquier otro iégirre, A" .""L.i¿" "rg"";r-l;f"Jo.iou,
y;;;i*J;;;; qo" Es verdad que este acto de incoherencia resulta
se quiera imaginar. fructífero.
Si se sacrifíca primera dificultad y se admite Al negar la posibilidad de Ia decadencia, se desarma
gue la ley de Ia -esta
hum-aii¿laat slala que siguen los ani- de anternano toda erítica. Nada autoriza tal acto de fe
males superio-res, nad.a p""Lfr"-* en el -progreso indefinido del género humano, aserto
nuestra especie no haya- sobrepasaao _segundo lugar que inverificable; pero nada tampoco Io desmiente.
?Í- p""to'fi¡o a"
su nradurez y qu.e, haLiendo ei-do antes alcanzarlo
eete -Alegar las pérdidas o Ios déficit evidenres y las ma.
nifiestas regresiones no serviría sino para suscitar un
i

I
distingo especioso entre Ias aparienciis y la realidad.
I

I
134 II{IS IDEAS POLITICAS
CHARLES MAURRAS 135
Degi¡ que nuestro globo o eI sol que lo alumbra, aI
enfriarse, disminuiráo y al cabo ariuinarán-i*-"o"ai clía como el fruto maduro; pero que la {lor esté apena§
ciones de Ia vida humáo", hr"""r"-áo-tLr." aeabada, el botón apenae añierto, he aquí algo rnucho
que el genio humano ", querer
hum_ano euplirá
suplirá ias insuficienciae
insufi"i"r,,r;r* de l,
¿. la menos seguro.
naturaleza avara: las. tier;as, los .ri;;;;i;;;;.*;""_ Con todo, quedando inverificaÍ¡le dicha -opinión, ad'
porcionarán el calórico necesario, y nuestros sohrinos, quiriría algín- valor y merecería ser tornada en cuenta
up,g. il.e, lo1 espacios del
_cielo, q"áau"a" iibr;;; ." J estuviesJ arraigada en el pensamiento de la mayoría
obligación de irocar
3{uella ,J"a'io"""-;;;rd;;;; de los hornbres.- Foctrríase ver en ella una señal de
""
,.o"ft" iiJfráfit".
astro mejor, cu-ando el primero se haya ..uelto verdor y de novedad, y un indicio de Ia s,ecreta- juwen'
ffir].o,*.iorr.cuando
l]::.l:- ]:st11a sa!9. ;"ñ; ;;; I"-';;;" ;d;;fr tud del'muudo, análogo al hervor de verde savia bajo
-uun
sentimienro de patrioterismo ;;;;d;li*. "i la corteza negruzca y denudada, en, la que. soplan
las primeras f,rieas áe la, Primavera naciente. Aguí el
*t senúmiento bien comprobido en todas partes" consti''
tuiría un fuerte arguxnento
§ea casi inha'
fe rigurosa, ingeniosa y poco ¿De dónde resulá que -qu"tal sentiruiento
,^*:*i" ry".
derrcada en
gug
materia"T"
de pruebas siemprá defenáerá ar IlaLle? Es de la vejez *e quejan todos los hombres,
dorya del-progr".-o,_fo"*"i;do';; ádJirr rá* por jóvenes que 6ean, y por nuevos que §earr sus grupos
::¡:
mrno§' eontra todos los asaltos de ros espírifus án lá historia; la adoiescencia con §us turbaciones' sus
inguisi- ealores y sus difusas esperanzas' rio ee revela ni en sus
d91es,- Pero dieha fe e.s d;-;"d""
tífico", aunque *"ordo *"ip""" -rrfi;;;-;l;"i"o- actos, ni en sus discursos. Por todas partes' aun entre
"
adquterer-como
este último título.
Io expuser por un cambio de mé- ,ouoí"or, cuando se habla instintivamente y se sigue la
:",rt
todo que conetituye un error de Iógica. en el aue los naturaleza, es a los Antiguos que se invoca, es del Pa'
eguivocados se mántienen g"""i"r ;i'; -ñ" gt""rio'i'y-ái sado que tá d"d.r"" gtrorial riqtteza, es -en la Experiencia
sentimiento. dondJ los sabios y lás ignárantes se refugian y atrinche'
, Luego. convendría tal yez a Ioe progresietas desplegar ran en caso de dificultades.
árr_ro8ancia y menos orgullo lr"ii" iuJ"-"-"fiiiñ." Si se eseucha el corazón de la humanidad, ella no
f^"T::
oe ras arrnae simples; puge err suma la suya no diiiere parece recordar, sino la Edact de oro o el Paraíso pri'
ninsrin grado-ni en'uingrín f""t" de ír-f"-¿"f foitivo. Este sentimiento de melancólica aítoranza es
¡1
oonero cuado reposa en eI postulado gue he descripto. general; lo que por el contrario está muy poco difun'
"r"_
áido, lo excépcional, y particular a un Pqeblo, -a una
** caata, es un mornento'ruuy limitado de su historia' por
ejemplo para los franceees de la Revolución y del Im'
I
periq pdra los anglosajones eontemporá-n-eoso para los
_,*P:j:ll-d €n!o+"Iado del crecimienro ilimitado parr *"""ádá"es de cerdt americanos hacia 1868, para algu'
a¿nnc-herarre Ia- conjetura de que la nos electricistas de hoy, es aquella robusta fe, que con'
hool"*
".r"
rreto"rr
L"_1
joven,organismo apenas
eE más lócicor p€ro no más".""'p"¿" "
ir-irlli.i"t fina con la embria guez,
"n
el porvenir de su raza o de
conce$er al een:tidó ;;,tu;;_";áoo
cierto. illuy bien está el oficio, en los frtog"".ot del género de -civilización
género humauo, que su rango representa o que crea 8u esfuerzo; con
eouoebido como e"r virno, ;;¡-*"d;;;r*;;, ,¡o ádo, tal señtimiénto está en baja, y deja ve¡ el origen
"rlrá artifíoial, li,breeoo y eeoolar de ius nubes y humarodar'

t
¿
MIS IDEAS POLÍTICAS
¿Por qué no clejarle su nombre
qué insistir en querer s,acar del a Ia esperanza? ¿por
¡usto orgullo de los
espacios terrestrei y celestls-""""i¿o.,
dominada- Ia naturaleza
y humánizaár,--""""ár**" node
por uada? autorizado

w
LA CIENCIA POLfTICA

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I

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-,.1
I

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r': l

*á1

-A
ANTE TODO, POLiTICA
Cuando decimos ooante todo, política", queremoe de-
cir: la política primero, primera en el orden del tiempo,
de ninguna manera en el orden de la dignidad. Eguivale
a decir que la ruta debe tomarse antes de llegar a su
punto terminal; la flecha y el arco deberán empuñarse
ántes de dar en el blanco; el medio de acción prece-
derá el centro a que se Io destina.
I

aJ

l
.i
t

L
l-

CHARLES MAURRAS 141


decir que esté sin eomunicación con las otras ciencias.
La sociología es distinta de la biología: lo que no
quiere decir que sean dos extrañas sin r.elación entre eí.

DE LA BIOLOGÍA A LA POLÍTICA
flna sociedad puede tender a Ia igualdad, pero cn
Las ideas salidas de la cieneia de la naturaleza y de hiología la igualdad no está más que én el cem-enterio.
la vida desempeñaron, ante todo, en el siglo pasado, Cuanto más vive y se prefeccioná el ser, más división
un-importante papel histórico; papel excitante y libe- clel trabajo com.porta desigualdad de funciones, la que
rador que está lejos de haherse acabado. pro-voca una diferbnciación de los órganoe y su desigual-
Muchos esíritus, halla¡rdo por una parte ciertos afo- dad, incluso desigualdad de sus elementos, cualquiera
rigmos de política corriente, y viéndolos en oposición sea Ia identidad originaria de que se prevalgan esoe ele.
dire_eta con Ios principios que regularn todo el iégimen mentos primitivos: la igualdad puede estar en lo bajo
de Ia naturaleza, fueron llevadós a examinar dichos de Ia escala, al comienzo de Ia vida; ella es destruicla
aforismos de esta manera: ¿Constituyóse la naturaleza por los progresos de la vida misma. El progreso es
sobre un prineipio y la sociedad humana sol:re el opues- aristócrata.
to?n ¿o los dos principios son los mismos?, ¿o sin ser Lo que no prueha por cierto (no aún) qlre nuestro
ni los mismos ni contrarios, no son dichos principios progreso social de]ra curnplirse del mismo rnodo que
a 7a -vez análogos y diferentes? He ahí el problérna el progreso animal, a expeneas de la igualdad de los
que Ia biología contribuyó poderosamente a plantear, individuos; lo que no prueha (no .aún) -que los funda-
y a plantear bien. Que posteriormente diera-lugar a mentog_y lg! órganos del Estado deban ser desiguales.
confusiones, que haya hecho tomar simples analógías, Con todo, ello introcluce en los espíritus reflexivos, con
a menudo lejanas, por identidades, ¡de ácuerdo! Pero las claras noeiones acerca de la marcha constante de
sus ,servicios primitivos no por ello son menos inol- la naturaleza, la de que eI sentimiento cle esa marcha
vidables. - no es del todo el que nos propone el dogma revolucio-
_ Los_unos 6on provisionales, y los otros, permanentes. nario. Esos espíritus reflexivos son así llévados a vaci-
T,as ideas biológicas obraron por sugestión^ al poner la lar entre dos cor¡jeturas: tal vez exista en la naturraleza
ciencia _política en condicionés de percibir bien, por universal un r:eino humano, establecido como un impe-
sus medios, la esencia de Ia hereditariedad palítica,- de rio dentro de un imperior.y cuya reglamentación gene-
Ia seleeeión_política, de la continuidad polfulca. Propor- ral, difiriendo de totlas las otras leyes naturalee. l" ..
cionaron además y proporcionarán contri.l¡uciones ma- enteralnente opuesto, y comporta su vuelco absoluto;
terialeo que evidentemente es imposible descuidar: pues probable_mente taml¡ién, pueJ la primera hipótesis poco
poi distinta que sea la herencia política de la herdncia verosímil choca con todas las ideas de la época, tal vez
biológica, numerosas relaciones éntre los dos órdenes !{uella concepción revolucionaria es falsa y el estatuto
de hechos, resultan de que el ser social, el hombre, es del gé_nero humano deba taml¡ién dar un amplio lugar
también un ser viviente, sometido a las leyes de la vida. 1 las leyes_de autori.Iad y jerarquía qlre son-Ia provi"
La ciencia política es 4utónoma: lo que no quiere dencia visihle de los gtros.seres.
J i

th
t42 MIS IDEAS POLÍTICAS
CHARTES MAURRAS 143
*lG
nas identifican corrientemente el cuerpo social y el pue-
Cuanto mayor peligro comporta el rnétodo biológico bJo, con las cabezas y los jefes. ¿?ura preÁunci?n?
si se lo maneja a título de prueba, mayor interés ofrece Tal vez.
como estimulante de Ia reflexión e instrumento del des-
cubrimiento, pudiendo las ideas sociales descuhiertas {a*
por esta vía ser verificadas y demostradas por otra.
. No temamos otorgar demasiado a la analogía en este La imaensa ratificación general aportada por las cien-
orden de cosas. Ella es la reina de la investigaeión para cias de la naturaleza no es similarmente sino una pre.
todas las discipli¡ras del saber. Cualquiera iea la dife- sunción. Pero esta presunción está coroborada. Pues
rencia exietente entre el intestino, el hígadoo el cerebro desde gle s-e aborda el estudio directo, la historia pro-
en el homl¡re y en los diversos mamífeios, nadie vacila pia de los fenómenos especiales al hombre, la doctiina
en eetablecer entre dichos órganoe observaciones y com- aristocrática y ilronárquica queda demostrada en su lu-
¡rar-aciones de que aprovecha el conooimiento. ¿Cómo gar a eu rnodo. Comte y Fustel de Coulanges pueden
podrían no tener ningún sentido para ,la humanidad, ^y
eonfirmar a Taine y Bourget; las leyes espeóífióas que
las tres leyes,generales válidas para todos loe grados del preservan de la muerte al ho'.rbre en socledad no son
s,er" desde elbathybius hasta el chi'"pancé? ElIo eguival- Ias de las abejas y de las hormigas; son del mismo or-
dría a deeil que la roca, la plantaf la bestia, son seree den, de Ia misma familia y están contestes en rechazar
pesados, pero que el ser humano nada tiene qlue ver todo eistema de democracia en las eausalidades del rnal
eon la trralanza y las pesas. La unidad del plañ de tra "l y de la muerte.
vida interrrrmpiiíase án absoluto y bajo todos los res- Desde entonces, todas las presunciones que habían
peetos, en el umbral de la soeiedad humana. anunciado o hecho persentir Ia prueba dirácta, Ia en-
A.un admitiendo que estemos colocadoe fuera de Ia vuelven en esta du_lce irradiación'de vivencias persuasi.
cene animal, amasados y modelados con otro Iimo que vas que s_on para Ia verdad, contemplada carJ a cara,
todo lo .gue vive, ¿ee m_oralnrente- poeible que no ten. qY: el lisonjelo movimiento de la iosforescencia para
, gamos ninguna especie de afinidad con esta naturaleza l"
las flechas reetilíneas, par_a los rayoa de la luz pura.
que nos envuelve y nos apremia? Las triviales precau- Éeta prosigue su obra, y lo d"mái hace lae veeei del
cionee que impiden morir a la universalidad de lal razas máa útil de los ornamentos.
animadaso ¡no tomarían la menor parte en salvaguardar
riuestra vida! Si los 'oeublimes aniuoales", caros a1 poeta
rornántico, Bon aptos para ofreeer los rnodelos de Lstoi.
,t
A,I
cismo moral, sería por Io menos razonable no rechazar
tampoco sus lecciones de perseverancia en el ser, de
reeistencia material, de prosperidad y de duración fíeicas.
Tal esr -ade?ás, el refLjo espontááeo del espíritu hu-
mano: la sabiduría de las naciones jamás sd privó de
ha_cerlo; sus fábulas, sus proverbios, á *errrdo'hieieron
valer las relaciones paralelas entre los miembros y eI
estómago, Ioa reyes y lae naciones. Lae lenguae huma. I

J
CHARLES ITAURRAS 145
algunos_ hechoe, que tienen por costumbre de no seguir
separadamente.
Leye_s comparables a aquellae cuya acción siguen la
naturaleza y el laboratorio. Consisten en lazos óonstan.
tes, y que, dado el antecedente, se puede estar 6e-
-tales
gSro de ver aparecer eI consecuente. Pór ejemplo, la
elevación del agu_a a la__temperatura de cieñ gridos y
Según Comte, la política, hija de la hiología, encierra el fenómeno de Ia ebullición. Por eiemplo, el advó-
eomo otra ciencia, leyes ,precisas, anteriores y superio. nimiento de la elección democrática y eI fenómeno de la
res a las voluntades de los hombres: es en relación con centralización. Se puede evitar gue el agua se caliente
clichas leyes naturales que dehen juzgarse las legisla. hrul-u_los cien grados, cuando hiérve: ,J se puede ilrr-
crones. pedirle hervir a esa temperatura. Se puede evitar qtre
Una justa ley política no es una ley regularmenüe ao- aparezca la democracia electiva: si se produce, no Be
tada, sino una ley que concuerda eon su objeto y con. puede impedir que ella centralice.
viene en las circunstancias. No ge la crea, se la deducs Del mismo modo que la búsgueda de las leyee del
y deseubre en el secreto de la naturaleza según Ioe deaenir de lae sociedades pareee -haber dado hasia aho-
Iugares, los tierripos y los Estados. ra resultados flotantes, azarosos, discutibles, estériles,
se muestra cierta y fecunda la investigaeión .de constutt-
a fes regulares y leyes está,ticas. Lo que se dice de eu
f,as fórmulas políticas no son aparatos de hacer" bar- eomplejidad no es más que un sofisma perezoso. ¿Qué
e_s Io que no es complejo?
quillos, y si lal leyes de las n"iion.., como las del ¿Qué complejidad bien Lstu-
mundo y las del hombre son inmutables, es preciso ver diada no vuelve tarde o '.,emprano a lo iimple? I-o que
€e agrega para excluir el conocimiento político de- la
gue todas las situaeionee de Ia historia y de Ia geografía verdad, con el fiu de reducirlo a una vaga verosimilitud,
son originales. proviene de pobres espíritus demasiado interesados en
Tienñ ,i.ri"o que tlehe tratarse como tal. rgnorar.
"tgo
.o _Pues si es verdad que la experiencia política, en sen.
tido estrieto, es pura observación históiica y escapa a
No se trata en ningún modo d,e leyes del onvrxln, de una experimentación propiamente dicha, es deeir y va
leyes d.el moaimienti de lcts sociedades, de leyes de su de euyo, al experirnento del gabinete químico, es veidad
DTNAMISI\{o, sino de r-ryns DE su EsraDo. también que aquella amplia y clará experiencia del
1\[o se trata de determinar la ley (hasta aquí no apre- pasado derrama en el teórico político un rayo de luz
c-uyo equivalente no conoce el guímico y que el físico
I

hendida), según la cual se operó o se habiía opeiado


Ia evolución del género humano o del Occidente civili- debe suponer y calcular. El teóiico poliiicó observa la
zado, Iey que, si fuese eonocida. permitiría una deduc. serie y eI encadenamiento de los hechos. Mas por otra
ción general del porvenir. parte lo gue eabe del hombre Ie permite percibir tam-
No: se trata de leyes según las cuales se preseútaD bién aquello que engendra dichoi acontecimientos: el
juego interior de lae pasiones, de lae ideas, de los inte-
resee humanoa ee le ruuestra puro y al desnudo, de mo-
') Y
-:fJ
.
LM MIS IDEAS POTITICAS
do que su obeervación no se detiene en las apárienciag CTIAftLES MAURAAS Lii'
en Ioe fenómenosr_sino que penetra las razo;.ee de ser,
Ias gereratrices. Desde tntónces el historiador no €e
eontenta con ver y hacer ver que la democracia electo. 'Volvamos
eohre nuestroe paeo6. Si Ia politica puedc
ratr tiene por efecto centralizarJ dice por gué esta cade.
ser objeto de ciencia, eB muy preciso que laa inetitucio.
na es eonatante. Su observación es también una expli- nee primitivae no nazcar de actos personales como las
cación: el poder naeido del voto.está obligado, para no voluntadee, de una convención, de un contrato debatido
perecer, a asegurarse de loe votantes; nada ag más entre entidadeg independientes, dueñag de su suerte. El
temible para este poder que las liberiades ile dichos postulado de la ciencia poeitiva es que las sociedadea
votantes, lo gue Ie induee áutomáticamente a confiscár-
lean hechos de naturaleza y de necesidades. Pero desde
selas una tras otra. Esta psicología sería seneible a Ia
loe comienzos de esta joven eiencia, eI postulado se veri.
razón. Fero además está confirmada, en sus motivoa y ficó. No ee eneontró huella del contrato primitivo; toda
móviles, por Ios discursos y los escriios de los contem. sociedad humana apareció como contemporánea del hom- '
poráleoe del acontecimiento observado. Imposible con bre. La ley, Ia ley civil y política mismq apareció co'
tar el hecho ein hacer alusión a lo que oro"ie en Ia ca- mo una relacün que fluye d'e la, naturaleza d,e las cosas
beyt y el_e_orazón de aquellos flue 6,produjeron. conforme a la definición de Montesquieu y contraria.
En el laboratorio de Ia Hisioria úniverial, el hom- mente a la definición democrática de la cleclaración:
bre se halla como aujero y objeto de Ia pero 'oLa ley es la expresión de Ia ooluntad gen'erat'. Rela-
-gue
"*pe.ieícil.
-eituación- ngad_ójica ee tal vez lo da a lae ción de conveniencia o relación de necesitlad, la ley
esta
concl¿rsiones de la lfistoria PoUtica un ialor que no escapa a lo arhitrario: no Be decreta übremente, sino
perteneee a las del químico. Éete ee halla redulcido ¡ que Burge del exarnen de situaciones que no dependeu
eonjeturas ac€rca de Io flue paea en el interior de loe' de dicha ool.ibertad".
cuerpos interrogados; el historiador y el político eono. Tal fue la priurera palabra de la ciencia política ape-
c.er
-por adentro, por así decir, Ios átbmos má,8 eecreto¡
tle Ia
nas constituida.
$uq espirilual
*¡Bien!
de las reácciones de_ que es testigo.
Ptro entouces ¿flué provechó *" ."o" do
La segunda palabra que escribió no fue menoe conei-
derable, pues fue la de organización,
egte conocimiento? Cuando log franceses Be hayan vuelto dignoe de com-'
Si po_seyéramos la ley de evolución del prender el aleance y la profundidad del lenguaje que
-¡Pues_bien!
y Ia
Tq3dg _curva §obeinadora del porvenir, nos aería heredaron de sue padresn ya rro dirán organízaclóru;
fáeil decir absolutalnentet en tal fe&ao en tlf-cir"oor. volverán a la palabra propia: y dirán ard.en. En ves
tancia, tal
acontecimiento oeumirá. i4
de organizar, Ios verbos ordenar o poruer en ord,en pt'te-
Irüo tenemos esta Ley, pero tenemos leyes, constanter, vatreeerán.
Ia1 gue¡1oa permiteo áucirr si e6ro o"o"á, áqor[o o"o-
rrirá. Planteada tal. calrsa, surgirá tal efeáto: .qo"l **
punto_ negro en el horizonte marino anuncia esta o
a-guefra tormenta. si el Nú'r¡ero de loe votos gobierna,
el Dinero gobermará tras él; ei Ia ¿"-"riuri"'"[""""", :l:l Una tercera palabra de inrportancia infinita es pro.
he -aquí que sobrevendrá la plutocracia. Dondl naca nunciada por la ciencia política. Enseña que Iae eocie.
la democracia, nacerá Ia eentralizaciór¡ etc,, etc... . ,-,lr
dadee flue examina no se componen en ningrin modo
,.r';a,] ] de individuoe, aino de familiae.
El individul oo una unidntl social. Unicamcnte la
- ..t lS ",
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' ) .r..
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I
"'

POIÍTICAS
I, I

148 MIS IDEAS :

,t.

familia constituye dlcha unidad. Las sociedades ' no 'f*


están hechas p*** una época det homb*".' Se desarro-.
Ilan'más, allá.' ¿Hasta qü¿ punto? N; *af"*o§, . .
Pero'la existeñcia de dsta á*pha vida gue .nos envuel-
Ye y sostier€, no está en duda. Frácticaniente las eoeie- )
dades son quizás inmortales. No veo por qué las mau
fuertes no durarian tanto como el généro hirmano. En EL EMPIRISMO ORGANIZADOR
todo easo para concebirlas tales, ñ"y qo" ñ;biiil;
hietóricarnente.
Desde la edad en qlre se cree pensar, jamás 'Pero
I I r . u.
iuragrne
. '¡ 2

* que las tesrías hiciesán nacer }as instituclones. e§


v-erdad q¿re yo no podría tarnpoco negar el poder de
Un cu¿rto plrntg ee establece en la ciencia política; rlna doctiina justa en etr espíritü' de uxl estadistá, porquc
es el criterio de .las sociedadee. ¿Cuál es? Una vida ningeier fatalienlo hietórieo-fue jan:iás de mi agraao. Si
próepera. Le Play invoca a cada laso los eiemploe de se aIuiero, tuve *oteorías", 5, si se . quietre, todavía las
Ias- soeiedades piSsperas. Fue .obt¿ todo-r"g-úo
i teugo: pero en todo tiempo, es$s teorías rnereóieron
criterio empírieo, y del estado de la Francia I d, "." mon:I¡ r€, e} que ir;.uestra su prlidenci.a y h.uueildad; §e
L Ilarutan eI §riop íríspvr,o cr g{rfiiá;ad,or, es decir, eI aprove-
Europl contemporáneae como fueron juzgados y conde.
nadoe los principios democráticos y *óroio"ionarioe por c{tamiento de l¿le dieh es clel pasedo con meiras a} porve.
Renán, Taine, Balzac, Bonaldo Buike, Macaulay y rrilque todo espíriru bien na;ido le desea a su p*í*,
nog otros. "ig.r- BI exanm.an cte ics heeh.os sociales natu.rales y eI enáli-
if poiitica llega, así, a definirse z la ciencia y las sis de Ia hi.storia 3:o}ítica comrhrcen a determinado nú-
cond,iciones d,e l,a oida próspero d,e las comuoiáode". Imers ¿{e verclades ci,ertee, e} pasfido }as estahleee, Ia psi-
p-riScipio Tortal, o que-traiga Ia disminqción de cología- Ias explica y el curs,o ulterior de los acontáei-
lln salud
la y d" la prosperidad geáeralee, hállase, .pues, ntiemtcs cclttemporá.msos }as confiffina y las reconoce;
automáticamente refutadoo negádo, por eeta eiencia. mediante un psúc de etenoión y seriedad, no' se iloce.
sita un arte muy srltil ¡)ffira dar una aplieación corre eta
aquel.las_ ide_*, así déducidae de Ia d"perie¡rcia, y que
-de
Ios nuevos heehos desprendidos de una éxperiencia po§-
terior tiene Ia rm.ayor prollabitriclad de verificar.
En tal caso Ia deducción es la consecuenoia natural
de las induccia¡nes hieir hechas, El sentido crítico dee-
pierto en_Ia priuaera parte de Ia operación no extingue
su antoreha durante los misterios de la segundu, puesto
gue se halla en eI rxlomento de Ia partidu y en á[ ae Ia
Ilegada.
o

No somos metafísicos. Sabemos que las neee'eíffdes


pueden eambiar. Puede haber un momento en. que los
I50 MIS IDEAS POLMCAS
hombreg éiperimenten Ia necesidad de garantizarge con'
tra lo arbitrario por bien numeraclos artíeulos de ley.
I[ay otroa momentog en que esta antoridad impersonal
de la ley'eeerita les parece un profundo engaño.
En el primer caso, reclaman consti.tueioneB.
Eu el segundo,. los estatutos lee parecen importar ca-
da vez menos, y se interesan máe por la responsabili' LA IIISTOR-IA
dad viviente de las personas, y por su acción.

,o ' Nuestra maestra en polítiea es la experieneia.


o
El método que siempre me pareció urás aeorde con
las leyes de la vida, jamáe otorgó un .finiquito general La experrencra se asemeja a la Musa, es hija de Ja
y oogn bloque" a lo que hicieron uuestros padree. Con- Memoria.
cedieudo a sus pergonas un piadoso reapeto, el espíritu o
crítico se reserva el dereeho de exarnirlgJr.su§-olras y
sus ideas. La historia no es una experiencia de gabinete: con
Pero el espíritu crítico ve claro: eI revolucionario no todo, sue innegables repeticiones, en circunstancias ora
sabe ni quiere mirar: Del pasads lx{L:gan?,as tabla rasa, idénticas, ora diversas, permiten establecer con rigor
dice su canción. Odio este programa de amnesia. satisfactorio, cuadros de presencia, de ausencia y de
1§o, nada de tabla rasa. Entretanto, ¡vía libre! variaciones comparables a los gue favorecieron el pro-
greso del estudio de la naturaleza. Ee vano gostener
en el papel, que lo aguanta todo, la originalidad absolu-
ta, la unicidad de loe fenómenos históricos. Son origi-
nales, eon únicoe, pero su serie no lo es.
Bainville admiraba eI cuadro de las monótonas "se.
riee" del mundo y las estables virtudes del complejo
humano. Los vaivenes de la historia llevan constautes
tales gue, bien conducidas, permiten formular previsio.
nes sin eufrir derogaciones.
;l
¡t¡i La experiencia de Ia historia contiene la ciencia y
?l el arte de ese género de descubrimiento: si ninguna
idea preconcebida reguló eu desarrollo, el resultado es
eada vez más favorable a Ias ideas de contrarrevolución,
de antiliberalismo, de antidemocracia. La experiencia
de la hietoria está llena de los osarios de Ia libertad y
de los eementerios de Ia igualdad.
i

.ill

A
I-
t1
152 MTS IDEAS POLITICAS I

CHARLES MAURRAS 153


Il,
LA CONSTANTE HAMANA ENSEÑADA tenéis Ia probabilidad de daros cuenra fácilmente de Ia
POR LA TTISTORIA clrrya seguida po-':_ Ia ryayoría-de las otras Ciudades y
de los otroe Estados. Cierto, hay que estar siempre a
EI arte de velar bien por la seguridad de los pueblos Ia espe_ra de alguna sorpresa; la naturaleza y la hiitoria
se remonta a Ios principios direciores de todas Iis artes están llenas de trarnpas tendidas a Ia fatuidad de los
elementales;-Ia p_rimeü verdad d" q"L .r"'lii¿rof" o mortales. Pero esta verdad se halla también eontenida
un ma-gistrado deba penetrarse es la he que el m¡rndo I
en la historia de Atelas, _de Quimper y de Chicago. . .
se modifica con extrema lentitud, si con todo ee rnodi. S-i p_ara hacer una fábular en la mano oñ po-
fica. Las partes variables son Iá. *.rror -i*plitrot"r. írado de arena y escucháis el-tomáis
confuso murmullo de los
rJo que rmporta aparece constante. Es por los grandea átomos innumerables, y gois sabio, verificaréis que sobre
rá,sgos generales de constancia humana, que eB urgente cien veces, noventa y nueve aconsejan z tener confiara.za,.
guiarnos,.siempre que pensamoa en ;";"áIr, ulg; pur" La centéeimai d,esconfía, y el doble consejo ee éxacto;
eI porvenrr. pues nada se hace sin crítica, nada oin fe.
A fuerza de moetrarnos masas que eaoluciono,n y aa-
pectoe qu_e se transforman, se noJ oculta a loe
obreros
de Ia evolución y a Ios artesanoe de Ia transformación.
Si1 Ios jgfes, sin'Ioe.eantor, .i_" iá* ht;";;-*ir
la historia es ininteligible.' una nació* .L lou'i"y"r, ¿"
naciones, una raza dJ razas, un Estado d" E;i;á;; "o*po"" ya
Be trate de Ia feudatidad, de las comunas
la verdadera vida oo ..tá ; t*-;übü o de Ia leleeil,
.lrJ;ri"o.,
i::¡d","t"b? y."frT"ros, sino en Ios 1"r*-i"ri.iüi". q""
dan aI eonjunto cierta unidad. Es de eoo y no ds otra
Eosa gue hay
-qu-e
eeeribir la historia: ta' fristoita de
.s'r'ancia- y no la historia de Ios franceses.
La historia universal en su detarle es imposilrre. La
P d: conjuntoy_l'uerte,
lecrclon.gfrngg
que la
"irrflifi"*a y la ;;;-J;;;;"
esta ley general no me parece ""
I
t
naller srdo descubierta. EI historiador útil sabe'aislar
un hecho_, circunscribir una .""i¿o, d"r"ribi* ,, J"r.o.
naje: 9l !-echg,_la acción, p"r.Láü;;;J;"*o"í-iri,
ra captacron del cómo en las "l cosas humanas. Ei campo 1
de nueetra experieneia se aumenta á;;;;oil
noos en. mejor-es eondiciones para comprendur-"'inter- |*"*"_ i
pr_etar- los hechos present-es y tuturor.
Á;;;;; l*
ri

y los hechos estén en númáro inlinito;-;i á;; ;;l; ""ro. {

unrcago, :lqÍ.
Fi:i:_:""^,ttenas y d*"t]" y a fondo il ;";;; -

"o-
"r.
qou
i
Quimper.Corentin se deearrollarono
'r,

Le
T-
CHARLES MAURRAS r55
opuesto a las necesidades vitales de un país: el espíiitu
de,mocrático mata Ia diseiplina rnilitar y el pueblo
necesita ejército; el espíritu democrático, por la envi-
ll dia gue destilao ¡nata la concorclia civil, la cordialiilad,
la paz entre los particulares, y el puehlo necesita con-
LA SOCIEDAD iiil cordia, paz y cordialidad.
1l
En un Estado poderoso, vasto, rico y eomplejo como el
.::l nuestro, eada uno debe tener seguranr.ente la noayor can-
CONDICIO¡IES DIE I¡IDA :il tidad posible de los derechos, pero no depende dp nadie
DE LA SOCIEDAD hacer que tales derechos sean iguales cuando correspon.
-,il den a eituaciones naturalrnente desiguales. Cuando, pues,
Es rnuy eierto que un pequeñísimo número de iqdi- ,.],
I

viduoe excepcionalmente distinguidoe y poderosos trans. en tal caso, la ley viene a proclamar dicha igualdad, üa
for,ran una sociedad: no Io hácen sind transforr,rando ley miente: f como los heehos coti.dianos ponen al descu-
las .instituciones o la religióno pero jamáe modificaudo bierto ac¡uella mentira, guitan a los eiuda¿lanos el res-
una a una cada eaheza del infinito rebaño de los peto debido aI régimen político de su país, y en conse"
individuoe euencia éstos reciben un Perrnanente consejo de anar'
'oEl inclividuo" en cuanto tal, abstraeto; el individr¡o I
t e¡uía e insurrección.
considerado como unidad. indiferente qúe puede ser I

o
Fedro _o Fablo, igualmente el individuó pr-.e"* com- .t

poner Ia sociedad; en realidad, no Ia haee:- es hecho y \Lij


i--\
deshecho por ella. i

A ASa c r ac I o*
Írlrfffrfrx
r.
Los individuos que obran no son individuos. Son
I

personas. A.rreglándoselas rnuy bien, siguiendo las re- ñ


glas . de gn arte delicado y prbfundo, ,i.oo"chando Ia
¡.Qué ee Ia Asociación? ¿Ha;' un "derecho" de aeo'
ocasión, benefieiando de Iás Áituacionás, in un" palabra cia-eibn para el individuo? ¿.No sería rn:ás exacto a:[ir'
colocadas en los puntos más propicios, sabiendó hacer mar qud hay para é1 un deber, una -obligación Y, di-
jugar las juncntr& reru.tn, los lugare, de conjunción de ciéndólo más ólararnente, Ltfla necesidad de asociaciórt'
Iae cosas, ${uellas personas de'elección ,rádifi"uo y para todos los casos en que puede vivir?
reforman el naedig sócial, y de ahí pueden resultar pa- - Vayamos más lejos. ¿Forma el individuo la sociedad?
ra el "individuo" progresós *o""eufordientes, los que r, ¿.Dónde? ¿No es, por el contrario, la sociedad la que
Ientqmente adquiri-do""r" incorporin en éI de epá"" ,s
en epoca.
f,orma al individuo? ¿No es é1 por todas partes 8u
produeto?
- ConsidereftIos aun el mundo de los seres vivientes.
.o
Hay especies (las muy inferiores) e¡ que el ind-ividuo
determina una especie de sociedad; soil. aquellao en
EL TIITO IGUALDAD gue la reproducción ee opera por vía de-diaparidail.
La igurjrldad no_puede reinar en ninguna parte; pero Ún se", criyas partes todas parecen homogéneao y casi
su obsesiónr su déseo, estableecn un "espíritu potiti"o idénticas, se divide en dos; he ahí dos seres enteramen'
'i,! te semejantes. No ee el caso del animel superior; ar{uí
c
I
I
T:
t56 MIS IDEAS POL.ITICAS
ha-ce falta una pareja? se necesitan dos individuos muy
CIIARLES MAURRAS I.57
diferentes para producir un tercer individuo. EstL valor, vida, seguridad y por consiguiente dicha, siuo eu
nuevo ser no nacé de un generador, ni siquiera de dos tanto cuanto Be vea fuertemente encuadrado en ella,
generadores, sino más exáctannerute de li sociedad, de sostenido y disciplinado en colectividad secundaria a
esos generad,ores. La asociación, es d,istinta de la suina Ia que puedaú ligarlo todas las fibras de su carne y
de Los asociados. Comienza Wr psrecer su mad,re. todos los resortes de su alnoa.
F.e1o en eI gérrero laurnano, po. oor parte el recién Y si se quiere conocer el fondo de mi pensamiento,
nacido es tan déiril, y por otia está llarnado a tales diré que siempre fue así en todos los tiempos €n que el
grados de desarrollo, que la sociedad no lo abandona hombre vivió norrn-a1mente, La anarquíá generál del
jannás. Ella lo recibe y lo continúa, Io precede y Io siglo xx forjó para los mejores un cerebro revoluciona-
ei.gue_; anterior y posterior a cada r:lno - de nosotro§, rio en el que se deforma la noción natural del yo hu-
aquella grande hada bienhechora, fluo dispone por to- mano. El verdadero yo, el yo espontáneo, es un ,?os-
dae partes de algunas industrias ri tradiciones - íltiles, otros, o no tiene sentido.
flero que entre nuestras raza6 occidentales centrallza un Un hombre habituado a reflexionar con rigor y que
inmeneo eapital civilizador, nuestra sociedad huiriana hace la cuenta de todo 1o que es diferente de sí guéda
(oin eer deudora de los más vastos genios que siernpre aterrorizado de la exigüidad y de la miseria de su pe-
recibiero¡r de ella rrray_ores bienes d'=e los que te apor. queño dorninio estrictamente propio y personal. Nos-
taron) parece Ia acreedora universal de "nr_iestros seme, otros son¿os nuestros antepasados, nuestroo mhestros,
jantes. En verdad, corlo lo obeervó tan l¡ien León de nuestros mayores. Son¿os nuestros libros, nuestros cua-
Moertesquiou _en La R.azón, de Esta:d,a, no se puede de- droe, nuestras estatuas; sorn os nuestros paisajes, sonto$
cir: 'ol9 El hombre, 2s La sociedad,,. Es pieciso,- de nuestros viajes, sorleos (acabo por lo más ajeno y desco-
absoluta necesidad, alinearse entrc quienes ^di""*r. ccf e nocido), nosotros sotÍLos la infinita república de nueE-
La soeiedad,2e El hombre". tros cuerpos. el que toma prestado del exterior caei
El hombre asoc_iado, a Ia vez agrupado y aislado, todo lo que es, para destilarlo en alambiques cuya di.
regulado y liberado por Ia aeociacián'no es" aheoluta- rección )¡ sentimiento mismos nos escapan por completo,
mente mejor que el hombre individual; sencillamente
es más 3pt9 para una vida superior:, para la vida de o
sociedad, Osa menos _pga su caprióhá. Tiene rnayor
inter'és en osar para el bien comün, puesto que la co- , La eociedad no es por cierto un gran animal cuyo§
munidad lo apremia es muy peqüeña y ei bien de individuoe no eerían más que sus células eubordinadas.
la cornunidad
^q_ue_
está más próximo- ui *ryo. Fero tampoco es una de esag tninversiones en comúntt
de voluntades gue se llama, en Derecho, asociaciones.
o La sociedad no es una asociaeión voluntaria: es un
agregado natural.
No ha 'sido querida, ni elegida por €us miembros.
dicatosr.las corporaciones, Ias comunidaáes y las com. Nosotros no escogemos ni nuéstra sangre, ni nuestra
pañías de todo género serán para el siglo xx Io que las patria, ni nuestra lengua, ni nuestra tradición. Nuestra
catedrales fuerón para el xnl La masá corectiva'se ha sociedad natal nos es impuesta. La eociedad humana
hechq tqn fuerte que ningrin individuo seutiráse c,í; fo¡ma parte de Ias neeesidades de nuestra naturaleza.
Tenemoe únicamente la facultacl de aceptarla, de rebe-

t
r

158 1I{IS IDEAS POIfTICAS


crrAnLES MAURRAS 159
larnos contra ella, de huirle tal vez sin poder pasernos lividuo aielado en nombre de la Iey hállase i.ncapaz
sin ella eeeneialmente. asegurar el ejercicio de aquelloe famosos derechoa.
c rlo ahí entregado sin defenea a las escaeas organiza-
rnes que pudieron crearse a despecho de la ley; si
Fara el eepiritu realieta, advertido por la hiotoria, si Ies escapa, recae bajo los podere del Estado, lon
no está deformado por una falsa hietoria del Derecho, e por añadidura tienen la ley de su parte.
}a verdadera garantía del derecho individual se llama
o
ante todo la sociedad, en seguida Ia asociaeióu.
Tened. una soeiedad sólida, y en la que el primer Del punto de vista de la felicidad y Ia defensa do
núcleo social, la familia, sea fuerte: loe derechoe pri- Ia uuo, nada más importante que dichas aeociaciones
mordiales, 6ean religioeos, domésticos, o escolares, ha- undarias e iutermediariaso las que garantizan el ho.
Ilarán su línea de repliegue y defensa. r, Ia vida local y los oficios. Mas para que existan
Tened asociaeiones poderosas, especialmente asocia- :eeistan, hace falta otro poder.
ciones de oficios, y los otros derechos esenciales hallarán
su quicio y fundamento;
Tened un Estado bien construido y tales derechos
distintos, diversos, a veces en conflicto, no harán de la Saeta una nada para destruir. Se neceeitan años de
eociedad su eampo de batalla, porque el ordeu público uerzo, labor y paciencia para erear. El sucio soplo
hallaráse también provisto de un fiador en carne y un retórico hasta para arruinar. El crecimiento -de
hueso, que será su magistrado responsable e intereeado. eociedades es más lento que el tlel embrión, del lac-
Fuera de ahí, no tendréis sirro partid.os que se combati- rte y del li4o; su caída ee relativam.ente máe rápida
rán, iutereses tpre ee devorarán entre sí. tr que- Ia_ del eer viviente su¡rrimido por una ba-Ia s
a cuchillada.
ü

En uua eociedad bien hecha, el individuo debe acep-


tar la ley de la especier f no Ia especie perecer por la
voluntad del individuo.
o

Uua legislación individualista, como no considera sino


al individuo, sin tener en cuenta la posición gue él
ocupa en el mundo, ni eu familia, ¡ri eu claee, ni su
paíeo ni eu trabajo, tál legislación pretende salvar en
priimer lugar y hacer respetar los derechoe de cada uno.
Inseribe, en efectoo err muy hermosos caracteres, la
máxima de que semqianteg derechos son infinitame¡rte
respetables y hay que sacarles el eomhrero, Pero cada
F

CIIANLES MAURRAS r6,1

EI Eetado, cualquiera que Bea, es el funcionario de


Ia sociedad.

EL BSTADO a

El Estatlo, cuando está bien constituido, casi nada


La familia funda el Estado, puesto ![u€, por u] tiene que hacer con Ios individuos. Es sobre lae socio
parte, Ia población no existe si4o por ella, y que p dades que tiene a su cargo, así como sobre sus mutuas
otra, es ella la que distingue la sociedad política ( relaciones que se ejercen sus prineipales atributos: única-
las otras: sociedad que no se recluta por la votrunt, mente los criminales, con los héróes y los ,santos, pgr-
de eus miemhros, sino normalmente por vía de ger sonalidades de excepción, tienen relaóiones con el-Es-
ración, sociedad en qlue se nace y se reproduce, I tado, que tiene el derecho de conocer tales anomalías,
soy miembro del Estádo francés a causa de rni padr 9 para honrarlas, o para castigarlas. Agreguemos a la
de mi madre y dé sus progenitores. Fuedo ratific Iista de las personas en comercio directo con el Estado,
o declinar tal condición; yo no la cre:a, es ella la q el pequeño número de los funcionarioso incluidos los
¡ne crea. Los hijos adoptivos que se agregan por ott ejé-rcitos de tierra y de mar. Por lo que respecta a
vías a la gran familia francesa no lo hacen sino pr todo lo demás, un Estado normal dgji obrar, bajo
qJue un primer Estado francés, familia de familias, f
su cetro y su espada, en la multitud de las pequeñas
engendrado naturalmente. organizaciones espontáneas, colectividades autónornas,
-r¡ue
existían antes que él y tienen probabilidad de eo.
a brevivirle, verdadera sustancia inmórtal de Ia naeión.
En esas esferas distintas, dotadas de privilegios tan
'foda doctrina clel Estado dispensador y distribuid variados como sus funciónee, se desarrollaiá, no el inha-
de dereehos será dieuelta por esta sirnple observació Ilable oofndividuo", q.ue no florece allí ni cada veinti.
tle que la sociedad, tanto espiritual como temporal cinco
-años, ni cada cien años, ni
jamás, sino la fauna
anterior (lógica como histórieamente.) al Estado. y la flora humanas de los dífereñtes iídividuos, bien
nutridos por, su territorio, preservados por eete aire de
o su cla-se y _de - su país, y ástimulados lambién por la
atmósfera de los_ grupgs facultativos a {Ire su lonor,
El Eetado y la sociedad son cosas distintas. La su interés, o !u plaeer los incorporó regrilármente.
eiedad comienza en la familia, su primera unidad' Del 'ocírculo" del pueblecito -al Instituto de Francia
continúa en la comuna, la asociáción profesional hay una serie de grnpos. El individuo encuentra allí
confosional, Ia infinita variedad 4g lo. grupoa, derThos _ploporcionados a su rango y a sus servicios, a
corporacronqe, compañías y comuniclades, a fata su digaidad y a su valor. Asi áI ñenor de nuestros
las cuales toda vida humana languidecería. El Esta compatriotas es privilegiado por el deetino. Rico o
no es más que un órgano indispensable y primordi pq!1e,_ e_s patricio, puesto qué participa de Ia noble
de la ¡ociedad. calidad de fraTcés y goza por eso ..de Iai poderosas pre.
rrogativas y eI inmenso patrimonio maferial y móral
162 MIS IDSAS POLfTICAS
puesto gratuitamente a su disposición por tbdo lo que
hicieron sus antepasados.
De eu obra inmemorial, rnante¡rida y oontinuada por
la trad.ición fluyen todas las virtudes, todoe los valorea
individuales de que la ¡raü-rraleza no hahía proporcio'
nado más que el germen: la voluntad, la libertad, el
sentimiento, la razón aI grado a que la sociedad fran. DISTINCIONES ENTRE LA MORAL Y LA
ceea supo elevar todo eoo. Flor de tra cultura francesa. POLfTICA
el individuo francés no fue ciertamente ni su primcipio,
ni su fin, ni su raí2, ni su fruto.
No se puede basar un cálculo político razonable en
la eeperanza de gue el mundo entero hallaráee un día
en el sentido de la hondad.
Los recuerdoso los odios, los amores que los simplex c
particulares no pueden mantener de manera constante,
un Eetado los toma por su cuenta, los apunta en uül La politica no es la moral. La ciencia y el arte de
registro, regietro flue pone al día para estar en condi Ia conducta del Estado no bs Ia cieneia ni eI arte de la
ciones de ejereer todos sus d.erechos, sostener todos sur conducta clel hombre. Donde el hombre en gene-
intereses y cumplir todos los cleberes allí inscriptos. Er ral puede quedar satisfecho, el Estado particular puede
un Estado norrnal, lae emociouas públicas no son meror ser derrotado.
impulsos de sensihilidad, barridos, reeurplazados a. o
prirner viento oontrario: vuélvense la materia y la euo
tancia de actoa rÍtilee, y eirven psra recobrar y restaural El orden político y el orden de la eonciencia son
lo que pndo perderse por la eo¡nunidad. dietintos. La conciencia humana persigue fines espiri.
tuales, busca Ia salvación individual. La política, t1ue se
o
atiene a lo temporal, se intereea por la vida próspera
de las comunidades; determina las condiciones genera.
les del bien públieo en los gl'upos naturales. Dadae
I,A RAZ,ÓTV DE ESTADT tales leyes, que ella trata de discernir y formular con
la mayor nitidez científica, traza e i.lumina la conducta
T,a razón de Estado está en tra natr¡ratreza de las cosas de los políticos, aproxidadamente como Ia fisiología,la
Esa razón vale tanto cuanto vale el Estado. patología y la terapéutica inspiran y dirigen la coudue-
La razón de un Estado que se halla por encirna dr ta de los médicoe.
Ios partidos se ins¡rira en las necesidades superiore o
de la exietencia de la nación.
Un Estad.o creado por los partidos uo tiene otra razól Como hubo fenómenos puramente químicos o físicos
que la gue puede tener: corta, estrechao variable, cor en la organización de un Descartee o de un San Vieente
tradictoria. Cubre los intereses partic¡rlares en véz d, de Paul, toda pociedad se conetruye según necesidades
defender loa intereses genersles. naturales cuya esencia ee trata de conocer con exactitud,
sin afirmar ni negar su justo fundamento. No sabernos
'*"- I '
r
164 h{IS IDEAS POLITICAS CHARLES MAURRAS 16s
si un hijo no pueda elegir a su padre, o
es ,justo gue brar el miedo. Pero no es en tanto cuanto potencias
gu-eun ciudadano sea arrojldo en :ur,a raza antes de yoryleg que el terror aquí, y la dulzura allá, áp"raror.
haber manifestado su libre "voto, su libre sa- Lo hicieron en o_tra esfera, en tanto cuanto potencias
"]"""ián.
bemos que lao cosas no son dueñas de ocurrir de otra de sentimiento. Un cartesiano diría que Anlbal, así
manera. ¿Es justo que_una opinión l¡ien intencionada, como Escipión, hállanse en el orden mecánico más hien
euando es absurda, pued,a perd-er a un Estado? Tal vez j que en el moral: es por impresiones en cierto modo
mas para Ia salvación de -dicho Estado, lo importante rnaquinales q_ue es_os dos generales fueron poderosos y
no será decidir si 11
9o_s1-es justa, sino cono""il" prru afortunados: la dulzura del uno y el terror del otro co-
evitarla. El medio infalible d. a q"i""di""u rrespondían a las situaciones que uno y otro encaral¡an.
"*írrriar
ee aventure en la actividad políqica, inápina- Invertid las situaciones, dad a Aníbal los pueblos que
damente el concepto de Ia rioral pura,"u "vo"ir
en eI monr'Lnto Eecipión supo domeñar con su buen rnodo, y los suhle-
que _debe estudiar Ias relaciorr"u 'd" ús he;h;;' y ,r. vará unánimemente contra sí, con lo que se perderá
coml¡inaciones. tal vez; dacl a Escipión los pueblos que Aníbal- subyu-
La morai se superpone a las voluntades: ahora bien, gaba por el rigor, y su mansedumbre podrá muy bien
Ia sociedad no sale áe un contrato á" ;ril;ááo,-.iro no inspirarles sino la rebelión. En otros términos la
de un hecho de naturaleza. ternura y la dureza, la dulzura y la violencia, antes de
ser fuerzas morales, son fuerzas, y es en tanto cuanto
o fuerzas flue obran en política, felices o desdichadas
según el grado, el instante, o el lugar de la aplicación.
Al exarninar la estructura, el ajuste y Ias conexiones ¿Qué diremos? Que ni Ia bondad, ni por lo demás la
históricas y sociales, ," obs"r."; i; naturaleza del hom- malieia, tienen virtud propia en el orden de los éxitos
t¡re soeial (no su voluntad),
_Ia realidad de las cosas (y y de los reveses militares o políticos: cuando un hom-
To :u justicia) : se comprueba un conjunto de háchos bre de bie! queda vencedor, no es la honestidad la que
de loj que no se- podríá decir después" de todo Ji ,o, está victoriosa, ni la perversidad cuando prevalece- eI
morales o inmorales, perverso. Este dominio de la fortuna polítieá está some-
_pges escapan for e.encia a la cate-
goría del derecho y dtl deber,- desde que no *, ,"ii"""r, tido a leyes particulares y específicas.
a nuestras voluntades.
.a

, No |ay.relación_
p-erfección de
directa entre la perfección moral y
las formas poríticas- hallándos€ ésta
-Ia
Iigada a objetos_ muy exrraños a la moraliJrl ¿" 1".
hombres, como Ia eondieión geográfica o econórnica de
eu terruño
a

Escipión se impone por la-dulzura; ahora bien, es


rnoralmente ru\y -buenó eer dulce. Anibal -i*rrrr"
plf eI. terror; ahora bien, ea moralmente lrrr:uy""rnalo'r"*.

I
I
r
I CIIA.R.I,ES MAURRAS t6.I
\a.s arteo. Siempre 1o praetica[ros, cuando niíros, en el
colegio:
Entonees...5í...
-Pero...
Basta con tres palabnejas repetidas diez o veinte veces.
:

Responden a todo, y puectren llevar a cualquier parte.


DEL GOBIERNO Sin d¿rda eI eaber está prorristo de herramientas para
disipar una por una aquellas dudas de mala fe, para
OR GANIZAR volverlo a pouer todo en el buen camino o bajo su ver-
dadera luz. Fero tal fastidio-qo trabajo represeuta una
enorane pérdida de tiempo, un igual desperdicio de
Tomo la palabra organizaree en su sentido primero: faerzas" sin tener en cuenta que produce necesariamemte
Organizaráe a sí mismo, poner de acuerdo 9l propio en eI exterior uua conmoción de Ia confianza, una de-
pensámiento con el pensamiento, sal¡er adónde Be va' tención más o nleÍros neta de Ios entusiasmos que se
en qué vehículo y por qué carninos. pronuneia]:an, Tal ee Ia obr:a natural de Ia crítica" cual-
Oiganizar, significa diferenciar. Diferenciar-, eE Io quiera que sea, cua¡rtlo se desa.rrolla en las asanableas o
contrário de igualar. Una nación se comp-oue de- gente ante piibli.cos nurneroso,$. No se necesitan neás gue unos
nacida aquí y lo allá, implica nacimiento, herenciao hb segmndos para e¡nitir voces destructoras; se neeesitan
toria, pasado. Constituye una primera objeción al sueño horas y horao para reconstruir con paeiencia la-s verda-
babélico de la anarguía. des particulares urejor clesprendidas de los hechos por
Quiero decir gue fara organizar ee debe destruir. Sí, las cornpetencias técnieas: a veces incluso las más robus-
per-o e, el orden-de los hechos una vez consumados. Mae
tas verdades de ]¡uen sentido no vuelven a imponerse
|a"a ar"astrar los espíritus, para inducirlos a realizar un sino ¡renosarnente y con extrema'lentitud.
proyecto, el orden es inverso: hay qu-e organizar antes
áe destruir, si se quiere triunfar en destruir. ¡Ay! Sería emtonoeo preci.:so para un pueblo qlre se
Tal es el sentido-de la palabra atribüida por !o gene' pudiera "hacerlo abed,ecer a la influencial'. Sería en-
ral y crbo que erróneamente a Dantón: toNo se destruye tonces cuando resultaría preciosa la autoridad moral, Ia
eino lo qué se reemplaza". El dicho sería digno de gue arrastra antes ¿{e conveneer, la que persuade antes
aquel fun-cionario del-antiguo régimen, ltno de los- raros de argumentar. Ella salva de la inercia . o del qgtan-
espírit ru políticos de la Revolución. Fara cambiar lo camiento que, eIf, la lucha política o nnilitar, son las
que existe, hay que' tener en la cabeza otra coea que eausas fatales de las ¡iltimas desdichas. ÉIe aguí por qué
-un-
el deereto de gobierno provisorio y de una apela' todos los &raestros de Ia ciencia política, que pertene-
ción al pueblo. Lás concepciones inconsistentes y mal eieran a la escuela teológica cor:no Maistre y Eonald,
definidai no impulsan jamás a la acción. For lo menoc o a Ia eseuela positivista, coúao Co¡rate y sus discípulos,
en imaginaeión, el hombre guiere algo sólido y preciso. circunseriben la discusión al orden teórico. al dominio
de la ela]¡oración, pero la proscriben de Ia aceión. No
hay religión de la-discusión ni moral de la discusión,
DOL VrcIO DE T,A DISCUSIóN pues desde que se obra rnoral y religiosamente, ya no
ee discute, oe deeide y se arriesga. Esperar en tal caeo
El arte de hacer prolongar la discusión entre quienes la o'certidumbre", adennás de eontradictorio debate, es
eahen y quienes na sahen es la más elemental de todac resignarse a pereeer. Nc¡ hay Gobierno d,e lw drscuaión;

I
I
I

I
r
I68 MIS IDEAS POLITICAS CHARLES MAURRAS 769
gob_ernar, es asimismo confiar y amiesgar. Pero tal riesgo
de la acción moral, religiosa o polítióa, es el riesgo jui.
cioso por excelencia; nada sería n:ás imprudeñte- ni
LA ACCIÓN
irracional en dichas materias que no arriesgar. Pues se Se compone, se transige cuando por otro lado se tie'
qligsga mucho más aún con abstenerse, discutir y pen garantías.
'--SeL"rriobra
d_eliberar, se eorre el riesgo mayor y peor, prreeto que en torilo a un pivote firnae y fuerte'
el enemigo está en arrns-qr si no se arn i conti'a él antes Pero cuando todo está por conquistar elf Lln medio
que éI, el riesgo que se corre es de eaer desarrnado bajo ilonde todo se desplaza, se transfornla, se pierde con
sus golpes. inuudit, rapidez, un solo rnétodo es recomendable por-
oo, ", el único fuerte, y consiste en ser uno rnisrno? con
GENEROSIDAD DE T,A POTENCIA Ji".ritod, integralmente. En organizarse_poderosamen-
í"- ,í""e, i sí todos los recursos y todos los medios
""
ol" t" puede esperar con honradez; y a:i armado-,y
-rapidez
La verdadera amistad de pueblo a ¡:ucblo no es un ;;;i;, '*tt"lrur,'correr con Ia may-gr: posible,
fenórneno sentimental, sino un hecho cle orden elernen- áát""tá ante sí,' con osadía, infLexibleurente: todo lo
tal y primitivo clependiente de un orden de necesidades que no nLuere, todo lo que no entra en disolución eslá
casi físicas. Un pueblo vigoroso atrae a otros puebtros destinado por la rnisma ley de la naturalezai _a agregarse
c_on- tangihles señales de amistad haciéudolos partícipes i^.d" o telnprano a dicho núcleo cu-i¡o crecimiento es
de Io que tiene, haciéndolos participar de Ia irradiación tecular y qu; progresa hacia un ohjetivo hien visto, eon
agradable y útil que produce. mo.'irt ientb rectilineo y acelerado'
Para irradiar el bien en torno de uno, es preciso en
primer lugar ser con plenitud, y no haber consentido
ninguna derogación en eI capítulo del honor. En se-
co t"t o cIM I EN r o' N#i:iir4\:#{,
gundo lggar es preciso poseei, tatna.r y coruseruar, di se
quiere daro.Io flue supone un firme uso de Ia fuerza, el En la inrnensa nrayoría de los 'seres el interés -perso-
rendimiento de esta fuerza, y generosas y juiciosas dis. nal es el nervio de lá acción privada. I{adie produciría
tribuicionee de su producto. rri .t i"g"rriaría para variar loi rnoclos d9 Ia. procluccióno
Refrán: No ee hace el bien en touro de uno sino acu- Li"o de'obtener el urayor rendirniento ,con el
mulando ante todo en sí rnismo fuerza, Trabaja, obra, "or-lu
;;";; esfuerzo, si eI aguijón dél interés *o lo obligara'
gana, produce: ni los clientes ni los pohres abandona- Dicho interés puede sei egoísta, como puede ser colec'
rán tu puerta rnostrándote el puño. Acuéstate al sol ,i"á. Fuede "i"""ur." en íon bre de un ¡ornbret{esolo'
o a la lluvia como un miserable, en sueño inerte de tu ;;;" puede oÉ*u" en nornbre de una fannilia o una
destino: tal bien improductivo no excitará más gue en. sienrpre se ejerce en las rnisrnas conclicio-
vidia, celos, odio,
-peligros y estarás en peligro si-perpe- ,Lr, po. interrne'clio de un cerebro o de un co'azón de
"ro"iuáiórr:
túas-ese espectáculo de inacción y de semipénuria.-"Mos, hoábre empeñado en Ia gestión de dicho interés, re-
trarás públicamente que no poárás servii de ayuda a compensado por el óxito y castigado por el fracaso; en
nadie. Aunque más no sea para ser generoso, Pueblo po"* palabrás: fuerte, profunda y personalrnente res*
frances, aplícate a eer fuerte. ponsahle.

L
r
rr--
170 MIS rDEAS POLITTCAS I

CIIARLES MAURRAS 1?I


Con u.n Estado fuerte y Asociaciones poderosas p"ari"l
realizarse el eueño de Mirabeauz 'oÜr¡, que el leglsludorl
se contentase con, hablar al interés indiaídual, propor- EL DT]VER.O
cíonarle los med,ios de ejercerse, y de dirigirlo *taónci- es una fuer'
Í¡lernente hacia el h*erés generul, pn-ara el noayar bien . La riqueza es tln bien, su coneentración
y
de todas los resortes políticos". En olros térrninLs, segrín naz peri esta fuerza se dispersa se clisuelve en mano's
leÍ individuo que se deja engañar por ella-, con e! en83'
eI de .{ugusto Comte, tal régimeu porlría "apálar y el la
y -voto
l9t intpwlsos personales en, ayuda d.e tos afeatos iacía- ío d. Ias cosas materiales engaño de idea de
,r*ove"ho.. si guiere transformarlo en supuestas satisfac-
tres", eoncediendo a Ios particulares tentados ias liherta. :firo"t p"rutnálu., las que desde Ia primera a última
tra
des favorahles al bien priblico.
no pueden sino engañar.
' CLalquiera sea el disfraz que emplee, el -Dinero -tiene
o
rlemasiáda pretensión, ee demasiado vanidoso, deina'
siailo arnbicioeo por el hecho de tenerla todo, para que
_ "ill i.nterés general es la sunta d,e las i,nteyesr¿s ¡tarticu.. *b*'"'H
Io.vc.s." Sostened lo eontrario de eota tonteúa, I clecirl ff:":t'-:i'J;"un
inerie y absurdo puede
d y rrel B{unrro- (el cua}
tener cierta fibra hu'
c¡ue el interés general se resta de tros intereses particu. rlunque
Iare-q; y estaréis más eerea de la verclad. i ,r"'ui el gobibrno del Dinero crea la ainrazón y el
Esta resta no se hace espontánea, sino antoritativa- crimen.
rnente. Los _ particulares Ia consienten cuando Ia ope. El Dinero presta herunosos serviciosr, cuando está,
ración está hecha, o se ven obligados a dejarla haeer. como las o¿r¿s fuerzas hunnan'as, en §u lugar de gran
Un pequeñísinro número es capaz de peraibii Ia ntilitlad servidor. Más atrIá v más arriba, no puede sino deatmir.
de Ios eacrificios consentidoJ por los particulares al
Eetado; un :rúrnero aun más peqr.leño ve loe peligros
ctre los eacrificios consentitlos por-el Eetado a,los par- §OtsER.ANÍA
ticu].ares.
, No creo por cierto que eI interés dirija al r¡aundo, I{o aceptamos ni implícita ni explícitamente el prin'
y más }¡ien cre_o que Io-inrnoviliza y Io piárde; pero eB cipio de Ia soberanía nacional, puesto-que -opusirmo§- por
Lvi.dente que los átomos particulaícs ¡i partiáularistan ei contrario a dicho principio él de li soberanía de la
de que Ee.aonoponen las rnaias del mundo s;n fácilmente sa,luaci,ón. pública, o de| bien. 1;úblico, o del bien. general.
arraetrados en Ia dirección de aus i.ntereses.
El deeinterés obra poco al estado puro, salvo en algu.
nos héroes. El interés puro guía a-rneru¡do muy m"al. No creennoe en la soi:evanía del pueblo. Y no lo cree-
Etr verdadero arte del pbtítico consiste en sabe, ,triu"er, mos porqrtre no existe. Cuando ee Ia procla"l'na, c-{uiere
nir el p-ulto e¡r' que pueden coineidir La pasión y el ilecir qoá ,ro hay verdadero soberano y que las funcio'
<leber, eI inter& privado y el interés nacioúal. nes so6erunas serán en adelante ejercidas Por cualquie'
ra. por el recién llegado y sobre todo por nadie: y que
loá negocios públicol quédarán lürados aI azar de loe
azare€ o eaerán en plena acefalía.
i

I
l
I
-F
172 MIS IDEAS POLITICAS t-
I

. E-I gra_n horror de reconocer Jr de expiar está reseryadc MAURRAS


I

al üpo de gobierno en que Ia sor¡erania se rra[a


I CHARLES }?3
trada en eI alrna írnicu i .r, la persona vivienteconcen I Cuando se toma por árbitro a la opinión corriente,
I

de ur
hombre. lse la empeña en Ia más terrihle de las tareas.
,.EI miriápodo democrátier tiene una vicla demasiadc i Hoy ella quiere vivir, rnañana querrá morir. N[o cam-
drtusa y-un sentido demasiado obtuso para entrever si, i[iaréis la naturaleza del hombre, pero habréie destruido
eJ nrincinio de -Ia¡ gra,d", ilas juiciosas precauciones que las sociedades civilizaclas
ffIi:'u
I\r ra6 oliserva ,i..[as vio,Iao y para "btisX"i"";;^;;lr;";; itomurot contra esas causas de nruerte.
decii verdad'no peca
más que las bestias
I
I


a i

I Escribo con toda tranquilidad que un principe que


jse qrea Ia criatura de la-opinión ño podrá curnplir-la
LA O,PIJVTÓlV iparte más difícil de la función real, que es la de esclau
irecer y dirigir a Ia opinión en lugar de seguirla, vale
DqTd? Ia opinión go}:-ierna, uadie gobierna, Ia espon.
tar,'eidacl- guber,ameñtal yu ,ro tienJ siq,iera .rrr- idecir contrariarla a veces cuando la salvación pública
jlo requiere. En las postrimerías del siglo xvrrt, y vís-
tro! un_órgano, ,i ..3 lugar: ateniense, p-olaco, francés.
""rr, peras de Ia Revolución, nada igualaba la impopulariEad
el Estado ya no. puede siño flotar con:ro tapón áe eorcho ide Austria en los medios franceses que se creían
o'hien
o rodar eomo bola de billar. Con todo ii l, irrd"p"rr. iinformados". Toda la historia subsigiliente muestra, sin
dencia. y Ia iniciativa caen de ese moc{o u -"* iembargo, que la monarquía con sus ministros, y su sis-
,ro
anuncia de ninguna manera el fin del rnovimi"rrio
""io, ni ;rema del vuelco de las ali.anzas, tenían razón contra la
de ras t,Irulaeiones: ¡muy ar contrario! La actividad ropinión más poderosa y difundida.
que nosotros
_ya no tenemos, se nos Ia da; si no marcha. I Importa que el príncipe sepa y sienta que no depencle
rnos, se nos hace rnarchar. ld" l, opinión, que no fue creado por éllu, y qir" no
recil¡ió de ella ius dereehoe.
-
I§o se trate de conocer Ia opinión ctre las nueve déci.
partes de los franceses .oirr" Ias condici";;" de Ia
'ras
sal.vaeión pública, sino antes I¡ien cuáIes son Ir, -
drcrones reales de dicha salvación. A'unque uo se "on,
estu_
viera sino solo contra 38 millones, en conocer acruellas
_c¡ljieiones, se tendrá razrín prlporr;;ñ;;;J#;i;;
"r,para hacerhÁ prevalecer
por. ellas, en tr_abajar
I fl"qr"
solrre Ia opinión de los derná,s, por todos los ti,erlios que
§e presentaran,.
I

i
T-
CHA§LES MAURRAS 175

sucumbirá fatah¡rente' el día en que ella tenga la des'


dicha de provocar las'codicias exteriores sin nnostrarse
bastante fuerte para defenderse y rechazar al agresor
o al usurpador.
El lenguaje unilateral de.los moralistas puede luego
LA GUERRA Y LA PAZ pareeer inadecuado & Ia solución de este problema
polítieo, a ¡nenos que reciba un estrieto complemento,
iormulable de eete ¡nodo: sí, en uu. sentido Ia paz de-
Fara quien ve las eoea6 y ya no lae palabras, el azote pende enteramente de las virtudes morales de [Jno solo,
de la guerra nace del juego natural de las fuerzas vitaj 'p"r, * condición de no olvidar que, si la seneatez y
les. No es un eetado Lxcápcional ni un acceso raro y ia justicia son virtudes, la prudencia eB otra, y una
maravilloso, sino, por el contrario, el efecto caei cone, cuarta virtud se llama fuerza.
tante y siempre temible de las pasiones tendidas y de
loe intereses desplegados. Basta dejar correr: las una¡
o
y loe otros llegan a la lucha armada, así entre particu,
lares conoo entre naciones; \a paz que les pone fin nact
de una labor profunda, enérgica y poderosa; y desde Los discÍpulos de Marx tratan de una especie de bie-
que la tarea se detiene, la paz ee detiene tarrbién. Nc nes que todos los rúoralistas estiman preciosos, Iegítiruoe
6e eomprende nada acerca de la paz si no se la concibt y agradables, pero deterurinados, contaclos y de tal na-
como la obra maestra del arte política en tra vida social iuraleza que diominuyen cuando se los consume y se
naoional o inter¡raeional. los reparte. La comuuidad de esos bienes no puede lle-
Para lograr dieha obra maestra, €s pr,eciso que todoi varse sino írniea¡nente haeta cierto punto, pues siempre
lo quieran. Para destmirla baeta cor¡ uno solo. Noc llega un rnomento en q"ue hay que devolverlos al disfrute
otros mismos porlemos ser el perturbador. Fero tal vel indiviclual e incor¡rorarlos a un egoísmo persorral o co-
lo puede ser otro. Razonar eomo si hastara deetruir el lectivo, a u:r oovientre".l La guerra es cagi inherente
nosotros, o erl algunoo de entre noeotros, los instintos al reparto de eenoejantes bienes: por Bu naturaleza
las voluntades, y las fuerzas de guerra, ee precisamentt miema, eJ.los la wrelven eiempre poeible y aroena,zadora"
descuidar lo que domina a todo lo demás,
Fues si en efeeto, a nuestro lado, dichoe instintos per o
eisten en un solo grupo de naciones o eú una ,gola naciór
nada se ha hecho por la paz: un solo "perua rabíosa a El gran productor, el productor desenfrenado d.ó ri-
Europa!', acabará con la paz. quezas materiales, el trabajador flue se enorgullece de
Nosotros no perturbaremoe la paz ei souros justos ; crear y multiplicar aquella especie de bienes cuya €Bolt-
juiciosos y Bi, fieles a la máxima de nuestroB reyer cia consiste en ser repartidos, crea ,en su torno o en eí
síempre quere¡nos razón guardar. poderes de destruccidn que al degauollarse obrarán a
Pero si ni nuestra tazón, ni nuestra justicia, ni nuet roano armada. Pues creará celos inganoe. Se embria'
tra eensatez bastaran a impedir que la pa.z fuese pertur gará él rnisrio con sus propios enEueños, y para rnadu.
bada, seríamos menos razonablee que los animálec r
srnitiésemos advertir que la paz del justo y del juicioa
t El dicrbo es d,e Jules Q,uc¡de.

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I

DEMOCRACIA

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I

L L
I
NACIMIENTO DE LA DEMOCRACIA:
EL LIBERALISMO

Los liberales clásicos_ I- !u posteridad anárquica y de-


pocrática, ealida de L789, sostienen que un ho-bre
equivale a otro; y así justifican iguahnente la supresión
ile los ranggq so-ciales-, de Las_ coipor_aciones de ifi"io.,
la desaparición de toda variedad én los estatutos de las
provtnctas, Ias
provineias, ciudad"l IT los.
ras cluüaüe.- los_ hogares. Do1{_e el
frogares. lJonde eI antiguo
régimen veía una cormbinación de seres diferentes por
eu valor, su papel, su función y que no 6e volvían Berno-
jantee sino en el cementerió, el régimen moderno soñó
con una yuxtaposición- de personas supuestamente igo.-
lee e idénticas. Al aplicar esta doctrina, Ios políticoi l*
ililuían para dulcificar su absurdo agregándlle princi-
pios contrarios; p_e_ro _al estado puro y franeo, ee aquello
lo gue dice, aquello lo que -hace, y no otra cosa.

i
I

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I
1&3
CHARLES MAURRAS
'La revolución verdadera' no -es Ia revolución en la
ti"" A ¡noclo revolucionario de pensar.
""ilq a

Paracombatirconttatodasfastradicionessocialesoel.
aute- todlo
CONSECUENCIAS DEL LIBERALISMO esoíritu ."oolo"ioi"tiT t"- f'"¡ría .prÁentado
:;ffi,;l i;;;;;#;i; r';i"ncii'como su mandante'
como su presunto"#t""iJt"l
v "r "upítito revolucionario
lq, EI, ESPÍRITA a lás revoluciones' Ilero
REYOL'UCTANAR) eneeñaba ,ou
"'"""i"""""ii"a
;;bl¿; "oirtraria a los gobiernos
de 1o rnetafísico y
Crear deecontentos para o}¡tener agitados y eu segui Si haeta cierto'p;;;; i" ""gt"ión v de lo rnilagroso
disfrutar del desorden, es el ordinario procedimier de lo revelado, d""*i;"t;b'"oito"t en el cono'
del eepíritu de revolución. podía prevalerse áe cierto progreso seneral
El éepíritu revolucionario cree que la -política er n"ilo'aportaba ni podía
áimiento il"I mllru*ü E;i;;"éstálu. uot"ridu.t". y de las
Ilamadi a dar precio a los individuoe; olvida gue anortar , ^q.r"ll'""""rtii"-J'd" esencialrnente la deuro'
tarea no consiste sino en hacer pro§perar las comu: desisualdades en que se apoya no es física, sino r¡;eta-
rlades. De eeta confusión salió todo su error. Don :#il*il"ri,i""=á"".or"áti9"
Ia sabiduría univereal piensa en la dicha colectiva, fíeica. No nació'd; il";i"""ir, rir.
de una religirin, y
el hien público, en Ia unidad colectiva, e-s decir, en á" ,t o religión falsa'
Familia, en el Estado, en la Raza, en la Nación,
revolucionario piensa en la dicha y en las satiefacciol
privadaso con otrag palabras, en la insurrección.
T,A APELACION AL EXTR,4NJERO

La Revolución procede en Francia de un esfuerzo


con miras a desplazar
El deeorden revolucionario, fuurlado en una filoso del Extranjero ¡' dt sus secuaces' no se podía renli'
individualista, cuenta caei con tantor cómplicee col el indígena. nuto*loo[o;t';;;ificu una potencia
mediocres, envidiosos, tontos y canallae puede hal zar sin io'-p"ó""t' Cuando
en uu
en Franeia. ;t""i; "l "or",",o-á"
*" i*t"t' po* ü Íaetza de las arulas los no'
;}i:"t¿;;;*t"oáo, "llá convoca 1 los mejores''-a
.

ll#i";";'üJ;'t";#;,'i'l'.' l'r".' imponiéndolec la


e

d" responsahles de la p9r'


J^i;;;;, los haleseguridad
deleeación
La rutina coneiete en seguir ciegamente 1o que tt ;;;:i;;"á;iil;;;;; v a" t' d'e co*'olidarde sus proFlos
la ocupa'
razór de oer y ya no la tiene. La propia tarea de ]';';-';á;;"
[ffi;i. trata lugar
de in'¡a¡ióu'
revolución eetá en ponerlo todo patas arriba por ción, se oe'Ii¡iil ;i-"""iino al eiórcitoel Extranjero'
es a la hez del'p";bi" ; q"""
quítame allá eeas paiju.. El efecto- eomún de la rutj se dirise
y de la revolución eE patinar en el rniemo lug p""-- q* élloe-subleven 'al
Soborna a los demagogo' -coot"á Ia parte poseedora
la inercia. vasabundo .io "d"t i"y ,-i -"r"yf.t"l'r" po" tbt"nei que los
. il¡r."s"
;:ilffiil;"

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ri=
I84 MIS IDEAS POLITICAS fri

menos intereeádos en el orden priblico se l¡eneficien


I
I
[' CIIARLES MAUnnAs 185
con eI máximo de poder público. Hacá u ti""ot""i¿"
I

y se apliea a disfralar de'Gobierno dicha R"rroio"iOo, I. LA VANTDAD DE LA ANARQUTA


demasiado feliz cuando puede, como lo pudo
I l,u
I

"r-F""o-
cia, para Iograr medidal constitucionales' y legislativae anarquía pretencle seneillamente destruir, para
Lbolirlos definitivamente, los lazos que según ellao
-parriculares repetidos a eadá dii, dando
cuyos. efectos
ve-ntajas al criminal contra eI- hombre de bien, ál boho I aclavizan y deshonran a la humanidad: ahora bien, si
mio dontra el ciudadgnQ, establecen .por fin ú ¿",,o*i_ [ ¡¿ vemos contribuir de buen grado a lae destruccionee
nación easi regular de los más ineigies ranrli¿Ios: Tal I oue medita, la vemos rehacer en su propio senoe erl Bu
go-brerno, no contento eon debilitar todas las defensae I iequeña ciudad de anarquía, todo lo que ha deetruido
exterioreE, Iae entrega: crda un estado ¿r-"rpirit" a" I - "l exterior.
ln
y .de triición;- estupefacro con .ii -piopi" I C."o contradicción que quita a su prograura anar-
]-!i:i"":ia
rnrp_o_tencia, ahito de- vejacioles y de persecuciones, i quieta su explicación racional y su justificación moral,
I fues no se tiene el derecho de destruir lo que se está
el
pueblo en su mayoría vá a buscár el gend.Hn;-doode
está, es decir en el exterior. EI Extrani""ro preseoi. | ábligado a reconstruir de ese modo sin demora. Pero
tonces un rostro de Iibertad_ y llega- a pacificar "r- lno o" es todo: eI sietema social así remendado tiene
desórdenes que ha pagado. tó cJuJ no .L oio única-
los I oo*"to."s probabilidadee de resultar inferior al que
mente como lo creen nuestros iñgenuos hietoriadoree I supuestamente debería reemplazar.
revo-Iu_cionaliog, en los años de l7gi y fZqá.--Tolru I* I Admitiendo, para simplificarlo todo, que los materia.
repriblicae _italianas recrrrrieron, apróximadrrru"tu a"l I les recogidos en un día de improvisación valgan lo que
[ ]o. qre hahía reunido la prueba de los tiempoe, y su-
mism_o ¡1odor_.
..:e mismo gendarme gue se llanral-a
ora el césar de alemania, I poniendo que una generación (la de hoy) pueda valer
orá el podestá d":dffi
tillo cercano. "".- I por sÍ sola, lo que Ia innumerable serie de las prece-
if 'aquellas ciudades polibio! I ientes, el nuevo edifieio social no corresponderá sino
gri-egae der üempo de
¡Y algunos conservadoráe fráncesee d;lr#;p" a" riil"rr la necesidades efímeras y parciales; representará el fruto
lde una corta experiencia, eugerida por un pequeño
a lnúmero de necesidades muy limitadae. Necesitará repa.
ll raciones constantee, perpetuas complementacionee. Ap"-
llnae ee podrá disfrutarlo. Será incesante Ia neceeidad de
2A I)A ANARQUTA lf colrnar en él lagunas y preeipicios. üna policí¿ rudi-
El anarqgispg es Ia fórmula lógica de Ia democraeia. lf nentaria, una
justicia, un ejército, un& tnarina,, una
- es rmpoer-bre deteneree en un
rero anarquismo ideal. Es lld¡plnmaci¿ rudimentarioe, he ahí lo que nos ofrece para
¡rn princiLio qo" enérgicamente reela*i ," lluceder a la diplomacia, la marina, el ejércitoo Ia jus-
"e"liració"
1nt-eEal.y "tJI espíritu de un anarquista, ei ee recto, biou llticia y la policía que había compuesto con tiempo dis-
dorado consecuente conaieo mismo, llega con iaciü" llpouible la induatria de treinta siglos de esfuerzo his.
dad a concebir y desear el"eetado du oítor"i*".- s", lltdrico, esclarecida por millonec de hechoe concretoo.
il-*
,l -
Pongo que entonc.eE se trata para éI y para eu doct¡ina
de un momento baetante p"hgro.o.
llDeetruir la Sociedad para reedificarla en talec con
lldicionee, eB proponernoa hacer añicoe un transatlántico
gacarle una armadÍa. No conozco nada má¡ ¡al-
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186 MIS IDEAS POLITICAS Íit. '
L{,

vaje, ¿Cómo puede ocumir: que anarquist¿rs ¡inoeros l..


r:tl

cultog no lo hayan jamás adveitido?


No abrigo el suelo infantil de adoctrinar a loe ho¡ t',

bres que ábrazaron la Revolución como nna carrer


Pero están aquellos cuyo destino no Ee ha fijado y e
quienee levanta su :'o,z la tazón. Aclomás, están lr
jóvenes. Toda la juventud francesa debería oírse dec ' REINADO DE LA DEil.TOCRACIA"
,v repetir, rnañana y tarde, que eI anarquisrlo (y i
.cucedáneo, el liberalismo) es por esenciá un engañ
bohos. I§o lleva a ninguna idéa clara. l\o comfiol ¿Quó es el democratismo? El hombre práctico pre-
satiefacción, ni de espíritu, ni de hecllo, {ueri d guntará por quiénes eB profesada en Francia aquella
oficio del político. doctrina abstracta y, pueeto que reina, cuáles son los
hombres a quienes debe su reinado. El examen más
sencillo de la situación permite responder qtle no son
hombres.
podrá destruir una sociertrarl, pe.uo no se rlestrrzil De ser hombres, no habrían tenido los medios de
- Se
Ia eociedad. La nebesidad social rár,ela e impone er ejecutar, de hacer durar ese prodigio. Pensad en que
píricamente su poder a aquellos misr¡:os que Ia niega el mayor, el más antiguo, el más venerable uoder espi-
en teoría y cuya teoría no puede siquiera prometernt ritual por una parte, y por otra que loe hombreg de
una desgravaeión de lae eargas sociales. El-yueo soci espada, los que llevan el fusil al hombro, Ios que apun-
qu-e ellos conciben no será menos pesaclo que el de qr tan el cañón están jaqueados y perseguidos por un sirn-
eufren; pero, apoyado en instituciones menbs útiles, ser ple sistema de instituciones y de ideas: ¡ por Ia demo-
rnenos útil, menos caritativo y menos poderoso. Su aut cracia !

ridad podrá eer de calidad *".rou fina y menos firmr De ser hornbres, habrían cedido, se habrían dividido
perl será tanto noás imperiosa, embarazosa, exigente y devorado entre sí, aI administrar aquella institución
inclinada a entrorneteree en los urenores detallés. y aquel sistema. Hay, pues, que pensar otra eosa, en
Tal fue de hecho el resultado de nrlestra Revolució; una organización, en organizaciones que se
-espeeífico
trata de organz.izaciones h,istóricos, de farnilias fí¡icas o
Ella tlestruyó Ia eutoridad monárquica, para establ
eer una autoridad administrativa rnueho más vejatorl psicológica6-, en estados de ánimo, cle sentimiento, de
Deshipo la colaboración jerárquica de los o'órdeneá,, pai voluntades heredadas de padre a hijo desde haee siglos
establecer ooclases" cada vez menos comunicante§, qt compañías tradicional,es-, en dinastías.
están en_guerra declarada. De un tipo social mu.r, p-ti
-err
Dinastías judíaa y rlretecas
feccionado, .eI. Ii-hreralismo de 1789 nos hizo deeóendi Dinastíae extranjeras, por e¡'ernplo, Ias que fornenta-
a 3n -tipo elemqntal: ¿,nbs -.hará eI anarquiomo bajl ron la Revolución francesa.
todevía más abajo? De tal mecanismo hiatórico tuvo intuición aquel sol-
dado de la otra gran gruerra a quien el señor Foincaré
preguntaba quó haría con los alernanes vencidos:
.i
i
a su Emperador, y loe jo.. . robaremos
-Colgaremos
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con Ia República
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188 MTS IDEAS POLITICAS i1'

Loc ilefensores de la democracia, a.quellos. que no


earecen totalmente de sensatez ¡i de iñteligeneia, son
míeticos'puros: su opinión no se mantieue siuá graciae a
rara mezela de ensueños e impulsoe verdadJramente
subjetivos. Ni ta historiá de los'hombres, ni el estudio LA DEhIOCRACIA NO SE PUEDE
de su natüraleza permiten adherir al democratismo, eo. ORGANIZAR
mo a un principio superior.
Franeia fue puesta por la Revolución en un estado Is Los teorizadores políticos llaman democracia a
material vecino del individualismo clemocrático. Todae todo gobierno _(craleo') coniiado a la mayoría (d,emos),
sea derivado de las voluntades individuales, o de hj
voluntades individuales puestas en adición. 'La demo-
Ias_ organizaciones nacionales fueron quebradas, el indi.
viduo sin lazos quedó reducido a po1fo. Organizacionee
extranjeras, de,qds entonces, no cesaron de crecer y de cracia ideal sería aquellá cuyog actos legislativoe o ad-
arraigaree en Ia eociedad francesa; pue,s su disciplina ministrativos expresaran leal pero exclusivamente. la
interior se mantenía y afianzaba a - favor de nuistro s_upa de aqu_ellas voluntades, Ias que para eer sumadae
desmigaj3¡niento. La 'dóctrina democrári"u qo" hace deben concebiree- como iguales dntre rí, cualesquiera
del Estado una provide-ncia, del ciudadano el^adminie- s€an Bus diferencias de valor. Eseucialmente la á"*o.
t¡a{o y el peusionado es su más poderoso instrurnento cracia ee funda en eI sistema del valor político igual
de_propaganda y de eonquista. de Ioe individuos.
Im¡edir a los-franceses organizarse y calificarse fuera
2s Los. biólogos admiten por otra parte ([ue en un
-
del l"stado y 4e Ia Adminiitración, -gue aquéIlas han cuerp_o viviente_, un órgano es un elemento diferenciado,
tomado conoo instrrrmento, tal eE pues-el prigrama na. vale decir c'eado o vuelto distinto de los otros erementoe,
tural necesar.io de dichas organiziciones, po" "po"o go, debido a lae disposiciones particulares recibidas. EÍ
hígado y.el cerebro, el cora"Íín
deseen eoutinuar su dominación entre nosotros.
cen aI miemo cuerpo, están hechos -y el estómago pertene-
de los ñisños ele-
mentos fundamentáles, pero tienen cualidader, fod""".
ditgrentes; §on órganos.
--
II"y_ vivientes éasi inorganizados; son loe animales
llamadoe inferiores, cuyos elementoe enteramente celu.
Iares, idénticos loe unós a loe otros por natur:aleza y
p_oeición, eornetidoe al mismo régimen, -cumplen tambiéu
el mismo trabajo; la decisión áel todo ná es allí sino
el total de Ia decisión de las partes pero en cuanto
eeoe inferiores se organizan, coño se 1o obeerva en las
coloniae animales, el régimen de igualdad ee modifica de
tal modo que desapr""ó". Cada diemento o eada grupo
de elementos B-e.|plica a determinada función partióulir,
'náe o merros útil, agradable, noble y aetivao y^tales fun.
ciones y elementos se subordinan ellos mismbs los unos
a log otro§: a consecüencia de esta divieión a"t i""baj,
y también del orden qtue de ello se aigue, cada funeión
I90 L{IS IDEAS POLÍTICAS
CHARTES MAUNNAS 191
se realiza con mayor rapidez y mejor. Luego hay pro'
grTo, pejg a la vez comienzo de desigualdad. ano no propiarnente un rentieta del Estado, sino
A-pedida gue se eube en la escala"aninral, tales des. srervo y un pupi.lo del Estado. I

igrraldades vuéIvense más nurneroeas, rnás profundae y


si oe quiere, más chocante. Están en razói directa dL
Ia perfeceión orgánica. Si la igualdad es Ia fórmula dc un Estado de
Ia justicia, los vertebrados superiores sou nronumentos Eu
puros de *tjusticia inrnanenie, puesto que elernentoe
de Ia misma composición originária en illos eumplen ien a-desaparecer; pero se crea otras de repuesto. Ante
funciones tan crueirnente desifrrales como, por ioilo, hospitalero y uraestro de escuela, proieedor de las
Io son la funeión seneitiva y ñ de ta digeÁtión. "i"*!ü,
iiabien- ¡ellas arteo, venrleclor de fósfolos y de cigarrillbs, tiende
clo los elementoe, adquirido cualidad,e.r-*ry diferentes,
pan y eI vino donde estó, en el sótano del rico" después
el_ poder
_director dei con¡'unto recae ,ro é, el mayor
cl

número c{e dichos elementos, sino en aquellos que se ie^los menos ricos, después de- Ios_ más huruil.iles prápie-
prople-
hallan mgjo_r calificados para ver y para prever: en los tnrior y cuando la riqueza se ha disipatlo, adminigtri la
órgan_os de Ia eeneibilidad y del
,¿ñase?, y preside la hambruna.
*Vosotros, Ios q¡le h_ab!áis de -ovimieñto.
dar o devolver órganos
p_ueblo, he ahí lo gue es un órgano. Nó ha"
l¡léis, más de órgano, dejad -d. torrr", a préetamo en
."-l-uestry
De cualquier modo gue se procecla, es seglrro que el
sociología metáforas de lá biología o en que dinero es-el que \rce { F!d.e1 en detrocracia. Lo-e}ige,
un órgano un elemento de diflrenciación, "orrrlrrid
vale decir lo crea y lo engendra. Es el árbitro de1 poder dernocráii-
de desigualación;
-es
puff Ia organización désarrolla la co porque sin é1, di.cho poder vuelve a la nada o al eaos.
calidad _y disminuye la importincia propia del número. Sin dinero, no hay diarios. Sin dinero, no hay electores.
¿Aceptáis esta verdad? En tal iro iros habléis más §in dinero, nay opinión
tlrnero, no hay opuuon que se El dinero
expre§e. -E/l
§e exprese. d.Inero es
ee
de organizar una _d_ernocracia, es""ro,
decir, de ateurperar un cl genitor y eI padre de todo poder democrático, tle todo
gobierno de. igualdad por medio de 'la desigu'aldad, o ier elegidoo de todo poder mantenido en dependencia
usad Ia palabra que corresponde, y poneos d" ,"o""do la opinión. Lo que explica el furor de las discusiones
con nosotros en ¡rlue otgenizar una democracia, equioale :lamentarias cuando recaen sobre el punto de inciden-
a destruirla. del dinero y del elector, del dinero y de Ia opinión,
a dinero y del. gobierno.
Cada partidd trata de deshonrar al otro. Pero todos
redan deshonrad.os en la medida que son democráticos
EN PODER DEL DINERO que reconocen al poder el dereeho de nacer coúlo ne.
. El progreso, al
tal como lo concibe Ia democracia, tien. . La multitud nada sabe de esto, r¡ue forma parte. de
de- a- individuo recursos viaieros, pero hr- farsa. '[Se trata de informarlo?; és otro capítulo de
lsegul-ar misma irrisión. Como guiera que se acomode y pbr
*iéndolo tributario de organizaciones capitaristas, e:§,r+i
tiores y superiores a él y de las cuales- el Estado es, protestas que formule, el pobre pueblo es gobernado
ora _el gerente, ora. el presidente, ora eI amo abeoluto. el oro o el papel, por quienee lo detentan y por guie-
El ideal del progreso democrático haee del pobre lo venden, únicos que le fahrican sue maestros de
ela y strs jefes. I

t __,"1
l
192 MIS IDEAS POLfTICAS
EI amor del dinero es común a loe regímenes, a
pueblos y a loe hombres. Hay variacionei en el gr
de esta avidez y de esta avaricia, pero la hietoria uñivei
sal no muestra en ninguna parte un gobierno que eetrl
viese libre del amor del diñero o qoÉ pudieee-hallarei
absolutamente emancipado de su influencia. Sólo qu(
hay regÍmenes-que_ e:xi_sten. independientee de é1. Hal LA ELBCCIÓN: MEDIO DE GOBIERNO
otroe a los cualee da el nacimierito directamente y qui DEMOCRATICO
gin éI no existirían. El Regente podía ser, por ejempl!
un político ávido y codicioso. No era la -criatura dt
dinero. Su autoridad emanaba de otra fuente gue EI mal no es eI hecho de una elección, sino el eistema
electivo extendido a todo, Ia democracia. "La democra-
11

finanza. La finanza no era generadora de su poilir, Id


vergonzosos lazos que lo ligában con sucios financisti cia ee el mal, Ia democracia es Ia muerte."
eran abominables accidentes pereonales que desapareci(
o
Ion goJr. su pelsona. Moralmente, no tenla Ia excusa gu
loe del negociado del Panamá, mas en sus venae corrí
urla Eangre real que nada debía al oro. Pero lo que agrl DEL SUFRAGIA ANIVER,SAL
uaba su crimen daba también espera.nzas al "derecha Siempre que mostramos cuánto mal político, ecouó-
.
electiuo. mico, intelectual y moral ha hecho, haee y hará a Fran-
Corrom-pido, corruptor, eran los vicioe del príncipr cia el régimen electivo, no faltan badulagnes que res-
Pero no fluían del principio. tr{uerto é1, bastabá que u pondan: modo que usted no quiere más electoree
príncipe honesto y moderado le eucediese para que I -¿.de ¿Entonces usted no guiere que la nación
ni elegidoe?-.
integridad por sur fueroe. Mientral que én dr pueda hacerse oír? ¿Ueted quiere que sus negoeios le
mocracia el-volviese
elegido puede eer virtuoso; no por ello r caigan resueltos clescle arriba sin que ella tenga el dere.
Telos eI producto y- el productor, el efecto y la cauo
, de Ia plutocracia soberana. Ella lo hace nLmbrar, cho de decir una palabra sobre sus derechos?
Loe máe tontos agregan: ya lo vemo6 venir, usted la
Iuego él Ia soetiene; ella regenera eu autoridad haeiend tiene con el sufragio universal.
renovar su mandado, y él la defiende lo mejor gue pued Tan poco la tenemoo con el sufragio universal que
contra la justicia y eontra la nación. nosotros querríamos extenderlo. Querríamos qlue los ni-
!.[_o hay ejemplo de que haya jamás salido de ese t{ ños de teta, que no pueden votar, estuviesen repre-
rrible eírculo sino sustituyendo las autoridades naciil,t eentados en el sufragio de sus padres. Querríamos ver
a las autoridadea elegidas y el derecho hered,ítario I votar a las mujeres, por lo menoe a aquellas flue repre.
derecho electiao. eentan una existencia no empeñada en los lazos del ma-
El dereeho hereditario, en virtud de las debilidailr
)

inherentes al corazón humano, puede llegar una vez, d{


uir¡onio, un interés no confundido eon los complejoe
interesee del hogar. El sufragio universal no nos ttatemo-
veceE, diez veces a escándaloe de dinero.-El derecho pt
p_ular, por la propia energía de eu movimiento naturl
tiza" de ninguna manera. Nos asustan las cosas a que
ee lo aplica. Pero en relación con ellas, en relación
llega a ellos necesariomente, y siempre y cada oez má* con e]. gobierno y Ia soberarría, el eufragio.censitario ee
jtan abeurdo, tan ineompetente como el iufiagio univer-

t
I

I
ts| Mrs rDEas PoLfrrcAS
I
I T rIl:
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CHARLES MAUNRAS 195
I fi;, ,
sal. En la rniiguu Alemania" la que era una lt"p.ibti""
I la vra d.el sufragio. No es la universalidad del sufragio
de Príncipes, li elección del'sol¡eiano pertenecía'a siete
i

i
;'lo (Fre ee debe deplorar. Es su punto de aplicación y su
electores: esta eleceión del superior por un puñado de
, competencia falseada. Es el hecho de gue el sufragio sea
inferiores no causó más daño a la antigua -A.lemania que :.consultado por la democracia sobre aquello que máe
los que Ia rnisma elección le causa a tra Francia rnoderna
cuando es curirplida por millones de eleetores. El mal ignora, sobre aquello que es más incapaz de dirigir, y en
no proviene del nrírnáro de loe votantes: sino del objeto , ló que funciona con más actividad.
sobre eI cual votan. Si se les da a decidir tras tendencias o
del gobierno, si se las da a elegir el jefe, se puede apostar
diez mil eontra uno a que elegirán al hor¡rbre cuya nariz
les plazca y que no tepdrá más cere]rro que una calabaza; E¿ SUTRAGICI UNTVER.SAL ES
se puede apostar diez mil contra Lrno a gue exigirán del CONSERI/ADOR
gobierno Ia política de su interés particular, sacrificando
el interés geenral, la política del menor esfuerzo y del Jamáe peneemos suprirnir el sufragio uuivergal. Se
urenor trabajo sin preocuparse del alejado presrante, ni puede decir que el sufragio univereal debe elegir -una
del próxirno futuro. Los príncipes electores de Alemania lepresentación y uo un gobierno, sin querer suprimir
obraban en ello exactamente como los ciudadauos sobe- dicho sufragio, y queriendo todo lo contrario.
rflnos de Ia repriblica f,rancesa. Lo último en que pen- Puee dicho sufragio, entre muchas virtudes y muchos
sarán el uno y el otro será por cierto el interés priblieo. vicioe, posee una propiedad fundamental, inherente a
En la riledida en que se emancipa d.el Estado, la elee- su'mismo setz el sufrigio utt'iuersal es corr*ernador.
ción no es u.na eosa en sí, de Ia que se ocupen profesio-' Los teorizadores plebiscitarios r¡o se equivocan al com.
ualmente los electores, abstraceión hecha de todo 1o de- parar el sufragio universal con Ia oomasa" de los físicoe.
ooinerte" corno ella. Su error está en aplicar
más. La elección es a la opinión lo que la sonobra al Es caei tan
cuerpo, Io que el reflejo a la imagen. El espíritu electo-, mal esa verdad, y en considerar un sufragio iuerte,
ral olvida la acción y la propaganda de las ideas para sea como noedio de crear el soberano, sea como un re-
sorte de oposición y revolución. Su error sobre el pri-
l

qorrer tras eI único espejismo del voto. Todo se deshace


y se pierde en Ia noehe de una derrota electoral, cuando mer punto es evidente. Sobre el segundo, basta pensar
el trahajo de varias temporadas ha tendido únicamente que se necesita un gran prestigio, una popularidad muy
a ganar bancas. poderosa para eüroeionar y conrnorrer a un pesado- arna"
He aquí por qué el soberano iuterés público; he aquí; ii;o de voluntades que no concuerdan sino en Ia idea de
por qué el jefe gobernante? responsable del interés pú,l un profundo reposo. La apelacióu al pueblo puede ser
blico, so debe guedar librado a la fortuna de la elecciór' una útil y poderosa palanca en los períodos de perturba.
ción, cuando el gobierno vacila y se inclina de eí r¡istic.o
j

esté ella regulada por docenas o por millones de hon


¿l la muerte. De poca cosa vale en los otros casos. Nada
l

hres. Tal aliandono general es al¡sürdo en sí; parece máe


vale contra un partido bien constituido, fuerte, unido,
j

absurdo si se tornan en cuenta Ias perturbaciones que


resuelto a explotar a la nación hasta el tuétano.
Fuera de las horae críticas, y en tanto cuanto parezca
La democraeia consiste en dar la dirección general / eubsistir un orden material cualquiera, el sufragio uni.
superior, el gobierno y la soberanía que se expresar'por versal conserva todo lo que existe, todo lo que tienda a
existir. Es conservador de lo que dispone del poder, de

I
ffi:
mi!
L96 MIS TDEAS POLTTICAS
lo que parece beneficiar del éxito: radical, ei el gobier, ffii
H
no tiende al radicalismo; socialista, si el socialismo pn, ffi:'
rece dominar al gobierno. F-.:
E,
.

La multitud asiente, sigue, aprueba, lo que se hacr $:


f,:'
arriba y por eneima de su cabeza. Se necesitan inauditor h-.

descontentos para quebrar su murmullo de aprobación :,ll

La multitud se asemeia a la masa; es inerte como ella fi.


Sus violencias de los díaa de motín eou asimismo fenó
rnenos de inercia; ella sigue la línea del menor esfuerzor
!;.
i:
EL ESTADO DEMOCRÁTICO: LA REPÚBLICA
es menos difícil seguir las inelinaciones vergonzosas ( I FRANCESA
f,erocee, que reeistirles pbr reflexión y voluntad. La fa
"i.
it

cultad de reaceionar, muy desigualm€nte repartida, nt


llega a su plenitud eino en un pequeño númer.o de eerer
escogidosr. únieos capaces de concebir y llevar a cabr
i LA MAQUINA DE HACEII MAL
otra cosa, que lo que eB. ,I B" república, uo vivimos en el dourinio de las razones
El número tlice amén, el aufragio universal ee conser deliberadas y reflexivas, sino en el orden de las caueas
vador. bnrtas.
: _Flujo o reflujo de_opinión,- rutina de las oficinas pír-
blicas, agitaciones y desfiles oficiales, codicias colóniaies,
operacione¡ de grupos parlamentarios y financieros, tales
- impulsos discontinuos no constituyen una política.
Un elector conservador y patrióta del¡ería establecer
el balance de 1o que Ie cuesta semejante má.quhra de h.a-
cer mal. Sacrificios de dinero. Considerables en tiempo
de elecciones. Sacrificios de ideae, de juicio, de
ción, a veces de honor: se toma un trabajo loeo "orrvic.
por
alguien que no representa su pensamiento, ni siquilra
un pensamiento_ que le sea toleral¡le en el orden réligio-
I s-ocial, económico, nacional. En último anáIisis, eee
so,
alguien es derrot_ado, sin otro benefieio que haber dis-
I persado,
I desmoralizado y desalentado a un número siern-
i pre creciente de buenos franceses.
. HahrÍa
i juego que reflexionar en que si tal es la regla del
I (que lo es), no hay nada hár irrrrroral ni máI disol_
lvente- que dar-a este error el noml¡re de ley y a este
I pecado eI nombre de regla.
Bajo eI .nombre de Ia igualdad, lo clue ella hace no
I es orden, sino
I anarquía incónf_esada, encirbierta y se pue-
I de_preguntar si una anal.guía lisa y llana ,o ,rri, m"enos
I peligrosa que Ia práctica-invoterada tle eeta regla y de
I esta lov.
l:t.
I
L
198 MIS IDEAS POLfTICAS
:l I
I

CHARLES MAURNAS ise


I

La democracia venera oscuramente a la anrrquíari siguiente; y si por milagro s-e lo vuelve a enconttrar, ree'
como eu expresión franea, osada y puta: - pñnde con frialdad que habiendo dicho sí, y despuée
Cuando Ii desdicha de los tiempos-Ia obliga a comba' 'no,
na hizo más gue obedecer a neceeidades objetivas.
tir, sufre directamente su fascinación, y siempre caerá Las que son varial;leq_y: lo _hicieron variar. Ellas solas
de ese lado desde que una causa exterior cese de atenro' son lis que cuentari. Ellas las que gobiernan. ¿,tflojan
rizatla. ellas s¡r. presión sobre lae facciones y las asambleas?; to'
La república, en eI espíritu de su fundación Y {e su1 do se afloja y no se hace nada. _ ¿Ellas aprietan?; se
Iógica, rio debe admitir ni ejército, ui familia, ni claeer, sufre Ia presión y se improvisa lo qire habría ilebido
ni- ahorro, ni propiedad, ni orden, ni patria, qada e4 nnadurarsá eon seriedad y meditarse profundamente. En
fin que sea nacionál o social. Su punto de partida revo' suma, el hombre abdica oetensiblemente y se entrega
lucionario induce a dejar eomplacienternente que !e al gobierno de las cosae rnudas. ¡Imaginernos-una-carre-
realice el programa revolucionaiio, ei no a realizarlol ta lualguiera así abandonada a lu-Ity de-las fuer:zau
ella misma. ciegas! Es Ia que se aplica aI carro del Eetado.
o
I

EL GO.BIER¡VO DE LAS COSAS, Í,A REPÚBLICA ES U/V,4 OI'IGARQUtA


¿Quiéu no comprende, quién no ve la razón profunda Tal es l& "consecuencia" para el gobierno d9-la nación,
de la extrema precariedad del bien, bajo el régimen re1 en lo que respecta a los asontos generales del Estado pro-
publicano? Naáa lo detiene- nada lo fija. Ninguna ins' piameñte dichos, dontle su incornpetencia y su incapaci'
iitución está encargada de capitalizar las leccioñes de li dad son notoria,s.
experiencia. Ilingüna magistiatura estable, y que durd Pero hay asuntos que le son Erop-ios y en que-la repú'
poi sí misma es ápaz de reeistir a los ciegos remolfurol blica *o"it"" cierta óontinuidad y hasta cierta destreza:
, de uua opinión engañada.
su política religiosa _(una p_olítica secta!a), los-elementos
La debiliilad de sus hombres tiene poquísirna impor¡
I

coristantes de su política de partido, el arte de servir y


tancia en comparación con la nocividad del régimaerl remunerar aI eleétor. Ahí se diseñan realidades nuevas
¿De gué hay gueja? De que importantes intereses qufl mucho ver l¡ien.
den largo tiempo sin ser tomados en cuenta, para-despu! - Noimporta
que
hay en Ia república freno para la -república' -af,trll'
recibir solución por improvisaciones más que peligrosaQ que hayá en la mónarquía frelos para la yoluntad del
,irotru*ru. Quien diee réyecía, dice Consejos Reales, Es'
de Ia irresponsabilidad en el tiempo. A eada minuto dl I puehlo. ()uien dice go'
democracia drce
ese tiempo', se puede hallar olr áioirtro para erguir I
tamentos deldél r¡ueblo. Quien dice democracla
j bi".oo doble: ugrut"rrie, del núrnero, y el real, de las
torBo, cubrir a loe eubordinados y reivindicar la paterul i "l
olisarouías v del oro.
dad de este o el otro acto. Pero-a loe tres meseio a tra I ó¡rrÉ"ln""rrl, Ia composición promedio de los grupos
ó¡rré",n""rrb,
tres semanas de distancia, el ministro ha cambiado "\i I qo"r.en torno aI Poder, ejeraen influencia Yr a las veees'
flr persona, o por Eu grupo o eu partido, y i*poJibl | *reo"r Ia autoridad. Como todos los gobiernos del lxllln'
", demora!
volver a eneontrar en el poder al autor de tales
de tales negligenciaso de'tales pootergaciones para el ilíl
I do. desde sue'se hallan máe o menos instalados, la repú'
I Utí"u conjunto un gobierno de familia. Algunos
I
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1.,
] I
", "r'.*
I
I

I
L
zffi MIS IDEAS POLTTTCAS

millares de familias ocupan €n ella, por rnedio clo Ias


agambleas- y_ Ias
_adminietraciones, Io que so llama Iac
avenidae del poder. For:nan lo que sá puede también
designar couro_ eI eje de dicho pdder. IViuchos cambios
se hacen y deshacen en tomo a este eje. pero él mismo
sigue en conjunto sin cambiar.
, tS herencia
nobleza
republicana no eB urra vana palabra. Ni
reprlblicana.
EL PARL,A.MENTARISMO
la -de {,rrnque eocialiJta, Enrigue
Salengro pide slced_er a Rogelio Sálengro.
La supuesta igualdad democrática ñace el simple pa- LA ÍN EST AtsIL'IDAD OBLIG,ATORI A
pel de_uta atractiva y perturhadora mentira. i

La defensa republicana consiste en mantener eu for. i fl diputado rgcibe de sus electores un rnandato d.e
rnulario tradicional. r,o que hace para conservar Ia man- iempresario de crisis rninisteriales. Es por la crisis y poi
teg¡¡era del poden d"*o'"r"ú;; ?r"t"i""i.i" y-p*i"*rf lla am.enaza de crisis como los representantes del pueblo
con miraa a una oligarguía real. iobtienen del poder ejecutivo aquellos favor.es y eompla-
icencias que tienen la secreta misión de auancarle. Ee
ipreciso que cada diputado sea üoinistro o amigo de los
iministros. En un Parlamento con más de ochocientos
lrniembros, tal situación exige una rotaeión en el persoual
irninisterial. Es preciso que los gahinetes se sueed.an con
'cierta frecuencia
i E, tales condiciones, el contralor ejercido por minis-
Itros tau efímeros no puede ser serio. Lo pro¡rio de un
iministro consiste en ignorar a su administración. Traba-
lja en mantenerse, y para lograrlo maniobra en el terr€no
iparlamentario. La Cámara, el Senado, su despacho de
., irudiencias para el día en que recibe a genadores o dipu-
itados, he ahí el país que conoce. A veces descuella en
rla tarea. .. Para Io demás, ,eso marcha a la liuena de
iDior, y fatalmeute del peor ruodo.
I Existe en ['rancia como en todas partes2 una rnasa de
;hombres ocupada en gandr el pan o procurarse placeres
rcotidianos, y eue jamás estará atenta a su interée noás
igeneral y profundo.
, Ee con ella gue el régimen republicano e6 cruel: pues
jtal régimen la iupon e cipaz de proveer espontáneanr.ente
la su propia.salvación; y como eeo no es ciertoo dicho ré.
lgimen, tan activo cuando se defiende, hállase sin recur-
jeos para Ia defensa del país que se gueda aI descubierto
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desmantelado. ¡Quienea deberían asumir la aparente
j ,I
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202 MIS IDEAS POLfTICAS .i


CHARLES MAÜRBAS 20$
mieión de prever y preparar? son ap,remiados llor otrt
intereises ! os tan poderoeo, Ia resistencia tan mediocre! Cierto, Ia
c rnayoría de los republicanos -Bo_n franceses como 1106'
otrós, pero si el patriotismo habita en su corazón? su
espíritu político eitá hecho de concepciones apatríóticas
AUSENCTA DE ESPLR.ITÜ NACTONA. v gue pueclen tender a volverse antipatrióticas. ¡No
áqoioo"utte sobre esta palabr-a! Patrioüa empezó por
Lógicamente Ia reprihiica es una negación: exclusió aignificar ciudadano del mundo, )¡ conservó esta aceP-
de un jefe hereditario, oposición a su retorno. Bn r:et cién mientras guardó una atribución estrictamente re-
Iidad es un espíritu, que puecde ocasionalmente esta publicana. Cuándo el uso lo puso de acuerdo con 8u
de acuerclo cor! el interés nacional, pero qLre no pued átimología, hízose más o menos sospechosa. Estantlo la
ser dicho interés, que debe consistir en algo distintt política-republicana entera, más o menos inspirada en
siendo un espíritu de lucha interna, de división interiol ,rrétrdo. confesionales aplicados a Europa, aplicac[os' al
espíritu de partido o de coalición de parti.dos. La expr trabajo, a Ia vida social, destruye la nació¡r, en lugar
riencia mu€Btra que dieho partido cuando gobierna de conservarla segrin la función de la política.
Francia está por
-lo cornún -dominado
por olras mira El reinado de la Cámara, y de modo general, eI go-
que Ias del interés nacional, religiosas, sociales, amá bierno parlamentario en Francia evoluciona, pues, cada
de su política exterior: cuando nó gobierna es rnuch ve, lritáe hacia el tipo del Beneficiario sin obligación
peor, se arroja sin coutemplaaiones contra todas la ni saneión. Se qe candiclato y elegido para aprovechar
realidades nacionales, destruyendo nuestra marina e y hacer aprovechar a algunos grandes eleetores. Los
provecho de fnglaterra hajo- Luis XVtr, declarando I verdaderoJ repuhlicanos? los demócratas de estricta ob-
guerra al mundo por el placer cle derrocar al misrll servancia, al¡a¡rdonan cada ve4 más la noción de la
monarca; después luchando sin tregua durante Jo cornunidad de los intereses nacionales. No conocen más
treinta y tres años de la R.estauración y del gobiern que los suyos propios, y descuellan en mostrarlo todos
de Julio contra toda Ia política de paz,-favora.l¡le a I Ios días de su vida.
exiralrsión alernana, al progreso prusiano, aplaudiend Es la tlominación de los iutereses, pasiones, volunta'
:nás adelante los retroc6sos- ile los aliados náturales tl des de un partido sobre el interés mayor del pueblo
Francia,. la batalla de Sadowa en 1866, las caídas d francés, sobre las eondiciones de su existencia.
Carlos de Ausburgo en 1918, L920, 1.921.
No ereo que se pueda discutir esta tendencia del et a
píritu republicano. Está confirmada por todos sus actor
atestiguada por los volúmenes de sus escritores en verg ' EL PARLAMENTAR'ISX/XA PARO O
., en prosa. Puede sacrificarse por la patria, conao pued DL REINADO DEL DINERO
preferirse a ella: naturalmente, es algo distinto d.e nuat
tra patria. Es Ia adhesión a una especie de confeeiói Sabemoo, no cabe duda, que el parlamentarisraro ja-
religioea cuyos intereses temporales no son nuestr( máo fue
ooel
paladio de Ia libertad".
intereees nacionales. Estando el espíritu republical ÚInicos entie todos los pueblos, nosotros hernos tenido
así tentado por Ia defensa o Ia expansión de su pro[i el parlamentarismo puro. libre cletr arhitra'je de la
causa, corre ein cesar eI riesgo de elegir mal: ¡el asal] moñarquía, puesto que estábamos eu república. Lil¡re
de Ia dirección de Ia lglesia, puests que estábamos en
l

t
2M MIS IDEAS POLÍTICAS CHARTES IT{AÜRRAS s05

anticléricalismo. Libre del contralor de las grande ro posible- a los administradores de los eervicios pli,
corporaeioueo nacionales, puesto que Ia Revolució¡ blicos; en otros térrninos, cle centralizar. Cuanto máe
Revolución y sus agentes ejecutoree: el Coneulado funcionarios tiene a su devoción, mayores probabilida-
-la
el Imperio- Io había dispuesto todo no sólo para der des tiene aquel poder central eleetivo de mantener a
sus _ electores, siendo los funcionarios el más precioso
truir dichas corporaciones, sino para irnpedirles recont
tituirse de modo durable y viviente. El parlamentaris de los términos medios ertxe e} elector y é1.
Lejog, pues de querer descentralizar, un gobierno elec.
mo francés no podía siquiera enoontrar ni soportar pr{
tiles o contrapesos comparables a los qlre existen tivo debe q'uerer lo contrario; el '[érmino uátural de una
funcionan aún en Suiza e¡l la constitución cantonal, n
;
repírblica democrática es en efecto el socialismo de Eeta-
siquiera a los vestigios de altas tradicionos de Ia coroni ¿Io democrático: la obra maestra de la eentralización y
inglesa que Ios Estados Unidos llaman Suprema Cortr cl funcionarismo. El mecanisrno de la eentralización
de Jueticia y que nuestros reformadores en e'1, pape adrniniotrativa es tan eficaz, eus efectos son tan poderosos
eometen la niñería de creer trasplantables de un plu y continuos que tienden a regir no sóIo los ro?ajes del
maza con sus cualidades de imparcialidad e indepen ord-e1 político. eino lr¡s rnejores elenrentoe del óuerpo
dencia. . . social,
Ifemos tenido el parlamentarismo fluro. Bn otro .
términos, por aquel reinado de los parlarnentarios, Ir
clorninación del Dinero. CO¡VS.ECUENCTAS DIRECTAS DE LA
La Frensa verifica día a día, anécdota por anécdoia
cómo del elector al elegido, del elegido al rninístro, de
CENTR,,ALIZACIÓN ; I.
EL INTERMEDIARIO
ministro aún al elegido y al elector, todo s,e trata, sr En un sistema gube.rnamental en que treinta y nueve
regula y se salda" más o rnenos, eon sucias historias dr nrillones de hornhres, fichados y clasificados íooo*"-
dinero. rables carpetas, están sujetos a reglamentos "ogenerales
a uniformes y minuciosos para todo el detalle dJ su exie-
tencia individual, social y cívica, Ia discusión es continua,
eterna e inexting¡ril¡Ie sobre los modos de la aplicación:
P A RL A M E N r,f# f w' yi 8#L'§*Íá1# oi los caeos dudosos son innumerables, y por grave que eea
el peligro de favoritismo que presenté el deliate de-dichos
casos individuales, la aplicación automática de la regla-
Parlamentaria o plebisci.taria, ninguna R.epública po
dría degcentralizar. Pongamos todos los puntos sobrr mentación comportaría dific¿rltades morales, y hasta
las íes, Yo no guiero decir que no haya república des. materiales, e iniquidades más graves aún. EntrL i.a ley
centralizada. Sé de la existencia de Suiza y de lor centralizadora y loe eúbditos de dicha ley, hace falta
Estados Unidoe. Digo que, del estado de centráIizacióu un abogado permanente, poderoso con lá administra-
una república, sea parlamentaria o plebiscitaria, nG ción. Mientras la centralización lo esclavice y lo opri-
puede peEar al estado desoentralizado. Y esto por uná ma, e_l elector tendrá necesidad de un portávo, Iiien
taz6n muy fácil de comprender: porque /os grand,et armado, situado en eI centro de Ias coeas, y este elegido
pod-eres públicos son en. ella eleciiuoi. Bt gobierno. deberá est_ar hecho de su urano, amasado óo, ru *ro-illr,
eua_lquiera flue ,sea, tiene, pue§, interés ,para hacersr empavesado con los colores de su aldea.
reelegir, de oonservar en su mano -+u el mayor nrime. La hurocraeia nacional es un abueo atemperado por

t
r;
206 MIS IDEAS POLITICAS f'
t cHanLES MAüRRAS za1
aquel abuso del parlamentarismo. El diputado de cam. I

I
i

panarioo indispensable para la buena gente, eE una nece II. LA BItRocR.acIa: LA PRoLrFEnacIóN
I
l

sidad popular: que da ingenuamente Ia ¡nedida del mal


oecuro, pero muy hondo, hecho aI Eetado por el régimen
t

I oE Lo's Ft¡NCIoNARros
centralizado, consustancial con el régimen republicano. ! pn un país normal, así sea el mejor con§tituido del
I

Q.uitad la centralizaciín, haced resolver en el lugar,' i-undo, dlmaeiados funcionarios exponen al Eetado a
perb con verdad, y sin la ohlicua intervención del partido ir"tri" muchas exigencias- Pero cuando dicho Estado re'
gobernante, la mayoría de los asuntos administiativoe,l ilosa todo entero-en la elección, está a su merced: les
judiciales y fiscales que erizan la exi'stencia del ciudada'r li,ast" en efeeto a los funcionarios entend-erse para con'te'
no rey, la cuota de amor al diputado tendrá probabilida' Inrrlo, lo que por otra parte no adelanta nada ni sus asun'
des de desaparecer. No puede desaparecer en la demo" Itos ni los negocios Públicos.
cracia donde la centralización va ereeiendo, aun y eobr€
r

I El Ert"do nnoclelo comporta eI menor nriruero posible


todo cuando se charla acerca de empresas desoentraliza" lde fu¡cionarios, funcionarios todos elegidos autoritati-
das de fachada. l*u*"nt", bien elegidos, hien pagados y bien defendidos.
El cabeetro de lae inetituciones consulares no es des. lTo,lo. los rnonopolios, todas las funciones parásitas,
prendido por eI diputado, pero la víctirna, el ciudadano, itodut las eargas que no son eseneiales y propias del
el pueblo, halla en étr un órgano que le oirve para respirar Estado, debeñ serle devueltas a la iniciativa privada.
y suspirar: su murmullo de reclamacioneg volverá a pasar iLo, agalariados del Eetado no cleben tardar en adver"
por szr diputado, aquel diputado que él conoce y frecuen" "* Ee ganan rnejor Ia vida, que ella lee está me§or
itir que
ta, el hombre de un.a circunscripción l¡ier¡ deterrninada, iaseeurada y es más independiente, en la rnayoría de las
tlel gue sabe haeer un representante real, tan instrumeu. iruñ". de [as industrias y administraciones particularee"
to directo.
El verdadero mandato del diputado o senador, lo que
le da valor y precio, se aplica a operaciones que no se El gran núrnero de pequeños salarios es rnáe co§to'so
Ilevan a cai¡o ni en la sala de sesiones ni siguiera en Joe que el pequeño nrimeir de los grandes sueldos, y eI
pasillos de la cánnara. El oficio verdadero, el servicio, '
sLbie.no dtl Nrirnero co¡rrporta la multiplicación de
interesante del elegido del pueblo coneiste en efectuar Ios pec¡ueños funcionarios, desgracia tácita, per_o Eegura'
diligencias en provecho, iba a decir a favor, de su elector. infligida a los más iurportantes: ¡la calidad y la impor'
Favor sería innpropio e injusto. No hay favor cuando t¿ncia ae sacrifican enteramente! Cuanto rrrás impor'
hay necesidad: y aquí Ia necesidad no es dudosa. La tante es eI servicio social, más celos se le tienen, más
tupida y tensa red de nuestro mecanismo administrativo se lo difama, y se lo deeprecia políticamente'más.
Ejemplo: la rnuralla eomún tle todo y dg todos, eI
.

uecesita en verdad aquella rnediación continua entre las


oficinas ministeriales parisienses y el justiciable de Ie r ejértito- queda reducido a los salarios de hambre, y
periferia. có-o antes que el ejército sostenedor de Ia guerra existe
El único caso determinado en que el ciudadano pueda t

obtener garantías personales contra el Eetado es aquel en¡


{u9 se v-uelye ageñte electoral y eliente regular ilé algúÍl I ile aquellos euya remuneracióu está menos proporciona-
poder eleetivo. i I da cón su. funciones.' Fatalidad demoerática eviden'
t:
I

"aiustes"
I z IIa,y de ,tiemrpo en ti'emrpog:astos. varios. . Pronto se los
I I deja ¿trás para atender a otros
I I

l
I

L
I
2OS IUIS IDEAS POLITICAS i

te: ¿no haf que distraer loe recureoe de Ia ealvación pú. CHARLES MAURRAS 209
blica para el mantenimiento de monopolios onerosoa y eia dele s_eñalar. Un lógico que parte de Ia sobe-
que_ s-e
la subveneión de la masa electoral y de los agentes elec'
torales?
ranía del individuo y que quiere éonsiruir un Estado,
puede morir antes de haber salido de su yo fundam"rrt"i
Eso no es todo. La democracia se traduce por la abo.
lición natura,l de los servicios gratuitos, que se podríar y trazado eu sistema; pero si Io formula, Ái lo levanta so-
bre aquel fundamento individualista, no puede concebir
solicitar de servidores de honor, devotoe al Estado, a ni realizar otra cosa que el clespotismo ¿éI Estado. Teó-
cannbio de un poco de prestigio, de eonsideración y de
ricamente su Estado es eI más absoluto de ros soberanos
dignidad. Cuando el Estado pierde su majeetad, cuando absolutos, puesto que es Ia emanación de un total de so-
su consideración está librada a todos los políticos arbi,
beranías individuales ineoercibles de las que recibe toda
trarios, cuando su prestigitr ya no eB un nombre, ni si,
quiera una palabra de uso corriente en la conversación, su
-fuerza, tod':l su autoritlad, toda .rr *i¡r.tad. §iendo
práctieamente el único producto de aqueilas voruntades
na¿iie se apresrirará a servirlo por nada. Por otra parte
eoberan_as, To p_udiendo admitir ningún-grupo intermedio
ni él mismo Io espera. entre eI individuo y é1, dicho Estado tiLne a merced de
Esa especie de servicios comporta independencia y aI,
su Iey a Ias personas y los bienes. Cada uno se halla solo
tívez: Ios celos, la envidia, el suspicaz espÍritu de uniforr contra el Estado, que es el signo de todos. y todas las
uridad y de igualdad que son el nervio de toda democra, unidades pueden ser así trituiadas cada una a su turno
eia, no toleran aguellas virtudes. Loe que las tienen por la masa unida y coherente de las otras. Éotas tienen
quedan, pues, excluídos, eliminados, de modo casi auto,
rnático, de los servicios del Estado: la religión, la clase, el derecho_y el deber de formarse en un hloque, y aqwé-
IIa nopu_ede ante su coalieión, ni de heeho ni rle de.eóho,
el origen, las ideas políticas, ¡otros tantos pretextos eua, sino obedecer.
tanciales! No hay que tener repugnancia para salvar
vallas. La gente hien educada que dispóne de gran
tal_es
holgura, que estaría orgullosa de representár, sin remu, c
neración o con sueldo irrisorio, un papel administrativo
9 judicial de primero o segundo ordeno especie de hom'
'bres Cuando el Estado lo es todo, ya no es más nada: ea
tan frecuente en otras époeas, ¡1s, puede ser sino una tesis que se sostiene y se demuestra. Pero Ia misma
eecasísima entre nosotros. ¡Ni siquiera áe ofrecen ya!
tesis establece que cada uno de los ciudadanos cae enton-
Los partidos avanzados les *ur""r.io demasiado bieí el ces por debajo de cero.
caso que podía hacerse de ellos: el ritmo de la democrar
Cuando .cería necesario que todos ol¡raran para que
-cia
necesita la periódica depuración de los empleos pír, alguno- Io hieierar ca.da uno cesa cle obrar, po" 1o menos
blicog por la misma razóln que se agrava cítlicamentt con iniciativa y progreso; y nuestra actividad social se
el presupuesto de eus gastoe. i
convierte en la mecánica repetición, cada vez rnás lenta
y haeta tendien_te a Ia inercia, de las aetividacles singu-
lares y personales que aún subsisten. La gestión finan-
l

ciera de la república deb_ilita Ia producción de la r-iqueza:

,.r rriJi*X::::^::,
ataea de parálisis aquella débil producción, al irismo
Entre el estati'mo eocial tiempo que duplica su consumo.
hay una contradieción por iesolver, eiuo una consecueni
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210 MIS IDEAS POLÍTICAS


CHARLES IIAURRAS 2lL
L\ÍMITES DE, LA IUSTICIA E:N LA los magistrados llegar por necesidad política a
REP{]BLICA 'ampear Ia léy, lo
Ip ley, Io que Iete-quita poco'toda
qurta poco a poco auto'
tofl.a auf,o'
'[i¿a¿.
dac[. Una ley que se se viola habitualmente pierde todo
Nuestra jueticia es importante en razón de un hecho
:estlgro y tg*o
prestigio todo valor.
va,Ior.
inicial, _que domina la cue-stión: se quiso darle d.ema-
Lo
IJU
I
perderá tanto
Lal,rt más cuanto más humillados y clismi'
siado. _ Se quiso darle todo. Se quisó ahsorber en lo i PriluEra
justo lo político, y referir a la universalidad del orden [uidos gueclen sus aplicadores e intérpretes.
¡hdicial lo que es del dominio esrricto del Estado. Y
i ¿Quiéil escribirá eñ oodepuracióno'
detalle la historia de la --agistra-
es por_que hay una razón de Estado que se debe consti- Luru ftrt desde la de Martín Feuillée?
"e-oa los iguales o ouperio-
tuir el Estado con tanta precaución; que se debe con- i ¡Quién contará casos en que loe
'ree del procurador general Fabre, del asunto Rochette,
centrar en él el máximo de la sensatez, te Ia conciencia,
pudieron lamer¡tar éstas o aquéllas entre las oomáe gran-
de
-la prudencia, de la personalidad y de la justicia.
úInieamente un Estado rruy personalr- *oy des humillaciones de su vida"!
"ejercer
"oirrciente
de-_gr¡s
_respon_sabilidades persónales puede con
utilidad las altas prerrogátivas extraJudicialós, o si se
quiere, hip_erjudiciales .que le correspóndere. Segrín val-
ga dicho Estado, valdrán sus aplicaciones de l-a razón
de Estado. Si vuestro Estado esfá envilecido en los par-
t_i{os, si es el esclavo de las Finanzas, o del Extranjero
del interior, aquéllas serán muy miserables; oer- d"
servir y proteger la ealvación nacional, su"rr razóa de
Estado servirá "el interés superior de la Repriblica,,;
dicho de otro modo, los intereses sucesivo. y oá-biantes
rle las faeciones.
El recurso a la "voluntad del prÍncipe,, será tanto
más vil cuanto menos franco, y menos directamente in-
vocado. La pretensión de tratárlo todo regular y judi.
cialmente tendrá por efecto falsear hasta tá forma-mis.
Tu_d9 la_justicia y hacer recibir como expresión pura
de la ley Io que será su disfraz. Se querrá slprimir ioda
intervención de lo "arbitrario" pa"a evitar algunos abu-
sos; pero en cambio se habrá ganado la hipocresía jurli-
cial con sus eontinuas intervenciones, suu violacíones
crónicas, sus falsificacionee endémicas. Cuando la auto-
ridad l-egítima no existe, su función, que es eterna y
necesaria, está usurpada por el primei eeclavo recién
llegado. No existiendo niqgún poder superior a la ley
escrita, no encarnándose lá ley en ninluna soberaníá
viviente y eapaz de decir: 'ola Ley so1 yoor, veráee a
-l
I
' CHARLES MAURRAS 2].3
I

ile los intereses de cada uno tiende en el plano real a


la unidad del todo. EI reparto y la división son plagae
I

de las que cacla uno tendrá que sufrir. Sin embargo,


por bellos que sean los llamados a la conciliación, a la
concesión, a la convergencia de aceiones y propósitos,
LOS PARTIDOS esta idea tan natural resulta muy fría en comparación
con los calores artificiales y los furores ficticios a que
su falsa doctrina eleva las pasiones divisoras.
NATURALEZA DE LOS PARTIDOS El elernento generador de los partidos es pasional y
casi siempre personal. Un hombre, un nomhre eirven
-Ios¿Qoé-e-s el gobierno de la repríblica? El gobierno de de bandera, y esta flota y palpita con mayor vivacidad
partidos, o nada cuando un pretexto ]e es proporcionado, sea por una
.. ¿9y¿ es_ut partido? Una divisióno un reparto. Las
"palabras de la tribu" ofrecen a menudo una'contextura
aml¡ición engañada. sea por una negación de justieih,
sea por una venganza ejereida o soportada.
sagrada_que_contiene, conserva y salvaguarda su sentido.
Aquí, él es lírnpido. {o huy rerás quJ cerrar los ojos y o
escuehar su sonido. iPartido! Abramos de nuevo los
ojos¡ ¿co_ntradice eI espectáculo la audición y el enten- Francia está desgarrada porque quienes la gobiernan
dimiento? no son ,estadistas, -oino hornbres de partido. Honrados,
Ningrin resultado político se obtiene, en el funciona- únicamente piensan en el bien del partido; deshonestos,
miento normal d_el régimen, sino por aquella operación en llenarse los bolsillos. Unos y otros son los enemigos
divieora y_aquella luóha intestini. Asi se llega a los de Francia. Francia no es un partido.
honores.. Es él juegg de los partidos quien etige. Una o
vez elegidor sg p_ugde predicar el acuértlo, p"""" sobre
todo después tle haber contraído el comproriiso formal En un país constituido como Francia, que no es un
de no 'yolver a presentarse ante el electór país enterarnente representado por su aristocracia, ni
¿De dónde pioceden_Ioe partidos? O :más bien ¿qué por su burguesÍa, Ia repúhlica no duró sino porque ésta
es lo que da a los partidos y-a los clanes aquel irrcuiaüle fue la propiedad de un partido, de un partido cerra-
ardor cuya
-quemadura no suele sino renovarse y avivar- do, organizado asaz eelosamente para responder a todos
se con eI tiempo? Nuestros clanes naturales eÁtán rles- los asaltos.
truidos^ nuestros clanes históricos pasan por aniq,ilados. Las ideas de los partidos, las ideas divisoras tienen
Pero tras clases suhsisten y nuestro^ Estadl se hrfra cons- en república agentes apasionados; pero la idea unita-
tituído de rnodo a no poder sacarles sino más mal que ria, Ia idea de la patria no tiene allí ni servidor devoto
bien. ni guardián armado.
Los revolucionarios siempre las explotano esforzándo.
se. por legitimarlas con antagonismls económicos in- o
existentes, pues lejos de diverglr, nuestros intereses rnás
esenciales de hecho, convergeá.
'El Ia guerra sin provisiones ni municiones.
se hace
interés general, ein es preeiso que los partidos yivan y cono-
ser la Buma de los intereses"particulares los Zompr"nde, i ,r,*;', guerra
sin embargo, y los envuelver él má. alto, el más pióf;ndo i batan con todqs loe objetos gue les caen bajo la rrlflIle¡

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2t4 MIS IDEAS POLfTICAS CIIARLES MAURRAS 215


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Elentendimierrto con el Extranjero es el ingredientq tamente propias a cada rrro,' dan Ia medida de las
-los caracteres
eseneial y clásico del régimen de los partidos. Posiblt personas, y los espíritus.
y eontingente bajo cualquier otro gobiernoe es necesa, o
rio en repriblica. FIay que carnbiar el régimen, c
resignarse a dicho mal. Los partidos, incluso el partido- comunista-, eon cono'
cidos, ieputados, y tenidos por sindicatos de intereses
p"r*"""tá. destinádos a mantener un paraeitisrno de
c

fguahnente hay que eambiar el régirnen o resignarst Estado.


aproxirnadamente de1 ¡nismo 'rrodo
-a eier.ta doiis de o

rutina en las grandes, adminietraciones euyo tipo 60ú


la h[arina ;, la Guerra. En ellas no se triunfa sobre la EL YIEJO PARTIDO REPUBL'TCAT{A
mtina, debido al espíritu revotrucicnario que anima Et viejo partido republica-no hizo la república y' se
' Hf i3n#i; revolucionario dei Fartar*ento ianrá*
i"Já ¿" L11ot t" república le ha dado su situación actual
his'
i- él uororecha. Ef, mecanismo de esta doble acción
otra cosa que ,superponer a los antiguos al¡uaos,
Ii_izo ío.i"u^oo es difícil de advertir. flacer la repú6lica era
abusos incormparablernente nrayores, Todo Io crue s€ ,Lr*noi* a los partidos de los regírnenes anteriores,
pueda decir de las oficinas públicas. rrr-le 60rl rutinarias
y papeleras, si ,se quieree pero comlietentes y experi. ir"r"í.lor, echarlás de los empleo pír¡licos y clarles del en
;;t"iá" ,i"".o.", interesadot
"i mantenimiento
mentadas, jamás se pondrá. en el otro platillo de la de cosae. La primera "., revolución se formó una
baTanza con las insanias de una eomisión parlamentaria "rLa"
clientela vendiendo los bienes nacionales; la, tercera
o delegado del parlamento? a lnenudo ignaro o tnrbu. república ha reclutado su mando 'odepurando"- la admi'
Iento, entrernetido por definición. niitración nacional y repoblándola con sus ctiaturas.
Se ha formado asi un va.cto plexo de intereses mante-
nidos en euspenso por el temoi de la d-esgracia y el de'
eeo del Todos esos intereses, hay que recono-
I§o se ha dicho, ni escrito, ni pensado. en ninguna "s""ir*o.
;;¡"; están disciplinados a maravilla' Tienen completa
parte, en Ia _esencia del r,ágimen republicano, que las confianza en suJ jefes de- fila, y éetos a su vez, n'o
c¿restionee militares, ligadas a la vida de Ia patria, sean
..Iarsan» a sus cHántes. Este táóito contrato hilateral
§pperiores a Ia Repúlrlica, como superiores a la quere'j
pudñ antes llamarse "unién republicana"' Podrá cam
Ila de_ tros partidos. Los más patriotas entre nuLstros [i* ¿" .á*bt" y llamarse asirni-"rm-o unión radical-so'
republicanos_ esquivan a-quella cuestión so}¡re creed que el personal, eo, diferencia de algu'
ridad entre Ia patria y los partidos ! nrigi
la Fraucia "iulittu,
nas cabezur, ,""i el milmo; se reclutará en los misrnos
o la Repríblica-, diciendo- que son-entre dos einónirmos I *"4i". v eá eobernará con la mira puesta en los mis'
gue el Estado republicano y el Estado francée no sonl mos intéreses-de personas y clanes'
sino una eola co,sa. i t¡
Fero Ia naturaleza de las cosas se enoarga ella solal
de la dietinciónr I es entonces cuando a á.ettida quel Sí, los intereses de una raza, de una vasta farnilia' El
se produeen loú acontecimientos, las reacciones oetric'l irri"í¿u solidarizado de cierto número de miles de hom'
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2t6 MIS IDEAS POLfTICAS
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CHARLES MAURRAS 2t7
bres. La Iogia masónica, el comité central eran sus dos I
ho_gares e_n cada cabeza de distrito; y estaban represen- I ao-frao nada, no concibió nada, no produjo nada. Er
tados en las menores aldeas por un emisario de cinfian- I po_Iítico de carrera y de profesióno páro ,rda tiene de
za, catteto rural, maestro de escuela o pequeño despa- i político. sin duda Ies hizo la guer:ra a loe eonservado-
chante de alcohol, y_ tabaco; había enire^ ellos gente I res,
pero.en virtud de un método mucho más que de
inteligente; y_ Ios había también infinitarnente esiúpi- I una doctrina: Ie era preciso desposeer a fin de poleer a
dos. Pero ni la estupid ez ni Ia inteligencia eran la ca- sa vez.
racterística de.aquelfa curiosa brigadal ¡Ni siluie." to. Es el procedimiento de una horda en país conguista_
-
do., La nue-stra puso rnano en los
apetitos!., ni eiquiera las codicias-ni los- odiosl Muchos
de ellos eran ricos. Los había hasta honestos. Sin em- vechos: sería rn,y difícil decir que"nrplels, ", loi
ha^ya tenido
pr"-
además
bargo, Ias figuras de aguellas repriblicas origirra.iue, d" una conducta. designios seguidoÉ, conóepciones par.ticu-
aquellos republicanog qre fundaion Ia Repüblica, ton- lares o, generales sobre nuestros asuntos interiores o
tas o finas, corrompidas o íntegras, espartanas o atenien- exteriores, a excepción (hay que decirlo) del plano
ses, tienen todas un mismo raJgo: eI -don de hablar, de anticlerical. Los resultados són ñulos afuerá como ,auri"
integrar, de arrastrar al pueblo. Todos nacieron dema- tror.y,sin embar.go, es irnicamente con p"rtiáo-que Ia
gogps. Siguen siendo demagogos en cgalquier lugar que república es posible. "t
se Ios visite: en el consejJ municipal di distriiá o en *ta
las ofieinas de Ia cámara, en Ia triluna del eenado así
como en las mesas tambaleantes de Ios plomos abollados. Bl procedimiento no varía.
4"t" todo eI viejo partido republicano ol¡ra. por
l+ tÉ
medio de Ieyes o decreios, obra; Lrr les dice a
Ios electores: ""gr.ida
entre nií (es áecir, entre las
- ¿Dónde aprendieron eso? ¿De dónde sacaron ese arto -Elegid
revoluciones que hice) y la revolución desconocitla, la
del éxito en Ias asambleas? Nudie podría decirlo; y misteriosa anarquíar- la espantosa guerra civil que esta-
na{ie,pu_ede negar que lo posean. Es^muy indepenilíen- Ilaría si, yo, yo, gobierno ievolucio-nario, revoltriionario,
te de Ia elocuencia, di la auioridad o del *érito pero gobier_no, no estuviese aquí para dosificarlo, rete-
fersonar.
..'Est^1 espe_cialidad que no perrenece por cidrto a Ia nerlo y medirlo todo.
fina flor $e-I naís, no correspónde tarnp'oco de ninguna
,i*
manera aI buen promedio de las euulidrdes franclsas.
Pero es óasi un rasgo étnico o profesional: un instinto
parecido al que hace Ios buenoJ marinos o los buenos Los grandes errores del espíritu están en Ia fuente de
agricultores. Ia mayoría_de_ Ios desarreglos de ,Ia acción. A'hora bieno
es imposible hal¡erse engañado más completamente so-
,.Se nace-demagogo c_omo se nace judío. Corno Ioe ju-
dios son diestros en eI ma_ngjo del oro, los viejos re[u- bre. Ias
l4"g:. I If cosas, gue 91, elementó sincero y fa.
b,licanos son diestros en el oímaneio,, áe las asambláas. nático del Viejo Partido Republicano.
Los he comphradg con los judios. Y he aquí una Los fundadores-de la_ república, aquellos que haee
nueya semejanza. El oro de los judíos es estéiil. No ciento cincuenta años se hallaban en pñseocia del fruto
produee más-que oro. fgual qo" Loo las aptitu¿ee ile-. 4e la obra capeta, el reino de Franeia, ra civilización de
magógicas del viejo partido refubHcano. Dicho padido l'rancia, tenían dcis ideas directrices. La primera era
,flue se dehía cambiar todo aquello, pues dicño compues-

t
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r-
278 MrS rDEAS POLÍTTCAS i
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CHARLES MAURRAS 2T9


to político;
I

social, moral, no siendo hueno ni valiendl


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ya el m.ás nacitto y atrcúsad,o d,e l.os parti'dos, Salvo en


i

mucho, debía rehaceree de arriba ahajo. ¡oootra eos!


pero no es-to"! Tal fue el primer'punto de * i¿"rlir-d ál Palacio cle Justilia, donde este hizantinismo hace aún
I

En segundo_ lugar aquellás reformadores querían, Io mucho menos que antes por otra--parte, las
unos el parlamento oomo erl fnglaterra, lás otros "rt.rg"t,
nuevas gerleracrone.s se IL emanciparon. Ellas ven al
Ir -con.
democracia com.o en Suiza, todos 1l protestantiuno co público el gobierno, en lugar de verlo en eontra
mo ell^!nl9ia; nuestro catolicismo Ies parecía inferiol de éI. Conciben al rnagistrado, al jefe, couto un protec'
por definición a Ia Reforma; nuestras áristocracias je tor o guía, como un diróctot {rex) ' no como un enernigo'
Et iileral no sin la ayuda de ese método peri-
-rarquizadas ba-io el reL les parecían larnentables
-a piensa
l?do-de las buiguesías y'"u*pisinados cantonales; po; mido. ¿,No está en el gobierno-? Luego está en J"
fi1-l.a enérgica eonceniración del pocler propiamentl sición. ¿No tiene el poder? Lu,ego tie39 mandato'p9'
de
pol,ítico en manos de los sucesoxes dL Luis Ll érande I poner to-dos }os palos posibles e imaginahles en las rue'
de Enrique etr _Grandg le-s parecía una tiranÍa, corrpara has de1 poder. Ño h*y término merlio entre el eiercicio
da aon el psrloteo de las Cámaras y el oorÉgirnrn dl directo i lu opt.ición directa, entre 9l pgil-er abeohlto
gabinetes". _ Todo eI idealisnic de e¡rtbrro". poó"edía dr v la críiica abÁoluta. No Ie habléis de colaboración ni
u.n triple descontento de nosotros mismos. tsajo tre á" ¿Qué querríais decir con eso? El no cona'
formas se pensaba en Ia dirección de los tres tiiros te "orr"ro.r.
prende tal lenlguaie"- Si e-s j-efe de g.-obierno, pondrá el
nidos en un "progreso, religiosor^ socia irli.*o frenesí pal:a usar de la autoridad-que laoy pone
-por suxleriores,
v potrítico. IIoy medimos los ?res retroeesoJ nacidos dr en agitars" or*ir" eIIa: su liberalisrno rabio-oo se volve'
ese triple esfuerzo. rá ja-collinismro violento, pero en los dos casos aplicará
a su procedimiento g-uhernarnental la rnatrca, o para
decirló mejor, la tara clel espíritu revolucionario, que
no puede ctncebir la sociedad nacional bajo el régirnen
EL PARTTDO T,IBER,AI de ia unión y de Ia paz. Siernpre Ia cruiere tener clivi'
E]. nartido liberal se quedó en Ios viejos ternas a It dida conttu ií misma i etr vez de tender a lograr con'
moda en su juventud, eegún los cuales hábia antagouis vergencias felieeso entrechoea en eterno dualismo, irre'
,
mo necesario entre una nación y su gobierno. La co duciible,s divergencias con la intención rnás o menos
operación de Ia ciudad y sus confesada tle explotarla§ a fondo.
-ugirt"udá, "o, los ciuda
da-raos, la fraterna solidaridad d! tros Eotados TaI es el espíiitu, tal es Ia teolosía del régimen. Si
con sur el liberalisrno'no estuviese podetactro por eI hgen senti-
oútrrditos, la profunda reciprocidad de ser.vicios basadi
en tra eomunidad airsoluta de sus intereses, estas fuerter miento qúe a veces tienen al.sunos liberalee -tlel peligro
verdades Ir-9I p*"*nres en todo espíritu joven y vivien oue su partido hace correr a Ia paz interior tlel país, no
te, p-erceptibles en el éxarnen de todo gobierno nacional á rehu'saría indefinidamente a -ret sus consecuencias
quedaban recrrbiertas en Iog cerebroo dá trrace medio siglr Iógicas autorizadas por los famosos precedentes de L792
por el problema metafísico-iurídico de la balanzal- I v 1871. ¿:D¡rplicar Ia guerra extr:anjera con una guerra
divieión de los Poderes. du¡4uáto Comte no trataba diche ái"it? Déspués de todo, ¿.por oué no? i\fetafísica de
aontrasentido polític_o y_ moial sino con tra mezcla de risi -que servir para medir laElla-.rnide
otro tiernpó que puede alta anti'
y enojo gue mostraba hacia todos los sucedáneos de Ii güeilad de,l f¿sil nos la p-rqporciola.
anarguía revolucionaria, para eondenar lo que llarnabl iambién la antigüeilatl y la fosilidad de Ia repriblica"
220, MIS IDEAS POIfTICAS t
i

I
CHARLES MAURRAS 22L
EL, PARTIDO RADICAL lnombre de una filoeofía, de una sensibilidad, de una
partido se define suficientemente por su perso. rescuela y de una moda literaria, y cuando ese preetigio,
Fste ese encanto son bien conocidos corlo mortíferos a cien'
nal: horda de destructores surtidos, que ^pueden'estar
divididos por odios personales o de apetito, cia cierta, basta saber dirigir sus fuerzas contra un ene'
pero que están reunidos por un "o*p"üncias
alimento colectivo en migo. Es lo que hizo en Francia desde el fin del siglo
torxlo 1l pensamiento que-los disciplina. xvlIr, el Extranjero del interior ayudado por los del
exterior, ingleees y prusianos.
.¿Quién está_ primero, este ahménto o aquel pensa- Sin duda el entusiasmo por el error de Juan Jacobo
rniento? ¿Es la r-eligión del desorden, el g.irsto de las
- dejó hace tiempo de ser espontáneo, pero también desde
derorganizaciones lo ftue los haee arrojarse ü" modo
sobre el
-capital moráI y rnateriai "."
c{e"Francia? ¿O su
haee tiempo a favor de dicho entusiasmo, §e cumplieron
verba crítica está e_ncenclida por Ia pers¡rectiva áe u' las operaciones políticas por las cuales se logró copar
s-agueg y su provecho? La respuesta a dieha pregunta las altas posiciones de Ia administración, la universidad,
debería _por necesidad ¡ariar sigún lrs persorü. "y I"u las academias, donde se tienen todas las facilidades para
épocas de su carrera. En todo áaso los áos móviÍo ," imponer los ruiseñores de hace ciento veinte años. Ha-
Ilevan l¡astante l¡ien. biendo instilado a ,sus adversarios, a los jefes del país,
Esas dos *aneras de comprender Ia Revolución no se todas las ideas y todos los sentimientos capaces de debi-
estorban ningún rnodo ¡, hacen cooperar las f¿rerzas Iitarnos para así esclavizarnos, los cuatro estados confe-
^de
del,espíritu que tiende a destruir con las aspiraciones derados (judío, protestante, masón, meteco) 3 man-
de Ia bolsa que quiere ]lenarse. En esta asociación de darán mientras nosotros soportemos la autoridad legal
desintereses y concupiscencias, Ia doctrina confiere a que ha quedado bajo el imperio de su veneno.
Ios tntereses que Ia sirven autoridad, majestad, grandi-
roeuencra; loe rnterese§ procuran a la doctrina una fuer-
za de .propulsión de que carecería enteramente si que-
dase librada a eus propios medios. La prime"" ."dor" 3 Los cuatro Estados Cohfederados: En .u,n consejo de rni-
y, tranquiliza a_Ios ingenuos, tros segundoá tientan y jun. nistros tenldo en septiemb,re de 1898, cuand.o los fil'timos aclve,rse-
rios de la revisión del .proceso Dreyfu,s denuncia.ban el poiler do
tan a los canallas. los j,udfos, de los ,protestantes, cle 'los ünasones, el señor Bris-
sqn, presicle¡rte del consejo, y ,¡n,inistro d,el 'Interior, defenclió
llt ené,rg:icamente a.los tres 'gru,pos pu,es'tos en ,suestiÓn y en el ou,rso
de sus declaraciones excla,rnó que los iudfos, los fr¿n,c-rnasone§, y
Ios grotes,t¿nltes eran EL, lrSQtlEI¡I¡'.fO DEL REGIMEN REI'II-
i,CÍ*9 pudo darse crédito en un pueblo que no es
más tonto_que_otroo a €Eta doctrina dá BI¡ICANO. Pa,ra ,que este esqueleto, quede coru¡leto, h,ay que
divlsiai y a esta a.greganle ,un g¡u,po-injustarnenté o¡nl'tido por el señor Brisson, eI
obra de despilfarro, que no tienden sino a rdatarlo? grupo extranlero de los rnetecos instalados en .Frarr,cia. en lnr6:ar
I-)rumont observa a veces que cuesta irnaginar un pueblo de los rfraneeses, y proteg:i'(los y favorecidos ipoir las leyes de l¿
Eetpúblic¡a'1france.sa".
destruyéndose con
:uj propias
-qué manos. p"ro u" iáagina Dse,s cruatro olirgarqu.,fa,g,de natura-leza profunda¡mente interna-
clonal, todorpoderosas y reinantes, han sido ,l¡larr¡ailas los cuatro
rnuy b.ien a un pueblo destruye a otro, y gue para Estados confede.rados.
destruirlo mejor, Io engiña, lo em-briaga y i" Nos d'amos ,c,uenta, por otra Da,rte de que se debe est&ble.@r uür
distingo entr.e los 'protestantes, y lo herrnos hecho. Mu,qtros de entre
Judit de Betulia og-sieirpre es una h"írroá*, "ir."rr"o". ellos están ¡protfiurnda,mente arrai,gados por s¡¡ carJle y su. corazón
"i"¿";-tuy
ideas, sueñ-os,. espejiermos {tte ui- *"rrou por un tiempi en la tiera de ltan,cia; ni su üratr,iotis,m,o ni su nacionalismo
pueden aer pu'esrtos en d,uda, pero los ,rnás '''av¿nzsdos" de eut¡e
pareaen más hermosos que cuand; ellos .se dqjaron desna,cionaflizar, D,ebsmos a un oquri[¡o esencla!-
{udit; Judit tiene eÍ
m,ente Brotestante la es.oue'Ia Brrir¡oarla a,nárquica, úundada por los
Brisson, loe Fécaut, los §tee,R, todqpoüero¡os en el Egts.do.

t
r
MIS IDEAS POItTICAS rI{AURRAS
I
222 CHARLES
Neceeitaban acabar el-alestablecimiento de su doctrina:
I 223

catoliciemo, en particular,a la I SrI" del corazón y las entrañas de Ia democracia. AsÍ


d" J;d; h hootilijad I resuelve ella eI problema que ella plantea al instituirse.
escuela catóIica. Les era preciso :rrantener la centrauza'
;;il; d; donde la necesiiad de limitar las conceeiones I Ouog piensan que Ja igualdad demócrática, ya realizada
.á"i"fiJ", en eL punto preciso donrle la adrninistración | -en eJ -EJstado, prosegu_irá-en la_sociedad por medio de Ia
bomba aspirante dá Ia fiscalidatl, tomaádo el Eetado a
plid".iu lu .op"tioridaá sobre los grupoo -obreroe' per- los p-articulares _todo 1o necesario para eurpobrecerlos a
iriri¿"a"tes la inenor vida autónoma; en el- caso contra' fin. {9 poder él enriquecer su pérezoso iú-e"or este
rio, acentuar el socialismo de Estado rnechándolo con eocialismo fiocalo otra tmanación de las vísceras demo.
áel ,lqás poderoso sindicalismo, el cráticas, proporciona una segunda solución. El socialis.
aL tor eervicios"fr"*""
"ilf"Ji""li"Á"- públicos. Por iitt l"t es-.preciso"evitar mo ortodoxo o cornunismo científico proporciona una
en las regiones medias de la -opinión p-*1i93', a'larmar solución algo diferente, más ponoposae más pieciosa, abra-
con un programa demasiado subversivo' Mentirle aI cen' zando- en aparieneia una organización iirdustriai rnás
i-, Lií:"-t'?";b; iu á"r""ha católica y concederle a la
radieal' compleja y avalzada,, pero qué uo puede ni deXre tenerse
i;;ti;;ü-;i;;ú;
--BJt* apariencias: es el r)rosranra como una de las soluciones del único problema cu.yos
i.iple'objetivo, todo eÍ rnundo está de términoe están planteado§, cuyas cifras están alineaiae
"."
u""""J* el eetatismo f"r" dominar, eI anticlerr¡alismo ilesde el primer_¡m.om.ento en que la demoeracia, al alcan-
;;;;-ñ;""ertir, el oporiunismo para no cer barridos' primer objetivo, se apodera de la faerza pública.
' . . .V el opórtuni'rmo prevaléce cada vez desde hace ry:u-
El _Núrrero, si es amo, xlo puede tender sino a '.btu"u,
varios lutror. Y ¿t, l', corrupeión, la concusión y la de la uación sujeta lo que precisa.
estafa' """ De una u otra mtn_erar_ cualquier dietadura clel prole-
c I tariado debe permitirle al l\úmero alimentarse sin i"r""
irada.
-
Apartar la solución s-ocialista propiamerite dicha, in-
clueo descuidar el socialismo de Estido, no eB
EL PARTIDO SOCIALIStrA
,1iluJ- ¿ejII todas las r en el pizarrón. ¿Sois aáÁácru.
""rolv""
ta? ¡M*y bie,r¡! La democracia- quiere oo-*Irr""r" ecocrá.
¿:Qué eB er el fonrlo el socialismo? Uua solución del tiea (,daeña de casa), plutocráticf, (dueña de Ia riqueza)
gtá'fi"*" piu"te".l" p"t lq democracia' Siendo la volun'a no. existe p^or^{ [:ara esta voluntad. ¿eué ,.'urpo*-
tad del número reinidel Estad'o, no puede sino-tender iléis? ¿Sí-sino
o n_o? _Si es no, no eois demó"rüü. Si e^s sí,
;;;;;il. i .o r"¡io d,e la socieáad, iale decir Ia
del orden
campa4a'
reaparecen todos los inconvenientes del socialismo; si no
;;;;f-, t,, tu usina, en la buroeracia2 eut
ruina d'e todo'
es ni si ni no, todo ocurre como si se tratara de un eí.
por todas partes. Ñ" áigais que sería [a El hambre, la- s,ed, los apetitos, Ias codicias despertadas
ñi N,tu;;t-l;;¿; io """áá. §i"*p" obrará, si es dueño por la sola palahra democracia, se dan curso, .o-
d;fÑ;¡;, h" -o¿á . "pod"r"rse-de con las riErezaS proüu'
el fin {e repar'
""]ir", Er.
bre el elector" por eI elector sobre el Estado, pr"
o i" io. medioe delroducción, tado eobre las, finanzas, y heos ahí, como decia el"iotro,
"id"*
,f*"i.ír.-n.á-* i" i"evitáble. Hay demócratas flrle ti91' en el torno.
¿"" áf"ho ,o"tt"A" deeretando que todo será fqnció-u
,

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;;ilñ;;- ;;;";"il J'- E.t"ao, - cónvirtiéndoee qsí ca-'la i

;t"l;d# ""J,rlrlo"r"i".
Ee el socialiemo de Estado' i

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224 MIS IDEAS POLÍTICAS
CHARTES I\{AUNRAS 225
EL PARTIDO COMUJVISTI paíso al cual Io había constituido como una aparcería o
un taller.
¿En qué difiere el comunismo del socialisrno revolu Ese legitimismo político es escarnecido por to, ,"pr-
cioinario? Por el método, en que acelera eI desorden blicanos. ¿Por qué Ios socialistas y Ios comunistas no
For Ia doctrina, en que no perdona las corrp-onendae dt escarnecerían el legitimismo social de los republicanoe
la democracia burgüega t eJ igualitario por lo que res burgueses ile hoy?
pecta a las destrr""loo"., es autoritario y hastajerárquier
iuando pretende reconstruir conforme a los intereses ' o
Ias mirai de un partido. El sistema de oligarquía,. ma
sónica y judía, que la República fran-cesa practica sin e
título, son instiiuídas y confesadas francamente por e CONCLT/SIóNI DEL RATDICALISMO AL
comunrsmo. COMANISMO. DIFERENCIAS DÉBILES O NULAS
Pero no hay que perderse en esos rnatices.o'comunis Tonradr
deede ,t po"o u*tiba, áqué es el socialismo o Distinguir entre la revolución social y la revolución
mo" más o merros oocientífico"? oolítica es ahsolutamente vano. Todas las democracias
Es el espíritu de la República democrática, y el-mismt he Ia historia recorrieron el dol¡le trayecto. El artículo
que el deliiberalismo, el óual, procedente-de la política, sr primero decía igualdad política y, ula vez admitida
ütroduce en la economía y el trabaio. Vosatros, decíal dicha igualdad, por otra parte teórica, fue preciso decir,
los avanzados a los doctrinarios del tiempo de Luis Fe artículo d,os, igualdad sociaJ; los dos términos no perte'
lipe, establecéis la tnonarquía constituciottál en' el Esta'd'o
-¿Ldí"" necen a series diferentes, su esencia es ila misma; r€sPon-
pod.ríais oi* la rnonarquía absoluta en ü den a las mismas necesidades. En Grecia, en Italia, toda
"onrn
usína y- en. la rnanttfactura? Por má9 -respingos que s' constitución d.emocrática tuvo por efecto irnputar poco
den, pár más que sá chicanee, el problema eJtá ahí. S a poeo a los
o'ricos" las cargas de la ciudad: lo que tenía
todo il mundd es rey, todo el mundo debe eer patrór por efecto llegar a los más sórdidos rnétodos de obstruc-
Si Ios aeuntos de la nación están bien dirigido óión polítiea, de col¡ardía cívica y de ernpobrecimiento
'por la voluntad"orrr..rrá,
de todos, ¿eómo la voluntad de todos nt social.
lestionaría autl mejor los asuntos-
-industria? particúIares -
de u: Ciudad.es florecientes, grandes Estados, verdaderoe iur'
Iomercio y de una DeI punto - de vista de
perios fueron aeí arruinados en un periquete.
la pendiente es directá: si eI bien comúl
interrís general,.República,
político dice: el bien común económico : **
ocial debe decirz- Comuruismo, con mucha mayor tazót'
Pues quien puede lo más, puede lo menos. Si el-pode
elegidó es eicelente para la Casa de Francia, debe se Los eomunistas representan una estricta observancia:
mejor aún para la Casa Dupont y Durand. menos informado, menos atento a la eonstitución política
iPodéis alegat el derecho] derécho-de.herencia,.social der€ y social de este país, tal como resulta de las instituciones
chl de propiJdadl Comprendo este legitimiuno del año vIIL su ma¡xiemo judeo-moscutario omite o
Pero habtía un legitimismb político que alegaha el dere finge omitir aquellas faciliclades de revolución lenta o
cho hereditario de una familia real, su derechoo frut' de expoliación gradual.
del más útil y poderoso trabajo secular en eI mando de En Ll fondo, iin embargo, no se preeenta sino a título
de eetimulante y de auxiliar.

I L
226 1{IS IDEAS PoLÍTICAS
CHARLES MAURRAS 22t
Eetimulante2 para innpedir que los socialistas se duer-
lararl en sus prebendas, err sus proconsulados y suhsecre- ¿_Cómo e6 -qlre no se ve e6to eon mayor claridad?
tarías; Auxiliar, para el gran día. En la sociedad eorno No se pugde repetirlo demasiado; hay en etr. socialismo
en la naturaleza s¿rcede que las cosas proceden ante todo dos rasgos distintos, I Tí: importanre no es aquel que
asigna su nonll¡re al "l
eocialismo: el plan de reiulacíón
por grados rnuy matizados, casi insensil¡les, pero llega
un tnormento en que toda evolución necesita courpletarse del problerna llanrado social, entendido rnás paiticular-
por aquella o'gran partera de las eociedades" que se llama rrente como Ia euestión obrera, taf como se ilantea en
la Fuerza. Este hecho de fuerza más o menos brutal, más la gran industria. Este socialismo, el más vigoro-oo v m€.
o menos exploeiva, no sería por ci.erto cumplido por los jor definido, _no es-el de los grandes batailoñes. La gran
burgueses ventrudos y blandos del tipo socialista parla- induetria en Francia no está bastante desarrol.lada, pese
mentario. Fero los comunistas están allí: una vez clve a la guerra y a Ia pos-guerra, para explicar Ia presencia
hayan hecho o'arder" cierto núnaero de pisos y de'casas, de numerosos socialistas en Ia izquierda radical. Pero
los socialistas parlame¡rtarios (que les habían praesto una en las,regioneg ¡nás extensas cle Frincia, en que dominah
escalera de mano para que pasaran por eneirna de lae la vida rural, el artesanado, la pequeña industria, el
rejas del Palacio Eorbón) §e oeuparán er¡ poner en ar- pegueño comercio, socialista antes significaba republica.
tíe¡rlos de leyes, limpitos y precisos, aquellos incendios, no extremo, color oosangre de buey", ultrarradical. Dicho
§aqueos y asesinatos.
extremisruo, dicha exageración, se aplicaban entonces a
las ideas. Hace mucho tiempo que las ideas republicanae
** cesaron de suscitar entusiasmo o confianza. Su-fanatismo
ha sufrido una caída profunda. El débil residuo subsis-
tente se asemeia mucho menos a un estado de espíritu
Para los partidos de izquierda jarnás ce trata de doc. que a- un interés, o más bien a Ia idea de un interés"- pero
trina, ni sicJuiera de progranoa. Una sola voz de orden, interés privado y casi pensonal. El socialismo del Medio.
un interés: la lucha contra Ia reacción. Jailnás un radical día, _por ejemplo, tiende sobre todo a reaiizar el progra-
bien nacido se dejará regirnentar bajo uua band€f,á BoB. ma democrátieoestatistaz todo el mundo funcionirio, um
pechada de reacción. En cuanto se le muegtre una tira empleíto para todo el mundo, en un pláno de isuaiita.
de paño rojo: corrro el toro arremete, el radieal rnareha- rismo ingenuo. Lo que quiere el radical no es otia eoea"
rá, Egte radical no hace así rnás que eeguir sug hábitoe, Luego ambos-quieren y deben fluerer gordos presupuee.
a-quel otro.su pasión. Lo esencial es que rmareha. Mar. ios, co¡r grandes impuestos confiecatorios.
cha como para encontrarse con sus hermanos socialistas
en torno a la urna, de la que una mala ley hace üepender *tf
la suerte del pais.
Esta conjunción de1 radical eon el socialista, que se
denuncia co¡no una inrnoralidad, es la cosa m6s natural
Pero el radical, miembro de organizaeiones en gue la
gran burguesía no está ein representantes, tiende J colo.
del mundo. c_ar _el punto de la expoliación un poquito menos abajo
t de lo que lo haría el socialista. El primero llanna a
grandes voces a los gendarmes contra la gente que posee
Dicha eonjunción es tan natural por lo rx.enos co.rflo
máe de los cien mil francos que él tiene en su caitera.
Ia conjunción del socialieta con el comunietn. El segundo, armado con su horquilla eocialieta o revolu.
cionaria, hace funcionar Ia homba aspirante desde loe

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I

228 MIS IDEAS POIÍTICAS


cincuenta, Ios veinte o loe diez mil. El principio es eI
mismo, porque el sentimiento que lo inspira también Io
es: la envidia.
N_o
lray que forjarse ilueiones, ni dejarse hacer el cuen-
to del tío por un püñado de eharlatanes de colmillos
Iargo_s; severo análisis de la conjura electoral no da
-el
en absoluto más gue eso. Revivimás los tiempos de la
ciudad antigua en que ead.a vez que cierto grádo supe.
rior de civilización material se alcanzó, c:uairdo h piu.
t_ocracia, maniobrando a Ia democracia, había hecho
desaparecer al patriciado y a la reyecía, los bienes colec. VI
tivos reunid_os, incluso los tesoros espirituales y morales
que se les habían agregado, quedaion envuelios en Ia LAS CUESTIONES SOCIALES
misma ruina. Lo fueron como es necesario, por medio
de la miema Iucha furiosa entre los pobrer'y lor rieos,
entle- Ia- tropa de los. productores aciivos y ielices y Ia
multitud de los consumidores pobres y ávidbs que hailan
muy- cómodo adjudicarse oI fruto dél trabajo] primero
por Ia legislaeió_n y-en se_guida por Ia revueltá,'ei saqueo
y Ia matanza. No lray diJerenóia entre esos dos juegos
de faceiones, desde hace dos mil años hasta hoy. La áe.
mocraeia polílica_produce la demoeracia social. El prin.
cipio de igualdad anexo a la capacidad del sufragii ae
las persona¡_erySe que se lo extiinda a la propieíad de
Ias coeas. No hay conse.rvador demócrata -ea¡iaz de un
poco de reflexión y de lógi"" ,r, et espiritti i"" i""a,
dar una resluesta decenteá esta preguñta:
qué no bs usted comunistaí
-¿Por
Bl eornunismo diluido se llama eocialismo. El eoeia.
Iismo diluido se llama radiealismo, democratismo, repu.
blicanismo. A cualquier alrura qo"
"r mataIanatural
lleve sÍhción
del principio-veneno, se advierté que y
necesariamente a la Ciudad y al Eetado, a Ia patria y i
Ia Humanidad.

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I

LA EC.Ol§OMÍA
Siendo la econornía la eiencia y el arte de alineentar
a los eiudadanoe y a las familias, de eonvidarlas al ban'
quete de una vida próspera y fecunda, es uno de los
fines riecesarios de ta¡da política. Luego es raás impor'
tante que la política. f)ebe pues venir después de '1.a
política, corno el fim viene después del medio, corno el
térnoino está al fin del cRrrrino, plr-es una vez rnás, es eI
carnino lo que se torna si se quiere llegar al térrnino.
o

En materia económica, rnás aún que en polítiea, la


primera de las fuerzas es el crédito que nace de la
confianza.
o

El auge econórnico incita al progreso po}íticci.


o

ET, OR"D'EI{ ECO¡\IOMICO ES EL O^RDEiV


DE [,A NATARAN-,EZ,A
La doetrina liberal asegu:-'a que el bien social reeulta
mecánicamente del juego natural de las filerzas econó-
micas . ¿Cómo 1o sabe? AI paso que los hechos econó-
rnicos vienen a desmentir su esperanza optimista y fa-
I
talista, responde: esperad, el equilibrio ee va a producir
solito. Fero ese famoso equilibrio no se produce. [,os
I

consejos de Los ,economistas liberales tienen para no§-


I

otroc el valor que habría tenido antes para el género


I

humano una secta de naturistas que le hubiegon reco-


I

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232 MIS IDEAS POLITICAS
CHARLES MAURRAS 233
I

mendado cñ¡zarse de brazos a esperar que la tierra I


diera de sí tros frutos y las cosechas. Si hubieee escu- I ideas políticas de la crisis de fehrero.
chado tales voces, eI género hurrano esperaría aún, o l. Loe fenómenos económicos parecen hacer, Por otra
habría muerto de frío y de necesidad. I' parte, en Ia historia, el papel de excitador antes que el
No, ni la naturaleza ni el juego espontáneo de las ie determinador; son cútlsas materiales antes ,qlue causas
Ieyes naturales bastan para e.stablecer el equilibrio eco- tormales. o
nómico. Pero, ¡cuidado!; dichas leyes en las que sería
locura poner confianza ciega y rnística, sería todavía
más locura deseuidarlas. Cultivemos, atormentemos, for- No somos secuaces del Estado'Providencia, pero el
cemos incluso eI arnplio y extraño seno d,e Ia vieja na- Estado no tiene írnicamente funciones de gendarme. Las
turaleza, agreguemos-a su§ fuerzas nuestra fuerza f nuee- tiene, si no de ecónomo, de contralor y presidente de
tra sensatez, nuestra previsión y nuestro interés, dupli- la economíao y comprendemos mny bien que su protec-
quémoslas por todas partes_ nosotros micmos. Pero sepa- ción'no se detiene en los productos y debe extenderse
mos que no manejaremos las cosas sino a condición de también y ante, todo al hombre, stl productor.
obedecerles. Cosechar en invierno, vendimiar en Ia pri' ¿Cuál podría ser eI porvenir cle la raza, d.e la nación,
mar'{ira, he ahí lo imposible. Antes de cosechar y de si ó1 Estidb se desinteresara de las condiciones ofreci'
vendimiar, conozcamos la estación natural de las vendi. das por la vicla a sus nacionales?
rnias y de las cosechas. Y si queremos influir, mejorán- a
dolo, en eI orden económico, conozcámoslo, Por encima
de todo apliquémonos mu)r bien a no desconocer ningu-
no de sus hechos esenciales. Como siernpre, pagaríamos LA CUESTIÓN ECONÓMICA Y LAS LEYES
dichos olvidos y dichas ignorancias, o más bien nuestro SACIALEIS
pueblo pagaría nuestros gtandes errore6.
Si afirmáis que nuestras leyes sociales fueron hechas
a torcidamente, sobre un doble principio de lucha de cla'
ses y uniformidad üe organizaeión, estaréis cerca de la
verdad. Lo estaréis plenamente si, oponiendo principio
R ELACTONES DE LO ECO,NÓMICO Y LO a principio, solicitáie que se legisle o reglamente por
POLíTICO reg¡iones y profesiones, luego de escuchar dictámenes de
No es cierto decir que las crisis económicas siempre Ias competencias, luego del acuerdo directo con los in-
§on causas de las erieis políticas. Sin eml¡argo, sería falso teresados. Ma's, por favor, ¡ gue no se nos. opongan ya
decir que no lo son jamás. La verdad es que las unas quién sahe qué fatalidades de leyes de la eeonomía cuyo
y las otras son por turno causa y efecto. Ciertas explosio- juego rneeánico habría determinado un inevitable en'
nes en 1789 resultaron de Ia miseria; pero sin el espíritu tarécimiento de La vida a raiz de cada elevación del
que el filosofismo había deterrninado en gobernantes y salario !
gobernados, ¿habrían Ios motines degenerado en revohr' Se dice: 'oEs evidente". No lo es tanto como se dice.
ciones? En 1848, sin el licenciamiento de los talleres Las Ieyes que se f,orrnulan suponen que se sobreentiende:
nacionales, no se habrían tenido las jornadas de junio, lo. dem,á,s, igual por otra parte; si no interviene
pero dichos talleres jamáe se habrían abierto sin las
-Tado
ningún otro factor, si no entra en juego ninguna otra
ley más extenea. Y¡¡sqtra ley es verdadera en sistema

I
I
I

234 MIS IDEAS POLfTICAS I

CHARLES MAURRAS 235


cerrado: yo'estaría obligado a vender más caro si, pagara
más a obreros que no me produjeran, ¡tlusrualía áomes. comeJcial más vigilante. En niugún caso puede la "ley"
pond.iente; a si, Io repito, estuviese obligado a reali. económica significar que una poblaeión rica debe morir
zar los mismos beneficios que antea; peio que yo lo de hambre cada vez que el salario de los obreros aumen-
esté, e_s una hipótesis verifieada en ciertos casos y des. ta en ella, pues equivaldría a decir gue la ley de la
gravedad nos obliga fatalmente a_ rolnpernos el pescuezo.
mentida en otro, pues. un lucro cesante no es necesaria. - Las Ieyes proporcionan Ia tabla de las conetancias en
mente una pérdida, ni una causa de qiliebra por liquida.
ció¡r: se puede ganar rnenos y seguir haciendo honor a Ia naturaleza. Al hornbre Ie corresponde no dejarse
su firma; por lo demás no es inconcebible ni sin prece. esclavizar por ellas, sino aprovechar su fiel informe. En
dente que un acrecentamiento. del salario obrero d"t".. nombre de las leyes fatales de la caída físiea, se sube
min_g eI rmeioramiento o aumento del produeto. en globo, y qaizá se llegue a los astros. tr as fatalidades
me dirá que los obreros no quieren eso? ¿Que de la economía deben así connponerse con la mira puesta
-los¿,Se
patrones tampoco? TaI vez están Ln su derechor-pero en el bien ile la nación. No hay proteceionismo, no hay
Ia expresión de su voluntad, el e3'ercicio cl.e tal derEcho libre carnbio que valgan: hay o vigilancia o ineuria, háy
no son eI juego fatal d,e una ley natural. Otrae icleas organización inteligente de las tarifas o resignación a
otras costurnbres pueden naodificar diehas voluntades al
_v
eu juego autornático y mecá-nico, que no puede sino ser
civilizarlas: el anlagonismo entre dos derechos rnuestra deeaetroso eomo toda resignación humaua a los capri-
eI conflicto de dos barbaries enf,rentadas, de ningún mo. chos de la naturaleza. Üna situación material tan com-
do Ia flexible necesidad natural exterior cle las votránt*des. pleja eomo la del suelo francés exigiría una policía eeo-
nómica áspera y apasionadanoente dirigida, pero esta
policía presupone también un Eetado fuerte, vivaz; de-
ll{[ voto a los intereses de Ia patria eutera y no a los d.e
un partido; un Estado ocupado en el porvenir de los
pueblos y ya no condenado a debatirse sin eeperanza
En esta corrupción del lenguaje que earacteriza a nueB. en cada una de las más miserables de las dificultades
tro tiempo se pierde de vista eI sentido de Ia noeión de del presente; un Estado bien servido, reepetado, atento
Iey en tanto cuanto se la concibe como signo de Ia suce. a las particularidades significativas y afanoeo de inter-
sión entre dos heehos. La elevación del sálario y la del 1,, pretar cada urqa de eus advertencias para traducirla en
precio de loe artículos pueden hallarse en estreeha rela. ¡
acto...
ción, pero dicha relación puede- y en consecuencia debe
corregirse por medio de otros faetorqs interpueeto.$ con
oportunidad. Aqoí, una mejor administraáión. AUá,
más ardor en el trabaio. Ddás arriJ¡ a, Í.inanzas depura,
das qye permitan aliviar las cargas príblicaso urrr- der-
centralización racional 6, un estudio - de la legielación

4 ,Es di,clra rplusvalfa f,o qrue la ex,periencia Bü,u¡n no úra sabldo


Drovocar e inrcluso ha _imrpetltdo en seco (1936-1932).
5 tia expgrien'cla Blu,nr ha procedido' al rev6él ,centtalizadión
l

y qur¡¡onta de los iurryrrestos, etc. (rs3o-tggz).


CIIARLES MAURRAS 237
industria del pan, Ia de Ia construceión, se extienden
de Ia más humilde vida rústica o urbana a loe rangos
superiores de la más alta socledad; la solidaridad entre
t_odos tfunden a crear los misrros productos pue-
LAS CLASES de
-quienee
y debe pues ser tan viva y profunda como la sol-ida-
ridad de una rnisma clase: ¡es mucho más social y
¡racificadora !
Que haya clases, que el reconocimiento de tal hecho Nosotros Ia preferimos con creces. Sin negar las cla.
sea la obra de los partidos más avanzados, he ahí sin
see, las suhordinamoa a las corporaciones derlos ofioios
duda una victoria del sentido común sobre Ia uniformi- que reúnen a todas las clases y juntan tros miembros de
dad y la igualdad eoñadas poi. la democracia liberal. Ia nación, en lugar de ubiearlos diviclidos.
Hay clases, hay que decirlo y pregonarlo: eonstituyente,
legislador o adrninistrador, un estádista deberá tener en
cuenta la comtrnidad de intereses y gustos particulares
a los habitantes de una rnisma zona sbcial.
Q,uerer obrar descuidándolo, equivale a plantear un LA CLASE Y EL INDIYIDAO
problerna tachando uno de sus fac[ores principales. Pero
dieho factor esencial, no es el único ni esencialmente El que abandona su posición social, si Io hace sin
benéfico; nada prueba que él deba por sí solo crear la motivo y demasiado pronto, corre el riesgo de dañarse
paz social. a sí rni¡mo y de dañar a los demás: mal doble y triple,
Si ocurre que se eombata de clase a clase, _la paz no que se dehería evitar en el interés de cada uno y
reina siempre en eI interior de cada una de ellas; entre de todos.
quie_ngs más se combate generalmente es entre pares. La El espíritu revolucionario eree a Ia política llamada
rivalidad de Montescos, y Capuletos sintetiza el caso de a distribuir premios a los individuos; ignora que su
las aristocraciae gobernantes; pero las burguesías nada funeión es hacer prosperar Ia comunidad. Donde la
tienen que envidiarles y sahemos euán violentas animosi. sabiduría universal piensa en la dicha eolectiva, en el
dades proseguirse entre farnilias cle abogados o bien público, en ta unidad social, es decir, en la fami-
-pueden
rnercaderes, como vemos las mismas luchas, fratricidas en Iia, eI_Estado, la nación, eI espíritu revolucionario pien.
Io que hoy se llarra Ia clase obrera. sa en la dicha y Ia satisfacción privadas. Naturalmánte,
al primer rumot' de esa noticia, el individuo acude tem-
_ Esas guerras- intestinas pueden sin duda ser apacigua. bloroso, pidiendo su parte. Pero se lo engaña, y dicha
das por un enfoque juitioso del interés cornún. -Peró lo
rnierno puede suceder con las luchas de clase a clase, a parte es vana. Lo que hace Ia desgracia de los grupos
favor de importantes comunidades de intereses, los cua- que lo engendran" rara vez constituye su felicidad; arJue-
Ies existen igualmente de una a otra. llo que daría paz y orden a dichos grupos, con frecuen.
Fuede dividirse la sociedad por descansillos, por pisoe cia se Io daria a él también. Se empobrece Ia sustaneia
y por zonas; pero esta división natural no es la única: de un país, se vuelve anénico a un pueblo cuando ee
sostiene que todo niño inteligente debe pasar, de la plebe
4" g_, grado a_ otro de la escala hay relaciones de soli. a Ia nobiezy deJ trabajo mánual del campá al tr;bajo
daridad estrechísima. Del mris ba$o al más al.to. La
manual {e la pluma, cambiar su bluea pof'la trevita o
oI saco del empleadillo y del maestrito-de eseuela; el
238 MIS IDEAS POLÍTICAS
CHARLES MAURRAS
orden de Ia comunidad lo sufre evidentemerrte, pero el
titular de esa transferencia no se enriquece ni inejora
necesariamente con ello; tal aecenso, sl puede enorgu-
Ilecerlo, comporta igualru.ente una ruptura de hábiioe
por falta de preparación, que puede ñacerlo sufrir, al igue IIeró aI Tercer Estado a eu apo[eo? No ee puedé,
exponerlo a sinsabores y penas qrre no hallarán com- isin epbargo, juzgar las costumbres del antiguo régimen
pensación. i por los efectos de algunas ordenanzas dictadas dos o

__
Todo espíritu objetivo advierte que lo difícil no ee Itres lustros apenas antes de 1789 y que muestran uu
llegar, sino tnantenerse de padre a hi¡o: Ias alturas eo- ;pensamiento de reacción tan pasajeró como alocado.
ciales y aun las posiciones medias son en extremo difí- jEn Francia jailrás, ni siquiera en aquel acceso. de fiebre
eiles de conservar más allá de Ia primera o segunda iaristocrática, causa de entredichos euojosos entre dos
generación: son fuerte,g las tentaciones, fácil el áblan- ,claees tan veeinas coulo entonces lo eran el Tercer
damiento, grolab-le Ia caída. ¿Cómo podrían ejercerse .Estado y la Noblezuy_que tuvo asimismo la d.esdicha de
Ias tareae de la división social sin el poderoso y vaeto ,enajenar a una parte de Ia nobleza una parte del pueblo
movimiento espontáneo de traslaeión sÉcular qrJ tr"" u ,de Farís y de diferentes provincias. ¿Q"é importancia
loe buenos y se l.leva a.los malos? La nnaravilia no está tienen, os lo pregunto, esas anécdotas al lado de diez
en ciue muchos-se reemplacen unos a otros, sino en que sigloe de sensatez política coutinuada?
un_-pequeño número no aea reemplazado. Algunas 1a-
miliae tienen larga v-ida por Ia energía de sus fibras, por :!'lt
Ia solidez de la iradieióñ y por la ialidad del esfuerzo.
S_on poeas. _El Estado debe-más bien ayudarlas: es Ia
elirrinación tro que constituye el hecho óor.:riente l]ama- El libro de oro del patriciado acabó por cerrarse eD.
do derecho común. 'Venecia. En Francia jimás, ni siquiera in aquel acceao
:final, el antiguo régimen jamás d" admiiir el paso
a de una clase a otra. Lo admitía,"&ó
lo protegía y, si aeaso
,era neceearioo según los tienopoe lo iavorécía. Pero no
Io provocaba. O para decirlo mejor, no erigía en deber
LA T/ERDAD HISTÓRICA SO,BRE LAS CI.,ASES la declsión de provocar talee abandonos de la propia
La Revolución cambió el curso natural y el rltmo clase. La constitución de eee deber contra natura, taf eo
precisamente la tara del régimen moderno o mág biea
normal de Ia vida en Franeia. No hav po"r ,ro" alabar- (puft dicho régirnen no exiete a eausa de flr tara) la
Ia, ni por consiguiente ceneurarla dé Laber'inventado tara de la coneepcióri mod.erna del Estado.
lo que ningrin Euceso histórico podría inventar: un he-
cho tan natural como el movimiento que renueva las
altae glases por la ascensión de familiao, I a veces haeta
de_tribus €nteras, ealidae del pueblo. ¿Cómo ee habría.
reformado la arietoeracia militar en Francia despuée Todos log honobres políticos dignos del nombre, a cuaL
de la_guerra de los Cien Años, o despuée de las guerrae quier tiempo y nación que pertenezoan, gaben gue uu
de religión, ten mortíferas, ain el móvimiento dá trane- 'cambio, en cualguier respecto gue se produzca, es urr
. ferencia que hizo pasar la-toga a Ia eepada y renovó lá tema digno de las atencionés y las precauciones más vivas.
, Que un hombre cambie de cor"arca y, segrin la expre.
I

240 1I{IS IDEAS POTÍTICAS I

sión de Mauricio Barrés, se desarraigue, es una pertur-


I

bación, que puede ser felia y fructíféra si el sujeto des-


arraigado halla, sin rrurcho retardo y sin causar pertur-
bación en su medio, un suelo mejoi y rnás favoiable a
sus aptitudes. Con todo, es preciso vigilarlo, y no supo-
ner que el mero hecho del cambio sea un bien en eí.
DeI mismo modo, que otro hombre cambie de clase, EL CONFLICTO SOCIAL
es otra perturbación y otro riesgo, que puede ser feliz
para_ eI públieo como para el individuo qué abandona La primera preoeupación del legislador .debe ser la
su clase si éste se agrega en poco tiempó a otra, con de eustraer el dominio social a las pasiones y a los inte-
otras funciones mejor adaptadae a sus condiciones y vir.- reses de la polítiea"
tudes _per_sonales: ahí tampoco hay que creer que el
mero _hgcho de buscar lo mejor permita encontrárlo, y o
que el deseo de progreso, aun seguido de esfuerzo, asi-
rnismo coronado por un éxito aparente, sea el progreso La paz social se asemeja a la paz de las naciones;
mismo. dura por un egfuerzo que se debe renovar incesante.
pn u_n1 palabra, el abandono de su clase por el indi- mente.
viduo debe ser tratado por la Política, si es nacionalista,
como un mal intrínseco, de que pueden salir grandes o
hienes, o mayores malo¡r La consideración de loJbiene¡
eventuales puede hacer aceptar el mal pasajero que e§ Será preciso plantear la cuestión'social en relación
eu condición: pero eI riesgo de los males posiblel debe eon lo que constituye su ohfeto.
entrar en la euenta. Se la plantea en términos subjetirros, es decir, en re-
ttt lación con los eúbditos de marras: patrones, obreros,
proletarios, propietarios. Lo que es natural en Reprí-
Ahora bien: he ahí la parte de la euenta deseuidada blica democrática, donde todo depende y debe depender
y que por fuerza debe descuidar el espíritu de la voluntad de los individuos, y f¡re votan.
revolucio. Se divide a los ciudadanos franceses por clases, segú4
nario. Siendo liberal, dicho espíritu no concibe más el grado de fortuna o de rango que ocupan, o eI grádo
qug a los individuos. Siendo igualitario y demo uático,
de la escala social a que se elevaron. De ahí estas fórmu-
dieho espíritu no eonsidera de los individuos sino los las brutales: los que no tienen nada contra los que lo
valores y las capacidades personales, sin calcular Ias tienen todo, los que trabajan contra los que disfrutan,
capacidades de circunstancias, y los valores de posicióu.
Además, se determinará por su lógica interna parr eon.
etcétera. La verdadera, la sóIida, la consistente realidad
está ausente de esas clasificaeiones enterarnente acciden-
siderar muy p,oco estos últimos, aeí como igualrrr-ente ta.les. Un campesino pobre? un propietario de campaña
para exagerar Iag primeras.
y un obrero agrícola en realidad tienen más intei.eses
comunes de los que jamás tendrári entr€ sí un proletario
de la ciudad y un propietario del eampo, uñ rentista
de gran ciudad y un gran aparcero. La distribueión
,,.:.

242 MIS IDEAS POLÍTICAS


por clases, poi zonas sociales fundadas en la riqueza o
el rango eocial es enteramente ficticia.
I{*y 'que claoificar por profesiones, por obieto traba'
jodr, pues cada categoría tiene sus pobres y sus ricoso
6us proletarios y sus propietarios, ayudando éstos a
aquóllos, aquéllos socorridos por éstos. EL CA.MPESINO
El viejo pregón judío-alemán de: prol,etarios d,e todos
Eas países, uníos, no se profirió únicamente de circuns' i-Por qué está el campesino descontentg de!lugar que
cripción territorial a circunseripción territorial, eino U h"p,iÉtiea le ha hedho en eI mundo? ¿Por-gué el
que fue llevado de profesión a pro{esión; de oficio a tiifá d"t carnpesino francés cambia de oficio? ¿Por qué
oficio, de cuerpo social a cuerpo social. ,"'á".p""bta'n las campañas {rancesas?- ¿For q"i q"y
;;;;¿";r;ir a hordas extranieras en la época de las
o g=ir"á"r zai.ras? ¿Por qué a -áespecho dol pluuinisrno,
El oi"5o puente'nü"rro sigt e siendo una vertlad y se oye
No hay un solo mal, el proletariado. Itray dos males: - üer'*áe que l.a üelru cúrece
c"da de brazos?
el proletariado y el eapitalismo. De su confrontación i" ."rpuesta' es sencilla. Lo que -la -Hepríblica pod'ía
Burge la idea de su antí'doto común. hacer poi el cannpesino era muy limitado' El Kamtchat'
[." d"^ro, a la antidemocr'acia fue pennitir
¿Qué antídoto? I-a incorporación del proletariado en "or,""u^iorres
rural, que rlio frutos excelentes' Pero di'
Ia sociedad por operación de fuerzas políticas y morales la asociación
distintas del Capital: del Gobierno hereditario, de la cha u.ociución quedd estrictamente limitada a los con-
i.*potát Ei puede contratar libremente
Corporación y la Religión, las que quitarán al Capital "o.. "a*pesino
su ¡isn¿o despótico, impidiéndole reinar solo. con sus vecinos y suJ prójimos, -" -l-u- vez que con su§
;;tg* *¿. "i.:J¿os, lá está prohibido contratar libre-
;;;;;; ; it ddració, de loe iit-p-os, con aquellgs quq
a¿."i"í¿r" o descenderán de é1. No tiene ni lit¡ertail
;;-i;*i;;, ni los derechos de sustitución, verdadero equi'
valente moderno del antiguo derecho áe Tayorazgo, lo
üue srava a la tierra con l"a más pesada de las servidum'
ü;";:; t"p*t" igual Y, Por vía he consecuencia ineluc"
i"fi"" las f^uerte. iripoi""us, al cabo de las cuales están
i"r ü""i,ables despájoe. Un elernento moral, la heren'
;; ;;;;;;;¿iau """ámente, es -el único -qle alequra la
Ño¡ó"'á"ru¡tu del primero de los materiáles: del suelo.
ü:l.

Una hurguesía de picapleitgs- fue !1 principal beno'


,] ficiaria del"loteo ilet ante,fenúltimo eiglo. En las ocasio-
,r.r en que los carnpesinos recibieron vanamente 8u
'_ i'- --._: i
I

244 MIS IDEAS POLÍTICAS


CHARLES MAURRAS zES
parte de ios despojos, los antiguos propietarios fueron
rápidamente vengados por los daños gue desde e.ntonces El régimen estéril esterilizó a Ia nación. Si la elec-
agobiaron a Ia pequeña propiedad. No soy de aquellos ción ¡racional no recae donde es debido, si el trabajo
que encaran bajo el aspecto de fata,lidades históricas de campo no es ayudado y continuado, las probabilida-
insuperables la evolución de la propiedad hacia el des'- des de porvenir nacional quedarán reduci.das a tan poca
pedazamiento y Ia destrucción. Peró u,na vez producido cosa, ![ue el rínico medio de oponer Íaerza a faerza,
el fenómeno, una vez despojado el gran propietario, el causa a causa, faetor material a factor material en de-
pequeño propietario lo aprovecha poco: ciiatura del mocracia quedará perdido por el simple hecho de dicho
financista y del traficante en bienes raíoes pronto se abandono.
vuelve su víctim.a. o
Los parásitos se le echan encima y 1o despojan en
poeo tiempo. Parasitismo im,posible de evitar; arrnado
con los abrumadores derechos de mutación y sucesión CÓNTO ES DESTRT]IDA LA PROPIEDAD
que promulga la democraci'a, el fisco está ahí para
entregar Ia pequeña propiedad a Ia usura. Y la usura, Hay partidarios de la pequeña propiedad. Los hay
a su vez, reeonstituye en lugar de los dominios tradicio- de Ia mediana o de la gran propiedad. Jamás compren-
na-les, dominios a veebs rnás vastos, pero en propiedad dí mucho esa especie de divisiones, cuando es tan fácil
colectiva, tristes h.al¡eres de esa foituna "airónima y comprender que las grandes explotaciones apoyadas en
vagabunda" que despoja a todo agricultor, pobre o rico, fuertes bases hereditarias Borr inmensoe bienes históri-
noble o villauo, de las culturas dé la patriá. cos, pero que la pequeña y la media propiedad conve-
nientemente defendidas, proporcionan en cada momen-
*ls to de la vida nacional una admirable fuente de energía
inteligente y de mesurada actividad. Los demóeratas
Los sistemas políticos tienen efectos automáticos, y la tienen la costumhre de proceder por fórmulas excluyen-
voluntad _humana, por libre que sea, tiene pocos medios tes, €ntre las cualee queda poeo por concebir. Nosotros
par-a anularlos. El régimen electivo presupone la igual. procederemo,s al revés, por afirmaciones adicionadas,
dad de los olectores, la que presupóne lá igualda¿ de compuestas, organizadas. Nos place tener bajo la misma
las funciones: si se sobrentiende que un homhre vale 1o mirada las diferentes fonnas en que se enlaz,an y ayudan
que cualguier otro, o una función lo que cualquiera recíprocamente las instituciones naturales. Donde el
otra; que se puede indiferentemente y a la vez ser cam- espíritu revolucionario profetiza que esto matará, aque-
pesingr_ burgués, diputado, senadorr- presidente de la JJo, nósotros deci¡nos que esto podrá, hacer ruacer aquello,
República, nadie querrá ya ser .rmpeiino, y cada cual o se las arreglará,'con aqu"e,llo.
será más o menos candidato a la presidencia. L,a demo. La gran propiedad necesita para desarrollarse, defen-
cracia es_una bomba aspirante, y Ia escuela su órgano der, guiar y patrocinar: como, para resistir y manteneree,
eseneial de aspiración. No se Ia reformará. Lo que-hay la pequeña propiedad necesita Ber amparada, guiada y
-destruir es el régimen ysi se guiere reencontrar eI
que defendida. Pero dicha cornún necesidad mutua 1stá ella
equitribrio de Ios intereses restaürar el eurso de los misma sometida a una condición polítiea. A esas dos
hinores y de los valores. propiedade's les hace falta un Estado libre de Ia servi.
*l$ dumbre del oro. Fara que la pequeña y la gran propie-
dad puedan hacer apelación al ministerio del oro -sir¿
246 MIS IDEAS POLÍTICAS
tener que tenxerle como el, á,rbitro d,e tod,o es precisr
que el Estado'sea bastante poderoso paüa dominar I
usura, baetante sensato para moderar al fisco, y pro
porcionarlo eon Ios intereses de la fortuna naeional, It
que está incorporada al suelo; baetante dueño de sí po:
fin para no pedirle nada a la elección democrática. EL OBRERO

cuantlo se razona sobre los obreros. Ia burguesía pien'


uu J iiufta como ella les repropha a los
obreros vivir:
¿i"áS, sin preocupación poi el maña-na' sin previsión'
sin tener de la situación. No
"o "r"-ni"-"t
i;át.-;;rá--al "ár.5rnto
ü;-";;;sáciones de hombres qtre a
*"irudo traducen Inás ideas de las- qu: pertene,ccn a de su
;;bifr1"-u iitn to á" "*pr"rión de la sensibiliilad
;;;il;, i.**il lo que d^ieen las mujeres sobre eI
al
ter*a
espí'
ceguera-se puede agregar
;-;d*t;;léis cuánta-
rit, dt justicia Y a la caridad'
Eltras dicen:
es eI obrero más feliz c¡ue antes? ¿No vive
-;No
Í"it fráft"., y comodiriad? ^[No está rnejor vesti'
"o"
-"8"v aloiado? ¡.No come mejor?
do
;;Jd;J. É"ro ellas olvidan que tal 9.t . "t ca6o
n"í"."t. La vida gán"r*l ha elevado sus condicionee de
a todos no es
il-e;r';;árial, v este progreso comrinésta'
;i d" """ t.tr' áIoo". Lot ágtu'ios de ei existen'
,--k. intactos. aumentaron
ouedan
.*lrtio. -agregan
ellas'
el costu
Pero todo aumentóo incluso
de-$sgu¡¿msn1s.
la vida.
--Y.,lu observación precedente se verifica una vez má9.
prro el patránatlo juT{t se mostró tan pródigo
-§i
h"á"ficencia"Y a5nrda social'
"r,Y enumeran lás áopl"mentoe de salario y -las suh'
ven"ione, directas rlel Capital anónimo o del Patrón
;;;;;Í:..Y t"-'s'"g, dL buena sana, '*i se habla de
los
^'_uíi-p"dre,
suyos:
o mi hermarror ies tan l¡ue,o! ¡1\.[i *ia"
rido es t"o g"rr"roro! ¿¡Qué más quieren que hagan!?
I

L.
248 MIS IDEAS POLITICAS
CHARLES MAURRAS 2&9
¡Pero nada! o más bien una sola cosa. sencillamente, f¿¡Tanto peor! ¡Era cosa de ellos, cuando ganahan mu.
señora o señorita, esto: ¡ que comprendan ! Vuestro se-
ñ9¡ padre, vueetro señor'Iiermano o vuestro señor ma. cho !Cada uno debe arreglárselas"; etc. . . . Uno €n
rido no son inmortales. pueden verse rlevados u efec-to se las arregla, y como puede. Es un hecho que
su explotación. Sus buenas disposiciones, *árt"I".; ""ru,y eI obrero apenas puede o sabe economizar. Pero deJde
cambiantes, como_todo Io que vivl, pueden'¿"."p"I"""r, que se le predica arreglárselas, es otro hecho el de que
de excelentes, volverse inilcuas; d"^ g"rr"ro.".,--'"ái""ru" se las arregla asociándose, co.aligándose con sus camare-
avaras; de benévolas, volverse contráriantes, y aiti""t- das. Su sistem? para arreglárselas consiste en pedir por
tosas. Todo 1" qq9 de ellos depende, Ia coalición y la huelga, los más altos salarios posibles,
bién? Y Ia coñdición del obiero ia'"rr"¿variard uri r"*. sea eon miras al ahorr_o, sea para otros objetivos. No
variaciones?
.rl,r], ,ut". hay por qué preguntarle cuáles: es asunto iuyo, es su
La bondad de vuestro señor padre o de vuestro señor lucha. Sí. El caso de Ia lucha de clases nacerá o volverá
marido asegura a-I_os proletarios que d, él;;;"nd"r, a nacer cuando una clase hable del del¡er de lae otra§
un.a po_sición estable, ün porvenir- reglamentiili, en lugar de examinar si ella cumple el suyo.
yeje1 aI abrigo de l-as primLras necesid"ad"r. -lv .i ""u
bondad camb-ia? ¿S-i un venta t" i""*pt"ru "r,u
-
pol I3 in-diferencia de una"ontrrto-de
"socieda-d"? ¿Áút;;;il qo"
todo lo demás sea puesto en cuestió"t
¿"Q-""-i"ao--uq""-
llo que se_ereía estable deba volv". , blrib"l;;;;i En lugar de imaginarse a todo obrero como perezoso,
yo agitado, disipador, ebrio, imagínese un obrero normal,
no digo: No es iry1"; piá.-rlri * ,r"-
{iS"._ No es posib,le,-'"ip"i
ta no de una acción, siná ni .demasiado laborioso ni demasiado haragán, aficiona-
de un hámbre á"-p""ru"
que debe do a veces a levantar el codo sin ser alcoholista, de mano
Ld.q.:bl"r, quer.er volcar ese sistema de inee
tahrlrdades,opresivas. si admitís Ia imposibilidad de abierta, pero no agu¡jereada; imagíneselo debiendo sos-
dereneros ahÍ, djseerniréis Ia verdadera cüestión, gue tener a una mujer y a sus hijos. Y pregunto: ¿Si dicho
oe pnncipio. ¿Será el obrero dueño del mañana?-
es proletario de esa laya puede aduritir con facilidad que
La cuestión no,se plantea muy duramente en Ios pe- su porvenir no depencla sino de Ia bondad de un buen
queños, oficios ealificádos, que sé ejercen señor,. aún muy bueno, o de las generosidades de una
lo""iü"¿"" compañía que puede de Ia noche a Ia mañana horrarlo
""
de mediana población. obriae todo"s ;;-;;;;;;1"1
rumhres estqbleeen por sí mismas un mír¡imo "or- de Ia lista de su personal? Si no se dejan a dicho obrero
áe orden normal otros recursos que ahorrar de sus altos salarios
y de pa"- Los rigorás anárquicos se durcifi"; d"
rero se hacen sentir con toda su violencia en las hlcho.
vastas
inestables, ¿no ,se lo obliga desde entonces y en concien-
aglorneraciones de la gran industria, donde *il". - cia, hasta en nombre de sus deberes de padre y esposo,
obreros engan-ehados ináividualmente ocupan un puesto J" a mostrarse ante el empleador exigente hasta lo absurdo,
que a veces les vale buenos salarros, pero gue no Io hasta Ia locura, hasta Ia destruccián de su industria nu-
ocupan sino por aza\ para un día. 'Nua, háv- q;" tricia? En tal caso, únicüfitente la exigencia le asegura
garantice. Quienes lo p_ilrden, pierden l;;;#¿"r:*.odo Io el mañana.
to qfue trenen. Si no ahorraron nada, uo les queda sino Situación sin analogía en Ia historia. El siervo tenía
tender la mano. ur gleba y el esclavo iu ,mo. EI pr_oletario no- posee s¿¿
Pero ahí se levautan Ias voces que ya conocemos: propia persona, no estando seguro del medio de alimen-
tarla. No tiene ootítulo", ui 'oestado". Es salvaje y vaga,
250 MIS IDEAS POLÍTICAS
CHARI,ES MAURRAS 251
bundo. Se puede sufrir por Io que éI sufre. pero má
que éI Io- sufre la sociedad misrna. Se comprende Ir ¿De dónde proviene dicha explotaeión? ¿Qué-Ia per'
cueetión obrera euando se ha visto l¡ien que eila está ahi rriie?; ¿la produce y, a veeeÉ, Ia vuelve necesaria?

El burguéB no comprende que 1i el obrero y él no


abordaroñ todavía en serio y cordialmente, corno ciu'
.
BI o}:rero que_ no tiene más que su trabájo y su sala dadanos del mismo pueblo y órganos de- un mismo Esta'
rio debe naturalmente aplicar &r esfuerro á gárrr, *, do, la difícil, pero clara cuestión QJre los óbsesiona, es
cho con poco tr_abajo, sin escrúpulo de agotal: tra inrlus porque la políiica democrátiaa re-publicana ilebió _-por
tria que loe_mplea. ¿Pbr c¡ré sá pr"r"otrriría acerca de su iiterés más egoíst¿- s¡f¡¿ntarlos con problemas qlle'
porvenir de tras cosasr en un. mundo que no se preocup¿ rentes y de pura fachada. Letrado, culto, dueño de
por el porvenir de los euyos? grandes oeios para la reflexión, el-burgugs 1o- supo leer
Todo en su destino Io d'onfina al presearte: él le sac¿ io qo" el obréro que colgaba el busto de Mariana (a)
Io qug el-presente puede darle. Es pbsible qare lo expri delánte de Ia Bolsa del T-rabajo descifró con facilidad:
rna. Es é1 el primer exprimido. el nombre y el apodo del enernigo común: ¡política!,
, - to.huevos
de los
que no_ quita par.a que con eso rnate Ia gallina
de oro. Lo quL no de¡'a de ser el alto dr ¡democracia!
, JOtrt, no es in{erioridad de vuestra parte, señor- bur'
un idiota puro. gré", es también vuestra previsión, y en esta previsión,
que sea idiota, mi querido seíror. ¿\ iimider. No veis la cuestión porgue teméis verla, en
-Adrnitamos
usted? Usted Ie critica que comprorneta ,., porrrunir; raz6n de las perspectivas muy seriamente, inquietantes
Iuego-, lo exhorta u purrur: en éI; áhooo bien, que podría rnóstráros. Pues la cuestión, la verdaderao
{uiere us,
ted decirme_bajo qué fonna un proletario'aialariado gue óonsiste en establecer al proletariado, repreeenta y
qued-e concel¡ir eI maírana?; como no sea bajo formd d"r*."" de vuestva parte ciertas concesiones de fondo, y
'de alto salario siempre inflado, no tendrá rnás" remedio
eacrificios de forrna, que revisarían todo el régirnen eco'
que figurár'selo comó I" co*quista de Io que usted llarn¡i nómico exister.Ite. Ahora bien: véis ya perfectamen'
su propio bien, y de Io que 0l llama 'oinstrurnento de te hasta dónde se puede haceros iro rnarchar y correr
su producción". Tales preteneiones, tal vez insanas, soil si tomáis ese camino. Si concedéis .4., se os pedirá B,
aquellas que deberían nacer de Ia desesperación de url
ser hum,ano reducido a la triste suerte dil simille asala.l
y será preciso Ilegar hasta la Z. Más vale defen'
derlo todo, puesto que se declara quererlo tom:ür todo,
riado. Todo Ie impedía tener previsión razoiable: sq y que entre quieneJ se defienden como vo_! Y tra_nueva
previsión se ha vuelto irracional. tlaáe ávida y arnbiciosa que os ataca? nadie está y en
Lo,gue,no quita para que haya producido rnagníficasl Persona, paia hacer respetar y durar un justo acuerdo
virtudes de mutua áevoei3n. reeíproeo consentido. 6
El honor sindical, Ia unión de las clases son fuerzaÉ
morale_s que no se debe sutr¡estiniar, aunque hayan sido
horriblemente explotadas y "por los políti, (a) Amo,rto tpeyorativo 'q,ue los antir're,p,ublicanos dan en E ra¡rcia
cos demócratae. "*o"rr"oadas a la Roprfr,blica. (Nota del tratl,uctor).
e Estás Uneas fueron es,critas lhacia 1908' en ocasiÓn de las
i

bueltes de Draveil-Vigne,ux.
CHARLES MAURRAS 25s
draba demasiado, sino porque lo hacía mal, porque a
Ia l.arga sus cuadros habíanse vuelto demasiado estrechos
y minuciosos, y se habían prestado a Ia constitución de
monopolios abusivos, a veces peligrosos para el público,
a veces embarazosos para ciertos especuladores y gente
LA ORGA,NIZACIÓN DEL TRABAJO: de horca cuyo poder estaba en vías de aumentar. Pese
CORPO,RACIÓN Y SINDICALISMO a todo, era sobre esa vieja base muy reformable donde
subsistía el trabajo nacional; y cuando ya bajó la reye-
eía, la pandilla de los econornistas y russonianoe la hizo
LA COR.PORACIÓN bambolear, y quiso romperla, el sentimiento'público en-
eabritado opuso tales resistencias que fue necesario com-
Si en el siglo xrrr y mucho, mucho tiempo después, si poner y ceder terreno. Como las quejas eontra la corpo-
en vísperag qe Ia Revolución, la corporaóión prestaba ración de oficios no procedían de miembros o'oprimidos'0,
servicios,_ dichos servicios no se li¡nitában atr provecho
sino del exterior, principalmente de políticos teóricos y
privado de sus miembros; comportaba ventajas púhlicas, hombres de negocios, las viejas trabas moleetaron, sobre
quiero_decir ventajas para la propiedad. El o6rero or- todo, a loe arnbiciosos y a los explotadores, y huho que
ganizado en Ia corporación de un oficio se beneficiaba retroceder. El rey Luis XVI tuvo el buen sentido de
con Ia inmensa Íaerza que Ia asociación y Ia unión agre- retraerse: no lo bastante, pero algo. La Revolución no
ga1_a _cada unidad humana; si la organizaciór, de táles
rgtroeedió. Dictó el decreto Le Chapelier, que cada
unidades contribuía a volver esta]rle y próspera la socie. cual puede leer en nota de la página 2 ilel Anuario' de
dad: comportaba pues una disciplina prru la corpora- los sindicatos. s
ción y sus
-miembros, para el grupo y ias p"rsorral q.."
Io componía. Este decreto no volaba de ningún modo al socorro de
comodidades personales: ¡era la expresión de la teoría
.,.81 individuo, como se osa decirlo'z no era, pues, russoniana, y no otra cosa !
"Iibre":
o'Ia
p^?r1 ler f.eliz, soportaha para trien y pur, *uÍ
fuerza" del grupo, quédando e-ncuadrado "y'regimen.
t_ado en Ia corporación, aun en las épocas en que ésta era 8 IIe aq,uf el texto de'l artlculo IIlt de la Ley Le Ctrapelier,
floreciente. f no fue por el abuso 'de los ni de a.ño II: "Si contra los princlpios de la L¡bertad y de la Consti-
tución, ciudadanos dedicados a las mismas pro,fesiones, artes
Ias reglamentaciones Ia corporación "oá,d.o.
pereció. y oficios, to,masen deliberaciones o hic'iesen convenios tendientes
"'o-o deelinido
corporación había ,o p-.rqoe encua- a rehqsa.r d.e c,oncierto o a no aceptar s,ino a determlnado precio el
-La socorro de s,u industria o de su trabaloi dichas deliberaciones o
conven ios, aco,mipañados o no por Juramentos, son declar,ados
ínconstit,ucionales., atentato.rios a la Libertad y a la Declaración
. ? .Si trabla,mos {te obreros y cle trabajadores fran.eeses, no
de los Derechos del Ho,m.bre y de efecto nulo".
diganros: eI individuo. Esre,perró es un ináiíi¿u;.-Esi;-;il,ñl-u, I"os ohreros y jo,rnaleros fueron adver,tidos además, por una de-
individ,uo. El pri,mero- de Io§ seres vivos, gror más a¡a:o q,ue -se*r, to
eisión del C'omité de Salud F,úbli,ca, del segundo dfa de pratlial del
torme-en la esca,la, ongÉ,nica, es r¡n ind.ividuó. pa,;t rn go,mórá, para. a,ño I[, que to.dos aquelios que se coaligaran en el terreno profe-
un -o.b¡'ero, para un Francés, emp,Ieo el únieo térrnino convériiente, sionail para defender sus intereses comunes sup'uestos com'pare-
y d-igo qu,e- es üna, rperson*, v ál rest&b,lecer er vorcablo acle,c¡uado cer.fan ante el ;trib'unal revolu,ciona,r'io.
no hago solamente ,trabajo dé grar'áti.co, sino que eviito u., enror Una petiaión se dirigió a ,la Asa.rnrblea Na.cional ,por miles de
g,ue la lóqice irn¡pondrñfa; pues siel indirviiuo es dios,-;ó,;"-i; á;;; obreros de las corporaciones. Le Ct¡apelier la tr'izo redhaza¡r, e
hizo decretar qnr,e las re'uniones de obrer"os eran inconstituc¡onales'
P:TjL al individuo
nlerúo as'aalor,
perro, no se atraviesa al ¡noivilüo--páuio- con er
no se a¡¡roja at indivialru,o grano d,d trigo bajo tr'ina,ürnente proelamó en la, trib,una, quc jra no habfa más que el
la rueda-d,e{
del m¡olino. interéc particular de cada individ,uo y cl interés general del
gobierno.
254 MIS IDEAS POLÍTICAS
CHARLES MAURRAS 2s5
El espíritü d" ese decreto erar el de prohibir a los
obreros (o a los patrones), coaligarse oopor suis intereses lrabajo eon eI capitaL de]¡en regularse por compromisoa
conlunes supuestoso'. su comunidad era opre' recíprocos, qy9 leo perrnitan concedersé garantiae equi"
siva.para los unos o-¿Porque
loe otro-s? ¡Ahr-no!: porque eus ralentes, estableciendo por una y otra párte, Ia fuerza
asooiaciones y uniones inspiraban -quspicaciae a los celos ¡ Ia proeperidad.
Eue u'n Estado, que los russonianos, llamados entonces
ta guerra social tiene partidarios; cualesquiera que
jácobinos, no concebían sino como absoluto y BiIl límites, rean, guieran Io que quieran, no pueden querer que
errranoipado de toda sociedad seeundaria, conforme aI licha guerra sea eterna. Y Ia inmeñsiclad dá los daños
voto esáncial del Contrato Social,. Fue contra eI interés ,on ![ue ambos caülpos están amenazados por igual, uráe
y la libertad de las personas, obreras y patronales, que ll campo obrero que el patronal, en verdad, mostrará
Ee dictó el farnoso decreto: Ias yiolentas resistencias :laramente que las ventajas de Ia guema, de sui labores,
qtre halló desde entonees Io pmehan con abundancia. le sus ejereicios y de sus pruehas, no pueden concebirse
iino a título transitorio. FIuy que trIégar a la paz de,
:odos_ rl¡odos-; y si se reconoce por una parte que-Ia paz
ocial por el sociatrismo (o Ia puesta en comü", de -los
La historia obrera del siglo xlx no es más §[ue una larga nedios de _prodgcción) es solución quirnérica, por la
aspiración y una ardiente reacción de las personas obre- )tra se vuelve a Ia realidad sindical, primer germen de
ras y de las voluntades obreras, contra el régimen de a organización corporativa, la que de suyo define o
aislarniento "individual" impuesto por la Ftevolución, ugiere un acuerrlo. Acuerdo a Ia vez inclustrial y rnoral,
mantenido por el bonapartismo y el liberalismo burgués undado en el género del trabajo, inherente a la persona
sncesor del jacobinismo, no menos despótico, que llegó lel trabajador, y que reconoce a quienes no tienen
a irnponer su insana doctrina a la reyecía de julio, pero rropie.dad ma_terial propiarnente dicha, una propiedad
que fue vencido (a rnedias y de la mala rnanera) bajo lamada rnoral: la de su profesión, un derecho:- el de
el segundo imperio, cuando por fin el tlerecho de coali' u prop-io grupo profesional' Es la rinica idea capaz
ción reconocido fue deserucaderuado, en lugar de eer le_pac-ificar aI trabajo dándole una ley aceptable para
organizac{o. odos los interesados. Fero la pacificación y la legisla-
o ión_del tr_abajo presuponen un orden político. NIíen-
ras los ambieiosos y /os intrígantes hallen en, las pertur-
DEL STT{DTCALTSMO 'aciones socia:Ies el med,io legal y fácil de entrar a las
sambleas y los ntiruísterios, lu,s leye,s mísmas serían
X.a concentración sindical responde a la concentracián
or ja"das con miras $ pl oüocer y facili,tar dichas per-
capitalista, corl armas similares, y su lucha cesa de eer nrbaciones.
enteramente desigual; será necesario o contar con la Este régimen, es la prirna para los agitadores. Orga-
masa obrera organizada o resignarse a interrumpirlo to'
iza, regula con toda exaetitud su carreia. Quieuquiera
do, a paralizar la industria, la nación, la civilización. aya predicado la huelga y tra deserción, siempre será
La riltima hipótesis ee inaceptable. Es preciso que l,a ecompensado por los sufragios del pueblo.
obra sea. Es preciso que el mundo moderno prosiga su
tarea propia, gue consiste en ordenar nuestra Tierra. No ee llega, de otra manera. Itray que pasar por los
Ee preciso que intervenga un tratado entre los principios
,timo. grados de la perturbación y de la ánarquia para
en guerra y para provecho de todos. Lae relacionee del olverse guardián del orden. El personal del eobiérno
epublicauo se recluta por la Revolución.

t
VII
RBTORNO A LAS COSAS VIVIENTES
FRANCIA Y LOS TRA$ICESES

Pouemos a Francia ante todo, y al servicio de Francia,


uos e€forzamoe por establecer á*ám"no exactós e ideas
verdaderas.
Nacer pn Francia y de vieja sangre francesa, aurr cüa[;
do se pi'oceda del último de los desheredados, es- aun
nacer foseedor de un capital inmenso y d9 ry privilegio
sagradó. Es llevar consigo, y. en sío un título de herencia.
Ee- adquirir posibilidadés de progreso moral y -mat-erial
que nó fuerón ofrecidas con tal abundancia a los hijos
de uinguna otra nación.
f''

Las largas duraciones históricas mereceno en el pagadot


una admiraeión eetudiosa; en el presente, nuestra filial
devoción. Que haya una Franeia, gue ese tesoro territo'
rial, iuteleetual y moral haya descendido a través d'e
los Eielos hasta nósotros, es un beneficio que todo ciuda'
dano y -entodo hombre digno de este nombre deben
emP-e'
ñarse prolon gar y pérpetuar. Aungue 9l -fi1 de cada
uno sea inevitable, loe obreros de la sociedad futura tie'
nen el deber de trabajar por el porvenir; uo como §e
nos lo hace decir con harta estupidez, según los aptiguoe
planes, eino sobre planes conforrn_es a esas grandes leyes
que permitieron a los antiguos planes el ser seguidoe.

El cimiento de Ia nación franeesa no es poderosísimo,


el depósito de nuestras tradiciones no se acumuló eu
la raza y en el pais, sino porque Francia existe por
modo muy diverso del mero hecho de constituir una

t_
260 MrS. rDEAS POLÍTTCAS i

treintena y una cuarentena de millones de cabezas v


vientes. Cuarenta millones de hombres vivientes, *,
pero 'un billón de hombres rnuertos. El verdadero c
miento, helo ahí.
Como Francia es políticamente anter.ior a los frane
ses, la agricultura francesa e-" superior a log campesinr
franceses, la industria francesa á los industrial"i f.u,
geses. Pastoreo y laboreo, decía Sully; el gran rninistr LA PATRIA
d"-.r: gran rey se cuidaba muy bien de décir : pastorr
y labradores.
LA PAT'RIA: HECHO DE NATURALEZA
Nuestra patria no nació de un contrato entre sus hi-
jos, ni es ll fruto de un pacto consentido entre sus
voluntades: he ahí algo que el espíritu de fines del siglo
x¡x admiiía ya. Pero-he-ahí también algo que se reñu-
saban a servir, a saludar y siquiera a admitir los soste-
nedores lógicos del individualismo revolucionario: la
idea de patria. Sólo que ésta pudo imponerse, gracias
r la fioerza .de las amenazas europeas: fue luego preciso
que el Gobierno, poco a poco, se patriotizara y se mili-
ratizata, que retornase? en una palabra, a Ia línea del
mayor interée que nos sea eomún. Pero esta reacción
rle hecho, esta reacción instintiva y física, por otra parte
contrariada por las fuerzas y Ios intereses republicanos,
no es Io que justifica Ia idea de patria.
l$*

Siéntese Ia tentación de definirla corno una asocia-


ción de intereses; pero ei la palabra de intereses encie-
rra un eentido preeioso, la de asociación destruye su
efector, pues otasociarse" es un acto de voluntad perso-
nal, y no .es nuestra voluntad lo que nos hizo franceees.
Nosotros no quisimos nuestra nacionalidad, no Ia he-
'mos,ni delibeiado, ni siquiera aceptado. Algunos tráns-
fugae por cierto la abandonan; quienes se quedan no
eligen quedarse. Es un estado que les acomodao y que
ldiez mil veces contra una ni siguiera pensaron que
jalguna vez podría dejar de acomodarles. Una asocia-
lción dura por,la acción eontinua de la- voluntad perso.
;al-contrario, por' una actividad- gene.
lnalr"la.patria dura
I

t
t-
I

POLÍTICAS
I

262 MIS IDEA.S l

CHARLES MAURRAS 263


ral superior en valor, como en feehar. a la voluntad dr
lae personas. La patria es una sociedad ruatural, o lo sigios de colaboración gradual despertaría los sentimien-
flue equivale exaetamente a lo mismo, histórica, Su tos que unieuon a nuestros padres, contra el enemigo
earácter deeisivo es el nacimiento. No se elige su patria .amenazante, en torno al cetro, a la espada tutelar, al
tierra de sus p,adres- como no se elige palre ¡ patrón y al defensor coronado. Nuestra his¿oria mues-
-la
madre. Se nace francég ¡nr el azar del nachnlenfo, comÁ tra ser rnuy cierto que los Estados se filndaron en Ia
se puede nacer Montmoreney o Borbón. Ante todo er amistad, pero en extremo falso que urra vez fundados,
un fenómeno de herencia. los Estados no se mantexlgan sino sobre aquella base.
La sensibilidad democrática y republicana que E( Pues Ia arnietad surtió efeeto. Creó una lierencia. Y
debate instintivamente contra €sas idéas, y sobre todo ee entonces cuando dicho prineipio hereditario pasa a
contra sus consecuenciag hace lo que puede por es desempeñar un papel de primer plano. Tal la sugeren-
caparles. eia que emana clel nom]¡r,e rnismo de patria; como lo
.t¿ + proclama eon naás alta voz aú:r el tér-rnino d.e ruación,
que significa nacim,iento, o no significa ¡rada.
Los fraucesee se vuelven amigos nueetros porilue Bor Así eoncebido en su meo1lo histórico, elr su esencia
franceses; no son franceses por{ue los hayamos -elegiil« hereditaria, eI patriotismo se aproxirna a las ideas con-
eomo amigos. Estoe amigos son recibidos pof nosotrosr tra las que en todo tiempo se levantó la demoeracia.
nss fueron dados por Ia naturaleza. No déjemos jamát Iface desaparecer las viejas repugnancias que podrían
poner aqlella carreta delante de este buey. Tampocd subsistir contra Ia noción de soberar¡ía hereditaria.
dejemos decir {ue al poner delante lo que debe estárlo Cuando se comprende que una patria tiene por misión
sacrificamoe lo gue siguer pues esto nó está bien sinr reeistir a Ias torr¡rentas del Tiernpo, euando se concibe
estando en Bu- Iugar. _Nada ierá más precioso que tenel la nación, como Barrés, a nnodo de oouna cosa eterna",
franceses unidos por Iazos de amistad-. Mas pala tener, cuando se sahe que Francia no es una reuruióru de indi-
Ioe tales, hay que aceptar los medio6, y no -contentarsr uiduos que uotan, sino an cuerpo de fanz.il,ias que ai.aew,
con declaraciones e inseripciones en 'lás pareiles. Már Ias objeaiones de principio se desvanecen y él eentido
'ee hará por la amistad iIL loe franceees-con decir o hietórico reclaroa eoÍlo necesidad o convenie¡ecia Io
origen y las fuertes razones de su cornunidad nacional que primero parecía una dificultad.
que c9n igponerlee desde ahora simpatías teóricas, obü Cierto, es necegario que la patria se conduzca eors
gatorias. Los f¡¿nreses de hoy ee aJombrarán si ee em justicia, Fero no es eI probleraa de eu conducta, de or¡
pieza por afirmar el carácter forzoeamente amintoso dt movimiento, de su acción el que se plantea al intentarse
cue relacionee cívicas, pues la vida eocial no es de nin enfooar o practicar el patriotismo, sino tra cuectión de
guna manera un idilio, y los deemenüdos a dicho Bueño su existencia ú¡isrna: el probtrema de su, vida o de su
como no cesan de llover en los hechos, mulüpllcan !o{ muerte.
qotivos de decepción _e irritación con que Iá amistari Para ser justa (o injueta), ante todo es preoiso que
efectiva quedará ratardada exista. Es sofíetico introducir el caeo de Ia lusticia, -de
*9 Ia injqsticia o de cualquier otro uoodo de la patria, en ol
capítulo que sólo trata de su ser-. Agradeceréie y honra.
Por el contüario, el ostudio de nuestro antiEuo DlraB réis a vueetro padre y a vuestra madre, porque ion tale¡
tesoo franoés y de lnr§ eeqlt4jes scüaaaqtad,a; poi ¡t¡o eon independencia de su título peroonal a vuostra sim.
p¿tÍa. Agradooereis y honrar6is a la patric, porque alls

t
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"l I
i
i.'
264 MIS IDEAS POLÍTICAS
CHARI,ES MAURRAS 265
es ella.o y vosotros sois vosotros, con inclependencia de i Po" ahí tenemos, sin duda, a los chinos y los tibeta-
I'as satisfacciones que eIIa puede dar 'a vubstro espíritu
,¡oc, a quienes honro y admiro, pero estáñ algo lefios
de_justicia_o a vue.tro drror de la glo"i".- Vü"rt"o para sacarles ningún provecho. Empecemos por darle
pa-dre p!_ede ser enviado a presidio: Ío honraréie :lo
mismo. Vuestra _pltria puede-cometer grandes errore§: un empujoncito a nuestro vecino [Icalegón, sobre todo,
empezaréis por defenderl_q, por conservárla segura y li- si ee le fluema la casa; es un principio de moral elemen-
Nqda perderá con ello ia justici a; la priáera con. tal y la polítiea lo ratifica.
tI":.
dición de una patria
-justa de toda latria, es Ia
de,existir; y-la _segunda, por"oño
otra parte, la ie poseer la
independencia de movimientos y la libertad. de acción
voluntaria sin las cuales la justieia ya no es más que
un sueño.
a

EL EGofSMo PATRIúTICT
. Sí, todoe los socorros de los hombres, se deben al
hombre. Edipo y don Juan están de acuerdo. C"r 1"ilo,
rne parece recordar gue está más recomendado §ocorrer
ante todo a nuestro prójimo, y como prójimo (en el
lenguaje sagrado, proiiníus),'". ,r, veriadlro superla.
tivo, de ahí resulta que nuestra primera caridad'debe
endelezarse hacia los-eeres humanlos menos arejaáos de
nosotros.
¿Es esto -qgoísmo? No; salimos así de nosotros, de
nuestro verdadero rlosotros, el que se llama yo. Ninguna
huella hay de egoísmo en tomár anre todo io*á áli'¡"to
de nuestros euidados a gente a cuyo Iado Ia suerte nos
puso en la vida. Es con m¿"il juegó de metáforas cuando
se dice: egoísmo nacional o -,.egáísmo sagrador,. Tales
egoíamos colectivos no tienen su$eto persoáal único que
sea su.responsable. Las así llamádas óríticas del egoísiro
naciorial no tienen ningún objeto. ewien, siraá a su
p-?triü-1to-se sirae a sí mísm,o. -Se a otrd, cosd,,
d.istinüa de é1. Y_ es p-o_r otra parte"oosogrd,
a ese grupo muy
próximo-: casa, calle, áldea, a quien se apliü ,lo u*o"
del prójimo real y fecundo:
'+*

L
CIIARLES MAURRA.S 267
La nación está antes que todos los grupos de la nación.
La defensa del todo se impone a las paites.
o

LA NACIÓN En el orden de las reaüdades, están las nacioneg. Lae


nacioneg antes que las clasee. Las naeionee antes quo loe
negocios.
La idea de nación no es una oonutrle'l cor¡ro lo sostienel o
los chifladoe anarquistas; es Ia represeutación e¡r tér
rninos abstractos de una fuerte realidad. La nación e El derecho de las naciones participa de su desigualdad.
el más vaeto de los círaulos comunitarios que exister Contiene pues algo idéntico y algo diferente.
e_n lo t-emp-oral,_ sólidoe y completos.
-quien- Quebradlo, y dejái
El eentirniento nacional varía evidentemente de pue-
desnudo al individuo, perderá toda eu defensa blo a pueblo; hay formae de gobierno que Io protegen
todos su6 apoyos, todos Áus eocorros. y Io fortifican, otras que lo dejan relajarse y disolveree.
Libre de su nación, no lo estará ni de la penuria, n Bajo estas diferentes formas, tradieiones desiguales en
de Ia explotación, ni de la rmuerte vio,lenta. Conc uimos faerza.y eficacia se mantienen flsssüidan- o se
pue§, conforrne a la verdad naturalo que todo lo que é renuncran -s¿
es, todo Io gue tiene, todo lo que ama está condiciónadr La diversidad de tales elementos es una de las causas
por la existencia de la nación: por poco que c¡uiera guar de la diversidad de Europa, la gue reaeciona ella ¡niema
datse, es preeiso que defienda, cueste lo rtue
-cuesteo'a
sr
sobre las naciones, por Ia variedad. de sus cuadros terri-
naeión. No hacemos de la nación un Diós, un absolutr toriales, de sus necesidades y ambiciones, y de lae satis.
metafísico, sino cu_ando más, en eierto rnodo, Io que loi facciones que taleo ambiciones y necesidades halla¡r ea
Iae otras.
,gliguos hab-rían llamado una diosa. Los alernanés qur
'deifican a Alemania hablan de su viejo Dios, como -dr o
Jehová, único, infinito y todopoderoso. IJna dioea Fran
eia entra naturalmente en relación y componenda cor Para decirlo bastan las palabras: se entra en un par"
Ios pri_n_cipios de vida internacional qü, pu"ien linoitarlr tido, pero 6e rrac€ en una naeión. No se podría repetir
y equilibrarla" En una palabra, la n-acidn ocupa la eum demasiado que hay entre los dos términos la diferencia
bre en_Ia jerarqrría de lás ideas polítioas. De ^estae fuer quo va de la Asociación a la Sociedad.
tes realidades" es la más fuerte; euo es todo" Quienee se asocian, erean eI elemento común estabtre-
Subsuntí,end,o todoe loe otros grandes iutereses comunet cido entre ellos. Los miembros do una aociedad empie-
y teniéndoloa bajo su dependéncia, está perfectament( zan por pertene,cerle. Pueden en soguida adherirse a
qlgo qae_en caso dc conflieto, todos aquáIlos interesei ella, rebelare,o contra ella o abandonarla, pero ella lee
debe¡r ceder ante éI, por- definieión: af cederlo ¡ eeder. preoxistía. Si la voluntad personal de ollog crea su con-
aún a Lo gue elloe c.onü1nen en sÍ misnroe de rnáe general ducta roepecto de ella, la existencia de ella no depende
de la do ollos, sino en débil nodida, y nnuy alejada.

L
268 MI§ IDEAS POLÍTICAS
Para estahlecer el carácter clistintivo de una nación
bualquiera, podemos Iimitarnos
" ".".iá"rrt
to único de su historia. Las cualidades qre "o-*iir"".
;; ;ii;r"
de gn pugbl_o deben ser constantes, de'nioá; q"; .*
revelen a Io Iargo de toda su vicla. EL H.OMERE Y SU NACIONALIDAD
Los órganos de amplia unificación, Ios creadores de
grandes nácionalidacles no son las personas, en inmensa
Iropu de pequeñas voluntades autónomas. Estas- limitan
-"rrrrpo-
uu de acción al interés particular de cada uno- I
al Hmífrofe, de Ia familia, {ue ee la o'prolongación" del
yo. Es Io más que se puede pettir al ciudadano consul¡a'
ho librernente. En historia, toda la añadidura viene 'de
Lrna raza de seres bien diferentes, del puñadito de los
-jefes: fundadores, directores, organizadores.
Ellos perfeccionalt una vida social superior a la vida
individuáI. Quitad, suprimid, tales crradros- mejorados por
ellos, destruid sus'cimientos, tratad de relacionarlo todo
con el o'individuo", dadlo todo al Número, quitadlo todo
a la Calidad y veréis nacer formaciones nuevas, que val'
drán exactamente 1o que valga el promedio personal.
Italia vale máo que las personas que componen a'l pueblo
italiano, lo mismo que Francia vale más que nuestros
franceses; pero ocurie que ni nuestra Francia, ni Italia
tuvieron pór principio generador al sufragio universal y
al régimen igualitario. Una y otra descansan en genera'
cionei de amos, de héroes y de artistae, de semidioses y
de santos.
'o

Es cierto que la nacionalidad no es un fenómeno tle


raza. De Io que no se sigue que sea eI resultado artificial
de un acto de voluntad contratante. Sin duda, adheri'
mos con cierta ,libertad a nuestra taza, a nuestra nucio'
nalidad, a nuestra nación, pero lo hacemoe como lc con'
siente de.la manera más tácita, y la adheeión c! tolicitedn
y arrancada por una multitud de fuerzas bicnhcohorar,
ámadas y quáridas, contra las cuales no estamor riquicra
270 MiS IDEAS POTTTICAS
en guardil y que eoportamos del mejor grado 9999 ve-
ces gobre 10.000.
Entre la Naturaleza bruta, la que ee entiende en sen.
tido estricto y direetor I el artifi-cio jurídico o de cual.
guier otra especie, nacido de la voluntad más o menog
arbitraria de[ hombre, hay un intermediario que se po-
dría llamar eegrin la naturaleza: la Sociedad.- La vida EI- NACIONA.LISMO
social for:na parte esencial de la naturaleza del hombre,
la que no puede en absoluto existir sin ella. La naciona-
lidad es una modalidad de dicho eetado natural. Se EIay que ooni.enzar por el comienzo, y afirmar, enseñar
puede llannarla hecho social. No es de una necesidad r dietribuir una doctrina positiva, q'ue pueda'a la vez
tan rigurosa para el hombre oomo la de vivir en común. nterasar al cerel¡ro y al corazón. La diseusión venclrá
A esta necesidad no se puede escapar, corno tampoco a Iespuée. Empezad. por plantear la id,ea d.e Franciu. H;a"
Ia soc_iedad-q.o"_la satisfáce, mientrao que se pued-e cam- :ed que vuestroe contradictores del futuro sean llevados'
I¡iar de nacionalidad y también aproveihar I,i diversidad r dar la misma inoportancia que vosotros a la intlepen-
de,Ias naeioúes para vivir Brás ó menos al margen de lencia francesa. Fara eso, desarrollad la filosofía del
toda nacionalidad. raeionaliemo francés. Motivad con fuerza loe sentimien-
La nacioualidad deriva pues, de la yraturaleza humana :os que desearías arraigar entre los espíritus cultos. El
defitda y calificadl por lá sociedad. Lejos de repreeen. nejor medio de prohar el valor de la idea de patria
tar el simple voto de nuestra voluntad personalr -co""er- :stá en úoostra¡: d.e rnanera concreta lo que vale la rrüeB.
po¡rde a-una enorme masa de deseos, pu-.ir"".o, necesida- :ra, lo que Ie deberuros, cómo nos envuelve, nos sostiene
des, aspiraciones, costumbres, hábitoso manerao de ser, ¡ nos predestina por todas partes. Nluestra historia, bien
de-pensar, de hablar- que a menudo ,liega a modelar ei malizada, puede igualarse con el más eonrnovedor de
fíeico_ y _en_que Ia conciencia refleia y lá voluntail deli- ioe poemas.
berada de.lás personas representari rri papel que puede o
ser el p.rimero, pero quL no siempré
rreeueneta lo es. "i có, ñr*yot
Para convencerse de ello, basta coneiderar dos casos: PATRIOTTSMO Y N ACTOI{ ALISMO :
reduci.da a sí misma, la forma jurídica de la idea de DEFINTCIOJVES
nación se destruye; es elubi berue, ibi. patria: ¡si la pa. Por eu paoado y su etimología, como por cus sentidoe,
tria está donde está mi bien, donde ee está üien ástá las dos palabras tienen dos acepciones cornpletamente
también Ia- patria! Por el contrario, despojada de or- Iistintas. Fatriotismo se dijo siernpre de la piedad hacia
namentos j_urídicos, la idea de nacionaliáaá, tal como
acabamos de demostrar sus componentes naíurales, so-
rl suelo nacional, la tierra de los antepasados y, por ex-
iensión natural, el territorio histórico de un pueblo: la
eialer, histór-icos, se tiene, perfeciamente en pie; ,L la rirtud que designa se refiere, sobre todo, a la defensa
pued-e- aún decorar y pulir, pero lo principál óstá en
aguello . . .
Iel territorio contra el Extraqiero. Como la palabra
presupone una frontera determinada y un estado poü.
La doble eomprobación juzga eI valor respectivo de las tico definido, tiene algo oficial e instalado. Los intri.
concepcionee en presencia.
gantee y ,los fiLibueteros? como deeía Mietral, están bien
272 MIS IDEAS POLfTTCAS
obligados a eacarle eI sombrero. Pero por necesario qu CHARLES MAURRAS 273
sea etr patriotismo, Iejos de volver inrítil la virtud'd
naciolalismo, Ia provóea en la vida. ilJ.ay, pues, nacionalismo y nacionalismo? áHay, putr,
El'Naeionális"ü se refiere- en efecto, antes que a tantos nacionaligmos como naciones? Pero la misma di'
Tierra de los Padres, a Ioe padres mismos, .ü u"og,
1
ficultad puede plantearee para el patriotismo en-euanto
y a, sus obras, a su herencia -moral y espiriiual
" más ;ú se distingue de la simple Piedad elemental del euelo
que material. natal y dé su campanario. Ño mág que los hombres, las
patriaá no son iguáles ni tampoco las naciones. En todo
EI nacionalismo es la salvaguarda debida a todos aqur
llos tesoros qu-e pu_eden estár arnenazados sin que u áeto el espíritu Jebe cuidarse-de la trar:opa gue le tiende
ejército. extranj^9ro haya pasado la frontera, sin ^que r el vocabulario de la democracia internacional y el de
territorio esté físicamente invadido. Defiende i" o, los juristas que no prestan atencióLa la dife-rencia_ entre
ción eontra el extranjer-o del interior. La naisma " prr los materialás de sus deducciones. El viejo dicho de que
tección puede ser debida aun en el easo de una-d« una ciencia es ante todo un lcnguaie bien hecho no ceeó
minación extranjera continuada? cuya Í.aerza consagrad de ser verdad. No se pueden abolir las distinciones ne'
por un derecho escrito no haya, sin embargo, llegido cesarias con eólo descuidarlas. La abstracción legítima
ser un derecho real, como sucedió e.epeciaháente én pr tiene reglas precisas; se-las puede ignorar, Pero e6o rro
Ionia, en Irlanda, y más antiguameni" basta para suprimirlae.
la Italia dr
tiempo d,e Mis Prisiones. "r,
o

Del heeho de que un pueblo imponga doetrina o mé


todo a otro pueblo, n_o sá sigue de-nin-guna manera qu,
Io aproxime a una cultura más general y rnás vecina -d,
lo universal. Puede ocurrir. Peio no oóo""" siempre.

Lo propio_del espíritu clásico francés está en enrique


eerse- por_ adaptación,por intususcepción, de todostlor
grandes descubrimientos de la humánidad. Así Roma
según Montesquieu, se honró con utilizar todos los ins
trumentos de guerra, todoe los l¡uenos métodos que pudc
ol¡servar entre sus enemigos. El germanismo se encierr¿
por- el contrario en la estrecha prisión de un espíritr:
¡'!&¡i r

nacional que _no tiene de human-o rnás que sus pieten '.t
siones, pues de hecho está muy estrictamente e-ireuns, Y,r'*§ffiSif$.
cripto en el espacio y el tiempo. tl I
CHARLES MAURBAS 275
ga" italiana, flamen ca, a los desgarramientos de Francia
áurante lae ausencias y las minorías reales de la guerra
de los Cien Años, duránte los debilitamientos del poder
monárquico en los siglos xvr y xvrl, durante el intemegno
EL GOBIERNO DE FRANCIA del xrx y del xx.
Ese pásado, aunque p,uede parecer arcaieo, es, sin em'
bargor-explieativo: da la razón de lo que vemo§, y nos
DE LA ARISTOCR.ACTA proporciona su comprensión lumino'sa.
Francia no está hecha para vivir en democracia. Ni
Franciar-ni paíg a_lguno. Li democracia es una oomentira
universal", el dicho no es mío, sino de Fío IX. U ae.
mocracia es una enferme-dad política. S;-r;i; d"
o se muere. No se vive y q"i";;s "lh La Tour du Pin decía que la autoridad ¡ro nacía eg:
"" dJ;;;racia.-
blan de Ia oodemocrac¡r,,.de-los pri.o
ha- pontáneamente de la maea. [,e ee exterior, aunque sea
noeen. La democracia ^", lo inglesesi no la eo. lllí ardienteúoente deseada y nada haya gue le sea más
g1i:g" y inglesa d;- lifu;;; ""
en buen frincés, una aristocracia ¡Ítil. Nli los príncipes de A.lemania ni los eupátridae de
I¡1e-1
-blrca de tres cabezas, Corona, Lores, Comunes,
(repú- Atenae, ni lá cabillería polaca pudieron sacar de sue
cionesr, parla.menfo_-e:rtre esas tres cabezas). "ooi"r."- Dietas y Consejos 1o que l¡ Dieta y el Consejo no. tenían.
América es
una plutoc_racia. No hay demoeracia viviente sino en Cuanto muyoi era el valor perconal de los miembros
los paísee desgarrados y Lerid., d; muerre. eomponentés de dichas asam6leas, mejor funciotaba el
-Hero Ia aristocracia no es er buen remedio para Francia.
quol capita tot sensu§, y más Ia autoridad perteqcía a los
élementos divisores. Basta cerrar los ojos' del cuerpo
para abrir einco minutos los ojos del espíritu: es-os-.sim-
It de simple sabiduría política son irresietibles.
lles
- Seaxi.omas

les resi,ste, sin embargo, porque se sufre más o rno'


Quien piensa ?T. .1, régimen arietocrático o burgués ¡roa la ilusión de tres o cuatro grandes aristocracias cuyo
eetá ante todo obligado á considerar il; h"y "ri"y éxito llena Ia historia del mundo. Itrubo una Roma, una
gobierno de Ios Grañdes, .ir. ";
i""r'grá"¿*. Cartago, una Venecia y en nueetros días hay la República
*1.,trr"lsione,s,,las
"i"uliá;J
.divisiongr, ál¿i.'^ ";;;
d" il ái"1". y imperial de los ingleses.
de las clases (al estilo galo) es la plaga constante dL
Ias_ burguesías, como de fas ári"t"craciau. l&

gente les dice: ¡f.r" uníos, pues!


^^!Z!l:".r
rt_?rl_ a L!,estr as quer el las p er sonates
!
¡pero
" r ros_mayores
- pregoneros de la unión son al mismo Tan fuerte es dicha ilusión que el grán FusteL de
tiempg los más divisores. "*- , Coulanges rnismo se dejó extraviar por ella. hlo se ad-
-grandes
r s1n un poder_-rli-"o,"o*rrr".- vierte que en esos raros ejemplos de éxito aristocrático,
no electivo, sustraído por eu
divisiongs, to_do-regím"" la ¡raturaleza había hecho inauditos gastos de prepara-
Tily^""1::",
'rlarra condenado-1 TaBa -ras vicisitudes ""*";Áiegrie- se
eión. En Ronoa, en Cartago, en Venecia, en Londros,
de"ras repribHáas
an bien públíco d,e perfecta hoimogen'eidad' ("qoí la Tie-
CHARLES MAURRAS 277
276 MIS IDEAS POLÍTICAS
antagonism.oo aunque no tomemos más que el dominio
-€n otras partes el Mar) permitía que Ia unió¡l de .agrícola. Pero agregad las industriae que de él se deri.
rr&¡
Ioe buenos ciudadanos se hiéiese espoiltáneaurente en van, y el comercio, tan desarrollado en nuestra larga
todoe los casoe mortales. Dondequi"ni qre esta homoge- extensión de costas bañadas por tres mare§, Ia disposi'
neidad no.exista, vale decir Íu maydría de los ción de lae vías férreas que irraclian en todae direccio-
{a Repríb]ica arisrocrática ",
está "ruo*,
co,deiada a u}l ,ápiao , nes, Ia diversa pendiente de los ríos que dieta eu orden
fracaso. For esta razón ella fracasó en A.te*as. Fraáasó, a los canales...
frac¿rsa y fracasará en Frarccia por la rniorna raz,ói. Toda oelecta minoría m'oral €lue en un país así consti'
tuído se fórme por elección o s€lección, podrá estar bien
reclutada un prodigio de Buerte-- erltre los naás
-por
represerrtativbe elerne¡rtos de Ia fortuna nacional: cuanto
TJAS CONDICTONES GÁ]OGR AFICAS máyor sea la fidelidad con que expresen a Francia, más
estarán en guerra
-de los unos contra loe otros, no po!
Iiluestros galos contemporáneos de Julio césar üo c&. mezquindad corazón, sino por la tiránica diversidad
recieronpi + generosidid ni de consagración a la eausa de eus puntos de vistao respeetivoe rnáe legítimo.s.
de su país. Quieges daban la vida, ,^*l o., supieron ha.
cerEe una conceeión de amor propio. lÉ {$

.a$.quiént - qué tra habrían Éecho por orra parte?


¿Al bien púLlico? Fero ¿aeaso tro conoeían? ¿lJhrbia Con la mejor voluntad del mundo, trahajarán por
p_ara ellos? Ee un error hablar de una nación" gala. La
Galia era una expresión geográfiear ] su terriio"io .s- neutralizarse, por anularse los unos a los otros, y final-
taba .ocupado po¡ razas tin áiversr. mente por szrsúraerse los unos a loe otros. Esta rnuiua
tros ligures, Ios iberoe "o*" Los celtas y
y los hymris. Dicho territorií sustracción? e6ta mutua disminución, será eu oonnin y
oonstante carácLer, No podrán agregarse los unos.a loe
Tiemq era. máe aún quó hoy, de una extrema variedad otroo, como lo estuvieron antes, eino por la operación
de cultivos y explotaóionee.-'Las arietocracl*. qo;
"o,
un territorio exiguo supieron fundar g,randes i;rperioe de una filerza de otra esencia, aunque también fundada
poseían una eituación económica muy Lomogéne ui C^r- en Ia propiedad propiedad del mand6- por'una
tago y venecia se dedicaban uniforáementá al tráfico
-Ia
fuerza repreoentativa de los intereses, pero que los do.
cornercialr.Roma al laboreo y aI pastoreo: de ahí la mina como el interés general domina al interée parti.
profunda unidad de miras cular y del rnismo ,modo que la prosperidad política
qüi"rr"u representa y donoina Ia prosperidad económica en url
el común interés económico."rri."
A,qrefsucedía""p"**.oiruoo
lá contrario:
las federaciones galas sufrían ya la inmensa Estado.
del esfuerzo económico francéi t"t como Io eetablece
"u"iua"¿ Cualquiera sea eI modo con que ee la componga y
la variedad de ¡rueetra geografíá por bien reclutada gue esté, ninguna'selección, ninguna
oooptación, minguraa aris'tocraeia francesa sentirá ni re'
,+ tt preáentará cou áxactitud el interéc nacional de nueetra
Francia, al punto de poder gobernarla. Muy_bien hecho,
como ¡eino, Francia eE una paradoja geográfica, t¡n
cultivo I pp{ueño cultivo, cultivo de la viña y
91a" de monstruo europeo si eotá en Roprlbllca.
cultivo la remolaeha y de loe c€reales eetán ya on
278 MIS IDEAS POIÍTICAS
CHARLES MAURRA§ 219
T,a sola 'ar¡séncia de un poder independiente bastante
fuerte para hacer eonvergii'nuestros ültereses der,rasiado Basta recordar las fechas de 1830, 1840, 1848, para dejar
vari'os nos condena a luchae furiosas: cada inetante de este punto fuera del debate.
Sin duda aquella democracia se encarnaba €n un hon-
g?a. Fdu equivale para el país a una herida, que le bre, pero nuestros mejores teorizadores políticos han
divide, que Ia agota y la apio:<ima con eerteza a su .fin"
enseñado, de acuerdo con toda la historia antigua y
o moderna, gue la democracia tiene varios aspectos: pue-
de gobernar directamente en sus .comicios o delegar un
.consejo y una aeamblea, o auu_ entr_egarse a lLIt ho"t hre
EL TMPER.IO, NACIDO DE L,4 REí/OLUCÍON que fuede llamarse Cleón o Pericleso Graco o Mario, :'

EI Imperio es un gobierno de opinión, dernocrático, ilgunos Césares o los hlapoleoqe§.


plebiscitario, electivo. Luego es dependiet*e. De Io gue Ée llamu deñocrático ü, poder que así proviene del
se pnede concluir sin dificu-ltad que no es inúepend,ierite, número cuyo elegido e6? sea dicho poder ejercido por
uno o por varios.
o En polo opuesto oc_urre qqe el podgr- !1erÍditario
'puede"l en una sola- faTilia y su jefe, el fe)r, o
Lo que le falta al imperio eE el ¡aacisnaliemo. La "u*idi"
ái.triboirse entre varias familias componentes de uu
reyecía es nacionalista, es un gran hecho. El haperio patriciado, un senado, como en }as repúblicas de Venecia
es extra¡lacional, es otro hecho. y Roma.
o

Sin faltar a la justicia debida a las glorias del Imperio,


las qá. puras se obtuvieron muy dlrectamente a con- Es enteram,ente arbitrario escindir el Consulado del
trapelo d"l- más profundo interés francée. Ningún Bor. fmperio, y no ürenos ficticio cortar como otros lo Po.
!g*,_ ¡ringún miénnbro de la familia Capera" habría,
-
dríán haeér, ,el Consulado o el Imperio de la Revolución.
fi.siológicarnente, llegado
-
a coneebir o a coneentir lá Todo eso, emanado exactamente del mismo principio
qolítica _ exterior de Napoleón III, que fue un sueño hace un conjunto y debe juzgarse como tal. Forma la
de estudiante internaeional. masa .de veinticincó años d-e grlerra y operaciones diplo'
Niégase- que sea j_usto asimilar el imperio y la derno- 'máticas que se resum.en, desde el p_unlo de vista político,
eracia. Dieha asimi.lación no es ¡mía; toáo lo es de .desde el lunto de vista. de los resultados, en los nombres
los emperadores y de su partido. Las "itr monedas llevaban de Trafi.lgar, Leipzig y
'Waterloo; 'si los tratados de
e-stg inscripción: *República f,rancesa, hlapoleón Empe. 1BI5 fuerJn *".ro. desaitrosos de lo gue sostuvo el libe'
rador". El inoperio quiso_ a veees, *,roqrá o" siem¡rre, ralismo durante medio Siglo, fue gracias a la experiencia
fundar la hereneia y la dinastía: ilo piovenía ae áua. diplomática de la Restauración. Por elevadas que EeaII
Su principio era revolucionario, electivo, dermocrático, Iai ¿lturas militares y morales a que ll_egaron nuestras
invocaba la voluntad popular expresada en el plebiscito, banderas entre L792-y 1815, hry que darse cuenta de
y cle hecho ios grupoe - que La sostenían coi*undíanse que la derrota fue su última palabra.
con aquel -partido 'oa'var¡zado" y aguel partido liberal
que e¡r eI sigtro xtrx consiituyeron-el partidb de la guerra.
28O MIS IDEAS POI,fTICAS
CIIARLES MAURRAS 281
La democracia puede ser el imperio. El imperio
unl forma de democracia. e
taduras pereonalee y vitalicias .comport¿n naás modera-
ción, porque encierran una reEponeabilidarl directa y
,plebiecitaria o parlamentaria es un go
reprib.Iiea
..!_:- eu¡eto a Ia
,b,rerno- opinión y que saca su prineir¡io deir constante, porque'Ia preocupación del porwenir no puetle
F:I imperio plebiscitario es un gobierno sujetr serles extráña.- El espíritu humano eetá hecho de tal
:r::rl:T.
a
.
ra oprnron y que Baea su principio de Ia eleeción: áur noodo que el imperio de los grande's deberes y la dxpe'
cuando creyó volverse hereditario, buseó, ante Ia pri riencia de los grandes poderee lo instruyen com,o para
mera ameraaza d_e conmoción, su punto dé apoyo en I¿ medirse con ellos.
opi-nió_n,_ en la elección, tantá lo, decretás'Je lg6( Sin embargo, un hombre eolo es poca erlsa. Una. vida
y- el plebiscito de máyo de lg?0, "or.^
como con el. Acta adi, de hombre, üt corazón de hombre, una cabeza de hom'
cional de los Cien Díás bre, todo eso está muy expuesto' eB demasiado p-ermeable
Quiso aer hereditario, pero no se sintió tal. La porítica a lae balas, al cuchill"o, a1a enfermedad, a muchas aven'
exterior e interior de Napoleón III estuvo eáÉ"io"¿, turas. La úniea forrna raeional y sensata de la autoridad
por la necesidad interna del plebisciroo Ei'.;-iiJ; de uno solo es La que reposa en una familia, de primo'
de agradar a .Ias rna-yorías; orclen materiáI, ";
Ietras ei.ra", génito en primogéLito, según ley que excluye la com'
petencia y eE un poder de tal modo natural que' pue$
::!.: eJ porvenir, fanfarronerías iipt"-áil"* y "*itir".
res, todo eso se compaginaba. óomporta Ia dictadura y de manera virtr¡al la detente' el
pl p1íqcipe heredii"iio dub" ante todo haber nacid.o jefe que la ejerce, ya nó se llama dictador: es rey-(cono'
tal_y habituádose.-a concebir en sí prendaouos bien la palabrai refi, director y conductor,
o"ú;; A" su iuncionario de la inteligencia), Y dicha magistratura
"i o]r["Ir""-*"rr.
p.od.er. Tiene que hacerlo aceptar. Debe
ttmientos. No tiene que mendigar eI sufragio de las
real, combinando lae dos ideae del mando y de la.heren-
voluntades. cia, es algo tan flexible que no ceca 'de ser ella r:niema
cuando váría con el tiempo y mueetra or& el aspecto
o paternal de una eiraple presidencia _de sue Contsej-os -o
-de
los Estamentos de su pueblo, ora la apariencia de la
DE LA DICTADURA: dictadura direeta, ora la dictadura indirecta por meüo
, D,ICTADOR Y REY de un ministro de primer plano. Como ocurre con las
coeas muy grandos, la institucióu es muy_ superior a loe
Lg.e Sr_andee crisis no se desatan sin dictadura. hombres.- Su principal valor eetá en utilizar completa'
Luego
el, dictador es necesario. ¿tsaeta? La hi;to;; ¿1 l* naente al pasado en provecho del presente y de no eacri'
grandeg dietaduras- ¡nuestra i" q; ellas tienen
de hueno ficarle, siñ enhargo, eI porvenir.
y de malo, la pendiente flu€ lal arrastra.
La drctadura necesita contrapesos. lyo en el orden o
de-Ia libg4ad, Io que sería contiadictorio. p.", ui álr el
orden del interás priblico. La dictadoü-"oit, y tL"ti Nos aferramos con f,uerza a estoe dos tárminoe de ¿ic-
va, Iuego casi anónima, se, atreve a t"áo, tadura v revecía rlorcrue estando Ia dictadura en la ne'
j: , ñ; .áio"rlo
compromere_'todo, todo lo -;ú"il;-y*ul"ru ceeidad'y iu á"idén"i" de lae c(xras, si se aparta aI
ild1'-
de todo. Pronto v¡éIveee tan odiosa eonoo Ia 'peor Ii- "L
rey de dicha función, sin embargoo inhere_nto a eu ma'
eencia en los regímenes de extrem" ,"u"q"l; f;r-i; gistratura hiatórica, ella eerá_ desempeñadl_ -por g9n!e
[ue la oetentaría como un título al favor público. Nada
282 MIS IDEA§'POLÍTICAS
se puede fundar entre nosotros fuera de Ia reyecía. Mas
oe puede parecer fundar algo, y asÍ condenar oI país a
nueYas conmociones.
La di'¿tadgra real ofrece, ademág la ventaja de reno-
var los títulos de la monarquía nacional. Así como aon.
viene juzgar-por su valor, flotante y variable, los frágilee
papeles de las C-onstituciones y ias Cartau; *, p.óiso ET. NACIONAI,ISMO INTEGRAL:
igualmente eo:rsiderar lo que les ocurrió muchai yeces
LA MONARQUfa
repreóentar. con papel o sin éI, las dinastías se mantie.
nen en razón de los eerücios efectivos preetad.os a snr EL NACTONALISMO INTEGRAL
pueblo. ,

El patriota puede creerse republicano' Sin embargo'


p"*i"""" la f.uerza francesá unirse I "tYJtiqlicar§e
"er
ili; h. rivalidades extranjeras, a verla dividirse _y
unoir"r" a sÍ misma en los cónflictos interiores. Cuando
;:-;;."fiÁa a sí mismo los mudos s6n¡imientos de su
nr""totu rebelión ante el espectáculo del crónico de -y
§i.r"--,eti"o á".g".ramiento de i" Ciudad, cada hecho
*r* intestin:E le produce violento horror: lo que
;;iü t"probar g"^r"tul, 1o censura y lo recha,za en
"r.
detalle. Su republicanismo es un sistema el "l que
^
gu'
ouede creetr, pá.o gue no puede ver practicado sin
i"ir. lt"ibuyÉ al eflcto dJtestado, causas diversas,: ora
;il;*[;. ñalos (cuyo igryl valor el Derecho republica'
,o-1. enseña a ""v".Lociár), ora a los partidos-furiosos
7".,"o, conflictos convalida el mismo Deiecho e implican
;i;;ii"r'".i. p" tal modo úoe o '"pub-licano sin admi'
tir"las consecuenciae de la R.epríb1ica, ni las condiciones
de fon"ionamiento. Es verdad que es patriota de la mis'

Uá naeionalieta consciente de su Pape-l admite cgPo


d; ; *é.od. que un buen cifud-adano subordine
""g1,
su! gentimientos, s,s intereses y sus sistemas al bien de
i;-F.*i;. §*U" que la Fatria ás la última condición de
284 MIS IDEAS POIÍTICAS
.

su bie¡restar y del bienestar de su6 conciudadanog. Toda CT{ARLES MAURRAS 285


ventaja _p"*.*rrrf q"" u"- fiugoe co¡] una pe"dida 'paru Ia
Patria, Xe_parece ventaja faka y engañoJr. Y to&o pro.
blema político que no se **u.rblou i,, relación orr- h* I,A fr/ÍON,,4RQTIÍA
intereees generales de tra Fatria Ie parece un problenna En los comi.enzos de la reyecía nacional, por
ineonnptretamente resuelto, El nacionalismo - impone, el
encinoa
pues, a la,s divereas euestiones que se agitan a¡rte él un.
fe¡rómeno_ de protección y parrona h; que
"g;,p*imárdía[
bicar ante rodo untecho ran ot"rpt"tá, tuí
com-rln denominador, que no_ es otro qu_e * el interés de rn digno de eonsrderación o"*o ál que rnásl. el leeeho
Ia Nació¡r. Lomo para aquel romano de que hahlaba e §l*erza, que es tambié¡r de arnor; át nechá ce natu-
Boesuet, el anaor de- la Patria está antes de ttdo. tleza, Eue también es de vol¿lntad: Ia patenaidad.
Ire visto en Ia Aerópolis, cubriendo Ia terraza donde Los reyes de Francia fueron los Fadrés de la patria.
se eleva Ia fachada oriental del Fartenón, Ios restos del
teurplete que tros romanos, am.os tlel áundo, ha.bían
o
Ievantado en aquel lugar a Ia diosa Roma, y cclnfieso
que la p_rimera- idea ñe este edificio me pareaió una
especie _de profaraación. Fensándolo mejor, haltré que La adrnirable ohra real, si se la rehaee corl método,
eI sacrilegio tenía una audacia sublime.- Á ,Ia 'helléza eoportar preoiones y choques mucho lrrás fuertee
pá1s perfe_eta, al dereeho más sagraclo, Rorara sabía pre-
"dry
ue los pobrecitos mecanismos cónstitueionales ofreaidos
ferir tra salvaeió¡r de Roma, la glória de las arm.as romfta. quí- y 311á
-por maodestos reformaclones. ¿Resistirá la
nas y, no satisfeoho eon ahsotrverla, el génqro humano rueba del.tiempo, _qlue todo Io corroe? ¿ftesistirá por
no cesa de tribu_tarle grati'tud. La trnglaterra conternpo- ierapre? Son prohlernas trascendentales. -No es hueno
ránea dio ejemplos de la rnisnna irnplácable virtu.d anti. ,Ianteárselos a los ho¡:nbres.
gua. EI nacionalisffro francés tiende a suscitar entre tr{umana J nacionalmente, no estamos seguros simo de
nosotros una igual religión de Ia diosa F'rancia. na cosa: la Elonarquía reconstituiría a ñraneia? pero
La mo¡rarquía hereditaria es en Francia Ia eonstitu' in Ia monarquía Fráncia perecerá. 'L
ción natural, Iu rinica constitución posible del pod_er:
r'@
eentral. Sin rey, todo Io que guieren conservar lós na-
eionalistas se debilitará anie todo y en seguida porecerá
necesariamente. Sin tay, todo aquello que quih'en re- -la
Se demuestra la necesidad de monarquía como un
forrnar drirará y se agrárar á o, déstruid 01 eorem.a. Una vez planteada la voluntad -de conselr¡ar
-
reeerá bajo forrnas equivalentee."¡i"ouu 'eapa-
Condición de torla re- r¡¡eetra patria francesa, todo se encadena, todo se deduce
forrna-, Ia mo¡arquía es tarnbién eu eomple¡nento uorrnatr
e indispensable. on movimiento ineluctahle, La fantasía, la elección
aisrm_a, ninguna parte tienen en. el asunto; si hal¡éis
EsenciaLmente, eI realis¡c,o eorresponde a todos Ios
esuelto ser patriota, ob_ligatoriannente seréis monárqui-
div_ereos postulados del naeionalisrmol por e§o se }Iarmó
a sí misnao eI NACIoNArrsMo uNtrg.&RAL.
i
o. Fero si os veis así llevado a la monarquía, no teri-
lréisi libertad para obtricuar en direcciór, ul," Hbáratismo,
I democratiemo o sus sucedáneos" La razón lo guiere. ¡
[a¡r que seguirla e ir hacia donde eIJa cond.rr.ce.
286 MIS IDEAS POLÍTICAS CIIARLES MAURRAS 287
la noción de una responsabilidad, de una memoria, 'cle
EL MAL MENOR, I,A POSTEILIDAD
. DEL BIEN una tradición, cosas todas de quá los Parh;euios'de.
mocráticos careeen.
No siendo loe eharlatanes de Ia monarquía, oomo los La ,nonarquía real confiere a la política las ventaJas
hay de la democracia, jamás enseña-or {*u na monar. de la personalidad humana: concieneia, memorial ra-
quía aparte pormero heeho de presencia Los ¡roales con zón, voluntad; el régimen republicano disuelve sus de-
g_"9 Iu guerra civil o la guerra eitranjera, las epidemias. signios y sus aotos en una coleetividad ein nonnbre, sin
físicas o las pestes ¡norales pueden a¡rera*rár a las hónor íi hr*"rridad. Luego, como la monarguía répre-
naclones. senta naturalmente la capacidad del rnayor bien y del
meuor mal, Ia reptiblica significa la posibilidad pernaa-
_ Lo que decimos es que en los paíseo hechos como nente del peor mal, del menor bien. For lo que toca
Franoia, la monarguía hlreditaria réúue ¡oo ].as noejores,
condiciones, pero -sí las únicas que ofrezcar¡. defensa a los elementoe del, mal y del bien, son datos que de-
contra dichas calanoidades. La ¡noñarEría no eo incapaz penden de tras oircunstancias y de los hombres: ningún
régimen crea los hombres ni sus cireunstancias intelec-
-errorr. pero está mejor armada que cuanguier otro
de
poder para averiguarl.o, precaverlo i casó de con* tuales y noorales. Evidentemente, la organizaeión repu-
traste, retornar a Ia verdad para proceder"* a las nece-
blicana despilfarra y pervierte loe adnoirables recursos
sarias reparaciones. de eorazón y de espíritu que Francia le proporciona.
Si una brusca evolución eeouómica o social, ir¡telectual La monarquía creó sus condicionee prirneras. Eviden'
o religiosa se impone, la monarquía puede presidirla temente, erearía las corrdiciones de su renacimiento.
sea afortunadamente, sea con el minimo de ferjuicios. Sí, la reprÍblica es el mal; sí, el mal es inevitable en
Si, azotada por un ciclón como a veces nos vio des- reprÍbll'ca. Y lo q'ue decimos de la monarquía, es que
encadenarse Ia hiatoria, se sufre alguna brutal revolución, ella posibilita el bien. El bien priblieo, impoeible en
eI paso_ es m.e-nos rudo, la caída delros com¡rtreta cuando república, eB llracticable en monarSuí?-i--en mon-arquía
se- pro.ducen_ bajo uu jefe, bajo un príneipe cufa suce.
aunflue equivocase el rumbo, el mal público queda mu.
sión, regulada de antemano, excluirá todo- conflicto en- cho menos dañino gue en república, pues está sujeto a
tre -competidores. Así, en naonarquía, Lo,s iutereses su. pasar eon el mal ministro o el mal rey, mientras el ¡mal
periores, los más extensos, los más graves están oolocados republicauo, inherente a la repúbüca, no podría acabar
en una atmósfera asaz alta y serena para que se pueda si¡lo con ella.
-pese
gjeperar-que el huracán no ia alcancé. Sir a todoo e
llega-allí, ipues_bien.!, tanto peor. El génóro hur:cano,
en el extremo de su angustia, habrá .fé*pre eontado En la monarqnría fra¡leesa, Ia autoridad es indepea.
con eI máximo de sus gárantías. En tal desdicha, in- diente, única, sin re¡rarto.
mens-a, la_calamidad sería más freeuente, uaás aorapleta Para Ia mrayoría de los hom]¡reo del siglo xlx y de aun
y más_ dolorosa si el poder supremo estúvi.ese coldcado, hoy, oósolattisnto es sinónimo de despotisnno, de poder
más abajo caprichoso e ili¡:aitado.
o
Es absolutamente inexacto: poder absoluto significa
A.¡¡n_ decaída, desmoralizada, desorienüada, na @onar. exactamente, poder independiente; la monarquía fran-
quía llava en sí misma el ser¡ti,mieruto y de¡á tras de sí ceoa era absoluta en tauto euanto no dependía de nin-
CHARLES MAURRAS 289

guna otra autoridad, ni imperial ni parlamentaria, ni reDreeerrtar, En el aetual eetado de las naciones' loe
;;il;;ñLri*-y repríblicas se suejan tgdo,s del despil-
_
popular-: no_ p_or eso era menoe limiiada, atempeíada
qor Trultitud de instituciones eociales y políticar hure.
-
farro financiero: despilfarro flue sale de Ia conru§lon
ditariae o corporativa,cr-euyos propios poáer*u le impe. general del Parlamento eon el soberano'
dían salir de su dominio i, a" su- funiión. Sr¡ dereciho "-1" *ooarquía franoesa,'otrad-icionalo -hereditaria' an'
confinaba eon una multitud de direehos que la eoste- tipáu*"ntaiia y descentralizada", e-s deqir, la monar'
Tírl I la eguilibraban. La antigua F ráncia estaba oiíu ,"ptesentatíva y corPoretiva es Ia única que es ca'
"erizada de libertades". p'az de |oo"t fin a dieho abueo'
c o

l§i el anciano Guillerrno, ni Víctor Sflant¡el, ni Luis


KW fueron- príncipes medioeres, y ein embargo,'tenrado
el his. - La repriblica tiene neceeidad de impon"T" " JS *o'
toriador político o el político filásofo eiénteó ciencias] puesto gue reposa- en las vofúntades' Necesita
a- preferirles _aquel magnífico Luis XIII, {ue permitió ;{-";;";i;.mo di los eibalitos, flue son su. electores y
3l gra_n Cardenal cumplir eu inconxparabLe dietadura q"", ;;;inal y constitucionalmónte, tienen su destino
fundadora y reparadorá. en lae manos.
- La reyecía es una institución de taX íudole que a toda Por el contrario, la monarguía existe por- §u propia
fuerza nacional La eraplea segrln su valor, *uii uin d"u. ¡oiir^,-iui Á"1.-iíO. Ella no-necesita consultar a cada
perdicio, eouro para que dé- su máximo rendimiento. instante a un supuesto soberano elector' En suma' Ie
En una Prueia republicana hubo grandes probabili. basta con ser toLrada, soportada, y siemptg :" le da
dades de que Bismaielc, Moltke y Róon se hiciesen la
guerra; Frusia habría entonces valido: lo gue valía el
;il y mejot, precisamentá porque sr1 principio no la
obHgá a hástigár a la gente -para exigirle conetantemento
partido de algunoe de esos hombres, del vencéd or, Íneno§ hallarla her.mosa. Li ."públi'" eJ una religilín-'sino La
lo que v_alía Ia guma de eada uno de tros partidos váncirlos. *""rtq"i, ", oo" familia. Éeta .tien-e-necesidad
no
*,Cou la_rey_ec_ía, Prusia valió: lo que Bismarck, más l" q*"" la encueqtre aceptable' Aquéllay exige que se
partitlos'
R.oon, más Moltke, _Tás el efecro dultiplicador áe su ú. áog*"u,'.us sacerdótes sus
buena armonía establecida tanto por tra^ función couil) :ü;;"ii"t,
po_r_ el alto valor personal del rey. a
No soñamos con restaurar en Fiancia una uronarquía
parl¡lTe¡rt".r_u. ElIa está prob,ablemente ex¡ sn higar
en Bélgica, donde puqde cümpHr una funció¡r nacioñal HERENCIA Y AATORTDAD
sarperior y aun en Inglaterra, cuyo imperio sostiene.
_ tot_lo que nos toéa, jannás l-os inñensos beneficios
de la Restauración nos engañaron sobre la exceeiva parte Lae minoridades, lae regencia-s ^constituyen la ,n"g'
-q""
al"-I", *or""qrrias.' A'hí esiá el defecto de eee modo de
g"_. eJ régimen parlamentário daba en ella a los extesoe es perfecto, puesto gue .ningún- -go'
del sistema electivo:- Hay que retornar a un régimen g"fiá"t, "o
c¡ue re_stablezca Ia distinóión entre el Gobierro, Eo""r- Éi"roo ló e's, p"ro qrr.^ee el men}s im.peifecto de todos.
Si;;-il""go, ,o difecto puede ser atenuad-o por una
gado de goberriarn y la Representaeióo, *o"rrgada de
i;;";l"t iJ .o"*i¿, (pór ejemploo la de la Casa de
2gO MIS IDEAS POTITICAS
CHARLES MAURRAS 29I
Francia), por eI espíritu polítieo de Ia taza reinante y
también por la voluntad, el patriotismo y la razói,- de log, Quienes anhelan Ia autoridad, serían j,uiciosos si com-
eiudadanos' a quienes se pide una o dos veces iror siglo prendieran que la autoridad no es obra-'de Ia mano del
un esfu erzo juiciosamente limitado a algunos aflos. Los hombre, ni se fahrica por vía de elección; que la autori-
demócratas que esperan evitar dieha calamidad procla- dad ea nacida, que es un don del cielo.
mando Ia república se asemejan a aquel Gribouille que Las personas efímeras no tienen por qué buscar cuál
se ahoga en el mar para evitar Ia mojadura .de una llu- de entre ellas es la más apta para gobernar. Correspon-
via: pues proclamar la repúbliea, es precisamente esta- de al conjunto de las raz.as francesas, o más bien a 6L1
hlecer en permanencia el mal que se quiere alejar. Es historia, decidir cuál es la familia-jefe.
enigir en institueión permanente un período de peligro Do's á" o"u grandes familias, des"pués de buenos ser'
y de crisis, es volver la minoridad perpetua, ofrecer la vicios, fueron alcanzadas por eI derrocanoiento: los hi.3os
regencia a la universal eompetencia. de Carlos reemplazaros a los hijos de Clovis, después
Ios hijos de Roberto sucedieron a los hijos de Carlos.
¡Con qué arte sublime y con flué rápido cincel buriló, No hay medida común entre la obra 'rlerovingia o
Bainville aq¡rella elegante asimilación!
carolingiá, y aquella gran encpresa nacional de genera-
o ción en generación a que procedieron con éxito corls..
tante, los robertinianos, d-egpu_és llanaados gapetos. Gra'
cias ial vez a. su admirahlé l"y de sucesión, aquellos
Por 1o que ure toca, siempre cuidé de separar las príncipes-nnodelo construyeron la patria o la reconstru'
reflexiones sobre la herencia política y económica con yeroo. Cuando caían, el Estado declinaha con ellos.
Ias vagas, aventuradas y capciosas generalizaciones 'so- Cuando se volvían a levantar, el Estado resurgía con
bre la estricta herencia fisiológiea. Una arietocraoia ellos. . Lo que se rrio dos veces en la Guerra de los
puede estar formada por sangres diversas, y ello no obs. Cien .A.ños (Carlos V, Carlos VII) lo que se repitió con
tante .cunoplir sus más altas funciones, si otras condi. Ias guerras, de religión y bajo Enriqme IV . . . I-a E ro¡rda
ciones se le dan favorablemente. IIuy en los comienzos y Luis XIV nos dieron su último ejemptro an_tes que la
de la historia de Francia una aristocracia franca, una ánarquía revolucionaria nos condujese a Trafalgar, Leip-
aristoeracia escandinava? una aristoeracia galorromana: ,ig, \Materloo, Sedán por u.na curva descendente moti'
las tres juntas cotrrcurrieron al admirable sistema feudal. orda por su regici,dio o srt destierro, y en la que etr
Más ádelante el fenómeno se repitió en las mismas retorno momentáneo de tres de entre eltros deterrninó eI
eondiciones.
Fue por la herenci a prtofesional, que no era la, heren -punto de resurgimiento nacional.
La familia qu", entre sus ruinas, se arrogó el título
cía de los ran,gos ni de tas dignid,ades, como se formó de IV dinastía , hizo exactamente la misma banearrota
aquella selecci?n de familias, gracias a la cual pudo que la anarquía revolucionaria de dond.e ella procedía.
Francia producir, de edad en edad, durante siglos, un La'elección de Ia historia es muy clara.
personal tan notable de oficialeq jueees, diplomáticos,
artesanoe? que descollaron en todas las e-ep€cies de ind.r¡s-
trias y de oficios.
CHARLES MAURRAS 293
' Bien o mal, a.sí es como procede, y tal p,rocedimiento
es superior en sí al de Ia suma y de la resta
Teniendo interés en sab.er Ia verdad con el fin de
distribuir justicia, atrienta a los unos, tranquiliza a los
otros, y a veces no escucha más que a uno? si uno ,solo
EL REY ne parec'e digno de ser escuchad.o. Si el caso ll*gr, lo
'
defiende contra todas las emboscadas y las tentaciones
de los poderosos. Ese discernimiento hurnano, de los
.t,

Corruptible en cuanto homhre, el rey tiene eomo valores intelectuales y morales difiere, conro el dr.a de
f,ey la ventdja de no estar corrompido i eu regla de X.a noche, del grosero y ciego proeedirniento
'de las demao-
seneihilidad eonsiste en mostraree insensible a todo Io eracias. La idea de remitirlo todo a una especie de com-
que no afecte sino lo partieular, su género de interéo, hate singular o batalla general de los intereses en con-
en estar riaturalmente desprendido de los intereses quo flicto ,r,o regresiór, que repite, bajo una forri.la nueva
por debajo de él solicitan todos los otros: dicho interés y mucho"r rilenos beltra, aquellos duelos judiciales ante Xo6
eetá en independizárseles. auales ya se rmostrahan indignados los predece.sores de
EI r9y puede deeconoeerlo, puede olvidarlo. Supon- San Luis.
ganoos lo peor. fln espíritu mediocre? un carácter ¿¿nit úInicamente tra barbarie puede poner su confianzfl en
Io _expoleq a errar y equivocarse, ¡ I§o innporta, sin Ias soluciones de las mayorías y del núrnero. La civili-
ernbargo ! Su valo.r, el valbr de un hoinbre, es infinita: zación hace interve¡lir lo máe a menu,do posible el dis-
mnente superior al de la resultante rnecánica de las aernimiento de la verdad, el culto del derecho. Fero
F uerzas, a la expre"sión de una diferencia entre dos eso presupone que el Uno tomado por ja'ez y jefe se
totales. distinga de las fuerzas llamadas a ser arhitradas por éI"
Valgan lo _que valieren su earácter o eu espíritu, quedan El eoberano no ee el súbdito, el súbdito no es el sohera-
aún, ein embargo, un carácter. un espíritu; es una con- no. Al mezclarlos, la dernocracia lo embarulla todo, to.
ciencia, un cora zórr, una carne de hor¡abre, y su deeisión do lo complica, todo Io retarda, y su. regresión retrotrae
r€presentará algo humano, mientras que el voto de 5 el mundo a J.os, máe hajos estadios del antiguo paoado"
eontra 2 6 de 4 eontra 3 representa eL con{licto de 5 é
de 4 fuerzas contra otras 2 ó 3 faetzas. Las fuerzas o
pueden en sí misrnas ser pensantes, pero el uoto que l;cls
expresa, no piens@; por sí mismo no es decisión, unJuicio, Si se compara 1o eonsparable: los vieios de u¡ra o§&wr.
un acto coherente y motivado tal como lo desarrolla y ]rlea con los vicios de un -Ias
príncipe hereditario, las virtu-
lo encarna el Pod'er personal de una autoridad eonscien- des de una asaml¡Iea con viitu,des de un rey, se ad,.
te, nominativa, respoxlsable. vierten gra\¡es difereneias. La institueién real- palia o
combate-Ios efectos del mal, mientras que Ia insütución
a nepublicana los apoya y arnplifica. f guahmente Ia rÍtro-
narquía presta a la virtud de las personas reales un
apoyo activo, peruranente, mientras , la dernocracia fati.
Tal poder jazga como calid.ad,. Aprecia los testimo- ga, desesp.er a, agata o eorrompe forzosamente a sus
nioe en yez de contar los testigos. mejores servidoreb,
MIS IDEAS POLÍTICAS
CHARLES MAURRAS 29I
peor sancün. de Ia "responsabilidad, real es
f,,a-
resieidio o_Ja deposición, o ra iaída de lr di;;;r;-,i, el f.uego a los cuatro costados de nuestraa administracionest
ernbargo, eIIa puéde ser aplicada ül;y;;-t"tq,ridad ,salir bien parado y volver a empezar.
*S-L:'rydo, goqg, pof ejimplo, *""_" Borique'IV-;-á Luie
xvr. Fero la idea de esta sanción es bastante f";J; o
panp relevar el promedio de l.os rey% por
Io habitual. r,a conservaeión de r"'o¡¿i-d. encima
;;lh"i,
de
! indiferente que el rey y }os príncipes
su here,ncia se confunde, ¡Ah, sí ¡Ño
",y'personas capaces!
{ded_" Ia priátágiu ,rlturatr
xos reyes? con la conservacián",der Estado.
.sean buena gente -buenos
Pero los ieinadós y grandes, las restauraciones
"uietán interesados en f[ue el_ Fstado les sobreviva, y brillantes están siempre ligados al espíritu de la institu'
de heeho el nuestro no ur"o*ui¿ go*o"-ente más que ción, que vuelve esoJ alb_s valores humanos infinitamen-
uxla sola vez desde 9BT hasta L7gz. ?""";;;J; nr"l te áeá fr.ecuentes y productivog que en república, po-I
r¿¿
año'sr- desde que el régimen electivo está oficialmente la razón dp que un príncipe, dos príncipes, Alyy prínci'
establecido entre lnoeoi;osr-
-ra no rro más q"" ;uíd*,
revoluciorres, dese^qfres, aesH-zami"rrrou-
pes son más fáciles- de áducar que diez millones de
cuyas respons abi-
Iidades están divididar'*1, vez enextensión y
Ll""tor"s o: aurL que nueYe de díez centenas de esos
e¡r' extensión, pueoto que se reparten entre
duración: políticos en su. máyoría improvisados, que §e llaman
loi i"r", r
parlamentarios.
!os, srl_parlar:nenro y i" opinián ¿" t.ár; püñir;"l.c-
er' Pero, en fin, lo esencial del mecanismo real no dea'
lyn:ió" py.ot9 qrig en tanto cuanto cansa en el valbr de las personas, y el valor del reinad'o
se ".rpórrruhiiid"d
q:ry1"i -Ii,,ira a las personas sin reperdutirse en 8u ;"r,,"'Ilfi
oescendenera. ,fri"*l"l'.".;'"r"T*d:"1"":"."rEnr-epú!,ricau
o la virtuá es indiipensable, la virtud heroica, Lu virtud
estoiea. O yano liry'más nada. ¡Y el mínimo de virtud
exigible comporta Lou fe romana ju_rada y cumplida
destronado vuéIvese un miserable ¡ las promesas con que
puiu se colmó al elector!
-depende
${o ""y degterrado. de los sufragios dados
un reBubticano gr.. h1 p""dido ;i-ñJr; á" rf's.u" Pr¡esto que todo allí
por el elector a un programa? el r-9g_imell 8e desmoroua
persoxrai e
-a"i i.]"á-
y vive rodeado
pierdá Ia esp e, u.,Lu a" *L-."plr-arlo
de una eorte a" ir"",e"ito. activos- y ton.
_ ,y d*hontra? si el eleóto no guarda fidelidad programa
-al
hulentos. ár *o elector, por lo menoi 'oen el promedio de los c&'
Es por esto-que un rey ei es a ra ve% áspero y prudente ,sos?e. Ocurre lirego, y debe ocurrir en uo p3í.- republi;
respecto del hien príblico: por{u. *o"}i" -p"'*a'""iJ cano como el nuéstró, lo fIUe, por ejemplo, habría ocu-
faltar a una r otfa de "o,,
*.pobñcano rrido en la edad media si los juramentos de fidelidad y
"rui "oilid*do,
nada pierde ni con deseuidarro "t"
r"J,, lrür;-ñraie homenaj,e, fundamentos -otales de la jerarquía feudal,
eirse al caer {,oe ya sabrá desquit;;" y repararro ¿* no hubilsen tenido por garantías corrientes y -norrt'ales
todo
la próxima üez. cierto tonus-lrroral y religio§o? cierto sentido del honor
. A ":P- precio un9 puede -permitírselo todo. Eróstrato que hacía viable el sistemi. El sistema 6e debilitó cuand'o
incendiaba eI: tgmplo^ de EfL", p"""-r" ,."ba en
su in- di"hm virtud.es se debilitaron para dar lugar a estado§
terior. En régimán i; ;;;J"-!áa., ,de ánimo y de corazón diferentes.
""p"bii;;{-;; ¡Al menbs puédese decir que la fidelidad feudal rrivió
2% MIS IDEAS POLÍTICAS
y,.duró por variog slglos! Pero ¿y. la virtud repu.
blicana? Aun ]imitada únicamentj á h fidetidad con
los compromisos eiectorales, t""-"ágra" a¿ra"-;;-";;;
en 1792, en sus primeros pasos, cuándo las asambleae
centralizar_on_ para ejecutaf un programa descentraliza-
dor, cuando hicieron Ia guerr" ir"i aplicar un progra-
rna de paz, cluartdo destruyeron lá monárquía que teilan
eI mandato de conee.var. Tales asamblels t*ii"ro..
vista únicamente el poder y Ia condición de dicho poder ",,
perso_nal en vez de ejecutar. el mandato de ,r.
tes. Dichae asambleas de usurpadores eran pue§"oáit"o.
lo con. Esto Libro se terminó de imprimir
trario de la oovirtud". eI día 30 de noviembre del
año 1962, en los talleres
Eeta virtud reprr_hlicana_ nó existió más gue en los FErrrcn¡ur, lmpre sor *,
eueñog de eierto número de doctrinarios ideElogos. La San BIas 4027,
realidad Ios anuló eiempre tan bien que los ."prili""ro, Buenos Aires
de la rrr República, apLnas vencedoies electoiales de ra
reacci_ón, no tuvieron nada más urgente que declarar
cltryplidog los tiem¡ns heroicos y dec"retar lá deetitución
de los téJestorios.
c", desriiución, Ia instit,ción realizl la destitu-
eión de"rá
la Patria.
Pusiéronse entonces a gobernar entre sí, para su uso
y. beneficioo ayudados, se-rvidos: y protegidás coJorta-
blemente por las ficciones y las r-eaüdrdeig del réeimen.
Pero así se precipitó la ruiña de todo lo demá. o--
, O abjuraTos de esas fábulas mentirosao, demolemos
esas realidades peligrogas, restauramos la verdad política
y restablecemos la monarquía nacional, o hay ."'go""u y
trietes probabilidades de tere.nos quá decir uñt". de
mueho que somos los últimos franceses.
DE NT]ESTR.O CAT,4,LOGO

Aguirre Elorriaga, Manuel, S. J., E¿ Abae d.e Pradt en lt etnan-


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t

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entreneros jord,mtistds,
Vocos, Francisco i., gt piioiiú-"lor¡sitiri
re!ormista. ;-';i iiá#.un o
V'asio lfugo,, ¿Ao X,
'v'ilkes,
Josué T., y Guerrero cárpena r., Fortnas tnusícares
plotenses. Cifrás, rio-
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